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HOMILÍA MARTES DE LA 10ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

De la primera lectura y el salmo podemos decir que Dios no desampara a nadie, el conoce nuestra realidad,
nuestros sufrimientos, nuestros problemas y aunque a veces nosotros sintamos como la viuda de sarepta que no
podemos mas, que vamos a morir, que no somos capaces con las dificultades que ha en nuestra vida, Dios
siempre pone personas en nuestro camino para que nos ayuden a salir adelante, por que el es nuestro defensor y
escudo.
El cristianismo es una presencia transformadora y no una fuerza destructora, la sal añade sabor y preserva y
evita que el alimento se dañe , La luz no cambia una habitación: nos permite ver lo que hay en ella. Nos ayuda a
apreciar lo que es bueno y hermoso
Por eso significa ser sal y luz dela tierra tomar el la realidad del que esta a nuestro alrededor no para juzgarlos o
destruirlo con nuestros prejuicios sino para transformarlo con nuestro testimonio de vida.
En la antigüedad La sal se utilizaba para dar sabor, y evitar la descomposición de los alimentos. Sin sal, una
sociedad está abocada a la corrupción y a la descomposición de sus miembros y de sus instituciones. Por su
parte, la luz ha servido siempre para alumbrar y dar calor al hogar. Alrededor de la luz se reunían y se reúnen
las familias para compartir la sabiduría de los mayores. Por esto, la luz también representa el saber necesario
para la supervivencia humana. La luz ha señalado también el rumbo de los caminantes en medio de la noche.
Una sociedad que pierda la luz, termina perdiendo el saber y el sentido de su marcha hacia el futuro.
La sal y la luz son dos elementos que hacen parte de la vida cotidiana, en esta palabra tiene un sentido espiritual
y teológico muy profundo, la sal tiene que ver con el sabor y la luz con el saber
El sabor y el saber se convierten en una dualidad fundamental en el camino de la vida, porque vivir es ante todo
encontrarle a la vida sentido (luz) y gusto (sal). Es decir, hay que aprender a vivir con saber y con sabor. Si
logramos encontrarle a nuestra vida sentido pero no encontramos gusto, puede que se viva bien, pero habrá
frustración, tristeza y amargura porue no se disfruta lo que se hace . y lo mismo pasa Si vivimos con gusto, pero
sin encontrarle un sentido profundo, viviremos divertidos pero vacíos. Vivir con saber es vivir con sentido,
saber por qué se vive. Vivir con sabor es vivir con gusto, encontrar cómo hay que vivir. Y no tenemos que
perder de vista que a los corruptos, y a los que no quieren que el mundo encuentre su camino, les molesta la sal
y luz. Porque la sal solo arde en la mano herida y la luz solo molesta al que vive en las tinieblas

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