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Los huesos del Viscerocraneo forman la parte anterior del cráneo y rodean la
boca, nariz/cavidad nasal y la mayor parte de las órbitas. Está formado por 15
huesos irregulares: Impares: Etmoides y vómer. Pares: maxilares, cornetes
nasales inferiores, cigomáticos, palatinos, nasales y lagrimales). Se incluirá en
la presente actividad el estudio de la mandíbula y el hioides. Los maxilares
forman la mayor parte del esqueleto facial superior, que se fija a la base del
cráneo. La mandíbula es móvil, y se articula con la base craneal a través de la
articulación temporomandibular. Hay que recordar que el cráneo externamente
presenta la visión anterior (facial), posterior, superior, inferior y laterales. La
parte endocraneal de la base del cráneo presenta tres fosas: anterior, media y
posterior, donde se observan detalles anatómicos provistos por el encéfalo y
agujeros que son atravesados por nervios y vasos sanguíneos. En el
autoestudio individual del cráneo en su conjunto se deberá remarcar las
formaciones anatómicas óseas: órbitas, cavidad nasal, paladar óseo, fosas
temporales, infra temporales y pterigopalatinas. Los huesos de la cara, el
cráneo visceral, o la visión anterior del cráneo, está en relación con los
primeros órganos de los aparatos digestivo y respiratorio y con algunos
órganos de los sentidos. Esta se subdivide en una parte alta, denomirada cara,
maxilar superior, y una inferior, denominada cara inferior, mandíbula
DESARROLLO:
1. Identifique, apoyado con su atlas comentado, los huesos que
conforman el esqueleto facial y reconozca los detalles anatómicos
relevantes.
• Impares: mandíbula, etmoides, vómer y hioides.
Mandíbula.
La mandíbula (fig. 8.245), consta de un cuerpo con parte derecha e izquierda,
que se fusionan anteriormente en la línea media (sínfisis mandibular), y dos
ramas. La zona de fusión es visible sobre la superficie externa del hueso como
una ondulación vertical en la línea media.
■ La hoja lateral de hueso (la lámina papirácea del etmoides) es plana y forma
parte de la pared medial de la órbita.
■ La hoja medial de hueso forma la parte superior de la pared lateral de la
cavidad nasal y se caracteriza por dos apófisis y un abultamiento (fig. 8.229B).
Las dos apófisis son dos promontorios óseos curvados (los cornetes superior y
medio), que se proyectan a lo largo de la cavidad nasal y se curvan hacia abajo
para terminar en bordes mediales libres. Por debajo del origen del cornete
medio, las celdillas etmoidales medias forman una gran prominencia (la
ampolla etmoidal), sobre la pared medial del laberinto.
Extendiéndose anterosuperiormente desde debajo de la ampolla hay un surco
(el infundíbulo etmoidal), que continúa hacia arriba, y se acerca para formar un
conducto que penetra en el laberinto etmoidal y se abre en el seno frontal. Este
conducto es para el conducto frontonasal, en el que drena el seno frontal.
La superficie superior del laberinto etmoidal se articula con el hueso frontal, que
generalmente completa el techo de las celdillas etmoidales, mientras que la
superficie anterior se articula con la apófisis frontal del maxilar y con el hueso
lagrimal. La superficie inferior se articula con el borde medial superior del
maxilar.
Una proyección delicada con forma irregular (la apófisis unciforme) sobre la
cara anterior de la superficie inferior del laberinto etmoidal se
extiende posteroinferiormente a través de un gran defecto (el hiato maxilar) en
la pared medial del maxilar para articularse con el cornete inferior.
Una gran apófisis triangular (la crista galli), en la línea media sobre la superficie
superior de la lámina cribosa, sujeta un pliegue (la hoz del cerebro) de la
duramadre en la cavidad craneal.
Hueso cigomático
El hueso cigomático posee una morfología cuadrangular y origina la
prominencia ósea palpable en la mejilla. En él se distinguen:
■ La apófisis maxilar, que se extiende anteromedialmente para articularse
con la apófisis cigomática del hueso maxilar.
■ La apófisis frontal, que se extiende superiormente para articularse con la
apófisis cigomática del hueso frontal.
■ La apófisis temporal, que se extiende posteriormente para
articularse con la apófisis cigomática del hueso temporal, completando así
el arco cigomático.
-En la superficie lateral del hueso cigomático existe un pequeño orificio
( el agujero cigomático facial) a través del cual salen el nervio y los vasos
cigomaticofaciales para distribuirse por la mejilla.
-En la superficie medial profunda del hueso puede observarse el agujero
cigomático temporal.
-A partir de la apófisis frontal se extiende posteromedialmente una
delgada lámina ósea que contribuye a la formación de la pared orbitaria
lateral por un lado y de la pared anterior de la fosa temporal por el otro.
Sobre la superficie que forma parte de la fosa temporal, en su punto de
unión con la apófisis frontal, existen uno o más pequeños orificios para la
salida de los ramos terminales del nervio cigomaticotemporal.
Palatinos
Detalles anatómicos de la visión inferior:
■ En la línea media anterior, inmediatamente posterior a los dientes se
encuentra la fosa incisiva, cuyas paredes con tienen el agujero incisivo (la
abertura de los conductos incisivos, que representan vías de paso entre el
paladar duro y la cavidad nasal).
■ Próximos al borde posterolateral del paladar óseo, a ambos lados, se
encuentran los agujeros palatinos mayores, que llevan a los conductos
palatinos mayores.
■ Posteriores a los agujeros palatinos mayores, en la apófisis piramidal de
cada hueso palatino se encuentran los agu jeros palatinos menores, que
llevan a los conductos palatinos menores.
■ En la línea media del borde posterior libre del paladar óseo se observa
una proyección ósea afilada (la espina nasal posterior).
Nasales
Superiormente, en la región nasal, los huesos nasales pares se articulan
entre sí en la línea media, y con el hueso frontal superiormente.
- El centro de la sutura frontonasal, formada por la articulación de los
huesos nasales con el hueso frontal, constituye el nasión.
-Cada hueso nasal se articula lateralmente con la apófisis frontal de cada
maxilar.
-En la región nasal, inferiormente se encuentra la abertura piriforme, que
representa la gran abertura anterior en la región nasal de la cavidad nasal.
Se encuentra limitada superiormente por los huesos nasales, y lateral e
inferiormente por los huesos maxilares.
-Através de la abertura piriforme son visibleslas crestas nasales
fusionadas, que forman la porción inferior del tabique nasal óseo y que
termina anteriormente en la espina nasal anterior, así como los cornetes
nasales inferiores (conchas), pares.
• Los huesos con que se articula cada uno de los huesos del
viscerocráneo.
Los huesos maxilares pares y los huesos palatinos pares se articulan
por medio de la sutura palatomaxilar y las láminas horizontales de cada
hueso palatino se unen en la línea media por la sutura interpalatina.
• Detalles anatómicos relevantes de cada hueso.
• Reconocer y describir la articulación temporomandibular.
Las dos articulaciones temporomandibulares permiten la apertura y el
cierre de la boca así como los movimientos de masticación compleja o los
movimientos de lateralidad de la mandíbula.
Se trata de una articulación de tipo sinovial que se establece entre el
cóndilo de la mandíbula y la fosa articular y el tubérculo articular del hueso
temporal (fig. 8.134A).
A diferencia de la mayor parte del resto de las articulaciones sinoviales,
donde las superficies articulares de los huesos están recubiertas por una
capa de cartílago hialino, las de la articulación temporomandibular se
encuentran cubiertas de fibrocartílago. Además, la articulación está
dividida por completo en dos partes por medio de un disco articular
fibroso:
■ La porción inferior de la articulación permite principalmente los
movimientos tipo bisagra, de depresión y de elevación mandibular.
■ La porción superior de la articulación permite que el cóndilo de la
mandíbula se proyecte hacia delante (propulsión) hacia el tubérculo
articular y hacia atrás (retropulsión) en la fosa mandibular.
En la apertura de la boca participan los mecanismos de depresión y
propulsión (fig. 8.134B).
Puntos importantes
2. Cráneo en su conjunto:
• Observe el cráneo en su conjunto (neurocráneo y viscerocráneo), en su
aspecto externo e interno.
• Visualice los huesos que se observan en la cara anterior, posterior,
superior, inferior y laterales.
Ubique cada agujero y fosas del cráneo, indicando las estructuras que en
ella se ubican y las que les atraviesan.
Describa la conformación, límites, y contenido de las fosas craneales.
•Fosa craneal anterior: Las porciones inferior y anterior de los lóbulos
frontales del cerebro ocupan la fosa craneal anterior, la más alta de las tres.
Está formada por el hueso frontal anteriormente, el etmoides en la parte media,
y el cuerpo y las alas menores del esfenoides posteriormente. La mayor parte
de la fosa está constituida por las porciones orbitarias del hueso frontal, que
sostienen los lóbulos frontales del cerebro y forman el techo de las órbitas. La
superficie presenta unas impresiones sinuosas (impresiones cerebrales) que
alojan los giros (circunvoluciones) orbitarios de los lóbulos frontales.
La cresta frontal es una extensión ósea media del hueso frontal. En su base se
halla el foramen ciego del hueso frontal, atravesado por vasos durante el
desarrollo fetal, pero que carece de significado más tarde. La crista galli es una
gruesa cresta ósea media posterior al foramen ciego, que se proyecta
superiormente desde el etmoides. A cada lado de esta cresta se encuentra la
lámina cribosa del etmoides, con aspecto parecido a un colador. Sus
numerosos y diminutos forámenes dan paso a los nervios olfatorios (NCI)
desde las áreas olfatorias de las cavidades nasales hasta los bulbos olfatorios
del cerebro, situados sobre esta lámina.
•Fosa craneal medial: La fosa craneal media, en forma de mariposa, presenta
una parte central, compuesta por la silla turca en el cuerpo del esfenoides, y
unas grandes partes laterales deprimidas a cada lado. La fosa craneal media
es posteroinferior a la fosa craneal anterior, separada de ella por las agudas
crestas esfenoidales lateralmente y por el limbo esfenoidal centralmente. Las
crestas esfenoidales están formadas sobre todo por los bordes posteriores
agudos de las alas menores del esfenoides, que se proyectan sobre las partes
laterales de las fosas anteriormente. Las crestas esfenoidales finalizan
medialmente en dos proyecciones óseas agudas, los procesos clinoides
anteriores
Una cresta variablemente prominente, el limbo esfenoidal, forma el límite
anterior del surco prequiasmático, orientado de forma transversal, que se
extiende entre los conductos ópticos derecho e izquierdo. Los huesos que
constituyen las partes laterales de la fosa son las alas mayores del esfenoides
y las porciones escamosas de los huesos temporales lateralmente, y las
porciones petrosas del hueso temporal posteriormente. Las partes laterales de
la fosa craneal media soportan los lóbulos temporales del cerebro. El límite
entre las fosas craneales media y posterior es el borde superior de la porción
petrosa del hueso temporal lateralmente, y una lámina ósea plana, el dorso de
la silla turca del esfenoides, medialmente.
La silla turca es la formación ósea con aspecto de silla de montar situada en la
superficie superior del cuerpo del esfenoides. Se encuentra rodeada por los
procesos clinoides anteriores y posteriores. Clinoides significa «pata de la
cama», y los cuatro procesos (dos anteriores y dos posteriores) rodean la fosa
hipofisaria, la «cama» de la glándula hipófisis, como las cuatro patas de una
cama. La silla turca se compone de tres partes:
1. El tubérculo de la silla (pomo de la silla): es una elevación media
variablemente prominente que forma el límite posterior del surco
prequiasmático y el límite anterior de la fosa hipofisaria.
2. La fosa hipofisaria: es una depresión media (el asiento de la silla) en el
cuerpo del esfenoides que aloja la hipófisis.
3. El dorso de la silla (respaldo de la silla): es una lámina ósea cuadrada que
se proyecta superiormente desde el cuerpo del esfenoides. Constituye el límite
posterior de la silla turca y sus ángulos superolaterales prominentes componen
los procesos clinoides posteriores. A cada lado del cuerpo del esfenoides, una
semiluna de cuatro forámenes perfora las raíces de las caras cerebrales de las
alas mayores del esfenoide.
1. Fisura orbitaria superior: se encuentra localizada entre las alas mayor y
menor; se abre anteriormente en el interior de la órbita.
2. Foramen redondo: se encuentra posterior al extremo medial de la fisura
orbitaria superior; sigue un curso horizontal hasta una abertura en la cara
anterior de la raíz del ala mayor del esfenoides en el interior de una formación
ósea entre los huesos esfenoides, maxilar y palatino, la fosa pterigopalatina.
3. Foramen oval: es un orificio grande posterolateral al foramen redondo; se abre
inferiormente en la fosa infratemporal.
4. Foramen espinoso: localizado posterolateralmente al foramen oval; también
se abre en la fosa infratemporal en relación con la espina del esfenoides.
El foramen rasgado no forma parte de la semiluna de forámenes. Este foramen
se sitúa posterolateralmente a la fosa hipofisaria y es un artefacto del cráneo
en seco pues en vida está cerrado por una lámina cartilaginosa. Sólo algunas
ramas arteriales meníngeas y pequeñas venas atraviesan verticalmente el
cartílago de un modo completo. La arteria carótida interna y sus plexos
simpático y venoso que la acompañan pasan sobre la cara superior del
fibrocartílago (sobre el foramen), y algunos nervios lo atraviesan
horizontalmente y pasan hacia un foramen en su límite anterior.
Extendiéndose posterior y lateralmente desde el foramen rasgado hay un
estrecho surco del nervio petroso mayor en la cara anterosuperior de la porción
petrosa del hueso temporal. También hay un pequeño surco del nervio petroso
menor.
•Fosa craneal posterior: La fosa craneal posterior, la mayor y más inferior de
las tres fosas craneales, aloja el cerebelo, el puente y la médula oblongada. (La
fosa craneal posterior está formada principalmente por el hueso occipital, pero
el dorso de la silla del esfenoides marca su límite anterior centralmente y las
porciones petrosa y mastoidea de los huesos temporales contribuyen a sus
«paredes» anterolaterales.
¿Qué estructuras forman el tabique nasal óseo y a que huesos
pertenecen?
Tabique nasal óseo: Es la estructura laminar osteocartilaginosa ubicada en la
parte media de la pirámide nasal, de disposición vertical y anteroposterior,
forma la pared interna de ambas fosas nasales.
El tabique nasal está compuesto por:
•Lámina perpendicular del hueso etmoides: Un borde anterior que
corresponde a la espina nasal del frontal. Su borde posterior, más sinuoso, está
bifurcado en su parte superior para articularse con la cresta del hueso
esfenoidal. En su parte inferior se corresponde con el hueso vómer.
•Hueso vómer: El hueso vómer es un hueso impar y central perteneciente a
los huesos de la cara que forma el tabique nasal óseo junto con el hueso
etmoides y divide la nariz en fosas nasales izquierda y derecha, presenta dos
caras y cuatro bordes. Sus caras presentan surcos de los vasos y nervios.
El vómer se articula con:
1) Con el borde superior del pico del hueso esfenoides.
2) Con la cresta del hueso palatino.
3) Con la cresta nasal del hueso maxilar superior.
4) Con la parte posteroinferior de la lámina perpendicular del hueso etmoides.
5) Con el cartílago septal.
•Cresta del hueso maxilar: La cresta ósea en la cavidad oral es la parte del
hueso maxilar o mandibular más externo, y en sentido vertical, más cercano a
la encía de la cual “nace” el diente. También se puede denominar el “borde” o
“reborde”.
•Cresta del hueso palatino: Las crestas palatinas están cerca del margen
posterior en la superficie nasal de la placa horizontal y son crestas
transversales más o menos marcadas para la unión de parte de la aponeurosis
del Tensor veli palatini.
El tabique nasal está irrigado por los dos sistemas carotídeos:
La región posterior y media del tabique es irrigada por la arteria esfenopalatina
(por su rama interna o nasopalatina), rama de la arteria maxilar interna, rama
de la carótida externa.
La región anteroinferior del tabique está irrigada por la arteria del subtabique,
rama de la arteria facial, rama de la carótida externa.
Las arterias etmoidal anterior y etmoidal posterior, ramas de la arteria oftálmica,
rama de la carótida interna, irrigan la región anterosuperior y posterosuperior
del tabique nasal, respectivamente.
La inervación sensitiva del tabique está dada por las dos primeras ramas del V
para craneal.
La inervación sensorial de las fosas nasales está dada por el nervio olfatorio o
II para craneal.
La inervación neurovegetativa simpática se origina en el simpático cervical y
llega por el plexo perivascular de la arteria esfenopalatina (continuación del
plexo de la carótida externa). Un contingente menor lo hace por el nervio
vidiano.
La inervación neurovegetativa parasimpática se origina en el núcleo salival
superior y llega al ganglio esfenopalatino a través del nervio vidiano: en las
fosas nasales penetran a través de la escotadura esfenopalatina las fibras
postganglionares que forman los nervios esfenopalatinos.
Cavidad nasal: Las dos cavidades nasales son las partes más superiores del
tracto respiratorio y contienen los receptores olfativos. Son espacios alargados
con forma de cuña con una base inferior grande y un vértice superior estrecho.
Una estructura esquelética que consiste principalmente en hueso y cartílago
sujeta las aberturas.
Las regiones anteriores más pequeñas de las cavidades están rodeadas por la
nariz, mientras que las regiones posteriores más grandes están más centradas
dentro del cráneo. Las aberturas anteriores de las cavidades nasales son las
narinas, que se abren en la superficie inferior de la nariz. Las aberturas
posteriores son las coanas, que se abren en la nasofaringe. Las cavidades
nasales están separadas:
•Una de la otra por un tabique nasal en la línea media.
•De la cavidad oral por abajo por el paladar duro.
•De la cavidad craneal por arriba por partes de los huesos frontal, etmoides y
esfenoides. Lateralmente a las cavidades nasales están las órbitas. Cada
cavidad nasal tiene un suelo, un techo, una pared medial y una pared lateral
Estructura esquelética. Los huesos que contribuyen a formar el esqueleto de
las cavidades nasales incluyen:
•Los huesos impares etmoides, esfenoides, frontal y vómer.
•Los huesos pares nasales, maxilares, palatinos y lagrimales y los cornetes
inferiores. De todos estos huesos que se asocian con las cavidades nasales, el
etmoides es uno de los más importantes.
Función: El tabique nasal cumple la función específica de sostén de la
pirámide nasal, permitiendo la correcta fisiología nasal, cuyas funciones
principales son: función ventilatoria, función olfatoria y función fonatoria.
•Función ventilatoria: tiene por objetivo el intercambio de oxígeno y anhídrido
carbónico en los alvéolos pulmonares.
•Función olfatoria: distingue diferentes sustancias dispersas en el aire.
También se define como la capacidad para detectar odorantes.
•Función fonatoria: se trata de que el aire que atraviesa las cuerdas vocales,
las hace vibrar y produce sonido; sin este flujo continuo de aire proveniente de
los pulmones, los seres humanos no podríamos hablar ni cantar.
¿En qué se diferencia el hueso hioides (cuello) del de los huesos del
cráneo?
El hueso hioides es un pequeño hueso en forma de U, que se dispone en un
plano horizontal justo por encima de la laringe, donde puede ser palpado y
movilizado de un lado al otro. El hueso hioides no se articula directamente con
ningún otro elemento esquelético de la cabeza o del cuello. El hioides es único
entre los huesos debido a que está aislado del resto del esqueleto. Está
suspendido por músculos y ligamentos que lo unen a la mandíbula, a la apófisis
estiloides, al cartílago tiroides, al manubrio del esternón, a la escápula y al
ligamento estilohioideo.
¿Por qué estructuras y de qué huesos se forma el arco cigomático?
El arco cigomático está formado por la unión del proceso temporal del hueso
cigomático y el proceso cigomático del hueso temporal (parte anterolateral del
cráneo). Sus estructuras son la apófisis cigomática, apófisis frontal, apófisis
temporal. Superiormente, la apófisis del hueso cigomático, apófisis frontal, se
articula con la apófisis cigomática del hueso frontal, participando en la
formación del reborde orbitario lateral; en esta visión lateral del cráneo destaca
la apófisis temporal horizontal del hueso cigomático, que se proyecta en
dirección posterior para articularse con la apófisis cigomática del hueso
temporal y crear de este modo el arco cigomático. Es el lugar donde se insertan
los 2 músculos cigomáticos, temporal, masetero y el elevador del labio.
Meatos nasales:
Está compuesto por las glándulas lagrimales basales y las glándulas reflejas. ...
Por otro lado, también tiene una función excretora de la lágrima el músculo
orbicular en su porción palpebral, ya que es el encargado de comprimir el saco
lagrimal y trasladar la lágrima hacia el conducto nasolagrimal y el meato nasal.
Los senos paranasales son unos espacios llenos de aire situados entre los
huesos de la cabeza. Se comunican con la cavidad nasal a través de unos
pequeños orificios. Los senos paranasales producen moco que se drena en la
nariz, para mantenerla húmeda y libre de polvo y microbios.
Fontanelas
Son las separaciones (puntos blandos) (áreas de tejido conjuntivo denso
correspondiente a la unión de 2 o más suturas) que durante aproximadamente
12 o 18 meses se observan como desarrollo normal entre los huesos del
cráneo de un bebe en el sitio en donde en la edad adulta se formaran las
suturas.