Está en la página 1de 5

Nuestra señora de laus

Nuestra Señora de Laus (en francés : Notre-Dame du Laus ) o Refugio de los pecadores es


una advocación de María venerada por la Iglesia católica y denota las apariciones marianas que tuvieron lugar
entre los años de 1664 y 1718 en Saint-Étienne-le-Laus en Francia, a Benoite Rencurel, una joven pastora.1

Nuestra Señora de Laus tiene en total, según el relato de la pastora de ovejas varias apariciones por más de 54
años.12 La Virgen le pide a Benita Rencurel que amoneste a las mujeres y a las muchachas de vida escandalosa,
especialmente las que cometen aborto, a los ricos injustos o perversos, a los sacerdotes y religiosos infieles a sus
compromisos sagrados.13
Entre los años de 1669 y 1679, Benita es bendecida con cerca de cinco apariciones de Cristo, que se le revela en
un estado de sufrimiento. Un viernes de julio de 1673, Jesús ensangrentado, le dice: "Hija mía, me muestro en este
estado para que participes de los dolores de mi Pasión".
Después de más de dos décadas de sufrimientos y constantes apariciones de la Virgen, Benita recibe el la
Comunión el día de Navidad de 1718 y tres días más tarde se confiesa y recibe la Unción. Hacia las ocho de la
noche, Benita se despide de los que la rodean y, luego, tras besar un crucifijo y con la vista mirando al cielo, fallece
en paz.14
En tiempos modernos se registró la visita de Nuestra Señora de Laus a una humilde familia en las montañas de
San Rafael de Heredia, un pequeño pueblo en Costa Rica, donde cuidaba el sueño de un niño varón de tan solo
nueve meses y que fue recogido el testimonio por los medios locales. 15
Nuestra señora de la medalla milagrosa

El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré,


humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida
de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra
Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que
descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:

"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos
luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que
me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me
imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos
rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".

Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con


estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos
a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla

semejante a esto que estás viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la
protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los
corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagro

sa.

También podría gustarte