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NEUROANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
La circunvolución frontal media suele ser más sinuosa que a circunvolución frontal inferior o que la
superior y es frecuente que esté conectada a la circunvolución frontal ascendente (precentral)
mediante un istmo delgado. El surco central se une a la cisura lateral (de Silvio) solo en 2% de los
casos (es decir, en 98% de los casos hay una circunvolución “subcentral”). El surco interparietal
(SIP) separa los lóbulos parietales superior e inferior. El lóbulo parietal inferior está compuesto
principalmente por la circunvolución angular y la circunvolución supramarginal (gyrus
supramarginalis). La cisura lateral termina en el lóbulo de la circunvolución angular (área 40 de
Brodmann). El surco temporal superior termina en la circunvolución angular.
Figura 5.1 Anatomía de la superficie de la corteza externa del cerebro (hemisferio izquierdo).*
*Br.= área de Brodmann (sombreada). V. las abreviaturas en la Tabla 5.1 y la Tabla 5.2
(minúsculas= surcos y cisuras; MAYÚSCULAS = circunvoluciones).
Tabla 5.1 Surcos y cisuras cerebrales (abreviaturas)
CA Circunvolución angular
CCC Circunvolución callosomarginal
Cu Cuña
CL Circunvolución lingual
CFM,CFS Circunvoluciones frontales media y superior
CO Circunvolución orbitaria
PCu Precuña
CPreC,CposC Circunvoluciones precentral y poscentral
LP Lóbulo paracentral (porción superior de la CFS y CpreC y CposC)
CFI Circunvolución frontal inferior
POp Parte opercular
PT Parte triangular
POr Parte orbitaria
CTS, CTM, CTI Circunvoluciones temporales superior, media e inferior
LPS, LPI Lóbulos parietales superior e inferior
GSM Lóbulo del pliegue curvo (Gyrus supramarginalis)
Áreas de Brodmann
En la Figura 5.1 también están marcadas las áreas del mapa de Brodmann de los campos
citoestructurales del cerebro humano que son importantes desde la perspectiva clínica. La
importancia funcional de estas áreas es la siguiente:
La cisura callosomarginal termina detrás del surco marginal (sM). En los cortes axiales los
surcos marginales se observan en 95% de las TC y en 91% de las RM, suelen ser las más
prominentes de los pares de surcos que se abren en la línea media y se extienden una gran
distancia hasta ingresar en los hemisferios. En TC, el sM está ubicado algo delante del
diámetro biparietal mayor; en los cortes de RM más característicos, que tienen orientación
más horizontal, adopta una posición más posterior. Los sM se curvan hacia atrás en los cortes
inferiores y hacia delante en los cortes superiores (en estas imágenes, los dos sM forman un
“manubrio” característico que se abre en la línea media y se denomina pars bracket en inglés).
Las barras denominadas “TC” y “RM” ilustran orientación característica dl corte axial en TC y
RM. V. las abreviaturas en la Tabla 5.1 y la Tabla 5.2
Imágenes en corte axial del surco central
Figura 5.3 TC (corte superior) de las circunvoluciones, los surcos y las cisuras.
Puntos de referencia:
Puntos craneométricos
V. la Figura 5.4
Pterión: región en la que seunen los huesos frontal, parietal, temporal y esfenoides
(ala mayor). Ubicación aproximada: 4 cm por encima del arco cigomático y a un pulgar
detrás de la apófisis frontal del malar (circulo gris en la Figura 5.4).
Asterión: unión de las suturas lamboidea, occipitomastoidea y parietomastoidea. Por
lo general, está ubicado a pocos milímetros del borde posterioinferior de la unión
entre los senos transverso y sigmoideo (no siempre es fiable, ya que puede estar sobre
cualquiera de los senos).
Vértex: punto más alto del cráneo.
Lambda: unión de las suturas lambdoidea y sagital.
Estefanión: unión de la sutura coronal y la línea temporal superior.
Glabela: punto de mayor protuberancia de la frente, ubicado a la altura del reborde
supraorbitario situado en la línea media.
Opistión: margen posterior del agujero occipital situado en la línea media.
Bregma: unión de las suturas coronal y sagital.
Sutura sagital: ubicada en la línea media, se extiende desde la coronal hasta la
lambdoidea. Si bien a menudo se considera que tiene ubicación superior al seno
sagital superior, este último está ubicado a la derecha de la sutura sagital en la
mayoría de las muestras (pero nunca a > 11mm).
i
Figura 5.4 Puntos craneométricos y suturas craneales.
Los huesos están en letra mayúscula. AME = ala mayor del esfenoides; Its = línea temporal
superior; CIG = cigomático. Suturas: sc= coronal; sl = lambdoidea; som = occipitomastoidea; spm =
parietomastoidea; sem = escamomastoidea; ses = escamosa.
i
No es posible localizar a ciencia cierta la función del lenguaje basándose en fundamentos anatómicos porque se registra
una gran variación interindividual. Para efectuar resecciones cerebrales máximas con un riesgo mínimo de afasia, es
necesario utilizar distintas técnicas, como hacer un mapeo cerebral intraoperatorio u observar la inversión de fase de los
PESS corticales intraoperatorios.
4. Línea condílea: perpendicular a la línea basal, pasa a través de la apófisis condílea de la mandíbula.
5. Es posible utilizar las líneas T-H para efectuar una localización aproximada de la cisura lateral (Surco de Silvio) (v.
a continuación) y la corteza piramidal o motora (v. adelante).
Cisura lateral (surco de Silvio). Es posible trazar su ubicación aproximada dibujando una línea entre el reborde
orbitario externo y un punto situado a ¾ del trayecto que se extiende a lo largo del arco formado entre la nasión
y el inión (líneas T-H).
Circunvolución angular. Está situada en la zona superior inmediata al pabellón auditivo y es importante en el
hemisferio dominante porque forma parte del área de Wernicke. Cabe destacar que su ubicación presenta una
variabilidad interindividual significativa.
Arteria angular: Esta arteria está situada 6 cm sobre el CAE.
Corteza motora: Hay numerosos métodos que utilizan puntos de referencia externos para localizar la corteza
motora (circunvolución precentral) o el surco central (cisura de Rolando), que separa la corteza piramidal anterior
de la corteza sensitiva somatoestésica primaria, de ubicación posterior. Estos métodos de localización
proporcionan solo ubicaciones aproximadas ya que, dada la variabilidad interindividual, la corteza motora puede
estar situada en cualquier lugar de 4 cm a 5.4 cm detrás de la sutura coronal. Ni siquiera es posible reconocer con
certeza el surco central durante una intervención quirúrgica.
1. Método 1: la porción superior de la corteza motora está situada casi en línea recta ascendente encima del
CAE y cerca de la línea media.
2. Método 2: se obtiene una localización aproximada del surco central uniendo:
A. El punto situado 2 cm detrás del punto medio del arco que se extiende desde el nasión hasta el inión
(ilustrado en la figura 5.5), y
B. El punto situado a 5 cm dl CAE en línea recta ascendente.
3. Método 3: utilizando las líneas T-H, se obtiene una localización aproximada del surco central uniendo:
A. El punto en el cual la “línea retroauricular” hace intersección con la circunferencia del cráneo (v. la Figura
5.5; suele estar situada alrededor de 1 cm detrás del vértex y 3-4 cm detrás de la sutura coronal), y
B. El punto en el que la “línea condílea” hace intersección con la línea que representa la cisura lateral.
4. Método 4: una línea trazada a 45° de la línea basal de Reid que comience en el pterión indica la dirección de
la corteza motora.
Relación entre los ventrículos y el cráneo
La figura 5.6 ilustra la relación existente entre los ventrículos no hidrocefálicos y el cráneo en una vista lateral. En la Tabla
5.3 se especifican algunas dimensiones de interés.
Figura 5.6 Relación entre los ventrículos y los puntos de referencia del cráneo.*
*Abreviaturas: (F = asta frontal, C = cuerpo, T = trígono, O = cuerno occipital, CT = cuerno temporal) del ventrículo lateral.
AM = agujero de Monro. Ac = acueducto de Silvio. V3 = tercer ventrículo. V4 = cuarto ventrículo, sc = sutura coronal.
Dimensiones D1-D4 → v. la Tabla 5.3
Figura 5.7 Conducto auditivo interno derecho (poro acústico) y sus nervios.
*NI = nervio intermediario
Los filamentos de la porción acústica del VIII par craneal entran por pequeñas aberturas de la lámina cribosa situada en la
región coclear.
Cresta transversal: separa la región vestibular superior y el canal del facial (arriba) de la región vestibular inferior y el
nervio coclear (abajo).
Cresta vertical (prominencia de Bill): separa desde el conducto hasta el canal del facial en el sector anterior (contiene el VII
par craneal y el nervio intermediario) de la región vestibular en el sector posterior (contiene la rama superior del nervio
vestibular).
Los “5 nervios” del conducto auditivo interno son los siguientes:
1. Nervio facial (VII) (regla nemotécnica: “7-up”, ya que el VII par está en la porción superior).
2. Nervio intermediario (de Wrisberg): ramo somatosensitivo del nervio facial, que inerva principalmente los
mecanorreceptores de los folículos pilosos de la superficie interna del pabellón auditivo y los macanorreceptores
profundos de las cavidades nasal y oral, así como los quimiorreceptores de las papilas gustativas de los 2/3
anteriores de la lengua.
3. Porción acústica del VIII par (regla mnemotécnica: “coke down”, por la ubicación inferior de la porción coclear).
4. Ramo superior del nervio vestibular: pasa por la región vestibular superior y termina en el utrículo y en la ampolla
de los conductos semicirculares superior y externo.
5. Ramo inferior del nervio vestibular: pasa por la región vestibular inferior y termina en el sáculo.
Figura 5.10 Vista posterior de los ligamentos cruciformes y alares. Se ha eliminado la membrana tectoria.
Figura modificada de “In Vitro Cervical Spine Biomechanical Testing”, BNI Quarterly, Vol. 9, No 4, 1993,
con autorización.
Figura 5.11 C1 vista desde arriba: ligamentos transversos y alares. Figura modificada de “In Vitro Cervical Spine
Biomechanical Testing”, BNI Quarterly, Vol. 9, No. 4, 1993, con autorización.
5.5 Anatomía de la médula espinal
5.5.1 Cordones de la médula espinal
La Figura 5.12 ilustra un corte transversal de un segmento característico de la médula espinal en el que se combinaron
algunos elementos de distintos segmentos (p. ej., el núcleo gris intermediolateral solo está presente desde D1 hasta ≈
L1 o L2, donde hay núcleos simpáticos [toracolumbares eferentes]. Si bien se ha hecho una división esquemática en
mitades ascendente y descendente, en la realidad, los trayectos ascendente y descendente coexisten en ambos lados.
La Figura 5.12 muestra la sustancia gris dividida en láminas según el esquema de Rexed. La lámina II equivale a la
sustancia gelatinosa, las láminas III y IV constituyen el núcleo propio y la lámina VI está situada en la base del asta
posterior.
Sensación
Dolor y temperatura: tronco
Receptores: terminaciones libres de los nervios (probablemente)
Neuronas I: fibras aferentes delgadas con capa delgada de mielina; soma situado en los ganglios de la raíz dorsal (sin
sinapsis). Ingresan en la médula en el fascículo dorsolateral (fascículo de Lissauer). Sinapsis: sustancia gelatinosa
(Rexed II).
Neurona II: los axones cruzan en sentido oblicuo en la comisura blanca anterior, ascienden ≈ 1-3 segmentos y entran
en el haz espinotalámico lateral.
Sinapsis: núcleo ventral posterolateral del tálamo. Neurona III: atraviesan la cápsula interna hacia la circunvolución
poscentral (áreas de Brodmann 3, 1 y 2).
Variantes anatómicas
Asa de Lazorthes: variante normal en la que la arteria espinal anterior se une con las dos arterias espinales posteriores en
el cono medular (asa anastomótica del cono).
P4: segmento ubicado después del origen de las arterias parietoocipital y calcarina, que incluye las ramas
corticales de la ACP.
Circulación anterior
Variantes anatómicas:
Circulación bovina: las carótidas primitivas nacen de un tronco común proveniente de la aorta.
Arteria carótida externa
A. tiroidea superior: primera rama anterior.
A. faríngea ascendente:
Tronco neuromeníngeo de la A. faríngea ascendente: irriga los pares craneales IX, X y XI.
Rama faríngea: por lo general, es la principal arteria que alimenta los tumores del agujero rasgado
posterior (en realidad, la única causa de hipertrofia de la A. faríngea ascendente).
A. lingual.
A. facial: sus ramas hacen anastomosis con la A. oftálmica (es importante para el flujo supletorio homolateral
cuando se ocluye la carótida interna).
A. occipital: parte posterior del cuero cabelludo.
A. auricular posterior.
A. temporal superficial:
Rama frontal.
Rama parietal.
A. maxilar (interna): inicialmente, dentro de la parótida:
A. meníngea media:
Rama anterior.
Rama posterior.
A. meníngea accesoria.
A. alveolar inferior.
A. infraorbitaria.
Otras: ramas distales; algunas pueden hacer anastomosis con ramas de la arteria oftálmica en la órbita.
Figura 5.17 Angiografía de la carótida interna (vista AP). Reimpreso con autorización de Eastman Kodak
Company.
“Sifón coroideo”: no es un segmento sino una región que incorpora los segmentos cavernoso, oftálmico y
comunicante. Nace en la curvatura posterior de la carótida interna cavernosa y termina en la bifurcación de
esta arteria.
A. frontoportal.
A. callosomarginal:
A. Ramas frontales internas:
Anterior.
Media.
Posterior.
B. A. paracentral.
A. pericallosa (continuación de la ACA):
A. A. parietal superointerna (de la precuña).
B. A. parietal inferointerna.
Variantes anatómicas:
Hipoide: solo hay una arteria cerebral anterior (como en los caballos).
Figura 5.18 Angiografía de la arteria cerebral anterior (vista lateral).
Reimpreso con autorización de Eastman Kodak Company.
Circulación posterior
Arteria vertebral
La arteria vertebral (AV) es la primera rama de la arteria subclavia y suele ser, además, la de mayor calibre.
Variantes: la AV izquierda nace del cayado aórtico en ≈ 4%. Tiene un diámetro de ≈ 3 mm y un flujo medio de ≈ 150
ml/min. La Va izquierda es la dominante en 60% de las personas. La AV derecha es hipoplásica en 10% de la población y la
izquierda, en 5%. Es atrésica y no se comunica con la arteria basilar en 3% de la población en el lado izquierdo y en 2% de
la población en el lado derecho (el AV puede terminar en la arteria cerebelosa posteroinferior [ACPI]).
Se distinguen cuatro segmentos:
V1 prevertebral: desde la arteria subclavia, cursa superior y posterior y, generalmente, entra en el agujero
transverso del sexto cuerpo vertebral.
V2: asciende en sentido vertical por el agujero transverso de las vértebras cervicales rodeada de fibras simpáticas
(desde el ganglio estrellado) y en plexo venoso. Es anterior a las raíces cervicales. Hace un giro hacia el sector
externo e ingresa en la apófisis transversa de la segunda vértebra cervical (axis).
V3: sale del agujero del axis y se curva hacia atrás y medial en un surco de la superficie superior del
Figura 5.20 Segmentos intradurales de la arteria vertebral y la cerebelosa posteroinferior (vista lateral). Imagen
modificada de Lewis SB, Chang DJ, Peace DA, Lafrentz PJ, Day AL. Distal posterior inferior cerebellar artery
aneurysms: clinical and management. J Neurosurg 2002; 97 (4): 756-66, con autorización.
V4: perfora la duramadre (en una ubicación algo variable) e ingresa inmediatamente en el espacio subaracnoideo.
Se une a la AV contralateral en la confluencia de las dos arterias vertebrales situada en el borde protuberancial
inferior, donde forma la arteria basilar (AB).
Ramas:
1. A. meníngea anterior: nace en C2 (axis), puede alimentar cordomas o meningiomas del agujero occipital y,
también, actuar como colateral si hay oclusión vascular.
2. A. meníngea posterior: puede irrigar algunas MAV durales.
3. AA. Bulbares.
4. A. medular posterior.
5. Arteria cerebelosa posteroinferior (ACPI) (rama mayor): (v. la Figura 5.20) generalmente nace ≈ 10 mm distal al
sitio donde la vertebral se torna intradural, ≈ 15 mm proximal a la unión vertebrobasilar.
A. Variantes anatómicas:
En 5%-8% de la población, la ACPI tiene origen extradural.
“ACAI-ACPI”: nace del tronco basilar (donde suele nacer la ACAI),
B. 5-segmentos (algunos sistemas; otros describen solo 4). Al operar, es preciso conservar los primeros 3, pero cabe
sacrificar los últimos 2 dado que no quedan déficits importantes:
Bulbar anterior: desde el origen de la ACPI hasta la prominencia bulbar. Se observan 1 o 2
ramas bulbares circunflejas cortas => cara anterior del bulbo raquídeo,
Bulbar externa: hacia el nacimiento de los pares IX, X y XI. Tiene hasta 5 ramas que irrigan el
tronco encefálico,
Segmentos corticales.
C. 3 ramas:
A. coroidea (RAMA 1): nace en este punto (punto coroideo), => plexo coroideo del cuarto ventrículo,
Ramas terminales: amigdalinohemisférica (RAMA 2); vermiana inferior (RAMA 3): inflexión inferior = en
angiografía, punto copulativo.
6. Medular anterior.
Variantes anatómicas:
Circulación fetal: en 15%-35% de los pacientes, la irrigación de la arteria cerebral posterior proviene de
la carótida en uno o ambos lados (a través de la arteria comunicante posterior) en lugar de provenir del
sistema vertebrobasilar.
Figura 5.21 Angiografía de la arteria vertebrobasilar (vista lateral). Reimpreso con autorización de Eastman Kodak
Company.
Arteria basilar
La arteria basilar (AB) está formada por la unión de las dos arterias vertebrales. Ramas:
1. Arteria cerebelosa anteroinferior (AICA): desde la parte inferior de la AB, tiene un curso posterolateral anterior a
los pares craneales VI, VII y VIII. A menudo forma una curva que se adentra en el CAI y da origen a la arteria
auditiva interna (laberíntica), luego emerge e irriga la porción anterolateral inferior del cerebelo y se anastomosa
con la ACPI.
2. Arteria auditiva interna (laberíntica).
3. Ramas protuberanciales.
4. A. cerebelosa superior:
A. vermiana superior.
5. A. cerebral posterior: se une a las comunicantes posteriores a ≈ 1 cm de su origen (la comunicante posterior es el
origen principal de la cerebral posterior en 15% de la población, en cuyo caso se denomina circulación “fetal”; es
bilateral en 2%). Tiene tres segmentos (denominados según las cisternas circundantes) y sus respectivas ramas:
A) Segmento peduncular P1):
A. perforantes del mesencéfalo (=> lámina cuadrigémina, pedúnculos cerebrales y núcleos oculomotor,
troclear y de Edinger-Westphal).
Talamoperforantes interpedunculares (el primero de los dos grupos de Aa, talamoperforantes
posteriores).
Coroidea posterointerna (en la mayor parte de los casos, nace de P1 o P2).
Arteria paramediana (de Percherón): variante anatómica infrecuente en la que un único tronco arterial
que nace del segmento proximal de una de las cerebrales posteriores proporciona la irrigación bilateral
de los tálamos paramedianos y la porción superior del mesencéfalo.
B) Segmento ambiens (P2):
Coroidea posterolateral (en la mayor parte de los casos, nace de P2).
Talamoperforantes talamogeniculadas (segundo de los dos grupos de AA. talamoperforantes
posteriores), => cuerpos geniculados y pulvinar.
A. temporal anterior (anastomosis con la rama temporal anterior de la cerebral media).
A. temporal posterior.
A. parietoccipital.
A. calcarina.
C) Segmento cuadrigémino (P3):
Ramas cuadrigémina y geniculada => lámina cuadrigémina.
Pericallosa posterior (del rodete) (anastomosis con la pericallosa de la ACA).
Seno recto:
Seno sagital inferior.
Vena cerebral magna (vena o ampolla de Galeno):
o V. cerebelosa precentral.
o Vena basal de Rosenthal.
o V. cerebral interna: en el agujero de Monro (ángulo venoso), se le unen: V. septal anterior y V.
talamoestriada.
Figura 5.22 Flebografía con inyección de contraste en la carótida interna (vista lateral).
Reimpreso con autorización de Eastman Kodak Company)
Seno transverso
Si bien la enseñanza tradicional describe al seno cavernoso como un amplio espacio venoso que contiene un gran número
de trabéculas, los estudios de contraste y la experiencia quirúrgica respaldan la teoría de que el seno cavernoso es un
plexo venoso. Presenta características muy diferentes entre las distintas personas y, en cada persona, de cada lado. La
Figura 5.23 muestra un esquema muy simplificado de un corte transversal del seno cavernoso derecho.
1. Venas aferentes:
A. Venas oftálmicas superior e inferior.
B. Venas cerebrales medias superficiales.
C. Seno esfenoparietal.
D. Senos petrosos superior e inferior.
2. Venas eferentes:
A. Seno esfenoparietal.
B. Seno petroso superior.
C. Plexo basilar (que drena hacia el seno petroso inferior).
D. Plexo pterigoideo.
E. Los senos cavernosos derecho e izquierdo se comunican por delante y detrás a través del seno coronario.
3. Contenido:
N. oculmotor (III).
N. troclear (IV).
Ramo oftálmico del trigémino (V1).
Ramo maxilar del trigémino (V2): único nervio del seno cavernoso que no sale del cráneo a través de la cisura
orbitaria superior (sale a través de la cisura orbitaria superior (sale a través del agujero redondo).
Carótida interna (ACI). Tiene 3 segmentos dentro del seno cavernoso:
Segmento ascendente posterior: el primer segmento después de que entra en el seno,
Segmento horizontal: después de que se curva hacia delante (es el segmento más largo de la ACI
intracavernosa).
Segmento ascendente anterior: la ACI se curva hacia arriba.
N. motor ocular externo (VI): es el único nervio que no está adherido a la pared dural externa; a veces se lo
caracteriza como el único par craneal que contiene el seno cavernoso.
4. Espacio triangular (de Parkinson): borde superior formado por los pares craneales III y IV y borde inferior formado
por los pares craneales V1 y VI (sitio de referencia para acceder quirúrgicamente a los senos cavernosos).
Zona de Obersteiner-Redlich
Transición entre la mielina del SNC y la mielina de los pares craneales = región en la que la compresión provocada por
estructuras intracraneales puede causar neuropatías craneales (neuralgia del trigémino, espasmo hemifacial, vértigo
postural discapacitante, etc.). Asimismo, esta es la zona en la que suelen originarse las neoplasias, sobre todo los
neurinomas del acústico. En el VIII par craneal, esta zona está situada 8-12 mm distal al punto de salida del tronco
encefálico y próxima al poro acústico (sobre todo, frecuente en la rama vestibular).
Ligamento dentado
El ligamento dentado u occipito-odontoideo separa las raíces anteriores de los nervios raquídeos de las posteriores y tiene
ubicación anterior al nervio accesorio (XI par craneal).
5.9 Neurofisiología
occludentes) que se encuentran entre las células endoteliales capilares del cerebro, las cuales impiden que esas sustancias
penetren en el parénquima cerebral (barrera hamtoencefálica [BHE]); estas uniones también están presentes entre las
células epiteliales del plexo coroideo (barrera hematoencefalorrquídea). Algunos sistemas de transporte especializados
hacen posible el paso de glucosa y ciertos aminoácidos, entre otros elementos (en especial, precursores de los
neurotransmisores).
La eficacia de la BHE se ve comprometida a causa de algunos estados patológicos (p. ej. Tumores, infecciones,
traumatismos, ACV, encefalopatía hepática, etc.); asimismo, es posible modificarla mediante farmacoterapia (p. ej., el
manitol hipertónico aumenta la permeabilidad mientras que los corticoesteroides disminuyes la penetración de las
pequeñas moléculas hidrófilas).
La BHE no está presente en las siguientes estructuras: el plexo coroideo, la hipófisis, la eminencia mediana (tuber
cinereum), el área postrema y las fosas suprapineal y preótica.
Edema cerebral
Se distinguen tres tipos básicos de edema cerebral (la RM ponderada en difusión puede llegar a diferenciarlos):
Citotóxico: la BHE está cerrada, no hay extravasación proteínica y. por lo tanto, no se observa refuerzo ni en la TC
ni en la RM. Las células se hinchan y luego se encogen, fenómeno observable en los traumatismos
craneoencefálicos.
Vasógeno: alteración de la BHE. Las proteínas (suero) se filtran desde el sistema vascular y, por ende, puede
observarse refuerzo en TC y RM con contraste. Se expande el espacio extracelular pero las células son estables.
Tiene buena respuesta a los corticoesteroides (p. ej., dexametasona). Este fenómeno es observable en regiones
circundantes a tumores cerebrales metastásicos.
Isquémico: es una combinación de los tipos ya mencionados. Inicialmente, la BHE está cerrada, pero puede llegar
a abrirse. El espacio extracelular se reduce y luego se expande, y hay extravasación tardía del líquido. Esta
extravasación explica el deterioro diferido que se observa tras una hemorragia cerebral.
Corticotropina
La corticotropina (ACTH) es una hormona trófica de 39 aminoácidos sintetizada a partir d la POMC (v. atrás). Los primeros
13 aminoácidos de extremo amino de la ACTH son idénticos a los de la α-MSH. La vida media activa de esta hormona es de
≈ 10 minutos. Genera la concentración máxima diurna del coritsol (cuyo máximo principal se registra al comienzo de la
mañana y un segundo máximo hacia el final de la tarde) y también aumenta en respuesta a las situaciones de tensión.
Prolactina
También denominada “somatomamotropina”, la prolactina (PRL) es una proteína de 199 aminoácidos que pesa 23000
dalton. Se encuentra en mayores concentraciones en las mujeres y es aún más alta durante el embarazo (v. más adelante).
La segregación es pulsátil y tiene una frecuencia y una amplitud que depende del momento del ciclo menstrual (margen:
5-27 ng/mL). También es variable la concentración durante el día: comienza a subir 1 hora después de conciliado el sueño,
llega al máximo ≈ a las 5.00-7.00 h y el nadir se registra a media mañana después de despertar. La heterogeneidad de la
molécula puede generar diferencias de resultados entre los bioanálisis y los inmunoanálisis.
Control: la PRL es la única hormona hipofisiaria cuya inhibición predominante está a cargo de hipotálamo a través de los
factores de inhibición de la prolactina (PRIF), de los cuales la dopamina es el principal. Los factores que liberan prolactina,
cuya función fisiológica no se ha definido aún, son la tiroliberina (TRH) y el péptido intestinal vasoactivo (PIV). Diagnóstico
diferencial de la hiperprolactinemia, v.
Somatotropina
La somatotropina (GH) es una hormona trófica polipeptídica de 191 aminoácidos cuya secreción normal es pulsátil (≈ 5-10
pulsos/24 horas, sobre todo por la noche, hasta 30 μ/L) y cuya concentración plasmática puede ser indetectable (< 0.2 μ
g/L) mediante análisis convencionales cuando se efectúan entre los pulsos. El factor crecimiento insulínico 1 (IGF-I) (antes
denominado “somatomedina-C”) es la proteína segregada principalmente por el hígado en respuesta a la GH que es
responsable de la mayor parte de los efectos sistémicos de esta última (v. las concentraciones en ). Además, la GH
también tiene actividad directa sobre las placas epifisiarias de los huesos largos, donde estimula la proliferación
condrocítica.
Control: la GH está bajo uncontrol hipotalámico dual a través del sistema porta hipofisiario. La somatorrelina (GHRH),
proveniente del núcleo arqueado, estimula la secreción y la síntesis hipofisiaria de la GH e induce su transcripción génica.
La somatoestatina, proveniente del núcleo arqueado, estimula la secreción y la síntesis hipofisiaria de la GH e induce su
transcripsión génica. La somatoestatina, proveniente del núcleo periventricular, solo suprime la segregación de GH.
También estimula la liberación de GH la somatoliberina, péptido sintetizado principalmente en el tubo digestivo en
respuesta a determinados nutrientes (puede actuar parcial o totalmente a través de la GHRH hipotalámica).
Tirotropina
La tirotropina (TSH) es una hormona glucoproteínica trófica segregada por los tirotropos del lóbulo anterior.
Control: la TSH también está bajo control hipotalámico dual y es la encargada de estimular la producción y la liberación de
TSH. La somatoestatina inhibe la liberación de TSH.
Gonadotropinas
La folitropina u hormona folículoestimulante (FSH) y la lutropina u hormona luteinizante (LH) sonsegregadas por la
hipófisis en respuesta a la gonadoliberina 1 (GnRH) (antes denominada luliberina [LH-RH]), sintetizada principalmente en
la región preóptica del hipotálamo.
Arginina vasopresina
También denominada “hormona antidiurética (ADH)”. La principal fuente de esta hormona nanopeptídica es la porción
magnocelular del núcleo supraóptico del hipotálamo. La transportan los axones del conducto supraóptico-hipofisiario
hacia la neurohipófisis, estructura que libera hacia la circulación sistémica. Todas las acciones de la vasopresina devienen
de su fijación a receptores específicos unidos a las membranas de la superficie de las células destinatarias. Uno de los
efectos más importantes de esta hormona es que aumenta la permeabilidad de los túbulos renales distales, lo cual
ocasiona una mayor reabsorción de agua, diluye la sangre circulante y produce orina concentrada. El estímulo fisiológico
más potente que libera vasopresina es el aumento de la osmolaridad sérica; un estímulo menos potente es la reducción
del volumen intravascular. La liberación de vasopresina también es carcaterística de la deficiencia glucocorticoidea; esta
hormona experimenta inhibición causada por glucocorticoides exógenos y fármacos adrenérgicos; además, es un
vasoconstrictor potente.
Oxitocina
La oxitocina es un nanopéptido. La principal fuente de la oxitocina hipofisiaria es el hipotálamo; esta hormona se
almacena en las terminaciones nerviosas de la neurohipófisis e interviene en el reflejo de bajada de la leche durante la
lactancia así como en las contracciones uterinas durante el trabajo de parto.
Síndrome de Foster-Kennedy
Por lo general, es secundario a un tumor del surco olfativo o del tercio medio del ala menor del esfenoides (suele tratarse
de meningioma). No es frecuente en la actualidad debido a la detección precoz mediante TC.
Triada típica:
1. Anosmia homolateral.
2. Escotoma central homolateral (acompañado de atrofia óptica por compresión del nervio óptico).
3. Papiledema contralateral (por aumento de la PIC).
En ocasiones, también se observa proptosis homolateral a causa de la invasión orbitaria del tumor.
Síndrome de Weber
Parálisis del III par craneal acompañado de hemiparesia contralateral (v. también “Infartos lacunares”). Las parálisis del III
par a causa de lesiones parenquimatosas generalmente no suelen comprometer la motilidad pupilar.
Síndrome de Benedikt
Es similar al síndrome de Weber, con el agregado de la lesión del núcleo rojo. Provoca parálisis del III par craneal y
hemiparesia contralateral que no toma el brazo, el cual presenta hiperquinesia, ataxia y temblor intencional grosero. La
lesión afecta a la calota mesencefálica y al núcleo rojo, el pedúnculo cerebeloso superior (brachium conjunctivum) y
fascículos del III par.
Síndrome de Millard-Gluber
Parálisis del VII par (facial) y del VI (motor ocular externo) + hemiplejía contralateral (haz corticoespinal), causadas por una
lesión situada en la base de la protuberancia (generalmente, por infarto isquémico y, en ocasiones, por tumor).
Síndrome de Parinaud
También denominado “síndrome de la porción posterior del mesencéfalo” y “síndrome pretectal”, las primeras
descripciones daban cuenta de una parálisis supranuclear de la mirada vertical que era producto de daño del mesencéfalo.
Se distinguen algunas variantes, pero la mayoría consta de las siguientes características:
1. Parálisis supranuclear de la mirada hacia arriba: es decir, parálisis d la mirada hacia arriba que afecta a los
movimientos sacádicos y de búsqueda, pero conserva los reflejos vestíbulo-ocular u oculocefálico (ojos de
muñeca) en la mayoría de los casos. También están conservados los movimientos oculares horizontales.
2. Retracción del párpado (signo de Collier): la parálisis de la mirada hacia arriba sumada a la retracción del párpado
generan el “signo del sol poniente”.
3. Parálisis de la convergencia ocular.
4. Parálisis de la acomodación.
5. Otros cuadros menos frecuentes: seudoparálisis de los músculos extraoculares (estrabismo talámico
convergente), nistagmo en vaivén, pupilas fijas, respuesta disociada a la luz (seudosigno de Argyll-Robertson),
espasmo de convergencia, nistagmo de retracción, oftalmoplejía internuclear.
La desviación asimétrica puede constituir una variante unilateral.
Cuando aparece en combinación con parálisis de la mirada hacia abajo, el síndrome de Parinaud se denomina
síndrome del acueducto de Silvio”.
Diagnóstico diferencial
Etiología:
1. Una masa que ejerce compresión directa sobre la lámina cuadrigémina (p. ej., tumores de la región pineal.
2. Aumento de la PIC: secundario a la compresión del tectum mesencefálico provocado por la dilatación de la fosita
suprapineal, p. ej., por hidrocefalia.
3. ACV o hemorragia de la porción superior del tronco encefálico.
4. Esclerosis múltiple.
Afecciones que alteran la motilidad ocular y podrían simular la parálisis de la mirada hacia arriba del síndrome
de Parinaud:
1. Síndrome de Guillain-Barré.
2. Miastenia gravis.
3. Botulismo.
4. Hipotiroidismo.
5. La senilidad puede traer aparejada una dificultad progresiva pero benigna de la mirada hacia arriba.
Tabla 5.11 Disfunción de los pares craneales por los síndromes del agujero rasgado posterior
Par Resultado de la lesión Síndrome*
craneal Vernet Collet Villaret Tapia Jackso Schmidt
Sicar n
d
IX Ageusia e hipoestesia del tercio X X X
posterior de la lengua
X Parálisis de las cuerdas vocales y X X X X X X
del velo del paladar, anestesia
de la farínge y la larínge
XI Debilidad del trapecio y X X X ± X X
esternocleidomastoideo
XII Atrofia y parálisis de la lengua X X X X
Nervios Síndrome de Claude Bernard- X ±
simpáticos Horner
Neuroanatomía
El arco eferente del reflejo se origina en los receptores cutáneos correspondientes al primer dermatoma sacro (S1) y cursa
hacia proximal por el nervio ciático poplíteo interno. Los segmentos de la médula espinal que están implicados en el arco
de reflejo están ubicados entre L4-S2. El arco eferente hacia los extensores de los dedos cursa por el nervio tibial anterior.
Etiología
Las lesiones que generan la RP no siempre son estructurales sino que pueden ser funcionales y reversibles. En la tabla 5.12
se enumeran las causas probables.
Signo de Hoffman
Puede indicar una interrupción similar de las motoneuronas superiores de los miembros superiores. Consiste en golpear la
uña del dedo mayor o del anular: es positivo (patológico) cuando se observa flexión involuntaria de los dedos adyacentes
o del pulgar (este reflejo, si bien débil, también se observa en algunas personas sanas). Se diferencia del reflejo plantar
porque es monosináptico (la sinápsis se encuentra en la lámina de Rexed IX).
A veces se considera normal si el paciente es joven y presenta reflejos algo enérgicos y reflejo maseterino positivo, por lo
general simétrico. Cuando es patológico, representa desinhibición del reflejo de C8, ∴ indica lesión superior a C8.
Se observa en 68% de los pacientes operados por mieloespondilopatía cervical. En 11 pacientes que tenían síntomas
lumbares sin miolopatía, el signo de Hoffmann bilateral estuvo asociado a compresión oculta de la médula espinal en 10
(91%).
Vías centrales
El principal centro coordinador dela función urinaria está ubicado dentro del núcleo locus de la protuberancia, centro que
sincroniza la contracción vesical con la relajación del esfínter uretral durante la micción.
El control cortical voluntario implica principalmente la inhibición del reflejo protuberancial y se origina en la porción
anterointerna de los lóbulos frontales y en la rodilla del cuerpo calloso. Cuando la vejiga está desinhibida (p. ej., durante el
primer año de vida), el centro protuberancial de la micción funciona sin inhibición cortical y el músculo detrusor se contrae
cuando la vejiga alcanza una capacidad crítica. La supresión voluntaria que parte desde la corteza por el haz piramidal
puede contraer el esfínter externo y, al mismo tiempo, inhibir la contracción del detrusor. Las lesiones corticales de esta
ubicación provocan tenesmo vesical e incapacidad para suprimir el reflejo de micción.
Los eferentes que se dirigen hacia la vejiga cursan por la porción posterior de los cordones laterales de la médula espinal
(en color gris en la Figura 5.29).
Figura 5.29 Ubicación de los eferentes vesicales de la médula espinal (en color gris).
Actividad motriz
Hay dos esfínteres que impiden la salida de orina de la vejiga: el esfínter interno (autónomo, control involuntario) y el
externo (músculo estriado, control voluntario).
Núcleos parasimpáticos (NPS): el músculo detrusor de la vejiga se contrae y el esfínter interno se relaja a causa de la
estimulación de los NPS. Los somas preganglionares de los NPS se encuentran en los segmentos S2-S4 de la médula espinal
gris intermediolateral. Las fibras salen como raíces nerviosas anteriores y cursan por los nervios esplácnicos de la pelvis
(nervi erigentes) y terminan en los ganglios intraparietales del músculo detrusor.
Nervios somáticos: el control somático voluntario desciende por el haz piramidal y hace sinapsis con los nervios motores
en S2-S4, desde donde cursa por el nervio pudendo hasta el esfínter externo. Este esfínter puede ser contraído
voluntariamente pero experimenta relajación refleja a la apertura del esfínter interno que tiene lugar al inicio de la
micción. Principalmente, mantiene la continencia durante ↑ de la presión vesical (p. ej., maniobra de valsalva).
Núcleos simpáticos: los somas simpáticos se encuentran dentro del cordón gris intermediolateral de la médula espinal
lumbar, entre los segmentos D12 y L2. Los axones preganglionares pasan por la cadena simpática (sin sinapsis) hacia el
ganglio mesentérico inferior. Las fibras posganglionares pasan por el plexo hipogástrico inferior hacia la pared de la vejiga
y el esfínter interno. Los núcleos simpáticos inervan densamente el cuello de la vejiga y el trígono, y tienen un efecto
mínimo sobre la actividad motriz de la vejiga, pero la estimulación α-adrenérgica cierra el cuello vesical, lo que es
necesario para que esta se llene. Estimulación de los nervios pelvianos → aumento del tono simpático → relajación del
detrusor y aumento de la tonicidad del cuello (lo cual permite albergar mayor volumen).
Vía sensitiva
No se tiene el mismo conocimiento sobre la inervación sensitiva que sobre la motriz. Los receptores miotáticos de la pared
vesical perciben el llenado de la vejiga y envían señales aferentes a través de los nervios pelviano, pudendo e hipogástrico
hacia los segmentos de la médula espinal D10-L2 y S2-S4. Las fibras ascienden principalmente por el haz espinotalámico.
Las lesiones de las raíces posteriores (sensitivas) interrumpen el arco aferente, lo cual genera una vejiga atónica que se
llena hasta desbordar y causa incontinencia por rebosamiento. El paciente no percibe sensación de que la vejiga esté llena.
Si bien aún puede efectuar la micción voluntaria, esta suele ser incompleta.
Hiperreflexia del detrusor: puede deberse a la interrupción de eferentes en cualquier parte de su trayecto desde la corteza
hasta la médula sacra. El reflejo de micción solo se genera cuando la vejiga llega a un volumen crítico. En cuanto al cuadro
clínico, está asociada a micciones frecuentes, incontrolables y precipitadas. Las afecciones cerebrales que causan
hiperreflexia del detrusor son, entre otras, los ACV, los traumatismos craneoencefálicos, los tumores cerebrales, la
hidrocefalia, la enfermedad de Parkinson, varios tipos de demencia y la EM. Las lesiones medulares que provocan
hiperreflexia del detrusor son todas aquellas que causan milopatía (v. “Milopatía”).
Arreflexia del detrusor: el cuadro clínico consta de dificultad para iniciar la micción, interrupción del flujo y cantidad
importante de orina residual. La incontinencia puede ser producto de una sobredistensión de la vejiga (incontinencia por
rebosamiento) o estar asociada a hipotonicidad esfinteriana. Puede ser secundaria a infecciones crónicas, sondaje urinario
prolongado, ciertos fármacos (en especial, las fenotiacinas), lesiones o tumores de la cola de caballo o del cono medular,
mielomeningocele y diabetes mellitus (neuropatía autónoma).
Lesiones neurológicas focales que afectan a la vejiga:
1. Supramedulares (lesiones de regiones superiores al tronco encefálico): desinhibición de origen central del reflejo
protuberancial de la micción. Suele provocar contracciones involuntarias de la vejiga y sinergia de los esfínteres
liso y estriado, a menudo acompañadas de sensación conservada y actividad voluntaria del esfínter estriado.
Síntomas: polaquiuria o tenesmo vesical, tenesmo vesical incontinente y nicturia. Si las vías sensitivas están
interrumpidas, hay incontinencia inconsciente (incontinencia sorpresiva). Debido a que los músculos están
coordinados, se mantiene la presión vesical normal y es escaso el riego de que se genere disfunción renal causada
por alta presión. Suele estar conservada la micción voluntaria; para el tratamiento de estos casos, se utiliza el
control cronométrico de la micción y anticolinérgico. En ocasiones, puede haber arreflexia.
2. Lesiones de la médula espinal completas (o casi completas):
A. Suprasacras (lesiones superiores al segmento S2 de la médula espinal, ≈ a la altura de las vértebras D12 o L1
de los adultos): el centro sacro de la micción está situado en el cono medular. Etiología: lesiones medulares
(después de que cede la conmoción medular),ᴬ tumores y mielitis transversa. Estas lesiones suelen provocar
hiperreflexia del detrusor → contracciones involuntarias de la vejiga sin sensación (micción automática),
sinergia del esfínter liso pero disinergia dl estriado (contracción involuntaria del esfínter externo durante la
micción, que causa obstrucción funcional de la salida que deriva en acumulación de orina residual y presión
vesical alta). La vejiga se llena y se vacía espontáneamente (o en respuesta a la estimulación cutánea del
miembro inferior). La distensibilidad vesical a menudo se ve reducida. Estas lesiones se tratan con sondajes
intermitentes y anticolinérgicos.
B. Infrasacras (en regiones inferiores al segmento S2 de la médula espinal): son las lesiones del cono medular, la
cola de caballo o los nervios periféricos (en el pasado, denominadas “lesiones de motoneuronas inferiores”).
Etiología: gran hernia de disco lumbar o traumatismo con afectación del conducto raquídeo. Estas lesiones
suelen provocar arreflexia del detrusor y no causan contracciones involuntarias de la vejiga. El paciente sufre
retención o reducción de la velocidad del flujo urinario y puede perder la capacidad de micción voluntaria,
fenómenos que, en conjunto, generan incontinencia por rebosamiento. Asimismo, es probable que se
reduzca la distensibilidad durante el llenado y se paralice el esfínter liso. Por lo general, estas lesiones están
asociadas a la abolición del reflejo bulbocavernoso y del reflejo de contracción anal (conservado en las
lesiones suprasacras) e hipoestesia perineal.
ᴬDurante la conmoción medular, la vejiga es acontráctil y arrefleja (arreflexia del detrusor); la tonicidad del esfínter suele
estar conservada y, en la gran mayoría de los casos, hay retención urinaria (no es habitual observar incontinencia salvo
cuando se sobredistiende la vejiga).
3. Interrupción del arco reflejo periférico: puede provocar alteraciones similares a las asociadas a las lesiones de la
porción inferior de la médula espinal y arreflexia del detrusor, baja distensibilidad e imposibilidad de relajar el
esfínter estriado.
4. Hernia de disco lumbar: al principio, la mayoría causa dificultad para la micción, distensión o retención urinaria.
Más adelante, pueden presentarse síntomas irritativos.
5. Estenosis (lumbar o cervical): los síntomas urológicos dependen del segmento raquídeo afectado y del tipo de
lesión.
6. Síndrome de la cola de caballo: por lo general, causa retención urinaria, pero en ocasiones puede presentarse
incontinencia (en algunos casos, incontinencia por rebosamiento).
7. Neuropatías periféricas: como las asociadas a la diabetes → trastornos de la actividad del detrusor.
8. Mielodisrafia: la mayoría de los pacientes mielodisplásicos tienen vejiga arrefleja de cuello abierto. La vejiga suele
llenarse hasta que supera la presión fija residual del esfínter externo en reposo y se produce la filtración.
9. Esclerosis múltiple: entre 50% y 90% de los pacientes presentan alteraciones de la micción en algún momento. La
desmielinización afecta principalmente al cordón posterior y al lateral de la médula espinal cervical. La alteración
urodinámica más frecuente es la hiperreflexia del detrusor (en 50%-99% de los casos), mientras que la arreflexia
vesical es menos frecuente (5%-20% de los casos).
Retención urinaria
Etiología de la retención urinaria:
1. Obstrucción del flujo urinario (a continuación, una lista breve de utilidad para el diagnóstico diferencial):
A. Estenosis uretral: la retención suele convertirse en un estado progresivo.
B. Hipertrofia prostática (masculina):
Hipertrofia prostática benigna y cáncer de próstata: la retención suele convertirse en un estado
progresivo.
Prostatitis aguda: el inicio de la retención puede ser repentino.
Poco frecuente: cálculo prostático extrudido.
C. Las mujeres pueden presentar cistocele, que puede generar un acodamiento uretral.
D. Poco frecuente: cáncer uretral.
2. Arreflexia o hipotonía del detrusor:
A. Lesiones de la médula espinal.
B. Síndrome de la cola de caballo.
C. Infección crónica.
D. Sondaje urinario prolongado.
E. Ciertos fármacos (opiáceos y fenotiacinas).
F. Lesiones de la cola de caballo o del cono medular, o de la médula espinal en el sacro o inferiores:
Traumatismos.
Tumores.
Mielomeningocele.
G. Diabetes mellitus (neuropatía autónoma).
H. Herpes zóster a la altura de los ganglios raquídeos sacros posteriores.
I. Apertura incompleta del cuello de la vejiga: afecta casi exclusivamente a los varones jóvenes, junto con
síntomas obstructivos e irritativos prolongados.
J. Secundaria o sobredistensión vesical grave por cualquiera de las causas mencionadas.
3. Retención posquirúrgica: fácilmente reconocible pero aún no se la comprende por completo. Más frecuentes
después de intervenciones perineales, ginecológicas, anorrectales y de las vías urinarias inferiores. La anestesia y
la analgesia pueden constituir algunos de los factores causales.
4. Psicógena.
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento consisten en conservar la actividad renal (que suele implicar la prevención de infecciones de
las vías urinarias, de cálculos renales y del reflujo ureteral provocado por alta presión intravesical) y optimizar la
continencia urinaria. Los pacientes que tienen micción incompleta o presión intravesical alta suelen recibir tratamiento
mediante sondajes intermitentes y fármacos anticolinérgicos. Los anticolinérgicos y la terapia conductual se utilizan para
los pacientes que conservan la micción voluntaria, pero que padecen polaquiuria o tenesmo vesical incontinente.