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Los migrantes michoacanos en Chicago Una iniciativa del Heartland Alliance for Human Needs & Human Rights, con el apoyo det Chicago Community Trust La Federacién de Clubes Michoacanos en ilinois: el Reporte de! Chicago-Michoacén Project Por Victor M. Espinosa Executive Summary In this epor,, Victor Espinosa, an immigration researcher educated at the Colegio de Michoacan, recounts the development and organization of the Federation of Michoacén Clubs in linois. The report has much to offer 10 US. community leaders and others interested in understanding U.S-Mexico relations through the eyes of the leadership of a dynamic philanthropic organization composed of and organized by Mexican immigrants, Each year, Mexican immigrants in the U.S. send between $4 and 6 billion dollars home, demonstrating a faith in Mexico far deeper than investors and speculators who keep their assets outside of the country and lack a vision of a better future for Mexico. While most immigrant remitarices go to individual families, a certain per- centage is channeled through Mexican hometown clubs and federations - growing organizations of Mexican Immigrants involved in infrastructure and economic development projects in their communities of origin. There are currently more than 400 Mexican hometown chibs and associations in the United States. The Federation Of Michoacan Clubs in ilinois is composed of fourteen hometown clubs of Michoacanos who live in and around Chicago, tinois. ‘The report has Tive major findings: 1. The formation of Mexican hometown associations in the U.S. is a grass roots response to the stresses placed (on communities undergoing rapid change in a globalizing society. Ilinols Michoacanos have an ethic of com- ‘munity responsibilty that transcends national boundaries, 2. The fourteen Mexican hometown associations which make up the Illinois Federation of Michoacan Clubs depend entirely on volunteer work and voluntary contributions from their members. They have developed high standards of accountability and serve as a model of international, grass roots philanthropy. . Mexican immigrants who form hometown associations are often from rural communities which have fost jobs and population during the economic restructuring of Mexico over the past two decades. The projects they undertake in their communities of origin are intended to mitigate those problems and preserve community fe. Projects completed by contributions from llinois-based Michoacan clubs include construction and repair of bridges, roads, schools, and churches, as well as water systems and recreational facities in their communities of origin. 308 La Bann cutal 4, The Michoacan hometown associations in this study have developed along similar paths, which likely reflect ‘@ common experience among Mexican immigrant hometown associations across the U.S., as follows: +The initial motivations are nostalgia for the home community, a desire to return, and a quest for community inthe US, «The principal organizational base for the Illinois Michoacanos has been the hometownevel associatio: immigrants from a single town often work together or live in the same community; ‘sHometown clubs start as soccer clubs or as organizations that raise money to support town-specific religious festivals in the hometowns or in the U.S. and run entirely by volunteer labor; Hometown clubs later take on social and economic development projects in their communities of origin, working in conjunction with Mexican local, state or federal government entities through various ‘matching* programs; and Hometown clubs form statewide ‘ederations (ie. all of the hometown clubs from Michoacén operating in |inois) to increase their coordination, the scale of the projects which they can undertake, and their leverage with Mexican government officials. 5. In order to prosper and grow, Mexican hometown associations are forming larger organizations (statewide federations) and seeking relationships with other entities in the U.S, and Mexico which share common interests in community and job development in a globalizing economy. Después de vivir durante mas de 19 afios en Estados Unidos, Salvador Ballefio obtuvo su tarjeta de residente legal y a partir de entonces pudo cruzar por fin la frontera entre ambos paises sin ningun problema. Salvador habla salido de México en 1977, cuando tenia 19 arios de edad, buscando un trabsjo que le permitiera ayudar 2 su familia, (ero passé ef tiempo, se cas6 y, como a muchos otros, ef nacimiento de sus hijos 1o obligé integrarse a la vida de Chicago. En 1988, después de varios afios sin ver a sus padres, por fin pudo ir de vaca- clones @ México junto con su espcsa y sus hijos nacidos en Chicago. El reencuentro con su familia y con las calles de La Purisima, Michoacén, e! pequefio pueblo donde nacié, Io llené de alegria. Pero a Salvador tam- bién fe resutté triste comparar la menera como vivia en Chicago con la pobreza que habla todavia en su pueblo. Dice que esa vez las casas le parecieron més viejas, la escuela primaria, quo habla sido orgullo de La Purisima cuando é! era nifio, estaba ahora semidestruida y la Gnica cancha de baloncesto que habla para toda la comunidad, estaba descuidada y tenia hoyos en 6! piso. Pero sin duda lo que més entristecié a Salvador fue ver @ las nifas de su pueblo bajo el intenso sol, llevando agua en botes cargados en la espalda desde un pequerio depésito hasta sus casas. El pozo de agua que abastecia a la comunidad, construido en 1966, hacla tres afios que se habia secado. La situacién que Salvador encontré en su pueblo le hizo sentir como si el tiem- ‘po no hubiera avanzado desde el ala en que é! salié rumbo a Estados Unidos. Fue entonces cuando recordé que dias antes, durante un estudio biblico en su iglesia en Chicago, hablan leido el Libro de Nehemias. En ese libro de! Antiguo Testamento se narra cémo un sirviente pide permiso al Rey de Persia para regresar a re construir Jerusalén, “la casa de los sepulcros de sus padres". Salvador dice que esa historia fo motivé tanto que regresé a Estados Unidos con el fime propésito de reconstruir su pueblo con la ayuda de toda la gente de La Purisima que estaba en Chicago. tapaen cuttra! 309 Al regresar a Estados Unidos fe comunicé a sus amigos més cercanos que en La Purisima la gente estaba viviendo sin agua y que era necesario hacer algo urgente por su comunidad. Algunos de ellos, como Pablo Vivanco, apoyaron de inmediato Ia idea y, junto con otros, convocaron a una reunién pera hablar de los pro- bblemas de su pueblo. Después de tocar algunas puertas y de hacer algunas llamadas por teléfono, lograron reunir a cerca de 40 personas, Muchos tenlan entre dos y cuatro aitos sin ir a México, esi que asistieron a la reunion con deseos de escuchar noticias nuevas de su pueblo, Después de ofr a Salvadr y a Pablo, todos los asistentes apoyaron la idea de hacerse responsables de construir un nuevo pozo de egua, y cada uno se comprometié a eportar 100 délares para iniciar la obra. Ese mismo dia se hizo una votacién secreta y se eligié una directiva formada por un presidente, un secretario y un tesorero. De esa manera surgié ef Club La Purisima, con la meta central de racabar dinero para reconstruir y embellecer su pueblo de origen. En dos semanas se lograron reunir los 4 mil délares acordados en la reunién, y una comision se fue a México a rentar fa maquinaria necesaria para iniciar la perforacién de un nuevo pozo de agua potable para abastecer a toda la ‘comunidad. Sin embargo, parecia que el destino queria poner @ prueba la buena volurtad de los miembros del naciente comité, porque e! pozo tuvo que ser construido tres veces. La primera vez, después de mes y ‘medio de trabajo y mil 800 dares invertidos, la obra tuvo que detenerse porque no se encontré agua. En la segunda se encontré agua, pero después de que fa comunidad habla usado el pazo por cerca de un afio se llevé una muestra a Morelia, la capital del estado, y se descubrié que estaba contaminada, Entre otras cosas, 9! agua tenia exceso de plomo, por lo que el poz0 tuvo que ser clausurado. La tercera vez, a punto de darse ‘Por vencidos, e! comité decialé planear mejor la pertoracién, Esta vez, ademés, fueron apoyados por otros comités de La Purtsima que se formaron en Texas y en Michigan, con la influencia de ‘a gente de Chicago. Entre los tres comités pagaron para que se hiciera un estudio apoyado por satéiite para localizar un buen ‘manantial de agua, y consiguieron, ademas, que el gobierno local participara con una parte de los gastos de! Proyecto. EI costo total fue de 150 millones de pesos, el gobierno aport6 60 y los otros 90 fueron otorgados ‘Por los miembros de los tres Clubes La Purisima en Estados Unidos. El pozo fue terminado en 1995, y a Salvador Ballerio se le concedié el honor de inaugurars al estilo americano. A él le toco el privilegio de cortar el listén, abrir la llave de fa bomba de agua y barar a losasistentes entre risas do alegria y fiesta, El pozo fue un éxito y eso motive a los miembros a seguir con otras obras para su comu- nidad. Ahora, con fa ayuda de los comités de La Purisima que se han formado en Houston y en Bryan, Texas, ‘asi como en Michigan y en California, han introducido drenaje, han reconstruido el pantaén, han comenzado ‘a construcoiéin de una oficina para el gobierno local y han empezado los planes para _construr una iglesia completamente nueva. Justo un afio clespués de que el pozo fue inaugurado, un empleado de! Consulado General de México en Chicago notificé a los miembros del Club La Purlsima que ef gobernador de Michoacan habla sido invitado al desfile del 15 de septiembre y que se estaba preparando una reunién con fos michoecanos residentes en Chicago. En septiembre de 1996, al igual que los miembros de otros clubes formades por michoacanos, Salvador BallerIo se reunié con el goberador en un hotel de Chicago y aproveché para pedir apoyo con el in de llevar adielarite varios de los proyectos que ya tenian en la agenda del club. El gobernador agradecié a todos el trabajo que estaban haciendo por sus pueblos y se comprometié a estudiar los proyectos que le fueron presentados. Gracias a esa visita de! gobemadior, los de La Purisima se pusieron en contacto con otros clubes formados en Chicago por originarios de Michoacan que estaban trabajando por la misma causa: hacer obras sociales para ‘mejorar las condiciones en sus pequeas comunidades de origen en México. A ralz de esa reunién, fos din- gentes de los clubes decidieron formar una organizacién que les diera mayor fuerza para negociar con el 310 LasaneA cutie gobierno de Michoacan y asi llevar adelante con mayor rapidez los proyectos planeados. Fue de esta manera Como surgié fa idea de formar la Federacién de Clubes de Michoacanos en Illinois. Esta fue constituida off

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