La política exterior de Hugo Chávez Frías (1954-2013) orientaba su agenda de
Estado y gobierno a la construcción de un mundo multipolar con el fin de
diversificar el intercambio comercial y su política económica mediante la ampliación del mercado y la transferencia de tecnología y conocimiento para el desarrollo económico y social, manteniendo la soberanía, la democracia participativa, mayor justicia social, afianzada en la solidaridad, cooperación y ayuda humanitaria, respeto al ambiente y a los derechos humanos, avanzando al comercio suramericano unificado y relaciones extraterritoriales con China, Irán, Bielorrusia y otras naciones de Asia y África. Contribuyendo al escenario internacional en la construcción de un mundo multipolar. La política exterior fue clara y coherente en la prédica de la diplomacia bolivariana que parte de modificar los principios de democracia representativa por una democracia protagónica, anti neoliberal, en contribución a la emergente multipolaridad de sistema de naciones en la construcción de un regionalismo más solidario y de cooperación con el ALBA y de un panamericanismo más auténtico y latinoamericano con el fortalecimiento de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe (CELAC) para promover la integración y el desarrollo de la región fuera de la tutela de Estados Unidos. Chávez planteaba la necesidad de relacionarse con los cinco polos de poder en el mundo. A su vez se apoya en el Programa de Misiones base de la revolución bolivariana, para la conformación de alianzas geopolíticas y estratégicas con otros países, particularmente con los países miembros de la ALBA y el Caribe, La estrategia en la OPEP, los programas de cooperación petrolera y de ayuda humanitaria hacia el Caribe, la solicitud de ingreso al Mercosur, el afianzamiento en su política hacia Cuba, China, Irán y Rusia ha contribuido en el escenario internacional en la construcción de un mundo multipolar. Como consecuencia del referendo revocatorio en agosto de 2004, el gobierno venezolano asumió una posición más audaz en sus relaciones con varios países en América Latina y el Caribe en la participación y construcción de un nuevo MERCOSUR, para consolidar e impulsar el ALBA, fortaleciendo un esquema de integración de suramericana a través de la Comunidad Suramericana de Naciones, UNASUR. Desde los años 2003 al 2013, Rafael Correa presidente de Ecuador para el momento. Definió como “la época ganada”, periodo que se caracterizó por la existencia de gobiernos progresistas en la mayoría del continente americano, sobre todo en Centro y Sur América. El cual inicio con la elección en 1999 en el gobierno del presidente Hugo Chávez Frías en Venezuela. Para el año 2002 es electo Luiz Inácio, Lula, Da Silva Brasil y En 2003 fue electo Néstor Kirchner, Argentina. Presidentes electos a pesar de la severa crisis estructural que transita Venezuela y de la que no escapa América Latina del neoliberalismo y del modelo de democracia representativa. Los primeros años enmarcan la lucha de resistencia contra el modelo del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) promovido por los Estados Unidos de Norteamérica, estrategia liderada por los Presidentes de Venezuela, Argentina y Brasil, lo cual lograron la derrota en noviembre del 2005. De forma inmediata se contrapone como respuesta la propuesta de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) lanzada en el año 2004 por los gobiernos de Venezuela y Cuba, propuesta, la cual luego se suman los países de: Nicaragua, Honduras y Bolivia, siendo una propuesta multinacional con un enfoque socio político e ideológico bien definido. ¿Hoy por hoy fracasaron los países socialistas entonces? Insisto: dependiendo del criterio con el que se lo aborde, como el capitalismo se basa en la explotación, hace lo imposible para que los explotados no reaccionen. ¡Eso es la lucha de clases! Y en esa lucha, lo ideológico cobra un papel preponderante. De ahí que los pocos espacios socialistas existentes son mostrados por la derecha como "fracasos" estrepitosos. Podría concluir que el socialismo no es un modelo fracasado, que circunstancial, y temporalmente ha sido derrotado por el modelo que cuenta con la hegemonía política, económica, cultural y militarmente. El sistema no se detiene un instante en este ataque el bloqueo no es todo, pero el bloqueo afecta todo, tiene un carácter genocida, criminal y oportunista. Entonces queda demostrado que la teoría del socialismo es un modelo fracasado, porque el modelo capitalista y neoliberal ha tenido que implementar más de 1000 sanciones durante 60 años de conspiración, intentos de golpes de Estado, magnicidio y otro tipo de injerencia en las políticas internas en más de 40 países afectando a más de la mitad de la población mundial. Para poder decir que es un modelo fracasado. El imperialismo estadounidense, principal baluarte mundial del capitalismo, busca denodadamente acallar cualquier manifestación popular, Algo similar sucede con Nicaragua, Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Honduras, Paraguay con una manipulación mediática descomunal que sigue haciendo de los países socialistas el blanco a atacar despiadadamente, con poblaciones "preparadas" para la repetición acrítica de noticias, “mostrar la escasez”. La derecha presenta al socialismo como dictadura, entronizando una supuesta y metafísica libertad individual. Pero allí lo que hay es una entronización del individualismo más extremo, un "sálvese usted al precio que sea". El socialismo, aún con todas sus posibles fallas, promueve la solidaridad. En el ámbito del estudio académico y en lo personal, aún se realizan estrategias para la creación de un mundo multipolar, el sistema internacional se estructura sobre un esquema multipolar de poder, donde una serie de potencias globales rivalizan, impidiendo la hegemonía absoluta de cualquiera de ellas. Si bien Brasil es catalogado como una potencia emergente, su poder en la esfera global es aún incipiente. Los polos reconocidos de poder son los Estados Unidos, China, la Unión Europea, Rusia e India. Pero todo este cambio viene sucediendo en primer lugar, la posición de Estados Unidos en la economía global se ha debilitado gradualmente y ya no es la misma de hace treinta años, En segundo término, el distanciamiento de Estados Unidos de América Latina se ha visto incrementado desde el momento que la primera potencia mundial vuelca sus intereses geopolíticos en Medio Oriente y en tercer lugar, el fenómeno del distanciamiento de los Estados Unidos, se ha visto reforzado por las relaciones privilegiadas que América Latina ha ido forjado con las principales potencias emergentes del orbe. La relación más importante es con China, país que ha encontrado en Brasil, Argentina, Venezuela y también Chile, su principal fuente de abastecimiento de productos básicos, en especial alimentos