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Estimado lector:

Buen día, es un gusto para nosotros escribirle estas palabras somos Testigos de Jehová y
compartimos un mensaje consolador de la Biblia. En esta ocasión queremos compartirle
información de las enfermedades respiratorias como es la gripe y como proteger a su familia.

Debido a la reciente pandemia la mayoría de las personas vive asustada. Sin embargo, la Biblia
ya había profetizado que esto pasaría.

“Habrá grandes terremotos y, en un lugar tras otro, hambre y epidemias. Y se verán escenas
espantosas y grandes señales del cielo.” (Lucas 21: 11)

Ahora bien, debido a la creciente serie de contagios quizá nos preguntemos como protegernos
de la gripe. Bueno pues en primer lugar hemos de saber que la gripe es una enfermedad causada
por un virus, un microorganismo que se infiltra en las células vivas y usurpa su mecanismo de
reproducción para multiplicarse. Lo que más preocupa de estos virus es que se multiplican muy
deprisa dando origen a variedades continuamente cambiantes y que las diversas cepas tienen la
facultad de combinarse para crear nuevas cepas. Otro factor importante a saber es que por lo
general la gripe se presenta durante los meses más fríos de año. Aunque el aire frio en si no causa
infecciones virales, si crea un ambiente que favorece su reproducción. Investigaciones recientes
indican que, en temperaturas frías, la membrana exterior de los virus se convierte en una capa
protectora gelatinosa que les permite seguir vivos en el aire. Pero al entrar en las vías respiratorias
de una persona, esa capa se derrite con el calor del cuerpo, dando lugar a la infección.

Ahora bien, ¿Cómo podemos protegernos de ella?

 Fortalecer el organismo. Asegúrese de que su familia duerma lo suficiente y consuma


alimentos que les fortalezcan las defensas.
 Crear un ambiente hostil para los gérmenes. Limpie a conciencia todas las superficies de
uso constante. Desinfecte los objetos que se tocan a menudo. Trate de mantener una
buena ventilación.
 Tener buenos hábitos de higiene. Lávese bien las manos con agua y jabón o con un
limpiador a base de alcohol.
 No se toque los ojos, la nariz ni la boca sin haberse lavado las manos. Cuando tosa o
estornude, cúbrase la boca y la nariz, preferiblemente con un pañuelo de papel que pueda
desechar enseguida.
 ¿Qué hacer si ya hay un enfermo en el hogar, o nosotros somos los enfermos? Mostremos
consideración, los contagios pueden suceder antes y después de presentar los síntomas,
por lo tanto, es recomendable no salir de casa si comenzamos a presentar dichos
síntomas.

Tener la gripe puede inquietar mucho. Si bien es cierto que la prevención ayuda a pasarla con
menos molestias, consuela saber que llegará el día en que, como promete la Biblia, “ningún
residente dirá: ‘Estoy enfermo’” (Isaías 33:24)

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