Thomas Robert Malthus

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Thomas Robert Malthus (Dorking, 14 de febrero de 1766 –

Bath, 29 de diciembre de 1834) fue un erudito británico que, con polémicas teorías, ejerció
una notable influencia en ámbitos como la economía, la política y la demografía.

Es considerado como uno de los principales autores en el seno de la escuela de


la economía clásica. Una muestra de la importancia de este autor es que fue distinguido
como miembro de la Royal Society.

Fue uno de los primeros demógrafos, con obras tan importantes como el Ensayo
sobre el principio de la población, de 1798, muchas veces conocido como malthusianismo.

Tomas Malthus nació en 1766, en Dorking, ciudad ubicada en el condado de Surrey,


en el sureste de Inglaterra. Su familia poseía una buena posición económica y un alto nivel
cultural. Su padre mantuvo una amistad personal con el escocés David Hume, una de las
principales figuras intelectuales del momento. Además, para su educación, su padre intentó
aplicar las ideas del filósofo ginebrino Jean-Jacques Rousseau.

Con dieciocho años, en 1784, ingresó en el Jesus College de Cambridge. Algunos


años más tarde, en 1791, obtuvo el doctorado en Artes.

En 1792 apoyó las «leyes de pobres» que tenían por objetivo dar oportunidades a
los más desfavorecidos, escribiendo un opúsculo, que no llegó a ver la luz, titulado La
crisis. En 1793 pasó a ser miembro del Jesus College. Además, en 1797 fue ordenado
sacerdote de la Iglesia Anglicana.

En 1804 contrajo matrimonio con Harriet Eckersall. En 1806 consiguió convertirse


en profesor y ocupar la primera cátedra de economía política del Reino Unido. Así, se
convirtió en profesor de historia y economía política en el colegio que la Compañía de las
Indias Orientales poseía en Haileybury (Hertford). En 1811 entabló relación con David
Ricardo, a quien le unió una larga amistad.

Poco después de escribir La crisis, y a pesar de las influencias de pensadores


liberales, su postura ante la pobreza y sus causas, cambió. Comenzó a mostrarse escéptico
ante la posibilidad de que las reformas políticas y sociales tuviesen efecto. Al contrario,
comenzó a plantear ideas que bebían de las corrientes utilitaristas y pragmáticas, y se alejó
del optimismo reformista propio de la Ilustración.

Desde esa perspectiva escribió Ensayo sobre el principio de la población en lo que


afecta al futuro progreso de la sociedad, que fue publicado de forma anónima en 1798. La
base de esta obra era la afirmación de que la crisis en la que se encontraba inmersa Europa
tenía su fundamento en cuestiones demográficas. Planteaba que el número de individuos
crece más rápidamente, geométricamente (es decir, pasando de 2 a 4, de 4 a 8… y así
sucesivamente), que los medios de subsistencia, que lo hacen aritméticamente (pasando de
2 a 4, de 4 a 6, etcétera…) con lo cual las crisis eran un elemento difícilmente evitable, en
tanto que el número de individuos existentes sería siempre, y cada vez más, superior a la
cantidad disponible de alimentos.

Por tanto, las políticas reformistas, en opinión de Malthus, no iban a solucionar el


problema de la pobreza. Es más, se mostraba seguro de que simplemente empeoraría la
situación, derivando al intervencionismo y a economías de carácter socialista. Frente a las
políticas reformistas, en cambio, apelaba a reducir las tasas de natalidad, especialmente de
las clases desfavorecidas.

Malthus ejerció una notable influencia. Muestra de ello es que, además de miembro
de la Royal Society,  desde 1810 fue miembro de diferentes instituciones. En 1821, entró en
el Club de Política Económica. En 1824 pasó a formar parte de la Real Sociedad de
Literatura. Durante 1833 fue nombrado miembro de la Academia francesa de las Ciencias
Morales y Políticas y de la Real Academia de Berlín. También participó en la  fundación de
la Sociedad Estadística de Londres.

Las tesis de Malthus influyeron de un modo importante en política, economía y


otras ciencias sociales. Autores como el novelista Harriet Martineau, o los biólogos Charles
Darwin o Alfred Russel Wallace, se vieron influenciados por las tesis del economista
británico.

Además, la inspiración malthusiana se ha dejado sentir en diferentes modelos de


crecimiento y agotamiento de los recursos. Entre ellos, el informe del Club de Roma
titulado Los límites del crecimiento.

A pesar de múltiples ediciones, Malthus nunca matizó nada de lo escrito en


su  Ensayo sobre el principio de la población. La principal crítica realizada a esta obra se
basaba en las débiles evidencias empíricas sobre las que se basaba. Por
ejemplo, Messedaglia demostró la incompatibilidad de las dos progresiones enunciadas por
Malthus. Es decir, este autor italiano señaló que no era posible que se diesen las dos
premisas malthusianas de que la población aumentara de forma geométrica, mientras los
alimentos lo hacían de forma aritmética. Progresiones que, como hemos visto, eran parte
fundamental del pensamiento de Malthus.
Entre las críticas, no tuvo en cuenta los avances tecnológicos y la influencia de
la industrialización, que mejoraría la productividad. Por tanto, la producción de alimentos
sería cada vez mayor.

Malthus tampoco previó que los cambios sociológicos pudiesen generar cambios en
la natalidad. Ello es lo que ocurre en las sociedades occidentales, donde la población se ha
estancado o, incluso, se ha reducido.

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