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El documento resume la controversia sobre los derechos de autor de una selfie tomada por un mono en 2011. Un fotógrafo reclamó los derechos de la foto, pero fue cuestionado debido a que el mono la tomó sin su ayuda. Tras varios años de litigio, tribunales de EE.UU. fallaron que los animales no pueden poseer derechos de autor y que la foto estaba en el dominio público.
El documento resume la controversia sobre los derechos de autor de una selfie tomada por un mono en 2011. Un fotógrafo reclamó los derechos de la foto, pero fue cuestionado debido a que el mono la tomó sin su ayuda. Tras varios años de litigio, tribunales de EE.UU. fallaron que los animales no pueden poseer derechos de autor y que la foto estaba en el dominio público.
El documento resume la controversia sobre los derechos de autor de una selfie tomada por un mono en 2011. Un fotógrafo reclamó los derechos de la foto, pero fue cuestionado debido a que el mono la tomó sin su ayuda. Tras varios años de litigio, tribunales de EE.UU. fallaron que los animales no pueden poseer derechos de autor y que la foto estaba en el dominio público.
Polémica propia de la modernidad, del fenómeno de las redes
sociales. El 3 de julio del año 2011, un mono, un simio, se tomó una selfie que fue subida a Wikipedia. La propiedad intelectual de la foto generó una batalla legal. David Slater, un fotógrafo británico especializado en vida silvestre se encontraba en Indonesia intentando registrar la vida de los macacos negros crestados. una especie de primate en peligro de extinción endémica de ese país asiático. De pronto uno de los animales se acercó al equipo fotográfico, tomó una cámara y se hizo cientos de selfies, o sea, sin querer, se tomó fotos a sí mismo. Muchas de las imágenes eran borrosas o apuntaban al suelo, pero algunas eran extraordinarias, incluyendo el selfie de la hembra sonriente que circuló sin cesar por internet. "Los macacos eran curiosos y traviesos y comenzaron a saltar sobre mi equipo fotográfico y parecía casi que posaban para una foto cuando uno apretó el obturador", le dijo Slater entonces a la prensa. La imagen apareció en sitios en internet y periódicos en todo el mundo. Sin embargo, la reclamación de derechos de autoría de Slater fue cuestionada por el blog Techdirt, que argumentó que la fotografía estaba en el dominio público porque un simio no es una persona jurídica capaz de ostentar derechos de autor, y que Slater no podía reclamarlos porque no estuvo implicado en su creación. Las fotografías de Slater fueron cargadas al repositorio multimedia Wikimedia Commons, donde aloja archivos que estén autorizados bajo una licencia de contenido libre, que estén en el dominio público, o que sean inelegibles para derechos de autor. Slater exigió a la Fundación Wikimedia, propietaria de Wikimedia Commons, que pagara por las fotografías o que las borrara, alegando que él poseía los derechos de autoría. Esto fue rechazado por Wikimedia. Slater afirmó que la decisión de Wikipedia ponía en peligro sus ingresos, ya que cualquier persona podía usar esa fotografía sin pagarle derechos. “No tienen derecho a decir que la foto es de dominio público, un macaco apretó el obturador, pero yo hice todo el trabajo previo”. El asunto fue a los tribunales. En un primer momento, en agosto de 2014, la justicia de los Estados Unidos reconoció la ausencia de derechos de autor en el 'selfie' del 2
mono. El 22 de diciembre de 2014, la Oficina de Derechos de Autor de
los Estados Unidos señaló explícitamente que las obras creadas por entes no-humanos no pueden ser sujetas a derechos de autor, y mencionó entre sus ejemplos una «fotografía tomada por un simio». La batalla legal continuó cuando en septiembre de 2015 la asociación de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) presentó una demanda contra Slater ante un tribunal de California en nombre del mono (llamado Naruto en la demanda) para hacer valer el derecho de autor sobre la imagen, alegando que la foto “fue resultado de una serie de acciones voluntarias y decididas por Naruto, sin la ayuda del Sr. Slater”. En enero de 2016, el juez de primera instancia desestimó la demanda basándose en que, aunque Naruto hubiera tomado las fotografías “de forma autónoma e independiente”, el procedimiento no podía seguir adelante, ya que los animales no tienen personalidad jurídica ante un tribunal y, por consiguiente, no pueden entablar una demanda por infracción de derechos de autor. La organización PETA recurrió la decisión ante el Tribunal de Apelaciones y el trámite se interrumpió cuando las partes llegaron a un acuerdo extrajudicial que incluía el compromiso por parte del fotógrafo de pagar el 25% de todos los ingresos futuros por regalías al refugio para monos donde vivía Naruto. Sin embargo, el tribunal de apelaciones no aceptó el desistimiento de la causa y continuó adelante con el trámite de la apelación. Así, en abril de 2018, el tribunal de apelaciones confirmó la sentencia de primera instancia, estableciendo que los animales no pueden legalmente tener derechos de autor, a la vez que hizo pública la preocupación del tribunal acerca de las verdaderas motivaciones de PETA, que parecían promover sus propios intereses particulares, en lugar de proteger los derechos legales de los animales. Las secuelas de la selfie tomada por un mono, en Indonesia, el 3 de julio del año 2011.