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CICLO FINAL
TEMA 20
HÁBITOS NOCIVOS
PARA LA ACTIVIDAD
DEPORTIVA
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TEMA 20
HÁBITOS NOCIVOS PARA LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
1. Introducción.
2. Riesgos propios de una práctica deportiva inadecuada: repercusiones físicas,
psico-emocionales y psico-sociales.
2.1. Repercusiones físicas.
2.2. Repercusiones psicoemocionales.
2.3. Repercusiones psicosociales.
3. Contraindicaciones generales más importantes a la práctica de ejercicio
físico: contraindicaciones absolutas y relativas; precauciones.
3.1. Contraindicaciones absolutas y relativas.
3.2. Precauciones.
3.2.1. Precauciones dependientes del deportista.
4. Hábitos insalubres contraproducentes para la práctica deportiva.
4.1. Alcohol.
4.2. Tabaco.
4.3. Otras drogas.
4.4. Comida rápida.
4.5. Trastornos alimenticios.
4.5.1. Tipología y características de los trastornos alimenticios.
5. Bibliografía.
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HÁBITOS NOCIVOS PARA LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
1. INTRODUCCIÓN.
Teniendo en cuenta que hacer deporte no siempre es sinónimo de práctica saludable, en este tema
describiremos los principales riesgos y contraindicaciones asociados al deporte cuando se realiza
de una forma inadecuada y no adaptada a las capacidades e intereses de los deportistas. Por último se
contempla un apartado sobre las precauciones a tener en cuenta tanto por el técnico deportivo como
por el propio deportista y su entorno (padres/madres y/o tutores de niños y jóvenes deportistas) para
disminuir los riesgos de la práctica.
Toda práctica deportiva conlleva un riesgo para la salud física, psicológica y social en mayor o menor
medida, dependiendo de factores como:
Edad.
Características Capacidades físicas, afectivas y sociales.
del deportista Intereses por la práctica deportiva.
Enfermedades o patologías.
Los principales riesgos biológicos de la práctica son las lesiones por traumatismo o por sobrecarga,
la aparición de problemas cardiorrespiratorios, el sobreentrenamiento y también, aunque con una
menor incidencia, la muerte súbita.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-todos-
contra-muerte-subita/2906354/
Se recomienda ver este documental emitido en TVE en relación a la muerte
súbita.
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Las lesiones deportivas son las más frecuentes y están asociadas a accidentes y acciones propias del
deporte o a la no adecuación del entrenamiento a las capacidades del deportista, sobre todo en el
deporte de tipo competitivo.
Establecer excesivas exigencias de rendimiento deportivo puede tener consecuencias como las que
se describen a continuación.
Normalmente se reduce el tiempo libre del deportista, por lo que éste puede haber perdido etapas
de la vida (niñez perdida) necesarias para la formación de su personalidad. Puede desarrollar niveles
excesivos de autoexigencia y responsabilidad, mayor ansiedad y miedo al fracaso; pueden aparecer
comportamientos maniáticos relacionados con el rendimiento (en algunas modalidades deportivas
donde el peso corporal, la apariencia física y la delgadez ejercen mucha presión, pueden aparecer
comportamientos compulsivos de exceso de ejercicio y/o trastornos alimentarios, como la anorexia
y bulimia).
La actitud del técnico y del entorno del deportista son elementos clave para disminuir la ansiedad y
la frustración del deportista.
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HÁBITOS NOCIVOS PARA LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
El riesgo psicológico más importante es el aumento del estrés que puede provocar la competición
deportiva sobre todo en niños y adolescentes.
Casi con toda seguridad, cualquier persona puede hacer algún tipo de actividad física (aunque sea de
forma muy reducida), siempre que esté adaptada a sus capacidades individuales. Aun así, y teniendo
en cuenta los riesgos especificados en el apartado anterior, debemos considerar las patologías o
alteraciones que contraindican la realización total de actividad física (contraindicaciones absolutas) o
de algún tipo de ejercicio o modalidad deportiva (contraindicaciones relativas).
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3.1. Contraindicaciones absolutas y relativas.
3.2. Precauciones.
Para prevenir cualquier riesgo asociado a la actividad físico-deportiva, hay que tener una serie de
precauciones antes de comenzar a hacer deporte, durante y al finalizar un periodo de trabajo.
Hacer una correcta evaluación inicial del deportista es la mejor precaución que puede existir para
realizar una práctica deportiva saludable, ya sea la realizada por diversión, por mantenimiento de la
forma física o por competir y obtener resultados. En esta evaluación inicial es primordial la realización
de una revisión médica, puesto que va a ser la que determine el estado de salud de la persona, si
puede o no hacer ejercicio físico y de qué tipo.
No se debería comenzar a realizar deporte (de forma libre o en un club o institución) sin consultar al
médico si puede realizar actividad física y qué tipo.
Está muy extendido el uso del PAR-Q, cuestionario de la Universidad de Columbia, Canadá, como
cuestionario de aptitud mínimo para comenzar a realizar actividad física bajo control y seguimiento
del estado de forma de un iniciado.
El PAR-Q (Physical Activity Readiness Questionnaire) ayuda a los individuos entre 15 y 69 años a saber si
necesitan consultar con un doctor antes de comenzar un programa de entrenamiento físico, mientras
que a los mayores de 69 años que no son activos físicamente se les sugiera verificar con un doctor.
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HÁBITOS NOCIVOS PARA LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
SÍ NO
1. ¿Alguna vez su médico le ha indicado que usted tiene un problema cardiovascular,
y que solamente puede llevar a cabo ejercicios o actividad física si lo refiere un médico.
2. ¿Sufre de dolores frecuentes en el pecho cuando realiza algún tipo de actividad física?
3. ¿En el último mes, le ha dolido el pecho cuando no estaba haciendo actividad física?
4. ¿Con frecuencia pierde el equilibrio debido a mareos, o alguna vez ha perdido el conocimiento?
5. ¿Tiene problemas en los huesos o articulaciones (por ejemplo, en la espalda, rodillas o cadera)
que pudiera agravarse al aumentar la actividad física?
6. ¿Al presente, le receta su medico medicamentos (por ejemplo, pastillas de agua) para la presión
arterial o problemas con el corazón?
7. ¿Existe alguna otra razón por la cual no debería participar en un programa de actividad física?
Nota: Este cuestionario es valido hasta un máximo de 12 meses, a partir de la fecha en que se completa. El
mismo se invalida si su estado de salud requiere contestar SI en alguna de las siete preguntas.
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La finalidad que persigue esta evaluación inicial es:
EVALUACIÓN INICIAL
Historial clínico
Enfermedades, medicación, hábitos
deportivos, antecedentes familiares
Revisión médica
Una vez que la persona se ha informado de si puede o no realizar AF y de qué tipo de AF es la más
apropiada en función de su estado de salud y condición física, el deportista tiene que ser responsable
con su salud y adoptar una serie de precauciones:
• Elegir una modalidad deportiva acorde a sus capacidades y preferencias (con una intensidad
y nivel de dificultad adecuados, que sea gratificante y divertida).
• Practicar con continuidad (frecuencia de 3 o más días a la semana y durante todo el año).
• Tener hábitos de vida saludables: además de la práctica de ejercicio físico de manera regular,
la alimentación ha de ser saludable, equilibrada y variada; evitar el consumo de drogas y
tener un descanso adecuado.
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HÁBITOS NOCIVOS PARA LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
Existen una serie de hábitos de vida saludables que favorecen la obtención de mayores beneficios
con el deporte y ayudan a mejorar el rendimiento físico. Nos estamos refiriendo a los beneficios que
aporta el no consumir tabaco, alcohol y otras drogas ilegales, moderar el consumo de medicamentos
y evitar la comida rápida y poco sana.
Alcohol, tabaco y otras drogas son sustancias que no aportan ningún nutriente. Por el contrario, crean
adicción y otros problemas psicosociales.
Estas sustancias tienen efectos tóxicos para el organismo perjudiciales para la salud y el rendimiento
deportivo.
4.1. Alcohol.
El consumo no moderado de alcohol puede producir afección en el hígado, riñón, sistema nervioso
central, aparato digestivo y músculo. Está totalmente contraindicado con el ejercicio físico porque
aumenta el tiempo de reacción, disminuye la coordinación, el equilibrio, la precisión de los
movimientos, la fuerza y la potencia, y altera la regulación de la temperatura corporal.
Otros efectos asociados al consumo excesivo de alcohol son disminución de la percepción de riesgo,
perturbación del comportamiento, aumento del estado de fatiga, alteración de la visión y en dosis
elevadas puede producir el coma o la muerte.
Además es una conducta muy aceptada socialmente tomarlo tras la AFD, pero aumenta el riesgo de
deshidratación, en especial la cerveza.
4.2. Tabaco.
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4.3. Otras drogas.
Además del tabaco y el alcohol, el consumo de otras drogas puede producir adicción y alteraciones
fisiológicas y psicológicas con graves repercusiones para la salud de las personas, sean o no deportistas.
En el deporte hay una minoría que utiliza determinadas sustancias para intentar incrementar de forma
fraudulenta el rendimiento en la competición; este tipo de comportamiento, denominado “dopaje”,
está totalmente prohibido (además de penalizado legalmente) y conlleva riesgos para la salud del
deportista a corto, medio y largo plazo.
Efectos secundarios
Tipos de drogas Qué producen
para la salud
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Los principales efectos del abuso de este tipo de comidas son el sobrepeso y la obesidad, el incremento
del riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiacas, hipertensión y colesterol.
Hasta ahora hemos visto que la obesidad es una enfermedad vinculada a la alimentación, en la que
existe un consumo excesivo de calorías en relación con el gasto energético de cada persona. Pero
además existen otras enfermedades relacionadas con la alimentación, como son los denominados
Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), que afectan a la población en general y al ámbito
deportivo en particular, y que entrañan gravísimos problemas para la salud, como la anorexia nerviosa,
la bulimia y la ortorexia. También hay un trastorno de la conducta denominado vigorexia, que suele
llevar asociados comportamientos alimenticios inadecuados.
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4.5.1. Tipología y características de los trastornos alimenticios.
Anorexia nerviosa.
Es una enfermedad que se caracteriza por un rechazo a mantener el peso corporal por encima del
mínimo normal para su edad y talla. Se tiene miedo al aumento de peso incluso cuando se está por
debajo de lo normal y por ello se deja de comer o se come mucho menos de lo que es necesario. Las
personas que padecen anorexia nerviosa tienen una distorsión de la percepción del propio cuerpo,
de forma que se sienten gordas aunque tengan un peso muy bajo.
Bulimia nerviosa.
Define a la persona que tiene el hábito de comer de
forma incontrolada gran cantidad de alimentos
en un corto espacio de tiempo, de manera
compulsiva, ( incontrolada) y a continuación realiza
conductas compensatorias con el fin de no ganar
peso (como provocarse el vómito, uso de laxantes,
ejercicio físico excesivo…).
Ortorexia.
Vigorexia.
En este trastorno de la conducta en relación a la actividad física se produce una obsesión con
la imagen corporal y el aumento de la musculatura en la que la persona que lo padece tiene una
distorsión de la percepción de su imagen corporal. Esto a su vez conlleva unos hábitos alimenticios
poco equilibrados, ricos en proteínas y otras sustancias que pueden incrementar la masa muscular y
descuidar otro tipo de nutrientes necesarios como las grasas.
https://www.youtube.com/watch?v=Um91_PyHFB4
El reverso de la medalla
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5. BIBLIOGRAFÍA.
• Corral, J.A. (2005) “Los hábitos alimenticios en los niños deportistas. En: S. Romero (Coord.).
Escuela de padres y madres. Ante una nueva proyección de las Escuelas Deportivas Municipales”.
(pp.113-125). Sevilla, Instituto Municipal de Deportes.
• Delgado, M. y Tercedor, P. (2002) “Estrategias de intervención en educación para la salud desde
la Educación Física”. Barcelona, Ed. Inde.
• Edusport. Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, 2010. Disponible en web en:
http://recursos.cnice.mec.es/edfisica/profesorado/unidad2/unidad2.php
• Ibáñez, J. y Astiasarán, I. (2010) “Alimentación y deporte”. Navarra, Ediciones Universidad de
Navarra.
• Pacheco, M.J. (2013) “Cuido mi condición física”. En: Centro Nacional de Información y
Comunicación (CNICE), Serie recursos educativos
• Ramos Gordillo, A. (2012) “Actividad física e higiene para la salud”. Las Palmas, Universidad de
las Palmas de Gran Canaria.
• Toro, J. (1996) “El cuerpo como delito. Anorexia, bulimia, cultura y sociedad”. Barcelona, Ed. Ariel.
• Zagalaz, M.L.; Romero, S. y Contreras, O. (2002) “La anorexia nerviosa como distorsión de la
imagen corporal”. Programa de prevención desde la educación física escolar en la provincia de
Jaén. Revista digital Iberoamericana de Educación Física. Disponible en web en: http://www.
rieoei.org/edu_sal1.htm
Para la elaboración de este libro, se han utilizado de manera total o parcial los materiales didácticos
cedidos por el Instituto Andaluz del Deporte, centro de enseñanzas deportivas referente en
Andalucía y a nivel nacional, en formación y difusión de la actividad física y el deporte.
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