Una palabra es la unidad mínima gramatical dotada de significado propio. En la
cadena hablada, se separa de las demás mediante pausas, y en la escritura mediante espacios en blanco. Su estudio responde a perspectivas muy diferentes, que van desde su significado hasta su composición a partir de piezas más pequeñas (llamadas morfemas), y su posterior combinación en secuencias lineales (llamadas sintagmas), que a su vez componen unidades más grandes (las frases u oraciones). Así que la palabra es el punto de partida del análisis del lenguaje verbal. Obviamente, todos los idiomas manejan sus propias palabras, formadas de manera distinta y que operan según una lógica propia. Esto se debe a que cada idioma posee una historia gramatical diferente, vinculada directamente con la historia de sus hablantes. Según la lingüística tradicional, todas las palabras que existen poseen un significado (un sentido abstracto y mental que hace referencia a algún aspecto de la realidad) y un significante (una forma oral y/o escrita que le corresponde y que la distingue de las demás palabras del idioma). Tipos de palabras Las palabras se pueden clasificar de muchas y muy variadas maneras, tantas que resulta difícil listarlas todas. Por ejemplo, se puede distinguir entre palabras compuestas y simples (dependiendo de si son producto de fusión de otras palabras o no), o en español entre palabras graves, agudas y esdrújulas de acuerdo a la ubicación de su sílaba tónica. Sin embargo, la clasificación más importante quizá sea la que distingue entre sus categorías gramaticales, o sea, en base a su función dentro de la lógica de la lengua. Así, tenemos: Sustantivos. Son las palabras que nombran objetos de la realidad (concreta o abstracta), o sea, las cosas que tienen sustancia. Su función dentro de la lengua es hacer las veces de etiquetas. Verbos. Son las palabras que nombran acciones, y cuya forma se suele adaptar (dependiendo del idioma) al modo específico en que la acción se llevó a cabo (conjugación). En español, los verbos presentan para ello un tiempo verbal, un modo verbal y una persona verbal. Adjetivos. Son las palabras que sirven para añadirle significados a un sustantivo o a un pronombre, aportando su propio sentido a lo dicho. Son uno de los tipos de modificadores que existen, ya que se usan para justamente modificar el sentido propio de los sustantivos. Adverbios. Son las palabras que sirven para añadirle significados a los verbos, o a los propios adjetivos, o incluso a otros adverbios. Son los más versátiles de los modificadores de la lengua. Artículos. Son las palabras que sirven para especificar dos aspectos específicos de un sustantivo o de un pronombre, que son el número y el género. En algunos idiomas, como el inglés, existe un único artículo para todo (the), mientras que en español existen dos: masculino (el) y femenino (la). Pronombres. Son las palabras que sirven para sustituir sustantivos (o a veces fragmentos enteros de una oración), de modo de hacer la lengua más ágil y menos repetitiva. En principio, son palabras sin un significado fijo, sino que lo adquieren de acuerdo al contexto en que estén siendo usadas, expresando así un cierto tipo de relación. Proposiciones. Son las palabras que sirven para indicar relaciones entre las demás palabras, sean del tipo que sean, para ganar mayores niveles de precisión respecto de lo que se dice. Su significado es siempre gramatical, o sea, propio de lo que la lengua es capaz de expresar, y pueden indicar relaciones espaciales, materiales, de pertenencia y un inmenso etcétera. Conjunciones. Son las palabras que permiten unir otras palabras o términos de una oración (o incluso oraciones entre sí) para formar cadenas de sentido. Carecen de un significado por fuera de la lengua, es decir, tienen sentido sólo como piezas de utilería del idioma. Interjecciones. Son palabras de sentido y forma fija en el idioma, que se emplean con fines pragmáticos, o sea, para expresar información por fuera de lo dicho, usualmente de tipo emocional o subjetiva. Muchas provienen de proverbios o palabras del pasado, que sobreviven sólo a medias y han perdido su sentido original. Formación de las palabras Las palabras se forman a través de varios procesos distintos, ya que no todas tienen un mismo origen. Dichos procesos son los siguientes: Composición. La composición es un proceso de “fabricación” de palabras a partir de la unión o juntura de dos raíces de palabras (raíces léxicas) dotadas de significado propio cada una. En algunas lenguas, como el alemán, este proceso es más complejo y produce términos largos y complicados a partir de muchas palabras distintas, mientras que en español suele abarcar dos (en algunos casos tres) términos diferentes en una misma y nueva palabra. Derivación. La derivación es otro proceso distinto a través del cual se obtienen palabras nuevas, que consiste en añadir partículas derivativas (afijos) a la raíz de una palabra, para obtener así términos nuevos con un sentido similar al original. Dependiendo del tipo de partícula empleada, podemos hablar de prefijos, sufijos, infijos o flexivos: Prefijación. Consiste en añadir una partícula antes de otra palabra, para modificar su sentido original. En estos casos, sin embargo, se trata de un proceso casi de composición, ya que los prefijos en español tienen todos un sentido propio. Sufijación. La principal fuente de palabras derivadas del idioma es la sufijación, que consiste en añadir una partícula al final de la raíz léxica. Flexión. La flexión es un caso de derivación gramatical sumamente común, ya que es lo que ocurre cuando conjugamos un verbo: añadimos a la raíz una terminación que no cambia su sentido léxico (el que aparece en el diccionario), sino únicamente su sentido gramatical. Parasíntesis. Se llama parasíntesis al caso en el que ocurren, al mismo tiempo, procesos de composición y de derivación de distinta naturaleza, para obtener así una palabra nueva mediante diversos procesos simultáneos. Gramaticalización. A diferencia de los demás es un proceso que se da de manera diacrónica, o sea, a lo largo del tiempo. Consiste en el cambio de significado de una palabra presente en la lengua, debido a la pérdida de su referente real (lo cual comúnmente significaría que la palabra se deje de usar) y su sustitución por un sentido meramente gramatical, o sea, funcional a la lengua. Familias de palabras Cuando hablamos de familias de palabras o familia léxica, nos referimos a un conjunto de palabras que comparten una misma raíz de significado léxico, o sea, que son fruto de procesos derivativos y/o flexivos a partir de una misma raíz. De este modo, a las palabras “ancestrales” son llamadas palabras primitivas, y a sus descendientes, palabras derivadas.