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La globalización no solo afecta a las empresas medianas y grandes sino también a las

pequeñas,basta con observar como se han ido acabando las tiendas familiares de abarrotes
reemplazadas por grandes cadenas internacionales se supermercados, los “ negocitos” de
maquinas de tragamonedas por los grandes establecimientos de apuestas, las pequeñas firmas
de contadores por los grandes consorcios globales multiservicios, entre otros varios ejemplos.

 podemos decir que la mayoría de las microempresas existentes constituye un basto sector de
subsistencia, en el que encontramos unidades que "…se dedican a actividades de comercio,
producción o servicios relativamente pequeñas y usualmente con menos de tres trabajadores,
incluyendo al dueño. Normalmente se dedican al sector comercial, mantienen
bajas cuentas de resultados que se aplican al sostenimiento de la unidad familiar, casi nunca
llevan un registro de sus actividades, operan con bajísimos niveles de tecnología y activos fijos,
se concentran en los centros urbanos, y presentan un nivel de escolaridad media que no
supera el nivel primario. La presencia de mujeres es especialmente importante en las
empresas de subsistencia. Estas empresas suelen presentar escasísimos eslabonamientos hacia
atrás y virtualmente ninguno hacia adelante, sirviendo sus productos y servicios
preponderantemente a los vecindarios donde se radican". (Dávalos y Espinel, s/a).

La importancia de las empresas de subsistencia, a pesar de que no son grandes generadoras


de empleo remunerado, es que mejoran los niveles de vida de la población y representan una
alternativa a la pobreza extrema. Incluso las microempresas que van más allá del nivel de
supervivencia, las que suelen ser identificadas como "microempresas consolidadas",
constituyen también una importante fuente de ocupación para amplios sectores de población,
joven y veterana, que no cuentan con los niveles de calificación exigidos por los mercados
laborales más modernos.

La globalización ha venido transformando el mundo en que vivimos. Si tenemos la oportunidad


de viajar a diferentes lugares del mundo, encontraremos marcas conocidas en cada rincón de
la tierra, sin importar lo lejos que este lugar se encuentre ni lo arraigado de las tradiciones
locales.

Las empresas multinacionales luchan por ganar mercado en cada país del globo terráqueo. La
pelea por conseguir consumidores para sus productos o servicios ya no se circunscribe a un
solo país o región, sin embargo la competencia en cada plaza se da contra jugadores locales o
en el mejor de los casos nacionales, que ven afectada su operación por la llegada de
competidores con presencia de marca mundial.

Las más afectadas ante este entorno de competencia son las pequeñas y medianas empresas
(pymes), ya que no cuentan con: el apoyo de un corporativo poderoso, una economía de
escalas por tener una operación globalizada, contratos benéficos con proveedores por el
tamaño de la operación, entre muchas otras limitantes.

Ante esta realidad se pudiera pensar que las pymes son una especie en extinción; sin embargo
su tamaño, estructura ligera, conocimiento del mercado local, entre otras características,
hacen que éstas se puedan adaptar más fácilmente a un mercado cambiante y buscar ventajas
competitivas.
Las pymes tienen diferentes opciones para competir, donde su creatividad y adaptabilidad
serán fundamentales para sobrevivir en un entorno globalizado:
La primera es aliarse a las grandes empresas trasnacionales, siendo su proveedor de productos
o servicios. En México, se puede acudir a ferias y exposiciones especializadas en desarrollo de
proveedores en donde las pymes se acercan a grandes trasnacionales para realizar sinergia de
negocios.

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