Orden de la Hora Santa

En esta forma se lleva el programa de la hora santa, para que participe la mayor cantidad
posible de personas.

(Nombre de la persona seleccionada)

Canción: “Cantemos al Amor de los Amores”
Oración: Saludo y alabanza _______________________________
Canción: “Mi Alma Alaba al Señor”
Oración: María Madre _______________________________
Oración: Batalla Espiritual _______________________________
Oración: Oración de una Madre _______________________________
Canción: “Renuévame”
Oración: Una Madre a ejemplo de Santa Mónica _______________________________
Canción: “Bendigamos al Señor”
Oración: Oración de un Padre _______________________________
Oración: Rogativa especial por los niños no nacidos
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Canción: “Yo no soy nada”
Oración: Arrepentimiento y Perdón _______________________________
Canción: “Se Siente Aquí”
Oración: Petición de los dones del Espíritu Santo
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Oración: Intención de reparación _______________________________
Canción: “Tu Reinarás”

Oración: Gozo y Oración _______________________________

Canción: “Altísimo Señor”

 Canciones para la Hora Santa

Cantemos al Amor de los Amores Renuévame Señor con Tu Espíritu

Cantemos al amor de los amores, Renuévame Señor con Tu espíritu...

cantemos al Señor: renuévame, Señor con Tu espíritu
¡Dios está aquí! y déjame sentir,
Venid adoradores, adoremos el fuego de tu amor,
a Cristo redentor. aquí en mi corazón, Señor,
y déjame sentir,
Gloria a Cristo Jesús: el fuego de tu amor,
cielos y tierra, bendecid al Señor: aquí en mi corazón Señor.
Honor y gloria a Ti,
Rey de la Gloria: Bautízame …
amor por siempre a Ti, Bendíceme …
Dios del Amor. Transfórmame …
Consuélame …
Unamos nuestra voz a los cantares
del coro celestial;
¡Dios está aquí! Se Siente Aquí
Al Dios de los altares alabemos
con gozo angelical. Se siente aquí (3)
El Espíritu de Dios se siente aquí
Gloria a Cristo ... Si los hombres de este mundo
Glorifican al Señor
Los que buscan solaz en la tristeza El Espíritu de Dios se siente aquí.
y alivio en el dolor;
¡Dios está aquí! Prepárate para que sientas (3)
Y vierte a manos llenas los tesoros El Espíritu de Dios,
de su divino amor Déjalo que se mueva (3)
Dentro de tu corazón.
Gloria a Cristo... Se mueve aquí ...
Se alaba aquí ...

Mi Alma Alaba al Señor

Bendigamos al Señor
Mi alma alaba al Señor
Y mi espíritu se alegra en su presencia Bendigamos al Señor
Porque Él, que es grande que nos une en caridad
Maravillas ha hecho en mi y nos nutre con su amor
Es santo, su nombre. (3) en el Pan de unidad.

¡Oh Padre nuestro!

Conservemos la unidad
que el Maestro nos mandó,
donde hay guerra que haya paz,
donde hay odio que haya amor.
¡Oh Padre nuestro!
El Señor nos ordenó
devolver el bien por mal,
ser testigo de su amor,
perdonando de verdad.
¡Oh Padre nuestro!
Al que vive en el dolor
y al que sufre soledad
entreguemos nuestro amor
y consuelo fraternal.
¡Oh Padre nuestro!
Yo no soy nada
Yo no soy nada y del polvo nací,
pero tú me amas y moriste por mí.
Ante la cruz, sólo puedo exclamar:
/tuyo soy /2
Toma mis manos, te pido,
toma mis labios, te amo,
toma mi vida, !Oh! Padre,
/tuyo soy /2
Cuando de rodillas te miro, Jesús,
veo tu grandeza y mi pequeñez.
¿Qué puedo darte yo?, sólo mi ser,
/tuyo soy /2
Toma mis manos, te pido,
toma mis labios, te amo,
toma mi vida, !Oh! Padre,
/tuyo soy /2
Se siente aquí
Se siente aquí (3)
el Espíritu de Dios se siente aquí
si los hombres de la tierra glorifican al Señor
el Espíritu de Dios se siente aquí.
Prepárate para que sientas (3)
el Espíritu de Dios
y déjalo que se mueva (3)
dentro de tu corazón.
Tu Reinarás
! ¡Tú reinarás!, este es el grito
que ardiente exhala nuestra fe.
! ¡Tú reinarás!, oh Rey bendito,
pues Tú dijiste, “Reinaré”.
Reine Jesús por siempre,
reine su corazón;
en nuestra patria, en nuestro suelo,
que es de María la nación;
en nuestra patria, en nuestro suelo,
es de María la nación.
Tu reinarás, dulce esperanza
Que al alma llena de placer
Habrá por fin paz y bonanza
Felicidad habrá doquier
Tu reinaras, dichosa Era
Dichoso pueblo con tal Rey
Será tu cruz nuestra bandera
Y tu Evangelio nuestra Ley
Tu reinarás en este suelo
Te prometemos nuestro amor
Oh buen Jesús, danos consuelo
En este valle de dolor
Tú reinarás, Reina y ahora
En esta casa y población
Ten compasión del que implora
Y acude a ti en la aflicción
Tú reinarás toda la vida
Trabajaremos con gran fe
En realizar y ver cumplida
La gran promesa: ¡Reinaré!

Altísimo Señor

Altísimo Señor,
que supiste juntar
a un tiempo en el altar,
ser Cordero y Pastor.

Quisiera con fervor,

amar y recibir
a quien por mí
quiso morir.

Cordero divinal por nuestro sumo bien,

inmolado en Salén, en tu puro raudal
de gracias celestial, lava mi corazón,
que el fiel te rinde adoración.

Suavísimo maná, que sabe a dulce miel,

ven y del mundo vil nada me gustará.
Ven y se trocará del destierro cruel
con tu dulzura la amarga hiel.

Oh convite real do sirve el Redentor

al siervo del Señor comida sin igual;
Pan de vida inmortal, ven a entrañarte en mí
y quedo yo trocado en Ti.

Si osare a ti venir das muerte al pecador

y de celeste ardor das al justo vivir.
Ay, que triste morir de vida en el manjar,
de tal veneno y muerte hallar.

Los ángeles al ver tal gloria y majestad,

con profunda humildad adoran su poder,
sin ellos merecer la dicha de gustar
el pan del cielo, hecho manjar.