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Kafka, ¡No bromees!

Era una mañana temprano, las calles estaban limpias y vacías, yo


iba caminando rumbo a la estación.
Cuando comparé mi reloj con el de una torre, me di cuenta de que
era ya mucho mas tarde de lo que había creído; tenía que darme
mucha prisa; el susto que me produjo mi descubrimiento me hizo
sentir inseguro sobre el camino a tomar; no conocía muy bien esa
ciudad; felizmente, había cerca un policía; corrí hacia él, y, casi
sin aliento ya, le pregunté por el camino; el policía sonrió y me dijo:
-¿Y quieres que yo te enseñe el camino?
-Sí-dije-, ya que solo no puedo dar con él.
-¡Vamos, hombre!¡No bromees, vamos!-dijo él, y se dio vuelta con el ímpetu de
quien no quiere dejar ver su risa.

Franz Kafka, ¡No bromees! Relatos Póstumos

Disponible en: http://malondeideas.blogspot.com/2006/07/no-bromees.html

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