Está en la página 1de 14

Ciencia, tecnología y género.

Un estudio sobre las concepciones de los estudiantes de


ingeniería en la FRBA y FRLP, UTN (Argentina)

Milena Ramallo, Profesora Titular y Directora de Cátedra de Ingeniería y Sociedad. Directora


de la Unidad Docente Básica Cultura e Idiomas. Facultad Regional Buenos Aires,
Universidad Tecnológica Nacional. Argentina. mramallo@frba.utn.edu.ar

Élida Clara Repetto Profesora Titular y Directora de Cátedra de Ingeniería y Sociedad,


Facultad Regional Buenos Aires, Universidad Tecnológica Nacional. Argentina.
erepetto@frba.utn.edu.ar

Resumen

Hace tiempo que el campo de estudios ciencia, tecnología y sociedad (CTS) cuestiona
visiones unidimensionales y lineales de la ciencia y la tecnología. Estos cuestionamientos
evidencian que las dinámicas de las relaciones CTS están vinculadas a procesos y
problemáticas sociales. El valor que la sociedad le otorga a las producciones científico-
tecnológicas -en función de sus usos y necesidades- pone de manifiesto sus creencias,
conocimientos, prejuicios, modas, costumbres, valores, etc. En este artículo describimos las
concepciones de los/as estudiantes de ingeniería en relación con el trabajo de hombres y
mujeres en ciencia y tecnología en dos facultades regionales: Buenos Aires y La Plata (UTN,
Argentina). Los resultados obtenidos a partir de la aplicación de una encuesta permiten
comprender las actitudes que impulsan a los sujetos a actuar de un modo favorable o
desfavorable frente al trabajo que realizan los/as científicos/as y tecnológos/as.

Palabras clave: concepciones - género - ciencia - tecnología - ingeniería - valores -


estudiantes

Abstract

The field of science, technology and society (STS) has long been questioning one-
dimensional and linear views of science and technology. These questions show that the
dynamics of STS relations are linked to social processes and issues. The value that society
attaches to scientific-technological productions - according to its uses and needs - reveals its
beliefs, knowledge, prejudices, fashions, customs, values, etc. In this article we describe the
conceptions of engineering students in relation to the work of men and women in science and
technology in two regional faculties: Buenos Aires and La Plata (UTN, Argentina). The
results obtained from the application of a survey allow us to understand the attitudes that
drive the subjects to act in a favourable or unfavourable way towards the work carried out by
scientists and technologists.

Keywords: conceptions - gender - science - technology - engineering - values - students


Introducción
El objetivo de este trabajo está enmarcado en una investigación acerca de las concepciones de
tecnología de los estudiantes de Ingeniería en Sistemas de Información de las Facultades
Regionales Buenos Aires y La Plata, de la Universidad Tecnológica Nacional, Argentina. en
esta comunicación nos proponemos presentar el análisis cuantitativo y cualitativo de las
concepciones que tienen los/as estudiantes acerca del trabajo de hombres y mujeres en ciencia
y tecnología. Para ello, se implementó una encuesta durante el año 2020 a través de un
formulario virtual y se obtuvieron los resultados que se muestran parcialmente en el presente
artículo.
Comenzaremos primero por revisar los supuestos teóricos que forman parte de nuestro marco
referencial sobre las concepciones de ciencia y tecnología en el campo de las ciencias
sociales. A continuación, describiremos los aspectos metodológicos referentes al diseño de la
encuesta y al procesamiento cuanti-cualitativo de los datos. Seguidamente, presentaremos el
análisis de los resultados obtenidos, en particular referidos a la relación entre las concepciones
de los/as estudiantes respecto a ciencia, tecnología y género. Finalmente, esbozaremos
algunas reflexiones que aún son provisorias ya que forman parte de un trabajo más amplio en
curso.

La discusión de las concepciones de ciencia y tecnología en el campo de las ciencias


sociales desde una perspectiva de género
A partir del marco teórico del estudio, se han seleccionado una serie de conceptos desde
donde podemos significar la temática en cuestión. Las líneas teóricas de referencia elegidas
pertenecen al campo de los estudios sociales de la ciencia y la tecnología, como así también
de la filosofía de la ciencia y la tecnología; la cultura científica, y las problemáticas sociales y
políticas que atraviesan al cambio tecnológico.
De especialistas e investigadores de reconocimiento nacional e internacional como M. A.
Quintanilla, J. Echeverría, L. Winner y H. Thomas, se consideraron las siguientes categorías
conceptuales: Tecnociencia y valores; Tecnología y participación ciudadana; Tecnología y
mercado, y Sistemas tecnológicos sociales.
Desde estas perspectivas, se ve como los cambios y el conocimiento tecnológico dependen de
los contextos en los cuales se desarrollan, de la interacción concreta de grupos sociales a lo
largo del tiempo, en los que se ponen de relieve los conflictos y las relaciones de poder de
carácter político.
Las mujeres y los hombres que integran los ámbitos de estudio CTS se desenvuelven en
interacción con diversos grupos sociales. Producen saberes científicos y técnicos en un
contexto social a su vez definido por múltiples dimensiones de índole sociológica, cultural,
filosófica, histórica, económica, etc. Sus producciones tecnológicas están atravesadas por un
orden social determinado. Esto ocurre con cualquier sistema tecnológico como por ejemplo
una fábrica, en donde el empresario deberá pensarla teniendo en cuenta ese orden social
necesario para su funcionamiento. Éste podrá ser verticalista/autoritario,
horizontal/democrático (Winner, 1983). Siguiendo este planteo podríamos aventurar que el
género no es ajeno a la organización de esos sistemas tecnológicos. El cuestionamiento de un
tipo de orden social que no contemple la igualdad de género en los ámbitos de producción
científica y tecnológica, nos lleva a la pregunta: ¿es el mejor sistema de trabajo para esos
ámbitos? Es bien conocido que el mundo de la ciencia y la tecnología ha sido un espacio
dominado casi exclusivamente, durante mucho tiempo, por el hombre. Es posible entonces
que se continúe reproduciendo un sesgo sexista que entraría en tensión con la participación
cada vez mayor de las mujeres en esos espacios. Si bien la cuestión de género es un debate
abierto y presente en toda creación tecnológica, no alcanzaría a plasmarse en la organización
de dichos sistemas.
En Argentina, la denominada corriente en los años sesenta, ciencia, tecnología y género,
comenzó por cuestionar estos modelos. El debate giró en torno a la preocupación de la poca
cantidad de mujeres que hacen ciencia y tecnología. En las últimas décadas, la configuración
de espacios laborales en ciencia y tecnología –en nuestro país, pero también a nivel mundial-
se han visto resignificados por la presencia cada vez más visible de la mujer en esos ámbitos,
sumada a las protestas feministas que acompañaron los cambios en el sistema de valores o los
cuestionamientos de un orden social dado. “¿Cómo mantener determinadas prácticas y valores
culturales de carácter sexista o racista, por ejemplo, a la luz de la información científica
antropológica disponible actualmente? Y también: ¿cómo evitar comportamientos agresivos
xenófobos en un clima cultural que exalta la violencia y transmite creencias racistas?”
(Quintanilla, 2017: 220)
Los productos tecnológicos desarrollados por hombres y mujeres están sostenidos por la
vigencia de determinados valores sociales (Echeverría, 2003). Estos sistemas de valores se
encuentran en permanente tensión y condicionan o facilitan el desarrollo de nuevas ideas y
concepciones, basadas en la igualdad, la cooperación, la protección ambiental, etc. Las
concepciones religiosas, culturales, sociales, así como también las de género (una
construcción cultural e histórica) aportan una diversidad de miradas al paradigma
tecnocientífico actual. Considerando el concepto de tecnociencia de Echeverría (2003) y
teniendo en cuenta que el mismo debe nutrirse de diferentes perspectivas, es necesario que las
científicas sean escuchadas, mostrando las condiciones en las que trabajan, para poder
reformular espacios y actitudes, para que el género no sea un factor condicionante a la hora en
el desarrollo humano y profesional. La multiplicidad de miradas aportaría a la ciencia y la
tecnología la ampliación del sistema de valores que la tecnociencia del siglo XXI requiere.
Asimismo, por un lado, ciertos valores de una cultura en determinadas situaciones,
condicionan las actitudes de un grupo social y por otro, la cultura de un grupo social supone
un conglomerado complejo de creencias, hábitos y valores íntimamente entrelazados y no el
resultado de una mera yuxtaposición (Quintanilla, 2017).
La interacción entre tecnología y cultura se fue haciendo cada vez más presente. Este autor
señala que lo específico de la tecnología actual hace referencia a la cultura en la que está
inserta y a la intensidad con la que impacta en la misma. Por otra parte, la innovación, al
generar nuevas posibilidades y realidades, altera los sistemas de preferencias y lleva a
cambiar los sistemas de valores. Esta forma en que la tecnología afecta a la cultura no es
ocasional sino continua, sistemática y general.
En particular, los Programas de I+D, mediante los cuales se canaliza la mayor parte de la
investigación en ciencia y tecnología, combinan decisiones políticas, las actividades propias
de la investigación y el diseño, y los procesos de evaluación interna y externa. La importancia
de la evaluación externa de la tecnología (idoneidad y evaluación de consecuencias: riesgos,
impacto ambiental y social) está justificada porque sabemos cómo la tecnología nos afecta,
porque el cambio es rápido y hay que prever su impacto hacia el futuro y si depende de
nuestras decisiones, el desarrollo puede tener múltiples orientaciones en función de distintos
intereses (Quintanilla, 2017).
Desde esta consideración, la lógica misma del desarrollo tecnológico impulsa a ampliar las
perspectivas que eventualmente cuestionan valores y actitudes sociales, como la cuestión de
género. En esta misma línea, Thomas y Buch (2008: 10) sostienen que las tecnologías
cumplen un papel crucial en la transformación social: “la dimensión tecnológica atraviesa la
existencia humana. Desde la producción hasta la cultura, desde la finanza hasta la política,
desde el arte hasta el sexo”. En este sentido, los cuestionarios que miden las actitudes de la
población pueden ser un buen instrumento para el análisis de este componente de la cultura,
tal como se implementó en nuestro proyecto.
Es necesaria una profunda revisión de los sistemas de valores hoy en día. La preocupación
medioambiental, la promoción de espacios de libertad y justicia, la igualdad de derechos, la
distribución igualitaria de servicios y bienes, la consolidación de la democracia, etc. (Thomas,
2015) junto con la igualdad de género constituyen preocupaciones impostergables en la
sociedad actual. Las posibles soluciones requieren un abordaje sistémico de estos problemas,
que ayuden a superar las miradas deterministas, lineales, asistencialistas o paternalistas. Esto
es especialmente visible en las tecnologías inclusivas cuyos productos y procesos no se
ajustan a los intereses y necesidades de un solo sector social. Teniendo en cuenta la
perspectiva de H. Thomas, es posible pensar que los sistemas tecnológicos sociales podrían
ser los más adecuados para responder también a los problemas de igualdad de género en las
actividades de científicos/as e ingenieros/as. Esto se debe a que son heterogéneos porque
involucran actores y artefactos de diversas comunidades y sistemas y, por ende, también
inclusivos. En este sentido, estos sistemas ayudarían al empoderamiento de las mujeres y la
igualdad de derechos.

Metodología
Como hemos mencionado anteriormente el objetivo metodológico que se expone en el
presente artículo forma parte de un estudio más amplio en el que se exploran las concepciones
sobre la tecnología de los/as estudiantes de ingeniería. En este apartado metodológico se
consideran las abreviaciones FRBA y FRLP para hacer referencia a Facultad Regional
Buenos Aires y Facultad Regional La Plata respectivamente.
El tratamiento de las concepciones supuso un abordaje teórico-metodológico múltiple dada la
naturaleza del tema. En función de dicho abordaje, se empleó un cuestionario diseñado sobre
la base del COCTS - Cuestionarios de Opiniones sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad
(Acevedo Díaz, Vázquez Alonso, Manassero Mas, Acevedo Romero, 2003, 2005; Manassero
Mas, Vázquez Alonso, 2001; Vázquez Alonso, Acevedo Díaz, Manassero Mas, Acevedo
Romero, 2006).
Las concepciones, en tanto constructos teórico-epistemológicos, ponen en evidencia cómo se
relacionan con sus usos, la comprensión que hacen del mundo y la incidencia en sus propias
prácticas. En tal sentido, las concepciones se definen como marcos organizativos de la
estructura mental del sujeto en la determinación de sus decisiones y acciones (Thompson,
1992, Contreras, 1998, Ponte, 1999), o asimismo como conceptos, creencias, actitudes,
imágenes mentales, significados, reglas y preferencias, conscientes o inconscientes, con
acercamientos a la noción de representación social y anclaje social. En resumen, son el de
producto de metasistemas de relaciones sociales (Molpeceres, Chulvi, Bernad, 2004). De este
modo, es muy recurrente en el estudio de las concepciones las líneas de investigación que se
enfocan en su aspecto conductual que sostienen que la identificación de las actitudes podría
anticipar comportamientos. En la definición de actitud brindada por Páramo & Gómez (1997)
se destacan tres elementos: el cognoscitivo, el afectivo y el conductual (desarrollados
anteriormente por Fishbein y Ajzen, 1975, Eagly y Chaiken, 1993) e identifica a la actitud
como “predisposición aprendida” para proceder favorable o desfavorablemente (o valorar
positiva o negativamente) con respecto a un determinado objeto, por medio de respuestas
explícitas o implícitas. De igual manera otros referentes en el tema distinguen además la
“valoración afectiva” de un objeto también como elemento sustancial de la noción de actitud
(Vázquez, Acevedo, Manassero y Acevedo, 2006).

La muestra y los nuevos procedimientos metodológicos


La cantidad total de participantes en el estudio fue de 429. En la FRBA, la muestra
comprendió 333 estudiantes (264 varones y 69 mujeres), y en FRLP fue de 96 (71 varones y
25 mujeres). Los/as encuestados/as se encontraban cursando el primer año de la carrera de
Ingeniería en Sistemas de Información de las dos regionales, en tres turnos diferentes. El
trabajo de campo se llevó a cabo en modalidad virtual, durante los meses de septiembre y
noviembre de 2020.
Los ítems aplicados en este estudio –como se mencionó anteriormente- se construyeron sobre
la base del COCTS, con adaptaciones metodológicas para el formato de elección múltiple.
Esta metodología nos permitió el abordaje cuantitativo y además avanzar en el análisis
cualitativo de los datos. El procedimiento de respuesta múltiple administrado se ajustó a ítems
en los que se valora el grado de acuerdo/desacuerdo sobre una escala de cinco puntos. Las
valoraciones de los ítems se traducen en índices acerca de las actitudes clasificadas en tres
categorías: adecuada, plausible e ingenua. La pregunta seleccionada se relaciona con el
trabajo de hombres y mujeres en ciencia y tecnología (como aparece en la Tabla 1). Ésta
integra una de las tres dimensiones del cuestionario denominada “Influencia de la Ciencia y la
Tecnología en la Sociedad”, que trata sobre la importancia de la tecnología en la sociedad, la
relación entre tecnología y democracia, y las capacidades/recursos que movilizan los
tecnólogos en sus proyectos, entre otros temas. Las otras dos dimensiones son: “Ciencia y
Tecnología” e “Influencia de la Sociedad en la Ciencia y la Tecnología”. El conjunto de las
tres dimensiones incluye 51 ítems.
Tabla 1. Pregunta e ítems del cuestionario administrado
según categorías: Adecuada/ Plausible/Ingenua

Respecto del trabajo de hombres y mujeres en ciencia y tecnología, pensás que:


GRADO DE ACUERDO
Cate-
ALTO MEDIO BAJO goría
Todos los buenos
investigadores/as realizan el 5 4 3 2 1 P
trabajo de la misma manera
Cualquier diferencia en el
trabajo se debe a cuestiones
individuales que no tienen 5 4 3 2 1 A
nada que ver con ser hombre
o mujer
Las mujeres trabajan
diferente porque tienen
5 4 3 2 1 I
diferentes valores, opiniones
y características
Los hombres trabajan mejor
porque se concentran más 5 4 3 2 1 I
que las mujeres
Las mujeres trabajan algo
mejor porque deben competir
5 4 3 2 1 P
en un campo dominado por
los hombres
Fuente: Elaboración propia sobre la base de los COCTS, adaptación del cuestionario según los objetivos de la
investigación, 2020.

En este tipo de instrumento, cada respuesta posee un puntaje en base al mayor o menor
acuerdo y se crea un índice actitudinal que funciona de la siguiente manera: puntaje más alto
5, puntaje más bajo 1. Si el puntaje dado es cercano a 5, se asume que la persona considera
Adecuada la afirmación o frase. Si el puntaje es cercano a 1, se considera que la persona cree
que la frase es Ingenua. Si el puntaje es cercano a 3 se considera como Plausible la respuesta,
es decir que se acuerda en parte, pero no es su totalidad.

Resultados y análisis
En este apartado presentamos los primeros resultados y el análisis preliminar de los datos.
Para simplificar la cantidad de porcentajes obtenidos en las categorías, se han considerado los
valores agrupando por un lado “muy de acuerdo” y “de acuerdo”, y por otro “muy en
desacuerdo” y “en desacuerdo”.
Recordemos que el estudio se sitúa en las Facultades Regionales Buenos Aires (FRBA) y La
Plata (FRLP) y que la pregunta de referencia es: “Respecto del trabajo de hombres y mujeres
en ciencia y tecnología, pensás que”. En el Gráfico 1 que sigue a continuación se sintetizan
los máximos porcentajes alcanzados en cada frase.
Gráfico 1.

Fuente: Elaboración propia sobre los datos obtenidos en la encuesta en el FRBA y FRLP, UTN, 2020.

En relación a la primera frase “Todos los buenos investigadores/as realizan el trabajo de la


misma manera” considerada plausible, el 59% de los/as estudiantes de la muestra de la FRLP
manifiestan estar de acuerdo con la frase, mientras que el 46 % lo hizo en FRBA. En líneas
generales, estos resultados evidencian una parcialidad sobre el tema porque el 50% de los/as
estudiantes se acercaron a una respuesta plausible. ¿Qué quieren decir estos datos? Al
respecto podríamos brindar algunas hipótesis: por un lado, es posible que aún no está
suficientemente incorporada la concepción de la igualdad de género en el campo profesional;
y por el otro, como el género es una configuración social e histórica, esas ideas y visiones aún
están en construcción. Claro está, que el mundo tecnocientífico no está exento de las miradas
que las distintas sociedades construyen sobre la problemática del género. ¿Es posible pensar
que una mirada de género en la ciencia es algo muy virtuoso para los nuevos paradigmas
tecnocientíficos? Especialmente si se buscan contemplar nuevos sistemas de valores, basados
en la igualdad, la cooperación, la protección ambiental teniendo en cuenta las diversidades
religiosas, culturales, sociales y de género. Estas cuestiones nos llevan a pensar que los
sentimientos, preocupaciones y sensaciones que poseen los/as estudiantes de ingeniería
respecto del trabajo de hombres y mujeres en ciencia y tecnología estarían mostrando la
existencia de resabios sexistas aún presentes en los ambientes de trabajo. Estas concepciones
de los/as estudiantes podrían en un futuro condicionar sus prácticas, siendo algunas
facilitadoras y otras un freno para comprender los cambios generados por la perspectiva de
género.
La segunda afirmación: “Cualquier diferencia en el trabajo se debe a cuestiones individuales
que no tienen nada que ver con ser hombre o mujer”, se consideró adecuada. El 95% en FRLP
y el 81% en FRBA de los/as estudiantes afirmaron estar de acuerdo con la idea de que en el
del trabajo científico y tecnológico las diferencias se deben a cuestiones individuales, que no
están relacionadas únicamente con el género. Por lo tanto, el género debería ser indistinto a la
hora pensar, proponer, cuestionar, trabajar sobre ciencia y tecnología y al mismo tiempo
conseguir logros y desarrollarse. Estos altos porcentajes acordarían con la noción de los
ámbitos tecnocientíficos formados por grupos de profesionales favorables a la diversidad.
Entonces, si el sistema tecnocientífico debe nutrirse de dicha diversidad, será ineludible que
las diferentes condiciones en las que trabajan hombres y mujeres se reformulen, repensando
ideas y miradas, para que el género no sea un condicionante a la hora del desarrollo
profesional. Esta resignificación del sistema de valores contribuiría a renovar los ambientes
de trabajo más acorde a las exigencias de la tecnociencia actual en particular y a la cultura en
general. Ya mencionamos anteriormente que la relación entre tecnología y cultura es
ineludible. Más aún, algunos consideran a la tecnología como materialización de la cultura y
otros miden el impacto en la cultura a través de las producciones tecnológicas.
Las siguientes frases, tercera y cuarta se analizaron en conjunto, ya que ambas son ingenuas y
están relacionadas.
Tercera frase: “Las mujeres trabajan diferente porque tienen diferentes valores, opiniones y
características”
Cuarta frase: “Los hombres trabajan mejor porque se concentran más que las mujeres”.
Respecto a si las mujeres trabajan diferente, el 75% expresó estar en desacuerdo en FRLP y el
60% en FRBA. Si bien estos porcentajes señalan un desacuerdo, la frase no indica una
valoración (positiva o negativa) respecto de las diferencias en el desempeño profesional. A
estos valores hay que agregar como significativo a ser analizado las siguientes diferencias en
los porcentajes: 27% en FRBA manifestó no está de acuerdo ni en desacuerdo, en cambio el
11% en FRLP. Según estos datos, la creencia que las mujeres trabajan diferente es algo más
ingenua en un grupo respecto del otro. Además, si consideramos los porcentajes de
desacuerdo en la respuesta discriminando varones y mujeres no encontramos diferencias
significativas en ambas facultades, mostrando ideas y concepciones similares en el tema
indicado en la frase.
Respecto a si los hombres trabajan mejor porque se concentran más, el 89% expresó estar en
desacuerdo en FRLP y el 85% en FRBA. Frente a la afirmación se produce una polarización
muy significativa donde se afirma que los hombres trabajan mejor por una característica de su
género. Los porcentajes de desacuerdo superan el 80% en ambos casos.
Si analizamos estos números conectando ambas frases -que son ingenuas- se puede observar
que los/as estudiantes reconocen la existencia de ciertas diferencias de género en el
desempeño profesional. Sin embargo, no acuerdan categóricamente con la idea que este
desempeño sea mejor o peor por características de género. En un campo tecnocientífico
caracterizado por la diversidad de actores, saberes y prácticas, ¿es posible que en él se
reproduzcan esas diferencias con un sesgo patriarcal y que sigan vigentes ciertos valores y
prácticas de carácter sexista? Nos preguntamos ¿Es posible evitar estos comportamientos en
una cultura en donde todavía se acentúa la desigualdad de género? La respuesta de los/as
estudiantes nos estaría indiciando un cambio de concepción que en el futuro podría plasmarse
en nuevos paradigmas.
La última afirmación “Las mujeres trabajan algo mejor porque deben competir en un campo
dominado por los hombres” es plausible. En FRLP el 67% expresó estar en desacuerdo y el
55% lo hizo en FRBA. Estos valores ponen de relieve que un poco más de la mitad de los
encuestados considera que si las mujeres trabajan mejor no lo es por la competencia con los
varones en un campo aún dominado por ellos. Es importante destacar que esta frase encierra
dos ideas: una, que el campo científico-tecnológico está dominado por los hombres y otra, que
las mujeres en esos ámbitos deben trabajar mucho mejor para poder sobresalir.
Sin embargo, es preciso notar que en las respuestas de los estudiantes hay un porcentaje
considerable (en la FRBA, el 26% y en FRLP, el 21%) que no está ni de acuerdo ni en
desacuerdo. Estos números podrían relativizar la idea de la competencia entre géneros en el
ámbito científico tecnológico, posiblemente relacionado con una concepción “no política” de
la ciencia y la tecnología, como si éstas estuvieran separadas de las problemáticas sociales.
Finalmente, un dato interesante a destacar es la diferencia en los porcentajes entre ambas
regionales, los cuales deberían analizarse teniendo en cuenta la diversidad poblacional de la
ciudad de Buenos Aires y de La Plata. Estas cuestiones son importantes a la hora de realizar
análisis más exhaustivos de las características particulares del alumnado en cada regional.

Reflexiones finales
Si bien la presente es una investigación que aún no ha concluido, podemos presentar algunas
reflexiones surgidas a partir del análisis preliminar de la información recogida. En primer
lugar, se debe considerar que la muestra está integrada por estudiantes que recién ingresan a la
carrera de Ingeniería y que por lo tanto carecen de experiencia laboral directa en el ámbito de
la ciencia y la tecnología. Sus concepciones entonces, están más relacionadas con la idea de lo
que esperan o creen que ocurre en ese campo profesional y no de sus vivencias directas en
dicho campo. En segundo lugar, hemos reconocido, además, que la aplicación de
cuestionarios que miden las actitudes de los sujetos debe tener en cuenta las características
particulares de cada nación, país o región, dado que sus resultados pueden presentar
diferencias significativas.
El objetivo de esta comunicación nos llevó a determinar a través de la revisión crítica de los
antecedentes, que la exploración de las concepciones de los sujetos se complejiza aún más por
la inclusión del debate sobre el género. Hoy en día esta problemática atraviesa todos los
ámbitos sociales. La temática se ha ampliado y es una parte relevante en los espacios
políticos, familiares, académicos, laborales, etc.
Los estudios CTS se han nutrido de la perspectiva de género a través de trabajos realizados
desde el feminismo preocupados por la menor presencia de mujeres en la tecnociencia debido
a barreras socio-institucionales. Además, la contribución desde el punto de vista
epistemológico fue muy importante. Es sabido que la neutralidad, racionalidad y objetividad
son valores asociados al conocimiento científico. Al mismo tiempo, existe la creencia de que
esos valores se relacionan estrechamente con la masculinidad, mientras que la emocionalidad
y subjetividad, con el modo de pensar femenino. Esto pone de manifiesto cómo una
concepción referida a las características vinculadas al género se reproduce en el campo
científico, perpetuando la desigualdad.
En nuestro estudio a partir del análisis de las encuestas destacamos a modo de conclusión que
la igualdad de género es reconocida por los/as encuestados/as como un valor, pero no es
posible afirmar que sea comprendida e internalizada lo suficiente. Esto podría desprenderse de
los resultados que muestran que los/as estudiantes al mismo tiempo que rechazan las
diferencias valorativas en el trabajo de acuerdo al género, no estarían reconociendo
claramente la competencia que pueden tener las mujeres en el campo tecnocientífico todavía
dominado por los hombres, lo que podría seguir manteniendo la desigualdad en el acceso de
las mujeres a ciertos espacios de poder. En este sentido, si no se producen cambios, el mundo
tecnocientífico puede seguir reproduciendo modelos y capacidades de acción hoy claramente
cuestionados, así como la perpetuación de sus relaciones de poder y las jerarquías laborales.
La reconfiguración de las relaciones entre el poder y la tecnociencia junto con la participación
cada vez más presente de las mujeres en esos ámbitos profesionales puede proponer otras
miradas en los procesos de innovación, generando nuevas preguntas y respuestas.
Si esto no sucede ¿podría suponer la naturalización de las diferencias históricas de las mujeres
tanto en el acceso como en el crecimiento dentro de los espacios tecnológicos? ¿Qué sucederá
con las nuevas generaciones y su percepción acerca de la igualdad de género como un valor
social para el mundo de la tecnociencia? No es posible negar que la inclusión del tema en el
debate público comenzó a generar cambios en el orden social de los sistemas que
históricamente estuvieron pensados desde el modelo patriarcal. Y el sistema tecnológico no
queda al margen. La igualdad y el género son valores sociales que atraviesan todos los
subsistemas que coexisten en la sociedad contemporánea. Considerados como valores
“transistémicos” (Echeverría, 2003) aparecen en el debate actual con múltiples significados.
Sin embargo, en la actividad científico-tecnológica -tal como sucede con la configuración de
los valores ecológicos- la discusión de su incidencia aún es escasa.
Finalmente, como destacamos en el apartado metodológico, esta comunicación forma parte de
un trabajo más amplio en donde se exploran otras categorías que atraviesan la relación entre la
ciencia, la tecnología y la sociedad y por consiguiente, será necesario valorar estas reflexiones
en conjunto y a la luz de los resultados del resto de las dimensiones estudiadas en el proyecto.

Referencias bibliográficas
Acevedo Díaz, José Antonio, Vázquez Alonso, Ángel, Acevedo Romero, Pilar, Manassero
Mas, María Antonia (2005) Evaluación de creencias sobre ciencia, tecnología y sus
relaciones mutuas. Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad - CTS
[en linea].2(6), 73-99. Recuperado en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=92420603
Acevedo Díaz, José Antonio, Vázquez Alonso, Ángel, Manassero Mas, María Antonia,
Acevedo Romero, Pilar (2003) Creencias sobre la tecnología y sus relaciones con la
ciencia. Revista Electrónica de Enseñanza de las Ciencias, Vol. 2, Nº 3, 353-376.
Recuperado en: http://reec.uvigo.es/volumenes/volumen2/REEC_2_3_9.pdf
Acevedo Díaz, José Antonio, Vázquez Alonso, Ángel, Manassero Mas, María Antonia,
Acevedo Romero, Pilar (2005) Aplicación de una nueva metodología para evaluar las
creencias del profesorado sobre la tecnología y sus relaciones con la ciencia. Revista
Educación Química, año 30 núm. 1. Recuperado en:
http://www.revistas.unam.mx/index.php/req/article/view/66100/58012
Contreras González, Luis Carlos (1998) Resolución de problemas: un análisis exploratorio de
las concepciones de los profesores acerca de su papel en el aula. Tesis Doctoral,
Universidad de Huelva Departamento de Didáctica de las Ciencias y Filosofía.
Recuperado de http://rabida.uhu.es/dspace/handle/10272/2953
Echeverría, Javier (2003) La revolución tecnocientífica. Madrid, Fondo de Cultura
Económica.
Manassero Mas, María Antonia, Vázquez Alonso, Ángel (2001) Opiniones sobre las
relaciones entre Ciencia, Tecnología y Sociedad. Tarbiya, revista de Investigación e
Innovación Educativa [S.l.], n. 27. Recuperado en:
https://revistas.uam.es/tarbiya/article/view/7314/7640
Molpeceres, Mariangeles; Chulvi, Berta; Bernad, Joan Carles. (2004) Concepciones sobre la
enseñanza y prácticas docentes en un sistema educativo en transformación: un análisis
en los PGS. Centro Interamericano de investigación y documentación sobre formación
docente. Pp. 141-196. España.
Páramo, Pablo, Gómez, Francisco (1997). Actitudes hacia el medio ambiente: su medición a
partir de la teoría de facetas. Revista Latinoamericana de Psicología, 29(2), 243–266.
Ponte, José Pablo (1999) Las creencias y concepciones de maestros como un tema
fundamental en formación de maestros. Universidad de Lisboa, Portugal.
http://www.educ.fc.ul.pt/docentes/jponte/docs-sp/Las%20creencias.pdf
Quintanilla, Miguel Angel (2017) Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de
filosofía de la tecnología (2a ed.). México: FCE.
Quintanilla, Miguel Ángel, Parselis, Martín, Sandrone, Darío, Lawler, Diego (2017):
Tecnologías entrañables, ¿es posible un modelo alternativo de desarrollo tecnológico?
Madrid: Libros de la Catarata.
Thomas, Hernán (2011). Tecnologías sociales y ciudadanía socio-técnica: notas para la
construcción de la matriz material de un futuro viable. Ciência &Amp; Tecnologia
Social, 1(1). Recuperado de https://periodicos.unb.br/index.php/cts/article/view/7797
Thomas, Hernán, Buch, Alfonso (Coord.) (2008): Actos, actores y artefactos. Sociología de la
tecnología, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes.
Thomas, Hernán, Juarez, Paula, Picabea, Facundo (2015) ¿Qué son las tecnologías para la
inclusión social? Bernal: Universidad Nacional de Quilmes.
Thompson, Alba (1992) Teachers' beliefs and conceptions: A synthesis of the research. In D.
A. Grouws (Ed.), Handbook of research on mathematics teaching and learning: A
project of the National Council of Teachers of Mathematics (pp. 127–146). Macmillan
Publishing Co, Inc.
Vázquez Alonso, Ángel, Acevedo Díaz, José Antonio, Manassero Mas, María Antonia,
Acevedo Romero, Pilar (2006). Actitudes del alumnado sobre ciencia tecnología y
sociedad, evaluadas con un modelo de respuesta múltiple. Revista Electrónica de
Investigación Educativa, 8 (2). Recuperado en: http://redie.uabc.mx/vol8no2/contenido-
vazquez2.html
Winner, Langdon (1985) "Do Artifacts Have Politics?" (publicación original en 1983), en: D.
MacKenzie et al. (eds.), The Social Shaping of Technology, [La configuración social de
la tecnología] Philadelphia: Open University Press. Versión castellana de Mario
Francisco Villa.

Milena Ramallo. Profesora en Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de Córdoba.


Magíster en Ciencias Sociales con Mención en Educación, FLACSO-Argentina. Doctoranda
en Educación, UNTREF-UNLA-UNSAM. Filiación institucional: Facultad Regional Buenos
Aires, Universidad Tecnológica Nacional (Argentina). Áreas de interés: tecnología educativa,
enseñanza de la ingeniería, campo interdisciplinar CTS. Publicaciones recientes:
Concepciones de tecnología: aproximaciones para el estudio en ingeniería (2020), Los
desafíos de la Cultura Maker: la simulación como estrategia innovadora en la formación de
ingenieros en Sistemas de Información, FRBA, UTN (2021).

Elida Clara Repetto. Profesora Universitaria en Historia (Facultad de Filosofía y Letras,


Universidad Nacional de Buenos Aires). Filiación institucional: Facultad Regional Buenos
Aires, Universidad Tecnológica Nacional (Argentina). Áreas de interés: campo de estudio
CTS y didáctica del cambio científico-tecnológico. Publicaciones recientes: Ingeniería y
Sociedad: aportes de los estudios CTS en la formación de los ingenieros (2019),
Concepciones de tecnología: aproximaciones para el estudio en ingeniería (2020).

También podría gustarte