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ASUNCION – PARAGUAY
2020
INTRODUCCIÓN
Lex artis hace referencia a la “más exquisita de las artes”, debido a que el
perfeccionamiento no se obtiene en forma inmediata, sino a través de la optimización de
las técnicas con el adiestramiento diario y con la incorporación de nuevas técnicas.
En los tribunales, es común hablar de lex artis ad hoc al referirnos a la medicina, para la
cual existen diversas técnicas para tratar los diversos casos planteados y todas ellas
pueden resultar válidas, aunque queda a cargo del facultativo determinar cuál es la
aplicable al caso concreto, conforme a los conocimientos que posea de la ciencia.
Con la instauración de los protocolos de actuación para procedimientos médicos, se han
establecido una serie de pautas encaminadas todas ellas al diagnóstico y tratamiento, los
cuales resultan útiles, prácticos y correctos en la actuación médica y sirven como
parámetro para establecer eventuales responsabilidades o negligencias en el ejercicio de
la medicina.
El artículo 4 de la Constitución Nacional garantiza la protección de la vida y establece
que toda persona será protegida por el Estado en su integridad física y psíquica, así
como en su honor y en su reputación.
Como regla general, las personas en el ejercicio de una profesión responden por los
daños que causen o puedan ocasionar en otra persona, a través del dolo o de la culpa. El
ejercicio de la medicina no está exento de estas normas.
En la responsabilidad, no se trata de la capacidad o del talento del profesional, sino de la
garantía que tenga el ciudadano contra la imprudencia, la negligencia o la impericia del
accionar médico.
No obstante, por equidad debe tenerse presente que, si bien es necesario considerar los
intereses de los enfermos, la función médica debe ser igualmente protegida contra todo
exceso.
El paciente que ha sufrido un daño en su salud como consecuencia del actuar médico,
puede dirigirse contra éste en dos fueros: Puede iniciar una demanda en el fuero civil a
fin de reclamar la indemnización correspondiente, así como puede realizar una denuncia
en el fuero penal, si considera que existe una responsabilidad en este ámbito y pretende
conseguir una condena para el médico, a más de la indemnización pecuniaria.
Es así, que, en el Paraguay, el actuar medico con consecuencias negativas – entiéndase
daño- se encuentra castigado en el Código Penal, siempre que este devenga de una
acción descuidada y también genera consecuencias determinadas en el Código Civil.
En el caso de la responsabilidad de los centros asistenciales en general, esta deviene casi
en forma automática en la medida en que un médico que pertenezca al plantel del centro
asistencial haya ocasionado un daño en forma culpable.
Para justificar la responsabilidad del centro asistencial hay innumerables teorías, pero la
que más predicamento tiene es la que recurre al contrato en favor de tercero, entre la
clínica, estipulante y el médico promitente se celebra un contrato a favor de tercero, ese
tercero es el beneficiario, paciente, de este doble juego de relaciones surge que las
responsabilidades del médico y del ente asistencial frente al paciente, son directas y de
naturaleza contractual.
Así encontramos que en el Art.1842 del Código Civil Paraguayo dice: “El que
cometiere un acto ilícito actuando bajo la dependencia o con autorización de otro,
compromete también la responsabilidad de éste.”
El principal quedará exento de responsabilidad si prueba que el daño se produjo por
culpa de la víctima o por caso fortuito. El paciente tiene acción contra el médico que es
el autor del daño, y contra el sanatorio porque este asume, en virtud del principio de
buena fe, un deber de protección al lado del deber de prestación, es decir que garantiza
que la atención dada por ese médico va a ser conforme a la lex artis.
En definitiva, los centros asistenciales responden de modo irrefragable sin poder
liberarse probando que eligieron o vigilaron correctamente a los médicos.
El deber de los centros asistenciales alcanza a los actos culposos y dolosos de los
profesionales de la salud.
Cuando es imposible individualizar cual fue el médico que ha incurrido en culpa porque
el origen del daño desaparece en el anonimato propio del ejercicio de la medicina
actual, hay responsabilidad del ente asistencial por mala organización, la causa del
perjuicio está dentro del establecimiento.
El caso siguiente tiene algunos de los elementos citados y será analizado para facilitar la
comprensión y uso de los conceptos que acabamos de mencionar.
1) Resumen de la sentencia con normativas civiles invocadas y principios que
regulan la responsabilidad de los médicos y de la empresa.
2. DAÑO EXTRAPATRIMONIAL
Art.1835 C.C. Existirá daño, siempre que se causare a otro algún perjuicio en su
persona, en sus derechos o facultades, o en las cosas de su dominio o posesión.
La obligación de reparar se extiende a toda lesión material o moral causada
por el acto ilícito. La acción por indemnización del daño moral sólo competerá
al damnificado directo. Si del hecho hubiere resultado su muerte, únicamente
tendrán acción los herederos forzosos.
La mencionada norma refiere a que, en caso de una indemnización por
responsabilidad extracontractual, también podrá exigirse el resarcimiento del perjuicio
no patrimonial, en este caso, el daño moral, el cual resulta evidente atendiendo al caso
en particular, por lo que, se procederá a su profuso análisis.
A. DAÑO MORAL
El daño moral es un daño extrapatrimonial, es decir, que afecta intereses fuera del
patrimonio del perjudicado. Lesiona a afecciones internas, se refiere al sufrimiento que
padece una persona por un evento injusto, que perturba sus sentimientos.
Ante la veracidad del daño producido, el Juzgado procederá a dar el quantum del
daño moral aplicando lo dispuesto en la normativa de fondo.
Para por lo menos tener un parámetro del todo razonable y dar razonamientos del
prudente criterio judicial debemos tener en cuenta ciertas reglas adoptadas por la
doctrina predominante al respecto:
1) situación de la víctima: Se debe considerar en principio la edad, el estado civil,
el estado físico y de salud, la profesión, el valor humanístico del aporte a la
sociedad de la vida de la víctima, entre otros.
2) base de cálculo autónomo: El cálculo no debe regirse por fórmulas
matemáticas rígidas, por su esencia extrapatrimonial, es por ello, que
descartamos categóricamente la pretensión del actor de considerar al daño moral
como la mitad de lo otorgado por el mismo como lucro cesante, en este caso, por
pérdida de chance, pues el justiprecio de la indemnización por daño moral es
totalmente autónomo a los demás rubros patrimoniales.
3) no debe enriquecer al damnificado: Un punto difícil de estudiar, pero, cabe
mencionar que la Sra. BERTHA ACOSTA era una persona activa laboralmente,
por lo que, se estima que la suma que sea otorgada no enriquecerá al accionante,
sino solo reparará una pérdida incalculable.
4) debe otorgar, según el caso, satisfacciones sustitutivas: Este será una de las
pautas determinantes para arribar a la suma de la indemnización por daño moral,
pues, este Juzgado buscará con el monto otorgado buscar que el Sr. CESAR y
sus hijas consigan otros placeres de la vida que sirvan de balance y contrapeso a
los dolores que padecieron y, probablemente seguirán padeciendo por el daño
ocasionado por la demandada.
La suma es incalculable, pero, el valor asignado permitirá por lo menos en
principio paliar los dolores causados por el trágico evento, permitiéndoles realizar algún
viaje cultural en honor a BERTHA ACOSTA, ya que la madre y esposa era bailarina o,
sus hijas podrán incurrir en estudios artísticos y con ello se podrá distender a la familia
del dolor padecido. También les permitirá costear los estudios, tal vez, universitarios a
sus hijas, a fin de se puedan ir formando académicamente.
Finalmente, este Juzgado estima que el quantum razonable por el daño moral
ocasionado por la demandada asciende a Gs. 500.000.000, a razón de Gs.
100.000.000 por cada hija, que son 4, e igual suma para el cónyuge.
En consecuencia, en relación al porcentaje de interés aplicable a la suma indicada,
el Juzgado considera prudente otorgar un 1 % mensual a contar desde el hecho dañoso
producido por la demandada, es decir, desde el deceso de la Sra. BERTHA ACOSTA y
la mortinata, el 21 de noviembre de 2014. El porcentaje es bajo, puesto que, el monto de
la indemnización resulta elevado y en caso de otorgarse un porcentaje superior podría
darse la situación de que el demandado finalmente esté constreñido a pagar una suma
elevada e irracional.
Alumna: Diana Fariña
Opinión personal sobre la actuación de los profesionales y la manera de cómo se
resolvió el caso.
Empiezo dando una breve opinión sobre este articulo en base a lo que es el Hospital
Privado:
Art.1842 del Código Civil Paraguayo.- El que cometiere un acto ilícito actuando bajo la
dependencia o con autorización de otro, compromete también la responsabilidad de éste.
El principal quedará exento de responsabilidad si prueba que el daño se produjo por
culpa de la víctima o por caso fortuito.
Sobre el caso estuve sacando una conclusión por lo general correcta,se puede decir que
el Medico en un hospital privado debe actuar por su capacidad ,conocimiento de lo que
en su momento ya estudio , para accionar de forma inteligente sobre los pacientes ,veo
mal que tengan que depender de otras personas, otros recursos para que le den el (ok)
para dicho actuar , se supone que el medico debe ser independiente para tomar
decisiones sobre el problema que se le presenta en el momento.
Es algo muy irracional que por cualquier medicamento que se le deba administrar a un
paciente, deba esperar la autorización de el médico tratante ,y más si es que por obvias
razones ese Medico no se encuentra.
Creo que hay suficientes pruebas de que el Hospital Privado Del Sanatorio La Costa
tiene absoluta dependencia y que hay un control estricto sobre los personales de salud,
aunque en el contrato llegue a figurar como INDEPENDIENTE no es así ,dependen del
medico tratante o otros recursos que veo muy absurdo.
BREVE RESUMEN DE LOS 3 CASOS DE NEGLIGENCIA EN EL CASO DE
BERTHA ACOSTA:
Primero: El no controlar la temperatura corporal. La Dra Fernández refirió que en
ningún momento se pudo controlar del todo el estado febril de la Sra Bertha Acosta. Mi
opinión es por lo que veo se le administro Dipirona 2 g al ingresar ,pero no es que al
instante baja la fiebre ,al llegar ella tenia 38,6 grados y se le bajo a 37,5 grados , toma
sus horas que la fiebre desaparezca ,en ese caso creo que actuaron bien los Personales
de Salud probablemente lo que debían de haber hecho es que le hicieron medio físico:
Pañito frio en la frente y darle Zmol antes ya y no después de 5 horas apx.
Segundo:El tacto vaginal realizado.Si el ginecologo no sospecha de desprendimiento y
no tenia sangrado ,creo que esta bien su actuar ,pero si ya estaba con mucho sangrado y
ahí el actuo con el tacto vaginal,ahí si esta super mal.
Tercero: Tardar 45 minutos. Para mi el tiempo es rápido , porque si es un publico
mínimo se tarda 2 horas a 2 horas y media ,por que tenes que ver anestesia ,monitor,etc.
Creo que se actúo rápido. Lo que si esta mal ,es que ellos esperaron el OK del medico
tratante y eso si fue así ,se tardo devalde ,esperando el ok de personas “SUPERIORES”
cuando el Dr Mendoza teniendo suficiente capacidad de actuar ya sin esperar la
aprobación de nadie ,noo hizo y definitivamente se tardo ahí.
SENTENCIA FINAL:
Luego de 5 años la justicia estableció una demanda ,donde dicho sanatorio debe pagar
una indemnización a la familia de la paciente fallecida ,creo que esta bien sobre esta
sentencia final,cabe destacar que la Sra Bertha era una señora activa, trabajadora que
dejo 4 hijas ,y esta bien que den una cierta suma a la familia después de los daños que
ocasionaron en dicha familia con la muerte de la Sra Acosta-
Alumna: Sol Flecha
Opinión personal sobre la actuación de los profesionales y la manera de cómo se
resolvió el caso.
Este caso presentado es muy complejo, teniendo en cuenta todas las pruebas
presentadas, por lo cual es necesario hacer un análisis completo para poder emitir una
opinión justa.
El caso trata sobre una demanda contra SANATORIO SAN ROQUE S.R.L. (SUC. LA
COSTA) Y LA COSTA CENTRO MÉDICO S.A. S/INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS
Y PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL.
El demandante, el Sr. César Martínez expone que el día 20 de noviembre del año 2014
su esposa, quien estaba embarazada, sufrió un repentino aumento de la presión arterial,
quien al ser una “paciente gestante” podría presentar complicaciones adicionales si no
es tratada conveniente y en tiempo oportuno, motivo por el cual se recurrió al servicio
de ambulancia “SASA” para que le prestara la primera asistencia, ella fue trasladada al
Centro Médico La Costa, por pedido de la misma. Luego de su ingreso se le hicieron
numerosas pruebas y estudios, según el relato el Sr. César, luego de varias horas existe
una complicación en la salud de su esposa y del bebé, ocasionando el fallecimiento de
ambos, se revela la existencia de total impericia del personal del demandado,
negligencia en el proceder del personal de los demandados, y la intención de los
demandados de eludir su responsabilidad por hecho ajeno, presentando algunas pruebas
que no compadecen de la que generalmente ocurre en la práctica médica y han ocultado
otras.
Se habla de tres negligencias existentes en el actuar médico:
1- El no controlar la temperatura corporal de la Sra. Bertha Acosta, como refirió la
perito, en ningún momento pudo controlarse el estado febril de la paciente.
2- El tacto vaginal realizado por el Dr. Cayo Mendoza, dependiente del
SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) cuando que, ante un posible
diagnóstico de desprendimiento de placenta el IMPAC refiere expresamente que no se
debe realizar el tacto vaginal, el ginecobstetra, realiza imprudentemente el tacto vaginal
en presencia del Dr. Willy Müller, también dependiente del Sanatorio, siendo aún más
grave dicha situación al estar presentes dos médicos dependientes del demandado.
3- La más grave, el tiempo de 40 a 45 minutos que se tardó el personal médico del
SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) en realizar la cesárea inmediata
que fuera necesaria y urgente al diagnosticarse el desprendimiento de placenta. Dicho
retraso innecesario y deleznable por parte de todo el personal médico del Sanatorio fue
el mayor acto negligente y desapegado a la lex artis puesto que, cuando que todos los
peritos médicos y el IMPAC refieren claramente que el desprendimiento de placenta es
un diagnostico urgente y que requiere una respuesta inmediata, el plantel médico del
Sanatorio, violando su propio protocolo de actuar en casos de urgencia, aguardó en todo
momento la llegada del médico tratante. Siendo este actuar para el juzgado la mayor
probanza de su falta total de diligencia.
El actuar médico en dicha situación es indudablemente negligente, aunque también
existen medidas o normas del Sanatorio que el personal debe seguir siendo estos
dependientes del mismo, existiendo contratos de prestación de servicios con los
médicos, siendo esta una señal clara de subordinación a un orden establecido por el
centro médico, a pesar del daño evidente causado en el actuar de los profesionales en la
atención de la paciente también existieron problemas que competen a la organización
del Sanatorio, la cual es ciertamente deficiente.
Por ello creo, que no se puede atribuir del todo la responsabilidad a un solo profesional,
puesto que los médicos de guardia, y el plantel de enfermería, todos en su conjunto y
con sus acciones individuales como colectivas han demostrado un afán de aferrarse al
Reglamento del Sanatorio, aguardando indicaciones del Médico Tratante, quien no se
encontraba en el Sanatorio. Estas deficiencias, en específico las tres faltas de diligencias
o negligencias, se deben a fallas de organización que en su conjunto derivaron en la
muerte de la Sra. Bertha Acosta y su bebé.
A pesar de todo esto, no se puede negar que ciertamente los médicos actuaron
negligentemente al realizar procedimientos no recomendados para el caso,
específicamente al realizar el tacto vaginal cuando esto no correspondía.
En cuanto a la resolución del caso es totalmente acertada la sentencia de indemnización
de daños y perjuicios por responsabilidad extracontractual contra el Sanatorio San
Roque S. R. L. (Suc. La Costa), teniendo en cuenta el irreparable daño causado por la
pérdida de dos vidas dejando a 4 niñas sin su madre y sin una hermanita, y a un hombre
sin su esposa e hija. Esta sentencia tal vez no devuelva la vida a ninguna de las dos, pero
a la larga sería de mucha ayuda no solo para paliar el dolor causado por la pérdida, sino
también permitiría costear los estudios, tal vez, universitarios a sus hijas, a fin de que se
puedan ir formando académicamente.
Alumno: Nicolás Florentín
Opinión personal sobre la actuación de los profesionales y la manera de cómo se
resolvió el caso.
Luego de leer y analizar detenidamente el caso, a opinión personal, puedo decir que
cada parte contribuyo de forma deliberada a lo sucedido.
Tanto el Dr. Cayo Mendoza, el Dr. Willy Müller, el Director Médico el Dr. Rigoni y, el
plantel de enfermería que los acompaño en ese momento no actuaron de forma correcta,
resaltando el momento en que el Dr. Mendoza actúa de forma negligente con el Dr.
Müller en su presencia, donde ambos demuestran la falta de conocimiento del protocolo
a llevar a cabo en esta situación en particular que aconteció con la paciente que, de
haberse no realizado, pudo ser otro el resultado de esta intervención.
Además de las estrictas disposiciones realizadas por parte del Sanatorio San Roque SRL
(Suc. LA COSTA) junto con La Costa Centro Medico S.A., a los mencionados
profesionales, de cierta manera entorpeció el actuar de estos en forma independiente; ya
que perdieron tiempo valioso entre la toma de decisión en cada momento, y omitiendo
el estado de salud de la paciente que fue propicio para que la situación terminara con la
perdida de vida de la Sra. Bertha Acosta Pérez y su bebe.
Olvidando así el deber del cuidado al que se comprometieron todas las partes y
poniendo en evidencia la situación actual de la responsabilidad que cada uno de los
participantes toman y la crucial toma de decisiones, que siempre debe ser precisa para
evitar todo tipo de inconvenientes.
Alumna: Ana Gómez Silva.
Opinión personal, sobre la actuación de los profesionales y manera de cómo se
resolvió el caso.
Si bien un acto descuidado puede llevar a una demanda por negligencia. En este caso se
comprobó la acción inapropiada por parte de los médicos que podría haberse evitado y
que no se ejerció los cuidados adecuados, que una persona prudente habría ejercido. En
cualquier caso, se produjo un daño involuntario a la víctima la Sra. BERTHA ACOSTA
PÉREZ, la ausencia de médico supervisor no lo exime de las responsabilidades que,
como médico matriculado, por el hecho de poseer matrícula lo habilita para el ejercicio
de la profesión puede y también debe en determinados casos realizar actos médicos,
asumiendo la responsabilidad por los mismos. De acuerdo al caso que fue analizado se
detectaron 3 principales negligencias por parte de los médicos:
- El no controlar la temperatura corporal de la Sra. BERTHA ACOSTA PÉREZ,
como refirió la perito Dra. Rafaela Fernández, en ningún momento pudo controlarse el
estado febril de la paciente.
Teniendo en cuenta que los signos vitales son las principales manifestaciones de las
funciones de mayor importancia para la vida las alteraciones en estos parámetros son
señales que deben ser tomadas en cuenta, ya que son indicativos de condiciones que
pueden ser de gravedad.
- El tacto vaginal realizado por el Dr. Cayo Mendoza, dependiente del
SANATORIO SAN ROQUE SRL (SUC. LA COSTA) ante un posible diagnóstico de
desprendimiento de placenta el ginecoobstetra Cayo Mendoza, realiza imprudentemente
el tacto vaginal en presencia del Dr. Willy Müller, también dependiente del
SANATORIO, siendo aún más grave dicha situación al estar presentes dos médicos
dependientes del demandado.
El médico diagnostica el desprendimiento de placenta basándose en los síntomas y,
algunas veces, solicita una ecografía para confirmar el diagnóstico. En ese entonces a
las 17 y 30hs la ecografía no marcaba ningún indicio de desplazamiento de placenta,
posterior a eso la paciente refiere un fuerte dolor abdominal teniendo en cuenta que en
un desprendimiento de placenta los síntomas pueden incluir dolor abdominal repentino,
constante o en forma de calambres o cólicos, sensibilidad al palpar el abdomen y una
caída peligrosa de la presión arterial. Algunas mujeres no experimentan síntomas. Pero
en este caso la Sra. Bertha Acosta Pérez sí presento.
- Respecto al tercer punto negligente la más grave la cual fue determinante, donde
se verifica que hay un control excesivo por parte del sanatorio sobre el actuar del
médico, que no actúa con total independencia, la cuestión en sí es que se demoró
bastante en tomar la decisión de llevar a cabo la cirugía la cual debió ser inmediata ya
teniendo el diagnostico confirmado de un desprendimiento total de placenta, teniendo en
cuenta que el sanatorio cuenta con la infraestructura de poder realizar dicho
procedimiento posterior a la confirmación. Teniendo en cuenta que este sanatorio se
rige por un sistema jerarquizado.
Por ello se consideró en sí que son fallas en la organización y que no se le puede atribuir
a un solo personal médico. Se demostró que el sanatorio demandado ha incumplido su
obligación de seguridad al no velar por la salud de sus pacientes faltando a su
obligación de medios, puesto que, existieron tres negligencias, que fueron determinantes
en el fallecimiento de la Sra. ACOSTA PÉREZ y su bebé.
Estos elementos se tuvieron en cuenta para los daños a ser indemnizados conforme al
Artículo 1856. La magistratura trabajo y analizo por un periodo de 5 años y asigno un
monto razonable y de que el Sr. CESAR GUSTAVO JOSÉ MARTÍNEZ BRÍTEZ y sus
hijas, obtengan con la suma de dinero otorgada por la demandada un bienestar que les
permita contrarrestar el momento difícil ante el fallecimiento de quien en vida fue su
cónyuge, sino también, la frustración del nacimiento sin vida de una nueva integrante de
la familia, a quien iban a dar por nombre María Fe.
Alumna: Patricia Sánchez.
Opinión personal, sobre la actuación de los profesionales y manera de cómo se
resolvió el caso.
Fue una negligencia médica con lo que ocurrió con el caso de la Sra. Bertha Aurora
Acosta Pérez fue una falta de cuidado ,aplicación y diligencia del cumplimiento de una
obligación por parte del plantel de médico que la atendieron a la difunta Sra. Porque en
el principio de la bioética habla y cita por ejemplo: beneficencia , justicia , autonomía y
la no maleficencia que esto son los puntos clave como actuar y el manejo del paciente
por parte de los médicos en este caso la no maleficencia habla de no hacer daño al
paciente en este caso los médicos fue un homicidio a la Sra. y al bebé porque no
actuaron con responsabilidad y emergentes a la situación que merecía una atención muy
importante en la paciente , ellos no actuaron con responsabilidad y vigilancia. El
fallecimiento de la Sra. Y el bebé fue una negligencia médica por parte de los médicos
del Sanatorio San Roque S.R.L y La Costa Centro Médico S.A . El viudo Cesar
Gustavo Martínez promueve a la demanda de INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y
PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL contra LA
COSTA CENTRO MÉDICO S.A Y el SANATORIO SAN ROQUE S.R.L en una suma
de Gs 693.300.000 mas los intereses a una tasa del 1% mensual .