Palabras a los maestros

Agradezco la oportunidad que me brindad de dirigir estas palabras con motivo del día del
maestro.
Dice el filósofo Jacque Rousseau en su libro; “Emilio o de la educación”, que la obra maestra de
una buena educación es formar un hombre racional. Sean bienvenidos a este momento de
encuentro, momento de convivencia, momento de festejo, momento en el que nos reunimos para
celebrar una de las profesiones que son esenciales en nuestras sociedades, la docencia.
El ser maestro conforma en el tejido social, aquella célula que ayuda en el proceso de la
búsqueda y encuentro del bien común, ¿cómo? con la educación, que no es sino sacar lo mejor
que se encuentra en cada uno de nosotros.
Gracias maestros por su labor tan importante, por su esfuerzo diario en el perfeccionamiento de
cada alumno, por su acompañamiento tan humano en el crecimiento de cada niño o joven, pero
sobre todo gracias por dar tanto sin esperar nada, solo la sonrisa de aquel niño que aprendió a
leer, o la alegría de aquella niña que supo hacer su primera suma, o el gusto de aquel adolescente
que eligió ser maestro por el buen testimonio que recibió de ustedes. Por eso y mucho más,
GRACIAS.
Los invito a que sigamos haciendo de este mundo un lugar mejor, que nos sigamos esforzando,
en conjunto, por construir sociedades plenas, sociedades en las que los hombres actualizan su
naturaleza racional, sociedades que viven en el AMOR, y que esto no sea una quimera, que sea
una realidad. En hora buena maestros.
Con mucho respeto les invito a realizar ahora le bendición de alimentos…