Letra: Secuencia de Pentecostés, adaptación de Pablo Coloma
Música: Pablo Coloma
Adaptación y producción : Fundación Canto Católico
Esta canción, compuesta por el chileno Pablo Coloma, es una adaptación de la
Secuencia de Pentecostés, una oración al Espíritu Santo tradicional de la Iglesia que clama para que Él venga en auxilio de la humanidad profundamente necesitada. Muchas son las situaciones de sufrimiento que se recogen en esta preciosa oración: pobreza, desconsuelo, cansancio, llanto, vacío, culpa, suciedad, sequedad, enfermedad física y psíquica, rigidez, frialdad y extravío. ¿Quién está libre del dolor? La condición humana está íntimamente ligada a todas estas expresiones de una naturaleza que quedó herida de muerte tras el pecado de los primeros padres. Como una hermosa basílica que ha quedado en el suelo tras un terremoto, nuestra naturaleza ha quedado en ruinas, a la espera del Único que es capaz de reconstruirla.
Es justamente desde las ruinas de nuestra humanidad, simbolizadas en el silencio
inicial, que surge un ruego desde lo hondo: “Ven Espíritu”. Las voces masculinas, con su gravedad y con el unísono, tratan de escenificar la profunda necesidad de Dios. Luego se suman las voces femeninas, que con su tono agudo manifiestan la urgencia de la necesidad de Dios, de modo que el clamor ya no sólo es hondo, sino también amplio. El estilo del canto, inspirado en los ostinatos de Taizé, favorece la creación de una atmósfera de recogimiento y oración. Las voces entran lentamente, y se van sumando siempre en intensidad piano, como velas que se van uniendo en medio de una densa oscuridad. La actitud es de humildad: se está clamando la venida del Espíritu Santo, en pequeñez, en la pobreza de nuestra humanidad.
¡Oremos al Espíritu Santo con esta Secuencia! ¡Acerquémonos con confianza a su
oído, que está a la espera de nuestra súplica! Así iremos abriendo las puertas para que el Espíritu Divino lleve a plenitud nuestro mundo, nuestros corazones y nuestra querida Iglesia. Amén. LETRA DE LA CANCION
Ven Espíritu divino | Espíritu Santo
(Ven Espíritu) x5
Ven, Espíritu Divino,
manda un rayo de tu lumbre desde el cielo. (Ven Espíritu)
Ven, oh Padre de los pobres,
luz profunda en tus dones, Dios espléndido.
No hay consuelo como el tuyo,
dulce huésped de las almas, mi descanso.
Suave tregua en la fatiga,
fresco en horas de bochorno, paz del llanto. (Ven, Espíritu) (Ven, ven, luz santísima…)
Luz santísima penetra
por las almas de tus fieles hasta el fondo.
Qué vacío hay en el hombre,
qué dominio de la culpa sin tu soplo.
Lava el rastro de lo inmundo,
llueve Tú nuestra sequía, ¡ven y sánanos! (Ven, Espíritu) x3 (Ven, ven, ven, ven)
¡Ven! Doma todo lo que es rígido,
funde el témpano, encamina lo extraviado.
Da a los fieles que en ti esperan
tus sagrados siete dones y carismas.
Da su mérito al esfuerzo, salvación e inacabable alegría.