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Septiembre
Miércoles 1 de septiembre
Mi Padre hasta ahora sigue trabajando, y yo también sigo trabajando
(Juan 5:17).
¿Indican los ejemplos de Jehová y Jesús que no es necesario que descansemos? Claro que
no. Jehová no se cansa nunca, así que no necesita descansar como nosotros. Pero la Biblia
dice que, después de crear los cielos y la Tierra, “dejó de trabajar y descansó” (Éx. 31:17).
Estas palabras al parecer significan que dejó de crear y que dedicó tiempo a disfrutar de lo
que había hecho. Y, en cuanto a Jesús, aunque trabajó mucho cuando estuvo en la Tierra,
también pasó tiempo descansando y disfrutando de comer con sus amigos (Mat. 14:13; Luc.
7:34). La Biblia nos dice a los siervos de Dios que seamos trabajadores, no perezosos (Prov.
15:19). Puede que trabajemos para mantener a nuestra familia. Y todos los cristianos
tenemos la obligación de predicar las buenas noticias. No obstante, también necesitamos
descansar suficiente. w19.12 2 párr. 2; 3 párrs. 4, 5
LEER LA BIBLIA
(Juan 5:17). (Éx. 31:17). (Mat. 14:13; Luc. 7:34). (Prov. 15:19).
La familia de Jesús dedicaba el sábado a las actividades espirituales. /// Ser equilibrados con respecto al trabajo
y el descanso nos permite centrarnos en actividades que nos hacen sentir bien.
no. Jehová no se cansa nunca, así que no necesita descansar como nosotros. Pero la Biblia
dice que, después de crear los cielos y la Tierra, “dejó de trabajar y descansó” (Éx. 31:17).
Estas palabras al parecer significan que dejó de crear y que dedicó tiempo a disfrutar de lo
que había hecho. Y, en cuanto a Jesús, aunque trabajó mucho cuando estuvo en la Tierra,
también pasó tiempo descansando y disfrutando de comer con sus amigos (Mat. 14:13; Luc.
7:34).
(Éx. 31:17). 17 Es una señal permanente entre el pueblo de Israel y yo, porque Jehová hizo los cielos y la tierra en seis días, y el
séptimo día dejó de trabajar y descansó’”
(Mat. 14:13); 13 Cuando Jesús recibió la noticia, se fue de allí y salió en una barca a un lugar retirado para estar solo. Pero las
multitudes, al enterarse, lo fueron siguiendo a pie desde las ciudades.
(Luc. 7:34). 34 Y ha llegado el Hijo del Hombre, que sí come y bebe, y ustedes dicen: ‘¡Miren! ¡Un glotón y un bebedor de vino, que es
amigo de cobradores de impuestos y pecadores!’.
(Prov. 15:19). 19 El sendero del perezoso es como un cerco de espinos, pero la senda de las personas rectas es un camino llano.
15:19). Puede que trabajemos para mantener a nuestra familia. Y todos los cristianos
tenemos la obligación de predicar las buenas noticias. No obstante, también necesitamos
descansar suficiente. ¿Nos resulta difícil equilibrar el tiempo que dedicamos al trabajo, al
ministerio y al descanso? ¿Cómo sabemos cuánto trabajar y cuánto descansar?
CÓMO ENCONTRAR EL EQUILIBRIO
6. ¿Cómo demuestra Marcos 6:30-34 que Jesús era equilibrado respecto al trabajo y el descanso?
6
Es importante ser equilibrados respecto al trabajo. El rey Salomón escribió por inspiración
que “hay un tiempo determinado [...] para cada actividad”, y mencionó entre otras cosas
plantar, construir, llorar, reír y bailar (Ecl. 3:1-8). Está claro que trabajar y descansar son dos
aspectos fundamentales de la vida. Jesús veía los dos con equilibrio. En una ocasión, los
apóstoles regresaron de una gira de predicación. Estaban tan ocupados que “no tenían
tiempo ni para comer”. Jesús les dijo: “Vengan conmigo; vamos solos a un lugar retirado para
que descansen un poco” (lea Marcos 6:30-34). Ni él ni sus discípulos descansaban siempre
todo lo que deseaban. Pero Jesús sabía que todos ellos necesitaban descansar.
(lea Marcos 6:30-34). 30 Los apóstoles se juntaron alrededor de Jesús y le contaron todas las cosas que habían hecho y
enseñado. 31 Y él les dijo: “Vengan conmigo; vamos solos a un lugar retirado para que descansen un poco”. Es que mucha gente iba y
venía, y ellos no tenían tiempo ni para comer. 32 Por eso se fueron en la barca a un lugar retirado donde pudieran estar solos. 33 Pero
hubo gente que los vio irse, y muchos otros también se enteraron. Así que personas de todas las ciudades fueron rápidamente a pie y
llegaron allí antes que ellos. 34 Al bajarse de la barca, él vio una gran multitud y se conmovió profundamente, porque eran como ovejas
sin pastor. Y se puso a enseñarles muchas cosas.
que Jehová dio a los israelitas en la Ley de Moisés: tenían que guardar el sábado semanal.
Nosotros no estamos bajo la Ley mosaica, pero podemos sacar provecho de estudiar lo que
decía sobre el sábado. Lo que aprendamos nos ayudará a analizar cómo vemos el trabajo y el
descanso.
EL SÁBADO ERA UN DÍA PARA DESCANSAR Y
ADORAR A DIOS
8. Según Éxodo 31:12-15, ¿qué debían hacer los israelitas el sábado?
La Palabra de Dios dice que después de seis “días” Jehová dejó de hacer obras creativas en
8
la Tierra (Gén. 2:2). No obstante, a Jehová le gusta trabajar, así que ha seguido haciéndolo
en otros aspectos (Juan 5:17). La ley del sábado seguía un modelo parecido al descrito en
Génesis, es decir, trabajar seis días y descansar el séptimo. Dios dijo que el sábado era una
señal entre él e Israel. Era un día “de descanso completo” y “santo para Jehová” (lea Éxodo
31:12-15). Todo el mundo tenía prohibido trabajar, incluidos los niños y los esclavos.
Ni siquiera podían trabajar los animales domésticos (Éx. 20:10). Esto les permitía a los
israelitas dar más atención a los asuntos espirituales.
(Gén. 2:2). 2 Para el séptimo día, Dios ya había terminado su obra. Y, el séptimo día, Dios se puso a descansar de toda la obra que
había estado haciendo.
(Juan 5:17). 17 Pero él les contestaba: “Mi Padre hasta ahora sigue trabajando, y yo también sigo trabajando”.
(lea Éxodo 31:12-15). 12 Y Jehová también le dijo a Moisés: 13 “Habla con los israelitas y diles: ‘Sobre todo, deben respetar mis
sábados, porque es una señal entre ustedes y yo, generación tras generación, para que sepan que yo, Jehová, estoy
santificándolos. 14 Deben respetar el sábado, porque es santo para ustedes. Y cualquiera que lo profane debe morir. Si alguien hace
algún trabajo ese día, tiene que ser eliminado de entre su pueblo. 15 Pueden trabajar durante seis días, pero el séptimo día es un sábado
de descanso completo. Es santo para Jehová. Si alguien trabaja en sábado, tiene que morir.
(Éx. 20:10). 10 pero el séptimo día es un sábado para Jehová tu Dios. No hagan ningún trabajo ni tú ni tu hijo ni tu hija, ni tu esclavo
ni tu esclava, ni tu animal doméstico ni el residente extranjero que viva en tus poblaciones.
(Mar. 2:23-27; 3:2-5). 23 Ahora bien, él iba cruzando en sábado los campos de cereales, y sus discípulos comenzaron a arrancar
algunas espigas mientras caminaban. 24 Así que los fariseos le dijeron: “¡Mira eso! ¿Por qué están haciendo lo que no está permitido
hacer en sábado?”. 25 Pero él les contestó: “¿Es que nunca han leído lo que hizo David cuando se vio en necesidad y él y sus hombres
tuvieron hambre? 26 ¿No leyeron en el relato acerca del sacerdote principal Abiatar lo que hizo David cuando entró en la casa de Dios?
Él comió de los panes de la presentación y también los compartió con sus hombres. Y a nadie le está permitido comer de ese pan excepto
a los sacerdotes”. 27 Entonces les dijo: “El sábado se hizo para la gente, y no la gente para el sábado.
2 Los fariseos no le quitaban los ojos de encima a Jesús para ver si curaba a ese hombre en sábado y así poder acusarlo. 3 Entonces Jesús
le pidió al hombre que tenía la mano paralizada: “Levántate y ven aquí al centro”. 4 Luego les dijo: “¿Qué está permitido en sábado?
¿Hacer el bien, o hacer daño? ¿Salvar una vida, o quitar una vida?”. Pero ellos se quedaron callados. 5 Y Jesús, después de mirar con
indignación a los que estaban a su alrededor y sintiéndose muy dolido al ver que tenían el corazón tan duro, le dijo al hombre: “Extiende
la mano”. Cuando él la extendió, la mano se le recuperó.
días de Jesús impusieron normas muy rígidas sobre cómo guardarlo. Decían que no estaba
permitido ni siquiera arrancar unas espigas o curar a un enfermo (Mar. 2:23-27; 3:2-5). Estas
ideas no reflejaban el modo de pensar de Jehová, y Jesús lo dejó claro a quienes lo
escuchaban.
Moisés.* Pero Jesús mostró por lo que hizo y dijo que había que ser razonables y que ese día
estaba permitido hacer obras buenas. Dijo claramente: “Está permitido hacer algo bueno en
sábado” (lea Mateo 12:9-12). No consideraba que realizar una buena acción violaba la ley del
sábado. Sus obras pusieron de relieve un importante motivo para no trabajar ese día. Como
los israelitas descansaban de sus labores diarias, podían centrarse en las actividades
espirituales. La familia de Jesús aprovechaba el sábado para adorar a Dios, como lo prueba lo
que leemos sobre lo que él hizo en la ciudad de Nazaret. La Biblia dice: “Como era su
costumbre en sábado, entró en la sinagoga y se puso de pie para leer” (Luc. 4:15-19).
(lea Mateo 12:9-12). 9 Después de irse de aquel lugar, entró en la sinagoga de ellos, 10 y resulta que había allí un hombre que
tenía una mano paralizada. Así que, para tener algo de qué acusar a Jesús, le preguntaron: “¿Está permitido curar a alguien en
sábado?”. 11 Él les respondió: “Si tienen una oveja y esta se cae en un hoyo en sábado, ¿quién de ustedes no la agarra y la saca de
ahí? 12 ¡Un hombre vale mucho más que una oveja! De modo que está permitido hacer algo bueno en sábado”.
(Luc. 4:15-19). 15 También empezó a enseñar en las sinagogas de ellos, y todo el mundo lo honraba. 16 Luego fue a Nazaret, donde
se había criado, y, como era su costumbre en sábado, entró en la sinagoga y se puso de pie para leer. 17 Entonces le pasaron el rollo del
profeta Isaías. Él lo abrió y encontró el lugar donde estaba escrito: 18 “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para
anunciarles buenas noticias a los pobres. Me envió para proclamar libertad a los cautivos y recuperación de la vista a los ciegos, para darles
libertad a los oprimidos, 19 para predicar el año acepto de Jehová”.
¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD HACIA EL
TRABAJO?
11. ¿Quién le puso a Jesús un buen ejemplo de lo que es trabajar duro?
Seguramente, mientras José le enseñaba el oficio de carpintero a Jesús, su hijo adoptivo,
11
aprovechó para enseñarle cómo ve Dios el trabajo (Mat. 13:55, 56). Y Jesús debió ver a José
trabajar mucho un día tras otro para mantener a su numerosa familia. Cabe destacar que
Jesús les dijo a sus discípulos tiempo después: “El trabajador merece su paga” (Luc. 10:7).
Así que él sabía lo que era trabajar duro.
(Mat. 13:55, 56). 55 ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre la que se llama María? ¿Y no son sus hermanos Santiago, José,
Simón y Judas? 56 Y sus hermanas, ¿no viven todas aquí con nosotros? Entonces, ¿dónde consiguió él todas estas cosas?”.
(Luc. 10:7). 7 Así que quédense en esa casa y coman y beban lo que les sirvan, porque el trabajador merece su paga. No anden
cambiándose de una casa a otra.
(2 Tes. 3:8); 8 ni nos comimos el alimento de nadie gratis. Al contrario, trabajamos día y noche sin descanso y con mucho esfuerzo a
fin de no ser una carga económica para ninguno de ustedes.
(Hech. 20:34, 35). 34 Ustedes saben que estas manos han trabajado para conseguir lo necesario para mí y para los que andan
conmigo. 35 En todo les he demostrado que deben trabajar así de duro para ayudar a los que son débiles y que deben recordar estas
palabras que dijo el Señor Jesús: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’”.
(Hech. 13:14-16, 42-44; 16:13; 18:1-4). 14 Sin embargo, ellos siguieron el viaje desde Perga y llegaron a Antioquía de Pisidia.
Allí entraron en la sinagoga en sábado y se sentaron. 15 Después de la lectura pública de la Ley y los Profetas, los presidentes de la
sinagoga mandaron a decirles: “Hermanos, si tienen alguna palabra de ánimo para el pueblo, díganla”. 16 Entonces Pablo se levantó, hizo
señas con la mano y dijo: “Hombres de Israel y todos los demás que temen a Dios, escuchen. 42 Ahora bien, cuando estaban saliendo, la
gente les suplicó que hablaran de estos asuntos el sábado siguiente. 43 Una vez terminada la reunión en la sinagoga, muchos judíos y
prosélitos que adoraban a Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablaron con ellos y los animaron a permanecer en la bondad
inmerecida de Dios. 44 El sábado siguiente casi toda la ciudad se reunió para oír la palabra de Jehová. 13 El sábado salimos por la puerta
de la ciudad y fuimos junto a un río, donde pensábamos que había un lugar para orar. Entonces nos sentamos y empezamos a hablar con las
mujeres que se habían reunido allí. 18 Después de esto, él se fue de Atenas y llegó a Corinto. 2 Allí encontró a un judío llamado
Áquila, natural del Ponto. Recientemente había llegado de Italia con su esposa Priscila, porque Claudio había ordenado que todos los judíos
se fueran de Roma. Así que Pablo fue adonde estaban ellos 3 y, como tenía el mismo oficio, se quedó en su casa y trabajó con ellos. Su
oficio era hacer tiendas de campaña. 4 Todos los sábados, él daba un discurso* en la sinagoga y convencía a judíos y a griegos.
testimonio del nombre y el mensaje de Jesús. Pero también trabajaba para mantenerse. Los
tesalonicenses sabían que había trabajado “día y noche sin descanso y con mucho esfuerzo a
fin de no ser una carga económica” para nadie (2 Tes. 3:8; Hech. 20:34, 35). Con estas
palabras, tal vez se refería a lo que hizo en Corinto. Allí se quedó con Áquila y Priscila y
“trabajó con ellos”, pues “su oficio era hacer tiendas de campaña”. El que dijera que trabajó
“día y noche” no significa que no parara. Por ejemplo, aprovechaba los sábados para predicar
a los judíos, que tampoco trabajaban ese día (Hech. 13:14-16, 42-44; 16:13; 18:1-4).
13. ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Pablo?
El apóstol Pablo dio un buen ejemplo. A pesar de que tuvo que trabajar, se aseguró de
13
participar con regularidad “en la obra santa de las buenas noticias de Dios” (Rom.
15:16; 2 Cor. 11:23). Animó a los demás a hacer lo mismo que él. Por consiguiente, Áquila y
Priscila fueron sus “colaboradores en Cristo Jesús” (Rom. 12:11; 16:3). Pablo aconsejó a los
corintios que estuvieran “muy ocupados en la obra del Señor” (1 Cor. 15:58; 2 Cor. 9:8).
Y escribió por inspiración: “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma” (2 Tes. 3:10).
(Rom. 15:16;) 16 para que fuera un siervo público de Cristo Jesús para las naciones. Estoy participando en la obra santa de las buenas
noticias de Dios para que estas naciones puedan ser una ofrenda agradable, santificada con espíritu santo.
(2 Cor. 11:23). 23 ¿Son ministros de Cristo? Respondo como un loco: yo lo soy mucho más que ellos. He trabajado más, he estado
más veces en prisión, he recibido incontables golpes y he estado a punto de morir muchas veces.
(Rom. 12:11; 16:3). 11 Sean trabajadores, no holgazanes. Que el espíritu los llene de fervor. Sean esclavos de Jehová. 3 Den mis
saludos a Prisca y Áquila, mis colaboradores en Cristo Jesús,
(1 Cor. 15:58;) 58 Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes, inamovibles, y estén siempre muy ocupados en la obra
del Señor, sabiendo que su trabajo relacionado con el Señor no es en vano.
(2 Cor. 9:8). 8 Es más, Dios es capaz de mostrarles gran bondad inmerecida a ustedes para que nunca les falte lo necesario y además
tengan bastante para realizar todo tipo de buenas obras.
(2 Tes. 3:10). 10 De hecho, cuando estábamos con ustedes, les dábamos esta orden: “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco
coma”.
(lea Juan 14:12). 12 De verdad les aseguro que el que demuestre fe en mí también hará las obras que yo hago. Y hará obras más
grandes, porque yo voy camino al Padre.
predijo que sus seguidores harían obras mayores que las suyas (lea Juan 14:12). No quería
decir que harían milagros, igual que él, sino que predicarían y enseñarían en un territorio más
extenso, a más gente y durante más tiempo que él.
15. ¿Qué preguntas debemos hacernos, y por qué?
Si tenemos un empleo, preguntémonos: “¿Se me conoce como un buen trabajador?
15
¿Termino mi trabajo a tiempo y lo hago lo mejor que sé?”. Si nuestra respuesta es afirmativa,
es probable que nuestro jefe confíe en nosotros y que nuestros compañeros estén más
dispuestos a escuchar el mensaje de las buenas noticias. Por otro lado, con relación a nuestra
obra de predicar y hacer discípulos, preguntémonos: “¿Se me conoce como alguien que se
esfuerza mucho en el ministerio? ¿Me preparo bien las visitas iniciales? ¿Vuelvo a visitar
enseguida a las personas que muestran interés? Y ¿participo con regularidad en las diversas
facetas del ministerio?”. Si respondemos afirmativamente, es probable que disfrutemos de
nuestra labor.
¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD HACIA EL
DESCANSO?
16. ¿Qué diferencia hay entre la actitud hacia el descanso de Jesús y los apóstoles y la de muchas personas de
la actualidad?
Jesús sabía que tanto él como sus apóstoles necesitaban descansar de vez en cuando.
16
Pero en aquel tiempo, igual que hoy, muchas personas tenían una actitud como la del hombre
rico de una parábola de Jesús. Este hombre se decía: “Tómatelo con calma, come, bebe,
disfruta” (Luc. 12:19; 2 Tim. 3:4). Lo más importante para aquel hombre eran el descanso y
los placeres. En cambio, Jesús y los apóstoles no se centraban en disfrutar de los placeres de
la vida.
(Luc. 12:19;) 19 Luego me diré a mí mismo: “Tienes muchas cosas buenas almacenadas para muchos años; tómatelo con calma,
come, bebe, disfruta”’.
(2 Tim. 3:4). 4 serán traicioneros y testarudos, estarán llenos de orgullo, amarán los placeres en vez de a Dios
Ser equilibrados con respecto al trabajo y el descanso nos permite centrarnos en actividades que nos hacen
sentir bien. (Vea el párrafo 17).*
17. ¿Qué hacemos con nuestro tiempo libre?
Tratamos de imitar a Jesús utilizando nuestro tiempo libre no solo para descansar, sino para
17
predicar y asistir a las reuniones. De hecho, consideramos tan importantes estas dos
actividades sagradas que hacemos todo lo posible por llevarlas a cabo con regularidad ( Heb.
10:24, 25). Es más, asistimos a las reuniones y buscamos oportunidades de hablar de la
verdad con las personas incluso cuando estamos de vacaciones, no importa dónde (2 Tim.
4:2).
(Heb. 10:24, 25). 24 Y estemos pendientes unos de otros para motivarnos a mostrar amor y a hacer buenas obras, 25 sin dejar de
reunirnos, como algunos tienen por costumbre. Más bien, animémonos unos a otros, sobre todo al ver que el día se acerca.
(2 Tim. 4:2). 2 predica la palabra; hazlo con urgencia en tiempos buenos y en tiempos difíciles; censura, reprende y aconseja
seriamente, con mucha paciencia y arte de enseñar.
(Heb. 4:15). 15 Porque no tenemos a un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino que tenemos a
uno que ha sido probado como nosotros en todo sentido, pero sin pecado.
actitud equilibrada hacia el trabajo y el descanso (Heb. 4:15). Desea que descansemos lo
necesario. Y también desea que trabajemos duro para cubrir nuestras necesidades y que nos
esforcemos por participar en la agradable obra de hacer discípulos. En el próximo artículo,
vamos a ver qué ha hecho Jesús para liberarnos de una cruel forma de esclavitud.
¿QUÉ RESPUESTA DARÍA?
¿Qué podemos aprender sobre el trabajo del ejemplo de Jehová y Jesús?
¿A qué podían dedicar los israelitas el sábado, y qué nos enseña eso a nosotros?
¿Por qué es importante tener una actitud equilibrada hacia el trabajo y hacia el descanso?
Los discípulos respetaban tanto la ley del sábado que detuvieron hasta el día siguiente la
preparación de las especias aromáticas y aceites perfumados con los que untarían el cuerpo
de Jesús (Luc. 23:55, 56).
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. José lleva a su familia a la sinagoga en sábado.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Un padre que trabaja para mantener a su familia emplea el
tiempo libre para las actividades espirituales, incluso cuando él y su familia están de
vacaciones.
Jueves 2 de septiembre
Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con
sumo cuidado y atención (1 Ped. 2:21).
21 De hecho, para esto fueron llamados, porque el propio Cristo sufrió por ustedes y así les puso el ejemplo para que siguieran
fielmente sus pasos.
No contemos historias de demonios. A este respecto, debemos seguir el ejemplo de Jesús.
Mientras vivió en el cielo, se enteró de muchas cosas sobre Satanás y los demonios. Sin
embargo, cuando vino a la Tierra, no anduvo contando historias acerca de ellos. Él quería dar
testimonio de Jehová, no hacerle publicidad a Satanás. Al igual que Jesús, nosotros
no andamos hablando sobre los demonios. En vez de eso, demostramos con nuestras
palabras que nuestro corazón rebosa de entusiasmo “debido a un asunto agradable”, es decir,
la verdad (Sal. 45:1). No les tengamos pánico a los espíritus malvados. En este mundo, a
todos pueden pasarnos cosas malas. Cuando menos lo esperamos, podemos sufrir un
accidente, enfermarnos o incluso morir. Pero ¿debemos pensar que los demonios son
responsables? La Biblia explica que a todos nos puede llegar un mal momento o un “suceso
imprevisto” (Ecl. 9:11). Por otro lado, Jehová ha demostrado ser mucho más poderoso que los
demonios. w19.04 23, 24 párrs. 13, 14
LEER LA BIBLIA
(1 Ped. 2:21). (Sal. 45:1). (Ecl. 9:11).
Al igual que los cristianos del siglo primero, deshagámonos de cualquier cosa relacionada con el espiritismo y evitemos el
entretenimiento que tenga que ver con lo oculto.
No les tengamos ningún miedo a los espíritus malvados. Jehová, Jesús y los ángeles son mucho más
poderosos.
ARTÍCULO DE ESTUDIO 17
bien, nos concentramos en aprender de Jehová y servirle (Sal. 25:5). De todos modos,
tenemos que conocer cómo actúa Satanás para así evitar que nos engañe (2 Cor. 2:11).
En este artículo, vamos a ver cuál es uno de los medios principales que utilizan Satanás y los
demonios para engañar a la gente. También veremos cómo vencer en esta lucha que
tenemos contra ellos.
CÓMO ENGAÑAN A LA GENTE LOS ESPÍRITUS
MALVADOS
3, 4. a) ¿Qué es el ocultismo? b) ¿Cuánto se ha extendido el ocultismo?
3
Para engañar a la gente, uno de los medios principales que Satanás y los demonios utilizan
es el ocultismo. Quienes lo practican afirman que conocen o controlan cosas que el resto de
la gente no puede conocer ni controlar. Por ejemplo, algunos aseguran que son capaces de
predecir el futuro mediante la adivinación o la astrología. Otros quizás hagan como si hablaran
con los muertos. Y hay quienes practican la brujería o la magia, y tal vez hagan conjuros para
hechizar a otras personas.*
4
El ocultismo está muy extendido en el mundo. En un estudio que se realizó en 18 países de
Latinoamérica y el Caribe, alrededor de un tercio de los encuestados creía en la magia, la
brujería o la hechicería, y casi la misma cantidad pensaba que es posible comunicarse con los
espíritus. En otro estudio, que se realizó en 18 países de África, más de la mitad de los
encuestados creía en la brujería. Por supuesto, no importa dónde vivamos, no podemos bajar
la guardia, pues Satanás trata de engañar “a toda la tierra habitada” (Rev. 12:9).
(Rev. 12:9). 9 Así que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, al que llaman Diablo y Satanás, que está
engañando a toda la tierra habitada. Él fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
(Sal. 31:5). 5 En tus manos encomiendo mi espíritu. Me has rescatado, oh, Jehová, el Dios de la verdad.
(Deut. 18:10-12). 10 No debe haber entre ustedes nadie que queme en el fuego a su hijo o a su hija, nadie que use adivinación, que
practique magia, que busque presagios, que sea hechicero, 11 que ponga a otros bajo un maleficio, que consulte a un médium o a un
adivino ni nadie que pregunte a los muertos. 12 Porque Jehová detesta a cualquiera que haga estas cosas, y debido a estas prácticas
detestables Jehová tu Dios va a expulsar delante de ti a esas naciones.
(Mal. 3:6). 6 “Yo soy Jehová y no cambio. Y ustedes son hijos de Jacob y todavía no han llegado a su fin.
daño a las personas. Por ejemplo, lo usa para esparcir mentiras, como la de que los muertos
siguen vivos en el más allá (lea Eclesiastés 9:5). También lo emplea para atemorizar a la
gente y alejarla de Dios. Su objetivo es que las personas confíen en los espíritus malvados y
no en Jehová.
(lea Eclesiastés 9:5). 5 Porque los vivos saben que morirán, pero los muertos no saben nada en absoluto ni reciben más
recompensa, ya que todo recuerdo suyo ha caído en el olvido.
los demonios no nos engañen. Veamos algunas medidas que podemos tomar para luchar
contra ellos.
8. a) ¿Cuál es la forma principal de combatir a los espíritus malvados? b) ¿Qué deja claro Salmo
146:4 sobre los muertos?
Leamos la Palabra de Dios y meditemos en ella. Esta es la forma principal de rechazar las
8
mentiras que difunden los espíritus malvados. La Palabra de Dios es como una espada afilada
que contrarresta las mentiras de Satanás (Efes. 6:17). Por ejemplo, deja claro que los muertos
no se pueden comunicar con los vivos (lea Salmo 146:4). También nos recuerda que Jehová
es el único que puede predecir el futuro con exactitud (Is. 45:21; 46:10). Si la leemos con
regularidad y meditamos en ella, estaremos preparados para rechazar y odiar las mentiras de
los espíritus malvados.
(Efes. 6:17). 17 También lleven el casco de la salvación y la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios.
(lea Salmo 146:4). 4 Sale su espíritu, y el hombre vuelve al suelo; ese mismo día se acaban sus pensamientos.
(Is. 45:21; 46:10). 21 Hagan su informe, presenten su caso. Que ellos se consulten unos a otros.
¿Quién predijo esto hace mucho y lo anunció desde tiempos pasados? ¿Acaso no fui yo, Jehová? No hay otro Dios aparte de mí; un
Dios justo y un Salvador, no hay ninguno aparte de mí. 10 Desde el principio, yo predigo el final y, desde mucho tiempo atrás, cosas
que todavía no se han hecho. Yo digo: ‘Mi decisión se mantendrá, y haré cualquier cosa que yo desee’.
(Is. 8:19). 19 Y, si les dicen a ustedes “Consulten a los médiums o a los adivinos que susurran y hablan entre dientes”, ¿acaso no debe
un pueblo consultar más bien a su Dios? ¿Debe consultar a los muertos en beneficio de los vivos?
Al igual que los cristianos del siglo primero, deshagámonos de cualquier cosa relacionada con el espiritismo y
evitemos el entretenimiento que tenga que ver con lo oculto. (Vea los párrafos 10 a 12).
10, 11. a) ¿Qué hicieron algunos efesios en el siglo primero cuando aprendieron la verdad?
b) Según 1 Corintios 10:21, ¿por qué debemos copiar su ejemplo, y cómo podemos hacerlo?
10
Deshagámonos de cualquier objeto relacionado con el ocultismo. En el siglo primero,
algunos habitantes de Éfeso practicaban el ocultismo. Pero, cuando conocieron la verdad,
tomaron medidas drásticas. Según la Biblia, un “buen número de los que habían practicado
artes mágicas juntaron sus libros y los quemaron delante de todos” (Hech. 19:19). Como
vemos, se tomaron muy en serio la lucha contra los espíritus malvados. Aunque aquellos
libros de magia eran carísimos, los destruyeron en vez de regalarlos o venderlos. Les
preocupaba mucho más agradar a Jehová que el valor de los libros.
11
¿Cómo podemos copiar su ejemplo? Si tenemos cualquier objeto relacionado con el
ocultismo, como amuletos, talismanes u otras cosas que se usen para protegerse de los
peligros y de los malos espíritus, es aconsejable que nos deshagamos de
ello (lea 1 Corintios 10:21).
(Hech. 19:19). 19 De hecho, muchos de los que habían practicado magia juntaron sus libros y los quemaron delante de
todos. Calcularon el precio, y valían 50.000 monedas de plata.
(lea 1 Corintios 10:21). 21 No pueden estar bebiendo de la copa de Jehová y de la copa de los demonios. Tampoco pueden estar
participando de “la mesa de Jehová” y de la mesa de los demonios.
o artículos de Internet sobre el ocultismo? ¿Qué puede decirse de la música que escucho, de
las películas y programas de televisión que veo, y de mis videojuegos? ¿Tiene mi
entretenimiento alguna relación con el ocultismo? ¿Incluye cosas como vampiros, zombis o
fenómenos paranormales? ¿Presenta la magia, los hechizos y los maleficios como una
diversión inofensiva?”. Por supuesto, no todos los cuentos o historias fantásticas tienen que
ver necesariamente con el ocultismo. Al hacer este análisis, asegurémonos de que nuestras
decisiones nos mantengan muy lejos de todo lo que Dios odia. Queremos hacer lo posible por
conservar la conciencia limpia ante Jehová (Hech. 24:16).*
(Hech. 24:16). 16 Por eso, siempre me esfuerzo por mantener la conciencia limpia ante Dios y ante los hombres.
(1 Ped. 2:21). 21 De hecho, para esto fueron llamados, porque el propio Cristo sufrió por ustedes y así les puso el ejemplo para que
siguieran fielmente sus pasos.
(Sal. 45:1). 45 Mi corazón rebosa de algo bueno. Y digo: “Mi canción habla de un rey”. Que mi lengua sea
como la pluma de un copista hábil.
Jesús (1 Ped. 2:21). Mientras vivió en el cielo, se enteró de muchas cosas sobre Satanás y
los demonios. Sin embargo, cuando vino a la Tierra, no anduvo contando historias acerca de
ellos. Él quería dar testimonio de Jehová, no hacerle publicidad a Satanás. Al igual que Jesús,
nosotros no andamos hablando sobre los demonios. En vez de eso, demostramos con
nuestras palabras que nuestro corazón rebosa de entusiasmo “debido a un asunto agradable”,
es decir, la verdad (Sal. 45:1).
No les tengamos ningún miedo a los espíritus malvados. Jehová, Jesús y los ángeles son mucho más
poderosos. (Vea los párrafos 14 y 15).*
14, 15. a) ¿Por qué no debemos tenerles pánico a los espíritus malvados? b) ¿Qué pruebas tenemos de
que Jehová protege hoy día a su pueblo?
No les tengamos pánico a los espíritus malvados. En este mundo, a todos pueden
14
Tenemos muchas pruebas de que Jehová protege hoy día a su pueblo. Pensemos en lo
15
que combatir a los espíritus malvados y confiar en Jehová. Si lo hacemos, recibiremos
muchas bendiciones. Por ejemplo, no seremos víctimas de las mentiras de Satanás. Además,
nunca dejaremos de servir a Dios por miedo a los demonios. Y, por encima de todo, haremos
más fuerte nuestra amistad con Jehová. El discípulo Santiago escribió: “Sujétense, por lo
tanto, a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se
acercará a ustedes” (Sant. 4:7, 8).
Los padres protegen a sus hijos del abuso de menores diciéndoles lo que necesitan saber sobre el sexo de
acuerdo con su edad. Con ese fin, usan la información que ha publicado la organización de Dios.
6, 7. ¿Por qué es el abuso de menores un pecado contra la congregación y contra las autoridades?
6
Es un pecado contra la congregación. Cualquier persona que forma parte de la
congregación y abusa de un menor mancha la reputación de esta (Mat. 5:16; 1 Ped. 2:12).
Pero es injusto que las acciones de una sola persona perjudiquen a millones de hermanos
fieles que están luchando “tenazmente por la fe” (Jud. 3). No toleramos entre nosotros a quien
hace cosas malvadas sin arrepentirse y ensucia el buen nombre de la congregación.
7
Es un pecado contra las autoridades. Los cristianos deben estar “en sujeción a las
autoridades superiores” (Rom. 13:1). Demostramos nuestra sujeción respetando las leyes del
país. Si una persona que forma parte de la congregación viola la ley —por ejemplo, al abusar
de un menor—, peca contra las autoridades (compare con Hechos 25:8). Aunque los ancianos
no están autorizados a hacer que se cumplan las leyes, no protegen a quien abusa de un
menor de las consecuencias legales de su pecado (Rom. 13:4). El pecador cosecha lo que ha
sembrado (Gál. 6:7).
8. ¿Cómo ve Dios los pecados que una persona comete contra otra?
Es sobre todo un pecado contra Jehová (Sal. 51:4). Cuando una persona peca contra
8
otra, también peca contra Dios. Veamos un ejemplo tomado de la Ley que Jehová le dio a la
nación de Israel. Esta decía que quien robaba o defraudaba a su prójimo se comportaba
“infielmente para con Jehová” (Lev. 6:2-4). No cabe duda, entonces, de que una persona que
forma parte de la congregación y abusa de un niño, arrebatándole su sentido de seguridad, le
es infiel a Dios y ensucia gravemente su nombre. Por ese motivo, vemos el abuso como lo
que es: un pecado detestable contra Dios que condenamos rotundamente.
(Sal. 51:4). 4 He pecado contra ti —sobre todo contra ti—; he hecho lo que está mal a tus ojos. Por eso eres justo cuando hablas, tienes
razón cuando juzgas
(Lev. 6:2-4). 2 “Si alguien peca y se porta infielmente con Jehová al engañar a su prójimo con respecto a algo que se le confió o algo
que se dejó a su cuidado o si le roba a su prójimo o lo defrauda 3 o si encuentra algo perdido pero miente sobre ello, y hace un
juramento falso sobre cualquier pecado de ese tipo que cometa, esto es lo que debe hacer: 4 si ha pecado y es culpable, tiene que
devolver lo que robó, lo que consiguió extorsionando, lo que obtuvo defraudando, lo que se le confió, la cosa perdida que encontró
por las ovejas que Jehová les ha confiado (1 Ped. 5:1-3). Quieren que los hermanos se
sientan seguros dentro de la congregación. Y por eso actúan de inmediato cuando se enteran
de que se ha cometido un pecado grave, como el abuso de un menor. ¿Qué hacen?
Analicemos las preguntas que aparecen al comienzo de los párrafos 13, 15 y 17.
13, 14. ¿Obedecen los ancianos las leyes sobre denunciar los supuestos abusos de menores? Explique.
13
¿Obedecen los ancianos las leyes sobre denunciar a las autoridades los supuestos
abusos de menores? Sí. En los lugares donde existen tales leyes, los ancianos las
obedecen (Rom. 13:1). Estas normas no están en contra de la ley de Dios (Hech. 5:28, 29).
Por lo tanto, cuando llega a oídos de los ancianos una acusación de este tipo, de inmediato
piden asesoramiento a la sucursal sobre cómo proceder a fin de garantizar el cumplimiento de
las leyes de denuncia de abusos de menores.
14
Los ancianos les confirman a las víctimas, a sus padres y a cualquier otro que conozca el
caso que son libres de denunciar ante las autoridades el supuesto abuso. Ahora bien, ¿y si el
acusado forma parte de la congregación y el asunto se hace público? ¿Debería pensar el
cristiano que presentó la denuncia que ha manchado el nombre de Dios? No. El que lo ha
manchado es quien cometió el abuso.
(Rom. 13:1). 13 Que todos se sometan a las autoridades superiores, porque no hay autoridad que no venga de Dios; las autoridades
que existen han sido colocadas por Dios en sus posiciones relativas.
(Hech. 5:28, 29). 28 Les dijo: “Les dimos órdenes estrictas de que no siguieran enseñando en nombre de ese hombre. Pero resulta
que han llenado Jerusalén con sus enseñanzas. Están decididos a hacernos culpables de la muerte de ese hombre”. 29 Pedro y los otros
apóstoles respondieron: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.
(Deut. 19:15;) 15 ”Un solo testigo no puede condenar a nadie, sin importar el error o pecado que la persona haya cometido. El
asunto debe confirmarse con el testimonio de dos o tres testigos.
(Mat. 18:16;) 16 Pero, si no escucha, vuelve acompañado de una o dos personas más para que todo asunto pueda confirmarse con el
testimonio de dos o tres testigos.
(lea 1 Timoteo 5:19). 19 No admitas una acusación contra un anciano, a no ser que se apoye en el testimonio de dos o tres
testigos.
(Hech. 20:28). 28 Cuídense ustedes mismos y cuiden del rebaño, del cual el espíritu santo los nombró superintendentes para
pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre de su propio Hijo.
15, 16. a) Teniendo en cuenta 1 Timoteo 5:19, ¿por qué se necesitan al menos dos testigos para que los
ancianos puedan iniciar una acción judicial? b) ¿Qué hacen los ancianos cuando se acusa a alguien de la
congregación de abuso de menores?
15
En la congregación, ¿por qué se necesitan al menos dos testigos para que los
ancianos puedan iniciar una acción judicial? Porque así lo dice la Biblia. Esta es una de
sus elevadas normas justas. Cuando el pecador no confiesa su pecado, hacen falta dos
testigos oculares para demostrar la acusación y que los ancianos puedan iniciar una acción
judicial (Deut. 19:15; Mat. 18:16; lea 1 Timoteo 5:19). ¿Significa esto que son necesarios dos
testigos para poder denunciar ante las autoridades un supuesto abuso? No. Esta norma no es
aplicable cuando los ancianos o cualquier otra persona quieren denunciar un supuesto delito.
16
Cuando se acusa a alguien de la congregación de abuso de menores, los ancianos hacen
dos cosas. Primero, se aseguran de cumplir las leyes sobre denuncia de abusos. Y después
hacen una investigación, basada en la Biblia, para determinar qué ocurrió en realidad y si
hace falta formar un comité judicial. Si la persona niega la acusación, los ancianos escuchan
lo que tengan que decir los testigos. Se forma un comité judicial si se demuestra que ha
habido un pecado con el testimonio de al menos dos personas: la que hizo la acusación y otra
que también sea testigo de que el acusado cometió ese abuso u otros abusos de
menores.* El que no haya un segundo testigo no significa que quien ha hecho la acusación
esté mintiendo. Incluso en los casos en que no puede probarse la acusación mediante dos
testigos, los ancianos reconocen que tal vez se ha cometido un pecado grave, un pecado que
ha causado muchísimo daño a otros. Por tanto, continúan prestando ayuda a quienes hayan
sido lastimados y se mantienen alerta para proteger a la congregación del daño que pudiera
hacer el acusado (Hech. 20:28).
17, 18. Explique cuál es la función del comité judicial.
¿Cuál es la función del comité judicial? Los ancianos que forman el comité juzgan o
17
La labor de los ancianos que forman parte de un comité judicial es espiritual o religiosa.
18
Basándose en la Biblia, juzgan si el pecador está arrepentido o no. Si no lo está, lo expulsan y
anuncian a la congregación que esa persona ya no es testigo de Jehová (1 Cor. 5:11-13). Si,
por el contrario, está arrepentido, puede seguir dentro de la congregación. No obstante, los
ancianos le informarán de que quizás nunca reciba privilegios ni ocupe un puesto
de responsabilidad. Además, como se interesan por el bienestar de los niños, tal vez les digan
en privado a quienes tienen hijos menores que vigilen el trato de estos con el pecador.
Al tomar estas medidas, tendrán cuidado de no revelar la identidad de quienes han sido
víctimas de abusos.
Los padres protegen a sus hijos del abuso de menores diciéndoles lo que necesitan saber sobre el sexo de
acuerdo con su edad. Con ese fin, usan la información que ha publicado la organización de Dios. (Vea los
párrafos 19 a 22).
19-22. ¿Cómo pueden proteger los padres a sus hijos? (Vea la foto de la portada).
19
Los padres tienen la obligación de proteger a sus hijos de cualquier peligro.* Padres, sus
hijos son un regalo de Dios, “una herencia de parte de Jehová” (Sal. 127:3). Es su
responsabilidad cuidar este regalo. ¿Qué pueden hacer para evitar que sus hijos sean
víctimas de un abuso?
20
Primero, infórmense bien sobre el abuso de menores. Aprendan qué tipo de personas
abusan de los niños y cómo los engañan. Estén al tanto de los posibles peligros (Prov.
22:3; 24:3). Recuerden que en la mayoría de los casos el abusador es alguien a quien el niño
conoce y en quien confía.
(Sal. 127:3). 3 ¡Miren! Los hijos son una herencia* de Jehová; el fruto del vientre es una recompensa.
(Prov. 22:3; 24:3). 3 El prudente ve el peligro y se esconde, pero los inexpertos siguen adelante y sufren las consecuencias. 3 Con
sabiduría se edifica una casa y con discernimiento se hace firme.
(Deut. 6:6, 7). 6 Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que estar en tu corazón, 7 y tienes que inculcarlas en tus hijos y
hablar de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
(Sant. 1:19). 19 Quiero que sepan, mis queridos hermanos, que todos deben ser rápidos para escuchar, pero lentos para hablar y
lentos para la ira,
Eso implica escucharlos con atención (Sant. 1:19). Recuerden que a menudo a los niños les
resulta difícil contar lo ocurrido. Puede que tengan miedo de que no los crean. O quizás la
persona que abusó de ellos los haya amenazado para que no digan nada. Si ustedes
sospechan que algo va mal, háganles preguntas con cariño y escuchen con paciencia sus
respuestas.
con su edad. Enséñenles qué hacer y decir si alguien trata de tocarlos de una manera
inapropiada. Usen la información que ha publicado la organización de Dios sobre cómo
proteger a los niños (vean el recuadro “Información para padres e hijos”).
acto malvado. Las congregaciones se guían por la ley del Cristo, y por eso no protegen a
quien abusa de un menor de las consecuencias de su pecado. Ahora bien, ¿cómo podemos
ayudar a las víctimas de los abusos? Esta pregunta se responde en el siguiente artículo.
Cuando los ancianos atienden casos de pecados graves, ¿de qué cosas se preocupan?
Uno de los padres u otra persona en quien el niño confíe puede informar a los ancianos del
supuesto abuso. De este modo, el niño no sufrirá más daño emocional. Los ancianos nunca le
piden a un niño que esté presente mientras ellos hablan con quien supuestamente ha
abusado de él.
Lo que se dice aquí a los padres es igualmente aplicable a los tutores legales u otras
personas que ejerzan la responsabilidad parental sobre un menor.
Sábado 4 de septiembre
La sabiduría de este mundo es necedad para con Dios (1 Cor. 3:19).
La Biblia les dice al esposo y la esposa que deben honrarse el uno al otro y cumplir con sus
votos matrimoniales. También les recuerda que deben tener un profundo sentido de
compromiso. Por eso dice: “El hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a
su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne” (Gén. 2:24). En cambio, quienes siguen la
sabiduría del mundo fomentan una idea diferente y dicen que cada uno debe centrarse en sus
propias necesidades. Un libro que trata el tema del divorcio explica: “En algunas bodas, se ha
sustituido la tradicional promesa de permanecer juntos ‘hasta que la muerte nos separe’ por la
promesa más temporal ‘hasta que dejemos de amarnos’”. Esta visión tan superficial del
matrimonio ha provocado incontables rupturas familiares y profundas heridas emocionales.
Sin duda, la opinión irrespetuosa del matrimonio que fomenta el mundo es una
necedad. w19.05 24 párr. 12
LEER LA BIBLIA
(1 Cor. 3:19). (Gén. 2:24).
Los siervos de Jehová no se dejan engañar por la moralidad tan permisiva del mundo.
Los siervos de Dios ponen en primer lugar las necesidades de los demás, en especial las de su cónyuge.
deseos egoístas. Así que tal vez nos cueste resistir la forma de pensar y de actuar del mundo.
Con razón la Biblia dice: “Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya
mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres” (Col. 2:8). Este
artículo analizará dos ejemplos de “vano engaño” o razonamientos falsos de este mundo, y
cómo se hicieron populares. En cada caso, veremos por qué la sabiduría del mundo es necia
o absurda y por qué la sabiduría de la Biblia es superior a cualquier cosa que el mundo
promueve.
(2 Tim. 3:4). 4 serán traicioneros y testarudos, estarán llenos de orgullo, amarán los placeres en vez de a Dios
Los siervos de Jehová no se dejan engañar por la moralidad tan permisiva del mundo. (Vea el párrafo 5).*
5. ¿Qué les ha pasado a las normas morales del mundo desde los años sesenta?
En los años sesenta, la gente comenzó a ver como algo normal la homosexualidad, el
5
divorcio fácil y vivir juntos sin estar casados. Además, muchas formas de entretenimiento
empezaron a mostrar escenas de sexo cada vez más explícitas. ¿Cuál ha sido el resultado de
una moralidad tan permisiva? Una escritora explicó que “la falta de regulación de las normas
sexuales que ahora conforman la sociedad” es la raíz de problemas como familias rotas,
familias monoparentales, heridas emocionales y la adicción a la pornografía. La gran cantidad
de enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el sida, es una prueba más de que la
sabiduría del mundo es una necedad (2 Ped. 2:19).
(2 Ped. 2:19). 19 Aunque les prometen libertad, ellos mismos son esclavos de la corrupción. Porque el que es vencido por alguien se
convierte en su esclavo.
(Efes. 2:2). 2 que en otro tiempo cometieron siguiendo el sistema de este mundo, siguiendo al gobernante que tiene autoridad sobre
el aire, sobre el espíritu que ahora actúa en los hijos de la desobediencia.
(1 Cor. 6:9, 10). 9 ¿O es que no saben que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se engañen. Las personas que son
sexualmente inmorales, los idólatras, los adúlteros, los hombres que se someten a actos homosexuales, los hombres que practican la
homosexualidad, 10 los ladrones, los codiciosos, los borrachos, los injuriadores y los extorsionadores no heredarán el Reino de Dios.
encanta ver que la gente no respeta ni el sexo ni el matrimonio, que son regalos de Dios
(Efes. 2:2). Quienes llevan una vida inmoral no solo manchan el don de la procreación, sino
que es posible que pierdan la oportunidad de vivir para siempre (1 Cor. 6:9, 10).
LO QUE DICE LA BIBLIA SOBRE LA MORALIDAD
SEXUAL
7, 8. ¿Por qué es el criterio de la Biblia sobre el sexo mucho mejor que el del mundo?
Quienes se dejan llevar por la sabiduría del mundo se burlan de las normas morales de la
7
Biblia y dicen que no se ajustan a la realidad. Quizás se pregunten por qué Dios nos creó con
deseos sexuales y luego nos dice que no nos dejemos llevar por ellos. Esta manera de pensar
se basa en la idea equivocada de que los seres humanos deben satisfacer todos sus deseos.
Pero la Biblia dice lo contrario. Enseña que es posible controlar los malos deseos, y eso nos
dignifica (Col. 3:5). Además, Jehová hizo el matrimonio para que el esposo y la esposa
pudieran satisfacer de forma honorable sus deseos sexuales legítimos (1 Cor. 7:8, 9). Así, los
dos pueden disfrutar del sexo sin los remordimientos y las inseguridades que tan a menudo
causa la inmoralidad.
(Col. 3:5). 5 Por lo tanto, den muerte a los miembros de su cuerpo que están en la tierra en lo que tiene que ver con la inmoralidad
sexual, la impureza, la pasión sexual descontrolada, los malos deseos y la codicia, que es idolatría.
(1 Cor. 7:8, 9). 8 A los que no están casados y a las viudas les digo que es mejor para ellos permanecer como yo. 9 Pero, si no tienen
autocontrol, que se casen, porque es mejor casarse que estar ardiendo de pasión.
(Prov. 5:18, 19). 18 Bendita sea tu propia fuente, y goza con la esposa de tu juventud, 19 una amorosa cierva, una encantadora cabra
montés. Que sus pechos te sacien en todo momento.Que siempre seas prisionero de su amor.
(1 Tes. 4:4, 5). 4 Cada uno de ustedes debe saber controlar su propio cuerpo para mantenerlo santo y honorable, 5 y no con una
pasión sexual descontrolada y codiciosa como la que tienen las naciones que no conocen a Dios.
A diferencia de la sabiduría del mundo, la Biblia fomenta un criterio apropiado sobre el sexo.
8
Reconoce que las relaciones sexuales pueden ser una fuente de placer (Prov. 5:18, 19). Pero
también nos ofrece el siguiente consejo: “Que cada uno de ustedes sepa tomar posesión de
su propio vaso [o cuerpo] en santificación y honra, no en codicioso apetito sexual tal como el
que también tienen las naciones que no conocen a Dios” (1 Tes. 4:4, 5).
9. a) ¿Cómo se ayudó a los siervos de Jehová de las primeras décadas del siglo veinte a seguir la
sabiduría superior de la Biblia? b) ¿Qué sabio consejo hallamos en 1 Juan 2:15, 16? c) Según Romanos
1:24-27, ¿qué prácticas inmorales debemos resistirnos a adoptar?
Durante las primeras décadas del siglo veinte, los siervos de Jehová no se dejaron engañar
9
por la manera de pensar de quienes habían perdido “todo sentido moral” (Efes. 4:19). Más
bien, se esforzaron por obedecer las normas divinas. El número del 15 de mayo de 1926 de
esta revista en inglés dijo que “los hombres y las mujeres deben ser castos y puros en su
forma de pensar y actuar, sobre todo con el sexo opuesto”. Pese a lo que entonces estaba
pasando en el mundo, los siervos de Jehová siguieron la sabiduría superior de la
Biblia (lea 1 Juan 2:15, 16). Estamos muy agradecidos de contar con la Palabra de Dios y
con el oportuno alimento espiritual que Jehová nos da para ayudarnos a rechazar el criterio
del mundo en cuanto a la moralidad* (lea Romanos 1:24-27).
(Efes. 4:19). 19 Como han perdido todo sentido moral, se entregan a la conducta descarada y practican toda clase de impureza con
avidez.
(lea 1 Juan 2:15, 16). 15 No amen al mundo ni las cosas que hay en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor al* Padre no está
en él. 16 Porque nada de lo que hay en el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la ostentación de las cosas que uno
tiene— proviene del Padre, sino que proviene del mundo.
(lea Romanos 1:24-27). 24 Por lo tanto, de acuerdo con los deseos de sus corazones, Dios los entregó a la impureza para que
deshonraran sus propios cuerpos. 25 Ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y le dieron servicio sagrado a la
creación más bien que al Creador, que es alabado para siempre. Amén. 26 Por eso Dios los entregó a una pasión sexual
vergonzosa, porque las mujeres cambiaron las relaciones sexuales naturales por otras que son antinaturales. 27 Del mismo modo, los
hombres dejaron las relaciones sexuales naturales con las mujeres, ardieron de pasión unos por otros y hombres con hombres hicieron lo
que es obsceno, y ellos mismos recibieron el castigo completo que se merecían por su error.
Los siervos de Dios ponen en primer lugar las necesidades de los demás, en especial las de
su cónyuge. (Vea el párrafo 12).*
12. ¿Qué idea del matrimonio fomenta el mundo?
La Biblia les dice al esposo y la esposa que deben honrarse el uno al otro y cumplir con sus
12
votos matrimoniales. También les recuerda que deben tener un profundo sentido de
compromiso. Por eso dice: “El hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a
su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne” (Gén. 2:24). En cambio, quienes siguen la
sabiduría del mundo fomentan una idea diferente y dicen que cada uno debe centrarse en sus
propias necesidades. Un libro que trata el tema del divorcio explica: “En algunas bodas, se ha
sustituido la tradicional promesa de permanecer juntos ‘hasta que la muerte nos separe’ por la
promesa más temporal ‘hasta que dejemos de amarnos’”. Esta visión tan superficial del
matrimonio ha provocado incontables rupturas familiares y profundas heridas emocionales.
Sin duda, la opinión irrespetuosa del matrimonio que fomenta el mundo es una necedad.
(Gén. 2:24). 24 Por esa razón, el hombre dejará a su padre y a su madre, se unirá a su esposa y ellos serán una sola carne.
(Prov. 16:5). 5 Jehová detesta a todos los de corazón orgulloso. Puedes estar seguro de que no quedarán sin castigo.
(Mat. 4:8, 9); 8 Luego el Diablo lo llevó a una montaña altísima y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria. 9 Y le dijo: “Te daré
todas estas cosas si te arrodillas y realizas ante mí un solo acto de adoración”.
(Col. 1:15, 16). 15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación; 16 porque por medio de él todo lo demás
fue creado en los cielos y en la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles, ya sean tronos, dominios, gobiernos o autoridades. Todo lo
demás ha sido creado mediante él y para él.
16:5). ¿Por qué detesta Jehová a los orgullosos? Una razón es que quienes se creen muy
importantes y promueven esa manera de pensar reflejan la arrogancia de Satanás. Es tan
soberbio que llegó a creer que Jesús, quien ayudó a Dios a crear todas las cosas, debía
arrodillarse y adorarlo (Mat. 4:8, 9; Col. 1:15, 16). La actitud de las personas orgullosas
confirma por qué Dios considera absurda la sabiduría de este mundo.
LO QUE DICE LA BIBLIA SOBRE EL ORGULLO
14. ¿Cómo nos ayuda Romanos 12:3 a tener una opinión equilibrada de nosotros mismos?
La Biblia nos ayuda a tener una opinión equilibrada de nosotros mismos. Dice que es bueno
14
tener cierta medida de amor propio. Por ejemplo, Jesús dijo: “Tienes que amar a tu prójimo
como a ti mismo” (Mat. 19:19). Esto muestra que hay que atender nuestras necesidades de
forma razonable. Pero la Biblia no enseña que debemos pensar que somos más importantes
que los demás. Al contrario, nos aconseja que no hagamos nada “movidos por espíritu de
contradicción ni por egotismo”, sino que consideremos “con humildad mental que los demás
son superiores” (Filip. 2:3; lea Romanos 12:3).
(Mat. 19:19). 19 honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como te amas a ti mismo”.
(Filip. 2:3); 3 No hagan nada motivados por un espíritu conflictivo o egocéntrico, sino que humildemente piensen que los demás son
superiores a ustedes,
(lea Romanos 12:3). 3 Por la bondad inmerecida que se me ha mostrado, le digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo
más de lo que debe pensar, sino que piense de un modo que demuestre buen juicio, según la medida de fe que Dios le haya dado.
15. ¿Por qué cree usted que lo que la Biblia dice sobre el orgullo es útil?
15
Muchas personas que este mundo considera sabias se burlan de lo que la Biblia dice sobre el
orgullo. Afirman que pensar que los demás son superiores nos hará vulnerables y que la gente se
aprovechará de nosotros. Pero, en realidad, ¿cuál ha sido el resultado de la actitud egoísta que
fomenta el mundo de Satanás? ¿Son felices las personas egoístas? ¿Tienen familias felices?
¿Cuentan con amigos verdaderos? ¿Tienen una amistad estrecha con Dios? ¿Qué diría usted que
produce mejores resultados: ¿la sabiduría del mundo, o la sabiduría de la Palabra de Dios?
Los cristianos se sienten felices al recordar los años que han dedicado al servicio a Jehová. (Vea el párrafo 17).*
Los sabios consejos de la Biblia siempre han sido útiles “para enseñar, para censurar, para rectificar
17
las cosas, para disciplinar en justicia” (2 Tim. 3:16). Nos sentimos muy agradecidos de que Jehová nos
proteja de la sabiduría del mundo mediante su organización (Efes. 4:14). Gracias al alimento espiritual
que él nos da, tenemos las fuerzas necesarias para obedecer sus normas. Qué gran honor es contar
con la guía infalible de la sabiduría de la Palabra de Dios.
(2 Tim. 3:16). 16 Toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas y para educar de acuerdo con
lo que está bien,
(Efes. 4:14). 14 Así que dejemos de ser niños; no seamos sacudidos por las olas ni llevados de aquí para allá por vientos de todo tipo de
enseñanzas, debido a hombres que recurren a trampas y engañan a otros con astucia.
¿RECUERDA LA RESPUESTA?
¿Por qué piensa Dios que el criterio del mundo sobre la moralidad sexual es una necedad?
¿Por qué puede decirse que lo que la Biblia enseña sobre la moralidad sexual nos dignifica?
¿Cómo nos ayuda la Biblia a tener una opinión equilibrada de nosotros mismos?
CANCIÓN 54 “Este es el camino”
Este artículo fortalecerá nuestra convicción de que Jehová es el único que nos puede dar guía confiable.
También nos mostrará que seguir la sabiduría del mundo tiene consecuencias lamentables, mientras que poner
en práctica la sabiduría de la Palabra de Dios resulta en nuestro beneficio.
Por ejemplo, vea los capítulos 24 a 26 del volumen 1 del libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas
prácticas, y los capítulos 4 y 5 del volumen 2.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Algunos momentos de la vida de un matrimonio cristiano. Predicando a finales
de la década de 1960.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. En los años ochenta, el esposo cuida de su esposa enferma en presencia de
su hijita.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. En la actualidad, el matrimonio rememora los felices momentos que han
pasado sirviendo a Jehová. Su hija, su yerno y su nieto disfrutan junto con ellos.
Domingo 5 de septiembre
Cesen de amoldarse a este sistema de cosas (Rom. 12:2).
A Pablo le preocupaba que al parecer las filosofías y los razonamientos dañinos del mundo de
Satanás habían influido en algunos cristianos (Efes. 4:17-19). Esto puede sucedernos a
cualquiera de nosotros. Satanás, el dios de este sistema de cosas, utiliza diversos métodos
en un esfuerzo desesperado por alejarnos de Jehová. Uno de ellos es explotar cualquier
deseo que tengamos de satisfacer ambiciones egoístas o de ser alguien en el mundo. Incluso
puede recurrir a nuestros antecedentes, cultura o educación para hacernos pensar como él
quiere. ¿Podemos arrancar de nuestra mente cosas que están “fuertemente atrincheradas”?
(2 Cor. 10:4). Veamos la respuesta de Pablo: “Estamos derrumbando razonamientos y toda
cosa encumbrada que se levanta contra el conocimiento de Dios; y ponemos bajo cautiverio
todo pensamiento para hacerlo obediente al Cristo” (2 Cor. 10:5). En efecto, con la ayuda de
Jehová podemos controlar los razonamientos erróneos. w19.06 8 párrs. 1-3
LEER LA BIBLIA
(Rom. 12:2). (Efes. 4:17-19). (2 Cor. 10:4). (2 Cor. 10:5).
RENOVEMOS LA MENTE
¿Transformarse o disfrazarse?
La palabra griega que se traduce “transfórmense” en Romanos 12:2 indica un cambio total, como el que se produce cuando
una oruga se convierte en mariposa. Significa cambiar lo que somos en el interior, nuestra personalidad y nuestra naturaleza.
En 2 Corintios 11:13-15, se usa otra palabra griega que se traduce “transforman”, pero que también puede traducirse
“disfrazan”, y se refiere a un cambio externo, un simple cambio de aspecto.
de Dios y decidimos servir a Jehová. Muchos tuvimos que dejar de hacer cosas malas (1 Cor.
6:9-11). Cuánto agradecemos a Dios que nos ayudara a abandonar esas prácticas.
5. ¿Qué dos cosas nos manda hacer Romanos 12:2?
No obstante, no debemos dormirnos jamás en los laureles. Aunque hemos dejado los
5
pecados graves que cometíamos antes de bautizarnos, aún tenemos que esforzarnos por
evitar cualquier cosa que nos impulse a volver a caer en ellos. ¿Cómo lo hacemos? Pablo
responde: “Cesen de amoldarse a este sistema de cosas; más bien, transfórmense
rehaciendo su mente” (Rom. 12:2). De modo que debemos hacer dos cosas. Primero,
tenemos que dejar de amoldarnos a este mundo. Segundo, tenemos que transformarnos
rehaciendo o renovando la mente.
“Deben ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, y deben vestirse de la nueva
personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad”
(Efes. 4:23, 24). Como vemos, es posible hacer este cambio, pero no es fácil. No basta con
reprimir los malos deseos y acciones. Tenemos que modificar “la fuerza que impulsa” nuestra
mente. Esto quiere decir cambiar nuestros deseos, tendencias y motivaciones. Para ello, es
necesario hacer un esfuerzo constante.
8, 9. ¿Cómo pone de relieve la necesidad de cambiar lo que somos en el interior la experiencia de un hermano?
8
Veamos el ejemplo de un hermano que había sido violento, bebía y se metía en peleas.
Cuando hizo los cambios necesarios y llenó los requisitos para bautizarse, la pequeña
comunidad en la que vivía recibió un magnífico testimonio. Pero una tarde, poco después de
su bautismo, nuestro hermano se enfrentó a una prueba inesperada: un borracho fue a su
casa buscando pelea. Al principio, el hermano resistió el impulso de pelear. Pero no pudo
aguantarse más cuando el hombre blasfemó contra el nombre de Jehová. Así que salió y le
pegó. ¿Por qué lo hizo? Porque, aunque el estudio de la Biblia lo había ayudado a reprimir
sus tendencias violentas, aún no había logrado renovar la fuerza que impulsaba su mente.
En otras palabras, no había cambiado lo que de verdad era en el interior.
9
Pese a todo, no se dio por vencido (Prov. 24:16). Con la ayuda de los ancianos, siguió
progresando, y con el tiempo llenó los requisitos para ser anciano. Pero una noche, cuando
estaba fuera del Salón del Reino, se le presentó una prueba parecida a la que había tenido
años antes: un borracho le iba a pegar a otro anciano. ¿Qué hizo nuestro hermano? Con
calma y humildad, razonó con el borracho, lo tranquilizó y lo ayudó a llegar a su casa. ¿Por
qué actuó así? Porque había renovado la fuerza que impulsaba su mente. Se había
transformado en su interior en una persona pacífica y humilde, un cambio que resultó en la
alabanza de Jehová.
10. ¿Qué implica cambiar lo que somos en el interior?
Estos cambios no se hacen de la noche a la mañana ni de manera automática. Puede que
10
tengamos que esforzarnos al máximo durante varios años (2 Ped. 1:5). Llevar en la verdad
una determinada cantidad de tiempo no es suficiente. Tenemos que hacer todo lo posible por
cambiar lo que somos en el interior. ¿Qué nos ayudará? Veamos algunas cosas importantes
que debemos hacer.
CÓMO CAMBIAR LA FUERZA QUE IMPULSA
NUESTRA MENTE
11. ¿Cómo nos ayuda la oración a cambiar la fuerza que impulsa nuestra mente?
Lo primero que debemos hacer es orar. Debemos pedir lo mismo que el escritor del salmo
11
que dijo: “Crea en mí hasta un corazón puro, oh Dios, y pon en mí un espíritu nuevo, uno que
sea constante” (Sal. 51:10). Debemos reconocer que tenemos la necesidad de cambiar la
fuerza que impulsa nuestra mente y pedirle ayuda a Jehová. ¿Por qué estamos seguros de
que nos ayudará? Veamos lo que prometió sobre los tercos israelitas de los días de Ezequiel:
“Les daré un solo corazón, y un nuevo espíritu pondré dentro de ellos; [...] y les daré un
corazón de carne”, es decir, receptivo a la guía de Dios (Ezeq. 11:19). Estas palabras nos
animan. Jehová estaba dispuesto a ayudar a aquellos israelitas a cambiar y también está
dispuesto a ayudarnos a nosotros.
12, 13. a) Según el Salmo 119:59, ¿en qué debemos meditar? b) ¿Qué preguntas tenemos que hacernos?
12
En segundo lugar, es muy importante meditar. Todos los días, es necesario que leamos
atentamente la Biblia y dediquemos tiempo a meditar o reflexionar en qué ideas y opiniones
debemos cambiar (lea Salmo 119:59; Heb. 4:12; Sant. 1:25). Identifiquemos los
pensamientos en los que hayan influido las filosofías del mundo. Tenemos que reconocer con
honradez cuáles son nuestras debilidades y luchar por superarlas.
13
Para ello, podríamos hacernos preguntas como estas: “¿Tengo algo de envidia o celos en el
corazón?” (1 Ped. 2:1). “¿Me siento orgulloso de mis antecedentes, educación o situación
económica?” (Prov. 16:5). “¿Miro por encima del hombro a quienes no tienen las mismas
cosas que yo o a los que son de otra raza?” (Sant. 2:2-4). “¿Me atrae lo que ofrece el mundo
de Satanás?” (1 Juan 2:15-17). “¿Me gusta el entretenimiento inmoral y violento?” (Sal.
97:10; 101:3; Amós 5:15). Es posible que las respuestas a estas preguntas pongan de relieve
campos en los que debemos trabajar. Si derrumbamos estas ideas “fuertemente
atrincheradas”, agradaremos a nuestro Padre celestial (Sal. 19:14).
14. ¿Por qué es tan importante escoger buenos amigos?
En tercer lugar, es necesario escoger buenos amigos. Nos demos cuenta de ello o no,
14
aquellos con los que nos relacionamos influyen mucho en nosotros (Prov. 13:20). En la
escuela o en el trabajo, estamos rodeados de personas que no nos ayudan a pensar como
Jehová. En cambio, en las reuniones podemos encontrar los mejores amigos, que nos
incitarán o motivarán a mostrar amor y hacer buenas obras (Heb. 10:24, 25).
SEAMOS “ESTABILIZADOS EN LA FE”
15, 16. ¿Cómo intenta Satanás hacer cambiar nuestro modo de pensar?
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Recordemos que Satanás está empeñado en hacer cambiar nuestro modo de pensar. Utiliza
todo tipo de razonamiento para contrarrestar la influencia de la verdad de la Palabra de Dios.
16
Satanás sigue haciendo el mismo tipo de pregunta que le hizo a Eva en el jardín de Edén:
“¿Es realmente el caso que Dios ha dicho que...?” (Gén. 3:1). En el mundo que él controla,
nos hacen muchas veces preguntas que podrían sembrar en nosotros algunas dudas, como
estas: “¿Es verdad que Dios no aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo? ¿Es
verdad que Dios no les permite celebrar la Navidad y los cumpleaños? ¿Es verdad que su
Dios quiere que rechacen las transfusiones de sangre? ¿Es verdad que un Dios de amor les
prohíbe relacionarse con sus seres queridos expulsados?”.
17. a) ¿Qué tenemos que hacer cuando alguien nos plantea preguntas con la intención de sembrar dudas en
nuestra mente? b) Según Colosenses 2:6, 7, ¿cuáles serán los resultados si actuamos así?
Debemos estar convencidos de lo que creemos. Las preguntas que quedan sin responder
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en nuestra mente pueden convertirse en grandes dudas que acaben distorsionando nuestro
modo de pensar y arruinando nuestra fe. Entonces, ¿qué tenemos que hacer? La Palabra de
Dios nos dice que transformemos nuestra mente para que comprobemos por nosotros
mismos cuál es “la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios” (Rom. 12:2). Estudiar
con regularidad nos ayudará a estar seguros de que lo que hemos aprendido en la Biblia es la
verdad. Además, estaremos totalmente convencidos de que las normas de Jehová son
correctas. Como consecuencia, seremos como un árbol con raíces fuertes y estaremos bien
arraigados, “estabilizados en la fe” (lea Colosenses 2:6, 7).
18. ¿Qué nos ayudará a contrarrestar los efectos tóxicos del mundo de Satanás?
Nadie puede estabilizarnos en la fe; debemos hacerlo nosotros. Por tanto, sigamos
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renovando la fuerza que impulsa nuestra mente. Oremos de continuo a Jehová y pidámosle
que nos dé su espíritu. Meditemos profundamente, examinando siempre nuestra manera de
pensar y nuestros motivos. Busquemos buenas amistades; rodeémonos de personas que nos
ayuden a transformar nuestro modo de pensar. Haciendo todo esto, contrarrestaremos los
efectos tóxicos del mundo de Satanás y derribaremos “razonamientos y toda cosa
encumbrada que se levanta contra el conocimiento de Dios” (2 Cor. 10:5).
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Qué dos cosas nos manda hacer Romanos 12:2?
¿Qué tres cosas tenemos que hacer para cambiar la fuerza que impulsa nuestra
mente?
COMIENZA LA DETENCIÓN
Yo me había criado en el seno de una familia feliz y tenía mi propia familita. Ahora se me
había separado de ellos y me hallaba sentada en una oscura celda con las manos esposadas.
Rompí a llorar. ¡Me sentía tan débil e indefensa! Parecía que no había manera de salir de
aquella situación. Muy pronto vinieron a mi mente pensamientos acerca de que Jehová es “el
Dios de todo consuelo,” y da fortaleza a sus siervos. (2 Cor. 1:3, 4) Fue entonces cuando me
dirigí a él en oración con intensidad.
A partir de aquella ocasión comencé a hablar a Jehová regularmente por medio de la oración,
y comencé a sentirme más y más fuerte cada día. Puesto que los guardianes notaron que
oraba con las manos enfrente, especialmente a la hora de las comidas, tuve que soportar el
que me pusieran los brazos detrás y me pusieran esposas más arriba de los codos por tres
días hasta que brazos y manos se me hincharon en gran manera. Desde luego, esto
no impidió que yo orara. Pero hasta este mismísimo día se pueden ver las marcas que llevo
más arriba de los codos.
Me detuvieron por cuatro años, durante los cuales me interrogaron constantemente. Querían
que traicionara a los dos hermanos misioneros y que dijera que la Sociedad Watch Tower
Bible and Tract era agente del imperialismo. Yo jamás haría tal cosa. Me valía de aquellas
oportunidades para dar un testimonio a los funcionarios y mencionarles lo que dice la Palabra
de Dios. Un funcionario comentó que había tratado con todos los diferentes grupos religiosos,
y todos habían transigido. Pero admiraba mi valor y celo. Dijo: “Es una gran pena que usted
no se hubiese convertido al comunismo antes de convertirse al cristianismo, pues nuestro
partido necesita gente de verdadera convicción como usted.” En 1960 fui sentenciada a
10 años de prisión, y la sentencia había de comenzar a contar desde que me habían detenido
en 1956.
Puesto que se me había dado libertad para moverme de un lugar a otro, comencé un viaje
que me llevó a muchas ciudades, entre ellas Anching, Hangcheu, Nankín y Shangai. Visité a
amigos y parientes y compartí con ellos y con los conocidos que ellos me presentaron las
verdades que sabía acerca del Reino. Pasó casi un año y de nuevo solicité salir de China
para reunirme con mi esposo en Hong Kong. Para obtener el permiso, me pidieron que
regresara al distrito de Chinsang, donde yo había trabajado y donde vivía mi madre. Sin
embargo, antes de llegar a Chinsang me arrestaron, me llevaron a un cuartel de la policía y
me detuvieron por 10 días. La policía interrogó a dos familias a las cuales yo había predicado.
El resultado fue que me enviaron de regreso a Chinsang y me encerraron en detención
después de haber estado libre por dos años.
JUICIO PÚBLICO
Nuevamente me vi bajo interrogatorio constante. El jefe de la policía me acusó de ser
testaruda y me dijo que era mejor que confesara todos mis “delitos,” o me iría muy mal. Le dije
todo lo que había dicho en las conversaciones con otras personas, y lo hice de tal modo que
pudiera darle un buen testimonio acerca del reino de Dios y de Su venidero nuevo orden de
cosas. Le aclaré al jefe de la policía que todos los gobiernos tienen que ceder paso al reino de
Dios. (Dan. 2:44) Cuidadosamente, tomaron nota de todo lo que dije.
Entonces me hicieron desfilar por las calles con nueve prisioneros varones. Estos habían
cometido diversas ofensas, desde robo hasta asesinato y violación. A cada uno nos habían
puesto un letrero en el cual se alistaban nuestros delitos. Entonces, por el altavoz, el jefe de la
policía leyó mis “delitos” en presencia de mil personas que se reunieron en el amplio patio de
una escuela. Leyó todo lo que yo había dicho. Me alegré de ver que, en realidad, él había
podido dar un buen testimonio a más personas de aquella ciudad que yo misma.
Más tarde me enteré de que en las investigaciones que se habían efectuado acerca de mi
actividad de predicar se habían visto envueltas más de 100 personas de nueve diferentes
provincias. Un funcionario de baja categoría había dicho que yo era demasiado testaruda, que
no podrían reformarme y que por lo tanto deberían ejecutarme. Pero un funcionario de mucha
más categoría no estuvo de acuerdo con aquello, y se me hubo de sentenciar por segunda
vez, a 20 años de prisión.
Por los siguientes cuatro años, cada día fue la misma rutina. Me permitían salir de mi celda
temprano por la mañana para lavar ropa y bañarme, y me llevaban de regreso para
permanecer en la celda hasta el atardecer, cuando me permitían salir de nuevo por poco
tiempo para recoger lo que había lavado. Entonces me encerraban en la celda durante la
noche.
Durante todas mis pruebas, nunca me sentí desamparada. Oraba regularmente y pedía dirección a
Dios para que siempre pudiera hacer lo apropiado. En oración pedía fortaleza y valor para mantener
un buen estado de ánimo. Después de orar, siempre me sentía segura de que no había cometido un
error y de que el proceder que seguía era el correcto. Puedo decir con toda veracidad que la oración
me ayudó a acercarme a Jehová; tanto, que a veces me parecía que casi podía verlo. Muchas veces
recordaba la garantía de Isaías 66:2 en el sentido de que Dios mira “al afligido y contrito de espíritu.”
Esto fue siempre una fuente de fortaleza y gran consuelo para mí.
Al preguntársele si se le había hecho difícil soportar el constante interrogatorio de los funcionarios y de
la policía, Nancy Yuen contestó:
Al principio cuesta un poco acostumbrarse a ello. Pero a medida que fui ajustando mi manera de
pensar a la situación, no lo encontré tan malo. Es muy importante tener el punto de vista correcto de
las cosas. Muy al principio de mi detención recordé las palabras de Jesús que se registran en Lucas
21:14, 15: “Resuélvanlo en sus corazones que no ensayarán de antemano cómo hacer su defensa,
porque yo les daré boca y sabiduría, que todos sus opositores juntos no podrán resistir ni disputar.” Así
que aprendí a nunca preocuparme en cuanto a los interrogatorios. Los veía como oportunidades de
dar un testimonio a los funcionarios. Siempre tenía algo que decirles acerca de Jehová Dios y Su
propósito para la humanidad, y parece que siempre me venía a la mente el texto apropiado para la
ocasión.
Al reflexionar, ¿qué piensa ella en cuanto a sus 20 años en detención? Nos dice:
Todo ello valió la pena y estoy muy agradecida a mi Dios, Jehová, por la oportunidad que he
tenido de mostrarle mi amor y devoción. Tal como se registra en Mateo 13:45, 46, Jesús
asemejó el Reino a un comerciante viajante que buscaba perlas excelentes. Al hallar una de
gran valor, vendió todas las cosas que tenía y la compró. Yo tuve que dejarlo todo, incluso a
mis hijitos, para ser leal a mi Dios. Jehová no me ha decepcionado de ningún modo. Me ha
sostenido y ha cuidado de mi familia del modo maravilloso en que él lo hace.
Al preguntársele si tenía un buen consejo para sus compañeros cristianos, Nancy Yuen
contestó, pensativamente:
Nunca se sientan aprensivos o temerosos de las pruebas que les puedan venir. Todos debemos
esperar recibir pruebas de un modo u otro. Son buenas para nosotros. Nos disciplinan y refinan y
muestran qué clase de cristianos somos en realidad. Las pruebas nos muestran verdaderamente cuán
fuerte es nuestra fe y en qué aspectos tenemos que fortalecerla. Hoy día me siento más fuerte en la fe
como resultado de mis pruebas. Así que nunca tengan temor. En muchas ocasiones obtuve mucho
consuelo de las palabras del apóstol Pedro de ‘echar sobre Jehová toda la inquietud, porque él se
interesa en nosotros.’ (1 Ped. 5:6, 7) Usted puede hacer lo mismo.
El ejemplo de aguante y lealtad de esta devota hermana es tanto estimulante como fortalecedor para la fe. Por
más de dos décadas los testigos de Jehová por todo el mundo han tenido presente en las oraciones que hacen a
Jehová Dios a sus queridos hermanos y hermanas de China. Ahora nos estamos enterando de primera mano de
la manera en que él les ha mostrado Su amoroso interés y los ha sostenido hasta ahora.
Nancy Yuen visitó la sucursal de la Sociedad Watch Tower en Hong Kong el 15 de febrero de 1979, el 16 de
febrero asistió a una reunión cristiana por primera vez en 22 años y el 17 de febrero participó nuevamente con
sus hermanos en proclamar el reino de Dios de casa en casa. Nos sentimos impulsados a dar las gracias a
Jehová por estos ejemplos modernos de fidelidad que estimulan a todo verdadero cristiano a permanecer leal a
su Dios, Jehová.
Lunes 6 de septiembre
En cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano
Jehová he puesto mi refugio (Sal. 73:28).
Ana, David y un salmista estaban muy angustiados, pero acudieron a Jehová en busca de
ayuda. Se desahogaron con él en oración. Le explicaron con franqueza por qué se sentían tan
angustiados. Y no dejaron de ir al lugar donde se adoraba a Jehová (1 Sam. 1:9, 10; Sal.
55:22; 73:17; 122:1). Nuestro compasivo Dios les contestó a todos ellos. Ana consiguió
tranquilidad de espíritu (1 Sam. 1:18). David escribió: “Son muchas las calamidades del justo,
pero de todas ellas lo libra Jehová” (Sal. 34:19). Y el salmista sintió que Jehová lo había
agarrado “de la mano derecha” y lo había guiado con sus amorosos consejos (Sal. 73:23, 24).
¿Qué aprendemos de estos ejemplos? Que, a veces, nos sentiremos angustiados por culpa
de los problemas. Pero saldremos adelante si pensamos en cómo Jehová ha ayudado a otros,
le oramos y le obedecemos en todo (Sal. 143:1, 4-8). w19.06 17, 18 párrs. 14, 15
LEER LA BIBLIA
(Sal. 73:28). (1 Sam. 1:9, 10; Sal. 55:22; 73:17; 122:1). (1 Sam. 1:18). (Sal. 34:19). (Sal. 73:23, 24). (Sal. 143:1, 4-8).
Jehová envió a un ángel para que ayudara a Elías a recuperar las fuerzas. /// ¿Qué ayudó al salmista a volver a servir feliz a Jehová?
/// Al principio, una hermana quería aislarse, pero las cosas mejoraron cuando buscó maneras de ayudar a otros.
de los reyes infieles de la historia de Israel, se casó con Jezabel, una mujer malvada que adoraba al
dios Baal. Los dos llenaron el país de la adoración a Baal y asesinaron a muchos profetas de Jehová.
Pero Elías logró escapar. Además, sobrevivió a una horrible hambruna gracias a que confió en Jehová
(1 Rey. 17:2-4, 14-16). También acudió a él cuando desafió a los profetas y adoradores de Baal, y
animó a los israelitas a servir al Dios verdadero (1 Rey. 18:21-24, 36-38). Elías vio muchas pruebas de
que Jehová lo estaba protegiendo y ayudando durante esos tiempos duros.
Jehová envió a un ángel para que ayudara a Elías a recuperar las fuerzas. (Vea los párrafos 5 y 6).*
5, 6. Según 1 Reyes 19:1-4, ¿cómo se sintió Elías, y qué hizo Jehová para mostrarle que lo amaba?
5
(Lea 1 Reyes 19:1-4). Sin embargo, cuando la reina Jezabel amenazó con matarlo, Elías
sintió miedo. Así que huyó a Beer-seba. Estaba tan desanimado que pidió morir. ¿Por qué se
sintió así? Porque era un hombre imperfecto, “de sentimientos semejantes a los nuestros”
(Sant. 5:17). Tal vez la tensión y el agotamiento físico lo agobiaron. Al parecer, pensaba que
todo lo que había hecho a favor de la adoración pura había sido en vano, que en Israel
no había mejorado nada y que él era el único que aún servía a Jehová (1 Rey. 18:3,
4, 13; 19:10, 14). Quizás nos sorprenda la reacción de este fiel profeta, pero Jehová lo
comprendía.
6
Dios no reprendió a Elías por expresar cómo se sentía, sino que lo ayudó a recuperar las
fuerzas (1 Rey. 19:5-7). Después, lo corrigió con cariño demostrándole su extraordinario
poder. Además, le reveló que quedaban 7.000 israelitas que no habían adorado a Baal
(1 Rey. 19:11-18). Jehová le mostró a Elías de maneras prácticas que lo amaba.
CÓMO NOS AYUDARÁ JEHOVÁ
7. ¿Por qué nos tranquiliza meditar en la manera como Jehová ayudó a Elías?
¿Estamos pasando por una situación angustiosa? Ver que Jehová comprendía los
7
sentimientos de Elías nos anima. Y nos tranquiliza saber que también entiende nuestra
angustia emocional. Conoce nuestras limitaciones e incluso sabe lo que pensamos y sentimos
(Sal. 103:14; 139:3, 4). Si acudimos a Jehová igual que hizo Elías, él nos ayudará a enfrentar
las dificultades que nos agobian (Sal. 55:22).
8. ¿Cómo nos ayudará Jehová a hacer frente a los problemas?
La tensión emocional puede hacer que tengamos pensamientos negativos y nos
8
desanimemos. Si eso nos sucede, recordemos que Jehová nos ayudará. ¿Cómo? Él nos
invita a contarle nuestras preocupaciones y nos asegura que responderá a nuestras súplicas
(Sal. 5:3; 1 Ped. 5:7). Por lo tanto, hablémosle con frecuencia de nuestros problemas. Aunque
no se dirigirá a nosotros directamente como hizo en el caso de Elías, nos hablará a través de
su Palabra y de su organización. Los relatos que leamos en la Biblia nos darán consuelo y
esperanza. Y también nos animarán nuestros hermanos (Rom. 15:4; Heb. 10:24, 25).
9. ¿Cómo puede ayudarnos un amigo de confianza?
Jehová le dijo a Elías que le diera a Eliseo parte de su trabajo. Así, le suministró un amigo
9
que podría ayudarlo cuando estuviera muy desanimado. Del mismo modo, si nosotros
tenemos un amigo de confianza, este nos ayudará cuando estemos sufriendo (2 Rey.
2:2; Prov. 17:17). ¿Y si creemos que no tenemos a nadie a quien contarle nuestros
problemas? Entonces, pidámosle a Jehová que nos ayude a encontrar a un cristiano maduro
que nos anime cuando lo necesitemos.
10. a) ¿Qué esperanza nos da lo que le ocurrió a Elías? b) ¿Cómo nos ayuda la promesa que leemos en Isaías
40:28, 29?
Jehová ayudó a Elías a sobrellevar la tensión y servirle fielmente durante muchos años.
10
Lo que le ocurrió a este profeta nos da esperanza. Quizás pasemos por épocas de mucha
angustia que nos agotan física y emocionalmente. Pero, si confiamos en Jehová, él nos dará
las fuerzas para seguir sirviéndole (lea Isaías 40:28, 29).
ANA, DAVID Y UN SALMISTA CONFIARON EN
JEHOVÁ
11-13. ¿Qué les ocurrió a tres siervos de Dios del pasado?
11
En la Biblia, encontramos otros personajes que sufrieron mucho. Por ejemplo, Ana tuvo que
soportar la vergüenza de no tener hijos y las crueles burlas de la otra esposa de su marido,
Elqaná (1 Sam. 1:2, 6). Llegó a estar tan angustiada que acabó llorando y perdió el apetito
(1 Sam. 1:7, 10).
12
El rey David también vivió momentos muy duros. Veamos algunos de ellos. Se sintió
aplastado por la culpa debido a los muchos errores que había cometido (Sal. 40:12). Tuvo que
enfrentarse a la rebelión de su querido hijo Absalón, que acabó muriendo como consecuencia
de ella (2 Sam. 15:13, 14; 18:33). Además, uno de sus mejores amigos lo traicionó (2 Sam.
16:23–17:2; Sal. 55:12-14). Muchos de los salmos que escribió reflejan el desánimo que
sentía, pero también expresan su absoluta confianza en Jehová (Sal. 38:5-10; 94:17-19).
¿Qué ayudó al salmista a volver a servir feliz a Jehová? (Vea los párrafos 13 a 15).*
Tiempo después, un salmista que tal vez era descendiente del levita Asaf y servía en “el
13
magnífico santuario de Dios” se desanimó mucho. Empezó a envidiar la vida de los malvados,
y eso hizo que se sintiera infeliz y descontento. Incluso comenzó a dudar del valor de las
bendiciones que reciben los siervos de Dios (Sal. 73:2-5, 7, 12-14, 16, 17, 21).
14, 15. ¿Qué aprendemos de estos tres ejemplos de la Biblia?
14
Estos tres siervos de Jehová acudieron a él en busca de ayuda. Se desahogaron con él en
oración. Le explicaron con franqueza por qué se sentían tan angustiados. Y no dejaron de ir al
lugar donde se adoraba a Jehová (1 Sam. 1:9, 10; Sal. 55:22; 73:17; 122:1).
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Nuestro compasivo Dios les contestó a todos ellos. Ana consiguió tranquilidad de espíritu
(1 Sam. 1:18). David escribió: “Son muchas las calamidades del justo, pero de todas ellas lo
libra Jehová” (Sal. 34:19). Y el salmista sintió que Jehová lo había agarrado “de la mano
derecha” y lo había guiado con sus amorosos consejos. Cantó: “En cuanto a mí, el acercarme
a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio” (Sal. 73:23,
24, 28). ¿Qué aprendemos de estos ejemplos? Que, a veces, nos sentiremos angustiados por
culpa de los problemas. Pero saldremos adelante si pensamos en cómo Jehová ha ayudado a
otros, le oramos y le obedecemos en todo (Sal. 143:1, 4-8).
CONFIEMOS EN JEHOVÁ Y NOS IRÁ BIEN
Al principio, una hermana quería aislarse, pero las cosas mejoraron cuando buscó maneras de ayudar a otros.
(Vea los párrafos 16 y 17).
16, 17. a) ¿Por qué no debemos aislarnos? b) ¿Cómo podemos recuperar las fuerzas?
16
Aprendemos otra importante lección de estos tres ejemplos: no debemos apartarnos de
Jehová ni de sus siervos (Prov. 18:1). Nancy sufrió mucho cuando su esposo la abandonó.
Cuenta: “Muchos días simplemente no quería ver a nadie ni hablar con nadie. Pero, mientras
más me aislaba, más triste me sentía”. Las cosas cambiaron cuando empezó a buscar
maneras de ayudar a quienes tenían problemas. Dice: “Los escuchaba cuando explicaban
cómo se sentían. Me di cuenta de que, cuanto más me ponía en su lugar, menos me
compadecía de mí misma”.
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Podemos recuperar las fuerzas asistiendo a las reuniones. Cuando lo hacemos, le damos a
Jehová más oportunidades de que nos ayude y nos consuele (Sal. 86:17). En ellas, nos
fortalece mediante su espíritu santo, su Palabra y sus siervos. Además, en las reuniones
podemos dar y recibir ánimo (Rom. 1:11, 12). Una cristiana llamada Sofía dijo: “Jehová y los
hermanos me ayudaron a seguir adelante. Las reuniones eran lo más importante para mí.
He visto que, cuanto más predico y más hago en la congregación, más fácil me resulta hacer
frente a las dificultades y las preocupaciones”.
18. ¿Qué puede darnos Jehová cuando estemos desanimados?
Cuando estemos desanimados, recordemos que Jehová no solo promete eliminar para
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siempre los sufrimientos en el futuro, sino que nos ofrece su ayuda ahora. Él nos da tanto el
deseo como las fuerzas para vencer el desánimo y la desesperación (Filip. 2:13).
19. ¿Qué nos asegura Romanos 8:37-39?
(Lea Romanos 8:37-39). El apóstol Pablo nos asegura que nada puede separarnos del
19
amor de Dios. Ahora bien, ¿cómo podemos ayudar a los hermanos que están luchando por
hacer frente a las dificultades? En el siguiente artículo, veremos cómo ser compasivos y
apoyarlos, igual que hace Jehová.
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Qué aprendemos de la manera como Jehová ayudó a Elías cuando este estaba angustiado?
Teniendo en cuenta el ejemplo de tres siervos de Dios, ¿qué podemos hacer cuando estamos sufriendo?
Memorizar ahora textos bíblicos y canciones del Reino nos ayudará durante la persecución.
Estar convencido de las promesas del Reino dio fuerzas a Stanley Jones /// Nancy Yuen no quiso dejar de
predicar las buenas noticias. /// Valentina Garnovskaya estaba convencida de que Jehová la apoyaba.
ARTÍCULO DE ESTUDIO 27
13:5, 6). Hace muchos años, La Atalaya señaló: “La persona que mejor conozca a Dios será
la que más confiará en él en tiempos de prueba”. Qué gran verdad. Para aguantar la
persecución, debemos amar a Jehová y confiar en él con todo el corazón, sin dudar jamás de
que nos quiere (Mat. 22:36-38; Sant. 5:11).
5. ¿Qué nos ayudará a percibir el amor de Jehová?
Leamos la Biblia a diario con el objetivo de acercarnos más a Jehová (Sant. 4:8).
5
Se siente tan seguro que le cuenta a su padre todo lo que le ha pasado durante el día, tanto lo
bueno como lo malo. Nosotros tendremos esa misma relación con Jehová si le oramos con
sinceridad todos los días (lea Salmo 94:17-19). Derramemos nuestro corazón “justamente
como agua” y contémosle a nuestro cariñoso Padre nuestros temores e inquietudes (Lam.
2:19). El resultado será que sentiremos lo que la Biblia llama “la paz de Dios que supera a
todo pensamiento” (Filip. 4:6, 7). Mientras más oremos así a Jehová, más cerca estaremos de
él (Rom. 8:38, 39).
Confiar en Jehová y en su Reino nos dará valor.
Estar convencido de las promesas del Reino dio fuerzas a Stanley Jones. (Vea el párrafo 7).
7. ¿Por qué debemos convencernos de que se harán realidad las promesas de Dios sobre su Reino?
Convenzámonos de que las bendiciones del Reino de Dios se harán
7
tenemos hacia las reuniones indica si aguantaremos o no cuando venga la persecución (Heb.
10:24, 25). Veamos por qué. Si ahora dejamos que pequeños obstáculos nos impidan ir a una
reunión, ¿qué pasará cuando sea peligroso reunirse con los hermanos? Por otro lado, si
estamos decididos a no faltar a las reuniones, los opositores no lograrán impedírnoslo.
De modo que este es el momento de cultivar amor a las reuniones. Si lo hacemos, ni la
oposición ni las prohibiciones del gobierno nos impedirán obedecer a Dios más bien que a los
hombres (Hech. 5:29).
Memorizar ahora textos bíblicos y canciones del Reino nos ayudará durante la persecución. (Vea el párrafo 9).*
9. ¿Por qué es una buena manera de prepararse para la persecución memorizar textos bíblicos?
Memoricemos nuestros textos favoritos (Mat. 13:52). Es posible que no tengamos una
9
memoria perfecta, pero Jehová puede usar su poderoso espíritu para que los recordemos
(Juan 14:26). Un hermano que estuvo incomunicado en una cárcel de Alemania oriental dijo:
“Me vino muy bien haber memorizado más de doscientos textos, pues pude llenar aquellos
días de inactividad meditando en diversos temas bíblicos”. Aquellos textos lo ayudaron a
permanecer cerca de Jehová y a mantenerse fiel.
(Vea el párrafo 10).*
10. ¿Por qué debemos aprender de memoria canciones de alabanza a Jehová?
Aprendamos de memoria canciones de alabanza a Jehová y cantémoslas. Cuando
10
Pablo y Silas estuvieron encarcelados en Filipos, cantaron a Jehová canciones que habían
memorizado (Hech. 16:25). Nuestros hermanos de la antigua Unión Soviética que fueron
deportados a Siberia hicieron algo parecido para fortalecer la fe. La hermana Mariya Fedun
recordó: “Nos pusimos a entonar cánticos del cancionero, todos los que sabíamos de
memoria”. Dijo que aquellas canciones los animaban a todos y los ayudaban a sentirse más
cerca de Jehová. ¿Nos fortalece cantar nuestras canciones favoritas del cancionero y del sitio
de Internet? Entonces, aprendámoslas de memoria ahora (vea el recuadro “Por ti seré
valiente”).
“Por ti seré valiente”
El programa de la asamblea regional del año 2018 concluyó con una impactante nueva
canción titulada “Por ti seré valiente”. Después de la asamblea, una niña de 8 años llamada
Lumia escribió: “Quiero darles las gracias por la nueva canción. Me llegó al corazón. Mientras
la cantaba, decidí que cuando empiece de nuevo la escuela les diré a mis compañeros que
soy testigo de Jehová. Estoy segura de que Jehová está conmigo”.
Porque hacerlo nos enseña a confiar en Jehová y a vencer el temor a las personas ( Prov.
29:25). Del mismo modo que los músculos se fortalecen con el ejercicio, la valentía se
fortalece cuando predicamos de casa en casa, en lugares públicos, de manera informal y en
los negocios. Si predicamos ahora con valor, estaremos listos para seguir haciéndolo aunque
se proscriba nuestra obra (1 Tes. 2:1, 2).
extraordinario. Una de ellas es Nancy Yuen. Solo medía alrededor de metro y medio (5 pies),
pero no era fácil intimidarla.* Como se negó a dejar de predicar el Reino, estuvo presa unos
veinte años en China. Los funcionarios que la interrogaron dijeron que era “la persona más
testaruda” del país.
en tres ocasiones distintas durante veintiún años.* Estaba tan decidida a seguir predicando
que las autoridades la calificaron de “delincuente especialmente peligrosa”. ¿Por qué fueron
tan valientes estas fieles hermanas? Porque estaban convencidas de que Jehová las
apoyaba.
16. ¿Cuál es la clave del auténtico valor?
Como hemos visto, para ser valientes no debemos centrarnos en nuestras fuerzas o
16
capacidades. Lo que tenemos que hacer es confiar en que Jehová nos apoya y que lucha por
nosotros (Deut. 1:29, 30; Zac. 4:6). Esta es la clave del auténtico valor.
CÓMO ACTUAR CUANDO SOMOS VÍCTIMAS
DEL ODIO
17, 18. Como se indica en Juan 15:18-21, ¿qué dijo Jesús que nos ocurriría, y por qué?
17
Nos gusta que los demás nos respeten, pero no cometamos el error de pensar que no valemos nada si
no somos populares. Jesús dijo: “Felices son ustedes cuando los hombres los odien, y cuando los excluyan y los
vituperen y desechen su nombre como inicuo por causa del Hijo del hombre” ( Luc. 6:22). ¿Qué significan estas
palabras?
18
Jesús no quiso decir que a sus discípulos nos gustaría que nos odiaran, sino que era realista. Somos víctimas
del odio porque no somos parte del mundo, vivimos en conformidad con las enseñanzas de Jesús y predicamos
su mensaje (lea Juan 15:18-21). Deseamos agradar a Jehová. Si la gente nos odia porque amamos a nuestro
Padre, ese es su problema.
19. ¿Cómo imitaremos el ejemplo de los apóstoles?
19
Nunca nos avergoncemos de ser testigos de Jehová por lo que digan o hagan simples seres humanos (Miq.
4:5). Algo que nos ayudará a hacer frente al temor al hombre es analizar el ejemplo que pusieron los apóstoles
en Jerusalén poco después de que se diera muerte a Jesús. Sabían cuánto los odiaban los líderes religiosos
judíos (Hech. 5:17, 18, 27, 28). Aun así, todos los días iban al templo y se presentaban ante la gente como
discípulos de Jesús (Hech. 5:42). No dejaron que el miedo los paralizara. Nosotros también derrotaremos al
temor si siempre nos identificamos como testigos de Jehová, sea en el trabajo, en la escuela o en el vecindario
(Hech. 4:29; Rom. 1:16).
20. ¿Por qué estaban felices los apóstoles aunque eran víctimas del odio?
20
Los apóstoles estaban felices porque sabían la razón por la que se les odiaba. Además, consideraban un honor
sufrir maltrato por hacer la voluntad de Jehová (Luc. 6:23; Hech. 5:41). Tiempo después, el apóstol Pedro
escribió: “Si sufrieran por causa de la justicia, son felices” (1 Ped. 2:19-21; 3:14). Cuando tenemos claro que las
personas nos odian porque hacemos lo correcto, su odio no nos impide seguir sirviendo a Dios.
Miércoles 8 de septiembre
Está permitido hacer algo bueno en sábado (Mat. 12:12).
Jesús y sus seguidores judíos descansaban el sábado porque obedecían la Ley de Moisés.
Pero Jesús mostró por lo que hizo y dijo que había que ser razonables y que ese día estaba
permitido hacer obras buenas (Mat. 12:9-11). No consideraba que realizar una buena acción
violaba la ley del sábado. Sus obras pusieron de relieve un importante motivo para no trabajar
ese día. Como los israelitas descansaban de sus labores diarias, podían centrarse en las
actividades espirituales. La familia de Jesús aprovechaba el sábado para adorar a Dios, como
lo prueba lo que leemos sobre lo que él hizo en la ciudad de Nazaret. La Biblia dice: “Como
era su costumbre en sábado, entró en la sinagoga y se puso de pie para leer” (Luc. 4:15-19).
Además, los discípulos respetaban tanto la ley del sábado que detuvieron hasta el día
siguiente la preparación de las especias aromáticas y aceites perfumados con los que
untarían el cuerpo de Jesús (Luc. 23:55, 56). w19.12 4 párr. 10
LEER LA BIBLIA
(Mat. 12:12). (Mat. 12:9-11)). (Luc. 4:15-19)). (Luc. 23:55, 56).
La familia de Jesús dedicaba el sábado a las actividades espirituales. /// Ser equilibrados con respecto al
trabajo y el descanso nos permite centrarnos en actividades que nos hacen sentir bien
ARTÍCULO DE ESTUDIO 49
“Hay un tiempo determinado” para
trabajar y para descansar
“Vengan [...] a un lugar retirado para que descansen un poco” (MAR. 6:31).
CANCIÓN 143 ¡Hay que seguir vigilantes!
AVANCE*
1. ¿Cómo ven muchas personas el trabajo?
¿CÓMO ven el trabajo la mayoría de las personas donde vivimos? En muchos países, la
gente trabaja más que nunca. Como consecuencia, muchos están tan ocupados que
no tienen tiempo para descansar, estar con su familia ni satisfacer sus necesidades
espirituales (Ecl. 2:23). Por otro lado, hay gente a la que no le gusta trabajar y pone excusas
para no hacerlo (Prov. 26:13, 14).
2, 3. ¿Qué ejemplo nos ponen Jehová y Jesús?
2
Estas actitudes no son equilibradas. Pero ¿qué piensan Jehová y Jesús del trabajo? No hay
duda de que a Jehová le gusta trabajar. Jesús lo dejó claro al decir: “Mi Padre hasta ahora
sigue trabajando, y yo también sigo trabajando” (Juan 5:17). Pensemos en la innumerable
cantidad de seres espirituales que hizo y en el inmenso universo, así como en las muchas
cosas que creó en el hermoso planeta que habitamos. Con razón el salmista dijo: “¡Cuántas
son tus obras, oh, Jehová! Con sabiduría las has hecho todas. La tierra está llena de tus
creaciones” (Sal. 104:24).
3
Jesús, la sabiduría personificada, copió el ejemplo de su Padre. Ayudó a Dios cuando este
“preparó los cielos”, y estaba junto a él “como un obrero experto” (Prov. 8:27-31). Mucho
tiempo después, cuando estuvo en la Tierra, hizo un magnífico trabajo. Este era para él como
alimento, y todas sus obras demostraron que Dios lo había enviado (Juan 4:34; 5:36; 14:10).
4. ¿Qué aprendemos de Jehová y Jesús sobre el descanso?
¿Indican los ejemplos de Jehová y Jesús que no es necesario que descansemos? Claro que
4
no. Jehová no se cansa nunca, así que no necesita descansar como nosotros. Pero la Biblia
dice que, después de crear los cielos y la Tierra, “dejó de trabajar y descansó” (Éx. 31:17).
Estas palabras al parecer significan que dejó de crear y que dedicó tiempo a disfrutar de lo
que había hecho. Y, en cuanto a Jesús, aunque trabajó mucho cuando estuvo en la Tierra,
también pasó tiempo descansando y disfrutando de comer con sus amigos (Mat. 14:13; Luc.
7:34).
5. ¿Qué les resulta difícil a muchos?
La Biblia nos dice a los siervos de Dios que seamos trabajadores, no perezosos (Prov.
5
15:19). Puede que trabajemos para mantener a nuestra familia. Y todos los cristianos
tenemos la obligación de predicar las buenas noticias. No obstante, también necesitamos
descansar suficiente. ¿Nos resulta difícil equilibrar el tiempo que dedicamos al trabajo, al
ministerio y al descanso? ¿Cómo sabemos cuánto trabajar y cuánto descansar?
CÓMO ENCONTRAR EL EQUILIBRIO
6. ¿Cómo demuestra Marcos 6:30-34 que Jesús era equilibrado respecto al trabajo y el descanso?
6
Es importante ser equilibrados respecto al trabajo. El rey Salomón escribió por inspiración
que “hay un tiempo determinado [...] para cada actividad”, y mencionó entre otras cosas
plantar, construir, llorar, reír y bailar (Ecl. 3:1-8). Está claro que trabajar y descansar son dos
aspectos fundamentales de la vida. Jesús veía los dos con equilibrio. En una ocasión, los
apóstoles regresaron de una gira de predicación. Estaban tan ocupados que “no tenían
tiempo ni para comer”. Jesús les dijo: “Vengan conmigo; vamos solos a un lugar retirado para
que descansen un poco” (lea Marcos 6:30-34). Ni él ni sus discípulos descansaban siempre
todo lo que deseaban. Pero Jesús sabía que todos ellos necesitaban descansar.
7. ¿Cómo nos ayudará estudiar la ley del sábado?
A veces, hace falta descansar un poco o cambiar de actividad. Lo demuestra un mandato
7
que Jehová dio a los israelitas en la Ley de Moisés: tenían que guardar el sábado semanal.
Nosotros no estamos bajo la Ley mosaica, pero podemos sacar provecho de estudiar lo que
decía sobre el sábado. Lo que aprendamos nos ayudará a analizar cómo vemos el trabajo y el
descanso.
EL SÁBADO ERA UN DÍA PARA DESCANSAR Y
ADORAR A DIOS
8. Según Éxodo 31:12-15, ¿qué debían hacer los israelitas el sábado?
La Palabra de Dios dice que después de seis “días” Jehová dejó de hacer obras creativas en
8
la Tierra (Gén. 2:2). No obstante, a Jehová le gusta trabajar, así que ha seguido haciéndolo
en otros aspectos (Juan 5:17). La ley del sábado seguía un modelo parecido al descrito en
Génesis, es decir, trabajar seis días y descansar el séptimo. Dios dijo que el sábado era una
señal entre él e Israel. Era un día “de descanso completo” y “santo para Jehová” (lea Éxodo
31:12-15). Todo el mundo tenía prohibido trabajar, incluidos los niños y los esclavos.
Ni siquiera podían trabajar los animales domésticos (Éx. 20:10). Esto les permitía a los
israelitas dar más atención a los asuntos espirituales.
9. ¿Qué ideas erróneas sobre el sábado había en los días de Jesús?
El sábado era bueno para los siervos de Dios. Sin embargo, muchos líderes religiosos de los
9
días de Jesús impusieron normas muy rígidas sobre cómo guardarlo. Decían que no estaba
permitido ni siquiera arrancar unas espigas o curar a un enfermo (Mar. 2:23-27; 3:2-5). Estas
ideas no reflejaban el modo de pensar de Jehová, y Jesús lo dejó claro a quienes lo
escuchaban.
Moisés.* Pero Jesús mostró por lo que hizo y dijo que había que ser razonables y que ese día
estaba permitido hacer obras buenas. Dijo claramente: “Está permitido hacer algo bueno en
sábado” (lea Mateo 12:9-12). No consideraba que realizar una buena acción violaba la ley del
sábado. Sus obras pusieron de relieve un importante motivo para no trabajar ese día. Como
los israelitas descansaban de sus labores diarias, podían centrarse en las actividades
espirituales. La familia de Jesús aprovechaba el sábado para adorar a Dios, como lo prueba lo
que leemos sobre lo que él hizo en la ciudad de Nazaret. La Biblia dice: “Como era su
costumbre en sábado, entró en la sinagoga y se puso de pie para leer” (Luc. 4:15-19).
¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD HACIA EL
TRABAJO?
11. ¿Quién le puso a Jesús un buen ejemplo de lo que es trabajar duro?
Seguramente, mientras José le enseñaba el oficio de carpintero a Jesús, su hijo adoptivo,
11
aprovechó para enseñarle cómo ve Dios el trabajo (Mat. 13:55, 56). Y Jesús debió ver a José
trabajar mucho un día tras otro para mantener a su numerosa familia. Cabe destacar que
Jesús les dijo a sus discípulos tiempo después: “El trabajador merece su paga” (Luc. 10:7).
Así que él sabía lo que era trabajar duro.
12. ¿Qué textos muestran lo que enseña la Biblia sobre trabajar duro?
El apóstol Pablo también sabía lo que era trabajar duro. Se dedicaba sobre todo a dar
12
testimonio del nombre y el mensaje de Jesús. Pero también trabajaba para mantenerse. Los
tesalonicenses sabían que había trabajado “día y noche sin descanso y con mucho esfuerzo a
fin de no ser una carga económica” para nadie (2 Tes. 3:8; Hech. 20:34, 35). Con estas
palabras, tal vez se refería a lo que hizo en Corinto. Allí se quedó con Áquila y Priscila y
“trabajó con ellos”, pues “su oficio era hacer tiendas de campaña”. El que dijera que trabajó
“día y noche” no significa que no parara. Por ejemplo, aprovechaba los sábados para predicar
a los judíos, que tampoco trabajaban ese día (Hech. 13:14-16, 42-44; 16:13; 18:1-4).
13. ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Pablo?
El apóstol Pablo dio un buen ejemplo. A pesar de que tuvo que trabajar, se aseguró de
13
participar con regularidad “en la obra santa de las buenas noticias de Dios” (Rom.
15:16; 2 Cor. 11:23). Animó a los demás a hacer lo mismo que él. Por consiguiente, Áquila y
Priscila fueron sus “colaboradores en Cristo Jesús” (Rom. 12:11; 16:3). Pablo aconsejó a los
corintios que estuvieran “muy ocupados en la obra del Señor” (1 Cor. 15:58; 2 Cor. 9:8).
Y escribió por inspiración: “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma” (2 Tes. 3:10).
14. ¿Qué quiso decir Jesús con las palabras de Juan 14:12?
La obra más importante en estos últimos días es la de predicar y hacer discípulos. Jesús
14
predijo que sus seguidores harían obras mayores que las suyas (lea Juan 14:12). No quería
decir que harían milagros, igual que él, sino que predicarían y enseñarían en un territorio más
extenso, a más gente y durante más tiempo que él.
15. ¿Qué preguntas debemos hacernos, y por qué?
15
Si tenemos un empleo, preguntémonos: “¿Se me conoce como un buen trabajador? ¿Termino mi
trabajo a tiempo y lo hago lo mejor que sé?”. Si nuestra respuesta es afirmativa, es probable que
nuestro jefe confíe en nosotros y que nuestros compañeros estén más dispuestos a escuchar el
mensaje de las buenas noticias. Por otro lado, con relación a nuestra obra de predicar y hacer
discípulos, preguntémonos: “¿Se me conoce como alguien que se esfuerza mucho en el ministerio?
¿Me preparo bien las visitas iniciales? ¿Vuelvo a visitar enseguida a las personas que muestran
interés? Y ¿participo con regularidad en las diversas facetas del ministerio?”. Si respondemos
afirmativamente, es probable que disfrutemos de nuestra labor.
Ser equilibrados con respecto al trabajo y el descanso nos permite centrarnos en actividades que nos hacen
sentir bien. (Vea el párrafo 17).*
17. ¿Qué hacemos con nuestro tiempo libre?
Tratamos de imitar a Jesús utilizando nuestro tiempo libre no solo para descansar, sino para
17
predicar y asistir a las reuniones. De hecho, consideramos tan importantes estas dos
actividades sagradas que hacemos todo lo posible por llevarlas a cabo con regularidad ( Heb.
10:24, 25). Es más, asistimos a las reuniones y buscamos oportunidades de hablar de la
verdad con las personas incluso cuando estamos de vacaciones, no importa dónde (2 Tim.
4:2).
18. ¿Qué desea nuestro Rey, Jesucristo, que hagamos?
Cuánto agradecemos que nuestro Rey, Jesucristo, sea razonable y nos ayude a tener una
18
actitud equilibrada hacia el trabajo y el descanso (Heb. 4:15). Desea que descansemos lo
necesario. Y también desea que trabajemos duro para cubrir nuestras necesidades y que nos
esforcemos por participar en la agradable obra de hacer discípulos. En el próximo artículo,
vamos a ver qué ha hecho Jesús para liberarnos de una cruel forma de esclavitud.
¿A qué podían dedicar los israelitas el sábado, y qué nos enseña eso a nosotros?
¿Por qué es importante tener una actitud equilibrada hacia el trabajo y hacia el descanso?
Los discípulos respetaban tanto la ley del sábado que detuvieron hasta el día siguiente la
preparación de las especias aromáticas y aceites perfumados con los que untarían el cuerpo
de Jesús (Luc. 23:55, 56).
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. José lleva a su familia a la sinagoga en sábado.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Un padre que trabaja para mantener a su familia emplea el
tiempo libre para las actividades espirituales, incluso cuando él y su familia están de
vacaciones.
Jueves 9 de septiembre
No tenían esperanza (Efes. 2:12).
Todos los evangelizadores cristianos ayudamos a encontrar a las personas sinceras. Nuestra
labor podría compararse a la búsqueda de un niño perdido. ¿En qué sentido? Veamos un
caso real. Para buscar a un niño de tres años que se había perdido, colaboraron unas
quinientas personas. Por fin, unas veinte horas después de perderse el niño, un voluntario lo
encontró en un campo de maíz. Pero no quiso llevarse el mérito por localizarlo, sino que dijo:
“Lo encontramos gracias al esfuerzo de cientos de personas”. Muchos se sienten perdidos
como ese niño. No tienen esperanza, pero desean recibir ayuda. Más de ocho millones de
testigos de Jehová estamos buscando a esas personas. Quizás nosotros personalmente
no encontremos a nadie que quiera estudiar la Biblia, pero otros publicadores que predican en
el mismo territorio sí. Cuando un hermano encuentra a alguien que llega a ser discípulo de
Cristo, todos tenemos motivos para alegrarnos. w19.07 16, 17 párrs. 9, 10
LEER LA BIBLIA
(Efes. 2:12).
Los Testigos de todo el mundo ayudan a encontrar a las personas sinceras. /// Ayudemos con paciencia a
nuestros estudiantes a progresar en sentido espiritual.
ARTÍCULO DE ESTUDIO 29
“Vayan [...] y hagan discípulos”
“Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones”
(MAT. 28:19).
CANCIÓN 60 Hay vidas en juego
AVANCE*
1, 2. a) Según el mandato de Jesús registrado en Mateo 28:18-20, ¿cuál es la misión principal de la
congregación cristiana? b) ¿Qué preguntas responderemos en este artículo?
LOS apóstoles debían estar muy emocionados cuando se reunieron en la ladera de una
montaña. Jesús les había pedido después de su resurrección que se encontraran con él allí
(Mat. 28:16). Quizás esa fue la ocasión en la que “se apareció a más de quinientos hermanos
de una vez” (1 Cor. 15:6). ¿Por qué organizó Jesús esta reunión? Para darles a sus
seguidores este emocionante trabajo: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de
todas las naciones” (lea Mateo 28:18-20).
2
Quienes escucharon las palabras de Jesús llegaron a formar parte de la congregación
cristiana del siglo primero. Su misión principal era hacer más discípulos de Cristo.* En
nuestros días, por toda la Tierra hay decenas de miles de congregaciones de cristianos
verdaderos. Y siguen realizando esa misma labor fundamental. En este artículo,
responderemos cuatro preguntas: ¿Por qué es tan importante hacer discípulos? ¿Qué implica
esta obra? ¿Contribuyen todos los cristianos de alguna manera a cumplir con ella? Y ¿por
qué debemos ser pacientes al llevarla a cabo?
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE HACER
DISCÍPULOS?
3. Según Juan 14:6 y 17:3, ¿por qué es tan importante la obra de hacer discípulos?
¿Por qué es tan importante la obra de hacer discípulos? Porque solo los que siguen a Cristo
3
pueden ser amigos de Dios. Además, tienen una vida mejor ahora y la perspectiva de
alcanzar vida eterna en el futuro (lea Juan 14:6; 17:3). Es cierto que Jesús nos ha confiado
una seria responsabilidad, pero no estamos solos. El apóstol Pablo dijo que él y otros
cristianos eran “colaboradores de Dios” (1 Cor. 3:9). Sin duda, Jehová y Cristo nos han
concedido un gran honor a los seres humanos imperfectos.
4. ¿Qué aprendemos de lo que les pasó a Iván y Matilde?
La obra de hacer discípulos puede darnos mucha felicidad. Veamos lo que les pasó a Iván y
4
Matilde, un matrimonio de Colombia. Le predicaron a un joven llamado Davier, que les dijo:
“Me gustaría hacer cambios en mi vida, pero no puedo”. Davier era un boxeador profesional
que consumía drogas y bebía en exceso. Además, vivía con su novia, Érika. Iván cuenta:
“Empezamos a visitarlo en el apartado pueblo donde vivía. Teníamos que viajar muchas horas
en bicicleta por caminos llenos de lodo. Cuando Érika vio los cambios en la conducta y la
actitud de Davier, empezó a estudiar la Biblia también”. Con el tiempo, este joven dejó las
drogas, la bebida y el boxeo. También se casó con su novia. Matilde dice: “Cuando Davier y
Érika se bautizaron, en el 2016, recordamos lo que él decía: ‘Me gustaría cambiar, pero
no puedo’. No pudimos contener las lágrimas”. Es evidente que sentimos una inmensa
felicidad cuando ayudamos a alguien a ser seguidor de Cristo.
¿QUÉ IMPLICA HACER DISCÍPULOS?
5. ¿Cuál es el primer paso para hacer discípulos?
El primer paso es buscar a quienes desean conocer a Jehová (Mat. 10:11). Demostramos
5
que somos verdaderos testigos de Jehová si hablamos con todas las personas a las que
encontramos. Y demostramos que somos auténticos cristianos si obedecemos el mandato de
Jesús de predicar.
parecen indiferentes al principio, y tal vez tengamos que despertar su interés. Para tener éxito
en la predicación, necesitamos saber bien qué vamos a decir. Escojamos temas que
probablemente llamen la atención de las personas y pensemos en cómo presentarlos.
7. a) ¿Cómo podríamos empezar una conversación? b) ¿Por qué cree usted que es importante que escuchemos
y que mostremos respeto?
Por ejemplo, podríamos decir: “Me gustaría saber su opinión sobre el siguiente tema. Hoy
7
día, nos enfrentamos en todas partes a muchos problemas. ¿Cree que hace falta un gobierno
mundial para resolverlos?”. Después, podríamos leer y comentar Daniel 2:44. O quizás
podríamos decir: “Me gustaría hacerle una pregunta. ¿Cuál cree que es la clave para tener
hijos bien educados?”. Entonces, podríamos analizar Deuteronomio 6:6, 7. Sea cual sea el
tema que escojamos, pensemos en las personas con las que vamos a hablar. Imaginemos
cómo las beneficiará aprender lo que la Biblia enseña de verdad. Cuando hablemos con ellas,
es importante que las escuchemos y que respetemos su opinión. De este modo, las
comprenderemos mejor y será más probable que nos escuchen.
8. ¿Por qué no debemos cansarnos de hacer revisitas?
Antes de que una persona decida estudiar la Biblia, quizás tengamos que dedicar tiempo y
8
esfuerzo a volver a visitarla varias veces. ¿Por qué? En primer lugar, porque es posible que
no esté en casa cuando volvamos o que no pueda atendernos. Además, tal vez hagan falta
varias visitas para que se sienta a gusto con nosotros y acepte el curso bíblico. Recordemos
que es más probable que una planta crezca si la regamos a menudo. Del mismo modo, es
más probable que crezca el amor de una persona por Jehová y Cristo si hablamos con ella
con frecuencia de la Palabra de Dios.
¿CONTRIBUIMOS TODOS DE ALGUNA MANERA
A CUMPLIR CON ESTA OBRA?
Los Testigos de todo el mundo ayudan a encontrar a las personas sinceras. (Vea los párrafos 9 y 10).*
9, 10. ¿Por qué decimos que todos los evangelizadores ayudamos a encontrar a las personas sinceras?
9
Todos los evangelizadores cristianos ayudamos a encontrar a las personas sinceras. Nuestra
labor podría compararse a la búsqueda de un niño perdido. ¿En qué sentido? Veamos un
caso real. Para buscar a un niño de tres años que se había perdido, colaboraron unas
quinientas personas. Por fin, unas veinte horas después de perderse el niño, un voluntario lo
encontró en un campo de maíz. Pero no quiso llevarse el mérito por localizarlo, sino que dijo:
“Lo encontramos gracias al esfuerzo de cientos de personas”.
10
Muchos se sienten perdidos como ese niño. No tienen esperanza, pero desean recibir ayuda
(Efes. 2:12). Más de ocho millones de testigos de Jehová estamos buscando a esas
personas. Quizás nosotros personalmente no encontremos a nadie que quiera estudiar la
Biblia, pero otros publicadores que predican en el mismo territorio sí. Cuando un hermano
encuentra a alguien que llega a ser discípulo de Cristo, todos tenemos motivos para
alegrarnos.
11. Aunque no dirijamos un curso bíblico, ¿de qué otras maneras podemos contribuir a hacer discípulos?
Aunque ahora mismo no dirijamos un curso bíblico, podemos contribuir de otras maneras a
11
hacer discípulos. Por ejemplo, cuando alguien nuevo viene al Salón del Reino, podemos darle
la bienvenida y hacer que se sienta bien. Así lo ayudamos a convencerse de que el amor nos
identifica como cristianos verdaderos (Juan 13:34, 35). Por otro lado, las respuestas que
damos en las reuniones, aunque sean breves, pueden enseñarle a expresar sus convicciones
con sinceridad y respeto. También podemos salir a predicar con un publicador nuevo y
ayudarlo a usar la Biblia para razonar con las personas. Al hacer esto, le enseñamos a copiar
el ejemplo de Cristo (Luc. 10:25-28).
discípulo de Jesús. El ejemplo de Faustina, que vive en Bolivia, nos ayuda a entender por
qué. Cuando conoció a los testigos de Jehová, no sabía leer, pero ha aprendido un poco.
Ahora está bautizada, y le encanta enseñar la verdad a la gente. Por lo general, dirige cinco
cursos bíblicos cada semana. Aunque Faustina no sabe leer tan bien como la mayoría de sus
estudiantes, ha ayudado a seis personas a tomar la decisión de bautizarse (Luc. 10:21).
13. Aunque estemos muy ocupados, ¿qué bendiciones podemos recibir si participamos en la obra de hacer
discípulos?
Muchos cristianos tienen que atender importantes responsabilidades y por ello están muy
13
ocupados. Aun así, sacan tiempo para dirigir cursos bíblicos, una obra que les da mucha
felicidad. Veamos el ejemplo de Melanie. Era una madre sola con una hija de ocho años.
Además, tenía un trabajo de jornada completa y ayudaba a cuidar a su padre, que padecía
cáncer. Vivía en un pueblo apartado de Alaska, donde era la única testigo de Jehová. Una y
otra vez le pedía a Dios que le diera fuerzas para salir a predicar a pesar del frío, pues
deseaba encontrar a alguien a quien enseñar lo que dice la Biblia. Finalmente, encontró a
Sara, que se emocionó al ver que Dios tiene un nombre. Pasado algún tiempo, esta mujer
aceptó un curso de la Biblia. Melanie explica: “Los viernes por la tarde estaba agotada. Pero
mi hija y yo íbamos a darle las clases de la Biblia, y eso nos hacía mucho bien. Nos
encantaba buscar información para responder las preguntas de Sara, y nos hizo muy felices
verla hacerse amiga de Jehová”. Sara se enfrentó con valor a la oposición, dejó su iglesia y se
bautizó.
encontrar a posibles discípulos. Recordemos que Jesús comparó esta obra a la pesca. Los
pescadores pueden estar muchas horas trabajando sin capturar un solo pez. A menudo
trabajan durante la noche o de madrugada, y a veces tienen que navegar largas distancias
(Luc. 5:5). De manera similar, algunos Testigos pasan muchas horas “pescando” con
paciencia a horas y en lugares diferentes. Lo hacen para tener mayores posibilidades de
encontrar a más personas. Quienes realizan este esfuerzo especial por lo general logran
hablar con personas que se interesan en nuestro mensaje. ¿Podríamos predicar en un
momento del día o en un lugar en el que sea más probable encontrar a la
gente? (Lea 2 Timoteo 4:1, 2).
Ayudemos con paciencia a nuestros estudiantes a progresar en sentido espiritual. (Vea los párrafos 15 y 16).*
15. ¿Por qué hace falta paciencia al dirigir cursos bíblicos?
¿Por qué hace falta paciencia al dirigir cursos bíblicos? Una razón es que no solo tenemos
15
que ayudar al estudiante a conocer y amar las enseñanzas de la Biblia. También debemos
ayudarlo a conocer y amar a su Autor, Jehová. Y, además de enseñarle qué pide Jesús de
sus discípulos, tenemos que ayudarlo a saber cómo ser un cristiano verdadero. Debemos
estar a su lado mientras lucha por poner en práctica los principios bíblicos. Algunos
estudiantes logran cambiar su manera de pensar y sus hábitos en unos pocos meses,
mientras que otros necesitan más tiempo.
16. ¿Qué aprendemos de la experiencia de Raúl?
Lo que le ocurrió a un misionero en Perú pone de relieve las ventajas de ser paciente. Él
16
contó: “Un estudiante de la Biblia llamado Raúl había estudiado ya dos libros. Pero seguía
teniendo graves problemas en su vida. Su matrimonio era un desastre, su lenguaje era sucio y
a sus hijos se les hacía difícil respetarlo. Pero, como venía a las reuniones con regularidad,
seguí visitándolos a él y su familia. Más de tres años después de conocerlo, llenó los
requisitos para bautizarse”.
17. ¿Qué analizaremos en el siguiente artículo?
Jesús nos dijo que fuéramos e hiciéramos “discípulos de gente de todas las naciones”. Para
17
obedecer este mandato, muchas veces tenemos que hablar con personas que piensan de
manera muy distinta a nosotros, incluso con aquellas que no tienen ninguna religión o
no creen en la existencia de Dios. En el siguiente artículo, analizaremos cómo presentarles el
mensaje del Reino.
¿CUÁL ES SU RESPUESTA?
¿Por qué es importante hacer discípulos?
IDEA IMPORTANTE: Los discípulos de Cristo hacen más que solo aprender lo que él enseñó. Lo ponen en
práctica. Se esfuerzan por seguir sus pasos o ejemplo lo más fielmente posible (1 Ped. 2:21).
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. En un aeropuerto, un hombre que sale de vacaciones se lleva un tratado de
uno de nuestros carritos. Después, mientras hace turismo, ve a otros Testigos en la predicación pública. Cuando
regresa a su casa, unos publicadores lo visitan.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. El mismo hombre acepta un curso bíblico. Con el tiempo, llena los requisitos
para el bautismo.
Viernes 10 de septiembre
Prosigo hacia la meta (Filip. 3:14).
El apóstol Pablo les recordó a los cristianos de Filipos que debían seguir corriendo con
aguante. La congregación de aquella ciudad sufrió dura oposición desde sus inicios. Todo
comenzó hacia el año 50, cuando Pablo y Silas llegaron a Filipos tras recibir la invitación de
Dios de ir a Macedonia (Hech. 16:9). Allí encontraron a una mujer llamada Lidia, que los
escuchó. Jehová le abrió el corazón para que prestara atención a las buenas noticias ( Hech.
16:14). Poco después, ella y todos los que vivían en su casa se bautizaron. Sin embargo, el
Diablo no se quedó de brazos cruzados. Unos hombres de la ciudad arrastraron a Pablo y a
Silas ante los magistrados civiles y los acusaron falsamente de causar disturbios. Como
consecuencia, golpearon a Pablo y a Silas, los encarcelaron y les pidieron que abandonaran
la ciudad (Hech. 16:16-40). ¿Se rindieron? Jamás. ¿Y los hermanos de aquella congregación
recién formada? Su reacción fue admirable, pues también aguantaron. No cabe duda de que
los animó el buen ejemplo que les dieron Pablo y Silas. w19.08 2 párrs. 1, 2
LEER LA BIBLIA
(Filip. 3:14). (Hech. 16:9). (Hech. 16:14; Luc. 7:34). (Prov. 15:19).
En la carrera por la vida, debemos evitar las distracciones y estar centrados en la meta. /// La esperanza de
Royal y Pearl Spatz no se hizo realidad en 1914, pero siguieron fieles durante muchas décadas.
Incluso cuando era muy mayor, Arthur Secord deseaba seguir progresando. /// Anatoly y Lidiya Melnik fueron
fieles aunque pasaron por muchas pruebas.
oposición desde sus inicios. Todo comenzó hacia el año 50, cuando Pablo y Silas llegaron a
aquella ciudad tras recibir la invitación de Dios de ir a Macedonia (Hech. 16:9). Allí
encontraron a una mujer llamada Lidia, que los escuchó. Jehová le abrió el corazón para que
prestara atención a las buenas noticias (Hech. 16:14). Poco después, ella y todos los que
vivían en su casa se bautizaron. Sin embargo, el Diablo no se quedó de brazos cruzados.
Unos hombres de la ciudad arrastraron a Pablo y a Silas ante los magistrados civiles y los
acusaron falsamente de causar disturbios. Como consecuencia, golpearon a Pablo y a Silas,
los encarcelaron y les pidieron que abandonaran la ciudad (Hech. 16:16-40). ¿Se rindieron?
Jamás. ¿Y los hermanos de aquella congregación recién formada? Su reacción fue admirable,
pues también aguantaron. No cabe duda de que los animó el buen ejemplo que les dieron
Pablo y Silas.
3. ¿Qué sabía Pablo, y qué preguntas vamos a analizar?
Pablo estaba decidido a no rendirse (2 Cor. 4:16). No obstante, sabía que para terminar la
3
carrera debía estar centrado en la meta. ¿Qué aprendemos de él? ¿Qué ejemplos de fe de
nuestros días nos enseñan que podemos aguantar pese a los obstáculos? ¿Y cómo nos
ayuda nuestra esperanza para el futuro a fortalecer nuestra resolución de no rendirnos?
QUÉ PROVECHO SACAMOS DEL EJEMPLO
DE PABLO
4. ¿Qué hizo Pablo a pesar de la situación en la que estaba?
Veamos en qué situación se encontraba Pablo cuando escribió a los filipenses y cómo se
4
esforzaba. Estaba bajo arresto domiciliario en Roma, así que no podía salir a predicar. Aun
así, se mantuvo ocupado dando testimonio a quienes lo visitaban y escribiendo cartas a
congregaciones lejanas. Del mismo modo, hoy día muchos cristianos que no pueden salir de
su hogar aprovechan para predicar cuando alguien va a su casa. También escriben cartas
animadoras a personas a las que no es posible visitar.
5. De acuerdo con lo que dijo en Filipenses 3:12-14, ¿qué ayudó a Pablo a no perder de vista la meta?
Pablo no permitió que lo distrajeran ni sus logros del pasado ni los errores que había
5
cometido. De hecho, dijo que olvidar “las cosas que quedan atrás” era esencial a fin de
estirarse para alcanzar las cosas por venir, esto es, terminar con éxito la carrera
cristiana (lea Filipenses 3:12-14). ¿Qué pudo haberlo distraído? Primero, sus impresionantes
logros en el judaísmo. Pero él consideraba esas cosas como “un montón de basura” ( Filip.
3:3-8). Segundo, el sentimiento de culpa por haber perseguido a los cristianos. Pero
no permitió que esto lo paralizara. Y, tercero, lo que había hecho en su servicio cristiano.
Obtuvo muy buenos resultados aunque había sido encarcelado, golpeado y hasta apedreado,
había sufrido naufragios y no había tenido qué comer y qué ponerse. Pero nunca pensó que
ya había hecho suficiente (2 Cor. 11:23-27). Pese a todos sus logros y sufrimientos, sabía que
tenía que seguir adelante. Y nosotros debemos hacer lo mismo.
6. ¿Qué “cosas que quedan atrás” tal vez tengamos que olvidar?
¿Cómo podemos olvidar “las cosas que quedan atrás”, igual que hizo Pablo? Puede que
6
algunos tengamos que vencer el sentimiento de culpa por pecados que cometimos en el
pasado. En tal caso, ¿por qué no dedicamos tiempo a investigar sobre el rescate? Estudiar,
meditar y orar sobre este tema animador nos ayudará a librarnos de los sentimientos de culpa
innecesarios, pues comprenderemos y aceptaremos que Jehová ha perdonado nuestros
pecados. Veamos otra lección que aprendemos de Pablo. Algunos Testigos han renunciado a
trabajos muy bien pagados a fin de hacer más por el Reino. Si ese es nuestro caso, olvidar las
cosas que quedan atrás implica no anhelar las oportunidades que dejamos pasar (Núm. 11:4-
6; Ecl. 7:10). Entre “las cosas que quedan atrás” podrían estar también nuestros logros en el
servicio a Jehová o las pruebas que hemos afrontado. Claro, recordar cómo nos ha bendecido
y apoyado nuestro Padre a lo largo de los años puede acercarnos más a él. Sin embargo,
no queremos dormirnos en los laureles y pensar que ya hemos hecho suficiente (1 Cor.
15:58).
En la carrera por la vida, debemos evitar las distracciones y estar centrados en la meta. (Vea el párrafo 7).
7. Según 1 Corintios 9:24-27, ¿qué es necesario hacer para ganar la carrera? Ponga un ejemplo.
Pablo comprendía bien estas palabras de Jesús: “Esfuércense vigorosamente” (Luc.
7
13:23, 24). El apóstol sabía que, igual que Cristo, debía esforzarse hasta el mismo fin. Por
eso comparó la vida del cristiano a una carrera (lea 1 Corintios 9:24-27). Los corredores se
centran en la línea de meta y evitan lo que los distrae. Por ejemplo, en una carrera urbana, los
participantes puede que pasen delante de algunos negocios y otras posibles distracciones.
¿Verdad que ningún corredor se pararía a mirar lo que ofrecen las tiendas? Por supuesto que
no, pues su deseo es ganar. Igualmente, en la carrera por la vida nosotros debemos evitar
distraernos. Si nos centramos en la meta y nos esforzamos al máximo, como hizo Pablo,
ganaremos el premio.
NO NOS RINDAMOS A PESAR DE
LAS DIFICULTADES
8. ¿Qué tres situaciones vamos a analizar?
8
Analicemos ahora tres situaciones que podrían hacernos bajar el ritmo. Son las expectativas
que tardan en cumplirse, la pérdida de las fuerzas físicas y las pruebas que duran mucho
tiempo. Ver qué han hecho otros siervos de Dios nos enseñará algunas lecciones (Filip. 3:17).
9. ¿Qué efecto puede tener en nosotros que tarden en cumplirse nuestras expectativas?
Las expectativas que tardan en cumplirse. Es natural que deseemos que se hagan
9
realidad las maravillosas promesas de Dios. De hecho, cuando el profeta Habacuc expresó lo
mucho que deseaba que se pusiera fin a la maldad en Judá, Jehová le dijo que se mantuviera
a la expectativa (Hab. 2:3). No obstante, nuestro entusiasmo puede enfriarse si tenemos la
sensación de que nuestras expectativas tardan en cumplirse. Puede que hasta nos
desanimemos (Prov. 13:12). Eso es lo que ocurrió a principios del siglo veinte. En aquel
tiempo, muchos cristianos ungidos esperaban ir al cielo en 1914. ¿Qué hicieron los fieles
cuando no se cumplieron sus expectativas?
La esperanza de Royal y Pearl Spatz no se hizo realidad en 1914, pero siguieron fieles durante muchas
décadas. (Vea el párrafo 10).
10. ¿Qué hizo un leal matrimonio cristiano cuando no se cumplieron sus expectativas?
Veamos el caso de dos hermanos leales que se enfrentaron a esta situación, Royal y Pearl
10
Spatz. El hermano Spatz se bautizó en 1908, a la edad de 20 años. Estaba muy seguro de
que pronto recibiría su recompensa. De hecho, cuando le pidió matrimonio a Pearl, en 1911,
le dijo: “Ya sabes lo que va a pasar en 1914. Si vamos a casarnos, mejor que lo hagamos
pronto”. ¿Abandonó la carrera por la vida este matrimonio cristiano cuando no fueron al cielo
en 1914? No, porque estaban centrados en servir fieles a Dios, no en obtener un galardón.
Estaban resueltos a correr la carrera con aguante. Y lo hicieron. Permanecieron activos y
fieles durante muchas décadas, hasta que terminaron su vida en la Tierra. No hay duda de
que deseamos ver que Jehová vindique su nombre y su soberanía, y que cumpla todas sus
promesas. Podemos estar seguros de que todo esto ocurrirá en el momento que él ha
determinado. Hasta entonces, sigamos ocupados en el servicio a Dios y no permitamos nunca
que nos desanime o nos haga bajar el ritmo ver que nuestras expectativas tardan en
cumplirse.
Incluso cuando era muy mayor, Arthur Secord deseaba seguir progresando. (Vea el párrafo 11).
11, 12. ¿Por qué podemos seguir adelante aunque ya no tengamos tantas fuerzas como antes? Dé un ejemplo.
La pérdida de las fuerzas físicas. A diferencia de un corredor literal, no necesitamos estar
11
fuertes físicamente para continuar avanzando en la carrera cristiana. Es más, muchos que ya
no tienen tantas fuerzas como antes siguen completamente decididos a crecer en sentido
espiritual (2 Cor. 4:16). Veamos el ejemplo del hermano Arthur Secord.* Un día, cuando ya
llevaba cincuenta y cinco años en Betel y tenía 88 años de edad, una enfermera que lo
cuidaba lo miró y le dijo con cariño: “Hermano Secord, este cuerpo se ha gastado en el
servicio a Jehová”. Pero Arthur no vivía de los recuerdos. La miró fijamente a los ojos, le
sonrió y le contestó: “Sí, es verdad. Pero lo importante no es lo que hemos hecho, sino lo que
hagamos a partir de ahora”.
12
¿Hemos servido a Jehová muchos años y ahora la salud no nos permite hacer tanto como
antes? Si ese es el caso, no nos desanimemos. Podemos estar seguros de que Jehová valora
todo lo que hicimos en el pasado (Heb. 6:10). Y, en cuanto al presente, recordemos que
Jehová no mide nuestro amor por cuánto hacemos en su servicio. Más bien, demostramos lo
mucho que lo queremos manteniendo una actitud positiva y haciendo todo lo que está a
nuestro alcance (Col. 3:23). Él comprende nuestras limitaciones y no nos pide más de lo que
podamos dar (Mar. 12:43, 44).
Anatoly y Lidiya Melnik fueron fieles aunque pasaron por muchas pruebas. (Vea el párrafo 13).
13. ¿Qué les pasó a Anatoly y Lidiya, y cómo nos anima su ejemplo a seguir adelante aunque suframos
dificultades durante mucho tiempo?
Las pruebas que duran mucho tiempo. Algunos siervos de Jehová han aguantado
13
cristiano ungido, esperaba recibir el premio de la llamada celestial. Pero sabía que tenía que
seguir adelante para conseguirlo (Filip. 3:14). A fin de ayudar a los filipenses a no perder de
vista la meta, les puso una interesante comparación.
15. ¿Cómo utilizó Pablo el tema de la ciudadanía para animar a los filipenses a seguir adelante?
El apóstol les recordó a los filipenses que tenían su ciudadanía en los cielos (Filip. 3:20).
15
¿Por qué era importante que no lo olvidaran? En aquellos días, se valoraba mucho la
ciudadanía romana.* Sin embargo, los cristianos ungidos tenían una ciudadanía mucho mejor,
pues les permitiría disfrutar de mayores ventajas. En comparación, la ciudadanía romana
apenas tenía valor. Por eso, Pablo animó a los filipenses con estas palabras: “Compórtense
como ciudadanos de una manera digna de las buenas nuevas acerca del Cristo” (Filip. 1:27,
nota). Hoy día, los cristianos ungidos son un magnífico ejemplo, pues siguen adelante para
alcanzar la meta de la vida eterna en los cielos.
16. Según Filipenses 4:6, 7, ¿qué debemos seguir haciendo tanto si esperamos vivir en el cielo como si
esperamos vivir en la Tierra?
Debemos seguir adelante para alcanzar la meta, ya sea vivir para siempre en el cielo o en
16
¿Cómo podemos seguir corriendo la carrera por la vida a pesar de que nuestras expectativas tarden en
cumplirse, perdamos las fuerzas físicas o suframos pruebas durante mucho tiempo?
Como Filipos era una colonia romana, sus habitantes disfrutaban de algunos derechos
propios de los ciudadanos romanos. Por eso, los cristianos filipenses comprendían bien esta
comparación.
Sábado 11 de septiembre
Estén llenos de fruto justo (Filip. 1:11).
No hay duda de que este “fruto justo” incluía el amor a Jehová y a su pueblo. También
incluiría hablar a otros sobre nuestra fe en Jesús y sobre nuestra maravillosa esperanza.
Llevamos “fruto justo” cuando estamos muy ocupados en la importantísima obra de hacer
discípulos (Mat. 28:18-20). Sean cuales sean nuestras circunstancias, podemos brillar como
luces resplandecientes. A veces, lo que parecen obstáculos para predicar pueden acabar
siendo oportunidades de hacerlo. Este fue el caso del apóstol Pablo. Cuando escribió la carta
a los filipenses, estaba bajo arresto domiciliario en Roma. Pero las cadenas no le impidieron
predicar con entusiasmo a los guardias y a quienes lo visitaban. Su ejemplo dio a los
hermanos valor y ánimo para “hablar sin temor la palabra de Dios” ( Filip. 1:12-
14; 4:22). w19.08 12 párrs. 15, 16
LEER LA BIBLIA
(Filip. 1:11). (Mat. 28:18-20). (Filip. 1:12-14; 4:22).
Cuando Pablo estuvo bajo arresto domiciliario en Roma, escribió su carta a la congregación de Filipos. También aprovechó
la oportunidad para predicar a los guardias y a quienes lo visitaban. /// Busquemos siempre maneras de participar al máximo
en la predicación.
ARTÍCULO DE ESTUDIO 32
cuenta del amor que el apóstol tenía a los hermanos. Les dijo que los extrañaba mucho y que
sentía hacia ellos “tierno cariño como el de Cristo Jesús” (Filip. 1:8). También les dijo que
oraba por ellos. Le pedía a Jehová que los ayudara a que su amor fuera más abundante, a
que se aseguraran de saber cuáles eran las cosas más importantes, a que no tuvieran ningún
defecto, a que no hicieran tropezar a otros y a que siguieran llevando fruto justo. Seguro que
estamos de acuerdo en que hoy también podemos beneficiarnos de las sinceras palabras de
Pablo (lea Filipenses 1:9-11). En este artículo, analizaremos los puntos que mencionó y
cómo ponerlos en práctica.
QUE NUESTRO AMOR SEA ABUNDANTE
4. a) Según 1 Juan 4:9, 10, ¿cómo ha demostrado Jehová el amor que nos tiene? b) ¿Cuánto debemos amar a
Dios?
Jehová demostró el gran amor que nos tiene enviando a su Hijo a la Tierra a morir por
4
conocer a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4:8). El apóstol Pablo indicó que nuestro amor
se fortalece cuando tenemos “conocimiento exacto” de Jehová y “pleno discernimiento” de
cómo ve los asuntos (Filip. 1:9). Cuando empezamos a estudiar la Biblia, aprendimos algunas
cosas sobre Dios, y ese conocimiento nos hizo sentir amor por él. Pero nuestro amor se fue
haciendo más intenso al aprender más sobre él y sobre sus maravillosas cualidades. Con
razón, estudiar con regularidad la Palabra de Dios y meditar en ella es tan importante para
nosotros (Filip. 2:16).
6. Según 1 Juan 4:11, 20, 21, ¿a quiénes debemos amar también para que abunde nuestro amor?
El gran amor que Dios nos tiene nos motivará a amar a los hermanos (lea 1 Juan
6
4:11, 20, 21). Quizás pensemos que ese amor surgirá de manera natural. Al fin y al cabo,
servimos a Jehová y tratamos de copiar sus cualidades. Además, seguimos el ejemplo de
Jesús, que nos amó tanto que dio su vida por nosotros. Pero lo cierto es que a veces nos
cuesta obedecer el mandato de amarnos unos a otros. Veamos lo que ocurrió en la
congregación de Filipos.
apóstol Pablo. Pero tal vez dejaron que las diferencias personales las separaran. Pablo las
mencionó por nombre en su carta y les dio consejo directo. Les dijo que tenían que ser “de la
misma mente” (Filip. 4:2, 3). El apóstol también vio necesario decir a la entera congregación:
“Sigan haciendo todas las cosas libres de murmuraciones y discusiones” (Filip. 2:14). No cabe
duda de que estos consejos directos contribuyeron a fortalecer el amor que se tenían tanto
estas leales hermanas como el resto de la congregación.
¿Por qué debemos fijarnos en lo bueno que hacen los demás? (Vea el párrafo 8).*
8. ¿Qué puede hacer muy difícil que amemos a los hermanos, y cómo podemos superar este obstáculo?
Como les ocurrió a Evodia y Síntique, la inclinación a centrarnos en las faltas de los
8
hermanos puede hacer muy difícil que los amemos. Todos cometemos errores a diario. Si nos
concentramos en las imperfecciones de los demás, se enfriará el amor que les tenemos.
Pongamos un ejemplo. Un hermano se olvida de ayudarnos a limpiar el Salón del Reino, así
que nos molestamos con él. Pero, si empezamos a recordar todos sus demás errores,
aumenta nuestra irritación y disminuye nuestro amor. ¿Nos encontramos en una situación
como esta? Entonces, recordemos que Jehová ve tanto nuestras imperfecciones como las de
nuestro hermano, y pese a ello nos sigue amando a todos. Por tal razón, debemos imitar su
amor y fijarnos en lo bueno que hacen los demás. Cuando nos esforzamos por amar a los
hermanos, nos sentimos más unidos a ellos (Filip. 2:1, 2).
nos pida perfección. No podemos ser como Jehová, que no tiene pecado. Pero él nos verá sin
ningún defecto si hacemos todo lo posible por profundizar nuestro amor y nos aseguramos de
las cosas más importantes. Una manera de mostrar amor es esforzándonos al máximo por
no hacer tropezar a los demás.
11. ¿Por qué no debemos hacer tropezar a los demás?
La advertencia de no hacer tropezar a los demás es muy seria. Nuestro entretenimiento,
11
nuestra ropa o incluso nuestro empleo pueden hacer tropezar a otras personas. Tal vez
no hagamos nada malo, pero sería muy grave que nuestras decisiones hirieran la conciencia
de alguien y lo hicieran tropezar. Jesús dijo que sería mejor que nos ataran una enorme
piedra al cuello y nos arrojaran al mar que el que hiciéramos tropezar a una de sus ovejas
(Mat. 18:6).
12. ¿Qué aprendemos del ejemplo de un matrimonio de precursores?
Veamos cómo siguió un matrimonio de precursores la advertencia de no hacer tropezar a los
12
demás. En su congregación, había una pareja recién bautizada que se había criado en un
ambiente muy conservador. Estos hermanos creían que los cristianos no debían ir al cine,
ni siquiera a ver una película aceptable. Así que se escandalizaron cuando se enteraron de
que los precursores habían visto una película. Debido a ello, los precursores decidieron no ir
al cine hasta que los hermanos recién bautizados educaran su conciencia y fueran más
equilibrados (Heb. 5:14). Así demostraron que los amaban no solo de palabra, sino con
hechos (Rom. 14:19-21; 1 Juan 3:18).
ocurrir. Imaginemos que un estudiante de la Biblia logra vencer su adicción al alcohol después
de una larga y difícil lucha. Se da cuenta de que no debe beber nada en absoluto. Hace
muchos cambios en poco tiempo y se bautiza. Un día, un hermano los invita a él y a otros
cristianos a su casa. Sin ninguna mala intención, le ofrece una bebida alcohólica y le dice: “Ya
estás bautizado y tienes el espíritu de Jehová. Recuerda que un aspecto del fruto del espíritu
es el autodominio. Si te controlas, podrás beber con moderación”. No hace falta decir cuáles
serían las consecuencias si el nuevo hermano hiciera caso de este mal consejo.
14. ¿Cómo nos ayudan las reuniones a seguir los consejos de Filipenses 1:10?
Las reuniones nos ayudan a seguir de muchas maneras los consejos de Filipenses 1:10.
14
Primero, nos recuerdan qué es lo que Jehová considera más importante. Segundo, nos
enseñan a aplicar lo que aprendemos y así no tener defectos. Y, tercero, nos motivan a
mostrar amor y hacer buenas obras (Heb. 10:24, 25). Cuanto más ánimo recibimos de los
hermanos, más amor sentimos por ellos y por nuestro Dios. Si amamos a Jehová y a los
hermanos con todo el corazón, intentaremos por todos los medios no hacer tropezar a ningún
hermano.
No hay duda de que este fruto incluía su amor a Jehová y a su pueblo. También incluiría el
que hablaran a otros sobre su fe en Jesús y sobre su maravillosa esperanza. Además, Pablo
dijo que resplandecían “como iluminadores en el mundo” (Filip. 2:15). Esta comparación es
apropiada, pues Jesús dijo que sus seguidores eran “la luz del mundo” (Mat. 5:14-16).
También les mandó hacer discípulos y les dijo que serían sus testigos “hasta la parte más
distante de la tierra” (Hech. 1:8; Mat. 28:18-20). Llevamos “fruto justo” cuando estamos muy
ocupados en esta obra tan importante.
Cuando Pablo estuvo bajo arresto domiciliario en Roma, escribió su carta a la congregación de Filipos. También
aprovechó la oportunidad para predicar a los guardias y a quienes lo visitaban. (Vea el párrafo 16).
16. ¿Cómo muestra Filipenses 1:12-14 que podemos brillar como luces resplandecientes incluso en
circunstancias difíciles? (Vea el dibujo de la portada).
Sean cuales sean nuestras circunstancias, podemos brillar como luces resplandecientes.
16
A veces, lo que parecen obstáculos para predicar pueden acabar siendo oportunidades de
hacerlo. Este fue el caso del apóstol Pablo. Cuando escribió la carta a los filipenses, estaba
bajo arresto domiciliario en Roma. Pero las cadenas no le impidieron predicar con entusiasmo
a los guardias y a quienes lo visitaban. Su ejemplo dio a los hermanos valor y ánimo para
“hablar sin temor la palabra de Dios” (lea Filipenses 1:12-14; 4:22).
donde no pueden predicar ni en público ni de casa en casa, así que usan su ingenio para
hacerlo de otras maneras (Mat. 10:16-20). En uno de esos países, un superintendente de
circuito sugirió que cada publicador predicara en su propio “territorio”: sus parientes, vecinos,
compañeros de escuela y de trabajo, y demás conocidos. En dos años, la cantidad de
congregaciones de ese circuito aumentó considerablemente. Quizás nosotros podemos
predicar con libertad. Aun así, aprendemos una valiosa lección de estos hermanos:
busquemos siempre maneras de participar al máximo en la predicación, con la confianza de
que Jehová nos dará las fuerzas que necesitamos para superar cualquier obstáculo (Filip.
2:13).
18. ¿Qué debemos estar resueltos a hacer?
En estos días históricos, resolvámonos a seguir los consejos inspirados de la carta de Pablo
18
a los filipenses. Asegurémonos de saber cuáles son las cosas más importantes,
esforcémonos por no tener ningún defecto, no hagamos tropezar a otros y llevemos fruto
justo. Entonces, nuestro amor se hará abundante y honraremos a nuestro cariñoso Padre,
Jehová.
¿QUÉ RESPUESTA DARÍA?
¿Cuáles son algunas de “las cosas más importantes”?
El apóstol Pablo no se consideró superior a los demás. /// Karl Klein fue un hermano humilde que formó parte
del Cuerpo Gobernante.
¿Cómo ponen a prueba nuestra humildad situaciones como esta?/// ¿Por qué es necesario que seamos
humildes cuando otros reciben privilegios de servicio? y 14).*
ARTÍCULO DE ESTUDIO 35
¿Por qué debemos tener esta cualidad? 3) ¿Qué situaciones pueden ponerla a prueba?
Como veremos, ser humildes alegra a Jehová y resulta en nuestro bien (Prov. 27:11; Is.
48:17).
QUÉ ES LA HUMILDAD
3. ¿Qué es la humildad?
La humildad es una virtud contraria al orgullo y la vanidad. La Biblia muestra que el humilde
3
comprende que Jehová es mucho mayor que él y que todos lo superan en algún aspecto
(Filip. 2:3, 4).
4, 5. ¿Por qué decimos que la humildad no es una cuestión de simple apariencia?
4
Hay personas que aparentan ser humildes. Quizás no tengan una personalidad desbordante
o traten a los demás con respeto y amabilidad debido a su cultura o su crianza. Pero puede
que en el fondo sean soberbias. Tarde o temprano, demuestran la clase de personas que son
de verdad (Luc. 6:45).
5
Por otra parte, las personas que parecen seguras de sí mismas o que son directas no son
necesariamente orgullosas (Juan 1:46, 47). Aun así, quienes tienen una personalidad
extrovertida deben tener cuidado de no confiar en sus aptitudes naturales. Prescindiendo de
la personalidad que tengamos, todos debemos esforzarnos por ser humildes de corazón.
lugar tras otro. Hasta puede que ningún otro apóstol de Jesucristo hiciera tanto como él en el
ministerio. Pese a todo ello, Pablo no se consideró superior a sus hermanos, sino que admitió
con humildad: “Soy el más pequeño de los apóstoles, y no soy digno de ser llamado apóstol,
porque perseguí a la congregación de Dios” (1 Cor. 15:9). Luego, señaló con razón que, si era
un buen amigo de Jehová, no se debía a que fuera especial o a que hubiera alcanzado
grandes logros, sino solo a que Dios le había mostrado bondad inmerecida (lea 1 Corintios
15:10). Sin duda, dio una excelente lección de humildad cuando escribió a los corintios,
teniendo en cuenta sobre todo que algunos de ellos lo criticaban (2 Cor. 10:10).
Karl Klein fue un hermano humilde que formó parte del Cuerpo Gobernante. (Vea el párrafo 7).
7. ¿Cómo demostró humildad un hermano muy conocido de tiempos modernos?
A muchos Testigos los ha animado leer la biografía del hermano Karl Klein, que fue miembro
7
del Cuerpo Gobernante. En ella, el hermano Klein reconoció con humildad algunos problemas
y debilidades con los que batalló a lo largo de los años. Veamos algunos ejemplos. En los
años veinte, salió por primera vez a predicar de casa en casa, y le pareció tan difícil que
no volvió a hacerlo durante unos dos años. Posteriormente, cuando ya estaba en Betel, se
molestó durante un tiempo con un hermano porque este le ofreció algunos consejos. Además,
sufrió una depresión nerviosa, de la que luego se recuperó. Pero también disfrutó de muchos
privilegios extraordinarios. ¿Verdad que este hermano tan conocido tuvo que ser muy humilde
para reconocer abiertamente sus debilidades? Muchos siervos de Jehová recuerdan con
cariño al hermano Klein y su franca e interesante biografía.*
POR QUÉ DEBEMOS SER HUMILDES
8. ¿Cómo nos ayuda 1 Pedro 5:6 a ver que la humildad agrada a Jehová?
La razón más importante para tener humildad es que eso agrada a Jehová, como dejó claro
8
cosas que nos parezcan injustas o incorrectas. De hecho, el sabio rey Salomón reconoció:
“He visto a siervos a caballo, pero a príncipes andando en la tierra justamente como siervos”
(Ecl. 10:7). No siempre se les da reconocimiento a las personas con talento, y en ocasiones
se da más honra a quienes tienen menos aptitudes. Pero Salomón entendió que lo prudente
es asumir la realidad en vez de obsesionarse con las situaciones negativas (Ecl. 6:9).
Si somos humildes, nos resultará más fácil aceptar la vida como es, no como creemos que
debería ser.
SITUACIONES QUE PUEDEN PONER A PRUEBA
LA HUMILDAD
¿Cómo ponen a prueba nuestra humildad situaciones como esta? (Vea los párrafos 11 y 12).*
11. ¿Por qué necesitamos humildad cuando recibimos consejos?
Todos los días, se nos presentan innumerables oportunidades de mostrar humildad. Veamos
11
estamos en el Salón del Reino hablando con algunos hermanos. Entonces, uno de ellos nos
lleva aparte y nos dice con discreción que tenemos algo de comida entre los dientes. Claro,
nos da vergüenza. Pero agradecemos que nos lo diga. Es más, desearíamos que alguien nos
lo hubiera dicho antes. Del mismo modo, deberíamos agradecer con humildad que un
hermano tenga el valor de darnos un consejo cuando lo necesitamos. No lo veamos como un
enemigo, como alguien que nos odia, sino como un amigo que nos ama (lea Proverbios
27:5, 6; Gál. 4:16).
¿Por qué es necesario que seamos humildes cuando otros reciben privilegios de servicio? (Vea los párrafos 13
y 14).*
13. ¿Cómo demostramos humildad cuando otros hermanos reciben privilegios de servicio?
Cuando otros hermanos reciben privilegios de servicio. Un anciano llamado Jason
13
reconoce: “Cuando veo que a otros les dan ciertos privilegios, a veces me pregunto por qué
no me los dieron a mí”. ¿Nos hemos sentido así alguna vez? No está mal que nos esforcemos
por hacer más para Jehová (1 Tim. 3:1). Pero debemos tener cuidado con lo que pensamos,
porque si no podríamos empezar a abrigar orgullo en el corazón. Por ejemplo, un cristiano
podría empezar a pensar que es el que mejor puede atender una asignación. O una hermana
quizás piense que su esposo está mejor capacitado para hacer las cosas que otro hermano.
Si somos humildes de verdad, no pensaremos así.
14. ¿Qué aprendemos de la reacción de Moisés cuando otros recibieron privilegios?
Veamos cuál fue la reacción de Moisés cuando otras personas recibieron privilegios y qué
14
lección aprendemos. Para él, su asignación como líder de la nación de Israel era muy valiosa.
Pero ¿cómo reaccionó cuando Jehová permitió que otros israelitas lo ayudaran con su
trabajo? No se puso celoso (Núm. 11:24-29). Y también demostró humildad cuando dejó que
otros lo ayudaran a juzgar al pueblo (Éx. 18:13-24). Al haber más jueces, los casos se
atendían con mayor rapidez y los israelitas no tenían que esperar tanto. A Moisés le
importaba más el bienestar del pueblo que sus privilegios. ¿Verdad que es un buen ejemplo
para nosotros? Recordemos que, si queremos ser verdaderamente útiles para Jehová, es
más importante nuestra humildad que nuestra capacidad. Como dice el Salmo 138:6, “Jehová
es alto, y, no obstante, al humilde lo ve”.
15. ¿Qué cambio de circunstancias han experimentado muchos hermanos?
Cuando cambian las circunstancias. En años recientes, a muchos hermanos con décadas
15
encariñados con la labor que hacían. Muchos de ellos llevaban años en su asignación.
Algunos se sintieron muy tristes, pero con el tiempo se adaptaron. ¿Por qué? Ante todo, por
su amor a Jehová. Tenían claro que le habían dedicado la vida a Dios, no a una asignación o
un título (Col. 3:23). Se alegran de seguir sirviendo a Jehová con humildad en cualquier
asignación. Estos hermanos “echan sobre él toda su inquietud” porque saben que él se
preocupa por ellos (1 Ped. 5:6, 7).
17. ¿Por qué agradecemos que la Palabra de Dios nos mande ser humildes?
Sin duda, agradecemos que la Palabra de Dios nos mande ser humildes. La humildad nos
17
beneficia a nosotros mismos y a los demás. Gracias a esta hermosa cualidad, enfrentamos
mejor las dificultades de la vida y, por encima de todo, nos acercamos más a nuestro Padre
celestial. Cuánto nos alegra saber que, aunque Jehová es “el Alto y Excelso”, ama y valora a
sus siervos humildes (Is. 57:15).
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Qué es la humildad?
Los ancianos ayudan en el trabajo que se realiza en el Salón del Reino, tal como Nehemías colaboró en la reconstrucción de las murallas
de Jerusalén.
Las oraciones de un padre cristiano deberían reflejar su humildad. /// Cuando una madre está cansada o enojada, tal vez tenga que
esforzarse más por mostrar cariño a su familia.
Padre amoroso, no porque le tenemos miedo. En su carta a los cristianos hebreos, Pablo dice
que debemos estar dispuestos a someternos a nuestro Padre porque él nos enseña “para
provecho nuestro” (lea Hebreos 12:9-11).
3. a) ¿De qué maneras demostramos que nos sometemos a Jehová? b) ¿Qué preguntas responderemos?
Nos sometemos a Jehová cuando hacemos todo lo posible por obedecerle en todas las
3
obedezcan a Jehová quienes tienen algún tipo de autoridad, como los ancianos, los padres y
las madres: pueden ayudar a los demás. A continuación, vamos a analizar algunos ejemplos
de la Biblia que nos enseñan a ejercer la autoridad de una manera que agrade a Jehová.
QUÉ PUEDEN APRENDER DE NEHEMÍAS
LOS ANCIANOS
Los ancianos ayudan en el trabajo que se realiza en el Salón del Reino, tal como Nehemías colaboró en
la reconstrucción de las murallas de Jerusalén. (Vea los párrafos 9 a 11).*
9. ¿Con qué complicada situación se encontró Nehemías?
Jehová les ha confiado a los ancianos la importante labor de pastorear a sus siervos ( 1 Ped.
9
5:2). Los ancianos pueden aprender mucho de cómo trató al pueblo de Jehová el gobernador
Nehemías. Debido a la posición que ocupaba sobre Judá, tenía mucha autoridad (Neh.
1:11; 2:7, 8; 5:14). Veamos con qué complicada situación se encontró. Se había enterado de
que los judíos habían contaminado el templo y no les daban a los levitas el apoyo económico
que fijaba la Ley. Además, no respetaban el sábado y algunos se habían casado con
extranjeras. Así que Nehemías tendría que hacer algo al respecto (Neh. 13:4-30).
10. ¿Cómo reaccionó Nehemías ante las dificultades?
Nehemías no abusó de su autoridad obligando a los judíos a obedecer sus propias normas.
10
Más bien, oró con intensidad a Jehová para que lo guiara y le enseñó al pueblo la Ley de Dios
(Neh. 1:4-10; 13:1-3). Además, fue humilde y hasta trabajó junto con sus hermanos en la
reconstrucción de las murallas de Jerusalén (Neh. 4:15).
11. De acuerdo con 1 Tesalonicenses 2:7, 8, ¿cómo deben tratar los ancianos a la congregación?
Es posible que los ancianos no se enfrenten a problemas como los que tuvo que tratar
11
Nehemías. No obstante, pueden imitarlo de diversas maneras. Por ejemplo, trabajan duro
para ayudar a los hermanos. Y no se creen superiores a los demás debido a la autoridad que
tienen, sino que tratan con ternura a la congregación (lea 1 Tesalonicenses
2:7, 8). Su profundo amor y su humildad se reflejan en su manera de hablar a otros.
Un anciano con experiencia llamado Andrew dice: “Me he dado cuenta de que los hermanos
por lo general reaccionan bien cuando los ancianos son amables y les muestran un cariño
sincero. Estas cualidades los motivan a colaborar con los ancianos”. Y Tony, que también
lleva muchos años de anciano, explica: “Trato de seguir el consejo de Filipenses 2:3 y
siempre me esfuerzo por considerar que los demás son superiores a mí. Esto me ayuda a
no portarme como un dictador”.
12. ¿Por qué deben ser humildes los ancianos?
Los ancianos deben ser humildes, igual que Jehová. Aunque es el Soberano del universo,
12
se agacha para levantar “al de condición humilde desde el polvo mismo” (Sal.
18:35; 113:6, 7). De hecho, detesta a los arrogantes (Prov. 16:5).
13. ¿Por qué deben mantener la lengua bajo control los ancianos?
Los ancianos que se someten a Jehová deben mantener la lengua bajo control. Si no lo
13
hacen, pueden responder mal si alguien les falta el respeto (Gál. 5:14, 15; Sant. 1:26).
Andrew, mencionado antes, dice: “A veces, me he sentido tentado a responder mal a un
hermano que me pareció que me trató con poco respeto. Pero meditar en los ejemplos
bíblicos de hombres fieles me ha ayudado a ver la importancia de ser humilde y manso”. Los
ancianos demuestran que se someten a Jehová siendo cariñosos y usando palabras
agradables cuando hablan con sus hermanos, incluidos los demás ancianos (Col. 4:6).
QUÉ PUEDEN APRENDER DEL REY DAVID
LOS PADRES
14. ¿Qué responsabilidad les ha dado Jehová a los padres, y qué espera de ellos?
Jehová les ha dado a los padres la responsabilidad de ser los cabezas de la familia y espera
14
que eduquen y corrijan a sus hijos (1 Cor. 11:3; Efes. 6:4). Pero su autoridad es limitada.
Tienen que responder ante Jehová, a quien toda familia debe su nombre (Efes. 3:14, 15). Los
padres demuestran que se someten a Dios ejerciendo su autoridad de una manera que le
agrade. Estudiar el ejemplo del rey David puede enseñarles muchas lecciones.
Las oraciones de un padre cristiano deberían reflejar su humildad. (Vea los párrafos 15 y 16).*
15. ¿Por qué es el rey David un buen ejemplo para los padres?
Jehová nombró a David no solo cabeza de su familia, sino de toda la nación de Israel. Como
15
era el rey, tenía mucho poder. Pero en ocasiones lo usó mal y cometió graves errores (2 Sam.
11:14, 15). Aun así, demostró que se sometía a Jehová aceptando su corrección. Le abrió su
corazón en oración y trató por todos los medios de seguir su guía (Sal. 51:1-4). Además, tuvo
la suficiente humildad como para aceptar los buenos consejos tanto de hombres como de
mujeres (1 Sam. 19:11, 12; 25:32, 33). Aprendió de sus errores y centró su vida en servir a
Jehová.
16. ¿Qué lecciones pueden aprender de David los padres?
Veamos algunas lecciones que ustedes, padres, pueden aprender del rey David. No usen
16
mal la autoridad que Jehová les ha dado. Reconozcan sus errores y acepten los consejos
bíblicos que se les den. Si lo hacen, su esposa y sus hijos los respetarán por su humildad.
Además, al orar con ellos, ábranle el corazón a Jehová. De este modo, su familia verá cuánto
dependen de él. Y, por encima de todo, centren su vida en el servicio a Dios ( Deut. 6:6-9).
Su buen ejemplo es uno de los regalos más valiosos que pueden hacerle a su familia.
QUÉ PUEDEN APRENDER DE MARÍA
LAS MADRES
17. ¿Qué papel les ha dado Jehová a las madres?
Jehová les ha dado a las madres un papel importante dentro de la familia y cierta autoridad
17
sobre sus hijos (Prov. 6:20). De hecho, pueden ejercer una profunda influencia sobre ellos
que dure toda su vida (Prov. 22:6). Veamos las lecciones que las madres pueden aprender de
María, la madre de Jesús.
18, 19. ¿Qué pueden aprender las madres del ejemplo de María?
María conocía muy bien las Escrituras. Tenía un profundo respeto a Jehová y una estrecha
18
amistad con él. Estuvo dispuesta a someterse a su guía aunque eso implicó un cambio total
en su vida (Luc. 1:35-38, 46-55).
Cuando una madre está cansada o enojada, tal vez tenga que esforzarse más por mostrar cariño a su familia.
(Vea el párrafo 19).*
Veamos algunas lecciones que ustedes, madres, pueden aprender del ejemplo de María.
19
Primero, estudien la Biblia y oren personalmente para conservar su amistad con Jehová.
Segundo, estén dispuestas a hacer cambios en su vida con el fin de agradarle. Por ejemplo,
es posible que sus padres perdieran los estribos fácilmente y hablaran con dureza a sus hijos.
Así que ustedes tal vez hayan crecido pensando que esa era la manera de criar a una familia.
Incluso después de haber aprendido cómo quiere Jehová que traten a sus hijos, quizás les
cueste mantener la calma y ser pacientes, sobre todo cuando están cansadas y ellos se
portan mal (Efes. 4:31). En esos casos es cuando más necesitan acudir a Jehová en oración.
Una madre llamada Lydia dice: “A veces, he tenido que orar con todas mis fuerzas para
no hablarle con dureza a mi hijo cuando me desobedece. Hasta he tenido que hacer una
pausa en mitad de una frase y pedirle en silencio a Jehová que me ayude. Gracias a la
oración, consigo mantener la calma” (Sal. 37:5).
20. ¿A qué problema se enfrentan algunas madres, y cómo pueden superarlo?
Algunas madres se enfrentan a otro problema, y es que les resulta difícil demostrarles a sus
20
hijos cuánto los quieren (Tito 2:3, 4). Esto se debe a que, cuando eran pequeñas, sus padres
no les mostraron cariño. Pero ellas no tienen por qué repetir sus errores. Las madres que se
someten a la voluntad de Jehová quizás tengan que aprender a expresarles amor a sus hijos.
Es posible que les cueste cambiar su manera de pensar, sentir y actuar, pero pueden lograrlo.
Como resultado, tanto ellas como sus familias serán más felices.
¿De qué maneras demuestran los ancianos, los padres y las madres que se someten a Jehová?
Demos alivio a los demás como hizo Jesús. (Vea los párrafos 8 a 11).*
Seamos accesibles y amigables. /// Seamos predicadores entusiastas. /// Seamos humildes y trabajadores.
hacer nosotros. Tenemos que esforzarnos por acercarnos a Jesús. Hoy día, él no cura
milagrosamente las enfermedades de los que lo buscan. Pero sigue haciéndonos esta
invitación: “Vengan a mí, [...] y yo los refrescaré”. En este artículo, responderemos cinco
preguntas: ¿Cómo nos acercamos a Jesús? ¿Qué quiso decir Jesús con las palabras “tomen
sobre sí mi yugo”? ¿Qué aprendemos de Jesús? ¿Por qué nos alivia hacer la obra que él nos
ha encomendado? Y ¿cómo podemos seguir sintiendo alivio bajo su yugo?
“VENGAN A MÍ”
4, 5. ¿De qué formas podemos acercarnos a Jesús?
4
Una forma de acercarnos a Jesús es aprendiendo todo lo que podamos de las cosas que dijo
e hizo (Luc. 1:1-4). De manera que tenemos que estudiar los relatos de su vida. Nadie puede
hacerlo por nosotros. También nos acercamos a Jesús cuando decidimos ser sus discípulos y
bautizarnos.
5
Otra forma de acercarnos a Jesús es acudiendo a los ancianos cuando necesitamos ayuda.
Ellos son un regalo de Jesús, que utiliza para cuidar a sus ovejas (Juan 21:16; Efes. 4:7,
8, 11; 1 Ped. 5:1-3). Pero no podemos esperar que los ancianos nos lean la mente y sepan lo
que necesitamos, sino que debemos tomar la iniciativa y pedirles ayuda. Veamos lo que dice
un hermano llamado Julian: “Tuve que dejar Betel por problemas de salud, y un amigo me
sugirió que pidiera una visita de pastoreo. Al principio, pensé que no la necesitaba. Pero al
final la pedí, y resultó ser uno de los mejores regalos que he recibido en mi vida”. Los
ancianos leales, como los dos que visitaron a Julian, pueden ayudarnos a conocer “la mente
de Cristo”, es decir, comprender y copiar su manera de pensar y su actitud ( 1 Cor.
2:16; 1 Ped. 2:21). Sin duda, este es uno de los mejores regalos que pueden darnos.
“TOMEN SOBRE SÍ MI YUGO”
6. ¿Qué quiso decir Jesús con las palabras: “Tomen sobre sí mi yugo”?
Cuando Jesús nos invitó a tomar sobre nosotros su yugo, tal vez quiso decir que debemos
6
aceptar su autoridad. También pudo querer decir que nos pongamos bajo su yugo con él y
que juntos trabajemos para Jehová. Sea como sea, la idea es que debemos trabajar.
7. Según Mateo 28:18-20, ¿qué obra se nos ha dado, y qué certeza podemos tener?
Aceptamos esta invitación cuando le dedicamos la vida a Jehová y nos bautizamos. Jesús
7
hace su invitación a todo el mundo. Él nunca rechazará a nadie que desee de corazón servir a
Dios (Juan 6:37, 38). Todos los seguidores de Cristo tienen el honor de participar en la obra
que Jehová le encargó a su Hijo. Podemos tener la certeza de que Jesús siempre nos
apoyará en esta labor (lea Mateo 28:18-20).
“APRENDAN DE MÍ”
Demos alivio a los demás como hizo Jesús. (Vea los párrafos 8 a 11).*
8, 9. a) ¿Por qué se sentía atraída a Jesús la gente humilde? b) ¿Qué preguntas debemos hacernos?
8
La gente humilde se sentía atraída a Jesús (Mat. 19:13, 14; Luc. 7:37, 38). ¿Por qué?
Pensemos en lo diferente que era de los fariseos. Aquellos líderes religiosos eran fríos y
arrogantes (Mat. 12:9-14). En cambio, Jesús era cariñoso y humilde. Los fariseos eran
ambiciosos y se jactaban de su elevada posición en la sociedad, mientras que Jesús les
enseñó a sus seguidores a rechazar la ambición, a ser humildes y a servir a los demás (Mat.
23:2, 6-11). Los fariseos dominaban a las personas intimidándolas (Juan 9:13, 22).
En contraste con ellos, Jesús las reconfortaba con sus actos cariñosos y sus palabras
amables.
9
¿Hemos aprendido estas lecciones de Jesús? Preguntémonos: “¿Se me conoce como una
persona apacible y humilde? ¿Estoy dispuesto a hacer tareas de poca importancia para servir
a los demás? ¿Trato a la gente con amabilidad?”.
10. ¿Qué entorno creó Jesús?
Jesús creó un entorno pacífico y acogedor para sus seguidores, y disfrutó capacitándolos
10
(Luc. 10:1, 19-21). Los animó a hacerle preguntas y se interesó en conocer su opinión (Mat.
16:13-16). Las plantas que se cultivan en un invernadero florecen y dan fruto. De modo
parecido, en el entorno que creó Jesús, sus discípulos aprendieron las lecciones que les
enseñó y produjeron buenas obras.
el hogar? ¿Fomento la paz? ¿Animo a los demás a hacerme preguntas? Y ¿me intereso por
conocer su opinión?”. Nunca nos parezcamos a los fariseos, que se molestaban con los que
les hacían preguntas y perseguían a los que daban una opinión contraria a la suya (Mar. 3:1-
6; Juan 9:29-34).
“HALLARÁN REFRIGERIO”
12-14. ¿Por qué sentimos alivio cuando hacemos la obra que Jesús nos ha encomendado?
12
¿Por qué hallamos refrigerio o sentimos alivio cuando hacemos la obra que Jesús nos ha
encomendado? Veamos algunas de las muchas razones que hay.
13
Tenemos los mejores superintendentes. Aunque Jehová es el superintendente supremo,
no es desagradecido ni severo. Valora el trabajo que hacemos (Heb. 6:10). Y nos da las
fuerzas que necesitamos para llevar nuestra carga de responsabilidad (2 Cor. 4:7; Gál. 6:5).
Nuestro Rey, Jesucristo, nos da el ejemplo perfecto de cómo tratar a los demás (Juan 13:15).
Y los ancianos que nos pastorean procuran imitar a Jesús, el “gran pastor” ( Heb.
13:20; 1 Ped. 5:2). Se esfuerzan por animarnos y ser amables y valientes al enseñarnos y
protegernos.
14
Tenemos los mejores compañeros de trabajo. Nadie en este mundo disfruta de un sentido
de logro como el que tenemos los siervos de Dios ni está unido a sus amigos por un amor
como el nuestro. Pensemos en esto: tenemos el honor de trabajar con personas que se rigen
por las normas morales más elevadas, pero que no piensan que son mejores que los demás.
Tienen talento, pero son modestas y consideran que los demás son superiores a ellas. No nos
ven como simples compañeros, sino como amigos. Y nos quieren tanto que están dispuestas
a dar la vida por nosotros.
15. ¿Qué debemos sentir hacia la obra que llevamos a cabo?
Llevamos a cabo la mejor obra. Enseñamos a la gente la verdad sobre Jehová y
15
denunciamos las mentiras del Diablo (Juan 8:44). Él aplasta a las personas con cargas que
no pueden llevar. Por ejemplo, quiere que creamos que Jehová no nos perdona los pecados y
que no merecemos ser amados. Esta es una mentira horrible y descorazonadora. Cuando nos
acercamos a Cristo, recibimos el perdón de nuestros pecados. Y la verdad es que Jehová nos
ama muchísimo (Rom. 8:32, 38, 39). ¡Qué felices estamos de enseñar a otros a confiar en
Jehová y de ver cómo los ayuda la verdad!
SIGAMOS SINTIENDO ALIVIO BAJO EL YUGO
DE JESÚS
16. ¿Por qué es la carga que Jesús nos invita a llevar distinta de otras cargas que debemos soportar?
La carga que Jesús nos invita a llevar es distinta de otras cargas que debemos soportar. Por
16
ejemplo, al final de una jornada laboral, muchos no solo nos sentimos agotados, sino también
insatisfechos. En cambio, el servicio a Jehová y a Cristo nos produce una profunda
satisfacción. Puede que después de trabajar todo un día nos sintamos muy cansados y
tengamos que empujarnos para ir a la reunión. Pero ¿verdad que volvemos a casa
reconfortados y con energías? Lo mismo ocurre cuando hacemos el esfuerzo de salir a
predicar o de tener nuestro estudio personal. La recompensa que recibimos hace que valga la
pena el esfuerzo que realizamos.
17. ¿Qué debemos reconocer, y en qué debemos pensar con cuidado?
Debemos ser realistas y reconocer que nuestras energías tienen un límite. Así que debemos
17
pensar con cuidado en qué las gastamos. Por ejemplo, podríamos desperdiciarlas tratando de
acumular cosas materiales. Veamos lo que Jesús le dijo a un joven rico que le preguntó qué
debía hacer para heredar la vida eterna. El joven respetaba la Ley y seguro que era una
buena persona, porque el Evangelio de Marcos dice específicamente que Jesús sintió cariño
por él. Así que le hizo esta invitación: “Ve, vende las cosas que tienes, [...] y ven, sé mi
seguidor”. A este joven no le resultó fácil tomar una decisión, pero por lo visto su deseo de
seguir a Jesús no era tan intenso como para dejar sus “muchas posesiones” (Mar. 10:17-22).
Como consecuencia, rechazó el yugo que le ofreció Jesús y siguió siendo esclavo de “las
Riquezas” (Mat. 6:24). ¿Qué decisión habríamos tomado nosotros?
18. ¿Qué debemos hacer de vez en cuando, y por qué?
Es bueno que de vez en cuando evaluemos cuáles son nuestras prioridades. ¿Por qué?
18
Porque así nos aseguraremos de que utilizamos bien nuestras energías. Veamos el caso de
un joven llamado Mark. Él dice: “Durante muchos años, creí que llevaba una vida sencilla.
Pero, aunque era precursor, siempre estaba pensando en el dinero y en cómo tener una vida
más cómoda. Me preguntaba por qué se me había complicado la vida. Entonces, me di
cuenta de que estaba poniendo mis intereses en primer lugar y dándole a Jehová el tiempo y
las energías que me sobraban”. Mark cambió su manera de pensar y de vivir a fin de hacer
más en el servicio a Dios. Dice: “A veces, me invade la ansiedad. Pero, con la ayuda de
Jehová y el apoyo de Jesús, sigo centrado en su servicio”.
19. ¿Por qué es tan importante mantener la perspectiva correcta de nuestra situación?
Seguiremos sintiendo alivio bajo el yugo de Jesús si hacemos tres cosas.
19
amoroso Padre, Jehová. En el siglo primero, hubo personas que actuaron motivadas por la
codicia o el egoísmo. Como resultado, acabaron sintiéndose infelices y abandonando el yugo
de Jesús (Juan 6:25-27, 51, 60, 66; Filip. 3:18, 19). Por el contrario, hubo otras que actuaron
motivadas por un amor altruista a Dios y al prójimo. Estas llevaron felices el yugo mientras
vivieron en la Tierra y abrigaron la esperanza de servir con Cristo en los cielos. Nosotros
también nos sentiremos felices si llevamos el yugo de Jesús con el motivo adecuado.
21. Según Mateo 6:31-33, ¿qué podemos esperar que haga Jehová?
Tercero, tener las expectativas apropiadas. Hemos escogido una vida de sacrificio y duro
21
trabajo. Y Jesús nos avisó de que se nos perseguiría. Pero podemos confiar en que Jehová
nos dé las fuerzas necesarias para afrontar cualquier dificultad. Cuanto más aguantemos,
más fuertes nos haremos (Sant. 1:2-4). También podemos esperar que Jehová nos dé lo que
necesitamos, que Jesús nos pastoree y que nuestros hermanos nos animen (lea Mateo 6:31-
33; Juan 10:14; 1 Tes. 5:11). ¿Acaso necesitamos algo más?
22. ¿De qué podemos sentirnos felices?
La mujer a la que Jesús curó se sintió aliviada aquel mismo día. Pero solo si seguía a Cristo
22
con lealtad tendría un alivio permanente. ¿Qué habrá hecho? Si decidió ponerse debajo del
yugo de Jesús, recibió una maravillosa recompensa: servir con él en los cielos. Cualquier
sacrificio que haya tenido que hacer es insignificante comparado con semejante galardón.
Sea cual sea nuestra esperanza —vivir para siempre en el cielo o en la Tierra—, podemos
sentirnos felices de haber aceptado la invitación de Jesús: “Vengan a mí”.
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Cómo nos acercamos a Jesús?
¿Por qué nos alivia hacer la obra que Jesús nos ha encomendado?
En Israel, el Jubileo era una fuente de felicidad, y los que habían sido esclavos regresaban a su tierra y se reunían con sus familias. ///
En Israel, el Jubileo era una fuente de felicidad, y los que habían sido esclavos regresaban a su tierra y se
reunían con sus familias. (Vea el párrafo 3).*
3. De acuerdo con Levítico 25:8-12, ¿cómo se beneficiaban los israelitas del Jubileo?
Podemos entender mejor lo que Jesús quiso decir cuando habló de libertad si analizamos lo
3
que Dios les mandó hacer a los israelitas durante el Jubileo. Dijo: “Tienen que santificar el
año 50 y proclamar libertad en la tierra para todos sus habitantes. Será un Jubileo para
ustedes, y cada uno de ustedes recobrará su propiedad y cada uno de ustedes volverá con
su familia” (lea Levítico 25:8-12). En el artículo anterior, vimos los beneficios que obtenían
los israelitas de guardar el sábado semanal. A continuación, veremos cómo los beneficiaba el
Jubileo. Supongamos que un israelita se había endeudado y había tenido que vender su tierra
para pagar la deuda. Durante el año del Jubileo, se le devolvía su propiedad. Por lo tanto, el
hombre recuperaba su tierra, y la herencia de sus hijos no se perdía. O pensemos en un
israelita que pasaba por dificultades económicas y, para pagar la deuda, se veía obligado a
vender a uno de sus hijos como esclavo o incluso venderse a sí mismo. Durante el año del
Jubileo, el esclavo volvía “con su familia”. De este modo, ningún esclavo perdía la esperanza
de recuperar algún día la libertad. ¿Verdad que Jehová se preocupaba de sus siervos?
4, 5. ¿Por qué debe interesarnos hoy el Jubileo de Israel?
4
¿Cuál era otro beneficio del Jubileo? Jehová dijo: “Nadie entre ustedes debe llegar a ser
pobre, porque Jehová sin falta los bendecirá en la tierra que Jehová su Dios les dará en
propiedad como herencia” (Deut. 15:4). Qué diferencia con lo que ocurre hoy en el mundo,
donde el rico cada vez es más rico y el pobre más pobre.
5
Los cristianos no estamos bajo la Ley mosaica. Eso significa que no seguimos las normas
sobre liberar esclavos, cancelar deudas y devolver a una persona la propiedad de su familia
(Rom. 7:4; 10:4; Efes. 2:15). Sin embargo, tenemos motivos para interesarnos en el Jubileo.
¿Por qué motivo? Porque podemos disfrutar de una libertad que nos recuerda el Jubileo que
celebraban los israelitas.
en esa liberación es fundamental. En el siglo octavo antes de nuestra era, el profeta Isaías
predijo una gran liberación futura. Esa gran liberación lograría mucho más que la que se
producía durante el Jubileo. Escribió: “El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí,
porque Jehová me ungió para anunciarles buenas noticias a los mansos. Me envió para
vendar a los que tienen el corazón destrozado, para proclamar libertad a los cautivos” (Is.
61:1). Veamos de quién habla esta profecía.
8. ¿A quién se refiere la profecía de Isaías sobre una liberación?
Esa importante profecía sobre una liberación comenzó a cumplirse después de que Jesús
8
las ayudó a liberarse de las enseñanzas opresivas de los líderes religiosos. Muchos judíos
eran esclavos de las tradiciones y de creencias erróneas (Mat. 5:31-37; 15:1-11). Los que se
consideraban guías espirituales en realidad no servían a Dios, así que estaban ciegos ellos
mismos. Al rechazar al Mesías y su luz espiritual, permanecieron en oscuridad y siguieron
siendo esclavos del pecado (Juan 9:1, 14-16, 35-41). Jesús mostró a las personas mansas
cómo conseguir liberación espiritual al enseñarles la verdad y darles un buen ejemplo (Mar.
1:22; 2:23-3:5).
11. ¿De qué otra manera suministró libertad Jesús?
Segundo, Jesús hizo posible que se liberara a la humanidad de la esclavitud al pecado.
11
Gracias a su sacrificio, Dios puede perdonar los pecados de los que tienen fe en el rescate y
la demuestran por su modo de vivir (Heb. 10:12-18). Jesús dijo: “Si el Hijo los libera, serán
libres de verdad” (Juan 8:36). Esa libertad era sin duda mayor que la que podían conseguir los
israelitas durante el año del Jubileo. Por ejemplo, una persona que obtenía la libertad en el
Jubileo podía volver a ser esclavo. Además, acabaría muriendo.
12. ¿Quiénes fueron los primeros en beneficiarse de la libertad que anunció Jesús?
El día de Pentecostés del año 33, Jehová ungió con espíritu santo a los apóstoles y a otras
12
personas fieles. Los adoptó como sus hijos, de modo que con el tiempo los resucitaría para
reinar con Jesús en el cielo (Rom. 8:2, 15-17). Estos fueron los primeros en beneficiarse de la
libertad que anunció Jesús en la sinagoga de Nazaret. Ya no eran esclavos de las
enseñanzas falsas y las costumbres de los líderes religiosos judíos contrarias a las Escrituras.
Dios también los consideraba libres de los efectos mortales del pecado. El Jubileo cristiano,
que comenzó con el ungimiento de los seguidores de Cristo en el año 33, terminará al final del
Reinado de Mil Años de Jesús. ¿Qué se habrá logrado entonces?
Datos sobre el Jubileo cristiano
1. Año 30: Jesús anuncia libertad en la sinagoga de Nazaret (Luc. 4:21)
2. Año 33: El Jubileo cristiano comienza cuando se unge a algunos seguidores de Cristo (Rom. 8:2, 15-17)
3. HOY: Los ungidos disfrutan de muchas bendiciones del Jubileo cristiano
4. MILENIO: Durante el Reinado de Mil Años de Cristo, los seres humanos serán liberados del pecado y la
imperfección
5. FIN DEL REINADO MILENARIO DE CRISTO: Termina el Jubileo cristiano; la humanidad está
totalmente libre del pecado y la muerte (Rom. 8:21)
falsa y a los gobiernos corruptos del hombre. Dios protegerá a “una gran muchedumbre” de
siervos suyos y les dará muchas bendiciones en un paraíso en la Tierra ( Apoc. 7:9, 14).
Además, resucitará a una gran cantidad de personas, que tendrán la posibilidad de ser
liberadas de los efectos del pecado de Adán (Hech. 24:15).
16. ¿Qué extraordinaria liberación le espera a la humanidad?
Durante el Reinado de Mil Años de Jesús, él y los que gobiernen a su lado ayudarán a la
16
no pasarán el tiempo sin hacer nada. Al contrario, la Biblia indica que harán trabajo útil y
gratificante. Podemos estar seguros de que, cuando acabe ese periodo, “la creación misma
también será liberada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos
de Dios” (Rom. 8:21).
18. ¿Por qué podemos confiar en que nos espera un futuro maravilloso?
Jehová se encargó de que los israelitas tuvieran tiempo para trabajar y para descansar, y lo
18
mismo hará para sus siervos durante el Reinado de Mil Años de Cristo. No hay duda de que
estos podrán dedicar tiempo a las actividades espirituales. Igual que ocurre hoy, también en el
nuevo mundo la adoración a Dios será fundamental para alcanzar la felicidad. Todos los seres
humanos fieles serán felices porque tendrán trabajo gratificante y servirán a Jehová.
Si tenemos una actitud dispuesta, Jehová puede hacer que prediquemos con
entusiasmo, que seamos buenos maestros, que sepamos consolar a los demás, que
seamos trabajadores hábiles, amigos comprensivos o cualquier otra cosa que sea
necesaria para cumplir su propósito.
ARTÍCULO DE ESTUDIO 42
enteremos de que hay cierta necesidad en nuestra congregación o que los ancianos lean una
carta de la sucursal sobre una necesidad en otro lugar. Tal vez entonces nos preguntemos
qué podemos hacer para ayudar. O quizás se nos haya ofrecido una asignación difícil y nos
preguntemos si estaríamos a la altura. Puede ocurrir también que, tras leer una porción de la
Biblia, pensemos en cómo usarla para ayudar a los demás. Jehová no nos obligará a hacer
nada. Pero, si ve que estamos dispuestos a hacer más, nos dará el deseo de actuar.
4. ¿Cómo puede darnos Jehová las fuerzas para actuar?
Jehová también puede darnos las fuerzas para actuar (Is. 40:29). Con su espíritu santo,
4
utilizó Jehová? ¿Fue cuando Moisés creyó que estaba preparado porque había sido “educado
en toda la sabiduría de los egipcios”? (Hech. 7:22-25). No, Jehová lo utilizó después de
enseñarle a ser manso y humilde (Hech. 7:30, 34-36). Y le dio el valor para presentarse ante
el gobernante más poderoso de Egipto (Éx. 9:13-19). ¿Qué aprendemos del momento y la
forma en que Jehová utilizó a Moisés? Que él usa a quienes muestran cualidades espirituales
y confían en las fuerzas que él les da (Filip. 4:13).
6. ¿Qué aprendemos de la manera en que Jehová usó a Barzilái para ayudar al rey David?
Siglos después, Jehová usó a Barzilái para ayudar al rey David. Cuando el rey y sus
6
hombres huían de Absalón, un hijo de David, estaban cansados y con hambre y sed. Aunque
Barzilái era muy mayor, él y otros arriesgaron la vida para llevarles ayuda. Barzilái no pensó
que a su edad ya no le era útil a Jehová. Al contrario, fue generoso y usó lo que tenía para
ayudar a los siervos de Dios que padecían necesidad (2 Sam. 17:27-29). ¿Qué lección
aprendemos? Que, sin importar nuestra edad, Jehová puede utilizarnos para ayudar a
hermanos de cualquier parte del mundo que no pueden cubrir sus necesidades básicas (Prov.
3:27, 28; 19:17). Incluso si no nos es posible ayudarlos de forma directa, podemos hacer
donaciones para la obra mundial a fin de que se ofrezca socorro en el momento y el lugar que
sea necesario (2 Cor. 8:14, 15; 9:11).
7. a) ¿Cómo usó Jehová a Simeón? b) ¿Por qué nos anima esto?
Simeón era un anciano leal de Jerusalén al que Jehová le prometió que antes de morir vería
7
al Mesías. Esta promesa debió animarlo muchísimo, pues había estado esperando su llegada
durante años. Jehová lo recompensó por su fe y aguante. Cierto día, “guiado por el espíritu”,
Simeón fue al templo, y allí vio a Jesús. Entonces, Jehová lo usó para pronunciar una profecía
sobre este niño, que llegaría a ser el Cristo (Luc. 2:25-35). Aunque Simeón probablemente
no vivió para ver el ministerio de Jesús, agradeció el honor que se le concedió. Y a este
hombre fiel le espera lo mejor cuando vea en el nuevo mundo que el gobierno de Jesús
bendecirá a todas las familias de la Tierra (Gén. 22:18). Nosotros también podemos sentirnos
agradecidos por lo que Jehová nos permita hacer al servirle.
8. ¿De qué manera puede usarnos Jehová?
En el siglo primero, un hombre generoso llamado José estuvo dispuesto a que Jehová lo
8
usara (Hech. 4:36, 37). Los apóstoles lo llamaron Bernabé, que significa “hijo del consuelo”,
probablemente porque sabía consolar a los demás. Por ejemplo, cuando Saulo se hizo
cristiano, muchos hermanos temían acercársele, pues sabían que había perseguido a las
congregaciones. Pero Bernabé acudió en su ayuda. De seguro que Saulo agradeció mucho
su bondad (Hech. 9:21, 26-28). Más tarde, los ancianos de Jerusalén se enteraron de que los
cristianos de Antioquía de Siria, una región lejana, necesitaban ánimo. ¿Y a quién enviaron?
A Bernabé. Esa fue una buena decisión, pues la Biblia dice que Bernabé “los animó a todos a
permanecer leales al Señor con firmeza y sinceridad” (Hech. 11:22-24). Hoy día, Jehová
también puede ayudarnos a consolar a nuestros hermanos, como por ejemplo a quienes han
perdido a un ser querido. O quizás nos motive a visitar o llamar a alguien que está enfermo o
deprimido y decirle algo que lo anime. ¿Estaremos dispuestos a que Jehová nos utilice como
a Bernabé? (1 Tes. 5:14).
9. ¿Qué aprendemos de la forma en que Jehová ayudó a un hermano llamado Vasily?
Jehová ayudó a un hermano llamado Vasily a ser un buen pastor espiritual. Cuando lo
9
nombraron anciano, a los 26 años, sentía que no estaba preparado para ayudar a la
congregación, sobre todo a los hermanos que tenían problemas. Pero recibió una valiosa
capacitación gracias a la ayuda de ancianos experimentados y de la Escuela del Ministerio del
Reino. Se esforzó mucho por mejorar. Por ejemplo, hizo una lista de pequeños objetivos. Al ir
alcanzando cada uno de estos, fue venciendo sus temores. Dice: “Lo que antes me asustaba
ahora me hace muy feliz. Cuando Jehová me ayuda a encontrar el texto adecuado para
consolar a un hermano o una hermana, me siento muy satisfecho”. Hermanos, si ustedes
hacen como Vasily y están dispuestos a ser instrumentos en las manos de Jehová, él los
capacitará para atender mayores responsabilidades en la congregación.
QUÉ LLEGARON A SER ALGUNAS MUJERES
10. ¿Qué hizo Abigaíl, y qué aprendemos de su ejemplo?
Durante el tiempo en que el rey Saúl persiguió a David y a los hombres que le eran leales,
10
estos necesitaban ayuda. En una ocasión, los hombres de David le pidieron un poco de
comida a un israelita rico llamado Nabal. Se sintieron con la libertad de hacerlo porque habían
protegido sus rebaños en el desierto. Pero Nabal era egoísta y no quiso darles nada. Esto
enfureció a David, quien se propuso matar a Nabal y a todos los hombres de su casa ( 1 Sam.
25:3-13, 22). Entonces, intervino la bella esposa de Nabal, Abigaíl. Esta mujer sensata
demostró gran valentía, pues fue al encuentro de David, cayó a sus pies y le pidió que no se
tomara la justicia por su mano y se hiciera culpable de sangre. Le aconsejó con tacto que
dejara el asunto en manos de Jehová. Sus palabras humildes y acciones prudentes
conmovieron a David y le hicieron ver que Jehová la había enviado (1 Sam. 25:23-28, 32-34).
Abigaíl había cultivado cualidades que la hacían útil a Jehová. De manera parecida, Jehová
puede valerse de las cristianas que demuestran tacto y discernimiento para fortalecer a su
familia y a la congregación (Prov. 24:3; Tito 2:3-5).
11. ¿Qué hicieron las hijas de Salum, y quiénes imitan su ejemplo en nuestros días?
Muchos siglos más tarde, las hijas de Salum estuvieron entre aquellos a quienes Jehová
11
utilizó para reconstruir la muralla de Jerusalén (Neh. 2:20; 3:12). Aunque Salum era un
príncipe, sus hijas estuvieron dispuestas a hacer aquella labor difícil y peligrosa (Neh. 4:15-
18). Su actitud fue muy diferente a la de los hombres importantes de los tecoítas, que
“no quisieron rebajarse a trabajar” (Neh. 3:5). Imaginemos la alegría que ellas sintieron
cuando las obras se terminaron en tan solo cincuenta y dos días (Neh. 6:15). En la actualidad,
hay hermanas que están encantadas de participar en un rasgo especial de servicio sagrado:
la construcción y el mantenimiento de edificios dedicados a Jehová. Sus habilidades,
entusiasmo y lealtad desempeñan un papel clave en el éxito de esta labor.
12. Igual que en el caso de Tabita, ¿cómo puede utilizarnos Jehová?
Jehová motivó a Tabita a hacer “muchas obras buenas” y ayudar “a los necesitados”, en
12
especial a las viudas (Hech. 9:36). Debido a su extraordinaria generosidad y bondad, muchos
lloraron su muerte. Pero sintieron una gran alegría cuando el apóstol Pedro la resucitó (Hech.
9:39-41). ¿Qué aprendemos de Tabita? Que, seamos jóvenes o mayores, hombres o mujeres,
todos podemos hacer cosas prácticas para ayudar a nuestros hermanos (Heb. 13:16).
13. ¿Cómo utilizó Jehová a una hermana tímida llamada Ruth, y a qué conclusión llegó ella?
Una hermana tímida llamada Ruth quería ser misionera. Cuando era jovencita, caminaba
13
apresuradamente entre una casa y otra repartiendo tratados. Dijo: “Me encantaba aquella
obra”. Pero se le hacía muy difícil hablar con las personas en las puertas sobre el Reino de
Dios. Pese a su timidez, Ruth se hizo precursora regular a los 18 años. En 1946, asistió a la
Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower y sirvió en Hawái y Japón. Jehová la usó para
llevar las buenas noticias a muchísimas personas de aquellos lugares. Tras participar durante
casi ochenta años en el ministerio, Ruth llegó a la siguiente conclusión: “Jehová ha sido mi
fortaleza. Me ha ayudado a superar la timidez. Creo firmemente que Jehová puede utilizar a
cualquier cristiano que cifra su confianza en él”.
caso, ¿qué hará que lleguemos a ser? Mucho depende de cuánto deseemos
esforzarnos (lea Colosenses 1:29). Si tenemos una actitud dispuesta, Jehová puede hacer
que prediquemos con entusiasmo, que seamos buenos maestros, que sepamos consolar a
los demás, que seamos trabajadores hábiles, amigos comprensivos o cualquier otra cosa que
sea necesaria para cumplir su propósito.
razón, pidámosle que nos conceda el deseo de trabajar para él y luego pidámosle
las fuerzas para hacerlo. Seamos jóvenes o mayores, usemos nuestro tiempo, energías,
habilidades y posesiones para honrar a Jehová ahora (Ecl. 9:10). Nunca dejemos pasar
preciosas oportunidades de hacer todo lo posible en su servicio por culpa del temor o los
sentimientos de ineptitud. Hagamos mucho o poco, todos tenemos el gran honor de darle a
nuestro Padre amoroso la honra que se merece.
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Cómo nos capacita Jehová para servirle?
¿Qué ejemplo de los que hemos analizado le ha llamado más la atención, y por qué?
Aunque Pablo dirigió esta carta a cristianos del siglo primero, sus palabras son para todos los
siervos de Jehová.
Viernes 17 de septiembre
El que perdona una ofensa promueve el amor, pero el que saca el
tema una y otra vez separa a los buenos amigos (Prov. 17:9).
A veces, cuando predicamos con los hermanos, no solo vemos sus virtudes, sino también sus
defectos. ¿Qué puede ayudarnos en este caso? Siendo realistas, no podemos esperar que
nuestros hermanos sean perfectos. Por tal razón, esforcémonos por mantener fuertes las
amistades que hagamos. Si un amigo comete un error, es posible que tengamos que hablarle
con franqueza pero con cariño y darle un consejo basado en la Biblia (Sal. 141:5). Y, si nos
hace daño, debemos perdonarlo. Una vez hayamos perdonado, evitemos la tentación de
sacar a relucir la ofensa en el futuro. Es de suma importancia que en estos tiempos difíciles
nos centremos en las virtudes de nuestros hermanos y no en sus defectos. De este modo, se
fortalecerán nuestros lazos de amistad. Y es esencial que lo hagamos porque necesitaremos
buenos amigos en la gran tribulación. w19.11 6 párrs. 13, 16
LEER LA BIBLIA
(Prov. 17:9). (Sal. 141:5).
Necesitaremos buenos amigos durante “la gran tribulación” /// Los buenos amigos predican juntos.
Los buenos amigos se perdonan con generosidad. /// Los buenos amigos se ayudan en momentos de necesidad.
sus vecinos y quizás algunos familiares de su ciudad natal, Anatot (Jer. 11:21; 12:6). Pero
no se aisló. De hecho, le confió a su leal secretario, Baruc, sus sentimientos, los cuales
quedaron registrados y han llegado hasta nosotros (Jer. 8:21; 9:1; 20:14-18; 45:1). Seguro
que los momentos que pasaron juntos mientras Baruc ponía por escrito todo lo que le había
pasado a Jeremías hicieron que llegaran a sentir un gran cariño y respeto el uno por el otro
(Jer. 20:1, 2; 26:7-11).
4. ¿Qué le dijo Jehová a Jeremías que hiciera, y por qué fortaleció esta misión la amistad entre Jeremías y
Baruc?
Jeremías había advertido con valentía a los israelitas de lo que le sucedería a Jerusalén ( Jer.
4
25:3). En un intento más por motivar a la gente a que se arrepintiera, Jehová le dijo a
Jeremías que escribiera sus advertencias en un rollo (Jer. 36:1-4). Él y Baruc colaboraron
hombro a hombro probablemente durante varios meses para realizar esta labor que Dios les
había encomendado. Sin duda, durante ese tiempo mantuvieron conversaciones que fortalecieron su
fe.
5. ¿Por qué sabemos que Baruc fue un buen amigo de Jeremías?
Cuando llegó el momento de dar a conocer el contenido del rollo, Jeremías le confió esta
5
labor a su amigo Baruc (Jer. 36:5, 6). Este fue valiente y cumplió con la peligrosa misión.
¿Nos imaginamos lo orgulloso que debió sentirse Jeremías cuando su amigo fue al patio del
templo y leyó el rollo ante el pueblo? (Jer. 36:8-10). Cuando los príncipes de Judá se
enteraron de lo que Baruc había hecho, le ordenaron que les leyera el rollo (Jer. 36:14, 15).
Entonces, decidieron contarle al rey Jehoiaquim lo que Jeremías había dicho. Con
consideración, le dieron a Baruc un consejo muy oportuno: “Vayan y escóndanse, tú y
Jeremías; que nadie sepa dónde están” (Jer. 36:16-19).
6. ¿Cómo reaccionaron Jeremías y Baruc ante la oposición?
Cuando el rey Jehoiaquim escuchó lo que Jeremías había escrito, se enfureció tanto que
6
quemó el rollo y mandó arrestar al profeta y a su secretario. Pero Jeremías no se asustó.
Tomó otro rollo, se lo dio a Baruc y le dictó el mensaje de Jehová. Así que Baruc escribió
“todas las palabras del rollo que el rey Jehoiaquim de Judá había quemado en el fuego” (Jer.
36:26-28, 32).
7. ¿Qué es probable que les sucediera a Jeremías y Baruc cuando trabajaron juntos?
A menudo, suele formarse un vínculo especial entre las personas que viven juntas una
7
prueba. Así que, cuando Jeremías y Baruc volvieron a escribir juntos el rollo que el malvado
rey Jehoiaquim había quemado, es lógico que su amistad se hiciera más fuerte. ¿Qué
aprendemos de estos dos hombres fieles?
COMUNIQUÉMONOS CON FRANQUEZA
8. ¿Qué podría dificultar que hiciéramos amigos verdaderos, y por qué no debemos darnos por vencidos?
Si alguna vez alguien nos ha hecho daño, tal vez nos resulte difícil sincerarnos con otros
8
(Prov. 18:19, 24). También puede ocurrir que nos parezca que no tenemos ni el tiempo ni las
energías para cultivar amistades íntimas. Pero no debemos darnos por vencidos. Si queremos
que nuestros hermanos nos apoyen cuando lleguen las pruebas, tenemos que aprender a
confiarles ahora lo que pensamos y sentimos. Esto es clave para hacer amigos verdaderos
(1 Ped. 1:22).
9. a) ¿Cómo demostró Jesús que confiaba en sus amigos? b) ¿Cómo puede ayudarnos la buena comunicación a
reforzar nuestra amistad con otros? Mencione un ejemplo.
Jesús demostró que confiaba en sus amigos al comunicarse libremente con ellos (Juan
9
PREDIQUEMOS JUNTOS
Los buenos amigos predican juntos. (Vea el párrafo 10).
10. Según Proverbios 27:17, ¿qué puede suceder cuando predicamos con nuestros hermanos?
Como sucedió en el caso de Jeremías y Baruc, cuando predicamos con nuestros hermanos
10
y observamos sus buenas cualidades, aprendemos de ellos y nuestra amistad se hace más
estrecha (lea Proverbios 27:17). Por ejemplo, si salimos al ministerio con un hermano y lo
escuchamos defender con valentía su fe o hablar con total convicción de Jehová y sus
promesas, es probable que sintamos más cariño por él.
11, 12. Dé un ejemplo de cómo une a los cristianos salir a predicar juntos.
11
Veamos dos casos que nos demuestran cómo une a los cristianos salir a predicar juntos.
Adeline es una hermana de 23 años que le pidió a su amiga Candice que se fueran juntas a
un territorio donde rara vez se predica. Adeline cuenta: “Queríamos sentirnos más motivadas
y disfrutar más de la predicación. Las dos necesitábamos recargar nuestras baterías
espirituales”. ¿Cómo las benefició predicar juntas? Adeline responde: “Al final del día,
hablábamos de cómo nos sentíamos, cómo nos habían animado las conversaciones que
habíamos tenido con la gente y cómo habíamos visto la guía de Jehová. A las dos nos
encantaba tener estas conversaciones profundas, y llegamos a conocernos aún mejor”.
12
Laïla y Marianne son dos hermanas solteras de Francia que fueron a predicar durante cinco
semanas a Bangui, la bulliciosa capital de la República Centroafricana. Laïla recuerda:
“Marianne y yo tuvimos algunos problemas, pero gracias a la buena comunicación y el cariño
sincero nuestra amistad se fortaleció. Mi admiración por ella aumentó cuando vi su flexibilidad,
su amor por las personas del país y su entusiasmo en el ministerio”. No es necesario que
vayamos a otro país para tener estos beneficios. Cada vez que salimos a predicar en el
territorio de nuestra congregación con un hermano o una hermana, tenemos la oportunidad de
conocerlo mejor y de afianzar nuestra amistad.
CENTRÉMONOS EN LO POSITIVO Y PERDONEMOS
13. ¿Qué puede ocurrir cuando predicamos con los hermanos?
A veces, cuando predicamos con los hermanos, no solo vemos sus virtudes, sino también
13
sus defectos. ¿Qué puede ayudarnos en este caso? Volvamos al ejemplo de Jeremías. ¿Qué
lo ayudó a él a ver lo bueno en los demás y a pasar por alto sus errores?
14. ¿Qué aprendió Jeremías de Jehová, y cómo lo ayudó esto?
Jeremías escribió el libro que lleva su nombre y probablemente también los libros de 1 y
14
2 Reyes. Sin duda, gracias a esta asignación vio lo misericordioso que es Jehová con los
seres humanos imperfectos. Por ejemplo, supo que, cuando el rey Acab se arrepintió de sus
malas acciones, Jehová dijo que no sería testigo de la aniquilación de toda su familia (1 Rey.
21:27-29). También se enteró de que, aunque Manasés ofendió a Jehová mucho más que
Acab, Jehová lo perdonó cuando se arrepintió (2 Rey. 21:16, 17; 2 Crón. 33:10-13). Estos
relatos debieron ayudar a Jeremías a imitar la paciencia y la misericordia de Dios al tratar con
sus amigos (Sal. 103:8, 9).
15. ¿Cómo imitó Jeremías la paciencia de Jehová cuando Baruc se distrajo?
15
Pensemos en lo que hizo Jeremías cuando su amigo Baruc se distrajo por un tiempo de su labor. En vez de
darlo por perdido, Jeremías lo ayudó transmitiéndole el mensaje franco pero cariñoso de Jehová (Jer. 45:1-5).
¿Qué lecciones aprendemos?
Los buenos amigos se perdonan con generosidad. (Vea el párrafo 16).
16. Como muestra Proverbios 17:9, ¿qué debemos hacer para mantener fuerte una amistad?
Siendo realistas, no podemos esperar que nuestros hermanos sean perfectos. Por tal razón,
16
esforcémonos por mantener fuertes las amistades que hagamos. Si un amigo comete un
error, es posible que tengamos que hablarle con franqueza pero con cariño y darle un consejo
basado en la Biblia (Sal. 141:5). Y, si nos hace daño, debemos perdonarlo. Una vez hayamos
perdonado, evitemos la tentación de sacar a relucir la ofensa en el futuro (lea Proverbios
17:9). Es de suma importancia que en estos tiempos difíciles nos centremos en las virtudes
de nuestros hermanos y no en sus defectos. De este modo, se fortalecerán nuestros lazos de
amistad. Y es esencial que lo hagamos porque necesitaremos buenos amigos en la gran
tribulación.
MOSTREMOS AMOR LEAL
17. ¿Por qué sabemos que Jeremías fue un amigo de verdad en tiempos de angustia?
El profeta Jeremías fue un amigo de verdad en tiempos de angustia. Por ejemplo, veamos
17
cómo ayudó a Ébed-Mélec. Este era un funcionario de la corte que lo salvó de una muerte
segura en una cisterna llena de fango. Pero, después de rescatarlo, Ébed-Mélec sintió miedo
de que los príncipes le hicieran daño. Cuando Jeremías se enteró, no se quedó callado
esperando a que su amigo se las arreglara de alguna manera. Aunque estaba preso, hizo lo
que pudo por él transmitiéndole una tranquilizadora promesa de parte de Jehová ( Jer. 38:7-
13; 39:15-18).
sufren los efectos de desastres naturales o desastres causados por el hombre. En esos
casos, quizás algunos podamos recibir a estos hermanos en nuestro hogar. Otros tal vez
puedan ayudar económicamente. Pero lo que todos podemos hacer es pedirle a Jehová que
los ayude. Si nos enteramos de que un hermano está desanimado, quizás no sepamos qué
decirle o cómo reaccionar. Pero todos podemos hacer mucho. Por ejemplo, podemos pasar
tiempo con él, escucharlo con atención cuando nos habla y mencionarle un texto que a
nosotros nos consuela (Is. 50:4). Lo más importante es que estemos al lado de nuestros
amigos cuando nos necesiten (lea Proverbios 17:17).
19. ¿Cómo nos ayudarán en el futuro las amistades que hagamos ahora?
Debemos estar decididos a hacer y mantener amistades fuertes con nuestros hermanos
19
ahora. ¿Por qué? Porque nuestros enemigos tratarán de separarnos con sus mentiras e
información errónea. Intentarán hacer que dejemos de apoyarnos y de confiar unos en otros.
Pero fracasarán. No podrán romper los lazos de amor que nos unen. Nada de lo que hagan
logrará acabar con las amistades que hemos forjado. De hecho, estas amistades durarán
no solo hasta el fin de este mundo, sino toda la eternidad.
¿CÓMO NOS AYUDAN LOS SIGUIENTES PUNTOS
A HACER AMISTADES FUERTES?
Comunicarnos con franqueza.
Predicar juntos.
Al dirigir cursos bíblicos, debemos esforzarnos por hacer discípulos y enseñarles a obedecer
todo lo que ha mandado Jesús. Tenemos que ayudarlos a comprender que es muy importante
que se pongan de parte de Jehová y su Reino. Esto significa tratar de motivarlos a hacer suya
la verdad aplicando lo que aprenden, dedicando su vida a Jehová y bautizándose. Solo así
sobrevivirán al día de Jehová (1 Ped. 3:21). Queda muy poco para que se acabe este mundo.
Por ello, no tenemos tiempo para seguir dando cursos a quienes no muestran el deseo de ser
discípulos de Cristo (1 Cor. 9:26). Nuestra obra es urgente, pues aún hay muchas personas
que tienen que escuchar el mensaje del Reino antes de que sea demasiado
tarde. w19.10 11, 12 párrs. 14, 15
LEER LA BIBLIA
(Mat. 28:19, 20). (1 Ped. 3:21). (1 Cor. 9:26).
No nos dejemos engañar por el anuncio de “paz y seguridad”. /// En la predicación, mostramos a la gente que solo el Reino
de Dios puede lograr que este mundo sea realmente seguro.
Mantengámonos ocupados en la
parte final de los últimos días
“Manténganse firmes, inamovibles, y estén siempre muy ocupados en la
obra del Señor” (1 COR. 15:58).
CANCIÓN 58 Voy a buscar a los amigos de la paz
AVANCE*
días”. El fin de este mundo está muy cerca, así que debemos dar respuesta a dos preguntas
importantes: ¿Qué sucederá al final de “los últimos días”? Y ¿qué espera Jehová que
hagamos mientras tanto?
expresión se refiere al periodo que comienza con el ataque a “Babilonia la Grande” —el
conjunto de todas las religiones falsas del mundo— y termina en Armagedón (Apoc.
16:14, 16; 17:5). Justo antes de que comience ese “día”, las naciones proclamarán que han
logrado “paz y seguridad”. Los líderes mundiales a veces utilizan expresiones similares
cuando hablan sobre mejorar las relaciones internacionales.* Pero el anuncio que menciona
la Biblia será diferente. ¿Por qué? Porque, cuando se dé ese anuncio, mucha gente creerá
que los gobernantes mundiales han conseguido que el mundo sea un lugar más seguro. Sin
embargo, la realidad será que estallará “una gran tribulación” que terminará en “destrucción
repentina” (Mat. 24:21).
No nos dejemos engañar por el anuncio de “paz y seguridad”. (Vea los párrafos 3 a 6).*
4. a) ¿Qué cosas no sabemos sobre la proclamación de “paz y seguridad”? b) ¿Qué sabemos ya sobre ella?
4
Conocemos algunos detalles sobre la proclamación de “paz y seguridad”. No obstante, hay
cosas que desconocemos, como qué llevará a las naciones a hacer ese anuncio y cómo lo
harán. Tampoco sabemos si se tratará de una sola declaración o de una serie de anuncios.
Sea como sea, hay algo que sí sabemos: que no debemos dejarnos engañar y creer que los
líderes de las naciones traerán la paz mundial. Al contrario, esta es la proclamación que
estamos esperando, la señal de que “el día de Jehová” está a punto de comenzar.
5. ¿Cómo nos ayuda 1 Tesalonicenses 5:4-6 a estar listos para “el día de Jehová”?
(Lea 1 Tesalonicenses 5:4-6). Pablo nos dice lo que debemos hacer a fin de estar listos
5
para “el día de Jehová”. No debemos dormirnos “como hacen los demás”, sino estar
despiertos y permanecer alerta. Por ejemplo, tenemos que estar al tanto del peligro de
mezclarnos en las cuestiones políticas del mundo y así violar nuestra neutralidad. Si lo
hiciéramos, podríamos llegar a ser “parte del mundo” (Juan 15:19). Sabemos que solo el
Reino de Dios traerá paz mundial.
6. ¿Qué ayuda deseamos dar a las personas, y por qué?
Además de estar despiertos, deseamos ayudar a otras personas a “despertar”, es decir,
6
ayudarlas a conocer lo que la Biblia dice que le sucederá a este mundo. Recordemos que,
una vez que comience la gran tribulación, será muy tarde para que busquen a Jehová. Por
eso es tan urgente la predicación.*
MANTENGÁMONOS OCUPADOS EN LA
PREDICACIÓN
crecido en todo el mundo la cantidad de proclamadores del Reino durante los últimos días. En
1914, había 5.155 publicadores en 43 países. En la actualidad, somos unos 8.500.000
publicadores en 240 países y territorios. Pero nuestra obra no ha finalizado todavía. Debemos
seguir proclamando que solo el Reino de Dios resolverá los problemas del hombre (Sal.
145:11-13).
9. ¿Por qué debemos seguir predicando el mensaje del Reino?
Seguiremos predicando hasta que Jehová diga que esta obra ha terminado. ¿Cuánto tiempo
9
le queda a la gente para conocer a Jehová y a Jesucristo? (Juan 17:3). No lo sabemos.
Lo que sí sabemos es que, mientras no comience la gran tribulación, toda persona con “la
actitud correcta para obtener vida eterna” tiene la oportunidad de prestar atención a las
buenas noticias (Hech. 13:48). ¿Cómo ayudaremos a estas personas antes de que sea
demasiado tarde?
10. ¿Qué ayuda nos da Jehová para que enseñemos la verdad a la gente?
Jehová nos está dando mediante su organización todo lo necesario para enseñar la verdad
10
a la gente. Por ejemplo, todas las semanas nos capacita mediante la reunión de entre
semana, donde aprendemos qué decir en la primera visita y en las revisitas, y cómo dirigir los
cursos bíblicos. La organización de Jehová también nos ha dado las herramientas del kit de
enseñanza. Estas pueden ayudarnos de las siguientes maneras:
a empezar conversaciones,
a despertar el interés de la gente,
a motivarla a querer saber más,
a enseñar la verdad en los cursos bíblicos y
a invitar a quienes demuestren interés a visitar nuestro sitio de Internet y el Salón del Reino.
Claro, además de tener estas herramientas, debemos usarlas.* Por ejemplo, si tenemos una
conversación agradable con alguien que muestra interés y le dejamos un tratado o una
revista, la persona podrá leer más sobre el tema hasta que volvamos a hablar con ella. Cada
uno de nosotros tiene la responsabilidad de mantenerse ocupado en la predicación todos los
meses.
11. ¿Por qué se ha preparado el curso bíblico en línea?
Veamos de qué otro modo está ayudando Jehová a las personas a conocer la verdad.
11
mensaje de esperanza que esta nos da. Al estudiar estas lecciones, la persona aprenderá lo
siguiente:
cómo nos ayuda la Biblia,
quiénes son Jehová, Jesús y los ángeles,
por qué creó Dios a los seres humanos y
por qué existen el sufrimiento y la maldad.
13. Explique si el curso bíblico en línea sustituye a nuestro programa de clases bíblicas particulares.
Este curso no sustituye a nuestro programa de clases bíblicas particulares. Jesús nos ha
13
dado el honor de hacer discípulos. Deseamos que las personas interesadas lean el curso en
línea, valoren lo que aprenden y quieran saber más. Si eso ocurre, quizás acepten que un
publicador les dé clases de la Biblia. Al final de cada lección, se invita al lector a solicitar que
lo visite alguien para que lo ayude a aprender más. Todos los días, recibimos de todo el
mundo a través de nuestro sitio de Internet un promedio de 230 solicitudes de cursos de la
Biblia. Es fundamental que las personas reciban una enseñanza individualizada
tiempo para seguir dando cursos a quienes no muestran el deseo de ser discípulos de Cristo
(1 Cor. 9:26). Nuestra obra es urgente, pues aún hay muchas personas que tienen que
escuchar el mensaje del Reino antes de que sea demasiado tarde.
hagamos. Todos los cristianos verdaderos debemos alejarnos por completo de Babilonia la
Grande. Es posible que quienes reciben clases de la Biblia hayan pertenecido a una religión
falsa antes de conocer la verdad. Tal vez asistían a sus servicios religiosos, participaban en
sus actividades o le daban dinero. Antes de que se les apruebe para ser publicadores
no bautizados, deben romper con todo lo que los una a la religión falsa. Tienen que presentar
una carta de renuncia o cortar de cualquier otro modo su relación con su anterior iglesia o con
cualquier otra organización que forme parte de Babilonia la Grande.*
17. ¿Qué clase de empleo debemos rechazar los cristianos, y por qué?
Los cristianos verdaderos debemos asegurarnos de que nuestro empleo no tiene nada que
17
ver con Babilonia la Grande (2 Cor. 6:14-17). Por ejemplo, no seremos empleados de ninguna
iglesia. Además, si trabajamos para una empresa, no haremos trabajos extensos en
instalaciones que se utilizan para la adoración falsa. Y, si tenemos nuestro propio negocio,
ni ofreceremos nuestros servicios ni aceptaremos ofertas para trabajar para alguna parte de
Babilonia la Grande. ¿Por qué adoptamos una postura tan firme? Porque no deseamos ser
cómplices de las obras y los pecados de las organizaciones religiosas que están
contaminadas para Dios (Is. 52:11).*
18. ¿Cómo actuó un hermano cuando se le pidió trabajar en una iglesia?
Hace años, un contratista le pidió a un anciano que tenía su propio negocio que hiciera un
18
pequeño trabajo de carpintería en una iglesia de la ciudad donde vivía. El contratista sabía
que el hermano siempre había dicho que no trabajaría en ninguna iglesia. Pero en esta
ocasión necesitaba urgentemente que alguien hiciera el trabajo. Pese a todo, el hermano
respetó los principios bíblicos y rechazó la oferta. A la semana siguiente, el periódico local
publicó la foto de otro carpintero colocando una cruz en la iglesia. Si el hermano hubiera
cedido, podría haber aparecido él en el periódico. Pensemos en el daño que habría hecho eso
a su reputación en la congregación y en cómo se hubiera sentido Jehová.
QUÉ HEMOS APRENDIDO
19, 20. a) ¿Qué hemos aprendido hasta ahora? b) ¿Qué más debemos aprender?
19
Según las profecías bíblicas, el próximo acontecimiento importante de la historia mundial es
la proclamación de “paz y seguridad”. Pero Jehová nos ha enseñado que las naciones
no lograrán paz real y permanente. ¿Qué debemos hacer antes de que esto ocurra y venga la
destrucción repentina? Dios espera que sigamos ocupados predicando el mensaje del Reino y
tratando de hacer más discípulos. Al mismo tiempo, debemos mantenernos alejados de la
religión falsa. Eso implica dejar de ser miembros de las organizaciones religiosas falsas y que
nuestro empleo no tenga nada que ver con Babilonia la Grande.
20
Hay más sucesos que ocurrirán durante la parte final de “los últimos días” y hay más cosas
que Jehová espera que hagamos. ¿Cuáles son? Y ¿cómo podemos prepararnos para todo lo
que vendrá en el futuro cercano? Lo veremos en el siguiente artículo.
Por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas dice en su página oficial de Internet que
su prioridad es “mantener la paz y la seguridad internacionales”.
Vea el artículo de este número titulado “Cuando Dios castiga, ¿da siempre suficiente advertencia?”.
Encontraremos detalles sobre cómo usar las herramientas del kit de enseñanza en el artículo “Enseñemos la
verdad”, del número de octubre de 2018 de La Atalaya.
Este curso está disponible actualmente en inglés y portugués, y en el futuro lo estará en otros idiomas.
También debemos evitar los campamentos juveniles o las instalaciones de recreo que tengan relación con la
religión falsa. Por ejemplo, con respecto a si se puede o no pertenecer a la YMCA (Asociación Cristiana de
Jóvenes), podemos consultar la sección “Preguntas de los lectores” de La Atalaya del 1 de marzo de 1979.
Lo mismo se puede decir sobre la YWCA (Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes). Aunque algunas filiales
locales de estas asociaciones le restan importancia al aspecto religioso de sus actividades, en realidad sus
raíces y sus objetivos son religiosos.
En la sección “Preguntas de los lectores” de La Atalaya del 15 de abril de 1999, encontramos un análisis más
detallado sobre lo que la Biblia dice respecto a los empleos relacionados con las organizaciones religiosas.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. La noticia que aparece en la televisión de que se ha conseguido “paz y
seguridad” despierta el interés de los clientes de una cafetería. Este anuncio no engaña a una pareja de Testigos
que ha parado para descansar durante la predicación.
Domingo 19 de septiembre
Echará el incienso en el fuego delante de Jehová (Lev. 16:13).
En la celebración anual del Día de Expiación, la nación de Israel se reunía y el sumo
sacerdote ofrecía sacrificios de animales. Estos recordaban a los israelitas que debían estar
libres de pecado. Pero el sumo sacerdote primero tenía que echar el incienso sobre las
brasas, y la sala se llenaba de un agradable aroma. ¿Qué aprendemos de esto? La Biblia
compara a incienso las oraciones de los siervos fieles de Dios (Sal. 141:2; Apoc. 5:8). El sumo
sacerdote llevaba el incienso ante la presencia de Jehová con muchísimo respeto. De modo
similar, cuando nos dirigimos en oración a Dios, lo hacemos con un profundo respeto.
Valoramos mucho que nuestro Creador nos permita acercarnos a él, como hace un hijo con
su padre (Sant. 4:8). Nos acepta como sus amigos (Sal. 25:14). Este es un honor tan grande
para nosotros que no queremos hacer nada que le desagrade. w19.11 20, 21 párrs. 3-5
LEER LA BIBLIA
(Lev. 16:13). (Sal. 141:2; Apoc. 5:8). (Sant. 4:8). (Sal. 25:14).
El amor a Jehová nos motiva a darle lo mejor. /// Jehová bendice y guía a su organización. Nosotros le damos todo nuestro
apoyo.
ARTÍCULO DE ESTUDIO 47
Lecciones del libro de Levítico
“Toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil” (2 TIM. 3:16).
CANCIÓN 98 Las Escrituras están inspiradas por Dios
AVANCE*
1, 2. ¿Por qué debería interesarnos el libro de Levítico a los cristianos de la actualidad?
EL APÓSTOL Pablo le recordó a su joven amigo Timoteo que “toda la Escritura está inspirada
por Dios y es útil” (2 Tim. 3:16). Una parte de esta “Escritura” es el libro de Levítico. ¿Qué
opina usted de él? Para algunas personas, es solo un libro lleno de normas que no son útiles
para nuestro día. Pero los cristianos verdaderos lo vemos de manera distinta.
2
Levítico se escribió hace unos tres mil quinientos años, pero Jehová lo ha conservado “para
nuestra enseñanza” (Rom. 15:4). Este libro inspirado nos ayuda a comprender la manera de
pensar de Dios, así que deberíamos tener mucho interés en examinarlo. De hecho, podemos
aprender muchas lecciones de él. Veamos cuatro.
CÓMO CONSEGUIMOS LA APROBACIÓN DE
JEHOVÁ
3. ¿Por qué se ofrecían sacrificios el Día de Expiación?
Primera lección: necesitamos la aprobación de Jehová para que acepte nuestros
3
tabernáculo. En una mano lleva un recipiente con incienso perfumado y en la otra un braserillo
de oro lleno de brasas. Se detiene delante de la cortina que oculta la entrada al Santísimo.
Con sumo respeto, entra por primera vez ese día (lo hará dos veces más) y se para frente al
Arca del Pacto. En sentido simbólico, está ante la mismísima presencia de Jehová. Entonces,
echa el incienso sobre las brasas, y la sala se llena de un agradable aroma. * Más tarde,
volverá a entrar en el Santísimo con la sangre de las ofrendas por el pecado. Fijémonos en
esto: quema el incienso antes de presentar la sangre de las ofrendas por el pecado.
5. ¿Qué aprendemos del uso del incienso el Día de Expiación?
¿Qué aprendemos del uso del incienso el Día de Expiación? La Biblia compara a incienso las
5
oraciones de los siervos fieles de Dios (Sal. 141:2; Apoc. 5:8). Recordemos que el sumo
sacerdote llevaba el incienso ante la presencia de Jehová con muchísimo respeto. De modo
similar, cuando nos dirigimos en oración a Dios, lo hacemos con un profundo respeto.
Valoramos mucho que el Creador del universo nos permita acercarnos a él, como hace un hijo
con su padre (Sant. 4:8). Nos acepta como sus amigos (Sal. 25:14). Este es un honor tan
grande para nosotros que no queremos hacer nada que le desagrade.
6. ¿Qué nos enseña sobre Jesús el que el sumo sacerdote quemara el incienso antes de ofrecer los sacrificios?
Tengamos presente que el sumo sacerdote debía quemar el incienso antes de ofrecer los
6
Tierra. Ninguna tentación ni prueba, ni siquiera la perspectiva de una muerte horrible, debilitó
el deseo que tenía de defender la manera de gobernar de su Padre (Filip. 2:8). Jesús oró con
“fuertes clamores y lágrimas” cuando se enfrentó a las pruebas (Heb. 5:7). Sus sinceras
oraciones procedían de un corazón leal y fortalecieron su deseo de ser obediente. Estas
oraciones fueron para Jehová como el agradable olor del incienso. Todo lo que hizo
Jesús durante su vida agradó a su Padre y vindicó la soberanía divina.
8. ¿Cómo podemos imitar a Jesús?
Podemos imitar a Jesús haciendo lo posible por obedecer las leyes de Dios y por ser leales a
8
él. Cuando pasamos por pruebas, le suplicamos a Jehová que nos ayude porque deseamos
agradarle. Haciendo todo esto, demostramos que apoyamos su modo de gobernar. Sabemos
que no aceptará nuestras oraciones si hacemos algo que condena. En cambio, si vivimos
como Dios quiere, podemos tener la confianza de que nuestras oraciones sinceras serán para
él como el agradable olor del incienso. Y podemos estar seguros de que nuestra lealtad y
obediencia complacen a nuestro Padre celestial (Prov. 27:11).
LA GRATITUD Y EL AMOR NOS MOTIVAN A
SERVIR A JEHOVÁ
que la grasa era la mejor parte del animal. También especificó que algunos órganos vitales,
como los riñones, tenían un valor especial (lea Levítico 3:6, 12, 14-16). Así que a Jehová le
hacía particularmente feliz que un israelita le ofreciera de manera voluntaria los órganos
vitales y la grasa. El israelita que hacía esa ofrenda demostraba su profundo deseo de darle a
Jehová lo mejor. De modo parecido, Jesús le ofreció lo mejor a su Padre sirviéndole de toda
alma por el amor que le tenía (Juan 14:31). Para Jesús, era un placer hacer la voluntad de
Dios, y amaba profundamente su ley (Sal. 40:8). ¡Cuánto debió agradarle a Jehová ver con
qué disposición le servía su Hijo!
El amor a Jehová nos motiva a darle lo mejor. (Vea los párrafos 11 y 12).*
11. a) ¿En qué se parece nuestro servicio a Dios a aquellos sacrificios de paz? b) ¿Cómo puede consolarnos
esto?
Aquellos sacrificios de paz eran voluntarios y una muestra de amor a Dios. Nuestro servicio
11
humo del fuego que consumía las mejores partes del animal. Así que podemos estar seguros
de que Jehová está contento con el servicio que realizamos de manera voluntaria y de toda
alma (Col. 3:23). Imaginemos lo feliz que se siente. Para él, todo lo que el amor nos motiva a
hacer en su servicio, sea mucho o poco, es algo muy valioso que siempre recordará (Mat.
6:20; Heb. 6:10).
JEHOVÁ BENDICE A SU ORGANIZACIÓN
13. Según lo que dice Levítico 9:23, 24, ¿cómo demostró Jehová que aprobaba el sacerdocio?
Cuarta lección: Jehová bendice a la parte terrestre de su organización. Analicemos lo
13
que ocurrió el año 1512 antes de nuestra era, cuando se erigió el tabernáculo al pie del monte
Sinaí (Éx. 40:17). Moisés presidió la ceremonia en la que se nombró sacerdotes a Aarón y sus
hijos. La nación de Israel se reunió para ver a los sacerdotes ofrecer por primera vez los
sacrificios de animales (Lev. 9:1-5). ¿Cómo demostró Jehová que aprobaba el sacerdocio
recién nombrado? Cuando Aarón y Moisés bendijeron a los israelitas, Jehová envió fuego del
cielo para que consumiera por completo el sacrificio del altar (lea Levítico 9:23, 24).
14. ¿Por qué nos interesa hoy que Dios diera su aprobación al sacerdocio de Aarón?
De esta manera tan espectacular, Jehová demostró su total apoyo al sacerdocio de Aarón.
14
Cuando los israelitas vieron esta prueba clara de que los sacerdotes contaban con la
aprobación divina, comprendieron que también ellos debían darles su total apoyo. Esto es de
interés para nosotros, pues el sacerdocio de Israel fue una sombra de un sacerdocio mucho
más importante. Cristo es el gran Sumo Sacerdote, y junto con él servirán en el cielo 144.000
sacerdotes y reyes (Heb. 4:14; 8:3-5; 10:1).
Jehová bendice y guía a su organización. Nosotros le damos todo nuestro apoyo. (Vea los párrafos 15 a 17).*
15, 16. ¿Qué pruebas hay de que Jehová apoya al “esclavo fiel y prudente”?
15
En 1919, Jesús nombró a un pequeño grupo de cristianos ungidos para que fuera “el
esclavo fiel y prudente”. Este esclavo dirige la predicación y da a los seguidores de Cristo
“alimento al tiempo debido” (Mat. 24:45). ¿Vemos pruebas claras de que Dios aprueba a este
esclavo fiel y prudente?
16
Satanás y su mundo han tratado de obstaculizar la labor del esclavo fiel y prudente.
De hecho, este no habría podido llevarla a cabo sin la ayuda de Jehová. Ha habido dos
guerras mundiales y crisis económicas de alcance internacional; además, se ha tratado
injustamente y se ha perseguido con dureza al pueblo de Dios. A pesar de todo esto, el
esclavo fiel y prudente ha seguido suministrando alimento espiritual a los seguidores de Cristo
en la Tierra. Pensemos en la gran cantidad de publicaciones de las que disponemos de
manera gratuita en más de novecientos idiomas. Esto es una prueba innegable del apoyo
divino. La predicación es otra muestra de la bendición de Jehová. Las buenas noticias se
están predicando en “toda la tierra habitada” (Mat. 24:14). No cabe duda de que Jehová está
guiando y bendiciendo con generosidad a su organización.
17. ¿Cómo demostramos que apoyamos a la organización que está usando Jehová?
Preguntémonos: “¿Me siento agradecido de relacionarme con la parte terrestre de la
17
organización de Dios?”. Las pruebas que Jehová nos ha dado de que apoya a su
organización son tan convincentes como el fuego que bajó del cielo en los días de Moisés y
Aarón. Es obvio que tenemos mucho por lo que dar gracias (1 Tes. 5:18). ¿Cómo
demostramos que apoyamos a la organización que está usando Jehová? Poniendo en
práctica los consejos bíblicos que recibimos en las publicaciones, en las reuniones y en las
asambleas, y participando al máximo en la obra de predicar y hacer discípulos (1 Cor. 15:58).
18. ¿Qué estamos decididos a hacer?
Debemos estar decididos a poner en práctica las lecciones del libro de Levítico.
18
Esforcémonos por obtener la aprobación de Jehová para que acepte nuestros sacrificios.
Sirvamos a Dios porque estamos agradecidos a él. Sigamos dándole lo mejor porque lo
amamos con todo el corazón. Y apoyemos de toda alma a la organización que está usando
hoy día. Haciendo todas estas cosas, le demostraremos a Jehová que valoramos el honor de
servirle y ser sus Testigos.
¿QUÉ LECCIONES APRENDEMOS?
Del uso del incienso el Día de Expiación (Lev. 16:12, 13).
De los sacrificios de paz que se ofrecían bajo la Ley (Lev. 3:6, 12, 14-16).
De que bajara fuego del cielo cuando se nombró el sacerdocio (Lev. 9:23, 24).
CANCIÓN 96 El libro de Dios es un tesoro
El libro de Levítico contiene leyes que Jehová le dio al antiguo Israel. Los cristianos
no estamos obligados a obedecer esas leyes, pero podemos beneficiarnos de ellas. En este
artículo, vamos a analizar algunas lecciones valiosas que podemos aprender de Levítico.
Lunes 20 de septiembre
¡Cuántas son tus obras, oh, Jehová! Con sabiduría las has hecho todas.
La tierra está llena de tus creaciones (Sal. 104:24).
¿Como ven el trabajo la mayoría de las personas donde vivimos? En muchos países, la gente
trabaja más que nunca. Como consecuencia, muchos están tan ocupados que no tienen
tiempo para descansar, estar con su familia ni satisfacer sus necesidades espirituales (Ecl.
2:23). Por otro lado, hay gente a la que no le gusta trabajar y pone excusas para no hacerlo
(Prov. 26:13, 14). Estas actitudes no son equilibradas. Pero ¿qué piensan Jehová y Jesús del
trabajo? No hay duda de que a Jehová le gusta trabajar. Jesús lo dejó claro al decir: “Mi Padre
hasta ahora sigue trabajando, y yo también sigo trabajando” (Juan 5:17). Pensemos en la
innumerable cantidad de seres espirituales que hizo y en el inmenso universo, así como en
las muchas cosas que creó en el hermoso planeta que habitamos. w19.12 2 párrs. 1, 2
LEER LA BIBLIA
(Sal. 104:24). (Ecl. 2:23). (Prov. 26:13, 14). (Juan 5:17).
La familia de Jesús dedicaba el sábado a las actividades espirituales. /// Ser equilibrados con respecto al trabajo y el descanso nos permite
centrarnos en actividades que nos hacen sentir bien.
ARTÍCULO DE ESTUDIO 49
“Hay un tiempo determinado” para
trabajar y para descansar
“Vengan [...] a un lugar retirado para que descansen un poco” (MAR. 6:31).
CANCIÓN 143 ¡Hay que seguir vigilantes!
AVANCE*
1. ¿Cómo ven muchas personas el trabajo?
¿CÓMO ven el trabajo la mayoría de las personas donde vivimos? En muchos países, la
gente trabaja más que nunca. Como consecuencia, muchos están tan ocupados que
no tienen tiempo para descansar, estar con su familia ni satisfacer sus necesidades
espirituales (Ecl. 2:23). Por otro lado, hay gente a la que no le gusta trabajar y pone excusas
para no hacerlo (Prov. 26:13, 14).
2, 3. ¿Qué ejemplo nos ponen Jehová y Jesús?
2
Estas actitudes no son equilibradas. Pero ¿qué piensan Jehová y Jesús del trabajo? No hay
duda de que a Jehová le gusta trabajar. Jesús lo dejó claro al decir: “Mi Padre hasta ahora
sigue trabajando, y yo también sigo trabajando” (Juan 5:17). Pensemos en la innumerable
cantidad de seres espirituales que hizo y en el inmenso universo, así como en las muchas
cosas que creó en el hermoso planeta que habitamos. Con razón el salmista dijo: “¡Cuántas
son tus obras, oh, Jehová! Con sabiduría las has hecho todas. La tierra está llena de tus
creaciones” (Sal. 104:24).
3
Jesús, la sabiduría personificada, copió el ejemplo de su Padre. Ayudó a Dios cuando este
“preparó los cielos”, y estaba junto a él “como un obrero experto” (Prov. 8:27-31). Mucho
tiempo después, cuando estuvo en la Tierra, hizo un magnífico trabajo. Este era para él como
alimento, y todas sus obras demostraron que Dios lo había enviado (Juan 4:34; 5:36; 14:10).
4. ¿Qué aprendemos de Jehová y Jesús sobre el descanso?
¿Indican los ejemplos de Jehová y Jesús que no es necesario que descansemos? Claro que
4
no. Jehová no se cansa nunca, así que no necesita descansar como nosotros. Pero la Biblia
dice que, después de crear los cielos y la Tierra, “dejó de trabajar y descansó” (Éx. 31:17).
Estas palabras al parecer significan que dejó de crear y que dedicó tiempo a disfrutar de lo
que había hecho. Y, en cuanto a Jesús, aunque trabajó mucho cuando estuvo en la Tierra,
también pasó tiempo descansando y disfrutando de comer con sus amigos (Mat. 14:13; Luc.
7:34).
5. ¿Qué les resulta difícil a muchos?
La Biblia nos dice a los siervos de Dios que seamos trabajadores, no perezosos (Prov.
5
15:19). Puede que trabajemos para mantener a nuestra familia. Y todos los cristianos
tenemos la obligación de predicar las buenas noticias. No obstante, también necesitamos
descansar suficiente. ¿Nos resulta difícil equilibrar el tiempo que dedicamos al trabajo, al
ministerio y al descanso? ¿Cómo sabemos cuánto trabajar y cuánto descansar?
CÓMO ENCONTRAR EL EQUILIBRIO
6. ¿Cómo demuestra Marcos 6:30-34 que Jesús era equilibrado respecto al trabajo y el descanso?
6
Es importante ser equilibrados respecto al trabajo. El rey Salomón escribió por inspiración
que “hay un tiempo determinado [...] para cada actividad”, y mencionó entre otras cosas
plantar, construir, llorar, reír y bailar (Ecl. 3:1-8). Está claro que trabajar y descansar son dos
aspectos fundamentales de la vida. Jesús veía los dos con equilibrio. En una ocasión, los
apóstoles regresaron de una gira de predicación. Estaban tan ocupados que “no tenían
tiempo ni para comer”. Jesús les dijo: “Vengan conmigo; vamos solos a un lugar retirado para
que descansen un poco” (lea Marcos 6:30-34). Ni él ni sus discípulos descansaban siempre
todo lo que deseaban. Pero Jesús sabía que todos ellos necesitaban descansar.
7. ¿Cómo nos ayudará estudiar la ley del sábado?
A veces, hace falta descansar un poco o cambiar de actividad. Lo demuestra un mandato
7
que Jehová dio a los israelitas en la Ley de Moisés: tenían que guardar el sábado semanal.
Nosotros no estamos bajo la Ley mosaica, pero podemos sacar provecho de estudiar lo que
decía sobre el sábado. Lo que aprendamos nos ayudará a analizar cómo vemos el trabajo y el
descanso.
EL SÁBADO ERA UN DÍA PARA DESCANSAR Y
ADORAR A DIOS
8. Según Éxodo 31:12-15, ¿qué debían hacer los israelitas el sábado?
La Palabra de Dios dice que después de seis “días” Jehová dejó de hacer obras creativas en
8
la Tierra (Gén. 2:2). No obstante, a Jehová le gusta trabajar, así que ha seguido haciéndolo
en otros aspectos (Juan 5:17). La ley del sábado seguía un modelo parecido al descrito en
Génesis, es decir, trabajar seis días y descansar el séptimo. Dios dijo que el sábado era una
señal entre él e Israel. Era un día “de descanso completo” y “santo para Jehová” (lea Éxodo
31:12-15). Todo el mundo tenía prohibido trabajar, incluidos los niños y los esclavos.
Ni siquiera podían trabajar los animales domésticos (Éx. 20:10). Esto les permitía a los
israelitas dar más atención a los asuntos espirituales.
9. ¿Qué ideas erróneas sobre el sábado había en los días de Jesús?
El sábado era bueno para los siervos de Dios. Sin embargo, muchos líderes religiosos de los
9
días de Jesús impusieron normas muy rígidas sobre cómo guardarlo. Decían que no estaba
permitido ni siquiera arrancar unas espigas o curar a un enfermo (Mar. 2:23-27; 3:2-5). Estas
ideas no reflejaban el modo de pensar de Jehová, y Jesús lo dejó claro a quienes lo
escuchaban.
Moisés.* Pero Jesús mostró por lo que hizo y dijo que había que ser razonables y que ese día
estaba permitido hacer obras buenas. Dijo claramente: “Está permitido hacer algo bueno en
sábado” (lea Mateo 12:9-12). No consideraba que realizar una buena acción violaba la ley del
sábado. Sus obras pusieron de relieve un importante motivo para no trabajar ese día. Como
los israelitas descansaban de sus labores diarias, podían centrarse en las actividades
espirituales. La familia de Jesús aprovechaba el sábado para adorar a Dios, como lo prueba lo
que leemos sobre lo que él hizo en la ciudad de Nazaret. La Biblia dice: “Como era su
costumbre en sábado, entró en la sinagoga y se puso de pie para leer” (Luc. 4:15-19).
¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD HACIA EL
TRABAJO?
11. ¿Quién le puso a Jesús un buen ejemplo de lo que es trabajar duro?
Seguramente, mientras José le enseñaba el oficio de carpintero a Jesús, su hijo adoptivo,
11
aprovechó para enseñarle cómo ve Dios el trabajo (Mat. 13:55, 56). Y Jesús debió ver a José
trabajar mucho un día tras otro para mantener a su numerosa familia. Cabe destacar que
Jesús les dijo a sus discípulos tiempo después: “El trabajador merece su paga” (Luc. 10:7).
Así que él sabía lo que era trabajar duro.
12. ¿Qué textos muestran lo que enseña la Biblia sobre trabajar duro?
El apóstol Pablo también sabía lo que era trabajar duro. Se dedicaba sobre todo a dar
12
testimonio del nombre y el mensaje de Jesús. Pero también trabajaba para mantenerse. Los
tesalonicenses sabían que había trabajado “día y noche sin descanso y con mucho esfuerzo a
fin de no ser una carga económica” para nadie (2 Tes. 3:8; Hech. 20:34, 35). Con estas
palabras, tal vez se refería a lo que hizo en Corinto. Allí se quedó con Áquila y Priscila y
“trabajó con ellos”, pues “su oficio era hacer tiendas de campaña”. El que dijera que trabajó
“día y noche” no significa que no parara. Por ejemplo, aprovechaba los sábados para predicar
a los judíos, que tampoco trabajaban ese día (Hech. 13:14-16, 42-44; 16:13; 18:1-4).
participar con regularidad “en la obra santa de las buenas noticias de Dios” (Rom.
15:16; 2 Cor. 11:23). Animó a los demás a hacer lo mismo que él. Por consiguiente, Áquila y
Priscila fueron sus “colaboradores en Cristo Jesús” (Rom. 12:11; 16:3). Pablo aconsejó a los
corintios que estuvieran “muy ocupados en la obra del Señor” (1 Cor. 15:58; 2 Cor. 9:8).
Y escribió por inspiración: “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma” (2 Tes. 3:10).
14. ¿Qué quiso decir Jesús con las palabras de Juan 14:12?
La obra más importante en estos últimos días es la de predicar y hacer discípulos. Jesús
14
predijo que sus seguidores harían obras mayores que las suyas (lea Juan 14:12). No quería
decir que harían milagros, igual que él, sino que predicarían y enseñarían en un territorio más
extenso, a más gente y durante más tiempo que él.
15. ¿Qué preguntas debemos hacernos, y por qué?
Si tenemos un empleo, preguntémonos: “¿Se me conoce como un buen trabajador?
15
¿Termino mi trabajo a tiempo y lo hago lo mejor que sé?”. Si nuestra respuesta es afirmativa,
es probable que nuestro jefe confíe en nosotros y que nuestros compañeros estén más
dispuestos a escuchar el mensaje de las buenas noticias. Por otro lado, con relación a nuestra
obra de predicar y hacer discípulos, preguntémonos: “¿Se me conoce como alguien que se
esfuerza mucho en el ministerio? ¿Me preparo bien las visitas iniciales? ¿Vuelvo a visitar
enseguida a las personas que muestran interés? Y ¿participo con regularidad en las diversas
facetas del ministerio?”. Si respondemos afirmativamente, es probable que disfrutemos de
nuestra labor.
Pero en aquel tiempo, igual que hoy, muchas personas tenían una actitud como la del hombre
rico de una parábola de Jesús. Este hombre se decía: “Tómatelo con calma, come, bebe,
disfruta” (Luc. 12:19; 2 Tim. 3:4). Lo más importante para aquel hombre eran el descanso y
los placeres. En cambio, Jesús y los apóstoles no se centraban en disfrutar de los placeres de
la vida.
Ser equilibrados con respecto al trabajo y el descanso nos permite centrarnos en actividades que nos hacen
sentir bien. (Vea el párrafo 17).*
17. ¿Qué hacemos con nuestro tiempo libre?
Tratamos de imitar a Jesús utilizando nuestro tiempo libre no solo para descansar, sino para
17
predicar y asistir a las reuniones. De hecho, consideramos tan importantes estas dos
actividades sagradas que hacemos todo lo posible por llevarlas a cabo con regularidad ( Heb.
10:24, 25). Es más, asistimos a las reuniones y buscamos oportunidades de hablar de la
verdad con las personas incluso cuando estamos de vacaciones, no importa dónde (2 Tim.
4:2).
18. ¿Qué desea nuestro Rey, Jesucristo, que hagamos?
Cuánto agradecemos que nuestro Rey, Jesucristo, sea razonable y nos ayude a tener una
18
actitud equilibrada hacia el trabajo y el descanso (Heb. 4:15). Desea que descansemos lo
necesario. Y también desea que trabajemos duro para cubrir nuestras necesidades y que nos
esforcemos por participar en la agradable obra de hacer discípulos. En el próximo artículo,
vamos a ver qué ha hecho Jesús para liberarnos de una cruel forma de esclavitud.
¿QUÉ RESPUESTA DARÍA?
¿Qué podemos aprender sobre el trabajo del ejemplo de Jehová y Jesús?
¿A qué podían dedicar los israelitas el sábado, y qué nos enseña eso a nosotros?
¿Por qué es importante tener una actitud equilibrada hacia el trabajo y hacia el descanso?
Los discípulos respetaban tanto la ley del sábado que detuvieron hasta el día siguiente la
preparación de las especias aromáticas y aceites perfumados con los que untarían el cuerpo
de Jesús (Luc. 23:55, 56).
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. José lleva a su familia a la sinagoga en sábado.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Un padre que trabaja para mantener a su familia emplea el
tiempo libre para las actividades espirituales, incluso cuando él y su familia están de
vacaciones.
Martes 21 de septiembre
He encontrado en David a un hombre que complace a mi corazón
(Hech. 13:22).
¿Cómo logró David tener una relación tan estrecha con Jehová? Él aprendió sobre Jehová
gracias a la creación. Cuando era joven, pasó muchas horas en el campo cuidando las ovejas
de su padre. Quizás fue entonces cuando empezó a meditar en lo que había hecho Jehová.
Por ejemplo, cuando observaba el cielo nocturno, no veía solo un manto de estrellas, sino que
también percibía las cualidades de quien las había creado (Sal. 19:1, 2). También veía la
inmensa sabiduría de Jehová cuando meditaba en cómo están hechos los seres humanos
(Sal. 139:14). Al tratar de comprender la complejidad de las obras de Dios, se sentía
insignificante (Sal. 139:6). ¿Qué lección aprendemos? Al realizar nuestras actividades diarias,
meditemos en lo que nos enseña sobre Dios todo lo que nos rodea: las plantas, los animales
y las personas. De ese modo, todos los días estarán llenos de lecciones sobre nuestro
cariñoso Padre (Rom. 1:20). Y veremos crecer cada día el amor que sentimos por
él. w19.12 19, 20 párrs. 15-17
LEER LA BIBLIA
(Hech. 13:22). (Éx. 31:17). (Sal. 139:14). (Sal. 139:6). (Rom. 1:20).
Igual que en el caso del rey David, ¿qué puede ayudarnos si cometemos un pecado grave? /// La familia de Jesús dedicaba
el sábado a las actividades espirituales.
¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD HACIA EL TRABAJO?
¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD HACIA EL DESCANSO?
Ser equilibrados con respecto al trabajo y el descanso nos permite centrarnos en actividades que nos hacen sentir bien.
ARTÍCULO DE ESTUDIO 49
no. Jehová no se cansa nunca, así que no necesita descansar como nosotros. Pero la Biblia
dice que, después de crear los cielos y la Tierra, “dejó de trabajar y descansó” (Éx. 31:17).
Estas palabras al parecer significan que dejó de crear y que dedicó tiempo a disfrutar de lo
que había hecho. Y, en cuanto a Jesús, aunque trabajó mucho cuando estuvo en la Tierra,
también pasó tiempo descansando y disfrutando de comer con sus amigos (Mat. 14:13; Luc.
7:34).
5. ¿Qué les resulta difícil a muchos?
La Biblia nos dice a los siervos de Dios que seamos trabajadores, no perezosos (Prov.
5
15:19). Puede que trabajemos para mantener a nuestra familia. Y todos los cristianos
tenemos la obligación de predicar las buenas noticias. No obstante, también necesitamos
descansar suficiente. ¿Nos resulta difícil equilibrar el tiempo que dedicamos al trabajo, al
ministerio y al descanso? ¿Cómo sabemos cuánto trabajar y cuánto descansar?
CÓMO ENCONTRAR EL EQUILIBRIO
6. ¿Cómo demuestra Marcos 6:30-34 que Jesús era equilibrado respecto al trabajo y el descanso?
6
Es importante ser equilibrados respecto al trabajo. El rey Salomón escribió por inspiración
que “hay un tiempo determinado [...] para cada actividad”, y mencionó entre otras cosas
plantar, construir, llorar, reír y bailar (Ecl. 3:1-8). Está claro que trabajar y descansar son dos
aspectos fundamentales de la vida. Jesús veía los dos con equilibrio. En una ocasión, los
apóstoles regresaron de una gira de predicación. Estaban tan ocupados que “no tenían
tiempo ni para comer”. Jesús les dijo: “Vengan conmigo; vamos solos a un lugar retirado para
que descansen un poco” (lea Marcos 6:30-34). Ni él ni sus discípulos descansaban siempre
todo lo que deseaban. Pero Jesús sabía que todos ellos necesitaban descansar.
7. ¿Cómo nos ayudará estudiar la ley del sábado?
A veces, hace falta descansar un poco o cambiar de actividad. Lo demuestra un mandato
7
que Jehová dio a los israelitas en la Ley de Moisés: tenían que guardar el sábado semanal.
Nosotros no estamos bajo la Ley mosaica, pero podemos sacar provecho de estudiar lo que
decía sobre el sábado. Lo que aprendamos nos ayudará a analizar cómo vemos el trabajo y el
descanso.
EL SÁBADO ERA UN DÍA PARA DESCANSAR Y
ADORAR A DIOS
8. Según Éxodo 31:12-15, ¿qué debían hacer los israelitas el sábado?
La Palabra de Dios dice que después de seis “días” Jehová dejó de hacer obras creativas en
8
la Tierra (Gén. 2:2). No obstante, a Jehová le gusta trabajar, así que ha seguido haciéndolo
en otros aspectos (Juan 5:17). La ley del sábado seguía un modelo parecido al descrito en
Génesis, es decir, trabajar seis días y descansar el séptimo. Dios dijo que el sábado era una
señal entre él e Israel. Era un día “de descanso completo” y “santo para Jehová” (lea Éxodo
31:12-15). Todo el mundo tenía prohibido trabajar, incluidos los niños y los esclavos.
Ni siquiera podían trabajar los animales domésticos (Éx. 20:10). Esto les permitía a los
israelitas dar más atención a los asuntos espirituales.
9. ¿Qué ideas erróneas sobre el sábado había en los días de Jesús?
El sábado era bueno para los siervos de Dios. Sin embargo, muchos líderes religiosos de los
9
días de Jesús impusieron normas muy rígidas sobre cómo guardarlo. Decían que no estaba
permitido ni siquiera arrancar unas espigas o curar a un enfermo (Mar. 2:23-27; 3:2-5). Estas
ideas no reflejaban el modo de pensar de Jehová, y Jesús lo dejó claro a quienes lo
escuchaban.
Moisés.* Pero Jesús mostró por lo que hizo y dijo que había que ser razonables y que ese día
estaba permitido hacer obras buenas. Dijo claramente: “Está permitido hacer algo bueno en
sábado” (lea Mateo 12:9-12). No consideraba que realizar una buena acción violaba la ley del
sábado. Sus obras pusieron de relieve un importante motivo para no trabajar ese día. Como
los israelitas descansaban de sus labores diarias, podían centrarse en las actividades
espirituales. La familia de Jesús aprovechaba el sábado para adorar a Dios, como lo prueba lo
que leemos sobre lo que él hizo en la ciudad de Nazaret. La Biblia dice: “Como era su
costumbre en sábado, entró en la sinagoga y se puso de pie para leer” (Luc. 4:15-19).
¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD HACIA EL
TRABAJO?
11. ¿Quién le puso a Jesús un buen ejemplo de lo que es trabajar duro?
Seguramente, mientras José le enseñaba el oficio de carpintero a Jesús, su hijo adoptivo,
11
aprovechó para enseñarle cómo ve Dios el trabajo (Mat. 13:55, 56). Y Jesús debió ver a José
trabajar mucho un día tras otro para mantener a su numerosa familia. Cabe destacar que
Jesús les dijo a sus discípulos tiempo después: “El trabajador merece su paga” (Luc. 10:7).
Así que él sabía lo que era trabajar duro.
12. ¿Qué textos muestran lo que enseña la Biblia sobre trabajar duro?
El apóstol Pablo también sabía lo que era trabajar duro. Se dedicaba sobre todo a dar
12
testimonio del nombre y el mensaje de Jesús. Pero también trabajaba para mantenerse. Los
tesalonicenses sabían que había trabajado “día y noche sin descanso y con mucho esfuerzo a
fin de no ser una carga económica” para nadie (2 Tes. 3:8; Hech. 20:34, 35). Con estas
palabras, tal vez se refería a lo que hizo en Corinto. Allí se quedó con Áquila y Priscila y
“trabajó con ellos”, pues “su oficio era hacer tiendas de campaña”. El que dijera que trabajó
“día y noche” no significa que no parara. Por ejemplo, aprovechaba los sábados para predicar
a los judíos, que tampoco trabajaban ese día (Hech. 13:14-16, 42-44; 16:13; 18:1-4).
13. ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Pablo?
El apóstol Pablo dio un buen ejemplo. A pesar de que tuvo que trabajar, se aseguró de
13
participar con regularidad “en la obra santa de las buenas noticias de Dios” (Rom.
15:16; 2 Cor. 11:23). Animó a los demás a hacer lo mismo que él. Por consiguiente, Áquila y
Priscila fueron sus “colaboradores en Cristo Jesús” (Rom. 12:11; 16:3). Pablo aconsejó a los
corintios que estuvieran “muy ocupados en la obra del Señor” (1 Cor. 15:58; 2 Cor. 9:8).
Y escribió por inspiración: “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma” (2 Tes. 3:10).
14. ¿Qué quiso decir Jesús con las palabras de Juan 14:12?
La obra más importante en estos últimos días es la de predicar y hacer discípulos. Jesús
14
predijo que sus seguidores harían obras mayores que las suyas (lea Juan 14:12). No quería
decir que harían milagros, igual que él, sino que predicarían y enseñarían en un territorio más
extenso, a más gente y durante más tiempo que él.
15. ¿Qué preguntas debemos hacernos, y por qué?
Si tenemos un empleo, preguntémonos: “¿Se me conoce como un buen trabajador?
15
¿Termino mi trabajo a tiempo y lo hago lo mejor que sé?”. Si nuestra respuesta es afirmativa,
es probable que nuestro jefe confíe en nosotros y que nuestros compañeros estén más
dispuestos a escuchar el mensaje de las buenas noticias. Por otro lado, con relación a nuestra
obra de predicar y hacer discípulos, preguntémonos: “¿Se me conoce como alguien que se
esfuerza mucho en el ministerio? ¿Me preparo bien las visitas iniciales? ¿Vuelvo a visitar
enseguida a las personas que muestran interés? Y ¿participo con regularidad en las diversas
facetas del ministerio?”. Si respondemos afirmativamente, es probable que disfrutemos de
nuestra labor.
¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD HACIA EL
DESCANSO?
16. ¿Qué diferencia hay entre la actitud hacia el descanso de Jesús y los apóstoles y la de muchas personas de
la actualidad?
Jesús sabía que tanto él como sus apóstoles necesitaban descansar de vez en cuando.
16
Pero en aquel tiempo, igual que hoy, muchas personas tenían una actitud como la del hombre
rico de una parábola de Jesús. Este hombre se decía: “Tómatelo con calma, come, bebe,
disfruta” (Luc. 12:19; 2 Tim. 3:4). Lo más importante para aquel hombre eran el descanso y
los placeres. En cambio, Jesús y los apóstoles no se centraban en disfrutar de los placeres de
la vida.
Ser equilibrados con respecto al trabajo y el descanso nos permite centrarnos en actividades que nos hacen
sentir bien. (Vea el párrafo 17).*
17. ¿Qué hacemos con nuestro tiempo libre?
Tratamos de imitar a Jesús utilizando nuestro tiempo libre no solo para descansar, sino para
17
predicar y asistir a las reuniones. De hecho, consideramos tan importantes estas dos
actividades sagradas que hacemos todo lo posible por llevarlas a cabo con regularidad (Heb.
10:24, 25). Es más, asistimos a las reuniones y buscamos oportunidades de hablar de la
verdad con las personas incluso cuando estamos de vacaciones, no importa dónde (2 Tim.
4:2).
18. ¿Qué desea nuestro Rey, Jesucristo, que hagamos?
Cuánto agradecemos que nuestro Rey, Jesucristo, sea razonable y nos ayude a tener una
18
actitud equilibrada hacia el trabajo y el descanso (Heb. 4:15). Desea que descansemos lo
necesario. Y también desea que trabajemos duro para cubrir nuestras necesidades y que nos
esforcemos por participar en la agradable obra de hacer discípulos. En el próximo artículo,
vamos a ver qué ha hecho Jesús para liberarnos de una cruel forma de esclavitud.
¿QUÉ RESPUESTA DARÍA?
¿Qué podemos aprender sobre el trabajo del ejemplo de Jehová y Jesús?
¿A qué podían dedicar los israelitas el sábado, y qué nos enseña eso a nosotros?
¿Por qué es importante tener una actitud equilibrada hacia el trabajo y hacia el descanso?
Los discípulos respetaban tanto la ley del sábado que detuvieron hasta el día siguiente la
preparación de las especias aromáticas y aceites perfumados con los que untarían el cuerpo
de Jesús (Luc. 23:55, 56).
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. José lleva a su familia a la sinagoga en sábado.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Un padre que trabaja para mantener a su familia emplea el
tiempo libre para las actividades espirituales, incluso cuando él y su familia están de
vacaciones.
Miércoles 22 de septiembre
Por la fe, Moisés, cuando ya era adulto, se negó a ser llamado hijo de la hija
del faraón (Heb. 11:24).
Moisés actuó de acuerdo con lo que aprendió. Cuando tenía unos 40 años, decidió ponerse
del lado del pueblo de Dios, los hebreos, en vez de ser conocido como “hijo de la hija del
faraón”. Moisés dio la espalda a una posición importante. Al ponerse de parte de los hebreos,
que eran esclavos en Egipto, se arriesgó a sufrir la ira del faraón, un gobernante poderoso al
que se consideraba un dios. Sin duda, Moisés demostró una extraordinaria fe y confianza en
Jehová. Esa confianza es la base de una amistad permanente (Prov. 3:5). ¿Qué
aprendemos? Que, igual que Moisés, todos debemos decidir si serviremos a Dios y seremos
parte de su pueblo o no. Servir a Jehová quizás implique hacer sacrificios y sufrir la oposición
de quienes no lo conocen. Pero, si confiamos en nuestro Padre celestial, estamos seguros de
que nos ayudará. w19.12 17 párrs. 5, 6
LEER LA BIBLIA
(Heb. 11:24). (Prov. 3:5).
¿SON tus padres testigos de Jehová? Si es así, recuerda que la amistad con Dios no se
hereda. Tanto si nuestros padres le sirven como si no, cada uno de nosotros debe esforzarse
por hacerse amigo de Jehová.
Veamos el caso de un hermano llamado Angelito, que se crio en una familia de Testigos.
2
Cuando era joven, no se sentía muy cerca de Dios. Reconoce: “Servía a Jehová solo porque
quería hacer lo mismo que mi familia”. Pero entonces decidió dedicar tiempo a leer la Biblia y
a meditar en ella, y también comenzó a orar con más frecuencia. Él dice cuál fue el resultado:
“Me di cuenta de que solo si conocía bien a mi querido Padre, Jehová, podía sentirme cerca
de él”. Su experiencia plantea dos preguntas importantes: ¿qué diferencia hay entre saber
algo sobre Jehová y conocerlo bien? Y ¿cómo llegamos a conocer a Jehová?
3. ¿Qué diferencia hay entre saber algo sobre Jehová y conocerlo bien?
3
Tal vez creamos que conocemos a Jehová porque sabemos su nombre o algunas de las
cosas que ha dicho y hecho. Pero conocerlo bien implica algo más. Tenemos que dedicar
tiempo a aprender acerca de él y sus maravillosas cualidades. Solo entonces empezaremos a
comprender lo que lo motiva a hablar y actuar. Eso nos ayudará a saber si le gusta lo que
pensamos y hacemos. Una vez que hemos entendido lo que Jehová espera de nosotros,
debemos hacerlo.
4. ¿Cómo nos ayudará analizar algunos ejemplos de la Biblia?
Es posible que algunas personas se burlen de nosotros porque queremos servir a Jehová, y
4
puede que se opongan todavía más cuando empecemos a ir a las reuniones. Pero, si
confiamos en Dios, él nunca nos abandonará. Así pondremos la base para tener una amistad
con él que dure toda la vida. ¿De verdad podemos conocer así de bien a Jehová? Por
supuesto. Los ejemplos de hombres imperfectos, como Moisés y el rey David, prueban que sí
es posible. A continuación, analizaremos lo que hicieron y veremos cómo llegaron a conocer a
Jehová y qué podemos aprender de su ejemplo.
MOISÉS VIO “AL QUE ES INVISIBLE”
5. ¿Qué decidió hacer Moisés?
Moisés actuó de acuerdo con lo que aprendió. Cuando tenía unos 40 años, decidió
5
ponerse del lado del pueblo de Dios, los hebreos, en vez de ser conocido como “hijo de la hija
del faraón” (Heb. 11:24). Moisés dio la espalda a una posición importante. Al ponerse de parte
de los hebreos, que eran esclavos en Egipto, se arriesgó a sufrir la ira del faraón, un
gobernante poderoso al que se consideraba un dios. Sin duda, Moisés demostró una
extraordinaria fe y confianza en Jehová. Esa confianza es la base de una amistad permanente
(Prov. 3:5).
6. ¿Qué aprendemos del ejemplo de Moisés?
¿Qué aprendemos? Que, igual que Moisés, todos debemos decidir si serviremos a Dios y
6
seremos parte de su pueblo o no. Servir a Jehová quizás implique hacer sacrificios y sufrir la
oposición de quienes no lo conocen. Pero, si confiamos en nuestro Padre celestial, estamos
seguros de que nos ayudará.
7, 8. ¿Qué siguió aprendiendo Moisés?
Moisés siguió aprendiendo sobre las cualidades de Jehová y a hacer su voluntad. Por
7
ejemplo, cuando Jehová le pidió que liberara a la nación de Israel, a Moisés le faltó confianza
en sí mismo y le dijo varias veces que no se sentía capacitado para esa misión. En respuesta,
Dios le mostró gran compasión y lo ayudó (Éx. 4:10-16). Como resultado, Moisés pudo dar al
faraón unos fuertes mensajes de condenación. Después, vio a Jehová utilizar
su poder cuando salvó a los israelitas y acabó con el faraón y sus ejércitos en el mar Rojo
(Éx. 14:26-31; Sal. 136:15).
8
Después que Moisés sacó a los israelitas de Egipto, ellos se quejaban constantemente.
Durante todo ese tiempo, Moisés observó la enorme paciencia con la que Jehová trató al
pueblo que había librado de la esclavitud (Sal. 78:40-43). También fue testigo de su
extraordinaria humildad, pues Jehová cambió de opinión cuando Moisés se lo pidió (Éx. 32:9-
14).
9. ¿Cómo describe Hebreos 11:27 la relación de Moisés con Jehová?
Tras el éxodo, Moisés llegó a tener una relación tan estrecha con Jehová que era como si
9
cualidades, debemos hacer su voluntad. Y ¿cuál es su voluntad hoy día? La Biblia responde:
“Que toda clase de personas se salven y lleguen a tener un conocimiento exacto de la verdad”
(1 Tim. 2:3, 4). Una manera de hacer su voluntad es enseñando a otras personas acerca de
él.
11. ¿Por qué llegamos a conocer mejor a Jehová cuando enseñamos a otros sobre él?
Por regla general, llegamos a conocer mejor a Jehová cuando enseñamos a otros sobre él.
11
Por ejemplo, vemos pruebas claras de su compasión cuando nos dirige hacia las personas
que tienen una buena actitud de corazón (Juan 6:44; Hech. 13:48). Somos testigos
del poder de la Palabra de Dios cuando nuestros estudiantes logran vencer malas
costumbres y comienzan a ponerse la nueva personalidad (Col. 3:9, 10). Y el que Jehová dé a
las personas del territorio numerosas oportunidades de conocerlo y salvarse es una prueba de
su paciencia (Rom. 10:13-15).
12. Según Éxodo 33:13, ¿qué pidió Moisés, y por qué?
Moisés valoró su amistad con Jehová. Incluso tras realizar muchos milagros en nombre
12
no importa cuánto tiempo llevemos sirviéndole. Una manera de demostrarlo es hablando con
él en oración.
14. ¿Por qué es esencial la oración para conocer mejor a Jehová?
Las amistades fuertes solo pueden existir si hay una buena comunicación. Por eso,
14
acerquémonos a Jehová orándole con frecuencia, sin ningún miedo a contarle lo que
pensamos y sentimos (Efes. 6:18). Una hermana de Turquía llamada Krista explica: “Cada
vez que le digo a Jehová lo que pienso y veo cómo me ayuda, lo quiero más y confío más en
él. Ver sus respuestas a mis oraciones me ha ayudado a verlo como mi Padre y mi Amigo”.
“UN HOMBRE QUE COMPLACE A MI CORAZÓN”
15. ¿Qué dijo Jehová sobre el rey David?
El rey David nació en una nación dedicada a Dios. Pero no se limitó a seguir las tradiciones
15
religiosas de su familia. Él mismo se hizo amigo de Dios, y Jehová le tenía un cariño especial.
De hecho, dijo que David era un hombre que complacía a su corazón (Hech. 13:22). ¿Cómo
logró David tener una relación tan estrecha con Jehová?
16. ¿Qué aprendió David sobre Jehová observando la creación?
David aprendió sobre Jehová gracias a la creación. Cuando era joven, pasó muchas
16
horas en el campo cuidando las ovejas de su padre. Quizás fue entonces cuando empezó a
meditar en lo que había hecho Jehová. Por ejemplo, cuando observaba el cielo nocturno,
no veía solo un manto de estrellas, sino que también percibía las cualidades de quien las
había creado. Por eso, se sintió motivado a escribir: “Los cielos declaran la gloria de Dios; las
alturas proclaman la obra de sus manos” (Sal. 19:1, 2). También veía la inmensa sabiduría de
Jehová cuando meditaba en cómo están hechos los seres humanos (Sal. 139:14). Al tratar de
comprender la complejidad de las obras de Dios, se sentía insignificante (Sal. 139:6).
17. ¿Qué podemos aprender si meditamos en la creación?
¿Qué lección aprendemos? Prestemos atención a la creación. No nos conformemos con
17
vivir en este hermoso planeta que Jehová ha creado; dejémonos fascinar por él. Al realizar
nuestras actividades diarias, meditemos en lo que nos enseña sobre Dios todo lo que nos
rodea: las plantas, los animales y las personas. De ese modo, todos los días estarán llenos de
lecciones sobre nuestro cariñoso Padre (Rom. 1:20). Y veremos crecer cada día el amor que
sentimos por él.
padre de un león y un oso, reconoció que pudo matar a esos animales salvajes gracias a la
ayuda divina. Cuando venció al gigante Goliat, vio con claridad que Jehová lo guiaba ( 1 Sam.
17:37). Y también se dio cuenta de la intervención de Jehová cuando logró escapar del celoso
rey Saúl (Sal. 18, encabezamiento). Una persona orgullosa se habría atribuido el mérito por
todo eso. Pero David era humilde, y por eso pudo ver la mano de Jehová en su vida (Sal.
138:6).
intentar ver cómo y cuándo lo hace. Si somos humildes y reconocemos nuestras limitaciones,
nos resultará muy evidente que Jehová nos da lo que nos falta. Y, cada vez que percibamos
su ayuda, nuestra amistad con él se hará más fuerte. Así le ocurrió a Isaac, un hermano de
Fiyi que lleva muchos años sirviendo a Jehová. Dice: “Cuando pienso en lo que ha sido mi
vida, me doy cuenta de cómo me ha ayudado Jehová desde que comencé a estudiar la Biblia.
Eso hace que sea muy real para mí”.
20. ¿Cómo le benefició a David tener una buena relación con Dios, y qué aprendemos de ello?
David copió las cualidades de Jehová. Dios nos creó con la capacidad de imitarlo (Gén.
20
1:26). Cuanto más sabemos sobre su personalidad, más podemos parecernos a él. David
trataba a otras personas como lo haría su Padre celestial porque lo conocía bien. Pensemos
en un incidente de la vida de este rey. Pecó contra Jehová cuando cometió adulterio con Bat-
Seba y después hizo que mataran a su esposo. Pese a ello, Jehová fue misericordioso con él
(2 Sam. 11:1-4, 15). ¿Por qué? Porque imitaba a Dios y había sido misericordioso con otras
personas. Como David fue muy amigo de Jehová, llegó a ser uno de los reyes más queridos y
aquel con quien Dios comparaba a los demás reyes de Israel (1 Rey. 15:11; 2 Rey. 14:1-3).
21. De acuerdo con Efesios 4:24 y 5:1, ¿cuáles son los resultados de imitar a Dios?
¿La lección? Debemos imitar a Dios. Eso no solo nos beneficiará, sino que nos permitirá
21
¿Cómo logró el rey David tener una relación estrecha con Jehová, y qué nos enseña esto?
Leer las palabras inspiradas de Dios nos ayudará a lidiar con los sentimientos negativos que causa la enfermedad. ///
Recordar que Jehová promete darnos lo necesario nos sostendrá cuando nos cueste encontrar un empleo.
Centrarnos en lo que podemos hacer, incluso en la edad avanzada, nos dará la seguridad de que Jehová nos valora y
aprecia nuestro fiel servicio.
(Gén. 2:7). 7 Y Jehová Dios pasó a formar al hombre del polvo del suelo y a soplarle el aliento de vida en la nariz. Y el hombre se
convirtió en un ser vivo
(Gén. 1:27). 27 Así que Dios pasó a crear al ser humano a su imagen. A la imagen de Dios lo creó. Hombre y mujer los creó.
(Sal. 8:4-8). 4 ¿qué es el hombre mortal para que lo tengas presente y el hijo del hombre para que lo cuides? 5 Lo hiciste un poco
inferior a los seres divinos y lo coronaste de gloria y esplendor. 6 Le diste el dominio sobre las obras de tus manos; pusiste todas las cosas
bajo sus pies: 7 todos los rebaños y el ganado vacuno, también los animales salvajes, 8 las aves del cielo y los peces del mar, todo lo que
surca los senderos de los mares.
(1 Juan 4:9, 10). 9 Así es como el amor de Dios fue revelado en nuestro caso: Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que
consiguiéramos la vida por medio de él. 10 El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó
a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio de reconciliación por nuestros pecados.
(Hech. 24:15). 15 Y tengo esperanza en Dios, esperanza que también tienen estos hombres, de que va a haber una
resurrección tanto de justos como de injustos.
(Hech. 10:34, 35). 34 Al oír eso, Pedro tomó la palabra y dijo: “Ahora de veras entiendo que Dios no es parcial, 35 sino que acepta
a los que le temen y hacen lo que está bien, sea cual sea su nación.
ARTÍCULO DE ESTUDIO 3
PENSEMOS en las siguientes tres situaciones. A un hermano joven le diagnostican una
enfermedad debilitante. Un hermano muy trabajador de más de 50 años pierde el empleo y
no encuentra otro por mucho que lo intenta. Una fiel hermana mayor siente que cada vez
puede hacer menos en el servicio a Jehová.
Si tenemos alguno de estos problemas, es posible que nos parezca que ya no servimos para
2
nada. Estas situaciones pueden robarnos la felicidad, destruir nuestro amor propio y
perjudicar nuestra relación con los demás.
3. ¿Cómo ven la vida Satanás y aquellos que lo imitan?
Este mundo refleja cómo ve Satanás la vida de los seres humanos. Él siempre nos ha tratado
3
como si no valiéramos nada. Con crueldad, le ofreció a Eva el camino a la libertad cuando
sabía muy bien que el castigo por desobedecer a Dios era la muerte. Siempre ha controlado
el sistema económico, político y religioso de este mundo. Así que no sorprende que muchos
hombres de negocios, políticos y guías religiosos demuestren su misma falta de respeto a la
vida y la dignidad del hombre.
4. ¿De qué hablaremos en este artículo?
En cambio, Jehová quiere que nos sintamos bien con nosotros mismos y nos apoya cuando
4
pasamos por situaciones que pudieran hacernos creer que somos inútiles (Sal. 136:23; Rom.
12:3). En este artículo, veremos cómo nos ayuda en las siguientes situaciones: cuando
tenemos una enfermedad, cuando pasamos por dificultades económicas y cuando la edad
avanzada nos hace pensar que ya no tenemos nada que ofrecer en el servicio a Jehová. Pero
primero analicemos por qué podemos confiar en que todos somos valiosos para Dios.
SOMOS VALIOSOS PARA JEHOVÁ
5. ¿Qué nos convence de que los seres humanos somos valiosos para Jehová?
Aunque Jehová nos hizo del polvo del suelo, valemos mucho más que un puñado de tierra
5
(Gén. 2:7). Veamos algunas razones por las que sabemos que somos valiosos para Dios. Por
ejemplo, nos creó con la capacidad de reflejar sus cualidades (Gén. 1:27). De ese modo, nos
colocó por encima del resto de la creación física, de modo que nos puso a cargo de la Tierra y
los animales (Sal. 8:4-8).
6. ¿Qué otra prueba tenemos de que Jehová considera importantes a las personas imperfectas?
La humanidad siguió siendo valiosa para Jehová incluso después del pecado de Adán.
6
Somos tan importantes para él que dio a su Hijo, Jesús, como sacrificio por nuestros pecados
(1 Juan 4:9, 10). Gracias al rescate, Dios resucitará a los que han muerto por culpa del
pecado de Adán, tanto a justos como a injustos (Hech. 24:15). Su Palabra muestra que el
valor que tenemos para él no depende de nuestra salud, situación económica o edad (Hech.
10:34, 35).
7. ¿Qué más razones tenemos los siervos de Dios para creer que él nos valora?
7
Los siervos de Dios tenemos más razones para creer que él nos valora. Nos ha atraído a él y
se ha fijado en cómo respondimos al mensaje de las buenas noticias (Juan 6:44). Cuando
comenzamos a acercarnos a Jehová, él se acercó a nosotros (Sant. 4:8). Además, dedica
tiempo y esfuerzo a educarnos. Sabe cómo somos ahora y qué podemos llegar a ser. Y nos
muestra su amor disciplinándonos (Prov. 3:11, 12). ¿No prueba todo esto que somos
importantes para Dios?
8. ¿Cómo pueden ayudarnos las palabras del Salmo 18:27-29 a ver los problemas de manera distinta?
El rey David sabía que Jehová lo amaba y lo ayudaba. Y ese convencimiento lo ayudó a
8
soportar con la actitud apropiada el que algunos lo consideraran inútil (2 Sam. 16:5-7).
Cuando nos sentimos hundidos y nos enfrentamos a dificultades, Jehová puede ayudarnos a
ver las cosas de manera distinta y a superar cualquier obstáculo (lea Salmo 18:27-
29). Si contamos con el apoyo de Dios, nada puede impedirnos servirle con felicidad (Rom.
8:31). Veamos ahora las tres situaciones en las que debemos recordar en especial que
Jehová nos valora y nos ama.
CUANDO TENEMOS UNA ENFERMEDAD
Leer las palabras inspiradas de Dios nos ayudará a lidiar con los sentimientos negativos que causa la
enfermedad. (Vea los párrafos 9 a 12).
9. ¿Qué puede hacernos sentir una enfermedad?
Las enfermedades pueden desgastarnos emocionalmente y hacernos pensar que ya
9
no somos útiles para nadie. Quizás nos sintamos avergonzados de que las personas se den
cuenta de nuestras limitaciones o de que necesitamos ayuda. Y, aunque los demás no sepan
que estamos enfermos, tal vez sintamos vergüenza porque no podemos hacer lo mismo que
antes. En esos momentos de angustia, Jehová nos anima. ¿Cómo lo hace?
10. De acuerdo con Proverbios 12:25, ¿qué puede ayudarnos cuando estamos enfermos?
Cuando
10
estamos enfermos, “una buena palabra” puede levantarnos la
moral (lea Proverbios 12:25). Jehová ha recogido en la Biblia buenas palabras que nos
recuerdan que le importamos aunque tengamos una enfermedad (Sal. 31:19; 41:3). Si leemos
y hasta releemos estas palabras inspiradas de Dios, él nos ayudará a afrontar los
sentimientos negativos ocasionados por la enfermedad.
11. ¿Cómo sintió un hermano la ayuda de Jehová?
Veamos lo que le pasó a Jorge. Cuando era joven, contrajo una enfermedad debilitante que
11
avanzaba con rapidez y que le hacía sentirse inútil. Cuenta: “No estaba preparado para
afrontar los sentimientos que despertó en mí la enfermedad ni la vergüenza que esta me
hacía pasar porque la gente me miraba. Al empeorar mi estado, pensaba en cómo cambiaría
mi vida. Estaba hundido, así que le supliqué a Jehová que me ayudara”. ¿Cómo lo cuidó
Dios? Él responde: “Me costaba concentrarme, así que me aconsejaron leer pasajes cortos de
los Salmos en los que se habla del interés de Jehová por sus siervos. Releía esos textos
todos los días. Me ayudaban y me tranquilizaban. Con el tiempo, los demás empezaron a
observar que sonreía con más frecuencia. Hasta decían que mi actitud positiva los animaba
a ellos. Me di cuenta de que Jehová había respondido mis oraciones. Me había ayudado a
cambiar lo que sentía hacia mí mismo. Comencé a centrarme en lo que la Biblia dice sobre
cómo me ve él a pesar de la enfermedad”.
12. ¿Qué podemos hacer para sentir el apoyo de Jehová cuando estamos enfermos?
Si tenemos una enfermedad, podemos estar seguros de que Jehová sabe por lo que
12
estamos pasando. Roguémosle que nos ayude a ver la situación de una manera apropiada.
Acudamos a la Biblia para encontrar las buenas palabras que Dios ha puesto en ella para
nosotros. Centrémonos en los pasajes que muestran cuánto valora Jehová a sus siervos.
Al hacerlo, veremos que es bueno con todos los que le sirven fielmente (Sal. 84:11).
CUANDO ATRAVESAMOS PROBLEMAS
ECONÓMICOS
Recordar que Jehová promete darnos lo necesario nos sostendrá cuando nos cueste encontrar un empleo. (Vea
los párrafos 13 a 15).
13. ¿Qué efecto puede tener en un cabeza de familia la pérdida del empleo?
Todos los cabezas de familia desean mantener a los suyos. Supongamos que un hermano
13
pierde su empleo sin tener ninguna culpa. Trata por todos los medios de encontrar otro, pero
no lo logra. Ante esta situación, es posible que sienta que no vale para nada. ¿Cómo puede
ayudarlo centrarse en las promesas de Jehová?
14. ¿Por qué motivos cumple Jehová sus promesas?
Jehová siempre cumple sus promesas (Jos. 21:45; 23:14). Lo hace por varios motivos.
14
Primero, porque está en juego su nombre o reputación. Él nos ha dado su palabra de que
cuidará a sus siervos leales, así que se siente en la obligación de cumplir esa promesa (Sal.
31:1-3). Además, sabe lo mal que nos sentiríamos si no se preocupara por quienes forman
parte de su familia. Promete sostenernos material y espiritualmente, y nada se lo impedirá
(Mat. 6:30-33; 24:45).
15. a) ¿A qué dificultades se enfrentaron los cristianos del siglo primero? b) ¿Qué confianza nos da el Salmo
37:18, 19?
Cuando recordamos por qué cumple Jehová sus promesas, nos sentimos seguros al
15
atravesar problemas económicos. Pensemos en los cristianos del siglo primero. Cuando se
levantó una gran persecución contra la congregación de Jerusalén, “todos, menos los
apóstoles, fueron esparcidos” (Hech. 8:1). Como consecuencia, debieron sufrir dificultades
económicas. Probablemente perdieron sus hogares, los trabajos y los negocios. Pero Jehová
no los abandonó, y ellos no perdieron la felicidad (Hech. 8:4; Heb. 13:5, 6; Sant. 1:2, 3). Dios
sostuvo a aquellos cristianos fieles, y lo mismo hará con nosotros (lea Salmo 37:18, 19).
ANTE LOS ACHAQUES DE LA EDAD
Centrarnos en lo que podemos hacer, incluso en la edad avanzada, nos dará la seguridad de que Jehová nos
valora y aprecia nuestro fiel servicio. (Vea los párrafos 16 a 18).
16. ¿Qué situación podría hacernos dudar de si Jehová aprecia nuestro servicio?
16
Al ir haciéndonos mayores, podríamos empezar a pensar que tenemos poco que darle a Jehová. Es posible
que ese tipo de pensamientos atormentaran al anciano rey David (Sal. 71:9). ¿Cómo nos ayuda Jehová?
17. ¿Qué nos enseña el caso de una hermana llamada Jheri?
17
Veamos el caso de una hermana llamada Jheri. La invitaron a un curso de mantenimiento en el Salón del
Reino, pero no quería asistir. Dijo: “Soy vieja, estoy viuda y no sé hacer nada que Jehová pueda utilizar. No sirvo
para nada”. La noche antes del curso, le oró a Jehová desde lo más profundo de su corazón. Al día siguiente,
cuando llegó al Salón, aún dudaba de si debía estar allí. Durante el programa, un orador recalcó que lo más
importante que tenemos es nuestra disposición a ser enseñados por Jehová. Jheri recuerda: “Pensé: ‘Eso sí lo
tengo’. Empecé a llorar al darme cuenta de que Jehová me había contestado. Me estaba convenciendo de que
tenía algo de valor que darle y de que él estaba dispuesto a enseñarme”. Jheri vuelve la vista atrás y dice: “Entré
en la reunión nerviosa, desanimada y hundida. Pero salí confiada, animada y sintiéndome útil”.
18. ¿Cómo muestra la Biblia que Jehová sigue valorando nuestro servicio cuando nos hacemos mayores?
18
Cuando nos hacemos mayores, podemos tener la seguridad de que Jehová todavía tiene trabajo para nosotros
(Sal. 92:12-15). Jesús nos enseñó que Jehová valora lo que hacemos en su servicio por poco que nos parezca a
nosotros o por limitadas que nos parezcan nuestras aptitudes (Luc. 21:2-4). Así que centrémonos en lo que
podemos hacer. Por ejemplo, podemos hablar sobre Jehová, orar a favor de los hermanos y animar a los demás
a ser fieles. Jehová nos considera sus colaboradores no por lo que logramos, sino por nuestra buena disposición
a obedecerle (1 Cor. 3:5-9).
19. ¿Qué seguridad nos da Romanos 8:38, 39?
19
Qué agradecidos estamos de adorar a Jehová, un Dios que valora de verdad a quienes lo sirven. Él nos creó
para hacer su voluntad, y lo que da verdadero sentido a nuestra vida es la adoración verdadera ( Apoc. 4:11).
Puede que el mundo considere que no servimos para nada, pero Jehová no se avergüenza de nosotros (Heb.
11:16, 38). Cuando nos sintamos hundidos por culpa de la enfermedad, las dificultades económicas o la edad
avanzada, recordemos que nada puede separarnos del amor de nuestro Padre celestial (lea Romanos
8:38, 39).
¿Nos hemos enfrentado a situaciones que nos han hecho pensar que no valemos nada? Este artículo nos
recordará cuánto nos valora Jehová. También analizará cómo conservar el amor propio pase lo que pase en
nuestra vida.
Las otras ovejas (los “10 hombres”) se sienten honradas de servir a Jehová con los ungidos (el “judío”). /// No debemos tratar
a los ungidos ni a los que nos dirigen como si fueran celebridades.
¿Cómo debemos reaccionar si alguien empieza a comer del pan y beber del vino en la Conmemoración? (Vea el
párrafo 14).
ARTÍCULO DE ESTUDIO 5
Las otras ovejas (los “10 hombres”) se sienten honradas de servir a Jehová con los ungidos (el “judío”). (Vea los
párrafos 1 y 2).
1. ¿Qué predijo Jehová que pasaría en nuestros tiempos?
HABLANDO de nuestros tiempos, Jehová predijo: “En esos días, 10 hombres de todos los
idiomas de las naciones se agarrarán, sí, se agarrarán con firmeza de la túnica de un judío y
dirán: ‘Queremos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes’” ( Zac. 8:23).
Este “judío” representa a los que Dios ha ungido por espíritu santo, también conocidos como
“el Israel de Dios” (Gál. 6:16). Y los “10 hombres” representan a los que tienen la esperanza
de vivir para siempre en la Tierra. Ellos saben que es Jehová quien ha elegido a los ungidos y
consideran un honor servir a Dios a su lado.
2. ¿En qué sentido van los diez hombres con los ungidos?
2
Aunque hoy día no se sepa el nombre de todos los ungidos que quedan en la Tierra,* los
que esperan vivir en la Tierra pueden “ir” con ellos. ¿En qué sentido? La Biblia dice que los
“10 hombres” se agarrarían con firmeza “de la túnica de un judío” y dirían: “Queremos ir
con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes”. Este versículo menciona a un
solo judío. Pero los diez hombres se dirigen a él en plural, diciendo “ustedes”. Esto indica que
ese “judío” no es una sola persona, sino que representa al grupo entero de ungidos. Los que
no son ungidos sirven a Jehová con los que sí lo son. Sin embargo, no los ven como sus
líderes, pues saben que su único Líder es Jesús (Mat. 23:10).
3. ¿Qué preguntas contestará este artículo?
Todavía quedan algunos ungidos entre los siervos de Dios de hoy día. Por eso puede que
3
algunos se pregunten: ¿cómo deben verse los ungidos a sí mismos?, ¿cómo se debe tratar a
los que participan del pan y del vino en la Conmemoración? y ¿debemos preocuparnos si el
número de participantes aumenta? Este artículo contestará estas preguntas.
¿CÓMO DEBEN VERSE LOS UNGIDOS A SÍ
MISMOS?
4. ¿Qué seria advertencia de 1 Corintios 11:27-29 deben tener en cuenta los ungidos, y por qué?
En 1 Corintios 11:27-29 hay una seria advertencia para los ungidos (léalo). ¿Cómo podría
4
un ungido participar “sin merecerlo” en la Conmemoración? Si comiera del pan y bebiera del
vino pero su vida no estuviera a la altura de las justas normas de Jehová (Heb. 6:4-6; 10:26-
29). Los ungidos saben que tienen que mantenerse fieles si quieren recibir “el premio de la
llamada celestial de Dios mediante Cristo Jesús” (Filip. 3:13-16).
5. ¿Cómo deben verse los cristianos ungidos a sí mismos?
El espíritu santo de Jehová hace que las personas sean más humildes, no más orgullosas
5
(Efes. 4:1-3; Col. 3:10, 12). Por eso los ungidos no se creen mejores que los demás. Saben
que Jehová no necesariamente les da a ellos más espíritu santo que a sus otros siervos.
Tampoco piensan que conocen las verdades bíblicas mejor que el resto de la gente. Y nunca
le dirían a alguien: “Tú también eres ungido y deberías participar del pan y del vino en la
Conmemoración”. Más bien, son humildes y reconocen que solo Jehová puede invitar a
alguien a ir al cielo.
6. De acuerdo con 1 Corintios 4:7, 8, ¿cómo deben comportarse los ungidos?
Aunque los ungidos saben que es un honor recibir la invitación para ir al cielo, no esperan
6
que otros los traten de manera especial (Filip. 2:2, 3). También saben que, cuando Jehová los
ungió, no hizo que todo el mundo se enterase. Así que un cristiano ungido no se sorprende si
a otras personas al principio les cuesta creer que Dios lo ha elegido. A fin de cuentas, la Biblia
enseña que no debemos creer de inmediato a todo el que afirme haber recibido de Dios una
responsabilidad especial (Apoc. 2:2). Además, como no quieren atraer atención sobre sí
mismos, los ungidos no dicen que lo son cuando conocen a alguien por primera vez. Y, por
supuesto, nunca presumen de ser ungidos (lea 1 Corintios 4:7, 8).
7. ¿Qué no hacen los ungidos, y por qué?
Los ungidos no se relacionan únicamente con otros ungidos, como si fueran miembros de un
7
club exclusivo. Tampoco tratan de comunicarse con otros ungidos para hablar de su llamada
celestial o para formar grupos privados de estudio de la Biblia (Gál. 1:15-17). Si hicieran eso,
no contribuirían a unir a la congregación. De hecho, irían en contra del espíritu santo, pues
este fomenta la paz y la unidad en el pueblo de Dios (Rom. 16:17, 18).
¿CÓMO DEBEMOS TRATAR A LOS UNGIDOS?
No debemos tratar a los ungidos ni a los que nos dirigen como si fueran celebridades. (Vea el
párrafo 8).*
8. ¿Por qué debemos tener cuidado con cómo tratamos a los ungidos? (Vea también la nota).
¿Cómo debemos tratar a los hermanos y hermanas ungidos? Está mal admirar demasiado a
8
alguien, aunque sea ungido, un hermano de Cristo (Mat. 23:8-12). Al hablar de los ancianos,
la Biblia dice: “Imiten su fe”, pero no dice que nos convirtamos en seguidores de algún ser
humano (Heb. 13:7). Es cierto que también dice que algunos cristianos son “dignos de doble
honra”. Pero no es porque sean ungidos, sino porque “dirigen bien la congregación” y
“trabajan duro hablando y enseñando” (1 Tim. 5:17). Si les dedicamos demasiados elogios o
atenciones a los ungidos, podríamos incomodarlos* o, peor todavía, hacer que el hecho de
ser ungidos se les suba a la cabeza (Rom. 12:3). ¿Y verdad que no queremos contribuir a que
un ungido cometa un error tan grave? (Luc. 17:2).
9. ¿Cómo podemos demostrarles respeto a los ungidos?
¿Cómo podemos demostrarles respeto a quienes Jehová ha ungido? Para empezar, no les
9
preguntaremos cómo recibieron la llamada celestial. Es un asunto muy personal que no nos
corresponde saber (1 Tes. 4:11; 2 Tes. 3:11). Tampoco daremos por sentado que su cónyuge,
sus padres u otros familiares también son ungidos. La llamada celestial no se hereda; se
recibe de Dios (1 Tes. 2:12). Además, no haremos preguntas que puedan hacer que otros se
sientan mal. Por ejemplo, nunca le preguntaremos a la esposa de un ungido cómo se siente al
pensar en vivir para siempre en la Tierra sin su esposo. Al fin y al cabo, estamos convencidos
de que en el nuevo mundo Jehová va a satisfacer el deseo de todos los seres vivos ( Sal.
145:16).
10. ¿Por qué no debemos admirar personalidades?
Por otro lado, cuando no tratamos a los ungidos como si fueran más importantes que los
10
demás, nos protegemos a nosotros mismos. ¿Cómo? Según la Biblia, algunos ungidos
podrían volverse infieles (Mat. 25:10-12; 2 Ped. 2:20, 21). Pero, si somos de los que
no “admiran personalidades”, nunca seremos seguidores de hombres, aunque sean ungidos,
muy conocidos o lleven muchos años sirviendo a Jehová (Jud. 16, nota). Así, si ellos se
vuelven infieles o dejan la congregación, nosotros no perderemos la fe ni abandonaremos a
Jehová.
¿DEBERÍA PREOCUPARNOS QUE AUMENTE EL
NÚMERO DE PARTICIPANTES?
11. ¿Qué ha estado pasando con el número de participantes en la Conmemoración?
Hace años, el número de los que participaban del pan y del vino en la Conmemoración
11
no dejaba de bajar. Pero, en los últimos años, el número no ha dejado de aumentar. ¿Debería
preocuparnos esto? No. Analicemos varios factores que nos ayudarán a entender por qué.
12. ¿Por qué no debería preocuparnos el número de los que participan del pan y del vino?
“Jehová conoce a los que le pertenecen” (2 Tim. 2:19). Jehová sabe quiénes son
12
verdaderamente ungidos, pero los hermanos que durante la Conmemoración cuentan a los
que comen del pan y beben del vino no lo saben. Por eso, la cifra total incluye a los que creen
que son ungidos pero en realidad no lo son. Algunos que solían participar ya no lo hacen.
Y otros creen que gobernarán con Cristo en el cielo debido a problemas emocionales o
mentales. Así que no sabemos con exactitud cuántos ungidos quedan en la Tierra.
13. ¿Dice la Biblia cuántos ungidos quedarán en la Tierra cuando empiece la gran tribulación?
Habrá ungidos en muchas partes de la Tierra cuando Jesús venga para llevárselos al
13
cielo (Mat. 24:31). Es cierto que la Biblia da a entender que en los últimos días todavía habrá
un pequeño número de ungidos en la Tierra (Apoc. 12:17). Pero no dice cuántos quedarán
cuando empiece la gran tribulación.
¿Cómo debemos reaccionar si alguien empieza a comer del pan y beber del vino en la Conmemoración? (Vea el
párrafo 14).
14. ¿Qué nos enseña Romanos 9:11, 16 sobre la selección de los ungidos?
Jehová es quien decide cuándo llama a sus ungidos (Rom. 8:28-30). Jehová empezó a
14
escoger a los ungidos después de la resurrección de Jesús. Por lo visto, en el siglo primero,
todos los cristianos verdaderos eran ungidos. Pero, en los siglos posteriores, la mayoría de
los que afirmaban ser cristianos en realidad no lo eran. Aun así, durante ese tiempo, Jehová
ungió a los pocos cristianos verdaderos que había. Ellos eran como el trigo que Jesús dijo que
crecería entre la mala hierba (Mat. 13:24-30). Durante los últimos días, Jehová ha seguido
escogiendo a quienes formarán parte de los 144.000.* Así que, si Dios llama a algunos
ungidos justo antes del fin, ¿quiénes somos nosotros para cuestionar su
decisión? (Lea Romanos 9:11, 16).* No queremos reaccionar como los trabajadores de los
que habló Jesús en una parábola, que le cuestionaron al dueño de la viña lo que había hecho
con quienes habían empezado a trabajar en la última hora (Mat. 20:8-15).
15. ¿Por qué sabemos que no todos los ungidos son parte del “esclavo fiel y prudente” mencionado en Mateo
24:45-47?
No todos los que tienen la esperanza de vivir en el cielo son parte del “esclavo fiel y
15
en la Tierra a la inmensa mayoría de sus siervos y vida en el cielo a los pocos que gobernarán
con Jesús. Dios premia a todos sus siervos —tanto al “judío” como a los “10 hombres”— y les
pide a todos que obedezcan las mismas leyes y que sean fieles. Todos deben ser humildes y
servirle en unidad. Y todos deben esforzarse por mantener la paz en la congregación.
Estamos cada vez más cerca del fin, así que continuemos sirviendo a Jehová y siguiendo a
Cristo como “un solo rebaño” (Juan 10:16).
Este año, la Conmemoración de la muerte de Cristo será el martes 7 de abril. ¿Cómo
debemos tratar a los que participan del pan y del vino de la Conmemoración? ¿Deberíamos
preocuparnos si el número de los participantes aumenta año tras año? Dichas preguntas se
responderán en este artículo, que está basado en otro que se publicó en La Atalaya de enero
de 2016.
Según Salmo 87:5, 6, es posible que en el futuro Dios revele el nombre de todos los que
gobiernen con Jesús en el cielo (Rom. 8:19).
Vea el recuadro “El amor ‘no se porta indecentemente’”, de La Atalaya de enero de 2016.
Aunque Hechos 2:33 indica que es Jesús quien derrama el espíritu santo, es Jehová quien
invita a cada persona.
Encontrará más información en la sección “Preguntas de los lectores” de La Atalaya del 1 de
mayo de 2007.
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Cómo deben verse los ungidos a sí mismos?
¿Por qué no debería preocuparnos que aumente el número de participantes del pan y del vino?
CANCIÓN 34 Caminaré en integridad
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Imagínese que, durante una asamblea, una multitud se les
echara encima a un representante de la central y su esposa para tomarles fotos. ¡Qué enorme
falta de respeto!
Sábado 25 de septiembre
Imiten a Dios como hijos amados (Efes. 5:1).
Como somos “hijos amados” de Jehová, hacemos todo lo posible por copiar su ejemplo.
Imitamos sus cualidades siendo cariñosos y amables, y perdonando a los demás. Cuando las
personas que no conocen a Dios ven nuestra buena conducta, puede que sientan el deseo de
aprender más sobre él (1 Ped. 2:12). Los padres cristianos tienen un buen motivo para tratar a
sus hijos igual que Jehová nos trata a nosotros. Si lo hacen, sus hijos tal vez quieran también
ser amigos de nuestro cariñoso Padre. Nosotros estamos orgullosos de nuestro Padre
celestial y deseamos que otros lo conozcan. Nos sentimos como el rey David, que escribió:
“Con orgullo hablaré de Jehová” (Sal. 34:2). Pero puede ocurrir que algunos seamos tímidos y
no nos atrevamos a hablar de él. ¿Qué nos ayudará en ese caso? Centrarnos en lo feliz que
podemos hacer a Jehová y en lo mucho que se benefician quienes lo conocen. Él nos dará la
valentía que necesitamos. Tal como ayudó a nuestros hermanos del siglo primero, también
nos ayudará a nosotros (1 Tes. 2:2). w20.02 11 párrs. 12, 13
LEER LA BIBLIA
(Efes. 5:1). (1 Ped. 2:12). (Sal. 34:2). (1 Tes. 2:2).
Demostramos lo mucho que amamos a nuestro Padre celestial, Jehová, permaneciendo cerca de él mediante la oración,
obedeciéndolo y ayudando a otros a amarlo.
JEHOVÁ nos ha hecho una invitación maravillosa: desea que formemos parte de su familia.
Esta se compone de personas que le han dedicado su vida y que tienen fe en el sacrificio de
su Hijo. Y somos una familia feliz. Nuestra vida actual tiene sentido, y nos alegra abrigar la
esperanza de disfrutar de una vida sin fin, sea en el cielo o en el Paraíso en la Tierra.
Por amor, Jehová hizo un enorme sacrificio a fin de darnos la oportunidad de pertenecer a su
2
familia (Juan 3:16). La Biblia dice que “se pagó un precio” por nosotros (1 Cor. 6:20). Gracias
al rescate, Dios hizo posible que tuviéramos una relación estrecha con él. Disfrutamos del
honor de llamar Padre a la persona más importante del universo. Y, como vimos en el artículo
anterior, él es el mejor Padre que podemos tener.
3. ¿Qué preguntas es posible que nos hagamos? (Vea también el recuadro “¿Se fija en mí Jehová?”).
Tal vez nos hagamos la misma pregunta que se hizo un escritor de la Biblia cuando dijo:
3
“¿Cómo le pagaré a Jehová todo el bien que me ha hecho?” (Sal. 116:12). La respuesta es
que no tenemos nada con qué pagar a nuestro Padre celestial. No obstante, su amor hace
que sintamos la necesidad de amarlo. El apóstol Juan escribió: “Nosotros amamos porque él
nos amó primero” (1 Juan 4:19). Entonces, ¿de qué maneras podemos demostrar a nuestro
Padre que lo amamos?
“¿Se fija en mí Jehová?”
“De los miles de millones de personas que hay en la Tierra, ¿por qué iba a fijarse en mí
Jehová?”. ¿Nos hemos hecho alguna vez esta pregunta? Si así es, no somos los únicos.
El rey David escribió: “Oh, Jehová, ¿qué es el hombre para que lo tengas en cuenta, el hijo
del hombre mortal para que le prestes atención?” (Sal. 144:3). David estaba seguro de que
Jehová lo conocía muy bien (1 Crón. 17:16-18). Y hoy, mediante su Palabra y su
organización, Jehová nos confirma que se fija en el amor que le mostramos. Veamos algunas
ideas basadas en la Biblia que nos ayudan a estar convencidos de esto.
Jehová se fijó en nosotros incluso antes de que naciéramos (Sal. 139:16).
Jehová sabe lo que tenemos en el corazón y lo que estamos pensando (1 Crón. 28:9).
Jehová escucha cada oración que le hacemos (Sal. 65:2).
Nuestras acciones influyen en cómo se siente Jehová (Prov. 27:11).
Jehová nos ha traído hacia él (Juan 6:44).
Jehová nos conoce tan bien que si morimos nos resucitará. Nos dará un cuerpo y una
mente nuevos, pero los recuerdos y la personalidad serán los mismos (Juan 11:21-26, 39-
44; Hech. 24:15).
Demostramos lo mucho que amamos a nuestro Padre celestial, Jehová, permaneciendo cerca de él mediante la
oración, obedeciéndolo y ayudando a otros a amarlo. (Vea los párrafos 4 a 14).
4. Según Santiago 4:8, ¿por qué debemos esforzarnos por acercarnos a Jehová?
Jehová desea que nos acerquemos a él y que mantengamos con él una buena
4
le oramos (Sal. 62:8). Por eso es bueno que nos preguntemos: “¿Son mis oraciones como
mensajes superficiales que imprimo una y otra vez? ¿O son más bien como cartas sinceras
que escribo de mi puño y letra?”. De seguro que amamos profundamente a Jehová y
deseamos permanecer muy unidos a él. Para lograrlo, nuestra comunicación tiene que ser
regular. Abrámosle el corazón, hablémosle de nuestras alegrías y nuestras preocupaciones.
Tengamos la certeza de que podemos acudir a él para que nos ayude.
6. ¿Qué debemos hacer para permanecer cerca de Jehová?
Para permanecer cerca de Jehová, también debemos ser agradecidos. Estamos de acuerdo
6
con estas palabras del escritor de un salmo: “¡Cuántas cosas has hecho, oh, Jehová mi Dios!
Son muchas tus obras maravillosas y tus pensamientos a nuestro favor —nadie puede
compararse contigo—. Si tratara de narrarlos y hablar de ellos, serían demasiados, más de
los que puedo contar” (Sal. 40:5). Pero hacemos más que sentir gratitud.
Se la expresamos a Jehová con nuestras palabras y acciones. Esto nos distingue de muchas
personas de la actualidad. Vivimos en un mundo en el que la gente no agradece todo lo que
Dios hace por ella. De hecho, una señal de que vivimos en “los últimos días” es que las
personas son desagradecidas (2 Tim. 3:1, 2). Que nunca se nos contagie esa forma de ser.
7. ¿Qué desea Jehová que hagamos, y por qué?
Los padres no quieren que sus hijos se peleen, sino que se lleven bien. Y lo mismo desea
7
Jehová de sus hijos. Es más, el amor que sentimos los unos por los otros nos identifica como
los cristianos verdaderos (Juan 13:35). Un siervo de Dios escribió: “¡Miren qué bueno es y qué
gusto da que los hermanos vivan juntos en unidad!” (Sal. 133:1). ¿Verdad que nos sentimos
como este salmista? Cuando amamos a nuestros hermanos, le mostramos a Jehová que lo
amamos a él también (1 Juan 4:20). Formar parte de una familia de hermanos que son
“bondadosos unos con otros” y se tratan “con ternura y compasión” es realmente maravilloso
(Efes. 4:32).
MOSTREMOS NUESTRO AMOR SIENDO
OBEDIENTES
obedezcamos a él (Efes. 6:1). Lo merece porque él nos creó, nos mantiene con vida y es el
Padre más sabio que existe. Pero la razón principal por la que obedecemos a Jehová es que
lo amamos (lea 1 Juan 5:3). Es verdad que sobran los motivos para obedecerlo, pero no nos
obliga. Nos ha dado libertad de elección, así que se alegra cuando decidimos obedecerlo por
amor.
9, 10. ¿Por qué es importante conocer las normas de Dios y vivir de acuerdo con ellas?
9
Los padres desean que a sus hijos les vaya bien. Por eso, fijan normas de conducta. Los
niños que las obedecen demuestran que confían en sus padres y que los respetan. Pues de
mucha mayor importancia es que nosotros conozcamos las normas de nuestro Padre celestial
y vivamos de acuerdo con ellas. Así le demostramos a Jehová que lo amamos y lo
respetamos. Y como resultado nos va bien en la vida (Is. 48:17, 18). Por el contrario, los que
rechazan a Dios y sus normas terminan haciéndose daño a sí mismos (Gál. 6:7, 8).
10
Vivir de una manera que agrade a Jehová nos protege en sentido físico, emocional y
espiritual. Él sabe qué es lo mejor para nosotros. Una hermana que vive en Estados Unidos y
se llama Aurora dice: “Sé que la obediencia a Jehová siempre resulta en la mejor vida
posible”. Y así es en todos los casos. Preguntémonos: “¿Cómo me ha beneficiado a mí seguir
la cariñosa dirección de Jehová?”.
11. ¿Cómo nos ayuda la oración?
La oración nos ayuda a ser obedientes incluso cuando nos resulta difícil. Como todos somos
11
pecadores, a veces debemos luchar por obedecer a Jehová. Pero tenemos que seguir
haciéndolo. Un salmista le suplicó a Dios: “Despierta en mí el deseo de obedecerte” (Sal.
51:12). Una precursora regular llamada Denise dice: “Si me cuesta obedecer algún mandato
de Jehová, le pido fuerzas para hacer lo correcto”. No lo dudemos: Dios siempre responderá
esa clase de oraciones (Luc. 11:9-13).
AYUDEMOS A OTROS A AMAR A NUESTRO
PADRE
12. ¿Qué nos manda hacer Efesios 5:1?
(Lea Efesios 5:1). Como somos “hijos amados” de Jehová, hacemos todo lo posible por
12
copiar su ejemplo. Imitamos sus cualidades siendo cariñosos y amables, y perdonando a los
demás. Cuando las personas que no conocen a Dios ven nuestra buena conducta, puede que
sientan el deseo de aprender más sobre él (1 Ped. 2:12). Los padres cristianos tienen un buen
motivo para tratar a sus hijos igual que Jehová nos trata a nosotros. Si lo hacen, sus hijos tal
vez quieran también ser amigos de nuestro cariñoso Padre.
De modo parecido, estamos orgullosos de nuestro Padre celestial y deseamos que otros lo
conozcan. Nos sentimos como el rey David, que escribió: “Con orgullo hablaré de Jehová”
(Sal. 34:2). Pero puede ocurrir que algunos seamos tímidos y no nos atrevamos a hablar de
él. ¿Qué nos ayudará en ese caso? Centrarnos en lo feliz que podemos hacer a Jehová y en
lo mucho que se benefician quienes lo conocen. Él nos dará la valentía que necesitamos. Tal
como ayudó a nuestros hermanos del siglo primero, también nos ayudará a nosotros ( 1 Tes.
2:2).
14. ¿Cuáles son algunas razones por las que es importante participar en la obra de hacer discípulos?
Jehová no es parcial, y le hace feliz vernos mostrar amor a los demás, sin importar su origen
14
(Hech. 10:34, 35). Una de las mejores formas de demostrar nuestro amor al prójimo es
predicando las buenas noticias (Mat. 28:19, 20). ¿Qué puede lograr esta obra? Que quienes
nos escuchen tengan una vida mejor ahora y abriguen la esperanza de vivir para siempre en
el futuro (1 Tim. 4:16).
AMEMOS A NUESTRO PADRE Y SEREMOS
FELICES
15, 16. ¿Qué razones tenemos para ser felices?
Jehová es un Padre cariñoso y desea que su familia sea feliz (Is. 65:14). Aunque pasemos
15
por dificultades, tenemos muchos motivos para sentirnos felices ahora. Por ejemplo, no nos
cabe ninguna duda de que nuestro Padre celestial nos ama profundamente. Tenemos un
conocimiento exacto de su Palabra, la Biblia (Jer. 15:16). Y somos parte de una familia
excepcional de personas que aman a Jehová, que aman sus normas morales y que se aman
las unas a las otras (Sal. 106:4, 5).
16
También podemos ser felices porque estamos seguros de que la vida será aún mejor en el
futuro. Sabemos que pronto Jehová acabará con los malvados y que gracias a su Reino la
Tierra será un Paraíso. Además, tenemos la preciosa esperanza de que los que han muerto
volverán a vivir y se reunirán con sus seres amados (Juan 5:28, 29). ¿Verdad que será
maravilloso? Y lo más importante es que tenemos la certeza de que pronto todo el mundo en
el cielo y en la Tierra le dará a nuestro cariñoso Padre la honra, la alabanza y la devoción que
se merece.
¿CUÁL ES SU RESPUESTA?
¿Por qué debemos orar con frecuencia?
Cuando Jesús se reunió en Galilea con los apóstoles y otros discípulos tras haber resucitado, les dio este mandato: “Vayan y hagan
discípulos”./// ¿Qué podemos hacer para que la obra de hacer discípulos sea más productiva?
Nuestro deseo es ayudar a los estudiantes a ser discípulos de Cristo
ESFORCÉMONOS POR LLEGAR AL CORAZÓN DEL ESTUDIANTE
Empecemos cada clase con oración. /// Invitemos al estudiante a ir a las reuniones. /// Centrémonos en mejorar en la obra
de hacer discípulos y en ayudar a estos a bautizarse.
Cuando Jesús se reunió en Galilea con los apóstoles y otros discípulos tras haber resucitado, les dio este
mandato: “Vayan y hagan discípulos”. (Vea los párrafos 3 y 4).
3, 4. ¿Por qué podemos decir que el mandato de Mateo 28:19, 20 no era solo para los apóstoles? (Vea el dibujo
de la portada).
3
(Lea Mateo 28:16-20). En la reunión que Jesús organizó, les explicó a sus discípulos qué
obra fundamental deberían efectuar durante el siglo primero, la misma que realizamos hoy
día. Les dijo: “Así que vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones. [...]
Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he mandado”.
4
Jesús quiere que todos sus seguidores prediquen. Este mandato no era solo para los once
apóstoles fieles. ¿Por qué estamos tan seguros? Pues bien, los apóstoles no fueron los
únicos que estuvieron en aquella montaña de Galilea cuando Jesús dio el mandato de hacer
discípulos. Recordemos que el ángel les dijo a las mujeres que ellas verían a Jesús en
Galilea. Así que es probable que en aquella ocasión también estuvieran presentes mujeres
fieles. Además, el apóstol Pablo revela que Jesús “se les apareció a más de 500 hermanos a
la vez” (1 Cor. 15:6). ¿Dónde?
5. ¿Qué buenos motivos tenemos para creer que 1 Corintios 15:6 se refiere a la reunión de Galilea que se
menciona en Mateo capítulo 28?
Tenemos buenos motivos para creer que Pablo pensaba en la reunión de Galilea que se
5
menciona en Mateo capítulo 28. ¿Cuáles? Primero, que la mayoría de los discípulos de Jesús
eran galileos. Por lo tanto, un buen lugar para reunir a un grupo grande de personas sería una
montaña de Galilea, y no una casa particular de Jerusalén. Segundo, Jesús ya se había
reunido con los 11 apóstoles en una casa de Jerusalén después de resucitar. Si su intención
hubiera sido dar el mandato de predicar y hacer discípulos solo a los apóstoles, podía haberlo
hecho en Jerusalén en vez de pedirles a ellos, a las mujeres y a otros discípulos que se
reunieran con él en Galilea (Luc. 24:33, 36).
6. ¿Cómo muestra Mateo 28:20 que el mandato de hacer discípulos debe cumplirse hoy, y hasta qué grado se
está obedeciendo?
Veamos una tercera razón importante por la que podemos decir que Jesús no dio el mandato
6
de hacer discípulos solo a los once apóstoles fieles. ¿Cómo lo sabemos? Lo último que les
dijo Jesús a sus seguidores fue esto: “Estaré con ustedes todos los días hasta la conclusión
del sistema” (Mat. 28:20). De acuerdo con lo que dijo Jesús, la labor de hacer discípulos está
hoy en pleno apogeo, como lo muestra el siguiente dato sorprendente. Todos los años, casi
300.000 nuevos discípulos de Jesús se bautizan como testigos de Jehová.
Nuestro deseo es ayudar a los estudiantes a ser
discípulos de Cristo
¿Qué podemos hacer para que la obra de hacer discípulos sea más productiva?
hacerse discípulos de Cristo. Les gusta lo que se les enseña, pero no dan pasos hacia el
bautismo. Estamos seguros de que quienes dan cursos bíblicos desean ayudar a los
estudiantes a poner en práctica lo que aprenden y a ser discípulos. En este artículo, veremos
cómo llegar al corazón de los estudiantes y ayudarlos a crecer espiritualmente. ¿Por qué es
necesario analizar este asunto? Porque puede que llegue el momento en que tengamos que
decidir si seguiremos dando clases de la Biblia a una persona o no.
ESFORCÉMONOS POR LLEGAR AL CORAZÓN
DEL ESTUDIANTE
8. ¿Por qué podría resultarnos difícil llegar al corazón del estudiante?
Jehová quiere que las personas le sirvan por amor. Así que nuestra meta es ayudar a los
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estudiantes a comprender que Jehová se preocupa por ellos personalmente y los quiere
mucho. Queremos que vean a Jehová como “Padre de huérfanos y protector de viudas” ( Sal.
68:5). Cuando los estudiantes llegan a valorar el amor que Dios siente por ellos, puede que se
conmuevan y que su amor por él se haga más intenso. Sin embargo, hay estudiantes a los
que les resulta difícil ver a Jehová como un Padre cariñoso, pues su propio padre nunca
les mostró cariño (2 Tim. 3:1, 3). Así que destaquemos las hermosas cualidades de Dios en
las clases bíblicas. Ayudemos a los estudiantes a entender que nuestro cariñoso
Dios desea que tengan vida eterna y que está dispuesto a ayudarlos a conseguirlo. ¿Qué
más podemos hacer?
9, 10. ¿Qué publicaciones debemos utilizar para dar cursos bíblicos, y por qué estas en concreto?
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Utilicemos los libros ¿Qué nos enseña la Biblia? y Continúe en el amor de Dios. Estas
publicaciones se han preparado especialmente para ayudarnos a llegar al corazón de los
estudiantes. Por ejemplo, el capítulo 1 del libro Nos enseña responde estas preguntas: ¿le
importamos a Dios, o es un Dios cruel?, ¿cómo se siente Dios al vernos sufrir? y ¿puede
usted ser amigo de Jehová? El libro Continúe ayudará al estudiante a comprender que seguir
los principios de la Biblia le permite tener una vida mejor y una amistad más estrecha con
Jehová. Aunque ya hayamos dado otros cursos de la Biblia con estas publicaciones, debemos
prepararnos bien para cada clase pensando en las necesidades específicas de cada
estudiante.
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Pero imaginemos que al estudiante le interesa un tema del que se habla en una publicación
que no forma parte del kit de enseñanza. En tal caso, podríamos decirle que lea la publicación
por su cuenta y seguir dándole las clases con uno de los libros ya mencionados.
hacer oración al iniciar y terminar las clases de la Biblia? Lo antes posible, normalmente en
las semanas siguientes a haber establecido el curso bíblico. Debemos ayudar al estudiante a
darse cuenta de que solo podemos comprender la Palabra de Dios con la ayuda del espíritu
santo. Algunos maestros de la Biblia plantean el tema de la oración leyendo Santiago 1:5, que
dice: “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida constantemente a Dios”.
Después, le preguntan al estudiante: “¿Cómo podemos pedir sabiduría a Dios?”. Es probable
que él mismo responda que mediante la oración.
12. ¿Cómo usaríamos el Salmo 139:2-4 para ayudar al estudiante a mejorar la calidad de sus oraciones?
Enseñemos al estudiante a orar. Asegurémosle que Jehová desea escuchar sus oraciones
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sinceras. Expliquémosle que podemos abrirle nuestro corazón para contarle cómo nos
sentimos y hablarle de cosas que quizás no hablaríamos con nadie más. Al fin y al cabo,
Jehová ya conoce nuestros pensamientos más recónditos (lea Salmo 139:2-4). También
podemos animar al estudiante a pedirle a Dios ayuda para cambiar de manera de pensar y
vencer costumbres impropias. Por ejemplo, supongamos que a alguien que lleva estudiando
la Biblia algún tiempo le gusta cierta fiesta que tiene origen pagano. Sabe que está mal, pero
lo cierto es que le encantan algunas de sus características. Animémoslo a decirle a Jehová
qué es exactamente lo que siente y a que le ruegue que lo ayude a amar solamente lo que él
ama (Sal. 97:10).
Invitemos al estudiante a ir a las reuniones. (Vea el párrafo 13).
13. a) ¿Por qué deberíamos invitar al estudiante a ir a las reuniones lo antes posible? b) ¿Qué podemos hacer
para que el estudiante se sienta a gusto en el Salón del Reino?
Invitemos al estudiante a ir a las reuniones lo antes posible. ¿Por qué? Porque lo que
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alguien acepta un curso bíblico, su principal interés quizás sea el beneficio personal que
pueda obtener. Pero, cuando sienta más amor por Jehová, probablemente empiece a pensar
en cómo ayudar a los demás, entre ellos quienes ya forman parte de la congregación (Mat.
22:37-39). Además, no dejemos de hablarle en el momento conveniente del honor que
tenemos de hacer donaciones para la obra del Reino.
obstáculo que tiene para ser testigo de Jehová?”. Si un estudiante que lleva algún tiempo
recibiendo clases nos respondiera que le gusta aprender de la Biblia pero que nunca será
testigo de Jehová, ¿tiene algún sentido seguir con el curso? Por otra parte, puede que el
estudiante revele por primera vez por qué no progresa. Por ejemplo, tal vez piense que nunca
podrá predicar de casa en casa. Pues bien, una vez que sabemos cómo se siente, nos
resultará más fácil ayudarlo.
Ezequiel. Jehová le dijo a este profeta sobre ellos: “Mira, tú eres para ellos como una canción
de amor cantada con una voz preciosa y tocada hábilmente con un instrumento de cuerda.
Oirán tus palabras, pero nadie las pondrá en práctica” (Ezeq. 33:32). Puede que se nos haga
difícil decirle a una persona que pondremos fin a su curso bíblico, pero “queda poco tiempo”
(1 Cor. 7:29). Así que, en lugar de dedicar más tiempo a dar clases a alguien que
no progresa, es mejor buscar a quien da prueba de que tiene “la actitud correcta para obtener
vida eterna” (lea Hechos 13:48).
Quizás haya otras personas en el territorio que le estén pidiendo a Dios que las ayude. (Vea el párrafo 20).
21. ¿Cuál es el texto del año 2020, y por qué es tan oportuno?
Durante el 2020, el texto del año nos ayudará a centrarnos en mejorar en la obra de hacer
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discípulos. Contiene algunas de las palabras que Jesús pronunció en aquella histórica reunión
en una montaña de Galilea: “Así que vayan y hagan discípulos [...]. Bautícenlos” (Mat.
28:19).
Centrémonos en mejorar en la obra de hacer discípulos y en ayudar a estos a bautizarse. (Vea el párrafo 21).
¿LO RECUERDA?
¿Por qué es importante llegar al corazón del estudiante, y cómo podemos lograrlo?
¿Qué debemos tomar en cuenta al decidir si pondremos fin o no a un curso bíblico?
CANCIÓN 70 Busquemos a los merecedores
El texto del año 2020 nos dice que hagamos discípulos. Este es un mandato para todos los
siervos de Jehová. ¿Cómo podemos tocar el corazón de los estudiantes de la Biblia de modo
que lleguen a ser discípulos de Cristo? Este artículo nos mostrará cómo ayudarlos a hacerse
mejores amigos de Jehová. También veremos qué nos permitirá determinar si seguimos
dando clases de la Biblia o no a un estudiante.
Como hemos aprendido del ejemplo del apóstol Pablo, ¿qué podemos hacer para dejar de sentirnos angustiados? /// Igual que en el caso
del rey David, ¿qué puede ayudarnos si cometemos un pecado grave?
tenía mucha fe. Aun así, se sentía muy angustiada debido al maltrato que sufría de parte de
un miembro de su casa (1 Sam. 1:7). El apóstol Pablo también tenía una fe sólida, pero “la
preocupación por todas las congregaciones” lo abrumaba (2 Cor. 11:28). El rey David tenía
una fe tan fuerte que Jehová sentía un cariño especial por él (Hech. 13:22). Pese a ello,
cometió pecados que lo atormentaron (Sal. 38:4). A todos ellos Jehová los consoló y
tranquilizó. Analicemos lo que aprendemos de su ejemplo.
QUÉ APRENDEMOS DE LA FIEL ANA
3. ¿Por qué puede ser una causa de preocupación lo que digan otras personas?
Una causa de preocupación puede ser que alguien nos hable o nos trate mal, sobre todo si
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es un buen amigo o un familiar. Quizás nos preocupe que se termine nuestra relación con esa
persona. Hay casos en los que quien nos hace daño habla sin pensar, y nos sentimos como si
recibiéramos “los golpes de una espada” (Prov. 12:18). Pero en otros casos la persona tal vez
diga cosas con la intención de hacernos daño. Eso le sucedió a una hermana joven.
Recuerda: “Hace unos años, una persona a la que consideraba una buena amiga empezó a
difundir rumores sobre mí en las redes sociales. Me sentí dolida y angustiada. No podía
entender por qué me había clavado un cuchillo por la espalda”. Si un amigo o un familiar nos
ha hecho daño, podemos aprender mucho del caso de Ana.
4. ¿Qué graves problemas tuvo que soportar Ana?
Ana tuvo que soportar graves problemas. Durante muchos años, no pudo tener hijos (1 Sam.
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1:2). En la cultura israelita, ser estéril se consideraba una maldición. Así que Ana se sentía
humillada (Gén. 30:1, 2). Para empeorar las cosas, su marido tenía otra esposa, Peniná, que
sí le dio hijos. Peniná consideraba a Ana una rival y “siempre se burlaba de ella para hacerla
sentir mal” (1 Sam. 1:6). Al principio, esta situación le hizo mucho daño a Ana. Se sentía tan
mal que “acababa llorando y no comía nada”. Llegó a estar “profundamente angustiada”
(1 Sam. 1:7, 10). ¿Cómo obtuvo Ana consuelo?
5. ¿Cómo ayudó a Ana la oración?
Ana le abrió su corazón a Jehová. Después de orar, le explicó al sumo sacerdote Elí lo que le
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pasaba. Él le dijo: “Vete en paz, y que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido”.
¿Cuál fue el resultado? Ana “se fue y comió, y la tristeza desapareció de su cara” (1 Sam.
1:17, 18). La oración la ayudó a recuperar la paz.
¿Cómo logramos recuperar y mantener la paz interior, igual que hizo Ana? (Vea los párrafos 6 a 10).
6. ¿Qué nos enseñan sobre la oración el ejemplo de Ana y las palabras de Filipenses 4:6, 7?
Podemos recuperar la paz si perseveramos en la oración. Ana pasó mucho tiempo
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hablando con su Padre celestial (1 Sam. 1:12). Nosotros también podemos hablarle largo y
tendido de nuestras preocupaciones, nuestros temores y nuestros errores. Las oraciones
no tienen que ser poéticas ni tener una estructura perfecta. Puede que hasta nos expresemos
con amargura y sollocemos. Pero Jehová nunca se cansará de escucharnos. Además de
hablarle sobre nuestras dificultades, debemos recordar los consejos que hallamos
en Filipenses 4:6, 7 (léalo). Allí Pablo dijo específicamente que debemos darle gracias a
Dios al orar. Tenemos muchísimos motivos para hacerlo, entre ellos el regalo de la vida, sus
creaciones, su amor leal y la maravillosa esperanza que nos ha dado. ¿Qué más aprendemos
del ejemplo de Ana?
7. ¿Qué hacían siempre Ana y su esposo?
A pesar de sus penas, Ana siempre acompañaba a su esposo al lugar donde se adoraba a
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Jehová, en Siló (1 Sam. 1:1-5). Fue allí, en el tabernáculo, donde el sumo sacerdote Elí la
animó diciéndole que esperaba que Jehová le contestara su oración (1 Sam. 1:9, 17).
8. Explique cómo pueden ayudarnos las reuniones.
Podemos recuperar la paz si seguimos yendo a las reuniones. Por lo general, en la
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oración de inicio de las reuniones se le pide a Jehová que su espíritu esté con nosotros. Y la
paz es parte del fruto de ese espíritu (Gál. 5:22). Si vamos a las reuniones aunque estemos
angustiados, les damos a Jehová y a nuestros hermanos la oportunidad de animarnos y
ayudarnos a volver a sentir paz. La oración y las reuniones son dos medios importantes que
utiliza Dios para tranquilizarnos (Heb. 10:24, 25). Veamos otra lección que nos enseña el caso
de Ana.
9. ¿Qué no cambió en la vida de Ana, pero qué fue lo que sí cambió?
La causa de la angustia de Ana no desapareció enseguida. Cuando volvió de adorar a Dios
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en el tabernáculo, siguió viviendo bajo el mismo techo que Peniná. Y la Biblia no dice que la
actitud de esta mujer cambiara. Así que es probable que Ana tuviera que seguir soportando
los comentarios hirientes de su rival. Pero logró recuperar y mantener la paz interior.
Recordemos que no volvió a sentirse angustiada después de dejar el problema en manos de
Jehová. Permitió que él la consolara y tranquilizara. Y algún tiempo después Jehová
respondió su oración y ella tuvo hijos (1 Sam. 1:19, 20; 2:21).
10. ¿Qué nos enseña el caso de Ana?
Podemos
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recuperar la paz aunque la causa de nuestra angustia
no desaparezca. Algunos problemas quizás persistan aunque oremos intensamente y
vayamos siempre a las reuniones. Pero el caso de Ana nos enseña que nada puede impedir
que Jehová tranquilice nuestro atribulado corazón. Él no nos olvidará jamás, y tarde o
temprano recompensará nuestra fidelidad (Heb. 11:6).
QUÉ APRENDEMOS DEL APÓSTOL PABLO
11. ¿Qué razones tenía Pablo para sentir preocupación?
Pablo tenía muchas razones para sentir preocupación. Por ejemplo, como amaba a sus
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no trató de arreglarlos él solo. Les pidió a otros cristianos que lo ayudaran a cuidar de la
congregación. Por ejemplo, delegó autoridad en hombres confiables, como Timoteo y Tito.
No hay duda de que la labor de estos hermanos contribuyó a que Pablo se sintiera más
tranquilo (Filip. 2:19, 20; Tito 1:1, 4, 5).
Como hemos aprendido del ejemplo del apóstol Pablo, ¿qué podemos hacer para dejar de sentirnos
angustiados? (Vea los párrafos 13 a 15).
13. ¿Cómo pueden imitar a Pablo los ancianos?
Pidamos ayuda. Hoy día, a muchos ancianos les ocurre lo mismo que a Pablo. Es tanto el
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cariño que sienten por sus hermanos que sufren cuando estos pasan por dificultades. Pero un
anciano no puede resolver todos los problemas él solo. La modestia lo motivará a pedir ayuda
a otros hermanos capacitados y a preparar a los jóvenes para que lo ayuden a cuidar el
rebaño de Dios (2 Tim. 2:2).
14. ¿Qué no le preocupaba a Pablo, y qué podemos aprender de su ejemplo?
Reconozcamos que necesitamos consuelo. Pablo era humilde, así que buscaba el
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consuelo de sus amigos. Es obvio que no le preocupaba que otros lo consideraran débil por
reconocer que sus hermanos lo habían animado. En su carta a Filemón, le dijo: “Me alegró y
me consoló mucho enterarme de tu amor” (Filem. 7). En otra ocasión, mencionó a varios
compañeros que lo habían animado mucho en momentos de angustia (Col. 4:7-11).
Si reconocemos con humildad que necesitamos ánimo, los hermanos estarán encantados de
dárnoslo.
15. ¿Qué ayudó a Pablo en momentos de mucha angustia?
Confiemos en la Palabra de Dios. Pablo sabía que las Santas Escrituras le darían
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consuelo (Rom. 15:4). Además, también podían darle sabiduría para afrontar cualquier prueba
(2 Tim. 3:15, 16). La segunda vez que estuvo preso en Roma, se dio cuenta de que no iba a
tardar en morir. ¿Qué hizo ante esa situación tan angustiosa? Le pidió a Timoteo que fuera a
verlo pronto y le llevara “los rollos” (2 Tim. 4:6, 7, 9, 13). ¿Por qué? Porque aquellos rollos
probablemente contenían partes de las Escrituras Hebreas, así que podría usarlos para su
estudio personal. Si nosotros, al igual que Pablo, estudiamos con regularidad la Biblia, Jehová
la usará para tranquilizarnos, sin importar qué dificultades suframos.
Bat-Seba, había planeado la muerte de su esposo y durante un tiempo intentó ocultar esos
pecados (2 Sam. 12:9). Al principio, quiso acallar su conciencia, y como consecuencia sufrió
no solo en sentido espiritual, sino también mental y físico (Sal. 32:3, 4). ¿Qué hizo para aliviar
el sufrimiento que él mismo se había causado? ¿Y qué puede ayudarnos a nosotros si
cometemos un pecado grave?
17. ¿Cómo revelan las palabras de Salmo 51:1-4 que David estaba arrepentido de corazón?
Pidamos a Jehová que nos perdone. Por fin, David oró a Jehová y, arrepentido de
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ayuda de Jehová para no volver a caer en los mismos pecados (Sal. 51:7, 10, 12). Cuando
Jehová lo perdonó, se resolvió a evitar los malos pensamientos. Como resultado, recuperó la
paz interior.
20. ¿Cómo demostramos que agradecemos el perdón de Jehová?
Demostramos que agradecemos el perdón de Jehová cuando se lo pedimos en oración,
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aceptamos la disciplina y nos esforzamos por no repetir los errores. Cuando hacemos esto,
recuperamos la paz interior. Eso es lo que le sucedió a James, un hermano que cometió un
pecado grave. Dice: “Una vez que les confesé mi pecado a los ancianos, fue como si me
quitaran un gran peso de encima. Comencé a sentir que recuperaba la paz”. Cómo nos anima
saber que “Jehová está cerca de los que tienen el corazón destrozado” y “salva a los que
están hundidos en el desánimo” (Sal. 34:18).
21. ¿Cómo podemos dejar que Jehová nos tranquilice?
Al acercarse el fin de los últimos días, es probable que aumenten los motivos de inquietud.
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Pablo
David
CANCIÓN 4 “Jehová es mi Pastor”
En ocasiones, los problemas de la vida nos causan mucha preocupación. Este artículo
analizará los ejemplos de tres siervos de Jehová de tiempos bíblicos que se sintieron
angustiados. También señalará cómo los consoló y tranquilizó Jehová.
CUÁNDO NO HABLAR
Cuando sentimos la tentación de dar detalles sobre cómo se lleva a cabo nuestra obra en territorios donde está
prohibida.
Cuando se trata de asuntos delicados y confidenciales de la congregación.
CUANDO DEBEMOS QUEDARNOS CALLADOS
QUÉ OPINA JEHOVÁ DE LO QUE DECIMOS
ARTÍCULO DE ESTUDIO 12
nos enseña a usarla de manera apropiada. Este artículo analiza ejemplos bíblicos que nos
ayudarán a saber cuándo hablar y cuándo callar. También veremos lo que opina Jehová de lo
que les decimos a los demás. Veamos primero en qué situaciones debemos hablar.
CUÁNDO DEBEMOS HABLAR
3. En armonía con Romanos 10:14, ¿cuándo debemos estar dispuestos a hablar de Jehová y del Reino?
Siempre debemos estar dispuestos a hablar de Jehová y del Reino (Mat.
3
24:14; lea Romanos 10:14). Al hacerlo, imitamos a Jesús. Una de las razones principales por
las que él vino a la Tierra fue para dar a conocer la verdad sobre su Padre (Juan 18:37).
Ahora bien, debemos recordar que la manera en que hablamos también es importante. Así
que, cuando hablemos con otras personas sobre Jehová, debemos hacerlo “con apacibilidad
y profundo respeto”, y ser considerados con sus sentimientos y creencias (1 Ped. 3:15).
Entonces nuestra predicación será más que simples palabras, pues les enseñaremos algo a
las personas y quizás les lleguemos al corazón.
CUÁNDO HABLAR
Cuando hablamos de Jehová a otros. Debemos hacerlo “con apacibilidad y profundo respeto” por sus
creencias (párrafo 3).
Cuando vemos que alguien va por mal camino.
Cuando un hermano necesita recibir consejos. Los ancianos los dan con paciencia y habilidad.
quedar callados. Claro, esperarán a hallar el momento apropiado para hacerlo, quizás cuando
estén en un lugar discreto, a fin de que la persona no se sienta avergonzada sin necesidad.
Al aconsejar a alguien, los ancianos siempre procuran respetar su dignidad. Pero no se
retraen de mostrarle los principios bíblicos que lo ayudarán a actuar bien (lea Proverbios
9:9). ¿Por qué es tan importante que seamos valientes y hablemos cuando sea necesario?
Veamos los ejemplos de dos personajes de la Biblia que actuaron de manera muy distinta.
Primero hablaremos de un hombre que debió corregir a sus hijos y luego veremos el caso de
una mujer que tuvo que hablar con un futuro rey.
5. ¿Por qué podemos decir que el sumo sacerdote Elí se quedó callado aunque reprendió a sus hijos?
El sumo sacerdote Elí tenía dos hijos a los que quería mucho. Pero estos hombres
5
familiar ha violado la ley de Dios, debemos hablar con él y recordarle cuáles son las normas
de la Biblia. Luego tenemos que asegurarnos de que reciba la ayuda que necesita de los
representantes de Jehová (Sant. 5:14). Jamás queremos ser como Elí y honrar más a un
amigo o a un familiar que a Jehová. Hace falta ser valiente para hablar con alguien que
necesita corrección, pero el esfuerzo vale la pena. Veamos la diferencia entre lo que hizo Elí y
lo que hizo una israelita llamada Abigaíl.
Abigaíl puso un buen ejemplo al escoger el momento oportuno para hablar. (Vea los párrafos 7 y 8).*
7. ¿Por qué habló Abigaíl con David?
Abigaíl era la esposa de Nabal, un hombre rico que era dueño de muchas tierras. Cuando
7
David y sus hombres huían del rey Saúl, pasaron algún tiempo con los pastores de Nabal y
protegieron sus rebaños de los ataques de ladrones. ¿Agradeció Nabal aquella ayuda? No.
Cuando David le pidió que les diera a sus hombres un poco de agua y comida, Nabal se
enfureció, les gritó y los insultó (1 Sam. 25:5-8, 10-12, 14). Como resultado, David dijo que
acabaría con todos los hombres de la casa de Nabal (1 Sam. 25:13, 22). ¿Cómo podría
evitarse esa desgracia? Abigaíl se dio cuenta de que era el momento de hablar. Con valor fue
al encuentro de David y sus 400 hombres armados, hambrientos y furiosos, y habló con él.
8. ¿Qué aprendemos de lo que hizo Abigaíl?
Cuando Abigaíl habló con David, lo hizo con valor y respeto, y de manera convincente.
8
Aunque ella no tenía la culpa de aquella situación tan desagradable, le pidió perdón a David.
Reconoció sus buenas cualidades y confió en que Jehová la ayudaría (1 Sam.
25:24, 26, 28, 33, 34). Como ella, debemos tener el valor para hablar si vemos que alguien va
a cometer un error grave (Sal. 141:5). Debemos ser respetuosos, pero también decididos.
Cuando aconsejamos con cariño a alguien que lo necesita, demostramos que somos buenos
amigos (Prov. 27:17).
9, 10. ¿Qué deben tener en cuenta los ancianos al aconsejar a otros?
Es especialmente importante que los ancianos tengan el valor para hablar con quienes dan
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un paso en falso (Gál. 6:1). Ellos son humildes y saben que, como también son imperfectos,
puede que algún día necesiten que los aconsejen. Pero no permiten que esto les impida
corregir a quienes lo necesitan (2 Tim. 4:2; Tito 1:9). Cuando aconsejan a alguien, se
esfuerzan por enseñarle con habilidad y paciencia. Aman a sus hermanos y por eso quieren
ayudarlos (Prov. 13:24). Pero su interés principal es honrar a Jehová defendiendo sus normas
y protegiendo a la congregación de cualquier daño (Hech. 20:28).
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Hasta aquí hemos visto cuándo debemos hablar. Pero a veces es mejor no decir nada.
¿Qué dificultades se pueden presentar en esas situaciones?
CUÁNDO DEBEMOS QUEDARNOS CALLADOS
11. ¿Qué ejemplo usó Santiago, y por qué es acertado?
No siempre es fácil controlar lo que decimos. El escritor bíblico Santiago usó un ejemplo
11
muy acertado para explicar lo difícil que puede llegar a ser. Dijo: “El que nunca tropieza con
sus palabras es perfecto y capaz de refrenar también todo su cuerpo” ( Sant. 3:2, 3). Santiago
se refería al freno que se les coloca a los caballos en la cabeza y en la boca. Cuando el jinete
hala las riendas, puede guiar al animal o hacer que se detenga. Pero, si pierde el control, el
caballo puede desbocarse y hacerse daño a sí mismo o herir al jinete. De manera parecida, si
no controlamos lo que decimos, podemos hacer mucho daño. Veamos algunas ocasiones en
las que debemos “halar las riendas” y quedarnos callados.
CUÁNDO NO HABLAR
Cuando sentimos la tentación de dar detalles sobre cómo se lleva a cabo nuestra obra en
territorios donde está prohibida.
Cuando se trata de asuntos delicados y confidenciales de la congregación.
ejemplo, si conocemos a alguien que vive en un lugar donde la obra de los Testigos está
prohibida, ¿nos sentimos tentados a pedirle que nos cuente cómo se lleva a cabo nuestra
obra allí? Sin duda, nuestros motivos para hacerlo son buenos. Amamos a nuestros hermanos
y nos interesa saber cómo les va. Además, queremos ser específicos cuando oramos por
ellos. Pero en situaciones como esta debemos “halar las riendas” y callar. Presionar a alguien
que maneja información confidencial es una falta de amor hacia esa persona y hacia los
hermanos que confían en que no dirá nada. Por supuesto, no queremos ponerles las cosas más difíciles a los
hermanos que viven en lugares donde nuestra obra está prohibida. Por otro lado, ningún hermano que vive en
uno de esos lugares revelaría detalles sobre cómo se predica o cómo se realizan otras actividades.
13. Según Proverbios 11:13, ¿qué deben hacer los ancianos, y por qué?
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Los ancianos en particular deben seguir el principio que se halla en Proverbios 11:13 (léalo). Lo hacen al
mantener privados los asuntos confidenciales. Esto puede ser difícil sobre todo para los que están casados. Los
matrimonios mantienen fuerte su relación conversando sobre lo que piensan, lo que sienten y lo que les
preocupa. Pero los ancianos saben que no deben revelar las “conversaciones confidenciales” de los hermanos
de la congregación. Si lo hicieran, perderían la confianza de los demás y dañarían su reputación. Quienes tienen
responsabilidades en la congregación no pueden ser “de lengua doble” o “falsos” (1 Tim. 3:8; nota). Es decir,
no deben engañar a otros ni ser inclinados al chisme. Si un anciano ama a su esposa, no la cargará con
información que no necesita saber.
14. ¿Cómo puede contribuir la esposa de un anciano a mantener su buena reputación?
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La esposa de un anciano puede contribuir a mantener la buena reputación de su esposo. ¿Cómo?
No presionándolo para que le hable de cosas confidenciales. De esta manera, no solo apoya a su esposo, sino
que también les muestra respeto a quienes han confiado en él. Y lo más importante es que alegra a Jehová,
pues así contribuye a la paz y la unidad de la congregación (Rom. 14:19).
QUÉ OPINA JEHOVÁ DE LO QUE DECIMOS
15. ¿Qué opinó Jehová sobre tres de los hombres que fueron a ver a Job, y por qué?
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El libro bíblico de Job nos enseña mucho sobre cuándo hablar y qué decir. Después que Job sufrió varias
desgracias lamentables, cuatro hombres fueron a consolarlo y aconsejarlo. Pasaron mucho tiempo sin decir
nada. Pero lo que dijeron tres de ellos —Elifaz, Bildad y Zofar— deja claro que no aprovecharon ese tiempo para
pensar en cómo ayudar a Job. Al contrario, estuvieron pensando en cómo demostrar que él había hecho algo
malo. Algunas de sus afirmaciones eran ciertas, pero gran parte de lo que dijeron sobre Job y sobre Jehová fue
falso y poco amable. Además, juzgaron a Job con dureza (Job 32:1-3). ¿Cómo reaccionó Jehová? Se sintió muy
indignado con aquellos tres hombres. Los llamó tontos y les hizo pedirle a Job que orara por ellos (Job 42:7-9).
16. ¿Qué lecciones nos enseña el mal ejemplo de Elifaz, Bildad y Zofar?
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El mal ejemplo de Elifaz, Bildad y Zofar nos enseña varias lecciones. Primero, que no debemos juzgar a
nuestros hermanos (Mat. 7:1-5). Más bien, debemos escucharlos con atención antes de hablar. Solo entonces
comprenderemos lo que les está pasando (1 Ped. 3:8). Segundo, que cuando hablemos debemos asegurarnos
de que nuestras palabras sean amables y ciertas (Efes. 4:25). Y, tercero, que Jehová se interesa mucho en lo
que nos decimos unos a otros.
17. ¿Qué aprendemos del ejemplo de Elihú?
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El cuarto hombre que visitó a Job fue Elihú, un pariente de Abrahán. Mientras Job y los otros hombres
hablaban, Elihú escuchaba. Por lo visto, prestó mucha atención a lo que dijeron, pues le dio a Job consejos
compasivos pero claros que lo ayudarían a cambiar su forma de pensar (Job 33:1, 6, 17). Lo más importante
para Elihú era buscar la honra de Jehová, no la suya ni la de cualquier otra persona (Job 32:21, 22; 37:23, 24).
Su ejemplo nos enseña que hay un tiempo para quedarnos callados y escuchar (Sant. 1:19). También
aprendemos que nuestro interés principal al aconsejar a alguien debe ser que se dé honra a Jehová y no a
nosotros.
18. ¿Cómo demostramos que agradecemos la capacidad de hablar?
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Demostramos nuestra gratitud por la capacidad de hablar que nos ha dado Jehová siguiendo lo que dice la
Biblia sobre cuándo hablar y qué decir. El sabio rey Salomón escribió por inspiración: “Como manzanas de oro
en adornos de plata, así es la palabra dicha en el momento oportuno” (Prov. 25:11). Si escuchamos con atención
a los demás y pensamos antes de hablar, nuestras palabras serán como esas manzanas de oro: preciosas y de
mucho valor. Así, sea que hablemos mucho o poco, animaremos a los demás con nuestras palabras y haremos
que Jehová se sienta orgulloso de nosotros (Prov. 23:15; Efes. 4:29). Sin duda, no hay mejor manera de mostrar
nuestra gratitud por este regalo de Dios.
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Qué lecciones ha aprendido de los personajes bíblicos que se mencionan en este artículo?
CANCIÓN 82 Hagamos que brille nuestra luz
En la Palabra de Dios hallamos principios que nos ayudan a saber cuándo hablar y cuándo callar. Si conocemos
lo que dice la Biblia y lo ponemos en práctica, nuestras palabras agradarán a Jehová.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Una hermana madura se da cuenta de que debe darle un consejo a otra.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Un hermano da sugerencias sobre la limpieza.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Abigaíl habló con David en el momento oportuno y tuvo un buen resultado.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Una pareja evita dar detalles sobre cómo se lleva a cabo nuestra obra en un
lugar donde está prohibida.
DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Un anciano se asegura de que nadie escuche lo que dice sobre un asunto
confidencial de la congregación.
Miércoles 29 de septiembre
Sigan orando en toda ocasión (Efes. 6:18).
Por regla general, llegamos a conocer mejor a Jehová cuando enseñamos a otros sobre él.
Por ejemplo, vemos pruebas claras de su compasión cuando nos dirige hacia las personas
que tienen una buena actitud de corazón (Juan 6:44; Hech. 13:48). Somos testigos del poder
de la Palabra de Dios cuando nuestros estudiantes logran vencer malas costumbres y
comienzan a ponerse la nueva personalidad (Col. 3:9, 10). Y el que Jehová dé a las personas
del territorio numerosas oportunidades de conocerlo y salvarse es una prueba de su paciencia
(Rom. 10:13-15). Sin embargo, no importa cuánto tiempo llevemos sirviéndole, siempre
debemos valorar nuestra amistad con Jehová. Una manera de demostrarlo es hablando con él
en oración. Las amistades fuertes solo pueden existir si hay una buena comunicación. Por
eso, acerquémonos a Jehová orándole con frecuencia, sin ningún miedo a contarle lo que
pensamos y sentimos. w19.12 19 párrs. 11, 13, 14
LEER LA BIBLIA
(Efes. 6:18). (Juan 6:44; Hech. 13:48). (Col. 3:9, 10). (Rom. 10:13-15).
¿SON tus padres testigos de Jehová? Si es así, recuerda que la amistad con Dios no se
hereda. Tanto si nuestros padres le sirven como si no, cada uno de nosotros debe esforzarse
por hacerse amigo de Jehová.
Veamos el caso de un hermano llamado Angelito, que se crio en una familia de Testigos.
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Cuando era joven, no se sentía muy cerca de Dios. Reconoce: “Servía a Jehová solo porque
quería hacer lo mismo que mi familia”. Pero entonces decidió dedicar tiempo a leer la Biblia y
a meditar en ella, y también comenzó a orar con más frecuencia. Él dice cuál fue el resultado:
“Me di cuenta de que solo si conocía bien a mi querido Padre, Jehová, podía sentirme cerca
de él”. Su experiencia plantea dos preguntas importantes: ¿qué diferencia hay entre saber
algo sobre Jehová y conocerlo bien? Y ¿cómo llegamos a conocer a Jehová?
3. ¿Qué diferencia hay entre saber algo sobre Jehová y conocerlo bien?
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Tal vez creamos que conocemos a Jehová porque sabemos su nombre o algunas de las
cosas que ha dicho y hecho. Pero conocerlo bien implica algo más. Tenemos que dedicar
tiempo a aprender acerca de él y sus maravillosas cualidades. Solo entonces empezaremos a
comprender lo que lo motiva a hablar y actuar. Eso nos ayudará a saber si le gusta lo que
pensamos y hacemos. Una vez que hemos entendido lo que Jehová espera de nosotros,
debemos hacerlo.
4. ¿Cómo nos ayudará analizar algunos ejemplos de la Biblia?
Es posible que algunas personas se burlen de nosotros porque queremos servir a Jehová, y
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puede que se opongan todavía más cuando empecemos a ir a las reuniones. Pero, si
confiamos en Dios, él nunca nos abandonará. Así pondremos la base para tener una amistad
con él que dure toda la vida. ¿De verdad podemos conocer así de bien a Jehová? Por
supuesto. Los ejemplos de hombres imperfectos, como Moisés y el rey David, prueban que sí
es posible. A continuación, analizaremos lo que hicieron y veremos cómo llegaron a conocer a
Jehová y qué podemos aprender de su ejemplo.
MOISÉS VIO “AL QUE ES INVISIBLE”
5. ¿Qué decidió hacer Moisés?
Moisés actuó de acuerdo con lo que aprendió. Cuando tenía unos 40 años, decidió
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ponerse del lado del pueblo de Dios, los hebreos, en vez de ser conocido como “hijo de la hija
del faraón” (Heb. 11:24). Moisés dio la espalda a una posición importante. Al ponerse de parte
de los hebreos, que eran esclavos en Egipto, se arriesgó a sufrir la ira del faraón, un
gobernante poderoso al que se consideraba un dios. Sin duda, Moisés demostró una
extraordinaria fe y confianza en Jehová. Esa confianza es la base de una amistad permanente
(Prov. 3:5).
6. ¿Qué aprendemos del ejemplo de Moisés?
¿Qué aprendemos? Que, igual que Moisés, todos debemos decidir si serviremos a Dios y
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seremos parte de su pueblo o no. Servir a Jehová quizás implique hacer sacrificios y sufrir la
oposición de quienes no lo conocen. Pero, si confiamos en nuestro Padre celestial, estamos
seguros de que nos ayudará.
7, 8. ¿Qué siguió aprendiendo Moisés?
Moisés siguió aprendiendo sobre las cualidades de Jehová y a hacer su voluntad. Por
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ejemplo, cuando Jehová le pidió que liberara a la nación de Israel, a Moisés le faltó confianza
en sí mismo y le dijo varias veces que no se sentía capacitado para esa misión. En respuesta,
Dios le mostró gran compasión y lo ayudó (Éx. 4:10-16). Como resultado, Moisés pudo dar al
faraón unos fuertes mensajes de condenación. Después, vio a Jehová utilizar
su poder cuando salvó a los israelitas y acabó con el faraón y sus ejércitos en el mar Rojo
(Éx. 14:26-31; Sal. 136:15).
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Después que Moisés sacó a los israelitas de Egipto, ellos se quejaban constantemente.
Durante todo ese tiempo, Moisés observó la enorme paciencia con la que Jehová trató al
pueblo que había librado de la esclavitud (Sal. 78:40-43). También fue testigo de su
extraordinaria humildad, pues Jehová cambió de opinión cuando Moisés se lo pidió (Éx. 32:9-
14).
9. ¿Cómo describe Hebreos 11:27 la relación de Moisés con Jehová?
Tras el éxodo, Moisés llegó a tener una relación tan estrecha con Jehová que era como si
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cualidades, debemos hacer su voluntad. Y ¿cuál es su voluntad hoy día? La Biblia responde:
“Que toda clase de personas se salven y lleguen a tener un conocimiento exacto de la verdad”
(1 Tim. 2:3, 4). Una manera de hacer su voluntad es enseñando a otras personas acerca de
él.
11. ¿Por qué llegamos a conocer mejor a Jehová cuando enseñamos a otros sobre él?
Por regla general, llegamos a conocer mejor a Jehová cuando enseñamos a otros sobre él.
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Por ejemplo, vemos pruebas claras de su compasión cuando nos dirige hacia las personas
que tienen una buena actitud de corazón (Juan 6:44; Hech. 13:48). Somos testigos
del poder de la Palabra de Dios cuando nuestros estudiantes logran vencer malas
costumbres y comienzan a ponerse la nueva personalidad (Col. 3:9, 10). Y el que Jehová dé a
las personas del territorio numerosas oportunidades de conocerlo y salvarse es una prueba de
su paciencia (Rom. 10:13-15).
12. Según Éxodo 33:13, ¿qué pidió Moisés, y por qué?
Moisés valoró su amistad con Jehová. Incluso tras realizar muchos milagros en nombre
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no importa cuánto tiempo llevemos sirviéndole. Una manera de demostrarlo es hablando con
él en oración.
14. ¿Por qué es esencial la oración para conocer mejor a Jehová?
Las amistades fuertes solo pueden existir si hay una buena comunicación. Por eso,
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acerquémonos a Jehová orándole con frecuencia, sin ningún miedo a contarle lo que
pensamos y sentimos (Efes. 6:18). Una hermana de Turquía llamada Krista explica: “Cada
vez que le digo a Jehová lo que pienso y veo cómo me ayuda, lo quiero más y confío más en
él. Ver sus respuestas a mis oraciones me ha ayudado a verlo como mi Padre y mi Amigo”.
“UN HOMBRE QUE COMPLACE A MI CORAZÓN”
15. ¿Qué dijo Jehová sobre el rey David?
El rey David nació en una nación dedicada a Dios. Pero no se limitó a seguir las tradiciones
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religiosas de su familia. Él mismo se hizo amigo de Dios, y Jehová le tenía un cariño especial.
De hecho, dijo que David era un hombre que complacía a su corazón (Hech. 13:22). ¿Cómo
logró David tener una relación tan estrecha con Jehová?
16. ¿Qué aprendió David sobre Jehová observando la creación?
David aprendió sobre Jehová gracias a la creación. Cuando era joven, pasó muchas
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horas en el campo cuidando las ovejas de su padre. Quizás fue entonces cuando empezó a
meditar en lo que había hecho Jehová. Por ejemplo, cuando observaba el cielo nocturno,
no veía solo un manto de estrellas, sino que también percibía las cualidades de quien las
había creado. Por eso, se sintió motivado a escribir: “Los cielos declaran la gloria de Dios; las
alturas proclaman la obra de sus manos” (Sal. 19:1, 2). También veía la inmensa sabiduría de
Jehová cuando meditaba en cómo están hechos los seres humanos (Sal. 139:14). Al tratar de
comprender la complejidad de las obras de Dios, se sentía insignificante (Sal. 139:6).
17. ¿Qué podemos aprender si meditamos en la creación?
¿Qué lección aprendemos? Prestemos atención a la creación. No nos conformemos con
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vivir en este hermoso planeta que Jehová ha creado; dejémonos fascinar por él. Al realizar
nuestras actividades diarias, meditemos en lo que nos enseña sobre Dios todo lo que nos
rodea: las plantas, los animales y las personas. De ese modo, todos los días estarán llenos de
lecciones sobre nuestro cariñoso Padre (Rom. 1:20). Y veremos crecer cada día el amor que
sentimos por él.
padre de un león y un oso, reconoció que pudo matar a esos animales salvajes gracias a la
ayuda divina. Cuando venció al gigante Goliat, vio con claridad que Jehová lo guiaba ( 1 Sam.
17:37). Y también se dio cuenta de la intervención de Jehová cuando logró escapar del celoso
rey Saúl (Sal. 18, encabezamiento). Una persona orgullosa se habría atribuido el mérito por
todo eso. Pero David era humilde, y por eso pudo ver la mano de Jehová en su vida (Sal.
138:6).
19. ¿Qué nos enseña el ejemplo de David?
¿Qué nos enseña su ejemplo? Que, además de pedirle a Jehová que nos ayude, debemos
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intentar ver cómo y cuándo lo hace. Si somos humildes y reconocemos nuestras limitaciones,
nos resultará muy evidente que Jehová nos da lo que nos falta. Y, cada vez que percibamos
su ayuda, nuestra amistad con él se hará más fuerte. Así le ocurrió a Isaac, un hermano de
Fiyi que lleva muchos años sirviendo a Jehová. Dice: “Cuando pienso en lo que ha sido mi
vida, me doy cuenta de cómo me ha ayudado Jehová desde que comencé a estudiar la Biblia.
Eso hace que sea muy real para mí”.
20. ¿Cómo le benefició a David tener una buena relación con Dios, y qué aprendemos de ello?
David copió las cualidades de Jehová. Dios nos creó con la capacidad de imitarlo (Gén.
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1:26). Cuanto más sabemos sobre su personalidad, más podemos parecernos a él. David
trataba a otras personas como lo haría su Padre celestial porque lo conocía bien. Pensemos
en un incidente de la vida de este rey. Pecó contra Jehová cuando cometió adulterio con Bat-
Seba y después hizo que mataran a su esposo. Pese a ello, Jehová fue misericordioso con él
(2 Sam. 11:1-4, 15). ¿Por qué? Porque imitaba a Dios y había sido misericordioso con otras
personas. Como David fue muy amigo de Jehová, llegó a ser uno de los reyes más queridos y
aquel con quien Dios comparaba a los demás reyes de Israel (1 Rey. 15:11; 2 Rey. 14:1-3).
21. De acuerdo con Efesios 4:24 y 5:1, ¿cuáles son los resultados de imitar a Dios?
¿La lección? Debemos imitar a Dios. Eso no solo nos beneficiará, sino que nos permitirá
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¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Cómo llegó a conocer Moisés a Jehová, y qué aprendemos de su ejemplo?
¿Cómo logró el rey David tener una relación estrecha con Jehová, y qué nos enseña esto?
La predicación nos ayuda a conservar la paz./// Los buenos amigos nos ayudan a conservar la paz.
EL ÚLTIMO día de su vida como ser humano, Jesús estaba sometido a una enorme tensión.
Para empezar, sabía que faltaba poco para que sus crueles enemigos lo torturaran hasta la
muerte. Pero había algo más que lo preocupaba. Deseaba agradar a su Padre porque lo
amaba muchísimo. Y sabía que, si era fiel durante aquellos momentos tan difíciles,
contribuiría a vindicar o defender el nombre de Dios. Además, amaba a las personas y
entendía que nuestras posibilidades de vivir para siempre dependían de que él fuera fiel hasta
la muerte.
Pese a toda aquella gran presión, Jesús conservó la paz. Poco antes, les había dicho a sus
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apóstoles: “Mi paz les doy” (Juan 14:27). Tenía “la paz de Dios”, es decir, la calma que siente
quien disfruta de una valiosa relación con Jehová. Esa era la sensación de tranquilidad que
Jesús tenía en su mente y corazón (Filip. 4:6, 7).
3. ¿Qué vamos a examinar en este artículo?
Ninguno de nosotros va a tener que aguantar la presión que soportó Jesús. Pero todos sus
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seguidores pasaremos por dificultades (Mat. 16:24, 25; Juan 15:20). Y seguro que, como él,
en ocasiones estaremos sometidos a tensión. ¿Cómo podemos evitar que la angustia nos
domine y nos robe la paz? Vamos a ver tres cosas que Jesús hizo durante su ministerio en la
Tierra y cómo imitarlo cuando pasemos por dificultades.
JESÚS ORÓ CONSTANTEMENTE
enseñó a sus discípulos a conmemorar su muerte, hizo una oración antes de pasarles el pan
y otra antes de pasarles el vino (1 Cor. 11:23-25). También hizo una oración con ellos antes
de irse del lugar donde habían celebrado la Pascua (Juan 17:1-26). Cuando llegaron al monte
de los Olivos, oró en repetidas ocasiones (Mat. 26:36-39, 42, 44). Y hasta sus últimas
palabras antes de morir fueron una oración a su Padre (Luc. 23:46). Como vemos, Jesús se
valió de las oraciones para incluir a Jehová en todos los importantes sucesos de aquel día
histórico.
5. ¿Por qué les faltó valor a los apóstoles?
Un motivo por el que Jesús aguantó es que no dejó de orar para pedirle ayuda a su Padre.
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En cambio, los apóstoles no hicieron lo mismo aquella noche y les faltó valor cuando llegó la
hora de su prueba (Mat. 26:40, 41, 43, 45, 56). ¿Qué aprendemos? Que solo seremos fieles si
oramos constantemente, igual que hizo Jesús. Ahora bien, ¿qué debemos pedir?
6. ¿Por qué nos ayudará la fe a conservar la paz?
Podemos pedirle a Jehová que nos conceda más fe (Luc. 17:5; Juan 14:1). La necesitamos
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porque Satanás someterá a prueba a todos los seguidores de Jesús ( Luc. 22:31). La fe nos
ayudará a conservar la paz incluso si nos enfrentamos a un problema tras otro. ¿Por qué?
Porque, una vez que hayamos hecho todo lo que esté en nuestras manos, nos motivará a
dejarle el asunto a Jehová. La confianza en que él lo puede manejar mucho mejor que
nosotros hará que nuestra mente y corazón permanezcan en paz (1 Ped. 5:6, 7).
7. ¿Qué aprendemos de lo que cuenta Robert?
La oración nos ayuda a conservar la paz interior nos pase lo que nos pase. Veamos el caso
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de Robert, un anciano fiel que tiene más de 80 años. Él explica cómo logra mantener la paz:
“A lo largo de mi vida, el consejo de Filipenses 4:6, 7 me ha permitido hacer frente a muchas
dificultades. He tenido problemas económicos, y hubo una época en la que dejé de ser
anciano”. Y añade: “Le oro a Dios en cuanto empiezo a sentir inquietud. Creo que, mientras
más frecuentes e intensas son mis oraciones, mayor es la paz que tengo”.
JESÚS PREDICÓ CON ENTUSIASMO
sabía que estaba haciendo feliz a su Padre. Fue obediente hasta en las circunstancias más
difíciles. Como amaba a Jehová, toda su vida estaba centrada en servirle. Antes de venir a la
Tierra, fue el “obrero maestro” de Dios (Prov. 8:30). Y, cuando vino, enseñó con entusiasmo la
verdad sobre su Padre (Mat. 6:9; Juan 5:17). Esta obra lo hizo muy feliz (Juan 4:34-36).
9. ¿Cómo nos ayuda a conservar la paz interior estar ocupados en la predicación?
Imitamos a Jesús obedeciendo a Jehová y “siempre teniendo mucho que hacer en la obra del
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Señor” (1 Cor. 15:58). El cristiano que está “intensamente ocupado” en la predicación ve sus
problemas con otros ojos (Hech. 18:5). Un motivo es que las personas a las que predicamos
suelen tener vidas más complicadas que las nuestras. Pero, cuando llegan a amar a Jehová y
aprenden a hacer lo que dice, su vida mejora y son más felices. Cada vez que eso sucede,
crece nuestra confianza en que Dios nos cuidará. Y esa convicción nos ayuda a conservar la
paz interior. Ese es el caso de una hermana que lleva toda la vida luchando contra la
depresión y profundos sentimientos de inutilidad. Ella cuenta: “Estar ocupada en la
predicación me da estabilidad emocional y hace que me sienta feliz. Creo que se debe a que
es entonces cuando más cerca me siento de Jehová”.
10. ¿Qué aprendemos de lo que cuenta Brenda?
Veamos también el ejemplo de una hermana llamada Brenda. Tanto ella como su hija tienen
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una grave enfermedad llamada esclerosis múltiple. Brenda está en silla de ruedas y tiene
pocas energías. Siempre que puede, predica de casa en casa, pero por lo general lo hace por
carta. Cuenta: “Una vez que comprendí que en este sistema no me iba a curar y lo asimilé
emocionalmente, fui capaz de concentrarme en el ministerio. De hecho, la predicación me
hace olvidarme de mis preocupaciones. Me obliga a concentrarme en ayudar a las personas
con las que hablo en el territorio de la congregación. Y me recuerda constantemente la
esperanza que tengo”.
JESÚS ACEPTÓ LA AYUDA DE SUS AMIGOS
Los buenos amigos nos ayudan a conservar la paz. (Vea los párrafos 11 a 15).
11-13. a) ¿Cómo demostraron ser amigos verdaderos de Jesús los apóstoles y otros discípulos suyos? b) ¿Qué
efecto tuvieron en Jesús sus amigos?
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Durante su ministerio, Jesús pasó por muchas situaciones difíciles. Pero los apóstoles fieles
demostraron ser amigos verdaderos, como los que se describe en Proverbios 18:24, donde
dice: “Existe un amigo más apegado que un hermano”. Jesús los valoraba mucho.
Recordemos que en aquel entonces ninguno de sus hermanos carnales creía en él (Juan 7:3-
5). Y hubo un momento en que sus familiares pensaron que se había vuelto loco ( Mar. 3:21).
Pero qué diferentes fueron los apóstoles fieles. La noche antes de morir, Jesús les dijo:
“Ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas” (Luc. 22:28).
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Hubo ocasiones en que lo decepcionaron. Pero no se fijó en sus errores, sino en la fe que
tenían en él (Mat. 26:40; Mar. 10:13, 14; Juan 6:66-69). La última noche que pasó con estos
hombres leales, les dijo: “Los he llamado amigos, porque todas las cosas que he oído de mi
Padre se las he dado a conocer a ustedes” (Juan 15:15). No hay duda de que sus amigos
fueron una enorme fuente de ánimo para él. La ayuda que le prestaron durante su ministerio
lo llenó de alegría (Luc. 10:17, 21).
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Además de los apóstoles, Jesús tuvo otros amigos y amigas que lo ayudaron de maneras
prácticas durante su ministerio. Algunos le abrieron las puertas de su casa para que tuviera un
lugar donde comer (Luc. 10:38-42; Juan 12:1, 2). Otros viajaron con él y usaron sus bienes
para atenderlo (Luc. 8:3). ¿Por qué tuvo Jesús tan buenos amigos? Porque él mismo lo fue.
Hizo cosas por ellos y no les exigió más de la cuenta. Aunque él era perfecto y ellos
imperfectos, les agradeció el apoyo que le dieron. Y no hay duda de que lo ayudaron a
conservar la paz.
14, 15. a) ¿Cómo podemos hacer buenos amigos? b) ¿De qué maneras nos ayudarán?
Los buenos amigos nos ayudarán a ser leales a Jehová. Y la mejor manera de hacer amigos
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es siéndolo nosotros (Mat. 7:12). Por ejemplo, la Biblia nos dice que nos gastemos por los
demás, en especial por los que pasan necesidad (Efes. 4:28). Pensemos en hermanos de la
congregación que necesiten ayuda. ¿Hay algún publicador que no puede salir de casa? Quizá
podamos hacerle la compra. O tal vez podamos ayudar con una comida a una familia con
problemas de dinero. ¿Sabemos usar el sitio jw.org ® y la aplicación JW Library®? En ese caso,
podemos ayudar a algunos hermanos de la congregación a beneficiarse de su contenido.
Si nos centramos en ayudar a los demás, es más probable que nos sintamos felices (Hech.
20:35).
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Los amigos que hagamos nos apoyarán cuando afrontemos dificultades y nos ayudarán a
conservar la paz. Igual que Elihú escuchó a Job desahogarse, nuestros amigos nos
escucharán con paciencia cuando les contemos nuestras preocupaciones (Job 32:4). Claro,
no debemos esperar que ellos tomen decisiones por nosotros, pero seremos prudentes si
escuchamos los consejos bíblicos que nos den (Prov. 15:22). Y, cuando pasemos por
momentos de necesidad, seamos como el rey David, que no permitió que el orgullo le
impidiera aceptar la ayuda de sus amigos (2 Sam. 17:27-29). Sin lugar a dudas, esta clase de
amigos son un regalo de Jehová (Sant. 1:17).
“mediante Cristo Jesús”? Porque, para tener paz permanente en la mente y el corazón, es
imprescindible que comprendamos la función de Jesús en el propósito divino y tengamos fe
en él. Por ejemplo, saber que se nos perdonan todos los pecados gracias a su sacrificio nos
llena de consuelo (1 Juan 2:12). Por otro lado, saber que Jesús es el Rey del Reino de Dios y
va a reparar todo el daño que nos causen Satanás y su mundo nos llena de esperanza ( Is.
65:17; 1 Juan 3:8; Rev. 21:3, 4). Y, además, saber que Jesús está a nuestro lado
apoyándonos en la difícil misión que nos ha encomendado para estos últimos días nos llena
de valor (Mat. 28:19, 20). ¿Verdad que el consuelo, la esperanza y el valor son fundamentales
para disfrutar de paz mental?
17. a) ¿Cómo puede conservar la paz interior un cristiano? b) Como indica Juan 16:33, ¿qué lograremos hacer?
Así pues, ¿cómo conservaremos la paz mental cuando suframos graves dificultades?
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La predicación
Los amigos
CANCIÓN 41 Padre, escucha mi oración
Todos tenemos problemas que nos pueden robar la paz. En este artículo, hablaremos de tres
cosas que hizo Jesús para conservar la paz y veremos cómo imitarlo incluso en momentos
muy difíciles.