Martin Ramirez.
Marcos de reclusi6n
Con textos de
Lynne Cooke
Brooke Davis Anderson
Victor M. Espinosa
James Lawrence
MUSEO NACIONAL
CENTRODE ARTELos mundos de Martin Ramirez
Victor M. Espinosa
Nada mas dite a mi esposa} que alld nos vamos a ver en el Vale de Josafat.
‘Martin Ramirez
Martin Ramirez no dej6 ninguna fuente escrita sobre su vida ni sobre su obra. Las
pocas cartas que envid a su familia desde California fueron destridas por sus des-
cendientes.1 A pesar de que fue interrogado varias veces, con la ayuda de un intér-
prete, durante algunas de sus evaluaciones psicolégicas,? en esas entrevistas nunca
se tocé el tema de su produccién artistica.s Y aunque es muy posible que, con el
tiempo, Ramirez llegara a entender mas inglés del que se crefa parece que opts
por el silencio.s Sabemos que llegé a cruzar algunas palabras en espafiol con algu-
nos de los artistas que lo visitaron en el hospital, asi como con el sacerdote catélico
que atendia la capilla del mismo’ Sin embargo, la tinica conversaci6n en profundi-
dad de sus treinta y dos afios de reclusién la mantuvo con su sobrino José Gomez
Ramirez, quien Jo visité en el hospital en 1952. En esa ocasién, Ramirez mencioné
la visita de algunos artistas interesados en sus Gibujos y regal6 a su sobrino algunos
ejemplares desu obra, pero la conversacién vers6 més sobre asuntos familiares que
sobre arte.” La cita apocaliptica que abre este texto, extrafda de esa conversaci6n, la
forman las tinicas palabras pronunciadas por Ramfrez que sus descendientes aun
recuerdan. Se trata de la respuesta que dio a su sobrino después de que éste le
pidiera un mensaje para llevarlo a su tfa Santa Ana, esposa de Ramirez. Vistas en el
contexto biogréfico que analizaremos en estas lineas, estas palabras suponen la pri-
mera aportacién a la visiGn del mundo de este artista mexicano.
‘Algunas de las cartas que Ramirez envié desde el hospital psiquidirico contentan algunas palabras
‘en lata, Jo que fue incerpretado ep la familia como un sintoma mas de su locura. Las cartas fueron