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El jarrón azul
Cappy describió el jarrón y concluyó que el costo no sería gran cosa, podría Peck pagarlo con su
dinero y después cobrarlo a la empresa.
Peck se dirigió a buscar el jarrón, no encontrándolo en la tienda de la dirección que le habían dicho,
intento hablar por teléfono a Cappy para confirmar la dirección, al no contestarle, decidió recorrer la
calle de nuevo sin encontrar la tienda con el jarrón azul, entonces recorrió otra zona comercial, hasta
que notó que en una tienda se encontraba el jarrón que correspondía a la descripción de Cappy.
Trató de abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave. Entonces cruzo la calle y solo vio en la
fachada un letrero que decía “Cohen’s Art Shop”. Peck se dirigió al hotel más cercano y habló a
todos los números de la guía telefónica que coincidían con ese apellido hasta dar con el propietario,
una vez que lo localizo le comentó que enviaría al encargado a cierta hora para que abriera la tienda.
El encargado le informó a Peck el precio del jarrón azul, el cual era de 2,000 dólares, dinero
que Peck no llevaba, así que pidió el teléfono y trató de conseguir
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dicha cantidad. Como no la consiguió, acordó con el encargado dejar un cheque personal y como
prenda un anillo de diamantes.
Peck buscó a Cappy, pero este ya se había ido en tren a Santa Barbara, entonces le habló a un amigo
que acordó llevarlo en su avión hasta dicho lugar. Peck se dirigió al aeropuerto donde se encontraba
su amigo y a medianoche ambos se perdían en las nubes rumbo a Santa Barbara con el jarrón.
Una hora más tarde aterrizaron en Santa Barbara, Peck descendió y corrió hacia la estación del
ferrocarril y momentos después, cuando el tren se detuvo, se introdujo rápidamente buscando el
camarote de Cappy.
Tocó fuertemente la puerta del camarote hasta que Cappy le abrió. Dejándole entrar, Cappy le
refirió que todas las dificultades con que tropezó habían sido planeadas, desde la dirección
equivocada hasta el precio del jarrón.
Cappy le comentó a Peck que, para confiarle un puesto de tanta importancia, necesitó ponerle a
prueba para estar seguro de que podría desempeñarlo. Por eso le había confiado la tarea más ardua
que daba a los que necesitaba para los cargos que requieren personas que nunca se dan por vencidas.
Peck sabía ahora, que, al salir del tren, tendría un puesto de la sucursal de
Shangai.
Análisis:
De una manera sencilla, el libro pretende ser una motivación para triunfar en la en la vida. Con una
narración de lo que pasa una persona optimista y emprendedora que busca trabajo y que es puesta a
prueba para ocupar un mejor puesto.
Con la lectura de este libro, se tiene una visión diferente de la vida, al hacer todo lo posible para
realizar las cosas que nos propongamos o que nos sean solicitadas sin darnos por vencidos.