A la edad de 8 años, veía el mar por televisión y me
parecía tan bonito y divertido, que siempre le decía a mi mamá que quería ir, pero me decía que no porque no había recursos económicos.
Por la tarde que llegué de estudiar me acosté a
dormir y empecé a soñar que mi mamá había conseguido dinero y nos habíamos ido a santa marta al mar, estaba demasiado emocionada, llegamos y lo pasamos de lo genial, cuando conocí el mar, me daba un poco de miedo meterme, pero mi mamá me ayudaba, luego soñé que nos devolvíamos y que recordé ese día como unos de los mejores.