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En un lugar muy hermoso de Colombia, existía una grupo social indígena, una pequeña
comunidad que soñaba con estar lejos de la civilización y la maldad, esta comunidad no
tenía figura legal, pero la comunidad muy organizada tenía una estructura organizativa
envidiable, similar al de las hormigas, los cargos estaban distribuidos por toda la
comunidad, unos lideraban
la comunidad para proteger su cultura y su riqueza natural, otros sembraban y
cosechaban frutos nativos para asegurar la alimentación del pueblo, otros dirigían las
fiestas y rituales para alabar al sol, el fuego, el agua y el aire , otro era el consejero o
palabrero de la comunidad, quien ayudaba a solucionar conflictos y llegar a acuerdos,
otro lideraba el grupo de trabajadores y trabajaba correctamente para dar ejemplo a los
comuneros. También estaba el rol de las mujeres que lideraban actividades de
alimentación y replicaban conocimientos a los más jóvenes, en general los niños,
jóvenes, adultos, mayores, hombres y mujeres, cumplían con su rol de madres, esposo,
hijos, mayores y amigos, haciendo de esta una comunidad en armonía.
En este espacio se dieron diferentes intercambios culturales, pues estaban reunidos los
grupos indígenas de la región, donde hicieron intercambio de saberes culturales, de
medicina tradicional, organización y política entre otros temas, se propusieron mingas
de trabajo y demarchas, se compartió la comida, echa en olla comunitaria, con
sancocho, arroz y guarapo, elaborado con las cosas que cada comunero aporto, se
tocaron instrumentos de chirimía para armonizar el evento y se compartió hojas de coca
cecas para mambear. Antes del magnífico evento hicieron el ritual de la adoración al sol
y la armonización del lugar con incienso y hojas de yerbas curativas, alrededor del
fuego, todos los participantes a la festividad danzan al rededor del fuego, levantando sus
manos y danzando al sonido de la chirimía, este ritual se hace respetando las creencias
de los visitantes de la región que han salido de la comunidad y ahora su ritual es adorar
a Dios y la virgen por medio de oraciones, como el santo Rosario. Esta fiesta fue
espectacular, a pesar del estrato social que para esta comunidad está basada más en la
cantidad de integrantes del grupo familiar como riqueza en hijos, pues en estas fiestas
todos son iguales, conservando el estatus que está relacionado más con el respeto
ganado por los lideres luchadores, guerreros, palabreros con mayoría de edad y
sabiduría para solucionar conflictos que dañan la convivencia de la comunidad.
Esta fiesta se desarrolló satisfactoriamente , danzaron, se divirtieron, no hubieron
conflictos, se hizo tan bien, como todos los años, se integraron otros grupos sociales,
como indígenas del cauca, organizaciones agrícolas de la región que están en el proceso
de rescatar sus tradiciones, especialmente con ayuda de la familia, un agende primordial
para el pueblo Yanacona, para trasmitir saberes de generación en generación, donde se
dan a conocer las normas y el plan de vida del pueblo Yanacona. Se cumplió el objetivo
de adorar a la pacha mama, se divirtieron, conversaron, se relacionaron, alimentaron su
alma y espíritu con los sonidos naturales de la chirimía y la danza del fuego,
demostrando que, a pesar de las interacciones sociales, el pueblo mantiene sus
costumbres de las cuales se sientes orgullosos.
Referencias