Como recuerda el Tribunal Constitucional en numerosas sentencias "sólo cabrá
constatar la vulneración del derecho a la presunción de inocencia cuando no haya
pruebas de cargo válidas, es decir, cuando los órganos judiciales hayan valorado una actividad probatoria lesiva de otros derechos fundamentales o carente de garantías, o cuando no se motive el resultado de dicha valoración, o, finalmente, cuando por ilógico o insuficiente no sea razonable el iter discursivo que conduce de la prueba al hecho probado ( STC 189/1998, de 28 de septiembre , FJ 2 (https://vlex.es/vid/fa-f-j-stc-sstc-15354795) y, citándola, entre otras muchas, SSTC 135/2003, de 30 de junio , FJ 2 (https://vlex.es/vid/-185514); 137/2005, de 23 de mayo, FJ 2 (https://vlex.es/vid/2003-256884); 26/2010, de 27 de abril , FJ 6 ) (https://vlex.es/vid/ma-stc- 207933471)." ( STC 229/2003, de 18 de diciembre , FJ 24) (https://vlex.es/vid/g-l-b-197959). Y es de añadir "que la prueba de cargo ha de estar referida a los elementos esenciales del delito objeto de condena tanto de naturaleza objetiva como subjetiva ( SSTC 252/1994, de 19 de septiembre, FJ 5 (https://vlex.es/vid/41-lotc-fa-17-stc- 5-l-p-sstc-15355698); 35/1995, de 6 de febrero, FJ 3 (https://vlex.es/vid/fa-stc- 500-501-f-j-15355581); 68/2001, de 17 de marzo, FJ 5 (https://vlex.es/vid/ra-b-p-m- s-132400), y 222/2001, de 5 de noviembre , FJ 3 ) (https://vlex.es/vid/ra-ma-c-s- ca-130714)." ( STC 147/2002, de 15 de julio , FJ 5) (https://vlex.es/vid/-164911). En el caso que centra nuestro examen casacional el fraude declarado en la sentencia ha quedado suficientemente acreditado mediante pruebas documentales como las siguientes: La apertura de una cuenta corriente el día 11 de julio de 2018 por parte del acusado donde mediante fraude informático se remitieron las cantidades detraídas de las cuentas corrientes de los perjudicados; la comparecencia del acusado el días 18/10/2018 en la sucursal bancaria para dar una orden que le permitiera disponer sin límite de los fondos depositados en su cuenta, lo que se acreditó mediante la correspondiente grabación por las cámaras de video de la citada sucursal; y la posterior disposición de los fondos ingresados en la cuenta y obtenido mediante manipulación informática a través del mecanismo denominado "phishing". Frente a las incontestables pruebas a que se acaba de aludir el acusado no ha negado su intervención sino que ha alegado en su descargo que lo hizo engañado, que no conocía que participaba en un fraude y que se aprovecharon de su vulnerabilidad y credulidad. Sin embargo, en la sentencia de instancia se ha realizado una cuidada y extensa valoración de la declaración del acusado poniendo de relieve su inconsistencia y sus contradicciones. De un lado ha ofrecido algunas explicaciones nada convincentes sobre su presencia en la sucursal el día 18 de octubre de 2018 diciendo en algunos momentos que fue al banco para firmar un contrato de trabajo y, en otros, que le ofrecieron trabajo de albañil y fue al banco para que su empleador le ingresara un dinero con el que comprar materiales de construcción. En buena lógica la sentencia ha puesto de relieve no sólo la contradicción de esas afirmaciones sino su carencia de lógica y credibilidad y también ha destacado el hecho en sí contradictorio de que el acusado tenga aptitudes para abrir una cuenta y no las tenga para saber que lo que solicitó posteriormente del banco fue una ampliación del límite de disposición con la tarjeta y pretenda confundir esa gestión con un contrato de trabajo o con una insólita transferencia de su nuevo empleador para la compra de materiales. Como recuerda la STS 367/2014, de 13 de mayo (https://vlex.es/vid/manifestacion- declaraciones-policiales-513415490), con cita de la STS 679/2013, de 25 de julio (https://vlex.es/vid/-455993802), " El mero hecho de que el acusado incurra en contradicciones o mentiras en sus declaraciones, no constituye prueba de cargo de la realización del delito...". Sin embargo la valoración de la declaración del acusado puede estar justificada para evaluar, a su vez, las explicaciones o versiones alternativas que ofrezca en su defensa, a fin de determinar si su verosimilitud y razonabilidad desvirtúan la eficacia probatoria de las pruebas de cargo.