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Vol. 1
Marcelo J. Solís M.
Contenido
SERMONES DE MOTIVACIÓN Y LIDERAZGO
“¡Levántate y Resplandece!”
¿Sabes lo que vales?
Él peleará tus batallas
Haga conmigo paz
Cristianos victoriosos
SERMONES DE LIDERAZGO MINISTERIAL
Necesidades de los nuevos miembros
Los desafíos y estrategia de un líder llamado Nehemías
Elementos esenciales para el servicio
El Carácter de la Fidelidad
La Cualidad Suprema del Líder Cristiano
La Voluntad de Dios
El Zoológico Ministerial
El Hombre de Dios
Cinco requisitos para dar frutos
Claves de la humildad
Ocupaos en los asuntos del Padre Celestial
Deberes bíblicos
Lo que Dios nunca hará
SERMONES DE EVANGELISMO
Un Llamado Divino
Los cuatro “todos”
Hacer discípulos; no miembros
Las cinco objeciones de un misionero comisionado por Dios
La primera evangelista: María Magdalena
SERMONES PARA DÍAS ESPECIALES
Trae al corazón sabiduría
Consejos a un hijo noble
Mujer Virtuosa
Dedicado a Jehová
“Desde principio del año hasta el fin”
SERMONES PARA MUJERES
“¡Gracias Señor, por tu salvación!”
¡Renuncia al rencor!
A los pies de Jesucristo
No dejes la casa vacía
SERMONES PARA NIÑOS
La Bendición de un Bebé
Beneficios de la sabiduría
SERMONES DEVOCIONALES
Hazme oír por la mañana
Con mi voz clamaré
SERMONES DE MOTIVACIÓN
Y LIDERAZGO
“¡Levántate y Resplandece!”
III. “PORQUE”:
a) “Ha venido tu luz”.
Esa luz es la luz que ha venido del cielo a alumbrar a todo
hombre y mujer de esta tierra. “La luz resplandece en las
tinieblas, y las tinieblas no la dominaron” (Juan 1: 5). Esa
maravillosa luz es Jesucristo, nuestra vida. Porque “En él
estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (ver.4). Lo
que para mí significa que mi vida es luz, porque ha sido
iluminada con la llegada de Jesús a mi corazón. Cristo,
entonces, es “la luz verdadera que alumbra a todo hombre que
viene a este mundo” (Juan 1: 9).
Esta es la primera razón por la cual usted no debe permanecer
caído, sino levantarse y resplandecer. Sin embargo, para no
exaltar nuestro ego, siempre se debe tener en cuenta de que
esa luz con la que se resplandece no es luz propia, es la luz
que viene del cielo; esa luz es Jesús en nuestro corazón.
Por lo tanto, usted para poder resplandecer debe recibir a Jesús
en su vida, debe dejarlo entrar a su corazón. Él es el único
capaz de darle brillo y alegría a su corazón herido.
b) “La gloria de Jehová ha nacido sobre ti”.
La segunda razón por la que usted debe levantarse y
resplandecer es porque “la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”
(Isaías 60:1 ú. p.).
La gloria de Jehová es su constante presencia.
La gloria de Jehová es el poder del evangelio en nuestro
corazón.
La gloria de Jehová es la operación del poder de su Espíritu
Santo en nuestra vida.
La gloria de Jehová es la transformación de nuestro carácter.
La gloria de Jehová es la renovación de nuestro entendimiento.
La gloria de Jehová es lo que le hace volver a nacer a usted.
Sólo la gloria de Jehová es capaz de darle a usted una nueva
oportunidad de vida.
La manifestación de la gloria de Jehová en nuestra vida es la
manifestación misma del Salvador en nuestro corazón. Porque
“el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y
de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del
Padre” (Juan 1: 14).
Su constante presencia en nuestra vida es lo más significativo
para tener una vida plena y llena de Dios. Lo contrario nos
puede ocasionar tener una vida vacía, hueca y sin sentido. Sólo
la presencia de Dios en nuestra vida es lo que realmente le da
verdadero significado. Ésta es la única manera de levantarnos y
resplandecer.
Entonces…
CONCLUSIÓN:
“¡Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de
Jehová ha nacido sobre ti!”
Isaías 60:1
INVITACIÓN:
¿Quiere usted levantarse ahora y venir al frente para orar?
Deja el desaliento y, “levántate y resplandece”.
¿Sabes lo que vales?
INTRODUCCIÓN:
Nacemos como enemigos de Dios, separados de su santidad y con
una naturaleza inclinada al pecado. Por naturaleza, somos
pecadores, separados de la gloria del Señor.
La Biblia asegura que “por cuantos todos pecaron, están destituidos
de la gloria de Dios”, y esta separación es la causa por la que no
hay paz mental, emocional ni espiritual en el ser humano.
Es que vivir separados de Él acarrea sufrimiento y dolor. El pecado
puede conducirnos a los resultados más desagradables; el pecado
agobia constantemente el alma. Destruye la dignidad personal, y
cuando ésta desaparece, disminuye el respeto por los demás. Esa
razón es por la que muchos, en esa condición, llegan a juzgar a sus
semejantes como peores pecadores que ellos mismos.
Entonces…
El ser humano, como pecador que es, está en enemistad con Dios,
y como consecuencia, no hay paz total en su corazón y está
inclinado hacia la maldad constantemente.
Pero, de aquí surge, entonces la mayor necesidad del ser humano,
la cual no es ni la fama, ni la riqueza ni los placeres, sino la gran
necesidad de volverse en amistad y paz con Dios.
Ahora…
Miremos el consejo de Dios para nosotros:
“¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz
conmigo” (Isaías 27: 5).
La pregunta retórica: “¿O forzará alguien mi fortaleza?
En la versión Reina Valera Contemporánea (RVC) dice de la
siguiente manera:
“¿Quién querrá desafiar mi fuerza?”
La verdad es que muchos han intentado desafiar la fortaleza del
Señor Todopoderoso, pero sus intentos han sido inútiles.
Un ejemplo histórico lo encontramos en el filósofo francés Voltaire,
quien era un crítico vehemente de la Santa Palabra de Dios, y habló
en nombre de muchos que compartían sus ideas cuando dijo:
“Dentro de cien años no oirán más de ella. Posiblemente vean una
copia en algún museo, pero de lo contrario habrá desaparecido”.
Cien años después, la casa en Paris donde fueron dichas estas
palabras, la que fuera alguna vez la casa de Voltaire, se había
convertido en propiedad de la Sociedad Bíblica Británica y del
Extranjero, y en un centro para la distribución de Biblias a lo largo y
a lo ancho del mundo. Parece que Voltaire no tenía mucho de
profeta.
Cuando tomamos la Biblia, estamos teniendo en nuestra mano un
libro que ha sobrevivido a los intentos repetidos por destruirla a la
fuerza o por argumentos durante más de dos mil años. A pesar de
todo, ha sobrevivido y permanecido intacta a lo largo de los siglos.
Pretender desafiar la fortaleza de Jehová es inútil. Voltaire creyó que
la Biblia desaparecería en un siglo. Pero las palabras divinas siguen
diciendo:
“Sí, la hierba se seca, y la flor se marchita, pero la palabra de
nuestro Dios permanece para siempre” (Isaías 40: 8, RVC.).
Encontramos otros ejemplos de personas que desafiaron la fuerza
del Señor Todopoderoso:
1. Thomas Andrews (El Creador del Titanic). El ing Diseñador
del Titanic. Después de la construcción del Titanic, un reportero
le preguntó que seguro sería. Con un tono irónico él dijo: "Ni
Dios puede hundirlo" El resultado: todos saben lo que pasó al
Titánic.
2. Una adolescente en Campina, Brazil en el 2005. En
Campinas, Brasil un grupo de amigos, borrachos, fue a recoger
una amiga... La madre la acompañó al automóvil y estaba tan
angustiada sobre la embriaguez de sus amigos y le dijo a la
hija, sosteniendo su mano, ya sentada en el automóvil: "Mi hija,
Vaya Con Dios y permita que Él la Proteja. Ella respondió:
"Sólo si Él (Dios) viaja en el maletero, porque aquí dentro ya
está Lleno". Después, horas las noticias vinieron que ellos
habían envueltos en un fatal accidente, todos habían muerto, el
automóvil no podría reconocerse, pero sorprendentemente, el
maletero estaba intacto. La policía dijo que no había ninguna
manera el maletero podría permanecer intacto. Dentro del
maletero había una canasta de huevos, para su sorpresa,
ninguno estaba roto.
3. John Lenon: Cantante. Algunos años antes, durante su
entrevista con una revista americana, él dijo: " La Cristiandad
acabará, desaparecerá. Yo no tengo que discutir sobre eso. Yo
estoy seguro. Jesús era ok, pero sus asuntos eran demasiado
simples. Hoy nosotros somos más famosos que Él" (1966).
Lennon, después de decir que los Beatles eran más famosos
que Jesús, le dispararon seis veces.
4. Marylin Monroe. Actriz. Ella fue visitada por Billy Graham
durante una presentación de un show. Él dijo que el Espíritu de
Dios le había enviado a predicarle a ella.
Después de oír lo que el Predicador tenía que decir, ella dijo:
"Yo no necesito a su Jesús."
Una semana después, ella se encontró muerta en su
apartamento.
5. Tancredo Neves. Presidente de Brasil. Durante la campaña
Presidencial, él dijo que si consiguiera 500,000 votos de su
fiesta, ni Dios lo quitaría de la Presidencia. Efectivamente él
consiguió los votos, pero se enfermó un día antes de ser hecho
Presidente, y murió.
6. Christine Hewitt. Periodista jamaicana y animadora, dijo: “La
Biblia (la Palabra de Dios) fue el peor libro escrito en la vida”.
En junio del 2006 ella se encontró quemada imposible de ser
reconocida en su carro.
7. Bon Scott. Cantante. El ex-vocalista del AC/DC. En una de
sus canciones de 1979, él cantó: “No me detenga, yo estoy
bajando todo el camino, bajando por la carretera al infierno".
En 19 de febrero de 1980, Bon Scott se encontró muerto,
ahogado por su propio vómito.
8. Cazuza. El compositor brasileño Bi-sexual, cantante y poeta.
Durante una muestra en Canecio (Río de Janeiro), mientras
fumaba su cigarro, él resopló fuera algún humo en el aire y dijo:
"Dios esto es para ti." Él se murió a la edad de 32 de SIDA de
una manera horrible.
La pregunta de Dios sigue en pie:
“¿Quién querrá desafiar mi fuerza?” (Isaías 27: 5).
Nadie puede hacerlo.
“No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre
siembre, eso también cosechará” (Gálatas 6: 7).
Lo que realmente nos conviene:
“¡Que haga la paz conmigo! ¡Sí, que haga la paz conmigo!” (Isaías
27: 5).
Cristo vino a este mundo para reconciliarnos con Dios Padre. Su
muerte fue expiatoria y vicaria. Él es nuestra paz. Porque de él se
había profetizado:
“Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras
rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga
seremos sanados” (Isaías 53: 5).
“Así, pues, justificados por la fe tenemos paz con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5: 1).
“Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún
éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Con mucha más
razón, ahora que ya hemos sido justificados en su sangre, seremos
salvados del castigo por medio de él. Porque, si cuando éramos
enemigos de Dios fuimos reconciliados con él mediante la muerte de
su Hijo, mucho más ahora, que estamos reconciliados, seremos
salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos
regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora
hemos recibido la reconciliación” (Romanos 5: 8-11).
Por eso… el Señor sigue diciéndonos…
“¿Quién querrá desafiar mi fuerza? ¡Que haga la paz conmigo! ¡Sí,
que haga la paz conmigo!” (Isaías 27: 5).
LLAMADO: Apreciados oyentes…
¿Desean ustedes hacer la paz con Dios?
Jesucristo está con los brazos abiertos, esperando que llegues a Él
tal como eres, para darte un abrazo y la bienvenida a su reina de
gracia.
Dios te ama y desea que hagas hoy la paz con Él.
Jehová te está diciendo ahora:
“Haz la paz conmigo”.
Sí, Dios quiere ser tu mejor amigo.
¿Harás la paz con Dios?
¡Ven al altar y oremos a Dios, de rodillas y de todo corazón! ¡Dios te
sigue amando!
Cristianos victoriosos
INTRODUCCIÓN:
Uno de los temores que sufren muchas personas es convertirse en
Cristianos y luego fracasar. Es decir, temen ser cristianos
derrotados. Pero, estos temores se pueden superar con la ayuda de
Dios siguiendo sus instrucciones dadas en su Palabra a fin de lograr
ser CRISTIANOS VICTRIOSOS.
Un cristiano victorioso se alimenta con la Palabra de
Dios
“Jesús le contestó:
— Las Escrituras dicen: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de
toda palabra pronunciada por Dios”
(Mateo 4: 4).
CONCLUSIÓN:
Al igual que Nehemías, cada líder espiritual, ciertamente, tendrá que
enfrentarse con distintos desafíos en la obra. Sin embargo, si como
Nehemías, ante las dificultades y desafíos resolvemos poseer nuevos ánimos
y un celo renovado, confiando en la mano del Todopoderoso, entonces
veremos resultados maravillosos para la gloria del Dios a quien amamos y
servimos.
Elementos esenciales
para el servicio
(Tomado de: Obreros Evangélicos, 148,149)
INTRODUCCIÓN:
Un verdadero líder espiritual es cual Cristo Jesús, el cual, “no vino para ser
servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos” (Mateo 20:
28). Es por eso que el apóstol Pablo reclamó: “Por tanto, que los hombres nos
consideren como servidores de Cristo y administradores de los misterios de
Dios” (1 Corintios 4: 1). Por lo cual, los ministros y todo líder espiritual, en los
distintos niveles de la obra, deben ser siervos por excelencia. A esto se le
conoce como “líder siervo”, concepto novedoso para el mundo, pero en el que
está basado el reino de Dios. Por eso Cristo dijo: “… el que quiera hacerse
grande entre vosotros será vuestro servidor” (Mateo 20: 26 úp.).
Partiendo de este principio cristiano, entonces, a continuación observemos
algunos elementos esenciales para el servicio de un líder espiritual.
La Simpatía
Dios desea unir a sus obreros por una simpatía común, un afecto puro. Es la
atmósfera de un amor semejante al de Cristo que rodea el alma del creyente
lo que lo hace sabor de vida para vida, y permite a Dios bendecir sus
esfuerzos. El cristianismo no levanta murallas de separación entre el hombre
y sus semejantes, sino que liga los seres humanos a Dios y unos con otros.
La Integridad
Se necesitan para este tiempo hombres de probado valor y fuerte integridad,
hombres que no teman elevar sus voces para defender lo justo. A cada
obrero quiero decir: Que la integridad caracterice todo acto vuestro en el
desempeño de todos vuestros deberes oficiales. Todos los diezmos y dineros
confiados a vosotros con algún propósito especial, deben ser entregados
cuanto antes adonde pertenecen. No debéis apropiaros para vuestro uso
personal del dinero dado para la causa de Dios, con el pensamiento de que
puede ser devuelto más tarde. Dios prohíbe semejante cosa, Es una tentación
de aquel ser que hace el mal y únicamente el mal. El predicador que recibe
fondos para la tesorería del Señor debe dar al donante un recibo por la
cantidad recibida, con la fecha. Luego, sin aguardar a ser tentado por la
presión financiera a emplear recursos para sí mismo, deposítelos donde,
cuando se pidan, estén a mano.
La Unión con Cristo
Una relación vital con el Príncipe de los pastores hará del sub-pastor un
representante vivo de Cristo, una verdadera luz para el mundo. Es esencial
una comprensión de todos los puntos de nuestra fe, pero es aún de mayor
importancia que el predicador esté santificado por la verdad que presenta.
La Humildad
El ministro de Dios debe poseer humildad en un grado eminente. Aquellos
que tienen la experiencia más profunda de las cosas de Dios son los que más
se alejan del orgullo y ensalzamiento propio. Por tener un alto concepto de la
gloria de Dios, comprenden que el lugar más humilde en su servicio es
demasiado honorable para ellos.
El Fervor
Hay necesidad de mayor fervor. El tiempo transcurre rápidamente, y se
necesitan hombres que estén dispuestos a trabajar como trabajaba Cristo. No
es suficiente vivir una vida tranquila, de oración. La meditación sola no
satisfará la necesidad del mundo. La religión no ha de reducirse a una
influencia subjetiva en nuestra vida. Hemos de ser cristianos alertas,
enérgicos, fervientes, llenos de un deseo de dar la verdad a otros.
La gente necesita oír las buenas nuevas de la salvación por la fe en Cristo, y
por esfuerzos fervientes y fieles se le ha de dar el mensaje. Se ha de buscar
a las almas, orar y trabajar por ellas. Deben hacerse fervientes llamados, y
elevarse ardientes oraciones. Nuestras oraciones tibias y sin vida deben ser
cambiadas en oraciones de intenso fervor.
La Fidelidad
Por muy celosamente que se defienda la verdad, si la vida diaria no testifica
de su poder santificador, de nada valdrán las palabras dichas. Un curso de
acción inconsecuente endurece el corazón, empequeñece la mente del
obrero, y pone piedras de tropiezo en el camino de aquellos por quienes
trabaja.
La Vida Diaria
El predicador debe estar libre de toda perplejidad temporal innecesaria, para
poder entregarse por completo a su vocación sagrada. Debe dedicar mucho
tiempo a la oración, y disciplinarse según la voluntad de Dios, a fin de que su
vida ponga de manifiesto los frutos del dominio propio. Su lenguaje debe ser
correcto; sin que salgan de sus labios frases ni expresiones bajas. Su
indumentaria debe estar en armonía con el carácter de la obra que hace.
Esfuércense los predicadores y maestros por alcanzar la norma fijada en las
Escrituras. No descuiden las cosas pequeñas, que a menudo no se
consideran importantes. La negligencia en las cosas pequeñas induce a
descuidar las responsabilidades mayores.
CONCLUSIÓN:
Entonces, como ya hemos visto, los elementos esenciales para servir son:
simpatía, integridad, unión con Cristo, humildad, fervor, fidelidad y vida diaria
en armonía a su vocación espiritual a la que ha sido llamado por Dios.
Si embellecemos nuestro ministerio de estos elementos esenciales para el
servicio, tendremos mayor eficacia y seremos más eficientes en nuestro
trabajo para el Maestro.
Pidámosle al Señor nos ayude a crecer en nuestro servicio eficaz para su
gloria y honor.
El Carácter de la Fidelidad
“Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra y te apacentarás en
la verdad. Deléitate así mismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de
tu corazón”
(Salmos 37:3-4).
Introducción:
La fidelidad es una virtud carente en el alma de muchos hombres. A esto se
deben las más vergonzosas corrupciones de la sociedad. Solamente
cultivando con sabiduría esta virtud y siendo dirigidos por el Todopoderoso
haremos frente a la funesta situación en que nuestro mundo se encuentra.
Frase transicional: Por lo tanto, hoy veremos el carácter de la fidelidad y la
necesidad de cultivar esta virtud.
Aristóteles decía que los hábitos se convierten en una segunda naturaleza
porque tienden a manifestarse naturalmente. Bien lo expresa este lúcido
pensamiento:
Siembra un pensamiento y cosecharás una acción, siembra una acción
y cosecharás un hábito, siembra un hábito y cosecharás un carácter,
siembra un carácter y cosecharás un destino.
Se nos amonesta en la Palabra sabia de Dios a “cultivar” la fidelidad: “Confía
en el Eterno, y haz el bien; habita en la tierra y cultiva la fidelidad; deléitate en
el Señor, y él te dará los deseos de tu corazón” (Salmos 37: 3-4 NRV).
¿Por qué es tan necesario cultivar la fidelidad? ¿Qué beneficios nos
dará el hacerlo?
(1) Porque por la carencia de fidelidad existe la traición.
(2) Porque la infidelidad es pecado, la deslealtad y la inexactitud promueven la
imperfección, la infidelidad es alimentada por la avaricia y el orgullo. Y como
decía Salustio: "La avaricia es corruptora de la fidelidad, de la honradez y de
todas las demás virtudes".
Hermanos oyentes, se necesita exactitud y fidelidad en la devoción cristiana.
El mundo no tiene la respuesta a esta necesidad. Los hombres más honestos
y fieles, se espera que estén dentro de nuestras filas adventistas.
La fidelidad es adhesión, lealtad, devoción y apego a nuestro Dios. Es
puntualidad con nuestros compromisos, es sinceridad para con los demás y
para con nosotros mismo, es esmero en la causa de Cristo, es exactitud en la
devolución de los diezmos, es minuciosidad en los deberes cristianos, es
perfección en el amor, es constancia en la lucha, es veracidad inalterable, es
probidad insuperable, es escrupulosidad y observancia de las realidades de la
vida y sus demandas. “La fidelidad es una virtud que ennoblece hasta la
esclavitud” (Paul Masson). ¡Se necesita la fidelidad en nuestras almas! Dios
nos dice: “Sé fiel hasta la muerte...”
Veamos algunos ejemplos inolvidables sobre el carácter de la
fidelidad:
1. El carácter romano.
Cuando el rey etrusco Porcena sitió Roma a causa de las maquinaciones de
Tarquino, el joven patricio Mucio Escévola decidió matar al enemigo de su
patria. Salió de Roma y cruzó las líneas enemigas hasta alcanzar el
campamento del rey.
Al llegar al campamento creyó ver a Porcena y, acercándose, le dio muerte.
Inmediatamente descubrió, sorprendido, que no era el rey, sino su
lugarteniente. Hecho prisionero y llevado ante el rey se negó a contestar el
interrogatorio. En vez de hablar actuó. Frente a él había un brasero ardiendo.
Ante el asombro de Porcena y sus guardias, metió la mano derecha a las
llamas y, sin hacer un sólo gesto, la mantuvo allí hasta que se quemó por
completo.
Mientras su mano ardía le dijo al rey que imponía ese castigo a su mano
derecha porque había fallado en su empeño de matarlo. Porcena y sus
guardias, como hipnotizados por aquel acto heroico, no acertaron a detenerlo.
Cuando su mano se convirtió en carbón, le presentó el muñón a Porcena y le
dijo que otros 300 jóvenes romanos estaban resueltos a emprender la
empresa en la que él había fracasado. Impresionado Porcena ante tanto
heroísmo y atemorizado por la amenaza, levantó el sitio y ofreció paz.
Esto es el verdadero carácter de la fidelidad. Durante las guerras púnicas,
escenarios de tan grandes hazañas, brilló con resplandor, que todavía no se
extingue, la llama de un gran carácter de fidelidad.
Marco Atilio Régulo fue Cónsul de Roma por primera vez en el año 267 a. C.,
y de nuevo en 256. Durante la primera guerra púnica fue comandante de la
escuadra romana con la que obtuvo brillantes victorias sobre los cartagineses.
Después de la victoria en la batalla naval de Ecnomo, los cartagineses
pidieron la paz, pero las condiciones que Régulo les impuso fueron tales que
prefirieron continuar la guerra. Como los cartagineses habían recibido
refuerzos de los griegos, logístico y humano, en la batalla que se dio a
continuación derrotaron a los romanos y tomaron prisionero a Régulo.
Después de dos años de cautiverio, lo cartagineses, debilitados, pidieron la
paz a los romanos y enviaron a Régulo a Roma como negociador. Pero antes
de salir de Cartago le exigieron que jurara, bajo la palabra de honor, regresar
al cautiverio si no lograba obtener la paz por medio de sus gestiones. Es fácil
imaginar sus emociones cuando llegó a su amada ciudad. Podría haberse
quedado abogando por la paz.
Pero, ¿sabes lo que hizo?
Cuando el Senado se reunió para discutir la proposición de Cartago, él fue el
más ardoroso defensor de la continuación de la guerra, sabiendo que la
victoria de Roma era segura.
Cuando se decidió la continuación de la guerra, el Senado le pidió que se
quedara, alegando que un juramento arrancado a la fuerza no obliga a quien
lo profiere, pero Régulo le dirigió estas memorables palabras:
“¿Tan empeñados estáis de que me degrade? Bien sé que me esperan
torturas y muerte al volver.
Pero, ¡qué cosa baladí es todo esto, comparado con la vergüenza de una
acción infame, con las heridas de un alma culpable! Quiero conservar en su
pureza el carácter romano, aun siendo prisionero de los cartagineses. He
jurado volver. Cumpliré mi palabra. Lo demás, dejadlo en mano de los dioses”.
Fiel a su palabra, regresó a Cartago para constituirse nuevamente en
prisionero. Irritados, lo cartagineses lo sometieron a los más horribles
tormentos, en los cuales murió. Pero su nombre ha quedado como símbolo de
patriotismo y lealtad.
2. La fidelidad de algunos varones de Dios.
a) José en Egipto (Gén. 39:1-3). La vida de José se ha convertido en motivo
proverbial de inspiración juvenil a causa de su vida fiel al Señor. Fue fiel a su
familia, fiel a su amo, fiel al carcelero, fiel al Faraón, y todo, porque fue fiel a
Dios bajo cualquier circunstancia.
b) La fidelidad de Moisés y de Cristo (Hebreos 3:5-6). Moisés, a pesar de
haber vivido en medio de lo ficticio y lo aparente de la Corte egipcia, fue
cuando se encontró con Dios que empezó a cultivar la fidelidad. Cultivó el
campo de su alma día tras día y año tras año hasta arrancar de allí todo lo
inútil, todo lo aparente, todo lo ficticio.
c) La fidelidad de los tres jóvenes hebreos (Dan. 3:17-18). La fidelidad de
ellos para con su Dios los llevó a los anales memorables de las inspiradoras
historias que nunca se olvidan.
d) La fidelidad de Daniel (Dan. 6:4). El Dios que libró a Daniel de los leones
hambrientos todavía vive para rescatarnos de las perplejidades de la vida.
Dios quiere que seamos fieles como Daniel.
e) La fidelidad de Esther, una joven que obtuvo victorias y honra por tan sólo
serle fiel a Dios bajo circunstancias cohibitivas y desanimadoras.
¿ABUSO O CONFIANZA?
¿EL ABUSO DE DIOS CON SUS SIERVOS?
a. Isaías 20:1-6: Desnudo. Todo para predicar un sermón.
b. Ezequiel 4:9-13: Estiércol. Todo para predicar un sermón.
c. Ezequiel 24:15-27: Muerte de su esposa. Todo para predicar un sermón.
d. Oseas 1:2: Casarse con una fornicaria. Todo para predicar un sermón.
¿CÓMO SE DEJARÁ USAR EL MINISTRO POR DIOS?
a. ¿O el anciano, el líder o el predicador contemporáneo?
b. ¿Hasta dónde confía Dios en usted?
c. ¿Cuánta disposición hay en cada uno para servir al Señor?
d. ¿Cuánto importa para usted predicar un sermón?
La Voluntad de Dios
(El líder espiritual busca la voluntad de Dios)
INTODUCCIÓN:
Un líder espiritual siempre buscará la voluntad de Dios y no la de los hombres;
siempre buscará agradar a Dios y no a los hombres. Para ello, es importante
conocer la voluntad de Dios para su vida, su ministerio y para su familia.
En esta ocasión, haciendo uso de la mayéutica y a manera de un estudio
bíblico, analizaremos lo que la Biblia dice sobre “la voluntad de Dios”.
DEFINICIÓN DE VOLUNTAD: Decreto o determinación de Dios;
consentimiento o aquiescencia.
1. ¿Cuál debe ser nuestro deleite?
“Dios mío, me deleito en hacer tu voluntad, y tu Ley está en medio de mi
corazón" (Salmos 40:8).
2. ¿Qué le debemos pedir a Dios que nos enseñe?
“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu buen Espíritu me
guíe en tierra de rectitud" (Sal. 143:10).
3. ¿Qué significan para Jesús todo aquel que haga la voluntad de Dios?
“Porque todo el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi
hermana y mi madre” (Marcos 3:35).
4. ¿Para llegar a conocer la verdadera doctrina de Dios qué necesitamos
hacer?
“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o
si yo hablo por mi propia cuenta" (Juan 7:17).
5. ¿Para qué nos ha elegido Dios?
“Y él dijo: 'El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su
voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca” (Hechos 22:14).
6. ¿Cómo es la voluntad de Dios?
“Y no os conforméis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación
de vuestra mente, para que podáis comprobar cuál es la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).
7. ¿Conforme a qué se dio a si mismo nuestro Señor Jesucristo?
“Gracia y paz a vosotros, de nuestro Padre Dios, y del Señor Jesucristo, que
se dio a si mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo
malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre” (Gálatas 1:3-4).
8. ¿Cómo debemos hacer la voluntad de Dios?
“No para ser vistos, como los que agradan a los hombres, sino como siervos
de Cristo, que hacen con ánimo la voluntad de Dios” (Efesios 6:6).
9. ¿Cuál es la voluntad de Dios?
“Porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación, que os apartéis de
la fornicación" (1 Tesalonicenses 4:3).
“Dad gracias por todo, porque ésta es la voluntad de Dios para vosotros en
Cristo Jesús” (1 Tes. 5:18).
“Porque ésta es la voluntad de Dios, que haciendo el bien, acalléis la
ignorancia de los hombres insensatos" (1 Pedro 2:15)."Porque es mejor que
padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo
el mal” (1 Pedro 3:17), “para que el resto de su vida terrenal, no viva según los
malos deseos de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios” (1 Pedro
4:2). (cf. Juan 6:38-40, La gran voluntad de Dios es que tengamos la vida
eterna por la gracia mediante la fe en Jesucristo, nuestro amado salvador).
Nuestras oraciones deben ser conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14).
10. ¿Cuál será la consecuencia final si hacemos la voluntad de Dios?
“Porque la perseverancia os es necesaria, para que, habiendo hecho la
voluntad de Dios, obtengáis la promesa” (Hebreo 10:36). “Y el mundo y sus
deseos se pasan. En cambio, el que hace la voluntad de Dios, permanece
para siempre” (1 Juan 2:17). La vida eterna no la ganamos, la recibimos
gratuitamente por la voluntad de Dios, permaneciendo dentro del marco de su
voluntad tendremos garantía de recibir el galardón en la segunda venida de
Jesús.
REFLEXIÓN FINAL:
“Señor y Dios, digno eres de recibir gloria, honra y poder; porque tú
creaste todas las cosas, por tu voluntad existen y fueron creadas”
(Apocalipsis 4: 11).
Señor, “enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu buen
Espíritu me guíe en tierra de rectitud” (Salmo 143: 10).
El Zoológico Ministerial
1 Timoteo 6:11-12.
“Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la
piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena
batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste
llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos
testigos”.
Introducción:
Es imprescindible notar que desde los tiempos del apóstol Pablo la gente vivía
un cristianismo fuera de lo genuino y lo correcto. Este ha sido un problema de
todos los tiempos y no es de asustarnos por ello. Sin embargo, en la Palabra
de Dios encontramos el consejo aún válido para nosotros en nuestro tiempo.
I. “Oh hombre de Dios”
La expresión "varón de Dios" se aplica en el AT a un profeta enviado por Dios
Juec. 13:6; 1 Sam. 2:27; 1 Rey. 12:22; 2 Rey. 1:9- 10; Jer. 35:4), y Pablo aquí
exhorta a su colaborador más joven a consagrarse de esa manera a su
deber.
1) El hombre de Dios se distingue entre el hombre del diablo.
2) El hombre de Dios sirve a Dios.
3) El hombre de Dios pertenece a Dios.
4) El hombre de Dios ama a su Señor más que a cualquiera.
5) El hombre de Dios huye de las cosas que lo aparten de su Dios.
6) El hombre de Dios sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y
la mansedumbre.
7) El hombre de Dios pelea la batalla de la fe y no se deja vencer por el
maligno. No pelea otra batalla que no sea ésta.
8) El hombre de Dios echa mano de la vida eterna, lo que significa que no
está dispuesto a perderla porque está seguro de la promesa que Jesús le ha
dado.
9) El hombre de Dios está seguro que fue Dios quien lo ha llamado a la vida
eterna.
10) El hombre de Dios hizo la buena profesión delante de muchos testigos, lo
que significa que no se avergüenza del evangelio “porque es poder de Dios...”
II. “Pelea...”
Gr. agonízomai (ver com. Luc. 13:24). Pablo frecuentemente compara la vida
cristiana con los concursos de atletismo familiares a los habitantes del Asia
Menor. La victoria era el resultado de una perseverancia resuelta y de un
rígido dominio propio. Una vez que empezaba la carrera no había tiempo
para asuntos colaterales ni intereses divididos. Un corredor tampoco se
detiene en la mitad de su carrera para jactarse de lo bien que está corriendo
(ver com. 1 Cor. 9:25).
1) “Pelea”, es una orden y no una opción.
III. “La fe”: Es decir, la revelación cristiana del Evangelio (ver com. vers. 10).
Ante todas las religiones rivales del mundo, el cristiano defiende el Evangelio
en dos formas: mediante una vida cristiana consecuente y con una
presentación lógica y sólida de la verdad cristiana (ver com. cap. 4:16).
1. No es por cualquier cosa que debe pelearse, es por la fe.
2. La pelea de esta naturaleza no es mala, porque la batalla es “buena
batalla de la fe”.
3. Lo que significa que esta pelea es para defender la verdad y ayudar a las
personas.
4. No se atacan a las personas, sino las ideas falsas e impías. El luchador
cristiano debe seguir el amor y las demás virtudes que señala el apóstol en el
versículo 11.
PARA REFLEXIONAR:
“Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo
3:8).
Claves de la humildad
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí, que
soy manso y humilde de
corazón; y
hallaréis descanso para vuestras
almas” (Mateo 11:29).
Introducción
Indiscutiblemente, quien es un líder espiritual, es un hombre humilde. Porque
la verdadera humildad fluye de una perspectiva correcta de Dios.
Un hombre de Dios es un hombre humilde, con una visión adecuada de Dios,
comisionado por la voluntad de Dios y consumido por su gloria.
El líder espiritual y humilde:
1. Un hombre humilde estará confiado en el poder de Dios.
“Por lo demás, hermanos mío, fortaleceos en el Señor y en el poder de su
fuerza” (Efesios 6:10).
2. Un hombre humilde estará comprometido con la verdad de Dios.
“Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por
engaño, sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase
el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios,
que prueba nuestros corazones” (1 Tesalonicenses 2:3, 4).
“Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios,
sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos
de Cristo” (2 Corintios 2:17).
3. Un hombre humilde es comisionado por la voluntad de Dios.
Pablo fue “aprobado por Dios para confiarle el evangelio” (1 Tes. 2:4).
“Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, a los santos y fieles en
Cristo Jesús que están en Éfeso” (Efesios 1:1).
4. Un hombre humilde es conducido por el conocimiento de Dios.
El recuerdo de la omnisciencia de Dios evitó que Pablo buscara agradar a
los hombres. “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O
trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no
sería siervo de Cristo” (Gálatas 1:10).
“Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu,
para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os
sean multiplicadas” (1 Pedro1:2).
5. Un hombre humilde es consumido por la gloria de Dios.
“Ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque
podíamos seros carga como apóstoles de Cristo” (1 Tesalonicenses 2:6).
“Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor,
y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que
mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, el que resplandeció en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en
la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2 Corintios 4:5-7).
PARA REFLEXIONAR:
¿Qué distingue a un hombre
efectivo en el ministerio?
- Tenacidad, confía totalmente en el poder de Dios.
- Integridad, su vida es consistente con su doctrina.
- Autoridad, recibe su comisión de Dios, no de sí mismo.
- Responsabilidad, es consciente de manera constante de la omnisciencia de
Dios.
- Humildad, es consumido no con sigo mismo, sino con la gloria de Dios.
Solo un hombre así es lo suficientemente humilde para pastorear el rebaño de
Dios.
Un hombre humilde según Walter Cradock:
1. Cuando ve a otro pecador, se considera a sí mismo peor que él.
2. El corazón humilde se considera a sí mismo todavía peor.
3. Es Dios quien hace las cosas posibles y los méritos que hay en él.
4. Considera que el más vil de los pecadores puede llegar a ser, en el buen
tiempo de Dios, mucho mejor que él ª.
El verdadero hombre de Dios busca la aprobación del Señor antes que la
adulación de la multitud.
_____________________
ª Citado por I. D. E. Thomas, A Puritan Golden Treasury (Edinburgh: Banner of Truth,
1977), 148, 149.
Ocupaos en los asuntos del
Padre Celestial
“¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre
me es necesario estar?” (Lucas 2: 49).
INTRODUCCIÓN
Desde muy niño, Jesús de Nazaret comprendió la necesidad de depender de
su Padre celestial y de involucrarse comprometidamente en sus negocios: a
saber, en las cosas del reino de Dios.
INTRODUCCIÓN
En primer lugar, como cristianos e hijos de Dios tenemos deberes y privilegios
señalados por la Palabra de Dios. Y como líderes espirituales, por precepto y
por ejemplo debemos conocerlos y cumplirlos, y a la vez, animar a la grey del
Señor a cumplir esos deberes bíblicos.
En la Palabra de Dios encontramos muchos “debemos”. Sin embargo, en esta
oportunidad les mostraré sólo ocho.
Primero: Debemos orar siempre.
“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y
no desmayar” (Lucas 18:1).
“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”
(Salmo 91:1).
“Presenta a Dios tus necesidades, gozo, tristezas, preocupaciones y temores.
No puedes incomodarlo ni agobiarlo. El que tiene contados los cabellos de tu
cabeza, no es indiferente a las necesidades de sus hijos” (El Camino a Cristo,
página 148).
Segundo: Debemos leer las Escrituras
“La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y
exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros
corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Colosenses
3:16).
“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para
que por ella crezcáis para salvación” (1 Pedro 2:2).
Tercero: Debemos asistir a todos los cultos de la iglesia.
“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos
10:25).
“Aunque Dios no mora en templos hechos por manos humanas, honra con su
presencia las reuniones de sus hijos. Prometió que cuando se reunieran para
buscarlo, para confesar sus pecados, y orar unos por otros, él los
acompañaría a través de su Espíritu” (Patriarcas y profetas, página 35).
“Con frecuencia, la presencia de Cristo y de los ángeles ministradores se
manifiesta en las reuniones de su pueblo; y, sin embargo, muchos no se dan
cuenta. No perciben nada especial, pero la presencia del Salvador es
reconocida por algunos. La paz y el gozo animan su corazón. Son
consolados, animados y bendecidos” (El Deseado de todas las gentes, página
109).
Cuarto: Debemos dar testimonio
“Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón
que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se
cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos
10:9-10).
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio
de todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigo en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta en lo
último de la tierra” (Hechos 1:8).
Quinto: Debemos devolver los diezmos y traer nuestras ofrendas al
Señor.
“Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las
guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los
ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a
Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado?
En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros,
la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya
alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si
no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición
hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os
destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová
de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis
deseables, dice Jehová de los ejércitos” (Malaquías 3:7-12).
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad,
porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7).
Sexto: Debemos ser sinceros
“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario
que adoren” (Juan 4:24).
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo
5:8).
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al
Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores
busca que le adoren” (Juan 4:23).
Séptimo: debemos comparecer ante el tribunal de Cristo
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en
el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Corintios 5:10).
El juicio de un Dios omnisapiente, amoroso y justo está destinado finalmente a
poner a los hombres y todas las cosas en su debido lugar. Nos conviene
conocer y prepararnos para afrontarlo.
“Y dije yo en mi corazón: al justo y al impío juzgará ´Dios” (Eclesiastés 3:17).
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el Evangelio eterno
para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y
pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su
juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las
fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:6-7).
En un tema posterior analizaremos lo que la Biblia enseña sobre del juicio de
Dios (Lo abordaremos en el segundo volumen). Ahora pasemos al octavo y
último deber de los hijos del Señor.
Octavo: Amar a Dios y guardar sus mandamientos
“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de
Dios y la fe de Jesús” (Apocalipsis 14:12).
“Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15).
“El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que
me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”
(Juan 14:21).
CONCLUSIÓN
“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios y guarda sus
mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda
obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”
(Eclesiastés 12:13, 14).
“Delante de nosotros están los mayores incentivos para ser fieles, los
más altos motivos, las más gloriosas recompensas. Los cristianos han
de ser los representantes de Cristo, hijos e hijas de Dios. Son sus joyas,
sus tesoros peculiares. En cuanto a todos los que se mantengan firmes,
declara: Andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son dignos.
Los que lleguen a los portales de la bienaventuranza eterna no
considerarán demasiado grande ningún sacrificio que hayan hecho”
(Testimonios Selectos, tomo 4, páginas 94, 95).
Llamado:
¿Quieres cumplir con tus deberes como hijo de Dios, y como un líder
espiritual? ¿Deseas pasar al altar para que oremos juntos a nuestro Padre
celestial?
Lo que Dios nunca hará
“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el
cielo, así también en la tierra” (Mateo
6:10).
Reflexión:
“Pídanle a Dios que haga todo lo que ustedes no pueden hacer por
sí mismos. Cuéntenle todo a Jesús. Expongan abiertamente a él los
secretos de sus corazones; porque sus ojos penetran hasta los
lugares más íntimos del alma, y lee los pensamientos de ustedes
como si fueran un libro abierto. Cuando pidan todo lo necesario para
el bien de sus almas, crean que lo recibirán, y que vendrá. Acepten
sus dones de todo corazón; porque Jesús murió para que puedan
poseer los tesoros del cielo, y por último vivir con los ángeles
celestiales en el reino de Dios”
(Meditaciones Matinales, 1953, página 16).
SERMONES DE EVANGELISMO
Un Llamado Divino
INTRODUCCIÓN
La Biblia registra de cómo Dios llamó a muchos hombres y mujeres
para que le sirvieran en su obra. Y no porque fueran las mejores
personas del mundo, sino porque en su gracia y misericordia así lo
eligió Él.
Su obra es grande y sagrada; nosotros somos pequeños y
pecadores. Pero, por la gracia de Dios, se nos ha llamado también a
nosotros para que cumplamos su propósito a favor de la humanidad
por la cual Cristo vino a morir en la cruz del Calvario.
Ante el llamado de Dios, siempre debemos aceptar su voluntad y
permitir que Dios gobierne nuestra vida y nos transforme cada día
según su imagen divina con el fin de que cumplamos la misión
evangelística que nos ha encomendado.
I. Dios nos escogió a nosotros
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a
vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y
vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre
en mi nombre, él os lo dé” (Juan 15: 16).
CONCLUSIÓN
El Señor sigue llamando a hombres y a mujeres para que formen
parte de sus santos escuadrones misioneros.
Llamado:
¿Cuál será tu respuesta ante tan enorme invitación divina?
¿Quieres responderle un “heme aquí, envíame a mí, Señor”?
Los cuatro “todos”
INTRODUCCIÓN
Por lo que sabemos, Jesús ha dejado su carta magna del
evangelismo a su iglesia. Ésta la encontramos en Mateo 28: 18 al
20, y al leer cuidadosamente esos tres versículos, encontraremos
una palabra que se repite cuatro veces, como queriendo dar énfasis
a lo cuán abarcante es para Dios esta orden divina.
Leamos lo que dice: “Jesús se acercó y les habló diciendo: TODA
potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced
discípulos a TODAS las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden
TODAS las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros
TODOS los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28: 18-20).
1. “Toda potestad me ha sido dada en el cielo y en la tierra”
a) Ese poder y autoridad le ha sido dada por el Padre celestial.
b) Su potestad es absoluta.
c) No hay nadie más poderoso que Jesús en el Universo.
INTRODUCCIÓN
Todos los cristianos sabemos que tenemos una Gran Comisión de
parte de Cristo para su iglesia ante un mundo que perece en sus
pecados y delitos.
Nuestro Dios está interesado en salvar a la humanidad a través de
la gracia de nuestro Señor Jesucristo y es por eso que nos ha
ordenado anunciar las virtudes del Evangelio para remisión de sus
pecados. Pero el método que él quiere que usemos es a través del
discipulado.
La Gran Comisión:
“Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda autoridad me es dada
en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os
he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén” (Mateo 28: 18-20).
Conclusión:
Dios pide discípulos, no miembros. Aunque todo discípulo debe ser
antes un miembro de la iglesia del Señor, pero no todo miembro de
iglesia es un discípulo de Cristo.
¿Quieres convertirte en un verdadero discípulo de Jesús?
Rinde tu corazón a Jesús, y siéntate a sus pies para aprender de Él
que es manso y humilde de corazón.
Deseo orar por ti en esta oportunidad. ¿Puedes arrodillarte ante el
Señor junto conmigo?
Oremos…
Las cinco objeciones de un misionero
comisionado por Dios
INTRODUCCIÓN
“Apacentando Moisés las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de
Madián, llevó las ovejas a través del desierto y llegó hasta Horeb,
monte de Dios. Allí se le apareció el Ángel de Jehová en una llama
de fuego, en medio de una zarza. Al fijarse, vio que la zarza ardía en
fuego, pero la zarza no se consumía. Entonces Moisés se dijo: Iré
ahora para contemplar esta gran visión, por qué causa la zarza no
se quema. Cuando Jehová vio que él iba a mirar, lo llamó de en
medio de la zarza:
-¡Moisés, Moisés!
-Aquí estoy –respondió él.
Dios le dijo:
-No te acerques; quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que
tú estás, tierra santa es.
Y añadió:
-Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y
el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo
miedo de mirar a Dios.
Dijo luego Jehová:
-Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído
su clamor a causa de sus opresores, pues he conocido sus
angustias. Por eso he descendido para librarlos de mano de los
egipcios y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a
una tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del
heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor,
pues, de los hijos de Israel ha llegado ante mí, y también he visto la
opresión con que los egipcios los oprimen. VEN, por tanto, AHORA,
y te ENVIARÉ al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a
los hijos de Israel” (Éxodo 3: 1.10).
Objeciones de Moisés
Objeción #1: “¿Quién soy yo…?” (v. 11).
Respuesta de Dios: “YO estaré contigo…” (v. 12).
Objeción # 2: ¿… qué les diré? (v. 13).
Respuesta de Dios: “Así les dirás: YO SOY me ha enviado” (v. 14,
15).
Objeción # 3: “Ellos no me creerán, ni oirán mi voz” (4: 1).
Respuesta de Dios: “¿Qué tienes en tu mano? … Por esto te
creerán…” (vv. 2-9).
Objeción # 4: “¡Ay, Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra…
soy tardo en el habla y torpe de lengua” (v. 10).
Respuesta de Dios: “Ahora, pues, ve, que yo estaré en tu boca y te
enseñaré lo que has de hablar” (vv. 11-12).
Objeción # 5: “¡Ay, Señor!, envía, te ruego, a cualquier otra
persona” (v. 13).
Respuesta de Dios: “Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y
dijo: … Envió a su hermano Aarón para que lo ayudara. (vv. 14-16).
La orden final de Dios:
“Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales” (v.
17).
CONCLUSIÓN:
Dios te ha llamado a servirle y que cumplas una misión divina ante las
personas en toda la tierra, a saber, la de la proclamación del Evangelio de
salvación.
Proverbio 31:1-31
El rey Lemuel transmite los consejos de su madre
Proverbio 31:10-31
Elogio de la mujer virtuosa
Este es un poema acróstico alfabético sobre la mujer virtuosa. Cada
verso comienza con una letra diferente del alefato, en orden.
“Mujer virtuosa” (31: 10)
Una mujer virtuosa es una mujer ejemplar e ideal. Este término
también designa poder, riqueza y prestigio.
La madre siempre es una mujer ejemplar para sus hijos y la mujer
ideal para su marido.
La triste realidad es que este tipo de mujer está en peligro de
extinción. Pero doy por sentado que, las madres cristianas, todas,
deben ser, al menos un ejemplo para sus hijos y la mujer ideal para
su esposo bajo cualquier circunstancia.
Una mujer virtuosa es de alto valor. Más aún que las joyas y perlas.
Es más valiosa que el oro y la plata. Por eso, una mujer virtuosa no
se puede comprar con dinero. Su valor es inestimable.
“El corazón de su marido confía en ella” (v. 11)
La mujer virtuosa es aquella mujer que inspira confianza en todos
los tratos de la vida, tanto en las relaciones sociales así como en los
negocios, porque “no carecerá de ganancias”.
“De ella recibe el bien y no el mal todos los días de su vida” (v.
12)
Es una mujer que ama hacer el bien y más aún a su esposo. Y no
se cansa de hacerle el bien, puesto que lo procura “todos los días
de su vida”.
Es una mujer laboriosa (v. 13)
“Trabaja gustosamente con sus manos”. Eso significa que sus
trabajos domésticos o laborales los realiza con alegría, no
refunfuñando, sino como quien le sirve al Señor Jesús. Es una mujer
laboriosa y emprendedora. Ante las necesidades que se le
presenten a su familia, no prefiere quedarse de brazos cruzados; es
trabajadora, esforzada y proactiva.
Los versículos 14 y 15 mencionan que ella es productiva y
abnegada. Practica la diligencia femenina. La distinguen el esfuerzo
y cuida el patrimonio familiar (vv. 16, 17).
Como no es perezosa, el sueño no la domina, porque está dispuesta
a trabajar hasta largas horas de la noche (v. 18). De hecho, sus
desvelos, que casi nunca los valora un hijo ingrato son gran parte de
su vida que entrega al cuidado de su familia. Vigila que vayan bien
sus negocios. Y finalmente, podemos observar que ella elabora su
propio hilo en su telar haciendo uso de la rueca y del huso (v. 19).
(v. 20). Es una mujer que piensa en las necesidades ajenas.
“Alarga su mano al pobre”, pero no para pedirle, sino para darle. Le
ofrece siempre su mano al necesitado. Ella “extiende sus manos al
menesteroso”.
(v. 21). Elabora ropa de calidad
La mujer virtuosa confecciona ropa de alta calidad, sea por lo
abrigada o colorida.
Toda madre amante siempre se esforzará para que sus hijos y su
esposo anden buena ropa. Si le falta un botón, ella se lo pone. Si se
le rompe una camisa, ella la arregla. Su interés es ver bien y segura
a su familia. (v. 22).
(v. 23). Su marido es un hombre de respeto
Para llegar a tener como marido a un hombre honorable y respetado
por su comunidad, la mujer virtuosa se busca como esposo a un
hombre con esos valores. Así que, las mujeres virtuosas tienen
hombres virtuosos.
(v. 24) Es emprendedora
Elabora su producto que luego pone a la venta. Eso indica que con
una mujer virtuosa, sus hijos nunca pasarán necesidades, porque
ella se encarga de conseguir dinero y ayudar a su esposo con las
responsabilidades financieras del hogar.
(v. 25) La cualifican los valores de “fuerza y honor”
Para ella estos valores son más importantes que cualquier ropa que
pueda lucir en la calle ante la vista de los hombres. Mejor prefiere
vestirse de “fuerza y honor”, porque éstas “son su vestidura”.
Y como es una mujer previsora, no teme al porvenir. Ella está
confiada en la bendición y protección de Jehová.
(v. 26) “Abre su boca con sabiduría”
Es lindo saber que cuando la mujer virtuosa habla, hay palabras de
sabiduría. Cuando abre su boca habrá palabras de sabiduría, de
edificación y de motivación. Por lo que se puede decir que, una
mujer virtuosa es una auténtica consejera.
(v. 27) Está pendiente de que todo en su casa esté en orden.
Como no es perezosa, tampoco “come el pan de balde” o “pan de
ocio”. Se esmera en mantener la casa en orden y funcionando cada
cosa en su lugar. “Considera la marcha de su casa”.
(v. 28) Es admirada por su esposo y por sus hijos
No solo el día de las madres, sino todos los días, ella da un motivo
suficiente para que sus hijos se sientan orgullosos de tener a esa
mujer virtuosa como su madre. “También su marido la alaba”. O sea,
su esposo la admira y la respeta. Es un hombre que se siente
privilegiado de tener a esa mujer como esposa y como la madre de
sus hijos.
Para su esposo, esta es la mejor mujer del mundo. No hay otra
como ella. Por eso, el marido la alaba con las siguientes palabras:
“¡Muchas mujeres han hecho el bien, pero tú las sobrepasas a
todas!” (v. 29).
(v. 30) Lo más importante: es una mujer que teme a Jehová
El mundo carece de mujeres temerosas de Jehová, pero abundan
las mujeres cobardes y que le tienen miedo a la vida misma y aún
hasta la muerte. Una mujer temerosa de Jehová siempre hará todo
conforme al corazón de Dios. Busca agradar más a Dios que a los
hombres.
Su belleza femenina no radica en lo físico, sino en lo espiritual. Su
alma es noble y de fe.
(v. 31) Esta mujer merece ser recompensada por lo que es y por
lo que hace en su vida como bendición para su familia y para la
comunidad
Elogiarla, agasajarla en el día de las madres es lo mínimo que
podemos hacer a favor de esta mujer.
Querido joven y señorita, su mamá merece más de todo esto.
Merece el elogio y la admiración de Dios mismo, puesto que él
conoce el corazón de los demás.
CONCLUSIÓN
Amigos y hermanos, recompensadla conforme a su diligencia. Esta
noble mujer, a la que le llaman “mamá” merece ser tratada como
una reina, y no solo este día, sino todos los días de su vida.
¡Qué Dios bendiga a todas las mujeres virtuosas que me
escucharon!, bueno, pienso que todas me escucharon.
Dedicado a Jehová
(Par una presentación de niños)
1 Samuel 1
¿Cómo nació Samuel, el profeta de Dios?
Empecemos diciendo que Samuel, es un nombre hebreo y significa
“escuchado por Dios”.
a) Su madre, era estéril.
b) Ana, una mujer virtuosa y piadosa, era una mujer que
practicaba la oración
c) Ella pidió a Dios un hijo varón
d) Dios le respondió a su petición del corazón.
e) Resultado: nació Samuel, cuyo nombre significa también
“pedido a Jehová”.
f) Podemos, con esto, asegurar, entonces que, Samuel es
producto de la oración de su madre.
Aplicación: En el mundo se necesitan más mujeres piadosas y
llenas de fe, que oren más por sus hijos, aún por aquellos que aún
no han nacido.
Ana hizo voto a Jehová
“Ella, con amargura de alma, oró a Jehová y lloró
desconsoladamente. E hizo voto diciendo: Jehová de los ejércitos, si
te dignas mirar a la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te
olvidas de tu sierva, sino que das a tu sierva un hijo varón, yo lo
dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja
sobre su cabeza” (vv. 10-11).
(vv. 19-20): Jehová respondió la petición de Ana. Cuando uno hace
voto con Jehová, el Señor es fiel en cumplir la parte que le
corresponde.
Ana cumplió su voto a Jehová (vv. 22-28)
“Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo
dedico a Jehová también; todos los días que viva, será de Jehová”
(vv. 27-28).
a) Ana hizo un voto y lo cumplió
b) Jehová cumplió su parte fielmente en este trato.
c) Dios nunca falla.
d) La oración del justo puede mucho.
e) Ana dedicó “todos los días de su vida” a su hijo Samuel
para que le sirviera de por vida a Jehová el Señor.
APELACIÓN FINAL:
También Dios ha sido bueno con ustedes como padres de familia, al
concederles la dicha de ser padres de este bello niño y/o de esta
linda niña. La Biblia dice que los niños son regalos de Jehová. Por lo
cual, les pregunto:
a) ¿Están ustedes dispuestos a dedicar este niño o niña a
Jehová todos los días de su vida?
Si la respuesta es sí, entonces los invito a venir todos los
días a la iglesia para adorar al Señor.
b) De Ana se dice en la Biblia en el versículo 28: “Y adoró allí
a Jehová” (última parte del versículo). ¿Desea usted
también adorar a Jehová, así como lo hizo Ana?
c) ¿Desean ustedes dedicar este niño/a Jehová para
siempre?
Quiero invitarles que nos arrodillemos para orar y pedir al Señor la
bendición de este niño.
¡Qué Dios los bendiga!
“Desde principio del año hasta
el fin”
(Para el nuevo año)
Deuteronomio 11:12
“Una tierra de la que cuida Jehová, tu Dios. Siempre está sobre
ella los ojos de Jehová, tu Dios, desde el principio del año
hasta el fin”.
INTRODUCCIÓN:
No tenemos duda alguna de que el (2020) ha sido un año muy triste
para muchas familias en el mundo. El planeta entero sufrió la más
grande tragedia del siglo, la pandemia (COVID 19).
Al menos 1,8 millones de personas han fallecido por la covid-19. Es
el balance que deja un año de pandemia, exactamente 12 meses
después de que las autoridades chinas alertaran por primera vez de
una neumonía no identificada. Bélgica (cerca de 19.360 fallecidos),
Eslovenia (2.630), Bosnia (4.020), Italia (73.000), Perú (37.500) y
España (50.400) son los países de más de dos millones de
personas que más muertes por habitante han notificado en 2020. De
los 15 Estados con más fallecidos en términos relativos, nueve
están en Europa. Y la Pandemia, aún (2 de enero de 2021) no ha
desaparecido. Pero esto no debe ser razón para amedrentarnos o
para sumergirnos en el pozo de nuestros miedos y temores. Sino
más bien, debemos aprender a confiar en el Todopoderoso.
Al leer lo que muchas personas escribieron a sus seres queridos en
sus estados de WhatsApp y Faceboook, casi todos expresan
buenos deseos y anhelos de seguridad y prosperidad en el 2021. La
mayoría de las personas tienen la esperanza de que este nuevo año
será mejor que el anterior. Pensar de esta manera es bueno, nos
ayuda alimentar nuestra confianza y esperanza en el Dios
Todopoderoso. No obstante, la realidad mundial no deja de
sorprendernos, pero ha llegado el momento en que nuestra fe
mueva montañas.
Para que nos vaya bien en este nuevo año:
1. Pon a Dios en primer lugar. Muchas personas han escrito
mensajes tales como: “El 2021 es un libro en blanco, empieza
a escribir los mejores capítulos de tu vida en este nuevo año”.
Sin embargo, no podríamos escribir los mejores capítulos de
nuestra vida sin Dios. La Biblia nos dice: “Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y el resto vendrá
por añadiduras” (Mateo 6: 33). Que tu primera meta para el
nuevo año sea acercarte más a Jesús.
2. Renunciemos al YO. “Comencemos el año con la total
renuncia al yo, oremos por un claro discernimiento, […]
para que en todo momento y en todo lugar seamos testigos
de Cristo” (Sign of the Times, 04 enero de 1883). Por su
parte, el apóstol Pablo, escribió: “y ya no soy yo quien vive,
sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora
vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que
me amó y se entregó a la muerte por mí” (Gálatas 2: 20
DHH).
3. Creer en el permanente amor de Dios. Un año va y otro
año viene, pero la misericordia y el amor de Dios
permanecen para siempre. “Alabad a Jehová, porque él es
bueno, porque para siempre es su misericordia” (Salmos
136: 1)
4. Pon tu vida y tus planes en las manos de Dios. Es cierto
que, nadie sabe lo que traerá el 2021, pero sí sabemos que
Dios está al control de todo. Sus planes son de bonanzas
para sus hijos. Él dice en su Palabra: “Porque yo sé los
pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que
esperáis” (Jeremías 29: 11).
5. Confía plenamente en Dios. No te llenes de miedo ante
las adversidades que hoy estés viviendo. Aunque sean
grandes, Dios te va a proteger y te dará la salida de todos
tus problemas. Confía en él. Dios mismo será tu guía, te
ayudará y luchará por ti. El Señor te librará de todo mal y
luchará por ti. Recuerda nuestro texto clave: “Una tierra de
la que cuida Jehová, tu Dios. Siempre está sobre ella los
ojos de Jehová, tu Dios, desde el principio del año hasta el
fin” (Deuteronomio 11:12).
6. Reflexionemos. “Ya ha comenzado el año nuevo; sin
embargo, antes de darle la bienvenida, nos detenemos para
preguntar: ¿Cuál ha sido la historia del año que acaba de
pasar a la eternidad con su carga de registros? La
amonestación del apóstol llega hasta cada uno de nosotros:
“examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a
vosotros mismos”. 2 Corintios 13:5. ¡No permita Dios que
en esta hora tan importante nos encontremos de tal
manera, preocupados por otros asuntos que no tengamos
tiempo para realizar un autoexamen serio, cándido y crítico!
Dejemos atrás las cosas de menor importancia y
ocupémonos ahora de las que conciernen a nuestros
intereses eternos...” (Exaltad a Jesús, 01 enero de 1988).
7. Esforcémonos por una mejor experiencia con Dios.
“Ninguno de nosotros puede representar el carácter de
Cristo por su propia fuerza; pero si Cristo vive en el
corazón, el Espíritu que mora en él será revelado en
nosotros; así todo lo que nos falta quedará suplido. Al
comienzo de este nuevo año, ¿quién se esforzará por
obtener una experiencia nueva y genuina en las cosas de
Dios? Rectifiquen sus equivocaciones, en la medida de lo
posible. Confiesen unos a otros sus errores y pecados.
Deséchese toda amargura e ira y malicia; que la paciencia,
la longanimidad, la bondad y el amor lleguen a formar parte
de su mismo ser; entonces, todo lo puro y amable y de
buen nombre madurará en su experiencia... (Ibídem).
8. Evaluemos nuestros frutos del año pasado. ¿Qué frutos
produjimos durante el año que acaba de pasar? ¿Qué
influencia hemos ejercido sobre los demás? ¿A quiénes
hemos traído al redil de Cristo? Los ojos del mundo están
sobre nosotros. ¿Somos epístolas vivientes de Cristo,
conocidas y leídas de todos los hombres? ¿Imitamos el
ejemplo de Jesús en abnegación, humildad, mansedumbre,
paciencia, disposición para llevar la cruz y devoción? ¿Se
verá el mundo compelido a reconocer que somos siervos
de Cristo?... { EJ 9.4; LHU.15.9 }
9. Corrijamos nuestros errores pasados. ¿No trataremos
de corregir los errores del pasado durante este nuevo año?
A nosotros nos corresponde cultivar individualmente la
gracia de Cristo, ser mansos y humildes de corazón, ser
firmes, inamovibles, constantes en la verdad; porque sólo
así se puede progresar en la santidad y ser hechos aptos
para la herencia de los santos en luz. —The Signs of the
Times, 4 de enero de 1883.
10. Exaltemos a Jesús y esperemos su venida.
“Exalten a Jesús, ustedes que enseñan al pueblo. Exáltenlo
en sus exhortaciones, sermones, cantos y oraciones. Que
todos sus esfuerzos se concentren en llevar a las almas
confusas, perplejas y perdidas, hacia “el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29. Invítenlos a
mirar y vivir. —The Review and Herald, 12 de
abril de 1892. “Y será predicado este evangelio de Reino en
todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y
entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
LLAMADO:
A pesar de las circunstancias difíciles que hemos vivido en el 2020,
aún tenemos muchos más motivos por qué agradecer a Dios. Y que
en este nuevo año, la gracia del Señor sea derramada en nuestros
corazones y sigamos esperando su Venida.
¿Decides confiar a Dios tus planes, tus metas y tu vida en este
nuevo año?
SERMONES PARA MUJERES
“¡Gracias Señor, por
tu salvación!”
LA GRATITUD es una de las mejores virtudes que puedes
demostrar, y está directamente relacionada con tu persona.
INTRODUCCIÓN:
Todos somos inteligentes y racionales, pero no todos tenemos
sabiduría. Hay muchos chicos y chicas que más que inteligentes,
son sabios, porque buscaron esta sabiduría en el consejo de sus
padres, de los maestros, y sobre todo la buscaron en Dios.
Muchos se preguntan, “¿y por qué será tan importante buscar
sabiduría? ¿Acaso no es suficiente con lo que tenemos?” Estas
preguntas surgen cuando no se entiende ni el significado ni los
beneficios de la sabiduría en el corazón humano.
En Proverbios cuatro encontramos estos beneficios, por favor,
vayamos a la Biblia y analicémoslos detenidamente.
Iniciemos con tres consejos generales:
1- Presta atención a las enseñanzas
“Escuchad, hijos, la enseñanza de un padre; estad atentos
para adquirir cordura” (Proverbios 4: 1).
2- Guarda sus consejos en tu corazón y no los olvides
“Retén mis razones en tu corazón, guarda mis mandamientos y
vivirás” (v. 4).
3- Adquiere sabiduría e inteligencia
“Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella ni
te apartes de las razones de mi boca” (v. 5).
Beneficios de la sabiduría:
1- La sabiduría te guardará y te protegerá
“No la abandones, y ella te guardará; ámala, y te protegerá” (v.
6).
2- La sabiduría te engrandecerá y te honrará
“Engrandécela, y ella te engrandecerá; te honrará, si tú la
abrazas” (v. 8).
3- Te dará gracia y belleza
“Un adorno de gracia pondrá en tu cabeza; una corona de
belleza te entregará” (v. 9).
4- Te dará más años de vida
“Escucha, hijo mío, recibe mis razones y se te multiplicarán los
años de vida” (v. 10).
5- En el camino de tu vida, no tropezarás
“Cuando andes, no se acortarán tus pasos; si corres, no
tropezarás” (v. 12).
6- La sabiduría es tu vida
“Aférrate a la instrucción, no la dejes; guárdala, porque ella es tu
vida” (v. 13).
7- La sabiduría te da vida y salud
“Que no se aparten de tus ojos, guárdalas en lo profundo de tu
corazón, porque son vida para los que la hallan y medicina para
todo tu cuerpo” (vv. 21-22).
Los siete últimos consejos:
1. No andes por malos caminos ni imites a los impíos
“No entres en la vereda de los impíos ni vayas por el camino
de los malos. Déjala, no pases por ella; apártate de ella, pasa
de largo” (vv. 14-15).
2. Presta mucha atención a la sabiduría de Dios
“Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis
razones” (v. 20).
3. Cuida tu corazón
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él
mana la vida” (v. 23).
4. Cuida de no decir malas palabras
“Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad
de los labios” (v. 24).
5. Cuida tus ojos de no ver cosas que te corrompan
“Que tus ojos miren lo recto y que tus párpados se abran a lo
que tienes delante” (v. 25).
6. Ten cuidado por dónde camina y examina tus caminos
“Examina la senda que siguen tus pies y sean rectos todos tus
caminos” (v. 26).
7. Mantente en el camino correcto y no te desvíes por el mal
camino
“No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del
mal” (v. 27).
Dios, querido hijo y querida señorita, está interesado en tu felicidad.
Desea que seas una persona sabia y que lo honres con tu vida. ¿Lo
harás?
SERMONES DEVOCIONALES
Hazme oír por la mañana
“Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado. Hazme
saber el camino por donde ande, porque hacia ti he elevado mi alma” (Salmo
143: 8)
INTRODUCCIÓN
Un día, mi abuelo materno le dijo a mi mamá: “Hija, no olvides esto:
algunas veces para poder triunfar en la vida, es necesario ser mudo,
ciego y sordo”. Por supuesto que él estaba hablando
simbólicamente. “Mudo”, se refería a no hablar innecesariamente.
“Ciego”, es mejor no ver aquellas cosas que nos podrían acarrear
problemas en nuestra vida. “Sordos”, no siempre necesitamos
escucharlo todo. Las palabras ofensivas y las críticas sólo pueden
destruir y desanimar. Así mismo, los muchos halagos pueden
convertirnos en soberbios y ególatras.
Sin embargo, ante la voz de Dios y sus misericordias, necesitamos
tener bien abiertos nuestros ojos y nuestros oídos. También
debemos proclamar sus misericordias.
Usemos nuestra boca para orar y testificar. Usemos nuestros ojos
para leer la Palabra de Dios y contemplar las obras de bondades del
Señor, y usemos nuestros oídos para escuchar la voz del Espíritu
Santo.
Para esto, el salmista pide en oración al Señor: “Hazme oír por la
mañana tu misericordia, porque en ti he confiado. Hazme saber el
camino por donde ande, porque hacia ti he elevado mi alma” (Salmo
143: 8).
PRIMERA PETICIÓN:
“Hazme oír por la mañana tu misericordia”
Es necesario escuchar a Dios en medio de este bullicioso mundo.
Necesitamos escuchar la misericordia de Dios.
El mejor momento para escuchar la misericordia de Dios es por la
mañana.
Razón de esta primera petición:
“Porque en ti he confiado”.
Únicamente la confianza en Dios nos permitirá abrir nuestros oídos
para escucharlo a Él.
Solo quienes confían en Dios serán capaces de hacer esta petición.
Quienes confían en Dios buscarán la misericordia del Todopoderoso
cada mañana.
La confianza en Dios es la máxima manifestación de fe en el Señor
nuestro.
SEGUNDA PETICIÓN:
“Hazme saber el camino por donde ande”
Necesitamos conocer el camino, de lo contrario nuestra vida se
puede perder.
En esta vida, todos necesitamos la dirección de Dios.
No todos los caminos por buenos y atractivos que parezcan nos
conducen al mismo destino. Muchos de ellos son engañosos y nos
pueden perder para siempre.
Es necesario pedirle a Dios todos los días esto. Porque Él es el que
mejor conoce nuestra vida y cómo conducirla.
No andemos en caminos de pecadores ni en sendas de personas
inicuas. Busquemos el camino verdadero: Jesús dijo: “YO SOY EL
CAMINO”, andad por Él.
Razón de la petición:
“Porque hacia ti he elevado mi alma”.
¿Qué significa elevar nuestra alama a Dios?
Es ofrecerle nuestra vida.
Es entregarle nuestro corazón
Es orar fervientemente. Cuando oramos no bajamos a Dios del
cielo, sino que elevamos nuestra alma hasta su presencia por medio
de la fe.
Elevar nuestra alma a Dios es fijar nuestra vista al que es el Autor y
Consumador de nuestra fe, a Cristo Jesús.
CONCLUSIÓN:
Al igual que el salmista, presentemos estas dos peticiones a nuestro
Dios y pongámosla en práctica:
“Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado.
Hazme saber el camino por donde ande, porque hacia ti he elevado
mi alma” (Salmo 143: 8).
Mañana, muy de mañana, ¿te levantarás para escuchar la
misericordia de Dios? ¿Le pedirás que te muestre el camino por
donde debes andar?
INVITACIÓN:
“Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu
oración: “Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis
planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo y sea toda mi obra
hecha en ti”. Este es un asunto diario. Cada mañana conságrate a Dios por
ese día. Somete todos tus planes a él, para ponerlos en práctica o
abandonarlos según te lo indicare su providencia. Sea puesta así tu vida en
las manos de Dios y será cada vez más semejante a la de Cristo” —El
Camino a Cristo, 69, 70.
Con mi voz clamaré
“Con mi voz clamaré a Jehová; con mi voz pediré a Jehová misericordia.
Delante de él expondré mi queja; delante de él manifestaré mi angustia”
(Salmo 142: 1-2).
INTRODUCCIÓN:
Muchas veces se me han acercado personas para pedirme que ore
por ellas, y eso no está mal. Pero además de orar por los demás, a
los demás también los invito a orar por ellos mismos. Porque no
sirve de nada que tú ores por otros, si ellos no oran por ellos
mismos siquiera. A Dios le encanta que practiquemos la oración
personalmente. Aunque es importante orar por los demás y es lindo
saber que otros oran por nosotros, no hay mejor experiencia en la
oración que orar uno mismo. Es una experiencia inigualable.
La experiencia personal de David:
Cuando David estaba en la cueva, en momentos de angustia y
aflicción, no esperó que otros oraran por él, sino que más bien él
elevó su oración a Dios, y dijo:
“Con mi voz clamaré a Jehová; con mi voz pediré a Jehová
misericordia. Delante de él expondré mi queja; delante de él
manifestaré mi angustia” (Salmo 142: 1-2).
CON MI VOZ CLAMARÉ A JEHOVÁ:
Yo soy el de la necesidad.
Dios a mí quiere escucharme.
El Señor quiere que YO desarrolle confianza en Él y en su poder.
Mi clamor es a Jehová, no a alguien más, porque sólo en Él está la
solución plena de mis problemas y aflicciones.
Él dice: “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas
grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33: 3).
¿Qué le pediré a Jehová?
“Con mi voz pediré a Jehová misericordia”.
Soy pecador, y si viniere el juicio contra mí, estoy perdido. Necesito
su misericordia, porque es lo único que me puede salvar. “No entres
en juicio con tu siervo, porque no se justificará delante de ti ningún
ser humano” (Salmo 143: 2), por eso: “con mi voz pediré a Jehová
misericordia” (Salmo 142: 1).
¿Cómo alcanzar la misericordia de Jehová? “El que oculta sus
pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos
alcanzará misericordia” (Proverbios 28: 13).
Por eso, el salmista sigue diciendo: “Delante de él expondré mi
queja; delante de él manifestaré mi angustia” (Salmo 142: 2).
Una queja, no es un reclamo, es presentar la queja del dolor por sus
pecados.
La angustia, no es por causa de sufrimientos causados por este
mundo, sino la angustia de saber que estamos perdidos sin su
misericordia.
Por eso, “Con mi voz clamaré a Jehová; con mi voz pediré a Jehová
misericordia” (Salmo 142: 1).
Clamaré a Jehová, porque Él es mi única esperanza.
Cuando David huía de delante de Saúl a la cueva, su constante
ruego era:
“Te misericordia de mí, Dios, te misericordia de mí, porque en ti ha
confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé hasta
que pasen los quebrantos” (Salmo 57: 1).
Aún en situación de desesperanza y depresión, David sabe que está
en las manos de Dios. Esta conciencia le da nuevos ánimos para
confiar en Dios, el único refugio de su vida. Por eso escribió:
“Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conocías mi
senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo” (Salmo
142: 3). El joven poeta sabe que el mejor lugar del mundo es estar
ante la presencia de Dios. Dios lo mira desde el cielo, lo conoce y lo
protege. Por eso, David fortalece su fe en el Omnipotente y
Soberano Rey del universo.
APLICACIÓN:
Así mismo, tú que te encuentras, quizá en momentos de depresión y
tristeza; tú, que tienes tu alma turbada y que te parece que los
problemas agobian tu alma, DIOS está contigo, no te ha
abandonado. En medio de la prueba, se ha de manifestar el brazo
protector del gran Jehová. Confía en Él, porque Dios es la Roca de
los siglos, inamovible, fuerte, poderoso. Grande en amor y
misericordia.
¿Quieres orar al Señor pidiendo su inspiradora presencia en tu vida
ahora?
PARA REFLEXIONAR:
“Debéis aprender a mirar con la mente tanto como con los ojos.
Debéis educar el juicio para que no sea débil e ineficiente. Debéis
orar en busca de dirección y confiar vuestros caminos al Señor.
Debéis cerrar el corazón a toda necedad y pecado, y abrirlo a toda
influencia celestial. Debéis emplear la mayor parte del tiempo y las
oportunidades en el desarrollo de un carácter simétrico”. —Hijos e
Hijas de Dios, 285.