Hacia un regionalismo crítico: seis puntos Martínez Salas Jocelyn

para una arquitectura de resistencia. Teoría de la Arquitectura II. TJO

Gpo.5436
Kenneth Frampton

El texto habla de una separación y ruptura de la arquitectura con sus métodos e historia,
donde la práctica arquitectónica se separa de “lo tradicional”. Uno de los puntos que marca
es sobre la cultura y la civilización y la forma en que se relacionan con las construcciones,
así como la forma en la que rompen, ya que la arquitectura se desarrolla por un proceso
largo y detallado, mientras que la civilización se ha preocupado más por los resultados de
los procesos que el proceso el sí

Como siguiente punto, la arquitectura de vanguardia, una arquitectura centrada y

guardada a sus procesos y las atmosferas que genera, que se ve resistente al ataque de la
globalización y la cultura de los medios de comunicación vendiendo imagen. El regionalismo
por su parte, ofrece una imagen de retaguardia como una práctica crítica que se separa de
lo anterior, del populismo y el sentimentalismo. “Deconstruir la cultura mundial es apartarse
del eclecticismo de ‘fin de siecle’ que se apropió de formas extrañas, exóticas a fin de
revitalizar la expresividad de una sociedad enervada”; permite conservar la cultura y la
historia universal y el impacto que tiene con la actualidad para una construcción de
arquitectura que se adapte a sus personas, sus habitantes y su pasado, sus experiencias
y no solo sea una reconstrucción de las modas y lo que “puede vender”. Para los siguientes
tres puntos, menciona la sensibilidad de lo táctil como elemento y las percepciones
sensoriales con sus contrastes, así como la forma y el entorno del desarrollo del objeto
arquitectónico el uso de técnicas de la arquitectura basado en la naturaleza, lo que a su vez
provee “una densidad y resonancia expresivas en una arquitectura de resistencia”.

En suma de lo anterior, este texto plantea una unión y una ruptura en lo que es el
regionalismo y modernismo global, es decir a través de producción de nuevos procesos y
tecnologías, que no se pierdan las prácticas arquitectónicas tradicionales conciliando el
impacto de una, sin perder características de cada intención, generando un reconstrucción
de la arquitectura, renovada, sin aspectos puramente técnicos o puramente sensoriales,
plantear la existencia de un equilibrio.

“…Su capacidad para despertar e impulso de tocar, remite al arquitecto a la poética

de la construcción y a la erección de obras en las que el valor tectónico de cada componente
depende de la densidad de su objeto.”