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Modulo 3
Modulo 3
Introducción
La defensa de los Derechos Humanos en México ha recorrido un arduo camino
lleno de tropiezos, pero también de aciertos, su inclusión en la legislación nacional
comprende una de las mejores herramientas jurídicas que incorpora derechos
individuales y sociales, por lo que el abanico de posibilidades para su protección,
aunque amplio, aún tiene la posibilidad de enriquecerse con propuestas viables que
redunden en una cultura de respeto por el ser humano.
En la discusión sobre el constitucionalismo cobra cada vez mayor relevancia el
tema de los medios de control constitucional. El derecho procesal constitucional
ocupa un lugar preponderante en el análisis de los medios para el control de la
constitucionalidad.
En consecuencia, el contenido presenta algunas reflexiones para dar marco al
análisis del sistema de control jurisdiccional de los Derechos Humanos en México.
El siguiente esquema puede ayudarte a procesar la información.
LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL
El constitucionalismo de Estados Unidos de Norte América es el primero que le
otorga a la constitución el valor normativo de ley suprema y rompe con la idea y
concepción de completar a la constitución con un conjunto de ideas políticas sin
vinculación jurídica. A partir de la famosa sentencia “Marbury vs Madison”, se
afirmó el principio de supremacía constitucional, es decir, se consagró el
principio que señala que el poder judicial ejerce el control de
constitucionalidad.
En palabras de Francisco Fernández Segado, en el Estado mexicano el primer
antecedente de control de la constitucionalidad por parte de los jueces fue en la
Constitución del Estado de Yucatán en 1841, donde la revisión judicial se
estructuró a través del proceso de amparo ante la Suprema Corte de Justicia (Art.
62.I de la Constitución del Estado de Yucatán).
En consecuencia, se puede entender a la Supremacía Constitucional como un
principio del Derecho constitucional que postula, originalmente, ubicar a la
Constitución en particular en un peldaño jerárquicamente por encima de todas las
demás normas jurídicas, internas y externas, que puedan llegar a regir en ese país.
El principio de supremacía de la Constitución y el control de la
constitucionalidad tienen un estrecho vínculo, ya que la primera se encarga de ser
parámetro para que ningún acto de autoridad, ley o tratado pueda contravenir la
ley fundamental. El control o la jurisdicción constitucional se encarga de hacer
efectivo dicho principio, al otorgar mecanismos para garantizar la supremacía
constitucional.
En este orden de ideas, en México, el principio de supremacía constitucional se
encuentra previsto en el Artículo 133 de la Carta Magna. Al respecto, es
conveniente señalar que en la reforma a la Constitución del 10 de junio del año
2011, en el Artículo 1º se menciona:
“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los Derechos
Humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte…”
Por lo que se puede decir, que los Derechos Humanos reconocidos por México en
los tratados internacionales, se han constitucionalizado y tienen el mismo rango
que los que ya están en la primera parte de la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos.
PROTECCIÓN JURISDICCIONAL DE LOS
DERECHOS HUMANOS
Pese a la determinación constitucional, en la práctica jurídico-política la sola
declaración formal del poder constituyente no ha sido suficiente para dar plena
eficacia al principio de supremacía constitucional; por ello se han instituido los
sistemas de control constitucional o medios, métodos o instrumentos de defensa
de la Constitución, mismos que en su unidad constituyen tema de gran
transcendencia.
Al respecto Ernesto Rey Cantor, expresa:
“Los controles de constitucionalidad y los mecanismos procesales de protección
son garantías que el juez constitucional debe viabilizar, a través de procesos
constitucionales, para preservar con justicia la supremacía de la constitución y la
protección de los Derechos Humanos.”
o Juicio de amparo.
o Acción de inconstitucionalidad.
o Controversia constitucional.
o Facultad de investigar de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos sobre hechos que constituyan violaciones graves de
Derechos Humanos (control no jurisdiccional).
o Juicios de revisión constitucional electoral y para la protección
de los derechos político electorales del ciudadano.
o Juicio político.
Juicio de Amparo
El juicio de amparo es considerado por el jurista Ignacio Burgoa, “como un juicio
o proceso que se inicia por la acción que ejercita cualquier gobernado ante los
órganos jurisdiccionales federales, contra todo acto de autoridad que le causa un
agravio en su esfera jurídica y que considere contrario a la Constitución, teniendo
por objeto invalidar dicho acto o despojarlo de su eficacia por inconstitucionalidad
o ilegalidad en el caso concreto que lo origine”.
De conformidad con el Artículo 103 constitucional, el amparo es procedente:
Cuando los órganos del Poder Judicial de la Federación establezcan jurisprudencia por
reiteración en la cual se determine la inconstitucionalidad de una norma general, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación lo notificará a la autoridad emisora. Transcurrido
el plazo de 90 días naturales sin que se supere el problema de inconstitucionalidad, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación emitirá, siempre que fuere aprobada por una
mayoría de cuando menos ocho votos, la declaratoria general de inconstitucionalidad, en la
cual se fijarán sus alcances y condiciones en los términos de la ley reglamentaria”.
Acción de inconstitucionalidad
Las acciones de inconstitucionalidad tienen por objeto plantear la posible
contradicción entre una norma de carácter general y la Constitución. Es un medio
de control a posteriori que pretende preservar la supremacía de la Constitución.
Pueden interponer una acción de inconstitucionalidad:
Controversia constitucional
El control de la constitucionalidad está a cargo de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación; esta figura autoriza el examen de todo tipo de violaciones a la
Constitución Federal.
La tutela jurídica de esta acción es la protección del ámbito de atribuciones que la
Ley Suprema prevé para los órganos originarios del Estado.
Es el juicio que se promueve ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
cuando se suscitan conflictos entre:
Acciones colectivas
Se entiende como Acciones Colectivas, aquéllas que promueve un representante
con legitimación colectiva, para proteger el derecho que pertenece a un grupo de
personas sujetas a una sentencia que obliga o concede derechos como un todo.
Por lo tanto es indispensable que éstas se encuentren perfectamente identificadas
ya sea como una acción o como una garantía constitucional, tomando como base
que el derecho a la jurisdicción es un derecho subjetivo y como tal,
simultáneamente, es una potestad cuando se ejerce, y una facultad mientras está
latente.
En este contexto, es preciso señalar que la reforma al Artículo 17
constitucional que consta en el decreto expedido el día 13 de julio del año 2011,
por el Presidente de la República mexicana, tuvo como fin primordial, incorporar
en nuestro régimen jurídico de impartición de justicia, la figura procesal de
acciones colectivas en manos de ciudadanos, organizaciones civiles, autoridades
públicas y grupos de afectados, para darles legitimación activa para poder
demandar ante los tribunales federales, la tutela de derechos colectivos o difusos
en materias tales como protección al consumidor, al medio ambiente, a la
competencia económica, al patrimonio cultural y urbano y por supuesto a los
Derechos Humanos, quedando así claramente establecido, que el Congreso de la
Unión expedirá las leyes que regulen las acciones colectivas y que tales leyes
determinarán las materias de aplicación, los procedimientos judiciales y los
mecanismos de reparación del daño, siendo los jueces federales los que conozcan
de forma exclusiva sobre estos procedimientos.
El litigio de interés público