Está en la página 1de 14
CAPITULO 7 LA ESCRITURA COMO VIAJE: PLANIFICACION 0 AVENTURA JORGE MAGANO 7.1. UN VIAJE INACABADO. Una vez emprend{ un viaje. Fue hace muchos afios, antes de publicar mi primera novela. El viaje me llevé por distintos lugares geogréficos: Zaragoza, Madrid, Pefifscola, Tenerife, ¢ incluso una isla imaginaria en el centro del océano Atlantico. En el trayecto encontré muchi- simas cosas interesantes: luces misteriosas en el cielo, una banda especializada en el tréfico de restos humanos, una secta destructiva, una revista de fendmenos sobrena- turales que «fabricaba» sus propias noticias, un tesoro de valor incalculable, un Papa cismético aficionado a las ciencias ocultas, un coleccionista de cadavere: El viaje no era fisico sino imaginario. Constitufa una novela de misterio y aven- turas que me proponia escribir. Todo esto iba apareciendo sobre la pantalla a medida que tecleaba una historia cuyo punto de partida conocfa, pero cuyo desenlace igno- faba y cuyo desarrollo tenia lugar sobre la marcha. Me sentaba ante el teclado y pulsaba teclas con el entusiasmo de quien varea una encina para que caigan bellotas y fecogerlas al vuelo. Lo estupendo era que cuanto més vareaba el drbol, mas bellotas cafan y mi saco se iba lenando a un ritmo prodigioso. Hasta que, de pronto, dejaron de caer. Imagino que mi cara fue un poema. {Qué habia pasado? Me parecia imposible Que la encina se hubiera quedado sin bellotas cuando estaba tan cerca de Ienar el Saco. Para colmo de males, el saco solo me valia si estaba leno hasta el borde. Mi comprador lo querfa asf, y si se lo entregaba de otra manera no me lo pagarfa. El ejemplo de las bellotas lo acabo de improvisar, por eso no da mas de sf. Igual ve aquella novela, de la que Hlevaba emborronadas mas de 500 paginas. Mas de un aho y medio de mi vida tirados a la basura. O no, porque aquella experiencia me SUvi6 para dos cosas: | | | 116 JORGE MAGANO 1. Hacer mano en el oficio de escribir (que nunca viene mal), 2. Entender que no se puede pretender escribir una novela tan larga confi solo en la inspiracién. O que se puede, pero entonces hay que mMentalizar que el trabajo duro atin est por hacerse. andy Se en, Nunea terminé esa novela, Perdi el rumbo, asf de sencillo. No sabia aang dirigfa, y por eso no sabia qué camino seguir. Quien haya intentado escriis ¢® novela sabréi que en el proceso las encrucijadas son frecuentes y es ficil tomy equivocada, o quedarse paralizado sin saber cul elegir. la A igual que en un viaje real, esto puede solucionarse gracias a la planitcacgy Aunque hay autores que no lo necesitan. O eso dicen, como veremos. 7.2, VIAJAR ESCRIBIENDO Y ESCRIBIR VIAJANDO- Antes de convertirse en escritor, Fernando Gamboa era un lector viajero. Como le gustaban las novelas de aventuras, decidié que querfa emular a sus héroes de fic. cidn, y eso lo Llev6 a lugares lejanos y exsticos, a los que viajaba con poco equipaje y muchos libros. Cuando una lesién de espalda le impidi6 seguir viajando, decidi¢ que lo harfa a través de la escritura. De esa manera, el lector viajero se convirtié en un escritor viajero que plasmé en sus obras el espiritu de lo lefdo y lo vivido. Al igual que el viaje fisico, la escritura es un modo de vivir una experiencia casi siempre enriquecedora, y que tiene en comtin con aquél més de lo que parece, Se trata de iniciar un trayecto hacia un lugar desconocido, explorar sus rincones, disfru- tar de sus placeres, superar los obsticulos que puedan surgir y regresar a casa més cansados, més sabios y mas felices. En el viaje y en la escritura visitamos lugares, conocemos gente, vivimos aventuras. Los escritores, por tradicién, son grandes viajeros. Algunos, como Ernest Hemin- gway o Paul Bowles recorrieron el mundo y lo plasmaron en sus escritos. Matilde Asensi, que odia volar, lo hace a través de ese invento magico y supersénico que es Internet. De Julio Verne se ha exagerado un sedentarismo que no era tal. A mi me gusta pisar el terreno en el que se desarrollaré mi historia, pero para escribirla necesito encerrarme en un espacio lo més definido y aséptico posible. En cualquier caso, el escritor que pretenda contar una historia ha de prepararse para un largo vial aunque no vaya a poner un pie fuera de su oficina. {Pero cémo se prepara uno para semejante labor? ,De verdad es necesario Co" feccionar una lista, como harfamos antes de hacer Ja maleta? 7.3. TiPOS DE ESCRITORES « aspi . la Muchos aspirantes a escritores se preguntan si es mejor tener Ja trama prepara de principio afin antes de empezar a escribir o si, por el contrario la propia es" Puede servir como proceso para descubrir la historia, Es un tema apasionante, Si™ 1A MECANICA DE LA ESCRITURA CREATIVA: EN BUSCA DE UNA VOZ PROPIA U7 como decimos @ emprender un viaje. Se puede viajar con un itinerario previo tan getalado que no deje lugar a la improvisacién o tener claro el punto de partida y el testi, y comprobar qué nos depara la aventura, Los manuales de escritura suelen diferenciar dos tipos de escritores: los escrito- reson mapa y los escritores con brijula, Los escritores con mapa serian aquellos que, antes de sentarse a escribir, pasan semanas, meses 0 incluso afios planificando minuciosamente todos los aspectos de iahistoria que quieren contar: tramas, temas, personajes, escenarios, giros argumen- tales, principio y final, Por el contrario, los escritores con brijjula son los que, partiendo de una sola idea, se ponen a escribir dejdndose Hlevar por la inspiracién y la creatividad del momento. Existe una tercera via: partir absolutamente en blanco, sin conocer siquiera los puntos de partida y de destino, Interesante para soltarse, pero poco recomendable si se trata de escribir una novela que pretenda tener cierto éxito. A menos, claro, que Juego se esté dispuesto a realizar un arduo trabajo de reconstruccion, Volvamos a las dos técnicas principales. El mapa (esquema) y la brijula (ins- piracién) son dos herramientas igualmente validas a la hora de afrontar un escrito, como lo son para emprender un viaje. La buena noticia es que no son excluyentes, De hecho, en la vida real, una brijula es mucho mis ttil si se complementa con un buen mapa. Cuando uno quiere vivir una aventura alejado de las comodidades de Ia civilizaci6n, lo que desea es encontrarse con sorpresas inesperadas, experiencias que lo enriquezcan y retos que lo pongan a prueba. Pero ningtin aventurero sensato saldrfa de casa sin las mas elementales medidas de precaucién. Hay que saber que a una zona con mosquitos conviene Ievar un repelente; que si queremos escalar una montafia hay que llevar cuerda y mosquet6n; y que si vamos a hacer un largo trayecto en coche conviene saber qué carreteras debemos tomar. Esto como minimo. También se puede ser més minucioso y preparar una gufa de viaje con todos los puntos cla- ves de cada dia: cudntos kilémetros se recorreran, qué lugares visitar, dénde comer, donde dormir, etc. Vamos a conocer mejor a estos dos tipos de escritores: 74, Et ESCRITOR CON BROJULA Si algo lo caracteriza es la impaciencia. Considera que preparar un viaje es de Cobardes 0 de turistas, Lo que esta deseando es subirse al coche, al tren o al avién Y que comience la aventura. No puede perder el tiempo preparando itinerarios, Consultando gufas y dibujando mapas. Son él y la extensién de terreno que tiene Por delante, Como decfa Machado: «Caminante, no hay camino, / se hace camino Su modo de percibir el relato es similar al del lector. Va descubriendo la historia Peco a poco, asombréndose por las reacciones de los personajes, sorprendiéndose “on cada punto de giro que parece surgir de la nada. Mg JORGE MAGANO La hoja en blanco es su campo de operaciones. Eso y una idea, un conce puede ser débil o fuerte. Guiado por esa lucecita, nuestro escritor iniciaré |, °° 9! {Hasta donde? Ya lo descubriremos. Lo suyo es subirse al coche y lanzarse a jy cc tera, a ver qué pasa, No sabe si acabaré en Tarifa 0 en Vigo. Es0 es lo emocign Pero conviene alertarle, ya que corre el riesgo de que a mitad del trayecto le yn” cierta sensaci6n de inseguridad, de incertidumbre, de no saber ad6nde va ni cua. terminard su viaje. Incluso es posible que se le acabe la gasolina y se quede tin en mitad de la carretera. ao Eso me pasé a mi con mi saco de bellotas, también conocido como mi manuse to de 500 paginas. Por supuesto que disfruté del viaje, pero no lo completé, Cuand, me quedé sin combustible, di la vuelta y regresé a casa. Mas viajado, si, pero sin mucho que contar. Y sin un saco de bellotas que vender. " ‘AI respecto de este tipo de escritores, Andreu Martin (2012: 14), uno de los grandes de la novela negra espafiola, comenta: He conocido a muchos autores que parecen descartar la preparacién minuciosa de sy trabajo, que dan a entender que la elaboracién de una novela es producto exclusiva de instinto y de la fiebre creadora, de la improvisacién y del capricho de cada momento. y {que parecen olvidar que es un proceso que se construye con palabras y, por lo tanto, con pensamientos y opiniones, ademés de sentimientos e inspiraci6n. Es interesante, Lo que surge desde el arrebato es sin duda algo vivo, pero que no ha tenido tiempo de ser masticado y meditado para sacarle todo el jugo posible. El escritor puede plasmar la esencia de su idea, pero necesitaré algo més de trabajo para depurarla, pulirla y hacerla comprensible por el lector, 1o que lleva al riesgo de que pierda esa sensacién de viveza, de frescura. Quizds sea mejor meditar antes lo que se quiere decir en lugar de «enmascarar» luego esa primera idea con capas de bamiz que terminen maténdola o convirtiéndola en un artificio. A dichos escritores, el mismo Martin (2012: 53-54) los compara con conductores de autocar que invitan a los lectores a subirse a su vehiculo con las siguientes pala- bras: «No os preocupéis por nuestro destino, da igual donde vamos; yosotros imitaos a disfrutar del paisaje». El problema, explica, es que el paisaje puede resultar fasci- nante durante unos pocos kilémetros, pero pronto se volverd drido y aburrido, y sino tenemos idea de adénde vamos, es facil caer en el sopor y la desgana. Pese a esta opinién, muchos autores, sobre todo principiantes, consideran unt lata eso del esquema previo. Ellos quieren sentarse y ponerse a escribir su histo- ria, sin mds dilacién. Esto es arriesgado. Puede estar bien como ejercicio, pero lo més probable es que cuando Ileven 100 0 200 paginas no sepan cémo seguir. 0 les quede una novela con un principio muy largo, un desarrollo fragil y u" final precipitado. En el manual Escribir un thriller, André Juté (2003) recomienda a Jos autores principiantes que tomen todo tipo de notas antes de lanzarse a escribir, y asegu que esa necesidad de planificar ird disminuyendo a medida que se adquiera mas experien cia y aumente la confianza a la hora de convertir una idea en una trama. 1A MECANICA DE LA ESCRITURA CREATIVA: EN BUSCA DE UNA VO? PROPIA 119 Algunos autores consagrados han convertido esto tiltimo en su modo de proceder. gon eseritores que no preparan nada, escriben lo que les sale y, sin corregir dema- Fado, tienen pronto una version definitiva y perfecta, Entre ellos: Aldous Huxley, ‘Auster, Javier Tomeo, Phillip Roth, Javier Marfas... El mismo William Faulkner aba con una nica idea (un concepto, una imagen, un recuerdo) y trabajaba en a historia hasta que descubria el motivo o la consecuencia de la misma. A Harold Pinter (Nobel de Literatura 2005) te bastaba con poner a dos personas en una habi- tacidn y esperar a ver qué pasaba. Juan José Mills escribe sin esquemas previos, sin saber lo que va a pasar en las siguientes paginas. ‘Alguien a quien conozco bien, Armando Rodera, me sorprendié en una ocasién en gue le comenté lo que habia disfrutado con su thriller El color de la maldad. La novela narra la historia de un asesino con un nombre clave cuya verdadera identi- dad el lector no conoce hasta el final. Cuando le felicité por esto, me confes6 que Ja identidad del asesino se le ocurrié cuando tenia la novela casi acabada, buscando el personaje menos sospechoso para el lector y luego ajustando las piezas para que encajaran. Esto nos da una clave: hubo de realizar después un trabajo de ajuste, algo que, como veremos, es comin para todo tipo de escritores. Interesantes son las declaraciones que hizo al respecto George R. R. Martin, autor de la célebre Cancién de hielo y fuego, en una entrevista a The Sydney Morning Herald: Hay dos tipos de escritores: los jardineros y los arquitectos. El arquitecto planifica toda la casa antes de poner el primer clavo; dibuja esquemas, sabe lo hondo que debe cavar para hacer el s6tano, cudintas habitaciones habré y dénde irdn las tuberias. Luego estén los Jardineros, que cavan un agujero, plantan una semilla, la riegan con su sangre, y después ven qué sale ¢ intentan darle forma. Yo soy més jardinero que arquitecto. Vista la aficién de este autor por cargarse a sus personajes principales y tras leer ¢stas palabras, uno se pregunta hasta qué punto todo obedece a un plan preconcebido aun capricho repentino. La conclusién es simple: a él le funciona y lo ha conver- tido en marca de la casa. Nada que objetar. De todo este grupo de escritores alérgicos a la planificacién, quizas Stephen King seael més contundente, Aunque no niega haber preparado sinopsis previas en alguna ocasién, considera que el argumento resta espontaneidad al acto de la creaci6n. Asi S expresa el propio King (2002: 179); «Nuestras vidas apenas tienen argumento, ‘aunque se sumen todas las precauciones sensatas y los escrupulosos planes de futu- ro». El autor de Maine expone que la narrativa «se hace précticamente sola» y que tarea del escritor es proporcionarle una tierra de cultivo», Para él, el esquema deberia ser «el iltimo recurso del escritor», y no se queda ahi, Sostiene ‘Res «la opcién preferente del bobo». Cree que la historia resultante de un excesivo Proceso de planificacion serd «artificial y forzada». Se fia més de la intuicién. Solo ‘ecesita una situaci6n y unos personajes. A partir de ahi, empieza a contar la histo- "2 No le preocupa el final. Sabe que en algiin momento aparecerd por sf solo. King 120 JORGE MAGANO defiende la teorfa del fésil, similar a la del bloque de mérmol de Miguel Angel, viene a decir que las historias estén ahi como algo preexistente, y que el exer. {8 debe excavar, observar y sacarlas a la luz. Solo Por tanto, vemos que escritores de gran valfa no consideran imprescindible ono. cer a la perfecci6n lo que va a pasar. Sin embargo, hay que tener en cuenta algo bésico. El escritor del que hablamo, leva consigo una bréjula. Es decir, un instrumento que lo gufa en una direccis determinada. No va completamente a ciegas. Sabe mas 0 menos lo que quiere conta, aunque lo ignore prdcticamente todo. De acuerdo. Es posible que solo quiera subirse al coche, al tren 0 al avin, Pery incluso asf debe tener mds o menos claro ad6nde se dirige. Sobre todo, si es é] quien pilota. Puede ser que se deje llevar por el arrebato creativo, pero luego somete el manus. crito resultante a una innumerable serie de revisiones y reescrituras, en muchos casos desarrollando un esquema a partir de ese primer borrador. En otras palabras: lleva e| terreno al mapa en lugar del mapa al terreno. Y de mapas hablaremos a continuacién: 7.5. EL ESCRITOR CON MAPA Pensemos un momento en el argumento de Caperucita Roja: Caperucita recibe de su madre el encargo de Ilevar a su abuela enferma una cesta con alimentos. Antes de partir, le advierte de que tenga cuidado cuando atraviese el bosque. Caperucita emprende el viaje y se encuentra con el lobo. Este la engafa indicéndole el camino ms largo, mientras que é1 toma el corto para llegar antes @ casa de la abuela. Cuando Caperucita llega alli, se encuentra con que el lobo se ha comido a la abuela y se hace pasar por ella. El lobo se come a Caperucita, pero los gritos de esta alertan a un cazador que aparece en la casa, mata al lobo y libera a las dos mujeres. Este seria el viaje completo, Pero para llevarlo a cabo necesitamos conocer cu tro puntos del camino: + El punto de partida: Caperucita sale de casa con la cestita. * El desencadenante del drama: se encuentra con el lobo. * La confrontacién: llega a casa de la abuelita y el lobo la ataca. + El final: llega un cazador y las salva. Una vez que hemos confeccionado ese esquema, al cuento le podemos dar Ln las ramificaciones que queramos. Entre punto y punto pueden pasar mil cosas: Puet i" ser un drama, una comedia, un thriller... Pero necesitamos ese esquema basico P® que Ja historia no se nos vaya de las manos, Para contar lo que queremos Comat El esquema, sobre todo en las novelas de extensién considerable, es 4° 2°" ayuda. No nos va a salvar la vida porque es posible que durante la eseritura nos LA MECANICA DE LA ESCRITURA CREATIVA: EN BUSCA DE UNA VOZ PROPIA 121 iemos o volvamos atrds y tengamos que cambiarlo. Eso es normal. Pero es un punto de artida, una guia sobre Ia que trabajar donde encontraremos los puntos fuertes, los Sndamios que nos permitiran escribir la historia. 10 alguien va a Paris y se dedica a deambular por ahi sin ningtin interés por ver 1a Torre Eiffel, el Museo del Louvre o Notre Dame, es decir, aquellos lugares que convierten en singular a esa ciudad en concreto? Se puede pasear sin rumbo fijo, de acuerdo, y probablemente el viajero encuentre cosas interesantes por el camino. Pero, {y si no es as{ y nos pasamos un dfa entero dando vueltas sin encontrar nada destacable? ,Vamos a aburrir con eso al lector? Es como ese pasatiempo que con- siste en unir los puntos con un lapiz para formar una figura. Si uno no hace caso a Jos puntos, lo que salga de ahi serd tan impreciso como una historia sin una minima preparacién. Volviendo al simil del viaje en coche, si en vez de vagar sin rumbo hasta que nos aburramos © se nos termine la gasolina tenemos claro nuestro destino, es mas fécil trazar una ruta que determine cémo va a ser nuestro viaje. Esto, que al escritor con brijula le puede parecer tedioso, no tiene por qué serlo. De hecho, es mas des- esperante recorrer kil6metros y kilémetros (0 paginas y paginas), sin saber si lo que hacemos tiene algiin sentido. Seguir una gufa 0 esquema no resta libertad ni elimina las sorpresas. Durante el vigje vamos a encontrar todo tipo de imprevistos y dificultades estimulantes: carre- teras mal asfaltadas 0 en obras, desvios provisionales, tormentas, pinchazos, recoger ‘un autoestopista pesado (el tipico personaje que de pronto cobra relevancia y se apropia de la historia) e incluso que decidamos que no queremos ir en esa direccion y tomemos otra distinta... La guia no nos condiciona. Solo nos mantiene en ruta. Volvamos un momento al autocar de Andreu Martin (2012: 66): Yo soy de los lectores que, cuando sube en el autocar de una novela, le pide al condue- tor que sepa adénde va. No hace falta que me lo diga, pero quiero notar en él la seguridad de quien tiene un destino, un propésito, el dominio de la parafernalia que procuraré aquella ilusion final que tiene que dejarme muy satisfecho. Quiero que no dude cuando se encuentre ‘en una encrucijada, que vaya a la velocidad indicada en cada tramo, que acelere con firmeza ‘cuando convenga y aminore Ia velocidad en los parajes peligrosos. Y disfrutaré del paisaje espléndido, pero cuando llegue el tramo del desierto inevitable, 0 las horas de luna llena sean demasiado largas, seguiré atento y apasionado, porque tendré la seguridad de que el ‘conductor sabe lo que hace, que ha empezado el relato exactamente en el momento que tenfa que comenzar, ni cinco minutos antes ni después, y lo acabard con un punto final que satisfard mis expectativas. En efecto. El lector quiere saber cuanto antes de qué va la historia, 0 al menos !acerteza de que el autor lo sabe y no va a dejarlo a medias. Esta es la historia de una nifta que tiene que tener cuidado con el lobo. O de un sefior que se despierta amentido en cucaracha. O de un asesinato relacionado con Leonardo Da Vinci y ‘0 de Sidn. O de un viaje a Tarifa o a Vigo. O a Parfs. Cuando compras un ie de autobis sabes adénde vas. El lector que compra un libro también quiere lo. | 122 JORGE MAGANO Autores con mapa son, entre otros, J.K Rowling, la creadora de la serie de fan. Potter, que elabora complejos esquemas antes de escribir sus novelas. Uno de eli,” que la propia escritora subié a su pagina web, muestra que su forma de planifigs consiste en dividir en columnas: néimero de capitulo, ubicacién temporal (mes gy afio en el que sucede dicho capitulo), titulo de capitulo, resumen de la trama prin ' y resumen de las distintas subtramas. - El prolifico Jordi Sierra i Fabra (2006: 99) dice: «Trabaja tu libro antes. Cuandg esté escrito ya no». De hecho, es un defensor a ultranza de lo que él llama «el guion,. escribir la novela antes de escribir la novela. Compara la labor del escritor con la det pintor (que debe preparar el lienzo antes de empezar a pintar) 0 el cineasta (que debe conocer los planos que va a rodar antes de ponerse tras la camara). La técnica del autor barcelonés es tan minuciosa como efectiva. Escribe una sinopsis de la historia en uno 0 dos folios y después procede a desglosarla en escenas y capitulos. Parte de la base de que cuantas mAs partes tenga una historia, mAs sencillo resulta escribirla, Por eso sus novelas suelen constar de muchos capitulos de extensién breve que, segtin él, sirven para atrapar al lector de la primera ala iltima pagina. Todo ello debe figurar ya en el guion previo a la escritura de la novela. ‘Similar es el caso de James Ellroy, cuyo método, como él ha explicado en alguna entrevista, puede dividirse en cuatro pasos: _ Reunir informaci6n sobre los personajes (documentos de unas 50 paginas con antecedentes y peculiaridades). 2. Redactar un resumen de unas 200 paginas en el que no importa el estilo, sino el modo de llegar del planteamiento al desenlace. 3. Elegir el punto de vista més adecuado para la historia. 4. Escribir la novela. Como vemos, estos autores preparan sus novelas en un documento previo. {Pero significa esto que luego escriben la novela guidndose exactamente por ese docu- mento, sin salirse ni un paso del camino trazado? Probablemente no. Todo el que haya hecho un viaje largo, independientemente de que lleve mapa y hasta GPS se ha perdido alguna vez. Lo més seguro es que, de pronto, un personaje se salte el guion haciendo algo inesperado (incluso morirse) que lance Ja historia en una direccién diferente a la que marcaba el esquema. Esto podria preocupar a un apéstol de la pla nificacién, pero como recomienda Enrique Péez (2005), lo mejor es no agobiarse: Si eso sucede, quiere decir que la historia estd viva y estd siendo escrita desde dentro. El esquema se puede hacer de mil maneras. En fichas, en folios, en pésits. &" un procesador de textos, o en Scrivener. En esta fase inicial, lo mejor es empezar con un resumen de entre una y tres frases, luego ampliarlo a un folio y a partir de ahi incorporando elementos, muchos de los cuales descartaremos o tardarén en encom! su sitio. Una vez que todo tenga un aspecto més o menos claro, se hard el desglose por escenas 0 capitulos. Sin miedo. Conviene recordar que en esta fase todo debe evar la etiqueta de «provisional». LA MECANICA DE LA BSCRITURA CREATIVA EN BUSCA DE UNA Voz PROPIA 123 6. LA VERDAD. LA TECNICA MIXTA Hasta aqui hemos visto dos tendencias muy claras: escribir de corrido 0 con esquema previo. Dos técnicas en apariencia diferentes, ambas con partidarios y getractores. Pero a nada que conozcamos el oficio de cerca nos daremos cuenta de que la realidad no est tan polarizada. En la préctica lo normal es que el escritor «que improvisa» lo haga a partir de un minimo esquema, aunque sea mental, Nadie fuera de la mera experimentaci6n emplea la escritura automatica, que pertenece més al campo de la parapsicologia que al de la creacién literaria, Imaginemos que el autor-improvisador esta escribiendo una escena en la que Ia candidata de un partido politico sufre un atentado en una montafia rusa. ;En qué momento el escritor ha llegado a la conclusién de que debe escribir esa escena? No ha podido surgir de la nada. Por fuerza ha existido un proceso previo en el que ha decidido que ese va a ser el mticleo de esa escena, que, por otro lado, se presupone esencial para la historia que se est narrando. Ademds, en el proceso de escribirla debera tomar un sinfin de decisiones: ;Cémo es esa candidata? {Como es el partido politico que representa? {Dénde esta la montafia rusa en la que intentan matarla? {Quin intenta matarla y por qué? {Cémo reacciona la candidata? ,Por qué falla el atentado? {Qué ocurre después? Con toda seguridad el escritor debe conocer todos estos detalles y muchos mas para poder desarrollar la escena con eficacia. Puede improvisar sobre la marcha, claro. Pero entonces quedaran muchos huecos en la l6gica del relato 0 en las acciones y reacciones de los personajes sobre los que habra que volver después para rellenar, ajustar 0 corregir. {Qué tiene eso de improvisacién? ‘También es probable que escriba la escena de un tirén (si, casi como en la escri- tura automitica), dejando a un Jado los detalles de manera consciente, en busca de una linea argumental sobre la que trabajar después. Eso es algo parecido a trazar un esquema, luego tampoco podemos afirmar que se trate de un escritor que improvisa. Como mucho diremos que se deja llevar por la inspiracién en una parte embrionaria del proceso. Por eso, el aspirante a escritor que pretenda sorprenderse a medida que crea la historia, puede ser perfectamente capaz de sacar adelante una novela. Pero debe tener £0 cuenta que las historias que asombran a los lectores tienen muy poco de improvi- sacién y mucho de trabajo (previo o posterior). El autor no es un viajero del autocar: & quien lo conduce. Y no solo eso; también es el que ha trazado la ruta. Imaginé- oslo como un aventurero que se desplaza hasta un lugar inhéspito para levantar un ‘Mapa del terreno sobre el que luego trazaré una linea para evar a los viajeros que Yengan después. Esa es la figura que mas se parece a un escritor de verdad. Por eso debemos enmendar la plana a Machado. Es cierto que se hace camino Pero cuando dice «Al andar se hace camino, /y al volver la vista atrés / se ‘ll senda que nunca se ha de volver a pisar», debemos fruncir el cefio. Porque no a ‘sl. Por supuesto que hay que volver a pisar la senda ya recorrida. Y a sembrarla, dd cree asfaltarla y desviarla de su rumbo si es preciso. El que escribe una historia debe volver sobre ella, no una sino incontables veces hasta que consigue i i | { 124 JORGE MAGANO darle unidad narrativa, temitica y estilistica. Pocas novelas se escribe, pasada. Ninguna, en realidad. Tampoco el supuesto escritor-planificador se libra de esta técnica mixta, so planificar no es una suerte de improvisaci6n? Volcamos en fichas ° (aca, nuestras ideas segtin salen de nuestra cabeza, y luego les damos forma,

También podría gustarte