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INDICE
FASCÍCULO Nº 1
EL CONTRATO
Página
1. Teoria General del Contrato Privando 9
1.1. Evolución histórica del contrato 10
2. Concepto de Contrato 12
3. Elementos Esenciales del Contrato 13
3.1. El consentimiento 13
3.2. La Obligación 14
4. Funciones del Contrato 14
4.1. La Función Jurídica 14
4.2. La Función Económica del Contrato 14
4.3. La Función Económica del Contrato 15
5. Principios en la Contratación 16
5.1. Autonomía Privada 16
5.2. La Fuerza Obligatoria 23
5.3. El Efecto Relativo 23
5.4. El Consensualismo 24
5.5. Buena Fe 24
Resumen 25
Bibliografía recomendada 26
Nexo 27
Auto evaluación formativa 28
FASCÍCULO Nº 2
LA FORMACIÓN PROGRESIVA DEL CONTRATO
Página
1. Premisa 29
2. La Formación del Contrato 30
3. Clases de Formación del Contrato 31
4. La Formación Progresiva del Contrato 32
5. Extensión Necesaria del Acuerdo sobre el Contenido del Contrato para su
Formación 34
6. Teorías o Sistemas por los Cuales puede darse la Formación Progresiva del
Contrato 36
7. Diferencia entre la «Punktation» y los «Acuerdos Parciales» 42
8. La Formación Progresiva del Contrato en el Código Civil Peruano 43
9. Error Obstativo y Acuerdo 50
10. Simulación y Acuerdo 52
5
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Resumen 54
Bibliografía recomendada 55
Nexo 55
Auto evaluación formativa 56
FASCÍCULO Nº 3
PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO
Página
1. EL CONSENTIMIENTO 57
1.1 La Oferta 58
1.1.1. Requisitos de la Oferta 58
1.1.2. Obligatoriedad de la oferta 59
1.1.3. Casos en que la oferta deja de ser obligatoria 59
1.1.4. Supuestos de extinción de la oferta 59
1.1.5. Revocación de la oferta 59
1.2 La Aceptación 60
2. La Teoría del Conocimiento y la contratación entre ausentes 60
a. Sistema de la Declaración 60
b. Sistema de la Expedición 60
c. Sistema de la Recepción 60
d. Sistema del Conocimiento 60
3. OBJETO EL CONTRATO 61
4. LA FORMA 62
4.1 la forma en sentido amplio 62
4.2 la forma en sentido estricto 62
Resumen 68
Bibliografía recomendada 70
Nexo 70
Auto evaluación formativa 71
FASCÍCULO Nº 4
LA RESOLUCION Y RESCISION DE CONTRATOS EN EL CODIGO CIVIL PERUANO
Página
1. Extensión del Contrato-Concepto 73
2. Existencia e Inexistencia Contractual 74
3. Invalidez Contractual 74
4. Supuestos de Ineficacia Estructural 74
5. Ineficacia Funcional-De la Rescisión de los Contratos 75
6. De la Resolución de los Contratos 76
7. La Eficacia Contractual 78
Resumen 79
6
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Bibliografía recomendada 81
Auto evaluación formativa 82
FASCÍCULO Nº 5
CONTRATOS PREPARATORIOS
Página
1. Antecedentes 83
2. Definición de Contratos Preparatorios 85
3. Caracteristicas 85
4. Diferencias 86
5. Elementos 88
6. Efectos 88
7. Clases de Contratos Preparatorios 88
8. Contratación en Masa 91
Resumen 97
Bibliografía recomendada 98
Nexo 98
Auto evaluación formativa 99
FASCÍCULO Nº 6
CESIÓN DE POSICIÓN CONTRACTUAL
Página
1. Proceso Histórico de Formación 102
2. Teorías Positivas Sobre La Circulación Del Contrato 104
3. Concepto de Cesión del Contrato 105
4. Naturaleza Jurídica de la Cesión del Contrato 106
5. Imprecisión de la denominación "cesión del contrato" 107
6. Objeto Del Contrato De Cesión De Posición Contractual 108
7. Sujetos de la Cesión de Posición Contractual 109
8. Función Técnico- Jurídica de la Cesión 110
9. Requisitos del Contrato de Cesión de Posición Contractual 110
10. Cesión Impropia De Posición Contractual 114
11. El Subcontrato 114
Resumen 115
Bibliografía recomendada 116
Nexo 117
Auto evaluación formativa 118
FASCÍCULO Nº 7
EXCESIVA ONEROSIDAD DE LA PRESTACION
Página
1. Contratos en los Que Opera la Excesiva Onerosidad 120
7
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FASCÍCULO Nº 8
LA LESIÓN
Página
1. Concepto de Lesión 125
2. Elementos Configurativos de la Lesión 127
Bibliografía recomendada 139
Nexo 140
Auto evaluación formativa 141
ANEXOS 142
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Unidad Temática I
EL CONTRATO
La Celebración de un contrato es el arte de Negociar que requiere de una técnica adecuada
al caso preciso. Las llamadas ―relaciones públicas‖ contribuyen sin duda a alcanzar los
propósitos perseguidos, a limar asperezas, y a convencer a la otra parte interesada a cerrar
el trato CON buen TRATO. Luego se abrirá paso a la redacción de los documentos
pertinentes donde quedará asentada la voluntad contractual, y los mismos serán discutidos
y estudiados en cada una de sus cláusulas, ponderando sus correspondientes efectos.
1
1.- TEORÍA GENERAL DEL CONTRATO PRIVADO:
Francesco Messineo, en su Doctrina General del Contrato2, sostiene que existen
principios comunes a todos los contratos que poseen una naturaleza y estructura
análoga, pero que también hay reglas aplicables sólo a un grupo determinado de
contratos (por ejemplo, contratos con prestaciones recíprocas). Del mismo modo, señala
que existen normas específicas de cada contrato en particular, que sólo rigen para éste y
no para otros (corno el pacto de retroventa, en el caso de la compraventa).
En consecuencia, cuando se analiza un contrato en particular (compraventa), se debe
recurrir, en primer lugar, a los principios o reglas comunes, como su obligatoriedad, el
efecto entre los contratantes, etc.; luego, se debe considerar las reglas aplicables a este
contrato típico dentro de un grupo determinado como su reciprocidad, onerosidad, entre
otros aspectos; y finalmente, aplicar las normas particulares que han sido diseñadas
exclusivamente para esta figura jurídica como el pacto de retroventa o la reserva de
propiedad.
El Código Civil peruano, vigente desde 1984, a diferencia del Código Civil de 1936,
desarrolla en forma más amplia y detallada la teoría general del contrato, en la Sección
1
La teoría general del contrato comprende todo lo relacionado con su naturaleza, requisitos, validez,
vicios del consentimiento, modalidades y método de interpretación. Ver Manuel DE LA PUENTE Y
LAVALLE, Estudios sobre el contrato privado, T. 1, Cultural Cuzco, Lima, 1983, p. 42.
2
Cfr. Francesco MESSINEO, Doctrina General del Contrato, T. 1, Ediciones Jurídicas Europa -
América, Buenos Aires, 1986, p. 1.
9
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Primera del Libro VII destinado a las Fuentes de las Obligaciones. En esta Sección,
denominada ―Contratos en general‖, encontramos las disposiciones generales de los
contratos, las normas relativas al consentimiento contractual, el objeto y la formalidad del
contrato, las reglas aplicables a los contratos preparatorios, los contratos con
prestaciones recíprocas, la cesión de posición contractual, la excesiva onerosidad de la
prestación, la lesión, el contrato en favor de tercero, la promesa de la obligación o del
hecho de un tercero, el contrato por persona a nombrar, las arras confirmatorias, las arras
de retractación y las obligaciones de saneamiento.
3
Para una comprensión de este enunciado, debemos partir de las nociones de justicia elaboradas
por ARISTÓTELES. Este filósofo dividió a la justicia en gene- tal y particular, y a esta última en
distributiva y correctiva. Dentro del concepto de justicia correctiva, en la que aparecen las
transacciones, es que surge el derecho de las relaciones de cambio, es decir de las conmutaciones
de bienes (en tais sinalagmasin). El método científico no consiste en construir la ciencia del derecho
sobre ideas, como por ejemplo, el consentimiento (producto de dos voluntades individuales), sino
sobre la naturaleza tal como es, y a los individuos dentro de una organización social.
4
El sinalagma, para los griegos, desborda al contrato, va que se encuentra en todas las relaciones
de cambio, sean voluntarias o no. Es decir, debe haber reciprocidad de prestaciones, siendo
indiferente que esta reciprocidad derive de un acuerdo de voluntades o no. De esta forma, el
sinalagma puede encon5rarse tanto en una venta como en un delito o en un cuasi-delito. Así, si dos
personas convenían en intercambiar bienes, este intercambio suponía un sinalagma, pues había
prestaciones recíprocas; de igual manera, si una persona sustraía a otra un bien, tenía que restituirlo
con el mismo bien, o en su defecto, con otro equivalente. No es que la convención o acuerdo de
voluntades juegue aquí un rol irrelevante, sino que para la concepción griega su papel en el cambio
es tan sólo de orden accidental. El sinalagma constituye, en suma, la esencia del cambio y nunca lo
es la convención (o acuerdo de voluntades) ni tampoco la ley.
5
Cfr. Digesto 50, 17,De regulis iuris,202.
10
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6
Cfr. Luis DIEZ-PICAZO, Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial. Introducción — Teoría del
Contrato, Vol. 1, Editorial Civitas, Quinta edición, Madrid, 1996, pp. 120-122.
11
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7
ARIAS-SCHEREIBER PEZET, Max: “Exégesis del Código Civil Peruano de 1984”, T.I Edit. Gaceta Jurídica
Editores, Lima – Perú, 1998, p.14 y ss.
12
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Esta definición es muy similar a la adoptada por el Código Civil vigente, que prescribe
en el artículo 1351 que:
“El contrato, es el acuerdo de dos o más partes para crear, regular, modificar o
extinguir una relación jurídica patrimonial”
Por último, se debe considerar lo vertido por Jorge Muñiz Ziches, quien señala que con
el avance científico y tecnológico y más aún con el fenómeno de la Globalización, se
puede contratar incluso por intermedio de Internet y en consecuencia, el contrato no
sería el acuerdo de dos o más partes, sino “la concurrencia entre las partes para
crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial”
La Relación
Jurídica 2) OBLIGACIÓN
Patrimonial
13
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3.2.- LA OBLIGACION: La obligación es el objeto del contrato (art. 1402 C.C.). Por eso
se considera que éste sólo tiene efectos obligacionales, más no efectos reales, ya
que crea obligaciones más no derechos reales.
9
Cfr. Franeesco MESslxEc), Doctrina General iül Contrato. Ob. Cit., T. 1. p. 34.
10
Cfr. Id., p. 34.
11
Cfr. Id., p. 35.
12
Cfr. Atilio Aníbal ALTERINI, Ob. Cit., p. 45.
14
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13
Ver Jaime Saros Biuz, La Contratación Privada. Ob. Cit., pp. 32-33.
14
Cfr. Carlos CÁRDENAS QUIRÓS, «Autonomía privada, Contrato y Constitución» en Contrato y
Mercado, Gaceta Jurídica, Jurídica Editores, Lima, 2000,
15
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5. PRINCIPIOS EN LA CONTRATACION
5.1.- AUTONOMÍA PRIVADA.
Uno de los principios fundamentales de la contratación15 es el de la autonomía
privada. Según este principio, las personas tienen libertad para contratar y
determinar el contenido de su contrato16.
15
Los principios, universalmente reconocidos, de la contratación privada son: la autonomía privada o
autonomía de la voluntad, la buena fe, la fuerza obligatoria y el efecto relativo del contrato.
16
. Para ALESSANDRI y SOMARRIVA la autonomía privada es ―la facultad de los particulares para
celebrar el contrato que les plazca y determinar su contenido, efectos y duración‖. Cfr. Arturo
16
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17
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19
Un dogma, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, es una ―L .1
Proposición que se asienta por firme s cierta y como principio innegable de una ciencia. [...] Doctrina
de Dios revelada por Jesucristo a los hombres y testificada por la Iglesia. [...] Fundamento o puntos
capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión.‖ Cfr. Diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española, T 1, Vigésima Primera Edición, Editorial Espasa - Calpe, Madrid, 1998, p. 771.
20
Sobre la inclusión de definiciones en un texto legal, el profesor Luis ECITECOPAR GARCÍA ha
sostenido que más vale definir con una limitada imperfección que no definir, dejando todo a la duda o
al capricho, además se debe introducir en el Código Civil todas las definiciones esenciales para la
correcta aplicación de las instituciones. Por su parte, el profesor DE LA PUENTE sostiene que ―... si
se desea que el Código Civil esté al alcance y pueda ser entendido por todos los ciudadanos, es
indispensable consignar definiciones, pues es la única forma como se puede conocer exactamente el
sentido de cada institución‖. Cfr. Manuel DE LA PUENTE Y LAVALLE, Estudios del contrato privado.
Ob. Cit., T. 1, pp. 28-32. Asimismo, el Provecto de Código Civil de 1998 para la República Argentina
también ha incorporado definiciones, que según los redactores, en la Nota de Elevación al Ministro de
Justicia, ―clarifica la le evita los disensos inútiles y brinda certeza, afirmando de tal modo la seguridad
jurídica‖ Ver Proyecto de Código Civil de la República Argentina unificado con el Código de Comercio.
Nota de Elevación, Fundamentos y Legislación Comparada, Abeledo - Perrot, Buenos Aires, 1999, p.
17.
21
Es conveniente mencionar que en la actualidad nuestro Código Civil se encuentra en proceso de
reforma. En este sentido, la Subcomisión de Contratos - Parte General, ha considerado conveniente
proponer la modificación del artículo 1351 del Código a efecto de concordarlo con la definición del
acto jurídico contemplado en el artículo 140 y así evitar una innecesaria repetición de conceptos. La
propuesta ha sido aprobada en el Pleno de la Comisión, y la redacción del artículo es corno sigue: ‗El
contrato es un acto jurídico plurilateral, referente a una relación jurídica obligacional entre las partes
de carácter patrimonial‖ Ver INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN JURÍDICO-NOTARIAL INDEJ,
Reforma del Código Civil Peruano. Doctrina y Propuestas. Lima, Gaceta Jurídica Editores, 1998, p.
282.
18
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22
Ver Digesto, Libro 44, Título 7, Ley 5.
23
Cfr. Guillermo A. BORDA, Tratado de Derecho Civil - Obligaciones 1. Editorial Perrot, Séptima
Edición Actualizada, Buenos Aires, 1994, p. 20.
24
Cfr. Manuel DE LA PUENTE LAVALLE, El contrato en general. Ob. Cit., T. 1, p. 23.
25
Sobre el particular, el profesor Manuel DE LA PUENTE afirma que ―No se concibe obligación
alguna que no tenga, directa o indirectamente, su origen en la ley‖. El mismo autor califica al contrato
como una fuente de obligaciones inmediata voluntaria, debido a que la obligación encuentra
inmediatamente su fuente en la voluntad común de las partes. r Id., p. 20.
26
Es conveniente mencionar que la consecuencia o efecto del contrato es la relación jurídica. Al
respecto, los profesores ALESSANDRI y SOMARRIVA señalan que no es propia la afirmación de que
por el contrato una persona se obliga, sino que el enunciado correcto es que mediante el acuerdo de
voluntades, contenidas en el contrato, se crean obligaciones o relaciones jurídicas obligacionales. Cfr.
Arturo ALESSANDRI RODRÍGUEZ y Manuel SOMARRIVA UNDURRAGA, Ob. Cit., T. IV, p. 17.
27
Con buen acierto, el profesor Jorge LÓPEZ SANTA MARÍA señala que ―La voluntad de las partes
es a la vez fuente de las obligaciones contractuales y medida de dichas obligaciones. El querer o
intención de las partes domina, así, la formación, génesis o nacimiento del contrato y también sus
19
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
efectos o consecuencias‖. Cfr. Jorge López SANTA MARÍA, Los Contratos. Parte General, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1986, p. 3.
28
La importancia de la autonomía privada es tal que la doctrina y jurisprudencia de la República
Argentina le atribuyen una importancia y peso significativos. En esta perspectiva, Juan Carlos
PIERRE sostiene que la libertad se ejerce mediante la voluntad, siendo aquélla el sistema central de
la filosofía del derecho, y señala que ―este elemento psicológico de la conciencia es la base del
concepto de libertad jurídica que el codificador expone en la Sección II del Libro II [del Código Civil
argentino, ‗La naturaleza humana, las normas éticas y jurídicas, presuponen la libre determinación del
individuo, su facultad de decidir por sí y ante sí su propia conducta. Por su parte, el orden jurídico —
cuya misión es regular la conducta de los individuos en la sociedad mediante un sistema
sancionatorio que asegure la paz social- debe necesariamente coactar la libertad individual. Pero
libertad y orden no son términos opuestos en función de la convivencia que debe garantizar‘ Código
Civil y leyes complementarias. Comentario, anotado y concordado, T. 1, p. 101 y notas 1 y 2, Director
BELLUSCIO, Coordinador ZANNONI, Autores GAIBISSO, LAVALLE COBO, PARDO, RIVERA, Ed.
Astrea.)‖. Cfr. Juan Carlos PIERRE, «De la autonomía de la voluntad y de los contratos», en Revista
jurídica La Ley, Buenos Aires, 1991, pp. 1174-1175.
29
Ver Jorge A. MAYO, «La autonomía de la voluntad. ¿Es el fundamento de la fuerza obligatoria del
contrato?», en Revista Jurídica La Ley, Buenos Aires, 1996, T. 1996-E, p. 833.
30
Si bien la doctrina contractualista sostiene que la autonomía privada descansa en la libertad de
contratar y la libertad contractual, es interesante el planteamiento del profesor Fernando DE
TRAZEGNIES cuando advierte que a ambas libertades puede agregarse una tercera: ―la libertad
como objeto del contrato‖. Para este autor, ―La libertad como objeto del contrato significa que en
Derecho moderno no se puede establecer ni aún por consenso una limitación grave de la libertad, en
los aspectos de ésta que se consideran esenciales para el funcionamiento de una sociedad libre. Por
ejemplo, aún cuando las partes estén de acuerdo en contratar (libertad de contratar) y que el
contenido del contrato haya sido libremente acordado (libertad contractual), no pueden establecer la
esclavitud de una de ellas mediante tal acuerdo (libertad como objeto del contrato). Así, mientras las
dos primeras libertades son de carácter procedimental o subjetivo (se refieren al procedimiento para
establecer el acuerdo de voluntades y a la disposición de las partes), la tercera es de carácter
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sustantivo u objetivo (se refiere al contenido mismo del acuerdo -que sea compatible con la noción de
libertad- independientemente de la voluntad libre de las partes)‖. Ver Fernando DE TRAZEGNIES, En
el país de los colinas de arena, Vol. II, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú,
Lima, 1994, pp. 246-247.
31
El profesor Alberto G. SPOTA es enfático cuando afirma que la libertad de contratar sanciona que
―se contrata porque se quiere y se contrata con tal persona porque así se desea‖. Ver Alberto G.
SPOTA, Instituciones de Derecho Civil. Contratos. Ob. Cit., Vol. 1, p. 22.
32
Cfr. Manuel Dr. LS PUENTE Y LAVALLE, Ob. Cit., T. , pp. 273-274.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
33
Debemos advertir el error del legislador peruano, pues el texto del artículo 62 se refiere a ―la
libertad contractual‖, mas no a la ―libertad de contratar‖ como se expresa literalmente en la norma
constitucional.
34
Decirnos ―por lo general‖, pues no debemos olvidar que existen supuestos contemplados en la ley
que imponen legalmente la concertación de determinados contratos, nos referirnos a los llamados
contratos forzosos.
35
Sobre la libertad en el mundo jurídico pueden consultarse los trabajos del profesor Carlos
FERNÁNDEZ SESSAREGO: El Derecho corno libertad, Fondo Editorial de [a Universidad de Lima,
Lima, 1994, y Derecho y persona Editora Normas Legales, Lima, 1995.
22
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
5.2.- LA FUERZA OBLIGATORIA.- Este principio nos indica que una vez celebrado un
contrato el mismo debe cumplirse respetando cada una de sus clausulas, por ende
se entiende como ley para las partes. (Pacta Sunt Servanda)
5.3.- EL EFECTO RELATIVO.- Sus efectos se limitan a las partes que lo celebran.
Ejemplos:
Situación de los herederos y legatarios
Terceros absolutos (RES INTER ALLIOS ACTA)
36
―Denominarnos -escribe DIEZ-PICAZO- contratos por negociación a aquello en que las partes
debaten o discuten o, por lo menos, se encuentran en posición de debatir y discutir el contenido del
que el futuro contrato ha de ser dotado. Constituyen en nuestro Derecho la regla general. En cambio,
denominamos contratos de adhesión o contratos por adhesión a todos aquellos en que existe una
previa prerredacción unilateral del contrato que es obra de una de las partes contratantes, por medio
de formularios, impresos, pólizas o modelos preestablecidos y a la otra sólo le es permitido declarar
su aceptación o eventualmente su rechazo.‖ Cfr. Luis DIEZ-PICAZO, Fundamentos del Derecho Civil
Patrimonial. Ob. Cit., Vol. 1. p. 139.
23
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
ITER CONTRACTUAL
A continuación realizaremos un esquema de la vida y/o camino de un contrato y como se
aplican los principios antes indicados en cada una de las etapas.
1. Consensualismo y
2. Libertad en la contratación CELEBRACION DEL CONTRATO
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Nº 1
ARIAS-SCHEREIBER PEZET, Max. Exégesis del Código Civil Peruano de 1984. T.I Edit.
Gaceta Jurídica Editores, Lima – Perú, 1998
DIEZ PICAZO y Antonio GULLÓN, Luís. Sistema de Derecho Civil. Editorial TECNOS, Vol. I
y II. pp. 389.
DUGUIT, León. Las Transformaciones Generales del Derecho Privado desde el Código de
Napoleón. Traducción de Carlos G. Posada. 2da. Edición. Madrid.
LEONI, Bruno. La Libertad y La Ley. Centro de Estudios Sobre la Libertad, Buenos Aires,
1961.
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LÓPEZ SANTA MARÍA, Jorge. Los Contratos. Ed. Jurídica de Chile. Santiago. 1ra. ed. 1986.
MIRANDA CANALES, Manuel. Teoría General de los Contratos, Editorial Cultural Cuzco
S.A., Lima, 1986.
27
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
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va Nº 01
a
EL CONTRATO – FASCÍCULO Nº 1
Nombres: _________________________________________________________
Apellidos: _____________________________________________ Fecha: _____
Ciudad: ____________________________________________Semestre: ______
28
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Unidad Temática II
Como puede advertirse, lo que se está explicando no es otra cosa que el proceso de
formación del contrato, vale decir, la manera o forma en que se puede producir el acuerdo
en que consiste el contrato.
1. PREMISA
El presente fascículo tratará sobre una clase especial de formación del contrato, la cual
es la más compleja e interesante: la formación progresiva del contrato. Pero antes de
abordar con detenimiento esta clase especial de formación del contrato es necesario
primero determinar bien jurídicamente qué es o en qué consiste la formación del contrato.
Por tal razón, el presente trabajo se deberá iniciar con el estudio de la formación del
contrato, para poder después así abordar concretamente la formación progresiva del
mismo.
37
Profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Miembro, por el Perú, de la Asociación
HENRI CAPITANT, Secretario General del Grupo Peruano de la AsociaciónHENRI CAPITANT
29
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
30
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
31
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
La formación instantánea del contrato es la formación más simple y fácil que pueda tener
el mismo, no ofreciendo por ello problemas ni complejidad alguna. Se trata de la
formación inmediata del contrato. Es decir, dicha formación consiste en que el contrato se
forma sin solución de continuidad, durando, pues, dicho proceso (la formación) sólo el
lapso de la inmediatez. De tal manera que la formación instantánea del contrato
concretamente consiste entonces en que apenas se ha formulado la oferta,
inmediatamente después, o sea, sin intervalo alguno, se ha emitido la aceptación. Como
se puede apreciar, la aplicación de la formación instantánea del contrato no ofrece
complicación alguna.
Dado que esta formación se produce instantáneamente, ello significa también, en
consecuencia, que el acto que la produce (el consentimiento) no ha sido precedido de
varios actos comprendidos en fases o etapas. Es decir, por la instantaneidad dicha
formación no está comprendida por varios actos, sino solamente por un acto, que es el
acto inmediato de intercambio entre oferta y aceptación.
Con la incidencia sobre esta última situación (la no precedencia de actos) es como tanto
la doctrina tradicional como la moderna conceptualizan la formación instantánea del
contrato. Así Francesco Messineo, por ejemplo, afirma: »A veces, en efecto, el
consentimiento (y el contrato) se forma instantáneamente, esto es, sin que lo precedan
contactos previos entre las futuras partes»
Y modernamente Luis Diez Picazo afirma al respecto también lo siguiente: «La
formación de contrato es instantánea cuando su preparación es obra de un solo acto de
los otorgantes, que no ha sido precedido por ningún otro acto» .
Sin embargo, considero que es más fácil y acorde conceptualizar la formación
instantánea del contrato en función simplemente de la situación de la inmediatez, ya que
ésta hace evidente suponer la otra situación (la no precedencia de actos), Así es como,
por ejemplo, prefiere referirse a ella el maestro Manuel de la Puente y Lavalle: «En
algunos casos, las partes se ponen de acuerdo inmediatamente a través de la aceptación
irrestricta de la oferta, lo que determina la conformidad sobre todos los extremos del
contrato»
Es entonces la formación progresiva del contrato la que al no darse con inmediatez
presenta un gran interés jurídico debido a que ofrece varios problemas y complejidades
que el Derecho Contractual debe resolver. La aplicación de la formación progresiva del
contrato sí ofrece, pues, complicaciones, razón por la cual se está realizando este
trabajo.
32
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Franceso Messineo: «En otro sentido puede hablarse de formación progresiva del
contrato, esto es, cuando la aceptación sigue tras un considerable intervalo de
tiempo (formación ex intervallo)»
Pero, para determinar el cabal concepto de formación progresa del contrato, no basta
o es suficiente indicar que es el que está comprendido por etapas. Pues ello
equivaldría a conceptualizar las dos clases de formación del contrato únicamente
como si la instantánea fuera aquélla en la que el transcurso de la formaicón del
contrato es inmediato, y como si la progresiva fuera aquella en la que el transcurso
de la formación del contrato es progresivo en el tiempo. Esto último también se
conoce bajo la expresión «ex intervallo temporis».
Pues bien, resulta que si, como se ha indicado, la doctrina conceptualiza a la
formación instantánea del contrato en función a la no precedencia de actos, ello
implica que, por contraposición a aquella, conceptualiza la formación progresiva del
contrato en función a la sí precedencia de actos. En efecto, Luis Diez Picazo, por
ejemplo señala al respecto lo siguiente: «La formación del contrato no es entonces
consecuencia de un solo acto, sino de una serie de actos, en los cuales pueden
intervenir no sólo las mismas partes, sino también otras personas que las auxilian o
que coadyuvan con ellas a la conclusión o logro de la finalidad perseguida
(mediadores, asesores, etc.)»
Esta situación significa, en consecuencia, que la doctrina considera que en la
formación progresiva del contrato, la formación del mismo está conformada o
precedida por varios actos. De tal manera que con esta complementación el
concepto de esta clase de formación del contrato sería el de aquélla formación que
se da con progresión en el tiempo y que está conformada por una sucesión de varios
actos.
Sin embargo, como puede advertirse dicho concepto es aún insuficiente por cuanto
deja en la más absoluta imprecisión el significado de «actos». ¿Qué debe entenderse
por actos? Lo que finalmente hace falta, en consecuencia, para determinar el cabal
concepto de formación progresiva del contrato es precisar qué son jurídicamente
dichos actos.
Giuseppe Mirabelli es quien precisa en qué consisten dichos actos de la siguiente
manera: «(...); possono, inoltre, le parti scambiarsi una serie di proposte e
contraproposte, raggiungendo gradamente l‘accorde sui van punti che compongono u
contenuto del futuro contratto, fino a giungere ad un atto che, non contenendo
modificazioni alle precedenti proposte, possa essere considerato di accettazione
definitiva e perfezionamento del contratt» . (» (...); pueden además las partes
intercambiarse una serie de ofertas y contraofertas, alcanzando gradualmente el
acuerdo sobre varios puntos que conformen el contenido del futuro contrato, hasta
llegar a un acto que, no conteniendo modificaciones a las precedentes ofertas,
pueden ser consideradas como aceptación definitiva y perfeccionamiento del
contrato..»)
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Asimismo, como la aceptación es la que forma finalmente el contrato, siendo por ello
que no precede a dicha formación sino que se da simultáneamente con la misma, se
considera, pues, que la formación progresiva del mismo es la que está precedida por
el intercambio de varias ofertas y contraofertas.
De tal manera que a la formación progresiva del contrato se le puede conceptuar
tanto de estas dos maneras. Como la formación que está conformada por el
intercambio de varias ofertas y contraofertas y por, finalmente, una aceptación; así
como por la formación que está perecedida de dicho intercambio.
Pero ambos conceptos confluyen en realidad en uno solo: el intercambio de ofertas y
contraofertas. Así es, la formación en el tiempo que se presenta en la formación bajo
estudio está constituida por una sucesión de ofertas y contraofertas, las cuales
comprenden varias etapas o fases de la misma (la formación).
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Deriva, o tiene como fuente este sistema, del «régimen del acuerdo parcial». Por
esta conceptualización o proveniencia es que algunos lo han conceptualizado
equivocadamente como si se tratara de un sistema que opera bajo un régimen de
acuerdo parcial. Tal es el caso de Manuel de la Puente y Lavalle, quien al respecto
afirma: «Dentro de esta orientación cobró gran auge el sistema de la «punktation»
(minuta), según el cual las partes, durante las negociaciones precontractuales dejan
constancia escrita en documentos de los acuerdos parciales a los que van llegando
en el curso de dichas negociaciones»
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que para el Derecho neolatino, la formación progresiva es para llegar a formar recién
un contrato.
Puede apreciarse, en consecuencia, que la gran diferencia entre ambos conceptos
reside en el hecho de que en el Derecho neolatino la progresión temporal se da
antes de la celebración del contrato, mientras que en el Derecho anglosajón la
progresión temporal se da después de la formación del contrato. Por eso es que en
el Derecho anglosajón no se utilizan los términos de «formación progresiva», pues
éstos pueden dar a entender que aún no se ha formado el contrato, sino los de
«Acuerdos Contractuales Indefinidos‘ (»Indefinite Contractual Agreements») con los
que se da a entender que el contrato ya está formado, siendo sólo su contenido
indefinido o abierto (»open»), el cual precisamente se va a definir o cerrar
progresivamente después de dicha formación.
Robert Scott y Douglas Leslie explican sintéticamente en qué consisten los
«Indefinite Contractual Agreements» u «Open Terms» de la siguiente manera:
«Negociationing ah the terms of a contract often is not a simple task. When parts are
entering into a relationship, it makes sense to ban... out the terms or allocate the
risksas porecisely as possible in the agreement. Yet sometimes the future
contingenciexs are suncertain or complex that terms are left indefinite, to be defined
at a later time» (»Negociar todos los términos de un contrato a menudo no es una
tarea simple. Cuando las partes están entrando en una relación contractual tiene
sentido negociar los términos y distribuir los riesgos tan precisamente como sea
posible en el acuerdo. Aún algunas veces las contingencias futuras son tan inciertas
y complejas que los términos se dejan indefinidos para ser definidos
posteriormente»).
42
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Aclarando esta confusión, este mismo autor señala que la diferencia se encuentra en los
efectos jurídicos que producen cada uno de estos sistemas: »( ... ) los efectos de uno y
otro sistema son diferentes, En el sistema de la punktation la constancia del acuerdo
sobre los puntos parciales sólo tiene por finalidad permitir la determinación de si se ha
llegado a formar el contrato definitivo; en el sistema de los acuerdos parciales, la finalidad
es dar a estos acuerdos valor vinculante, aún cuando no hubiera llegado a formarse el
contrato definitivo»
Sin embargo, no es esa la única diferencia que existe entre ambos sistemas, ya que de
ser así, si bien no serían sistemas iguales, en todo caso, serían sistemas semejantes o
parecidos, pues existiría sólo una diferencia entre los mismos. Por el contrario, no son
siquiera sistemas semejantes porque son varias las diferencias que hay entre ambos
sistemas. Tales diferencias son las siguientes:
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sino desde que se produjo la reserva, esto es cuando se celebró el acuerdo parcial
inicial»
De primera impresión, igualmente, también parecería que la retroactividad sí sería
una ventaja por cuanto sería útil a las partes quedar obligadas desde un principio y
no recién a partir del momento final en que se alcanzó la formación del contrato. Así
lo destaca Manuel de la Puente y Lavalle: »Posiblemente la elección de este último
momento hubiera sido más lógica, pues es el instante en que las partes están de
acuerdo sobre todas las estipulaciones, que es el requisito que exige el artículol359°
para que el contrato exista. Sin embargo, por razones prácticas se eligió el momento
en que se formuló la reserva, para dar al contrato obligatoriedad desde entonces»
Sin embargo, esta situación no tiene carácter absoluto o insalvable. Es decir, no
necesariamente se va a dar dicha situación de utilidad. Ello se debe al simple hecho
de que no necesariamente siempre convendrá a las partes el verse obligadas desde
antes de la formación. Es posible que también ocurra lo contrario, esto es, que a las
mismas sólo les sea útil verse obligadas al final, o sea, recién a partir del momento
en que se ha formado finalmente el contrato.
Supóngase, como ejemplo, el suministro oneroso de bienes, de periodicidad diaria,
en el cual las partes (suministrante y suministrado) habían reservado el acuerdo
sobre la cláusula de exclusividad para dentro de un mes. Si efectivamente la reserva
queda finalmente satisfecha, en virtud de la retroactividad el contrato no se ha
formado en este momento sino un mes antes; lo cual implica que el suministrante
debería treinta prestaciones singulares y, recíprocamente, el suministrado debería
treinta precios proporcionales a éstas.
Es evidente que esta situación puede tanto como no puede serle útil a las partes.
Muy probablemente resulte útil sólo a una de ellas y, consecuentemente, le sea
perjudicial a la otra; por lo cual la retroactividad lo que ha creado en realidad es una
posible situación de inseguridad para las partes. Lo lógico y consecuente era
entonces que no haya de por medio la posibilidad de inseguridad alguna para
aquellas y eso sólo era posible lograrlo, pues, estableciendo el régimen normal o
común para toda situación de eficacia jurídica: la irretroactividad, Como se sabe, lo
normal y, por ende, la regla general es la irretroactividad; y, lo anormal, por ende, la
excepción, es la retroactividad. El artículo 1360 del Código Civil peruano ha adoptado
entonces lo anormal, creyendo que con ello ofrece utilidad práctica a las partes, lo
cual, como se ha demostrado, no necesariamente es así.
Puede concluirse, en consecuencia, que la retroactividad es la única «posible» y no
«segura» ventaja que ofrece la solución adoptada por el artículo 1360 del Código
Civil peruano. Pues será ventaja sólo cuando no perjudique a las partes. Por tal
razón no es, en realidad, propiamente una ventaja. Ello obedece a que para que sea
verdaderamente una ventaja, ésta debe producirse siempre y no sólo eventualmente.
Vale decir, debe haber seguridad de que ella siempre se producirá (como ocurre en
los sistemas de la »Punktation» y los «Acuerdos Parciales») y no sólo la mera
posibilidad de que se producirá.
47
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Esta situación conduce a su vez entonces a concluir que la solución adoptada por el
artículo 1360 del Código Civil peruano si es un nuevo sistema de formación
progresiva del contrato que lo que realmente tiene de original es la retroactividad, la
cual puede operar tanto como ventaja como desventaja para las partes.
Sin embargo, considero que más que en la retroactividad, la originalidad de este
sistema radica en el hecho de que a través de él, el contrato se puede formar
progresivamente, sin que necesariamente se produzca una ventaja para las partes; a
diferencia de los otros sistemas de dicha formación que sí producen siempre una
ventaja para las mismas. Esta situación, como puede colegirse, no es lo normal, sino
lo anormal en cuanto a sistemas de formación progresiva del contrato; consistiendo
ello, pues, la verdadera originalidad del sistema del artículo 1360 del Código Civil
peruano.
Finalmente, no basta o es suficiente culminar el estudio del sistema establecido por
esta norma demostrando o concluyendo que es un sistema anormal de formación
progresiva del contrato. Ello sería insuficiente porque se debe investigar y determinar
cuál fue la razón por la que el Código Civil peruano, en vez de adoptar uno de los
sistemas normales de dicha formación, prefirió adoptar un sistema anormal de la
misma. En otras palabras, para efectos de este estudio es necesaria la
determinación del motivo o razón que condujeron a esta extraña regulación
legislativa.
Para efectuar esta última determinación se debe recurrir a la explicación y
fundamentación que da el legislador sobre el alcance y aplicación del Articulo 1360
del Código Civil peruano.
Al respecto señala el legislador el siguiente motivo: »Siguiendo la secuencia anterior,
se ha establecido la validez de la estipulación en virtud de la cual cualquiera de las
partes se ha reservado alguna facultad o derecho, en cuyo caso el contrato estará
condicionado a que con posterioridad dicha reserva se satisfaga. En esta hipótesis,
la relación obligacional se remontará al momento de su celebración»
Como se puede apreciar, lo que dice el legislador consiste en que el contrato se llega
a formar, »es válido», bastando sólo el acuerdo parcial (que contiene los puntos no
reservados) y la estipulación de la reserva dependiendo su eficacia de la condición
que finalmente se satisfaga la reserva. Lo relevante es entonces que el contrato ya
existe (ya se ha formado), pero está sujeto a una condición legal, la cual no era
precisada por el legislador. Esto es, no se especificaba si se trataba de una condición
suspensiva o resolutoria.
Parece que posteriormente el legislador advirtió esta omisión e indicó que se trata de
una condición resolutoria: »Planteando una excepción a la regla del artículo 1359, se
ha establecido la validez del contrato en que las partes han reservado alguna
estipulación. En esta hipótesis, satisfecha que sea la reserva, operará
retroactivamente. En caso contrario, el contrato queda resuelto»
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Dado que la voluntad interna o psicológica, aún no siendo el soporte o el centro del
contrato, puede tener relevancia como presupuesto de validez del mismo, sucederá, a
veces, que el juez deberá realizar indagaciones sobre ésta. La búsqueda de tal voluntad
interna pertenece al negocio, es decir, al contrato, como hecho, y por lo tanto, es cuestión
de hecho, en cuanto tal, no revisable en Casación. Se trata de un hecho psicológico, pero
siempre de un hecho, es decir, de un acaecimiento.
38
G. MIRABELLI, op. cit., loco cit.; P. VITUCCI, op. cit., p. 251.
39
N. IRTI, La ripetizione del negozio giuridico, cit., p. 10, escribe que el significado de la
declaración es "el elemento inmaterial que la forma conserva en sí y descubre al intérprete".
50
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Para poder afirmar la existencia de tal disenso es necesario suponer que, por lo menos,
la voluntad de uno de los contratantes no coincida con la declaración; o bien que ninguna
de las voluntades de los dos contratantes coincida con el significado de las declaraciones
respectivas; dado que si las voluntades internas de los dos contratantes concordasen con
las respectivas declaraciones, luego fundidas en el acuerdo, también deberían concordar,
necesariamente, entre sí: si A y B son iguales a C, A también será igual a B. Ahora bien,
ello significa, a mi parecer, que el disenso se traduce siempre en error en la declaración o
error obstativo.
Messineo polemiza vivazmente con quien sostiene que el disenso se identifica con el
error obstativo. Él observa que en el disenso no tenemos una errada declaración o
transmisión de la voluntad, sino un error en la interpretación de la declaración ajena41.
40
F. MESSINEO, op. cit., tomo 11, p. 339; P. VITUCCI, op. cit., p. 244.
41
F. MESSINEO, op. ult. cit., p. 226.
51
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Por consiguiente, el error obstativo no excluye del todo el disenso, sino que,
normalmente, lo implica. Añadiré que también en la hipótesis de mal entendimiento de
declaración ajena tenemos error obstativo. Basta reflexionar un momento sobre lo que
sucede cuando se realiza el acuerdo, es decir, la unión de las dos manifestaciones de
voluntad. Desde dicho instante ya no tenemos dos distintas declaraciones, sino una única
declaración, que resulta de la fusión de aquellas dos (declaraciones). Aunque exista una
oferta que parte de un contratante y, sucesivamente, la aceptación del otro, las dos
declaraciones forman ahora una única declaración cuya paternidad corresponderá a
ambos contratantes. En otras palabras, el contratante que acepta hace propia la
declaración del oferente, es decir, la oferta, que se convierte también en su declaración, y
si ésta no corresponde a su voluntad interna, tendremos un error obstativo del aceptante.
Cuando el contrato se ha celebrado, el mal entendimiento de la declaración ajena se
identifica con el error en la propia declaración.
En conclusión, o el disenso es evidente, y entonces no tendremos acuerdo, sino una
frustrada celebración del contrato y por lo tanto, su inexistencia, o el disenso está oculto,
y entonces tendremos, no obstante la celebración del contrato, sin perjuicio de la eventual
relevancia del disenso cuando redunda en error en la declaración, que sea esencial y
reconocible.42
42
Ya lo había señalado G. MESSINA, La simulatione assoluta, en ID., Scritti giuridici, vol. V,
Milán, 1948, p. 76.
52
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Los efectos (entre las partes) están ausentes, no por carecer .e sostén en una
correspondiente voluntad interna, sino porque se ha declarado, aunque de manera oculta,
la voluntad de que tales efectos no se realicen. No hay ausencia de voluntad, sino
presencia de una voluntad contraria, y no simplemente interna, sino declarada.
No se debe confundir el carácter oculto del acuerdo simulatorio con la voluntad real o
interna de los contratantes. Un acuerdo, incluso cuando queda oculto, postula siempre
una declaración o declaraciones. Para concluir este discurso indicamos que no es posible
apoyarse en la institución de la simulación para sostener que las voluntades internas son
esenciales para el perfeccionamiento del contrato. Una deducción semejante sería
errónea, en dos aspectos: primero, por que el negocio simulado no produce efectos
(entre las partes), no por la ausencia de un querer interno conforme, sino por la presencia
de una voluntad contraria; segundo, porque esta voluntad contraria tampoco es una
43
Sobre la exigencia de la simultaneidad véase: Salvatore ROMANO, op. cit., p. 25; F.
MESSINEO, Del contratto in genere, t. 11, p. 453. La idea de que en la simulación están en
juego dos declaraciones o dos contratos, adelantada por MESSINA, ha sido retornada por F.
SANTORO-PASSARELLI, Dottrine generali del diritto civik, Nápoles, 1962, p.149.
53
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voluntad interna, sino una voluntad declarada, que es relevante únicamente en cuanto
tal44
44
SANTORO-PASSARELLI, op. cit., loc, cit. También F. MESSINEO, op. cit., p. 454, pone en
evidencia el carácter negocial (y por lo tanto contractual) del acuerdo simulatorio.
[N. de los P.] "Primer párrafo del artículo 1414 del Código Civil italiano de 1942. Efectos de la
simulación entre las partes.- El contrato simulado no produce efectos entre las partes.
[A. de los P.] "Artículo 190 del Código Civil peruano.- Por la simulación absoluta se aparenta
celebrar un acto jurídico cuando no existe realmente voluntad para celebrado".
[A. de los P.] "Artículo 191 del Código Civil peruano.- Cuando las partes han querido
concluir un acto distinto del aparente, tiene efecto entre ellas el acto ocultado, siempre que
concurran los requisitos de sustancia y forma y no perjudique el derecho de tercero".
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Nº 2
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va Nº 02
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EL CONTRATO – FASCÍCULO Nº 2
Nombres: _________________________________________________________
Apellidos : _____________________________________________ Fecha: _____
Ciudad: ____________________________________________Semestre: ______
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12. EL CONSENTIMIENTO
El contrato queda perfeccionado con el consentimiento. El consentimiento proviene del
latín “sentire cum”, que significa sentir juntos, es un elemento esencial para la
existencia del contrato. Constituye el acuerdo de dos o más voluntades dirigidas a la
creación, modificación, regulación o extinción de una relación obligacional45
57
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El artículo 1352 del CC. Prescribe la consensualidad al señalar que: ―Los contratos se
perfeccionan por el consentimiento de las partes...‖
El artículo 1373 señala en términos generales, que el contrato sólo se perfecciona en el
momento y lugar en que se cierra el circuito, es decir con el conocimiento de la
aceptación de quien promovió la oferta.
1.1 La Oferta:
El consentimiento en la formación del contrato tiene dos etapas: una inicial, la oferta
y la otra complementaria, la aceptación. Estos son los dos actos sucesivos que
integran un contrato.
47
FLINT BLANCK, Pinkas: ”Derecho Empresarial”, Edit. Studium Editores. Lima – Perú. 1988, 2da. Ed. p.112.
58
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59
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48
PALACIO PIMENTEL, Gustavo: Ob. Cit. p. 21 T.II.
49
Idem. P. 136.
60
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3. OBJETO EL CONTRATO
La doctrina está dividida en cuanto a la determinación del objeto del contrato.
PRIMERA POSICIÓN:
Brugi, Ruggiero y Spota consideran que el objeto del contrato es la prestación, o
prestaciones que emanan de la celebración de un contrato. El objeto del contrato es
aquello que las partes han querido. Entendiéndose este querer como las prestaciones de
dar, hacer y no hacer.
Así en la compraventa, según esta teoría el objeto del contrato será distinto, según se
trate del vendedor o del comprador.
SEGUNDA POSICIÓN:
Valverde, Boulanger consideran que el contrato no tiene objeto sino sólo efectos y éstos
consisten en la generación de obligaciones.
Se les hace la crítica con justa razón de que el contrato es una especie del acto jurídico y
este inevitablemente tiene un objeto lícito.
TERCERA POSICIÓN:
Josserand, Planiol , Messineo : afirman que el objeto del contrato es la creación,
modificación, regulación o extinción de una obligación.
61
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
4. LA FORMA
La doctrina distingue entre la forma en sentido amplio y la forma en sentido restringido.
Así explicada la forma, será un elemento esencial del contrato, pues la voluntad, que
es la base del contrato, tiene que exteriorizarse de alguna forma para que aparezca y
tenga trascendencia en el mundo del Derecho.
a. CONTRATOS AD PROBATIONEM:
Son aquellos en los cuales la exigencia de la forma es una facultad que queda
librada a las partes sin que esto afecte la validez dl contrato.
b. CONTRATOS AD SOLEMNITATEM
Son aquellos en los que la validez del negocio queda condicionada a la
realización de una forma determinada señalada por la ley o por las partes
anticipadamente y por escrito como requisito indispensable. Su no cumplimiento
acarrea la nulidad del contrato.
62
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Legal
Comprende los siguientes casos:
a. EL suministro que se celebre a título de liberalidad debe de formalizarse por
escrito (1605)
b. La donación de bienes muebles cuyo valor exceda del 25% de la UIT debe
realizarse por escrito de fecha cierta (1624)
c. La donación de bienes inmuebles debe hacerse por escritura pública (1624)
d. El mutuo entre cónyuges cuyo valor exceda del 25% de la UIT, debe constar
en escritura pública (1650)
e. El mandato con representación otorgado para disponer de la propiedad del
representado o gravar sus bienes debe constar en forma indubitable y por
escritura pública (156 y 1806)
f. El contrato de secuestro debe constar por escrito (1858)
g. La fianza debe constar por escrito (1871)
h. La renta vitalicia debe constituirse por escritura pública (1925)
i. Los contratos preparatorios de todos los contratos señalados anteriormente
deben celebrarse en la misma forma que la ley prescribe para el contrato
definitivo
Convencional
Ha sido regulada por el artículo 1411 y se presenta cuando las partes han
convenido anticipadamente y por escrito adoptar una forma determinada, que es
un presupuesto indispensable para la validez del acto.
OBSERVACIÓN
―CONCEPTO DE CONTRATO
El acto jurídico puede consistir bien en un acuerdo de dos o más voluntades, en una
convención, en un negocio jurídico bilateral o plurilateral, bien en una manifestación de
voluntad unilateral. El contrato en cuanto contiene un acuerdo de voluntades es, pues, una
convención. Pero entre uno y otra hay la diferencia que entre especie y género. El contrato
es uno de los tipos de convención, por el cual se puede crear, modificar, transferir o extinguir
obligaciones.
63
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crear, transferir, modificar o extinguir obligaciones" (art. 1792), y expresa que "los convenios
que producen o transfieren las obligaciones y derechos toman el nombre de contratos", (art.
1393). El recientísimo Código italiano en su número 1337 indica que el contrato es el
acuerdo de dos o más personas para constituir, regular o extinguir una relación jurídica
patrimonial. La reforma del Código Civil argentino prescribe que salvo expreso de la ley, la
constitución o modificación de las obligaciones por actos entre vivos sólo puede tener lugar
mediante el contrato.
64
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Entre el sistema del Derecho romano y el del Derecho francés acerca de los
contratos reales hay una importante diferencia, pues si bien dentro del último el contrato sólo
se forma con la entrega de la cosa, empero el mero consentimiento de las partes, previo a la
entrega, es por sí eficaz para generar efecto jurídico. Se produce entonces una promesa, un
ante-contrato que compromete a quien es deudor de la cosa, a entregarla a la otra parte. El
contrato definitivo re, que es su consecuencia, hace destacar la única obligación procedente
de aquel, cual es la entrega de tal cosa o una equivalente.
65
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Ahora, el art. 1340 [art. 1412 del C.C. 1984] se refiere a una formalidad no de orden
convencional, sino impuesta por la ley.
66
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Algunos autores aconsejan distinguir según que la formalidad tenga por motivo
asegurar a los terceros la existencia del acto o evitar fraudes, en cuyos casos el mero
acuerdo es plenamente obligatorio entre las partes; o tenga por motivos salvaguardar la
libertad de los contratantes, en cuyo caso no es obligatorio y sólo podría dar origen a
indemnización por daños y perjuicios.
67
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legislador dilucidara. Cornejo, tratando el problema, se pronuncia así: "la exigencia de forma
escrita o solemne, puede resultar del acuerdo de las partes o de precepto especial de la ley;
y en uno u otro caso puede ser ad sustantiam o ad probationem. En el primer caso, es
condición o requisito esencial para la existencia del contrato; en el segundo caso, no obsta a
esta existencia y sólo da acción para exigir que se llene la formalidad requerida".
Con referencia al art. 1279 del Código español se ha planteado si pueden exigirse las
acciones derivadas del contrato antes de llenada la forma. La jurisprudencia ha sido
vacilante. Nosotros juzgamos que Scaevola razona acertadamente cuando sobre el
particular escribe: "Dicho texto no admite discusión: si la ley exigiere el otorgamiento de
escritura pública (u otra forma especial) para hacer efectivas las obligaciones propias de un
contrato. Para sostener una versión jurídica distinta de la revelada por la letra del precepto,
hay que prescindir en absoluto de él o que dislocarla. La posibilidad de hacer eficaces las
obligaciones pactadas depende de la solemnidad de la forma. El precepto es imperativo y no
facultativo".
Conforme lo que indican Manresa y Navarro, sería nulo el pacto por el cual las partes
se relevaran de la obligación de otorgar la formalidad exigida por la ley, pues ello contraría
los propósitos que la misma tuvo en cuenta, y además algún contrato podría quedar sin
poder realizar ciertos fines si no se otorgara la forma.‖
Tomado De: José León Barandiarán: Tratado de Derecho Civil –. Edición digital Gaceta
Jurídica.
Respecto de la contratación entre ausentes; existen cuatro sistemas que tratan el tema:
a) Sistema de la Declaración: sostiene que el contrato se perfecciona desde que el
destinatario otorga su aceptación, o sea, desde el momento que declara aceptando la
oferta.
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Para nuestro Código Civil, el objeto del contrato es la creación, modificación, regulación o
extinción de una obligación.
Nº 3
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ARIAS-SCHEREIBER PEZET, Max. Exégesis del Código Civil Peruano de 1984. T.I Edit.
Gaceta Jurídica Editores, Lima – Perú, 1998
DIEZ PICAZO y Antonio GULLÓN, Luís. Sistema de Derecho Civil. Editorial TECNOS, Vol. I
y II. pp. 389.
DUGUIT, León. Las Transformaciones Generales del Derecho Privado desde el Código de
Napoleón. Traducción de Carlos G. Posada. 2da. Edición. Madrid.
LEONI, Bruno. La Libertad y La Ley. Centro de Estudios Sobre la Libertad, Buenos Aires,
1961.
LÓPEZ SANTA MARÍA, Jorge. Los Contratos. Ed. Jurídica de Chile. Santiago. 1ra. ed. 1986.
MIRANDA CANALES, Manuel. Teoría General de los Contratos, Editorial Cultural Cuzco
S.A., Lima, 1986.
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6) Con un ejemplo en cada caso, explica cada una de las teorías sobre el
perfeccionamiento del contrato entre ausentes
______________________________________________________________________
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Unidad Temática IV
Como es de verse, el presente trabajo está orientado a la Ineficacia Funcional del Acto
Jurídico, por ello resulta pertinente establecer algunos conceptos y aspectos, que permitan
el mejor entendimiento de nuestro tema, que es la Resolución y Rescisión Contractual y que
ésta estrechamente vinculado, con lo que es materia de nuestro primer acápite.
En principio, es menester señalar que, existen dos tipos de Ineficacia del acto jurídico: la
Ineficacia Originaria, que comprende a la Nulidad y Anulabilidad, donde el negocio no
produce efectos jurídicos por haber nacido muerto, o adolece de defectos subsanables y
cuyas causales, se encuentran establecidas por los artículos 219 y 221 del Código civil, y
virtualmente en el artículo V del Título preliminar del mismo cuerpo legal, que suponen un
defecto en la estructura negocial, es decir carece de los elementos establecidos para el Acto
Jurídico, por el artículo 140 del C.C., o se encuentra viciado. De otro lado, tenemos la
Ineficacia Funcional, cuyos supuestos Típicos son la Rescisión y la Resolución, en dichos
supuestos, el contrato que venía produciendo efectos jurídicos deja de producirlos
posteriormente por la aparición de una causal en la celebración del contrato en el primer
caso, o sobreviniente a éste, en el último caso.
73
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3.-Invalidez Contractual
La Invalidez contractual es la irregularidad jurídica del contrato que implica la sanción
automática o de aplicación judicial de ineficacia definitiva. El contrato nulo es ineficaz y el
negocio anulable o rescindible son interinamente eficaces, salvo su anulación o rescisión
declarada judicialmente.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
El artículo 1370 señala: ―La Rescisión deja sin efecto un contrato por causal existente al
momento de celebrarlo‖ Al respecto el jurista Max Arias Schreiber Pezet, hace alusión, a
que comúnmente suele confundirse la Rescisión con la Resolución contractual, toda vez,
que tiempo atrás, no existía una norma que lo definiese, carencia que fue salvada por la
Comisión Revisora del Código Civil, con la ponencia del Doctor Manuel La Puente y
Lavalle, vislumbrada en la introducción de los artículos 1370, 1371 y 1372 del Código
Sustantivo.
Logra entonces, conceptuar a la Rescisión, como el acto que deja sin efecto el contrato,
por una razón que existía al momento que se celebró, agregando, que si bien en la
rescisión de contrato no se encuentra viciado en su origen de un modo que determine su
nulidad o anulabilidad, tiene, sin embargo, un gérmen que puede conducirlo a su
disolución. (4). En éste caso podemos observar, una situación que es importante
puntualizar y que muchos juristas discuten, en el sentido, que pretenden ubicar a la figura
de la Rescisión como causa de Ineficacia estructural, por el hecho que la causal de
Rescisión aparece en el momento de conformación del contrato. Sin
embargo, dicha apreciación, no nos parece acertada, pues, como ya se estableció,
solamente la Nulidad y Anulabilidad, proceden cuando al momento de establecerse la
relación jurídica aparecen algunos de los presupuestos establecidos por el art. 219 y 221
del Código civil y vician su conformación u origen, en tanto hablar de Rescisión o
Resolución estamos refiriéndonos a un Contrato válido en su conformación.
Consiguientemente, que las causales de Rescisión aparezcan en la celebración del
contrato como en el caso de la Lesión, no se le puede equiparar a la Ineficacia Estructural
sino a la Funcional. El ilustre maestro Max Arias Schreiber, continuando con el
tratamiento de la rescisión contractual, también cita un ejemplo típico de éste tipo de
Extinción al que ya hemos hecho alución, el que se da comúnmente en el Contrato de
Compra-Venta, en el cúal existe desproporción a que se refiere en el caso de la Lesión, y
que ella resulte del aprovechamiento por uno de los contratantes de la necesidad
apremiante del otro. Pudiendo darse el supuesto, que el vendedor deje transcurrir el
plazo de caducidad de la acción rescisoria, sin plantearla ante la autoridad jurisdiccional,
en cuya hipótesis queda consolidada la situación legal del comprador, siendo lo más
probable, que el vendedor inicie el juicio dentro del plazo de Ley, salvo que el demandado
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
reconvenga por reajuste o que la acción sea inútil para el lesionado, el juez declare la
rescisión, si se prueban los elementos constitutivos y si la desproporción entre las
prestaciones era concomitante y no posterior al momento en que se perfeccionó dicha
compra-venta.
En lo atinente a los efectos que derivan de la Rescisión tenemos, que ésta figura,
opera retroactivamente, esto es, ―ex tunc” , y no presenta hechos consumados ni
contempla derechos adquiridos, por lo que el citado artículo 1372, admite que la Ley
o el pacto establezcan resultados opuestos, y que concretamente, la rescisión tenga
carácter irretroactivo. Cabe agregar, que dentro de la política de proteger a los
terceros que actúan de buena fe, dicha disposición, establece una protección a los
terceros que adquieren derechos de buena fe, otorgándole seguridad jurídica al
tráfico.
JACK BIGIO CHREM, señala al respecto, que es importante observar, que dentro de
las condiciones para ostentar la calidad de tercero, no se requiere haber adquirido el
derecho a título oneroso, ni se exige que el derecho sea acogido por el registro. De
tal manera , que el tercero que adquirió, a título gratuito de quien compró
lesivamente, para ampararse al artículo 1372 y por consiguiente hacer inoponible la
lesión del primitivo vencedor, le basta con haber actuado de buena fe‖, agregando,
que el tercero civil de buena fe del artículo 1372, no puede oponer su derecho a un
eventual tercero registral que reúne los requisitos del artículo 2014. (5)
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
equitativa en los efectos del contrato. La Resolución entonces, presupone un acto por el
cual el contrato queda sin efecto debido a la concurrencia de circunstancias
sobrevinientes a su celebración.
Es importante aludir, que respecto los artículos materia de análisis, un gran sector de la
doctrina, discute el fundamento del derecho a la Resolución, siendo algunos autores,
quienes lo sustentan en la equidad, en la intención de las partes, en la noción de la causa
y protección de las relaciones jurídicas, etc; autores,como MESSINEO (6), que se
inclinan en afirmar, que el fundamento debe buscarse en el hecho objetivo del
cumplimiento del contrato considerado en sí mismo, en aplicación de tal teoría, la
resolución contractual deja de ser una especie de sanción contra quien no cumplió la
prestación debida, posibilitando al contratante que cumplió la prestación, la ruptura del
vínculo que lo une con aquél, dejándole el camino expedito para que lleve adelante otro
contrato donde pueda satisfacer el fin económico que busca.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
turno HUGO FORNO, manifiesta, que en cuanto al segundo párrafo del cuestionado
articulo 1372, se debería señalar más bien, ―que la Resolución se produce judicial o
extra-judicialmente‖. Comentando además, que e presenta una incongruencia,
porque su primera parte alude a la Resolución judicial y extra-judicial, lo que supone
por un lado de una sentencia y del otro, de una declaración del titular del derecho
potestativo, o por disposición de la Ley o por disposición de las partes, por lo que en
ambos casos, siendo entonces erróneo señalar, que los efectos de la sentencias se
retrotraen al momento que se produce la causal que la motiva. Alegando, FORNO,
que sólo en un caso hay sentencia, arguyendo que éste párrafo supone desandar
casi totalmente aquello que se había progresado con el texto de éste artículo 1372,
que consagró por fin la retroactividad de los efectos resolutorios, y que tal como se
contempla la nueva versión, sólo se llega al momento en que se produce la causal
que motiva la Resolución, que implica prácticamente negar negar una retroactividad
efectiva o plena, infiriendo que éste redacción, establece una retroactividad muy
limitada, es la que debe operar en caso de Resolución de relaciones jurídicas de
ejecución continuada o periódica, en donde no se puede hablar de una retroactividad
absoluta y crítica de una resolución absolutamente ex nunc. (9) Es pertinente agregar
concluyentemente, que en nuestra opinión, la posición del Doctor FORNO, es la más
correcta, ya que la contradicción en que recae al redactar el artículo 1372, es
evidente, y asimismo, mencionar en última instancia, que en dicho dispositivo, debió
establecerse que las prestaciones deben restituirse tal como fueron entregadas y que
en el caso que ello no fuera posible, deberá pagarse el valor que tengan al momento
de la resolución, sin perjuicio de la indemnización por daños y perjuicios que tenga
derecho a reclamar el que ha incumplido la prestación.
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El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear, regular, modificar o extinguir una
relación jurídica patrimonial (obligación) (art. 1351). El contrato es la manifestación más
importante del acto jurídico patrimonial. La satisfacción de nuestras múltiples necesidades,
como alimentación, vestido, vivienda, educación, salud, recreación, etcétera, solamente es
posible mediante el contrato. En el mundo moderno es imposible nuestra existencia sin
contratar. La rescisión y la resolución son dos formas de ineficacia funcional del contrato. Se
rescinde o se resuelve un contrato que existe válidamente.
La rescisión es el acto por el cual, mediante sentencia judicial, se deja sin efecto un contrato
válido por causal existente al momento de su celebración.
En términos generales es definida como el remedio que la ley prevé para tutelar la libertad
contractual cuando se está en presencia de una situación de aprovechamiento de una de las
partes contratantes que determina que la otra asuma obligaciones en condiciones inicuas
La palabra resolución (del latín resolutio) significa deshacer, destruir, desatar, disolver,
extinguir un contrato. La resolución deja sin efecto, judicial o extrajudicialmente, un contrato
válido por causal sobreviniente a su celebración que impide que cumpla su finalidad
económica.
Las diferencias más notorias entre la rescisión y la resolución del contrato son:
1. La rescisión se declara por causal existente al momento de la celebración y la resolución,
por causal sobreviviente a la celebración del con contrato31;
2. La rescisión se declara judicialmente y la resolución puede ser judicial o extrajudicial;
3. Se rescinde o se resuelve un contrato válido. En la rescisión el contrato tiene un vicio de
origen que no determina la nulidad o anulabilidad, pero que puede conducirlo a su
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Unidad Temática V
CONTRATOS PREPARATORIOS
1. ANTECEDENTES:
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3. CARACTERÍSTICAS
Las características de los contratos preparatorios son básicamente las siguientes:
a) Son un contrato. Aseguran la celebración o la aplicación futura de otros. Esta
característica los diferencia de las llamadas "trattativas" o "pourparler" o negociaciones
que son simplemente actos preparatorios en donde no existe un concierto de
voluntades.
b) Estos contratos carecen de un fin económico inmediato. Su objeto es la celebración de
un contrato definitivo.
c) Es un contrato típico, en cuanto la ley expresamente no sólo lo prevé, sino también lo
regula.
d) Esta característica puede ser cuestionada por cuanto la tipicidad, bien entendida, es lo
que singulariza la especie del contrato, por lo cual mal puede considerarse que un
contrato preparatorio, que puede serlo indistintamente de una gama grande de
contratos definitivos típicos (por ejemplo, de compraventa, de permuta/de
arrendamiento, de mutuo, etc.), pueda ser, a su vez, un contrato típico.
e) Es un contrato autónomo, en el sentido que se mantiene distinto del contrato definitivo
y se caracteriza por fijar previamente el contenido de este contrato, sin perder su
propia identidad.
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4. DIFERENCIAS:
4.1 CONTRATO PRELIMINAR
Se puede afirmar que el contrato preliminar es aquel que obliga a una (unilateral) o a
ambas partes (bilateral) a la conclusión de otro contrato. El preliminar, por ende,
importa una autolimitación tanto de la libertad de conclusión como de la libertad de
configuración. Lo primero, porque una o ambas partes quedan, en virtud del
preliminar, obligadas a celebrar el contrato ulterior o definitivo, de suerte tal que no
gozan de la libertad de no concluirlo; deben contratar. Lo segundo porque el contrato
que celebren como consecuencia del preliminar, debe receptar el contenido
preestablecido en él; es decir, no pueden apartarse del contenido predispuesto.
Sin embargo, la autolimitación que impone a las partes la concertación de un
contrato que los obliga a celebrar otro ulterior o definitivo, no debe confundirse con la
contratación por adhesión, la razón radica en que si bien en virtud del preliminar las
partes no gozan de plena libertad al celebrar el definitivo, ya hicieron uso de esa
libertad -tanto de conclusión como de configuración - al tiempo de celebrar el
preliminar. En otro términos, como -por hipótesis- las propias partes han determinado
en el preliminar el contenido del definitivo, cuando celebran éste último, si bien se
adhieren un contenido predispuesto, en realidad se adhieren a lo que ellas mismas
elaboraron, ya que fueron los autores de este contenido. .
Por lo tanto se puede concluir que, en principio, ni el preliminar ni el definitivo están
sujetos a las reglas de la contratación por adhesión.
Por sus efectos, el preliminar puede ser calificado como un contrato forzoso. Sin
embargo, es oportuno aclarar que con la denominación "contrato forzoso" se alude
también a otros supuestos en los que por disposición de ley o de una decisión
judicial, una o ambas partes están obligadas a celebrar un contrato.
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5. ELEMENTOS
Son dos los elementos reales de la promesa, el contrato futuro y el plazo o condición.
1. El objeto mediato de la promesa es el contrato futuro, ya que el objeto inmediato es
una obligación de hacer. Los elementos característicos del contrato definitvo y que
deben señalarse desde el contrato preliminar son los elementos esenciales.
2. El otro elemento real es el plazo o condición, pues a falta de este se haría nula la
promesa.
Puede señalarse la posibilidad de que se establezcan arras que para que el beneficiario
en una promesa unilateral o los dos promitentes en una bilateral pueden desistirse de la
promesa y no celebrar el contrato futuro, en cuyo supuesto quien desista del contrato
debe perder como sanción las arras entregadas o devolver estas y otro tanto, según el
caso, a su contratante, pero sin quedar obligados además a celebrar el contrato
prometido.
6. EFECTOS
El contrato preparatorio tiene por objeto preparar un contrato futuro que ahora no se
quiere o no se puede realizar, y desde el punto de vista jurídico, la obligación que
engendra es un "hacer" o sea prestarse a la celebración de un contrato futuro. No es un
contrato constitutivo ni traslativo de derechos.
Mediante el precontrato las partes difieren los efectos reales del contrato definitivo.
Así, mediante el contrato preparatorio de venta, no se crea "una venta obligatoria, sino
sólo una relación obligatoria".
En el contrato preparatorio no hay entrega de la cosa, sino el derecho de exigirla, es un
contrato que por su naturaleza no traslativo no constitutivo de derechos reales, las partes
lo utilizan porque precisamente desean limitar sus obligaciones y remitirse a un futuro
contrato; es, conforme lo dice Messineo, un contrato incondicionalmente incompleto en
sus efectos y entra en los límites normales de la libertad contractual.
Es conveniente señalar, que si entre la fecha de la promesa y la confirmación se enajena
la cosa a un tercero, el promitente queda obligado a resarcir los daños y perjuicios.
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Este contrato carece de fin económico propio inmediato y sólo consiste en un puente
destinado a la formulación de un contrato posterior.
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7.2.1 CARACTERÍSTICAS
Sus características son las siguientes:
a. Es un contrato principal
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DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel. El contrato en General. Palestra Editores: Lima 2001. p.37
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7.2.2 UTILIDAD:
Permite a las partes ―anclar‖ un derecho en un futuro contrato que no se
puede celebrarlo en el presente o que no se requiere aún, pero que se
requerirá posteriormente.
7.2.4 ELEMENTOS:
El contrato de opción debe contener todos los elementos del contrato
definitivo.
7.2.5 PLAZO
Tiene un plazo máximo de un año y todo exceso se reduce a este límite.
8. CONTRATACIÓN EN MASA
El tratadista patrio, Manuel De La Puente y Lavalle sostiene que, frente a los
requerimientos del tráfico masivo la contratación en masa se presenta como un sistema
de contratación que permite reducir al mínimo las tratativas del contrato. Agrega el
maestro, que éste fenómeno jurídico no tiene por finalidad la "protección al cliente o
consumidor sino de atención a las necesidades impostergables de dicho tráfico, que
requieren de un sistema legal que permita concertar simultáneamente una gran cantidad
de transacciones con gentes que se encuentran en similares condiciones en lo que
respecta a la provisión masiva de bienes y servicios‖.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Agrega además que "Lo que se busca con la contratación masiva es agilizar la
celebración de contratos de manera tal que, sin suprimir el consentimiento, pueda
alcanzarse muy rápidamente el acuerdo contractual mediante la reducción del ámbito de
las negociaciones".
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Características
o Una de las partes establece los términos en los cuales debe celebrarse el
contrato y realiza un esquema de acuerdo con ellos. El destinatario sólo
tiene dos alternativas: celebrar el contrato adhiriéndose a todas las
condiciones establecidas o abstenerse a celebrarlo.
o No existe negociación entre las partes. Esta forma de contratación significa
una modificación de la estructura del contrato establecido por el sistema
clásico, pues determina la eliminación de la negociación.
o El esquema del contrato se encuentra constituido por un conjunto de
cláusulas o estipulaciones.
o La propuesta se encuentra determinada por un todo unitario que se
encuentra dirigido a un conjunto indeterminado de personas.
Finalidad
El contrato por adhesión pretende facilitar la contratación en masa,
disminuyendo los costos que significaría su realización del acuerdo con el
sistema clásico de contratación; el consumidor puede celebrarlo o abstenerse
de hacerlo; sin embargo, no existe posibilidad alguna que negocie sus
términos.
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Características
o Predisposición. Una persona elabora los términos que se propone para
que figuren como parte integrante de un número indefinido de contratos.
Se fija unilateralmente reglas que no tienen aplicación actual sino que
regirán los contratos singulares que se celebren en el futuro. La redacción
de las cláusulas es previa a la negociación de los contratos particulares
que se van a celebrar basándose en ellas.
Clasificación
Se clasifican en:
o Públicas y Privadas. Las primeras son redactadas por una entidad
pública, en los contratos en los que intervienen el Estado, y las segundas
son redactadas por los particulares.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
3).- El contrato por adhesión es el fruto del ejercicio del poder. Quien por
razones de ocupar una situación de monopolio, de privilegio u otra que
conlleve la posibilidad de forzar la voluntad de la contraparte, so pena de
privarla de un bien o servicio necesario para ésta, no vacila en usar del
contrato para manifestar ese poder y contratar en las condiciones que él
desea.
4).- La oferta del contrato por adhesión cubre toda el área contractual. La
contraparte no interviene en la modelación del contrato, perdiendo
totalmente su libertad de configuración interna.
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Los contratos preparatorios son verdaderos contratos en los que se concentran todos
los requisitos exigibles para la celebración de cualquier contrato. En los contratos
preparatorios, las partes buscan preparar y asegurar la celebración posteriormente de otro
contrato que será definitivo.
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3.- Por cuanto tiempo se puede celebrar un contrato preparatorio y cuales son sus efectos
en caso no celebres el contrato definitivo?
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ARIAS-SCHEREIBER PEZET, Max. Exégesis del Código Civil Peruano de 1984. T.I Edit.
Gaceta Jurídica Editores, Lima – Perú, 1998
DIEZ PICAZO y Antonio GULLÓN, Luís. Sistema de Derecho Civil. Editorial TECNOS, Vol. I
y II. pp. 389.
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Unidad Temática VI
―Tal como se ha visto repetidas veces, una de las funciones del contrato, según el artículo
1351 del Código civil, es crear una relación jurídica patrimonial entre las partes que lo
celebran. Una vez creada la relación, el contrato deja de existir, por haber cumplido
plenamente su misión, y subsiste sólo la relación jurídica.
La esencia de esta relación jurídica, por tener carácter obligacional, es ser un haz de
obligaciones y correlativos derechos que ligan a las partes (supongamos que sean dos),
bien sea obligando a una sola de ellas en favor de la otra (contrato con prestación
unilateral), o bien obligando a ambas entre sí, lo cual, a su vez, puede ser recíprocamente
(contrato recíproco) o autónomamente (contrato autónomo).
GARCIA AMIG0 nos habla que la relación jurídica nacida del contrato, que él llama "relación
contractual" para diferenciarla de la simple "relación obligatoria", constituida por un crédito-
deuda aislado, con sustantividad propia, que liga también necesariamente a dos personas,
está constituida:
1. Por todos los créditos que nacen del contrato para una de las partes, comprendiéndose el
derecho a la prestación correspondiente.
2. Por los deberes de prestación que nacen para la misma parte en compensación de los
impuestos a la contraparte.
3. Por los llamados derechos potestativos contractuales (acciones de resolución,
anulabilidad, denuncia, etc.).
4. Por todos los demás deberes secundarios o accesorios que impone el ordenamiento
jurídico a las partes por el hecho de haber entrado en una relación contractual (deberes
de actuar de buena fe, el no abuso del derecho, etc.).
El mismo autor agrega que cada crédito es, en realidad, una deuda en la posición del otro
contratante, de tal manera que en la relación que vincula a las partes hay dos sujetos: "uno
activo, con derecho, pero también con ciertos deberes de conducta frente al deudor, y otro
pasivo, con deber de prestación, pero no sólo de prestación, sino también otros deberes de
conducta frente al acreedor".
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En el contrato con prestación unilateral sólo existe un sujeto activo, el acreedor, quien goza
de todos los derechos indicados en los puntos 1 y 3 que anteceden, y un sujeto pasivo, el
deudor, sobre quien recaen todos los deberes mencionados en los puntos 2 y 4. En el
contrato con prestaciones plurilaterales, sean éstas recíprocas o autónomas, cada parte es,
a la vez, sujeto activo y sujeto pasivo, de tal manera que goza de todos los citados derechos
y está sujeta a todos los deberes en referencia.
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Sin embargo, como dice CRISTÓBAL MONTES, desde mediados del siglo pasado, un
poderoso sector de la doctrina alemana se ha pronunciado en favor de la igualdad
jurídica esencial entre la cesión de crédito y la asunción de deuda y, en consecuencia, al
admitirse la primera debe también reconocerse la segunda, aunque, por la importancia
que dentro de la relación obligacional tienen las cualidades personales y patrimoniales
del deudor, se comprende con facilidad que mientras la cesión de crédito puede operar
sin la cooperación del deudor, la asunción de deuda, contrariamente, no puede funcionar
sin el asentimiento del acreedor al cambio de la persona del deudor.
Esto permitió la posibilidad de vislumbrar que, con el asentimiento del deudor y del
acreedor, podría alcanzarse la finalidad de la cesión total de la relación obligacional,
constituida por créditos y deudas¡ mediante un solo acto. Empero, la tarea no ha sido fácil
desde que ha sido necesario superar paulatinamente¡ no sólo obstáculos conceptuales,
sino también prejuicios sumamente arraigados.
51
FORNER piensa que, desde el punto de vista de la transmisión de la deuda, la cesión de contrato
queda explicada de modo suficiente con la figura de la estipulación a favor de tercero, pero que en
caso de que cedente y cesionario no decidan que éste quede obligado ante el cedido porque no
necesiten y/o no consideren necesario diseñar de este modo la cesión de contrato, será preciso
acudir a otra figura, como la delegación de pago o solutoria, con asunción de deuda meramente
interna.
AYNES considera, en cambio, que los recursos a la delegación o a la estipulación por otro
son, se ha dicho la consecuencia de la afirmación de la incesibilidad de la deuda. Si la
deuda contractual no puede sobrevivir al cambio de deudor, es necesario crear una
relación de derecho entre el nuevo deudor y el acreedor; pero esto provoca también la
desaparición del contrato sinalagmático o unilateral originario.
Las críticas dirigidas a los partidarios de los recursos a la estipulación para otro o la delegación han
devenido clásicas; la ineptitud de esas dos operaciones para realizar una cesión de deuda es
generalmente afirmada.
Tanto la delegación como la estipulación para otro crean una relación nueva por su naturaleza y su alcance,
entre el cesionario y el acreedor cedido.
103
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En otro trabajo he expresado, siguiendo a GARCÍA AMIGO, que las formas que la técnica
jurídica ha creado para realizar la posibilidad de la modificación subjetiva de las
obligaciones derivadas de un contrato son la de la transmisión activa, la de transmisión
pasiva y la -de transmisión activo-pasiva y, analizando esta última, he hecho una reseña
tanto de las teorías negativas, o sea aquéllas que niegan que pueda efectuarse la cesión
del contrato¡ por no admitir que sean transmisibles las deudas, corno las teorías positivas
que aceptan la posibilidad de la transferencia de uno a otro sujeto de las relaciones
activas y pasivas derivadas de un contrato o, en otras palabras, la circulación jurídica del
contrato.
Si bien las teorías negativas tuvieron en su momento un auge decisivo, poco a poco,
desde la segunda mitad del siglo pasado, se fue formando en la conciencia de los juristas
la preocupación de encontrar una solución que permitiera la transmisión conjunta, en un
acto único, de los derechos y obligaciones emanados de un contrato. Esta preocupación¡
si bien había sido contemplada por el Código civil italiano de 1942, se hizo patente¡ con
impresionante impacto, en el III Congreso Internacional de Derecho Comparado,
celebrado en Londres en 1950, en el que los juristas LEHMANN (Alemania) y GALVAO
TELLES (Portugal) plantearon el terna de la cesión de contratos. Corno dice CRISTÓBAL
MONTES, se ha producido casi Súbitamente una verdadera explosión a favor de la
cesión del contrato.
Esto me lleva a poner de lado las teorías negativas, que entiendo han dejado de tener
vigencia, para concentrarme en el análisis de las teorías positivas.
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Existe una teoría intermedia, llamada del negocio complejo, atribuida a FONTANA y
GALVAO TELLES, según la cual la cesión del contrato es un negocio jurídico complejo
resultante de una cesión de crédito y de una asunción de deuda, que coloca a un tercero
(el cesionario) en la misma posición que ocupaba uno de los contratantes (el cedente)
pero mediante un negocio único. El mismo ANDREOLI observa que no se estaría en
presencia de un negocio único de transferencia, sino que siempre estaríamos en
presencia de dos negocios, siquiera estuvieren ligados entre sí, por lo que descarta esta
teoría.
Después de su adopción por el Código civil italiano de 1942, la teoría unitaria se difunde
mundialmente y es acogida legislativamente por varios Códigos civiles, como el
portugués de 1966, el senegalés en la parte aprobada por Ley de 10 de julio de 1963, el
boliviano de 1975, el holandés (en el Libro VI entrado en vigor en 1985) y en la
Compilación de Navarra de 1970.
En la Exposición de Motivos del Título VII de la Sección Primera del Libro VII del Código
civil peruano de 1984, elaborada por la Comisión Reformadora, se expresa que el criterio
conocido como el de la teoría unitaria, es el que prevalece actualmente y el que ha sido
recogido por este Código.
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En estas condiciones, la cesión del contrato es la operación jurídica mediante la cual uno
de los titulares originales de una determinada relación contractual cede a un tercero dicha
titularidad a fin de que, manteniéndose objetivamente intacta la relación contractual, ella
vincule al nuevo titular con el otro titular original, desde luego con el asentimiento de éste.
Creo, por ello, que conjugando las nociones de cesión del contrato que dan ANDREOU y
GARCÍA AMIGO, puede decirse que la cesión de contrato es el acto jurídico mediante el
cual una de las partes originarias de la relación obligacional creada por un contrato
(llamada cedente), con el consentimiento imprescindible de la otra parte originaria
(llamada cedido), permite realizar la llamada circulación del contrato, es decir, la
transferencia a un tercero (llamado cesionario) de la titularidad de dicha relación, la cual
relación permanece idéntica en su dimensión objetiva; de tal forma que, a través de esa
sustitución negocial del tercero en la posición de "parte" del contrato, dicho tercero
subentra, en lugar del cedente, en la totalidad de los derechos y obligaciones que se
derivan del contrato celebrado entre el cedente y el cedido.
Nos dice MICCIO que la autonomía privada tiene el poder de crear relaciones jurídicas
basadas sobre contratos que el ordenamiento no contempla típicamente, pero no puede
innovar la disciplina que regula las propias relaciones, porque de hacerlo así se estaría
sustituyendo a las reglas impuestas por el ordenamiento. Agrega que la condición de
sucesor de una persona, que importa una identidad entre las relaciones que
corresponden al causante y las relaciones que se transfieren al causahabiente, requiere
que este último tenga la calidad de heredero y que el causante fallezca, pues el
ordenamiento no contempla expresamente (al menos tratándose de la cesión del
contrato) la posibilidad de que ello ocurra en una sucesión particular entre vivos. Esto lo
lleva a sostener que debe excluirse la posibilidad de que la cesión del contrato sea una
forma de sucesión particular en la relación creada por éste.
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Me parece que el problema radica en establecer qué es lo que debe entenderse como
sucesión particular entre vivos.
Nos dice BETTI que "la sucesión a título particular resuelve el problema práctico de hacer
posible a un sujeto el sustituir a otro, en la posición activa o pasiva de una relación
jurídica, que en esta última ocupaba; lo que significa, en otros términos, que el problema
que aquí tiende la ley a resolver es el de la circulación de los bienes -tratando de
obligaciones- de la circulación de los créditos y de los débitos (o de estos y aquellos
conjuntamente, como sucede en la llamada cesión de contrato: art. 1406 ss. C. civ.)".
Entiendo que esta es la finalidad de la teoría unitaria, o sea que mediante un sólo acto
jurídico toda la relación obligacional creada por un contrato pase de un sujeto a otro sin
que la relación se altere, es más continúe siendo la misma. Esto se logra cabalmente
mediante la cesión del contrato, en la que lo que se transfiere es la titularidad de la
relación obligacional, por lo cual cabe afirmar que su naturaleza jurídica radica en que,
por permitido la ley, ocurre una sucesión a título particular entre vivos de la citada
relación.
Esta sucesión singular se produce mediante un acuerdo de voluntades a través de un
contrato (cesión en sentido propio) o por mandato de la ley (cesión impropia).
107
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
nacida de un contrato, resulta, sin duda, inadecuada, pues a la luz de la noción de cesión
del contrato que se acaba de dar queda evidente que lo que se cede no es el contrato
como acto jurídico, que deja de existir desde el momento en que es celebrado, sino la
relación obligacional creada por él para cada una de las partes contratantes.
108
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Sin embargo, poco a poco las ideas fueron afinándose y se pudo percatar que esta
relación en sí, por ser un vínculo entre las partes originarias, no era susceptible de cesión
sin perder su identidad, desde que arrastraría necesariamente la situación de las dos
partes y no sólo de una de ellas, cobrando entonces cuerpo la concepción de que la
materia de la cesión debía ser la titularidad de parte de esa relación, o lo que, con mayor
precisión, se ha denominado después la "posición contractual".
Por ello, corno bien dice DÍEZ PICAZO, "es más exacto afirmar que lo que se cede no es
el contrato considerado corno una cosa o corno un bien, sino la cualidad de contratante y
la posición o situación jurídica derivada de la relación existente". Si fuera necesario
precisar esta afirmación yo diría que la cualidad de contratante terminó con la celebración
del contrato, por lo cual lo que subsiste y es objeto del contrato de cesión es propiamente
la posición derivada de la relación obligacional.
El tercer personaje es el llamado cedido, quien es el otro de los titulares originarios, cuyo
rol es permanecer en la relación jurídica obligacional, conservando su titularidad en ésta,
pero dejando de estar vinculado con el cedente para vincularse con el cesionario.
Parecería, siempre observando el fenómeno desde afuera, que el cedido no participa
activamente en la cesión, limitándose a permitir que el cedente transfiera su posición
contractual al cesionario. Esta visión es, corno se verá más adelante, equivocada, pues la
participación del cedido es tan importante y determinante de la cesión corno la del
cedente y la del cesionario.
109
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Pero quizá, como dice AYNES, la función más importante que cumple la cesión de
posición contractual es permitir la continuación del contrato básico no obstante la
sustitución de una de las partes de la relación obligacional creada por éste. Es aquí, creo
yo, donde se produce el cambio conceptual más trascendente, pues la primitiva visión de
la cesión del contrato, entendida corno una transmisión conjunta de derechos y
obligaciones emanados del contrato básico, ha sido sustituida por un nuevo enfoque
según el cual la relación obligacional continúa inmutable, con las mismas características
que tenía cuando fue creada mediante la celebración del contrato básico, produciéndose
únicamente una cesión de posición contractual, con alcances netamente subjetivos.
52
ANDREOLI justifica su posición diciendo que la razón de la limitación es de inmediata evidencia, "en
efecto, en los contratos con prestación por una sola de las partes el sujeto obligado a la prestación se
encuentra en la posición exclusiva de deudor, frente al otro contratante que ocupa la posición
exclusiva de acreedor; agudamente se ha dicho que el peso del contrato está de un solo lado,
mientras que en el otro están todas las ventajas, En tales contratos, y dada la situación, no puede
hacerse la hipótesis, evidentemente, de una cesión del contrato, caracterizada objetivamente, como
se ha visto, por la transferencia a un tercero de un conjunto de elementos activos y pasivos anexos a
una determinada posición contractual; sólo puede suponerse una cesión del
110
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Otros comentaristas del Código civil italiano, corno MlRABELLI consideran que la
limitación a los contratos con prestaciones correspectivas asume en el sistema de la
codificación un significado distinto. Para ellos, la identificación entre contratos con
prestaciones correspectivas y contratos bilaterales ha sido ya superada y ha quedado en
claro que tales son todos contratos onerosos; quedando, por lo tanto, excluidos de la
cesión sólo los contratos a título gratuito; y sólo porque en estos, en efecto, la cesión de
la posición contractual activa o pasiva se identifica con una cesión de créditos o una
asunción de deuda. La limitación resulta, pues, privada de contenido efectivo.
En cambio, DE NOVA se pregunta si, ¿debe deducirse que no es admisible la cesión que
no tiene las características indicadas en el artículo 1406 del Código civil italiano, o en
cambio si debe considerarse que el legislador ha disciplinado una hipótesis típica, corno
se encuentra en la práctica más difundida, pero que no ha intentado con ello precluir
cesiones atípicas (cuales la cesión sin el consentimiento del contratante cedido, la cesión
de un contrato bilateral imperfecto o unilateral, la cesión de un contrato con efectos
obligatorios cuyas prestaciones ya han sido ejecutadas)?
Piensa este autor que no es verdad que en los contratos que no son con prestaciones
correspectivas no ejecutadas se puede transmitir solamente la posición de deudor o la de
acreedor. Es cierto que en los contratos unilaterales no subsiste, por definición, la
conjunta cualidad de deudor-acreedor de prestaciones principales: pero no por esto la
crédito (ex contractu) por parte del acreedor, o bien una sucesión a título particular en el débito, a través de los
medios negociales predispuestos a este fin por el ordenamiento jurídico" .
53
MESS!NEO, por su parte, refutando a ClCALA, -quien opina que no existe una razón sustancial que
justifique el requisito de la necesaria correlatividad del contrato objeto de la cesión, sostiene que sin
la correlatividad, se cedería una posición creditoria o una
posición debitoria, pero no un contrato. En verdad, si la ley habla de "contratos con prestaciones
correspectivas", quiere entender algo unitario, más que la cesión de créditos y la asunción de deudas
en cuanto suma: esto es, consideradas atomísticamente. Sea como fuera, agrega, no se puede poner
en discusión:
1) que el Código disciplina una fattispecie, de la cual el elemento esencial es el contrato con prestaciones
correspectivas y que, sin tal elemento, la disciplina del contrato no podría ser la misma.
2) que, sin eso, faltaría aquella interdependencia entre las prestaciones que confiere una
111
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
posición activa o pasiva de las partes se reduce al solo crédito o a la sola, deuda, sino
que comprende también los derechos potestativos, las acciones relativas, y derechos
fundados en pactos especiales.
Por lo tanto, tiene razón de ser también en estos casos la cesión del contrato, porque
ella, corno se ha dicho, permite obtener un resultado que no puede ser conseguido con la
cesión de crédito o la asunción de deuda.
El artículo 1435 del Código civil peruano no exige que el contrato básico sea uno con
prestaciones recíprocas, pero sí que sea con prestaciones no ejecutadas total o
parcialmente. Se requiere, pues, el cumplimiento del segundo requisito del que nos ha
hablado GOMES.
Este autor sostiene que no se configura la cesión del contrato si se han cumplido
completamente las obligaciones de uno de los contratantes, porque el otro queda en la
posición exclusiva de deudor, toda vez que su crédito se ha agotado, asemejándose la
situación a la de un contrato unilateral y, por la misma razón, asumiendo cualquier
transferencia la naturaleza de una cesión de crédito o de débito.
En otro trabajo he manifestado que inicialmente pensé que si alguna de las partes sólo
tuviera derechos o sólo obligaciones, la finalidad del acto jurídico podría alcanzarse
simplemente a través de una cesión de créditos, o de una sucesión a título particular en
las deudas, pero que después de haber leído a MERCADO NEUMANN había cambiado
de opinión, pues no es necesario que ninguna de las partes haya cumplido totalmente la
prestación a su cargo, pues cabe que una de las partes, pese a haber ejecutado
plenamente su prestación principal, conserve a su cargo deberes secundarios
susceptibles de series exigidos, como sería el caso de las obligaciones de saneamiento.
Posteriormente, MERCADO NEUMANN, comentando el artículo 84 de la tercera
Ponencia sustitutoria, que establecía que en los contratos con prestaciones recíprocas no
ejecutadas total o parcialmente, cualquiera de las partes podrá ceder a un tercero su
posición contractual, dijo antes de la dación del Código civil de 1984 que "la cesión de
112
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
créditos y la asunción de deudas transmitirá el crédito o la deuda, así como los demás
componentes que le sean inherentes, pero no trasladará los elementos inherentes a la
relación contractual, como podrían ser determinados derechos potestativos (de anular o
resolver el contrato) y de conducta nacidos en la fase genética del contrato, y menos aún
la cualidad de parte en el negocio jurídico".
Sin embargo, si bien el artículo 1435 del Código civil, como se ha visto, suprimió la
exigencia de los contratos con prestaciones recíprocas, conservó la referencia a los
contratos con prestaciones no ejecutadas total o parcialmente.
La Exposición de Motivos del artículo 1435 del Código civil elaborada por la Comisión
Reformadora38 dice que debe tratarse de contratos con prestaciones no ejecutadas total
o parcialmente, pues si la prestación ha sido satisfecha, total o parcialmente, sería ya
inoperante, por falta de contenido.
No es posible, por las razones anteriormente expuestas, compartir esta tesis, ya que
desvirtúa la finalidad del contrato de cesión de posición contractual de obtener, tal como
lo ha dicho GARCÍA AMIGO al principio de esta introducción, no sólo la cesión de los
créditos y deberes de prestación que nacen del contrato básico, sino también la de los
llamados derechos potestativos contractuales y de los deberes secundarios o accesorios,
que muchas veces surgen después de ejecutadas las prestaciones principales. Sin
embargo, ante el texto expreso de la ley, debe aceptarse que es requisito para la cesión
típica de posición contractual que las prestaciones derivadas del contrato básico no
hayan sido ejecutadas total o parcialmente.
BARBERO no es tan sumiso cómo yo, pues pese a que el artículo 1406 del Código civil
italiano establece igualmente como requisito de la cesión del contrato que las
prestaciones no hubiesen sido todavía ejecutadas, se pregunta si esta norma tiene la
fuerza de excluir la posibilidad de la cesión, tanto en los casos de contratos de eficacia
traslativa, como en los casos de contratos de eficacia obligatoria ya ejecutados? Y
responde: "Nosotros creemos que no. Y estamos convencidos de que la práctica forzará
la mano al intérprete, cuando en la ley otros advertirían un límite, como ha forzado al
legislador a hacerse tomar en consideración" .
113
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Según indica MESSINEO, en este caso no se aplican las normas que regulan las
relaciones entre cedente y cedido (artículo 1408 del Código civil italiano, comparable al
artículo 1437 de nuestro Código civil), entre cedido y cesionario (artículo 1409 del Código
civil italiano, comparable al artículo 1438 de nuestro Código civil) y entre cedente y
cesionario (artículo 1410 del Código civil italiano, comparable al artículo 1438 de nuestro
Código civil) porque éstas suponen una cesión en sentido propio, es decir, un acto
voluntario.
11. EL SUBCONTRATO
En otro trabajo he analizado las diferencias del contrato de cesión de posición contractual
respecto a otros actos jurídicos con los cuales tiene semejanza.
Entre estos actos jurídicos destaca, por su similitud con dicho contrato, el subcontrato,
que ha sido definido por BlANCA como" el contrato mediante el cual una parte reemplea
frente a un tercero la posición que se deriva de un contrato en curso, llamado contrato
base". Agrega este autor que el subcontrato reproduce el mismo tipo de operación
económica del contrato base, pero la parte asume frente al tercero un rol inverso al que
tenía en tal contrato: el arrendatario que subarrienda se convierte en arrendador; el
depositario que subdeposita se convierte en depositante.
114
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
b) El presupuesto de eficacia del contrato de cesión es que las tres partes -cesionario,
cedente y cedido- deben participar en el contrato; en el subcontrato, son sólo dos
partes: uno de los contratantes originarios, y el subcontratista.
115
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
En la Exposición de Motivos del Título VII de la Sección Primera del Libro VII del
Código civil peruano de 1984, elaborada por la Comisión Reformadora, se expresa que el
criterio conocido como el de la teoría unitaria, es el que prevalece actualmente y el que ha
sido recogido por este Código.
Nº 6
1.- Cuáles son los sujetos que intervienen en un contrato de cesión de posición contractual?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
________________
2.- Investiga en qué clases de contratos se puede aplicar esta figura (cesión de posición
contractual).
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
________________
116
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
FORNER DELAYGUA, Joaquín J., La cesión de contrato, Bosch, Casa Editorial S.A.,
Barcelona, 1989,
PUENTE y LAVALLE, Manuel de la, Estudios sobre el contrato privado, Cultural Cuzco S.A.,
Lima, 1983, T. II
ANDREOLl, M., La cesión del contrato, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1956,
BETTI, Emilio, Teoría general de las obligaciones, Editorial Revista de Derecho Privado,
Madrid, 1969, T. II.
MESSINEO, Francesco, 11 contratto in genere, Dot!. A. Giuffré, Editore, Milano, 1973, T 11,
p. 3. DIEZ-PICAZO, Luis, Op. cit., TI, p. 832.
ROMERO ZAVALA, Luis, Nuevas instituciones contractuales - Parte General, Lima, 1985, p.
57. AYNES, Laurent, Op. cit., p. 11.
ALTERINI, Atilio Aníbal y REPETTI, Enrique Joaquín, La cesión del contrato, Bibliográfica
Omeba, Editores Libreros, Buenos Aires, 1962, p. 116.
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FASCÍCULO Nº 6
CESIÓN DE POSICIÓN CONTRACTUAL
Nombres: _________________________________________________________
Apellidos: _____________________________________________ Fecha: _____
Ciudad: ____________________________________________Semestre: ______
5) ¿En que consiste la cesión impropia de posición contractual y cuál es la diferencia con el
subcontrato?
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
____________________________________________________________________
118
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
LOS CONTRATOS se reputan concluidos bajo la condición tacita de que las circunstancias
existentes al tiempo de la contratación, no sufrirán una transformación o modificación
sustancial que haga onerosa la ejecución por uno de los contratantes, en cuyo caso, la parte
perjudicada, puede pedir al juez la revisión del contrato para retomar a la equivalencia de las
prestaciones.
Esta circunstancia se conocía desde el derecho romano como la clausula ―rebús sic
stantibus‖ y que en el derecho moderno se le conoce con el nombre de la ―teoría de la
imprevisión‖, cuya aplicación esta limitada a los contratos de tracto sucesivo o ejecución
continuada, permitiendo que cuando se produce una alternativa importante de la
circunstancias, con posterioridad a la conclusión del contrato, la parte afectada puede pedir
al juez, la resolución del contrato a lo reducción de la prestación.
La finalidad es restituir el equilibrio, si la equidad es base de la relación contractual y esta
equidad desaparece, corresponde a los jueces restablecer la equidad perdida.
En Principio, los contratos no debieran ser revisables, cualquiera que fuese la justificación,
porque el simple hecho de la revisión, constituye, a no dudarlo, un debilitamiento del vinculo
contractual, un quebrantamiento de la seguridad jurídica, por cuanto daría lugar a que los
contratantes maliciosos, con el propósito de aludir el cumplimiento de la prestación que le
respecta, alegarían la desproporción de las prestaciones, resultando así excesivamente
oneroso el contrato para su parte.
José león barandiaran, considera que el art. 1328 del cc. Derogado, que declaraba que los
contratos deben ejecutarse según las reglas de la buena fe y común intención de las partes,
permitían al juez atemperar los términos de un contrato, al apreciar las circunstancias
imprevistas ( circunstancias extra=contractual) que, después de concertado el negocio,
alteraban profundamente el régimen económico convenido, de modo que su ejecución
dentro de nuevas condiciones, distintas a la pactadas, seria contrario a la equidad, a la
buena fe y a los que las partes han querido o debido querer legítimamente.
El maestro piensa, sin embargo, que la tendencia moderna es sostener con mayor énfasis la
necesidad de consagrar el principio del riesgo imprevisto, cuyas condiciones, opina son las
siguientes:
A) Que el contrato debe comportar prestaciones futuras.
B) La alteración sobrevenida en la relación equivalencia de las prestaciones, debe
sobrepasar sensiblemente las previsiones que podrían ser racionalmente hechas en la
época de celebración del contrato, por una persona diligente.
C) El acontecimiento debe ser posterior a la celebración del contrato.
D) Debe ser independiente de la voluntad de las partes
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Nº 7
2.- Qué acontecimientos se debe producir para que exista excesiva onerosidad de la
prestación?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
ALBALADEJO. Manuel. Derecho Civil, tomo II. Librería Bosch, Barcelona, 1983.
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FASCÍCULO Nº 7
CESIÓN DE POSICIÓN CONTRACTUAL
Nombres: _________________________________________________________
Apellidos: _____________________________________________ Fecha: _____
Ciudad: ____________________________________________Semestre: ______
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
LA LESION
En nuestra vida diaria, realizamos una serie de contratos, desde los más simples,
como comprar un dulce, hasta los más complejos, como realizar un contrato de compra –
venta, por ejemplo.
1. CONCEPTO DE LESIÓN
Demóstenes enseña que " la lesión es el perjuicio que un contratante experimenta,
cuando en un contrato conmutativo, no se recibe de la otra parte un valor igual al de la
prestación que suministra"54
Según Borja Soriano55 la lesión, ―es el vicio de la voluntad de una de las partes,
originado por su inexperiencia, extrema necesidad o suma miseria, en un contrato
conmutativo"
Yarleque Sotomayor56 señala que ―la lesión es el daño o perjuicio que sufre una persona
en razón de un acto jurídico (contrato) realizado por ella. Tal perjuicio es el resultado de
la desproporción que existe entre las prestaciones que deben realizarse; siendo este
desequilibrio consecuencia de un status de inferioridad del lesionado, del cual se
aprovecha el lesionante para contratar en condiciones anormales a la naturaleza del
negocio‖.
54
DEMÓSTENES. ―De la lesión en los contratos‖ Ente majeure 1949. p.10
55
Borja Soriano, Manuel. Teoría General de las Obligaciones. IV edición, editorial Porrúa, México, 1962,
Pág.260
56
Yarlequé Sotomayor, José Antonio: “La lesión: elementos configurativos en el Derecho Civil peruano”.
Publicación electrónica en sitio http://www.ilustrados.com/
125
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
La teoría micro económica moderna57, señala que un contrato celebrado por dos
personas será ineficiente, cuando por lo menos una acepta un precio distinto a su
valoración específica (―valor marginal‖) del bien materia de la transacción. Esta
ineficiencia traerá consigo un daño, si por un lado, el vendedor de la cosa acepta vender
el bien a un precio inferior al valor marginal que le confiere a este bien; o por otro lado, el
comprador, acepta comprar el bien a un precio superior al valor marginal conferido. En
los casos en que el precio de venta es inferior al valor marginal o el precio de compra es
superior al valor marginal, se presenta una ineficiencia económica, más no un daño en
los contratantes.
57
NICHOLSON, Walter. ―Teoría Micro económica: Principios básicos y sus aplicaciones‖. 8ª. Ed. Editorial
Thompson, Madrid-2004.
58
BULLARD GONZALES, Alfredo. Derecho y Economía – El análisis económico de las instituciones legales‖.
Palestra Editores, Lima – 2003. ―La parábola del mal samaritano. La lesión en el derecho de contratos‖.
126
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Estos elementos, según estas juristas, ―corresponden a los enunciados por la moderna y
mayoritaria doctrina que trata el tema, advirtiendo que hay quienes sostienen la
existencia de sólo dos elementos, el elemento objetivo y la explotación de la necesidad
del lesionado -elemento subjetivo. Como se aprecia esta corriente reduce a sólo uno los
elementos subjetivos, lo cual a nuestro parecer no resulta conveniente por cuanto se está
dejando de lado el estado de inferioridad que atraviesa el presunto lesionado, requisito
previo para que pueda existir un aprovechamiento real por parte del lesionante.
Esto se explica porque no se puede sacar provecho de la nada, por lo tanto uno se
aprovecha de algo y ese algo en el caso de la lesión, es la condición de inferioridad del
lesionado. Sic. Vr. Gr. pudiese ocurrir que exista una desproporción tal que pueda
presumirse que el supuesto lesionante se está aprovechando de la situación de aparente
inferioridad de la otra parte, pero en verdad no existe tal status; de lo cual se aprecia que
no existe perjuicio. Sin embargo asumiendo que sólo existen dos elementos
configurativos de la lesión, ésta ya se configuró, dejando abierta la posibilidad de
rescindir el contrato, lo cual realmente acarrearía injusticia. Por lo tanto, la víctima del
supuesto acto lesivo, debe siempre probar que estuvo en una situación de inferioridad al
momento de celebrar el contrato. Dicho esto, corresponde entrar al estudio de cada uno
de los tres elementos mencionados‖. Labañino y Fajardo desarrollan estos elementos
señalando lo siguiente:
59
LABAÑINO BARRERA, Maidolis y Camelia Fajardo Montoya. ―La lesión contractual. ¿Un dilema para la
práctica judicial actual?‖en http://www.newsmatic.e-pol.com.ar
60
Vid. Autores como; MARTINEZ COCO, Elvira. "Ensayos de Derecho Civil I: Lesión; Necesaria Reformulación
de sus Elementos en el Derecho Civil Peruano". Editorial San Marcos. Lima – Perú, 1997. OSPINA
FERNÁNDEZ, Guillermo. "Teoría General de los Contratos, Actos Jurídicos y demás Negocios Jurídicos". 4ª
Edición. Editorial Temis. Colombia, 1997. MOSET ITURRASPE, Jorge. "Contratos". Editorial Rubinzal -
Culzonni. Santa Fe – Argentina, 1998.
127
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Esto es, que existe estado de necesidad cuando el lesionado se encuentra en una
posición tal, que ve recortada su posibilidad de elección y negociación contractual,
obligándole a contratar en condiciones desfavorables que le ocasionan un perjuicio, a fin
de evitar un daño mayor. De esto se desprende que los elementos que configuran el
estado de necesidad pueden enrolarse en:
- Una grave situación aflictiva por penuria personal ó económica que atraviesa el
lesionado, y
61
Borda, Guillermo A.: Tratado de Derecho Civil. Parte General. Tomo I, Bs. As, Abeledo-Perrot, 1987, Pág. 54
129
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Siendo ello así, lo que se busca con la concurrencia de los elementos; es que opere la
lesión únicamente en los casos en los que pueda verificarse de manera indubitable la
injusticia contractual imperante en la celebración de dicho negocio jurídico afectado con
lesión; con lo cual se protege la seguridad que debe prestarse a las relaciones jurídico-
comerciales establecidas entre los particulares.
b. Que esa desproporción resulte del aprovechamiento por uno de los contratantes de la
necesidad apremiante del otro.
62
Estado de necesidad amplio o restringido. El amplio se refiera a un estado de peligro y a un estado de necesidad (stato di
pericolo y stato di bosogno), en cambio el restringido se refiere al estado de necesisad propiamente dicho. El estado de
necesidad propiamente dicho: en problemas de orden patrimonial, la falta total de patrimonio, hasta la falta de liquidez. Y
Estado de peligro: el estado de peligro se presente cuando una persona al sentir que su vida o la de sus seres queridos se
encuentra en peligro contrata en términos lesivos (para ella misma).
130
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OBSERVACIÓN:
―LA ESCUELA DEL ABUSO Y LOS BUENOS SAMARITANOS
Partiendo del discutible supuesto de que mientras más provecho se le pueda sacar a la
circunstancia desventajosa de otro --a su desgracia, para hablar sin eufemismos-, mejor
será el negocio, porque mayor será también el beneficio para el aprovechador, el Análisis
Económico del Derecho blande un estilete cubierto de seda contra el escudo jurídico con
el que las sociedades civilizadas protegen a sus súbditos del abuso con que el rigor de la
necesidad invita a los desalmados a comer el boccato di cardinale en vajilla de plata al
precio de una propina. Enemigos mortales son, pues, los analistas económicos del
Derecho de la institución civilista de la lesión. Con este nombre se indica que los
intereses patrimoniales de una de las partes contratantes han sido, sin ambages,
lesionados. Reconócelo así ex post facto, y liberada ya del estado de necesidad, la parte
damnificada.
Artículo 1447.- La acción rescisoria por lesión sólo puede ejercitarse cuando la
desproporción entre las prestaciones al momento de celebrarse el contrato es mayor de
las dos terceras partes y siempre que tal desproporción resulte del aprovechamiento por
uno de los contratantes de la necesidad apremiante del otro.
Procede también en los contratos aleatorios, cuando se produzca la desproporción por
causas extrañas al riesgo propio de ellos.
Uno de los primeros errores que comete el Análisis Económico del Derecho al criticar la
institución jurídica de la lesión es el de no comprender absolutamente su naturaleza
conceptual. Afirma el "Análisis" que "Si bien nuestro Código Civil trata la lesión en el libro
de Fuentes de las Obligaciones, lo que es cierto es que, por su naturaleza, se asemejaría
más a un vicio de la voluntad y como tal debería regularse en el libro de Acto Jurídico".
Una vez más nos es lícito preguntamos quiénes son los dinosaurios aquí, pues nos
parece estar haciendo un viaje en el tiempo de casi ochenta años cuando, en 1925, en el
debate de la Comisión Reformadora del Código Civil de 1852, Manuel Augusto Olaechea
aún sostenía la tesis --entonces legítimamente debatible, pero hace varias décadas
absolutamente superada-de que la lesión no debería existir porque es una figura muy
similar al dolo o el error, ambos vicios de la voluntad.
131
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Otra de las críticas más altisonantes del "Análisis" se centra en la teoría del valor implícita
en las estimaciones económicas de las prestaciones propias de la lesión. En efecto, se
afirma que "quizás el mayor error conceptual que se encuentra bajo la defensa de la
figura de la lesión es su mala comprensión de la teoría del valor. Para los defensores de
la lesión las cosas tienen un valor objetivo, determinable y único, sin comprender que
toda valorización es subjetiva y, por tanto, dos personas diferentes pueden asignar a
exactamente el mismo bien dos valores diferentes según sus propias preferencias, sus
limitaciones presupuestarias y las circunstancias en las que se realiza la operación. [...]
La lesión opera sobre la base de la posibilidad de determinar la desproporción entre dos
valores de manera matemática. Nada más falso. No es posible que un juez pueda afirmar
que los valores de dos prestaciones están en desproporción en un contrato; no existe una
regla única de medición de valores. La pregunta cae por sí misma: si no existe una regla
única para la medición del valor, ¿por qué tendríamos que aceptar la del Análisis
Económico del Derecho, a saber, la de la valoración subjetiva?
Y he ahí la clave para introducimos correctamente al problema del valor que es,
precisamente, su irresolución teórica. Para comenzar, no existe una teoría del valor, sino
varias, de lo que se sigue un debate teórico que está lejos de terminar, por más que
algunas personas quieran darlo por sepultado para abonar sus puntos de vista. Es más:
una de las grandes paradojas de una fundamentación subjetiva del valor por parte de
analistas que tienen por objeto de estudio el Derecho es, precisamente, la negación del
Derecho, puesto que este no es otra cosa que la objetivación del valor en el ámbito de los
juicios que se emiten sobre las cosas, las personas o las circunstancias. En efecto, en
Derecho las cosas valen y las personas o las circunstancias son lo que el Derecho dice
que valen o son. Y es esa la última palabra. Ese es el fundamento de toda justicia
positiva destinada a resolver los conflictos que se suscitan de una valoración subjetiva de
las cosas.
132
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
No por otra razón, en general, cualquier precio para la leyes justo entonces no porque
"existe un precio que cada cosa tiene en justicia".5 Tampoco porque el <<valor de lo que
se entrega debe ser equivalente al valor de lo que se recibe".
Pero ¿tienen la obligación los tribunales de admitir todas las reconsideraciones fundadas
en la subjetividad del valor de las cosas por parte de las miles de personas que en cada
operación contractual terminen insatisfechas por lo que pagaron o recibieron a cambio?
Obviamente no. La ley solo admite como susceptibles de juicio aquellas demandas
basadas en reconsideraciones subjetivas de valor si una de las partes estima que su
prestación vale hasta 40% más de lo que en el contrato se pactó. Y como
constitucionalmente nos regimos por una economía social de mercado, implícitamente
debemos suponer que es este, el mercado, la referencia que sirve de base objetiva para
calcular la pérdida de ese más del 40% en el valor de la prestación de quien se considera
mal pagado ¿Regulación de precios entonces? No. Simple y llano requisito para la
admisión a juicio que el Derecho impone para causas generadas por discrepancias en la
subjetividad del valor de un bien. Pero tampoco el único requisito, ni mucho menos. Debe
ir acompañada necesariamente aquella re consideración subjetiva de valor, para ser
atendida por los tribunales de justicia, de una prueba por parte de quien alega que sus
intereses han sido lesionados. ¿Cuál? Pues que ese 40% en que se valoró de menos su
prestación obedeció al aprovechamiento de un estado de necesidad que lo aquejaba al
momento de contratar y que era conocido por su contraparte.
133
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Sin embargo, el "Análisis" objeta esta política legal aduciendo que "La figura trata de
impedir que 'los malos samaritanos' se aprovechen del estado de necesidad de alguna
persona para obtener contraprestaciones que no guarden un supuesto equilibrio desde el
punto de vista económico. Esta figura persigue desincentivar una conducta
excesivamente egoísta. Sin embargo, al hacerlo, la lesión crea un incentivo peligroso en
sentido contrario. Así, la lesión desincentiva operaciones de rescate que pueden ser
motivadas por la oportunidad de obtener un lucro mayor al que se obtendría en una
operación de mercado común y corriente".
Sobre esta pretendida objeción hay que precisar varios puntos. El primero es que, en
efecto y con absoluto acierto, el Derecho trata de modelar una sociedad de "buenos
samaritanos", en donde las cortes de justicia tengan el menor trabajo posible, porque no
hay muchas pendencias en una comunidad así. El futuro es, pues, el destino de estas
sociedades estructuradas bajo el principio de la solidaridad. Por el contrario, una
sociedad donde los "buenos samaritanos" son la excepción y los malos samaritanos" la
regla querida por el Derecho, es, por simple ejercicio del sentido común, una sociedad
destinada a la extinción, porque incentivando a que sea el "hombre el lobo del hombre",
todos terminarán, más temprano que tarde, por devorarse unos a otros. No hay por eso
ningún futuro allí, ni para el hombre en particular ni para la sociedad en general ni, por
supuesto, a la larga, tampoco para el Derecho.
134
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
agentes del mercado, y que sea conocido por otro para sacarle un provecho que el
Código considera indebido por abusivo.
Por esta última razón, nosotros consideramos contradictorio el artículo 1448 del mismo
cuerpo legal que, impropia e inopinadamente supone el conocimiento del estado de
necesidad, el estado de necesidad mismo y el aprovechamiento de un agente del
mercado cuando la operación económica refleje un valor de intercambio inferior a dos
tercios (66,6%) del precio del mercado.
En efecto, dice el artículo 1448 que "En el caso del artículo 1447, si la desproporción
fuera igualo superior a las dos terceras partes, se presume el aprovechamiento por el
lesionante de la necesidad apremiante del lesionado". Esta norma constituye un aval al
abuso que, paradójicamente, la lesión trata de impedir. ¿Por qué? Porque le bastaría a
alguien que, sin haber sufrido estado de necesidad alguno, traficó un bien de su
propiedad por un valor inferior al 66,6% del mercado para que, ex post Jacto, pudiera
arrepentirse arbitrariamente y, sin la obligación de probar nada, conseguir del juez la
rescisión del contrato. Estaría abusando así de quien de buena fe contrató, él sí, sin
abusar de nadie. El lesionado sería entonces este último y aquí se estaría cometiendo
una injusticia que el Derecho no puede amparar. El artículo 1448 del Código Civil podría
sí, pues, ser eliminado sin contemplaciones por absurdo. Curiosamente, sin embargo,
sobre este artículo y sus implicancias solo un crítico del Análisis Económico del Derecho
se ha pronunciado tangencialmente.
Por último, queda por levantar la afirmación de que desincentivando a los malos
samaritanos, a los ávida dollar, a los viciosos de la codicia, se termine por perjudicar a los
buenos samaritanos necesitados de liquidez, porque con la lesión no "se quiere que
quienes están en estado de necesidad encuentren la mayor cantidad de opciones para
salir de dicho estado".
Lo cierto es que si el Derecho, según esas premisas, les dejara las manos libres a los
Shylock del mundo para lucrar con una libra de carne del corazón de sus víctimas, a fe
nuestra que lo harían sin parpadear siquiera. Bastante hace la ley con dejarles el halo de
respetabilidad de los buenos samaritanos. Porque, después de todo, un descuento del
39,99% del valor del mercado al momento del contrato no es un mal negocio ni para
Shylock. y a fe nuestra también que no habrá ninguna "escasez de rescatadores y colas
de potenciales rescatados esperando un rescate".
JURISPRUDENCIA
Casación : 3133-97-LIMA
135
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Fecha : 05-03-98
―La institución de la lesión se encuentra prevista en el artículo 1447 del Código Civil,
y ella se extiende a todos los contratos típicos como atípicos siempre que sean a título
oneroso o tengan carácter conmutativo, con la salvedad del segundo párrafo del
mencionado artículo. Se entiende por contrato oneroso aquel en el cual existe para
cada una de las partes un sacrificio y una ventaja; y, el contrato es conmutativo
cuando cada una de las partes, al momento en que se celebra el contrato es,
consciente de un hecho cierto y concreto, pues estima anticipadamente el sacrificio y
la ventaja correlativos. De acuerdo a la definición establecida por el artículo 1447 del
Código Civil para que la lesión sea causal de rescisión de un contrato es necesario
que concurran dos elementos: a) que la desproporción entre las prestaciones al
momento de celebrarse el contrato sea mayor a las dos quintas partes (lesión
objetiva); y, b) que la desproporción resulte del aprovechamiento por uno de los
contratantes de la necesidad apremiante del otro (lesión subjetiva)‖.
Expediente : 505-88-CUSCO
Fecha : 27-03-89
―La situación del contrato de compraventa celebrado entre las partes, consiste en un
precio pactado que no es el adecuado, existiendo una desproporción mayor a las dos
quintas partes. Que por otro lado la vendedora se encontraba en estado de necesidad,
como queda demostrado con el cobro de soles y ejecución de hipoteca que se le
seguía, habiéndose llegado al estado de remate del edificio, que esa hipoteca se
encuentra registrada, lo que implica reconocer que era de conocimiento público. De
modo que los compradores al pagar un precio inferior objetivamente al real en una
desproporción como la establecida, no pueden alegar ni desconocimiento ni buena fe,
sino al contrario, surge de la situación misma el aprovechamiento del estado de
necesidad de la vendedora, lo que significa la ocurrencia del elemento subjetivo de la
lesión conforme a lo establecido en el artículo 1447 del Código Civil‖.
136
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
APRECIACIÓN DE LA DESPROPORCIÓN
Expediente : 1760-92-LIMA
Demandante : Mercedes Ramírez Fernández de Sandoval
Demandado : Carmen Juana Olaya Vicuña
Fecha : 28-06-94
Comentario
Expediente : 3408-97-LIMA
Demandante : Miguel Antezana Canales
Demandado : Repuestera Fusca Sociedad Anónima
Fecha : 29-01-98
―El artículo 1452 del Código Civil establece que en los casos en que la acción
rescisoria por lesión fuere inútil para el lesionado, por no ser posible que el
demandado devuelva la prestación recibida, procederá la acción de reajuste; que la
ratio legis de esta disposición se contrae al supuesto de que producida la lesión, y
siendo la prestación recibida por el demandado imposible de devolver por razón de su
naturaleza o de las circunstancias sobrevenidas, el demandante podrá optar por la
acción de reajuste o quanti minoris. Es indebido acumular dos pretensiones
contradictorias entre sí, cual la referida a la lesión que tiene carácter de rescisoria, con
la de saneamiento por vicios ocultos cuyo carácter es resolutorio‖.
137
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Comentario
CADUCIDAD DE LA PRETENSIÓN
Expediente : 966-95-JUNÍN
Demandante : Favio Enrique Huamán Vidalón y otra
Demandado : Desiderio Mendoza Basurto y otra
Fecha : 03-07-96
―La acción rescisoria por lesión puede ser interpuesta dentro de un plazo de seis
meses de cumplida la prestación a cargo del lesionante o en todo caso a los dos años
de la celebración del contrato. En caso contrario se declarará la caducidad de la
acción, pues se habría extinguido el derecho y la acción correspondiente para accionar
rescisión por lesión a que se refiere el numeral 1454 del Código Civil‖.
Nº 8
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
ACTAS de las Sesiones de la Comisión Reformadora del Código Civil Peruano de 1852.
Imprenta El Progreso Editorial, Lima, 1926.
ALBALADEJO. Manuel. Derecho Civil, tomo II. Librería Bosch, Barcelona, 1983.
ALSINA ATIENZA, D. Efectos jurídicos de la buena fe en sus relaciones con las modernas
tendencias jurídicas; la apariencia, la imprevisión, el abuso del derecho.
ARHHOLM M., La Revisión des Contracta par le Juge en Norvege, París, 1937
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max. Anteproyecto de Reforma del Código Civil, Pontificia
Universidad Católica, Fondo Editorial, 1980.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
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FASCÍCULO Nº 8
LESION
Nombres: _________________________________________________________
Apellidos: _____________________________________________ Fecha: _____
Ciudad: ____________________________________________Semestre: ______
______________________________________________________________________
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.
b. Explica cada uno de los elementos configurativos de la lesión
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c. Transcribe cinco ideas principales del texto‖ La escuela del abuso y los buenos
samaritanos‖ y luego opina críticamente sobre el tema
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ANEXOS:
JURISPRUDENCIAS
PERFECCCIONAMIENTO DEL CONTRATO
Perfeccionamiento del contrato: Conformidad de la aceptación con la oferta.
Para que se perfeccione el contrato es necesario que concurran en conformidad las
voluntades de ambas partes sobre todas las estipulaciones del mismo. Esta concurrencia se
da a través de la formulación de una oferta por parte de una de las partes y su posterior
aceptación por la otra. Par tal efecto, se considera que hay aceptación de la oferta desde el
momento en que el oferente toma conocimiento de ella, quedando a partir de este momento
perfeccionado el contrato. Asimismo, no se considera aceptación aquella respuesta tardía ni
la oportuna que no sea conforme a la oferta, salvo que el oferente decida considerarla
eficaz, y con la condición de dar inmediato aviso al aceptante sobre el particular. De no ser
así, y al no haberse consolidado la aceptación, no se cumplirá con el perfeccionamiento del
contrato que de lugar a su existencia y a la producción de sus efectos.
Exp. Nº 52067-97
VISTOS, los tomos que forman estos autos; interviniendo como Vocal ponente el señor
Braithwaite Gonzáles, por sus fundamentos; y CONSIDERANDO: además: Primero.- Que,
el artículo 1373 del Código civil señala expresamente que el contrato queda perfeccionado
en el momento y lugar en que la aceptación es conocida por el oferente, es decir, no queda
sujeto a ningún tipo de condición; Segundo.- Que, de otro lado, el primer párrafo del artículo
1376 del acotado cuerpo legal señala que la aceptación tardía y la oportuna que no sea
conforme a la oferta equivalen a una contraoferta, es decir, no siendo la aceptación
coincidente con la oferta, no existe aún el consentimiento o acuerdo de voluntades
necesario para el perfeccionamiento y consecuente existencia de un contrato; que,
igualmente, con sujeción a lo preceptuado por el numeral 1359 del referido Código no hay
contrato mientras las partes no estén conforme sobre todas sus estipulaciones aunque la
discrepancia sea secundaria; Tercero.- Que, en el caso de autos la Comisión de Ventas de
Mercados, mediante carta notarial de fojas 104-A, su fecha 18 de junio de 1996, comunicó al
demandante (anexo 1-F de la demanda) conductor del Puesto 0226-0227 la oferta de venta
del referido puesto precisando el precio y la forma de pago; Cuarto.- Que, mediante carta
notarial de fojas 117, su fecha 15 de julio de 1996 dirigida por el actor al citado demandado
da respuesta a la oferta, pero sin aceptarla antes por el contrario haciendo protesta por
inaceptable los términos de la pre-notada oferta; Quinto.- Que, a fojas 118, corre la carta
notarial de fecha 6 de setiembre, igualmente, dirigida por la Comisión de Privatización de
Mercados dando respuesta a la notarial cursada por el demandante otorgándole un plazo
adicional de 5 días a fin de ejercitar su opción "en los términos y condiciones que le fuera
142
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
remitida"; puntualizándose en esta carta que "La Caja Municipal no está solicitando pago de
una cuota inicial, con el propósito de celebrar el respectivo contrato de compraventa";
Sexto.- Que, siendo así el no existir una aceptación pura y simple de la oferta que le
otorgará la codemandada, no existió contrato de compraventa alguno entre las partes,
conclusión que no ha sido desvirtuada por los demandantes durante la secuela del proceso;
Sétimo.- Que, los documentos presentados con posterioridad al fallo y que corren de fojas
296 a 302, ni los argumentos expuestos en el recurso de apelación no enervan la validez de
los considerandos de la recurrida; CONFIRMARON la sentencia de fojas 285 a 289, su
fecha 30 de junio del año en curso, que declara infundada en todos sus extremos la
demanda de fojas 144 a 155; con lo demás que contiene; y los devolvieron; en los seguidos
por Felipe Torres Quispe y otros contra Gladys Andueza García de Suárez y otro sobre
nulidad de acto jurídico.
SS. CARBAJAL PORTOCARRERO, BARREDA UTANO, BRAITHWAITE GONZALES.
10
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, en la sentencia del A-quo cuyos fundamentos han sido reproducidos
íntegramente en la sentencia impugnada mediante el presente Recurso de Casación, en el
143
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Cuarto.- Que, en consecuencia en la sentencia de vista si se aplicó el Art. 1373 del Código
civil pero en concordancia con el articulo 1376 del mismo Código y se entendió que el
contrato no quedó perfeccionado al no haber aceptación de la oferta y para arribar a otra
conclusión tendría que hacerse una revaloración de la prueba lo que no es posible en
casación por ser contraria a sus fines, por lo que es de aplicación el Art. 1397 del C.P.C.
SENTENCIA:
Por las consideraciones que anteceden, la Sala Civil de la Corte Suprema, declara
INFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por don Julio Alberto Ortiz Vergara en su
escrito de fojas 147 y en consecuencia, NO CASAR la sentencia de vista de fojas 136, su
fecha 29 de diciembre de 1995; CONDENARON al recurrente al pago de la multa de 02
URP y de las costas y costos del proceso, originados por la tramitación del recurso; en los
seguidos con la Sucesión Ricardo Robles Rodríguez y otras, sobre otorgamiento de
escritura pública, ORDENARON la publicación de la presente sentencia en el Diario Oficial
El Peruano; bajo responsabilidad, y los devolvieron.
SS. PANTOJA, RONCALLA, CASTILLO, MARULL, VILLACORTA.
10
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
más que a los errores meramente formales, pues ello privilegia el interés de la colectividad,
que se beneficia con la mayor participación de postores.
Res. Nº 212/2006.TC-SU
ANTECEDENTES:
1. La empresa de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima -SEDAPAL convocó al
Concurso Público N° 0020-2005-SEDAPAL con el objeto de contratar el arrendamiento
de servidores para su plataforma central de cómputo, por un valor referencial de US $ 1
190 539,38, otorgándose la buena pro, con fecha 19 de enero de 2006, a la empresa
Sonda del Perú S.A., habiendo ocupado el segundo lugar en el cuadro final de
calificación la empresa GMD S.A., a quien se denominará en adelante la Impugnante.
2. El día 26 de enero de 2006 la Impugnante presentó recurso de apelación contra el
otorgamiento de la buena pro del proceso de selección solicitando que se descalifique la
propuesta de Sonda del Perú S.A. y que se le otorgue la buena pro, sobre la base de los
siguientes fundamentos:
(i) De acuerdo con el literal g) del acápite 1.1.1 del numeral 1.1 de la Sección 1 de las
Especificaciones Técnicas de las bases la configuración de los servidores de la
nueva plataforma estará basada en el dimensionamiento que el proveedor deberá
proponer basado en las 11 instancias de trabajo que figuran en el Anexo C
(Particionamiento Final de la Plataforma de Cómputo), constituido por las instancias
P1, P2, P3, P4, P5, P6 y D1, D2, D3, D4 y D5.
Pese a lo señalado en las bases, en la propuesta de la empresa adjudicataria de la
buena pro se ha omitido incluir en detalle la documentación referida a que su
propuesta incluye las 11 instancias obligatorias, dado que no cumple con presentar
las instancias D3, D4 y D5 requeridas por las bases. De los folios 21 al 24 de la
propuesta de la empresa adjudicataria de la buena pro se advierte que en el Servidor
145
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FUNDAMENTACIÓN:
1. Como se ha detallado en los antecedentes, los dos asuntos controvertidos se refieren al
cumplimiento de los requerimientos técnicos mínimos establecidos en las base por parte
de la oferta formulada por la empresa adjudicataria de la buena pro. En opinión de la
Impugnante dichos requerimientos no han sido cumplido en lo que respecta a dos
particulares aspectos: (i) El dimensionamiento propuesto por la adjudicataria de la
buena pro no contempla las 11 instancias de trabajo que figuran en el Anexo C (P1, P2,
P3, P4, P5, P6 y D1, D2, D3, D4 y D5) pues omitió considerar las instancias D3, D4 y
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10. Por lo expuesto, al amparo del inciso 1) del artículo 171 del Reglamento de la Ley de
Contrataciones y Adquisiciones del Estado, el recurso debe ser declarado infundado,
disponiéndose que la Entidad ejecute los actos necesarios con la celeridad que
aconseja la situación, considerando que, como fue expuesto en la audiencia pública, la
tramitación de las impugnaciones ha retardado el cumplimiento de metas operativas,
situación a la que debe ponerse término definitivamente.
Por estos fundamentos, con la intervención del Presidente del Tribunal Ing. Félix Delgado
Pozo y de los señores vocales Dres. Gustavo Beramendi Galdós y Wina Isasi Berrospi,
atendiendo a la reconformación de la Sala Única del Tribunal de Contrataciones y
Adquisiciones del Estado según lo dispuesto en la Resolución Nº 048-2006-
CONSUCODE/PRE, expedida el 30 de enero de 2006, así como lo establecido mediante
Acuerdo de Sala Plena del Tribunal Nº 005/003, de fecha 4 de marzo de 2002 y de
conformidad con las facultades conferidas en los artículos 53°, 59° y 61° del Texto Único
Ordenado de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, aprobado por Decreto
Supremo Nº 083-2004-PCM y su Reglamento, aprobado por Decreto Supremo Nº 084-2004-
PCM; analizados los antecedentes y luego de agotado el correspondiente debate;
LA SALA RESUELVE:
1. Declarar infundado el recurso de revisión interpuesto por la empresa GMD S.A. contra la
Resolución de Gerencia General N° 049-2006-GG, la cual se confirma en todos sus
extremos, por los fundamentos expuestos.
2. Disponer la ejecución de la garantía presentada para la interposición del recurso de
revisión materia de decisión.
3. Devolver los antecedentes administrativos a la Entidad.
[1] Folio 8 del expediente, párrafos tercero y cuarto del recurso de revisión presentado.
[2] Numeral 4, página 4 de la resolución impugnada.
25
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Publicada el 17.09.99
LIMA
Lima, siete de junio de mil novecientos noventinueve.
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, la demanda de otorgamiento de escritura pública de transferencia de
dominio del inmueble sito en el jirón Huascarán número setecientos ochentisiete, del distrito
de La Victoria, provincia de Lima, se sustenta en que el propietario don Roberto Flores
Patiño, mediante carta notarial ofertó el referido predio en primera opción de venta a la
inquilina demandante doña Elena Palomino Hernández, por la suma de trescientos mil intis
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
que deberían ser abonados al contado, oferta que la actora aceptó también mediante carta
notarial dentro del plazo previsto en el Artículo veintidós del Decreto Ley número veintiún mil
novecientos treintiocho.
Quinto.- Que, la Sala Civil admite igualmente que el predio en litis es un bien social y la
oferta la hizo el esposo de la demandada, sin autorización de ésta, de modo que estando a
lo prescrito en la primera parte del Artículo trescientos quince del Código Civil, la oferta de
que se trata no sólo no puede obligar a doña Angélica Medrano González viuda de Flores
sino que además tampoco obliga en la forma prevista por el citado Artículo mil trescientos
ochentitrés del mismo Código; que por lo expuesto y no habiéndose presentado la causal de
interpretación errónea por las razones que anteceden, de conformidad con lo dispuesto en el
Artículo trescientos noventisiete del Código Procesal Civil; declararon INFUNDADO el
Recurso de Casación de fojas doscientos cincuenticuatro, interpuesto por la demandante
doña Elena Palomino Hernández contra la sentencia de vista de fojas doscientos
treinticinco, su fecha treinta de setiembre de mil novecientos noventiocho; CONDENARON a
la recurrente al pago de las costas y costos del recurso, así como a la multa de dos
Unidades de Referencia Procesal; MANDARON se publique la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por doña Elena Palomino Hernández con doña
Angélica Medrano Gonzales viuda de Flores, sobre otorgamiento de escritura pública; y los
devolvieron.
SS. ORTIZ B.; SÁNCHEZ PALACIOS P.; ECHEVARRÍA A.; CASTILLO LA ROSA S.;
VILLACORTA R.
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bienes en las cantidades que aparece en las guías antes mencionadas, concluyéndose, que
dándose el elemento más importante para la formación del contrato, como es la conjunción
de la oferta con la aceptación tácita, éste se ha formalizado. Quinto.- Que acreditada la
existencia del contrato, así como el cumplimiento de la demandante de parte de las
prestaciones a las que se obligó con la oferta que realizara como aparece de las
denominadas "constancias de visita de promoción escolar Glad-lock", que cuenta con el
sello de conformidad de los colegios donde se realizó la campaña publicitaria, la emplazada
está obligada a honrar las obligaciones asumidas, esto es a pagar la suma de veinte dólares
por cada visita a los colegios, hasta un número de cuatrocientos, como aparece de la oferta
de fojas diez a trece y de los contratos de fojas treintitrés y siguientes, por lo que habiendo
realizado la campaña a cuatrocientos colegios, la demandada está obligada al pago de la
suma de ocho mil dólares americanos más el impuesto general a la venta. Sexto.- Que con
relación a la indemnización, si bien está acreditado el incumplimiento de la demandada en el
pago de las prestaciones asumidas, su pretensión en lo que a este extremo se requiere al
amparo de lo previsto en el artículo 1331 del Código Civil, no resulta amparable puesto que
la actora no ha acreditado los daños alegados, carga de la prueba que recae sobre el
perjudicado. Por tales fundamentos, REVOCARON: la sentencia apelada de fojas
cuatrocientos treintiséis, su fecha veintinueve de agosto de mil novecientos noventisiete, que
declara infundada la demanda planteada, la que reformándola, DECLARARON: fundada en
parte la demanda interpuesta por Promociones Noel Sociedad de Responsabilidad Limitada
mediante escrito de fojas trescientos cuatro a trescientos veintidós, ampliada a trescientos
veinticinco a trescientos veintiocho, y en consecuencia, ordenaron que la empresa
demandada Stampa Sociedad Anónima cumpla con pagar a Promociones Noel Sociedad
Responsabilidad Limitada la suma de nueve mil cuatrocientos cuarenta dólares americanos
más interés costas y costos del proceso; y los devolvieron.
SS. FERREYROS PAREDES / RAMOS LORENZO / GASTAÑADUI RAMIREZ
12
CONTRATOS PREPARATORIOS
Contratos preparatorios: Características
De acuerdo a la norma del artículo 1415º del Código civil, un contrato preparatorio debe
contener por lo menos los elementos esenciales del contrato definitivo. Tratándose de un
contrato de promesa de venta, este deberá contener los elementos esenciales del contrato
de compraventa, a saber, la determinación de la cosa y del precio. De lo expresado se
colige que el contrato preparatorio quedará ejecutado en el momento en que se celebre el
contrato definitivo de compraventa. Por lo cual, a partir de que alguna de las obligaciones
propias del contrato de compraventa empiece a ejecutarse, ya no estaremos ante un
contrato preparatorio sino ante uno definitivo de compraventa.
Cas. N° 1751-97-Junín
Lima, 3 de noviembre de mil novecientos noventiocho.
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CONSIDERANDO:
Primero.- Que, concedido el Recurso de Casación a fojas 155, fue declarado procedente por
resolución del 16 de diciembre de 1997 por las causales previstas en los incisos 1° y 2° del
artículo 386 del Código Adjetivo referido a la aplicación indebida del artículo 1416 del Código
civil y a la inaplicación de los artículos 1549 y 1562 del Código civil.
Segundo.- Que, la sentencia impugnada no precisa si el acto jurídico celebrado por el
esposo de la recurrente y el demandado es un compromiso de contratar o un contrato
definitivo, pues en sus dos primeros considerandos hace alusión a un compromiso de
contratar; pero en los dos siguientes se refiere a un contrato definitivo de compraventa.
Tercero.- Que, el compromiso de contratar un contrato definitivo de compraventa crea la
obligación de celebrar este contrato el cual, a su vez, crea la obligación de transferir la
propiedad de un bine y la obligación de pagar su precio en dinero.
Cuarto.- Que, en consecuencia, el pago de una parte del precio importa la ejecución del
contrato definitivo, por cuanto en el contrato preparatorio sólo se determinan los elementos
esenciales del contrato definitivo.
Quinto.- Que, además las partes en un compromiso de contratar un contrato definitivo de
compraventa no se denominan comprador ni vendedor, por lo que se referencia en la
sentencia impugnada no hace sino reafirmar la tesis de que en el caso de autos se está ante
un contrato definitivo de compraventa y no ante un contrato preparatorio.
Sexto.- Que, abunda a ello el que la impugnada haya aplicado normas propias del contrato
de compraventa, como son el artículo 1529 del Código civil que contienen la definición de
dicho contrato y el artículo 1558 del Código civil referido al tiempo, forma y lugar de pago del
precio.
158
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Sétimo.- Que, por lo tanto, no versando, los autos sobre un compromiso de contratar, la
referencia al artículo 1416 del Código civil es impertinente, por lo que el recurso es
amparable en este extremo.
Octavo.- Que, en cuanto a la inaplicación del artículo 1562 del Código civil, si bien la
impugnada ha dejado establecido que no se ha cancelado el saldo de 500,00 Intis, de lo que
resulta que se ha pagado más del 50% del precio, no habiéndose demandado la resolución
del contrato de compraventa dicha norma no resulta aplicable.
Noveno.- Que, finalmente en relación a la inaplicación del artículo 1549 del Código civil,
habiéndose determinado en autos la validez del contrato de compraventa celebrado por el
demandado y el esposo de la demandante, aquel tiene la obligación de perfeccionar la
transferencia de la propiedad del bien, previa cancelación por parte de aquella del saldo de
precio, por lo que la demanda resulta amparable.
SENTENCIA:
Por los fundamentos expuestos, y de conformidad con lo dispuesto por el inciso 1° del
artículo 396 del C.P.C., declararon FUNDADO el Recurso de Casación de fojas 144,
interpuesto por doña Verenciana Palacios Dávila; en consecuencia, CASARON la resolución
de vista de fojas 140, su fecha 17 de julio de 1997; y, actuando en sede de instancia,
CONFIRMARON la apelada de fojas 89, su fecha 20 de mayo de ese mismo año, que
declara FUNDADA en todos sus extremos la demanda de fojas 28, con lo demás que
contiene; DISPUSIERON se publique la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad, en los seguidos por don Jesús Cahuana Pérez, sobre Otorgamiento
de Contrato de Traslación de Dominio y otros conceptos; y los devolvieron.
30
VISTOS; con el acompañado; en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha, la Sala Civil
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, verificada la votación con
arreglo a Ley, ha emitido la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: se trata del
Recurso de Casación interpuesto por don Víctor Misael Montero Peña, demandante en el
159
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Primero.- que, en principio, debe determinarse que el acto jurídico cuyo cumplimiento se
persigue a través del presente proceso, es un contrato titulado "Promesa de Compraventa",
cuyas cláusulas se refieren a la promesa de una parte, de vender un determinado inmueble,
y la promesa de la otra parte de comprarlo; en consecuencia, estamos frente a un contrato
preparatorio, cuya naturaleza, alcances y regulaciones se encuentran previstos en el Título
Quinto, Sección Primera, Libro Sétimo del Código Civil; Segundo.- que, siendo ello así,
debe examinarse entonces, qué tipo de plazo es el que rige los contratos preparatorios; el
Artículo ciento setentiocho del citado código, precisa que se está ante un plazo suspensivo,
cuando el acto no surte efecto mientras se encuentre pendiente el plazo; y se estará ante el
plazo resolutorio, cuando los efectos del acto cesan al vencimiento de aquél; Tercero.- que,
en ese orden, cuando el Artículo mil cuatrocientos dieciséis del Código Sustantivo, dispone
que el compromiso de contratar será no mayor de un año, está indicando que durante ese
lapso la promesa está vigente, y que recién a su vencimiento dicho compromiso cesará o
quedará sin efecto, quedando las partes liberadas de su promesa; luego, se concluye que el
plazo que rige los contratos preparatorios como el presente, es resolutorio; y no suspensivo
como ha expresado la sentencia de vista; Cuarto.- que, lo anterior significa que el plazo es
sólo para el mantenimiento de la promesa, mas no para la exigencia de su cumplimiento, el
cual puede ejercerse en cualquier momento dentro de dicho plazo; y, de recibirse como
respuesta una negativa, el contratante perjudicado puede hacer uso de la vía judicial,
conforme lo prevé el Artículo mil cuatrocientos dieciocho del Código Civil; Quinto.- que, en
160
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Cuarto.- Que, el articulo 1414, establece que por el compromiso de contratar las partes se
obligan a celebrar en el futuro un contrato definitivo, y entendiéndose como un contrato
preparatorio, en el que existen los elementos inherentes a la contratación, como son el
concierto de voluntades, el consentimiento, el objeto y la causa, se trata de un verdadero
contrato, cuya finalidad consiste en el compromiso de celebrar otro a futuro; que, el actor
alega que la carta de fecha 8 de marzo de 1993, que corre a fojas 7, constituye la obligación
del Banco demandado para que suscriba contrato de crédito de reestructuración financiera,
que por el citado instrumento el Banco demandado aceptó la petición de la accionante
manifestando ante el fideicomisaria COFIDE su intención de reestructurar sus obligaciones.
Quinto.- Que, la intención manifestada por el Banco no importa la aceptación del contrato
de refinanciación, sino solamente la manifestación de voluntad encaminada a celebrarlo,
conforme a lo estatuido en la Resolución Ministerial, que asimismo debe tenerse presente
que no se han dado los elementos inherentes a la contratación, para solicitar la obligación
de cumplimiento del mismo.
Sexto.- Que, el artículo 1418, inciso 1°, faculta a exigir el cumplimiento del contrato
preparatorio judicialmente, norma que no resulta aplicable al caso de autos por no haberse
acreditado la existencia del citado contrato.
Sétimo.- Que, con respecto a los artículos 1352 y 1373 del Código civil, establecen las
formas como se perfeccionan los contratos, que estas normas no resultan de aplicación
porque no se ha probado la existencia del mismo.
SENTENCIA:
Estando a las conclusiones que anteceden, se declara INFUNDADO el Recurso de
Casación interpuesto por Industria Peruana de Metales y Derivados, y en consecuencia, NO
CASAR la sentencia emitida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la corte
Superior de Justicia de Lima, de fojas 134, su fecha 21 de setiembre de 1995 que
confirmando la apelada de fojas 104, su fecha 2 de junio del año próximo pasado, declara
infundada la demanda de fojas 41 interpuesta por Industria Peruana de Metales y Derivados;
CONDENARON al recurrente al pago de la multa de dos Unidades de Referencia Procesal y
al pago de las costas y costos originados en la tramitación de todo el proceso; MANDARON
la publicación de esta resolución en el Diario Oficial El Peruano; bajo responsabilidad; en los
seguidos por Industria Peruana de Metales y Derivados con el Banco Continental sobre
obligación de hacer.
SS. RONCALLA, REYES, VASQUEZ, ECHEVARRIA, BACIGALUPO.
21
163
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
VISTO, el recurso de apelación interpuesto por GREMCO S.A representada por la Dra.
Gabriela Villamonte Cornejo, mediante Hoja de Trámite N° 26279 del 12 de octubre de 1998,
contra la observación formulada por el Registrador del Registro de Propiedad Inmueble, Dr.
Manuel Edmundo Mejía Zamalloa, a la solicitud de inscripción de permuta con pacto de
reserva de propiedad en mérito a partes notariales de escritura pública. El título se presentó
el 2 de setiembre de 1998 con el N° 147953. El Registrador denegó la inscripción por
cuanto: "De conformidad con lo prescrito en el Art. 2019 del Código Civil es preciso
señalar que el acto materia del presente título no es inscribible por no encontrarse
dentro de los supuestos del artículo en mención. Base Legal.- Art. 2011 y Art. 2019 del
Código Civil" (1), interviniendo como Vocal ponente el Dr. Jorge Luis Gonzales Loli; y,
CONSIDERANDO:
Que, mediante la rogación contenida en el presente título se solicita la inscripción de una
permuta con reserva de propiedad que se encontraría estipulada en el contrato denominado
"Convenio Marco para el Ejercicio de una Opción de Compra de Terreno Rústico para la
Ejecución de un Proyecto de Edificaciones" que celebraron Corporación Gremco S.A., el
Club Universitario de Deportes y Corporación Deportiva Gremco S.A., en mérito a las
Escrituras Públicas de Ratificación, Actualización y Complementación y de Addenda de
dicho convenio, ambas de fecha 19 de febrero de 1998, extendidas ante el Notario Dr. Luis
Dannon Brender;
Que, como se aprecia del tenor de los puntos 7.2 de la primera escritura pública y 2.7 de la
segunda, el Club Universitario de Deportes asumió el compromiso de adjudicar en
propiedad, libre de todo gravamen, carga o medida judicial o extrajudicial que limite su libre
disposición, el inmueble ubicado en Jr. Pacasrnayo N° 744, 798 y 886 (actualmente Jr.
Jorge Chávez N° 4) inscrito en la ficha N° 1731595 del Registro de Propiedad Inmueble de
Lima favor de Corporación Gremco S.A., en el momento de la recepción del Estadio
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Monumental a ser construido por esta última (sobre el terreno inscrito en la ficha N° 1638374
del Registro de Propiedad Inmueble de propiedad de Gremco S.A.) comprometiéndose
asimismo el Club referido a extender la correspondiente minuta y escritura pública de
adjudicación a favor de la empresa;
Que, en tal sentido, si bien en la cláusula 1.7 de la Escritura de Ratificación, Actualización y
Complementación se alude a la realización de la permuta del citado inmueble, conteniendo
adicionalmente un pacto de reserva de propiedad, puede advertirse de lo señalado en el
considerando precedente, que la misma recién se efectuará a través del otorgamiento del
instrumento de adjudicación respectivo, en la oportunidad y condiciones establecidas por las
partes contratantes, de lo que se concluye que el acto cuya inscripción se solicita constituye
más bien uno de naturaleza obligacional y no de trascendencia real, consistente en la
celebración de un contrato futuro de permuta, lo que es ratificado por la impugnante en su
escrito de apelación, en el que expresamente se modifica la rogación inicial al señalar que
sólo se está solicitando que se anote en la Ficha Nº 1731595 el compromiso asumido por el
Club Universitario de Deportes de transferir el aludido inmueble en favor de GREMCO S.A.;
Que, bajo tal contexto, el título venido en grado no contiene un contrato destinado a crear,
declarar, modificar o extinguir derechos reales sobre inmuebles, no encontrándose por tanto
comprendido dentro de los supuestos establecidos en el artículo 2019 inc. 1° del Código
Civil(2), siendo más bien su naturaleza jurídica la de un contrato preparatorio cuya finalidad
se encuentra destinada a vincular a las partes a la celebración de un futuro contrato
definitivo, que en el presente caso estaría constituido por la permuta antes mencionada;
Que, nuestro ordenamiento vigente regula el tema los contratos preparatorios en el Título V
de la Sección Primera del Libro VII del Código Civil, estableciendo la existencia del
compromiso de contratar(3) (art. 1414(4) ) y del contrato de opción (art. 1420(5) ), siendo
que de acuerdo con el artículo 2019 inc. 5) del mismo código sustantivo, resultan actos
inscribibles en el Registro de Propiedad Inmueble los contratos de opción, criterio legislativo
que se adoptó por cuanto los citados contratos de opción han sustituido a los anteriormente
regulados como promesa de venta, extendiendo su aplicabilidad a cualquier modalidad de
contrato definitivo que tenga por finalidad la constitución, transmisión, etc. de cualquier
derecho real (opción de compra, opción de permuta, opción de donación), etc., según consta
de la Exposición Oficial de Motivos del Libro de Registros Públicos (publicado en el Diario
Oficial "EI Peruano" edición del 19 de noviembre de 1998);
Que, por el contrario, el mismo artículo 2019 del Código Civil no incluye dentro de los actos
inscribibles en el citado Registro, al compromiso de contratar, lo que aunado a su falta de
trascendencia real, determina que su naturaleza sea exclusivamente obligatoria para las
partes que se obligan a celebrar un contrato definitivo en el futuro, pero que no pueda
acogerse y otorgársele los efectos de publicidad con efectos sustantivos frente a terceros
que otorga la inscripción registral;
Que, atendiendo a las características del contrato materia de alzada, se aprecia que el
compromiso asumido por el Club Universitario de Deportes de celebrar en el futuro un acto
de adjudicación a favor de GREMCO S.A., como lo admite la recurrente, se encuentra
encuadrado dentro de los alcances del "compromiso de contratar", que al no haberse fijado
165
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
plazo convencional se sujetará al plazo legal máximo de un año establecido por el artículo
1416 del Código Civil, pero no reúne las condiciones para ser considerado como "contrato
de opción", pues a través de él no se concede a una o ambas partes el derecho exclusivo de
celebrar o no el contrato definitivo, más aún teniendo en cuenta que la celebración del
contrato definitivo de permuta se encuentra condicionado a la recepción del denominado
"Estadio Monumental"
Que, respecto al pacto de reserva de dominio en favor de Corporación GREMCO S.A., es de
verse que de acuerdo al artículo 1583 del Código Civil(6), dicho pacto es uno accesorio que
puede integrar un contrato de compraventa, siendo igualmente aplicable a los casos de
permuta dada la aplicación supletoria prevista en el artículo 1603 del Código Civil, que tiene
por finalidad que el vendedor se reserve para sí la propiedad del bien hasta que se haya
pagado todo el precio o una parte determinada de él, aunque el bien haya sido entregado al
comprador, y que el mismo es oponible a terceros siempre que haya sido previamente
inscrito; pudiendo advertirse que al carecer de autonomía requiere siempre la existencia del
contrato en el que se establece la transferencia de propiedad y siendo que el título objeto de
calificación no contiene propiamente una permuta sino un compromiso de celebrar dicho
contrato en el futuro, el mencionado pacto de reserva de propiedad sólo podrá inscribirse
conjuntamente con éste;
Que, finalmente, es conveniente señalar que esta instancia se ha pronunciado en las
Resoluciones N° 377-96-ORLC/TR del 31 de octubre de 1996 y N° 272-97-ORLC/TR del 30
de junio de 1997 y N° 270-98-ORLC/TR del 31 de julio de 1998, en el sentido que cuando en
un contrato denominado por las partes como preparatorio, se ha pactado la obligación del
vendedor de transferir la propiedad y la del comprador de pagar su precio en dinero.
encontrándose en el contrato todos los elementos esenciales del contrato de compraventa.
debe éste calificarse como tal, aun cuando se le hubiere dado otra denominación, no
apreciándose sin embargo del título alzado los elementos necesarios para atribuirle tal
condición, pues como se ha señalado, no es su finalidad la inmediata transferencia de la
propiedad del bien submateria, sino la de dar carácter obligatorio a la celebración de una
permuta futura;
Que, finalmente el artículo 152 del Reglamento General de los Registros Públicos establece
que cuando el título presentado adolece de defecto insubsanable deberá formularse la tacha
respectiva, debiendo entenderse por tal, por aplicación contrario sensudel artículo 83 del
Reglamento de las Inscripciones, aquél que afecta la validez del mismo título, apreciándose
del título alzado que por no contener acto inscribible alguno, su condición resulta
insubsanable, debiendo en consecuencia procederse conforme a lo señalado en el artículo
152 antes citado;
Que, en consecuencia, de conformidad con el primer párrafo del artículo 2011 del Código
Civil; numeral IV del Título Preliminar y artículos 150 y 151 del reglamento General de los
Registros Públicos no resulta procedente amparar la presente solicitud de inscripción; y
Estando a lo acordado;
166
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
SE RESUELVE:
CONFIRMAR la denegatoria de inscripción formulada por el Registrador del Registro de
Propiedad Inmueble al título referido en la parte expositiva ampliándola conforme a los
fundamentos expresados en la presente resolución y DISPONER su tacha por adolecer de
defecto insubsanable.
REGÍSTRESE Y COMUNÍQUESE: (FDO.) - DRA. MARTHA SILVA DÍAZ., PRESIDENTA DE
LA PRIMERA SALA DEL TRIBUNAL REGISTRAL. - DR. JORGE LUIS GONZALES LOLI,
VOCAL (E) DEL TRIBUNAL REGISTRAL- DR. TULIO BELOGLIO BELOGLIO, VOCAL (F)
DEL TRIBUNAL REGISTRAL.
32
Exp: 4331-98
Sala de Procesos Abreviados y de Conocimiento
Lima, diecinueve de marzo de mil novecientos noventinueve.
VISTOS; interviniendo como vocal ponente el señor Aguado Sotomayor; con los
acompañados; por los fundamentos pertinentes; y CONSIDERANDO: Primero.- Que la
pretensión demandada se fundamenta en la alternativa que confiere el numeral 1418, inciso
1) del Código Civil, esto es que, frente a la injustificada negativa del obligado a celebrar el
contrato definitivo hace uso del derecho de exigir judicialmente la celebración del contrato;
Segundo.- Que conforme lo dispone el artículo 1416 del Código sustantivo: el plazo del
compromiso de contratar será no mayor de un año y cualquier exceso se reducirá a este
límite. A falta de plazo convencional rige el máximo fijado por este artículo; Tercero.- Que
de acuerdo a la doctrina y al propio marco normativo, el plazo del compromiso de contratar
puede ser suspensivo o resolutorio, configurándose el primero cuando dicho plazo ha sido
expresamente estipulado por los contratantes, en tanto que el plazo resolutorio se presenta
cuando el compromiso de contratar deja de tener vigencia al vencimiento del plazo; Cuarto.-
Que la facultad de exigir judicialmente la celebración del contrato definitivo es de naturaleza
excepcional porque en suma se orienta a concretizar el compromiso que contiene el contrato
preparatorio y, por tanto, el legislador ha previsto que la realización del contrato definitivo
sólo puede exigirse dentro del plazo máximo de un año, de suerte que la decisión judicial
incida sobre el acuerdo de declaraciones de voluntad, determinando el plazo de naturaleza
resolutoria y como tal a su vencimiento deja de tener vigencia, porque de conformidad con la
razonabilidad de las normas no puede exigirse su cumplimiento al margen del citado plazo,
167
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
toda vez que ello innegablemente afectaría el derecho a la libertad de contratación que se
consagra el artículo 2, inciso 14) de la Constitución Política del Estado, porque la
declaración de voluntad que subyace del contrato preparatorio alcanza sólo el plazo tantas
veces mencionado; Quinto.- Que en el caso de autos, el compromiso para contratar
(contrato preparatorio) emerge del documento corriente a fojas dos, la misma que data del
dos de junio de mil novecientos noventicinco, de manera que el plazo de un año que precisa
el dispositivo legal precitado venció el dos de junio de mil novecientos noventiséis, no
obstante, la demanda aparece fechada el doce de febrero del año mil novecientos
noventisiete, vale decir con mucha posterioridad a la vigencia del citado compromiso de
donde resulta improcedente exigir su cumplimiento por haber cesado el compromiso de
contratar, porque como se repite, el plazo límite que establece la norma es resolutorio por lo
que al término del mismo no cabe formular la oferta conducente a plasmar el contrato
definitivo; corriendo igual suerte la pretensión indemnizatoria por ser accesoria a la
pretensión principal; CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas trescientos noventiocho
a cuatrocientos siete, su fecha treintiuno de agosto de mil novecientos noventiocho que
declara improcedentes la tachas deducidas contra los documentos de fojas cuatro a cinco y
de fojas treintidós a treintitrés; fundada la contradicción formulada por don Máximo Lariena
Canales y otra en el proceso seguido ante el Tercer Juzgado Civil de Lima, en consecuencia
inválido el pago efectuado por la demandante por la suma de cincuenticinco mil dólares
americanos; infundada la contradicción formulada por Orlando Ventocilla Rivera en el
proceso no contencioso seguido ante el Vigésimo Sexto Juzgado Civil de Lima, en
consecuencia válido el pago efectuado por Máximo Lariena Canales y otra por la suma de
cinco mil dólares americanos; e infundada la reconvención de fojas ciento diez a ciento
treinta interpuesta por Máximo Lariena Canales y Mercedes Castro de Lariena contra
Orlando Ventocilla Rivera sobre nulidad de documento e indemnización; con lo demás que
contiene; REVOCARON la misma resolución en el extremo que declara infundada la
demanda de fojas cincuentiséis interpuesta por Orlando Ventocilla Rivera sobre
cumplimiento de contrato e indemnización; REFORMANDOLA la declararon
IMPROCEDENTE; y los devolvieron.
SS. AGUADO SOTOMAYOR / BARREDA MAZUELOS / ZALVIDEA QUEIROLO
15
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Exp: 227-99
Sala de Procesos Sumarísimos
Lima, doce de Julio de mil novecientos noventinueve
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, habiendo sido admitido el Recurso de Casación de fojas ciento noventiséis,
fue declarado procedente mediante resolución de fecha quince de junio de mil novecientos
noventiocho, por la causal señalada anteriormente.
Segundo.- Que, el contrato suscrito entre las partes del presente proceso y que es materia
de autos, es uno preparatorio previsto por los Artículos mil cuatrocientos catorce y mil
cuatrocientos quince del Código Civil(4), dentro del cual las partes acordaron como cláusula
de penalidad que en caso de incumplimiento del contrato por parte de los demandados,
éstos se verían obligados al pago del doble de la suma recibida(5).
Cuarto.- Que, siendo así se llega a la conclusión que la responsabilidad que es motivo de la
demanda deriva del incumplimiento de un contrato y por ende es de naturaleza contractual,
circunscribiéndose a la penalidad establecida por las partes en aplicación a lo estipulado por
el Artículo mil trescientos cuarentiuno, entonces no resulta de aplicación el Artículo mil
novecientos sesentinueve del Código Civil, puesto que no estamos ante una responsabilidad
que se encuentra fuera de un contrato; menos aún si las partes pactaron una sanción
pecuniaria mediante la cual por su propia voluntad estimaron que en caso de incumplimiento
del contrato, sería dicha suma la que asumía el posible daño.
Quinto.- Que, por las consideraciones expuestas se puede concluir que al expedirse la
impugnada no se ha incurrido en la causal denunciada, por lo que de conformidad con el
Artículo trescientos noventisiete del Código Adjetivo; declararon INFUNDADO el Recurso de
Casación interpuesto a fojas ciento noventitrés, contra la sentencia de vista de fojas ciento
noventa, su fecha dos de junio de mil novecientos noventisiete; ORDENARON la publicación
del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por don
Dino Sosa Calderón y otros contra doña Alejandra Córdova viuda de Quispe y otros sobre
Resolución de Contrato y otros; y los devolvieron.
SS. BUENDÍA G. / BELTRÁN Q. / ALMEIDA P. / SEMINARIO V.; ZEGARRA Z.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
ascendente a U.S.$. 40.000,00 por los daños y perjuicios ocasionados; Quinto.- Que bajo el
orden de ideas enunciado se debe estimar que para ejercer la opción el titular de la misma -
arrendatario - no tenía que comunicar la aceptación de la opción de compra, estando a la
naturaleza del contrato precitado en virtud del cual el titular de la opción cuenta con dicho
derecho desde el momento de su celebración teniendo él la potestad de elegir entre la
realización o no del contrato definitivo como ya se ha glosado precedentemente; Sexto.-
Que en tal sentido al haberse pactado en la primera cláusula adicional que el derecho de
opción del titular estaba supeditado a la entrega de la documentación necesaria para
formalizar la compraventa, resulta evidente que el plazo para ejercer el derecho mencionado
empezaba a correr desde el cumplimiento de esta condición, por cuyo motivo al no haber
cumplido los demandados con la condición estipulada, la pretensión orientada a la
celebración del contrato definitivo resulta atendible; Sétimo.- Que si bien es cierto las partes
celebraron un contrato de arrendamiento posterior al que es materia de litis también lo es
que la existencia del mismo no elimina en forma ni modo alguno lo pactado en cuanto a la
opción de compra del cual gozaba el arrendatario en el referido contrato de fecha 26 de julio
de 1993 por ser éste de naturaleza autónoma; REVOCARON la sentencia apelada de fojas
289 a 293, su fecha 11 de setiembre de 1998, que declara infundada la demanda de fojas
21 a 35 interpuesto por Oscar Angel Sampietro Ontoria REFORMÁNDOLA declararon
fundada en parte la demanda y ordenaron que los demandados cumplan con celebrar el
contrato definitivo de compraventa sobre el inmueble ubicado en La Paz N° 1242 del distrito
de Miraflores provincia y departamento de Lima, la CONFIRMARON en los extremos que
declara infundada la indemnización solicitada por dicha demanda, y asimismo, infundada la
reconvención formulada por los codemandados Jaime Juan Francisco Payet Martínez y
Juan Daniel Pablo Payet Martínez mediante escrito de fojas 66 a 82 con costas y costos.
SS. AGUADO SOTOMAYOR, ZALVIDEA QUEIROLO, GASTAÑADUI RAMIREZ.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
VISTOS; interviniendo como Vocal ponente el señor Aguirre Salinas; por sus propios
fundamentos; y CONSIDERANDO además; Primero.- Que, es materia de apelación, la
sentencia contenida en la resolución número diez de fecha veintiséis de diciembre del año
próximo pasado, corriente en autos de fojas ciento sesentiséis a ciento sesentinueve, que
declara infundada la demanda de fojas ochentiséis a noventiuno; con lo demás que contiene
y es materia de la alzada; Segundo.- Que, el escritorio de la demandante de fecha once de
enero del presente año, que obra de fojas ciento setenticuatro a ciento setentiséis, se
sustenta en: a) la acción no ha prescrito y la demandante no ha interpuesto tampoco la
respectiva excepción; b) no ha solicitado la cancelación del saldo del precio sino la
reducción por la excesiva onerosidad de la prestación, pues los vehículos adquiridos tiene
un valor real menor al fijado en el contrato; c) en la actualidad el precio real de los vehículos
ya ha sido cancelado, quedando pendiente los intereses y demás gastos, que duplican el
monto; d) han venido cancelando puntualmente las cuotas pero la situación económica y
demás hechos contrarios a los intereses de la empresa, han ocasionado que solicite la
reducción de la prestación; e) la sentencia apelada no se pronuncia sobre los puntos
controvertidos ni señala cuáles son los motivos por los cuales determina que los hechos no
sean imprevistos o no; Tercero.- Que, conforme lo establece el artículo 1440 del Código
Civil, la acción por excesiva onerosidad de la prestación procede cuando existen
acontecimientos extraordinarios e imprevisibles; es decir, cuando concurran copulativamente
ambas causales y no solamente cualquiera de ellas; Cuarto.- Que, en el caso de autos, las
causales invocadas por el accionante están referidas: a) la situación económica que vive el
país, b) la competencia desleal del giro del negocio, c) las infracciones cometidas por los
conductores de las unidades vehiculares adquiridas, y d) porque los vehículos se
encuentran al borde del colapso y la destrucción; Quinto.- Que, resulta indudable que la
situación económica por la que atraviesa el país es de larga data, y por tanto no es un hecho
nuevo ni imprevisible; Sexto.- Que, la denominada competencia desleal, es un término que
necesita el debido sustento fáctico por parte del accionante, lo cual no ha efectuado, no
bastando para ello con invocarlo solamente, por lo cual corre igual suerte que la causal
anterior; Sétimo.- Que en lo referente a las infracciones al Reglamento de Tránsito
cometidas por los conductores de las unidades vehiculares adquiridas, con multas excesivas
que se consideran pérdidas y no revestidas a la empresa, así como por la responsabilidad
extracontractual también asumida por la empresa debe señalarse que, ello es de exclusiva
responsabilidad entre la parte demandante y los conductores aludidos quienes deben
asumirla, pero que de ninguna pueden ser motivo para perjudicar a la parte demandada
ajena a la relación contractual materia de la presente acción; Octavo.- Que, en lo referente
a que los vehículos se encuentran al borde del colapso y la destrucción, ello es un hecho
previsible propio del giro y responsabilidad de la demandada, quien además ha elegido a los
conductores de dichas unidades y quienes en su caso deben responder por el cuidado de
dichas unidades; Noveno.- Que, por tanto, no se encuentra acreditada la existencia de
acontecimientos extraordinarios e imprevisibles que hayan determinado como
excesivamente onerosa la prestación derivada de la compraventa de los vehículos materia
del contrato de autos y, por tanto, tampoco resulta procedente la reducción del saldo del
174
E x c e le n c ia A c a d é m ic a
119
VISTOS; interviniendo como Vocal ponente la señora Gastañaduí Ramírez; por sus propios
fundamentos; y CONSIDERANDO además: Primero.- Que si bien al amparo de lo previsto
en el artículo mil cuatrocientos cuarenta del Código Civil en los contratos de ejecución
diferida, como en el presente caso, cuando la prestación llega a ser excesivamente onerosa
por acontecimientos extraordinarios como pudo haber sido el fallecimiento de don Nazario
Chávez Aliaga y Teresa Silva Santisteban Astopilco, la parte perjudicada puede solicitar al
juez que la reduzca o aumente la contraprestación, a fin de que cese la excesiva
onerosidad, también lo es que este derecho debe requerirse conforme a lo previsto en el
artículo mil cuatrocientos cuarenticinco en la vía de acción dentro de los tres meses de
producidos los acontecimientos extraordinarios o imprevisibles y en el caso de autos si bien
la muerte de los antes citados significó que los demandados tuvieran que iniciar otros
procesos para poder disponer libremente del bien materia de este proceso, también lo es
que los emplazados no ejercieron este derecho, por lo que como fundamentos de la
contradicción o de la apelación no puede ser aplicado por el juez, si las partes no han
ejercido debidamente el derecho que tenían dentro del plazo previsto por la ley; Segundo.-
Que si bien la muerte de los anteriores propietarios del bien pudo significar que los
demandados no pudieran cumplir con las prestaciones asumidas dentro del plazo previsto
por ellas al suscribir el contrato de compraventa de fojas tres y siguientes, también los que
en este hecho imprevisto no extingue la obligación asumida por ellos exonerándolos de su
cumplimiento, puesto que salvados los imprevistos éstos estaban obligados a honrar las
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
VISTOS, interviniendo como ponente el señor Quirós Amayo; por sus fundamentos; y
CONSIDERANDO: Primero.- Que la acción civil de revisión de un contrato por excesiva
onerosidad de la prestación presupone que ésta ha devenido con la característica enunciada
por acontecimientos extraordinarios e imprevisibles, como lo exige el artículo mil
cuatrocientos cuarenta del Código Civil; Segundo.- Que el caso concreto del demandante,
no se subsume en este principio general por cuanto las condiciones del contrato pactado no
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se han tornado excesivamente onerosas por tales hechos, sino que según indica el actor ha
sido sorprendido por el demandado, quien abusando de su buena fe le ha vendido un
vehículo en un precio realmente astronómico, al haber aplicado al saldo del precio intereses
usurarios; Tercero.- Que estando a lo que se lleva considerado la demanda no resulta
amparable, porque no se dan los presupuestos del numeral acotado; CONFIRMARON la
sentencia de fojas setenticinco, su fecha dos de octubre de mil novecientos noventisiete que
declara IMPROCEDENTE la demanda de fojas treinta a fojas treintiséis, subsanada a fojas
cuarentiuno, interpuesta por Zenón Cirilo Arzapalo López, en el extremo de Reducción de la
Contraprestación por excesiva onerocidad de la misma, e INFUNDADA la misma en el
extremo de la indemnización por incumplimiento de contrato; con lo demás que contiene; y
los devolvieron, en los seguidos por Cirilo Arzapalo López Zenón con Promoción y Gestión
de Negocios Sociedad Anónima PROGESA.
SS. QUIROS AMAYO / ALVAREZ GUILLEN / BRAITHWAITE GONZALES
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Cas. Nº 280-95
Lima, 10 de junio de 1998.
La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, en la causa vista
en audiencia pública el 9 de junio del año en curso, emite la siguiente sentencia:
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
CONSIDERANDO:
Primero.- Que el artículo IX del Título Preliminar del Código civil, acogiendo el rol supletorio
que le corresponde en nuestro sistema jurídico, prescribe que sus disposiciones se aplican
supletoriamente a las relaciones y situaciones jurídicas reguladas por otras leyes, siempre
que no sean incompatibles con su naturaleza.
Segundo.- Que la aplicación supletoria del citado Código, tiene una importante excepción,
que consiste en restringir su aplicación a aquellos supuestos, en los que sean compatibles
con su naturaleza.
Tercero.- Que la recurrente, conforme a los cargos vertidos en el recurso, señala que la
excesiva onerosidad de la prestación, prevista en el artículo 1440 del Código Sustantivo, es
también aplicable al laudo arbitral que pone fin a la negociación colectiva suscitada entre la
accionante y la parte demandada, en mérito al rol supletorio del citado Código, por lo que
cabe examinar, la extensión y alcances de la aludida supletoriedad, en todo caso, en cuanto
es compatible o no la naturaleza del convenio colectivo con un contrato de derecho común.
Quinto.- Que la concepción del convenio colectivo de trabajo no se enmarca en una postura
contractualista sino en una posición institucionalista, precisamente porque, por un lado
constituye una fuente de derecho, derivada de su fuerza normativa, y porque asimismo no
es una mera expresión de la soberanía estatal; por consiguiente, por estas mismas razones,
la autonomía de los contratos en derecho común, es distinta a la autonomía colectiva de los
convenios colectivos, la que en sí es "una potestad que comparten los grupos sociales
autorregulando sus intereses contrapuestos", por esta razón, el maestro italiano Carnelutti
sostenía que el convenio colectivo de trabajo tiene "cuerpo de contrato y alma de ley".
Sexto.- Que estas características se diferencian de la naturaleza del contrato, ya que éste
constituye la expresión misma de la libertad de las partes y se establecen toda clase de
estipulaciones cuyo valor no se discute en la medida en que no vayan contra las normas
imperativas o conduzca a la iniquidad o al abuso; por otra parte, la estructura de la relación
contractual es, técnicamente hablando totalmente distinta a la del convenio colectivo, ya que
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
quien contrata puede incumplir la prestación a la que está obligado y el derecho común
ofrece una variedad de instrumentos jurídicos para defender o compensar, en su caso al
afectado por ello.
Sétimo.- Que siendo así, la excesiva onerosidad de la prestación no constituye una figura
aplicable a los convenios colectivos de trabajo.
Octavo.- Por otro lado, el laudo arbitral y propiamente el arbitraje, constituye una forma
heterónoma de solucionar conflictos, y se distingue de la autocomposición y la autotutela,
toda vez que el arbitraje en sentido jurídico estricto constituye la decisión de una
controversia pronunciada con carácter imperativo por una persona "supraordinada" a las
partes, es decir ajen ay distinta a éstas.
Noveno.- Que por consiguiente, el convenio colectivo practicado entre las partes, y resulto
mediante laudo arbitral, por su propia naturaleza, sólo puede ser impugnado mediante los
mecanismos que establece la ley.
SENTENCIA:
Que, estando a las conclusiones que preceden, declararon INFUNDADO el Recurso de
Casación interpuesto por Fertilizantes Sintéticos S.A. FERTISA, en consecuencia NO
CASAR la resolución de fojas 150, su fecha 8 de febrero de 1995; en los seguidos con
Sindicato de Obreros de Fertisa, sobre excesiva onerosidad de la prestación;
CONDENARON a la recurrente al pago de la multa de 2 URP, así como a las costas y
costos originados con la tramitación del recurso; DISPUSIERON la publicación del texto de
la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; bajo responsabilidad; y los
devolvieron.
SS. IBERICO; ORTIZ; SÁNCHEZ PALACIOS; CASTILLO LRS; BELTRAN.
EL VOTO SINGULAR DEL SEÑOR SÁNCHEZ PALACIOS:
En ejercicio de la facultad conferida por el artículo 143 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
por discrepar de los fundamentos de la resolución, mas no de su sentido; fundamento por
escrito mi voto singular.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
poseen en ocasiones valor de contrato; entre otras, el de costumbres y usos, que por se
más beneficiosos para el trabajador tienen aplicación general; y en algunos casos revisten
carácter de leyes, bien por delegación de los poderes públicos, bien por sanción legislativa
expresa". (Guillermo Cabanellas, Tratado de Derecho Laboral, Tomo III Derecho Colectivo
Laboral. Buenos Aires, 1949, página 413); 3°) Que los artículos 41 y 42 del Decreto Ley N°
25593, de relaciones colectivas de trabajo, definen la convención colectiva como el acuerdo
destinado a regular las remuneraciones, condiciones de trabajo y productividad y demás
concernientes a las relaciones entre trabajadores y empleadores, con fuerza vinculante para
las partes que lo adoptaron, lo que comprende a las personas en cuyo nombre se celebró y
a quienes les sea aplicable; por lo que, evidentemente, se ubica en la corriente doctrinaria
de la naturaleza mixta, señalada anteriormente, y por tanto participa de la naturaleza de un
contrato; 4°) Que el convenio colectivo de trabajo, se negocia entre las partes involucradas y
puede concluirse o puede formarse de distintas maneras, una de las cuales es el arbitraje;
5°) Que en el caso de auto, el convenio colectivo resultó de un arbitraje y el laudo no fue
materia de impugnación, de tal manera que quedó consentido y por equipararse a una
sentencia, no puede ser materia de la acción interpuesta.
S. SÁNCHEZ PALACIOS
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
AUTOS Y VISTOS, interviniendo como ponente el señor Aguirre Salinas; por sus
fundamentos pertinentes; y ATENDIENDO: además Primero.- Que, en el proceso de
ejecución de garantías, solamente puede formularse contradicción sustentándola en: a)
nulidad formal del título, b) Inexigibilidad de la obligación, c) que la obligación ya ha sido
pagada, d) que la obligación se ha extinguido de otro modo, e) que la obligación se
encuentra prescrita, conforme lo dispone la primera parte del primer parágrafo del artículo
722 del C.P.C. Segundo.- Que, por tanto la excepción deducida no resulta procedente, por
no encontrarse dentro de los supuestos de la contradicción antes referida, razón por la cual
es aplicable lo señalado por la segunda parte del expresado artículo legal; Tercero.- Que,
en virtud de la solidaridad, el fiador solidario, se convierte frente al acreedor, en obligado
principal, y por tanto responde por la totalidad de la deuda, sin que sea necesario emplazar
al deudor originario, abundando a ello que, es materia de la ejecución la obligación
hipotecaria y no la obligación garantizada; Cuarto.- Que, el contrato de garantía hipotecaria
es eminentemente formal, y por tanto su resolución debe hacerse bajo los alcances de la
misma formalidad lo que no aparece de autos, razón la cual no puede alegarse resolución ni
ineficacia del contrato hipotecario; Quinto.- Que, la excesiva onerosidad en la prestación es
una figura jurídica que debe ser invocada en vía de acción o en vía reconvencional en el
proceso contencioso que corresponda, la cual debe ser expresamente declarada por el
Juzgador, y en consecuencia ello no puede ser invocada en esta vía; Sexto.- Que, la tacha
es una cuestión probatoria que ataca un medio probatorio por vicio de forma, y no de fondo,
pues para esto último se encuentra reservada la vía de acción en el proceso que
corresponda, no existiendo en el artículo 300 del C.P.C., la tacha por falsedad ideológica ni
de su ofrecimiento como prueba, ni la tacha de ineficacia ni de su ofrecimiento como prueba,
razón por la cual las propuestas en el primer otrosí del escrito de fojas 80 a 87 no resultan
procedentes; REVOCARON el auto apelado de fecha 3 de noviembre del año próximo
pasado, en el extremo que declara infundada la excepción de falta de legitimidad para obrar
del accionante, e inadmisible las tachas interpuestas; REFORMÁNDOLO en dicho extremo:
DECLARARON improcedentes la excepción y tachas deducidas; CONFIRMARON el
referido auto en cuanto declara infundada la contradicción y ordena el remate del bien dado
en garantía; con lo demás que contiene; y los devolvieron; notificándose.
SS. PALOMINO GARCIA, RAMIREZ DESCALZI, AGUIRRE SALINAS.
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VISTOS; interviniendo como vocal ponente el Sr. Chahud Sierralta; por sus fundamentos y
CONSIDERANDO además: Primero.- Que, conforme al art. 1440 del C.C., se debe
determinar si la prestación llega a ser excesivamente onerosa por acontecimientos
extraordinarios o imprevisibles; Segundo.- Que, no pueden considerarse como hechos
extraordinarios, los referidos a que el vehículo que se arrendó tuvo desperfectos, mal
funcionamiento, puesto que al celebrar el contrato de Leasing el 30 de junio de 1992, en la
cláusula 5ª el demandante asumía el riesgo por la pérdida o la avería del objeto del contrato,
como se aprecia del Testimonio de Escritura de Arrendamiento Financiero que en copia
certificada obra de fs. 3 a 11 de autos, Tercero.- Que, en cuanto a los hechos imprevisibles,
no pueden considerarse como tales las normas dictadas dentro del marco del nuevo sistema
económico de libre competencia que rige en nuestro país, como la Ley que permitía la
importación de vehículos que hacían que aumente la competencia en el campo automotor,
Cuarto.- Que, siendo esto así, no se ha probado que la prestación haya llegado a ser
excesivamente onerosa por acontecimientos extraordinarios e imprevisibles; Quinto.- Que,
conforme al art. 200 del C.P.C., si no se prueban los hechos que sustentan la pretensión, la
demanda será declarada infundada; Sexto.- Que, en cuanto a la pretensión accesoria,
conforme al art. 87 del C.P.C., al no ser fundada la pretensión principal, la accesoria no
puede ser amparada; consideraciones por las cuales: CONFIRMARON la sentencia de fs.
775 a 783, de fecha 30 de diciembre de 1999, que declara infundada la demanda de fs. 239
a 257 y subsanada a fs. 281 y 282; con lo demás que contiene; y los devolvieron; en los
seguidos
CHAHUD SIERRALTA, GONZALES RIOS, JAEGER REQUEJO.
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VISTOS, interviniendo como vocal ponente la señora Barreda Mazuelos, por sus propios
fundamentos, y CONSIDERANDO: además; Primero.- A que, viene en grado de apelación
la sentencia contenida en la resolución 17 de fecha 9 de marzo de 1999 que declara
improcedente la demanda; Segundo.- Que, del análisis de la sentencia apelada se verifica
que el A-quo ha efectuado el análisis de las pruebas anexadas a la demanda y actuados en
la litis en su conjunto, habiéndose formado por ende una visión integral de los medios
probatorios en aplicación de lo dispuesto por el numeral 188 del C.P.C., expidiendo su folio
a mérito de lo actuado y a derecho; Tercero.- Que, del tenor del propio contrato se
desprende que el bien sub materia era una unidad vehicular usada, cuya fabricación data
del año 1981, y que a la fecha de presentación de la demanda ha transcurrido en exceso el
plazo legal previsto por nuestro ordenamiento sustantivo para el ejercicio de la acción de
excesiva onerosidad de la prestación contenida en la resolución 1445 del Código anotado.
Cuarto.- Que, de la misma manera las disposiciones relativas a la contratación establecen
que las partes pueden determinar libremente el contenido del contrato, negociándose y
perfeccionándose sólo con el consentimiento de las partes, teniendo en consideración
además que tal como lo señala el A-quo desde la fecha transcurrida entre la celebración del
citado contrato y la fecha de interposición de la presente acción, hace presumir que en dicho
lapso de aproximadamente 5 años el accionante siempre estuvo de acuerdo con las
condiciones de contratación a las cuales se sometió; por cuyas razones; CONFIRMARON la
sentencia venida en grado de apelación contenida en la resolución 17 de fecha 9 de marzo
de 1999 que declara improcedente la demanda interpuesta, con lo demás que contiene y
que es materia de grado; y los devolvieron; en los seguidos por Flavio Raurau Oblitas con
1999 M&G SCHWARTZMANN S.A. sobre nulidad de acto jurídico.
SS. SIFUENTES STRATTI, BARREDA MAZUELOS, ZALVIDEA QUEIROLO.
84
LESIÓN
LESIÓN: PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE REAJUSTE.
La acción de reajuste procede cuando resulta imposible que aquel contra quien se ha
demandado la rescisión del contrato por causal de lesión devuelva la prestación recibida por
el lesionado, y siempre que concurran los supuestos de desproporción y aprovechamiento
establecidos que definen la lesión. A través de esta acción la parte lesionada es
compensada mediante el reajuste del valor de las prestaciones en base a un criterio de
proporcionalidad.
Exp. 2153-98
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Expediente 3133-97
Sala Nº 3
Lima, cinco de marzo de mil novecientos noventiocho.
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E x c e le n c ia A c a d é m ic a
Código Civil por el compromiso de contratar las partes se obligan a celebrar en el futuro un
contrato definitivo; Noveno.- Que, del documento que obra a fojas dos a cuatro denominado
contrato de concesión no se establece que éste sea un contrato preparatorio, dado que
ninguna de sus cláusulas señala la obligación de celebrar un contrato a futuro, por el
contrario dicho documento contiene un contrato definitivo por el cual el demandante recibió
en concesión por el plazo de dos años los servicios higiénicos ubicados en el interior de la
Galería Central Puno de propiedad de la Junta de Propietarios de dicha galería, para cuyo
efecto abonaba la suma de novecientos diez nuevos soles mensuales, por lo que no cabe
solicitar la indemnización prevista por el artículo 1418 del Código Civil; Décimo.- Que, la
institución de la lesión se encuentra prevista en el artículo 1447 del Código Civil, institución
que según lo expresa el doctor Max Arias-Schreiber Pezet en su libro -Exégesis del Código
Civil Peruano de 1984, Tomo I, Contratos: Parte General, tercera edición, Ediciones San
Jerónimo página 241: "...la lesión se extiende ahora a todos los contratos típicos como
atípicos siempre que sean a título oneroso y tengan carácter conmutativo, con la salvedad
del segundo párrafo del artículo 1447 del Código Civil..."; Décimo Primero.- Que, en cuanto
a los conceptos de contrato oneroso y contrato conmutativo y continuando con la glosa al
autor y libro citados en el considerando precedente, se tiene que en su página 242 señala
que: "...se entiende por contrato oneroso aquel en el cual existe para cada una de las partes
un sacrificio y una ventaja..." y en su página 48 se expresa que "...El contrato es
conmutativo cuando cada una de las partes, al momento en que se celebra el contrato es,
consciente de un hecho cierto y concreto; pues estima anticipadamente el sacrificio y la
ventaja a que puede correlativamente lograr..."; Décimo Segundo.- Que, en el caso de
autos el denominado contrato de concesión de fojas dos a cuatro es un contrato a título
oneroso y de carácter conmutativo dado que ambas partes contratantes obtienen de él un
sacrificio y una ventaja que estiman anticipadamente, por cuanto el demandante obtiene la
concesión de servicios higiénicos ubicados en el interior de la Galería Central Puno de
propiedad de la Junta de Propietarios de la Galería Central Puno por un plazo de dos años a
cambio del pago de novecientos diez soles mensuales y la Junta de Propietarios no
disfrutará de la posesión de los servicios higiénicos pero en compensación recibirá la suma
de novecientos diez soles mensuales; Décimo Tercero.- Que, habiéndose determinado la
naturaleza y características del denominado contrato de concesión cabe establecer si se ha
producido lesión al momento de su celebración; Décimo Cuarto.- Que, de acuerdo a la
definición establecida por el artículo 1447 del Código Civil para que la lesión sea causal de
rescisión de un contrato es necesario que concurran dos elementos: a) que la desproporción
entre las prestaciones al momento de celebrarse el contrato sea mayor de las dos quintas
partes (lesión objetiva) y b) que la desproporción resulte del aprovechamiento por uno de los
contratantes de la necesidad apremiante del otro (lesión subjetiva); Décimo Quinto.- Que,
el actor funda su demanda en el hecho en que la ganancia proyectada, ingresos por la
concesión, (33.33 nuevos soles diarios o mil nuevos soles mensuales) no es proporcional a
la inversión realizada de diez mil dólares americanos (cinco mil dólares de garantía
abonados en efectivo, según documento ce fojas seis y cinco mil dólares mediante endose
de cheque, según documento de fojas cinco); Décimo Sexto.- Que, del documento de fojas
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