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Cerco de Jericó
Cerco de Jericó
obtenida con los mp3 del Padre Wilson. Haga una aspersión en el lugar y persígnese
con agua bendita en la punta de los dedos, y haga la Señal de la Cruz en la frente, en
los labios y en el corazón y recite: "Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros
enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. Amén.
Diga con firmeza y en lo posible a viva voz el propósito de este Cerco de Jericó:
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de
tu amor. Envía Señor tu Espíritu Creador y renueva la faz de la Tierra. Oh Dios que
has iluminado los corazones de tus hijos, con la Luz del Espíritu Santo, haznos
dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar siempre de sus
divinos consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
3.- Yo pecador.
4.- El Credo.
5.- Petición
Se reza el rosario con la mayor devoción y con los misterios correspondientes al día.
Se especifica claramente que se reza por las intenciones del Cerco de Jericó.
+ Cuenta Nº 1
+ Cuenta Nº 2
+ Cuenta Nº 3
Bajo Tu Amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas
que Te hacemos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh,
Virgen, llena de gloria y bendición!
Oración:
¡Oh, Dios! Cuyo Hijo Unigénito, por medio de Su Vida, Muerte y Resurrección,
alcanzó para nosotros la Salvación eterna: Concédenos, a los que con veneración
meditamos sobre estos Misterios, en el Santísimo Rosario de la Bienaventurada
Virgen María, imitar las Virtudes que ellos contienen y alcanzar las Gracias que
prometen. Te lo pedimos, por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Bendita sea Tu Pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan
graciosa Belleza. A Ti, Celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo Te ofrezco noche
y día, alma vida y corazón. Míranos con compasión, no nos dejes, Madre mía, y
danos Tu Santa Bendición.
Señor, no quiero ser parte de nada que pueda ofenderte. Quiero ser tuyo/a, me
entrego a Ti y confieso que Tú Jesús eres mi Señor. Revísteme con tu Sangre,
Señor. Que tu Sangre sea barrera insuperable entre mi persona y el enemigo. Señor
Jesús, que el enemigo sea sometido y se postre a los pies de tu Santa Cruz. Amén.
Señor Jesucristo, por tu Santa Cruz, por tus llagas, por tu Preciosísima Sangre, por
tu Santo y gran Nombre renuncio de todo corazón:
Señor Jesús pido que rompas todo yugo hereditario que pesa sobre mí, todas las
maldiciones, tendencias al mal. Que todo lo que recibí de mis antepasados sea
tocado por tu sangre redentora.
Oración.-
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan,
las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él
generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar
este día y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar.
Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual,
los negocios de toda nuestra familia y los vehículos, las carreteras, los aires, las
vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.
Señor, con Tu Sangre Preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de
todos los habitantes de nuestra patria, con el fin de que Tu paz y Tu Corazón reinen
en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida, ya que gracias a Ellas hemos
sido salvados y somos preservados de todo lo malo. Amén
Yo mando que el enemigo vaya a los pies de la Cruz de Jesús, para que Él lo juzgue.
Y le prohíbo tocarme a mí y a mis hermanos, en el Nombre de Jesucristo.
Renueva en mí, Señor, todo Tu Poder, para seguir haciendo Tu Santa Voluntad y
alcanzar la Plenitud de Tu Espíritu Santo. Amén.
Jesús, rompe todos los muros de maldiciones venidas de mis antepasados hasta el
día de hoy. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, rompe todos los muros de egoísmo, de celos, de vicios, sean ellos del origen
que sean. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, rompe los muros de las dificultades financieras, falta de empleo, problemas
en el trabajo, falta de dinero y todas las dificultades del tipo que sean. Te lo pedimos,
Señor.
Jesús, rompe los muros de enfermedades, del tipo que sean, principalmente del
cáncer, leucemia, depresión, SIDA, alcoholismo, drogas, prostitución, homo-
sexualidad y enfermedades degenerativas. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, rompe toda acción de Satanás en nuestra vida espiritual y haz que sea
totalmente renovado (a) por Tu Sangre derramada en la Cruz. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, rompe todo ocultismo, en nuestro pasado y en la actualidad, sea este de
magia, sortilegio, dependencia, pacto, entrega a entidades, sean estas del origen que
sean. Te lo pedimos, Señor.
Jesús, rompe todos los muros que impiden la obra de Dios en mi vida. Te lo
pedimos, Señor.
Señor, Te entrego mi vida a Ti, para que haya un nuevo Pentecostés en mí, yo creo
en Tu victoria que es también la nuestra. Amén.
Oh Padre celestial en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, te pido que el poder que diste
a Josué y a sus compañeros para que sean derribadas las murallas de Jericó, sea
dado a mí y a los que hicieran esta oración. ¡Te lo pido Señor!
Jesús rompe las murallas de las plagas, por la boca o contaminación, en relación a
nuestros antepasados y en los días de hoy. Jesús rompe todas las murallas de
maldiciones venidas de nuestros antepasados y en los días de hoy. Jesús rompe
todas las murallas del egoísmo, celos, vicios, de los orígenes que fueran. Jesús
rompe todas las murallas de las intrigas, peleas, disoluciones de matrimonios,
grupos de oración, ministerios, comunidades religiosas, y todo tipo de
separaciones. Jesús rompe las murallas de las dificultades financieras, falta de
empleo, falta de dinero, dificultades en los negocios, en el trabajo, y otras
dificultades sean cuales fueran.
Jesús rompe las murallas de las enfermedades sean ellas cuales fueran,
principalmente el cáncer, la leucemia y toda enfermedad de la sangre, de los huesos,
de la piel, la depresión, VIH, alcoholismo, drogas, prostitución, y homosexualismo.
En tu Nombre, Señor Jesús, reclamo ahora toda propiedad física o psíquica que
haya sido puesta bajo el poder del enemigo y te pido que sea restituida totalmente
bajo tu Señorío, Jesucristo.
Jesús rompe las murallas que impiden la obra de Dios en nuestras vidas. Señor te
entregamos nuestras vidas a Ti para que haya un nuevo Pentecostés en nosotros y
acreditemos tu victoria que también es nuestra. (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y
Gloria).
Diga con firmeza y en lo posible a viva voz el propósito de este Cerco de Jericó:
El objetivo a combatir les será dado oportunamente por los coordinadores, para que
todo el ejército rece durante los 7 días por el mismo propósito.
10.- Lectura Orada: Josué 6, 1-20 (el último día será orado 7 veces)
Jericó estaba bien cerrada y puestos sus cerrojos por miedo a los israelitas: nadie
salía ni entraba.
Yahveh dijo a Josué: «Mira, yo pongo en tus manos a Jericó y a su rey. Vosotros,
valientes guerreros, todos los hombres de guerra, rodearéis la ciudad, (dando una
vuelta alrededor). Así harás durante seis días.
Siete sacerdotes llevarán las siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca.
El séptimo día daréis la vuelta a la ciudad siete veces y los sacerdotes tocarán las
trompetas).
Al pueblo le dijo: «Pasad y dad la vuelta a la ciudad y que la vanguardia pase delante
del arca de Yahveh.»
(Se hizo según la orden dada por Josué al pueblo). Siete sacerdotes llevando las
siete trompetas de cuerno de carnero delante de Yahveh pasaron y tocaron las
trompetas; el arca de la alianza de Yahveh iba tras ellos; la vanguardia iba delante de
los sacerdotes que tocaban las trompetas y la retaguardia marchaba detrás del arca.
Según iban caminando, tocaban las trompetas.
Josué había dado esta orden al pueblo: «No gritéis, ni dejéis oír vuestras voces (que
no salga ni una palabra de vuestra boca) hasta el día en que yo os diga: "Gritad."
Entonces gritaréis.»
Hizo que el arca de Yahveh diera la vuelta a la ciudad (rodeándola una vez); luego
volvieron al campamento, donde pasaron la noche. Josué se levantó de mañana y
los sacerdotes tomaron el arca de Yahveh.
Siete sacerdotes, llevando las siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca
de Yahveh, iban caminando y tocando las trompetas según caminaban. La
vanguardia iba delante de ellos y la retaguardia detrás del arca de Yahveh,
desfilando al son de las trompetas.
Dieron (el segundo día) una vuelta a la ciudad y volvieron al campamento. Se hizo lo
mismo los seis días.
La séptima vez, los sacerdotes tocaron la trompeta y Josué dijo al pueblo: «¡Lanzad
el grito de guerra, porque Yahveh os ha entregado la ciudad!»
«La ciudad será consagrada como anatema a Yahveh con todo lo que haya en ella;
únicamente, Rajab, la prostituta, quedará con vida, así como todos los que están con
ella en su casa, por haber ocultado a los emisarios que enviamos.
Toda la plata y todo el oro, todos los objetos de bronce y de hierro, están
consagrados a Yahveh: ingresarán en su tesoro.» El pueblo clamó y se tocaron las
trompetas. Al escuchar el pueblo la voz de la trompeta, prorrumpió en gran clamor, y
el muro se vino abajo. La gente escaló la ciudad, cada uno frente a sí, y se
apoderaron de ella. Un Gloria.
Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y
mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan
de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza.
Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. Tengan
siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas
encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu,
que es la Palabra de Dios. Eleven constantemente toda clase de oraciones y
súplicas, animados por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a
interceder por todos los hermanos, y también por mí, a fin de que encuentre
palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del Evangelio, del cual
yo soy embajador en medio de mis cadenas. ¡Así podré hablar libremente de él,
como debo hacerlo.
12.- Salmo 91
Tú que vives bajo la protección del Dios Altísimo y moras a la sombra del Dios
Omnipotente, di al Señor: "Eres mí fortaleza y mí refugio, eres mi Dios en quien
confió". Pues Él te librará de la red del cazador, de la peste mortal; te cobijará bajo
sus alas y tú te refugiarás bajo sus plumas. Su lealtad será para ti escudo y
armadura.
María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se
estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la humildad de
su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo
temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó
a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había
prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para
siempre». Un Gloria.
14.- Salmo 67
¡Se alza el Señor! Sus enemigos se dispersan y sus adversarios huyen delante de Él.
Tú los disipas como se disipa el humo; como se derrite la cera ante el fuego, así
desaparecen los impíos delante del Señor.
Pero los justos se regocijan, gritan de gozo delante del Señor y se llenan de alegría.
Sí, Dios aplastará la cabeza de sus enemigos, el cráneo de los que se obstinan en
sus delitos.
Dice el Señor: “Los traeré de Basan, los traeré desde los abismos del mar, para que
hundas tus pies en la sangre del enemigo y la lengua de tus perros también tenga su
parte".
¡Canten al Señor, reinos de la tierra, entonen un himno al Señor, al que cabalga por
el cielo, por el cielo antiquísimo! Él hace oír su voz poderosa, ¡reconozcan el poder
del Señor! Su majestad brilla sobre Israel y su poder, sobre las nubes.
Tú eres temible, Señor, desde tus santuarios. El Dios de Israel concede a su pueblo
el poder y la fuerza. ¡Bendito sea Dios!. (Gloria).
Sea destruido, exterminado, neutralizado, el poder del príncipe de las tinieblas que
viene persiguiendo, perjudicando, esclavizando, dominando esas personas,
deseando su ruina espiritual, material, sembrando odio, orgullo, discordia, envidia,
celos, y heridas. Sea destruido y exterminado, neutralizado todo espíritu de
desunión en los hogares de estas personas que viene provocando discordias , odio,
heridas, desentendimiento, orgullo, chisme, difamación, maldición, juicios. Sea
también quemado, destruido, deshecho todo y cualquier trabajo escrito, hecho
contra estas personas.
Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con
toda humildad la voluntad del Padre, y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con
sus confusiones.
Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones en orden y haces más claros
los lazos que nos unen al Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Tú que con corazón materno desatas
los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que nos recibas en tus manos…
y que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es
nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora
Nuestra y desata los nudos, que impiden nos unamos a Dios, para que libres de toda
confusión y error, los hallemos en todas las cosas, tengamos en El puestos nuestros
corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos. Amén.
Ángel de la Encarnación, fiel mensajero de Dios, abre nuestros oídos para que estén
atentos a las más leves advertencias o toques del Corazón amoroso de Nuestro
Señor.
Tú, que eres lanza y bálsamo de Amor de Dios, hiere, te lo suplicamos, nuestro
corazón con el Amor ardiente de Dios. Deja que nunca sane esta herida, para que
perseveremos cada día en el camino de la caridad y que todo venzamos por el amor.
Desátenos de las cadenas del pecado y del apego a las cosas temporales. Quítenos
las vendas de los ojos que nosotros mismos nos pusimos para no tener que ver las
necesidades de nuestro alrededor y poder así, tranquilamente, ocuparnos y
compadecernos de nosotros mismos. Traspasen nuestro corazón con la santa
ansiedad de Dios para que no dejemos de buscarlo con ardor, contrición y amor.
¡Dios, Trino y Uno, Omnipotente y Eterno! Antes de acudir a tus siervos, los Santos
Ángeles, para implorar su auxilio, nos postramos ante Tu Presencia y Te adoramos
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¡Todos los ángeles y los hombres que creaste Te adoren, Te amen y Te sirvan, Dios
Santo, Fuerte e Inmortal!
¡Y Tú, oh María, Reina de todos los Ángeles, acepta benigna nuestros ruegos que les
dirigimos a tus siervos y preséntalos al Altísimo, Tú que eres la omnipotencia
suplicante, la medianera de las gracias, a fin de que obtengamos gracia, salvación y
auxilio! Amén.
21.- Levántate
Levántate oh Dios! por medio de la poderosa intercesión de la Santísima Virgen
María, de San Miguel, San Rafael y San Gabriel arcángeles y de todos los santos de
la milicia celestial a destruir a todos los enemigos malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas, humildemente te lo pedimos, en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Con la Sangre preciosa de Jesús sellamos esta liberación y sanación que tú Dios
Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu, acabas de hacer en mi vida, en mi familia, en mi
comunidad y en donde tu misericordia actuó, para que no vuelvan más estos males
ni espíritus, ni de la misma clase, ni de naturaleza parecida.
Te rogamos, Padre Dios, que el Espíritu Santo ocupe todo nuestro ser y restaure las
virtudes que estos males han destruido en nosotros.
Dígnate ser en adelante nuestro Director, nuestra Luz, nuestro Guía, nuestra Fuerza
y todo el Amor de nuestros corazones. (1 Padre Nuestro, 3 Ave María y Gloria).
Me levanto hoy… Por medio del poder del cielo, Luz del sol, Esplendor del fuego,
Rapidez del rayo, Ligereza del viento, Profundidad de los mares, Estabilidad de la
tierra, Firmeza de la roca.
Me levanto hoy…Por medio de la fuerza de Dios que me conduce, Poder de Dios que
me sostiene, Sabiduría de Dios que me guía, Mirada de Dios que me vigila, Oído de
Dios que me escucha, Palabra de Dios que habla por mí, Mano de Dios que me
guarda, Sendero de Dios tendido frente a mí, Escudo de Dios que me protege,
Legiones de Dios para salvarme, De trampas del demonio, De tentaciones de vicios,
Cristo conmigo…Cristo frente a mí, Cristo tras de mí, Cristo en mí, Cristo a mi
diestra, Cristo a mi siniestra, Cristo al descansar, Cristo al levantar, Cristo en el
corazón de cada hombre que piense en mí, Cristo en la boca de todos los que hablen
de mí, Cristo en cada ojo que me mira, Cristo en cada oído que me escucha.
Vuelva a decir con firmeza y en lo posible a viva voz el propósito de este Cerco de
Jericó:
Libérame de todo mal y peligro gloriosa sangre del redentor, para que pueda cumplir
la misión que me ha sido encomendada y dar gloria a Dios. Me consagro y te
consagro mi familia voluntariamente al poder de tu sangre redentora.
¡Te agradezco por darnos a mí y a quienes hacemos esta oración, el mismo Amor y
la misma Unidad en Tu Santo Espíritu!
Gracias, Jesús, por romper todas las murallas de las maldiciones venidas de
nuestros antepasados y de los días presentes.
Gracias, Jesús, por romper todas las murallas de egoísmo, envidias, tristeza,
depresión, angustia, soledad, miedos, desánimo, odio, rebeldía, discordia, violencia,
orgullo, mentira, intriga, juzgamiento, celos y resentimientos; sean cuales fueran sus
orígenes.
Gracias Jesús, por romper las murallas de las enfermedades sean cuales fueran;
principalmente de cáncer, leucemia, lupus, diabetes, SIDA, enfermedades del
sistema nervioso, sistema circulatorio, sistema renal, sistema digestivo, sistema
respiratorio, sistema reproductivo, de la piel, de todo tipo de molestias y dolores en
el cuerpo, así como de cualquier otra enfermedad física, sea cual fuera.
Gracias, Jesús, por también romper las murallas de enfermedades como depresión,
dependencias de vicios, alcohol, drogas, prostitución, homosexualismo,
enfermedades de la mente, del alma y del espíritu.
Gracias, Jesús, por romper las murallas de las dificultades financieras, falta de
empleo, dificultades en los negocios, dificultades en el trabajo, falta de dinero, y
otras dificultades materiales; sean cuales fueran.
Gracias, Jesús, por romper todo ocultismo pasado y presente, sea de magia,
sortilegio, dependencia, pacto, o de entrega con entidades; sean los orígenes que
fueran.
Gracias, Jesús, por romper las murallas de los malos pensamientos, malas
pasiones, y de las injurias de Satanás, originados en nuestra mente.
Gracias, Jesús, por romper, derribar, destruir, arrasar y anular toda acción de
Satanás y de los ángeles caídos en nuestra vida. Te Damos las gracias por
renovarnos totalmente en Tu Preciosísima Sangre y en Tus Llagas.
Gracias, Jesús, nuestro Único Señor y Rey, por Romper y Derribar todas las
murallas que impidan se realice la obra de Dios en nuestra vida.
Como María, y con María, nuestra Madre Santísima, Te entregamos nuestras vidas
por completo para que Tú, Señor, seas eternamente, Adorado, Exaltado y
Glorificado.
¡Como Uno, nos unimos en el Amor y la Paz; al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!
¡Amén!