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Título: Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino

ISBN: 950 605 237 9


Serie Tesis Doctorales
Tomo: pp. 1 a 161
Referato: no
Ciudad y país de edición: San Juan, Argentina
Editorial: Effha
Año: 2002 (1981)
Autor: Jorge Pickenhayn
Institución: Universidad de Buenos Aires
Área del conocimiento: Geografía Económica y Social. Geografía
Cultural
Palabras clave: Jáchal; integración; geografía

Integración de Jáchal en el
espacio funcional
sanjuanino.
Jorge Pickenhayn
Universidad de Buenos Aires
2002 (1982)
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~2~

Integración de Jáchal en el espacio


funcional sanjuanino.

Prólogo.

Cinco años de residencia en la provincia de San Juan fructifican en las páginas de


la presente obra. El autor, oriundo de Buenos Aires y marcado en su juventud por la
melancólica huella del Delta del Paraná, descubrió tarde la milagrosa feracidad del
oasis; el lejano silencio de la montaña. Quizá por este motivo el deslumbramiento fue
mayor. Se presenta aquí un testimonio humilde y fiel de las experiencias vividas en este
último lapso, como profesional de la geografía y como simple pieza del entorno.

Al concluir el trabajo, tesis doctoral para la Universidad de Buenos Aires, quien


escribe siente el impulso y el deber de destacar:

Su recuerdo y admiración hacia el Profesor Horacio A. Difrieri. Fue el primer


consejero, impulsor y crítico sagaz. No tuvo tiempo de hojear los originales porque fue
llamado cuando estaba en el vértice de una vida académica que difícilmente podrá
igualarse.

Su agradecimiento al Doctor Federico A Daus, a quien le cupo la responsabilidad


de dirigir la tesis y actuar como guía preclaro y comprensivo de los últimos pasos.

Su deuda de reconocimiento con el Profesor Héctor Domingo Arias, quien no


reparó en prodigar su fina erudición y su tiempo, con jovial paciencia, para que se limase
hasta la última aspereza de ésta Geografía de Jáchal.

Su afecto profundo por la copartícipe, paciente y leal de este gran esfuerzo. Este
libro esta dedicado a Mónica Beatriz Fos de Pickenhayn.

Se agradece también a maestros, colegas, alumnos y a ex alumnos, por su


colaboración y aliento; a los titulares de oficinas públicas donde se recabó información, y
cuya enumeración ocuparía páginas enteras, y muy especialmente al personal de la
Biblioteca Nissen de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la Universidad
Nacional de San Juan, así como a Manuel Sánchez, por su aporte invalorable en materia
fotográfica.

A todos, una palabra de gratitud, que no implica que les endilgue los errores que
pudieran haberse cometido.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~3~

El contenido de este trabajo gira alrededor de un eje principal que es la geografía


histórica de Jáchal. Las definiciones previas pretenden dar un marco inicial que sirva
como punto de partida. El enfoque sistémico de las últimas páginas responde a las
necesidades de presentar un planteo deductivo manejado en función de la síntesis total.
Finalmente las conclusiones para una geografía aplicada, están imbuidas de un espíritu
prospectivo. Son breves porque implican la firme voluntad de actuar, luego de un
examen profundo de la situación capaz de abrir el camino para alcanzar el más austero
de los resúmenes.

San Juan, diciembre de 1981.

...siete años después

Las característica técnicas de un trabajo de tesis, que, por lo general, va dirigido


a un número reducido de lectores, hace muy difícil la empresa de su edición.

De hecho, desde la defensa oral hasta la fecha han transcurrido casi siete años,
lapso durante el cual el autor ha publicado dos libros y más de treinta artículos
científicos. Al hacerse cargo de esta edición, la Universidad Nacional de San Juan
concreta un viejo anhelo ya que este tipo de obras reúne características afectivas
especiales por el logro personal y profesional que implican. Algunos datos, por lo
expuesto, han sufrido la lógica desactualización de tiempo, ese gran enemigo de la
geografía, ciencia del presente por excelencia.

A efecto de no desvirtuar las ideas originales, no se hicieron enmiendas, aún en el


convencimiento que muchos conceptos vertidos son perfectibles a la luz de nuevas
pautas que permitirían re–definir hoy las variables del paisaje estudiado. Esta
advertencia, empero, no cambia la esencia de lo que entonces quiso decirse y que aún
ahora se mantiene como un aporte en la senda de la verdad.

San Juan, 10 de mayo de 1988


Dr. Jorge A. Pickenhayn.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~4~

1.– Estudio preliminar.

Desde las primeras etapas del descubrimiento y colonización americana, la


ocupación del espacio se apoyó en un fluido mecanismo de circulación. Pocos
obstáculos naturales se impusieron al propósito expansivo de los españoles. La
presencia indígena, en cambio, fue motivo de mayores inquietudes.

En Santiago de Chile, uno de los puntos fuertes de la geopolítica hispana, el país


araucano representó la más amarga de las fuentes de preocupación. Un frente austral
"impenetrable" se imponía a todos los intentos de avance del conquistador. En las
llanuras cisandinas del Este, la presencia de asentamientos aborígenes era apenas
conocida a través de imprecisas referencias. Se explica así el interés de Valdivia al
enviar a Villagra para que, de regreso del Perú, dejara explorada y expedita la vía de
enlace transcordillerana.

La organización social que arraiga en estos parajes es de neto corte tribal y


resulta significativamente sólida. Prueba de ello es el ascendiente del cacique
Pismanta, en el valle longitudinal de Iglesia, de Pachimoco, en Jáchal, de Chancai, en
Mogna o de Corocorto, en la travesía del límite entre Mendoza y San Luis, cerca de las
Lagunas de Guanacache; quienes impusieron sus condiciones al crearse la estructura
administrativa hispánica.

Se configura inicialmente un sistema triangular de apoyo estratégico mutuo,


formado por las primeras poblaciones que fundaran los españoles desde Chile. Los
vértices fueron: Mendoza –fundada en 1561–, base y pilar logístico; San Juan de la
Frontera –1562–, clave de avanzada hacia el Norte, y San Luis de la Punta de los
Venados –1593–, puerta del Este, hacia el Atlántico.

A un período posterior, de diferentes características, obedece la culminación de


este proceso de fijación de asentamientos. En pleno Siglo XVIII, concretamente en
1736, se forma la Junta de Poblaciones en Santiago. Su propósito consiste en fijar los
aborígenes en poblaciones estables y controladas, evitando, de paso, asonadas
peligrosas como el entonces reciente levantamiento calchaquí que afectara hasta el
Norte de Cuyo. Se completa el esquema con Jáchal –1751– del que de inmediato se
desprenderán Móquina o Mogna –1752– y Ampacama, núcleos preferidos por los
caciques para mantener su autonomía. Estos poblados norteños se implantan en un
eje de contacto bien claro, entre el ambiente de la travesía, por el Este, y el dominio
precordillerano, por el Oeste. El recurso hídrico está representado por el valle inferior
del río Jáchal y, marginalmente, por el cauce transitorio del Bermejo, vínculo entre dos
espacios que son ajenos al ámbito local: la Cordillera Andina en sus nacientes y la alta
cuenca del Colorado, ya en los contrafuertes patagónicos.

El área de dominio de Jáchal fue, en un comienzo, mucho más amplia de lo que


hoy corresponde al departamento homónimo. El antiguo distrito, como lo atestiguan
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los primeros mapas del sector, abarcaba, solamente en San Juan, parte de Ullum y
Valle Fértil y todo Jáchal e Iglesia.

La región estuvo valorizada, al principio, debido a las expectativas mineras,


pero las supuestas riquezas de la Cordillera de los Andes no existían –al menos en las
medidas de las previsiones que se habían hecho–, en tanto que el oro y la plata de
Gualilán y Huachi, de explotación poco rentable, tampoco satisfizo los apetitos
europeos. El problema residía en que la variedad de esos yacimientos era grande, pero
la intensidad escasa, al menos, para los recursos de explotación con que entonces se
contaba.

El primer provecho económico que se consigue es la obtención de mano de


obra –indios encomendados– para el mercado consumidor de las minas chilenas. En
etapas subsiguientes, el área también se comporta como despensa, lista para proveer
el Pacífico, sumido, desde el principio de la conquista, en la Guerra de Arauco.

No sólo los araucanos fueron motivo de preocupación para los españoles; los
levantamientos calchaquíes a que más arriba se hizo referencia, afectaron también en
forma temprana las actuales provincias de Catamarca y La Rioja, así como la zona que
abarca los ambientes de travesía y precordillera en el Norte de San Juan. Jáchal es una
marca de avanzada desde San Juan de la Frontera, destinada a paliar la situación
mediante una estrategia: fijar a los indios en poblaciones estables, allí donde sean
fáciles de controlar.

No tardaron en hacerse necesarias otras actividades económicas. La ganadería


vino a resolverle este problema a los colonos. Si fueron los yacimientos chilenos los
que atrajeron al encomendero, ahora comenzaría a requerirse de animales de carga,
para complementar el sistema de faena en el socavón. El área en estudio fue entonces
el sector de invernada de la hacienda llanista, y un importante territorio de tránsito en
concordancia con los ciclos mineros del mercado consumidor.

Este proceso crece con el tiempo, y la faja amplia que comprende a Valle Fértil,
Jáchal, Mogna, Huaco, Huachi, Tucunuco, Niquivil, Tocota, Rodeo, Iglesia y otros valles
de altura menores, como Colangüil, Angualasto, Malimán, Guañizuil, etc., cumple un
ciclo histórico muy favorable, que se consolida en 1750 y alcanza un pico de bonanza a
fines del Siglo XIX, para decaer sensiblemente en 1910. El comienzo del esplendor
coincide con el comienzo de la Guerra del Pacífico (1847).

En lo que a integración se refiere, hay varios factores importantes que resulta


valioso recordar:

La dominación incaica de los pueblos precolombinos, según lo atestigua el


trazado de sus caminos de penetración, se trocó en corto lapso en dominación
hispánica. El polo funcional se corrió desde el Perú (Cuzco) hacia Chile. Fue Santiago el
asiento madre de las fundaciones de Cuyo, considerado entonces como una verdadera
trastienda de la Capitanía General de Chile. Esa función primigenia desapareció con la
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creación del Virreinato del Río de la Plata. En aquel momento, las protestas más
airadas de los españoles del Pacífico no surgieron por la desmembración de Cuyo sino
por la no inclusión de Chile en el nuevo territorio virreinal.

En 1820 La Rioja protagoniza un singular hecho político: pone de manifiesto su


firme voluntad de integrarse a Cuyo. La contrapartida sobrevendrá 30 años después;
es entonces Jáchal quien propone asimilarse a sus vecinos del norte. Esto revela una
marcada independencia de criterio respecto de quienes fueron, en su momento,
responsables de administrar estos territorios.

Minería, encomienda, pastoreo. He aquí los principales cánones del Norte


Sanjuanino. Falta empero un rasgo de trascendencia: el trigo. La base fue dada
también por el mercado consumidor de la minería, en este caso no sólo la chilena sino
–y muy especialmente– la de Chilecito (plata y oro de La Mejicana, Famatina). Este
trigo se caracterizó por sus altos rendimientos por hectárea y sus aptitudes
particulares para la panificación. Se trataba de variedades fuertes, resistentes al
traslado en chanas y al almacenamiento. Los costos de producción eran altos, debido a
lo imprescindible del riego. Fueron zonas trigueras Punta del Agua, Mogna, Huaco y,
en general, todo Jáchal. Aún se pueden ver los restos de viejos molinos en Mogna y
Huaco, testimonios del esplendor de antaño, como hitos de algo que difícilmente
volverá a repetirse.

Una crisis lenta, silenciosa, pero aparentemente definitiva, afectó al amplio


departamento de Jáchal, que desde hace algo más de cien años se contrae, perdiendo
territorios en favor de sus vecinos inmediatos (Ullum, Iglesia y Albardón). El comienzo
de la decadencia económica data de principios de nuestro siglo y es correlativa y
concordante con la imposición –a escala mundial– del sistema agroportuario que
jerarquizó a la ciudad de Buenos Aires y su hinterland, la Pampa Húmeda.

Siguieron a estos procesos de desintegración los problemas de la emigración.


"La llegada del ferrocarril –se dijo acertadamente– sirvió, junto con la pavimentación
de la ruta 40, para que emigraran los últimos jachalleros". Se fueron despoblando así
los pequeños oasis primero y la campaña de Jáchal más tarde.

A la luz del pasado todo parecería indicar que en la evolución del área falló un
eslabón primordial. Falló el salto entre la etapa de la economía de mercado y la de
especulación. Nunca pudieron compensarse los perjuicios ocasionados al relegarse la
ganadería y el trigo para adoptar cultivos de más alto rendimiento aparente, como la
cebolla, el tomate y el olivo.

El ganado, que se cruzaba herrado a Chile, dejó de ser un negocio rentable al


interrumpirse este tráfico tradicional, hasta tal punto que hoy la provincia debe
consumir carne proveniente de Córdoba, San Luis o La Rioja. El trigo, que ocupara
vastas superficies en el departamento, mermó con la llegada de la vías férreas. Es que
la existencia de una punta de rieles abrió inmediatamente la competencia con las
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poderosas regiones cerealeras de Córdoba y el frente Santa Fe – Entre Ríos por igual
que el de la provincia de Buenos Aires.

Las mejoras en materia de circulación favorecieron, en cambio, a todas aquellas


actividades que fueron capaces de resistir aceptablemente el libre juego de la oferta y
la demanda. El primer gran cultivo especulativo de la región fue la cebolla, que hasta
llegó a apodarse "el dólar jachallero". Las variedades que se producen en estas tierras
son de alto precio, debido a la necesidad de riego, pero de excelente calidad. Es cierto
que este tipo de artículo no es elegido por el consumidor por su presentación sino por
su precio, pero en favor de Jáchal puede decirse que los altos volúmenes producidos le
permiten, igualmente, una aceptable colocación en la plaza nacional y aún, algunos
años, en la internacional.

Cuando hay excedentes de producción en todo el país, la región que nos ocupa
atraviesa por una verdadera crisis. Al bajar los precios globales, ni siquiera conviene
retirar los tallos del surco, ya que la mano de obra y flete requeridos superan el nivel
de ganancias posibles, dado el bajo precio impuesto por la demanda. La cebolla
sanjuanina se hace verdaderamente competitiva recién cuando se pierden las
cosechas, lo que suele suceder en los años muy lluviosos, trágicos para el productor
del Este. Los máximos enemigos del chacarero son, en este orden, la intermediación y
los peligros de la importación. En el primer caso, reside en la capacidad del
intermediario toda posibilidad de especular con el producto. También en él decantan
las ganancias de los buenos años. Esto hace que se atenúen las ventajas periódicas que
el artículo podría ofrecer al productor directo. El segundo problema radica en el
comportamiento de la demanda interna, representada en este caso por las provincias
de Buenos Aires, Córdoba y la Capital Federal. Cuando el precio de la cebolla aumenta,
la demanda presiona, muchas veces con éxito, para lograr la apertura de la
importación, lo que produce una caída automática en cierto modo lógica.

A pesar de los inconvenientes enunciados, es muy difícil que el productor


decida cambiar de ramo. La cebolla, con los problemas que su cultivo acarrea, le
brinda una mediana estabilidad, que es su verdadera inquietud; cualquier intento de
diversificación o cambio radical es visto como un salto al vacío, con alarmantes e
irreversibles consecuencias. Aún así, no son pocos los que, presionados por conjeturas
desfavorables, han intentado una transformación.

Otro cultivo que ocupa un importante sector de la población es el tomate. Se


produce en el bolsón de Jáchal la variedad "perita", de especiales dotes para la
elaboración de salsas, puré y extractos enlatados. El mercado consumidor es
compartido entre los de Córdoba, San Juan y Mendoza (agregándoles las ciudades del
Noroeste Argentino). Debe aclararse que no se trata del único departamento
sanjuanino que produce tomate. Con más de 100 hectáreas plantadas figura
Veinticinco de Mayo, Calingasta, Sarmiento y Caucete. Si bien es Jáchal un importante
productor en el orden departamental, es mucho menor su superficie plantada que, por
ejemplo, la que se dedica al trigo.
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Con el propósito de mejorar el ritmo de producción y favorecer, a corto plazo,


la oferta de mano de obra, se alentó en el departamento la cooperativa Clancay –hoy
nuevamente en manos privadas–, dotada de una planta para la industrialización del
tomate. Si bien la iniciativa fue muy interesante, los resultados no alcanzaron el éxito
esperado. Es que falta en el productor un espíritu cooperativo que movilice
adecuadamente al sistema. La planta en sí podría solucionar los problemas de crisis de
oferta, haciendo stock en los años de bajo precio del tomate fresco, y vendiendo en
épocas en que escasea el artículo. Sin embargo, el productor, en la época de beneficios
inmediatos e individuales, destruye el esquema: cuando la demanda externa es buena,
vende toda su producción a buen precio y olvida que su cooperativa tiene que
producir para mantener una clientela estable; en los años en que merma la demanda,
exige que la cooperativa lo resarza, comprándole todo. Lo que olvida es que como no
aportó en los años buenos, la empresa no cuenta con líquido para adquirir el producto
e industrializarlo. Así falló el proceso por sus bases, y los problema financieros
terminaron devorándose lo que fue un meritorio intento.

Con una tendencia favorable adquiere relieve en el municipio la producción de


aceitunas. El área de plantación abarca especialmente la periferia del valle principal.
Los rendimientos son altos si resultan bien administradas las condiciones de riego. Se
dedican a la actividad dos asentamientos en particular, Tucunuco y Niquivil. Las
cosechas anuales tropiezan con la mala conservación de los plantíos y la carencia de
mano de obra.

Es muy escasa la producción vitivinícola, lo que coloca a Jáchal entre las


excepciones a los oasis de piedemonte. En cambio, tiene productos que, como el
membrillo, el zapallo y la sandileja, resultan de interesante rendimiento –siempre en
pequeña escala– activadas por la industria casera que inserta especialidades
regionales de buena aceptación, tanto en el mercado turístico de la ciudad de San Juan,
como en los comercios bonaerenses.

A pesar de las manifestaciones actuales de la actividad económica, podría


afirmarse que hay poca tradición agrícola en Jáchal. Siguiendo costumbres que son
relicto de un viejo esplendor, el jachallero es trashumante. Esta idiosincrasia, asociada
a la forma de sentir del arriero, es también motivo de emigración, lo que genera una
degradación en cadena. Cuando se produce la decadencia, los más laboriosos y útiles
abandonan la tierra. Se van también los que tienen fortuna y educación. Prueba de los
efectos de éste fenómeno es el porcentaje de la población del departamento respecto
del total de la provincia, que en 1914 fue el 11%, en 1947 del 6,6%, en 1960 del 5,5%,
en 1970 del 4,8% y en 1980 del 3,96%. Este último censo acusa una densidad magra
que cierra el panorama: 1,25 habitantes por km².

Si el uso de la tierra es en la actualidad predominantemente agrícola en las


áreas bajo riego, y dedicado al pastoreo de bajo rendimiento en las sierras y llanos
áridos (abstracción hecha de la minería), la distribución de las propiedades obedece a
un esquema que no encaja adecuadamente con el cuadro económico general. El último
Censo Nacional Agropecuario destaca que hay 391 explotaciones de menos de 5
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hectáreas (y que ocupan en total 974,1 has.), 415 de 5 a 25 has. (4.831,6), 171 de 25 a
100 (8.544,9), 42 de 100 a 200 (6.405 has.), 23 de 200 a 400 (6.725,8), 7 de 400 a
1.000 (5.260,0), 2 de 1.000 a 2.500 (3.169,0), 2 de 2.500 a 5.000 (7.650,0), 1 de 5.000
a 10.000 (8.004,0) y 5 (!) de más de 10 mil hectáreas (961.251,0).

Las tierras rurales están en manos de un grupo de propietarios que no se


dedica directamente a su explotación. La forma más común es la de trabajo por medio
de contratistas. También es corriente el alquiler de los campos, aunque las rentas no
suelen ser muy elevadas. El verdadero agricultor no tiene tierras, lo que no es muy
aconsejable tratándose de cultivos destinados a la ubicación especulativa.

Debido a la cantidad de planes de fomento impuesto durante los últimos años y


a la abundancia de créditos con favorable financiación que se destinaron al
departamento, la mecanización en el campo es alta. El número de tractores por
hectáreas revela la existencia de muchas maquinarias –no todas en buen estado– al
servicio de poca superficie de cultivo. El problema, visto en detalle, reside en el mal
empleo que se hace de toda esta infraestructura.

Retomando el problema ganadero, ahora visto desde la óptica del presente, su


panorama no es muy propicio para Jáchal. Como queda dicho, en los sectores donde la
carencia de agua impide otro tipo de actividad, la cría de caprinos es una aceptable
forma de aprovechamiento, en base, por supuesto, a una economía de subsistencia
rudimentaria. La presencia de forrajeras en campos regados –especialmente de alfalfa,
que resiste múltiples y rendidores cortes en el año– permite que los potreros de las
zonas favorables tengan una buena disposición para la cría y mantenimiento de
rurales. El ganado vacuno ha perdido su trascendencia dentro del sistema económico,
especialmente por la gran competencia que desencadenó el transporte rápido.

Muchas veces se consideró como promisoria la actividad tambera, dada la


excelente potencialidad de un cercano mercado consumidor como lo es San Juan. Los
establecimientos que existen, sin embargo, son rudimentarios y no reúnen las
condiciones mínimas exigibles. "La Gloria", el tambo más importante, abastece con su
producción al consumo local. La falta de una planta de pasteurización hace que la
planta de distribución deba realizarse en el momento del ordeño, sin envases
individuales y sin que exista posibilidad alguna de almacenamiento.

Los antecedentes aportados por la arqueología regional ya dan cuenta de una


actividad de gran trascendencia. Se trata de la minería. Es ella precisamente quien
alentó obras como el Camino del Inca, vía de penetración y dominio, tanto económico
como cultural. Hoy, solamente la explotación de las canteras de caliza justifica el
funcionamiento del ferrocarril. El destino principal de esta caliza es la producción de
acero, por lo que su explotación interesa particularmente a SOMISA. Merece especial
mención la planta “El Refugio”, de Goransky, dedicada en su mayor parte a la
producción de cal. Los yacimientos de oro y plata, en cambio, no son explotados como
antaño, dado que su rendimiento no es satisfactorio.
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Entre los minerales de reciente interés, cabe citarse a los esquistos


bituminosos de Agua Hedionda y Huerta de Huachi, que se completan con otras áreas
próximas de frecuente detección, las áreas de posibilidades uraníferas del
departamento se hallan en estudio por parte de la Comisión Nacional de Emergía
Atómica –CNEA–. En cuanto al petróleo se tiene certeza de su existencia pero las
perforaciones realizadas hasta el presente no han comunicado éxito alguno.

Resta esbozar, por último, el problema del agua que, en realidad, no es tal, a la
luz de ciertas claves habitualmente no manejadas. El dique Pachimoco y las obras
complementarias que él trajo aparejadas dio al valle principal buenas posibilidades de
riego. La red de distribución es adecuada, y acepta las modificaciones formales que
puedan hacérsele en el futuro. El problema de la conductividad de las aguas, tan
comentado al ponerse en el tapete el caso de Jáchal, no es tan grave, en verdad. Los
problemas básicos, son las falta de nivelación de las tierras de regadío y la carencia de
técnicas para lograr un uso racional del agua una vez que ésta ya ha sido distribuida.

Informaciones dadas a conocer por el Poder Ejecutivo Nacional en materia de


política energética y de obras de infraestructura básica, hacen descontar la
realización, por cuenta del estado federal, de la gran obra del Dique Cuesta del Viento
cuyo propósito es doble: regulación de caudales y obtención de energía hidroeléctrica.
Esta realización, que deber ahora ser encarada por la provincia, tendrá otro objetivo
además de los citados: detener las aguas, favoreciendo así la decantación de sales y la
seguridad de un caudal de aprovechamiento permanente. Los aportes de energía
barata favorecerán asimismo la radicación de actividades secundarias, hecho que
originaría cambios sensibles en el cuadro económico.

A modo de presentación se ha esbozado un panorama descripto en forma casi


intuitiva. El desarrollo del presente trabajo pretende compaginar en detalle cada una
de las manifestaciones expuestas hasta alcanzar un cuadro de situación sobre el que
sea posible proyectar soluciones válidas.

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2.– Definición de conceptos en tratamiento.

Se tratará de establecer precisiones respecto de los términos que se manejan


en el presente trabajo, muchos de los cuales han tenido interpretaciones diversas,
según el momento en que fueron utilizados, los autores que lo han hecho, los fines
perseguidos y aún la rama científica en que se encuadra su obra. Del mismo modo,
contribuye a esta anarquía en materia conceptual, la versión de los traductores de
investigaciones extranjeras y, finalmente, la honesta preocupación de cada autor por
encontrar sinónimos y giros que eviten las repeticiones molestas en sus textos, aún en
detrimento de la pureza de los significados.

El problema más delicado lo constituye la palabra "integración", cuyo empleo,


tanto en el lenguaje cotidiano, como en el académico, se adecua a diversas variantes
conceptuales. Se han rescatado las más importantes:

a) asimilación;
b) agregado de un elemento en una composición total;
c) auto afirmación de los rasgos o perfil de un objeto;
d) capacidad de un conjunto o sistema cuando logra el funcionamiento
óptimo de cada una de sus partes en relación con los intereses
globales del todo;
e) evolución de un sistema o modelo en el tiempo;
f) proceso de unificación entre varias unidades antagónicas;
g) Coordinación entre varios órganos o disciplinas;
h) definición de la estructura que confirma la independencia de un ente;
i) composición coherente de algo disgregado.

Muy distinto hubiese sido el contenido de la presente obra si se hubiese


adoptado el cualquiera de las dos primeras versiones ("a" o "b"). Jamás se pretendió
proponer que Jáchal se asimile a San Juan como trastienda pobre y dependiente,
carente de significado intrínseco. Es más, creemos que en el lento proceso de
asimilación pasiva, es donde reside la causa primordial de su estancamiento.

En consecuencia, nos acercamos a un concepto de integración más cercano a


"d", "h" e "i". Se apunta en este escrito, a definir las claves espacio–temporales que
justifiquen la valoración de las fuerzas internas de Jáchal sobre la base de una
estructura funcional capaz de componer coherentemente sus elementos disgregados.

Menos complejo, en la medida en que ha sido tratado con menos asiduidad,


resulta fijar el concepto de espacio funcional. Hemos seguido especialmente los
razonamientos claros del doctor Raúl Rey Balmaceda1 y del arquitecto Patricio H.

1
REY BALMACEDA, Raúl "Geografía regional. Teoría y aplicación", Buenos Aires, Estrada, 1972.
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Randle2 sobre el tema, basándonos en sus referencias acerca del espacio jerarquizado
y ecológico, respectivamente. El espacio funcional es de base terrestre y carácter
antrópico. Lo define su cohesión y el monto y dirección de los flujos dentro de una
estructura jerarquizada. Su dimensión vital es la de las relaciones, en mutuo y
recíproco entendimiento de los factores hacia una finalidad delineada para el
conjunto, el espacio funcional tiene un alto componente temporal. Es por ello que en
su tratamiento, se ha buscado una sólida justificación de la Geografía Histórica al
esquema regional.

No cabe duda acerca del carácter regional de este trabajo. Sin embargo, el autor
se ha cuidado de evitar en lo posible el uso del término región. Esto se debe a varios
motivos:

a) las dificultades de adaptar a una escala grande la exigencia de su


definición, en lo atinente a la magnitud que se considera
técnicamente aceptable;
b) la continuidad formal del paisaje más allá de los límites
departamentales;
c) las conexiones funcionales del espacio estudiado respecto de la
capital provincial, y
d) la condición de Jáchal como polo de cuarto orden en el rango
jerárquico nacional.

En síntesis, se preferirá hablar del espacio humanizado a través de los oasis


que tienen su epicentro en el bolsón de Jáchal, antes que de región o subregión,
términos que desde el punto de vista del análisis locacional serían imprecisos.

Otra idea que se manejará repetidas veces es la de sistema geográfico. Si bien el


concepto se definirá más detenidamente más adelante, conviene puntualizar el
enfoque de antemano. Con Hall y Fagen3, entendemos en principio por sistema a "un
conjunto de objetos y las relaciones entre éstos y sus atributos". En geografía, los
modelos más utilizados corresponden a sistemas abiertos (por sus relaciones con el
entorno), dinámicos (regidos por el principio de actividad), complejos (por reflejar
manifestaciones de la geodiversidad terrestre) y adaptativos (porque implican una
constante tendencia a la autorregulación, concordante con la finalidad que los
anima)4.

Respecto de las unidades ambientales que se manejarán, se distingue entre:

a) Las manifestaciones del substrato:

2
RANDLE, Patricio "El método de la Geografía. Cuestiones epistemológicas", Buenos Aires, Oikos,
1978.
3
HALL, A.D. & FAGEN, R. E. "Definition of System", General Systems Yearbook, 1, 1956.
4
PICKENHAYN, Jorge A. "Aportes de la Teoría General de Sistemas a la metodología geográfica",
Madrid, 1981.
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El dominio de la montaña
El dominio del desierto
b) Los condicionantes del asentamiento humano:
El río
Los bolsones
c) Los ámbitos generadores:
Oasis

La primera distinción (a) se basa en el criterio de los espacios homogéneos. La


montaña está representada por las estribaciones de la Precordillera de La Rioja, San
Juan y Mendoza; el desierto coincide con las travesías áridas de la depresión del
Bermejo. El contacto entre ambos est representado por la base de los faldeos
orientales de las últimas lomas y cierras, que son, de Norte a Sur, la Sierra de la Batea,
la Sierra de Yanzón, las Lomitas de Chincaguala, los Altos de Huaco, la Barranca de los
Loros, la Serranía de Mogna, los Bordos Negros y el Alto de Mogna.

En el segundo caso (b) se diferencian los bolsones –concretamente, el de Jáchal


y el de Matagusanos– y la clara impronta dejada por el río Jáchal, desde que recibe
hasta sus últimos grandes tributarios e ingresa en el departamento, hasta que se
pierde en las ciénagas, salinas y bañados de la travesía de Ampacama.

Respecto al paisaje de bolsones, observaba el profesor Horacio A. Difrieri:

"Este término, tomado de una denominación popular mexicana, suele aplicarse a


relieves de edad reciente que consiste en valles estructurales –no de erosión fluvial–
parcialmente colmados por detritos que han concurrido desde las sierras circulantes, en
particular desde las del Oeste, en los bolsones de nuestra región. Se produce así un
proceso de enterramiento progresivo de los relieves en sus propios restos, explicándose
de ésta manera el acertado nombre de cementerios de montañas que le aplicara
Rovereto.(...) Los abanicos de deyección, unidos entre sí, forman planos inclinados
suavemente hacia el centro del bolsón".5

Es un bolsón típico el del Sur (Matagusanos), no así el de Jáchal, que ha sufrido


un proceso particular que lo vincula al río. En efecto; el cauce homónimo ha actuado
como capturador, penetrando en su recinto y produciendo, consecuentemente, una
boca de salida, en el paraje de Portezuelo. De aquí en adelante, el eje fluvial tuerce su
rumbo, primero hacia el Sur, hasta llegar a Tucunuco, y de allí al Sudeste, para
alcanzar Mogna, poco antes de adquirir características de caudal transitorio, en los
ramales de El Zanjón.

El término oasis tiene connotaciones culturales, ya que allí donde se conjugan


la presencia de suelos medianamente nivelados y agua, dentro de un marco general de

5
DIFRIERI, Horacio A., "Regiones Naturales", en APARICIO, F. de (et al.) "La Argentina, Suma de
la Geografía", Buenos Aires, Peuser, 1958.
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~ 14 ~

aridez, el hombre acude para aprovechar los esquivos dones que en otros sitios el
ambiente le ha negado.

En Jáchal el río no se contentó con quebrar la clausura de lo que, por ese mismo
motivo hoy se denomina "semibolsón", generó además un amplio oasis de singulares
posibilidades en su interior.

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Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 15 ~

3.– Oasis de Jáchal.

El gran oasis de Jáchal y sus dependencias abarca un vasto sector del Norte de
la provincia de San Juan, comprendido entre los siguientes puntos extremos:

Norte: 30º 01' 10" latitud Sur.


Sur: 30º 42' 30" latitud Sur.
Este: 68º 17' 30" longitud Oeste.
Oeste: 68º 46' 26" longitud Oeste.

Naturalmente, entre estas coordenadas no todo es oasis. La superficie


concretamente beneficiada por el recurso hídrico representa sólo el 15 por ciento del
espacio que abarque el marco referido.

El epicentro demográfico es la ciudad de San José de Jáchal (situada a los 30°


14' 15" de latitud Sur y 68° 44' 40" de longitud Oeste, según la hoja 5 "Jáchal" de la
Dirección Provincial de Catastro).

Siguiendo una metodología aconsejada por el Profesor Horacio A. Difrieri, se ha


realizado la siguiente clasificación general:

a) Oasis de bolsón:
Oasis central de Jáchal
Ciudad – Chimbas
El Vivero – La Puntilla
La Frontera – Entre Ríos
Villa Mercedes – Gran China
Pampita – El Médano
La Legua – San Isidro
Arbol Verde – Pampa del Chañar
La Quebrada – Tamberías
La Falda – Bella Vista
Pampa Vieja – Otra Banda
El Fical
Oasis de Niquivil
San Roque – Agua Negra
Cruz de Piedra – El Fuerte
Volcán – Corral de Piedra
Niquivil Nuevo – Agua Escondida
Colonia Fiscal – Niquivil Viejo
Oasis de Tucunuco
Agua de la Zorra – Agua del Salado
Agua Loma Redonda – Tucunuco
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
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b) Oasis de contacto (entre la montaña y el desierto)


Oasis de Huaco
Villa Dojorti – Alto de Huaco
Agua Hedionda
Oasis de Mogna
Mogna – La Toma
El Retiro – Algarrobo Amarillo

c) Oasis de proyección (núcleos aislados)


Punta del Agua (extremo del río Huaco)
Huerta de Huachi (vertiente propia)

Si se hace abstracción de la población mínima diseminada en los puestos de


cabras precordilleranos y del Bermejo, así como de los núcleos mineros (no se conoce
ninguno que esté habitado en el presente), sitios que por otra parte tampoco son
reflejados en los censos, toda manifestación humana queda comprendida en los oasis
que se mencionaron y sus comarcas dependientes.

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Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
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4.– Geografía histórica de Jáchal.

No es posible encarar el problema de la integración de Jáchal en el espacio


funcional donde se desenvuelve si se desconoce la raíz cultural que justifica, en un
marco cronológico, la configuración actual del paisaje.

Y no se trata exclusivamente de conocer el plano de los escenarios tal como


históricamente se fueron sucediendo. También es menester descubrir las apariencias,
los dramas, la respuesta humana en su contacto con el entorno, su sensibilidad frente
a las discontinuidades reales, los cambios en el comportamiento.

Para captar estas manifestaciones se han efectuado cortes en el pasado que


permiten analizar los rasgos de mayor significado para la geografía allá donde surgen,
alcanzan su apogeo o declinan. En cada etapa se ha buscado un tipo característico de
percepción, revelador del diálogo entre los estímulos y respuestas de su época. Se
complementa este enfoque con el surgimiento de líneas maestras que dan continuidad
al plan geográfico. Estos temas verticales emergen en cada período para adquirir
contenidos diferentes.

Se consideraron, para exponer la problemática territorial que nos ocupa, cinco


períodos cuya individualización es clara: el primero, refleja la compenetración
ecológica del indígena con su ambiente; el segundo, explica la estrategia ordenadora
de la Junta de Poblaciones; el tercero, da cuenta del apogeo ganadero; el cuarto, pone a
Jáchal en las circunstancias de asimilar un evento trascendente como la llegada del
ferrocarril; el último se maneja con las variables que intervienen en la representación
actual del proceso conjunto que protagonizan el hombre y el espacio.

Los temas verticales seleccionados también merecen una justificación previa:

a) Recursos naturales. Su estudio y análisis se realiza donde su


presencia resulta determinante. Ello no basta para que también se lo
considere como elemento del substrato en otras etapas, en especial si
su influencia es notable.
b) Recursos humanos. Se encara el estudio dinámico de la población a
través de los censos y recuentos parciales registrados, asimilando los
datos al perfil de cada una de las etapas.
c) Análisis espacial. Implica el seguimiento de las estrategias
territoriales y sus connotaciones en la evolución de las pautas
ocupacionales.
d) Género de vida. Abarca el complejo de actividades habituales,
característico de un grupo humano y ligado a su desarrollo cultural y
tecnológico en el tiempo. Se pone especial énfasis en el instrumental
como testigo de las formas activas de adaptación de tipo humano al
medio geográfico.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 18 ~

e) Paisaje. Expresión máxima de la geografía, en este caso refleja las


condiciones del entorno tal como se manifestaron en épocas
pretéritas hasta alcanzar la perspectiva actual.
f) Economía. Sus alcances permiten valorar el plano de los intereses
humanos y justificar las transformaciones culturales del medio.
g) Historia y comportamiento. En el rastreo histórico documental se
atendió un doble propósito de esbozar las características de la malla
tejida por civilización en el transcurso de los años (historia política) y
determinar claramente las aptitudes y actitudes del habitante en
referencia al paisaje de su horizonte cotidiano (geografía de la
percepción).
h) Sistemas. La actitud del autor ha consistido en observar los objetos
como conjuntos de fenómenos interrelacionados. La complejidad
pierde así su carácter de obstáculo y se transforma en epicentro de
los estudios. En concordancia, los modelos de aplicación más tratados
fueron el ecosistema, el hábitat y la empresa.
i) Grados de integración. Se trata del nervio conductor del complejo
total investigado. Cada nivel se asienta en casos distinto de cohesión
y límites. En una palabra, su tratamiento implica ver a la región
funcional en movimiento.

A efectos de guiar los pasos siguientes del trabajo se presenta a continuación la


matriz hueca que muestra, gráficamente, las relaciones cuya evaluación se pretende.
Su indagación, en actitud de desentrañar las claves elementales, representa el tronco
en torno al cual se materializa toda la obra. (Ver lámina I)

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Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
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4.1.– Cortes horizontales

Se reseñan a continuación las épocas elegidas así como los hitos que delimitan
temporalmente a los distintos períodos:

Etapa Hito temporal Evento que lo justifica

Indígena 8.000 AC Aparición del hombre


1551DC Llegada de Villagra

Junta de 1551 Llegada de Villagra


Poblaciones 1776 Virreinato del R. de la Plata

Ganadera 1776 Virreinato del R. de la Plata


1914 IIIer Censo Nacional

Ferrocarril 1914 IIIer Censo Nacional


1947 IV° Censo Nacional

Actual 1947 IV° Censo Nacional


1981 Presente

Es necesario aclarar que las fechas consignadas son un simple apoyo


metodológico, ya que en todos los casos los sistemas no se interrumpen
abruptamente. Las estructuras pretéritas subyacen en los paisajes de nuevo cuño,
haciendo que la transfiguración sea lenta e impregnada de elementos contradictorios.
Otro detalle de interés: las etapas no se esfuman en el tiempo; cada una es el rechazo o
la asimilación de las anteriores; la posteridad queda asegurada en la marca indeleble
que, en su momento, le imprimieron al paisaje. Detrás de la geografía actual hay una
sumatoria dramática de experiencias vitales del pasado.

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Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
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4.1.1.– Indígenas.

Muchos son los vestigios impresos por el indígena en la configuración actual


del territorio de Jáchal. Si bien es cierto que ya se han extinguido hace tiempo los
últimos resabios étnicos, sus usos y costumbres dejaron testigos de comportamiento
en la población, aún hasta nuestros días.

La presencia humana previa a la conquista, se caracterizó por la marcada


asimilación de los grupos respecto de su entorno. Esa complementación, esa
amalgama del hombre con el paisaje definió los términos de un verdadero diálogo
ecológico de sutil equilibrio.

El indio fue escrutador y discípulo del ambiente; se valió de sus dones y se


cuidó de sus peligros, pero aún en sus mayores picos de actividad, su papel no llegó a
ser el de ordenador del espacio. En el escenario de su drama cotidiano no hubo nunca
cambios de decorados por él impuestos. Más aún, fueron los actores quienes se
retiraron cuando las condiciones del medio les resultaron adversas.

Las culturas de cuño autóctono dieron testimonio de permanencia en la zona


por un lapso veinte veces mayor al que –hasta la actualidad– registra la civilización
europea, pero si bien las primeras se caracterizaron por la sumisión ambiental, y la
segunda por la voluntad creadora, sería injusto separar en forma tajante el mundo
aborigen del mundo blanco.

Ambos mundos han sido términos de una resultante común. Si la geografía


actual de Jáchal se materializa a través de la impronta técnica de Occidente, sus
estructuras profundas, su raíz folklórica, acusan la presencia de una conducta
colectiva ancestral, una forma de percepción, que es indiana.

Para enriquecer el esquema arqueológico, se hace indispensable una


presentación previa del teatro de los acontecimientos: el substrato y las
connotaciones del modelado reciente, a través de los episodios geológicos del
Cuaternario.

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~ 21 ~

4.1.1.1.– Condiciones y evolución geológica del substrato

Considerando la superficie que actualmente ocupa el departamento de Jáchal,


un enfoque geomorfológico elemental permite hacer una partición longitudinal en dos
dominios netamente diferenciados: la Precordillera al Oeste, compuesta por
elementos positivos, y la Depresión de la Travesía al Este, definida por la confluencia
de los ríos Jáchal – Zanjón y Bermejo.

En el primer dominio abundan los afloramientos de estructuras del Paleozoico,


compuestas generalmente por sedimentitas del Carbónico y Devónico y por calizas,
lutitas y areniscas del Cambro–Ordovícico.

Su tectónica obedece a un proceso en etapas, donde la acción de varios


movimientos orogénicos ha dejado su huella. Bracaccini señala la existencia de una
fase inicial generada entre el Ordovícico y Gotlándico (tacónica),6 a la que deben
sumarse movimientos anteriores al Carbónico Inferior, intercarbónicos y post–
carbónicos. El ciclo andino reactivó la orogenia local sobreelevando y modelando la
Precordillera en una fase que tiene su punto culminante en el Plioceno. La
configuración actual testimonia además la activa sismicidad del área como la acción
reciente de los agentes erosivos. Refiriéndose al sector, opina el Dr. Aparicio:

"La Precordillera de San Juan, tiene como característica esencial, la presencia de


largos y angostos cordones montañosos, generalmente fracturas, de dirección Norte –
Sur Nornoreste – Suroeste, que son aprovechadas por valles longitudinales, o dando
lugar a veces a cuencas cerradas o bolsones. Las fracturas que la delimitan, sobre todo
las de su borde oriental, presentan señales de reactivación reciente"7.

Entre los principales cordones se destacan: Sierra del Volcán, de Yerba Loca, de
La Batea, de Yanzo, Lomitas de Chincaguala, Bordos Negros, Sierra Negra, Sierra de
Jáchal, Morada de Huaco, de las Salinas, Talacasto, Loma de los Pozos, Loma del
Jarillal, Sierra de Mogna, Sierra Morada, Sierras de la Tranca y del Durazno,
distribuidos según se ilustra en el mapa correspondiente. (Ver lámina II)

El sistema orográfico está cortado por el cauce del río Jáchal, que se comporta
como antecedente. Desde su origen –en la confluencia del río Iglesia – Colola con El
Blanco– hasta la Puntilla, se orienta netamente de Oeste a Este, para volcarse luego en
dirección Sudeste primero, y Sud más adelante. La presencia de las Barrancas Blancas
por el Sur y la Sierra de Mogna por el Norte lo encauzan en el rumbo Oeste – Este, con

6
BRACACCINI, C. "Investigaciones tectónicas de la Precordillera Sanjuanina", Buenos Aires,
Boletín de Información Petrolífera, N° 301, 1950.
7
APARICIO, Emiliano Pedro, "Rasgos geomorfológicos de la Provincia de San Juan". San Juan,
Acta Cuyana de Ingeniería, Vol. VIII, 1966.
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~ 22 ~

el que alcanzará las Travesías, tras haber cortado la Sierra Morada y los Bordos
Negros, con el nombre de Zanjón.

El segundo dominio, la Depresión de la Travesía, es una amplísima cubeta de


sedimentación integrada por rocas sueltas de diversa granulometría y de origen casi
enteramente cuartario. Su ancho es variable. Tiene 30 kilómetros a la latitud de los
30° Sur, y el doble en el límite austral del departamento, sector donde se bifurca en las
travesías de Mogna y Ampacama, debido a la presencia del cerro Pie de Palo.

Su altura media es de 650 metros s. n. m., aunque ofrece desniveles de 500 a


1000 metros respecto de sus contrafuertes laterales. En conjunto, se define como un
hundimiento tectónico entre dos bloques levantados. Los depósitos fluviales –
particularmente abanicos de deyección– y eólicos –como médanos y barjanes– han
aportado rasgos nuevos a la fisonomía general, a la que se suman la impronta de
torrentes secos, cauces abandonados del Bermejo y el asocie del algarrobal y el
chañar.

En su interior se encuentran médanos, como el de Guevara, Blanco, de Clemen,


de la Placita, Atravesado, Colorados, Huasil, de la Pampa y Verde; bajos, como el de
Caballo Anca, de los Toros y del Conrado; ciénagas, como las Ciénagas Verdes, Zanjón
Viejo y Agua del Colorado, y salinas, como El Salitre, Campo de la Sal, Alto de Mogna y
Flores.

Geológicamente se ha descripto el proceso general hasta la llegada del hombre,


hace unos 10.000 años, pero el esquema resultaría incompleto si no se tuviese en
cuenta la influencia decisiva de las etapas glaciares e interglaciares en el conjunto.
Especialmente en estas últimas resultará fundamental la influencia de los caudales
hídricos vertidos desde la Cordillera de los Andes sobre los bolsones precordilleranos
y la Depresión de la Travesía. Fue precisamente en estas partes de relieve negativo en
la que los caudales superaron la capacidad de contención de los cauces dando lugar a
vastas superficies de inundación. Las consecuencias inmediatas a la formación de
estos lagos fueron:

a) Deposición de limos y sales que afloraron después de la evaporación.


b) Consiguiente formación de barriales, ciénagas y salinas.
c) Cambios notorios en el clima local.
d) Consiguiente alteración de los seres fitosociológicos y en la fauna.
e) Alteración en el diseño de avenamiento general con captura de los
espejos de agua por los mayores cauces.

En este ambiente palustre debieron producirse las manifestaciones


primigenias del hombre. Dice Rosendo Pascual:

"Los grandes espejos hídricos, hace 10.000 años, correspondieron a un


interglacial; época de los Grandes Lagos, según la denominación de Ameghino. Los
hombres de la cultura de Ayampitín comían una cantidad de animales que ahora no
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 23 ~

podrían vivir jamás en ese lugar. Animales pastadores y los que vivían de esos
animales".8

La biogeografía del sector se caracteriza por el signo de la aridez, que si bien no


se ha manteniendo constante en los últimos milenios, ha determinado los principales
rasgos de su ecosistema. Fundamental para la subsistencia de los primeros estadios
culturales –reflejos e intuitivos, siguiendo el esquema de Lütgens9, el desarrollo y
evolución de la flora y la fauna resultó armónico respecto de las variantes climáticas, e
hídricas, en consecuencia.

Influyeron asimismo las variantes en altura, así como la presencia o ausencia


de aguas y de acumulaciones especiales, como barriales, médanos o salinas.

En el presente, dominan la Depresión de la Travesía, especies vegetales como el


algarrobo (Prosopis nigra, P. alba), el jume (Allenrolfea vaginata), la jarilla (Larrea
nitida, L. divaricata), el molle (Schinus polygamus), el retortuño (Prosopis
strombulifera), el chañar (Geoffroea decorticans), que componen el dominio del monte.

En el sector precordillerano, especialmente a más de 1.500 metros s. n. m. se


producen algunas variantes en la flora. Desaparecen los árboles y se hacen comunes
los pastos duros agrupados en champas de género Festuca, Atriplex (zampa o cachís) y
los arbustos achaparrados, como el algarrobo enano (Prosopis rastrera), el retamo
(Bulnesia retama), la pinchagua (Condalia microphylla), chachacoma (Senecio pogonia,
S. uspallatensis), matagusano (Atamisquea Emarginata) y acerillo blanco (Adesmia
pinifolia). Este último, junto con los denominados pastos puna o coirón (Sp. Stipa) y el
cuerno de cabra (Adesmia subterranea) constituye el grupo de plantas mejor
adaptadas a las mayores alturas, reconociéndoselo especialmente en las altiplanicies y
rebordes de la Cordillera Frontal.

Con respecto a la fauna, son escasos los grandes mamíferos en el sector,


correspondiéndole el predominio absoluto a un Artiodáctilo: el guanaco (Lama
guanicoe), cuyos atributos biológicos le han permitido extender su hábitat en un
extenso espacio que cubre prácticamente toda la Cordillera de los Andes y zonas
áridas, semiáridas y frías contiguas, desde la faja tórrida hasta Tierra del Fuego. De la
misma familia, la vicuña (Vicugna vicugna) extendió también sus dominios en épocas
pretéritas hacia el sector que nos ocupa. En la actualidad, empero, este camélido –
cuyo vellón posee el pelo más fino del mundo– se encuentra en retroceso numérico,
circunscribiéndose su hábitat –dentro de la provincia– a la peniplanicie de San
Guillermo, en el Norte del departamento de Iglesia10.

8
PASCUAL, Rosendo, Mendoza, Diario “Los Andes” N° 32971, enero de 1981.
9
LÜTGENS, Rudolf "Los espacios productivos de la economía mundial", Barcelona, Editorial
Omega, 1954.
10
PICKENHAYN, Jorge A., "Censo Ecológico de San Guillermo", San Juan, Dirección Nacional de
Fauna Silvestre, Ministerio de Economía, 1977.
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~ 24 ~

Como en el caso de la vicuña, muchas especies de la fauna indígena se han


retirado a los ámbitos menos frecuentados por el hombre, que, en el caso de Jáchal,
son las tierras altas y los llanos que reciben menos beneficios hídricos. La zona está
comprendida dentro de la subregión Neotropical, en la transición de los dominios
Andino (por el Oeste) y Central (al Este), de acuerdo con el enfoque de Ringuelet11.

Cotejando con el detallado inventario realizado por el Dr. Juan Carlos Godoy12
y las informaciones y observaciones locales se han considerado como principales, las
siguientes especies:

Orden Marsupialia: comadreja colorada (Lutreolina crassicaudata paranalis);


orden Chiroptera: vampiro mordedor de Azara (Desmodus rotundus rotundus) y
murciélago de oreja ratón (Myotis chiloensis atacamensis); orden Edentata:
quirquincho chico (Chaetophractus vellerosus vellerosus) y pichi ciego menor
(Chlamyphorus truncatus); orden Carnivora: zorro colorado (Dusicyom culpaeus
culpaeus), zorro gris (Dusicyom griseus gracilis), huroncito (Lyncodon patagonicus
thomasi), zorrino (Conepatus castaneus proteus y C. chinga baudini), gato montés (Felis
geoffroyi salinarum) y puma (Felis concolor cabrerae y F. concolor puma); orden
Artiodactyla: guanaco (ya citado); orden Rodentia: pericote (Oryzomys longicaudatus
longicaudatus), ratón de las arenas (Akodon andinus andinus), laucha de Azara
(Calomys laucha cordovensis), rata vizacacha (Octomys mimax), tulduco u oculto
(Ctenomys fulvus famosus, C. fulvus johannis y C. fulvus tulduco), ratón chinchilla
(Abrocoma cinerea famatima), vizcacha (Lagostomus maximus maximus), chinchillón
de la sierra (Lagidium viscacia famatinae), cuis o conejo moro (Microcavia australis
australis y Galea musteloides leucoblephara); orden Rheiformes: ñandú o suri (Rhea
americana albescens); orden Tinamiformes: perdices (Nothoprocta cinarascens, N.
pentlandii pentlandii y Nothura darwinii salvadorii), martineta copetona (Eudromia
elegans albida y Tinamotis pentlandii–Keu–); orden Anseriformes: piuquén o ganso de
la cordillera (Cheophaga malenoptera eyton), pato crestón (Lophonetta specularioides
specularioides) y pato colorado (Cyanoptera cyanoptera) ; orden Falconiformes: cóndor
(Vultur gryphus), cóndor real(Sarcoramphus papa), halcón blanco (Elanus leucurus
leucurus), aguilucho (Buteo polysoma polysoma y B. swainsoni), águila escudada (Buteo
fuscescens australis), gavilán (Parabuteo unicinctus inucinctus, Circus cyaneus cinereus
y C. buffoni), halconcito gris (Spiziapteryx circumcinctum) y halcones (Falco peregrinus
anatum, F. fuscocaerulescens fuscocaerulescens y F. sparverius cinnamominus); orden
Columbiformes: paloma torcaza (Zenaidura auriculata airiculata) y palomita común
(Colombina picuii picui); orden Psittaciformes: catita serrana (Amoropsittaca aymara)
y catita serrana verde (Psilopsiagon aurifrons rubri rostris); orden Strigiformes: buho
(Buho virginianus nacurutu) y lechuzón de los campos (Asio flammeus suinda); orden
Caprimulgiformes: atajacaminos (Caprimulgus logirostris logirostris); orden
Micropodiformes: vencejos (Sp. Stretptoprocne y Apus), y picaflor (Sp. Patagona y

11
RINGUELET, R., "Dominios zoogeográficos de la República Argentina", Buenos Aires, “Physis”,
T. XXII, N° 63, 1961.
12
GODOY, J. C., "Fauna Silvestre", Buenos Aires, CFI, 1963.
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~ 25 ~

Sappho); orden Passeriformes: bandurria oscura (Upucerthia validirostris validirostris),


tijereta (Muscivora tyrannus tyrannus), benteveo (Myiodynastes pitangua pitangua),
zorzal (Turdus amarurochalinus), tordo (Molothrus bonariensis bonariensis) y
fringuillo amarillo (Phrygilus gayi caniceps); orden Squamata (reptiles): culebrita
(Leptotyphlops unguirostris), falsa yarará (Tomodon ocellatus trigonatus), lagartijas
(Wallasaurus horridus, Leiosaurus belli y Liolaemus gracilis) y lagarto overo
(Tupinambis teguixin); orden Anura (batracios): sapo (Bufo arenarum) y rana
(Leptodactylus podicipinus).

Dentro de los invertebrados la gama es muy amplia y coincidente en general


con la fauna desértica y semidesértica. Hasta aquí, los rasgos del substrato. A este
ecosistema se sumará el indígena en una confrontación interactiva con su ambiente.

**********

4.1.1.2.– Los antiguos cazadores.

Muy difícil resulta establecer un primer hito que refleje con cierta exactitud el
momento de aparición del hombre en Jáchal. Los antecedentes arqueológicos revelan
su presencia entre cinco y ocho milenios antes de Cristo. El rescate de material lítico
de tipología unitaria en el sector andino, con predominio de puntas de proyectil
pedunculares y de considerable tamaño, permitió –especialmente a partir de los
trabajos iniciados en las campañas de 1966– describir someramente las
características esenciales de esta cultura primitiva.

Las localizaciones de estos restos mostraron asimismo preferencia por los


asentamientos en valles de altura, donde se registraban condiciones microclimáticas
particulares, pero que forzosamente se hacían inhabitables en los meses invernales.
De esto se infiere que los primeros habitantes de la zona en estudio debieron serlo
sólo estacionalmente debido al doble propósito de emigrar de los fríos y seguir la caza
en su cíclica peregrinación hacia los bajos.

Estudios del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo de la


Universidad Nacional de San Juan (Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes), nos
aportan esclarecedores datos acerca de este primer estadio:

"La cronología para estos grupos que ocuparon sitios en lo que hemos
denominado región de los Andes Centrales Argentino–Chilenos fue establecida de
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 26 ~

acuerdo a tres radiomedidas en 8465 años (+–240); 8255 (+–170), y 8160 (+–160), antes
del presente".13

En el mismo trabajo, Gambier hace referencia al estudio de yacimientos del


contexto industrial de "Fortuna" (denominación que se atribuye, genéricamente, a una
cultura), de iguales características a las ya enunciadas.

Este grupo cazador, que practicaba la trashumancia, vivió de la fauna


(particularmente guanacos y ñandúes) así como de la recolección de frutos de
algarrobo y chañar, de raíces de plantas palustres (especialmente la totora) y la
posibilidad de cobrar animales menores o huevos.

Como destacáramos anteriormente, caracterizó a esta época la presencia de


lagos de grandes dimensiones, existentes en función de los procesos de descenso
tectónico generados por la última glaciación, los que se fueron secando en un proceso
que culminaría aproximadamente en el 6200 aC por aumentos progresivos de la
temperatura media que favoreció la desertización de la zona.

En un trabajo de síntesis general aplicado a San Juan, expresa Gambier:

"Sabemos de la existencia de estos lagos porque en sus probables márgenes


colectamos grandes cantidades de instrumentos líticos y sus deshechos en inmensos
talleres. Posteriormente excavaciones en las presuntas orillas pusieron de manifiesto
niveles o estratos de turba, originada en la acumulación de los restos vegetales
procedentes de las plantas acuáticas que ocupaban las zonas bajas de las orillas".14

Correspondiente con este esquema de la cultura de Fortuna es el hallazgo de la


cueva de Peñoncito, localizada dentro de la circunscripción actual del departamento
de Jáchal, en las proximidades del cerro Madril, sobre el río Gualcamayo. Se trata de
un sitio donde el afloramiento de diabasas (material basáltico) ha dado lugar al
emplazamiento de un taller, a partir del cual puede efectuarse una somera
reconstrucción respecto del movimiento de los grupos que de él se sirvieron.

La circulación debe haber sido –tanto en períodos cortos, como anuales–


perpendicular a las curvas de nivel. La migración anual ya se ha explicado: ascensos al
comenzar el verano y descensos con su culminación. El ciclo corto, de amplitud no
mayor al mes, tuvo que producirse entre los montes del reborde lacustre, donde las
piezas de caza acudían para abrevar y en busca de sombra y alimento, y las cuevas,
coincidentes con la zona de yacimientos de rocas propicias para la talla y los lugares
más altos, ideales para ejercer un don primordial: la observación. Entre los extremos

13
GAMBIER, Mariano "Los cazadores del séptimo milenio en el extremo sur de los Andes
Meridionales y sus relaciones con la cultura Ayampitín", San Juan, Instituto de Investigaciones
Arqueológicas y Museo, U.N.S.J Publicaciones 5, 1979.
14
GAMBIER, Mariano "Prehistoria y arqueología de la Provincia de San Juan", Instituto de
Investigaciones Arqueológicas y Museo, U.N.S.J, San Juan, 1977.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 27 ~

de este itinerario cotidiano quedarían los planos de pastizales de mediana altura,


ocasionalmente atractivos para el camélido y la fauna menor.

Prácticamente sin ningún hiato intermedio se registra la aparición, hacia 5970


aC, de la cultura de Los Morrillos, dotada de un instrumental muy diferente y de
nuevas técnicas, como la construcción de cestas y redes. En la última publicación
citada se expresa:

"Los hombres de esta cultura eran de muy baja estatura y muy delgados. El
dimorfismo sexual era notorio. El color de su piel era más bien oscuro. (...) La caza la
realizaban mediante dardos de dos o tres piezas embastables unas dentro de otras y que
eran arrojadas con la estólica, una especie de vara que permitía aplicar todo el poder del
brazo a la base del dardo procurándole fuerza y dirección".15

Si bien los rastros más significativos de ésta cultura fueron hallados en los
faldeos de Ansilta, fuera de la región que nos ocupa, donde se han encontrado
inclusive restos humanos momificados en buen estado de conservación, puede
inferirse que su área de actividad fue muy amplia y muy escasa la variante de
comportamiento por ella impuesta. El esquema de circulación y, en consecuencia, el
papel de los bolsones del Este, no sufrieron grandes modificaciones.

Del estudio paleoclimático surgen en cambio nuevas alternativas de adaptación


para el hombre. El proceso de desertización se agudiza. Los pantanos se secan por la
escasez de las lluvias y la fuerte incidencia de la radiación en el balance hídrico. Las
condiciones favorables que vieran al primer hombre, comienzan a trocarse en
adversidades climáticas. Disminuye la flora, y por corolario, la caza, la comida. El
caudal de utillaje de los precerámicos resultará insuficiente para enfrentar al hambre
y la esquiva cara de la naturaleza yerma.

**********

15
Ibíd.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 28 ~

4.1.1.3.– Los albores agrícolas.

Nos interesa, en esta revisión de la prehistoria local, un elemento muy


particular: las variantes que fueron produciéndose en la utilización del espacio. Y es la
aparición del cultivo un hito trascendente al respecto, en la medida en que contribuye
a fijar las almas al paisaje.

Con la cultura de Ansilta, cuya aparición se registró hace unos 3750 años y que
se extendió en un rango total próximo a los 2000 años, surge localmente la
agricultura.

Tarea de mujeres y niños en los comienzos, el cultivo del maíz, zapallo, quinoa
y poroto fijó las primeras pautas de asentamientos estables en los llanos del
piedemonte cordillerano y precordillerano. El peligro de las heladas fue valorizando
lentamente los suelos de los bajos del Este.

Las condiciones climáticas adversas fueron un acicate para los pobladores.

"En el sector Norte (Jáchal y zona cordillerana contigua) las cosas parecieron
haber sido más difíciles después del 6000 AC hasta el 700 AC en donde progresivamente
las condiciones climáticas fueron evolucionando algo más favorablemente para la vida
de la fauna, siendo óptimas por los alrededores del 1000 DC y buenas por lo menos hasta
la llegada de los españoles".16

Por igual que en los casos anteriores, la cultura de Ansilta tampoco tuvo su
localización centrada en Jáchal. También aquí este bolsón y sus aledaños resultaron
marginales para el aborigen, que siempre prefirió la ventaja posicional del último
contacto entre los valles y la cordillera, es decir, la depresión Barreal–Rodeo–
Uspallata.

A pesar de que la forma de hábitat aislado fue predominante en todo el


período, comienzan a registrarse formas de comportamiento comunitario,
especialmente en la práctica varonil del "chacu", una cacería colectiva realizada en
gran escala periódicamente, y en la ejecución de obras de beneficio común, como la
construcción de tajamares, canales y defensas contra la creciente.

Si no conocieron los metales, fueron en cambio hábiles en el tallado y pulido de


la piedra y la madera, en el tejido, la alfarería y aún en la edificación de unas viviendas
de forma cónica con base de piedra semi–enterrada.

16
GAMBIER, Mariano "Arqueología y paleoclimas en los Andes Centrales Argentino–Chileno", San
Juan, Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo, Publicaciones 6, 1979.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 29 ~

Tampoco ellos abandonaron las prácticas trashumantes, por lo que alternaron


sus habitáculos del llano, en forma alternativa, con reductos en las montañas o
cavernas, en las que dejaron plasmados, en bellos dibujos, motivos simbólicos,
especialmente representativos de sus deidades: el sol, la luna y las estrellas.

En las postrimerías, este pueblo emigró paulatinamente hacia el Este, donde


fue recibiendo influencia de otras culturas, aunque se sostiene que algunas de sus
características se mantuvieron intactas, –como sus rasgos faciales suaves, su estatura
baja, su cabello corto y negro y su estructura social jerarquizada sobre la base del
prestigio y la edad– hasta la llegada de los españoles.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 30 ~

4.1.1.4.– Los metales: un móvil imperial incaico.

Herederos de la naturaleza pacífica y comunitaria de Ansilta, sucedieron el


usufructo de la región los miembros de una cultura de gran expansión demográfica y
notorio adelanto técnico: Angualasto.

Muy similar a las manifestaciones de Ullum–Zonda –medulosamente


estudiada– la cultura de Angualasto, en el Norte, se instaurará luego de un período de
unos cuatrocientos años, que se inició con variantes climáticas de importancia
(grandes precipitaciones níveas en la cordillera) y concluyó con la presión cultural de
grupos agricultores guerreros.

Refiriéndose a Angualasto, dice Gambier:

"... fue la única cultura, conjuntamente con la de Ullum–Zonda, que pudo


organizarse bajo un patrón de aldea dispersa donde los predios agrícolas y viviendas
distan unas de otras distancias que oscilan entre 700 y 1000 metros.

Ambas culturas alcanzaron un dominio de las técnicas alfareras y de los sistemas


de irrigación complejos. Los cultivos básicos hasta el momento conocidos fueron el maíz,
porotos, zapallo y quinoa.

“La cultura de Angualasto tuvo como centro la región de Iglesias vinculado al río
Blanco Jáchal y los grandes barreales de Pachimoco en la salida del río al valle de Jáchal
y sobre el mismo valle. (...) Hizo uso abundante del cobre y del oro para algunas joyas".17

Precisamente en la posesión de la metalurgia residió la clave fundamental que


terminaría con la libertad de estos pueblos. Ya en un estadio de afianzamiento,
asimilados a los conjuntos étnicos que los europeos conocerían con la denominación
de capayanes y yacampis, recibirán el impacto conquistador de las legiones incaicas.
Este evento se produce en 1480, apenas un poco más de diez años antes que
desembarcara en las Antillas el almirante Cristóbal Colón.

Nunca fue tan significativo un período así de breve en la colonización de un


territorio enorme como era el Collasuyo –la gran provincia Colla– incorporado
tardíamente, en sus partes australes, al Tawantisuyo, el universo de los Incas.

Los fascinantes "Comentarios Reales" del Inca Garcilaso de la Vega revelan, tras
una fina prosa renacentista, un cuadro significativo del poder y la riqueza de la
civilización del Cuzco:

17
GAMBIER, Mariano "Prehistoria y..." [op. cit.]
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 31 ~

"...en muchas casas reales y templos del Sol echaron plomo derretido, y plata y
oro por mezcla."

"Con planchas de oro chaparon los templos y los aposentos reales dondequiera
que los había; pusieron muchas figuras de hombres y mujeres, y de aves del aire y del
agua, y de animales bravos, como tigres, osos, leones, zorras, perros y gatos cervales,
venados, guanacos y vicuñas, y de las ovejas domésticas, todo de oro y plata vaciado al
natural en su figura y tamaño..."

"... en el testero (altar mayor del Templo del Sol) tenían puesta la figura solar,
hecha de una plancha de oro, el doble más gruesa que las otras planchas que cubrían las
paredes. La figura estaba hecha con su rostro en redondo, y con sus rayos y llamas de
fuego, todas de una sola pieza, ni más ni menos que la pintan los pintores. Era tan
grande, que tomaba todo el testero del templo de pared a pared".18

La fastuosidad que en estos párrafos se revela, nos motiva a reflexionar acerca


del origen de estos metales usados aún como reemplazo de la mezcla. La repuesta es
una: los incas colonizaron a las culturas menores del Ande, y a través de ellas tuvieron
el acceso expedito a las entrañas minerales de las montañas.

**********

18
INCA GARCILASO DE LA VEGA "Comentarios Reales" España, 1606.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 32 ~

4.1.1.5.– Estrategia de gobierno y colonización del Tawantisuyo.

Los incas se valieron de una política hábil de dominación: no modificaban


radicalmente la forma de vida de los pueblos colonizados; era la dinastía superior la
que se adaptaba a las tradiciones de la nueva comunidad incorporada. Sólo se exigía la
aceptación del sol como máxima deidad y se confiscaban algunas tierras en cada aldea
o "ayllu". Se respetaban los "curacas" o jefes, y los ídolos o "huacas". De este modo
resultaba mucho más sencilla e incruenta la recolección de tributos, tarea realizada
mediante un sistema verticalista decimal (cada persona respondía, junto a otras nueve
a un mando superior, a su vez, sistematizado de la misma forma hasta alcanzar la
máxima dignidad: el dios–hombre, representante del Padre Sol y de Pachacámac, el
hacedor de todas las cosas.)

La clave del éxito residía en real mantenimiento del orden político social. Si
algún peligro lo amenazaba, practicaban el "mitimae" en la zona de insurrección
potencial, consistente en el traslado o desarraigo de comunidades enteras,
obligándolas así a una readaptación ambiental.

La forma de penetración se basó en una red de caminos hábilmente trazados y


protegidos por "pucaraes", fortificaciones elevadas construidas en piedra.

Dos móviles animaron a los incas cuando emprendieron la conquista del Norte
de Cuyo: el primero ya se ha establecido –la noticia de la explotación del oro y la plata
realizada por los representantes de la cultura de Angualasto– el segundo, es un
objetivo netamente geopolítico. Una de las formas de lograr la dominación definitiva
del belicoso Arauco, consistía en la posibilidad de mantener un área vecina asegurada
como apoyo logístico para las huestes invasoras.

De las dificultades de los colonizadores en la tierra chilena nos habla Alonso de


Ercilla:

"El potente rey Inca, aventajado


en todas las antárticas regiones,
fue un señor en extremo aficionado
a ver y conquistar nuevas naciones,
y por la gran noticia del Estado
a Chile despachó sus orejones;
más la parlera fama desta gente
la sangre les templó y ánimo ardiente.
(...) Los promaucaes de Maule, que supieron
el vano intento de los Incas vanos,
al paso y duro encuentro les salieron,
no menos en buen orden que lozanos;
y las cosas de suerte sucedieron
que llegando estas gentes a las manos,
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 33 ~

murieron infinitos orejones,


perdiendo el campo y todos los pendones".19

Por los dos motivos antes expuestos, sumados a la inmejorable condición


topográfica de la zona, conferida por el trazado de la red de avenimiento, Jáchal fue un
nodo de circulación para el diseño de los caminos del Inca.

Estas vías poseían un ancho aproximado de dos metros y medio e iban


acompañadas de obras de protección como tapias, pircas y defensas contra los
torrentes y, en otros casos, de relleno. Se los esterilizaba –probablemente con sales
traídas de las cuencas del Pacífico– para evitar el crecimiento de la vegetación. Su
característica primordial fue la rectitud en el trazado, lo que se explica especialmente
porque eran para el tránsito pedestre ya que los incas casi no usaron los camélidos
para montar (sólo para transportar cargas livianas), y no tenían carros porque no
conocían las aplicaciones de la rueda.

El autor tuvo la oportunidad de reconocer, ayudado por la sapiencia intuitiva


de un baquiano chileno –Armando Díaz– los signos actuales de uno de estos caminos
en el Norte del departamento sanjuanino de Iglesia. Es asombrosa la rectitud con que
fue concebido, a pesar de la precariedad de los instrumentos con que los indios
contaban, constante que se mantiene aún a pesar de las inflexiones del relieve. Cosa
curiosa, a pesar de los cinco siglos que nos separan de su construcción todavía es
evidente la merma de la densidad vegetal en la calzada. Esta es, por otra parte, la única
manera de detectarlo en el campo.

El ingeniero Roberto Baca, al estudiar los antecedentes de estas singulares vías,


ofrecidos por Roberto Levillier, señala:

"En el reinado del inca Viracocha, octavo inca, se hicieron caminos reales,
construyeron postas y pucaráes, y se ordenaron los chasques. En el reinado del inca
Pachacútec, noveno inca, se construyeron caminos, albergues para los chasques a poca
distancia unos de otros, pucaráes para los soldados y depósito para la ropa bastimentos.
No los terminaron todos, pero los españoles encontraron desde el Tulcán hasta el Maule,
por la costa y los llanos y hasta el Cuzco, Callao, Charcas y los huarpes por la sierra. El
inca Huayna Capac, onceavo inca, salió con cincuenta mil hombres y entró en Chile".

... Y agrega, refiriéndose a los caminos del inca en San Juan:

"Uno entraría de La Rioja, por Chilecito, pasando ya en San Juan por Huaco,
Jáchal, Cerro Blanco, Pismanta, Tocota, Calingasta, siguiendo a Mendoza por Uspallata;
el otro entraría desde el Norte por Chile, Copiapó, pasaría la cordillera por el Paso del
Inca, Las Carachas, Baños de los Tambillos, Valle del Cura, Cordillera de Colangüil o por
la Palca (nos inclinamos por esta última versión por haberlo visto por la zona), llanos de

19
ERCILLA Y ZÚÑIGA, Alonso de "La Araucana", Madrid, 1957.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 34 ~

Tudcum, Guañizuil, uniéndose al otro camino Incas a la altura del Retiro, frente a
Pismanta".20

En el croquis correspondiente puede observarse la importancia de la


encrucijada que se produce entre Jáchal y Pismanta. (Ver lámina III)

Así planteada la estrategia de colonización, puede verse con claridad que la


invasión incaica fue una especie de "ensayo general" para el proceso de penetración
hispánica que se avecinaba. A diferencia de aquella, los móviles españoles no hicieron
hincapié en las posibilidades de apoyo logístico del área, sino en el acrecentamiento
de las marcas fronterizas a partir del centro de irradiación de Santiago de Chile.
Tampoco ellos se interesaron, como lo habían hecho los incas casi obsesivamente, por
la explotación de un recurso típico en la zona: el pelo de vicuña.

A pesar de estas diferencias, son más las similitudes entre ambos procesos:

a) la codicia por los yacimientos minerales;


b) la valorización del bolsón principal;
c) el uso de los indios del sector como mano de obra, y
d) la utilización de corredores de trazado similar.

Cabe aquí una última consideración acerca de las características de los


indígenas sometidos. El primitivo tronco de la cultura de Angualasto, heredero a su
vez de la de Ansilta, recibió múltiples influencias desde el Norte, emparentándose
directamente con los diaguitas. Prueba de ellos es la participación activa que, según
Ardissone y Grondona21, tuvieron los pueblos del valle de Jáchal en el gran alzamiento
rebelde diaguita de comienzos del Siglo XVII, donde también participaron los
aborígenes del área de Valle Fértil.

Este suceso tendrá importante repercusiones en la historia de la ocupación del


territorio, debido a que produjo una migración en masa hacia el Sur, y posteriormente,
con el fracaso del levantamiento, una severa represión, con significativa mortandad y
traslados compulsivos, hechos éstos que terminaron por doblegar definitivamente la
voluntad independiente de las entonces escasas tribus.

**********

20
BACA, Remberto "Caminos Incaicos", en "Revista de Historia" Archivo Histórico y Administrativo
de San Juan, 8, 1960.
21
ARDISSONE, Romualdo y GRONDONA, Mario F. “La instalación aborigen en Valle Fértil"
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1953.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 35 ~

4.1.1.6.– Conclusiones parciales.

En el amplio período que abarcó la presencia indiana en el sector de Jáchal se


registraron –con algunos hiatos, durante los cuales la información arqueológica es
insuficiente– diversos pasos evolutivos que comprenden los estadios de recolección,
caza, agricultura e industria, lítica durante la extensa edad de piedra, y asociada a la
cestería, la alfarería y, más adelante, a los metales.

Las culturas autóctonas se caracterizaron por su profunda compenetración con


el ecosistema.

Influyeron en la ocupación espacial, siguiendo el análisis geológico,


biogeográfico y de los paleoclimas:

a) el relieve, como lo demuestra la disposición de los asentamientos a lo


largo del pie del monte, en forma de rosarios lineales;
b) las fluctuaciones cíclicas del balance hídrico, y sus consecuencias: la
formación y estancamiento de lagunas y pantanos y las aventuras en
el diseño de avenamiento;
c) la disponibilidad de fauna y sus eventuales traslados, especialmente
en el caso de tres especies de particular interés cinegético: vicuña,
guanaco y ñandú.

En todo el período –aunque con mayor intensidad al comienzo– predomina la


trashumancia, especialmente la de ritmo estacional, y el hábitat disperso, con pocas
manifestaciones de actividad comunitaria.

Desde el punto de vista del espacio de Jáchal, estrictamente hablando, puede


concluirse que:

a) Se trató de un territorio francamente marginal, aún hasta bien


entrado el ciclo agrícola.
b) Recién comienza a comportarse como débil centro de irradiación
regional con el apogeo de la cultura de Angualasto, fuertemente
influenciada desde el norte de los diaguitas.
c) La presencia incaica, breve pero trascendental, coincide con la
aparición de la técnica de obtención de los metales (oro y plata).
d) La estructura de la red de caminos incaicos deja al bolsón de Jáchal en
posición nodal o de encrucijada.

Resta solamente destacar un último fenómeno, de amplia repercusión aún en la


actualidad: subyace, junto con el Jáchal del presente, una vieja reminiscencia
ancestral, un comportamiento colectivo que caracteriza al hombre del lugar. Se refleja
a veces en simples actitudes, pero adquiere gran importancia cuando se hace
necesario actuar sobre el medio. Ningún intento de hacer geografía aplicada puede
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 36 ~

aspirar el éxito si se olvida la tradición autóctona que respalda al jachallero. Este


comportamiento está directamente asociado con la singular percepción del paisaje
ejercida al modo indio.

Decíamos en la introducción de esta unidad que "el indio fue escrutador y


discípulo del ambiente". Agregamos ahora: fue un socio de la tierra, a quien supo medir
y comprender con gran sabiduría, pero a una escala reducida, la del breve confín de su
coto cultural.

**********

4.1.2.– Junta de Poblaciones.

En el proceso continuo de organización del espacio de lo que denominaremos "el


Jáchal Histórico", vinculado estrechamente a la colonización hispánica primero, y a la
época independiente luego, han coincidido ciclos espontáneos con otros de neto corte
dirigista.

La acción –desde Santiago de Chile– de la Junta de Poblaciones, dentro del plano


institucional, jalona la primera etapa de acción europea en el territorio. Muy distintos
serán los proyectos estratégicos en este sector respecto de los que dominaron las
fundaciones de Mendoza, San Juan y aún San Luis.

La explotación de minas de oro y plata fue el sino de los comienzos, y se prolongó


durante un período amplio en el que el espacio funcional de Jáchal fue adquiriendo
una fisonomía particular que, si bien ya ha desaparecido en su expresión completa, no
por ello dejó de influir en la estructuración de estadios posteriores, ni deja de hacerse
presente en varios relictos.

Antes de profundizar el análisis en el corte geográfico elegido para el ciclo minero, se


seguirán verticalmente algunos antecedentes.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 37 ~

4.1.2.1.– Primeros reconocimientos de los españoles.

El 12 de febrero de 1541, cuando el capitán Valdivia presidía la ceremonia de la


ciudad de Santiago, al Oeste de la Cordillera Nevada, se quebraban a un tiempo e
inadvertidamente, los sellos que hasta ese entonces habían lacrado el paso de los
españoles al "País de Cuyo" así denominado por Larrain22, Hudson23 y Daus24 o "tierra
del arenal", como se podría traducir este último vocablo.

"Es notorio que el conquistador, Pedro de Valdivia, –comenta el historiador Vicente


Sierra– aspiraba ensanchar su gobernación hasta el Atlántico, y por el Sur hasta el
Estrecho de Magallanes".25

Por rara paradoja, sin embargo, Cuyo fue penetrado desde el Norte – Nordeste, para
ser más precisos– y no por la vía directa del Pacífico.

Siguiendo la crónica de Gerónimo de Bibar, escrita en 1558 y exhumada


recientemente en la Biblioteca de Chicago, y otros documentos, como la crónica de
Mariño Lovera, escrita en 1595, la licenciada Catalina Michieli señala, en efecto:

"La difícil epopeya de la conquista del ‘Reino de Chile’, motivó que, en varias
oportunidades, debiera el conquistador (Valdivia) enviar alguno de sus hombres de
confianza al Perú en busca de refuerzos.

En 1549 el elegido fue su Capitán, Don Francisco de Villagra, quien partió del puerto de
Valparaíso con destino a Lima y regresó con los refuerzos volcándose por la corriente
oriental de la Cordillera de los Andes, según expresa indicación de su gobernador".26

El itinerario de la expedición puede ser identificado a grandes trazos a partir de su


ingreso, desde el Norte, al ámbito de la Argentina actual, por la quebrada de
Humahuaca. Sin duda fueron atravesadas las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán y
Santiago del Estero hasta alcanzar la zona cordobesa que denominaron
"Comechingones", identificable con el valle de "Calamochica" (Calamuchita). Desde
aquí, como se desprende de las crónicas, los viajeros tomaron neto rumbo Este – Oeste
hasta llegar al valle de "Caria" o "Tucuma" (el valle de Tulum, donde luego se asentaría
la ciudad de San Juan) tras un recorrido de 150 leguas. Unidos estos puntos, la
distancia resultante, en línea recta, es de 390 kilómetros, magnitud mucho menor a la
que indican los reportes de la época. Esto revela que no se debe haber seguido
exactamente un trayecto próximo al paralelo de los 32° de latitud sur, sino una serie

22
LARRAIN, Nicanor "El País de Cuyo", Buenos Aires, 1906.
23
HUDSON, Damián "El País de Cuyo", Mendoza, 1930
24
DAUS, Federico "Geografía y Unidad Argentina", Buenos Aires., Ateneo, 1978 (2a. ed.)
25
SIERRA, Vicente "Historia de la Argentina. Conquista y Población", Buenos Aires, Tomo I, 1966.
26
MICHIELI, Catalina Teresa "Contribución al esclarecimiento de la primitiva historia de San Luis:
el viaje de Francisco de Villagra" San Luis, 1979.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 38 ~

de itinerarios diletantes hasta alcanzar el cauce del Bermejo, por aquel entonces
mucho mejor provisto de agua que ahora. (Ver lámina IV)

Nada indica que la expedición haya tenido, hasta el momento de llegar, primero a
Caria y posteriormente al valle de Güentota (hoy Mendoza), referencias de las tierras
del norte que no fueran las proporcionadas por los habitantes del lugar. Sin embargo,
los informes recibidos sobre el sector, ya revelaron a los españoles la presencia de
importantes yacimientos de metales preciosos. Tanto Bibar como Mariño de Lovera
coinciden en que la valoración de estas tierras, ya desde un primer momento, se
relacionó con la estimación de potenciales riquezas auríferas en las minas de Gualilán
y Huachi. Aún la leyenda de César, generalmente asociada a Concarán (San Luis),
permite localizar la legendaria provincia de las riquezas, fundada posiblemente en
testimonios exagerados, en los faldeos andinos más que en las tierras centrales, como
lo sugiere la licenciada Michieli luego de analizar la Probanza de Méritos de Don
Miguel de Avendaño y Velasco27.

La importancia de este itinerario de reconocimiento realizado por Villagra reside en


que, a partir de las observaciones entonces efectuadas, se trazarán luego los planes de
fundación e instalación definitiva en Cuyo. Su permanencia, durante un invierno, en
las inmediaciones del valle de Uco – Jaurúa, desde donde se sabe que fueron
realizadas varias avanzadas cortas de reconocimiento, abre un interrogante acerca de
la probable incursión en los valles y bolsones del Norte con objeto de tener referencia
testimonial sobre la fama de aquel distrito minero.

...Pero la estrategia de fundaciones que resultó de la síntesis de conclusiones sobre


este primer periplo no reparó en Jáchal como posible emplazamiento colonizador.

El polo ordenador fue Santiago, ciudad que extendió su dominio hacia un nuevo
sector: la Trastienda Cuyana. Como decíamos en un trabajo anterior,

"...el proyecto de fundación se basa en una figura: el triángulo; con un vértice pivote, de
apoyo logístico, y otros dos de penetración".

Y agregábamos:

"Si la etapa de las fundaciones dio sentido y cohesión a la región de Cuyo, fueron las fases
posteriores quienes la consolidaron.[...] A los rasgos funcionales de las tres ciudades
primigenias del área –Mendoza como núcleo, San Juan como enclave de frontera y San
Luis como puerta hacia el Este– se sumó la inesperada utilización del suelo vinculado a
los oasis fluviales.”28

27
MICHIELI, Catalina Teresa, Ibíd.

28
PICKENHAYN, Jorge A. y LÓPEZ de OLIVERA, M. Inés "El triángulo urbano de Cuyo.
Una fundamentación de la Geografía Histórica al esquema regional", Salta, XL Semana
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 39 ~

La "inesperada" feracidad de los oasis tuvo sus consecuencias en materia de política


territorial: los cabildos de las tres ciudades mencionadas (fundadas en 1561 por
Pedro del Castillo, en 1562 por Juan Jufré, y en 1594 por Luis Jofre y Meneses,
respectivamente) fueron adquiriendo rápidamente autonomía y autarquía en lo
económico con relación a Chile. Este triángulo urbano se adaptó con sobrada
eficiencia a los objetivos con que se la concibió. Para Santiago, este éxito local resultó
contraproducente y dio lugar a una contra política de ordenación espacial.

Para ello debieron transcurrir más de ciento cincuenta años. Años que fueron duros
para la Capitanía del Oeste, con luchas cruentas, sin desenlaces visibles. La Guerra del
Arauco, la más desgastante de las epopeyas militares vivida en América por los
españoles, marcó en forma indeleble la conciencia europea por el valor de la tierra.
Dice Ricardo Donoso:

"Ninguna región del mundo americano había costado a España una sangría más
profunda, en hombres y en dinero, que la conquista del territorio de Chile. Ni un esfuerzo
más sostenido para echar las bases de sus primeras poblaciones y asegurar el vasto
dominio del Perú. Durante el siglo XVI y primera mitad del siguiente envió a Chile a
alguno de sus famosos hombres de armas, que habían sesgado laureles en las tierras de
Flandes y de Italia, a domeñar a los rebeldes araucanos, manteniéndolos más allá del río
Bio Bío, a lo largo de cuyo curso inferior construyó una serie de fuertes en los que se
mantenía guarniciones permanentes. Fue lo que se llamó por antonomasia la Frontera,
con nombre feliz que ha llegado hasta nuestros días".29

Con pocas variantes se presentaba el panorama unas décadas más adelante. Así
estaban las cosas en el momento en que un acontecimiento externo tendría especiales
derivaciones en la trastienda cuyana.

**********

de la Geografía, GÆA, 1979.


29
DONOSO, Ricardo “Breve historia de Chile”, Buenos Aires, Eudeba, 1963.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 40 ~

4.1.2.2.– Espíritu y cometido de la Junta de Poblaciones.

Por intercesión especial del clero ante los más altos dignatarios reales en España,
Felipe V produjo una Real Cédula en 1703 que ordenaba "concentrar las poblaciones
dispersas alrededor de los núcleos existentes o ciudades por fundar" a fin de impartir
"un mejor adoctrinamiento a los naturales y observar detenidamente la conducta de los
españoles y cómo cumplían los encomenderos sus obligaciones con los indios".30

Ya entrado el siglo XVIII se dio forma desde Santiago a una junta destinada a
responder por las exigencias de este orden superior, compuesta por cuatro miembros:
el gobernador y el obispo de la capitanía y dos miembros de la Real Audiencia. El
propósito perseguido fue, oficialmente, la reactivación de la empresa colonizadora a
través de la fundación de un rosario de villas en territorio de predominio indígena
"para bien espiritual y beneficio temporal de sus pobladores". Por las consecuencias del
vasto operativo puede afirmarse empero que el verdadero objetivo no era otro que la
concentración de indios para incorporarlos al sistema de encomiendas con especial
atención puesta en el trabajo de los yacimientos de oro y plata.

Este plan se cumplió con ordenado criterio, afectando una media luna territorial de
inteligente significado estratégico. Nace en el Pacífico, al Norte de Santiago (con
epicentro en La Serena), atraviesa la Cordillera de los Andes, penetra hasta superar la
depresión del Bermejo y luego tuerce hacia el Sur para penetrar en jurisdicción
mendocina. De este modo, los fuertes cabildos de Mendoza y San Juan quedaron
virtualmente encerrados por el nuevo programa fundacional que comprendía a Jáchal,
Mogna, Valle Fértil, Lagunas (Guanacache), Corocorto y Uco, y aún más: afectados
económicamente por la presión del diezmo destinado a concurrir en auxilio de las
obras públicas para los nuevos asentamientos. (Ver lámina V)

El operativo se planifica en 1740, con particular intervención del gobernador de


Santiago, José Antonio Manso de Velazco, y se comienza a concretar unos años más
tarde (San Francisco de la Selva, hoy Copiapó, en Chile, data de 1744) integrándose la
trastienda cuyana al sistema en 1748, cuando es designado para actuar en el espacio
que actualmente ocupa la Provincia de San Juan, Fray Francisco Robledo y Frías, con el
título de "doctrinero permanente de la parroquia rural de San José de Jáchal" y
encargado de organizar las de Guanacache y Valle Fértil.

Jáchal, o Jachall, como correspondería la escritura según la interpretación lingüística


del idioma aborigen, es un topónimo de controvertido significado. "Distrito de metal"
según la obra "Los aborígenes de Cuyo", de Pablo Cabrera, también sería descifrado de
este modo:

30
PEÑALOZA DE VARESE, Carmen y ARIAS, Héctor Domingo "Historia de San Juan", Mendoza,
Spadoni, 1966.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 41 ~

"Jachall: Etimología: El Dr. López (Lucio Vicente López, en su obra "Geografía


Histórica”) dice que es ‘Río de las Arboledas’, Acha–all, pero la guturación de la J es
demasiado notable para pasar desapercibida, (se prefiere) Ja = kká, peña, piedras;
achag, acarrear".31

Este distrito, cuyo núcleo elemental está formado por el bolsón que fue disectado por
el río homónimo, pero que abarcaba primitivamente un sector más amplio que
comprende los valles iglesianos por el Oeste, los distritos mineros suplementarios de
Huachi al Norte y de Gualilán al Sur, y parte de la cuenca de Bermejo y los faldeos de
Valle Fértil por el Este, era bien conocido por los españoles mucho antes de la acción
de la Junta a que nos estamos refiriendo: estaba al margen de un corredor de conexión
con el Tucumán para los cuyanos y era un paraje de trascendencia desde el punto de
vista religioso.

Señala Arias al respecto:

"Los orígenes de la villa San José de Jáchal están en la doctrina de los indios, generada a
comienzos del siglo XVII, en el paraje en que fue dejada la imagen del santo, en el
portezuelo, antes de cruzar el río. Circunstancia similar a los orígenes de la villa de
Luján y de la población de Renca, en San Luis. La imagen venía en una carga en tránsito
desde el Alto Perú".32

De acuerdo con la interpretación religiosa del fenómeno, San José, –el santo de los
humildes que “quiso quedarse” en el lugar– se inclina especialmente hacia la devoción
que le tributan en las zonas más deprimidas. Por eso, según la tradición popular, allí se
atascaron las carretas y no pudieron movilizarse hasta que fue bajada su imagen y se
la colocó en un santuario.

Llama particularmente la atención, empero, lo estratégico del punto donde se produce


el acontecimiento del que derivará el primer asentamiento español en Jáchal: parece
entreverse el respaldo de planes humanos en la concreción del episodio...

Más allá de las especulaciones, resulta evidente que un pilar del clero, desde este
momento, se constituirá como enclave extremo de la corriente del Oeste en el frente
calchaquí y permitirá el sutil traslado hacia el Norte del límite entre los
corregimientos de Cuyo y Tucumán.

Este espacio era aún marginal para la vía tradicional de circulación entre las
poblaciones de San Juan y Mendoza y –al otro extremo– San Miguel de Tucumán y
Santiago del Estero. Los arrieros, que traficaban mulas y aguardientes, dejaban la vía

31
DÍAZ L., Rogelio y DÍAZ, Rogelio (h) "Toponimia Geográfica de la Pcia. de San Juan y voces de
uso corriente derivadas de las lenguas indígenas", Mendoza, Best Hermanos, 1939.
32
ARIAS, Héctor, “Contribución al conocimiento del comercio cuyano, en relación a Chile y Potosí,
en el Siglo XVIII" (2a. parte) V° Congreso Nacional y Regional de Historia Argentina, Resistencia,
1981.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 42 ~

abierta de Matagusanos (nexo entre San Juan y Jáchal) para dirigirse hacia el
Nornoreste rumbo a Chilecito, pasando por Mogna y Punta del Agua, y dejando a su
derecha el extremo de la sierra de Valle Fértil.

Oficialmente, la primitiva doctrina de San José sería creada en 1601 por el obispo
Pérez Espinosa, pero debe transcurrir casi un siglo y medio para que se la eleve al
rango de doctrina permanente (este hecho ocurrirá en 1748).

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 43 ~

4.1.2.3.– El interés de los conquistadores por Jáchal.

De lo expuesto anteriormente se desprenden algunas conclusiones que darán


apertura a nuevos razonamientos respecto de la configuración territorial que se
estudia:

a) Desde el punto de vista del clero, Jáchal era considerado como


importante centro de irradiación misional, capaz de cubrir todo el
Angacao indígena, que abarcaba, en ese tiempo, desde Catalave
(Calingasta) e Iglesias, por el Oeste, hasta la cuenca del Bermejo, al
Este, sin incluir al valle de Tulum.
b) Desde el punto de vista de la circulación, era marginal, aún a pesar de
las ventajas para el tráfico que ofrece la geomorfología del lugar.
c) De acuerdo con el plan de colonización, le estaba reservado un papel
de "marca septentrional", en fiel sucesión al plan con que también
había sido concebida San Juan de la Frontera. (Ver lámina VI)
d) Hay un período de más de un siglo de oscuridad antes que se
concrete en forma efectiva la voluntad fundadora.

Para aclarar este último aspecto es útil revisar, rápidamente, cuáles eran las
preocupaciones de los colonos cuyanos durante el siglo XVII. Según la opinión de
distintos autores, la población indígena de la región, oscilaba, a la llegada de Villagra,
entre las treinta y cien mil almas.

Siguiendo las investigaciones de Horacio Videla, descubrimos un alarmante cambio


registrado en la época que nos interesa. Refiriéndonos al recuento ordenado por el
gobernador de Chile al corregidor de San Juan, en 1693 –que se concretaría unos años
más tarde–, dice:

"El trabajo censario fue al parecer muy sencillo, ya que concluyó el 30 del mismo mes y
año (1695).El resultado para las dependencias del Regimiento y Cabildo de la ciudad
sería como sigue: 21 encomiendas, con un número que oscilaba entre 7 y 45 indios
tributarios cada una. En suma, unos 400 o 500 indios en total".33

¿Dónde estaban los primitivos habitantes que fueran encomendados a los colonos de
San Juan y Mendoza?

En las minas chilenas. Ocupados en el servicio rural y urbano al otro lado de la


Cordillera Nevada. Los traslados sucesivos de indios, hechos en franca transgresión
con la jurisprudencia de la época pero altamente benéficos para los intereses del

33
VIDELA, Horacio, “Historia de San Juan" Tomo I (Epoca Colonial, 1551–1810), Academia del
Plata, Buenos Aires, 1962.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 44 ~

Pacífico, extinguieron virtualmente a los aborígenes cuyanos. Allí donde había


españoles, se iba produciendo un paulatino despoblamiento de naturales.

Un análisis de las concesiones y transacciones de encomiendas en San Juan, nos


permite determinar que en los primeros tiempos fue mínima la intervención española
en el Norte. Solamente se registra la encomienda de los vasallos del cacique Gabriel de
Pismanta (menos de cuarenta hombres) y los del cacique de Mogna, Juan Saucama.34

En los albores de 1700 la mano de obra indígena se había sublimado del radio de
influencia de San Juan y Mendoza. Para solucionar el déficit comenzaba a hacerse
necesaria la concentración de aborígenes en nuevos pueblos o villas localizadas en
tierras marginales (merece destacarse que hasta 1748 Jáchal no registra población
blanca).

Este es el primer móvil que justifica el avance español hacia el Norte. Veamos cuál es
el segundo.

Desde la época de Villagra, como se demostrara en párrafos anteriores, los intereses


de la conquista se movieron detrás de la potencial riqueza de la tierra en minerales
preciosos. En este sentido, Jáchal fue primero una esperanza, y más tarde una
concreta promesa. Tanto Gualilán como Huachi ya habían sido explotados por los
indios con éxito. Restaba probar la eficiencia en sus rendimientos.

No se tardó en comprobar la escasa intensidad en los yacimientos; sin embargo, la


demanda creciente de oro y plata sumada al lento pero inexorable agotamiento de la
potencia de Potosí, los puso en condiciones competitividad. Héctor Arias demuestra
que en el momento de la fundación de Jáchal ya se explotaban los distritos de Gualilán
y Huachi con beneficio en oro.35

Otro evento, esta vez externo, alentará el comienzo de un verdadero ciclo minero en
Cuyo: la creación en 1743, por Real Cédula de Felipe V, de la Casa de la Moneda de
Santiago.

Al respecto señala el historiador económico italiano Ruggiero Romano:

"El nuevo instituto no dependía del estado sino de un particular: Francisco García
Huidobro, quien obtuvo el monopolio. De esta manera se satisfacían los deseos
expresados desde hacía largo tiempo, por la clase mercantil de la capital.

(...Dado) que el oro es un medio económico de alto nivel, deber considerarse por regla
gene ral, que la actividad de la Casa de la Moneda de Santiago responde ante todo a las

34
ESPEJO, Juan Luis "La Provincia de Cuyo del Reino de Chile", Tomo I, Santiago de Chile, 1954.
35
ARIAS, Héctor Domingo "Contribución ... “(op. cit.)
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 45 ~

necesidades de un grupo económico bastante poderoso y a la búsqueda constante de


monedas fuertes".36

Esta búsqueda se justifica, por otra parte, dado que los conquistadores del sector del
Pacífico, emprendedores de una guerra inacabable, como la de Arauco, requerían con
urgencia un aliciente capaz de resarcir sus deterioradas arcas.

Si la extensión realmente dominada del Reino de Chile era exigua, con pocas
disponibilidades de mano de obra –debido a las constantes sublevaciones de indios– y
escasas minas y campos para hacienda, libres del acecho belicoso, debió haber sido
imperioso recurrir a todas las posibilidades de expansión sobre las áreas limpias de
conflictos.

En condiciones ideales se encontraba la trastienda de Cuyo, especialmente sus fajas


marginales del Norte, poco aprovechadas hasta ese momento.

El funcionamiento minero del distrito, con Huachi a la cabeza, guarda estricta


concordancia, en consecuencia, con la tendencia general de acuñaciones de la Casa de
la Moneda –netamente alcista en el período independiente– aún teniendo en cuenta
sus vaivenes cíclicos (picos en 1762, 1779 y 1796 y valles en 1768, 1785 y 1808, como
puede observarse en el gráfico correspondiente).

Durante todo el período, Santiago se comportará como un verdadero polo de demanda


para la materia prima extraída en Jáchal utilizando la mano de obra indígena
previamente concentrada en virtud de la política de asentamientos de la Junta de
Poblaciones.

No por válido, este esquema resulta completo. Los ciclos muestran caídas de la
acuñación que señalan una evidente retracción de la oferta del mineral que, como lo
demuestran los documentos de la época que el historiador Romano ha rescatado del
Archivo Nacional de Santiago de Chile, no se deben a otra cosa que a "la gran
extracción que se hacía de este metal por Buenos Aires pagándolo a más precio". A este
motivo se debe, por ejemplo, la caída de los montos del metal amarillo trabajados en
Chile entre 1782 y 1787. Aunque se pretendió evitar estas fugas controlando la
provisión de mercurio desde Santiago, elemento éste indispensable para amalgamar
el oro y muy difícil de trasladar por aquella época, de todos modos, el tráfico hacia el
Río de la Plata fue adquiriendo ribetes cada vez más significativos. (Ver lámina VII)

En el gráfico que se adjunta, copia de un mapa original de 1782 que se encuentra en el


Archivo General de la Nación – Sala X, Colonia, Cuerpo 4, Anaquel 6, N° 5, Carpeta 1,
tomado de una copia facilitada por el Instituto de Historia Regional y Argentina,
Universidad Nacional de San Juan, surge como evidencia la neta función minera de

36
(ROMANO, Ruggiero "Una economía colonial: Chile en el Siglo XVIII". EUDEBA, Buenos Aires,
1965).
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 46 ~

Jáchal y su partido, apoyada en forma secundaria por chacras y potreros. Los trapiches
se concentran cerca del poblado principal, en tanto que la circulación se ordena según
tres corredores elementales: uno hacia el Sur, en busca de apoyo logístico de San Juan
de la Frontera, otro hacia Chile, vía Coquimbo, y el último, conector de Jáchal, Huachi,
Gualcamayo y Guandacol, que queda significativamente expedito hacia el Este. (Ver
lámina VIII)

Los trapiches de la zona cumplen la función de aligerar los metales preciosos de sus
cajas y gangas por medio de procedimientos físicos alcanzados previa trituración de
las masas más grandes. Este sistema permitía asimismo la homogeneización de los
trozos de material con beneficio, cuyo traslado posteriormente resultaba más viable.
Muchos de estos trapiches eran muy simples y rudimentarios, basados –como en el
caso de los quimbalebes– en la percusión más que en la acción rotativa de piedras
circulares. Se les reservaba localizaciones más cómodas y mejor provistas de agua que
los sitios específicos de los yacimientos, emplazados –exceptuando el caso de
Gualilán– a alturas superiores a los 3000 metros sobre el nivel del mar.

Las explotaciones mineras del período fueron predominantemente a cielo abierto,


orientadas de acuerdo al rumbo de los filones y extendidas al ritmo en que se iba
descubriendo la dirección de cada veta. Muy magros fueron los resultados de los
trabajos en placeres, por las características del aridez del área que presenta escasos
cauces permanentes de drenaje.

Para detectar el último componente de esta fase –la distribución de las tierras– ser útil
volver atrás unas décadas, a fin de conocer en detalle el mecanismo de otorgamiento
de mercedes reales relacionadas con las encomiendas.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 47 ~

4.1.2.4.– La trama espacial de las mercedes reales.

Una merced real no es precisamente un título de propiedad. Por su fuerza como


antecedente de posesión ha llegado hasta la actualidad como documento válido para
ser esgrimido en los pleitos de catastro. Sin embargo, en su origen, las mercedes no
fueron otra cosa que favores del rey a sus vasallos. De ello se desprende:

1) que por tratarse de una gracia, estaba sujeta a perpetuidad a la


voluntad del soberano, quien podía retirar el bien en el momento que
lo desease;
2) que surgía de una relación de vasallaje y no de un acuerdo entre
partes iguales, lo que invalidaba de hecho toda pretensión de
considerarla un contrato.

Si en esto consistía la problemática legal de las mercedes reales, también es cierto que
en este sistema de distribución parcelaria descansó todo el proceso de colonización
hispánica. Antes de acaparar tierras yermas la corona se decidió por alentar la
creatividad individual de sus conquistadores mediante títulos territoriales de
reconocimiento por servicios prestados.

Las primeras mercedes reales de Cuyo representaron áreas de escasa magnitud


simples chacras o "cuadras" otorgadas en los albores de la causa fundacional cerca de
las poblaciones de San Juan o Mendoza– pero fueron variando en sus condiciones con
el tiempo. Entre 1631 y 1638, por ejemplo, Diego Jofré de Arce recibió, en los
alrededores de San Juan, nada menos que tres mil cuadras cuadradas, tierras que
bordeaban el Camino Real por un extremo, y alcanzaban los faldeos del Tontal por el
otro.

Naturalmente, no fue el rey sino sus representantes oficiales quienes se hicieron cargo
del otorgamiento de los títulos en cuestión, no siempre con criterio justiciero.

La distribución en Jáchal se produjo prácticamente en el ocaso del período de


influencia chilena, en concordancia con la fundación de la villa por Echegaray. Éste fue
el primer beneficiario, como era de rigor en estos casos. A su segundo en la empresa –
capitán Feliciano de Mallea– se le otorgó la posesión de "dos suertes de tierras de labor
dos potreros" en nombre del presidente de la Junta de Poblaciones de Chile, Domingo
Ortiz de Rosas.

Recién después de este acto pudo constituirse la estructura administrativa del nuevo
emplazamiento, compuesta por un consejo de vecinos –el Ayuntamiento– y un
superintendente (con funciones similares de los tenientes corregidores de las
ciudades ya existentes) que además se comenzaría a desempeñar como delegado de la
Junta de Poblaciones, con autoridad para extender mercedes de tierras.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 48 ~

Del mismo día del otorgamiento de la primera merced –6 de noviembre de 1753– ya


por voluntad del maestre de campo Don Juan de Echegaray, datan diez títulos
correspondientes a parajes próximos al emplazamiento del pueblo. Apellidos como
Quiroga, Castro, Chancay, Luna y Esquibel, de posterior figuración en la zona, se
cuentan entre los beneficiarios. Entre la fecha consignada y 1757 se otorgaron más de
cien mercedes en Jáchal que, de acuerdo con la información recopilada por el
historiador Videla, de sus propios archivos, corresponden a los siguientes parajes:

Pampa de Pimpa, Puerta de Ancachí, Guapianca, Las Tunas, Manan, Carrigalito, Aguada
del Difunto Santiago, La Estrella, Ojos de Agua, La Aguada, Nusnao, El Colorado,
Horcón, Potrerillo, Agua de Tejada, Uclicán, Pasleán, Agua Amarga, Puerta del Agua
Amarga, La Zanja, Angullo, Panacán, Indio Muerto, Los Barriales, Las Burras,
Gualcamayo, Quebrada Larga, Agua del Overito, Agua de la Chepa, La Puntilla, El
Volcán, Ciénaga de la Cuesta, El Quemao, El Rodeo, Agua Negra, Guañizuhil, Mondaca y
Mondaquita, Tudcum, Potrero de la Pancha, El Sala do, Ciénaga de los Médanos, Las
Vizcachas, El Ratón, La Jarilla, Niquivil, La Isla, Tulimisquipaja, Huaco, Tucunuco, Las
Tres Cruces y Colanguil.37

La distribución de estas mercedes permite una somera estimación del área de


influencia conferida por la Junta de Poblaciones al asiento de Jáchal. El dominio se
consideraba coincidente con la zona indígena del Angaco, que involucraba desde
Calingasta e Iglesia hasta los faldeos occidentales de la sierra de Valle Fértil, excepción
hecha del valle de Tulum.

**********

37
VI DELA, Horacio (op. cit.) Tomo I.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 49 ~

4.1.2.5.– Mogna: singular triunfo territorial del arraigo indio.

Un caso particular, de excepción podría decirse, en toda la gesta de ordenación


territorial para el período, es el que determinó la fundación de Mogna en un paraje
singular: la caída del río Jáchal sobre los algarrobales del reborde occidental de la
travesía del Bermejo.

Un sitio tan a trasmano, distante 60 kilómetros de Jáchal en línea recta hacia el


Sudsudeste, en absoluto vinculado a los yacimientos minerales, parecería algo
incongruente en la voluntad española.

Y en verdad fue... y mucho tiene que ver la distancia a los metales con el origen de este
curioso asentamiento cuya representación en la cartografía de la época, como puede
observarse en un interesante mapa expuesto en el Museo de las Américas, en Madrid,
llegó a tener más importancia que el propio Jáchal.

En efecto: los aborígenes de Ampacama –etimológicamente "naciente de agua", del


lule– y Mukina (Mogna) –del quechua "aguas malolientes"– se mostraron reacios a
participar del acto fundacional de Echegaray, insistiendo firmemente en la voluntad
de integrarse en un asentamiento separado. Estos deseos se concretaron por virtud de
la instrucción del corregidor de Cuyo –Don Eusebio de Lima y Melo– del 2 de mayo de
1753, por la que se ordena la fundación de un nuevo núcleo con una partición inicial
de nueve manzanas, la asignación de tierras circundantes y el expreso encargo de
construir una iglesia cuya atención doctrinaria estaría a cargo del cura de Jáchal.

El trazado, en damero, fue concluido en tres meses, después de los cuales se concretó
la fundación correspondiente. (Ver lámina IX)

A los caciques Francisco Alcane y Matías Bermejo les correspondieron una manzana a
cada uno, frente a la plaza, asignándoseles otras unidades menores a seis indios
cabeza de familia. También se consignan en la instrucción citada las normas para
repartir los campos aledaños, reservándose para la comunidad "una legua de ejido
para que en ella mantuvieses sus ganados, sin juntarse con los españoles".

La actitud de este grupo –deseoso de la segregación– no deja de extrañar, en primera


instancia. Sin embargo, analizando el caso desde la óptica social del indígena en aquel
momento y lugar, puede inferirse que:

1. las perspectivas de Jáchal no eran halagüeñas, en la medida en que la


única fuente de mano de obra para explotar las minas era el indio;
2. aceptando que los indios abominaban el sometimiento a las tareas de
extracción de metal, ajenas a su modo de vida tradicional, existía un
peligro aún mayor: el desarraigo, en la forma de traslado compulsivo
hacia el Pacífico;
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 50 ~

3. el asentamiento de Mogna, poco atractivo para el español, resultaba


una interesante alternativa por tratarse de un verdadero remanso en
la corriente a presión generada por los colonizadores, ansiosos por
fortalecer sus encomiendas.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 51 ~

4.1.2.6.– Conclusiones parciales.

La primera configuración dada por los conquistadores al "Jáchal Histórico" desde el


Reino de Chile surgió por la necesidad política de adelantar las marcas en la frontera
del Norte.

Los estímulos básicos fueron:

a) los metales,
b) la mano de obra potencial indígena.

Las operaciones cristalizaron por la conjunción de tres concepciones concurrentes:

a) la de la administración colonial,
b) la del clero,
c) la de los conquistadores y pioneros.

El sistema se configuró por medio de dos motores legales:

a) el otorgamiento de indios en encomiendas


b) la concesión de mercedes reales.

Intervinieron en el proceso dos clases definidas, con intereses contrapuestos: el


español y el indio, siendo los representantes del clero el nexo de unión entre ambas.

La ordenación del espacio muestra un marcado interés por la extracción mineral,


siendo los corredores de circulación un resultado de las necesidades de esa actividad.

Finalmente, la estrategia de la Junta de Poblaciones de la zona, pone en evidencia una


firme intención desde Santiago de restar jerarquía al poderoso triángulo urbano de la
primera etapa fundacional, paulatinamente volcado hacia una autonomía de conjunto.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 52 ~

4.1.3.– Época ganadera.

En la difícil tarea de rastrear el proceso de integración de Jáchal en el espacio


funcional que lo circunda, es de fundamental importancia la consideración del período
de apogeo, el de la época ganadera, donde adquirieron fisonomía propia los rasgos
que le conferirían cohesión geográfica al territorio. En un esbozo preliminar pueden
definirse estos rasgos como sigue:

a) la articulación general de un sistema que complementó los intereses


del Oeste Argentino con los del Pacífico;
b) la calidad de los potreros bajo riego de la comarca;
c) la especialización de los campos para la invernada de mulares,
equinos y bovinos;
d) la posición inmejorable de Jáchal en el vértice de dos conos opuestos:
la región de las Sierras Pampeanas por el Este y el Norte Chico
chileno por el Oeste;
e) la participación en un esquema financiero independiente y no
competitivo respecto del bonaerense;
f) incorporación de las actividades ligadas a la producción triguera,
beneficiada por las posibilidades de colocación de la harina en un
amplio mercado de consumo;
g) crecimiento demográfico asociado a una ocupación efectiva del
territorio.

En síntesis: una nueva geografía, que nace con la patria y se prolonga hasta el pasado
cercano de la llegada del riel, marcará su sello definitivo: una impronta de firme y
perdurable trazo que guarda consigo, en esencia, el germen de su propio fracaso.
Efectivamente, esta sólida pero rígida estructura no ha podido adaptarse a los
cambios impuestos por la técnica de nuestro siglo.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 53 ~

4.1.3.1.– Breve descripción de los espacios contiguos.

De acuerdo con lo expresado, cobran relieve en esta época dos regiones –una chilena y
otra argentina– que obrarán en estrecha relación, enlazadas por un nexo equidistante:
Jáchal.

Se pretende esbozar someramente las características de ambos paisajes para hacer


más comprensibles los flujos recíprocos en juego y el verdadero papel desempeñado
en el área que motiva este trabajo.

En primer término pueden efectuarse algunas comparaciones elementales:

a) El sector chileno de influencia, correspondiente al Norte Chico y


algunas prolongaciones septentrionales, posee una extensión
superficial más reducida que el argentino, coincide, por su latitud,
con la región geográfica de las Sierras Pampeanas ;
b) desde el punto de vista demográfico y económico, en cambio, la
relación es inversa;
c) a pesar de que ambas son regidas por una constante general de
aridez, las condiciones climáticas difieren notoriamente debido a
elementos como la continentalidad, la influencia de anticiclones
opuestos, el régimen hídrico y las características topográficas
disímiles;
d) se interpone entre las dos la valla cultural de la nacionalidad.

Se exponen a continuación algunos rasgos individuales:

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 54 ~

4.1.3.1.1.– El Oeste.

Enmarcada por el desierto de Atacama por el Norte y el núcleo central de máxima


densidad de población (eje Santiago–Valparaíso) por el Sur, la región del Norte Chico
forma parte a su vez de un conjunto mayor conocido con la denominación de Chile
Central. Las condiciones generales de este último resultan intermedias entre la severa
aridez del Norte Grande, donde se desarrolla el desierto ya citado y el de Tarapacá y
las variantes frío–húmeda del Gran Sur o Región de los Canales.

Por su parte, el Norte Chico comprende dos provincias, según la división


administrativa antigua: Coquimbo (39.647 km2; capital La Serena) que interesa de
modo particular debido a su latitud igualada con Jáchal, y Aconcagua (9.873,5 km2;
capital San Felipe).

Una faja austral del departamento norteño de Atacama (78.267,5 km.; capital
Copiapó) –algo más de un tercio de su superficie total– comparte características
similares a las del Norte Chico y también ha extendido su influencias hacia territorios
argentinos.(Ver lámina X)

Toda el área en estudio cubre unos 80.000 km2 y en la actualidad posee


aproximadamente unos 600.000 a 700.000 habitantes. Influyen en la economía del
presente las formas de uso del suelo que derivan del aprovechamiento de los ríos de
tramo corto que, como el Aconcagua, el Chapo, el Hurtado, el Elqui, el Choro, el
Chañaral, el Huasco y el Copiapó, nace en la Cordillera de los Andes del Límite, para
alcanzar las rápidamente profundas aguas del Océano Pacífico luego de cortar –
siguiendo la orientación general de los paralelos– los cordones orográficos centrales y
costeros.

La agricultura intensiva, con riego, se desarrolla en los valles, reservándose las partes
bajas a los cultivos delicados de huerta, papa y algunos cultivos subtropicales como
paltas y chirimoyas, las intermedias para la vid, el olivo y los cítricos, y las altas al ají,
el tomate y la cebolla, que requieren mayores porcentajes de heliofanía.

Entre esos valles, en cambio, las actividades son predominantemente mineras,


asociándose con una ganadería que, de acuerdo con la calidad de los pastos y la
humedad imperante, alterna entre caprinos, ovinos y bovinos.

Los yacimientos más explotados son los de cobre, hierro, plata y oro, constituyendo
estos últimos, por lo general, parte del material de ganga del primero. Se han cubicado
unos 30 millones de toneladas de cobre que se explotan a un ritmo que oscila entre
500.000 y 700.000 toneladas anuales.

Entre los asientos mineros de más importancia merecen citarse: Punitaqui, situado al
Sudoeste de Ovalle, que explota desde hace mucho tiempo cobre, oro y mercurio;
Andacollo, viejo yacimiento enclavado en los cerros que dividen las aguas del Elqui y
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 55 ~

el Limarí; el Romeral, yacimiento ferro–cuprífero ubicado a 12 kilómetros al Nordeste


de La Serena, y, marginal respecto del área que nos ocupa, Las Ventanas, moderno
complejo que se levanta en Bahía Quinteros, al Norte de Valparaíso.

Si en la actualidad, los yacimientos se asocian esencialmente con las plantas


industriales y con vías de circulación (ruta Panamericana y ferrocarril, en particular)
para alcanzar puertos de ultramar como Valparaíso, Guayacán y Coquimbo, en el
pasado la situación no fue igual.

Los antiguos establecimientos económicos alternaban las tareas agrícolo–ganaderas


con la actividad en las minas y en los rudimentarios hornos de fundición alimentados
con la leña que se extrajo de la zona hasta ocasionar una deforestación casi total. En la
faja costera la actividad predominante fue el lavado de oro en placeres. Se destacaron
dos centros: La Serena, que fue el mercado tradicional del cobre, y Arqueros, centro
productor de plata.

La población, que hasta principios de siglo fue netamente rural, tiende hoy a
agruparse en centros urbanos de pequeña y mediana magnitud. Entre estos últimos
merecen citarse –de Norte a Sur– Copiapó, La Serena, Coquimbo y Ovalle. Las tres
últimas tienen conexión directa con Jáchal a través de múltiples pasos cordilleranos,
de los que el más importante es actualmente el de Agua Negra que se alcanza por un
camino mejorado chileno que se conecta en nuestro país con la ruta nacional número
150, pavimentada y en buen estado de conservación (exceptuando algunos tramos
cerca del límite, que no son debidamente atendidos) hasta Jáchal.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 56 ~

4.1.3.1.2.– El Este.

La región de las Sierras Pampeanas tal como la define el Dr. Federico A. Daus, posee
una superficie de 247 mil km2 –es decir, un 8,9% del territorio argentino continental–
y abarca parcialmente las provincias de Córdoba, San Luis, Santiago del Estero,
Tucumán, Catamarca, La Rioja y San Juan. La densidad aproximada es de casi 6
habitantes por kilómetro cuadrado, correspondiéndole a cada habitante una
proporción de 0,38 hectáreas cultivadas.

Refiriéndose a las características del relieve, señala el autor citado:

"Las sierras en sí mismas, como entidades topográficas, no forman una línea de


montañas continuas, no son un ‘plegamiento’, que podría haber creado una valla de
circulación; se hallan por el contrario desperdigadas en el espacio regional –como islas
dispersas en un inmenso lago– entre planicies que también difieren entre sí por su
altitud y extensión, pero es que están invariablemente intercomunicadas".38

Muy peculiar es el resultado del análisis de los elementos formales y funcionales de


esta región central argentina, cuya fisonomía impresiona inicialmente como si se
tratase de un gran retazo, producto del modelado de complejos geográficos limítrofes
–Pampa, Cuyo, Noroeste y Chaco– con escaso margen de cohesión interna. Sin
embargo, esta visión profana queda desvirtuada al calar más profundo, al ajustar el
alcance de la observación.

En otra de sus obras, explica Daus:

"...los bloques serranos y los espacios planos intermedios cubren un área maciza, de
diámetros armónicos, lo cual es parte para la apropiada constitución de una región
geográfica, donde el hombre halla ambientes variados, con analogías y contrastes, en qu
desarrollar su existencia con el máximo aprovechamiento de los recursos naturales. –Y
agrega más adelante: –...compuestas (las Sierras Pampeanas) de montañas y planicies,
no se comportan ante el hombre ni como sierra ni como planicie, sino como un ambiente
complejo, resultante del ajustado ensamblamiento de ambos componentes".39

Desde el punto de vista hidrográfico puede notarse que los ríos de caudal permanente
no atraviesan el sector, acentuadamente arreico, pudiéndoselos ver sólo en los
rebordes divergiendo hacia cuencas de tronco lejano (ríos Salado, Dulce, Primero,
Segundo, Tercero, Cuarto, etc.). Observa Franz Kühn al respecto:

"Por lo general, las partes llanas entre las Sierras Pampeanas, las pampas, llanos, valles
o bolsones no poseen sistema hidrográfico normal; carecen de desagüe y en muchos

38
DAUS, Federico A. "Fisonomía regional de la República Argentina", Buenos Aires, Nova. 1971.
39
DAUS, Federico A. "Geografía y unidad argentina", Buenos Aires, Ateneo, 1978.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 57 ~

casos contienen en sus puntos más bajos acumulaciones de sales, las ‘salinas’,
testimonios de la modificación climática ocurrida después del Pleistoceno, cuando
empezó a reinar en esta región el clima actual, seco".40

La vegetación es pobre, alternando en las planicies entre el desierto o semidesierto


halófilo hasta el espinoso monte de algarrobos, chañares, breas y jarillas en las partes
más beneficiadas por la presencia de agua, con excepcionales manifestaciones
boscosas de enclaves atípicos, como las laderas del Aconquija y algunas quebradas
catamarqueñas, cordobesas y puntanas que miran hacia el Este.

Es típica asimismo la presencia de "oasis pobres", como los denomina Daus, en


contraposición con los cuyanos, situados en los valles de los ríos temporarios
formados en el piedemonte serrano, algunos kilómetros antes que los caudales se
infiltren o evaporen definitivamente en bajos terminales conocidos localmente como
"puntas del agua".

Las poblaciones importantes se establecen en la faja limítrofe de transfiguración o


muy cerca de ella. Puede verse este fenómeno con claridad si se traza un polígono con
vértices en Córdoba, San Luis, La Rioja, San Fernando de Catamarca, San Miguel de
Tucumán y Santiago del Estero.

Siguiendo el propósito de explicar el funcionamiento armónico de parte de este sector


con Jáchal, se destaca a continuación, la presencia de asientos humanos de particular
trascendencia, en este sentido. (Ver lámina XI)

Poblaciones del borde de la sierra: Las Toscas, Baño de Chancaní, San Francisco, Río
de los Sauces, Villa Dolores, Pocho, San Javier y Renca. Poblaciones de los llanos:
Catuna, Olta, Tama, Atiles, Malanzán, San Antonio y Chepes. Poblaciones del Oeste de
transición: Usno, San Agustín del Valle Fértil, Astica y Chucuma.

Al vasto ámbito que comprende este conjunto de pueblos, sólo ordenados según la
magra presencia hídrica, le corresponde un tipo humano folk, enraizado en las
montoneras de la época de las guerras civiles de los caudillos y sus huestes. Este perfil
generalizable, el del "pendenciero", fue presentado por Daus a través de su forma de
percepción del medio y sus comportamientos, como sigue:

"El poblador de las sierras y los llanos nunca pudo alcanzar una percepción del medio
real que formara una imagen inteligible, veraz y optimista. Hay enigmas,
contradicciones y contrastes en el ambiente que, para una interpretación puramente
intuitiva, convierten esa realidad en una incógnita, algo fuera de quicio que incita a la
mentalidad heroica, a la faena de poner orden, mediante recursos extraordinarios,

40
KUHN, Franz "Geografía de la Argentina", Barcelona, Labor, 1947.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 58 ~

utópicos, mágicos o violentos, para acomodar las condiciones del medio a las
necesidades del hombre".41

Este "espíritu de independencia montaraz, soberbio, insocial y despiadado" es el


guerrero individualista de las hordas de Quiroga o Peñaloza, pero también es el
artífice de una peculiar ganadería: la de los arreos en pleno desierto, la del duelo
cotidiano entre espinas y guardamontes, la de las interminables peregrinaciones tras
el agua, la del ejercicio permanente de la temeridad. Este "pendenciero" hubo de
impulsar grandes rodeos al Pacífico... y fue Jáchal el pivote de ese mecanismo.

**********

41
DAUS, Federico A. "Desarrollo y Comportamiento", Buenos Aires, El Ateneo, 1976.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 59 ~

4.1.3.2.– Circulación general de los arreos.

Definidas las dos grandes áreas de complementación resta, para completar el


panorama general de la época ganadera, esbozar un esquema de la circulación que
explique la condición favorable de Jáchal.

Lejos de lo que puede suponerse, la Cordillera de los Andes Aridos dista mucho de ser
una barrera infranqueable al tránsito. Sólo en el tramo limítrofe que se enfrenta al
departamento de Jáchal –unos 150 kilómetros, aproximadamente– hay 20 pasos, que
pueden ser divididos en dos grupos:

Pasos enfrentados a la cuenca del río Jáchal:


1) de los Bañitos –4.350 metros sobre el nivel del mar–;
2) de la Deidad –4.600 m.–;
3) de Vacas Heladas – 4710 m.–;
4) de las Tórtolas –4810 m.–;
5) de la Lagunita –4.790 m.–;
6) Portezuelo de Agua Negra – 4.780 m–;
7) de Agua Negra –4.780 m–
Pasos enfrentados a la cuenca del río San Juan (Valle de los Patos Norte):
8) de la Gloria o Quebrada Colorada –4.450 m.–;
9) de San Andrés o de San Lorenzo –4.730 m.–;
10) Oriental de la Quebrada Seca de Munizaga –4.260 m.–;
11) Portezuelo Occ. de la Quebrada Seca de Munizaga –4.400 m.–;
12) de Vallecito –4.730 m.–;
13) de Barahona –4.515 m.–;
14) Doña Rosa –4.280 m.–;
15) de la Coipita –4.230 m.–;
16) Portezuelo de Castillo –4.230 m.–;
17) de Miranda –4.300 m.–;
18) del Viento –4.330 m.–;
19) Portezuelo del Vientillo –4.400 m.–;
20) de Guana – 4.300 m.–

Los pasos del primer grupo son más altos, pero más directos; los del segundo son
fáciles de trasponer (actualmente los pastores chilenos los cruzan a pie durante el
verano con rebaños de ovinos y caprinos) pero presentan un inconveniente a los
intereses argentinos: se les interpone la valla orográfica de la Cordillera Frontal.

Ya a principios de nuestro siglo, el mayor Juan F. Moscarda señalaba:

"Podrá observarse que algunos pasos llevan el nombre de portezuelo, pero esto es debido
principalmente a su denominación general por el vulgo y también a su escasa
importancia como vía de tránsito ordinario. Es necesario tener presente que no todos
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 60 ~

estos pasos constituyen otras tantas líneas de invasión, ni de acceso a un número igual
de caminos, no siendo tampoco todos ellos igualmente practicables, pues que en su
mayoría apenas si son de herradura y algunos –verdaderas sendas– tan ásperas y
penosas que no es posible puedan servir ventajosamente para la marcha de tropas".42

Estima el autor citado que los mejores pasos de la zona son: Bañitos, Deidad, Tórtolas,
Agua Negra, Barahona, Doña Rosa, Viento y Guana.

Retomando el sistema general, nos encontramos con un segmento en cuyo extremo


occidental se localiza la demanda, y en el oriente la oferta. Si bien el epicentro del
esquema de transacción es Jáchal. hay otros dos espacios que cumplen un papel
similar, aunque con carácter secundario: Valle Fértil, por el Este, y Rodeo–Iglesia, por
el Oeste. La clave funcional de este complejo radica en la necesidad de los arrieros de
engordar los animales antes de someterlos al cruce del macizo andino. Este es,
precisamente, el papel que desempeñan los potreros del área central.

Los distintos hitos que se han señalado pueden representarse así:

Sierras
Chile Pasos Rodeo Iglesia Jáchal Valle Fértil
Pampeanas

El movimiento de los ganados se rigió por ciclos anuales vinculados a las necesidades
de engorde y de atravesar la cordillera –tanto a la ida como en el retorno–
aprovechando los meses estivales. El esquema, con ocasionales variantes, es como
sigue:

OEST AB MA AG OC NO EN FE MA EST
JUN JUL SET DIC
E R Y O T V E B R E
<<<<<<
<<<<
^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
^^^^^^^^^^^^
<<<<<< >>>>>>
<<<< >>>>
DESDE EN JÁCHAL, IGLESIA, RODEO HACIA
DESDE
LOS Y OTROS VALLES CHILE
CHILE
LLANOS PRECORDILLERANOS (cruce–
(retorno)
(cría) (engorde y herrada) venta)

42
INSTITUTO GEOGRÁFICO MILITAR "Guía Geográfica Militar de la Provincia de San Juan",
Buenos Aires, 1902.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 61 ~

Todo el ganado mayor (aún los vacunos) hacía el itinerario tramontano herrado, dado
el estado de las sendas, compuestas por material rocoso consolidado, y el intenso
desgaste de los cascos por el trabajo irregular en cornisas y planos inclinados. Las
tareas de herrería correspondientes se cumplían en Jáchal, por igual que el
aprovisionamiento de semovientes de recambio, aperos, vestimenta y artículos
alimenticios.

A este comercio, que aportó importantes ingresos en metálico para el sector, hay que
agregar los que se incorporaron por venta directa de los ganados criados e invernados
en las jurisdicciones más inmediatas y que tenían la ventaja de requerir menos
inversiones en flete y preparación que las reses de las sierras y llanos riojanos. Otra
forma de acumulación residió en la recaudación hecha por el fisco en carácter de
impuestos y tasas.

No en todo momento ejerció Jáchal el monopolio de la circulación de Cuyo. Por el


contrario, en diversas etapas se destacaron, en funciones similares y francamente
competitivas, plazas como la de Mendoza, San Carlos (Valle de Uco), San Juan,
Chilecito y aún la catamarqueña Tinogasta. Este ritmo pecuario tuvo sus mermas en
coincidencia con el otorgamiento de franquicias y medidas proteccionistas desde
Buenos Aires, para favorecer la colocación de los productos de la región del Oeste
evitando la competencia de los mercados de importación (vinos y aguardientes en
especial). Estos fueron los períodos más fructíferos para la actividad de apoyo ejercida
desde Jáchal, comprometida –en forma mucho más directa que los restantes enclaves
mencionados– a los intereses chilenos, ávidos de animales de carne y de tiro para
respaldar su floreciente ciclo minero.

También es importante aclarar que las etapas de traslado de los animales no fueron
atendidas por las mismas personas. Era muy difícil, por ejemplo, que un "llanisto"
riojano fuera visto con sus arreos en el Norte Chico. En primer término, no era la venta
de animales en los centros del Pacífico su especialidad; además, si cubría él sólo el
ciclo anual completo, debía abandonar forzosamente su hacienda mayor en los
campos argentinos, y ésta constituía la base y motor principal para todo el sistema.

De este modo, la economía funcionaba según un mecanismo de "postas". Como se vio


en un apartado anterior el tipo humano de las Sierras Pampeanas fue individualista
por definición; este gaucho montaraz se movió preferentemente en sus dominios,
deambulando, sí, pero dentro de los límites de su propio paisaje. A lo sumo, alternó
sus negocios entre Buenos Aires y Jáchal valiéndose para ello de dos canales de
evacuación: Cruz del Eje y Usno, respectivamente.

En Jáchal –o en los potreros de alternativa de Valle Fértil y Rodeo – Iglesia– la


preocupación primordial fue el engorde y preparación –en primavera– de los
animales. Para ello se aplicó una técnica basada en el riego y las pasturas artificiales,
especialmente alfalfa –"alfa" en la terminología local– y centeno. Los rodeos traídos
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 62 ~

desde el Este no eran de un número elevado de cabezas (debido a los inconvenientes


para abrevar a los animales, sedientos y ariscos, en aguadas de muy escasa magnitud).
Fue en Jáchal y en sus inmediaciones donde se concentraron los grandes conjuntos en
predios relativamente chicos pero muy bien cuidados. Cumplida esta etapa de
alistado, otra casta de arrieros y baquianos se enfrentaba a los peligros de la montaña.
En muchos casos, estos "últimos especialistas" fueron chilenos, muy vinculados con las
firmas compradoras. Era común, sin embargo, que tuvieran sus familias en Argentina
y que dieran lugar a generaciones posteriores de jachalleros dedicados al oficio
dictado por la tradición de sus ancestros.

Resumimos de este modo los tipos humanos según la actividades que realizaban, en
tres:

a) el criador montaraz (actividad: cría) –"llanisto"–;


b) el preparador de hacienda (engorde) –cuyano–;
c) el arriero y/o baquiano (traslado) –chileno o jachallero–.

La valorización del espacio potencialmente regable cambió la estructura elemental del


primitivo Jáchal que miraba hacia el oro de Huachi dándole nuevo sentido al paisaje
del valle, cuya considerable extensión comenzó a rendir pingües ganancias.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 63 ~

4.1.3.3.– Panorama histórico

A partir de la creación del Virreinato del Río de la Plata muere la "trastienda cuyana"
de Chile. Cuando la presión administrativa de Buenos Aires, la nueva capital, comenzó
a hacerse efectiva, las ciudades principales –Mendoza, San Juan y San Luis– asimilaron
su sistema productivo, basado en la elaboración de vinos, aguardientes y frutas secas,
a las exigencias de complementación de la Pampa Húmeda. No ocurrió lo mismo con
Jáchal, que continuó dependiendo básicamente del eje Copiapó – Coquimbo –
Santiago, del que participaba a través de su modesta actividad minera y, ya con
significativa trascendencia, en el comercio de animales. Esta situación es observada ya
por el marqués de Sobremonte, quien elabora un detallado informe desde Córdoba,
destinado a exaltar las posibilidades –ante todo mineras– del Oeste y a propugnar su
integración efectiva al virreinato.

Con el fin del régimen hispánico se impondrá una economía de guerra, destinada a
paliar los gastos ocasionados por las luchas de emancipación. El escenario de la guerra
de la independencia fue trasladándose según se consolidaron dos ejes primordiales de
circulación: el del Noroeste, con su plaza fuerte de la Ciudadela de Tucumán, y el del
Oeste, organizado desde el Plumerillo de Mendoza. Dentro del cono de influencia de
este último, Jáchal fue, empero, marginal. Esta condición, lejos de significar un
perjuicio, benefició al distrito: eran necesarias esta áreas de 'remanso bélico’ para
sostener con su producción de caballos y mulas los frentes de batalla. Unas veces
fueron donativos, otras préstamos, y, en la mayoría de los casos, ventas, los aportes
que se hicieron a la campaña libertadora. He aquí un testimonio de lo expresado:

"En reconocimiento de la puntualidad con que el pueblo de Jáchal había respondido a


oblar las contribuciones impuestas se devolvieron los caballos remitidos. El miliciano
Juan Andrés Tejada fue el portador del equipo exigido para el Ejército de los Andes: 60
mulas de sillas, 22 cargueras, 79 monturas completas y 150 cueros de carneros".43

En la misma relación sobre la presencia de Jáchal como fuente de aprovisionamiento


se destaca el envío de costales de trigo, maíz y cebada en donación al general San
Martín, comentándose:

"Bueno lo debieron encontrar en el cuartel general; en diciembre (1816), vísperas de la


partida del ejército, ordenan acopiar y remitir toda la cebada jachallera disponible
pagando por las mismas 8 reales la fanega".44

Nuevas perspectivas económicas se abrían asimismo en el mercado chileno que, como


lo consigna Jorge Basadre, había aprovechado el vacío de poder de la España de 1810

43
PEÑALOZA DE VARESE, Carmen y ARIAS, Héctor D., "Historia de San Juan", Mendoza
Spadoni, 1966.
44
Ibíd.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 64 ~

para resolver –a través de una junta que comenzó a gobernar en nombre de Fernando
VII desde el 18 de septiembre– la apertura comercial de los puertos de Valdivia,
Talcahuano, Valparaíso y Coquimbo y la consiguiente ruptura monopólica impuesta
desde el Perú.45

Pero mucho más significativo sería para el Norte de San Juan el desarrollo de los
acontecimientos en el teatro opuesto: los llanos del Este. Con Facundo Quiroga, desde
1821, el poder político se escapa de las redes de la administración urbana –en San
Fernando del Valle de Catamarca, La Rioja, San Juan o Mendoza– para apretarse bajo
la carona de los pendencieros.

En 1827 Quiroga entra victorioso en los grandes oasis cuyanos, imponiendo sus
condiciones y sus gobernantes y cuatro años más tarde queda definitivamente
confirmada su hegemonía con la derrota infligida al general Lamadrid en la batalla de
la Ciudadela, en Tucumán.

La década del '30 sorprende a la Confederación organizada en espacios de intereses


contrapuestos, representados a su vez por tres hombres fuertes: la Provincia de
Buenos Aires, preocupada por el movimiento de su puerto y regida por Juan Manuel
de Rosas; Santa Fe (junto a Entre Ríos y Corrientes), asiento de los productores
agropecuarios de la ribera del Paran y ámbitos vecinos, al mando de Estanislao López,
y La Rioja (e indirecta o directamente todo Cuyo y las provincias arribeñas)
comandadas por Quiroga.

Testimonio de las relaciones entre los integrantes de esta singular trilogía son los
acuerdos de la época:

"En los célebres debates preliminares a la firma del pacto del Litoral entre Ferré y el
delegado porteño José M. Roxas y Patrón quedaron trazadas las líneas generales de las
aspiraciones económicas de Buenos Aires y el Litoral".46

La intención de Santa Fe de habilitar un puerto en el Paraná se correspondía,


obviamente, con Buenos Aires. Interesa en este caso el papel desempeñado por el
Oeste y sus repercusiones en Jáchal.

San Juan, segregada de Mendoza y San Luis desde 1820, cultivó la amistad del más
fuerte, logrando la imposición de gravámenes en Buenos Aires que evitaran la
competencia del extranjero, permitiendo as! la colocación de vinos y aguardientes en
el mercado portuario. En concordancia con esta política, la Sala de Representantes
dicta en la provincia una ley con severos gravámenes al comercio con Chile.

45
BASADRE, Jorge, "Chile, Perú y Bolivia independientes", en "Historia de América y de los
pueblos americanos" dirigida por Antonio Ballesteros y Beretta, Tomo XXV, Salvat, 1948).
46
ARIAS, Héctor D. "Contribución al conocimiento de la economía de la provincia de San Juan
(1835–36)" Revista Humanidades, Tomo XXXVIII, Universidad de La Plata, 1961.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 65 ~

Sin embargo, ni esta ley ni las posteriores, como lo destaca el autor del trabajo
precedentemente citado, "son aplicables al ganado, que tenía tarifas especiales".

Es que San Juan cuida mucho el floreciente tráfico del Norte, en el que se asocian
además los llanos riojanos, pagos del cuartel general de Quiroga primero, y de
Peñaloza más adelante. Siempre existió la zozobra por los probables manejos
centralistas en pos de una política de libre comercio de desastrosas consecuencias
para las economías regionales. Jáchal, en este sentido, actuó como un seguro ante
eventuales catástrofes para la monoactividad vitivinícola. Su receptoría de aduana no
dejó de ofrecer balances favorables en estos años de diletante evolución. Véase un
ejemplo: en junio de 1835, lo recaudado por la mencionada receptoría fue más de un
sexto del conjunto de las entradas de la Caja de Hacienda de la provincia.

En un relato de César Carrizo se reflejan gran cantidad de elementos que explican el


mecanismo de la época existente entre los llanos y Jáchal. Se refiere a una hazaña
legendaria de Quiroga: durante su juventud neutraliza un asalto de cuatreros
impresionándolos con la doma y muerte de un toro bravo sin otra ayuda que las
manos, para incorporar finalmente a los bandidos a sus huestes.47

De esta narración interesan particularmente los siguientes elementos:

a) Su capataz es de directo ascendiente indígena, mestizo como gran


parte de la población de los llanos. Su nombre es Severo Millicay.
b) El arreo es de 300 novillos, número bajo que se explica por las
dificultades para abrevar en las misérrimas aguadas de la zona.
c) El itinerario es típico: desde los rebordes de la sierra de Malanzán
hasta Jáchal.
d) También se consigna la fecha. El hecho ocurre a fines de marzo, o sea
que el ganado va a los potreros de invernada de Jáchal, seguramente
para que se lo cruce el verano siguiente al Pacífico.
e) Se hace una referencia precisa del origen de los cuatreros de la zona:
"En verdad eran desertores y soldados perdidos del Ejército de los
Andes, que asolaban las campañas de San Juan, San Luis y La Rioja, al
mando de los capitanes Larro y Aldao".
f) Ultimos datos valiosos: la forma de pago por los animales y el
inmediato retorno sin participación en las restantes etapas del ciclo
explicado: "Al llegar a Jáchal no faltaba un sólo novillo de la cuenta.
Los entregó; recibió las onzas de oro correspondientes, y de nuevo a
Malanzán".48

47
CARRIZO, César, "Juan Facundo Quiroga. Un rasgo". Relato publicado en 1922 en la revista El
Hogar de Buenos Aires.
48
Ibídem.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 66 ~

En 1835 muere Quiroga en Barranca Yaco, pero muy poco cambiará la situación
estudiada hasta la época de Caseros. En esencia, los planteos territoriales seguirán
siendo los mismos. Por un lado, se mantiene la asociación entre Buenos Aires y los
oasis cuyanos. Siguiendo el aforismo rosista de "mantener conformes a las provincias
para hacer buenos negocios en la metrópoli", se promulga la Ley de Aduana –en el
mismo año de la desaparición del "Tigre de los Llanos"– por la que Buenos Aires fija
con habilidad las tarifas arancelarias del puerto, a través de una tabla que, sin ser la
máxima aspiración de las provincias, las satisface económicamente. Cabe consignar
que este texto, al no ser nacional, podía ser derogado directamente por el gobernador
bonaerense.

En otro orden, sigue abierto el flujo de intercambio en Chile. Es indudable que el Oeste
no tiene otra salida: los puertos del Paraná y Buenos Aires se desvelan por otros
negocios, por otras preocupaciones. El inconveniente que presenta el Pacífico como
mercado consiste en la semejanza de las producciones en ambos frentes de la
cordillera. Por lo pronto, no entra vino en Chile; tampoco frutas, aceite, harina, cebolla,
tomate y tantos otros bienes que se obtienen por igual en Mendoza que en Santiago,
en San Juan como en Coquimbo. No ocurre así con el ganado, en cambio. Mulares y
equinos fueron haciéndose cada vez más necesarios, a medida que paulatinamente se
descubrían nuevos y prometedores yacimientos metalíferos. Los vacunos, criados en
modesta escala en Chile, debido a la escasez de tierras para el pastoreo, fueron una
motivación siempre vigente para entablar relaciones con el Este. El paladar chileno es
poco exigente: ante todo se piden "animales grandes", verbigracia, de mucha alzada y
con mucha proporción de grasa, artículo indispensable en el arte culinario local; no
importa que la carne sea dura o fibrosa. En una palabra, éstas son, ni más ni menos, las
características de las reses de los llanos, resistentes a la sequía, al espinal y a los
traslados agotadores, y capaces de recobrar rápidamente grasas por los kilos perdidos
durante los prolongados arreos. Son estos mismos caracteres los que las hace poco
aptas para entrar en el marco exigente de la plaza comercial de la Pampa Húmeda.
Doble razón entonces para que se valorice día a día el tráfico transandino.

Va cobrando importancia en este complejo económico la participación del Sur,


representado por San Luis, que se vuelca especialmente a cubrir el consumo de los
grandes oasis. Este territorio, "el más a propósito para la propagación vacuna", según
Manuel de Morales en su "Descripción de la Provincia de Cuyo", fue una pieza
fundamental en el mecanismo explicado. Consigna el historiador Videla al respecto:

"En los sectores orientales de la comandancia de armas puntana, los parajes de Morro y
Pulgas y las tierras ribereñas del río Quinto beneficiadas por las lluvias de la cercana
pampa húmeda, contaron con buenas pasturas destinadas al ganado mayor,
especialmente vacuno y mular. Los parajes de Chorrillo, Carolina, San Francisco del
Monte, Renca, Santa Rosa y Merlo, e incontables pequeños puestos de la estepa serrana
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 67 ~

fueron a su vez reductos de ganado menor, en especial caprino, en la jerga lugareña de


aquellos tiempos llamados ‘géneros de campaña’".49

La influencia de este sector sobre Jáchal es poco definida pero tiene su trascendencia,
en la medida en que su funcionamiento es armónico con el resto del Oeste argentino.

Retomando la problemática del área que motiva el presente trabajo, conviene, a esta
altura, hacer un breve análisis de las condiciones del hábitat.

Al respecto, vale la pena consignar aquí que no hubo casas de cemento o ladrillo en
todo el departamento hasta entrada la segunda década de nuestro siglo. En el Segundo
Censo General de la Provincia50 se registra, para 1909, un total de 2.063 viviendas (el
12,82 por ciento en todo San Juan) de las que el 80,27 por ciento eran de adobe, el
19,34 de quincha y el 0,39 restante de madera. Más del 60 por ciento de los pisos eran
de tierra.

En la ciudad las casas eran amplias, con patios internos conectados con la puerta
"cancel" por medio de un ancho zaguán. Las paredes, gruesas y muy altas remataban
su estructura superior con tirantes de madera dura sin pulir sobre las que se apoyaba,
a modo de techo, un entramado de cañas cubiertas por una capa impermeabilizadora
de barro. Eran comunes los aleros y las ventanas de reja amparadas del sol con
elevados postigones.

En cuanto a la situación de la casa en el campo dice Videla en la misma obra que recién
se citó:

"La vivienda rural fue el típico rancho cuyano: unos pocos adobes asentados con barro, o
unas quinchas de caña y engrudo de tierra, con reducidas aberturas a guisa de puertas y
ventanas, provistas de un género para detener el frío, y raleados palos sosteniendo el
encañado del techo, por donde la lluvia y el viento se colaban con facilidad. Un reducido
parral encatrado a guisa de galería, o el árbol pegado a la acequia, brindaron la sombra
para aliviar el calor. (...) El mobiliario y los útiles del rancho se redujeron al camastro, el
mesón, la gran olla de hierro, los estribos de madera, las espuelas y el talero de hierro o
plata. Esos adminículos, incluso la montura para cabalgar, mostraban pobre factura en
comparación con los usados en Chile."51

A la figura ya mencionada del baquiano, personaje típico de la campaña jachallera,


guía seguro del arriero, conocedor de las vegas y placetas empastadas, de las sendas y
las aguadas, se suma otro extraño especialista de la naturaleza: el rastreador. Su
profesión fue herencia del acervo indígena. Nada parece obstaculizarlo cuando de

49
VIDELA, Horacio "Historia de San Juan" Tomo II (Epoca Patria) Momento: Año X. Academia del
Plata, Buenos Aires, 1972.
50
SAN JUAN "Segundo Censo General de la Provincia" Centenario de 1810. Imprenta Alsina,
Buenos Aires, 1912.
51
VIDELA, Horacio "Historia ..." (Op. cit.).
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 68 ~

encontrar vestigios en el campo se trata. "Siguen con gran seguridad el rastro –anota
Ovalle– ora sea por piedras lisas, ora por hierba o por agua".52

Sarmiento se refiere a uno de ellos en "Recuerdos de Provincia":

"¡Ilustre Calíbar! No has degenerado un ápice de tus abuelos. El célebre rastreador


sanjuanino, después de haber hecho con ss ciencia devolver a muchos lo hurtado, y
dejado salir de la cárcel a los presos, como sucedió con mi primo M. Morales, sin acertar
a cortarle el rastro que había prometido no hallar, se ha retirado a morir a Mogna,
morada de su tribu, dejando a sus hijos la gloria de su nombre".53

Un acontecimiento histórico da nuevos matices al período ganadero estudiado. Por


sus connotaciones, la Batalla de Caseros derivará los cambios políticos hacia el
montaje de una nueva estructura económica de corte liberal en la que se fortalecerá el
comercio transandino. La mala calidad y deficiente técnica de elaboración de vinos y
aguardientes –tantas veces denunciado por el espíritu crítico de Sarmiento– pusieron
a Cuyo en una difícil situación para enfrentar las consecuencias del libre cambio. Esto
motivó un retorno, a la prospección y explotación minera por un lado (frustrado por el
descenso de la cotización mundial de la plata, a pesar del optimismo de los inicios) y a
la venta del ganado al Oeste, aprovechando la buena situación que atravesaba la
nación limítrofe que acaba de incorporar importantísimos yacimientos de cobre y
salitre a su esquema productivo, netamente influenciado por el Imperio Británico.
Dice Héctor Arias en relación con esto último:

"San Juan atravesó un ciclo de prosperidad, al que no es ajeno el ‘boom’ minero de


1865–1875, que irradiara desde el Pacífico. El volumen de las transacciones
transandinas ser considerable. Una estimación proporcional de hectáreas sembradas
con forrajes y potreros regados, respecto a la vid, destaca casi el 80 por ciento de la
economía agrícola local volcada al primer renglón".54

Jáchal, preparado para asumir este proceso como algo natural, tiene en esta década –y
especialmente durante la primera mitad de la misma– su pico de apogeo. Se suma a la
ganadería otro producto que también alcanzará su consolidación en el período: la
harina elaborada con trigo obtenido con regadío. Había en 1898 en Jáchal, según lo
consigna la Guía Geográfica Militar de la Provincia de San Juan55 6.497 hectáreas
cultivadas con trigo y unas 18.200 de alfalfa (o sea una superficie capaz de alimentar
en forma permanente más de 50.000 vacunos o 70.000 equinos).

Éstos eran los molinos existentes, todos de energía hidráulica, el año en que se
fundaron y la cantidad, en kilogramos, que podían procesar en una jornada:

52
OVALLE, Alonso de "Histórica relación del Reino de Chile" 1646.
53
SARMIENTO, Domingo F. "Recuerdos de Provincia", 1850.
54
ARIAS, Héctor D. "Las metas alcanzadas por la generación de 1880 en la transformación
económica de San Juan" Jornadas del Centro de Estudios Históricos de Córdoba, 1980.
55
MOSCARDA, 1902 (op. cit.).
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 69 ~

Distrito Huaco: Eusebio Dojorti (aún existen sus ruinas; se trata del popular "molino
viejo" de esta localidad), 1880, 4.000 kg.
Distrito Pampa del Chañar: "Suixer", de Laura de Suizer, 1869, 2.500 kg. ; "Santa
Teresa", de Vicente Güel, 1889, 4.000 kg.; "San Juan", de Guillermo Trejea, 1877, 2.500
kg; Saturnino Reyes, 1845, 500 kg.; "Retiro" de Froylán Aldaz, 1840, 1.200 kg.
Distrito Pampa Vieja: "Bella Vista" de Mariano Robles, 1877, 4.000 kg.
Villa de San José de Jáchal: "San José", de Moisés Cano, 1884, 5.000 kg.; Francisco
Nicolía, 1830, 500 kg.; Bautista Echegaray, 1825 (el más antiguo), 1.200 kg.
Distrito Tucunuco: "Tucunuco" de Pedro Doncel y hermano, 1865, 1.000 kg.

En el resto del Norte sanjuanino hay, además, cinco molinos en Iglesia (localizados
especialmente en Rodeo) y dos en Valle Fértil, que totalizan, en conjunto, una
capacidad de procesamiento de 5.900 kg. diarios.

La provincia de San Juan, en este período, alcanzó el tercer lugar entre sus iguales
como productora de trigo. Se trató de variedades muy resistentes y de alto
rendimiento, tanto en la relación de volúmenes segados por hectárea, como en la que
existe entre espiga y harina obtenida.

Después de 1880 se registra un repliegue de la actividad ganadera en San Juan hacia


Jáchal y los sectores cordilleranos. En este significativo retroceso ya estaba el germen
de la decadencia definitiva de la etapa. La causa primordial, como en otras ocasiones,
fue la adopción de nuevas medidas proteccionistas en favor de la vitivinicultura. Se
comenzaría a afianzar la monoactividad en los grandes oasis, en un rápido ciclo de
crecimiento, que fue acompañado por la mejora sensible de la calidad de los vinos y
una fuerte presión de la demanda, desde Buenos Aires.

Pero el impacto más grande fue el que dio la aparición de los rieles –tema del que se
hará un tratamiento especial– primero en San Juan y, unas décadas más tarde, en
Jáchal. El nuevo transporte no solamente abaratará los envíos de vino a granel;
permitirá asimismo el ingreso de una serie de productos del exterior y de otras
provincias que antes sólo se lograba a través de la importación desde Chile.

Es así como fue distendiéndose el estrecho lazo comercial que existía con el Pacífico.
Cada vez fueron menos los elementos de intercambio comercial por el ganado. Los
arrieros debían retornar con las albardas vacías, situación que pesaba a su vez en el
precio de las reses que se llevaban de tierra argentina.

Si durante el apogeo pecuario las posibilidades de lucro habían sido tan interesantes
como para atraer a negociantes e inversores de Chile y hasta de puntos lejanos como
de Salta o Córdoba, que abrieron rutas aún más distantes entre las que se destacó la
del tráfico de mulares con Bolivia, en la alborada del ciclo de la vid toda la estructura
anterior se fue desmantelando, lenta pero inexorablemente.

Así explica Arias el comienzo:


Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 70 ~

"La tesis proteccionista triunfó después de largos debates, fijando un derecho del 40% a
la introducción de productos manufacturados similares a los fabricados en el país; entre
éstos se incluían los vinos, aguardientes y alcoholes.
Para San Juan resultó un hecho determinante en el momento que decaía el ciclo de
prosperidad ganadero. La vid recuperará el campo perdido, y la industrias vitivinícola,
remozada, dará respuestas a la nueva expectativa.
No sólo la acumulación de capital sirvió para cambiar la fisonomía de la ciudad en su
pre–renacimiento, sino que los cóndores y la plata boliviana fueron utilizados para
impulsar el agro."56

En efecto, gran parte de las empresas y capitales produjeron un giro para dar cabida al
"nuevo estilo económico". Naturalmente Jáchal no pudo enfrentar la variante de los
nuevos tiempos. No sólo era nula su tradición agrícola, excepción hecha del trigo y la
alfalfa; tampoco la ayudaban los suelos, de elevado tenor de bórax, para enfrentarse
en pie de igualdad a la competencia de las viñas mendocinas o los parrales de San
Juan.

En concordancia puede notarse un paulatino aumento de la emigración juvenil, que


fue dejando sin mano de obra al departamento. Este proceso fue especialmente grave
en los pequeños asentamientos rurales periféricos, quienes resultaron ser los
primeros perjudicados.

Es contraproducente este hecho: con el progreso técnico comienza a decaer el


municipio, y este fenómeno de freno es coincidente con los mejores años de la
Argentina dentro del concierto mundial.

Puede afirmarse que el ciclo descendente se prolongó más de treinta años y que
recibió su golpe de gracia con la Primera Guerra Mundial cuando, por otra parte, el
predominio inglés cedió definitivamente en Chile.

**********

56
ARIAS, Héctor "Las metas..." (op. cit.)
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 71 ~

4.1.3.4.– Panorama estadístico.

Durante la época ganadera, la población creció en forma sostenida en el departamento


de Jáchal, en concordancia con la evolución favorable de su economía. La sucesión de
los censos nacionales y provinciales, así como los recuentos y estimaciones de los
distintos autores ocupados en el tema, ponen en evidencia un predominio de
habitantes en las zonas rurales, así como la neta influencia de las inmigraciones
limítrofes, desde Chile y la provincia de La Rioja. También es notoria, en términos
generales, la emigración constante hacia la ciudad de San Juan, fenómeno que se
acentúa después de fin de Siglo.

Los primeros datos en consideración no corresponden al departamento en su


configuración actual, sino al que denominaremos "Jáchal Histórico".

De acuerdo con la información ofrecida por Torre Revello57, el curato de Jáchal


representaba en 1777 un 8,9 por ciento de la población total para San Juan, de
acuerdo con el siguiente detalle:

Población en San Juan por curatos en 1777


Curato de San Juan 6.141 h
Curato de Jáchal 684 h
Curato de Valle Fértil 865 h
TOTAL 7.690 h

Los datos expuestos son del recuento ordenado por el rey Carlos III para el 10 de
noviembre de 1776. De ellos puede extraerse la siguiente composición étnica para
Jáchal:

Composición étnica (recuento de Carlos III°, 1776)


Blancos 5,70% 39 almas
Mestizos 21,35% 146 almas
Indios 67,98% 465 almas
Negros 4,97% 34 almas
TOTAL 684 almas

Llama la atención, en primer lugar, el escaso número de blancos y, en segundo


término, la proporción casi igual a éstos que tenían los negros, ante todo si se tiene en
cuenta que su elevado costo no justificaba su adquisición en territorios tan apartados
donde las tareas de servidumbre eran encomendadas a los indios.

57
TORRE REVELLO, José "La población de Cuyo a comienzos del Virreinato y a principios de la
iniciación del período independiente, 1777 y 1812" Boletín del Instituto de Investigaciones
Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires. 1938.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 72 ~

Siguiendo la misma fuente nos encontramos que, para la época del censo patrio de
1812, la población total de San Juan había ascendido a 12.984 almas y la de la
parroquia de Jáchal, con su medio rural circundante (y también incluyendo a Iglesia) a
2.500. Es decir, que de un 9% había pasado a representar el 19,25% del total en sólo
35 años. Por otra parte ateniéndose a la veracidad de la información –que puede ser
discutible– los guarismos generales prácticamente se cuadriplicaron.

Desde aquí en adelante, los registros pasan a ser algo más confiables. El censo
nacional de 1869 será el último en considerar conjuntamente al "Jáchal Histórico".
Recién en diciembre de ese año se dictará la ley que divide al territorio en 18
departamentos, correspondiéndole en adelante a Jáchal las localidades de Villa San
José (cabecera), Pampa Vieja, Pampa del Chañar, Villa Mercedes, Huaco, Niquivil,
Tucunuco, Mogna y Punta del Agua, y a Iglesia las localidades de Campanario, Rodeo,
Tudcum, Angualasto, Colangüil y Malimán.

Ya antes del censo nacional, en 1850, el comisionado Francisco Díaz había ordenado
relevar su distrito, de donde surgen los siguientes datos:

Villa hasta el Desagüe: 1 iglesia parroquial, 2 molinos, 140 casas, 184 cuadras de
terreno labrado, 55 varones de más de 50 años, 180 de 17 a 55, 280 de menos de 17,
578 mujeres; total: 1093.
Desde el Desagüe al Balde Esperanza: 2 trapiches, 2 molimos, 154 casas, 1.405
cuadras de terreno labra do; 50 mayores, 215 adultos, 278 niños, 592 mujeres, total:
1.135.
Departamento de la Pampa: 2 oratorios, 2 minerales (El Pescado) con 11 faenas y 1
(Huachi) con 3, 2 trapiches, 5 molinos, 270 casas, 2.980 cuadras de terreno labrado;
51 mayores, 570 adultos, 575 niños; 1.118 mujeres, total: 2.314.
Departamento de Huaco: 1 molino, 48 casas, 276 cuadras de terreno labrado; 20
mayores, 122 adultos, 125 niños, 231 mujeres, total: 498.
Departamento de Mogna: 1 capilla, 1 molino, 50 casas, 481 cuadras de terreno
labrado; 20 mayores, 90 adultos, 110 niños, 145 mujeres, total: 365.

Síntesis del relevamiento de Francisco Díaz (antes de 1850)


Templos 4
Distritos minerales 2
Trapiches 2
Molinos 11
Casas 662
Cuadras de terreno labrado 5.326

Población
Total 5.405
Varones 2.741
de 0 a 17 1.368 (49,91%)
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 73 ~

de 17 a 55 1.177 (42,94%)
+ de 55 196 (7,15%)
Mujeres 2.664
Porcentaje de mujeres 49,29

Nótese en las tablas precedentes la fuerte incidencia de la población infantil y juvenil,


hecho que irá decayendo en años posteriores por igual que los escalones de los
adultos; también merece considerarse el predominio rural. En 38 años (desde el
recuento de 1812) hubo un crecimiento absoluto de 2.421 habitantes: el 81,13 por
ciento.

El censo nacional de 1869 (Ver lámina XII) arroja un total, para la provincia, de 60.319
habitantes, de los que 12.040 le corresponden a Jáchal, distribuidos, 981 en la ciudad,
y el resto, 11.059 –el 91,85 %– en los espacios rurales. En este momento es, por
amplio margen, el departamento con mayor número de pobladores en el campo.
Interesantes resultan asimismo los datos referidos al grado de instrucción. Saben leer
y escribir 1.609 varones y 903 mujeres, (el 20,86 % de la población). Respecto de la
inmigración, más del 90 % de los extranjeros son chilenos y un alto porcentaje de ellos
no se computan por tratarse de pobladores transitorios. También es importante la
migración limítrofe, desde La Rioja, que alcanzaba la cifra de 570 personas. En los
siguientes 26 años aumentará un 19,47 % para el caso riojano y tendrá una ligera
disminución la entrada de inmigrantes chilenos.

En el segundo censo nacional –1895– la población urbana y rural, según las menores
divisiones administrativas, se distribuía así:

Distribución de la población en 1895


Chañar 788 h.
Chañar 755 h.
San Roque 33 h.
Huaco 1.729 h.
Pampa del Chañar 4.184 h.
Pampa Vieja 1.902 h.
Jáchal 1.373 h.
Ciudad de San José 960 h.
Campaña 413 h.
Rincón 590 h.
San Roque 862 h.
Cruz de Piedra 505 h.
San Roque 357 h.
Mogna 1.163 h.
TOTAL 12.591 h.

El porcentaje de la población departamental, respecto del total de la provincia es del


14,94 %, pero si se toma exclusivamente la población rural en ambos casos, esta
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 74 ~

relación varía al 16,12 %. Es significativo, por otra parte, que la población urbana (en
nuestro caso sólo se computa la ciudad de San José de Jáchal) haya disminuido en
términos absolutos respecto del censo anterior. Así lo justifican Ferrá de Bartol y
Sánchez citando memorias de agricultura del año '94:

"El terremoto ocurrido el 27 de octubre de 1894 había destruido la villa de Angaco –y


tuvo incidencia en el Norte–. "El terremoto (...) repercutió con fuerza imponderable
sacudiendo la tierra; derribó edificios, derrumbó obras hidráulicas, sacó fuera de quicio
los puentes y abrió rumbos extraños a través del suelo cultivado..."58

También se notará, respecto del censo anterior, una merma en el alfabetismo para el
sexo masculino. Los guarismos son como sigue:

Varones 1.317 alfabetizados


Mujeres 1.498 alfabetizadas

Paralelamente, y siguiendo a Latzina,59se registra el siguiente inventario de


semovientes y cultivos:

Ganados Cabezas Cultivos Hectáreas


bovino8.649 trigo 3.038
equino 10.772 maíz 1.786
ovino 12.474 vid 209
caprino 14.599 alfalfa 11.973

Compárese con un departamento viñatero, como Desamparados:

Ganados Cabezas Cultivos Hectáreas


bovino532 trigo 10
equino 1.425 maíz 41
ovino 161 vid 1.489
caprino 526 alfalfa 574

Se registran sospechosas diferencias entre este cuadro y el que ofrece Moscarda para
189860.

Establecimientos de campo 106


Extensión de propiedades 357.166
Número de edificios 1.096

58
FERRÁ DE BARTOL, Margarita, SÁNCHEZ, Esther "Incidencia de la transformación en el cuadro
socio – cultural de San Juan" Jornadas "El País en la Generación del '80" San Juan, 1980.
59
LATZINA, Francisco "La Argentina, considerada en sus aspectos físico, social y económico",
Buenos Aires, 1902.
60
INSTITUTO GEOGRÁFICO MILITAR "Guía ..." (op. cit.)
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 75 ~

Alfalfa (Ha.) 18.182


Viñas (Ha.) 146
Trigo (Ha.) 6.497

El segundo censo de la provincia, realizado durante el gobierno del coronel Carlos


Sarmiento con motivo del festejo del centenario de 1810, arroja una población
absoluta de 14.700 habitantes –el 12,72 % de la provincia– con un 48,99 % de
mujeres y un 0,2 de extranjeros (muy bajo) de los que la mitad son chilenos. Jáchal,
desde 1895, ha aumentado casi un 17 %, lo que sin embargo es la mitad del porcentaje
de aumento para todo San Juan. La decadencia económica se hace notar. Si se observa
la pirámide de población, en gráfico adjunto, podrá detectarse una importante merma
en los estratos correspondientes a la población activa. El fenómeno de las emigración
a la capital provincial nos indica que el espacio económico ha alcanzado su saturación
a pesar de la baja densidad (1,26 habitantes por kilómetro cuadrado). Los datos sobre
instrucción revelan que de 12.223 habitantes de 6 años y más, 3.987 varones (32,62
%) y 4.102 mujeres (33,56 %) saben leer y escribir; hay un 33,82 % de analfabetos
(menos que en toda la provincia, donde el porcentaje es del 43,16); el 65,92 % de los
niños de 5 a 14 años no concurre a la escuela. Prácticamente todo el departamento es
de religión católica (99,90 %). La excepción son 12 protestantes en todo el distrito. Se
presenta, por último, un cuadro de las profesiones de los habitantes que tienen más de
14 años. (Ver lámina XIII)

Sin profesión 66,70 %


Jornaleros 8,40 %
Agricultores 6,80 %
Varias 5,25 %
Personal de servicio 4,24 %
Costureras 4.06 %
Arrieros o troperos 1,53 %
Estudiantes 1,24 %
Almaceneros 1,00 %
Pastores y Vaqueros 0,78 %
Estancieros 0,34 %
Maestros 0,19 %

La propiedad agrícola, en su época, se dividía como sigue:

Propietarios 925 89.03 %


Arrendatarios 62 5,97 %
Medianeros 52 5,00 %

Se considerará para la etapa ganadera, el Censo Nacional de Población de 1914.

Jáchal había crecido, desde 1895 –es decir, en 19 años– sólo el 4,02 % (1895: 12.591
habitantes; 1914: 13.097). La siguiente tabla se presta para las comparaciones:
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 76 ~

Argentinos Extranjeros
1895 1914 Diferenci 1895 1914 Diferenci
a a
Jáchal 12367 12741 374 224 356 132
San Juan 78929 102830 23901 5322 16422 11100

También refleja el censo del '14 la existencia de un 53,46 % de mujeres y –muy


significativo– un 91,43 % de población rural.

Hay una notoria incidencia de la inmigración española para el período, en Argentina.


Un 35,11% de los extranjeros de Jáchal proviene de la Península Ibérica. Los chilenos
representan el 33,43 % y le siguen en importancia los otomanos (12,08 %) y los rusos
(5,90 %).

Se contaron en el departamento, 19 escuelas nacionales y 3 provinciales, que


constituyen el 14,77 % de toda la infraestructura provincial en esa materia.

Finalmente, a través del cuadro presentado a continuación, se mostrarán los aspectos


relevantes de la economía de Jáchal para 1914:

Extensión cultivada en hectáreas


Trigo 3.004 de la provincia : (40,41 %)
Maíz 2,786 (37,76 %)
Avena 6 (4,48 %)
Cebada 16 (2,28 %)
Alpiste 1 (33,33 %)
Algodón 1 (100 %)
Vid 408 (1,73 %)

Ganadería en cabezas
Vacuno 7.861 de la provincia : (12,42 %)
Caballar 6.136 (13,07 %)
Mular 3.815 (14,82 %)
Asnal 4.045 (37,76 %)
Lanar 19.031 (29,13 %)
Cabrío 27.219 (33.26 %)
Porcino 2.492 (12,11 %)

Una síntesis de los datos estadísticos que hasta aquí se han manejado permitirá
elaborar conclusiones significativas.

En primer término, la curva de crecimiento demográfico (ver el gráfico anexo) se


presta al siguiente análisis:
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 77 ~

a) Hay un primer tramo, que abarca unos 70 años, en el que el


crecimiento es aritmético y con pocas fluctuaciones.
b) Desde 1850 se registra un aumento explosivo, de ritmo geométrico,
aunque de corta duración.
c) El único punto de inflexión se registra en el año 1869; comienza la
desaceleración del ritmo de incremento.
d) El pico máximo está en 1909: los próximos cinco años serán de
retroceso.
e) En toda la etapa considerada la población aumentó casi veinte veces.

Una evolución similar surge de la comparación en el tiempo de las tierras de labranza.


En efecto; en 1850, la conversión de medidas da unas 8.300 hectáreas trabajadas. Para
Latzina había en 1890 más de 16.000, y Moscarda estima unos años después que el
departamento cuenta con unas 25.000 hectáreas en producción. En 1914 se registran,
para agricultura, aproximadamente 6.000 hectáreas a las que sumamos
estimativamente otras 10.000 –teniendo en cuenta el número de cabezas de ganado
mayor– ocupadas con forrajes. También se ve, en esta sucesión de datos un retroceso
al final del período. (Ver lámina XIV)

Se rescatan, por último, dos características particulares de la época ganadera,


considerada en conjunto:

1. Neto predominio de la población rural


2. Intervención directa de los propietarios de tierras en la actividad
productiva.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 78 ~

4.1.3.5.– Conclusiones parciales.

Sin lugar a dudas, el período ganadero corresponde a la etapa del apogeo de Jáchal,
donde quedará plasmada una impronta indeleble impuesta por el hombre.

...No cualquier hombre: sólo aquél que supo de los requerimientos y posibilidades de
los espacios contiguos, colocándose como productivo y necesario intermediario entre
ellos; ...sólo aquél que supo doblegar al desierto y dar vida a los oasis; ...sólo aquél que
supo hacer propio ese territorio hostil.

Para alcanzar este momento floreciente, Jáchal contó con una coyuntura que le fue
favorable, y que ya no se repetiría: su condición de punto equidistante y de paso
obligado entre fuertes oferentes y fuertes demandantes de un mismo mercado,
sumada a la adecuada disposición de los recursos naturales para el aprovechamiento
de excelentes potreros de engorde.

Su condición marginal y el aislamiento, lejos de resultar negativos lo beneficiaron al


restarle competencia de otros núcleos vecinos, particularmente San Juan y Mendoza.

El resultado de este proceso, visible a través de los guarismos de población y


producción, fue la consolidación de una estructura firme, rígida...

...Demasiado rígida quizá. Aquí residen las claves de la decadencia. La región no tuvo, a
su tiempo, la flexibilidad suficiente para readaptarse a las nuevas condiciones
impuestas por el progreso y los cambios económicos del Siglo XX.

El universo pecuario que hiciera de Pampa de Chañar un epicentro rural con más de
4000 pobladores estables, el microcosmos que tuviera al arriero como artífice del
paisaje, se sublimó con el auge de la vitivinicultura sureña, y ya no hubieron
motivaciones capaces de rescatar a Jáchal de su tendencia regresiva.

*********

4.1.4.– El Ferrocarril.

Si la etapa ganadera marcó el pico de apogeo para la economía de Jáchal, fue la época
de ferrocarril un período poco feliz en el que muchas fueron las inversiones y magros
los resultados. Se diría que faltó un criterio integral para ordenar el espacio con visión
estructural. Se atendieron con celo excesivo las necesidades inmediatas,
descuidándose el futuro global de la región.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 79 ~

Pero sería injusto endosarle la culpa de todos los males a la falta de imaginación de los
gobernantes y protagonistas. Ciertos factores, de fatal desenlace, se desarrollaron en
el período como fuerzas concurrentes, dando lugar a esta situación a la que hacemos
referencia. Son ellos:

a) el inexorable fin del tráfico ganadero hacia Chile;


b) el florecimiento vitivinícola en el valle de Tulum;
c) el nuevo diseño general de las vías de circulación en Cuyo y en los
llanos de La Rioja;
d) la emigración en masa de la población activa;
e) la ruptura de los tradicionales esquemas de aislamiento debido al
progreso técnico y, muy particularmente, de los medios de
transporte;
f) la perdurabilidad de la fisonomía impuesta al paisaje por el rígido
sistema pecuario.

En esta nueva coyuntura se cumplieron en forma no esperada las antiguas


aspiraciones del triángulo urbano de Cuyo en lo que se refiere a la dominación y
control de los espacios marginales. Así como en los tiempos quiroganos había sido la
campaña quien se anotara su triunfo histórico, será de ahora en más la ciudad la
vencedora implacable de todos los lances.

Jáchal terminará cayendo en el cepo de los servicios. Paradójicamente, la máxima


fuente de trabajo comienza a ser aquella que se crea a fin de evitar trabajos. Las
grandes obras viales, de irrigación o de control administrativo, servirán en definitiva
para volcar al distrito hacia los canales de la especulación. Lo más grave es que para
cumplir necesidades de este tipo no se necesita residir en el lugar. Los intereses de la
zona serán atendidos cada vez más desde San Juan. Esta imagen de Jáchal como
satélite no será una manifestación aislada; el mismo esquema se repetirá incontables
veces en todo el territorio nacional. He aquí el germen de los desequilibrios regionales
con sus consiguientes peligros interpuestos a los planes de unión nacional.

Resta una última reflexión: hay una gran distancia entre lo que fue una constante
operativa entre el principio de este siglo y la actualidad –la integración de Jáchal al
oasis del valle de Tulum– y la propuesta del presente trabajo– la integración del
departamento de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino. No se trata de una mera
cuestión de preposiciones. Tras ellas hay ocultas una interpretación distinta del
principio de unidad en la geodiversidad.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 80 ~

4.1.4.1.– La estrategia del riel.

Se hace necesario desandar unos pasos en el tiempo para rastrear al ferrocarril


argentino en sus orígenes. El 12 de enero de 1854, por una ley provincial, se aprueba
la concesión a un grupo de ciudadanos porteños para construir una línea ferroviaria
hacia el oeste. "La Porteña", tuvo el honor de inaugurar el primer tramo, de 10
kilómetros de extensión, el 29 de agosto de 1857.

La suerte de los boyeros y troperos, de los traficantes y el servicio de mensajería que


habían inervado al país desde los inicios de la colonia, estaba echada.

La estrategia ferroviaria fue, ya en sus comienzos, un reflejo de la antigua competencia


entre Buenos Aires y el resto de la Confederación. El tendido temprano de rieles entre
Rosario y Córdoba así lo demuestra. La clara intención de esta línea, planeada por
ingleses, es captar el Noroeste y Cuyo.

Para completar este trazado el Estado encomienda al ingeniero Pompeyo Moneta para
que, con el auxilio del ingeniero Julio Lacroze y de dos alumnos aventajados de la
Escuela de Ingeniería de San Juan, diseñe un ramal que conecte al Centro con el Oeste.
Cabe destacarse que la localidad de El Balde, al Sur del departamento de Jáchal, lleva
actualmente el nombre de uno de estos alumnos: Matías Sánchez.

El primer tramo construido, que unía Villa María con Río Cuarto, se inauguró en 1875;
el segundo, desde allí hasta Mercedes, San Luis, en 1880; el tercero, que alcanzó
Chorrillos, ubicada a menos de 10 kilómetros de la ciudad de San Luis, en 1882. De
aquí en adelante el avance fue continuo y las estaciones intermedias – La Paz, 1883;
Maipú, 1884– sólo hitos de una frenética maratón en pos de la punta de rieles por la
que había luchado el senador local Agustín Gómez al debatirse la ley N° 1.043: la
ciudad de San Juan.

Queda así abierto definitivamente –en 1885– el que pasaría a ser Ferrocarril Pacífico y
más tarde General San Martín, con 765 kilómetros de vías, más de 50 locomotoras y
un parque diez veces mayor de vagones cargueros y coches de pasajeros.

De este modo, los productos de San Juan y Mendoza comenzaron a tener salida hacia
Córdoba y Rosario y, con la apertura simultánea que se había hecho a través del
Central Norte Argentino, con otra fuerte plaza consumidora de vino: Tucumán.

Esta epopeya nacional recibiría a poco andar un extraño golpe. Así lo narra Scalabrini
Ortiz:

"El presidente Juárez Celman asume el poder en octubre de 1886. Tres meses después
vende a una compañía inglesa la vía troncal del Ferrocarril Andino, que iba de Villa
María en la provincia de Córdoba, a San Luis, Mendoza y San Juan. Al dar cuenta de esta
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 81 ~

enajenación, en su mensaje a las cámaras de mayo de 1887, para justificar su actitud


precipitada, sienta la tesis de que el Estado debe desprenderse de todos sus ferrocarriles
y entregar los a la explotación del capital privado".61

... Y agrega el presidente en su discurso:

"Por lo tanto lo que conviene es entregar a la industria privada la construcción y


explotación de las obras públicas que por su índole no sean inherentes a la soberanía,
reservándose el gobierno la construcción de aquellas que no puedan ser verificadas por
el capital particular, no con el ánimo de mantenerlas bajo su administración, sino con el
de enajenarlas o contratar su explotación en circunstancias oportunas, a fin de
recuperar los capitales invertidos para aplicarlos al fomento de su banco..."

Por otros canales llegaría también el ferrocarril a San Juan, y, lo que en particular nos
interesa, a San José de Jáchal. Se trata de la modesta pero eficiente trocha de un metro
que caracterizó a todos los ramales que el Ferrocarril del Estado tendió con criterio de
fomento regional en el centro, norte y oeste de nuestro territorio. Puntos como
Andalgalá, Tinogasta y Chilecito se benefician con este poco ortodoxo pero efectivo
plan de recuperación de áreas marginales. Lo mismo ocurrirá con los llanos riojanos e
innumerables sectores del Norte Argentino. Un ramal desde Serrezuela, Córdoba,
ingresará a San Juan, alcanzando algo más tarde los suburbios mendocinos a través
del otro ramal que se abre hacia el sur en el empalme de la estación Pie de Palo. Estos
eventos, pertenecen a la primera década de nuestro siglo.

En el ínterin vive Jáchal un estado de alerta general. La perspectiva de ver llegar las
huellas indelebles de los durmientes hasta el corazón del valle se multiplicaban y se
hacía imperioso usar de toda la astucia política para captar rápido uno de los dos
extremos cercanos: el de Patquía, al este, o el de San Juan, al sur ...o ambos si era
posible.

He aquí el interesante testimonio extraído del informe de creación de la sucursal


Jáchal del Banco Provincial:

"La memoria deja constancia de que la línea férrea a Jáchal ser de resultados tan
sorprendentes como la línea a Serrezuela. La ley 8.117, sancionada el 28 de diciembre de
1910, y en la que tuvimos el honor de colaborar en la Honorable Cámara de Diputados,
sesión del 14 de diciembre de dicho año, menciona aquel ferrocarril entre los que manda
a construir la ley del último empréstito externo de la Nación, por 70 millones de pesos
oro, establece que parte de dicho empréstito debe destinarse al cumplimiento de la ley
8117. En el presupuesto para este año de 1912 figura una partida de 1 millón de pesos

61
SCALABRINI ORTIZ, Raúl "Historia de los ferrocarriles argentinos" Plus Ultra, Buenos Aires, (1a.
edición 1948).
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 82 ~

m/n. para iniciar los trabajos de este ferrocarril. Esta partida fue votada en la
Honorable Cámara de Diputados por moción nuestra".62

Otra referencia de gran valor es la que hace Francisco Latzina en la primera parte de
su geografía, publicada en 1902, cuando aún no había llegado a San Juan el Ferrocarril
del Estado, refiriéndose a la capital de la provincia y sus condiciones como centro vial
regional expresa:

"Es estación proyectada en los ferrocarriles de San Juan a Salta, vía Jáchal (!) y San Juan
a Chumbicha, vía la Rioja".63

... Y más adelante vuelve a hacer referencia al mismo asunto:

"El Marquesado es estación proyectada en el ferrocarril igualmente proyectado de San


Juan a Salta".

Hoy existe la estación en Marquesado, pocos kilómetros al oeste de San Juan, pero no
existe la línea San Juan–Salta vía Jáchal.

Una última, pero extensa relación de interés es la que efectúa Moscarda:

"...actualmente existe un proyecto de ferrocarril desde la ciudad de San Juan á La Rioja


(Patquía) sin tocar á Jáchal. Este proyecto, si bien es cierto que consultaría tal vez una
mayor economía en su construcción, por ser más el trayecto a recorrer, en cambio sería
el peor de todos, porque la línea no produciría el interés del capital empleado; en tanto
que pasando por Jáchal ó sus inmediaciones (Niquivil), con sólo algunos kilómetros más
de recorrido tendría un tráfico mucho mayor; es bien sabido que este departamento con
sus 24.900 hectáreas de cultivos es el más rico de los de la provincia, principalmente en
trigos y harinas, que actualmente exporte en carros á San Juan, y a lomo de mula á La
Rioja, Catamarca y Tucumán. Por otra parte, es muy posible que la línea llevada por
Jáchal, como lo sostenemos, aunque con mayor kilometraje tal vez fuera su construcción,
á la larga, más económica, por su mayor producido.

Además si el ferrocarril llegara hasta Jáchal, su influencia benéfica alcanzaría también á


los departamentos de La Iglesia, Gualilán y Calingasta, zonas agrícolas y mineras
limítrofes y cercanas á las cuales está unido por caminos carreteros. esta línea tendría
pues una importancia comercial y militar indiscutible.

Por esta razón creemos que si el ferrocarril comercial, actualmente proyectado, para dar
salida á los productos de la provincia buscando una ruta corta, llegara á construirse,

62
Informe de la Comisión del Segundo Censo Provincial (op. cit.)
63
LATZINA, Francisco "La Argentina..." (op. cit.)
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 83 ~

dejando á Jáchal aislado como se encuentra actualmente, convendría por lo menos


unirlo á la ciudad de San Juan por una línea o ramal directo".64

El fervor local, alentado por los distintos partidos políticos, llevó la consigna "el
ferrocarril a Jáchal" hasta el seno mismo de la legislatura nacional. Ejemplo de esta
inquietud es la carta dirigida al diputado bloquista Belisario Albarracín por el
ingeniero Remberto Baca, fechada el 29 de julio de 1882.

"Ud. sabe la gran preocupación que nosotros los jachalleros tenemos por el ferrocarril a
Jáchal, bien podríamos decir que en esta gran esperanza hemos vivido varias
generaciones. Esto vá como justa explicación, por la presente carta a Ud. que desde su
puesto de legislador ha trabajado con tesón y éxito en la realización de nuestra obra.

Sabemos desde luego y esto con gran júbilo que las obras iniciadas continúan hasta
Jáchal.”

**********

64
INSTITUTO GEOGRAFICO MILITAR "Guía..." (op. cit.)
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 84 ~

4.1.4.2– El ramal al Norte.

En la Ley 1.900, sancionada el 12 de noviembre de 1886 por la Cámara de Diputados,


durante la presidencia de Roca, reside el origen de la obra que llevaría el tren a Jáchal.
En el inciso 4 de su artículo primero se establece que el Poder Ejecutivo deber
disponer que el Departamento de Obras Públicas efectúe los estudios de los ramales
San Juan – Jáchal y Albardón – Caucete. En ambos trabajos de investigación se
invertiría una suma de 25.000 pesos.

Tal como se había previsto, los estudios se hicieron entre 1887 y 1888, concluyéndose
que el trazado debía partir de la ciudad de San Juan, uniendo las localidades de Zonda
(previo paso por la quebrada homónima), Ullum, El Balde, Tucunuco y Niquivil, antes
de llegar a destino.

Desgraciadamente, ya en forma simultánea se cambiaba la política ferroviaria en lo


que atañe a la intervención de particulares en los negocios del Ferrocarril del Estado,
lo que queda de manifiesto en el texto de la Ley 2.183, de octubre de 1887. Por el
mismo se otorga a Sánchez, Igarzábal y Cía. la concesión del tramo San Juan – Salta,
cuya primera sección terminaría en Jáchal.

Esta compañía no llegó a hacerse cargo del negocio, declarándose caduco el contrato a
fines de 1889.

Una gran cantidad de ordenamientos legales referidos al problema se sucedió de aquí


en adelante, siendo los que siguen los hitos de mayor relevancia:

Ley 4.064, de enero de 1902: autoriza al Poder Ejecutivo para tratar


con particulares la construcción de ramales del Centro Norte
(estatal), entre ellos la vía Jáchal.
Ley 4.872, de octubre de 1905: autoriza al Poder Ejecutivo a construir
una línea de San Juan a Jáchal.
Ley 6.264: ordena la realización de nuevos estu dios técnicos a
efectos de variar el trazado que se había aconsejado en 1888.
Ley 8.117, de diciembre de 1910: se amplían los fondos de una ley
anterior (6.011) con el objeto de incorporar a los planes entonces
establecidos la iniciación de la construcción del ramal San Juan –
Jáchal.

Luego, en las leyes de presupuesto anual de 1920 a 1925, se autorizan partidas


destinadas a la ejecución de las obras. En realidad los trabajos terminaron
imputándose a la Ley 11.333, por la que se estableció una suma global de 20.000.000
de pesos moneda nacional.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 85 ~

Cuando ya se lo creía imposible, el 2 de marzo de 1921 se empezaron las tareas, pero


tampoco este empuje fue definitivo. Las obras se suspendieron en 1925 reanudándose
recién dos años más tarde para cubrir un breve tramo, con lo que se llegó hasta
Matagusanos, es decir el kilómetro 62.

La concreción definitiva del proyecto estuvo a cargo de la firma contratista Dates y


Hunt que confió la responsabilidad directiva a Perfecto Castro Romay.

El tendido de rieles evolucionó como sigue:

1921, marzo iniciación de la obra ;


1923, mayo hay hechos 40 km. de terraplén y 32 de enrielamiento; se
detienen los trabajos;
1923, agosto con la dirección técnica del ingeniero Remberto Baca se avanza
hasta el kilómetro 55 el terraplén y 51 los rieles ;
1923, se envían desde Buenos Aires 10.000 durmientes, respondiendo a
noviembre un pedido 10 veces mayor; se acusa a la correspondencia de la
época la llegada de varias remesas –las de más importancia de
3.000 y 1.500 rieles de 10 metros de largo– pidiéndose desde San
Juan una partida de 8.000, indispensable para el tendido hasta
Matagusanos. Simultáneamente, el presidente Alvear aprueba por
decreto un presupuesto de casi un millón de pesos moneda
nacional destinado al ferrocarril de Jáchal ;
1926, luego de otra suspensión, el Ministro de Obras Públicas de la
noviembre Nación, Roberto M. Ortiz, dispone la reanudación de las obras,
imputando los gastos correspondientes a los presupuestos de
1926, 1927, 1928 y 1929 ;
1927, el ferrocarril llega a Matagusanos (km. 62); el tramo se concreta
setiembre con la recepción de dos envíos de ocho vagones de durmientes ;
1928, mayo se aprueba la licitación para los trabajos que restan hasta llegar a
Jáchal, resultando la firma Dates y Hunt beneficiaria del contrato ;
1931, 6 de llega el ferrocarril a Jáchal. Se inaugura el servicio ordinario .
junio

En síntesis, se necesitaron diez años de obra y casi cincuenta de trámites y


reglamentaciones para dotar al departamento de Jáchal con una estación de
ferrocarril. Para conjurar las demoras y frenos –tanto políticos como burocráticos–
trabajaron comisiones legislativas ad–hoc y numerosos entes representativos de la
comunidad. Señala sobre el particular el diputado Albarracín, heredero de la pasión
por llevar el tren al Norte de la Provincia, de su padre, ex presidente de la Comisión de
Obras Públicas de la Cámara de Diputados de la Nación:

"En esas gestiones trabajamos –se refiere a la Comisión de Comunicaciones y


Transportes de la Cámara de Diputados– de consuno con la Comisión Pro Ferrocarril a
Jáchal, con residencia en San Juan, que presidía don Otto Hawerkamp, y la de igual
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 86 ~

carácter que en Jáchal presidía el gran gestor de esta obra, el malogrado Ricardo
Dojorti, que durante muchos años, incansablemente, trabajó con anhelo y fe de
patriota".65

El mayor obstáculo que se opuso al proyecto fue la situación financiera desfavorable


por la que atravesaban los Ferrocarriles del Estado en aquella época, debido a las
elevadas erogaciones que imponía la construcción de un ramal casi mitológico: el de
Antofagasta. Sobre este tema opina Hawerkamp, en una carta a Albarracín fechada el
17 de noviembre de 1923:

"En 'La Prensa' 14 del cte., he encontrado un artículo de fondo Perspectivas de un


ferrocarril. Según se puede deducir de sus líneas, los trabajos del ferrocarril de Salta a
Huaytiquina se han suspendido momentáneamente y dada la circunstancia que el
Gobierno Chileno está poco dispuesta de empezar con la sección de ese ferrocarril que
corresponde al territorio chileno, los trabajos tal vez no se reanudarán tan pronto. Ya
que la tragadora de materiales ferroviarios y fondos del Norte está parada, sería muy
conveniente de aprovechar esta circunstancia, para asegurar el envío de los materiales
destinados a ella, a ésta."

Otros dos ramales se proyectaron en la época, vinculados con la red de trocha de un


metro en San Juan. Ninguno de los dos podían considerarse favorables a los intereses
del departamento de Jáchal. El primero de ellos, que no llegó a concretarse, pretendía
la conexión de Marayes con Patquía, atravesando un sector importante de Valle Fértil.
De haberse efectuado, hubiese frustrado definitivamente las aspiraciones de Jáchal de
unirse por el Norte con el corredor del Noroeste Argentino, plan que por otra parte es
prácticamente impensable. El segundo ramal se llevó a cabo, y es el que une Pie de
Palo con Villa Nueva (estación situada a 5 km. al este de la ciudad de Mendoza). Al
incorporarse el gran poder competitivo de la provincia austral, los restantes ramales,
especialmente el que nos ocupa, se vieron indirectamente perjudicados. Este tramo
debía originariamente desprenderse del tronco principal a la altura de los parajes de
Bermejo y Niquizanga en un punto llamado "El Algarrobal". Dado que de este modo, la
línea hubiera cruzado por zonas totalmente desérticas, se reestudió la ubicación del
empalme.

"Designado a este efecto el ingeniero Lódola, comprobó que efectivamente había mayor
ventaja y economía en llevarlo de Mendoza a Pie de Palo que a aquel punto. Elevado el
informe respectivo, el Poder Ejecutivo resolvió por decreto de febrero 25 de 1930, su
realización al punto estudiado, aún cuando en la ley se mantiene la leyenda de Mendoza
a Algarrobal".66

65
ALBARRACÍN, Belisario "Por el progreso de San Juan", Buenos Aires, 1930.
66
ALBARRACÍN, Belisario (Ibid.)
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 87 ~

Hasta aquí, los episodios que dieron forma a un vasto complejo de terraplenes y
durmientes que, una vez más, le asignó a Jáchal la condición de "marca del Norte" o,
expresado según la nueva terminología técnica, de "punta de rieles".

Se analizan a continuación los rasgos del paisaje, correspondientes al itinerario


detallado del trazado a Jáchal.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 88 ~

4.1.4.3.– Descripción del itinerario.

El viaje de San Juan a Jáchal constituía, en las primeras épocas del ferrocarril, toda una
señorial aventura de más de seis horas de duración. Así y todo el adelanto respecto de
las incómodas travesías que hasta entonces debían efectuarse, era notorio. Se hacía en
dos jornadas, con una escala nocturna en el paraje de El Balde, donde aún pueden
detectarse los restos en ruinas de aquella tradicional posta.

El itinerario que se estudia valorizó los pequeños asientos humanos del bolsón de
Matagusanos, pero marginó definitivamente a Mogna, cuyo acusado retroceso ya no
vería forma cabal de recuperación hasta nuestros días. (Ver lámina XV)

Se describe a continuación el trayecto San Juan–Jáchal en detalle.

La estación de San Juan, enfrentada a la del Ferrocarril San Martín, que es de trocha
mucho mayor (1,676 metros), se sitúa muy cerca del centro de la ciudad –a diez
cuadras de la plaza 25 de Mayo– con una altura acotada en 641 metros sobre el nivel
del mar. Las vías recorren dos kilómetros hacia el Norte antes de torcer al Este. Tres
kilómetros más adelante se encuentra el apeadero Las Chimbas, luego del cual el tren
evoluciona –siempre en ambiente urbano – suburbano con tendencia E–SE hasta
alcanzar la primera estación: Alto de Sierra (590 m.s.n.m.). Unos metros más y se
habrá transpuesto el río San Juan por medio de un puente que es la obra de arte de
mayor envergadura de todo el sistema provincial de trocha angosta, y que se
comporta como cuello de botella de tres ramales:

a) El ferrocarril a Jáchal
b) La vía a Serrezuela, coincidente con la carretera Domingo Faustino
Sarmiento –ex ruta nacional 20– que corre en Caucete paralela al riel
del San Martín correspondiente al ramal Albardón – Cañada Honda.
Son sus hitos: estación San Martín, apeadero Km. 905, apeadero
Calíbar, estación Caucete, estación Villa Colón, estación Pie de Palo,
desvío Guayamas, estación Vallecito (Difunta Correa), desvío
Niquizanga, estación Bermejo, apeadero Km. 810, desvío Nueva
Castilla, estación Marayes, desvío Las Salinas y, ya en La Rioja,
estación Mascasín.
c) El ramal Pie de Palo – Villa Nueva (Mendoza), cuyas estaciones son:
Pie de Palo, desvío Km. 895 (o desvío Balasto), estación Díaz Vélez,
estación José Martí (Colonia Rawson), apeadero Punta del Agua
(Guanacache), y ya en la provincia de Mendoza, apeadero
Resurreción (Capilla del Rosario), desvío Km. 976 (San José), estación
Moluches (Nueva Celedonia), apeadero Paramillo, estación El Vergel,
estación General Amigorena y terminal de Villa Nueva (696 m.s.n.m.).

Retomamos nuestro itinerario en el punto sobre el río San Juan, en las puertas del
departamento de San Martín. Cuatro kilómetros más adelante se arriba a la estación
Coll (586 m.s.n.m.), donde se produce el empalme a Jáchal. El riel describe aquí un
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 89 ~

ángulo agudo orientándose hacia el Noroeste, para bordear el confín del


departamento Angaco, donde está la estación de la Villa del Salvador, denominada
Angaco Norte. Al entrar en el municipio de Albardón se vuelve a cambiar el rumbo,
ahora hacia el Oeste, para comenzar el rodeo de la Sierra del Villicum. Cuando se
intercepta el camino de La Laja aparece la estación de Albardón, correspondiente a la
localidad de Las Lomitas. En el vértice que forman la punta de la sierra ya mencionada
y el cerro de Ullum se adopta la orientación definitiva S–N. En este punto, a 808
m.s.n.m., se instala el embarcadero Ullum.

Todo el trecho descripto pudo haberse ahorrado llevando el ferrocarril por


Marquesado, Quebrada de Zonda y Ullum –tal como inicialmente se había proyectado–
. Esta senda llevó al desaliento de los ingenieros cuando se estimaron costos por los
trabajos complejos que hubiese impuesto el paso del río San Juan y los desmontes de
algunos desniveles pronunciados.

Nos reencontramos con el tren mientras bordea el cauce seco del río Ullum y entra en
el gran bolsón de Matagusanos. En la estación homónima (982 m.s.n.m.) se le une la
ruta nacional 40 que no lo abandonar hasta llegar a destino.

Las cárcavas de torrentes temporarios –como las quebradas Seca y Los Algarrobos y el
río El Salto– obligaron la construcción de defensas especiales para los terraplenes, que
constantemente deben ser reparadas a causa de la fuerza devastadora que tienen las
aguas durante las esporádicas pero impetuosas tormentas registradas en la zona.

La siguiente estación es Talacasto, desde donde se desprende el camino a Gualilán y a


Iglesia por el Portezuelo de los Colorados –ruta provincial 436–. Un poco más
adelante, al cortar el paraje de Algarrobo del Cura, el tren ingresa en el departamento
de Jáchal. Antes de entrar en la estación Ingeniero Matías Sánchez (930 m.s.n.m.) –
donde se instaló la estación de evaporación "El Balde", planta piloto del Servicio
Meteorológico Nacional– deja de verse el Villicum por el naciente, para visualizarse
una estructura menor, La Loma de los Pozos, que se complementa con otras formas
similares hacia el poniente: las Lomas de Jayampes y Negra, tras las cuales se recortan
los vértices de algunos mogotes. El paisaje estéril de arbustos secos alternados con
jarillas y retamas –excepcionalmente reverdecidos, durante períodos más húmedos–
se hace aún más árido cuando los durmientes entran en los medanales de Tucunuco,
encajonados por la Sierra Morada al este y la de Talacasto al oeste.

Entre las pampas de Médano Rico y Guachipampa –casi al a altura de Mogna, pero 38
kilómetros al oeste– se emplaza la estación Adán Quiroga (907 m.s.n.m.). Desde aquí,
el tramo restante será de lento pero constante ascenso. A partir de la estación
siguiente –Tucunuco– las vías comienzan a correr paralelas al río Jáchal, a unos 3 a 4
km. de distancia, por occidente. Esto da lugar a un cambio neto de las condiciones del
paisaje, reflejado a través de la presencia de oasis dedicados a olivo, el álamo, la
cebolla, que aprovechan los recursos hídricos del Jáchal y de fuentes menores del
oeste –como el Agua de la Zorra, Ciénaga de Cumillango, río Agua Negra–.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 90 ~

Enmarcado a la derecha por la Sierra de Mogna y a la izquierda por la Cumillango, el


tren ingresa en la estación de Niquivil (1.017 m.s.n.m.) sirviendo a la población del
mismo nombre y a otros pequeños asentamientos rurales: Niquivil Nuevo, Niquivil
Viejo, La Falda y La Ciénaga. Puede observarse al costado de la vía la presencia de
mangas de ganado que atestiguan la otrora floreciente dedicación pecuaria en el
sector. El trayecto que sigue es paralelo al río y al canal San Roque, y corta las
localidades de Corral de Piedra, Cruz de Piedra, Agua Negra y San Roque, antes de
arribar a la penúltima estación –Los Diaguitas (1.150 m.s.n.m.)–. Desde aquí parte
hacia el Este la ruta nacional 150 (apenas un camino consolidado), diseñada con el
propósito de unir La Serena, Chile, con Córdoba y Buenos Aires, pero cuya
construcción se encuentra interrumpida a la altura de Caballo Anca en la margen
derecha del Bermejo.

En su última etapa el ferrocarril debe trasponer una estructura donde se juntan el


canal, los rieles, la ruta y el río: la estrechura del Portezuelo. Allí tuerce a la izquierda
para ingresar en la estación, situada al SE del damero urbano de San José de Jáchal, a
una altura de 1.162 m.s.n.m. Desde la calle Centenario, la plaza central queda a cinco
cuadras.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 91 ~

4.1.4.4.– La transformación económica.

Así reza la hoja de efemérides sanjuaninas para junio 6, de 1931:

"Inauguración ferroviaria. Se inaugura en la fecha el servicio ordinario de trenes del


ferrocarril a Jáchal, después de once años de comenzados sus trabajos en el empalme de
la estación Coll."67

Este fue el fin de una epopeya y el comienzo de otra. Lo más curioso, es que las cosas
no estaban pensadas así. Este momento tendría que haber sido un hito, un jalón más
para un proceso de mayor alcance estratégico en el plano espacial y económico. Jáchal
no podía ser terminal; tendría que haberse integrado a un eje Norte – Sur capaz de
vincular longitudinalmente las poblaciones del Poniente Argentino. Se habrían
cumplido así expectativas demográficas, económicas y culturales. Pero el último
esfuerzo de la generación del riel tuvo aliento sólo para inervar poco más de dos
grados de paralelo en Cuyo, otro tanto entre Catamarca y La Rioja y entre Salta y Jujuy,
para dejar expeditos los pasos a Santiago y Antofagasta, y para producir algunas
avanzadas significativas, como la de Tinogasta y la de Andalgalá. En síntesis, cuando el
95 por ciento de la carrera estaba cubierto sobrevino el colapso. La meta estaba a la
vista: faltaban apenas 500 kilómetros de trocha angosta para poner un broche de oro
a los Ferrocarriles del Estado, que hasta ese momento habían logrado cubrir 15.500
kilómetros de vías.

La transformación económica que se esperaba en Jáchal llegó, pero no fue tal como se
la había previsto. En la estación terminal hay una enorme placa recordatoria, y unos
metros más atrás pueden verse unos corrales que le pertenecen. Alguna vez esos
corrales, por igual que las mangas de ganado que aparecen en el último tramo del
trayecto, tuvieron sentido. Hoy no son otra cosa que un testimonio histórico de lo que
pudo haber sido ...y no fue. La ruptura del aislamiento que caracterizaba a esta región
puso la alta competitividad de los mercados mendocinos, sanjuanino y bonaerense en
sus umbrales. Se hizo necesario, en tiempo récord, acceder a las reglas de juego de las
formas especulativas de producción.

Una de las nuevas alternativas que cobró relieve con la llegada del ferrocarril fue la
olivicultura. Las exigencias de este cultivo permanente son muy modestas: no
requiere suelos de gran fertilidad ni excesivas tareas de despedrado y nivelación. En
secano acepta la magra cuota de 600 mm. anuales, cifra que de todos modos no se
alcanza en Jáchal, pero que puede ser favorablemente compensada con la aplicación

67
GUERRERO, César H. "Efemérides Sanjuaninas. Síntesis histórico–cronológica, 1562–
1944" Archivo Histórico y Administrativo, San Juan, 1961.
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~ 92 ~

de riego en tres etapas: al finalizar el invierno, cuando comienza la brotación; en


primavera, desde que se desarrollan las inflorescencias hasta la polinización; y en
verano, cuando las frutas comienzan a madurar.

Cada planta recibe el agua en cubetas labradas en la tierra con rebordes altos que
circundan el tronco, por surcos múltiples trazados debajo de las copas, o directamente
por inundación de los terrenos. Según las características individuales de cada parcela,
se efectúa de 6 a 9 riegos anuales.

La Ley Nacional 11.643 de fomento de la olivicultura, promulgada en 1932, fue una


feliz coincidencia que impulsó al departamento mediante créditos y franquicias, a
lanzarse a la aventura productiva. Las plantaciones se desarrollaron en el valle
principal, en campos antes utilizados como potreros, y en los oasis más pequeños de
Tucunuco y Niquivil. Uno de los pioneros en este proceso transformador fue Federico
Cantoni, quien fuera legislador y gobernador de la provincia, y cuyos campos –
localizados en Tucunuco– fueron modelo en lo que a producción de aceitunas se
refiere.

Lamentablemente, esta actividad no rindió de acuerdo con las expectativas que se


habían creado. A pesar de que desde Buenos Aires se detuvieron los mecanismos de
importación desde España e Italia de aceite de oliva, fueron muchas las regiones del
país que plantaron esta especie en sus tierras de menos valor, lo que desembocó en
una crisis de superproducción que concluyó desalentando a las zonas más alejadas.
Antes que los árboles alcanzaran su época de óptimos rendimientos –estimada
aproximadamente entre los 25 y los 30 años– ya se los comenzó a eliminar, con el
propósito de limpiar las parcelas a fin de dedicarlas a otros renglones más
promisorios. En otras zonas se condenó al olivo al abandono, aprovechándose
solamente aquellos frutos capaces de resistir las condiciones naturales sin cuidados ni
laboreos. El autor ha comprobado esta situación en Tucunuco, una comarca donde el
paisaje destila el híbrido zumo del olvido. Las plantaciones que se mantienen –añosas
y fuertes– son aquellas que tuvieron la fortuna de conservar intactos sus canales de
irrigación. Se ven "manchas" de árboles secos allí donde ha surgido una obstrucción en
las acequias. El camino de entrada a lo que fuera el germen de un asentamiento
próspero, se ha transformado hoy en un profundo cañadón de cuatro metros de
profundidad labrado por los torrentes ocasionales, y la plaza principal, situada a pocos
metros de la lozana construcción de la escuela y frente mismo a la vivienda
abandonada de la familia Cantoni, se ha transformado en una verdadera "isla",
abrazada por ese cauce seco.

No todos los olivares corrieron igual suerte, y la producción, actualmente desarrollada


en unas 450 hectáreas, sigue representando un renglón importante para el
departamento con rendimientos del orden de las 800 toneladas anuales. A medida que
se fueron cortando ejemplares fue creciendo el rendimiento, por lo que no se ha
resentido demasiado con el tiempo el monto global de la cosecha. Esta especie, por
otra parte, permite una eficiente consociación con otros cultivos –horticultura,
forrajeras o cereales– lo que eleva sensiblemente los rendimientos y permite la
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 93 ~

incorporación de mano de obra. En este último aspecto, merece destacarse que uno de
los problemas más graves es la cosecha, que se hace separando las ramas y
arrancando los frutos con unos utensilios especiales en forma de rastrillo. No se
consiguen operarios, y los costos de extracción no compensan, muchas veces, las
ganancias que se obtienen. Es común que el productor recolecte personal y lo flete en
cuadrillas desde San Juan para "levantar la aceituna".

La cebolla merece otro apartado especial. También cobró aliento desde la llegada del
ferrocarril, llegando a ser la moneda estable de intercambio entre Jáchal y Buenos
Aires. La participación de Jáchal es más de un tercio respecto del total de la provincia,
lo que cobra significación si al equipararlo con la población local, se lo computa en el
producto bruto per cápita. De todos modos, es asimismo significativa la producción de
Pocito, 25 de Mayo, Sarmiento y Caucete, departamentos donde la cosecha se adelanta
dos meses.

La variedad que adquirió más prestigio en la zona fue la valenciana tardía, siguiéndole
en importancia la egipcia, de mayor calidad aún. Se trata de especies de gran
jerarquía, adecuado tamaño e inmejorable dureza y consistencia. En poco tiempo
Jáchal alcanzó una producción estable de 500.000 bolsas, lográndose ganancias
satisfactorias incrementadas ocasionalmente pos la colocación de cebollas en plazas
internacionales. Pero no todo fueron éxitos para el agricultor. Entre los
inconvenientes que se desprenden de las condiciones del substrato, se destaca la
presencia de bórax y otras sales en el suelo, la escasez de agua suficiente para
satisfacer la fuerte demanda del cultivo y la competencia biológica representada por
las malezas que, como la chilquilla, prolifera entre los surcos. Otros factores son de
orden social, y radican en la falta de entes cooperativos racionalmente organizados
para lograr avances de tipo comunitario, como la obtención de líneas de crédito, la
construcción de galpones de almacenamiento, la adquisición y aprovechamiento
máximo de maquinarias de laboreo y la captación de nuevas plazas de consumo.
Finalmente, los factores económicos han pesado en modo decisivo. La especulación
básica con la cebolla ha consistido, desde el principio, en ganar el mercado de Buenos
Aires con precios altos en los años –que no son pocos– en que la cosecha del Este del
país se malogra por exceso de precipitaciones. Al mismo tiempo, favorece a Jáchal la
mejor calidad de su mercadería. Ambas condiciones, sin embargo, resultan
vulnerables. En efecto: es común que cuando escasea la cebolla barata en la Pampa
Húmeda se abra la importación, aduciéndose la necesidad de defender al consumidor.
Declinan así los precios hasta el punto en que levantar la cosecha en el Oeste es
antieconómico. La otra condición –la calidad– podría resultar desequilibrante en
artículos que, como la frutilla o la cereza, tienen alto precio por unidad de volumen,
pero poco o nada incide en la cebolla, que no atrae al consumidor precisamente por su
belleza externa o su significativo tamaño. También se considera como causal de
desaliento, la excesiva presión en los valores agregados por la intermediación.

En síntesis, los altos costos, que inciden directamente en el precio final, fueron los
tradicionales enemigos de este cultivo hortícola que en el transcurso de los años ganó
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 94 ~

competidores, entre los que el más implacable fue el mercado oferente de la diagonal
fluvial de Santiago del Estero.

Más tardía, pero importante en el período, fue la irrupción de las plantaciones de


tomate, que se hizo notar a comienzos de la década del '40. También el tomate es
especulativo, en la medida en que la estrategia de colocación reside en obtener frutos
tempranos o tardíos o en aprovechar las fluctuaciones desfavorables de las plazas de
San Juan, Mendoza y San Rafael. Se cultiva la variedad denominada "perita", de baja
calidad pero escaso tenor ácido, lo que la hace favorable para su envasado en conserva
y la elaboración de extractos deshidratados, actividad tradicionalmente realizada por
la planta industrializadora de tomates "Clancay", que luego de un amplio y poco
efectivo período de incursión por el sistema cooperativo ha vuelto a la administración
privada. A pesar de los bajos rendimientos que se obtienen –aún bajo la aplicación de
costosas técnicas de riego– y que son del orden de 10 a 15 toneladas por hectárea (la
mitad que el de San Juan, por ejemplo, que consigue en Pocito, Rawson y 9 de Julio un
tipo mucho más apto para el consumo fresco, el "platense"), Jáchal tiene amplias
perspectivas, aún no aprovechadas, de aplicar técnicas mecánicas de recolección que
aligerarían los costos.

Otras producciones, con un grado especulativo menor, se complementan a las


anteriormente citadas. Se destacan el pimiento, frutales como el membrillo y el
duraznero, alfalfa y cereales tradicionales como el trigo, maíz y cebada. También la
ganadería, aunque en mucho menor escala que en el período anterior, se mantiene en
antiguos potreros como los de Pampa del Chañar, pero los propósitos, otrora de
engorde, se truecan por los de cría, reservándose los valles iglesianos y comarcas aún
más occidentales, como la estancia de Guañizuil, para los períodos de invernada.

Los intereses mineros se revitalizaron con motivo de la gran demanda generada desde
la plaza externa, presionada a causa de los conflictos bélicos. Con bajos costos de
extracción e infraestructura se obtienen en pequeña escala minerales como el hierro y
el carbón. También en esta época se produce la alborada en la historia de otras dos
fuentes de riqueza cuyo tratamiento se considerar aparte: las importantes
explotaciones de caliza y la promesa postergada del petróleo.

A esta altura resulta conveniente analizar el estado de conservación que, en el período


estudiado, presentaba la única competencia del ferrocarril: el camino San Juan –
Jáchal. Sujeto a permanentes obras de reacondicionamiento debido a los múltiples
cauces temporarios que atravesaba, la primitiva huella, era imposible de recorrer para
1924 en menos de siete horas, aún en automóvil, como lo atestigua la correspondencia
de Augusto Landa, ingeniero a cargo de las reparaciones, dirigida a los representantes
provinciales de la Legislatura.

"En el camino a Jáchal –dice una de estas cartas, fechada el 13 de septiembre de 1924–
vamos ya con el arreglo cerca de Cumillango y aunque vamos rápido dado los pocos
fondos, está quedando bastante bien, pues ya se puede hacer el viaje a Jáchal
cómodamente en 7 horas. Se ha enripiado en el río Atravesado y en La Curva que eran
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 95 ~

los pasos malos, habiendo rendido mucho los fondos y tenemos como para cerca de tres
meses más..."

Este fragmento no sólo confirma lo que atrás se señalara; es demostrativo asimismo


de la forma en que el camino era atendido, con magras y aisladas partidas recibidas
generalmente del Congreso con las que apenas se alcanzaba a resolver las falencias
más graves. Así, por ejemplo, a esta vía de circulación le correspondieron las exiguas
partidas de 15.000 pesos m/n. en el presupuesto de Obras Públicas de 1926, y de
50.000 en el del año siguiente.

El impulso fundamental para la realización de la ruta 40, en el tramo que nos ocupa, es
posterior. Corresponde al presidencia de Agustín Pedro Justo la sanción de la ley de
Vialidad Nacional, cuando promediaba la década del '30. Basado en la aplicación de
recursos genuinos por la aplicación de impuestos al combustible, este ordenamiento
legal favoreció un vasto plan de obras entre las que figuraba prioritariamente la
conexión del país entero –desde Huaytiquina hasta Río Gallegos– por su faja
occidental. El trazado que correspondió al Centro y Norte de San Juan, es paralelo a las
vías de ferrocarril hasta llegar a Jáchal, volcándose luego hacia el Este, por la margen
derecha del río Huaco hasta llegar cerca de la población homónima. Finalmente se
orienta hacia el Norte para alcanzar Guandacol, en La Rioja, y de allí dirigirse al
Nordeste, rumbo a Villa Unión. (Ver Lámina XVI)

Si al camino referido le sumamos la construcción y mantenimiento de la ruta a Rodeo


por Cuesta del Viento, arteria con muchos tramos de cornisa y dos túneles labrados en
la roca, que se realizara durante la gestión de Cantoni, se podrá coincidir que al
finalizar el período en estudio ya se encontraban en funcionamiento los corredores
elementales de que Jáchal depende, aún en la actualidad.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 96 ~

4.1.4.5.– Hidráulica.

Se suele homologar la situación general del departamento de Jáchal con las


características de su río. Y es que la subcuenca del Salado –Blanco – Jáchal – Zanjón,
depende en gran medida el desarrollo de su oasis. Las nacientes de este sistema,
relacionado a su vez con la pseudo cuenca del Bermejo –Desaguadero, se localizan en
la provincia de Catamarca.

En la Geografía de la República Argentina de Gæa, Sociedad Argentina de Estudios


Geográficos se observa:

"Con la red de afluentes se extiende en un frente andino que va desde más al Norte del
portezuelo de Vidal Gormaz (Cerro Gallina Muerta), hasta la Cordillera de Olivares en el
Sud (San Juan).

(...) En toda la alta cuenca, la rigidez climática en extremo árida, ha creado un paisaje
característico, dominado por imponentes masas de escombros; los ríos se abren paso con
dificultad, y algunos han logrado cavar profundos surcos, siendo el del valle del Cura el
más típico.

(...) En el comportamiento de los caudales también se combinan factores climáticos


(precipitaciones sólidas, vientos, nubosidad y temperaturas) con el relieve modelado por
el glaciar y su retroceso paulatino, hasta conformar una cubeta alarga da, rellenada con
detritos y sedimentos finos que los actuales caudales es difícil puedan superar
superficialmente. Las condiciones expuestas permiten apreciar que es imposible el
desarrollo perfecto del sistema de drenaje; la cuenca muestra una orografía madura,
con grandes zonas de escombros, mientras que la potencia de transporte de los ríos es
insuficiente para mover tanto material, aunque tengan gran pendiente."68

Poco se puede agregar a este diagnóstico general. El Salado, después de recorrer la


provincia de La Rioja cerca del límite, donde recibe casi todos sus afluentes por la
margen derecha, se une al Blanco, que a su vez tiene por tributario al Macho Muerto.
Ambos son alimentados fundamentalmente por los aportes brindados desde el Macizo
del Potro. Con el nombre de Blanco, el cauce principal describir un arco antes de
retomar el rumbo N–S. Los aportes de mayor caudal en el tramo que sigue provendrán
de la peniplanicie del Oeste (Cajón de la Brea, San Guillermito, Santa Rosa) hasta
alcanzar el importante río de la Palca quien concentra tres amplios diseños de
avenamiento: a)el río de la Sal (alimentado por el Nevado de Tambillos y la cordillera
de Las Carachas), b) el río de las Taguas (proveniente de los Andes Limítrofes y la
cordillera de La Ortiga) separado del anterior por el Cerro del Toro, y c) el río Valle del
Cura (con nacientes en el Cordón de la Ortiga y el Nevado de Colangüil). A partir de las

68
MARZO, Miguel y ARIAS, Héctor D. "Ríos del Sistema Hidrográfico Sanjuanino" en Geografía de la
República Argentina, Tomo VII, Segunda Parte, Buenos Aires, 1975.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 97 ~

juntas de la Palca, el río Blanco no recibirá afluentes permanentes en un trayecto de


40 kilómetros que culmina con el arribo por la derecha de los modestos cauces del
Molle y el Puente. Así ingresa en el valle de Rodeo, donde toma el nombre de Jáchal. Su
último significativo afluente ser el arroyo de Iglesia, que viene del S–O, concentrando
vertientes menores como los arroyos de Agua Blanca, Arrequintín, Agua Negra, Chita y
Tocota.

De aquí en adelante el río tuerce al Este y su valle pasa a transformarse en estrecha


garganta para pasar la Precordillera, situación que refleja su antecedencia a la
estructura orográfica. Hasta aquí, según los autores citados, la cuenca ha sido
apreciada en 23.500 km.2. Traspuesta la barrera antedicha ingresa en el bolsón que
lleva su nombre, por igual que el valle y el oasis (coincidentes los tres). Los excedentes
hídricos del sistema de riego se volcarán hacia el Sur, beneficiando a Niquivil y
Tucunuco, para alcanzar Mogna en una última evolución hacia el Este. Desde aquí, con
el nombre de Zanjón, pasa a transformarse en un cauce seco que se pierde en la
travesía.

El balance hidrológico para 1978–79 tomado de los caudales medios diarios en


metros cúbicos por segundo que registrara el Departamento de Hidráulica provincial
en la estación "Pachimoco", permite estimar un módulo anual de 10.608 m3/s. basado
en los siguientes promedios mensuales:

Promedio general Promedio máxima Promedio mínima


Julio 5,8 6,7 4,7
Agosto 7,1 7,8 5,9
Septiembre 7,7 9,5 6,4
Octubre 10,3 11,8 9,1
Noviembre 12,7 18,1 10,0
Diciembre 18,1 29,3 14,0
Enero 18,7 70,0 12,9
Febrero 12,2 17,3 10,0
Marzo 9,4 10,4 7,9
Abril 8,7 10,0 7,4
Mayo 8,7 9,1 8,3
Junio 7,9 9,1 7,1

Los módulos de otros años revelan que los datos del año analizado están por encima
de la media de los últimos tiempos. Cercanos al módulo de 10 a 11 m 3 /s. han sido los
períodos 1948/49, 49/50, 52/53, 73/74 y 77/78. Hubo caudales mayores en
1943/44, 44/45, 53/54, 65/66 y 72/73. En cambio se registraron bajos valores en
1945/46, 46/47, 47/48, 50/51, 51/52, 55/56, 56/57, 57/58, 58/59, 59/60, 60/61,
61/62, 62/63, 63/64, 64/65, 66/67, 67/68, 68/69, 69/70, 70/71, 71/72, 74/75,
75/76 y 76/77.

El sistema de riego actual, basado en la capacidad reguladora del dique de Pachimoco,


dotado de una eficiente red de canales –muchos de ellos impermeabilizados– que
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 98 ~

sirven unas 23.000 hectáreas empadronadas, de las que 14.000 están efectivamente
regadas, tiene sus orígenes en el período en tratamiento. Actualmente, las aguas se
parten en dos canales principales: del Norte (que cubre la margen izquierda del valle,
especialmente las comarcas de Villa Mercedes, San Isidro, Pampa del Chañar, Pampa
Vieja y Bella Vista) y del Sur, (abastecedor de la margen derecha, en particular Las
Chimbas, San José de Jáchal, San Roque y Niquivil). El diseño general puede apreciarse
en el esquema correspondiente.

La "conquista técnica" del río tuvo lugar desde la mitad de la década del '40 en
adelante, a pesar de que hubieron hitos anteriores de importancia, como la Ley 284 de
1828 (utilización racional de aguas), la Ley 886 de 1942 (creación del Departamento
de Hidráulica y centralización y manejo de las aguas públicas), y de otros proyectos
que no llegaron a concretarse. Expresa el profesor Miguel Marzo sobre el tema:

"El área sanjuanina septentrional mereció consideración a partir del terremoto.

(...) Pareciera que el desastre sísmico de 1944 aquietó los espíritus animados de simple
ban dería. Los millares de víctimas tal vez sirvieran para demostrar que sólo en el
esfuerzo colectivo podían reconstruirse los edificios de las ciudades devastadas y
reactivar la economía general de la provincia.

(...) El valle fluvial que da origen al segundo oasis de la provincia fue estudiado por
tramos. Hubo una intensificación de las investigaciones en la Angostura (km. 29,5 de la
ruta Jáchal – Rodeo), y de la Cuesta del Viento. En ambos se buscaba el sitio apropiado
para el emplazamiento de algún dique de embalse y las obras hidroenergéticas
complementarias. Por ello se realizó un plan de perfiles sismográficos y de perforaciones
de comprobación".69

También se iniciarán en esta época los estudios de otras obras como la usina de Salto
de la Loma (hidroeléctrica) y el dique regulador de Huaco: Los Cauquenes, cuyo
tratamiento se considerará más adelante.

**********

69
MARZO, Miguel "La conquista del espacio territorial sanjuanino" Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales. U.N.C., Mendoza, 1968.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 99 ~

4.1.4.6.– Población al finalizar la etapa.

A pesar de la incidencia del terremoto del '44 (que, prácticamente, no afectó a Jáchal)
al final de esta etapa marcada por la influencia del ferrocarril se hace evidente el
aumento del desequilibrio demográfico entre los dos oasis mayores de la provincia.

El Censo Nacional de 1947 revela una población total para Jáchal de 17.129
habitantes: el 6,56 % de todo San Juan. Vale la comparación: en 1914 había alcanzado
el 11 %. El crecimiento anual medio fue del 8,1 por mil, también muy inferior al estado
completo (22,6). Aunque la densidad fue baja (1,2 habitante por km.2 ), la ciudad había
crecido mucho. En 78 años, San José de Jáchal había aumentado un 336,09 % a pesar
de que el predominio rural seguía siendo marcado (75,02 % contra el 24,98 %
urbano).

En la pirámide correspondiente (ver lámina XVII) se observan fuertes cimientos que


revelan una alta natalidad, pero una merma sensible en los escalones productivos
(particularmente el que comprende a los individuos entre 20 y 29 años) que se
justifica a través de la permanente emigración –tal como ya se había observado en
recuentos anteriores– hacia San Juan, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. El
rejuvenecimiento, en consecuencia, es aparente, como lo demostrarán los censos de
1960, 70 y 80.

Es escasa también la cantidad de extranjeros (1,72 % del total) de los cuales el 62,37
% proviene de Europa y el 28,47 % de Sudamérica. De los 16.834 argentinos que
habitan Jáchal, 16.113 son sanjuaninos, y son oriundos de otras provincias
(especialmente La Rioja) solamente 721.

El analfabetismo, contado entre los pobladores de más de 14 años, alcanza el 25,66 %.


En cuanto a la religión, el catolicismo sigue manteniendo una amplia mayoría: 17.000
feligreses, es decir, el 99,2 % de los pobladores. La desocupación es baja. Hay un 99,07
de ocupados; un 0,52 de desocupados (de ellos el 58 % tiene oficio); un 0,34 de no
ocupados (la mayoría –el 90,91 %– est en esta condición porque vive de rentas), y un
0,06 de personas de ocupación desconocida.

En síntesis, los guarismos son un reflejo cabal de la situación socio–económica para el


período. El departamento, que había alcanzado su “clímax demográfico" durante la
época ganadera, siguió creciendo, aunque con menor aceleración relativa, si se lo
compara con el valle de Tulum o el de Mendoza. Este crecimiento, sin embargo, bastó
para sobrepasar ciertos límites de resistencia del paisaje, lo que significó un estorbo
más para el desarrollo armónico del hombre en el territorio. La partida de los jóvenes,
una consecuencia de los nuevos atractivos de la vida cosmopolita en las capitales,
acentuada por la gran demanda de mano de obra ocasionada por la reconstrucción de
San Juan, motivó una descompensación en la composición por edades, con gran
predominio de la población no activa desde el punto de vista de la productividad
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 100 ~

económica. A partir de este momento, sostendrá el dicho popular, habrá más


jachalleros en el resto del país que en su comarca natal.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 101 ~

4.1.4.7.– Algunas estadísticas de producción.

En general, resulta complejo intentar la composición de un panorama estadístico para


la época, debido a la heterogeneidad de las fuentes y su origen diverso. En muchos
casos se detectan contradicciones entre datos de distinta procedencia y otras veces
resultan alarmantes los exagerados redondeos o la aplicación de complejos patrones
de medida.

Puede afirmarse que al finalizar el período de influencia del ferrocarril, la minería


registraba un franco letargo.

La otrora promisoria explotación de oro ya no existía; la única producción provincial,


desde 1945, pertenecía a la mina "La Caledonia", situada en la sierra de la Huerta,
cerca de Marayes, departamento de Caucete. Sin embargo, hubieron explotaciones
temporarias de este mineral en Gualcamayo (mina "Virgen de Lourdes"), Las Minitas,
Sierra del Volcán, Huachi (Risco, Potro, Oro Blanco, Oro Rico, Sentazón, aluviones de
Agua Amarga) y El Pescado (mina localizada a 15 km. al SE de Huachi).

Las estadísticas de la Dirección de Minas de la Provincia de San Juan revelan que, a


diciembre de 1947, sólo estaban empadronadas cuatro minas de acuerdo con la ley
10.273, en toda la jurisdicción del departamento. Eran ellas: "La Delfina", de Arpad
Varga, establecimiento de primera categoría dedicado a la extracción de carbón. Se
localiza en dos pertenencias situadas en La Ciénaga, cerca de Huaco, con una
superficie de 36 hectáreas. Las restantes son de segunda categoría; dos de ellas
trabajan los ocres y la última es la referida Virgen de Lourdes, dedicada a oro y plata y
explotada por la firma C.A.D.U.C.A –hay una áspera ironía en esta sigla– en tres
pertenencias que suman 18 hectáreas de Rincón de las Vacas (Huachi). Finalmente, las
de ocre, pertenecían a Arturo Orihuela y Francisco Cabral, respectivamente. Son
pequeñas, de seis hectáreas cada una, localizadas ambas en Quebrada de la Aguada
(Huaco); sus nombres son: San Nicolás de Bari y Nuestra Señora del Rosario.

Respecto a la explotación agrícola, el relevamiento más confiable y completo es el


censo de 1934 efectuado en la provincia de San Juan por el ingeniero Guillermo
Aubone70.

Llama la atención, en primera instancia, su clasificación de propiedades agrarias de


acuerdo con la superficie; se presenta la comparación de los datos departamentales
con los de la provincia:

70
AUBONE, Guillermo "Censo Agrícola. Estadísticas e Informaciones de la Provincia de San Juan". Buenos
Aires, 1934.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 102 ~

Jáchal San Juan


Superficie Nº de propiedades % del total Nº de propiedades %del total
Hasta 1/2 Has. 517 30,61 8.122 44,36
De 1/2 a 1 Has. 127 7,51 1.282 7,48
De 1 a 2 Has. 198 11,71 1.568 9,14
De 2 a 5 Has. 240 14,29 2.151 12,54
De 5 a 10 Has. 204 12,07 1.422 8,29
De 10 a 20 Has. 178 10,52 960 5,60
De 20 a 50 Has. 144 8,51 785 4,58
De 50 a 100 Has. 42 2,48 393 2,29
Más de 100 Has. 39 2,30 467 8,72
Totales 1.689 100,00 17.150 100,00

Del análisis de estos valores surge:

a) hay menos población concentrada que en el resto de la provincia


como lo revela la menor proporción de pequeños predios;
b) son muy escasos los grandes establecimientos, aunque otras
estimaciones permiten inferir que estos son excesivamente extensos;
c) casi un tercio de las propiedades están comprendidas entre valores
aceptables de superficie –de 5 a 50 hectáreas–
d) más del 50 %, coincidente con las instalaciones bajo riego de los
valles, tiene una superficie menor a las 3 hectáreas.

Las parcelas, en esa época, tenían asignados cupos de agua permanente, no


computándose los beneficios accidentales –los que el productor recibe cuando hay
excedentes para redistribuir–. En 1934 se beneficiaban 22.982 hectáreas (el 14,23 %
de toda la provincia), de las que se solía dar uso efectivo a algo más de los dos tercios.
Esta técnica –que aún se pone en práctica– consiste en dejar los barbechos sin riego
para usar la dotación correspondiente en el resto del campo.

Los propietarios, según origen, se distribuían de la siguiente forma: argentinos, 92,84


%; españoles, 4,26 %; libaneses, 1,36; italianos, 0,41; alemanes, 0,24; ingleses, 0,12;
turcos, 0,06. Además había un 0,06 (1 hectárea) de tierras municipales, e igual
cantidad de tierra del fisco provincial. La fracción restante no discriminada –0,59 %–
comprende especialmente a los chilenos.

Tales fueron los resultados del recuento de árboles:

Frutales: 6.845 durazneros, 2.958 ciruelos, 2.894 membrillos, 1.942 perales, 1.706
higueras, 610 granados, 538 manzanos, 102 olivos, 99 damascos, 47 almendros, 25
naranjos, 10 nogales y 7 nísperos. Total parcial: 17.786 plantas.
Árboles de madera, sombra y defensa de vientos: 153.940 álamos, 4.987 sauces,
2.325 coníferas, 642 eucaliptos y 21.959 especies varias. Total parcial: 183.853
plantas.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 103 ~

Total general: 201.639 árboles.

Aunque las estadísticas de producción no computan datos vitivinícolas para Jáchal en


este censo, en cómputos parciales aparecen 12,7 hectáreas de viña y 5,7 de parral. La
explicación surge al analizar el recuento de bodegas: todas, por su capacidad, son de
tipo familiar. Ese es el destino de la uva. Hay en Jáchal dos bodegas de hasta 100
hectolitros, dos de hasta 200, tres de hasta 500 y cuatro de hasta 1.000. La capacidad
total es de 4.762 hectolitros que, comparados con los montos de la provincia
(2.715.553 Hl.) ni merecen referencia. Más aún si albergan vino de consumo interno,
que no llega al mercado.

De acuerdo con el Censo Ganadero Nacional levantado en julio de 1930, se registran, a


continuación, las variedades y números de cabezas para Jáchal y los porcentajes
respecto de la provincia y toda la nación:

Ganados Jáchal % de San Juan % de Argentina


Vacunos 9.663 13,86 0,03
Lanares 21.918 27,15 0,05
Porcinos 3.087 14,36 0,08
Yeguarizos 5.170 12,44 0,05
Caprinos 38.065 30,30 0,67
Asnales/mulares 9.066 23,62 0,87
Gallinas 34.034 8,96 0,09

Pueden hacerse comparaciones con el fin de la etapa, si se consideran los datos


ofrecidos en el IV Censo Nacional, de 1947:

Cabezas de ganado en Jáchal: 6.674 bovinos; 2.139 ovinos; 1.163 porcinos; 2.236
equinos; 2.486 asnos; 493 mulas y 21 llamas. Además se calculan 14.261 aves de
corral y un total de 526 establecimientos dedicados a la actividad pecuaria (el 11,54 %
de toda la provincia).

Por igual de lo que ocurre con los datos de todo San Juan, se nota una sensible merma
en los 17 años que separan a ambos censos, afectando en particular al departamento
de Jáchal. Nótese asimismo que los únicos renglones de peso nacional son los caprinos
y asnales, es decir, que la vieja tradición de engordar ganados de calidad va siendo
desplazada por la cría de especies de pocas exigencias, en amplios predios de
aprovechamiento extensivo.

Aubone da los siguientes guarismos para agricultura en 1934 (en hectáreas):

Forrajeras
alfalfa 7.040
cebada (forraje verde) 36
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 104 ~

Huerta
papas 0,2
cebolla 9,6
ajo 0,3
melones 20,5
legumbres frescas 1,02
pimientos 0,15
ají 0,15
tomate 0,46
sandía 31,86
zapallo 20,64
otros 2,23
Cereales
Trigo 3.327
maíz 814
cebada 98
cebada cervecera 30
avena 23
alpiste 1

Además, se consigna por separado, una actividad experimental de gran interés: la


producción, en un solo establecimiento, de 50 hectáreas de remolacha azucarera, que
ese año representaban un tercio de la superficie destinada a ese fin en San Juan.

También en este rubro pueden hacerse comparaciones con el censo de 1947:

Producto Jáchal San Juan Porcentaje


Avena 13 79 16,46
Trigo 3.071 4.882 62,90
Maíz 1.367 2.800 48,82
Mijo 101 380 26,50
Cebada forrajera 180 3.171 5,68
Centeno 10 11 90,91
Uva para mesa 30,9 8.525,7 0,36
Uva para vinificar 56,6 19.566,3 0,29
Nota: los restantes productos han sido considerados en conjunto, por lo que no
pueden compararse según sus hectáreas en laboreo.

De acuerdo con los datos disponibles de ambos censos puede notarse una disminución
en la siembra de trigo, y sensibles aumentos en la vid (igualmente muy escasa),
cebada y maíz (merece recordarse que este último representa la mitad de la superficie
de cultivo provincial).

Lamentablemente no pudieron obtenerse estadísticas que demuestren el crecimiento


explosivo de la cebolla, el tomate y el olivo, desde la década del '30 en adelante, pero
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 105 ~

se puede inferir, de los cuadros estadísticos del Banco San Juan71, dado que el
crecimiento en hectáreas cultivadas para estos renglones fue muy lento y con grandes
fluctuaciones, (la cebolla, por ejemplo, se cultivaba en un área de 2.500 Has. en
1948/49 y en 2.600 Has. en 1972/73) la relación que nos ocupa en un lapso mayor.
Aquí, los resultados:

Jáchal 1934 1976


Aceituna 0,5 465
Cebolla 9,6 600
Tomate 0,46 400
Nota: los valores de 1934 para las aceitunas surgen de la estimación de espacio que le
corresponde a los 102 olivos relevados.

El último dato estadístico de interés es el que ofrece el Censo de Industria realizado en


1946 por la Dirección General de Servicios Técnicos del Estado:

Jáchal San Juan


Número de establecimientos 33 952
Personal ocupado (empleados) 2 800
Personal ocupado (obreros) 81 5.883
Fuerza motriz instalada (HP)
– motores primarios 462 15.991
– motores eléctricos 38 10.836
Producto elaborado (m$n) 1.089 135.377

De lo expuesto resulta evidente la escasísima participación del departamento en el


producto bruto industrial. Tiene el 3,7 por ciento de los establecimientos provinciales,
el 1,24 del personal ocupado en la industria, el 1,86 de la fuerza motriz instalada y el
0,8 de los montos percibidos por la comercialización del producto.

El sector de servicios, en cambio, ir ganando posiciones en lo que a ocupación de


personal se refiere. Esta ser una característica clave que se mantendrá en la etapa que
aún resta analizar.

**********

71
BANCO SAN JUAN, "Series Estadísticas de la Provincia", 1976.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 106 ~

4.1.4.8.– Conclusiones parciales.

Se cita a continuación el diagnóstico hecho para el sector por el doctor Federico A.


Daus:

"En dos líneas de penetración, la vía férrea se acerca a los Andes; las puntas de riel son
Tinogasta y Jáchal. Pero constituyen intentos frustrados, al presente, de tramontar la
cordillera.

Tampoco lograron, éstos y otros esfuerzos análogos, ampliar la economía ni dilatar el


progreso demográfico de la ante–muralla de los Andes Áridos; los recursos hídricos, bien
menguados, por cierto, y eventuales laboreos mineros, regulan el crecimiento de la
población y su expansión hacia el dominio fronterizo.

(...) Es singular el hecho de que el poblamiento permanente alcance precisamente a


ciertos valles hasta donde puede llegarse sin tramontar las sierras que se hallan
antepuestas a la cordillera misma, entre otros, los de Tinogasta y Jáchal ya
mencionados."72

Repasamos el fragmento: "intentos frustrados" de:

a) tramontar la cordillera;
b) ampliar la economía;
c) dilatar el progreso demográfico en la ante–muralla de los Andes
Áridos.

En estos puntos puede resumirse el peculiar síndrome que comenzó a afectar a Jáchal
desde el mismo instante en que llegó el ferrocarril.

Hubo, sin duda, un violento cambio en las estructuras profundas del sector. Sometida
al esquema anterior, de tradición pecuaria, la comunidad no logró adaptarse a las
nuevas reglas del juego. El comportamiento del hombre respecto al entorno
modificado no alcanzó el grado necesario de asimilación. Por último se observa que el
cambio fue radical, pero no completo. El problema de integración reside en que Jáchal
no puede prosperar como terminal, extremo, sino como etapa, nexo. Así se destacó en
la historia y sólo así tendrá posibilidades futuras. Faltaron en la etapa que nos ocupa:

a) la conexión ferroviaria con el Norte y Este


b) la revitalización del corredor económico que conecta la Argentina
con Chile;
c) la ordenación del espacio en concordancia con la condición nodal del
departamento.

72
DAUS, Federico "Geografía y Unidad Argentina", El Ateneo, Buenos Aires, 1978.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 107 ~

El error consistió en querer hacer de la zona una entidad disociada –competitiva con
San Juan unas veces, complementaria otras–, con una loable condición que se volvería
empero contra sus intereses: su autonomía.

Como decíamos al comienzo del capítulo, la ley férrea de los mercados especulativos
fue una prueba excesiva para el Norte Sanjuanino. En la misma trampa cayeron tantos
parajes nobles de la patria, hoy sumidos en el estancamiento y aún en el retroceso,
que resultaría difícil hacer una enumeración completa.

Una breve reflexión optimista para terminar: es en este período en el que se concretan
numerosas obras de gran transcendencia, por medio de las cuales el paisaje adquirió
la fisonomía formal y funcional con que hoy se caracteriza.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 108 ~

4.1.5.– Época actual.

En el espectro de la geografía histórica, tal como se ha desarrollado, las huellas de la


época actual resultan, paradójicamente, poco significativas. Los elementos que hasta
ahora se presentaron bastarían para dar pie a un diagnóstico prácticamente completo
acerca del paisaje cultural de Jáchal. Escasos rasgos se imprimieron en el espacio
departamental en los últimos 35 años. Las estadísticas que sucedieron al IV Censo
Nacional podrían intercambiar sus fechas y pocos lo notarían. Las inversiones que se
hicieron en el territorio durante las décadas cercanas no repercutieron en el índice de
la población. Tras la fachada de las obras modernas que –como el complejo vial de las
inmediaciones de San José de Jáchal o el Dique Los Cauquenes– impactan al
observador ocasional, subyace una estructura inmóvil, que mira por los ojos
melancólicos y asombrados del pasado.

Así es Jáchal hoy. Son sublimes sus tardes invernales, asoleadas y apacibles. Tal es la
quietud y natural armonía del entorno, que el autor algunas veces se ha preguntado si
no son aquellos que nunca lograron percibir las virtudes de esa filosofía ambiental
quienes se empeñan en cambiar todo, en quebrar el hechizo, en generar borbollones
de tecnología, en imantar de progreso hasta el último rincón del municipio, en
contagiarle la fiebre del desarrollo a todas las manifestaciones de la tradición
jachallera.

¿Es realmente lícito destruir un ecosistema en equilibrio con la pretendida razón de


que es imprescindible la movilización de las fuerzas productivas, aún a pesar del
criterio de los interesados?

Los patios umbríos, los viejos tapiales de adobe, el murmullo cristalino de las
acequias, la inquietud poética de los pobladores, el vuelo acompasado de los
piuquenes, perecen responder negativamente a este planteo.

Pero no sólo de paz vive el hombre. Ya son muchos los que emigraron y más los que,
día a día, lo siguen haciendo. Cada uno de ellos es una prueba. Muchos niños padecen
privaciones. Las penurias de uno sólo serían suficiente justificación. Argentina
necesita fronteras pletóricas de dinamismo, capaces de generar el impulso pionero
que apuntale su propia epidermis geopolítica. Jáchal merece una inyección de
voluntad que renueve las esperanzas y domine el brote ancestral de la desazón.

Más que nunca, en este último período, proliferaron los intentos de planificación. La
información y conclusiones escritas al respecto llenan bibliotecas enteras. Cada una de
estas publicaciones –muchas de ellas imbuidas de encomiables propósitos y de
acertada visión– parece estar condenada al archivo antes que la tinta se seque. De
cada plan político se implementó alguna parte, resultando en el tiempo una operativa
total que más se parece a una suma de retazos que a la cristalización de un proyecto
regional.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 109 ~

Hay en el espíritu del sanjuanino algo así como un sentimiento de culpa cuando se
refiere al oasis del Norte. A veces se defiende atacando, y sentencia: "no hay otro
problema en Jáchal que los jachalleros..."

Cada partido político, sin embargo, enfrentó a su modo el tema del estancamiento y,
en función de gobierno, realizó –comparativamente– más obra en Jáchal que en
cualquier otro sitio. A pesar de ello, los beneficios nunca llegaron a destino, y es que,
siendo los inversores y los dueños de las tierra residentes de la ciudad de San Juan, las
regalías hicieron un lógico camino de ida y vuelta. No quedaron en la zaranda local
más que algunos salarios y los resultados concretos de la obra pública.

La extensa superficie del departamento (con sus 19.937,4 km.2 es casi 570 veces
mayor que la capital, y sólo la superan los municipios fronterizos de Calingasta, en un
51,3 %, y de Iglesia, en un 37,42 %) complica más aún el panorama, dado que un vasto
sector, cuyos recursos hídricos son prácticamente nulos, se comporta en la práctica
como área anecuménica. Cuando se habla de Jáchal se est haciendo referencia a los
oasis y las manifestaciones de la minería; las poco accesibles laderas precordilleranas,
las extensas travesías, en realidad, no cuentan.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 110 ~

4.1.5.1.– Planificación.

Todos los intentos de planificación que mereció –individualmente o como parte de


una región mayor– el departamento de Jáchal, tuvieron como base fundamental el
aprovechamiento racional del agua, y, en segunda instancia, el diseño de una red de
circulación que responda a las necesidades de conectar eficientemente al oasis con los
espacios contiguos.

En este sentido, resultó ser una verdadera piedra basal en todos los trabajos sobre el
tema, el proyecto global del ingeniero Enrique Zuleta, referido al resurgimiento
económico del Norte de San Juan. Las claras ideas de este profesional tenían sus
cimientos en la obra que desarrollara en el ente de Reconstrucción de San Juan, antes
de su nombramiento como gobernador de la provincia de La Rioja.

Impulsó la investigación del río Jáchal desde Mogna hasta el nevado del Potro y
macizo del Bonete con las siguientes finalidades:

a) definir las posibilidades de la regulación hidráulica del río, mediante


diques de embalse;
b) definir las posibilidades de aumentar el caudal de alimentación del
mismo, mediante el mejor aprovechamiento de los deshielos de la
cuenca imbrífera superior de alta cordillera;
c) definir las posibilidades de disminuir el arras tre de material sólido
que traen las aguas en suspensión y también el tenor salino algo
elevado de sus aguas en determinadas épocas;
d) definir las posibilidades de mejoramiento del trabajo agrario de la
zona de las pampas y aumentar la zona cultivada sobre la margen
derecha del río, comprendiendo la ciudad de Jáchal, San Roque, Agua
Negra, Niquivil, Tucunuco y proximidades de la estación Adán
Quiroga.

El programa de obras a ejecutar en base a estas investigaciones era como sigue:

a) Dique de embalse regulador de caudales del río Jáchal en el kilómetro


29,5 de la quebrada, para 300.000.000 de metros cúbicos.
b) Dique regulador y de embalse reducido en Niquivil con capacidad
para 10.000.000 de metros cúbicos.
c) Transformación del dique nivelador de Pachimoco en dique aforador.
d) Construcción del canal matriz Sud para riego, que llevaría agua hasta
el sur de San Roque.
e) Revestimiento del canal del Norte.
f) Terminación de las obras de defensa contra las crecientes para el
canal del Norte y población de las Pampas.
g) Obras de desagüe, de drenaje y saneamiento para la zona
comprendida entre Agua de la Zorra y Niquivil.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 111 ~

El objetivo de este amplio programa de trabajo era triplicar con amplitud el número
de hectáreas bajo riego que, por aquel entonces, representaba, según el padrón oficial
de aguas, unas 20.000 hectáreas.

También previó eliminar –o atenuar– los problemas derivados de la excesiva


conductividad del agua (tenor salino o ph) para lo que encomendó los informes
técnicos de diagnóstico sobre la alta cuenca al reconocido geólogo Augusto Tapia. La
conjunción de criterios entre ambos no cristalizó entonces, pero en la actualidad se
están realizando los trabajos que ellos proponían. Es menester que, aunque sea por
medio de estas líneas, no se olvide quienes fueron los mentores del plan. Decía Zuleta,
al respecto:

"Para resolver el tenor del material sólido de arrastre que llevan las aguas del río Jáchal,
se programó por una parte: ejecutar obras de sistematización de los ríos, torrentes y
afluentes del río Jáchal. Y en segundo, otras que tiendan a atenuar los aportes de
caudales salinos, que se incorporan al río, aguas arriba de Pucha Pucha aportes que en
parte proceden de la cuenca imbrífera del salado en Catamarca"73

Haciendo referencia a la participación de Augusto Tapia, expresa más adelante:

"... el departamento de Hidráulica encomendó a un geólogo de reconocida capacidad de


nuestro país, para practicar los estudios que aún faltan.

Esta labor está en ejecución y los estudios de campaña, sobre el terreno, se practican
desde el macizo del Potro y nevado del Bonete hasta los tramos inferiores del río Jáchal.
Las noticias técnicas que ya se poseen como resultado de esta tarea, son francamente
auspiciosas para la solución de lo que se desea y de todo esto se dará cuenta en su
oportunidad".

Otras obras que actualmente son hechos, también se gestaron en el intelecto previsor
de Zuleta. Nos referimos a la construcción del dique de embalse sobre el río Huaco y a
la instalación de una usina hidroeléctrica entre Iglesia y Jáchal. Hoy existe el dique Los
Cauquenes (no está instalado en La Cienaguita, como él lo había considerado por
razones técnicas) y existe también la usina de Salto de la Loma que hoy se aprovecha
como central hidroeléctrica.

También hubo variantes a su plan en la zona de Niquivil. Durante el gobierno del


ingeniero Augusto López se realizó allí una obra más modesta pero igualmente
efectiva. Para aprovechar las aguas de escurrimiento de pie de sierra se construyó una
estructura en peine que amplía considerablemente el caudal del arroyo Agua Negra
(exento de contaminación mineral) con el que se riega un importante sector agrícola.

73
ZULETA, Enrique "Resurgimiento económico del Norte y Noreste de San Juan y zonas circunvecinas"
Ministerio del Interior, Reconstrucción de San Juan, 1946.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 112 ~

Respecto de la construcción de un dique en el km. 29,5 de la quebrada –


correspondiente a la localidad de la Angostura– no cabe duda de que esta idea es el
antecedente del proyecto Cuesta del Viento, obra ampliamente estudiada en todas sus
particularidades pero que aún no se ha concretado. De acuerdo con la planificación
nacional dada a conocer para los próximos diez años, y que no le incluye entre las
prioridades, es de prever que su eventual realización est a cargo de la provincia.

Entre los informes de mayor significación y mejor contenido, merecen citarse las
voluminosas publicaciones de Sanidtec y Harsa, que recopilan toda la información
existente respecto de las tierras que dependen de las influencia de la cuenca del
Saldo–Blanco–Jáchal–Zanjón.

También estimuló la realización de estudios acerca del área la incorporación de planes


de colonización. El antecedente sanjuanino en la materia –como lo señala el profesor
Miguel Marzo74– es la Ley de Colonización N° 290 sancionada en 1928 que, al
incorporar nuevas tierras bajo cultivo "integraba el aprovechamiento de los recursos
naturales con necesidades sociales y fijaba la propiedad agrícola a quien la trabajara".

En Jáchal, las zonas que años más tarde se destinaron a ese fin fueron Huaco, El Vivero
y Tucunuco, pero la experiencia culminó con el loteo de la parcela. Un excelente
informe referido al estudio de las posibilidades agroeconómicas del valle de Huaco,
fue el que realizaron los ingenieros Guillermo Blasco y Carlos A. Hualpa con motivo de
la finalización de la obra en Los Cauquenes.

La canalización de los proyectos globales de desarrollo en la provincia correspondió a


un organismo nacional –la citada Dirección de Reconstrucción, concebida a partir de
1944– y a otro provincial: la Secretaría Técnica de la Gobernación.
Desafortunadamente, ambos entes ya no existen. Heredó el paquete de planes del
primero el Instituto Nacional de Previsión Sísmica –I.N.P.R.E.S.– y el del segundo la
Secretaría de Estado de Recursos Hídricos y el Ministerio de Gobierno.

También merecen una mención particular los trabajos de evaluación y diagnóstico


que se realizaron en la zona en concordancia con amplios proyectos nacionales,
encarados especialmente a través del C.F.I. y el CONADE. Los documentos de análisis y
diagnóstico regional producidos particularmente en la década del '60 contienen
juicios importantes respecto de la situación del Norte Sanjuanino.757677

74
MARZO, Miguel "La conquista ...." (op. cit.)
75
PROVINCIA DE SAN JUAN "Plan de reactivación y transformación económica" 2 tomos, San Juan,
1968.
76
CONADE (Oficina Regional de Desarrollo Cuyo) "Análisis y Diagnóstico Regional" 2 tomos, Mendoza,
1969.
77
BANCO CENTRAL (Gerencia de Investigaciones Económicas) "Provincia de san Juan. Aspectos
Económicos". Buenos Aires, 1970.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 113 ~

Otra fuente de proyectos fue la Universidad Nacional de San Juan, a través de sus
institutos y centros de investigación, o bien por la trascendencia de sus cátedras
geográficas, en las que se destacaron los profesores Miguel Marzo y Héctor Arias,
tantas veces citados en esta obra. Desde otros centros universitarios cuyanos también
se analizó la situación de Jáchal como parte en el conjunto regional. Es el caso de las
propuestas elaboradas por el investigador Michel Jean Paul Ramlot78 desde la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de Cuyo. En el presente, los proyectos de
investigación del sector se coordinan a través de una comisión regional vinculada
estrechamente al CONICET y la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación.

En relación las gestiones del gobierno provincial, al finalizar la década del '60,
destacamos el informe del doctor Orlando Palacio, asesor económico de la Secretaría
Técnica, cuyas observaciones al desenvolvimiento de los servicios en Jáchal tienen
gran valor. Dice el doctor Palacio:

"... en el caso particular de la municipalidad de este departamento, es difícil lograr a


corto plazo una transformación y perfeccionamiento en su función administrativa, dada
la escasez de recursos de que dispone. Por ello ser necesario que la Provincia preste
auxilio en tal sentido, con carácter preferente en Jáchal, mediante el asesoramiento
técnico permanente.

(...) Las obras que se planean deben reunir ciertas características:

Ser fuertes en el empleo de mano de obra.


Ser redituables a mediano plazo.
Provocar directa o indirectamente cierto grado de absorción de mano
de obra.
No deben encararse varias obras a la vez, sino dedicar los recursos en
forma intensiva a unas pocas, a fin de que se terminen, al menor plazo
posible y, al entrar en actividad en corto plazo, disminuya su costo, por
la menor incidencia del capital inmovilizado.
Debe existir coordinación entre los planes de obra de los distintos entes,
(municipales o provinciales, e incluso nacionales), a fin de lograr la
concentración d esfuerzos, por sectores o zonas geográficas, con lo que
se abreviará el tiempo de espera en la producción de los resultados."79

El tema de la absorción empleados por la administración pública, orientado hacia la


detención de las emigraciones en masa de población activa, será repetidamente
analizado desde aquí en adelante.

78
RAMLOT, Michel Jean Paul "Hacia un porvenir de la región cuyana". Universidad Nacional de Cuyo,
Mendoza, 1972.
79
PALACIO, Orlando "Consideraciones generales sobre situación y perspectiva de la economía de Jáchal".
Secretaría Técnica de la Gobernación, San Juan, 1969).
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 114 ~

El "Plan Huarpes", impuesto a la Provincia de San Juan por la Ley 19.375 (gobierno de
Lanusse–Mor Roig) que se reglamentara nueve meses después, en agosto de 1972,
tiene amplia repercusión en Jáchal. El nuevo régimen promovería:

a) Nuevas actividades no vitivinícolas.


b) Ampliación de las actividades extractivas o industriales no vinícolas,
existentes.
c) Nuevas actividades mineras o conexas con la minería.
d) Nuevas explotaciones rurales no vitícolas que se ubiquen en zonas
ecológicamente adecuadas.
e) Nuevas actividades de hotelería.

En un diagnóstico preliminar del plan se expresa, entre otros conceptos:

"...El departamento de Jáchal es una zona con notable capacidad para la recepción de
empresas, capitales y talentos. (...) Debe destacarse que a Jáchal llega el Ferrocarril
Belgrano principal medio para el despacho de toda la actividad minera de la zona,
especialmente de calizas y dolomitas para las industrias siderúrgica y azucarera, y para
las acerías nacionales.

(...) Se dedica a una agricultura intensiva, especialmente hortícola, pues produce cebolla
y tomate de altísima calidad, y esta última especie es muy requerida para su
industrialización.

(...) La zona es especialmente apta para pasturas y forraje de alto rendimiento, lo que la
convierte en óptima para desarrollar allí una cuenca lechera de primera importancia
que atienda la demanda del producto de San Juan. Actualmente la leche se trae de las
zonas productoras de Santa Fe y Buenos Aires. Con suelos aptos y agua de regadío para
estimular la producción tambera con buenos resulta dos, Jáchal puede integrarse y
ampliar su economía, para lo que requiere también hombres experimentados en el
manejo del tambo que el "Plan Huarpes" apoya en forma específica."80

Esta última iniciativa no prosperó en Jáchal como se esperaba. Las duras exigencias de
la actividad diaria del tambo superaron la capacidad de adaptación de la mano de obra
local. Vedia y General Rodríguez siguen siendo hoy las fuentes abastecedoras de leche
para el Gran San Juan.

Excesivamente optimista, como el Plan Huarpes, su sucesor, el Plan Trienal, diseñado


con el propósito de "la reconstrucción y la liberación nacional", también incorporó
fases de su análisis global a la concreción de objetivos sociales y económicos para el
departamento. Se proyectó una reactivación turística en la zona, la implementación
del denominado "Plan Caprino" y "la reactivación integral de zonas deprimidas".81

80
SAN JUAN "Plan Huarpes. Abre las puertas de San Juan". Buenos Aires, 1972
81
ARGENTINA, Poder Ejecutivo Nacional "Plan Trienal 1974 –1977", Buenos Aires, 1973.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 115 ~

En el presente, los programas de desarrollo giran en torno a la política de fronteras,


desde la que se ha puesto especial énfasis en el fomento del departamento contiguo de
Iglesia, otrora integrante de la jurisdicción de Jáchal.

Por lo expuesto se desprende que, de las principales ideas, sólo algunas se llevaron a
la práctica, con magros resultados. Resta esperar –se supone que a un plazo no muy
breve– cuáles serán las consecuencias de la construcción del "Ullum del Norte": Cuesta
del Viento82. Todos los estudios preliminares están hechos. esta presa cumplir los
siguientes propósitos:

a) aumentar el caudal destinado a irrigación;


b) conferirle al sistema de aguas óptima eficiencia;
c) generar 20.000 kilovatios de electricidad;
d) evitar las pérdidas de agua por crecidas;
e) favorecer la decantación de sales y otros materiales en un lago
artificial que, remontando las terminales del arroyo Colola llegará
hasta las afueras de la población de Rodeo.

Con un módulo promedio anual de 8,8 metros cúbicos por segundo, la capacidad
máxima de embalse ser de 215 hectómetros3 (215 millones de metros cúbicos). La
altura de presa, desde el lecho del río, alcanzará 61,50 metros y será del tipo de la de
la Quebrada de Ullum, es decir, de tierra, con talud de materiales sueltos
seleccionados y núcleo impermeabilizado de arcilla. El espejo cubrirá 1.270 hectáreas.
Sobre la margen derecha se colocará un túnel de desvío de 410 metros de longitud y la
obra de toma para riego y alimentación para la central hidroeléctrica se localizará a la
izquierda. Se prevé la instalación de un aliviadero que podrá evacuar hasta 600 m3/s.

Una última obra, fundamental e inconclusa, es la que corresponde al camino a Chile


por Agua Negra. Y decimos inconclusa, porque a pesar de que las obras argentinas
habían llegado en 1981 aún más allá del límite internacional y el paso estuvo abierto
en un amplio lapso, conectado a Coquimbo y La Serena con San Juan, vía Talacasto, y
con Jáchal, vía Rodeo, esta conexión se cortó cuando se agravaron las relaciones entre
los dos países por el problema limítrofe austral. Para que Jáchal se hubiera visto
realmente favorecida, debería haberse terminado la traza de la Ruta Nacional 150, que
vio morir su destino de alcanzar el centro del país en las puertas del seco cauce del
Bermejo, a la altura de Caballo Anca. El autor llegó hasta ese extremo, cerca del
minúsculo asentamiento de Punta del Agua. Puede adivinarse allí la magnitud de una
obra de porvenir, construida en las entrañas de la travesía e interrumpida
abruptamente a sólo 40 kilómetros de Baldecitos, al otro lado de la Sierra de Valle
Fértil, que tiene camino abierto a Patquía por Paganzo, y de ahí a Córdoba por
Chamical. Las expectativas del frigorífico de Jáchal –una enorme instalación que hoy

82
Tesis original escrita en 1981.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 116 ~

funciona a un 5% de su capacidad– estuvieron centrada en la apertura de las


exportaciones por esta vía por igual que en el mercado de consumo de San Juan.

La aduana de Jáchal, representación unida a largas tradiciones de la región, fue


cerrada en 1980: no tenía sentido mantener una oficina en la que no se registraban
movimientos.

Iniciadas las obras de esta ruta en 1947 y completadas –tras numerosas


interrupciones– durante el gobierno de Leopoldo Bravo que logró ingresar con
maquinarias y equipos hasta la localidad tramontana de el Tranque de La Laguna, este
paso se cierra a la circulación de vehículos desde 1979, aduciéndose al principio el
inconveniente de la limpieza de los aludes invernales. Se concluye así el capítulo más
reciente de la historia de las frustraciones del Norte Cuyano. Hugo Bosque opinaba, un
año después del cierre:

"Si bien en sus principios el camino no era de los mejores, la necesidad de las
comunicaciones disculpaba lo inconvenientes que poco a poco se han ido superando, a
tal punto que hoy muchas partes del mismo se encuentran pavimentadas en territorio de
San Juan y cerca de 75 km. en la provincia de Coquimbo (IV a Región).

De su beneficio entre las naciones han quedado el tránsito de pasajeros entre Argentina
y Chile; los servicios de ómnibus que estuvieron funcionando en forma permanente
durante años y el transporte de cargas, principalmente ganado vacuno, que por miles de
cabezas se llevaron de Argentina a Chile y que permitió que los derechos aduaneros
pagados amortizaran el gasto íntegro del camino."83

**********

83
BOSQUE, Hugo "Ruta frustrada: el camino a Chile por Agua Negra", en Diario de Cuyo, San Juan, 18–1–
1980.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 117 ~

4.1.5.2.– Demografía.

Tres censos nacionales reflejan la evolución reciente de la población en Jáchal: los de


1960, 1970 y 1980. En un cuadro general puede resumirse todo el período:

Jáchal 1960 1970 1980


Población 19.254 18.500 18.648
Crecimiento – 3,92 % + 0,80 %
Densidad 1,29 1,24 1,25

En 1960 Jáchal tenía, en el 17,12 % de la superficie de la provincia, el 5,5 % de los


habitantes. De ellos, 6.886 vivían en San José de Jáchal (el 35,76 %) y los restantes,
12.368 (el 64,24 %), en zonas rurales. La relación, en todo San Juan, era: población
rural, 45,69 %; población urbana, 54,31 %. Hay en Jáchal un ligero predominio de
varones (50,88 % de la población) situación que se acentúa entre los extranjeros
(66,67 %). Estos son apenas el 1,98 % del total y presentan una pirámide ojival con
máximos (12,6 %) en el escalón de los 55 a 59 años.

La pirámide general (Ver lámina XVIII) es regular desde los 50 años. En los escalones
inferiores se observa una merma común a ambos sexos entre los 40 y 44 años y otra
entre los 20 y 24 años de los hombres (acentuada por la concurrencia al servicio
militar) y 25 a 29 de las mujeres (posiblemente determinado por la afluencia a San
Juan para emplearse en oficinas y el servicio doméstico). El abultado porcentaje de
varones en el escalón se justifica por la presencia en Jáchal del destacamento de
Gendarmería Nacional cuyos cuerpos se integran especialmente con hombres de esa
edad. Un dato atípico es el primer escalón de varones, índice de una mortalidad
infantil significativa.

Respecto de 1947, la tasa por mil del crecimiento intercensal es de 9,0, según datos
depurados por el INDEC84. Surgen las diferencias al efectuar comparaciones con otras
áreas departamentales: crecimiento del departamento Capital: 19,7; departamento
limítrofes al anterior: 21,4; Chimbas: 46,1; Rawson, 45,5. Sólo quedan por debajo San
Martín y los otros limítrofes: Iglesia (–10,1), Valle Fértil (1,1) y Calingasta (4,4).

Los datos significativos del censo de 1970, referidos a sexo y origen, con una
referencia general a las viviendas disponibles, se reproducen a continuación.

Área San Juan Jáchal


Población 384.284 18.500
Varones 188.118 9.270

84
INDEC "La población de San Juan". Serie de Investigaciones Demográficas N' 6. Buenos Aires, 1977.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 118 ~

Mujeres 196.166 9.230


Argentinos 368.950 18.350
Extranjeros 15.334 150
Nº de viviendas 81.117 2.965

Estos guarismos reflejan:

a) que a causa de la emigración departamental el crecimiento ofrece


saldos negativos;
b) que la presencia de extranjeros es mínima;
c) que la relación entre hombres (50,11 %) y mujeres (49,89 %) tiene
predominio inverso al de San Juan;
d) que Jáchal participa con un modesto 4,81 % sobre el total de
habitantes sanjuaninos;
e) que la relación de habitantes por vivienda (6,24 contra el 4,73 de San
Juan) es alta, lo que puede explicarse por el predominio de la
población rural.

Cuando se escribían estas páginas aún no se había publicado el tomo del censo 1980
correspondiente a la provincia de San Juan. Es por este motivo que, a los datos
generales presentados en el primer cuadro sólo se han podido agregar los resultados
provisionales con que contaba la Dirección Estadística de la Provincia para vivienda y
población discriminados por localidades, tal como se los subdividió en el radio censal.

Al no considerarse los centros dispersos, la suma no coincide con el total


departamental.

Localidad Viviendas Población Varones Mujeres


S. J. de Jáchal 1.788 8.832 4.215 4.617
Villa Mercedes 144 728 376 352
Niquivil 119 625 339 286
Huaco 98 351 185 166
Pampa Vieja 60 289 163 126
Mogna 78 272 160 112
San Isidro 32 165 77 88

Un dato de grave trascendencia se refleja además en la planilla respectiva: en Huaco


hay 31 viviendas deshabitadas, es decir, el 31,63 % y en Mogna la situación es similar,
ya que no tienen moradores 23 casas (29,49 %).

A la luz de la información manejada puede inferirse que:


Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 119 ~

a) aún cuando la provincia tuvo interesantes saldos de crecimiento en el


80, el departamento sigue estancado;
b) al ritmo de crecimiento de los últimos 10 años, Jáchal habr alcanzado,
en el año 2020, 19.252 habitantes, o sea, dos almas menos que las que
registraba en 1960;
c) la ciudad de San José de Jáchal evolucionó a distinto ritmo que la
campaña:
1970 6.815 Has.
1980 8.832 Has.
crecimiento urbano 29,60 %
crecimiento rural –15,99 %
d) la población campesina decreció (había 11.685 habitantes en el ‘70
que pasaron a ser 9.816 en la década siguiente).
e) hay predominio de hombres en los espacios más apartados –y por
ende deprimidos– como Mogna, Huaco, Pampa Vieja, Villa Mercedes y
Niquivil, y de mujeres en la zona urbana o sectores contiguos (San
José, 52,28; San Isidro, 53,33).

En síntesis, Jáchal demuestra a través de las estadísticas que, en tanto se mantengan


las condiciones socio–económicas que hoy la caracterizan, no habrá variantes en su
panorama de crecimiento.

Puede agregarse un factor de peso para explicar la situación: ya no es necesario


perder medio día en un incómodo viaje para llegar desde San Juan hasta las fincas
jachalleras como lo era antaño. Los escasos 160 kilómetros de ruta pavimentada que
median entre ambas ciudades pueden ahora recorrerse en un auto o camioneta en
menos de dos horas. En una palabra: no es más indispensable vivir permanentemente
en un establecimiento para atenderlo en forma adecuada. Hasta los más firmes
defensores del municipio duermen, las más de las noches, bajo el cielo de Tulum.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 120 ~

4.1.5.3.– Economía

Muchas fueron las fuentes que pudieron consultarse para reflejar la situación
económica de la época actual.

Respecto de la minería pueden notarse cambios significativos respecto de épocas


anteriores. Al esquema general de los yacimientos conocidos que pueden observarse
en el mapa correspondiente, se le imponen, en tiempos recientes, tres fenómenos
particulares:

a) la explotación de las calizas ;


b) las perspectivas de extracción petrolíferas ;
c) el uranio.

Roto el ciclo del oro y la plata, debido al bajísimo rendimiento de las minas existentes,
será la caliza la encargada de ocupar la primacía vacante en el sector. Las
explotaciones se benefician por dos factores: el primero es el transporte barato (los
ramales del ferrocarril llegan hasta el corazón mismo de los yacimientos y alcanzan
los centros de consumo, en Tucumán, en relación con la industria azucarera, y ante
todo en el frente fluvial paranaense donde se abastece a varias acerías y a la planta
siderúrgica de SOMISA, en San Nicolás); el segundo factor es la excelente calidad del
producto, codiciado por el bajo tenor de azufre, que evita las perjudiciales
acumulaciones de costras residuales en los altos hornos.

El epicentro de la caliza de Jáchal se localiza al Sur de la capital, enclavada en la


Precordillera. Funciona allí la planta El Refugio, asociada a la empresa La Platense. El
sitio es óptimo ya que los bancos de mineral están intactos y buzan en planos suaves
que facilitan enormemente la extracción. Se complementa este complejo con los
restantes de la provincia, como el de Loma Negra dedicado al cemento,
Electrometalúrgica Andina (de capitales franceses) orientada hacia el carburo y
acetileno, ambas con yacimientos cerca de San Juan, Carbometal (vinculada con
explotaciones mendocinas) y Minera Thea, que trabaja en el extremo del Villicum. (Ver
lámina XIX)

La más reciente frustración a las esperanzas mineras fue la detención de las


perforaciones en el pozo de estudio para sondeo petrolífero "Matagusanos E–1" de
Y.P.F. en octubre de 1981, cuando se habían superado generosamente los 6.000
metros de profundidad. La historia cercana había comenzado exactamente dos años
atrás, cuando la pesada maquinaria que, con su simple presencia denuncia la
búsqueda de petróleo, se estacionaba en las inmediaciones de Tucunuco. Todo hace
prever que el grueso manto sedimentario apoyado en la travesía del Bermejo aloja el
preciado fluido. Sólo es menester acudir, con buen criterio y mejor suerte, a los
rebordes de esta cubeta, en busca de posibles trampa en los estratos en ascenso del
Paganzo.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 121 ~

...Pero ésta no era la primera vez. Ya en la década del '50 hubo certeza de que, a gran
profundidad, esperaba paciente el oro negro. Primero fue Niquivil quien alojó a la
casta singular de los prospectores. En junio de 1971 Cities Service reanudó los
estudios, esta vez en la zona de Punta del Agua. Aquí la empresa subcontratista Parker
Drilling Company llegó hasta los 5.500 metros y no pudo continuar, porque los
trépanos se atascaron. Shell, por su parte, hizo estudios en Mogna sin alcanzar
resultados satisfactorios. Los próximos pasos previstos ya se alejan de Jáchal: un
frente de batalla será el departamento de Iglesia; el otro estará en el sudeste de la
provincia.

El tercer factor es el uranio. Los estudios realizados por la Comisión Nacional de


Energía Atómica, para la hoja de Cuyo, al 31 de octubre de 1957, detectaron la
presencia de minerales radioactivos en:

a) Sector Noroeste del departamento: yacimiento El Pescado Atómico,


Cerro Aspero, El Ranchito, Las Catitas, El Chepical, Los Barreales y
Huachi.
b) Sector de la ruta 40 (Sudoeste a Noroeste): La Pantera, La
Despreciada, La Enterrada, La Delfina, Chicahuala y Puerta de Alaya.
c) Sector austral: Mogna y La Moquinera.

Aunque los descubrimientos ya se han realizado, resta tiempo aún para que se
emprendan las explotaciones efecti vas. En la mayoría de los casos, el mineral
primario – pechblenda– y secundario –uranofano y cernotita– se asocian con restos
fósiles vegetales y minerales de cobre y hierro (hematita, azonita y malaquita). Las
concentraciones son de una ley próxima al 2% de uranio.

Las estadísticas del departamento de Minería de la Provincia correspondiente a 1980,


reflejan la siguiente situación:

Minerales I. Jáchal II. San Juan % I/II


Metalíferos 0 Tn. 582 Tn. 0,00
No metalíferos. 5.000 Tn. 391.501 Tn. 1,27
Rocas de aplicación 252.648 Tn. 4.584.322 Tn. 5,51
Total 257.648 Tn. 4.976.405 Tn. 5,18

De acuerdo con los datos del Censo Agropecuario de 1974, en materia ganadera Jáchal
se ubica en primer lugar en la cría de lanares, con 6.813 cabezas y de porcinos, con
758 y en segundo puesto para vacunos (2.847 cabezas) detrás de Valle Fértil, y en
superficie dedicada a la actividad (con 714.652,85 hectáreas) después de Iglesia. En
cuanto al número de explotaciones (968) est en sexto lugar. Si echamos un vistazo
retrospectivo a la época de Latzina (principio de siglo) se notará que el ganado mayor
se ha reducido a la tercera parte.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 122 ~

El panorama agrícola puede resumirse con las estadísticas del Ministerio de


Agricultura de la Nación para 1980 – 1981.

Producto Superficie (Has.) Producción Rendimiento (Tn/Ha)


Alfalfa 1.100 4.800 Tn. 4,36
Ajo 10 35 Tn. 3,50
Cebolla 900 16.000 Tn. 17,77
Cebada forrajera 250 150 Tn. 0,60
Ciruela 5 5 Tn. 1
Damasco 1 1 Tn. 1
Durazno 7 7 Tn. 1
Habas 5 6 Tn. 1,20
Maíz 500 200 Tn. 0,40
Melón 10 50 Tn. 5
Pera 25 100 Tn. 4
Pimiento fresco 5 12 Tn. 2,40
Pimiento seco 3 – –
Poroto seco 2 3 Tn. 1,50
Trigo 100 150 Tn. 1,50
Sandía 15 150 Tn. 10
Algodón 150 250 Tn. 1,33
Comino 20 10 Tn. 0,50
Aceituna 430 1.505 Tn. 3,50
Higo 15 45 Tn. 3
Membrillo 120 690 Tn. 5,75
Tomate 300 2.640 Tn. 8,80
Zapallo 2 120 Tn. 60
Total 3.975 26.879 Tn. 6,76

Los productos de mayor importancia son: la alfalfa, que representa el 9,02 % del total
de la provincia, la cebolla de la época (38,17 %), el membrillo (29,22 %) y el tomate
(14,03 %).

Un caso particular es el del algodón de fibra larga, de interesantes rendimientos para


la provincia en general, pero que en el año que reflejan las estadísticas, sólo se sembró
en Jáchal. Una cooperativa situada fuera del departamento, PUMAS, procesa las fibras
todos los años en su desmotadora propia y envía la producción íntegra a Bunge & Born
que paga buenos precios por ella, utilizándola a su vez en reemplazo de las fibras
peruanas en la industria textil, combinada con el algodón chaqueño.

Si se comparan los datos de 1980/81 con los de 1976 que estimara el Banco San Juan
en la última de sus Series Estadísticas –en el presente el departamento que se ocupaba
de confeccionarlas fue desmembrado– se puede inferir:
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 123 ~

a) Que la superficie en producción disminuyó en un quinquenio el 27,


52 por ciento.
b) Que entre los cultivos de importancia aumentaron su superficie la
cebolla (de 600 a 900 Has.) el maíz (de 400 a 500 Has.) y el membrillo
(de 110 a 120 Has.).
c) Entre los que disminuyeron se destaca el caso del trigo (de 600 a 100
Has.), el tomate (de 400 a 300 Has.) y la alfalfa ( de 2.500 a 1.100
Has.)
d) Se mantuvieron relativamente estables el olivo (465–430) y la cebada
forrajera (280–250).

Otro tema de tratamiento obligado es el de la elaboración del tomate. Como se viera


en apartados precedentes, la variedad "perita" que se cultiva, se adapta
particularmente a los procesos industrializadores. La problemática de la fábrica
CLANCAY ya fue analizada en el estudio preliminar de este trabajo. Resta agregar que,
desde su aparición fue una empresas con falencias financieras serias. El sistema
cooperativo no funcionó al no adaptarse a la mentalidad individualista de los
productores. Hubo inconvenientes también en la imposición de la marca en un
mercado como el de Buenos Aires, donde tanta incidencia tiene la propaganda.
Tampoco fue muy exitosa la colocación en el exterior. En un intento por reflotar la
cooperativa se acordó en una época, con Noel, el procesamiento de la producción con
etiquetas de esta marca. Otra alternativa llevada a la práctica fue la elaboración de
concentrados semisólidos, que se comercializaban directamente de industria a
industria. El fin de la cooperativa data de la época del gobernador Zamboni. La
primera licitación –año– 1980– no concitó ningún comprador, por lo que las
instalaciones fueron ofrecidas en alquiler para evitar la pérdida de la cosecha de ese
año. Parte de la producción de tomates fue comprada desde la provincia de La Rioja. A
mediados de 1981, la planta de Jáchal fue definitivamente enajenada a Barilari, quien
había estado en épocas anteriores a cargo de la administración de la cooperativa.

En la edición del 24 de noviembre de 1981, el Diario de Cuyo informa sobre la


adjudicación de la planta a Rodolfo Barilari, que de inmediato realizó una reunión con
los agricultores, ofreciéndoles abonos, semillas de tomate y costos de aradas "como
una forma de ayudar a los productores jachalleros para sortear las dificultades de
carácter económico por la que todos estamos atravesando en estos momentos". También
anunció que la empresa diversificaría su producción, instalando un equipo
seleccionador de cebollas para exportación y una nueva línea de producción dedicada
al pimiento morrón.

De los datos del último relevamiento industrial –1974–85 surge que los dos únicos
renglones que tienen fuerza motriz instalada, personal y compra de energía eléctrica
son el de producción de alimentos y bebidas (donde entra el tomate, el olivo y la

85
INDEC "San Juan. Industria, resultados definitivos. Censo Nacional Económico de 1974" Buenos Aires,
s/f.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 124 ~

bodega) y el de productos minerales no metalíferos (donde entran los hornos de cal).


De menor importancia hay una empresa de textil y cuero, 6 de industria maderera y
del mueble, y una imprenta. Los siguientes son los datos para los renglones básicos y
el total:

Industria Alimento Mineral Total


Nº de establecimientos 12 6 26
Fuerza motriz instalada (HP) 316 344 791
Personal ocupado 63 83 169
Energía eléctrica comp. 36 261 301
Producción (miles de $) 11.648 4.222 16.755

En cuanto al panorama de abastecimiento de energía eléctrica se han manejado las


estadísticas de la empresa Servicios Eléctricos Sanjuaninos –ex EPE– que actualmente
controla todo el suministro de Jáchal y el Estudio Integral de la empresa Asinelsa
realizado por contrato con el C.F.I. El complejo total puede dividirse en el pequeño
complejo de Huaco, que siempre perteneció a EPE y que atiende en forma discontinua
a 158 usuarios con tres máquinas Diesel que totalizan 270 kilovatios. El resto, que
sumaba 2.647 usuarios en octubre de 1981, es atendido a través del sistema de Salto
de la Loma, planta situada a 3 kilómetros de San José de Jáchal que fue transferida por
Agua y Energía a EPE el 1° de octubre de 1981. Est compuesta por dos grupos
hidráulicos y tres grupos Diesel. La potencia total instalada es de 4.620 kVA, siendo la
carga máxima promedio actual de sólo 1.500 kw. La central originariamente constaba
de las dos máquinas hidráulicas de 770 kVA cada una instaladas en 1952.
posteriormente sufrió tres ampliaciones: la primera en 1963, cuando se instaló el
primer grupo Diesel (670 kVA); las siguientes etapas fueron 1964 (670 kVA) y 1979
(1.740 kVA). De la estación transformadora salen dos líneas: la primera alimenta el
Norte, hasta Villa Mercedes, y la segunda el Sur, hasta Matías Sánchez. A la fecha, la
red unifilar, de 147 km. se amplía en tres tramos: calle Entre Ríos (7 km.), calle Las
Heredias (3 km.) y calle La Gran China (4 km.). Los proyectos por ejecutar son:

a) Interconexión Jáchal – Huaco por una línea de 13,2 kV de 20 km. de


extensión. Reduciría costos en Huaco y le daría a esa población fluido
permanente.
b) Central Hidroeléctrica Cuesta del Viento, con dos turbinas de 4.700
HP cada una; salto útil de 43 metros y generación de 26 millones de
kV.
c) Interconexión Jáchal – Rodeo, por una línea de 66 kV de 60 km. de
extensión.

Las posibilidades turísticas del departamento son en extremo interesantes, pero no


existen datos estadísticos al respecto. Se ofrece a continuación un panorama general
publicado en fecha reciente:
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 125 ~

"En la enumeración de alguno de los lugares de excepcional atractivo turístico que posee
Jáchal no puede dejar de mencionarse a Agua Negra, con sus aguas clarísimas y sus
cerros espectaculares, el dique Pachimoco, el dique Los Cauquenes, que ofrece al turista
la trilogía de agua, cielo y cerros, además de la posibilidad de la pesca y la náutica, el
paraje de La Ciénaga, con el encanto de sus cerros multicolores y las insólitas
formaciones geológicas que existen en los mismos. No se puede ignorar a la cuesta
"Buenaventura Luna", con el espectáculo del valle de Huaco a sus pies, los baños
sulfurosos de Agua Hedionda y su criminalmente destruida hostería, ni al distrito de
Huaco donde se halla el Molino Viejo, cantado por Buena ventura Luna, y la tumba del
poeta huaqueño, que quiso "morirse sonriendo" a la luz del cielo donde naciera. En el
catálogo turístico de Jáchal no puede ignorarse a Huerta de Huachi, ese sugestivo
reducto de paz y de silencio, ni al Santuario Arquidiocesano de San José, con todas las
reliquias que guarda en su interior umbrío".86

El producto geográfico bruto per cápita de Jáchal es menor a la mitad del promedio de
todos los departamentos. esta condición sólo es superada por Valle Fértil, que tiene
menos de un tercio.

La composición del producto bruto le asigna al sector agropecuario un 49 %, un 28 %


a la administración, un 8 % a la industria, 7 % al comercio y el 8 % a los rubros
restantes.

Teniendo en cuenta el peso del primer sector, se deduce la importancia que reviste el
apoyo dado por la Agencia de Extensión del I.N.T.A. para la región que brinda apoyo
técnico y asesoramiento a la comunidad en un radio de 28.000 kilómetros cuadrados
(Jáchal e Iglesia). En una entrevista periodística señalaba su director, ingeniero
agrónomo Ricardo Cippitelli:

"...entre los problemas técnicos y socio–económicos (del agro) se hallan el bajo nivel
cultural, muy bajos salarios, gran subdivisión de la tierra. En este aspecto encontramos
que la mayor parte de la producción est en manos de terceros."87

Hasta aquí el panorama económico de la época actual.88

**********

86
DIARIO DE CUYO "Desaprovechamiento de las condiciones turísticas de Jáchal" San Juan, 22 de enero
de 1980.
87
DIARIO DE CUYO "Es necesario un estudio integral para el desarrollo de Jáchal", San Juan, 16 de enero
de 1980.
88
La elaboración del presente trabajo corresponde al año 1981.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 126 ~

4.1.5.4.– Conclusiones parciales.

La situación general del departamento, a 1980, puede sintetizarse como sigue:

a) Estancamiento demográfico provocado por la emigración.


b) Dificultades para la integración dentro de una economía especulativa.
c) Estado aceptable de las obras de infraestructura.
d) Residencia de los propietarios de la tierra y el capital fuera del
departamento.
e) Carencia de un plan orgánico de ordenación territorial que conjugue
los aspectos favorables de las numerosas planificaciones realizadas y
aplicadas sólo parcialmente
f) Esperanzas postergadas:
el dique Cuesta del Viento
la Ruta Nacional N° 150

Pero está aún por construirse una obra de envergadura mucho mayor: el puente
cultural que una a Jáchal ganador de la época pecuaria con la realidad argentina del
presente. Es un puente psicológico, capaz de trasponer la economía de pobreza de
medio siglo con un "shock" renovador de mentalidad. Parece difícil, pero es cuestión
de ponerse a pensar en el tema.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 127 ~

4.2.- Temas verticales.

Como síntesis final de la Geografía Histórica de Jáchal. se pasa revista ahora a los
temas de apoyo ambiental seguidos a partir de los cortes horizontales en su evolución
temporal completa.

a) Recursos naturales
I. Etapa indígena:
- influencia decisiva de la estructura orohidrográfica;
- consecuencia de las glaciaciones: los grandes lagos;
- adaptación a los microclimas de ladera;
- dependencia de los cambios climáticos y su consecuencia, la distribución de la flora y
la fauna.
II. Etapa de la Junta de Poblaciones
- importancia decisiva de los yacimientos de oro y plata en los distritos mineros de
Huachi y Gualilán.
III. Etapa ganadera:
- valorización de los valles fluviales;
- utilización intensiva de los pasos cordilleranos a Chile.
IV. Etapa del ferrocarril:
- empleo del corredor tectónico correspondiente a Matagusanos.
- replanteos en el uso del agua y el suelo.
V. Etapa actual:
- estudios en detalle para apoyar trabajos de planificación.

b) Recursos humanos
I. Etapa indígena:
- sucesión de culturas autóctonas: La Fortuna, Los Morrillos, Ansilta, Angualasto.
II. Etapa de la Junta de Poblaciones:
- concentración y traslado de indígenas;
- despoblamiento alarmante;
- mínima población de raza blanca.
III. Etapa ganadera
- crecimiento explosivo de la población: en 1777 hay 684 habitantes, en 1909, 14.700;
- se alcanza el clímax demográfico.
IV. Etapa del ferrocarril:
- se detiene la aceleración en el crecimiento;
- comienza la emigración, particularmente de jóvenes.
V. Etapa actual:
- retroceso y estancamiento: 1960, 19.254 habitantes; 1970, 18.500 y 1980, 18.648;
- mínima proporción de extranjeros;
- despoblamiento rural.

c) Análisis espacial
I. Etapa indígena:
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 128 ~

- calificación del espacio como marginal;


- presencia de los grandes dominios: precordillera y travesía;
- valorización de vegas y placetas, que son prefe ridas a los valles;
- lenta conquista de los bolsones.
II. Etapa de la Junta de Poblaciones:
- penetración española desde el Pacífico;
- configuración del "Jáchal Histórico" en la "Trastienda Cuyana";
- penetración de la cuña de poblaciones para neutralizar la hegemonía del triángulo
urbano Mendoza - San Juan - San Luis;
- Jáchal como marca de Santiago de Chile frente a la gobernación de Tucumán.
III. Etapa ganadera:
- aislamiento respecto de San Juan;
- posición nodal en el vértice de dos ángulos o puestos, que abarcan las Sierras
Pampeanas y el Norte Chico chileno, respectivamente.
IV. Etapa del ferrocarril:
- queda definitivamente conformada la red de circulación sometida funcionalmente al
Valle de Tulum;
- la estrategia del riel se interrumpe al llegar el ferrocarril a Jáchal: se frustra la
ansiada apertura al Norte;
- significativo cierre de la vinculación transandina.
V. Etapa actual:
- desvalorización de los espacios periféricos de la travesía y la precordillera que no
cuentan con recursos minerales;
- dependencia neta del gran San Juan.

d) Género de vida
I. Etapa indígena:
- se suceden los estadios de recolector, pescador, cazador, minero hasta alcanzarse los
albores agrícolas;
- la confirmación de estos estadios la da el instrumental lítico, tejidos, cerámica y
cestería así como deshechos hallados en cavernas y talleres.
II. Etapa de la Junta de Poblaciones:
- choque y asimilación de culturas;
- estructura basada en el vasallaje del encomendado y el dominio del conquistador con
intermediación del clero;
- se conjugan técnicas indias y blancas para la explotación de los metales.
III. Etapa ganadera:
- adquieren relieve los siguientes tipos humanos: criador montaraz, rastreador,
baquiano y arriero;
- especialización de los campos para potreros de invernada.
IV. Etapa del ferrocarril:
- el progreso técnico destruye los esquemas tradicionales.
V. Etapa actual:
- las tierras, otrora atendidas por sus propietarios, dependen del mediero y el
jornalero.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 129 ~

e) Paisaje
I. Etapa indígena:
- el ambiente recibe una influencia modificadora mínima por parte del hombre;
- el substrato es distinto al actual, con motivo de las incidencias de las glaciaciones, la
mayor humedad y la presencia de lagos y ciénagas, no drenados todavía por la acción
fluvial de erosión retrocedente.
II. Etapa de la Junta de Poblaciones:
- humanización general del paisaje con poblados, trapiches, minas y potreros.
III. Etapa ganadera:
- se plasma en el paisaje la red circulatoria de los itinerarios;
- los oasis adquieren importancia como metas y las aguadas y vegas, como puntos
intermedios o etapas del camino.
IV. Etapa del ferrocarril:
- el paisaje adquiere la fisonomía formal y funcional que aún hoy lo caracteriza;
- la población supera los límites de resistencia del paisaje.
V. Etapa actual:
- una estructura inmóvil, fuera de tiempo, subyace tras la fachada exterior de las obras
modernas.

f) Economía
I. Etapa indígena:
- se diferencian tres estadios: destructivo, productivo y metalúrgico.
II. Etapa de la Junta de Poblaciones:
- explotación de las minas de oro y plata con mano de obra indígena;
- el polo de demanda es Santiago de Chile.
III. Etapa ganadera:
- Jáchal monopoliza la circulación en el sentido de los paralelos;
- funciona en un esquema financiero independiente y no competitivo respecto de
Buenos Aires;
- basa su economía en el engorde, el flete y la comercialización de ganado vacuno,
mular y equino.
IV. Etapa del ferrocarril:
- florecimiento de la vitivinicultura en el oasis de Tulum - Ullum - Zonda;
- abaratamiento de los costos de transporte hacia el Norte, el Centro y el puerto, vía
San Juan;
- desmembramiento del ciclo ganadero;
- albores de la economía especulativa basada en la agricultura;
- inversiones para obras públicas;
- disminución global de la producción agropecuaria;
- incidencia de la caliza para revitalizar el antiguo ciclo minero;
- expectativas por el petróleo y el uranio;
- la administración crea servicios para absorber mano de obra;
- el caso Clancay.

g) Historia y comportamiento
I. Etapa indígena:
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 130 ~

- adaptación a la desertización progresiva;


- estructura social jerarquizada;
- invasión incaica: 1480
II. Etapa de la Junta de Poblaciones:
- espíritu del colonizador: "concentrar indios para extraer mineral";
- espíritu indígena: "antes muerto que cavando";
- origen de San José de Jáchal (epicentro para la distribución de mercedes reales) y de
Mogna (representativa de la rebeldía del indio a unirse con el español).
III. Etapa ganadera:
- creación del Virreinato del Río de la Plata (1776) y primer gobierno patrio (1810) :
presión administrativa desde Buenos Aires;
- el "pendenciero": espíritu independiente y monta raz;
- el arriero: un observador del paisaje.
IV. Etapa del ferrocarril:
- llegada del ferrocarril a San Juan y, más tarde, a San Jos de Jáchal;
- presiones políticas sobre la legislatura nacional (presupuestos de obras públicas).
V. Etapa actual:
- incidencia de los planificadores;
- ingredientes de una filosofía ambiental: paciente quietud, desencanto.

h) Sistemas
I. Etapa indígena:
- ecosistema sin injerencia cultural notable;
- trashumancia;
- participación del hombre como escrutador y discípulo del entorno;
II. Etapa de la Junta de Poblaciones:
- sistema monetarista (Casa de Moneda de Santiago) sujeto a los vaivenes de la
acuñación, la demanda del metálico y el ciclo minero.
III. Etapa ganadera:
- sistema pecuario de traslado de hacienda;
- circuito corto del trigo.
IV. Etapa del ferrocarril:
- empresa agraria de especulación;
- red vial;
- sistema de riego.
V. Etapa actual:
- sistema hidráulico;
- sistemas postergados: Cuesta del Viento y Ruta Nacional 150.

i) Grados de integración
I. Etapa indígena:
- aislamiento inicial;
- conexiones con diaguitas y araucanos;
- incorporación al Tawantisuyo: caminos del inca.
II. Etapa de la Junta de Poblaciones:
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 131 ~

- circulación según tres corredores de vinculación: al Sur (apoyo logístico de San


Juan), al Oeste (vinculación con Chile) y al Nordeste y Este (conexión con Huachi,
Gualcamayo y de allí a Buenos Aires para concretar ventas clandestinas de mineral).
III. Etapa ganadera:
- dominio de un amplio espacio económico que abarca desde las Sierras Pampeanas
hasta la Costa Pacífica.
IV. Etapa del ferrocarril:
- dependencia de San Juan;
- integración incompleta del ciclo ferroviario argentino. Jáchal, que debió ser nexo y
etapa en el eje meridiano del Oeste, se ve altamente perjudicada al transformarse en
punta de rieles.
V. Etapa actual:
- dificultades de integración a la economía especulativa;
- carencia de un plan orgánico de ordenación territorial.

Como conclusión observamos una rara paradoja que abre y cierra el rango histórico
en el que se trabajó: cuando la tierra sintió el primer pie humano marcando su
epidermis, le retiró sus dones drenando los ambientes palustres y mezquinando su
aliento húmedo hasta transformarlo en símbolo de la aridez. La lucha constante de
aquel hombre lo ha llevado, a través de los siglos, en pos de una obstinada
reivindicación: a diez mil años de aquel primer encuentro, el hombre ha vuelto a
retener el agua con canales y diques... y espera aún librar la batalla final de Cuesta de
Viento. Todo parece retornar a los orígenes. ¿O faltan aún capítulos por escribir?

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 132 ~

5.- Teoría de sistemas.

En el presente tema el autor utilizará sus propias conclusiones acerca de los "Aportes
de la Teoría General de los Sistemas a la metodología geográfica"89, con los agregados
que merezca el caso específico de aplicación a la problemática de Jáchal.

La Teoría de Sistemas significa un avance en la medida en que ofrece una forma


singular para el tratamiento de los problemas que se formulan las distintas ramas de
la ciencia. Implica una actitud para observar los objetos como conjuntos de fenómenos
interrelacionados. La complejidad pierde así su carácter de obstáculo y se transforma
en el epicentro de los estudios. Se la definido como "una forma de pensar" (Ludwig von
Bertalanffy), "una metodología" (Ashby), "una teoría formal" (Mesarovic), "una
manera de mirar el mundo" (Weinberg), "un metalenguaje" (Löfgren) y hasta como
"una herramienta educativa" (Boulding).

Según la definición de Klir90 "...la palabra 'sistema' (...) se aplica a una disposición de
componentes interrelacionados para formar un todo".

La condición de existencia de un sistema se resume en el propósito subjetivo de


aislarlo. (Ver lámina XX) Cumplido este procedimiento podemos diferenciar:

a) el sistema (objeto particular de tratamiento)


b) el entorno (conjunto exterior cuyos cambios pueden originarse en el
sistema o modificarlo).

Son propiedades fundamentales de los sistemas el hecho de constituir totalidades


irreductibles a la mera suma de sus partes, y el estar sometidos a diversos procesos
evolutivos como crecimiento, subsistencia, integración y finalidad. Otras propiedades
específicas son la homeostasis y la capacidad de retroalimentación (feed back). En las
relaciones constantes entre el sistema y su entorno, se producen entradas (estímulos)
y salidas (respuestas), como puede observarse en el esquema anexo.

La clasificación más elemental de los sistemas, permite dividirlos en abiertos (en los
que pueden evaluarse las relaciones interiores) y cerrados o "cajas negras" (en los que
sólo se conocen los estímulos y las respuestas). El primer caso, mejor para la
adaptación de la problemática geográfica, permite la detección de las vías sensitivas
que generan los procesos interiores y de los mecanismos de adaptación y control que
llevan las respuestas al entorno a través del efector. Un circuito pequeño, el de
retroalimentación, regula las respuestas en función de la receptividad inmediata del
medio externo.

89
PICKENHAYN, J. A., (op. cit.)
90
KLIR, George J. "Teoría polifónica general de sistemas", 1978.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 133 ~

Entendemos que la noción de sistema, en geografía, propone la aplicación de un nuevo


lenguaje técnico capaz de favorecer el descubrimiento de isomorfismos o similitudes y
mecanismos propios de las manifestaciones del hombre sobre la Tierra.

De este lenguaje se desprenden algunos conceptos de gran utilidad, como el de


elemento, atributo, relación y tendencia. En el presente, las aplicaciones geográficas
más difundidas corresponden a la teoría del "central place" y a los modelos
gravitacionales.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 134 ~

5.1.- Enfoque sistémico para la provincia de San Juan.

Este trabajo de aplicación de la Teoría de Sistemas se basa en un enfoque previo, que


se realizó en 1980 con la profesora López de Olivera91. Se analizaban allí, en primer
término los factores regionales que componen el espacio sanjuanino, dentro de la
circunscripción política de sus límites provinciales. Se definen así tres dominios de
mutua interacción: montañas, travesías y oasis fluviales. Decíamos entonces:

"Intentamos estudiar la realidad provincial como un conjunto activo. Este propósito


descarta definitivamente la vieja tradición de subdividir las investigaciones en dos
estancos dicotómicos: lo natural y lo humano.

La estructura dinámica de la provincia se basa en la relación geográfica de natural


complejidad, pero el objeto que perseguimos es reducirlas a la un sistema simple que
permita dominar a través de la síntesis lo que en realidad es difícil de captar."

El sistema operativo se resumió a sus claves más significativas: las que fueron
evaluadas y mesuradas. Del mismo modo se actuó con las unidades demográficas y los
rasgos de movilidad, agrupados en grandes corredores.

En un trabajo posterior92 se presentó el sistema, (Ver láminas XXI y XII) con los
elementos intervinientes:

a) Entrada. Está representada por la energía que aporta el entorno.


b) Salida. Corresponde a la oferta de producción.
c) Retroalimentación. Son las variantes adoptadas desde el interior
para mejorar el aprovechamiento de las entradas.
d) Proceso. Se define a través de tres jerarquías espaciales: una unidad
subordinante (el Gran San Juan); cuatro unidades subordinadas
(Jáchal, Calingasta, Iglesia y Valle Fértil), y el espacio que se
denominó "cuasi integrado", compuesto por una amplia
subestructura de polarización neutra (más de 80 por ciento del
territorio provincial) que sirve de marco al esquema territorial.
e) Control. Expresado a partir de claves, previa mente definidas
(relieve, clima, hidrografía, población, cohesión y conexión, economía
y posición).
f) Corredores. Relacionan los elementos de control con las unidades,
actuando como adaptadores y vías sensitivas. No presentan magnitud
superficial porque no son espacios, sino segmentos dotados de la

91 a
PICKENHAYN, Jorge A. y LÓPEZ de OLIVERA, María I. "San Juan: un enfoque dinámico" II
Reunión Nacional sobre Actualización y Avance de la Geografía. San Juan, 1980.
92
PICKENHAYN, Jorge A. "Introducción a la Ecología". Gabinete de Geografía Aplicada,
Universidad Nacional de San Juan, San Juan, 1981.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 135 ~

propiedad fundamental de ser nexos. Su interrelación no determina


áreas sino nodos, y su dinamismo está expresado por medio de flujos.
g) Efector. Coincide en este caso plenamente con la única expresión del
espacio subordinante: la ciudad de San Juan y el oasis del río
homónimo con sus áreas rurales y urbanas coexistentes.

Un esquema completo para San Juan implicaría, no sólo el planteo deductivo del
sistema, tal como fue concebido, sino la estructura estadística que lo dinamiza y
fundamenta. No es suficiente con la mera definición de las variables. También habrá
de ponderarlas para obtener resultados cuantificados de su correlación, de modo que
puedan utilizarse en el diagnóstico y el control operativo.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 136 ~

5.2.- Jáchal como subsistema.

Dentro del sistema provincial, Jáchal representaría la unidad subordinada de mayor


jerarquía. Su magnitud en el contexto favorece la simplificación de su papel geográfico
en el conjunto y la aplicación de un subsistema que ayude a caracterizarla
internamente.

Rodeada por el espacio cuasi integrado que representa su entorno inmediato, la


unidad de Jáchal adecua actualmente sus estímulos y respuestas a la fuerza
polarizadora de un subordinante externo: el Gran San Juan y sus comarcas rurales
anexas.

La energía del entorno que se canaliza a través de las entradas es utilizada


deficitariamente y, en consecuencia, las salidas -es decir, las ofertas de producción-
son consecuentemente bajas.

El efector interno es la ciudad de San José de Jáchal, a quien se subordinan, a su vez,


los espacios de oasis que componen cada uno de los asentamientos rurales.

De los grandes corredores, el subsistema participa por medio de la ruta 40 y la


conexión con Iglesia a través de la Cuesta del Viento (Ruta 150), pero también se
dibuja una red de jerarquía menor que regula los contactos espaciales interiores.

Los factores de control –aquellos que tienen mayores influencias culturales– son los
que funcionan con más problemas, creándole inestabilidad al conjunto. Nos referimos
a la población, cohesión y conexión, economía y posición.

A modo de conclusión señalaremos que el subsistema muestra un alto grado de


entropía, poco favorable si se considera que un exceso en este parámetro -tomado de
la termodinámica- acaba con el dinamismo indispensable que debe conservar el
conjunto. La solución posible consiste en inyectar energía para activar los mecanismos
de interrelación. Para ello se hace necesario introducir un reactivo potente que oficie
de catalizador.

Acerca de esto último se hablará seguidamente...

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 137 ~

6.- Conclusiones para una geografía aplicada.

Como se advirtiera, las conclusiones serán muy breves. Es más, se pueden resumir en
diez palabras:

Creación de un ente autárquico de ordenación territorial en Jáchal.

Se trata de un catalizador, un reactivo, introducido voluntariamente en el subsistema


a efectos de dinamizar su estructura y restablecer sus corrientes interiores de energía.
Se compondría con:

a) Una gerencia ejecutiva.


b) Un comité de opinión integrado por representantes de la comunidad.
c) Un equipo interdisciplinario de consulta con participación activa de
delegados de todos los organismos oficiales que actúan en el medio.
d) Seis oficinas operativas:
- Banco de Datos
- Estudio Cartográfico
- Instituto de Ecología Aplicada
- Area Económica
- Centro de Estudios Sociales
- Jefatura de Extensión
e) Los restantes estudios que se hiciesen imprescindibles, se
contratarían a terceros.

Los fondos para su funcionamiento y ejecución de obras deberán provenir del


presupuesto nacional y, en menor escala, del provincial y municipal. Los objetivos
propuestos son los siguientes:

a) objetivos inmediatos:
- ejecución de los proyectos "Ruta Nacional 150" y "Dique
Cuesta del Viento"
- adecuar el impacto ambiental de esta obras a un plan global
de ordenación territorial.93
b) objetivo general y permanente:
- integración del departamento de Jáchal en el espacio
funcional sanjuanino.

**********

93
Si bien los primeros objetivos recibieron un fuerte impulso, la absorción del impacto a través de
un programa de ordenación del territorio no fue alcanzada en 1998.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 138 ~

7.- Bibliografía.

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APARICIO, Emiliano P. "Rasgos geomorfológicos de la Provincia
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ARIAS, Héctor D. "Contribución al conocimiento de la economía
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"Las metas alcanzadas por la generación de 1880 en la
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BACA, Remberto "Caminos Incaicos".
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económicos".
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BOSQUE, H. "Ruta frustrada: el camino a Chile por Agua
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"Es necesario un estudio integral para el desarrollo de Jáchal".
DÍAZ, Rogelio y DÍAZ, Rogelio (h.) "Toponimia geográfica de la
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DIFRIERI, Horacio A. "Regiones Naturales".
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ERCILLA Y ZUÑIGA, Alonso de "La Araucana".
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transformación en el cuadro socio-cultural de San Juan".
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"Los cazadores del séptimo milenio y sus relaciones con la
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Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 139 ~

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GODOY, Juan C. "Fauna Silvestre".
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SARMIENTO, Domingo F. "Recuerdos de Provincia".
SCALABRINI ORTIZ, R. "Historia de los ferrocarriles
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SIERRA, Vicente "Historia Argentina".
TORRE REVELLO, J. "La población de Cuyo a comienzos del
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Noreste de San Juan y zonas circunvecinas".
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 141 ~

Índice.

Prólogo.
1.- Estudio preliminar.
2.- Definición de conceptos en tratamiento.
3.- Oasis de Jáchal.
4.- Geografía Histórica de Jáchal.
4.1.- Cortes horizontales.
4.1.1.- Indígenas.
4.1.1.1.- Condición y evolución geológica del substrato.
4.1.1.2.- Los antiguos cazadores.
4.1.1.3.- Los albores agrícolas.
4.1.1.4.- Los metales: un móvil imperial incaico.
4.1.1.5.- Estrategias de gobierno y colonización del Tawantisuyo.
4.1.1.6.- Conclusiones parciales.
4.1.2.- Junta de Poblaciones.
4.1.2.1.- Primeros reconocimientos hispánicos.
4.1.2.2.- Espíritu y cometido de la Junta de Poblaciones.
4.1.2.3.- Interés de los conquistadores por Jáchal.
4.1.2.4.- La trama espacial de las mercedes reales.
4.1.2.5.- Mogna: singular triunfo territorial del arraigo indio.
4.1.2.6.- Conclusiones parciales.
4.1.3.- Época ganadera.
4.1.3.1.- Breve descripción de los espacios contiguos.
4.1.3.1.1.- El Oasis.
4.1.3.1.2.- El Este.
4.1.3.2.- Circulación general de los arreos.
4.1.3.3.- Panorama histórico.
4.1.3.4.- Panorama estadístico.
4.1.3.5.- Conclusiones parciales.
4.1.4.- Ferrocarril.
4.1.4.1.- La estrategia del riel.
4.1.4.2.- El ramal del Norte.
4.1.4.3.- Descripción del itinerario.
4.1.4.4.- La transformación económica.
4.1.4.5.- Hidráulica.
4.1.4.6.- Población al finalizar la etapa.
4.1.4.7.- Algunas estadísticas de producción.
4.1.4.8.- Conclusiones parciales.
4.1.5.- Época actual.
4.1.5.1.- Planificación.
4.1.5.2.- Demografía.
4.1.5.3.- Economía.
4.1.5.4.- Conclusiones parciales.
4.2.- Temas verticales.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 142 ~

5.- Teoría de Sistemas.


5.1.- Enfoque sistémico para la provincia de San Juan.
5.2.- Jáchal como subsistema.
6.- Conclusiones para una Geografía Aplicada.
7.- Bibliografía.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 143 ~

Anexo. (San Juan, diciembre de 1982).

El 26 de mayo de 1982 se produjo la defensa oral de este trabajo ante un jurado


doctoral de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires que
presidió el doctor Federico A. Daus. Obtuvo calificación máxima -sobresaliente-,
recomendándose su publicación. Tardíamente, aparecieron los datos del Séptimo
Censo. (Ver lámina XXIII, anexa)

Muy poco tiempo antes falleció el profesor Héctor Domingo Arias, cuyo aliento
invalorable jamás será olvidado. Compartí con él muchas jornadas de trabajo en
Jáchal, aprendiendo mucho más de sus reflexiones que del amplio material
bibliográfico consultado. Recuerdo a mi maestro allí, en el campo, donde su figura se
engrandecía.

Deseo agradecer también, el apoyo franco de otros profesores: los integrantes del
jurado de referencia, el decano de la facultad, doctor José Santos Gollán, y el doctor
Raúl Rey Balmaceda, todos ellos, interesados constructivamente en estas páginas.

Se agregan a continuación algunos datos estadísticos aparecidos con posterioridad la


recepción de la tesis por quienes la evaluaron. Se trata de los datos definitivos del
Censo de 1980, editados el presente año por el INDEC.

Todo esto ha ocurrido en tan breve lapso... y Jáchal sigue allí, aguardando cambios
esenciales, lejos de las crisis y las variantes políticas.

Dr. Jorge A. Pickenhayn.-


Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 144 ~

Anexo estadístico de 1980.

Población de Jáchal según grupos de edad y sexo (1980, datos


definitivos)
Grupos de Población % Mujere % Del Masculin
edad Varone s total idad
s
Total 8.863 9.448 50,08 9.415 49,92 100 100,4
0 a 14 2.489 1.279 6,78 1.238 6,41 13,2 105,7
0a9 2.41 1.172 6,21 1,238 6,56 12,8 94,7
10 a 14 2.298 1.164 6,28 1 114 5,91 12,2 106,3
15 a 19 1.971 975 5,17 996 5,28 10,4 97,9
20 a 24 1.421 638 5,38 783 4,15 7,5 81,5
25 a 29 1.241 616 3,27 625 3,31 6,6 98,6
30 a 34 1.194 597 3,16 597 3,17 6,3 100,0
35 a 39 1.093 520 2,76 573 3.04 5,8 90,8
40 a 44 946 478 2,53 468 2,48 5,0 102,1
45 a 49 867 495 2,62 372 1,97 4,6 133.1
50 a 54 787 403 2,14 384 2,04 4,2 104,9
55 a 59 577 304 1,51 273 1,45 3,1 111,4
60 a 64 409 204 1,08 205 1,09 2,2 99,5
65 a 69 419 212 1,12 207 1,10 2,2 102,4
70 a 74 314 171 0,91 143 0,76 1,7 119,6
75 a79 229 112 0,59 117 0,62 1,2 95,7
80 a 84 104 47 0,25 57 0,30 0,6 82,5
85 y + 94 41 0,22 53 0,28 0,5 77,4

Densidad de población en el departamento 1,3 habitantes por km.2

Población que asiste a cada nivel de enseñanza, por sexo


(personas de 5 años y +)

Población Nivel de enseñanza Asisten


de
5 y más años Preescolar Primaria Secundari Universitari en total
a a
Total 16374 291 3824 1086 71 5272
Varones 8169 156 1926 502 8 2592
Mujeres 8205 135 1898 584 63 2680
% 49.89% 53.61% 50.37% 46.22% 11.27% 49.17%
varones
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 145 ~

Población que ya no asiste, según máximo nivel de enseñanza

Població No Máximo nivel de enseñanza alcanzado


n asisten
de 13 pero Primario Secundario Superior
años
o más asistieron incomp comple incomp complet incomp comple
leto to leto o leto to
Total 12595 9759 3855 4166 634 946 37 121
Varones 6289 4923 1948 2281 275 346 22 51
Mujeres 6306 4836 1907 1885 359 600 15 70
% 49.93% 50.45% 50.53% 54.75 43.38 36.58% 59.46 42.15
varones % % % %

Origen de la población en porcentajes

Argentinos 99%
Sanjuaninos 95%
Del resto del país 4%
Extranjeros 1%
De países limítrofes 1%
De otros países 0%

Comparación global de los totales para Jáchal en todos los censos nacionales y
relación con la provincia de San Juan.

1869 1895 1914 1947 1960 1970


Crec.80/70 1980
(%)
San Juan 60319 84251 11925 26122 35238 38428 46597 21%
2 9 7 4 6
Jáchal 12040* 12591 13097 17129 19254 18500 18863 2%
Porcentaj 19.96% 14.94 10.98 6.56% 5.46% 4.81% 4.05%
es % %

REFERENCIAS:
* Se incluye la población del actual departamento de Iglesia.

Crecimiento de la ciudad de San José de Jáchal (1960, '70, y '80) comparada con el
crecimiento del Gran San Juan en iguales fechas.
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 146 ~

1960 1970 1980 Crec. Crec.


60/70 70/80
Gran San Juan 146.83 222.60 290.4 52% 30%
1 8
San José de 6.866 6.815 8.832 -1% 30%
Jáchal
Porcentaje 4.68% 3.06% 3.04%

FUENTE: ARGENTINA, INDEC, Censo Nacional de Población y Vivienda 1980. Serie B.


“San Juan". Buenos Aires, 1982.

**********
Pickenhayn, Jorge Integración de Jáchal en el espacio funcional sanjuanino
~ 147 ~

Última adenda.

Esta tesis originalmente debió publicarse en la Universidad de Buenos Aires. Así lo


propuso quien entonces era el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, doctor José
Santos Gollán. Un cambio circunstancial de autoridades frustró aquel intento que
hubiera resultado, sin duda, el oportuno.

He publicado desde entonces tres libros y numerosos artículos. En todo este tiempo –
ya van más de diecisiete años– siempre hubo algún proyecto para publicar la tesis.
Aún aligerada en su contenido de páginas de apoyo estadístico y fuentes, a la versión
que sale al ruedo en 1999, evité sacarle las reiteradas adendas que fueron
redactándose en cada ocasión que los circunstanciales editores, tanto de la
Universidad de Buenos Aires como de la Universidad de San Juan me avisaban de la
inminente entrada en taller de los originales.

Es más aún, en estas idas y retornos, se extraviaron los originales y tuve que recurrir a
las copias maestras del Departamento de Graduados y a la edición preliminar en
diskette que se realizara por el esfuerzo del Dr. Eduardo Brizuela para redactar, ya en
versión magnética, el trabajo que ahora se presenta.

Los tiempos hicieron de la última etapa de la tesis, concebida en su momento como la


visión actual, un corte horizontal más, realizado al finalizar los años ochenta. (Algunas
pautas de lo ocurrido después se pueden ver en complemento del Octavo Censo. –Ver
láminas anexas XXIV y XXV–) La resultante de esta cross section pone en evidencia el
cambio cultural que ha venido desarrollándose en los últimos años de integración,
años en que la iniciativa de un proyecto de nación, tal como lo soñábamos los jóvenes
de entonces, trocó en un proceso globalizante inspirado en dudosas promesas
privatizadoras.

Pickenhayn, 1999.
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Buenos Aires
Defensa 1981.
Director: Federico Daus
Calificación Sobresaliente

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