En el departamento de Cusco, la violencia familiar constituye un problema social, sanitario, y público por ende un problema colectivo y afecta a un alto porcentaje de familias. En las estadísticas mostradas por el INEI realizadas en el año 2013 en el departamento del Cusco muestra que un 21 % de las mujeres ha sido víctima de violencia familiar, encontrándose en el segundo lugar de todos los departamentos del Perú después de Apurímac que tiene el 22.9 %; las cifras revelan que un grupo importante de hogares en el país conviven con una realidad violenta en su entorno familiar. El estrés y los problemas económicos se han convertido en desencadenantes más comunes de generación de violencia familiar. Los sucesos menores o microestresores se caracterizan por ser más frecuentes y menos relevantes que los sucesos mayores (Sandín, 2003). Por lo cual muchas veces no se presta atención al estrés como un desencadenante primario de la violencia familiar, pero esto no significa que sea el estrés el único causante de la violencia ya que existen otros factores.