Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
POR EL TAYTA
Quien más que José María Arguedas para permitirnos entender, comprender y sentirnos
orgullosos de la diversidad cultural peruana, “el país de todas las sangres” como él lo manifestó
en un espacio de su vida y que pocos en su momento lo entendieron, quien aparte de
Arguedas podría permitirse y tener licencia para poder demostrar la riqueza pluricultural de
una nación sesgada, discriminadora y racista de la época y que hasta hoy persiste en parte
de la población peruana, por todo ello persigo como propósito de la presente demostrar y
analizar la perspectiva de Arguedas que hoy en día se convierten en aportes en distintos
campos sociales tales como la política, la literatura y la cultura; líneas abajo mencionare y
analizare tales aportes que constituyen la vida fructífera del “Tayta Arguedas”, es necesario
indicar que para ello se han utilizado recursos impresos y de la red virtual permitiéndome
alegar y sostener mis posturas que iré presentando durante el texto. Al finalizar presentare
mis conclusiones sobre la investigación del presente trabajo de investigación.
En primer momento presentare datos de su vida y entorno que influyeron en gran medida en
la producción literaria y la perspectiva global de cultura que tenía.
En segunda instancia los aportes en base a los estudios etnológicos que desarrollo durante
su etapa como docente e investigador
Y en tercer momento abordare los aportes que lego el Tayta Arguedas a la literatura,
sociología y antropología; para finalizar presentare las conclusiones del presente trabajo.
Al hablar de José María Arguedas, lo primero que se nos viene a la mente es la cultura y
vivencia de nuestros hermanos indígenas con quienes convivio gran parte de su vida lo cual
le permitió conocer gran parte de nuestro querido país el Perú, de su realidad, sus
vivencias y su dolor; con ello logrando considerar a la comunidad indígena como parte
fundamental para el desarrollo de nuestro país.
A raíz de ello me doy cuenta de cómo Arguedas procuró defender a los indigenas con el motivo
de que era muy notable la felicidad y empatía de un indígena sin importar cuanto maltrato
recibieran de un blanco, no hay prejuicios ni rencores, y se vive mejor así. ¡Un indígena le
puede dar la mano a un blanco, mientras un blanco le da la espalda a un indígena, pero
ambos se complementan, un hombre blanco sin un indígena no es nada!
Por ello podemos pertenecer a un grupo social, a una cultura, a una religión; pero si no es lo
que esperamos y nos dan la espalda. Hay otro grupo que nos acoge y encontramos esa
comodidad que nos hace amarla, en el sentido físico todos nacemos con un color de piel
diferente, con una religión determinada según nuestra familia, con una cultura según nuestro
círculo social; sin embargo, José María Arguedas es el claro ejemplo de que nosotros
decidimos que ser, donde estar y a que pertenecer, el amor lo sentimos solo conociendo
cosas nuevas, las experiencias que vivimos diariamente nos hacen tomar decisiones y
escoger que ser y forjar una identidad a inicios perdida por el maltrato y la exclusión de un
grupo social.
Algo que tal vez no todos tomen en cuenta, pero para mí es importante es el papel de una
madre en la vida de un hijo, si hay una persona que te dará el mundo es esa mujer que te
llevó durante nueve meses dentro de ella, desde que concibió aguantó los dolores y sin duda
alguna hay una conexión entre sus corazones, nadie puede igualar el amor de madre; una
madrastra no puede dar cariño a un ser que no es su hijo, la única relación que tiene con ese
niño es el padre, José María Arguedas tuvo una madrasta que indirectamente le enseñó la
otra cara del mundo, no es fácil vivir con tal carga, su única opción fue seguir las reglas, una
infancia dura, ¿verdad?: “mi madrastra…era dueña de la mitad del pueblo; tenía mucha
servidumbre indígena y el tradicional menosprecio e ignorancia de lo que era un indio, y como
a mí me tenía tanto desprecio y tanto rencor como a los indios, decidió que yo había de vivir
con ellos en la cocina, comer y dormir allí. Mi cama fue una batea de esas en que se amasa
harina para hacer pan…” ARGUEDAS (1955) ahí denotamos el maltrato sufrido por la
madrastra el empezar un ciclo depresivo desde niño, y tener esos deseos de morir. Sin
embargo, esa otra cara del mundo logró ser su soporte para seguir adelante, los pongos
(indígenas) le dieron el cariño que necesitó en su momento, ¿y quién no estaría agradecido?
Por toda su vida él los recordó y los puso como su mayor inspiración.
Pasemos de tragedia en tragedia, hablemos de su siguiente etapa, la etapa en el colegio, tan
dura que fue inspiración de su libro “Los Ríos Profundos”, donde compara la violencia y
discriminación que vivió en el colegio con la realidad peruana, es tan lamentable leer todos
esos recuerdos que lo fueron persiguiendo-
A inicios del año 1950, Arguedas con una inmensa nostalgia fue a recorrer los andes
peruanos, al ver esa población indígena en la cual sus recuerdos de infancia florecieron, pero
tenía ese disgusto y sorpresa al ver como todas las artesanías que eran obras inigualables,
le dieran el valor de un simple objeto de ingresos; esa cultura de la cual él se había fascinado
estaba tomando un valor que no le correspondía, el Perú tiene arte en cada esquina. Debió
ser tan frustrante ver como una lengua originaria como lo es el quechua se reemplazará por
un idioma que no era originario, pero si necesario, porque entró a calar el español, que fue
introducido por los españoles y la mayor parte de la población tuvo que adaptarse a la nueva
realidad. Viendo esta triste realidad, de esa cultura que en un momento fue su soporte para
seguir viviendo y escribiendo, para él había concluido, pues pensaba que ya no iba a
continuar, una crisis para seguir lo que había iniciado teniendo como inspiración a la cultura
indígena, deseando que este logre vencer a la raza blanca, sin prejuicios y que todos
reconocieran al Perú por las diversas culturas, un pueblo indígena lleno de amor para todos;
se vio imposible que esto se realizara y sin ese soporte, su única solución fue suicidarse y
con él, ese defensor de la raza indígena.
Finalmente, sin nada más que hacer tomó una decisión pensando que no aportaría más al
mundo, pero su simple presencia daba realce a la sociedad peruana. Sigamos el ejemplo de
Arguedas y recordemos las palabras de Arguedas: “Yo no soy un indio aculturado; yo soy un
peruano que orgullosamente, como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en español
y en quechua”. ARGUEDAS (1954).
Arguedas abordo en su literatura la percepción y apreciación de la realidad peruana, lo cual le
permitió desarrollar una literatura que superó a lo tradicional, dado que pudo convivir y
compartir con ellos sus alegrías, carencias, costumbres y padecimientos y ser parte de ellos
en toda su amplitud, logrando fortalecer los vínculos de amistad a tal punto de sentirse uno
más de ellos, como sus hermanos y la gran familia que la vida no le permitió tener. Tal y
como manifiesta: „Casi todos esos artistas no han tenido la oportunidad de convivir
íntimamente con el pueblo cuya vida tratan de interpretar ni han sentido muy hondo el propio
mensaje andino.“
(Fuente: https://citas.in/autores/jose-maria-arguedas/)
Por todo lo anteriormente mencionado, en conclusión, todo este tema que abarca dos lados
culturales disputados tiene una evolución histórica que tiene que ver con el racismo, y se
puede ver actualmente que aún existe esa denigración a estos sectores, pero si bien son
pobres económicamente, son ricos culturalmente, pues tienen una excelente y abundante
biodiversidad y eso es algo que las personas no consideran ni valoran, está el cambio en
nosotros, este país es democrático.
También es necesario indicar que gracias a Arguedas la dependencia en la lengua ya que,
desechó los mil estilos provenientes de Europa, creando uno nuevo. Sobre todo, nos enseñó a
crear literatura a partir de nuestra realidad, en un país cuyos escritores hasta entonces sólo
eran, como imitadores de supuestas culturas superiores.
Un aporte en política, es que Arguedas advirtió que un país con excluidos no nos conduciría a
buen puerto, que el Perú no sólo estaba constituido por los señoritos de origen español sino,
principalmente, por aquellos cuya raíz estaba plantada en las profundidades de los Andes.
REFERENCIAS