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Una gran relación directa que existe entre la filosofía y la probabilidad es que la
filosofía busca cuestionar frecuentemente aquellas situaciones que son difíciles de
explicar y en general cuando logra generar alguna explicación no todo el tiempo se tiene
confiabilidad, y por el otro la probabilidad busca el grado de confiabilidad para aquellas
situaciones objetos de estudios que se deseen probar, En general la probabilidad actúa
como un complemento a la filosofía para dar respuestas a aquellas situaciones que se
deseen investigar pero que además esas situaciones tengan un grado de confiabilidad
probabilísticamente representativo. Desde siglos atrás ya se venía haciendo uso de la
probabilidad en el uso de las ciencias políticas y morales como es el caso de Pierre
Simón de Laplace que publico un libro dentro del cual hay un capítulo titulado “Ensayo
filosófico de las probabilidades “en el cual menciona estos temas, Laplace fue un
filósofo matemático que desarrollo principios deductivos que aporto de manera
significativa para la compresión de la realidad, dando unos principios generales de la
probabilidad. El primer principio nos dice: Laplace (1820) “consiste en la razón entre el
número de casos favorables y el de todos los casos posibles” (pag.12) este principio está
implícito en la definición de lo que es probabilidad, que supone que si se aumenta el
número de casos favorables y el de los posibles, esta probabilidad permanece constante
es decir, cuando en un hecho se unen todo los casos favorables automáticamente se
vincula a que existe certeza de ser el resultado posible.
El segundo principio nos dice, que todos los casos tienen la misma probabilidad de ser
posibles y en caso contrario de que no lo sea se deberá tener en cuenta las posibles
probabilidades que tiene, entonces se hará la suma de las probabilidades para determinar
cada caso favorable, a este segundo principio se le conoce actualmente como eventos
mutuamente excluyentes, De acuerdo a las matemáticas, los eventos mutuamente
excluyentes se dan cuando dos o más eventos no pueden suceder al mismo tiempo, y la
suma de sus probabilidades individuales es la posibilidad de que el evento ocurra. Esta
última condición le agrega un elemento más a la definición, ya uno u otro evento deben
suceder, pero los dos no pueden ocurrir al mismo tiempo. La fórmula matemática
utilizada hoy en día para determinar la probabilidad de los eventos mutuamente
excluyentes es: P (A ∪ B) = P(A) + P(B) Según esta fórmula, si A y B son los
eventos mutuamente excluyentes, entonces la probabilidad de que A o B sucedan es
equivalente a la probabilidad del evento A más la probabilidad del evento B. cuando al
aceptar o darse una alternativa, la otra queda totalmente automáticamente excluida. Un
ejemplo común de esto es lanzar una moneda. La moneda caerá sobre el lado de la cara
o sobre el lado de la cruz. Debido a que físicamente la moneda solo puede caer sobre
uno de sus dos lados, cada vez que la lancemos solo ocurrirá un resultado de dos
posibles. Por esta razón, podemos afirmar que “lanzar la moneda” es un evento
mutuamente excluyente. Es o cara o cruz, no pueden ser ambos resultados.
Este tercer principio escrito por Laplace entra en contraste como se explica actualmente
las combinaciones, ya que muchos autores en sus libros o textos simplifican este
principio con notaciones y formulas y definen la combinación con repetición de la
siguiente manera:
“Sea A un conjunto con n elementos y m un natural menor o igual que n.
Llamamos combinación con repetición de m elementos de A a todo subconjunto de m
elementos de A en el que un elemento puede aparecer hasta m veces. En este caso sólo
nos importa la naturaleza, no el orden y además podemos repetir elementos. El número
de combinaciones con repetición viene dado por”:
n+m−1 (n + m − 1)
CRn, m = = n≥m
m m! (n − 1)
El cuarto principio: Laplace (1820)” Si dos acontecimientos dependen el uno del otro, la
probabilidad del acontecimiento compuesto es el producto de la probabilidad del
primero por la probabilidad de que si ocurre este acontecimiento, ocurrirá el otro”
(pg.14), es decir la probabilidad compuesta es la probabilidad de que ocurran dos
eventos, los eventos pueden ser dependientes o independientes, para este principio los
eventos son dependientes, pues el resultado del primer evento afecta el resultado del
segundo evento. Un ejemplo de esto es si se retira un naipe de un mazo y no se vuelve a
colocar, el escenario ha cambiado para la siguiente vez que se saque otro naipe. Los dos
eventos, retirar un naipe sin reemplazarlo, luego sacar un segundo naipe son eventos
dependientes. El quinto principio está relacionado con el cuarto pues resalta la
influencia de los acontecimientos pasados sobre la probabilidad de los futuros, el autor
da un ejemplo de ello Laplace (1820) “Supongamos que, en el juego de "cara o cruz", se
presente “cara" más frecuentemente que "cruz"; sólo podríamos pensar que la causa de
esa frecuencia existe en la constitución del tejo.” (pag.15).
Esto teniendo las condiciones dichas anteriormente, Los sucesos elementales tienen que
ser equiprobables, los resultados del experimento han de ser sucesos elementales. El
número de posibles resultados debe ser finito Este principio indica el motivo por el cual
se atribuyen los hechos regulares a una causa determinada. Un ejemplo de esto es al
tirar dos monedas al aire salgan dos caras. Cada vez que tiramos una moneda, es igual
de probable que salga cara o cruz, por lo que todos los resultados posibles son
equiprobables. Nuestro espacio muestral tiene 4 elementos:
{(cara, cara), (cara, cruz), (cruz, cara), (cruz, cruz)} y sólo hay un caso favorable al
suceso A="sacar dos caras" por lo tanto la probabilidad es 1/4, es decir 0,25%.
El séptimo principio, Laplace (1820) “La probabilidad de un hecho futuro se obtiene por
la suma de los productos de la probabilidad de cada causa, deducida del hecho
observado, por la probabilidad de que, al existir dicha causa, el acontecimiento futuro se
realice” (pag.17). Esto quiere decir que si un evento se repite sucesivamente muchas
veces la probabilidad de que vuelva a ocurrir es igual a ese número más uno y dividido
por ese mismo número más dos.
El octavo principio dice habla sobre la ventaja definiendo do la ventaja Laplace como :
Laplace(1820) “esta ventaja resulta del producto de la suma esperada por la
probabilidad de recibirla; debe recuperarse la suma parcial cuando no se quieren correr
las contingencias del hecho, suponiendo que la repartición sea proporcional a las
probabilidades”( pag.19), y menciona que la ventaja de dependencia entre un elemento
y otro a varios acontecimientos, para poder tenerla hay que tener en cuenta la suma de
los productos de probabilidad de cada acontecimiento unido a su comprobación. El
noveno principio nos dice que, en una serie de acontecimientos posibles, de los cuales
algunos producen beneficios y otros ocasionan pérdida, la ventaja resultante se obtendrá
mediante la suma de los productos de la probabilidad de cada acontecimiento favorable
por el beneficio, de esta suma la de los productos de la probabilidad de cada
acontecimiento desfavorable por la pérdida que entraña. El décimo y ultimo principio
nos dice todo hombre tiene algún bien cuyo valor no puede ser nunca considerado nulo.
Laplace (1820) “Efectivamente, aun el que nada tiene atribuye al producto de su trabajo
y a sus esperanzas un valor al menos equivalente a lo que le es indispensable para
subsistir” (pag.21).
Conclusiones:
Las leyes de la probabilidad se utilizan para cuantificar los patrones que se observan en
fenómenos aleatorios, desde aquéllos tan simples como el lanzamiento de dados hasta
los más complejos, como la trayectoria que sigue una partícula en un acelerador de
partículas, la evolución de una epidemia, el crecimiento de una población, el
comportamiento de mercados financieros, el crecimiento de galaxias, etc. Usando las
leyes de la probabilidad se pueden evaluar, mediante cuantificación, las consecuencias
esperadas con los diversos resultados posibles en la realización de un fenómeno
aleatorio. Esto se lleva a cabo asignando un valor numérico a cada posible resultado, es
decir, su utilidad, multiplicándolo por el porcentaje de veces en que ocurre, el cual lo da
la ley de probabilidad asociada al fenómeno, y sumar todos los valores obtenidos. Dicho
de otro modo, calculando la esperanza matemática.
Referencias
Pierre-Simón de Laplace - ensayo filosófico sobre las probabilidades - Francia 1814