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UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


PROF. DR. MANUEL RIVEROS
CARRERA DE MEDICINA

Tema: Lectura y análisis de la S.D. N° 67 del 15 de abril de 2020 y de la S.D. N° 80


del 20 de abril de 2020 del juicio: “CESAR GUSTAVO JOSE MARTINEZ BRITEZ
C/ SANATORIO SAN ROQUE S.R.L. Y LA COSTA CENTRO MEDICO S.A. S/
INDEMNIZACION DE DAÑOS Y PERJUICIOS”.
Materia: Ética Médica II

Autores:

 Fariña Diana  Gómez Ana


 Flecha Sol  Sánchez, Patricia
 Florentín Nicolás

Curso: 4to año

Prof.: Abog. Fabriczio Sarubbi.

ASUNCION – PARAGUAY

2020
INTRODUCCIÓN

Lex artis hace referencia a la “más exquisita de las artes”, debido a que el
perfeccionamiento no se obtiene en forma inmediata, sino a través de la optimización de
las técnicas con el adiestramiento diario y con la incorporación de nuevas técnicas.
En los tribunales, es común hablar de lex artis ad hoc al referirnos a la medicina, para la
cual existen diversas técnicas para tratar los diversos casos planteados y todas ellas
pueden resultar válidas, aunque queda a cargo del facultativo determinar cuál es la
aplicable al caso concreto, conforme a los conocimientos que posea de la ciencia.
Con la instauración de los protocolos de actuación para procedimientos médicos, se han
establecido una serie de pautas encaminadas todas ellas al diagnóstico y tratamiento, los
cuales resultan útiles, prácticos y correctos en la actuación médica y sirven como
parámetro para establecer eventuales responsabilidades o negligencias en el ejercicio de
la medicina.
El artículo 4 de la Constitución Nacional garantiza la protección de la vida y establece
que toda persona será protegida por el Estado en su integridad física y psíquica, así
como en su honor y en su reputación.
Como regla general, las personas en el ejercicio de una profesión responden por los
daños que causen o puedan ocasionar en otra persona, a través del dolo o de la culpa. El
ejercicio de la medicina no está exento de estas normas.
En la responsabilidad, no se trata de la capacidad o del talento del profesional, sino de la
garantía que tenga el ciudadano contra la imprudencia, la negligencia o la impericia del
accionar médico.
No obstante, por equidad debe tenerse presente que, si bien es necesario considerar los
intereses de los enfermos, la función médica debe ser igualmente protegida contra todo
exceso.
El paciente que ha sufrido un daño en su salud como consecuencia del actuar médico,
puede dirigirse contra éste en dos fueros: Puede iniciar una demanda en el fuero civil a
fin de reclamar la indemnización correspondiente, así como puede realizar una denuncia
en el fuero penal, si considera que existe una responsabilidad en este ámbito y pretende
conseguir una condena para el médico, a más de la indemnización pecuniaria.
Es así, que, en el Paraguay, el actuar medico con consecuencias negativas – entiéndase
daño- se encuentra castigado en el Código Penal, siempre que este devenga de una
acción descuidada y también genera consecuencias determinadas en el Código Civil.
En el caso de la responsabilidad de los centros asistenciales en general, esta deviene casi
en forma automática en la medida en que un médico que pertenezca al plantel del centro
asistencial haya ocasionado un daño en forma culpable.
Para justificar la responsabilidad del centro asistencial hay innumerables teorías, pero la
que más predicamento tiene es la que recurre al contrato en favor de tercero, entre la
clínica, estipulante y el médico promitente se celebra un contrato a favor de tercero, ese
tercero es el beneficiario, paciente, de este doble juego de relaciones surge que las
responsabilidades del médico y del ente asistencial frente al paciente, son directas y de
naturaleza contractual.
Así encontramos que en el Art.1842 del Código Civil Paraguayo dice: “El que
cometiere un acto ilícito actuando bajo la dependencia o con autorización de otro,
compromete también la responsabilidad de éste.”
El principal quedará exento de responsabilidad si prueba que el daño se produjo por
culpa de la víctima o por caso fortuito. El paciente tiene acción contra el médico que es
el autor del daño, y contra el sanatorio porque este asume, en virtud del principio de
buena fe, un deber de protección al lado del deber de prestación, es decir que garantiza
que la atención dada por ese médico va a ser conforme a la lex artis.
En definitiva, los centros asistenciales responden de modo irrefragable sin poder
liberarse probando que eligieron o vigilaron correctamente a los médicos.
El deber de los centros asistenciales alcanza a los actos culposos y dolosos de los
profesionales de la salud.
Cuando es imposible individualizar cual fue el médico que ha incurrido en culpa porque
el origen del daño desaparece en el anonimato propio del ejercicio de la medicina
actual, hay responsabilidad del ente asistencial por mala organización, la causa del
perjuicio está dentro del establecimiento.
El caso siguiente tiene algunos de los elementos citados y será analizado para facilitar la
comprensión y uso de los conceptos que acabamos de mencionar.
1) Resumen de la sentencia con normativas civiles invocadas y principios que
regulan la responsabilidad de los médicos y de la empresa.

En cuanto a las costas, según el Art. 192 del C.P.C., se impondrán al


perdidoso, excepto a lo referido al RECHAZO de la demanda en contra del CENTRO
MÉDICO LA COSTA S.A., cuya imposición de costas será en el orden causado, a
razón del allanamiento formulado por el accionante.
POR LO TANTO, conforme al exordio de la presente resolución y a las disposiciones
legales aplicables al caso, el JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA DEL DÉCIMO
SEXTO TURNO DE LA CAPITAL, SEC. N° 31; -
R E S U E L V E:
I) RECHAZAR, con costas a la parte actora, a la demanda por
INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS POR
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL entablada por
CESAR GUSTAVO JOSÉ MARTÍNEZ BRITOS en contra de LA
COSTA CENTRO MÉDICO S.A. por los fundamentos expuestos. -
II) HACER LUGAR, con costas a la parte demandada, a la demanda de
INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS POR
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL promovida por el Sr.
CESAR GUSTAVO JOSÉ MARTÍNEZ BRÍTEZ, en nombre propio y
en representación de sus hijas menores MYRIAM HAYDÉE
MARTÍNEZ ACOSTA, XIMENA MARINA MARTÍNEZ ACOSTA,
MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ ACOSTA y MILAGROS MARIA
VICTORIA MARTÍNEZ ACOSTA contra el SANATORIO SAN
ROQUE S.R.L. (SUCURSAL LA COSTA) en la suma de
GUARANIES SEISCIENTOS NOVENTA Y TRES MILLONES
TRESCIENTOS MIL (GS. 693.300.000.-) más los intereses a una tasa
del 1 % mensual, desde la fecha del hecho ilícito extracontractual, 21 de
noviembre de 2014, hasta que se haga efectivo pago. -
III) NOTIFICAR por cédula electrónica, atendiendo a que ambas partes
tienen intervención en el Portal de Gestión Jurisdiccional y a lo dispuesto
en la Ley N° 4610/12, su reglamentación en la Acordada N° 1268/2018
como la Acordada N° 1370/202042.-
IV) ANOTAR, registrar y remitir copia a la Excelentísima Corte Suprema de
Justicia. -
En conclusión, tenemos TRES FALTAS DE DILIGENCIA o, NEGLIGENCIAS:
 LA PRIMERA: El no controlar la temperatura corporal de la Sra. BERTHA
ACOSTA PÉREZ, como refirió el perito Dra. Rafaela Fernández, en ningún
momento pudo controlarse el estado febril de la paciente. -
 LA SEGUNDA: El tacto vaginal realizado por el Dr. Cayo Mendoza,
dependiente del SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) cuando
que, ante un posible diagnóstico de desprendimiento de placenta el IMPAC
refiere expresamente que no se debe realizar el tacto vaginal, el gineco obstetra
Cayo Mendoza, realiza imprudentemente el tacto vaginal en presencia del Dr.
Willy Müller, también dependiente del SANATORIO, siendo aún más grave
dicha situación al estar presentes dos médicos dependientes del demandado.
 LA TERCERA: La más grave, el tiempo de 40 a 45 minutos que se tardó el
personal médico del SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) en
realizar la cesárea inmediata que fuera necesaria y urgente al diagnosticarse el
desprendimiento de placenta. Dicho retraso innecesario y deleznable por parte
de todo el personal médico del SANATORIO fue el mayor acto negligente y
desapegado a la lex artis puesto que, cuando que todos los peritos médicos y el
IMPAC refieren claramente que el desprendimiento de placenta es un
diagnostico urgente y que requiere una respuesta inmediata, el plantel médico
del SANATORIO, violando su propio protocolo de actuar en casos de urgencia,
aguardó en todo momento la llegada del médico tratante.
Siendo este actuar para el juzgado la mayor probanza de su falta total de
diligencia.
Por el contrario, el juzgado no puede afirmar que las tres negligencias fueron
causal directa del deceso de la Sra. ACOSTA PÉREZ y su neonata, pero, tampoco
quedó demostrada por parte del SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC LA COSTA)
su debida diligencia, como le exige una obligación de medios, pues es el principal
quien está obligado a demostrar su debida diligencia, además tampoco ha probado
fehacientemente que la culpabilidad del daño haya recaído exclusivamente en el Médico
Tratante el Dr. CARLOS AGUIRRE CAVINA, un tercero por quien no responde el
SANATORIO.
Por ello, quedó demostrada la falta de diligencia y coordinación del
SANATORIO, además, como obligación de seguridad el SANATORIO estaba obligado
a velar por la salud e integridad de la Sra. BERTHA y su feto, debiendo actuar
diligentemente con todos los medios del arte médico que contaban y sus instalaciones.
En ese punto, se debe señalar que en momentos fueron demostrados los actos diligentes
de los dependientes del SANATORIO, pero, en momentos claves y determinantes el
personal médico e incluso el propio Director Médico actuaron displicentemente ante la
urgencia que ocurría en su instituto, por lo que, no cumplieron con su prestación de
medios y seguridad acaeciendo en consecuencia, el daño que ocasiono la presente Litis.
Además, del examen del relato de los hechos realizado, este juzgado entiende que
nos encontramos ante un daño desproporcionado que se define como el daño
provocado por actos médicos que no se corresponden con el riesgo previsible o al
menos no se espera en el contexto de complicaciones médicas.
Es decir, que en este caso el fallecimiento tanto de la madre como del feto al
momento del alumbramiento es desproporcionado, más aún, teniendo en cuenta que el
centro médico tenía a su disposición todos los médicos como los elementos médicos
necesarios a su alcance para salvar la vida de la madre como el bebé, por lo que, la
consecuencia (muerte) resulta incompatible y desproporcionada al tratamiento sometido
a la Sra. Bertha Acosta Pérez y su bebé.
En soporte a lo sostenido por este Juzgado, tenemos que la jurisprudencia
española específicamente el Tribunal Supremo Español ha condenado a centros
sanitarios sin la necesidad de una acreditación plena de la culpa dura pues, parten del
daño desproporcionado catalogando el acto médico como daño grave o impresionante
sobre la salud del paciente lo que presupone la negligencia del médico y del hospital.
Asimismo, de todo lo relatado podemos verificar que más allá del daño
propiamente dicho, se han verificado en diversas etapas una cierta deficiencia
asistencial o falla en la organización del Sanatorio. La falla asistencial ha sido
definida por la doctrina como aquellos incumplimientos o errores de funcionamiento del
servicio hospitalario no imputables a un profesional en concreto, como son los
problemas posoperatorios, daños derivados de la falta de coordinación entre
servicios, deficiencias en las guardias médicas, etcétera. Este recurso denominado
“conjunto de posibles deficiencias asistenciales” se ha utilizado en España para eximir
al paciente de probar qué profesional concreto incurrió en negligencia.
Por ello decimos, que no podemos del todo atribuir la responsabilidad a un solo
profesional, puesto que el Dr. Cayo Mendoza, el Dr. Willy Müller, el Dr. Rigioni y el
plantel de enfermería, todos en su conjunto y con sus acciones individuales como
colectivas han demostrado un afán intempestivo de aferrarse al Reglamento del
Sanatorio, aguardando indicaciones del Médico Tratante el Dr. CARLOS AGUIRRE
CAVINA, quien no se encontraba in situ en el SANATORIO. Estas deficiencias, en
específico las TRES FALTAS DE DILIGENCIAS o, NEGLIGENCIAS, se
circunscriben a fallas de organización que en su conjunto derivaron en la muerte de la
Sra. BERTHA ACOSTA PÉREZ y su bebé.
En un caso similar el Tribunal Supremo Español ha incluido como negligencia
imputable a los centros sanitarios el fracaso de los medios materiales o técnicos a cargos
del centro médico. Así, la sentencia del 31 de julio de 2002 del TSE condenó a la
clínica privada donde se atendió un parto porque el bebé padeció sufrimiento fetal
agudo y falleció por no tener más que un monitor, sumado a la deficiente
organización a nivel de medios técnicos y humanos (condenando al ginecólogo y a
la matrona por su propia negligencia).
En la sentencia del 20 de julio de 2009 del TSE, igualmente, condenó a la clínica
privada donde se atendió un parto; aquí, el ginecólogo cuya actuación se estimó
conforme a la lex artis, decidió practicar una cesárea a tiempo, pero fracasó el
sistema organizativo de guardias médicas del centro, que debía permitir la práctica
de una cesárea en un tiempo prudencial.
Se estimó que el retraso imputable al centro era la causa del sufrimiento fetal
agudo y las secuelas ocasionadas en el bebé.
El último caso jurisprudencial resulta aún más revelador e ilustrativo, ya que, el
contexto es muy parecido al caso de autos dado que, la decisión tomada por el Dr. Cayo
Mendoza de realizar la cesárea inmediatamente fue acertada, pero, se encontró con un
obstáculo de la organización del Sanatorio, el Dr. Rigioni el Director Médico.
Cuando que la paciente ya estaba predispuesta a ser intervenida, la orden del citado
médico fue continuar con la anestesia y aguardar la llegada del Médico Tratante, el Dr.
CARLOS AGUIRRE CAVINA.
Por lo que, sumado a las DOS FALTAS DE DILIGENCIAS anteriores, esta
TERCERA FALTA DE DILIGENCIA que no es más que la espera de
aproximadamente 45 minutos para el alumbramiento intempestivo y el retraso de
la cesárea de urgencia, en su conjunto fueron las causales del daño.
Finalmente, se puede concluir que el Dr. Cayo Mendoza, el Dr. Willy Müller, el
Director Médico el Dr. Rigoni y, todo el plantel médico y de enfermería mencionado,
han actuado negligentemente o por lo menos han contribuido en la falla o deficiencia
de la organización que fueron causantes del daño a la paciente Sra. BERTHA
ACOSTA PEREZ y su bebé. Sin embargo, estas decisiones fueron tomadas por
expresas indicaciones del SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC LA COSTA) que
responde sin lugar a dudas por los hechos ilícitos de sus dependientes, pues se ha
probado la negligencia de estos y, por lo tanto, corresponde la aplicación del respondeat
superior. Así mismo, se ha demostrado que el SANATORIO demandado ha
incumplido su obligación de seguridad al no velar por la salud de sus pacientes y,
al cometer un acto ilícito por no imprimir los medios necesarios para salvar la vida
de la Sra. ACOSTA PÉREZ y su bebé, faltando a su obligación de medios, puesto
que, existieron tres faltas de diligencias o, negligencias, que creemos fueron
determinantes en la salud de la Sra. BERTHA ACOSTA y la mortinato. -
Ahora pasaremos a cuantificar los daños pretendidos.
 DAÑOS A SER INDEMNIZADOS
 Art.1856. El obligado a indemnizar el daño que le sea imputable resarcirá todas
las consecuencias inmediatas, y las mediatas previsibles, o las normales según
el curso natural y ordinario de las cosas, pero no las causales, salvo que éstas
deriven de un delito y debieran resultar según las miras que el agente tuvo al
ejecutar el hecho.
Entonces, claramente como nos encontramos ante un hecho ilícito producido por
los dependientes del SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) éste deberá
responder por las consecuencias inmediatas considerado como el valor de los
emolumentos incurridos por la victima a consecuencia inmediata del daño, entiéndase
daño patrimonial como no patrimonial. Asimismo, deberá responder el demandado por
las consecuencias mediatas previsible, entendidas como lucro cesante o pérdida de
chance según sea el caso. Las consecuencias mediatas previsibles se refieren a aquella
suma de dinero resultante de la concurrencia de un hecho, anterior o posterior que en
forma inevitable y siguiendo el curso natural y ordinario de las cosas, con el hecho
ilícito originario produjo un rubro que debe ser indemnizado, como los mencionados.
1. DAÑOS PATRIMONIALES
El daño patrimonial puede dividirse en daño emergente, lucro cesante y pérdida de
chance.
A. DAÑO EMERGENTE
El daño emergente consiste, básicamente, en aquellos perjuicios que surgen
directamente del incumplimiento y que se materializan en una disminución en el
patrimonio del acreedor.
A fs. 144/145 se observa los gastos efectuados en servicios fúnebres, la suma no
cubierta por la Cooperativa Universitaria asciende a Gs. 6.500.000.
La demandada impugna dicha suma manifestando que no existe recibo y que
entiende que las sumas fueron totalmente abonadas por la Cooperativa Universitaria
Ltda.
Si bien es cierto que no existe factura, pero, el juzgado lo tendrá como principio de
prueba por escrito, puesto que, el documento refiere a Diferencia de Féretro, es decir,
que se podría considerar como la suma que efectivamente fue abonada por el Sr.
CESAR GUSTAVO MARTÍNEZ. Además, ante el deceso de su cónyuge y el mortinato
no es descabellado pensar que el daño emergente son los gastos funerarios.
Por lo que, el Juzgado tendrá por cierta la suma de 6.500.000 Gs. como daño
emergente.
B. ¿LUCRO CESANTE O PÉRDIDA DE CHANCE?
Cabe hacernos dicho cuestionamiento pues, advertimos que los daños
patrimoniales reclamados en puridad corresponden a la pérdida de chance y no al lucro
cesante.
El accionante confunde las figuras debido a la similitud de las mismas: ambas
buscan resarcir la frustración de una expectativa de ganancia, pero, el lucro cesante
refiere a un provecho que sin duda lo hubiera obtenido la Sra. BERTHA ACOSTA
PÉREZ. Dicho, en otros términos, el lucro cesante, consiste en aquellos beneficios
económicos que el acreedor ha dejado de percibir como consecuencia del
incumplimiento del deudor o el hecho ilícito.
El beneficio económico debe ser cierto, aunque fuese futuro.
Por su parte, la pérdida de chance se ocupa de la privación ocasionada al dañado
de participar en una oportunidad de la cual podría surgir un beneficio para el mismo. En
sentido concordante, Tanzi opina: "...La chance es la posibilidad de un beneficio
probable futuro que integra las facultades de actuación del sujeto, conllevando un
daño aun cuando pueda resultar dificultosa la estimación de su medida. En esta
concurrencia de factores pasados y futuros, necesarios y contingentes, existe una
consecuencia actual y cierta. A raíz del acto impugnable se ha perdido una chance por
la que deba reconocerse el derecho a exigir su reparación...".
Entonces nos encontramos ante una pérdida de chance de obtener beneficios
en caso de que la Sra. BERTHA ACOSTA PÉREZ hubiera proseguido con el curso
normal de su vida si no acaeciera su trágico deceso y, por consiguiente, con los ingresos
que ésta aportaba a la comunidad de bienes gananciales que tenía con el accionante, el
Sr. CESAR GUSTAVO JOSÉ MARTÍNEZ BRÍTEZ.
Ahora bien, el daño debe tener ciertos requisitos para que sea indemnizable:
a) Injustificado: Esto quiere decir que no debe existir una causa de justificación que
legitime el daño, situación que no se da en este caso, puesto que, no se ha verificado
ninguna eximente que le permita al demandado justificar el hecho, por lo que, como ya
venimos diciendo el hecho ilícito fue antijurídico y no existió causal legítima de
eximición para la demandada.
b) Cierto o certeza del daño: El daño debe ser cierto, pero, en la perdida de chance se
indemniza un daño eventual o hipotético, o sea, la frustración de una oportunidad o
chance.
La exigencia y las pautas de la certeza del daño, incluyendo el futuro, en las relaciones
contractuales está bien determinada en los principios UNIDROIT versión 2016, que
como ya manifestamos nada impide aplicarlos para la responsabilidad extracontractual
pues dan elementos de convicción certeros y precisos, en los siguientes términos:
 Art. 7.4.3. (Certeza del daño)
(1) La compensación sólo se debe por el daño, incluyendo el daño futuro, que
pueda establecerse con un grado razonable de certeza.
(2) La compensación puede deberse por la pérdida de una expectativa en
proporción a la probabilidad de que acontezca.
(3) Cuando la cuantía de la indemnización de los daños y perjuicios no pueda
establecerse con suficiente grado de certeza, queda a discreción del tribunal fijar el
monto del resarcimiento
La determinante será el grado de probabilidad razonable que tenía la Sra. BERTHA
ACOSTA de obtener los ingresos configurados como probables y que fue frustrada su
obtención ante su deceso a raíz del hecho ilícito.
c) Subsistente: El daño no debe desaparecer, el Sr. CESAR MARTÍNEZ ha dejado de
contar con los ingresos que aportaba su cónyuge desde el deceso de la misma incluso, se
podría decir que se vio privado de esa oportunidad por el resto de su vida. -
d) Propio y personal: De conformidad al art. 1835 y 1865 del C.C. se ha verificado la
legitimación del accionante, además, al ser la occisa aportante de la comunidad
ganancial y al dejar de contar con la probabilidad de que ésta siga aportando, el daño es
propio y personal para el Sr. CESAR MARTÍNEZ.
Ahora bien, el SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) en su
escrito de contestación de la demanda a fs. 358/361 de autos ha desconocido la totalidad
de los documentos privados emanados por terceros que fueron ofrecidos como prueba
documental por la parte actora. Sin embargo, los 4 (cuatro) documentos señalados
anteriormente fueron reconocidos y la normativa claramente refiere:
 Art.404 C.C. Toda persona contra quien se presentare en juicio un instrumento
privado cuya firma se le atribuye, deberá declarar si la firma es o no suya.
Los sucesores podrán limitarse a manifestar que ignoran si ella es o no la
causante.
Si la firma no fuere conocida, se ordenará el cotejo de la misma, sin perjuicio de
los demás medios de prueba para acreditar su autenticidad.
El reconocimiento judicial de la firma importa el del cuerpo del
instrumento.
 Art.452 C.P.C. Redargución de falsedad. La impugnación de los documentos
públicos o privados acompañados con los escritos de demanda, reconvención o
contestación, en su caso, deberá deducirse dentro del plazo para contestar el
traslado respectivo, y tramitará juntamente con el principal.
Los presentados de conformidad con el artículo 21, deberán ser objeto de
impugnación dentro del plazo de cinco días de conocido el documento, y ella
tramitará por vía principal o incidental, a elección del impugnante. En cualquier
caso, la impugnación será resuelta en la sentencia definitiva.
La parte que cuestione el documento deberá especificar, con la mayor
precisión posible, los fundamentos de la impugnación.
En consecuencia, ante la existencia de un daño que debe ser reparado por la
accionada y reconociendo a que, si bien en principio tenemos una suma indemnizatoria
cuantificada anualmente, es decir, los ingresos anuales de la Sra. BERTHA, no se puede
determinar la cantidad de años que deben ser cuantificados para la aplicación de la
pérdida de chance. Por lo que, se debe recurrir incluso a la prudente estimación
pretoriana de acuerdo al Art. 452 del Código Civil en virtud al principio de equidad.
 Art.452 C.C. Cuando hubiese justificado la existencia del perjuicio, pero no
fuese posible determinar su monto, la indemnización será fijada por el juez.

2. DAÑO EXTRAPATRIMONIAL
 Art.1835 C.C. Existirá daño, siempre que se causare a otro algún perjuicio en su
persona, en sus derechos o facultades, o en las cosas de su dominio o posesión.
La obligación de reparar se extiende a toda lesión material o moral causada
por el acto ilícito. La acción por indemnización del daño moral sólo competerá
al damnificado directo. Si del hecho hubiere resultado su muerte, únicamente
tendrán acción los herederos forzosos.
La mencionada norma refiere a que, en caso de una indemnización por
responsabilidad extracontractual, también podrá exigirse el resarcimiento del perjuicio
no patrimonial, en este caso, el daño moral, el cual resulta evidente atendiendo al caso
en particular, por lo que, se procederá a su profuso análisis.
A. DAÑO MORAL
El daño moral es un daño extrapatrimonial, es decir, que afecta intereses fuera del
patrimonio del perjudicado. Lesiona a afecciones internas, se refiere al sufrimiento que
padece una persona por un evento injusto, que perturba sus sentimientos.
Ante la veracidad del daño producido, el Juzgado procederá a dar el quantum del
daño moral aplicando lo dispuesto en la normativa de fondo.
Para por lo menos tener un parámetro del todo razonable y dar razonamientos del
prudente criterio judicial debemos tener en cuenta ciertas reglas adoptadas por la
doctrina predominante al respecto:
1) situación de la víctima: Se debe considerar en principio la edad, el estado civil,
el estado físico y de salud, la profesión, el valor humanístico del aporte a la
sociedad de la vida de la víctima, entre otros.
2) base de cálculo autónomo: El cálculo no debe regirse por fórmulas
matemáticas rígidas, por su esencia extrapatrimonial, es por ello, que
descartamos categóricamente la pretensión del actor de considerar al daño moral
como la mitad de lo otorgado por el mismo como lucro cesante, en este caso, por
pérdida de chance, pues el justiprecio de la indemnización por daño moral es
totalmente autónomo a los demás rubros patrimoniales.
3) no debe enriquecer al damnificado: Un punto difícil de estudiar, pero, cabe
mencionar que la Sra. BERTHA ACOSTA era una persona activa laboralmente,
por lo que, se estima que la suma que sea otorgada no enriquecerá al accionante,
sino solo reparará una pérdida incalculable.
4) debe otorgar, según el caso, satisfacciones sustitutivas: Este será una de las
pautas determinantes para arribar a la suma de la indemnización por daño moral,
pues, este Juzgado buscará con el monto otorgado buscar que el Sr. CESAR y
sus hijas consigan otros placeres de la vida que sirvan de balance y contrapeso a
los dolores que padecieron y, probablemente seguirán padeciendo por el daño
ocasionado por la demandada.
La suma es incalculable, pero, el valor asignado permitirá por lo menos en
principio paliar los dolores causados por el trágico evento, permitiéndoles realizar algún
viaje cultural en honor a BERTHA ACOSTA, ya que la madre y esposa era bailarina o,
sus hijas podrán incurrir en estudios artísticos y con ello se podrá distender a la familia
del dolor padecido. También les permitirá costear los estudios, tal vez, universitarios a
sus hijas, a fin de se puedan ir formando académicamente.
Finalmente, este Juzgado estima que el quantum razonable por el daño moral
ocasionado por la demandada asciende a Gs. 500.000.000, a razón de Gs.
100.000.000 por cada hija, que son 4, e igual suma para el cónyuge.
En consecuencia, en relación al porcentaje de interés aplicable a la suma indicada,
el Juzgado considera prudente otorgar un 1 % mensual a contar desde el hecho dañoso
producido por la demandada, es decir, desde el deceso de la Sra. BERTHA ACOSTA y
la mortinata, el 21 de noviembre de 2014. El porcentaje es bajo, puesto que, el monto de
la indemnización resulta elevado y en caso de otorgarse un porcentaje superior podría
darse la situación de que el demandado finalmente esté constreñido a pagar una suma
elevada e irracional.
Alumna: Diana Fariña
Opinión personal sobre la actuación de los profesionales y la manera de cómo se
resolvió el caso.
Empiezo dando una breve opinión sobre este articulo en base a lo que es el Hospital
Privado:
Art.1842 del Código Civil Paraguayo.- El que cometiere un acto ilícito actuando bajo la
dependencia o con autorización de otro, compromete también la responsabilidad de éste.
El principal quedará exento de responsabilidad si prueba que el daño se produjo por
culpa de la víctima o por caso fortuito.
Sobre el caso estuve sacando una conclusión por lo general correcta,se puede decir que
el Medico en un hospital privado debe actuar por su capacidad ,conocimiento de lo que
en su momento ya estudio , para accionar de forma inteligente sobre los pacientes ,veo
mal que tengan que depender de otras personas, otros recursos para que le den el (ok)
para dicho actuar , se supone que el medico debe ser independiente para tomar
decisiones sobre el problema que se le presenta en el momento.
Es algo muy irracional que por cualquier medicamento que se le deba administrar a un
paciente, deba esperar la autorización de el médico tratante ,y más si es que por obvias
razones ese Medico no se encuentra.
Creo que hay suficientes pruebas de que el Hospital Privado Del Sanatorio La Costa
tiene absoluta dependencia y que hay un control estricto sobre los personales de salud,
aunque en el contrato llegue a figurar como INDEPENDIENTE no es así ,dependen del
medico tratante o otros recursos que veo muy absurdo.
BREVE RESUMEN DE LOS 3 CASOS DE NEGLIGENCIA EN EL CASO DE
BERTHA ACOSTA:
Primero: El no controlar la temperatura corporal. La Dra Fernández refirió que en
ningún momento se pudo controlar del todo el estado febril de la Sra Bertha Acosta. Mi
opinión es por lo que veo se le administro Dipirona 2 g al ingresar ,pero no es que al
instante baja la fiebre ,al llegar ella tenia 38,6 grados y se le bajo a 37,5 grados , toma
sus horas que la fiebre desaparezca ,en ese caso creo que actuaron bien los Personales
de Salud probablemente lo que debían de haber hecho es que le hicieron medio físico:
Pañito frio en la frente y darle Zmol antes ya y no después de 5 horas apx.
Segundo:El tacto vaginal realizado.Si el ginecologo no sospecha de desprendimiento y
no tenia sangrado ,creo que esta bien su actuar ,pero si ya estaba con mucho sangrado y
ahí el actuo con el tacto vaginal,ahí si esta super mal.
Tercero: Tardar 45 minutos. Para mi el tiempo es rápido , porque si es un publico
mínimo se tarda 2 horas a 2 horas y media ,por que tenes que ver anestesia ,monitor,etc.
Creo que se actúo rápido. Lo que si esta mal ,es que ellos esperaron el OK del medico
tratante y eso si fue así ,se tardo devalde ,esperando el ok de personas “SUPERIORES”
cuando el Dr Mendoza teniendo suficiente capacidad de actuar ya sin esperar la
aprobación de nadie ,noo hizo y definitivamente se tardo ahí.
SENTENCIA FINAL:
Luego de 5 años la justicia estableció una demanda ,donde dicho sanatorio debe pagar
una indemnización a la familia de la paciente fallecida ,creo que esta bien sobre esta
sentencia final,cabe destacar que la Sra Bertha era una señora activa, trabajadora que
dejo 4 hijas ,y esta bien que den una cierta suma a la familia después de los daños que
ocasionaron en dicha familia con la muerte de la Sra Acosta-
Alumna: Sol Flecha
Opinión personal sobre la actuación de los profesionales y la manera de cómo se
resolvió el caso.
Este caso presentado es muy complejo, teniendo en cuenta todas las pruebas
presentadas, por lo cual es necesario hacer un análisis completo para poder emitir una
opinión justa.
El caso trata sobre una demanda contra SANATORIO SAN ROQUE S.R.L. (SUC. LA
COSTA) Y LA COSTA CENTRO MÉDICO S.A. S/INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS
Y PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL.
El demandante, el Sr. César Martínez expone que el día 20 de noviembre del año 2014
su esposa, quien estaba embarazada, sufrió un repentino aumento de la presión arterial,
quien al ser una “paciente gestante” podría presentar complicaciones adicionales si no
es tratada conveniente y en tiempo oportuno, motivo por el cual se recurrió al servicio
de ambulancia “SASA” para que le prestara la primera asistencia, ella fue trasladada al
Centro Médico La Costa, por pedido de la misma. Luego de su ingreso se le hicieron
numerosas pruebas y estudios, según el relato el Sr. César, luego de varias horas existe
una complicación en la salud de su esposa y del bebé, ocasionando el fallecimiento de
ambos, se revela la existencia de total impericia del personal del demandado,
negligencia en el proceder del personal de los demandados, y la intención de los
demandados de eludir su responsabilidad por hecho ajeno, presentando algunas pruebas
que no compadecen de la que generalmente ocurre en la práctica médica y han ocultado
otras.
Se habla de tres negligencias existentes en el actuar médico:
1- El no controlar la temperatura corporal de la Sra. Bertha Acosta, como refirió la
perito, en ningún momento pudo controlarse el estado febril de la paciente.
2- El tacto vaginal realizado por el Dr. Cayo Mendoza, dependiente del
SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) cuando que, ante un posible
diagnóstico de desprendimiento de placenta el IMPAC refiere expresamente que no se
debe realizar el tacto vaginal, el ginecobstetra, realiza imprudentemente el tacto vaginal
en presencia del Dr. Willy Müller, también dependiente del Sanatorio, siendo aún más
grave dicha situación al estar presentes dos médicos dependientes del demandado.
3- La más grave, el tiempo de 40 a 45 minutos que se tardó el personal médico del
SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) en realizar la cesárea inmediata
que fuera necesaria y urgente al diagnosticarse el desprendimiento de placenta. Dicho
retraso innecesario y deleznable por parte de todo el personal médico del Sanatorio fue
el mayor acto negligente y desapegado a la lex artis puesto que, cuando que todos los
peritos médicos y el IMPAC refieren claramente que el desprendimiento de placenta es
un diagnostico urgente y que requiere una respuesta inmediata, el plantel médico del
Sanatorio, violando su propio protocolo de actuar en casos de urgencia, aguardó en todo
momento la llegada del médico tratante. Siendo este actuar para el juzgado la mayor
probanza de su falta total de diligencia.
El actuar médico en dicha situación es indudablemente negligente, aunque también
existen medidas o normas del Sanatorio que el personal debe seguir siendo estos
dependientes del mismo, existiendo contratos de prestación de servicios con los
médicos, siendo esta una señal clara de subordinación a un orden establecido por el
centro médico, a pesar del daño evidente causado en el actuar de los profesionales en la
atención de la paciente también existieron problemas que competen a la organización
del Sanatorio, la cual es ciertamente deficiente.
Por ello creo, que no se puede atribuir del todo la responsabilidad a un solo profesional,
puesto que los médicos de guardia, y el plantel de enfermería, todos en su conjunto y
con sus acciones individuales como colectivas han demostrado un afán de aferrarse al
Reglamento del Sanatorio, aguardando indicaciones del Médico Tratante, quien no se
encontraba en el Sanatorio. Estas deficiencias, en específico las tres faltas de diligencias
o negligencias, se deben a fallas de organización que en su conjunto derivaron en la
muerte de la Sra. Bertha Acosta y su bebé.
A pesar de todo esto, no se puede negar que ciertamente los médicos actuaron
negligentemente al realizar procedimientos no recomendados para el caso,
específicamente al realizar el tacto vaginal cuando esto no correspondía.
En cuanto a la resolución del caso es totalmente acertada la sentencia de indemnización
de daños y perjuicios por responsabilidad extracontractual contra el Sanatorio San
Roque S. R. L. (Suc. La Costa), teniendo en cuenta el irreparable daño causado por la
pérdida de dos vidas dejando a 4 niñas sin su madre y sin una hermanita, y a un hombre
sin su esposa e hija. Esta sentencia tal vez no devuelva la vida a ninguna de las dos, pero
a la larga sería de mucha ayuda no solo para paliar el dolor causado por la pérdida, sino
también permitiría costear los estudios, tal vez, universitarios a sus hijas, a fin de que se
puedan ir formando académicamente.
Alumno: Nicolás Florentín
Opinión personal sobre la actuación de los profesionales y la manera de cómo se
resolvió el caso.
Luego de leer y analizar detenidamente el caso, a opinión personal, puedo decir que
cada parte contribuyo de forma deliberada a lo sucedido.
Tanto el Dr. Cayo Mendoza, el Dr. Willy Müller, el Director Médico el Dr. Rigoni y, el
plantel de enfermería que los acompaño en ese momento no actuaron de forma correcta,
resaltando el momento en que el Dr. Mendoza actúa de forma negligente con el Dr.
Müller en su presencia, donde ambos demuestran la falta de conocimiento del protocolo
a llevar a cabo en esta situación en particular que aconteció con la paciente que, de
haberse no realizado, pudo ser otro el resultado de esta intervención.
Además de las estrictas disposiciones realizadas por parte del Sanatorio San Roque SRL
(Suc. LA COSTA) junto con La Costa Centro Medico S.A., a los mencionados
profesionales, de cierta manera entorpeció el actuar de estos en forma independiente; ya
que perdieron tiempo valioso entre la toma de decisión en cada momento, y omitiendo
el estado de salud de la paciente que fue propicio para que la situación terminara con la
perdida de vida de la Sra. Bertha Acosta Pérez y su bebe.
Olvidando así el deber del cuidado al que se comprometieron todas las partes y
poniendo en evidencia la situación actual de la responsabilidad que cada uno de los
participantes toman y la crucial toma de decisiones, que siempre debe ser precisa para
evitar todo tipo de inconvenientes.
Alumna: Ana Gómez Silva.
Opinión personal, sobre la actuación de los profesionales y manera de cómo se
resolvió el caso.
Si bien un acto descuidado puede llevar a una demanda por negligencia. En este caso se
comprobó la acción inapropiada por parte de los médicos que podría haberse evitado y
que no se ejerció los cuidados adecuados, que una persona prudente habría ejercido. En
cualquier caso, se produjo un daño involuntario a la víctima la Sra. BERTHA ACOSTA
PÉREZ, la ausencia de médico supervisor no lo exime de las responsabilidades que,
como médico matriculado, por el hecho de poseer matrícula lo habilita para el ejercicio
de la profesión puede y también debe en determinados casos realizar actos médicos,
asumiendo la responsabilidad por los mismos. De acuerdo al caso que fue analizado se
detectaron 3 principales negligencias por parte de los médicos:
- El no controlar la temperatura corporal de la Sra. BERTHA ACOSTA PÉREZ,
como refirió la perito Dra. Rafaela Fernández, en ningún momento pudo controlarse el
estado febril de la paciente.
Teniendo en cuenta que los signos vitales son las principales manifestaciones de las
funciones de mayor importancia para la vida las alteraciones en estos parámetros son
señales que deben ser tomadas en cuenta, ya que son indicativos de condiciones que
pueden ser de gravedad.
- El tacto vaginal realizado por el Dr. Cayo Mendoza, dependiente del
SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) ante un posible diagnóstico de
desprendimiento de placenta el ginecoobstetra Cayo Mendoza, realiza imprudentemente
el tacto vaginal en presencia del Dr. Willy Müller, también dependiente del
SANATORIO, siendo aún más grave dicha situación al estar presentes dos médicos
dependientes del demandado.
El médico diagnostica el desprendimiento de placenta basándose en los síntomas y,
algunas veces, solicita una ecografía para confirmar el diagnóstico. En ese entonces a
las 17 y 30hs la ecografía no marcaba ningún indicio de desplazamiento de placenta,
posterior a eso la paciente refiere un fuerte dolor abdominal teniendo en cuenta que en
un desprendimiento de placenta los síntomas pueden incluir dolor abdominal repentino,
constante o en forma de calambres o cólicos, sensibilidad al palpar el abdomen y una
caída peligrosa de la presión arterial. Algunas mujeres no experimentan síntomas. Pero
en este caso la Sra. Bertha Acosta Pérez sí presento.
- Respecto al tercer punto negligente la más grave la cual fue determinante, donde
se verifica que hay un control excesivo por parte del sanatorio sobre el actuar del
médico, que no actúa con total independencia, la cuestión en sí es que se demoró
bastante en tomar la decisión de llevar a cabo la cirugía la cual debió ser inmediata ya
teniendo el diagnostico confirmado de un desprendimiento total de placenta, teniendo en
cuenta que el sanatorio cuenta con la infraestructura de poder realizar dicho
procedimiento posterior a la confirmación. Teniendo en cuenta que este sanatorio se
rige por un sistema jerarquizado.
Por ello se consideró en sí que son fallas en la organización y que no se le puede atribuir
a un solo personal médico. Se demostró que el sanatorio demandado ha incumplido su
obligación de seguridad al no velar por la salud de sus pacientes faltando a su
obligación de medios, puesto que, existieron tres negligencias, que fueron determinantes
en el fallecimiento de la Sra. ACOSTA PÉREZ y su bebé.
Estos elementos se tuvieron en cuenta para los daños a ser indemnizados conforme al
Artículo 1856. La magistratura trabajo y analizo por un periodo de 5 años y asigno un
monto razonable y de que el Sr. CESAR GUSTAVO JOSÉ MARTÍNEZ BRÍTEZ y sus
hijas, obtengan con la suma de dinero otorgada por la demandada un bienestar que les
permita contrarrestar el momento difícil ante el fallecimiento de quien en vida fue su
cónyuge, sino también, la frustración del nacimiento sin vida de una nueva integrante de
la familia, a quien iban a dar por nombre María Fe.
Alumna: Patricia Sánchez.
Opinión personal, sobre la actuación de los profesionales y manera de cómo se
resolvió el caso.
Fue una negligencia médica con lo que ocurrió con el caso de la Sra. Bertha Aurora
Acosta Pérez fue una falta de cuidado ,aplicación y diligencia del cumplimiento de una
obligación por parte del plantel de médico que la atendieron a la difunta Sra. Porque en
el principio de la bioética habla y cita por ejemplo: beneficencia , justicia , autonomía y
la no maleficencia que esto son los puntos clave como actuar y el manejo del paciente
por parte de los médicos en este caso la no maleficencia habla de no hacer daño al
paciente en este caso los médicos fue un homicidio a la Sra. y al bebé porque no
actuaron con responsabilidad y emergentes a la situación que merecía una atención muy
importante en la paciente , ellos no actuaron con responsabilidad y vigilancia. El
fallecimiento de la Sra. Y el bebé fue una negligencia médica por parte de los médicos
del Sanatorio San Roque S.R.L y La Costa Centro Médico S.A . El viudo Cesar
Gustavo Martínez promueve a la demanda de INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y
PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL contra LA
COSTA CENTRO MÉDICO S.A Y el SANATORIO SAN ROQUE S.R.L en una suma
de Gs 693.300.000 mas los intereses a una tasa del 1% mensual .

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