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¿Qué son las palabras?

Una palabra es la unidad mínima gramatical dotada de significado propio. En la


cadena hablada, se separa de las demás mediante pausas, y en la escritura
mediante espacios en blanco.
Su estudio responde a perspectivas muy diferentes, que van desde su significado
hasta su composición a partir de piezas más pequeñas (llamadas morfemas), y su
posterior combinación en secuencias lineales (llamadas sintagmas), que a su vez
componen unidades más grandes (las frases u oraciones). Así que la palabra es el
punto de partida del análisis del lenguaje verbal.
Obviamente, todos los idiomas manejan sus propias palabras, formadas de
manera distinta y que operan según una lógica propia. Esto se debe a que cada
idioma posee una historia gramatical diferente, vinculada directamente con la
historia de sus hablantes.
Según la lingüística tradicional, todas las palabras que existen poseen un
significado (un sentido abstracto y mental que hace referencia a algún aspecto de
la realidad) y un significante (una forma oral y/o escrita que le corresponde y que
la distingue de las demás palabras del idioma).
Tipos de palabras
Las palabras se pueden clasificar de muchas y muy variadas maneras, tantas que
resulta difícil listarlas todas. Por ejemplo, se puede distinguir entre palabras
compuestas y simples (dependiendo de si son producto de fusión de otras
palabras o no), o en español entre palabras graves, agudas y esdrújulas de
acuerdo a la ubicación de su sílaba tónica.
Sin embargo, la clasificación más importante quizá sea la que distingue entre sus
categorías gramaticales, o sea, en base a su función dentro de la lógica de la
lengua. Así, tenemos:
Sustantivos. Son las palabras que nombran objetos de la realidad (concreta o
abstracta), o sea, las cosas que tienen sustancia. Su función dentro de la lengua
es hacer las veces de etiquetas.
Verbos. Son las palabras que nombran acciones, y cuya forma se suele adaptar
(dependiendo del idioma) al modo específico en que la acción se llevó a cabo
(conjugación). En español, los verbos presentan para ello un tiempo verbal, un
modo verbal y una persona verbal.
Adjetivos. Son las palabras que sirven para añadirle significados a un sustantivo o
a un pronombre, aportando su propio sentido a lo dicho. Son uno de los tipos de
modificadores que existen, ya que se usan para justamente modificar el sentido
propio de los sustantivos.
Adverbios. Son las palabras que sirven para añadirle significados a los verbos, o a
los propios adjetivos, o incluso a otros adverbios. Son los más versátiles de los
modificadores de la lengua.
Artículos. Son las palabras que sirven para especificar dos aspectos específicos
de un sustantivo o de un pronombre, que son el número y el género. En algunos
idiomas, como el inglés, existe un único artículo para todo (the), mientras que en
español existen dos: masculino (el) y femenino (la).
Pronombres. Son las palabras que sirven para sustituir sustantivos (o a veces
fragmentos enteros de una oración), de modo de hacer la lengua más ágil y
menos repetitiva. En principio, son palabras sin un significado fijo, sino que lo
adquieren de acuerdo al contexto en que estén siendo usadas, expresando así un
cierto tipo de relación.
Proposiciones. Son las palabras que sirven para indicar relaciones entre las
demás palabras, sean del tipo que sean, para ganar mayores niveles de precisión
respecto de lo que se dice. Su significado es siempre gramatical, o sea, propio de
lo que la lengua es capaz de expresar, y pueden indicar relaciones espaciales,
materiales, de pertenencia y un inmenso etcétera.
Conjunciones. Son las palabras que permiten unir otras palabras o términos de
una oración (o incluso oraciones entre sí) para formar cadenas de sentido.
Carecen de un significado por fuera de la lengua, es decir, tienen sentido sólo
como piezas de utilería del idioma.
Interjecciones. Son palabras de sentido y forma fija en el idioma, que se emplean
con fines pragmáticos, o sea, para expresar información por fuera de lo dicho,
usualmente de tipo emocional o subjetiva. Muchas provienen de proverbios o
palabras del pasado, que sobreviven sólo a medias y han perdido su sentido
original.
Formación de las palabras
Las palabras se forman a través de varios procesos distintos, ya que no todas
tienen un mismo origen. Dichos procesos son los siguientes:
Composición. La composición es un proceso de “fabricación” de palabras a partir
de la unión o juntura de dos raíces de palabras (raíces léxicas) dotadas de
significado propio cada una. En algunas lenguas, como el alemán, este proceso es
más complejo y produce términos largos y complicados a partir de muchas
palabras distintas, mientras que en español suele abarcar dos (en algunos casos
tres) términos diferentes en una misma y nueva palabra.
Derivación. La derivación es otro proceso distinto a través del cual se obtienen
palabras nuevas, que consiste en añadir partículas derivativas (afijos) a la raíz de
una palabra, para obtener así términos nuevos con un sentido similar al original.
Dependiendo del tipo de partícula empleada, podemos hablar de prefijos, sufijos,
infijos o flexivos:
Prefijación. Consiste en añadir una partícula antes de otra palabra, para modificar
su sentido original. En estos casos, sin embargo, se trata de un proceso casi de
composición, ya que los prefijos en español tienen todos un sentido propio.
Sufijación. La principal fuente de palabras derivadas del idioma es la sufijación,
que consiste en añadir una partícula al final de la raíz léxica.
Flexión. La flexión es un caso de derivación gramatical sumamente común, ya que
es lo que ocurre cuando conjugamos un verbo: añadimos a la raíz una terminación
que no cambia su sentido léxico (el que aparece en el diccionario), sino
únicamente su sentido gramatical.
Parasíntesis. Se llama parasíntesis al caso en el que ocurren, al mismo tiempo,
procesos de composición y de derivación de distinta naturaleza, para obtener así
una palabra nueva mediante diversos procesos simultáneos.
Gramaticalización. A diferencia de los demás es un proceso que se da de manera
diacrónica, o sea, a lo largo del tiempo. Consiste en el cambio de significado de
una palabra presente en la lengua, debido a la pérdida de su referente real (lo cual
comúnmente significaría que la palabra se deje de usar) y su sustitución por un
sentido meramente gramatical, o sea, funcional a la lengua.
Familias de palabras
Cuando hablamos de familias de palabras o familia léxica, nos referimos a un
conjunto de palabras que comparten una misma raíz de significado léxico, o sea,
que son fruto de procesos derivativos y/o flexivos a partir de una misma raíz. De
este modo, a las palabras “ancestrales” son llamadas palabras primitivas, y a sus
descendientes, palabras derivadas.

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