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Espacio curricular: Legislation

Carrera: PEP.
Curso: 4 A y B. Turno: Noche.
Ciclo Lectivo: 2021.
Régimen de Cursado: Cuatrimestral.
Formato: Seminario Taller.
Modalidad: Virtual.
Profesora: Isleño Giselle Araceli.
Alumno: Noriega Walter Emmanuel.
Trabajo practico: nro. 4

ACTIVIDADES:

1) Realizar una breve reseña respecto del:

I. Financiamiento de la Educación y la Regulación de las Instituciones privadas.


II. Ley de financiamiento educativo.
III. Ley técnico profesional.

2) Analizar y realizar una síntesis sobre:


I. El nuevo sentido asignado a la Educación Pública.
II. Lo público y lo privado en la Ley de Educación Nacional.
III. La Gestión Social a partir de la ley Nacional de Educación. -
IV. EN CUENTA:

Para realizar en el trabajo debemos tener en cuenta los horarios de consulta. NO duden en realizar
las consultas respectivas.

Respuesta

1) breve reseña respecto del:

I. Financiamiento de la Educación y la Regulación de las Instituciones privadas

El sistema educativo en Argentina se sustenta en un esquema federal y descentralizado. El


Estado Nacional y las provincias2 tienen la responsabilidad principal e indelegable de proveer
la educación y solventar el financiamiento educativo. La estructura actual del sistema se
estableció en 2006 por la Ley de Educación Nacional Nº 26.2063 que regula las
responsabilidades por nivel de gobierno:

a) El Estado Nacional tiene a cargo las Universidades Nacionales y fija la política nacional a
través de políticas que promuevan la equidad educativa.
b) Las provincias administran las instituciones educativas de los niveles y modalidades y los
institutos terciarios (formación docente y/o técnico-profesional).
La estructura del financiamiento educativo por nivel de gobierno es compleja. La principal
fuente de redistribución de recursos a nivel federal es la Coparticipación Federal de Impuestos
junto con los fondos nacionales. Mediante este esquema, se transfieren a las arcas de las
jurisdicciones provinciales, los recursos de manera diaria (transferencias automáticas)
originados en impuestos nacionales (por ejemplo, el Impuesto al Valor Agregado, a las
Ganancias, a los Bienes Personales y a la Seguridad Social). Además, el Estado Nacional, a
través de sus reparticiones ministeriales, destina fondos específicos mediante políticas
nacionales a las provincias (transferencias no automáticas). Por último, las provincias poseen
como fuente de recursos la recaudación de origen provincial.

La Ley de Financiamiento Educativo Nº 26.075, en el año 2005, estableció alcanzar la meta de


inversión del 6% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación, ciencia y tecnología para el
año 2010. Luego de alcanzado este nivel de inversión, la Ley de Educación Nacional Nº 26.206,
sancionada en el 2006, estableció destinar el 6% del PIB exclusivamente a la educación como
nivel de inversión mínima. Este marco normativo estipula que ambos niveles de gobierno
realicen esfuerzos presupuestarios para alcanzar y sostener esta meta de inversión educativa
consolidada (Nación y provincias).

Comprender cómo se estructuran los fondos disponibles en las provincias resulta


imprescindible. Del gasto educativo provincial se financió con recursos provinciales, con
fondos de la Coparticipación Federal de Impuestos y con fondos del Estado Nacional en
concepto transferencias para políticas educativas hacia las provincias.

Para el año 2018, alrededor del 70% del presupuesto educativo de la Nación se destina a la
educación universitaria. De este porcentaje, el 99% se destina a los salarios docentes
universitarios y el restante 1% a infraestructura. Con el 30% de los fondos restantes, la Nación
financia políticas para la educación básica, que se distribuyen de la siguiente manera: 44% al
cofinanciamiento de salarios docentes, 46% a políticas educativas (gestión educativa, calidad,
información, capacitación docente, entre otros) y 10% a infraestructura escolar en las
provincias.

Una clasificación del gasto es según tipo de rubro: corrientes (son rubros que se agotan dentro
de un año presupuestario, como salarios, becas, transferencias a educación privada) y de
capital (en bienes que duran más de una ejecución, como infraestructura o equipamiento). De
acuerdo a esta clasificación, la estructura del gasto educativo provincial total presenta una
concentración significativa en gastos corrientes.
II. Ley de financiamiento educativo

Sancionada el 21 de diciembre de 2005, y promulgada el 9 enero de 2006, establece el incremento


de la inversión en educación, ciencia y tecnología por parte del Gobierno Nacional, los Gobiernos
provinciales y C.A.B.A hasta alcanzar una participación del 6% en el Producto Bruto Interno en el
año 2010. Establece por el plazo de cinco años una asignación específica de recursos
coparticipables en los términos del inciso 3 del artículo 75 de la Constitución Nacional. Crea el
Programa Nacional de Compensación Salarial Docente.

Seguida a ella, se promulgó la Ley de educación nacional N 26 206 (2006) vigente hasta el día de
hoy. Pero dicha ley educativa no hubiese sido posible si antes no se promulgaba la de
financiamiento, así como la ley que fijó un mínimo obligatorio de 180 días de clases, entre otras.

Durante la década anterior (los 90), el Estado nacional había transferido a las provincias buena
parte de las cargas educativas. Pero no se habían instrumentado los aspectos concernientes a la
financiación.

La ley ordenó la responsabilidad de financiamiento de cada uno de los niveles de Estado


(municipal, provincial y nacional), a la vez que aseguró una mejora en la equidad de los recursos
para las provincias con menos ingresos tributarios (y por ende, con menos recursos).

Así lo establece en sus artículos:

Artículo 1º — El Gobierno nacional, los Gobiernos provinciales y la Ciudad Autónoma de Buenos


Aires aumentarán la inversión en educación, ciencia y tecnología, entre los años 2006 y 2010, y
mejorarán la eficiencia en el uso de los recursos con el objetivo de garantizar la igualdad de
oportunidades de aprendizaje, apoyar las políticas de mejora en la calidad de la enseñanza y
fortalecer la investigación científico-tecnológica, reafirmando el rol estratégico de la educación, la
ciencia y la tecnología en el desarrollo económico y socio-cultural del país.

Artículo 2º —Sus objetivos:


a) Incluir en el nivel inicial al CIEN POR CIENTO (100%) de la población de CINCO (5) años de edad y
asegurar la incorporación creciente de los niños y niñas de TRES (3) y CUATRO (4) años,
priorizando los sectores sociales más desfavorecidos.
b) Garantizar un mínimo de DIEZ (10) años de escolaridad obligatoria para todos los niños, niñas y
jóvenes. Asegurar la inclusión de los niños, niñas y jóvenes con necesidades educativas especiales.
Lograr que, como mínimo, el TREINTA POR CIENTO (30%) de los alumnos de educación básica
tengan acceso a escuelas de jornada extendida o completa, priorizando los sectores sociales y las
zonas geográficas más desfavorecidas.
c) Promover estrategias y mecanismos de asignación de recursos destinados a garantizar la
inclusión y permanencia escolar en niños, niñas y jóvenes que viven en hogares por debajo de la
línea de pobreza mediante sistemas de compensación que permitan favorecer la igualdad de
oportunidades en el sistema educativo nacional.
d) Avanzar en la universalización del nivel medio/polimodal logrando que los jóvenes no
escolarizados, que por su edad deberían estar incorporados a este nivel, ingresen o se
reincorporen y completen sus estudios.
e) Erradicar el analfabetismo en todo el territorio nacional y fortalecer la educación de jóvenes y
adultos en todos los niveles del sistema.
f) Producir las transformaciones pedagógicas y organizacionales que posibiliten mejorar la calidad
y equidad del sistema educativo nacional en todos los niveles y modalidades, garantizando la
apropiación de los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios por la totalidad de los alumnos de los
niveles de educación inicial, básica/primaria y media/polimodal.
g) Expandir la incorporación de las tecnologías de la información y de la comunicación en los
establecimientos educativos y extender la enseñanza de una segunda lengua.
h) Fortalecer la educación técnica y la formación profesional impulsando su modernización y
vinculación con la producción y el trabajo. Incrementar la inversión en infraestructura y
equipamiento de las escuelas y centros de formación profesional.
i) Mejorar las condiciones laborales y salariales de los docentes de todos los niveles del sistema
educativo, la jerarquización de la carrera docente y el mejoramiento de la calidad en la formación
docente inicial y continua.
j) Fortalecer la democratización, la calidad, los procesos de innovación y la pertinencia de la
educación brindada en el sistema universitario nacional.
k) Jerarquizar la investigación científico-tecnológica y garantizar el cumplimiento de los objetivos
propuestos para el sistema científico-tecnológico nacional.

Artículo 5º — A fin de lograr el cumplimiento de los objetivos descriptos en el artículo 2° de la


presente ley, el gasto consolidado en educación se incrementará anualmente.

Artículo 7º — Establece, por el plazo de CINCO (5) años, una asignación específica de recursos
coparticipables en los términos del inciso 3 del artículo 75 de la Constitución Nacional con la
finalidad de garantizar condiciones equitativas y solidarias en el sistema educativo nacional, y de
coadyuvar a la disponibilidad de los recursos previstos en el artículo 5°. El monto total anual de la
afectación referida será equivalente al SESENTA POR CIENTO (60%) del incremento en la
participación del gasto consolidado en educación, ciencia y tecnología en el Producto Interno
Bruto, según surge del segundo sumando del cuadro del artículo 5° de la presente ley.

Artículo 8º — La determinación del monto de la asignación específica correspondiente a cada


provincia y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a partir del monto total que surge de la
aplicación del artículo anterior, se efectuará conforme a un índice que se construirá anualmente
en función de los siguientes criterios:

a) La participación de la matrícula de cada provincia y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en


el total de los niveles inicial a superior no universitario, correspondiente a todos los tipos de
educación (ponderación OCHENTA POR CIENTO (80%).
b) La incidencia relativa de la ruralidad en el total de la matrícula de educación común de cada
provincia y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (ponderación DIEZ POR CIENTO (10%).
c) La participación de la población no escolarizada de TRES (3) a DIECISIETE (17) años de cada
Provincia y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el total (ponderación DIEZ POR CIENTO
(10%).

Artículo 9º — Créase, en el ámbito del MINISTERIO DE EDUCACION, CIENCIA Y TECNOLOGIA, el


Programa Nacional de Compensación Salarial Docente, cuyo objetivo será el contribuir a la
compensación de las desigualdades en el salario inicial docente en aquellas provincias en las
cuales se evalúe fehacientemente que, a pesar del esfuerzo financiero destinado al sector y de las
mejoras de la eficiencia en la asignación de los recursos, no resulte posible superar dichas
desigualdades.

Artículo 10º — El MINISTERIO DE EDUCACION, CIENCIA Y TECNOLOGIA juntamente con el Consejo


Federal de Cultura y Educación y las entidades gremiales docentes con representación nacional,
acordarán un convenio marco que incluirá pautas generales referidas a: a) condiciones laborales,
b) calendario educativo, c) salario mínimo docente y d) carrera docente.

III. Ley técnico profesional.

La ley de Educación Técnico Profesional (ETP) fue sancionada el 7 de septiembre de 2005 bajo la
presidencia de Néstor Kirchner, siendo ministro de Educación, Ciencia y Tecnología Daniel Filmus.

Se puede decir que la educación técnica en Argentina nació en 1899 con la fundación de la primera
escuela técnica del país por el ingeniero Otto Krause. Durante los primeros años del siglo XX surgió
la necesidad de crear más instituciones técnicas y de formación en oficios ante las demandas de
diferentes sectores industriales. Así, se crearon instituciones en todo el país. La creación del
Consejo Nacional de Educación Técnica, en 1959, permitió uniformar y agilizar su enseñanza.

En los años 1990, con la sanción de la Ley Federal de Educación (N° 24.195), las instituciones de
enseñanza técnica y profesional fueron subsumidas por el Polimodal -ciclo posterior al de la
educación obligatoria de 9 años (que incluía Educación Inicial y General Básica de 1° a 8° año). En
la práctica, esto significó la destrucción de la educación técnica y tecnológica a través de la
sostenida desinversión en recursos físicos, humanos y de gestión. El traspaso de las escuelas
industriales a los polimodales implicó la dilución de la formación en el nivel secundario, y la
ausencia de una validez nacional de los títulos técnicos. Desde varias entidades sectoriales y
sindicales se oyeron reclamos que buscaban incluir la formación profesional a contra turno en los
últimos años de la EGB e implementar los Trayectos Técnicos Profesionales luego del Polimodal.
Finalmente, esta ley fue derogada en 2006 y reemplazada por la Ley Nacional de Educación (Nº
26.206), vigente actualmente.

En el artículo 38 de la Ley Nacional de Educacion es establecida como modalidad la Educación en


la Educación Secundaria y la Educación Superior responsable de la formación de técnicos medios y
técnicos superiores en áreas ocupacionales específicas y de la formación profesional. La Educación
Técnico Profesional se rige por las disposiciones de la Ley Nº 26.058, en concordancia con los
principios, fines y objetivos de la presente ley.

Esta modalidad se implementa en las instituciones de gestión estatal o privada que cumplen con
las disposiciones de la Ley Nº 26.058.

En sus artículos establece:


Artículo 1º — La presente ley tiene por objeto regular y ordenar la Educación Técnico Profesional
en el nivel medio y superior no universitario del Sistema Educativo Nacional y la Formación
Profesional.

Artículo 2º — Esta ley se aplica en toda la Nación en su conjunto, respetando los criterios
federales, las diversidades regionales y articulando la educación formal y no formal, la formación
general y la profesional en el marco de la educación continua y permanente.

Artículo 7º — La Educación Técnico Profesional en el nivel medio y superior no universitario tiene


como propósitos específicos:
a) Formar técnicos medios y técnicos superiores en áreas ocupacionales específicas, cuya
complejidad requiera la disposición de competencias profesionales que se desarrollan a través de
procesos sistemáticos y prolongados de formación para generar en las personas capacidades
profesionales que son la base de esas competencias.
b) Contribuir al desarrollo integral de los alumnos y las alumnas, y a proporcionarles condiciones
para el crecimiento personal, laboral y comunitario, en el marco de una educación técnico
profesional continua y permanente.
c) Desarrollar procesos sistemáticos de formación que articulen el estudio y el trabajo, la
investigación y la producción, la complementación teórico- práctico en la formación, la formación
ciudadana, la humanística general y la relacionada con campos profesionales específicos.
d) Desarrollar trayectorias de profesionalización que garanticen a los alumnos y alumnas el acceso
a una base de capacidades profesionales y saberes que les permita su inserción en el mundo del
trabajo, así como continuar aprendiendo durante toda su vida.

Artículo 22. — El Consejo Federal de Cultura y Educación aprobará para las carreras técnicas de
nivel medio y de nivel superior no universitario y para la formación profesional, los criterios
básicos y los parámetros mínimos referidos a: perfil profesional, alcance de los títulos y
certificaciones y estructuras curriculares, en lo relativo a la formación general, científico-
tecnológica, técnica específica y prácticas profesionalizantes y a las cargas horarias mínimas.

Artículo 24. — Los planes de estudio de la Educación Técnico Profesional de nivel medio, tendrán
una duración mínima de seis (6) años. Estos se estructurarán según los criterios organizativos
adoptados por cada jurisdicción y resguardando la calidad de tal Servicio Educativo
Profesionalizante.

Artículo 26. —otorgará la validez nacional y la consiguiente habilitación profesional de los títulos,
en el marco de los acuerdos alcanzados en el Consejo Federal de Cultura y Educación.

Artículo 31. —se asegurará niveles adecuados de equipamiento para talleres, laboratorios,
entornos virtuales de aprendizaje u otros, de modo que permitan acceder a saberes científico
técnicos - tecnológicos actualizados y relevantes y desarrollar las prácticas profesionalizantes o
productivas en las instituciones de educación técnico profesional.
Artículo 32. —permitirán garantizar el derecho de los estudiantes y de los egresados a la formación
y al reconocimiento, en todo el territorio nacional, de estudios, certificaciones y títulos de calidad
equivalente.
2) síntesis sobre:

I. El nuevo sentido asignado a la Educación Pública.


A inicios del mes de septiembre de 2006, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la
Nación presentó a la opinión pública un borrador para la discusión de un anteproyecto de
articulado para una norma jurídica destinada a reemplazar a la Ley Federal de Educación. La
presentación estuvo precedida por una convocatoria a un debate público, apoyada en la difusión
de un documento base y una consulta realizada mediante la administración de una encuesta de
carácter voluntario a la ciudadanía.

El “Documento para el debate” adopta un fuerte discurso en torno a la educación como un


derecho social.
Se propone:
1. Garantizar que todos tengan acceso y permanezcan en el sistema educativo.
2. La buena calidad de la educación es un derecho de todos.
3. Garantizar el derecho a ser reconocido y respetado en su lengua y en su cultura.
4. Garantizar el derecho a una educación a lo largo de toda la vida.
5. Garantizar el derecho de las familias a participar en la educación de sus hijos.

Así, en el artículo 2 y 4, dice que la educación y el conocimiento son un bien público y un derecho
personal y social, garantizados por el Estado, y que provee una educación integral, permanente y
de calidad para todos los habitantes de la Nación, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en
el ejercicio de este derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias.

II. Lo público y lo privado en la Ley de Educación Nacional

La Ley de Educación Nacional (2006), si bien conserva el supuesto de que toda la educación es
pública, incorpora dos nuevos modos de gestión: cooperativa y social, tal como se indica a
continuación:

Artículo 13.- El Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reconocen,
autorizan y supervisan el funcionamiento de instituciones educativas de gestión privada,
confesionales o no confesionales, de gestión cooperativa y de gestión social.

Artículo 14.- El Sistema Educativo Nacional es el conjunto organizado de servicios y acciones


educativas reguladas por el Estado que posibilitan el ejercicio del derecho a la educación. Lo
integran los servicios educativos de gestión estatal y privada, gestión cooperativa y gestión social,
de todas las jurisdicciones del país, que abarcan los distintos niveles, ciclos y modalidades de la
educación.

III. La Gestión Social a partir de la ley Nacional de Educación. -


La Ley de Educación Nacional reconoció, en su artículo 13, a la educación de gestión social
como un sector diferenciado de la educación estatal y de la educación privada. Ante la falta de
una definición precisa de esta categoría, el Consejo Federal de Educación aprobó recientemente
la Resolución 33/07, que plantea posibles criterios para definir la educación de gestión social.
Se espera una inminente normativa federal que termine de plasmar esos criterios y favorezca el
proceso de institucionalización de este nuevo sector, que en realidad tiene una larga historia.

En ese camino, la diversidad de expresiones que congrega la educación de gestión social ha


comenzado a gestar su propio movimiento, constituyéndose como un colectivo de escuelas y
experiencias educativas. Allí se están articulando las identidades y las demandas específicas,
que por su propia filosofía esperan ser parte de políticas que escuchen a las bases y no se
diseñen de “arriba hacia abajo”.

Detrás de este colectivo de actores se encuentran las manifestaciones de la educación popular,


las escuelas cooperativas, las experiencias de “escuelas libres”, los proyectos educativos de los
movimientos sociales, entre otras alternativas pedagógicas de distinta raigambre histórica. Los
une la voluntad de ser reconocidos como parte de la educación pública y no seguir figurando al
margen de las categorías o dentro de un espacio que no sienten propio, como el de la
educación de gestión privada.

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