ALCANZANDO MI MEJOR VERSION - La - MARCELO SALAS

ÍNDICE
Introducción.......................................................................................5
Capítulo 1
El Punto De Partida Hacia Tu Transformación.....................8
Capítulo 2
Asumiendo La Responsabilidad De Tu Vida......................22
Capítulo 3
Las Buenas Intenciones No Bastan.......................................32
Capítulo 4
La Disciplina Te Hace Inquebrantable,
La Persistencia Te Hace Grande..............................................45
Capítulo 5
El Poder Del Compromiso Te Hace Un Vencedor.........58
Capítulo 6
Plan De Crecimiento Personal..................................................69
Capítulo 7
¿Y Si Fracaso?..................................................................................107
Capítulo 8
Creados Para La Grandeza.......................................................128
Bibliografía......................................................................................143
INTRODUCCION
¿Tienes un plan de crecimiento personal para tu
vida?
Si no tienes un plan de crecimiento personal,

nunca mejorarás como persona y si no estás mejo-
rando, aprendiendo y creciendo como persona, no
puedes esperar que todo lo que haces tenga éxito.
Ha sido un largo camino recorrido en mi vida

para describir lo que hoy yo llamo “Un plan de Cre-
cimiento Personal” que incluya mi propósito de
vida, el logro de metas, el establecer prioridades,
un sistema de principios, descubrir el valor que tie-
ne la actitud en la vida, la renovación de mi mente
y la evaluación continua para mantenerme crecien-
do, pero creo que, sin importar cuánto tiempo me
tomó descubrirlo; valió la pena porque esta ha sido
la clave para lograr el éxito en todo lo que ahora
hago con excelencia.
El descubrir mi propósito me dio identidad, va-

lor, encontré la razón por la que estoy aquí en la
tierra. El tener a Dios como lo más importante en
mi vida me dio el punto de partida y la motivación
correcta para vivir.
El plan de crecimiento que encontrarás en este

libro te enseñará a vivir enfocado en la clase de vida
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que quieres y en la clase de persona en la que te

quieres convertir. Te abrirá puertas, sabrás aprove-
char las oportunidades que Dios siempre te dará y
estoy seguro que tu vida empezará a tener un im-
pacto en las personas que te rodean.
Creo que lo más valioso que tiene el ser huma-

no es el interés y la pasión por descubrir su pro-
pósito de vida mientras trabaja en su desarrollo
y crecimiento personal. De joven piensas solo en
alcanzar metas, logros, llegar al final del camino;
pero cuando has entendido el valor del propósito
de vida como parte fundamental a tu desarrollo y
crecimiento personal, te enfocas en ese desarrollo
de forma integral, porque vives con una visión que
trasciende tus logros personales, pensando en lo
que puedes hacer por los demás. Trabajas en de-
jar un legado a quienes vienen detrás de ti, porque
sabes que eso es lo que te hace verdaderamente
grande.
Camina con hombres y mujeres visionarios que

están corriendo y peleando por lo que quieren,
personas que te desafían de forma continua a ser
mejor, gente visionaria que te saque de tu zona de
comodidad, que te contagie fe, seguridad, pasión,
entusiasmo; gente capaz de mostrar tanto sus for-
talezas como sus áreas vulnerables, personas que
están cambiando y que modelen su liderazgo exi-
toso con el ejemplo. Esa clase de mentores son los
Introducción | 7
que debes buscar, valorar y atesorarlos como algo

muy importante para el resto del camino. No hay
cosa más valiosa en la vida, después de Dios y tu fa-
milia, que estos hombres y mujeres que te inspiran
a ser una mejor persona.
La lectura de este libro es una herramienta muy

valiosa que te ayudará a desarrollar el potencial que
llevas dentro, te volverás un especialista en desa-
rrollar tus talentos, habilidades y dones, serás cada
vez más consciente de lo que eres capaz de lograr,
y alcanzarás niveles de éxito integral que jamás
imaginaste, convirtiéndote así en un líder de in-
fluencia para tu casa, tu entorno y las generaciones
venideras.
8 | ALCANZANDO MI MEJOR VERSIÓN
“Si trabajamos en la
reprogramación de nuestros
pensamientos, la actitud, la
disciplina, el compromiso y a eso
le sumamos la fe, tendremos una
explosión de dones, habilidades
y talentos que terminarán
dándonos el éxito que tanto
esperamos ya que para mejorar la
calidad de los resultados de una
persona, tenemos que mejorar la
calidad de sus pensamientos”.
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CAPÍTULO 1
EL PUNTO DE PARTIDA HACIA
TU TRANSFORMACIÓN
P ara poder alcanzar un nivel óptimo de creci-

miento personal, es imperativo partir desde un
punto que quizás pocas personas toman en cuen-
ta. Para entenderlo, te mostraré un ejemplo clave.
Las plantas para poder crecer necesitan primero

ser plantadas. De la plantación parte su óptimo cre-
cimiento. Si plantas una semilla de una forma que
no es la adecuada, lo más probable es que crezca
mal y que no pueda llegar a dar fruto en su deter-
minado tiempo. Pero si plantas una semilla siguien-
do el protocolo que debes seguir, tomando en
cuenta cada detalle y forma correcta de hacerlo, lo
más probable es que tengas éxito en el crecimiento
de tu planta. Así mismo, es necesario entender que
para que podamos tener un crecimiento personal
adecuado y exitoso, debemos analizar cómo ha
sido nuestro proceso de “plantación” o podríamos
decir también, crianza.
Hace algunos años, luego de realizar un estudio

para la NASA acerca del potencial que tenían los
científicos e ingenieros, 2 grandes científicos Geor-
ge Land y Berth Jarman, decidieron aplicar ese es-
tudio en 1.500 niños de 4 y 5 años ¿Sabes que des-
cubrieron? Que el 98% de estos niños eran genios.
Ante los inesperados y asombrosos resultados, de-

cidieron profundizar.
Luego de 5 años, cuando este mismo grupo de

niños ahora tenía 10, realizaron los estudios nueva-
mente y descubrieron que estos niños ya no eran
tan genios, y el porcentaje de genialidad había ba-
jado de 98% a 30%. Alarmados, volvieron a realizar
los mismos exámenes después de otros 5 años a
los ahora adolescentes y quedaron absortos con
los resultados, ya que el porcentaje de genialidad
se había reducido al 12%. ¿Qué estaba pasando?
¿Por qué conforme pasaba el tiempo, los niños
iban perdiendo su grandeza intelectual?
Estos dos científicos decidieron hacer entonces

el mismo estudio a un grupo de 1500 adultos para
ver qué pasaba con ellos. Los resultados fueron in-
esperados, sólo el 2% eran genios. Entonces, la res-
puesta fue evidente.
Los seres humanos nacemos genios, pero algo

sucede en el camino. Nacemos con una capacidad
de grandeza tal, que ni siquiera podríamos ahora
de adultos entender cuán lejos podríamos llegar de
tener el porcentaje de genialidad que teníamos al
nacer. Y es que cuando somos niños soñamos con
ser súper héroes, con cambiar el mundo, tenemos
una imaginación que no tiene límites, somos creati-
vos y nos creemos capaces de hacer cualquier cosa
Capítulo 1 | 11
que se nos venga a la mente. Sin embargo, mien-

tras vamos creciendo nuestro entorno nos dice
quién debemos ser y comienza a direccionar y mol-
dear nuestro carácter, nuestra capacidad, nuestro
sistema de creencias y por ende nuestro destino.
Estos científicos descubrieron dónde estaba el

problema. Todos los seres humanos nacemos con 2
tipos de mente o pensamiento:
Mente Divergente: Una mente que se abre a nue-

vas posibilidades. Es creativa curiosa, persistente y
asume riesgos. No se cierra a los patrones lógicos
del pensamiento.
Mente Convergente: Una mente que todo lo juz-

ga, lo critica, lo evalúa, lo calcula y nos pone un fre-
no ante ciertas situaciones. Es cerrada y sigue solo
los caminos evidentes.
Con el pasar del tiempo, el sistema del mundo,

la sociedad, nuestras familias y nosotros mismos
hacemos que esa mente divergente se pierda y
dejamos que la mente convergente gane la batalla,
auto limitándonos, poniéndonos obstáculos, de-
jando que el rechazo, el fracaso y las malas expe-
riencias condicionen nuestra vida y modo de pen-
sar. Entonces nos volvemos racionales, no damos
lugar a la fe, a la creatividad, a los riesgos y dejamos
que nuestra ilimitada capacidad se pierda.
Existe dentro de la mente del ser humano una

guerra sin cuartel que tiene que ver con mentiras
o verdades que creemos. La forma como respon-
demos a las diferentes circunstancias que vivimos,
determinará nuestra libertad o la prisión mental
en la que nos encontramos, determinará nuestra
madurez o inmadurez, una mente sana o enfer-
ma, normal o anormal, clara o confusa, positiva o
negativa. Pero todo esto comienza desde la forma
en que nuestros padres o tutores nos “plantaron” o
criaron. Partamos de las siguientes preguntas co-
munes pero difíciles de responder:
¿Por qué la gente se siente infeliz, depresiva,

confusa, temerosa, rechazada? ¿Por qué su-
fren de pobre autoestima? ¿Por qué llevan vi-
das miserables? ¿Por qué no se aceptan como
son? ¿Por qué son víctimas de todo lo que les
pasa? ¿Por qué son inseguras? ¿Por qué viven
atadas a su pasado y a lo que vivieron? ¿Por
qué viven atados a sus traumas, decepciones
amorosas, emocionales, fracasos, etc.? ¿Por
qué están desconformes con todo lo que les
pasa? ¿Por qué evaden los problemas? ¿Por
qué creen que la vida les debe algo y que es
injusta con ellos? ¿Por qué la mayor parte del
tiempo tienen pensamientos negativos como
“Todo lo que me pasa es por culpa de…” “Si
el mundo cambiara todo fuera diferente” “La
vida debería ser más fácil” “Si pudiera cambiar
Capítulo 1 | 13
mi pasado entonces sería feliz”.
La verdadera causa está en lo que ellos eligieron

creer, porque lo que tú piensas en el corazón que
eres, eso eres.
“Porque cual es su pensamiento en su corazón,

tal es él”. Proverbios 23:7
En mi libro “Mentes poderosas” enseño que los

pensamientos que nosotros decidamos arraigar en
nuestra mente determinan quiénes somos y lo que
somos capaces de lograr. No siempre somos cons-
cientes de esto, pues a veces nos conformamos a
los pensamientos con los cuales crecimos (aunque
estos sean negativos) y no trabajamos en la repro-
gramación de nuestra mente (sustituyendo pen-
samientos negativos por positivos) que son lo que
hará que nuestro presente y nuestro futuro sean
grandiosos y determinen nuestro éxito.
¿Qué fue sembrado en tu infancia dentro de ti?

¿De qué forma fuiste criado? Tal vez fuiste criado
de una forma en la que te hicieron creer cosas que
no eran, tal vez creciste de cierta forma que siem-
pre consideraste “normal” pero que en realidad no
lo era o tal vez durante mucho tiempo te dijeron
ciertos adjetivos que calificaban tu personalidad de
una forma incorrecta. Todas esas palabras o afirma-
ciones que alguien hizo sobre ti, o las acciones a las
que te acostumbraron, en algún momento de tu

vida se enraizaron en tu subconsciente formando
un sistema de creencia que determinó lo que ahora
eres, piensas y haces.
Antes de cualquier acción hay un pensamiento,

y los pensamientos se sustentan sobre tus creen-
cias, por lo que para cambiar determinadas accio-
nes y comportamientos deberás revisar las creen-
cias que se encuentran en tu subconsciente. De ahí
partimos para poder alcanzar un crecimiento per-
sonal óptimo y eficiente que nos garantice el éxito
en todas las áreas de nuestra vida.
Las creencias son esos pensamientos construi-

dos a través de la experiencia, que te hacen inter-
pretar la realidad de una manera que limita tu desa-
rrollo y tu potencial e impide que alcances aquello
que deseas o, por el contrario, potencian aquello
con lo que naciste y te llevan a niveles de éxito ja-
más imaginados. El entorno familiar, socio-cultural
y la educación que recibiste en tu infancia condi-
cionaron sin duda la forma de pensar que tienes
hoy.
Jorge Bucay narra el cuento del “Elefante enca-

denado”, que refleja exactamente lo que pasa en
nuestra mente cuando hemos construido un siste-
ma de creencias en base a mentiras. Esta es la his-
toria de un elefante adulto que no se deshacía de
Capítulo 1 | 15
una débil cadena simplemente porque de peque-

ño aprendió que no era capaz de hacerlo.
Cuando yo era pequeño me encantaban los cir-

cos, y lo que más me gustaban eran los animales.
De todos ellos me llamaba la atención el elefante.
Durante la función, la enorme bestia hacía un des-
pliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal
impresionante, pero después de su actuación y
hasta un rato antes de volver al escenario, tras bas-
tidores, el elefante quedaba sujeto solamente por
una cadena que aprisionaba una de sus patas ata-
das a una pequeña estaca clavada en el suelo, que-
dando limitado a eso y pareciendo indefenso. Sin
embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo
de madera apenas enterrado unos centímetros en
la tierra, y aunque la cadena era gruesa y poderosa
me parecía obvio que ese animal, capaz de arran-
car un árbol de raiz con su propia fuerza, podría,
con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es
evidente: ¿Qué lo mantenía atado entonces? ¿Por
qué no huía? la respuesta es la siguiente: Cuando
el elefante era pequeño y comenzaba su vida en el
circo, repetidas veces empujó, sudó y tiró de la ca-
dena que lo mantenía atado, tratando de soltarse,
pero a pesar de todo su esfuerzo, no podía, al con-
trario, mientras más intentaba, más se lastimaba su
pequeña y delicada pata. La estaca era ciertamen-
te muy fuerte para él en consideración al tamaño
que, en ese momento, el elefante bebé tenía. Se-
guramente que al día siguiente volvía a probar, y

también al otro y al que le seguía… hasta que un
día, un terrible día para su historia, el animal acep-
tó su “incapacidad” resignándose a su destino de
estar atado a la estaca para siempre. Este elefan-
te enorme y poderoso que vemos en el circo hoy,
años después, no se escapa porque cree que NO
PUEDE, simplemente porque así fue “criado”, sin
darse cuenta que la pequeña cadena que antes le
impedía correr, ahora era para él un simple pedazo
de metal comparado a un hilo.
Este es sin duda un cuento extraordinario que

nos ilustra de un modo perfecto cómo podemos
llegar a adquirir creencias limitantes. Las personas,
al igual que el elefante, desde pequeñas comen-
zamos a construir nuestra identidad influenciados
por nuestra experiencia, cultura y nuestras relacio-
nes más cercanas (familiares, profesores y amigos)
y creamos una imagen (generalmente irreal) de no-
sotros mismos. Así, una persona puede creerse de
por vida incapaz de hacer algo por el mero hecho
de que alguien en su infancia le dijo que era inútil.
Creo firmemente y por experiencia propia que,

si quieres lograr resultados extraordinarios en tu
vida, en los cambios que quieres hacer y en alcan-
zar tus sueños necesitarás trabajar integralmente
en tu vida, tanto a nivel del espíritu, alma y cuerpo.
Te aseguro que te sorprenderás de lo que eres ca-
Capítulo 1 | 17
paz de lograr con la ayuda de Dios.
Dios nos ha creado a los seres humanos espíri-

tu, alma y cuerpo.
Espíritu: Es la parte interior, invisible e inmaterial

del ser humano que nos permite comunicarnos
con Dios. El espíritu del hombre se compone de
tres partes: comunión, intuición y conciencia.
Alma: Es la parte del ser humano que necesita ser

regenerada una vez vienes a Jesús pues es donde
se acumulan las buenas o malas experiencias. En
ella se encuentran: la mente, las emociones y la vo-
luntad.
Cuerpo: Es la parte física y visible del ser humano

dentro del cual están el alma y el espíritu. Es el me-
dio que usan el espíritu y el alma para proyectarse
hacia el mundo material.
El alma está compuesta por intelecto, emocio-

nes y voluntad; pero quiero detenerme y enfocar-
me en lo que es el intelecto, que está compuesto
por el consciente, subconsciente e inconsciente
en esta oportunidad hablaremos del consciente y
subconsciente. Una de las áreas que se ha descui-
dado y que no sufre una transformación a la hora
de experimentar un encuentro con Dios, es el sub-
consciente, motivo por el cual son muchas las per-
sonas que nunca llegan a alcanzar su mejor versión.
1. Mente consciente: Es con la que piensas

y tomas decisiones. Es la sede de tu habili-
dad de razonar y de pensar, tu nivel actual
de conciencia. Tiene la habilidad de acep-
tar o rechazar cualquier idea.
2. Mente subconsciente: Aquí es donde to-
dos tus recuerdos, sistemas de creencias y
valores están almacenados.
Mientras que la mente consciente es la sede de

tu inteligencia cognitiva. La mente subconsciente
es la sede de tu inteligencia emocional y espiritual.
La mente subconsciente se encarga de hacer la

mayoría de las cosas que realizamos de forma na-
tural y sin pensarlas, como: respirar, distribuir el flu-
jo sanguíneo o pestañear, todo esto lo haces sub-
conscientemente, pues, por ejemplo, si intentaras
mover conscientemente tu meñique tendrías que
estar consciente de cada músculo, tendón, fibra y
ligamento que se requiere para que ese proceso se
lleve a cabo. Luego pensar desde tu cerebro todo el
camino hasta tu brazo. ¿Puedes imaginar tener que
pensar en todo eso para mover un dedo meñique?
Imagínate para dar un paso.
La mente consciente está en constante con-

tacto con la realidad visible y tangible, siempre y
Capítulo 1 | 19
cuando no haya sido alterada por nada (fármacos,

drogas, etc.) y de forma continua está recibien-
do, asimilando y aprendiendo nueva información.
Tiene la capacidad de limitarse a ciertas cosas. La
mente subconsciente no conoce más límites que
los que elegimos conscientemente.
Recuerda que la mente consciente puede

aceptar o rechazar una idea, trabajo que la men-
te subconsciente no puede hacer, ya que ella solo
acepta lo que la mente consciente decidió. Así que
cualquier pensamiento o idea que elijas conscien-
temente imponer una y otra vez a la mente sub-
consciente, se fija en la parte de tu personalidad
y forma comportamientos aprendidos o como son
comúnmente llamados, hábitos. Un grupo de há-
bitos se conoce como paradigma o programación.
Estos son comportamientos aprendidos que con-
tinúan expresándose sin tu ayuda consciente. Son
una reacción, tú no participas conscientemente de
ellos.
Tu subconsciente no tiene la habilidad de razo-

nar si una conducta aprendida te sirve en ese mo-
mento, si es apropiada o no, simplemente la produ-
ce. Eso significa un riesgo significativo para el éxito
en tu vida.
Tu eliges tus pensamientos (aunque muchos re-

nuncian a esa responsabilidad) puedes concentrar-
te en lo que sueñas y anhelas o en tus deficiencias

permitiendo que tus dudas controlen tu proceso
de pensamiento, depende de ti.
Recuerda, todo pensamiento que tu consciente

decide aceptar, tu subconsciente lo acepta y con-
forme esos pensamientos son reafirmados en el
subconsciente, causan sentimientos, emociones,
traumas, miedos, psicosis o desórdenes mentales.
Estos sentimientos son expresados por la mente
subconsciente a través del cuerpo, el medio que
tenemos para relacionarnos con el mundo material,
y se manifiestan a través de lo que llamamos ac-
ciones o actitudes (sentimiento expresado a través
de la conducta) creando los resultados que obte-
nemos en la vida. Por eso es importante la concien-
cia para nuestro proceso de éxito, pero también es
importante trabajar en reprogramar ese sistema de
creencias que está enraizado en nuestro subcons-
ciente, pues nuestros resultados actuales no repre-
sentan nuestro potencial real, representan nuestro
nivel actual de conciencia de ese potencial.
Si trabajamos en la reprogramación de nuestros

pensamientos, la actitud, la disciplina, el compro-
miso y a eso le sumamos la fe, tendremos una ex-
plosión de dones, habilidades y talentos que ter-
minarán dándonos el éxito que tanto esperamos
ya que para mejorar la calidad de los resultados
de una persona, tenemos que mejorar la calidad
Capítulo 1 | 21
de sus pensamientos. Pero ¿Cómo hacemos eso?

¿Cómo mejoramos (o cambiamos) la calidad de
nuestros pensamientos? Es sencillo, sustituyendo
viejos patrones de pensamientos mentirosos por
verdades acerca de quién verdaderamente somos,
cuánto verdaderamente valemos y cuánto somos
capaces de lograr (hablaremos detalladamente de
eso en capítulos más adelante).
El sustituir pensamientos será una disciplina

que debemos desarrollar a lo largo de la vida y que
con seguridad te garantizarán una vida mas allá de
tus límites y cumplimiento de los sueños, las metas
y los propósitos para los cuales fuiste creado.
“Tienes una semilla de grandeza dentro,

una semilla de genialidad, riégala con fe,
con dedicación y con esfuerzo”.
-Pierre Salas
¿Estás preparado para comenzar el viaje hacia

el éxito personal? ¡Comencemos!
“No es cuestión de suerte, es

cuestión de ver una oportunidad
donde otros ven un problema o
una dificultad, tomarla y hacer
de eso el escenario perfecto para
escalar un peldaño más en tu
camino al éxito”.
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CAPÍTULO 2
ASUMIENDO LA
RESPONSABILIDAD DE TU
VIDA
“Detrás de cada victoria y momento de gloria,
hay mucho trabajo, sacrificio y responsabilidad”.
-Marcelo Salas Marchetti
La responsabilidad es uno de los principios que

necesitas aplicar a tu vida si quieres desarrollar el
potencial que tienes, de lo contrario querrás hacer
responsable al mundo entero de todo lo malo que
te pasa.
La responsabilidad tiene que ver con cuánto

empeño, compromiso, diligencia y pasión le pones
a lo que haces. Tiene que ver con hacer las cosas en
el tiempo debido y de la forma adecuada, ponien-
do todo tu conocimiento, habilidad y dando siem-
pre tu mejor esfuerzo. Es asumir algo de la mejor
forma posible.
Cuando has tomado la decisión de hacerte res-

ponsable de tu vida empiezas a ver las cosas de
diferente manera, con un panorama más amplio.
Comienzas a valorar ciertas cosas que antes no va-
lorabas y te conviertes en una persona más cuida-
dosa en cada paso que das, asumiendo madura-
mente las consecuencias de todo lo que te pasa.
Mientras no decidas hacerlo tu tendencia será

siempre la misma, buscar a quien culpar.
El éxito en cualquier área de tu vida demanda-

rá que tengas una cultura de responsabilidad, de-
mandará que te juntes con las personas correctas,
que tengan visión y deseos de crecer, que tengan
tu mismo espíritu emprendedor, que hagas sacrifi-
cios que otros no quieren hacer, que tengas claro tu
orden de prioridades, que estés dispuesto a perder
algunas cosas mientras ganas otras y, sobre todo,
que te enfoques al 100% en aquello que quieres al-
canzar. El desafío más grande por el que atraviesa
alguien que quiere alcanzar sus metas es mante-
nerse fuera de esa masa de gente que no tiene el
mismo interés de alcanzar la cima. En otras pala-
bras, el precio del éxito es la responsabilidad.
La Biblia dice en Eclesiastés 9:11 “Me volví y vi

debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni
la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan,
ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuen-
tes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a
todos”.
Dios es claro en su Palabra cuando dice que

todos tenemos oportunidades y momentos para
tomarlas y las personas exitosas ven en todo mo-
mento una oportunidad. Parafraseando lo que la
biblia dice, sería algo así: Dios a todos les dará la
Capítulo 2 | 25
oportunidad de crecer, madurar, desarrollar su po-

tencial, ser exitoso; pero dicha oportunidad requie-
re el más alto nivel de responsabilidad.
Esperar el “momento ideal” para tomar una

actitud correcta y hacerte responsable de lo que
quieres llegar a ser puede ser la razón por la que no
avanzas. “El momento de empezar es ahora” Arthur
Ashe.
Dios me ha dado grandes oportunidades en la

vida, pero he tenido que desarrollar una cultura de
responsabilidad, y no voy a negar que no ha sido
fácil, pero me he dado cuenta que ir dando peque-
ños pasos de fe en medio de circunstancias que no
parecían del todo favorables, es lo que me ayudó
a alcanzar el éxito que buscaba en las diferentes
áreas de mi vida, esa es la única forma de ser exito-
so en todo lo que uno hace. Como dice Robert Co-
llier: “El éxito es el resultado de pequeños esfuerzos
que repites todos los días”. Las pequeñas acciones
pueden tener grandes impactos.
Las pequeñas cosas y detalles son las que ha-

cen la diferencia. Conviértete en un especialista
en las pequeñas cosas, sé metódico, disciplinado
y constante. Si sientes que vas muy lento o que lo
que esperabas tener o hacer está tardando más de
lo esperado, mantén la calma, el éxito en alcanzar
las metas no llega de la noche a la mañana. Necesi-
tas dar pequeños pasos todos los días, mantenerte

enfocado y, sobre todo, ser intencional. Lo impor-
tante es que no te detengas en luchar por lo que
quieres y que la persistencia, la disciplina y la res-
ponsabilidad, se conviertan en un hábito para ti.
Siempre aproveché cada oportunidad que Dios

me dio, pero ha sido la responsabilidad como há-
bito lo que me ha permitido ver y aprovechar cada
oportunidad que ha llegado a mi vida.
Mientras más irresponsable eres, más oportu-

nidades pierdes, y lo peor es que no te das cuen-
ta porque se ha convertido en un patrón. Mientras
más responsable eres más oportunidades vendrán,
las verás y las sabrás aprovechar. No es cuestión de
suerte, como algunos pueden pensar, es cuestión
de ver una oportunidad donde otros ven un pro-
blema o una dificultad, tomarla y hacer de eso el
escenario perfecto para escalar un peldaño más en
tu camino al éxito.
“Muchas personas van a relacionar tu éxito a tener

suerte. Pocos van a ver todo el esfuerzo que hiciste
para conseguir triunfar en la vida”.
-Thomas Jefferson
Deja de soñar tus sueños y comienza a vivirlos,

trabaja duro, sé responsable y verás como la vida
empezará a tener otro sentido. Si no asumes la res-
Capítulo 2 | 27
ponsabilidad y tomas el control de tu vida termina-

rás perdido o en un laberinto, lamentándote, pero
si lo haces tu vida estará llena de resultados, opor-
tunidades y éxito.
¿Cómo eres tú?
¿Has asumido la responsabilidad de tu vida o eres

de los que van a la deriva por la vida?
¿Quieres algo más? ¡Entonces haz algo más!
“Si no estás dispuesto a arriesgar,

disponte a tener una vida común”.
-Jim Rohn
¿Qué sucede cuando asumes la

responsabilidad de tu vida?
Debo reconocer que no siempre fui una persona

responsable y que, al contrario, mi vida estaba llena
de fracasos, frustraciones y carencias. Era muy bue-
no para rendirme fácilmente y justificarme, lo peor
de todo es que tenía un tremendo potencial dormi-
do; hasta que un día empecé a aplicar el principio
de responsabilidad, y junto a mi fe en Jesús, tomé el
control de mi vida, decidí hacerme responsable de
ella y todo empezó a cambiar. Como dijo Walt Dis-
ney “Sólo hay una forma de comenzar a construir
tu sueño: dejando de hablar y comenzando a ha-

cer” y eso fue exactamente lo que hice. Una de las
frases de éxito más conocidas de Walt Disney fue:
“Tus sueños pueden ser más que palabras cuando
realmente comienzas a hacer algo por ellos”. ¡Cuán-
ta verdad!
Cuando empecé a hacerme responsable de mi

vida, esto fue lo que sucedió.
• Recuperé mi libertad emocional y espiri-

tual (dejé de luchar con heridas, fracasos,
traumas del pasado, adicciones y temor al
futuro que era incierto).
• El poder de decisión se empezó a desarro-
llar.
• Empecé a canalizar mis energías en cum-
plir los propósitos y las metas en mi vida
que nunca había podido alcanzar.
• Empecé a establecer prioridades, metas
claras, sistema de valores, le puse actitud a
la vida y así comencé a crecer.
• Le di el control de mi vida a Dios y Dios em-
pezó a hacer una obra extraordinaria en mí,
me enseñó a vivir una vida transcendental
y sin LIMITES.
• Mi relación con mi esposa, hijos, familia y
con cada persona que he conocido se hizo
fuerte, sana y llena de propósitos.
¿Te das cuenta? La clave es comenzar a asumir
Capítulo 2 | 29
la responsabilidad de tu vida y dejar que Dios haga

su obra en ti.
Hay una frase del conocido John Maxwell que,

en lo personal, me ha llevado a momentos de pro-
fundo análisis. La comparto contigo esperando que
provoque lo mismo en ti.
“El pesimista se queja del viento, el optimista espera

que cambie, el líder arregla las velas”.
-John Maxwell
¿Cuál de los tres eres tú?
...........................................................................................................
¿Ya tomaste el control de tu vida?
...........................................................................................................
¿Cómo crees que sería tu vida si te hicieras respon-

sable de ella?
...........................................................................................................
¿Cómo manejas la irresponsabilidad y en qué áreas

de tu vida tienes ese problema?
...........................................................................................................
Sé específico(a):
...........................................................................................................
...........................................................................................................
...........................................................................................................
...........................................................................................................
...........................................................................................................
Si realmente quieres algo, no esperes.

No dejes nada para después. ¡Empieza hoy!
-T. Harv Eker

• Cuando asumes la responsabilidad de tu
vida surge el auto respeto y se genera un
respeto por los demás.
• El auto respeto trae un sentido de valor, de
satisfacción interna y de seguridad, te hace
sentir fuerte y capaz.
• El sentido de resposabilidad activa un im-
pulso muy fuerte y poderoso que te man-
tiene auto motivado, nada puede dete-
nerte. Te vuelves un hombre o una mujer
de acción, explosivo(a) en el buen sentido,
siempre tomas la iniciativa, corres ries-
gos, te vuelves valiente y aprovechas cada
oportunidad que Dios te presenta. Te vuel-
ves proactivo en vez de ser pasivo.
• La responsabilidad determina tu carácter
(entendiendo que el carácter es un cúmulo
Capítulo 2 | 31
de decisiones buenas).
• La responsabilidad te da autoridad sobre
los demás a través de tu influencia. El res-
peto se gana por medio de la conducta, no
de una posición, y la autoridad la ejerzo por
medio de la responsabilidad, que es una
virtud que te habilita para ejercer dicha au-
toridad.
• La responsabilidad te vuelve una persona
persistente para conseguir lo que quieres.
Mientras los demás se cansan y se rinden,
tu actitud de responsabilidad no te permi-
te desistir, pues sabes que parte esencial
del camino al éxito será la actitud que to-
mes ante una posibilidad de fracaso.
“El 90% del éxito se basa simplemente en insistir

¡y nunca desistir! Si crees en tus sueños lucha por ellos”.
-Woody Allen
“No escuches ni recibas consejos

de quienes no han logrado nada
trascendental en sus vidas ni
de quien no se tiene algo que
contar”.
| 33
CAPÍTULO 3
LAS BUENAS INTENCIONES
NO BASTAN
Q ue yo recuerde, la mayor parte de mi adoles-

cencia y juventud estaba llena de buenas in-
tenciones, pero nunca alcanzaba nada ni termi-
naba lo que empezaba; sea en los estudios o en
el deporte, mi vida era simplemente una vida de
buenos deseos y sueños escondidos. Decía: “algún
día” pero no era una persona de acción, de deci-
sión firme, persistente, de fe, no tenía un plan de
crecimiento personal. Hasta los 24 años viví frus-
trado. Sabía que tenía el talento, la habilidad e in-
cluso las ganas, pero no tenía el carácter ni la fuerza
de voluntad para ser lo que Dios destinó que sea.
Necesitaba estar conectado con la fuente de vida
y de poder (DIOS) desarrollar mi carácter y vivir de
forma intencional, dejar mis buenos deseos y vivir
una vida extraordinaria y trascendental.
Llegar a ser la clase de hombre en la que me

he convertido no fue nada fácil porque no tenía un
padre (mi padre falleció a mis 12 años de edad a raíz
de un maligno cáncer) no tenía una autoridad, un
guía, un mentor; todo lo bueno que he aprendido
ha sido gracias a Dios, la biblia (el mejor libro de li-
derazgo que he leído) y mentores que he conocido
en el camino de la vida. Esas herramientas y méto-
do de aprendizaje fue lo que me llevó a experimen-
tar un cambio radical, me convertí en un hombre

determinado, de fe, intencional; cada oportunidad
que Dios me ha dado la he aprovechado al máximo
y todo lo que hago, lo hago con pasión, entrega,
compromiso, determinación, responsabilidad y ex-
celencia.
“Los planes son solo buenas intenciones al menos que

inmediatamente se empiece a trabajar duro”.
-Peter Drucker
Recuerdo mis inicios, los primeros pasos que

comencé a dar luego de mi rehabilitación de las
drogas, mis primeros trabajos como ayudante de
mecánico, chofer, mensajero y como entrenador de
KickBoxing, aquellos primeros desafíos que tuve
que asumir con verdadera determinación y respon-
sabilidad. No fue nada fácil, pues haber sufrido tan-
to tiempo en el consumo excesivo de drogas mató
gran parte, no solo de mi condición física, sino tam-
bién de mi capacidad mental. Volver a estudiar fue
todo un desafío, sin embargo, yo ya había decidi-
do cambiar, y ese cambio representaba comenzar
a hacer lo que siempre quise pero que hasta ese
momento no había hecho. Cuando le entregué mi
vida a Jesús una de las primeras cosas que hice fue
ofrecerme como voluntario en una iglesia que me
acogió con amor y servir a un hombre que me amó
como un padre (Apóstol Melitón Rosales). Luego
comencé a asumir una mayor responsabilidad la-
Capítulo 3 | 35
boral y un mayor compromiso ministerial, siendo la

persona de confianza de mi pastor y ayudándole
en todo lo que necesitaba. Trabajé como director
de un programa de televisión y radio, continué con
mi carrera deportiva, retomé mis estudios y luché
hasta alcanzar mi primer título como abogado. Pa-
ralelo a todo eso, ejercía la función de predicador
dentro de la obra que, fruto de mi compromiso,
amor y entrega, el Señor me había encomendado.
Cabe mencionar que en los 27 años de vida cristia-
na llevo 13 años pastoreando una iglesia, y en este
tiempo he alcanzado nuevos logros y desafíos aca-
démicos que ahora me permiten tener, no solo un
currículo más completo, sino una mayor capacidad
de liderazgo e influencia sobre aquellos que vienen
detrás de mí.
Creo que sin importar en qué parte del proce-

so de crecimiento me encontraba –o me encuentre
ahora–, todo lo hacía y lo hago con pasión, entrega,
compromiso, actitud, fe, mucha responsabilidad,
y eso es lo que me ha mantenido, hasta el día de
hoy, enfocado en alcanzar mis metas y cumplir con
cada propósito que Dios me ha ido mostrando en
el camino. Luego de mis años de experiencia, pue-
do concluir que esos factores son justamente lo
que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso, la
victoria y la derrota, los resultados y las excusas, la
valentía y la cobardía, la pasividad y la proactividad.
Uno de los libros que llegó a mis manos y que

impactó de gran manera mi forma de pensar du-
rante mis estudios teológicos en la Universidad
Evangélica, fue el libro de John Maxwell “La Acti-
tud de un Vencedor”. Recuerdo que en uno de los
recesos fui a la librería de la universidad y encontré
por primera vez en mi vida algo que cambiaría mi
mentalidad para siempre. Luego de leerlo, medité
sobre el poder que tiene la actitud de una persona
a la hora de fracasar o tener éxito, y entendí que la
actitud es lo que determina si fracasamos o si al-
canzamos el éxito. Me enseñó que yo tengo que
hacer que las cosas cambien y acontezcan, me dio
la capacidad de enfrentar todos esos gigantes que
tenemos y que nos intimidan por una pobre acti-
tud, aprendí a vivir como un vencedor, como un
hombre visionario, exitoso, a abrir camino donde
no lo había y a pagar el precio. Me ayudó a tener
pensamientos poderosos, a ser un hombre de ac-
ción. Fue una nueva revelación que cambió el curso
de mi vida para siempre porque entendí que somos
los únicos responsables del destino que queremos
tener. Hasta el día de hoy, ese mismo autor viene
bendiciendo tremendamente mi vida y formando
parte de mi crecimiento y formación.
“Si su actitud hacia el mundo es excelente, recibirá resul-

tados excelentes. Si se siente más o menos en relación
con el mundo, la respuesta que recibirá del mundo será
regular. Siéntase muy mal con el mundo y le parecerá
Capítulo 3 | 37
recibir solamente una reacción negativa de la vida.”

-John Maxwell.
Direcciona tu vida hacia

tu propósito
Cuando no direccionas tu vida hacia un propósito
la corriente te arrastra. No pienses tanto, deja las
excusas y actúa, se activarán en ti ideas, talentos,
dones, habilidades y te sorprenderás del potencial
que está dentro de ti. Ponte en acción a la hora de
perseguir tus sueños, anhelos o una visión y vive
con un sentido de urgencia; en palabras sencillas,
haz las cosas ahora o nunca.
Siempre fui apasionado por el KickBoxing, un

deporte de contacto pleno, pero en cierta etapa de
mi vida no lo practicaba con disciplina y un propó-
sito, por lo tanto, no era constante ni había hecho
jamás un compromiso, pero el día que superé mis
adicciones a las drogas, me propuse hacer aquello
que amaba, llevaba por dentro y tomé la decisión
de entrenar para competir, realmente noté la dife-
rencia en los resultados. Entrenaba 4 horas diarias.
Todo lo que hacía era planificado e intencional, in-
cluso tenía lista la ropa que usaría para salir a correr
si ese día llovía. Todos los días me levantaba a las
6:00 a.m., trabajaba, estudiaba, dirigía un progra-
ma televisivo deportivo, un programa radial, estaba
casado y tenía dos hermosos hijos, Pierre y Vanes-
sa. Nada podía detenerme, luego esa disciplina se

convirtió en parte de mi vida que hasta el día de
hoy mantengo, y estos mismos principios los aplico
a mi crecimiento personal, mis prioridades, mi ma-
trimonio, trabajo, salud, alimentación, etc. En resu-
men, mi vida se volvió extraordinaria y productiva.
Una de mis facetas como entrenador en la ac-

tualidad ha sido crear un plan de entrenamiento
que me permita sacar lo mejor de mis atletas y jun-
tos hemos logrado resultados extraordinarios, pero
cada día los desafío a que venzan sus límites, en-
trenen con pasión, den su vida en el entrenamien-
to, porque lo que acontecerá en el ring el día que
peleen, solo será resultado de los entrenamientos.
Cuando percibo que no están entrenando y rin-

diendo, detengo el entrenamiento y les pregunto:
¿Están entrenando con la actitud correcta? ¿En que
están enfocados? ¿Creen estar dando su mejor es-
fuerzo? Como es de esperarse, algunos me respon-
den: “No estaba enfocado”, otros me dicen: “Estoy
cansado” o “No he tenido un buen día”; entonces
les hago notar que para el desafío que tenemos,
ellos no pueden entrenar con esa actitud pobre o
justificarse, les recuerdo que cuando suban al ring
el otro peleador no les tendrá compasión, que tra-
bajará pensando en vencerlos y terminar ganándo-
les; así mismo deben entrenar ellos. Les enseño a
adoptar una actitud de vencedor a la hora de su-
Capítulo 3 | 39
perar el cansancio, sus problemas económicos o

familiares. Les recuerdo que Dios les ha dado la ca-
pacidad de vencer con valentía y agallas este tramo
escabroso del camino y que juntos lo vamos a tran-
sitar y superar. Termino preguntándoles si quieren
ser los mejores del mundo, si están dispuestos a
seguir pagando el precio, de lo contrario, pueden
retirarse del entrenamiento y del equipo; entonces
veo que se vuelven a enfocar, sus miradas cambian,
su actitud cambia, empiezan a trabajar duro y en-
tiendo nuevamente el poder que tiene la actitud y
la motivación que puedas recibir de alguien. Pero la
clave del éxito no solo está en el entrenador, sino
también en el plan de entrenamiento, la actitud del
equipo y los principios que sostienen y mantienen
en marcha a este equipo. Hoy, muchos de los at-
letas han alcanzado grandes hazañas en este de-
porte a nivel profesional y hoy son una inspiración
para los jóvenes y las generaciones que los siguen y
quieren alcanzar el éxito en el mismo deporte.
“Nuestra actitud es la fuerza principal que determinará

si triunfamos o fracasamos. Para algunos, la actitud es
una dificultad para todo; para otros, es una oportunidad
en todas las dificultades. Algunos ascienden con una
actitud positiva, mientras otros caen con una perspec-
tiva negativa. El mismo hecho que la actitud obra favo-
rablemente en algunos, mientras desbarata a otros, es
lo suficientemente significativo como para que explore-
mos su importancia”. -John Maxwell
De una vida ordinaria a una vida

extraordinaria
Convertirse en un líder extraordinario no es algo
que se logre de la noche a la mañana. Es un cumulo
de experiencias (buenas y malas) aprendizaje, lec-
ciones, sacrificio, compromiso, responsabilidad y
todos los aspectos que anteriormente hemos men-
cionado. Un líder no nace, se hace y es por medio
del trabajo duro que logramos resultados eficaces.
El camino al liderazgo seguro te hará atravesar por
ciertos obstáculos, como el rechazo de los demás,
la crítica, el desánimo; en algún momento quizás
tratarán de detenerte y de hacerte retroceder, pero
no hagas caso, no escuches ni recibas consejos de
quienes no han logrado nada trascendental en sus
vidas ni de quien no se tiene algo que contar.
Una de las personas que vivió 1.000 años según

narra la biblia fue Matusalén, pero su vida no fue
una inspiración relevante o extraordinaria, no se
dice nada significativo de él. Fue una vida sin sen-
tido. Mil años y no se dice nada relevante, nunca
fui inspirado por este hombre y sus futuras gene-
raciones tampoco. No se cuenta nada sobre cómo
amó a Dios, cómo amó a su familia ni los hechos
trascendentales que lo distinguieron, ni la clase de
influencia que tuvo en todos esos años de vida. No
se cuenta su aporte a su generación ni sucesos que
hayan marcado la diferencia con sus antepasados.
Qué derroche de vida. Lo más triste de todo esto,
Capítulo 3 | 41
es que así viven muchas personas hoy en día, no se

puede contar algo trascendental que hayan hecho
con sus años de vida.
“Otros pueden detenerlo temporalmente, pero usted es

el único que puede hacerlo permanentemente”.
-John C. Maxwell
¿Qué influencia tiene tu vida sobre los demás?
...........................................................................................................
¿Cómo definirías tu vida en una palabra?
Mala - Mediocre - Buena - Extraordinaria
MALA:
• No sabes por qué estás aquí en este
mundo.
• Tu vida no tiene propósito.
• Todos los días te levantas y no tienes
una razón para vivir.
• Eres esclavo de tu pasado.
MEDIOCRE:
• Siempre estás prometiéndote y pro-
metiendo a las personas y a Dios mu-
chas cosas, pero nunca cumples.
• Eres una persona llena de resolucio-
nes, pero nunca decides.
• Todo lo dilatas y lo postergas.

• Tu vida está llena de buenas intencio-
nes.
BUENA:
• Has dejado la supervivencia para em-
pezar a vivir cierta estabilidad en algu-
nas áreas de tu vida.
• Has logrado algunas cosas.
• Alcanzaste ciertas metas, más no eres
relevante.
• No influencias ni impactas la vida de
los demás, pues lo que haces no tiene
un efecto en otros.
EXTRAORDINARIA:
• Tu vida está llena de resultados.
• Cumples lo que prometes a las perso-
nas y lo que prometes a Dios.
• Tu vida inspira, impacta, motiva y ben-
dice a los demás.
• Vivir una vida extraordinaria es un es-
tilo de vida para ti.
• Creces de forma continua.
• Tomas la iniciativa en todo.
• No dejas nada para mañana.
• Para ti la vida es ahora o nunca.
Capítulo 3 | 43
¿Cómo alcanzo un nivel de vida extraordinario?
1. Encontrando mi propósito de vida.

2. Estableciendo metas.
3. Evaluando mi capacidad y mi habilidad de
liderazgo, es decir, haciendo un auto análi-
sis de mis propias fortalezas y debilidades
en todas las áreas de mi vida.
4. Analizar si hay algún limite que me impida
crecer, pues tenemos la tendencia a vivir
por debajo de nuestro potencial.
5. Pida a personas de confianza que evalúen su
influencia del 1 al 10 y usted haga lo mismo.
Para hacer esto puedes considerar lo si-
guiente: ¿Estoy siendo una persona vi-
sionaria? ¿Qué tan estratega soy a la hora
de querer conseguir algo? ¿Tengo un plan
de acción? ¿He desarrollado una discipli-
na diaria para ejecutar mi plan de acción?
¿Qué resultados estoy logrando?
6. Trabaja en aquellas áreas donde descubris-
te que eres fuerte.
“Si siempre intentas ser normal, nunca descubrirás lo

extraordinario que puedes llegar a ser”.
-Maya Angelou
Lo que Dios más quiere es que hagas algo re-

levante y trascendental con tu vida y en este mis-
mo momento decidas vivir una vida extraordinaria.
Solo alinea tu corazón a Dios, sé consiente de tus

propósitos y metas y sé consecuente con lo que
crees, piensas y haces.
Tú decides en que categoría vivir, tendrás que

ser intencional y proactivo. Si lo haces y decides
por una vida extraordinaria, te sorprenderás de los
resultados en tu vida. Tendrás una vida más apa-
sionante, llena de nuevas emociones, crecimiento,
cambios, éxitos y satisfacción porque dejaste las
buenas intenciones y decidiste hacer de cada día
de tu vida un día extraordinario.
• Toma la decisión.
• Marca la diferencia.
• Vive apasionadamente.
• Incrementa la influencia y el impacto de tu
vida por medio del crecimiento.
• Rodéate de hombres y mujeres que están
haciendo la transición de tener una vida
mala y mediocre, a una vida buena y ex-
traordinaria.
• Vive la vida con un sentido de “ahora o
nunca”. Te aseguro que las oportunidades
vendrán de forma natural.
“Nada puede detener a un hombre que posee la actitud

correcta para lograr sus sueños y nada en la tierra puede
ayudar al hombre que posea una actitud mental
negativa”. -W. W. Ziege
| 45
“Detrás de cada historia de

éxito hay un trabajo duro, un
esfuerzo por llegar hasta la meta,
o incluso un fracaso doloroso
que determinaron cuál sería el
resultado final”.
46 |
CAPÍTULO 4
LA DISCIPLINA TE HACE
INQUEBRANTABLE,
LA PERSISTENCIA TE HACE
GRANDE
“¿Si hoy fuera el último día de tu vida, qué te gustaría
hacer? Encuentra una razón por la cual vivir”.
Existe una gran diferencia entre la motivación

y el crecimiento personal, si bien es cierto que la
motivación es buena y te pone en marcha, ésta
–en sí misma– no basta para llegar a alcanzar el
crecimiento que necesitas o deseas. Hay miles de
personas que son motivadas en congresos, con-
ferencias, leen libros de automotivación y ayuda
personal, compran paquetes enteros de audio li-
bros que escuchan mientras van camino al trabajo
y demás, pero siguen en el mismo lugar porque no
han entendido que no basta la motivación o au-
tomotivación, se requiere de disciplina para seguir
creciendo y persistencia para ser grande en todo lo
que hagas.
Las personas que piensan que ser talentoso o

tener un don es suficiente para ser exitoso, están
muy equivocadas. ¿Por qué? Porque se olvidan de
agregar estos dos elementos fundamentales para
alcanzar el crecimiento personal. Se apoyan solo en
Capítulo 4 | 47
el talento, y se encuentran años pedaleando sobre

el mismo eje, pero no pueden ir a otro nivel de cre-
cimiento porque no practican estos dos principios.
Olvidan que la disciplina y la persistencia son aque-
llo que los llevará a alcanzar la cúspide de lo que
anhelan. Sin embargo, y pocos lo toman en cuenta,
no podemos pretender elevar nuestro talento si no
estamos pegados a la fuente de fortaleza, dominio
propio y poder que son de Dios, pues Él es el dador
de los talentos.
Como entrenador he tenido atletas con mucho

talento, con un tremendo potencial e incluso las
ganas de llegar lejos en el deporte, pero tremenda-
mente indisciplinados e inconstantes. No quisieron
nunca trabajar en equipo, les faltó disciplina, enfo-
que, persistencia y por ende nunca llegaron a ser
grandes campeones. Me pasaba los días motiván-
dolos de muchas maneras, resaltando el potencial
que había dentro de ellos, desafiándolos a rom-
per sus límites internos, sus frases de negativismo
como: “No puedo”, “Es dificil”, su falta de determi-
nación, su indisciplina, su falta de persistencia; in-
virtiendo en ellos todo mi tiempo, mi conocimiento,
mi experiencia, mi esfuerzo e incluso mis recursos,
pero olvidaron que, sin disciplina y persistencia a
la hora de entrenar, no había nada que yo pueda
hacer por ellos. Esto le pasa a mucha gente. Creen
que su talento será suficiente para llegar a la cima.
Se apoyan en su habilidad, manteniéndose en un
estado de conformismo y se olvidan de aplicar es-

tos principios, que es lo que los llevará a lugares
donde su talento por sí solo no los puede llevar.
¿Cuántas personas hay allá afuera que se encuen-
tran haciendo lo mismo? ¿A cuántos no se les ha
presentado quizás una única oportunidad de lograr
lo que quieren, y por falta de disciplina y persisten-
cia la dejaron pasar? ¿Dónde crees que hubieran
llegado si tan solo hubiesen sabido que sin discipli-
na y persistencia no llegarían a ninguna parte?
Myke Tyson fue conocido como uno de los íco-

nos más grandes en el mundo del boxeo. Su carre-
ra profesional lo llevó a alcanzar logros que nunca
imaginó, sin embargo, pudo haber alcanzado más,
pero su indisciplina, desenfoque, pérdida de visión
y falta de persistencia –sumado a su falta de carác-
ter– lo llevaron a incontables fracasos posterior a su
gran carrera. Terminó preso, acusado de violación,
adicto a las drogas, divorciado y en bancarrota. El
fracaso de Tyson, así como de muchos otros en di-
ferentes rubros, nos enseña lo importante que es
mantenerse enfocado y aplicar principios a la hora
de alcanzar una meta y cumplir un propósito de
vida. El crecimiento personal debe estar compues-
to por un sin número de factores y principios que
harán que el éxito que alcances, sea permanente.
• FE: Creer eleva tu talento.

• PASIÓN: La pasión estimula tu talento.
Capítulo 4 | 49
• INICIATIVA: La iniciativa activa tu talento.

• ENFOQUE: El enfoque dirige tu talento.
• PREPARACIÓN: La preparación posiciona tu ta-
lento.
• PRÁCTICA: La práctica afina tu talento.
• PERSEVERANCIA: La perseverancia sostiene tu
talento.
• VALOR: El valor prueba tu talento.
• CARÁCTER: El carácter protege tu talento.
• RESPONSABILIDAD: La responsabilidad forta-
lece tu talento. -John C. Maxwell
Estos son principios que definen tu carácter, sin

ellos no llegarás a desarrollar al máximo tu poten-
cial, más allá de cuanto talento tengas, como dice
Jhohn C. Maxwell: “Se requiere más que talento”.
Ahora, imagina una persona con carácter y talento,
no tengo duda de que llegará a alcanzar el éxito y a
mantenerse en la cima.
Dios y estos principios me han hecho un me-

jor líder cada día, un mejor esposo y padre, me han
dado la capacidad de escribir libros, estar en el aire
tanto en televisión como en radio, a crear funda-
ciones, iglesias, a tener grandes resultados como
entrenador y a destacarme en todas las áreas de
mi vida.
Alcanzar el éxito no es fácil, si así lo fuera, todo

el mundo sería exitoso y conseguiría lo que quie-
ren sin mover un dedo. Las personas quieren tener

éxito en todo lo que hacen, pero no quieren desa-
rrollar un plan de crecimiento, no quieren mejorar,
no quieren trabajar duro, no quieren disciplina ni
invertir en ellos y parte importante para valorar el
éxito es valorar también el proceso, pues el proce-
so es aquel puente que te llevará a alcanzar lo que
deseas. Detrás de cada historia de éxito hay un tra-
bajo duro, un esfuerzo por llegar hasta la meta, o
incluso un fracaso doloroso que determinaron cuál
sería el resultado final.
Cuando Glenn Cunningham tenía 8 años, sufrió

un terrible accidente en llamas luego de que en su
escuela se produjera un gran incendio. Cuando los
bomberos lo rescataron, no creyeron que podría
sobrevivir. Su cuerpo, de la cintura hasta los pies,
estaba completamente quemado y sus pulmones
con ciertos daños que le produjeron el haber inha-
lado demasiado humo. Su proceso de recupera-
ción fue bastante duro y doloroso, ya que las lla-
mas de aquel día le dejaron una secuela que, hasta
ese momento, parecía irremediable. Cunningham
no podía caminar, pero su determinación para un
día volver a hacerlo era indomable. Los intentos
que este muchacho hizo para poder caminar no se
registran numéricamente, sin embargo, se sabe de
una oportunidad donde decidió tumbarse hacia el
césped de su casa y arrastrarse hacia una verja que
le permitiría, con mucho esfuerzo y dolor, ponerse
Capítulo 4 | 51
en pie. Aquel día Cunningham dio inicio a un pro-

ceso que le traería resultados extraordinarios. Con
mucha disciplina y determinación, hizo lo mismo
durante días, y un tiempo después, por fin pudo ir
caminando hasta la escuela. Pero su visión no era
simplemente caminar, él quería correr. Y así lo hizo.
En 1934, este hombre alcanzó el título como mejor
corredor de todos los tiempos de una milla en Es-
tados Unidos.
Así como la historia de Glenn, hay muchas otras

que nos enseñan el valor que hay en la disciplina y
la persistencia durante el proceso de crecimiento y
la mucha entrega que debemos poner para alcan-
zar lo que nos hemos propuesto. Sin embargo, hay
muchos que lamentablemente se enfocan en el sa-
crificio que debe hacer para conseguir triunfar en la
vida y es por eso que se detienen en la carrera, se
rinden; otros se enfocan en lo que se convertirán y
es por eso que disfrutan haciendo el sacrificio que
sea.
Hasta que no entiendas que debes hacer sa-

crificio continuo, cambies de perspectiva y traba-
jes para convertirte en la clase de hombre o mujer
que deseas, seguirás igual, nada cambiará; pero si
lo entiendes y empiezas a enfocarte en los bene-
ficios que vendrán al aplicar estos principios, esta-
rás dispuesto a sacrificar cualquier cosa, actividad,
pasa tiempo, gusto, momentos de recreación, las
interminables horas en redes sociales o tv, porque

tu sueño es más importante.
¿En qué estás perdiendo tu tiempo?
...........................................................................................................
¿Qué debes empezar a sacrificar para alcanzar tus

sueños?
...........................................................................................................
¿Eres de los que te rindes cuando las cosas se po-

nen dificiles?
...........................................................................................................
¿Estarías dispuesto a cambiar tu perspectiva y en-

focarte en lo que te convertirás si aprendes a hacer
sacrificios?
...........................................................................................................
“Los sueños sin metas, son sólo sueños; y te llevarán a

desilusiones. Las metas, son el camino hacia tus sueños;
pero no se pueden lograr sin disciplina y consistencia”.
-Denzel Washington
Capítulo 4 | 53
Desde hace 27 años llevo haciendo sacrificios,

perseverando, siendo persistente, manteniendo mi
fe y buscando mi mejor versión para honrar a Dios,
mi Padre. Esa es la herencia que quiero dejarle a mis
hijos; una vida de fe, de principios, de sacrificios, de
vivir cumpliendo nuevos desafios y al mismo tiem-
po venciendo gigantes.
Yo estoy donde estoy porque no me rendí, pe-

leé, me esforcé, trabajé, me superé, no permití res-
tricciones, límites, cobardía, ni lloriqueos.
Tuve la tentación de rendirme muchas veces,

pero no lo hice. Pensé en mis hijos, en mis nietos,
en mi futura generación y dije: No me rendiré, ten-
go que mostrarles el camino como lo hizo mi ama-
do Jesús conmigo.
Yo era antes un pobre alcohólico, drogadicto,

perdedor, no tuve un padre, guía, excepto una ma-
dre viuda, con 6 hermanos que sostener, trabajaba
de día y de noche en una máquina de coser para
darnos el pan, había mucha necesidad, soledad,
dolor, desamparo, violencia, drogas, mi vida no te-
nía propósito.
Las drogas eran vías de escape, nunca madu-

ré, nunca tomé la responsablidad de mi vida. El día
que conocí a Dios la primera lección que aprendí
fue la de no evadir, no justificarme, de dejar de cul-
par a los demás, cambiar de actitud para conmigo,

asumir la responsabilidad de darle un giro de 180
grados a mi vida, portarme varonilmente y asumir
la vida con valentía.
El dolor, la pérdida de mis padres, las adicciones

y mi pasado vergonzoso, nunca más me detuvie-
ron, al contrario me hicieron más fuerte y paso a
paso aprendí a convertirme en todo un hombre.
• Me alineé a la voluntad de Dios

• Puse en perspectiva mi pasado para que
nunca más sea mi verdugo sino mi maestro
• Superé mis traumas, rechazo, miedos y esa
cultura de evasión y negación
• Pedí perdón a Dios y a mi familia y con mi
ejemplo de vida, superación personal, los
resultados en mi vida, mis principios, hicie-
ron que me gane el respeto, el amor y el
lugar que habia perdido.
• Se acabaron las excusas, empecé a trabajar
duro, a alcanzar cada uno de mis sueños,
empecé a hacer lo que no hice en mis 24
años: Dar lo mejor de mi. Ya no habia lu-
gar para el vago, el vicioso, el perdedor, el
indiciplinado, el violento, el resentido, ha-
bia llegado el tiempo de cambiar, de supe-
rarme, de trabajar, de ser todo lo que Dios
siempre quizo que sea.
Capítulo 4 | 55
Ahora, soy un líder de influencia que forma y ca-

pacita hombres y mujeres que quieren superarse,
crecer, desarrollar sus potenciales y alcanzar gran-
des cosas en la vida. Pastoreo una de las iglesias de
mayor crecimiento en Santa Cruz, Bolivia, con un
crecimiento exponencial de 0 a 7000 miembros en
13 años de fundación. Soy director y conductor de
tres programas televisivos: Knock Out, Mentes Po-
derosas y Palabras de Vida, transmitidos a través de
canales a nivel nacional e internacional. Tengo una
amplia formación y experiencia deportiva, alcan-
zando un sinnúmero de títulos que me han ayuda-
do a formar atletas de élite.
Soy coach, conferencista internacional y líder

certificado por The John Waxwell Team. Tengo una
licenciatura en Abogacía y una maestría en Dere-
cho Constitucional; una licenciatura en Teología y
una maestría en Psicología Familiar, lo que me han
permitido enseñar en las diferentes esferas y alcan-
zar grandes resultados en la formación de líderes
de impacto.
Simplemente creí y di lo mejor de mi. ¿Qué harás

tu?
¿En qué áreas de tu vida crees que debes mejorar?
...........................................................................................................
¿Cómo crees que puedes mejorar?
...........................................................................................................
¿Por qué crees que debes mejorar?
...........................................................................................................
Si tus propósitos, sueños, prioridades y valores

están alineados, ejercerán una fuerza tan poderosa
sobre ti, que será imposible que te rindas y te de-
tengas.
• Jamás te desenfocarás.
• No necesitarás estar en aprietos o en una
crisis para auto motivarte y dar tu mejor es-
fuerzo.
• No necesitarás una carta de despido para
valorar tu trabajo y ser responsable.
• Valorarás los pequeños comienzos.
• Vivirás motivado y serás disciplinado por-
que estarás enfocado en el éxito de maña-
na.
• Tendrás una vida que valga la pena vivir.
• No necesitarás que el médico te diga que
tienes una enfermedad grave para empe-
zar a hacer deporte y cambiar tu alimenta-
ción.
• No tendrás que lamentarte de nada a fin
de año, porque hiciste lo que tenías que
Capítulo 4 | 57
hacer en su tiempo.
¡Es hora de marcar una diferencia en tu vida!

¿Cómo?
1. Ve la disciplina, la persistencia y el creci-

miento como un estilo de vida.
2. Aplica estos principios y conviértelos en un
hábito.
3. Mantente auto motivado.
4. Jamás, jamás te des por vencido.
“Donde no hay fe en Dios y en uno mismo

no hay una razón para vivir, mucho peor disciplina,
persistencia y esfuerzo”.
“La suerte es para los mediocres,

el éxito para aquellos que viven
bajo un riguroso compromiso en
todo lo que hacen”.
| 59
CAPÍTULO 5
EL PODER DEL COMPROMISO
TE HACE UN VENCEDOR
“La mayoría de las personas que fallan en sus sueños,
fallan no por falta de habilidad, sino por falta de
compromiso”.
-Zig ziglar
Mahatma Gandhi dijo: “La diferencia entre lo

que hacemos y lo que somos capaces de hacer, se-
ría suficiente para resolver la mayoría de los proble-
mas del mundo” y yo creo que esa diferencia entre
lo que hacemos y lo que somos capaces de hacer
es el compromiso.
La persona comprometida con una visión, un

sueño, un llamado o una meta vive auto motivada
y hace lo que debe hacer hasta alcanzar su obje-
tivo, sin importar los obstáculos que se presenten
durante el proceso. Sin embargo, la persona que
no asume un compromiso a la hora de perseguir
o emprender algo, no tiene una razón por la cual
continuar y fácilmente se cansa, se rinde, posterga
sus tiempos o termina renunciando antes de alcan-
zar lo que se propuso.
¿Te das cuenta por qué en el mundo no hay

tantas personas exitosas? La respuesta es sencilla:
no están dispuestos a vivir una vida comprometida.
El compromiso es ese contrato firmado con tu

propósito, sueño, meta u objetivo que promete no
rendirse ni echarse para atrás. Jamás vamos a en-
contrar a alguien exitoso que no haya tenido que
enfrentar obstáculos y superarlos en base al com-
promiso, y cuando hablo de obstáculos no solo me
refiero a dificultades, sino también a fracasos.
Todos conocemos a Michael Jordan, uno de los

grandes íconos en la historia del basketball. Lo que
no todos saben que es que en su carrera como de-
portista falló más de 9000 tiros, perdió casi 300 par-
tidos, en 26 ocasiones su equipo le confió la opor-
tunidad del tiro ganador durante un partido y falló,
y sin embargo Jordan dice de sí mismo: “En mi vida
fracasé una y otra vez, una y otra vez, y esa es la
razón por la que logré el éxito”. Y es que el fracaso,
las fallas y desaciertos, no son sinónimo de pérdida
sino de ganancia, pues te enseñan a ser más com-
prometido con tu visión, más persistente en el ca-
mino hacia tu meta y más apasionado por el sueño
que quieres alcanzar.
Los grandes líderes saben que, para lograr lo

que quieren, no solo deben trabajar duro, sino que
también deben equivocarse, aprender; pero a pe-
sar de todo comprometerse alma, vida y corazón
con aquello que desean, sin importar cuán poco o
mucho han logrado en un corto, mediano o largo
tiempo de trabajo. Como dijo David McNally: “El
Capítulo 5 | 61
compromiso es el enemigo de la resistencia, por-

que es la promesa seria que nos presiona, que nos
levanta, no importa cuántas veces nos hayan derri-
bado”.
El compromiso te abre, además, un sinnúmero

de oportunidades y puertas en la vida, pues gente
realmente comprometida es muy difícil de encon-
trar. En muchas ocasiones, las empresas preferirán
contratar a una persona medianamente estudiada,
pero comprometida y apasionada por su trabajo,
que un erudito en la materia, pero irresponsable,
indisciplinado y falto de compromiso.
Dicho de forma más clara, esto es lo que produ-

ce el compromiso:
• El compromiso te transforma de un medio-

cre a un líder visionario y exitoso.
• El compromiso hace de una persona co-
mún, alguien extraordinario.
• El compromiso hace al aficionado un espe-
cialista y un campeón.
• El compromiso hace a un deportista me-
diocre, un atleta destacado de alto rendi-
miento.
• El compromiso hace una persona deficien-
te, un experto.
• El compromiso hace a una persona pobre,
una persona próspera.
• El compromiso hace a una persona resenti-

da y miserable, una persona realista y feliz.
“La suerte es para los mediocres, el éxito para

aquellos que viven bajo un riguroso compromiso en
todo lo que hacen”.
-Marcelo Salas M.
Enfócate en lo que haga tu vida

extraordinaria
No desperdicies tu tiempo en aquello que te dis-
trae y te mantiene desenfocado. Cuando lo haces
pierdes la pasión y el impulso. Nada debe quitar
tu enfoque de lo que te has propuesto alcanzar, la
única excepción es que hayas terminado lo que un
día decidiste comenzar.
• Esto te hará fructífero y productivo.

• Te hará marcar la diferencia con los demás.
• Te hará tan objetivo que jamás negociarás
el tiempo que has decidido dedicarle a tu
sueño, visión y meta.
• Te hará que canalices tus energías, habi-
lidades, talentos y dones en aquello que
vale la pena.
• Te hará más capaz y efectivo.
• Aprenderás a establecer tiempos (fechas,
días o meses) para lograr tus metas, evi-
tarás retrasos, postergaciones y perder de
Capítulo 5 | 63
vista el objetivo.
“Dios a todos nos dios 24 horas, ni más ni menos,

el tema es cómo invertimos nuestro tiempo”.
-John Maxwell
¿Estás aprovechando tu tiempo en cosas que real-

mente valen la pena y te acercan a tu propósito, vi-
sión y meta?
Si No
¿Estás enfocado en lo que quieres hacer con tu

vida?
Si No
¿Qué consideras que te hace perder tu enfoque?
...........................................................................................................
...........................................................................................................
¿Estás haciendo mediciones para ver si te estás

acercando a tu objetivo?
Si No
¿Cómo reaccionas ante los problemas, obstáculos

y distracciones, se convierten en argumentos para
desistir?
Si No
¿Te estás esforzando por aquello por lo que quieres

dar tu vida?
Si No
Beneficios de ser una persona comprometida:
• Te da la fuerza para persistir.

• Te da poder para alcanzar tus sueños.
• Te mantiene enfocado.
• Te da la determinación para vencer el mie-
do, para no rendirte, sin importar cuán difí-
cil se ponga la situación.
• Te hace dar lo mejor de ti y dar tu vida por
aquello que vale la pena.
• Te lleva a dar tu mayor esfuerzo porque sa-
bes que un día llegará la oportunidad que
estabas esperando.
“La persona exitosa convierte en un hábito lo que a la

persona que fracasa no le gusta hacer”.
-Thomas Edison
Capítulo 5 | 65
¿Con qué estás comprometido?
...........................................................................................................
¿Sabes lo que quieres en tu vida, matrimonio, tra-

bajo y/o profesión, estudios, salud y economía?
...........................................................................................................
¿Qué es lo que quieres hacer con tu vida cada día

cuando despiertas?
...........................................................................................................
Una vez lo hayas decidido, levántate y trabaja

duro, comprométete y no desistas hasta alcanzarlo,
ve por aquello que quieres.
Esto es algo que tuve que hacer una vez inicié

mi proceso de rehabilitación, ya que la vida que an-
tes tenía no tenía ningún sentido. Era un perdedor y
un adicto, lo que me llevó a fracasar en todo. Fue lo
que me tocó vivir, no tenía una guía y rápidamente
me dejé arrastrar por lo peor, pero eso no es una
excusa para justificar el fracaso que tuve algunos
años de mi vida.
Cuando conocí a Dios y descubrí que más allá

de las condiciones que me definían hasta ese mo-
mento, (una familia desintegrada, la ausencia de
mi padre, pobreza, dolor, fracaso, culpa, depresión,
etc.) yo podía ser libre, elegí hacer uso de esa liber-
tad que Dios le ha dado a cada ser humano para
cambiar el curso de su historia y empecé a sacar de
entre todos mis fracasos lecciones extraordinarias.
Decidí dejar de pensar, hablar, caminar, ver y vivir
como un perdedor.
En Dios descubrí que tengo una razón por la

cual vivir, que estoy en esta tierra para cumplir un
propósito, no para ser una víctima y vivir lamen-
tándome por lo que pude haber sido y no fui, sino
para empezar a hacerme responsable de la clase
de hombre, familia y vida que quiero tener.
Entendí que esa es la vida, la asimilé, cambié

de actitud y elegí dejar las excusas y vivir mi máxi-
mo potencial. Mi padre y mi madre no resucitaron,
mis condiciones económicas, sociales, políticas no
cambiaron, no cambió mi nacionalidad, ni tampo-
co gran parte de la realidad que estaba viviendo, lo
que cambió fue mi mentalidad y mi actidud.
Hoy soy lo que soy porque un día tomé la deci-

sión de vivir una vida comprometida con el hombre
que Dios destinó que sea y nada ni nadie, peor mi
pasado, me podrá detener.
Capítulo 5 | 67
• Basta de excusas.
• Basta de ser víctima.
• Basta de dejar que las condiciones y lo vivi-
do te definan.
• Basta de vivir una vida sin sueños, sin com-
promisos.
• Basta de esperar que las cosas cambien
para tomar una decisión.
• Basta de vivir con ese espíritu de derrota y
cobardía.
La vida es como un ring, tienes que levantarte y

pelear, para recuperar el terreno perdido. ¡Es tiem-
po de dar lo mejor de ti!
Corre con los vencedores, empezarás a respirar

pasión, fe, agallas, valor por los poros, el compromi-
so será parte de tu nuevo estilo de vida, el trabajo
duro y los resultados. Se acabará la duda, el temor,
la pobre autoestima. Deja de ponerte límites, deja
las excusas y el autoengaño.
Llegó la hora de tomar una decisión y vivir en base

al compromiso.
Llegó la hora de hacer algo por ti mismo.
Llegó la hora de dar el 120%.
Llegó la hora de mirarte al espejo y creer en ti.

Llegó la hora de dejar de robarte a ti mismo y de

boicotear tus propios sueños.
Llegó la hora de hacer un compromiso y vivir tu

máximo potencial.
| 69
“El éxito va de la mano del fracaso

y el fracaso va de la mano del
éxito, donde hay éxito hay la
posibilidad de fracaso y donde
hay fracaso hay posibilidad de
éxito”.
70 |
CAPÍTULO 6
PLAN DE CRECIMIENTO
PERSONAL
H asta aquí, hemos visto un sin número de facto-

res y elementos que son importantísimos para
ejecutar un plan de crecimiento y llevarlo a cabo de
forma efectiva, de tal manera que podamos alcan-
zar sueños, aspiraciones, proyectos o metas que
nos hayamos trazado.
Un propósito es un objetivo que se pretende

conseguir, es lo que responde a las cuestiones de
“¿Para qué estoy aquí en esta tierra?” y “¿Cuál es mi
razón de vivir?”. Una meta es el fin al que se dirigen
las acciones o deseos de alguien y un plan de cre-
cimiento es una estrategia o forma de organización
que te garantizará el cumplimiento de tus metas y
propósitos de una forma efectiva. Con esto, y todas
las enseñanzas anteriores en mente, estamos listos
para comenzar con nuestro crecimiento personal.
Creo que el establecer un plan de crecimiento

personal te ayudará a ejercer control sobre tu vida,
tomar decisiones más sabias, definir tus propósi-
tos de vida, entender la importancia de definir tu
sistema de valores y ser una persona exitosa. Estos
puntos te ayudarán a saber en qué está centrada tu
vida, siendo el centro lo más importante y a lo que
le das más valor.
Capítulo 6 | 71
Muchos cometen el error de concentrarse única

o primeramente en ellos mismos, en sus familias,
hijos, noviazgo, estudios, trabajo, vida social o bús-
queda de dinero y terminan frustrados y poniendo
en riesgo estas relaciones, actividades y recursos
que, no son malos, pero que no deben estar en el
centro de sus vidas ni ser lo primero y más impor-
tante. Lo más importante debe ser Dios, los princi-
pios, los propósitos, las metas, y la actitud correcta
hacia la vida, esto es lo más seguro para ti, pues es
lo que te hará exitoso y tendrás una vida extraor-
dinaria; si no tienes esto claro y le das mayor prio-
ridad a las otras cosas antes mencionadas, lo más
probable es que fracases.
Empecemos por lo más importante:
DIOS
PRINCIPIOS
PROPÓSITO METAS
PRIORIDADES
ACTITUD
1. DIOS
Dios se ha revelado al hombre como el creador
del universo y el dador de la vida. La ciencia pue-
de descubrir muchas cosas que son importantes y
valiosas, pero no puede saber y descubrir cómo se
originó el universo y la vida, y creo que ha fracasa-
do cuando ha intentado explicar cómo algo como
la creación y la vida pudo aparecer de la nada, cosa
que es imposible según la ley natural, pero Dios lo
sabe porque estuvo allí antes de crearlo.
En Génesis 1 versos del 1 al 31, vemos una mag-

nifica descripción de cómo Dios creó los cielos, la
tierra, la luz, el sol, las estrellas, lo tangible, lo intan-
gible y todo lo que hoy en día nos rodea y llama-
mos universo. La biblia lo describe como 6 intensos
días de trabajo de máxima creatividad, para final-
mente hacer su creación más preciada y perfecta,
el hombre.
Es por eso que el hombre le debe su vida a Dios,

es más, la biblia dice que el hombre fue creado para
amar, adorar, servir y ser un reflejo de Dios, ya que
tanto el hombre como la mujer fueron creados a
imagen y semejanza de Él.
Cuando el hombre reconoce a Dios como lo

más importante, Dios puede darle salvación por
medio de Jesucristo su hijo (Juan 3:16 “Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Capítulo 6 | 73
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,

no se pierda, más tenga vida eterna”.), y tener una
relación de 24 horas con él. Extraordinario, impre-
sionante, sensacional ¿No te parece? Además, el
hombre puede tener seguridad, gozo y paz mien-
tras alcanza su máximo desarrollo integral. Sin em-
bargo, es importante que para alcanzar todo esto,
exista comunión con El. La comunión es la unión
común entre dos o más cosas. Una unión espiritual,
emocional y volitiva. Tú y Dios unidos como una
sola cosa.
La comunión con Dios hace que tu vida, talentos

y habilidades fructifiquen y se desarrollen al máxi-
mo. (Jeremías 17:7-8 “Bendito el varón que confía
en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será
como el árbol plantado junto a las aguas, que junto
a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando
viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el
año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto”.)
El querer sacar a Dios de la ecuación del creci-

miento, desarrollo y éxito es antinatural y de seguro
que llevará al ser humano al fracaso, el hombre no
es autónomo en sí mismo porque fue creado por
y para Dios (Colosenses 1:16 “Porque en él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y
las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tro-
nos, sean dominios, sean principados, sean potes-
tades; todo fue creado por medio de Él y para Él”.)
Es importante entender que el trazar metas,

superarte, crecer y definir un sistema de valores te
pueden llevar a alcanzar en cierta manera el éxito,
pero no tu propósito. La diferencia es que las me-
tas son aspiraciones legítimas que contribuyen a tu
desarrollo personal, pero el propósito es para lo que
Dios te creó, es trascendental, tiene que ver con tu
eternidad, por eso puse en este plan de crecimien-
to personal a Dios como lo más importante, ya que
puedes llegar a ser exitoso, pero no saber cuál es tu
propósito en la vida y eso sí que sería desastroso.
Sin Dios, la vida y todo lo que hagas nunca tendrá
sentido.
Dios debe ser el centro

¿Qué pasa cuando Dios no es el centro de tu vida?
• Hay una inversión en el orden de valores y

prioridades.
• Nos volvemos vulnerables, emocionales y
terminamos dependiendo de factores ex-
ternos, dándole el control de nuestras vi-
das a estos medios complementarios de la
vida.
• Se activa toda clase de malas actitudes,
como el afán, el descontento, la ingratitud,
la queja, etc.
• Los medios complementarios que Dios
creó para que seamos plenos y felices
Capítulo 6 | 75
(como el trabajo, las relaciones sociales, ac-

tividades recreativas, etc.) terminan siendo
los medios de autodestrucción.
• Los modelos de familia se distorsionan, nos
volvemos permisivos, autoritarios, indife-
rentes, etc.
• Se activa toda clase de malos hábitos y vi-
cios.
• Al alterarse el orden de prioridades todos
viven en función al dinero, trabajo, nece-
sidades de toda índole, crisis, placeres, di-
versión y en muchos casos malos hábitos,
vicios, etc.
• Terminamos deteniendo el crecimiento y la
perspectiva de Dios.
• Perdemos efectividad.
Si Dios no es lo primero en tu vida, entonces

todo lo demás tendrá la tendencia a desordenarse,
ya que Dios es el punto de partida y de equilibrio
para que todo a tu alrededor se mantenga en per-
fecta armonía.
“Cuando Dios no es lo más importante en tu vida te

vuelves la persona más débil, vulnerable e insegura”.
¿Por que Dios debe ser el centro?

Porque cuando Dios es el centro es como los prin-
cipios, te vuelves consistente (tomas decisiones
basadas en principios y no en emociones o tu en-
torno) tu vida tiene un propósito, tienes metas cla-
ras, estableces prioridades y te vuelves efectivo,
desarrollas y explotas tus talentos al máximo y, por
último, desarrollas tu carácter que, por ende, te lle-
va a alcanzar tu destino.
En la medida que Dios sea el centro (depen-

diendo de mi relación con Él y los principios) es que
podré manejar los aspectos complementarios de la
vida y mis relaciones serán llenas de fruto.
Jamás caigas en el error de muchas personas

que convierten en lo más importante o en el cen-
tro de sus vidas a la familia, la vida social, las co-
sas materiales, el trabajo, los estudios, el deporte.
Cuando estos son elementos o complementos
de la vida, pero no son ni deben ser el centro, el
centro solo le pertenece a Dios. Es por eso que no
pueden llegar a alcanzar el punto de equilibrio,
son inestables, cambiantes, pierden su identidad,
se vuelen dependientes de la circunstancia y ter-
minan viviendo para agradar a los demás. Cuando
los medios complementarios de la vida ocupan el
lugar de Dios, sus efectos –en todas las áreas de tu
vida– son destructivos:
Capítulo 6 | 77
• Odio.
• División.
• Divorcio.
• Mentiras.
• Corrupción.
• Manipulación.
• Egoísmo.
• Terminarás siendo tu peor enemigo.
Es imposible sacar a Dios y a los principios del

centro y no autodestruirnos y fracasar en la vida.
2. PRINCIPIOS
Si Dios es el centro de nuestra vida, entonces los
principios deben continuar en el rango de prio-
ridad. Los principios son directrices que rigen la
conducta del ser humano y que además tienen un
valor permanente, como ser: fe, sentido de justicia,
honestidad, responsabilidad, respeto, disciplina,
servicio, etc. Cuando edificamos nuestras vidas en
los principios entonces edificamos sobre el funda-
mento más poderoso que existe y la práctica de los
mismos son los que le dan forma a tu carácter.
Los principios y valores no cambian, son eter-

nos, no hacen distinción de raza, credo, género o
edad. Direccionan la vida del ser humano hacia su
destino, son como una brújula aún en medio de la
crisis, las tormentas de la vida, la oscuridad o perio-
dos de éxito y de gloria.
Tú decides dejarte guiar por Dios, los principios

y valores para llegar a tener una vida extraordinaria
o sufrir las consecuencias de irte en contra de ellos
para hacer de tu vida un fracaso; tarde que tem-
prano, ellos motivan la conducta y gobiernan las
convicciones.
El tomar decisiones en base a tus propósitos,

metas y principios es lo que te hará grande, de lo
contrario serás una persona miserable.
Los principios se encuentran desdoblados en

un aspecto positivo y en un aspecto negativo,
ejemplo: el principio de la fe siempre se opondrá al
contravalor de la incredulidad, el principio de la jus-
ticia siempre se opondrá al contravalor de la injus-
ticia, el principio de la verdad siempre se opondrá
al contravalor de la mentira, el respeto se opondrá
al contravalor del irrespeto, la responsabilidad se
opondrá al contravalor de la irresponsabilidad.
Cada persona tiene su jerarquía de principios y

prioridades. Como bien lo plantea Ramiro Lobarto-
ni en su libro “Formación en Valores”, quien afirma
que para muchos:
• El tener vale más que el ser.

• La apariencia, el placer, el consumismo, he-
Capítulo 6 | 79
donismo es más importante que los idea-

les.
• El vivir el momento es más importante que
los propósitos y metas.
• Lo pasajero y superficial está sobre lo trans-
cendental.
• La mediocridad prevalece ante la excelen-
cia.
• La jerarquización de los valores depende,
sin embargo, de la importancia vital que
tenga cada uno de ellos para nuestra pro-
pia autorrealización.
Es evidente que el que está preocupado única-

mente por el valor de las riquezas, los placeres, la
vida, vivir el momento, etc., despreocupándose de
todo lo demás, nunca podrá ser una persona equi-
librada éticamente, moralmente o espiritualmente.
No puede haber ningún auténtico desarrollo

personal o social ignorando los valores espirituales,
morales y éticos. Si no hay estos principios y valo-
res en la estructura y desarrollo del carácter del ser
humano, la vida se vuelve salvaje.
El vivir una vida violentando principios es un

suicidio, así de trágico. Digo esto porque muchas
personas viven mintiendo, engañando, estafando,
siendo irresponsables, justificándose por sus malas
acciones, siendo deshonestos con ellos mismos y
con los demás; y luego que empiezan a sufrir las

consecuencias buscan a quien culpar y terminan
auto destruyéndose.
Características de personas que viven violando

principios:
• Ceden a la presión de grupo o del entorno.

• Viven de apariencias y dependen de las
opiniones de los demás.
• Ocultan su falta de integridad con violen-
cia, orgullo y arrogancia.
• Siempre están enredados en problemas
• Son adictos a las drogas, pornografía, adul-
terio y relaciones tóxicas.
• No les gusta que otros sean exitosos.
• No cumplen lo que prometen.
• No rinden cuentas a nadie.
Características de personas que viven en base a

principios:
• Definen posición y no ceden a la presión

de grupo.
• No les importa agradar a las personas ex-
cepto a Dios y a su conciencia.
• Son optimistas.
• Confían en Dios y en ellos mismos.
• Saben lo que quieren en la vida.
• Tienen un orden de prioridades
Capítulo 6 | 81
• Buscan el éxito sabiendo que hay un precio

que hay que pagar, eso quiere decir que no
evaden, no buscan que sea fácil, no hacen
trampa y entienden que el camino al éxito
implica compromiso, sacrificio, disciplina,
perseverancia e integridad.
• No solo son exitosos, sino que ayudan a los
demás a serlo.
• Cumplen lo que prometen.
• Rinden cuentas a alguien.
3. Metas
Para descubrir tus metas, responde a las siguientes
preguntas.
¿Qué es lo que más te apasiona en la vida? ¿Tie-

ne que ver con tu futuro, con tu vocación o con
quién te casarás?, ¿En qué clase de hombre o mu-
jer te quieres convertir? ¿Cómo te visualizas de aquí
a 5 o 10 años?, ¿Cuándo vas a empezar a hacer los
cambios que quieres hacer? (y esto no solo es a ni-
vel personal en cuanto a qué estudiar, qué profe-
sión tener, sino en la clase de familia que quisieras
tener, que clase de amigos y vida social quieres,
cómo te quieres alimentar, ejercitar, si te manten-
drás puro hasta el matrimonio, qué actitud tendrás
frente a los vicios, cuáles son los principios que van
a sostener tu vida, por qué causa quieres vivir, etc.)
¿Te das cuenta cuán importante son las metas

y por qué debemos establecerlas? como dice Jack
Welch, “Controla tu propio destino o lo hará alguien
más”.
Tomate un tiempo para escribir tus metas y la

forma cómo piensas ejecutarlas, esto te ayudará a
cumplirlas y a ser más objetivo, por ejemplo:
1. Dios siempre será el centro de mi vida. ¿Cómo

puedo lograr esto?
...........................................................................................................
2. Veré a mi familia como mis mejores aliados para

toda la vida, los amaré y fortaleceré la unidad.
¿Cómo lo lograré?
...........................................................................................................
3. La superación, el estudio y el crecimiento serán

parte de mi estilo de vida. ¿Cuál será mi forma de
organizarme?
...........................................................................................................
4. Enfrentaré con fe los desafíos que se presentan

en el camino. ¿Cómo mantengo fuerte mi fe?
...........................................................................................................
Capítulo 6 | 83
5. Nunca perderé mi identidad, el valor que debo

darme, aprenderé a ver mis fortalezas y no mis de-
bilidades. ¿Cómo hago para mantener una actitud
sana hacia mí mismo?
...........................................................................................................
6. Seré objetivo en la vida. ¿De qué forma?
...........................................................................................................
7. Trataré a los demás como me gustaría que me

traten a mí. ¿por qué?
...........................................................................................................
8. Respetaré las diferencias de los demás. ¿cómo

hago para añadirles valor a las personas?
...........................................................................................................
9. Seré compasivo para con los demás. ¿De qué for-

ma puedo ayudarlos?
...........................................................................................................
...........................................................................................................
10. Me enfocaré en aquello que soy bueno (talentos

y habilidades) haz una lista de tus talentos y habili-
dades ¿Cómo puedo explotar esto?
...........................................................................................................
11. Trabajaré en mis debilidades. (Haz una lista de

tus debilidades y escribe la forma en la que puedes
mejorar en esa área, sin que eso se convierta en tu
prioridad).
...........................................................................................................
12. No negociaré jamás mis principios y creencias.

¿cómo?
...........................................................................................................
13. Amaré la excelencia y no toleraré la mediocridad.

¿Cómo hago para ser mejor? Trata de ser específico
mencionado cada área.
...........................................................................................................
14. Terminaré lo que empiece. ¿De qué forma me

organizaré para lograr esto?
...........................................................................................................
Capítulo 6 | 85
15. No me rendiré jamás. ¿Por qué estoy dispuesto

a no rendirme?
...........................................................................................................
16. ¿Qué es lo que quiero alcanzar en la vida? divide

también esta parte en áreas, para esto te dejamos
una tabla con un ejemplo que te ayudará a ser más
específico en lo que quieres lograr. ¡Comienza aho-
ra!
...........................................................................................................
...........................................................................................................
TIEMPO CUALIDAD QUE

PRIORIDADES METAS NECESITO PARA ¿QUÉ ME MOTIVA A
ESTABLECIDO ALCANZARLA?
ALCANZAR ESA META
1. Aumentar 30 minutos más. Disciplina. Mi amor por Dios.

mi tiempo
de intimidad.
2.
DIOS
3.
TIEMPO CUALIDAD QUE

ALCANZAR ESA META
1.
2.
CRECIMIENTO
PERSONAL
3.
1.
2.
MATRIMONIO

3.
1.
2.
HOGAR
HIJOS
3.
Capítulo 6 | 87
TIEMPO CUALIDAD QUE

ALCANZAR ESA META
1.
2.
TRABAJO
MINISTERIO
3.
1.
2.
SALUD FÍSICA
3.
1.
COLEGIO 2.
UNIVERSIDAD
3.
Claves para establecer metas:
1. Enfrenta los cambios
• Enfócate en los beneficios.

• Toma control de tu vida y direcciónala por
medio de los propósitos y metas.
• Si no la direccionas, el temor la direccionará
hacia la mediocridad.
2. Desarrolla la excelencia
• Todos tienen un área de excelencia, quizás

no en todas las áreas, pero sí que la tienes.
• ¿Qué te apasiona? ¿Qué llama tu atención?
¿En qué eres bueno?
3. Descubre lo que hay dentro de ti
• Dios te creó con mucha capacidad.

• No busques afuera sino dentro de ti.
• Trabaja duro.
• Esfuérzate.
4. Sé equilibrado en tus metas
• Personales.
• Familiares.
• Negocios y Carrera.
• Mejora continua.
Capítulo 6 | 89
5. Tus metas deben ser claras y medibles
• Tus metas deben ser claras y alcanzables.

• Tienen que ser medibles a través de los re-
sultados en la obtención de la meta.
• Deben ser específicas.
• Deben ser posibles de alcanzar y deben es-
tar bajo tu control y tu capacidad.
• No deben ser generales sino específicas.
• Deben ser a corto, a mediano y largo plazo.
(A corto plazo sería 10 días, a mediano sería
1 o 2 meses y a largo plazo 2 o 3 años y de-
bes dividirlas en mini metas).
Ejercicio para ayudarte a descubrir tu Propósito

y Meta:
1. ¿Qué cosas valoramos más en la vida?
• Dios.
• Tu familia.
• Tu desarrollo personal.
• Tu economía y bienes.
• Crecimiento intelectual.
2. ¿Cuáles deberían ser tus metas más importantes

en la vida?
• Dios.
• Familia.
• Crecimiento y desarrollo personal.
3. ¿Qué es lo que siempre has querido hacer, pero

has tenido miedo?
...........................................................................................................
4. ¿Qué tipo de actividades te dan satisfacción y fe-
licidad?
• Mi relación con Dios.

• Estar con mi familia.
• Mi crecimiento y desarrollo personal.
• .............................................................................
• .............................................................................
• .............................................................................
4. Prioridades
Cuando hablamos de prioridades hablamos de
aquellas actividades que contribuyen hacia la rea-
lización de nuestros propósitos y metas y no así
aquellas actividades que desvían nuestro poten-
cial, energía y atención en cosas que no son rele-
vantes, por ejemplo:
• Estar en redes sociales malgastando el

tiempo.
• Navegar en internet fomentando el ocio.
• Perder el tiempo en programas nada im-
portantes.
Capítulo 6 | 91
• Estar inmerso en problemas ajenos.

• Involucrase en actividades y vida social que
solo buscan diversión, placer, etc.
• El no saber decir NO a aquellas amistades
que no están enfocadas en nada bueno,
mucho peor en su crecimiento y desarrollo
personal.
Las prioridades dicen mucho acerca de la per-

sona porque son aquello que representa lo más
importante para ti. Si tu prioridad es, por ejemplo,
la vida social, eso refleja la falta de madurez, des-
orden y falta de visión que te caracteriza. Pero si
tu prioridad es Dios, los principios, tu familia, tus
metas y demás, entonces es claro que tienes una
visión clara del lugar hacia dónde quieres ir.
Todo lo que no contribuye a alcanzar tus propó-

sitos y metas déjalo de lado, de lo contrario estarás
provocando frustraciones, crisis y terminarás des-
enfocado. No vivas el momento y la emoción. Con
el tiempo vivirás con sentimiento de culpa, frustra-
do y deprimido.
Las personas que tienen prioridades planifican

y por ende saben lo que es más importantes, por
eso tienen todo bajo control. Estas son algunas ca-
racterísticas de las personas que se destacan y lo-
gran todo lo que se proponen.
• Han logrado un punto de equilibrio en sus

vidas.
• No improvisan.
• Se manejan con agendas (les ayuda a re-
cordar sus prioridades y por ende siempre
están libres de presión y crisis. Además, les
ayuda a enfocarse en las cosas que real-
mente son relevantes y a no distraerse de
sus propósitos y metas).
Las prioridades protegerán tu vida porque te

llevarán a hacer lo correcto en el momento justo
y de la manera correcta, y evitarán que te pierdas
haciendo lo que no contribuye a tus propósitos y
metas.
Las prioridades en tu vida te mantienen enfo-

cado en las cosas que son más importantes y te
garantiza una vida de progreso. Podemos lograr
muchas cosas buenas, pero si estamos enfocados
en las cosas equivocadas no veremos ningún pro-
greso, excepto frustración.
Las prioridades correctas protegen tus energías,

tus talentos, tus dones, tu tiempo, tus decisiones,
simplifican tu vida, te protegen de la indisciplina
e improvisación; es más, maximizan la efectividad
de tu vida que, por cierto, es una sola y demasia-
do corta como para desgastarla en cosas triviales,
rutinarias y que no tienen nada que ver con lo que
Capítulo 6 | 93
realmente es tu destino.
Las prioridades correctas simplifican tu vida. Si

quieres que tu vida sea simple, solo descubre cuá-
les son tus prioridades y vive en consecuencia a
ellas.
Jesucristo ha sido, es y será el hombre más ex-

traordinario que ha vivido y tuvo una vida exitosa,
fructífera, eficaz y efectiva. ¿Cuál crees que fue su
secreto?
Él dijo en Mateo 6:33 “Mas buscad primeramen-

te el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
os serán añadidas”.
Todo el tiempo de su ministerio en la tierra, Je-

sús se enfocó sólo en estos dos temas que fueron
su prioridad máxima, incluyendo sus principios, sus
leyes e instrucciones que eran la estructura misma
de su carácter. El simplificó la vida del hombre y
dijo que, quien tenga como prioridad el reino de
Dios y su justicia, tendrían una vida plena, exitosa,
satisfecha y próspera, realmente espectacular.
Lamentablemente las escuelas de liderazgo

moderna enseñan la clave del éxito de forma in-
vertida (las metas, lo material, enfocarte en aquello
que lucre, adquisición de bienes, relaciones, vida
social y Dios al final de la agenda) y es un gran error;
me atrevería a decir que esa es, más bien, la clave

para fracasar. Hay que retomar la fórmula o la cla-
ve original para tener un verdadero éxito de vida,
no podemos priorizar nuestras vidas alrededor de
las cosas o de las personas porque de lo contrario
nuestras oraciones empezarán a enfocarse exclu-
sivamente en nuestras necesidades. Jesús es muy
claro cuando nos dice que no nos preocupemos
por estas cosas, porque nuestro Padre celestial
sabe que las necesitamos.
“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos,

o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los genti-
les buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre ce-
lestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”.
Mateo 6:31-32
Jesús empieza diciendo: “No os afanéis por

vuestra vida” sin embargo, eso es exactamente lo
que hacemos. Nuestras vidas están llenas de pre-
ocupaciones, afanes por todas las añadiduras de la
vida, a tal punto que terminamos comportándonos
como aquellos que no conocen ni creen en Dios,
vivimos para trabajar y en eso se traduce el valor
y propósito de nuestras vidas. Y no estoy dicien-
do que no trabajes, pero el trabajo no puede ser la
razón por la cual debes vivir, la vida es mucho más
que el trabajo.
Capítulo 6 | 95
“¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más

que el vestido?” Mateo 6:25
La preocupación es lo más inútil e improducti-

vo en la vida, no ayuda para nada, no cambia nada
ni soluciona los problemas. Al contrario, nos con-
sume, estresa, enferma, nos bloquea, mata nuestra
sabiduría y creatividad y no nos permite pensar en
las posibles soluciones. Nuestro problema hoy es
que tenemos nuestra fe puesta en las necesidades,
en otras personas, familia, trabajo o el gobierno en
vez de ponerla en Dios.
Creo que todos somos atraídos hacia perso-

nas que tienen una vida enfocada, con propósitos,
metas definidas, prioridades, identidad, fe, convic-
ciones en cuanto a su destino, organizados, de-
terminados y con una vida que nos inspire. Y creo
firmemente que no ha existido otra persona como
Jesucristo que reúna estas cualidades, virtudes
y principios. Es por eso que siempre terminamos
hablando de El cómo nuestro modelo a seguir a la
hora de hablar de un plan de crecimiento y desa-
rrollo personal.
Definir las prioridades de nuestra vida es extre-

madamente difícil, si no entiendes el propósito de
tu vida. El propósito es definido como la intención
original en la creación de una cosa y Dios te creó
para que la vida la vivas a partir de una relación El.
Por eso el propósito es la fuente de motivación e

inspiración para todas las decisiones que tomes.
“En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido pre-

destinados conforme al propósito del que hace todas
las cosas según el designio de su voluntad”. Efesios 1:11
“Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas.
A Él sea la gloria por los siglos. Amén”. Romanos 11:36
• La prioridad más alta de Dios es restaurar

su autoridad en el corazón de los hombres.
• La vida, desde la perspectiva de Dios, nos
garantiza vivir una vida eficaz.
• La maldición más grande en la vida de una
persona no es haber fracasado sino el no
haber encontrado su vocación y propósito
de vida y encontrarse al final de sus días
haciendo algo para lo cual no fue creado.
Cabalmente ese es el mayor desafío en la
vida.
• Busca ser eficaz y efectivo a la hora de es-
tablecer prioridades en las cosas más im-
portantes y correctas. Ese es el desafío que
tienes.
• Simplifica tu vida como lo hizo Jesucristo.
Primero el reino de Dios y su justicia, lo de-
más será añadido; eso es enfocarte en lo
más importante y en lo correcto.
Capítulo 6 | 97
Algo que te recomiendo hacer una vez tengas

claras tus metas y que te ayudará a ser ordenado
y efectivo en todo lo que hagas, es manejar una
agenda personal de proyectos. Una agenda se usa
para organizar y guiar a una persona a alcanzar sus
metas y tiene el propósito de monitorearte a ti mis-
mo y medir tus resultados, controlar y analizar lo
que se ha ido haciendo a lo largo del tiempo y ana-
lizar si el tiempo ha sido correctamente invertido,
permitiendo una corrección futura y con ello una
mejora de la productividad.
AGENDA DE CRECIMIENTO PERSONAL

LABORAL Y
PERSONAL ACADÉMICO
• Mi relación con Dios. • Llegar a horario al trabajo.

Oración y lectura de la biblia
• Capacitarme (Diplomado,
• Crecimiento y desarrollo Doctorado, Licenciatura, etc...)
espiritual.
• No dejar nada pendiente, estudiar,
• Leer un libro por semana. ver fechas de examen y presentación
de informes de trabajos, etc.
• Alimentación sana y hacer
ejercicio • Tendré la actitud correcta.
• Tener un devocional con mi • Aprovecharé las oportunidades.

esposa y con mis hijos.
• Seré responsable.
• Seré disciplinado en los propósitos

y metas que quiero alcanzar en mi
trabajo y mis estudios.
Este es un ejemplo de cómo hacer una agenda

personal con horarios.
Nota.- No todas las actividades tendrán un horario establecido, sin embargo
puedes encontrar el tiempo para cumplirlas y medirlas de forma semanal o
mensual.
MODELO DE AGENDA PERSONAL DIARIA

HORARIO ACTIVIDAD
6:00 Tener mi tiempo de oración.
7:30 Desayunar saludable.
7:45 Salis al trabajo.
Llegar a horario:
8:00 Trabajar con metas
Preparar mi agenda laboral:

8:30 Pendientes - Revisar mis tareas.
12:30 Almorzar saludable.
19:00 Hacer deporte.

20:00 Evaluar resultados.
20:15 Leer mi libro.
20:45 Devocional familiar.
21:15 Cena.
21:30 Oración.
23:00 Descanso.
Las prioridades requieren enfoque, sabiduría,

discernimiento y disciplina para saber manejar el
tiempo. Se requiere de valentía para vencer tus ten-
dencias de dejarte llevar por la presión interna de
volver a dejar para mañana los cambios que debes
hacer hoy y para dejar de ser el prototipo de perso-
na que no sabe diferenciar un propósito, meta o di-
Capítulo 6 | 99
versión. Se requiere de valentía para tener dominio

propio y nunca más volver a ser una persona irre-
levante, desorganizada, mediocre e irresponsable.
Creo que a estas alturas debe haber quedado

claro que la palabra éxito tiene que ver con tener
un propósito de vida y establecer tus metas; lo de-
más no tiene ningún sentido. Los propósitos y las
metas están relacionadas con tu presente y desti-
no, con la clase de vida y de resultados que quieres
tener y es lo que te permitirá desarrollar los dones,
habilidades y talentos que Dios te dio, todo ese po-
tencial que está dentro tuyo sin explotar.
¿Sabes cuál es el propósito de tu vida?
¿Sabes qué es lo que quieres en la vida?
¿Estás dispuesto a pagar el precio?
Esto deberías enseñarle a tus hijos desde tem-

prana edad, se debería enseñar en los colegios y
universidades, se debería enseñar en las iglesias y
en los lugares de trabajo; esto ayudará a que los
seres humanos sean más exitosos y, si así se hiciera,
estaríamos cambiando esa mentalidad de medio-
cridad, temor al fracaso y confort, algo que lleva a
las personas a hacer el esfuerzo mínimo para te-
ner éxito y terminar buscando actividades que se-
rán placenteras, fáciles, divertidas; evitando todo
aquello que demanda esfuerzo, disciplina, incomo-

didad y programándose de esa manera para fraca-
sar en la vida.
La pregunta es ¿por qué la gente vive por deba-

jo de su capacidad y potencial? Estas son algunas
razones:
1. No se dan cuenta de la importancia de vivir con

propósitos y metas en la vida.
• No los motivaron a vivir por encima de sus

limites
• No les hablaron de estos temas.
• No les hablaron sobre el éxito.
• No les dieron el apoyo para lograrlo.
2. Tienen temor al rechazo.
• En algún momento los ridiculizaron, les di-

jeron “tonto”, “eso es imposible” “no lo po-
drás lograr” y permitieron que otros deter-
minen lo que pueden o no pueden lograr
en la vida.
• Creyeron en el “no puedo”, “¿y si no sale
bien?”.
• No entienden que el fracaso es esencial
para el éxito.
• No se dan cuenta que pueden sacar una
valiosa lección de cada fracaso.
Capítulo 6 | 101
Thomas Edison fue un hombre que fracasó in-

contables veces en sus más de dos mil inventos a lo
largo de su vida. Uno de los más conocidos y des-
tacables fue la bombilla eléctrica, con la cual realizó
cerca de mil intentos fallidos. Ante tal persistencia y
aparente necedad por lograr algo que parecía “im-
posible”, un periodista le preguntó: “¿Por qué insis-
te en la creación de la bombilla si ha fracasado ya
tantas veces?” a lo que Edison respondió: “No he
fracasado, solo he descubierto 999 veces de cómo
NO debo hacer una bombilla eléctrica”.
¿Tu continuarías después de miles de fracasos?
Si dijiste que no, esa es la razón por la cual no

eres exitoso. Si dijiste que sí, estás en el camino co-
rrecto, el camino hacia el éxito.
El exitoso va de la mano del fracaso y el fraca-

so va de la mano del éxito, donde hay éxito hay la
posibilidad de fracaso y donde hay fracaso hay po-
sibilidad de éxito.
5. ACTITUD
“Tu actitud, no tu aptitud, determinará tu altitud”.
-Zig Ziglar.
Tu actitud determinará cuán lejos llegarás. Una

vida de éxito o de fracaso dependerá de la actitud

que decidas tener frente a las oportunidades que
Dios te presente en la vida y de cómo enfrentes los
obstáculos.
Nuestra actitud es un sentimiento interior que

se expresa en la conducta exterior y puede con-
vertirse en nuestro mejor aliado o en nuestro peor
enemigo. La actitud es una elección tuya y de na-
die más, Dios te dará siempre la libertad para ele-
gir cómo ver la vida y cómo enfrentar los desafíos y
obstáculos que se presenten cada vez que quieras
desarrollar tu potencial.
El rey David fue un hombre que enfrentó mu-

chos problemas, críticas, rechazos e injusticias, pero
jamás permitió que esos problemas fueran una li-
mitante. Lee con mucha atención la forma cómo
se levantaba cada día y se hacía responsable de su
vida, él decía: “Este es el día que hizo Jehová; nos
gozaremos y alegraremos en Él”. Salmos 118:24
Este hombre al despertar cada mañana elegía

tener una actitud correcta, veía a Dios de su lado,
creía que ese día Dios cumpliría sus propósitos y
que se le presentarían oportunidades para crecer,
alcanzar propósitos y ver a Dios bendiciéndolo de
forma extraordinaria.
El Apóstol Pablo tenía una actitud similar. El li-

Capítulo 6 | 103
bro de Filipenses capítulo 13 expresa claramente el

sentir que este hombre tenía. No te enfoques en
los logros o fracasos del pasado, siempre proyéc-
tate hacia adelante. Quien jamás haya fracasado es
alguien que jamás ha logrado nada.
Alguien preguntó una vez: ¿Qué palabras des-

cribe lo que determinará nuestra felicidad, acepta-
ción, paz y éxito? Trabajo, educación, dinero, tiem-
po. Por fin alguien dijo: actitud. Nuestra actitud es
la fuerza principal que determinará si triunfamos o
fracasamos. Somos individualmente responsables
por la visión que tengamos de la vida. “Sería im-
posible calcular el número de empleos que hemos
perdido, la cantidad de promociones no logradas,
el número de ventas no realizadas y la cantidad de
matrimonios arruinados por nuestras actitudes po-
bres”. -John Maxwell
Es de vital importancia que si quieres tener éxi-

to en lo que vas a emprender necesitas confiar en
Dios, pero también en ti mismo. Para cultivar una
actitud positiva tienes que ver todo el potencial
que Dios puso en ti, querer desarrollarlo, buscar
oportunidades, aceptar nuevos desafíos y dar pa-
sos de fe.
Con frecuencia vivimos generando pensamien-

tos nocivos, destructivos, de angustia, miedo y
no podemos ponernos en contacto con Dios, con
nuestro potencial, con la realidad que nos rodea, y

no podemos ver que cada día es una oportunidad
que Dios nos regala para alcanzar nuestro destino.
Lo primero que tienes que hacer si estás dis-

puesto a ser exitoso, crecer y desarrollar tu poten-
cial es aceptar la vida como es que, por cierto, es
difícil, y ver los problemas simplemente como de-
safíos para desarrollar tu potencial. Luego tienes
que ponerte en contacto con Dios y contigo mis-
mo y preguntarte ¿qué me quiere enseñar Dios? y
¿Qué lección de vida puedo aprender con lo que
estoy enfrentando?
Luego no debes permitir que tu mente sea atra-

pada por pensamientos de temor, desesperación y
angustia. Te recuerdo que los pensamientos tienen
poder y autoridad (sea para bien o para mal). Afé-
rrate a la fe, a la verdad y a pensamientos podero-
sos que te impulsen a seguir adelante.
“Redefinir, reafirmar tus convicciones y tener la actitud

correcta ante los obstáculos de la vida te hace más
fuerte”. -Marcelo Salas Marchetti
“La vida es 10% lo que te sucede y

90% cómo reaccionas ante ello”.
-John Maxwell
Capítulo 6 | 105
Cuando nos vemos abrumados por los pensa-

mientos negativos basados en el miedo, no solo no
podemos avanzar hacia lo que queremos alcanzar,
sino que dejamos de verlo, perdemos la motiva-
ción y la fuerza; pero si logramos hacer prevalecer
nuestra fe y tenemos una actitud correcta, vere-
mos cómo se disipan los miedos, el negativismo, la
duda, el desánimo y se nos presentará un mundo
lleno de oportunidades.
La actitud es clave
• Enfócate en tus propósitos y metas.

• No tengas miedo de soñar en grande.
• Dedícale el tiempo necesario y alinea todas
tus actividades a tus propósitos y metas.
• Conviértete en tu mejor aliado.
• No dejes que nadie se interponga entre tú,
tus propósitos y metas.
• No escuches a los críticos, solo escucha a
Dios. El cree en ti.
• Jamás te desenfoques.
• No permitas que todo lo que acontece a tu
alrededor te afecte y te impida avanzar.
• Evalúa los riesgos y córrelos.
• Mantén la expectativa.
• Sé enseñable.
• Sé integro.
• Sé un hombre o mujer de palabra y cúm-
plela.
• Sé diligente y responsable, Dios no respal-

da personas perezosas e irresponsables.
“La excelencia no es una habilidad, es una actitud”.

-Ralph Marston
| 107
“No es lo que nos pasa,

sino lo que hacemos y cómo
reaccionamos ante lo que nos
pasa lo que determina cuánto
avanzamos o cuánto detenemos
el crecimiento”.
108 |
CAPÍTULO 7
¿Y SI FRACASO?
S eguramente alguna vez te preguntaste ¿Cómo

hacen las personas que llegan tan lejos en la
vida? ¿Cómo es que alcanzan resultados tan ex-
traordinarios, a pesar de los obstáculos, adversi-
dades, necesidades y oposiciones que enfrentan?
¿Cómo es que nada los pudo detener a pesar de
que no tenían condiciones económicas, venían de
familias desintegradas y pobres, no tenían forma-
ción ni estudio? Sin embargo, tenían algo en co-
mún, tenían una perspectiva correcta de la vida y
una actitud correcta hacia el fracaso; vieron más
allá de los obstáculos.
“A veces la adversidad es lo que necesitas

encarar para ser exitoso”.
-Zig Ziglar
La vida tienes que aprender a vivirla con fe y con

un alto sentido de realidad. Vamos a fallar, a fraca-
sar; pero eso es parte de la vida, lo que tenemos
que hacer es mantener la fe y el optimismo para
enfrentar el fracaso. A esta actitud le llamamos resi-
liencia. La resiliencia es la capacidad que tiene una
persona de recuperarse frente a la adversidad o el
fracaso para seguir proyectando un futuro glorioso
y seguir caminando hacia el exito que desea. Resi-
liencia es reinventarte, es remontarte después de
Capítulo 7 | 109
la caída.
La persona resiliente mira el sufrimiento o el fra-

caso como una bendición oculta, como una opor-
tunidad para aprender, como una prueba que tiene
que esforzarce por superar, ya que la grandeza de
la prueba determina la grandeza de su exito. El re-
siliente no se pregunta por qué le pasa esto o por
qué tiene que ser tan difícil, el resiliente se pregun-
ta cuál es el propósito de lo que está viviendo y qué
beneficios podrá sacar de esa situación.
La persona resiliente no mira el precio, mira el

resultado.
La persona resiliente no mira el tamaño del obs-

táculo, lo mide meticulosamente para saber cómo
podrá traspasarlo.
“La persona resiliente no se arruga frente a una prueba

dificil de superar, calcula el precio que tiene que pagar
para salir de ella”.
-Pierre Salas S.
Los fracasos son oportunidades

para aprender
En la sociedad en que vivimos, estamos mal acos-
tumbrados a llamar “fracasados” a quienes fallaron
en el intento de lograr algo. Sin embargo, siempre
he creído que no existen los fracasados, sino los

cobardes, aquellos que por miedo a fallar jamás
intentaron lograr lo que deseaban. Este tipo de
persona (los cobardes) siempre tienen cosas en co-
mún, como culpar a los demás, no volver a intentar-
lo, quedarse en el mismo lugar o darse por vencido
luego del primer error; por lo general se convier-
ten en sus propios enemigos, se rinden fácilmente,
se enfocan en lo difícil que sería volver a intentarlo
o en el riesgo de perderlo todo. Así como los co-
bardes, de igual manera los exitosos tiene muchas
cosas en común. Aprenden de cada intento fallido,
reconocen que el fracaso es un camino hacia el éxi-
to y no un lugar de destino, asumen la responsabi-
lidad, corren riesgos y siguen avanzando, enfrentan
el temor a fallar, persisten, jamás se rinden, siempre
ven con los ojos de la fe y son enseñables. Ambos,
tanto el exitoso como aquel que no se atrevió a al-
canzarlo, tienen una forma diferente de ver las co-
sas, esa es la única diferencia.
Definamos el fracaso:
• Fracaso es no saber quién eres, ni qué quie-
res lograr en la vida.
• Fracaso es morir sin haber desarrollado tu
potencial.
• Fracaso es dejar que las condiciones que te
rodean, te definan.
• Fracaso es no haber aprovechado las opor-
Capítulo 7 | 111
tunidades que Dios te dio de cambiar y

superarte, de inspirarte en personas que
vivieron experiencias similares a las tuyas,
pero decidieron convertir esas experien-
cias en fuentes de fortaleza.
• Fracaso es ser mediocre, conformista y vivir
por debajo del potencial que tenías, pero
que nunca desarrollaste.
• Fracaso es ser un incrédulo intencional y no
ver ninguna posibilidad de triunfo.
• Fracaso es tener pobre actitud a la hora de
enfrentar los problemas de la vida.
• Fracaso es rendirte cada vez que te equi-
vocas.
• Fracaso es mirar los obstáculos o lo difícil
que será alcanzar esa meta y propósito,
cuando son oportunidades que Dios te da.
• Fracaso es rendirte frente a las críticas.
• Fracaso es rendirte después del primer in-
tento.
• Fracaso es no haber tomado una decisión
y arriesgarlo todo por temor a fallar o que
no funcione.
Definamos ahora el éxito:

• Éxito es saber quién eres y lo que quieres
en la vida
• Éxito es perseverar hasta alcanzar lo que
quieres.
• Éxito es saber que en el camino hacia tu

sueño vas a fracasar (fallar) pero aprende-
rás grandes lecciones sin las cuales no po-
drías ser exitoso.
• Éxito es saber que todo lo que quieres al-
canzar en la vida es posible, pero depende-
rá de tu esfuerzo y sacrificio.
• Éxito es saber que la motivación viene des-
pués de la acción.
• Éxito es vencer tus miedos.
• Éxito es saber que si quieres algo tienes
que ponerte en acción y hacer que acon-
tezca.
• Éxito es saber que Dios te ha creado con un
potencial y la capacidad para desarrollarlo
• Éxito es hacerte responsable de vivir al
máximo y ver en cada obstáculo una opor-
tunidad.
• Éxito es no permitir que las condiciones
que te rodean te definan, sino Dios y la li-
bertad que Él te dio para decidir qué acti-
tud tener frente a los obstáculos de la vida.
• Éxito es aprovechar cada oportunidad que
Dios te da en la vida para cambiar, para su-
perarte, para inspirarte en personas que
han pasado por experiencias similares a las
tuyas (y muchas veces peores) y han deci-
dido sacar las enseñanzas más extraordi-
narias.
• Éxito es no conformarse y querer ser cada
Capítulo 7 | 113
vez mejor, más inteligente, más capaz, más

próspero. No se conforman porque ellos
saben que pueden dar mucho más.
• Éxito es tener hambre de gloria y que tu
vida honre a Dios y sea una inspiración para
otros.
• Éxito es enfocarte en las posibilidades de
triunfo, es dar pasos de fe.
• Éxito es no renunciar jamás a tus sueños
mientras tengas vida.
Ambos tienen la misma oportunidad en frente,

pero puntos de vista totalmente opuestos, unos
utilizan el fracaso para crecer y aprender, mientras
que otros lo ven desde un enfoque negativo y no
logran nada en la vida. El fracaso no te resta, al con-
trario, te suma. Todo depende de cómo veas el éxi-
to y el fracaso.
“Si aprendes de tus fracasos, no has perdido,

haz ganado y estás preparado para
escalar un peldaño más”.
Es un tema de perspectiva
Durante mucho tiempo pensé que el fracaso era
enemigo del éxito, pero estaba equivocado, cuan-
do cambió mi percepción del fracaso empecé a ver
la vida de otra manera y comprendí que todo lo
aprendido ha sido una consecuencia de cada fra-

caso en mi vida, es más, las experiencias reflexivas
de donde he extraído mucha sabiduría para tomar
mejores decisiones han venido de estos fracasos.
Poner en perspectiva tu vida es ser una persona

resiliente. Significa ver todos tus errores, fallas, fra-
casos y experiencias como parte de la vida que te
han dejado grandes lecciones, mientras continúas
avanzando hacia tus metas y propósitos de vida.
Es tener la capacidad de sobreponerte a todos los
momentos difíciles, sin perder de vista tus sueños
o metas.
“Recuerda que el fracaso es un evento,

no una persona”. -Zig Ziglar
Muchos le tienen temor al fracaso porque con-

sideran que los define y no es así. Si acabas de te-
ner un fracaso en cualquier aspecto de tu vida, no
lo asumas como algo personal. A lo largo de la vida
enfrentarás muchos fracasos de toda índole y no
puedes rendirte ante cada uno ni permitir que ellos
definan quien eres o lo que eres capaz de lograr. En
lugar de ello, busca sacarles provecho, aprende la
lección y avanza.
Cuando no tienes resiliencia, te concentras en

los problemas, en cuán dura es la prueba o el obs-
táculo que debes superar, en cuán dificil es alcan-
Capítulo 7 | 115
zar aquello que tanto anhelas y, por lo general, te

sientes víctima de tu sufrimiento; sin embargo tú
no eres víctima ni el fracaso te hace víctima. El fra-
caso lo único que hace es impulsarte a seguir pe-
leando por aquel éxito que deseas alcanzar.
Cuando la vida te susurre al oído que no eres lo

suficientemente fuerte para enfrentar la tormenta,
respóndele: “No soy una víctima, soy un conquista-
dor, nadie podrá pararme, nadie podrá detenerme,
voy a reinventarme, conocerán la mejor versión de
mí”.
Dios ha puesto en nosotros los seres humanos

la capacidad de sobreponernos a cualquier fracaso
como también la capacidad de re direccionar nues-
tra vida hacia nuestros sueños cuando un intento
fallido nos quiera sacar del camino.
Muchos quieren una vida exitosa sin asumir

riesgos, sin hacer nada, solo hacen meros intentos,
desean y sueñan, pero quiero recordarte que de-
sear y soñar no significa nada sin correr riesgos, tra-
bajar duro y ponerse en acción cada día.
Enfócate en aquello por lo que estás dispuesto

a dar tu vida, lo más importante, en aquello que es
tu pasión, con lo que sueñas, te despiertas, oras,
trabajas y no desistas hasta que lo hayas alcanzado.
Aprende de la experiencia
Piensa en cómo afrontaste situaciones difíciles en
el pasado. Ten en cuenta las habilidades y estrate-
gias que te ayudaron en tiempos difíciles. Incluso
puede ser recomendable escribir acerca de tus ex-
periencias pasadas e intentos fallidos en un diario,
ya que esto te ayudará a identificar patrones de
conducta positivos y negativos, errores que come-
tiste o malas decisions que tomaste (y a guiar tu
comportamiento en el futuro).
No pierdas la esperanza. No puedes cambiar el

pasado, pero siempre puedes mirar hacia el futuro.
Aceptar el fracaso e incluso anticiparte al cambio
hace que sea más fácil adaptarte a los desafíos fu-
turos y verlos con menos ansiedad.
No ignores las pruebas, en cambio, trata de de-

terminar qué se debe hacer ante ellas. Elabora un
plan de acción y haz algo al respecto. Aunque pue-
de llevar tiempo recuperarte de un fracaso o con-
tratiempo, es importante que sepas que las cosas
pueden mejorar si lo vuelves a intentar.
“Cuando parezca que todo acabó para ti, Dios te mos-

trará que esto recién empieza, porque lo que parecía tu
final será el inicio de tu mejor temporada”.
-Pierre Salas S.
Capítulo 7 | 117
El temor a Dios es el principio de la

sabiduría; la experiencia, la madre.
Es en medio de las malas experiencias, tribulacio-
nes o el dolor que podemos conocernos y saber de
lo que somos capaces de hacer y enfrentar. No es
lo que nos pasa, sino lo que hacemos y cómo reac-
cionamos ante lo que nos pasa lo que determina
cuánto avanzamos o cuánto detenemos el creci-
miento.
Alguien dijo en cierta oportunidad que la expe-

riencia es la madre de la sabiduría y eso me hizo
pensar que yo durante mucho tiempo viví toman-
do malas decisiones; y tenía muchas experiencias
negativas, pero que hasta ese momento no me ha-
bían enseñado nada; fue cuando puse a Dios en
la ecuación que completé esa idea y me propuse
sacar tremendas lecciones de esas experiencias.
Las malas experiencias cuando están manejadas

con la actitud correcta terminan siendo parte del
entrenamiento de la vida y te enseñan a:
• Ser más fuerte.

• Te añaden sabiduría.
• Te enseñan tenacidad y a levantarte una y
otra vez.
• Te ayudan a ser determinado.
• Descubres nuevas habilidades, destreza y
niveles de crecimiento.
• Te enseñan a asumir responsabilidades

• Te enseñan a conocerte a ti mismo.
• Te enseñan a asimilar la vida como es.
• Te enseñan a tomar una actitud optimista a
pesar de todo.
Una gran cantidad de personas no tienen idea

de lo que pueden llegar a hacer porque les han di-
cho que no pueden, que fracasarán y que no lo lo-
grarán; y ellas han vivido sosteniendo esas menti-
ras, dejando que esos comentarios negativos (que
por cierto muchas veces son mentiras) definan lo
que pueden llegar a ser y hacer. En la mayoría de
los casos, la gente acepta y cree estas mentiras por-
que no saben lo que realmente son, cómo se origi-
nan y lo que pueden llegar a producir en la mente
de alguien. En uno de mis libros titulado “Mentes
Poderosas” explico detalladamente todo lo relacio-
nado a este tema, ya que considero que la persona
atraviesa constantemente una lucha entre menti-
ras y verdades que se genera en la mente y que
puede llegar a producir ya sea un destino exitoso o
lleno de fracasos.
Una mentira es una expresión o manifestación

contraria y distorsionada a la verdad que se sabe,
se piensa y se siente. Es el nivel de realidad más
bajo en el que puede vivir una persona, pues fui-
mos creados a imagen y semejanza de un Dios
perfecto y no podemos hacer menos que vivir una
Capítulo 7 | 119
vida extraordinaria sin ninguna restricción o límite.

Estas mentiras (originadas en Satanás) son las que
muchas veces truncan tus propósitos, metas, sue-
ños y proyectos porque te hacen creer que no eres
capaz o que simplemente no te irá bien; y cuando
acuerdas, por prestar oído a donde no debes, es-
tás posponiendo o cancelando aquello que quizás
podía ser un gran emprendimiento o una oportu-
nidad para ver a Dios cumpliendo sus propósitos
en ti.
Una verdad, a diferencia de una mentira, es el

nivel más alto de realidad que tiene su fuente de
existencia en lo que Dios (como tu creador) piensa
de ti. Una verdad no es necesariamente la realidad
tangible y presente que te rodea, como tus lími-
tes externos (tu mala situación económica actual,
la falta de recursos u otros impedimentos, la crítica
ante la aparente imposibilidad de lograr algo, el re-
chazo de otros, etc.) sino que es aquel sistema de
creencias que construiste en tu mente en base a lo
que Dios dice que eres capaz de hacer. Por ejem-
plo: tienes una discapacidad, estás en una silla de
ruedas y los médicos no saben si volverás a ejercer
tu maravillosa carrera como competidor de 100 me-
tros planos, pues las secuelas que dejó tu acciden-
te son altamente graves. Esa es la realidad presente
que te rodea y una posible mentira sembrada en tu
mente que te puede hacer resignar a quedarte en
esa silla para siempre. Sin embargo, Dios dice que
eres más que vencedor, que todo lo puedes pues Él

es tu fortaleza, que Él puede sanarte, que no dejes
de creer, que no dejes de soñar, que no pongas tu
mirada en la situación que estás viviendo sino en
aquel que todo lo puede y que, con fe, perseveran-
cia y trabajo duro, podrás volver a correr. Si alimen-
tas esa verdad y vives en base a ella, es seguro que
en menos de lo que piensas, estarás nuevamente
en la pista.
Personalmente también he atravesado en mi

vida por periodos donde he sentido que las menti-
ras toman control de mi mente, de mi cuerpo y de
toda la realidad visible. He pasado por periodos de
fuerte estrés, ansiedad, pánico, desánimo e incluso
enfermedad y en todas ellas he tenido una fuerte
lucha en mi mente. En una ocasión en particular fui
diagnosticado con meningitis. El cuadro que co-
menzó a desarrollarse en mi mente fue catastrófico,
pues el diablo comenzó a trabajar con mis pensa-
mientos de una forma en que mi mente se debili-
tó. No solo luchaba con los síntomas físicos de la
enfermedad, sino también con los síntomas de
aquellas mentiras que estaban acabando con mis
esperanzas de vivir. En medio del dolor que sen-
tía en mi cuerpo, el estado de semiinconsciencia, el
miedo y la incertidumbre de lo que iba a pasar, se
cruzó por mi mente la posibilidad de morir, así que
llamé a mi hijo Pierre para encargarle a mi familia
y el ministerio que Dios me había encomendado.
Capítulo 7 | 121
Yo necesitaba un milagro, pues en el mejor de los

casos, los médicos habían dicho que quedaría con
secuelas de parálisis, ceguera u otras anomalías
más. Era el momento de pelear mi propia batalla
de fe, así que comencé a reprogramar mi mente,
a intercambiar pensamientos, a reemplazar aque-
llas mentiras de muerte y temor que me estaban
acabando, por las verdades que Dios decía de mí y
por la fuerte posibilidad que existía de ser portador
de un milagro de sanidad. El declarar la verdad de
Dios sobre mi cuerpo luego de estar más de 2 me-
ses hospitalizado fue lo que hizo que, al final de la
historia, recibiera uno de los milagros más maravi-
llosos que he experimentado, una sanidad total, sin
secuelas ni rastro alguno de que alguna vez en mi
cerebro hubo meningitis. Al día de hoy, no solo sigo
trabajando arduamente en el ministerio que Dios
me dio, sino que he alcanzado logros académicos y
empresariales que hacen de mí un hombre exitoso.
Las mayores barreras que tenemos los seres hu-

manos en esta vida son nuestra mente y los pensa-
mientos limitantes que permitimos, pues a través
de ellos construimos fortalezas que nos impiden
alcanzar el máximo potencial que tenemos como
personas.
Una fortaleza es un sistema de creencias con-

trario a la verdad de Dios que se construye en base
a pensamientos, sentimientos, razonamientos y ar-
gumentos distorsionados, confusos y engañosos,

en base a una serie de mentiras provenientes de
un estímulo que te rodea externamente (el siste-
ma). La principal característica de una fortaleza es
que se amalgama en la mente de la persona ha-
ciendo muy difícil desprogramar ese falso sistema
de creencias. Desde el punto de vista negativo, una
fortaleza impide la entrada de la verdad a la men-
te y al espíritu de una persona de forma revelada.
Las fortalezas quieren controlar y anular no solo la
mente de la persona sino también su identidad y
eso es algo con lo que el ser humano ha batalla-
do siempre. Desde el punto de vista positivo, una
fortaleza te da acceso a la verdad revelada, te vuel-
ve fuerte, consistente y te mantiene libre y en un
proceso continuo de crecimiento, pero también es
importante destacar que este sistema de creencias
esté fundamentado en la verdad y en lo que Dios
piensa de ti ya que dependiendo del concepto que
tengas de ti mismo y de la autoestima podrás direc-
cionar tu vida hacia tu destino. Como dice mi libro
“No Tienes Derecho a Vivir en el Pasado”, ambos, el
concepto y el valor, son componentes importantí-
simos para lograr tener una sana autoestima.
Cuando hablo del concepto de ti mismo me refiero

a las habilidades, talentos y capacidades que crees
que puedes desarrollar. Cuando hablo de autoesti-
ma me refiero al valor que te define como ser hu-
mano, lo que Dios dice que eres y lo que puedes
Capítulo 7 | 123
hacer. Por ejemplo:
• Eres un hombre, una mujer extraordinaria y

tienes un gran potencial.
• Estás empoderado para ser exitoso.
• Eres especial y único.
• No eres perfecto, por lo tanto, no deberías
tolerar la condenación y culpa.
• Eres comprado por un alto precio (la san-
gre de Jesucristo).
• Eres competente y capaz de lograr todo lo
que te propongas.
• Tienes un propósito en esta vida.
La aceptación y valoración de quiénes somos,

es eso que hará que se destruyan fortalezas de
mentira que hay en tu mente y que, fruto de reem-
plazar los pensamientos, se construyan fortalezas
para bien que edifiquen en ti una sana autoestima
y determinen cuán lejos llegarás en la vida.
La palabra autoestima se compone de dos ele-

mentos: “auto” que significa uno mismo y “estima”
que significa valorar o estimar. Por tanto, se pue-
de definir autoestima como la forma en la que nos
valoramos a nosotros mismos. La autoestima es la
estimación y valoración positiva de uno mismo. En
otras palabras, es la opinión o concepto (ya sea po-
sitivo o negativo) que tengas acerca de ti.
Tu autoestima está determinada por la clase de
pensamientos que comúnmente sostengas acerca

de ti: “No puedo, soy feo, no soy capaz, es dema-
siado difícil, soy un inútil, no sirvo para nada” o “soy
capaz, soy productivo, soy inteligente, puedo ha-
cerlo, voy a dar lo mejor de mí”. Hay un dicho que
dice: “Somos lo que pensamos” y a mí me parece
bastante acertado. Eres producto de lo que pien-
sas.
Tener una sana autoestima no significa creerte

más importante que los demás. Significa saber y
tener plena conciencia de que tu vida es infinita-
mente valiosa y tan importante como la de los de-
más, más allá de lo que los demás piensen o digan,
más allá de lo que hagas, sin necesidad que alguien
lo reconozca o lo exprese.
Tener buena autoestima es saber aceptar tus

fortalezas, pero también tus propios defectos, erro-
res y limitaciones sin llegar a menospreciarte o sen-
tirte menos, valorando el don de la vida por sobre
todas las cosas y trabajando duro en aquellas áreas
en las que tienes dificultad, sabiendo que puedes
lograr un cambio. Por esto, tener una autoestima
sana es una necesidad vital. Todo ser humano que
desee tener éxito en la vida, debe reflexionar acer-
ca de cómo está su autoestima y aprender a valo-
rarse a sí mismo. Pero para eso, debes entender
muy bien el tema de las mentiras, las verdades y las
fortalezas que éstas pueden construir en tu mente.
Capítulo 7 | 125
La autoestima puede ser modificada por la perso-

na tomando simplemente una decisión, edificar su
autoestima sobre la opinión y aceptación de la so-
ciedad –en cuanto a la apariencia, formación, ha-
bilidades y metas– o, por el contrario, tomando en
cuenta el punto de vista de Dios. Mientras la socie-
dad basa el valor de la persona en una determinada
apariencia física, Dios nos ama y acepta tal como
somos. El ser humano que decide fundamentar su
valor bajo una perspectiva cristiana reconocerá que
es muy especial, muy amado y que es aceptado de
forma incondicional por Dios, más allá de cuántos
fracasos hayas tenido en el intento por lograr tus
metas.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado

a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16
A algunas personas, sin embargo, les cuesta

trabajo modificar su autoestima o creer que lo que
Dios dice de ellas pueda ser verdad, pues han veni-
do creyendo mentiras que alguien más dijo sobre
ellas hasta llegar al punto de aceptarlas y vivir en
base a esas mentiras. Si ese es tu caso, aquí te dejo
algunas pautas básicas para mejorar o reconstruir
tu autoestima. Para lograrlo, no solo debes creer
que todo esto lo puedes hacer, sino que son cosas
que deben convertirse en un patrón dentro de tu
mente.
Cómo mejorar tu autoestima

1. Confía en Dios y en ti mismo
2. Auto motívate.
3. Cambia tu dialogo interior y piensa en lo
mejor de ti.
4. Reconoce que eres un ser humano en pro-
ceso de aprendizaje y quizás puedas volver
a errar.
5. No seas pesimista y ve lo bueno que hay
en ti
6. Conviértete en tu mejor aliado
7. Comienza poniéndote metas que puedas
lograr.
8. Siéntete orgulloso de tus éxitos - por pe-
queños que estos sean.
9. Aprende a amarte a ti mismo.
10. Rodéate de gente que sea un buen ejem-
plo a seguir y que te inspiren.
11. Date ánimo a ti mismo.
12. Confía en tus opiniones y en tus sentimien-
tos y exprésate de forma natural.
13. ¡Ten conciencia de quien eres! No seas co-
pia de nadie, sé auténtico, eres un hijo de
Dios.
14. Acepta tus puntos fuertes y débiles y tra-
baja en tus fortalezas.
Capítulo 7 | 127
“El mundo que hemos creado es un proceso de nues-

tros pensamientos. No se puede cambiar sin cambiar
nuestra forma de pensar”.
-Albert Einstein
“Preocúpate más por tu carácter

que por tu reputación, porque
tu carácter es lo que tú eres
realmente mientras que tu
reputación es lo que los demás
piensan de ti”.
| 129
CAPÍTULO 8
CREADOS PARA LA
GRANDEZA
N ada se compara con la emoción que impreg-

na el olor a transpiración cuando uno entra a
un gimnasio o evento de boxeo o de kickboxing
mientras dos peleadores se enfrentan en busca de
la victoria, eso a mí me fascina y emociona; eso sin
contar la euforia y la ovación del público.
Cuando Renzo Martínez, uno de los peleadores que

hemos formado en el Team Marcelo Salas logró el
knock out más rápido en la historia de la GWP (Or-
ganización más importante de Kick Boxing a nivel
Latinoamérica); mi hijo Pierre, con quien trabajo en
la formación de estos atletas y yo, estábamos de
viaje, pero mirando el evento trasmitido por FOX
SPORTS. Cuando vimos ese espectacular knock
out salimos al pasillo del hotel y empezamos a gri-
tar. La gente salió de las habitaciones para ver el
alboroto, pero no había forma de callarnos o silen-
ciarnos, estábamos eufóricos. Como equipo había-
mos mandado al mundo un mensaje: los bolivianos
somos grandes y los mejores en este deporte.
Fuimos creados por Dios para ser grandes, más

allá de que tu lo creas o no.
Cuando hablo de grandeza, hablo de desarro-

llar tu potencial para glorificar a Dios y para que tu
vida tenga un impacto en los demás.
Presta atención a lo que dice en 1 Crónicas 29:12

“Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas
sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y
en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos”.
En la biblia, encontramos una gran cantidad de

hombres que han sido engrandecidos por Dios y
eso no es algo que solo era para los hombres de
aquellos tiempos, no, sino para todo aquel que crea
que nació para ser grande. Presta atención:
David:
2 Samuel 7:9 "He estado contigo dondequiera que
has ido y destruí a todos tus enemigos frente a tus
propios ojos. ¡Ahora haré que tu nombre sea tan fa-
moso como el de los grandes que han vivido en la
tierra!".
Josué
Josué 1:5-6 "Nadie te podrá hacer frente en todos
los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré
contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate
y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por
heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la
daría a ellos".
Capítulo 8 | 131
Moisés:
Éxodo 4:21 "Y el SEÑOR dijo a Moisés: Cuando
vuelvas a Egipto, mira que hagas delante de Faraón
todas las maravillas que he puesto en tu mano".
Abraham:
Génesis 18:17-18 "Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a
Abraham lo que voy a hacer, 18 habiendo de ser
Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo
de ser benditas en él todas las naciones de la tie-
rra?".
Dios le dijo a Abraham en Génesis 12:2 “Te haré

famoso, bendito y grande”. Y ¿Qué dijo El Señor Je-
sús sobre nosotros los creyentes? Juan 14:12: "Les
digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mis-
mas obras que yo he hecho y aún mayores". Dios
tiene un propósito en este mundo y es engrande-
cernos para su gloria. Lamentablemente, muchos
han malentendido y usado esa grandeza para en-
orgullecer su corazón y, en el camino en busca de
alcanzar su mejor versión, se corrompieron y per-
dieron el verdadero concepto de grandeza.
Existen dos clases de grandeza en este mundo,

una que solo te beneficia a ti y alimenta tu ego y
otra grandeza transcendental que tiene un propó-
sito, que busca ser una inspiración y una motivación
para levantar el espíritu de la gente de generación
en generación. Esa es la grandeza que debemos
buscar una vez hemos logrado una victoria y nunca

olvidar que la capacidad, el talento o la oportuni-
dad que nos hizo lograr esa victoria, vino de Dios.
En la actualidad existen muchas personas que

han alcanzado cierto nivel de fama y reconoci-
miento social que se han mantenido con un cora-
zón humilde, pero hay otros que han echado mano
de esa fama para mal, siendo un mal ejemplo para
quienes los siguen. En el contexto de pleno siglo
XXI podrían nombrarse cantantes, actores de cine,
deportistas, empresarios de moda, presentadores
de televisión y muchos más que se suman a la lista.
Estas personas, comienzan a priorizar el dinero, la
fama, la vida superficial y los placeres por sobre los
principios con los que alguna vez edificaron sus vi-
das y comenzaron sus carreras, y terminan embar-
cados en un callejón sin salida.
Tristemente en las últimas décadas y genera-

ciones hemos visto que el fin de sus vidas es esa
cultura materialista y hedonista a expensas de su
desarrollo y vida espiritual, moral, matrimonial y fa-
miliar, sufriendo un continuo deterioro en todas las
áreas de sus vidas, cabalmente por haber invertido
el orden de valores y haber usado su grandeza para
mal.
Eso pasa justamente cuando no hemos enten-

dido la grandeza en términos correctos. Cuando
Capítulo 8 | 133
creemos que la grandeza solo tiene que ver con

lo mucho que podamos tener o hacer y no con la
abundancia de virtud que haya en nuestro cora-
zón. Tenemos la idea de que solo el que está en la
cima de algo es el campeón o triunfador, los de-
más no significan gran cosa. El más grande de una
empresa es su director, y el más grande de un país
o nación, es su presidente. El más grande alpinis-
ta es el que consigue escalar la montaña más alta,
y el más grande entre los hombres, es el que más
sobresale y el que tiene más poder. Qué falsedad.
La verdadera grandeza se desarrolla cuando vives
con un propósito, sabes lo que quieres en la vida y
la construyes con trabajo duro, esfuerzo, disciplina,
fe, persistencia, responsabilidad y principios.
Los cimientos de la grandeza

Creo que de nada serviría hablar de metas, éxito,
prosperidad o grandeza, si no hablamos de princi-
pios, pues son los principios los que te sostendrán
en el tiempo y harán que lo que lograste sea du-
radero y trascendental. Los principios y valores no
cambian, son eternos, no hacen distinción de raza,
género o edad. Direccionan la vida del ser humano
hacia su destino, son como una brújula en medio
de la crisis, las tormentas de la vida, la oscuridad, el
fracaso o incluso en periodos de gloria.
Los principios son reglas o normas que orientan

la acción de un ser humano, se trata de normas de
carácter general y universal: responsabilidad, trans-
parencia, respeto, verdad, justicia, disciplina, etc.
Los valores son aptitudes o cualidades indivi-

duales que definen la conducta de un individuo en
la sociedad. Dichos valores derivan de los principios
éticos universales, de allí que su objetivo sea guiar a
los individuos a obrar correctamente, de forma in-
dividual y colectiva. Los valores son internos y sub-
jetivos, y representan aquello que sentimos con
más fuerza; además, orientan nuestra conducta.
Estos dos (los principios y valores) combinados

y aplicados en tu vida, te garantizan una vida de
grandes logros continuos en todas las áreas de tu
vida, son una fuente de virtud y fortaleza.
Si decides construir una vida de éxito sin apli-

car principios, pronto ese éxito se convertirá en lo
que eres y dejará de ser lo que lograste. Muchos
han alcanzado el éxito, desarrollado su potencial,
se han convertido incluso en grandes Influencers
en la vida de otros, pero no han podido impactar
sus vidas más allá de llevarlos a imitar una conduc-
ta. Son los principios los que rigen el carácter del
ser humano y el carácter es lo que te lleva a hacer
que otros te sigan y quieran ser como tú, pero ese
carácter solo se construye aplicando principios a tu
Capítulo 8 | 135
vida que hagan que otros vean en ti lo que no ven

en los demás.
El construir el éxito en base a principios y valo-

res hará que tu vida cuente, que otros te respeten y
te sigan no solo por lo que lograste, sino por quién
eres y lo que representas en sus vidas. La grandeza
en ti se hará evidente no solo por tus resultados,
sino por lo que inspiras y lo que logras impartir en
los demás. Es ahí cuando tu éxito será trascenden-
tal y habrás alcanzado la verdadera grandeza.
Tengo muchas razones para presentar excusas

y decir yo no tuve un padre, las mismas oportuni-
dades que los demás, fracase en todo lo que in-
tenté en la vida, no logré nada hasta mis 24 años,
terminé siendo un adicto a las drogas; pero un día
decidí cambiar mi actitud hacia Dios, usar mi fe, ta-
lentos y habilidades que en el camino fui descu-
briendo en mi nueva vida y me convertí en todo lo
que ahora soy. Yo no empecé en el escenario en el
que me encuentro, empecé siendo un ayudante de
mecánico, chofer, en el coro de la iglesia, armando
tarimas en las cruzadas evangelísticas en la cárcel,
luego me cambiaba y subia a la plataforma, daba
mi testimonio, cantaba una canción y luego subia
el predicador. Predicaba en hospitales, en las pla-
zas. Empecé con una iglesia con 3 personas, luego
fueron 30, luego 3000, luego 7000. Sin importar el
escenario, empecé dando mi mejor esfuerzo y sien-
do responsable con lo que tenía. Creo firmemente

que uno tiene que empezar con lo que tiene como
punto de partida y tengo plena certeza que Dios
cumplirá con el destino que tiene para ti. Definiti-
vamente, Dios se ha engrandecido en mi vida con
un propósito:
• Restaurar miles de familias desintegradas.

• Ser de inspiración a miles de jóvenes que
tenían una vida sin sentido, sin ideales,
sueños y sin ninguna razón para vivir, que
ahora son campeones de KickBoxing.
• Rehabilitar miles de alcohólicos, pandille-
ros, drogadictos, prostitutas, homosexua-
les, depresivos, gente que para la sociedad
son una lacra, pero para Dios son seres hu-
manos llenos de grandeza, ya que fueron
creados a imagen y semejanza de él, solo
que no lo saben, están desorientados, ne-
cesitan un mentor, una guía, un padre, un
amigo, alguien que los lleve a Jesús y les
enseñe a creer que todo es posible.
• Brindar amor, asistencia y apoyo a presidia-
rios, ancianos olvidados en un acilo, gente
abandonada en los hospitales que ahora
tienen una nueva razón para vivir.
• Cobijar y reconstruir los sueños de tantos
niños de la calle y madres solteras a quie-
nes la calle y la falta de una familia les robó
su inocencia, y a una edad tan temprana
Capítulo 8 | 137
conocieron todo lo malo: El dolor, la ver-

güenza, los abusos, pero que ahora tienen
una familia en la Iglesia y en nuestro cora-
zón.
A menos que tengas a Dios en el centro de tu

vida, hayas entendido que naciste con un propósi-
to, tengas un plan de crecimiento personal y apli-
ques principios a todo lo que haces, el éxito que
consigas carecerá de sentido.
El deseo de Dios es que experimentes una vida

extraordinaria, fructífera, llena de resultados, de
éxito, de grandeza, pero no solo una grandeza ex-
terna sino también interna, que haga que seas una
influencia tan fuerte que te conviertas en un faro
en medio de la oscuridad de este mundo para que
puedas ser un agente de transformación donde-
quiera que estés. Esa grandeza que Dios nos da, es
para darle la gloria a Él y enseñarles a los seres hu-
manos a descubrir el valor que tienen y el potencial
con el que Dios los ha creado.
La grandeza es la herencia que

debes dejar a tus hijos
Muchos se han dejado engañar por el diablo, sus
malas relaciones, sus viejas creencias y esas men-
tiras han anulado y bloqueado su potencial, inclu-
yendo a los padres de hoy.
Nuestra cultura se ha extraviado del camino con

respecto a la crianza de los hijos, hay una carencia
de dirección y una incapacidad para auto gober-
narnos y gobernar nuestra familia. Hay un abando-
no en cuanto a la autoridad que los padres debe-
rían tener sobre sus hijos para educarlos, normarlos
y enseñarles quienes son, de donde vienen y cuál
es el propósito de su existencia.
La grandeza se la cultiva en los hijos, con el

ejemplo, cuando se pastorea el corazón, enseñán-
doles a discernir, a tomar decisiones, a ser valientes,
guerreros y a levantarse e intentarlo las veces que
sean necesarias hasta alcanzar su destino.
Aser, un hombre que la biblia menciona en el li-

bro de Génesis capítulo 46, tuvo 5 hijos: Imna, Isúa,
Isúi, Bería, y Sera. Sin embargo, mas adelante, la bi-
blia dice que fueron “Cabezas de familias paternas,
escogidos, esforzados, jefes de príncipes”.
Los hijos de Aser se convirtieron en hombres

cabezas, guerreros, valientes, responsables, fueron
hombres y mujeres grandes.
1 Crónicas 7:40 "El número total de hombres

disponibles para el servicio militar era veintiséis mil".
Aser solo tuvo cuatro hijos y una hija, pero de esos
5 hijos se levantó un ejército de hombres valientes.
Capítulo 8 | 139
Padres, críen guerreros poderosos, hombres y

mujeres de valor que no se rindan, que no teman
a los desafíos, decididos y temerosos de Dios. No
pierdan de vista el impacto que a largo plazo ten-
drán sus hijos en este mundo. No se conformen
con que sus hijos sean mediocres, prepárenlos para
la grandeza.
A pesar de haber vivido muchos años como al-

guien que no lograba nada ni sentía una carga por
nada ni por nadie, incluyendo por mi hijo a quien
abandoné durante sus primeros 6 años de vida,
Dios transformó mi vida y mi corazón y me dio una
de las cosas que más hace grande a los seres hu-
manos: Amor por mi, por mi familia, por aquellos
que viven presos de una realidad que no escogie-
ron, aquellos que están ciegos, fruto de la arro-
gancia y orgullo que hay en su corazón, amor por
aquellos que sufren, aquellos que lloran, y sobre
todo, aquellos que no conocen a un Dios poderoso
y transformador que un día me quitó el velo de la
mediocridad y me convirtió en un hombre diferen-
te: Responsable, maduro, trabajador, visionario y,
sobre todo, que enseña y motiva a mi hijo a ser la
misma clase de hombre.
Nadie en este mundo puede controlar lo que

acontece a su alrededor, pero si puedes controlar tu
vida, direccionarla con la ayuda de Dios, tener una
actitud positiva y caminar hacia tu destino toman-
do sabias decisiones. Sin duda tu vida será grande

y de bendición para los demás.
“El éxito es saber tu propósito en la vida, crecer para

alcanzar tu máximo potencial y plantar semillas que
beneficien a otros”.
-John C. Maxwell
No permitas jamás que tu vida sea direccionada

por lo que te pasa o por las personas a las cuales
les das el derecho de que te controlen y manejen
al permitirles que ellas decidan por ti, determinen
tu valor, lo que puedes lograr en la vida y lo que no
puedes lograr. Fuimos creados por Dios llenos de
grandeza, habilidades, un tremendo potencial. No
dejemos que otros pongan límites sobre nosotros y
vivamos por debajo del nivel de nuestra capacidad.
“Nadie te puede hacer sentir inferior

sin tu consentimiento”.
-Eleanor Roosevelt
Actúa y direcciona tu vida hacia tu propósito, no

la aceptes como una rutina, si no, alguien lo hará
por ti.
Dios te dio habilidades, talentos, dones y gran-

deza en tu interior, pero tú eres responsable de de-
sarrollarlos y de llegar a la meta y a destino.
Capítulo 8 | 141
Invierte tus fuerzas, inteligencia, capacidades

en algo que tenga relación con tu vocación, que
valga la pena y trascienda en el tiempo.

No corras con la gente, ni vayas en dirección
a dónde va la mayoría. Persigue tus propósitos y
metas y hazlo por convicción, busca la verdadera
grandeza, no dudes de la capacidad que tienes y
de lo que puedes lograr en la vida, ya que esto es lo
único que le dará valor y significado.
• Sácale un ¡Wow! a Dios y al mundo.

• Conviértete cada día en tu mejor versión.
• Sé el mejor en lo que haces.
• Vive de tal forma que te vuelvas indispen-
sable para el mundo.
• Nunca te olvides de tus inicios, de los más
vulnerables, de los que sufren, de los po-
bres, de los que necesitan tu ayuda.
• Vive para engrandecer y ayudar a la gente.
• Muéstrate fuerte, imparable e inquebran-
table.
• Enséñale a la gente a no temerle al fracaso
ni al dolor y que todo en la vida se puede
superar.
• No dejes nada para mañana, mañana es
una posibilidad, lo único que tienes es el
presente.
• Enséñale a la gente a no renunciar jamás.
• Jamás inventes excusas ni esperes que
todo a tu alrededor te favorezca, para to-

mar una decisión en medio de la adversi-
dad y problemas que tengas, que te impi-
da avanzar.
• Se firme y responsable en tus pequeños
comienzos y Dios te dará más. Para alcan-
zar la grandeza, avanza un paso a la vez. En
ningún área de tu vida podrás lograr todo
de una sola vez, si usas la lógica de buscar
la grandeza un paso a la vez quedarás sor-
prendido de qué puedes lograr.
¿Aceptarás el desafío de confiarle tu vida a Dios

para descubrir el potencial y la grandeza que hay
dentro de ti o irás en busca de esa grandeza auto
destructiva fuera de la voluntad de Dios para ter-
minar viviendo una vida sin sentido ni propósito? Si
estás dispuesto a asumir el desafío, prepárate, pues
cosas grandes vienen para tu vida y éste es solo el
comienzo.
| 143
BIBLIOGRAFÍA
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas han sido
sacadas de la versión La Biblia RV 1960, Amen-Amen, Inc. ©️1997, Bi-
blia de Estudio Ple nitud, RVR 1960. Todos los derechos reservados.
Algunas definiciones y conceptos han sido tomadas del diccionario
©️Real Academia Española, 2017. Todos los derechos reservados.
ALCANZANDO MI MEJOR VERSION
Marcelo Salas M.
Iglesia Tiempo de Cambio
Av. Escuadrón Velasco #302 Santa Cruz - Bolivia. www.iglesiatiem-
podecambio.org
Impreso en Santa Cruz de la Sierra Bolivia ©️2019 por Industrias Grá-

ficas Sirena
ISBN: ...........................................
DEPÓSITO LEGAL: ........................................
RESOLUCION ADMINISTRATIVA NRO. 1-636/2020
Redacción y edición de contenido: Gabriela Morales Vázquez

Diagramación: Rodrigo Morales Peña
PROHIBIDA SU REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL SIN PREVIA

AUTORIZACIÓN DEL AUTOR
©️TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

ALCANZANDO MI MEJOR VERSION - La - MARCELO SALAS

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ALCANZANDO MI MEJOR VERSION - La - MARCELO SALAS

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ÍNDICE

Si no tienes un plan de crecimiento personal,

Ha sido un largo camino recorrido en mi vida

El descubrir mi propósito me dio identidad, va-

El plan de crecimiento que encontrarás en este

que quieres y en la clase de persona en la que te

Creo que lo más valioso que tiene el ser huma-

Camina con hombres y mujeres visionarios que

que debes buscar, valorar y atesorarlos como algo

La lectura de este libro es una herramienta muy

P ara poder alcanzar un nivel óptimo de creci-

Las plantas para poder crecer necesitan primero

Hace algunos años, luego de realizar un estudio

Ante los inesperados y asombrosos resultados, de-

Luego de 5 años, cuando este mismo grupo de

Estos dos científicos decidieron hacer entonces

Los seres humanos nacemos genios, pero algo

que se nos venga a la mente. Sin embargo, mien-

Estos científicos descubrieron dónde estaba el

Mente Divergente: Una mente que se abre a nue-

Mente Convergente: Una mente que todo lo juz-

Con el pasar del tiempo, el sistema del mundo,

Existe dentro de la mente del ser humano una

¿Por qué la gente se siente infeliz, depresiva,

mi pasado entonces sería feliz”.

La verdadera causa está en lo que ellos eligieron

“Porque cual es su pensamiento en su corazón,

En mi libro “Mentes poderosas” enseño que los

¿Qué fue sembrado en tu infancia dentro de ti?

que te acostumbraron, en algún momento de tu

Antes de cualquier acción hay un pensamiento,

Las creencias son esos pensamientos construi-

Jorge Bucay narra el cuento del “Elefante enca-

una débil cadena simplemente porque de peque-

Cuando yo era pequeño me encantaban los cir-

guramente que al día siguiente volvía a probar, y

Este es sin duda un cuento extraordinario que

Creo firmemente y por experiencia propia que,

paz de lograr con la ayuda de Dios.

Dios nos ha creado a los seres humanos espíri-

Espíritu: Es la parte interior, invisible e inmaterial

Alma: Es la parte del ser humano que necesita ser

Cuerpo: Es la parte física y visible del ser humano

El alma está compuesta por intelecto, emocio-

sonas que nunca llegan a alcanzar su mejor versión.

1. Mente consciente: Es con la que piensas

Mientras que la mente consciente es la sede de

La mente subconsciente se encarga de hacer la

La mente consciente está en constante con-

cuando no haya sido alterada por nada (fármacos,

Recuerda que la mente consciente puede

Tu subconsciente no tiene la habilidad de razo-

Tu eliges tus pensamientos (aunque muchos re-

te en lo que sueñas y anhelas o en tus deficiencias

Recuerda, todo pensamiento que tu consciente

Si trabajamos en la reprogramación de nuestros

de sus pensamientos. Pero ¿Cómo hacemos eso?

El sustituir pensamientos será una disciplina

“Tienes una semilla de grandeza dentro,

¿Estás preparado para comenzar el viaje hacia

“No es cuestión de suerte, es

La responsabilidad es uno de los principios que

La responsabilidad tiene que ver con cuánto