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Mariano Alejo Álvarez Vera (Arequipa, 17 de julio de 1781-Lima, 15 de febrero de 1855), fue

un abogado, magistrado y político peruano. Precursor ideológico de la Independencia del Perú, escribió
un Discurso sobre la preferencia que deben tener los americanos en los empleos de América, que debió leer
ante el Colegio de Abogados de Lima en 1811, pero fue impedido de hacerlo, aunque dicho documento circuló
clandestinamente, hasta que fue publicado en 1820. Se trata de un alegato vibrante y erudito donde reclamaba
dar preferencia a los americanos o criollos en el desempeño de los puestos públicos. Proclamada la
independencia e instalada la República, sirvió a su patria en diversos cargos públicos. Fue presidente de la
Cámara de Diputados en 1828; ministro de Relaciones Exteriores en 1829; vocal y presidente de la Corte
Suprema de Justicia en dos períodos: 1834-35 y 1845-47.

ijo de Blas Álvarez y María Ignacia Vera. En su niñez pasó a Chuquisaca, en el Alto Perú, donde estudió en el
Real Colegio de San Juan Bautista y se graduó de doctor en Teología el 1 de diciembre de 1800. En
la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca se graduó de bachiller en
Derecho Civil y Canónico, recibiéndose de abogado ante la Real Audiencia de Charcas el 9 de julio de 1806.12
Se consagró a su profesión e influenciado por las ideas liberales, se relacionó con los líderes de la revolución
de Chuquisaca de 25 de mayo de 1809, entre ellos el maestro universitario José Antonio Medina. Pero
fracasado dicho movimiento, regresó a Lima.12
Para lograr su incorporación al ilustre Colegio de Abogados de Lima, en 1811 redactó un alegato en defensa
del derecho que tenían los americanos de obtener puestos en la administración pública de manera preferente.
Pero el decano, Manuel Herrera y Sentmanat, impidió la lectura del documento y dispuso su archivamiento. No
obstante, el folleto circuló de manera clandestina y Álvarez se convirtió así en un precursor ideológico de la
Independencia.1 No fue publicado sino hasta 1820.3
Instaurado el Protectorado de San Martín en 1821, fue nombrado fiscal de la Alta Cámara de Justicia, que le
designó para que integrara la comisión encargada de redactar el proyecto de la primera Constitución Política
del Perú.1 El 12 de diciembre de 1821 fue asociado a la Orden del Sol.4 El 10 de enero de 1822 fue admitido en
la Sociedad Patriótica, en cuyo seno se discutieron temas importantes, como la forma del gobierno que debería
adoptarse.1
Antes de su retiro del país, San Martín le dio poder para que lo representara en el Perú y en cumplimiento de
ello, tiempo después gestionó ante el gobierno de Ramón Castilla el pago de las pensiones debidas al
Libertador.1
En 1825, en plena dictadura de Bolívar, fue nombrado vocal de la Corte Superior de Lima. También ejerció
como auditor de guerra. El 10 de octubre de 1825 se le otorgó la medalla cívica con el busto del Libertador.1
Fue uno de los sesenta y cinco diputados elegidos en 1825 por los Colegios Electorales y ratificados por
la Corte Suprema, que fueron convocados para aprobar la Constitución Vitalicia del dictador Simón Bolívar. Sin
embargo, un grupo mayoritario de esos parlamentarios (cincuenta y dos) decidió no asumir sus funciones y
pidió aplazar la convocatoria del Congreso hasta el año siguiente.567 Álvarez, que era representante de Lima,
se hallaba en la restante minoría que se opuso a los planes vitalicios de Bolívar, en la que también estaban los
clérigos liberales Francisco Xavier de Luna Pizarro y Francisco de Paula González Vigil.8 Para alejarlo del país,
fue nombrado ministro plenipotenciario en Chile, cargo que ejerció de agosto de 1826 a abril de 1827.1 De
vuelta en el Perú, fue elegido diputado por Lima ante el Congreso General Constituyente de 18279 a cuya
presidencia fue elevado de abril a junio de 1828.10
Durante el gobierno provisorio del general Antonio Gutiérrez de la Fuente fue nombrado ministro de Relaciones
Exteriores, cargo que ejerció de 7 de junio a 15 de octubre de 1829. En tal calidad, le correspondió dirigir la
negociación de paz con la Gran Colombia y logró que el Congreso aprobara dicho arreglo.111
Luego, ya en el primer gobierno del general Agustín Gamarra, fue designado ministro plenipotenciario y
enviado extraordinario ante el gobierno de Bolivia. Llegó a La Paz el 10 de febrero de 1830. Su misión era
negociar la suscripción de tratados de amistad y comercio; también se le encargó que pidiera explicaciones al
presidente boliviano Andrés de Santa Cruz sobre su intromisión en la política peruana. Pero tras una serie de
altercados con el canciller boliviano, se vio obligado a regresar a Lima, en septiembre del mismo año, sin
conseguir ningún acuerdo.1213
En 1831 asumió como vocal de la Corte Suprema de Justicia,14 siendo ratificado en la reforma judicial de
1839.15 Ejerció la presidencia del tribunal supremo de 1834 a 1835 y de 1845 a 1847. 16 Se jubiló en 1852, con
una pensión de 4800 pesos anuales y falleció tres años después. 1
A Mariano Alejo Álvarez le tocó vivir y actuar en una época de cambios profundos y
revoluciones. Los nuevos ideales fueron difundidos por la Ilustración, corriente cultural,
filosófica y política que afirmaba que se debía disipar las tinieblas de la ignorancia
mediante las luces del conocimiento y la razón. Se inició en Inglaterra, con la denominada
Revolución Gloriosa (1688) –que culminó con la Declaración de Derechos y el
establecimiento de la primera monarquía parlamentaria–; y se desarrolló en el transcurso
del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX –teniendo como marco de fondo la
revolución industrial, la independencia de los Estados Unidos de América (1776-1783), la
revolución francesa (1789-1799) y la invasión napoleónica a España (1808-1814).

Mariano Alejo Álvarez contrajo matrimonio con Manuela Villegas en el Sagrario de la Catedral de Arequipa el 7 de octubre
de 1821. Uno de sus descendientes fue el doctor Mariano Santos Álvarez Villegas (11/11/1823 - 30/5/1893), Ministro de
Justicia (5/8/1863 - 11/8/1864); Ministro de Relaciones Exteriores durante la ocupación chilena (1882); Presidente del
Consejo de Ministros y Ministro de Hacienda (22/8 - 6/9/1887) y vocal de la Corte Suprema de Justicia (1886). El 7 de
setiembre de 1820 el Ejército Libertador, comandado por el generalísimo José de San Martín, llegó a la Bahía de Paracas,
donde desembarcó al día siguiente. El 9 de julio de 1821 el Ejército Libertador ingresó a Lima. San Martín solicitó al
Cabildo de la ciudad que se pronunciase sobre su adhesión a la independencia. El día 15 el Cabildo Abierto, convocado
por el Conde de San Isidro, se manifestó a favor, en conformidad con lo cual suscribió el Acta de la Independencia del
Perú, la que fue proclamada el 28 del mismo mes. El 3 de agosto San Martín asumió, con el título de Protector, el mando
político y militar de los territorios controlados por las tropas patriotas. El 6 de octubre Álvarez fue nombrado fiscal de la
Alta Cámara de Justicia. Poco después fue condecorado con la Orden del Sol, en calidad de asociado, e incorporado a la
Sociedad Patriótica de Lima (10/1/1822). El 27 de diciembre de 1821, a través de un decreto de la fecha, San Martín
convocó al primer Congreso Constituyente, disponiendo que se instalase el 1 de mayo de 1822. El artículo 3 ordenó que
se formase una Comisión compuesta por 7 individuos, los que fueron elegidos por las instituciones que a continuación se
menciona: dos miembros de la Alta Cámara de Justicia –Fernando López Aldana y Mariano Alejo Álvarez–; dos de la
Municipalidad de Lima –Felipe Antonio Alvarado y José Freyre; dos del Gobierno –Francisco Xavier de Luna Pizarro y José
Cavero; y Toribio Rodríguez de Mendoza por el gobierno eclesiástico. La Comisión no pudo cumplir a tiempo tales tareas;
además San Martín tuvo que viajar a Guayaquil a entrevistarse con Simón Bolívar y aún no se había concluido la elección
de los Representantes, por lo cual el Congreso Constituyente se postergó hasta el 20 de setiembre de 1822. En aquella
ocasión los Diputados se reunieron en la Capilla de la Universidad de San Marcos, ubicada entonces en parte del
terreno que corresponde actualmente al Palacio Legislativo. Ante la Representación Nacional San Martín
renunció el mando que las circunstancias lo llevaron a asumir,
Mariano Alejo Álvarez resultó elegido Diputado por Lima. El Congreso se instaló el 4 de junio de 1827, bajo la presidencia
del doctor Francisco Xavier de Luna Pizarro. El Congreso pasó a elegir al Presidente de la República. Los Diputados
conservadores apoyaron la candidatura de Santa Cruz, mientras que los liberales, liderados por Luna Pizarro, hicieron lo
propio con el Gran Mariscal José de la Mar, quien el 9 de junio, a pesar de encontrarse ausente de la capital, fue elegido
por 58 votos contra 29 de su contendor. Por otra parte, Manuel Salazar y Baquíjano fue elegido Vicepresidente y, como
tal, asumió el Mando Supremo hasta la asunción del Jefe del Estado.

varez se desempeñó al frente del Ministerio de Gobierno y Relaciones Exteriores hasta el 15 de octubre de
1829. Tuvo a su cargo las negociaciones de la paz con la Gran Colombia. Luego, durante el primer gobierno del
Gran Mariscal Agustín Gamarra, fue designado ministro plenipotenciario en Bolivia. Llegó a La Paz el 10 de
febrero de 1830, pero debido a las intromisiones del Presidente boliviano Andrés de Santa Cruz, dio por
terminada su misión y retornó a Lima ese año mismo. Por entonces fue nombrado vocal de la Corte Suprema
de Justicia (24/8/1831). En dos ocasiones fue elegido Presidente de dicho tribunal (1834-1835 y 1845-1846).
José Gabriel Aguilar y Narvarte (* Huánuco, 18 de marzo de 1773 - † Cusco, 5 de
diciembre de 1805), fue un mineralogista, empresario minero y precursor de la independencia del
Perú. Junto a Manuel Ubalde, dirigió en 1805 una conspiración para independizar al Perú de España
y restaurar la monarquía incaica. Delatado antes de producirse el alzamiento, fue apresado y
ajusticiado.
abriel Aguilar fue hijo del minero Salvador Aguilar, español natural de Jerez de la Frontera, y de Clara
Narvarte, hija del capitán Juan Ignacio Narvarte, que fue Corregidor de Huánuco. Poco es lo que se
conoce sobre su infancia; se presume que recibió una buena educación y que fue alumno en el Real
Convictorio de San Carlos. A temprana edad recorrió el inmenso territorio del virreinato peruano,
observando el trato inhumano dado a los indios mitayos, que laboraban en la extracción de la plata
de los profundos socavones. En sus viajes llegó a la región minera de Chile, pasando luego a
la provincia de Mendoza, perteneciente al Virreinato del Río de la Plata, donde fue recibido muy bien
por los pobladores, quienes creyeron que era un nuevo Gabriel Túpac Amaru II y le solicitaron ser el
líder de una revolución.
Llegó a Buenos Aires y, a fines del siglo XVIII, se embarcó para España, donde comprobó la
corrupción del sistema de gobierno absolutista. Asimismo, se empapó de las ideas liberales que por
entonces estaban en boga en Europa. Luego volvió a Perú y reanudó sus actividades mineras. Se
dirigió a Recuay (Áncash), donde años atrás había descubierto unas minas, pero encontró que ahora
ya tenían otro propietario, por lo que viajó a Lima en busca de un abogado. De esta manera conoció
al arequipeño Manuel Ubalde, de quien se hizo amigo.
Luego de su recorrido por la selva donde estuvo preso en Chachapoyas acusado de espía, recibió la
noticia de que su amigo Ubalde había viajado al Cusco. Aguilar, luego de volver a su tierra natal,
atravesó la sierra central y llegó al Cusco en 1804. Allí encontró a Ubalde destituido de la asesoría
que le confiara el presidente de la Audiencia, el brigadier Conde de Ruiz de Castilla. Ambos se
concertaron entonces para iniciar una conspiración destinada a liberar al Perú del dominio español.
El plan consistía en apoderarse de las autoridades coloniales del Cusco y alzar en armas a la
población,
Aguilar realizó su trabajo proselitista llegando hasta La Paz, mientras que Ubalde y sus amigos lo
hacían en el Cusco. Lograron el apoyo del regidor Manuel Valverde Ampuero, quien por vía materna
era descendiente de los incas, por lo que se entendió que de triunfar la revolución sería consagrado
como inca gobernador del Perú; también participaron fray Diego Barranco, el abogado Marcos
Dongo, el noble inca Diego Cusihuamán del barrio San Blas del Cusco, y el presbítero José
Bernardino Gutiérrez.
Como la revolución requería la participación de fuerzas militares, comprometieron al Teniente de
Granadero del Regimiento Paucartambo Mariano Lechuga, amigo íntimo de Ubalde, quien participó
en todas las reuniones. Cuando la insurgencia estaba a punto de estallar, Lechuga, el 25 de junio, se
presentó ante el oidor Manuel Plácido Berriozabal para delatar el plan. Debido a esta traición, Ubalde
y sus amigos fueron capturados en el Cuzco; mientras Aguilar, que preparaba el levantamiento fuera
del Cuzco, fue capturado el 13 de julio de 1805 y encerrado en prisión. La Real Audiencia condenó a
Aguilar y Ubalde a la pena capital. El 5 de diciembre de 1805 fueron ahorcados en la Plaza de Armas
del Cusco. Los demás conspiradores fueron condenados a diversas penas de prisión y destierro.
El 6 de junio de 1823 el Congreso Constituyente expidió un decreto declarando a Gabriel Aguilar y
Manuel Ubalde beneméritos de la patria y defensores de su independencia.
José Gabriel Aguilar y Narvarte. Patriota peruano, nacido en Huánuco. Participó en la conspiración
de 1805, dirigida a conseguir la independencia del Perú.

Nació en Huánuco el 18 de marzo de 1775. Sus padres fueron Salvador Aguilar y Clara Narvarte. En su
juventud trabajó como minero en Chile y Argentina. También estuvo en España, en donde conoció los ideales
de la Revolución Francesa.

Trayectoria

Fue declarado prócer de la independencia del Perú y benemérito de la patria en 1823, fue autor y primer actor
de la conjura del Cuzco de 1805, el primer plan libertario del siglo XIX en el Perú.

Aguilar era el octavo nieto del inca Huascar, último emperador legitimo del imperio incaico - tahuantinsuyo,
por parte de su abuela materna Francisca Martel Duran natural de Huanuco, según le manifestaron sus
propios familiares.

Eran además estos Martel Duran del ilustre linaje Martel de la casa de heristal, de la dinastía carolingia de los
emperadores francos, afincados en Sevilla, España y descendientes del legendario Carlos Martel Rex
Francorum y de Carlomagno, emperador francés. Era además nieto del corregidor de Huanuco, el
general Juan Ignacio Narvarte, de la casa de los condes de Narbona y Tolosa en Francia, establecidos
también en España y descendientes de Teodorico y heredero legitimo de la casa real de David en Israel,
Rabino y Nasi, príncipe de la comunidad judía de Francia y del principado judío de septimanía, casado con la
princesa Aude ; Martel, tía de Carlomagno.

Además del parentesco a través de su bisabuelo, don Sebastián Andrea doria, con los príncipes de Melfi, los
Andrea doria de Génova, referido anteriormente. Eran descendientes del almirante Andrea doria y príncipe de
Melfi, nombrado libertador y padre de la patria de la República de Génova.

Al regresar al Perú, se instaló en el Cusco para dedicarse a la minería. Entonces hizo amistad con el
abogado Manuel Ubalde Zeballos y juntos planificaron un levantamiento independentista. Pero poco antes de
su estallido fueron traicionados por Mariano Lechuga.

Aguilar fue declarado minero mayor del reino de España, por el rey de España Carlos IV de Borbón y Sajonia,
por intermedio de su gran amigo y protector, el príncipe de la paz Manuel Godoy y Álvarez de Farías, primer
ministro del rey. Godoy sentía profunda admiración por Aguilar pues este amaestraba sus finos caballos y
tenia gran destreza cabalgando, un invitado de honor en su palacio durante su estancia en la península y fue
presentado por el a los miembros de la corte real de Madrid. Expuso un proyecto ante el rey español, de crear
caminos para penetrar la selva norte del Perú desde lamas para llegar a la desembocadura del rió amazonas,
crear una flota fluvial y viajar desde el brasil para llegar en 2 meses a España por barco, luego se crearía la
carretera marginal de la selva, buscando evangelizar e integrar a los nativos de la selva, incluso la tribu de los
lamas le otorgo un poder para interceder ante el rey y mejorar su situación.

También le expuso su proyecto de crear caminos de penetración a la selva central del Perú para conquistar el
brasil y unificar el territorio, luego se ha creado la carretera interoceánica que une Perú y Brasil. Todos estos
proyectos se los había expuesto al virrey Ambrosio o´Higgins en Lima y recibió apoyo de este para
perfeccionar dichos proyectos.

Aguilar también fue amigo y asesor en minería y arquitectura incaica del barón Alexander Von Humboldt,
enviado a Sudamérica por el rey de Prusia, en sus recorridos por Cajamarca, Chachapoyas y Trujillo.

Siguiendo la vocación de su padre salvador, Aguilar estudio además en la real escuela de minería de
Almaden en Almagro España, donde se recibió de mineralogista y metalúrgico, haciendo después
importantes descubrimientos mineros en Recuay- Huaylas en Perú, Huarco, Copiapó y río colorado en Chile,
Chayanta - Potosí actual Bolivia Mendoza y Rió de la plata actual argentina, recorriendo diversos países
como los antes mencionados y además estuvo en Montevideo- Uruguay, España, Francia y
presumiblemente Inglaterra.

Fue además ensayista, alquimista, tipógrafo, dibujante, proyector, matemático, estudioso de teología, docto
en ciencias y letras, poeta, escritor, creador del yaraví antes que el poeta arequipeño mariano melgar, fue
miembro de la masonería inglesa y propulsor de la misma en Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

Fue proclamado por diversos pueblos sudamericanos como " el nuevo Tupac Amaru ii " en Chile, Mendoza y
Tucumán en Argentina y llamado para encabezar el movimiento independentista latinoamericano. fue uno de
los primeros lideres de la integración sudamericana y latinoamericana.

Fue amigo del cónsul de Inglaterra en Cádiz - España lord james Duff Gordón IV conde de fife, este ingles era
fabricante e impulsor del consumo del licor de jerez español en el mundo, quien a partir de las
conversaciones y negociaciones con Aguilar, crearía el plan Maitland para liberar América del reino español.
Fue dicho conde, gran protector, amigo, impulsor e influyo sobre el libertador San Martín para involucrarlo en
la independencia de América. San Martín aplico el plan Maitland en sus campañas militares, al igual que lo
hizo después el libertador [Simón Bolívar] en Carabobo donde consiguió la victoria.

El rey ingles otorgo a Aguilar, el titulo de lord ingles, máxima distinción de nobleza otorgada a los extranjeros
y dio el mando de un ejercito de 2 mil ingleses para libertar al Perú y ponerlo bajo la protección de la bandera
británica, ingresando los ingleses por el rio amazonas desde el brasil, pero Aguilar desistió de ese plan por
cuestiones religiosas, pues eran los ingleses de religión protestante y no católicos. Sin embargo estuvo
detenido por los españoles en Chachapoyas acusado de espía ingles y fue liberado por Humboldt.

Escribió Aguilar en España un prologo a "los comentarios reales de los incas" del inca Garcilazo de la Vega y
escribió varios poemas uno de ellos en vísperas de su ejecución en chusco titulado "las décimas del reloj de
la agonía", fue además precursor de la lucha por los derechos de los indios y el primer poeta de denuncia
social y de reivindicación indígena en el Perú.

Se casó en Cajamarca en 1803,con una señorita de Cajabamba a quien llama cariñosamente "niña santita",
quien murió en una visita a sus suegros en Huanuco, dejando presumiblemente un hijo en Cajabamba,
aunque no existe mayores detalles salvo la tradición familiar de una familia de dicha zona.

Muerte

Además en la conspiración del Cuzco de 1805, después de desistir Valverde, fue Aguilar elegido para
proclamarlo y coronarlo inca del Tahuantinsuyo en dicho revolución para restituir el imperio incaico y expulsar
a los españoles, siendo aceptado por los caciques de las 8 parroquias del Cuzco murió en el Cuzco en el
mismo lugar que fue ejecutado Tupac Amaru ii, a sus tempranos 32 años de edad.

La conspiración de Aguilar y Ubalde se realizó en el Cuzco en el año de 1805, dirigida por el abogado
arequipeño Manuel Ubalde y el huanuqueño Gabriel Aguilar, quienes pretendían la creación de un frente para
luchar por la independencia del Perú, y establecer el Imperio de los Incas, con la participación de sacerdotes,
abogados, miembros de la nobleza incaica entre otros.

Para ello habían preparado dos expediciones que marcharían sobre Lima y Potosí.

Cuando se realizaban los últimos preparativos fueron traicionados por Mariano Lechuga, apresándose a los
líderes y conspiradores Aguilar y Ubalde quienes fueron sometidos a juicio por las autoridades virreinales.
Gabriel Aguilar y Manuel Ubalde fueron condenados a la pena de muerte y ahorcados en la plaza mayor de
Cuzco el 5 de Diciembre de 1805.

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