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° 2
VOL. 26 NÚM. 2 JULIO/DICIEMBRE DE 2021 - BOGOTÁ, COLOMBIA - PUBLICACIÓN SEMESTRAL - ISSN: 01226339 - ISSN-e 2248-6798
El sublime "encanto" de la lengua materna
Sandra Patricia Quitián Bernal y Mario Montoya Castillo
Artículos de investigación
Escritura argumentativa en español como segunda lengua por estudiantes indígenas universitarios
Erika Elizabeth Enríquez Díaz
Artículos de reflexión
Acerca de las formas de tratamiento en los cumplidos
Sergio Alonso Lopera Medina
Artículos de revisión
Didáctica del español escrito como segunda lengua para estudiantes sordos: estado del arte
Rosalba Galvis Peñuela
Artículos cortos
El método pedagógico en Amor y pedagogía de Miguel de Unamuno
Marisel Adriana Somale
Autor invitado
La pedagogía en Colombia: entre el saber, el discurso y la disciplina, 1982-2020
Absalón Jiménez
Reseñas
Repensar las dinámicas sociales de la lectoescritura e investigación académica usando las TIC
Lizeth Castillo Mise
EDITORES
Mg. Sandra Patricia Quitián Bernal Dra. Mirta Yolima Gutiérrez Ríos
Universidad de La Salle, Colombia
Universidad Distrital Francisco José de Caldas,
Dra. Mónica Moreno Torres
Colombia Universidad de Antioquia, Colombia
Dr. Mario Montoya Castillo Dra. Pilar Núñez Delgado
Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Universidad de Granada, España
Colombia Dra. Dora Inés Calderón
Universidad Distrital Francisco José de Caldas,
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Severities of unethical behaviour
Investigation
EDITORIAL
EDITORIAL
El sublime "encanto" de la lengua materna
Estar en el mundo es habitar en el lenguaje, y nuestro primer con-tacto se da en el útero materno. Allí se funden y re-
funden musicalidades, tonalidades, colores, sabores, formas, texturas, fonemas que nos permiten ser y, a la vez, nos
transforman permanentemente. En gran medida, el sentido que le damos a nuestra existencia y la forma como habita-
mos el mundo dependen de la palabra, de nuestra lengua materna. Por esta razón, quizá, se ha dicho que el lenguaje
nos habla, que juega con nosotros, que es la casa del ser, que es nuestra morada (Heidegger, 1987) y, seguramente, por
esta razón, también, reconocemos en la acción política el comprender como una condición fundamental en la que,
finalmente, lo que queda es la lengua materna, como lo indicó con honestidad y sinceridad Hannah Arendt (2005); una
lengua materna que es posibilidad y potencia de la malla de relaciones que abren a la auténtica aventura, un “aventu-
rarse [que] solo es posible sobre una confianza en los seres humanos. Una confianza en [...] lo humano de todos los
seres humanos” (p. 40), pues, como ella también lo indica, “la humanitas nunca se alcanza en soledad” (p. 40).
Confianza en lo humano, aventurarse, comprender y la heteróclita malla de relaciones de lo humano dan cuenta, tam-
bién, de lo que somos, pensamos, hacemos y sentimos; de la forma como habitamos y nos relacionamos con el mundo,
con nosotros mismos y con los otros, pues como ya se dijo, lo humano no se alcanza en soledad y, más bien, por com-
posición se va tejiendo una red de vínculos en la que emergen diversos y variados impulsos creadores y destructivos.
En esta editorial de Enunciación, queremos referir a una composición que teje una trama, una red de vínculos de
lo que hemos sido, lo que somos y lo que podremos ser, como habitantes de una parcela del mundo que se llama
Colombia; una composición que dice mucho de lo que significa ser colombiano, que amplifica la resonancia del
sublime “encanto” de la lengua materna. Esta composición, esta minúscula pero potente máquina óptica se deno-
mina Encanto, la película de Walt Disney Pictures y Walt Disney Animation Studios, dirigida por Byron Howard y
Jared Bush, con la codirección de Charise Castro Smith y con la encantadora música de Lin-Manuel Miranda. Sin
duda, la cinta es una comprensión de las formas de vida, de la espiritualidad de los colombianos, de lo que somos
como país: diversos, habitantes de la diferencia, plurilingües, multiculturales; un país desmemoriado, enredado en
añoranzas, muchas veces humillado; un país de migrantes, andariegos y desplazados en el que la tierra y sus luchas
son siempre el nudo de la infamia; un país paraíso, con su belleza y riqueza natural y cultural, su arquitectura, su
gastronomía, sus tradiciones, su historia. Esta es una película en la que se da una auténtica explosión de los sentidos
que no dejan apagar el canto y pone de presente esa imagen educadora según la cual, ver una gota muy de cerca
no deja ver nada, anula la visión, pero si la vemos en perspectiva y a cierta distancia, podemos ver el arcoíris (cf.
Quetelet, 1968). Para la orientación argumentativa que se quiere, podríamos construir la siguiente serie que recoja en
sentido y el sentir de Encanto como discurso cinematográfico asociado al sublime “encanto” de la lengua materna:
Colombia-país-encanto-sublime-lengua-materna-arcoíris-paraíso.
Este arcoíris-paraíso que es Colombia y nuestra lengua materna algunas veces se refunden, se olvidan y, en algunos casos,
como consecuencia triste de la dependencia cultural, las despreciamos. Por esto, en los estudios del lenguaje, de la cultura
y de lo social se insiste en el abordaje de prácticas de la memoria, en la identidad, en los imaginarios; en la necesidad de co-
nocer nuestra tradición y conversar con los abuelos para saber de dónde venimos y para dónde vamos. Para no olvidar, que
[...] hace muchos años, esta vela bendijo a nuestra familia con un milagro: nuestra casa [...], [y todo] se llenó de magia.
[...] con el tiempo cada miembro de nuestra familia recibió su propio don mágico [...] [pero] la magia está en peligro [...], hay
que proteger nuestro hogar, hay que proteger nuestra familia. (Howard et al., 2021)
Hay que cuidar nuestra morada, nuestra lengua materna para, algún día, poder habitar poéticamente esta realidad
mágica del trópico, para reafirmar la vida y la fuerza creadora que
[...] durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la violencia, y nos abra al fin la segunda oportunidad sobre la
tierra que no tuvo la estirpe desgraciada del coronel Aureliano Buendía. Por el país próspero y justo que soñamos: al alcance
de los niños. (García, 1997, p. 17)
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ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021), p. 152-153.
Editorial
Sandra Patricia Quitián Bernal - Mario Montoya Castillo
Para no olvidar jamás, tal como lo enseñó el poeta Robledo (1997) que,
[...] hubo una [Colombia] grande y altanera, un pueblo de hombres libres, [...] hubo una [Colombia] sin genuflexiones, sin
fondos ni declives, [...] un pueblo que miraba a las estrellas buscando sus raíces, [...] Hubo una tierra en que el pan era sin llanto
y el calor de hogar sin cicatrices. [...] Un pueblo de patriarcas con poder en la voz, no en los fusiles, [...] una tierra en que el
canto de la cuna adormecía también a los fusiles. [...] Hubo una [Colombia] donde la alegría retozaba en los ojos infantiles. Un
pueblo que creía en las campanas de las torres humildes y respetaba el grito de la sangre y la virginidad de los aljibes. (p. 57)
Este “encanto” es una forma de hacer visible nuestra verdadera cultura, con voces y susurros de nuestra lengua materna
que también encantan, por lo que podemos decir, siguiendo la trama de la película, que todos tenemos un encanto, un ta-
lento, un don para la comprensión que no es otro que el sublime “encanto” de la lengua materna. La película es la historia
y la memoria de personas invisibles e imprescindibles para nuestro país. Los que cuidan, los que sanan, los desplazados,
los que desde una actitud crítica son capaces de ver y hacer visibles las grietas de la casa, de la morada que es Colombia.
Ahora, curar las heridas, cerrar las grietas de la casa, requiere de sacrificio, esfuerzo, esperanza y reconciliación, si es
que de verdad se quiere proteger a la comunidad. Y, nuevamente, Encanto convoca este cuidado-proteger desde la ima-
gen del útero materno que le da vida al arcoíris-paraíso que es Colombia, donde el cuerpo, muchas veces imperceptible
pero siempre imprescindible de la mujer, es una potencia. Sin duda, esta película es un reconocimiento a la mujer, a su
papel en la sociedad y la cultura, a su vitalidad y esfuerzo para forjar el destino de la casa. Allí está Maribel Madrigal,
Alma Madrigal, Julieta Madrigal, Isabela Madrigal, Luisa Madrigal, Pepa Madrigal, Dolores Madrigal... Ya sea para curar
algunos males con la comida, para explotar una ráfaga de emociones que controlan el clima cambiante de la casa o
para contar la historia de la infamia. En fin, para reconocer que la identidad en sí misma se ha problematizado, especial-
mente después de la publicación, en 1949, de El segundo sexo de Simone de Beauvoir (1987), texto que abre camino
a los estudios antiesencialistas que han llevado al reconocimiento de lo femenino como lo polisémico, lo múltiple, lo
plural, es decir, una identidad femenina abierta en la que es posible reivindicar las identidades de las mujeres a través
de su lenguaje y a través de su cuerpo. En este plano, esta película también es un encanto.
Encanto encierra la ternura, el silencio y es, a la vez, una invitación política al diálogo; a establecer el con-tacto y la co-
municación por encima de todo para erradicar la indiferencia; Encanto enseña que somos manada, que pertenecemos
a un grupo desde siempre y que lo humano no se logra en soledad; que después de todo solo queda la lengua materna.
Referencias
Arendt, H. (2005). ¿Qué queda? Queda la lengua materna. Conversaciones con Günter Gaus. En Ensayos de com-
prensión 1930-1954 (pp. 17-40). Caparrós Editores.
García, M. G. (1997). Proclama. En Misión Ciencia, Educación y Desarrollo. Colombia al filo de la oportunidad.
Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP).
Heidegger, M. (1987). La esencia del habla. En De camino al habla (pp. 143-194). Serbal.
Howard, B., Bush, J. (directores) y Castro Smith, C. (codirectora). (2021). Encanto [Película]. Walt Disney Picures.
Quetelet, A. L. (1968). A Treatise on Man and the Development of His Faculties. Philosophy Monograph Series. Burt Franklin.
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Artículos de
investigación
Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.18230 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Artículo de investigación
Resumen
Esta investigación exploró el diseño e implementación de unidades didácticas en español como segunda lengua y con fines
académicos, que respondieron a las necesidades de estudiantes indígenas de pregrado –de los pueblos macuna, uitoto, embe-
rá y nasa– para escribir un ensayo argumentativo. Con este estudio se buscó poner en práctica estrategias para la enseñanza y
aprendizaje de la escritura de textos argumentativos, desde la perspectiva de la interculturalidad crítica, prácticas de pedagogía
decolonial y postulados sobre la escritura provenientes de los nuevos estudios de literacidad (NEL). Este estudio tuvo un enfoque
cualitativo, con un diseño de investigación-acción que incluyó tres ciclos de intervención pedagógica registrados principalmente
por medio de diarios de campo y contrastados con entrevistas semiestructuradas. Los resultados sugieren que la comunicación
intercultural empodera e incide positivamente en el aprendizaje de los estudiantes indígenas, ya que se motivan al poder escribir
sobre sus intereses y cultura. Además, al valorar el proceso de escritura se encontró que las estrategias usadas fueron acertadas,
y que el acompañamiento y asesoría constantes contribuyeron a mejorar la destreza para escribir y argumentar en español como
segunda lengua en un ámbito académico.
Palabras clave: comunicación intercultural, educación intercultural, pedagogía, enseñanza de una segunda lengua, enseñanza de
la escritura.
Abstract
This research explored the design and implementation of didactic units in Spanish with academic purposes, which responded to
the needs of indigenous undergraduate students –from Macuna, Uitoto, Embera, and Nasa communities– when it comes to wri-
ting argumentative essays. This study sought to apply writing strategies for teaching and learning how to write argumentative texts
from the perspective of critical interculturality, decolonial pedagogy practices, and postulates on writing from The New Literacy
Studies (NLS). This research used a qualitative approach with an action research design that included three cycles of pedagogical
intervention, which were recorded mainly through field diaries and compared with semi-structured interviews. The results sug-
gest that intercultural communication empowers and positively influences indigenous students’ learning, as they are motivated to
write about their interests and their culture. In addition, when assessing the writing process, it was found that the strategies were
successful, and that constant support and advice contributed to improving the ability to write and argue in Spanish as a second
language in an academic environment.
Keywords: intercultural communication, intercultural education, pedagogy, second language instruction, writing instruction.
1 Docente, investigadora y escritora vinculada a la Secretaría de Educación Distrital. Magíster en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera y Segunda Lengua
del Instituto Caro y Cuervo. Correo electrónico eenriquez@educacionbogota.edu.co, https://orcid.org/0000-0001-6955-0033
Cómo citar: Enríquez, E. (2021). Escritura argumentativa en español como segunda lengua por estudiantes indígenas universitarios. Enunciación, 26(2), 155-171..
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.18230
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tiene sus prácticas de lectura y escritura, a lo cual y por contenidos. De manera que, como elemen-
la autora denomina alfabetización académica. tos que influyen en la enseñanza/aprendizaje (por
Así, la literacidad, como plantea Zavala (2008), contenidos), encontramos el nivel de competencia
involucra la lectura y la escritura como prácticas académica y lingüística, y el papel del docente.
sociales y culturales insertas en nuestra vida, por En cuanto al nivel de competencia lingüística,
tanto, no puede reducirse a la codificación y de- el alumno debe tener al menos un nivel B2 según
codificación lingüísticas. En ese sentido, cobra re- Pastor (2010), para que la competencia comuni-
levancia para qué se lee y se escribe. cativa le permita interactuar en las clases. Por su
Los NEL se ocupan de las prácticas discursivas parte, el docente debe considerar las condiciones
en las que se evidencian las visiones de mundo de y habilidades que pueda tener el estudiante debi-
las instituciones de poder en una sociedad, instau- do a que el español no es su L1.
radas para mantener el sistema económico y social Ahora bien, los programas de fines específicos
(Gee, 1986). El problema es para aquellos que no (en este caso académicos) se organizan en función
pertenecen a la sociedad hegemónica, pues fraca- de los contenidos; pero no aquellos relacionados
san en el ámbito escolar al ser considerados me- con estructuras, vocabulario, funciones o a la en-
nos avanzados tecnológicamente. señanza de la lengua en general, sino los que obe-
Adicionalmente, Street (1984, citado por Gee, decen a las necesidades particulares de un grupo,
1986) plantea que la literacidad a la que se ha dado generalmente en el ámbito académico o profesio-
preferencia en la universidad es a la del texto tipo en- nal (García Santa-Cecilia, 2003).
sayo, la cual no es natural ni universal, sino una for- En consecuencia, el análisis de necesidades es
ma cultural de dar sentido a algo, no es la única, pero importante en este enfoque. Así, según las nece-
sí es una que obedece a intereses económicos y so- sidades individuales unas estrategias son útiles a
ciales de una sociedad, además de relacionarse con unos estudiantes, más que a otros, lo ideal es que
la tecnología occidental y su difusión por el mundo. cada persona descubra su estilo para escribir y
En el ámbito académico prevalece el pensa- aprenda a tomar las estrategias y herramientas con
miento occidental, con el que se dejan de lado las que se sienta más a gusto.
otras formas de ver y percibir la realidad que no Adicionalmente, para trabajar la escritura como
correspondan a este paradigma. Esto ha generado proceso, centrada en la composición, se muestra
que no se aproveche la diversidad desde una pers- a los estudiantes los pasos y estrategias a seguir
pectiva epistémica. No obstante, la literacidad en durante el proceso de creación y redacción, para
español como segunda lengua puede llegar a ser obtener el texto final. De esta manera, el énfasis
una forma de empoderar a los pueblos indígenas está en el escritor y no en el escrito. Por lo ge-
y evitar la vulneración de sus derechos, que se da neral, como describe Cassany (1990), en un curso
en parte por no tener acceso a la literacidad que de escritura desde este enfoque se tratan procesos
predomina en nuestro país. cognitivos fundamentales al escribir: generación
de ideas, formulación de objetivos, organización de
Enseñanza de la escritura académica y las ideas, redacción, revisión, y evaluación.
argumentativa en español como segunda A partir de estos aspectos, en las clases el do-
lengua cente orienta y asesora el trabajo de los estudiantes
cuando escriben. Asimismo, para la retroalimenta-
Al abordarse la escritura académica desde el espa- ción del trabajo se tiene en cuenta el proceso, no
ñol como segunda lengua para estudiantes univer- solo el producto final. Además, el centro no es la
sitarios, Pastor (2010) propone que la alternativa en corrección gramatical sino mejorar los hábitos y
estos casos es la enseñanza con fines académicos prácticas escriturales de los estudiantes.
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Escritura argumentativa en español como segunda lengua por estudiantes indígenas universitarios
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Por otra parte, con relación a la argumentación, la cohesión, la organización, la pertinencia o rele-
se partió de nociones básicas sobre argumenta- vancia, y el registro.
ción, debido a que los cuatro estudiantes (de los Parte de los criterios planteados por Clerici (2013)
pueblos originarios macuna, uitoto, emberá y na- se adaptaron para crear las rúbricas de revisión del
sa) eran principiantes en la producción de textos ensayo; no obstante, por el propósito de la investi-
argumentativos. Uno de los referentes, usados por gación se dio mayor importancia a los aspectos dis-
su sencillez, fue Anthony Weston (2009) quien ex- cursivos del texto, al igual que se tuvo en cuenta el
pone una serie de reglas que se tuvieron en cuenta proceso que se llevó a cabo para llegar al texto final.
en la práctica pedagógica para abordar la argu- Además de introducir fundamentos teóricos
mentación con los estudiantes indígenas, ya que sobre la argumentación en español, también se
se ajustan a escritores que se inician en la argu- buscó empoderar a los estudiantes indígenas para
mentación, y fueron el fundamento para que estos argumentar desde la lógica occidental y así debatir
produjeran un ensayo basado en argumentos. frente a diversos temas, desde una perspectiva de-
Argumentar es “ofrecer un conjunto de razo- colonial, como se propone desde esta pedagogía.
nes o de pruebas en apoyo de una conclusión” La propuesta didáctica de la investigación se
(Weston, 2009, p. 10). Los argumentos se usan pa- basó en el aprendizaje con fines académicos, con
ra apoyar o sustentar una opinión con razones y un enfoque basado en los contenidos que invo-
reflejan diversos puntos de vista, asimismo con ex- lucró las temáticas relacionadas con la escritura
plicaciones bien sustentadas defendemos nuestra académica, y con las culturas de los estudiantes y
opinión. la cultura de la lengua meta; aunque el programa
Este autor menciona los tipos de argumentos: a) fue flexible para atender las necesidades y reque-
mediante ejemplos, b) por analogía, c) de autori- rimientos de escritura de los estudiantes que les
dad, d) acerca de las causas y e) deductivos. ayudara a desarrollar las actividades de escritura
En cuanto a la elaboración de ensayos, Weston solicitadas en sus programas de pregrado.
(2009) propone básicamente tres pasos a seguir:
explorar la cuestión, tener en cuenta los puntos Estrategias para la enseñanza/aprendizaje
principales de un ensayo basado en argumentos de la escritura y la argumentación
y la escritura del ensayo. También se recurrió a
Bañales et al. (2014) para las orientaciones acerca A partir de lo anterior, Cassany et al. (2000, citados
de la escritura del ensayo, quienes plantean que por Caldera, 2003) proponen algunas estrategias
los docentes deben atender tres retos: entender los para la enseñanza aprendizaje de la escritura, te-
tipos de tareas y preguntas de indagación discipli- niendo en cuenta los subprocesos de la escritura:
nar relacionadas con la escritura argumentativa, planificación, redacción y revisión.
reconocer las características de los argumentos es- Para la planificación: aplicar diferentes técnicas
critos en los textos académicos y regular el proce- para organizar las ideas y hacer borradores. Con
so de composición de los textos argumentativos. referencia a las técnicas, Serafini (1994) presen-
Además, para facilitar y acompañar el proceso ta tres técnicas para la generación de ideas: lista
de escritura, con relación a cómo evaluar el texto, de ideas, racimo asociativo y flujo de escritura. Al
Clerici (2013) propone unos aspectos básicos pa- redactar: plasmar las ideas en el papel, manejar
ra la autocorrección: a) ortográficos; b) sintácticos, el lenguaje para lograr el efecto deseado y usar la
como la concordancia, tiempos verbales, conec- sintaxis y vocabulario adecuados. En la revisión:
tores, referencia pronominal; c) semánticos, como contrastar el texto producido con el plan textual
evitar el uso de términos vagos, repetición innece- y leer el texto centrándose en diferentes aspectos
saria de palabras; y d) discursivos/textuales, como (contenidos y forma).
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Textos
escritos,
conversatorio, Diagnós�co
rúbricas. (Fase inicial, ciclo 1) Ajustes según las
Planificación necesidades.
Implementación
Rúbricas y de la propuestas y
conversatorios. Evaluación Acción recolección de
datos.
Se llevaron a cabo tres ciclos al trabajar las tres intensidad horaria fue de 2 a 3 horas presencia-
unidades didácticas, además de una unidad intro- les semanales, generalmente los sábados, y 2 ho-
ductoria con la que se hizo el diagnóstico. Las fases ras de trabajo extraclase; así que se desarrolló por
se repitieron en cada ciclo, lo que permitió ajustes 10 semanas. Además, se diseñó un programa que
a la propuesta. La fase de planificación se dio con incluyó contenidos interculturales, comunicativos,
base en un programa prediseñado y en las entre- léxicos, discursivos y gramaticales para fortalecer
vistas semiestructuradas grupales que se hicieron el desarrollo de la competencia comunicativa en
al finalizar cada unidad didáctica, así que se hicie- español como segunda lengua. La tabla 1 muestra
ron tres entrevistas. En la fase de acción, se trabajó algunos de los contenidos incluidos.
con el material diseñado. En la fase de reflexión y De otra parte, el programa estuvo dirigido a
evaluación se revisaron los instrumentos: los dia- cuatro estudiantes de primer semestre inscritos en
rios de campo y las entrevistas semiestructuradas. programas de Ciencias Sociales de la Universidad
Para garantizar el acompañamiento y asesoría Externado de Colombia:
se diseñó un programa de 30 horas para estudian- • Estudiante del pueblo emberá eyabida
tes indígenas universitarios de primer semestre. La quien llevaba seis meses en la ciudad al
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Redacción de argumentos
Revisión y evaluación
Estrategias metacognitivas
Conocimientos previos
Choque cultural
Empoderamiento
Fuente: elaboración propia.
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Para iniciar, en cuanto a la escritura se encontró los días; nada cambia, ahora me convierto en guerrero
que a los estudiantes indígenas que participaron de la selva de ladrillos. (Aimema Urue, 2018)
en la propuesta, tal como se sugirió en investiga-
ciones precedentes (Mora, 2016; Santos, 2016), se Es importante tener en cuenta esta realidad desde
les facilitaba producir textos narrativos. En la fase la interculturalidad, la pedagogía decolonial y para la
de diagnóstico, narraron su experiencia al llegar asesoría, así como el acompañamiento que se les dé
a la ciudad y expresaron que no fue fácil, lo cual a estos estudiantes que, como participantes de esta
evidencia el choque cultural, como se muestra en investigación, llegan a la ciudad por primera vez y
el siguiente fragmento escrito en las sesiones ini- enfrentan retos culturales. Por esta razón, este tema
ciales por el estudiante uitoto: se incluyó en la unidad didáctica introductoria.
Por otro lado, otro de los textos solicitados en
Territorio, cultura, habla, selva han de ausentar, la fase diagnóstica fue la producción de un tex-
veo rodearme montañas, cordilleras neblinas humos to sobre las razones por las cuales escogieron sus
luciérnagas moviéndose bajo el suelo de norte a sur es- programas de pregrado. La figura 2 contiene una
te-oeste. Pierdo el sentido cambia el pensamiento mío muestra de un fragmento de uno de esos textos en
un rio de carros solo navegan en mis ojos, la bulla no el que una estudiante emberá explica las razones
deja el silencio. El temor impide mi tranquilidad, pasan por las cuales escogió su programa de pregrado.
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para la redacción se trabajaron textos auténticos, inicio fue un poco confuso para ellos hallar la re-
académicos y no académicos, relacionados con lación que se establece en una analogía. A través
los temas de interés para la producción del ensa- de los ejemplos, fueron entendiendo las relaciones
yo, y para el desarrollo de algunas actividades en y la lógica de estas.
clase, involucrando así el enfoque comunicativo A su vez, los estudiantes trataron de desarrollar,
(Cassany, 1990). principalmente, argumentos basados en causas
A propósito de tener en cuenta los saberes pre- (Weston, 2009), aunque faltó trabajar un poco más
vios, los participantes mostraron tener conocimien- en las premisas para hacerlos más fuertes; pues, a
tos acerca de la argumentación, sus propósitos, y pesar de que el programa fue intensivo, se requería
explicaron que se discute en sus comunidades de más tiempo para afianzar estos conceptos. Al
y en su lengua, en espacios como la maloca y al poder hablar y redactar acerca de sus saberes, se
enseñarles a los jóvenes. En contraste, y aunque empoderó a los estudiantes y se estableció la op-
no conocían el concepto de contraargumento, los ción de cuestionar ideas y generar un diálogo que
estudiantes, a excepción de uno, lo interpretaron también tuviera en cuenta lo que saben y son, ade-
de forma acertada, luego de recibir asesoría al más de los textos consultados. De hecho, la elec-
respecto. ción de la argumentación se dio para dar cabida al
Por otro lado, los estudiantes no tenían cono- debate y cuestionamientos que pudieran darse con
cimiento sobre los tipos de argumentos y particu- respecto a las relaciones de poder que se dan entre
larmente no conocían el concepto de analogía. Al las culturas y las lenguas, reconocerlas y buscar la
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equidad, como se espera desde la interculturalidad entrevista grupal, luego de que se preguntó sobre
crítica (Walsh, 2009) la pertinencia del programa, surgió el tema de la
En este sentido, en el proceso de redacción del escritura en su lengua (L1) como una necesidad,
ensayo y de otros textos (resumen, ejercicios de es- porque en algunos momentos no es pertinente la
critura de argumentos y de los textos diagnósticos) traducción al español, pues esta podía afectar el
se evidenciaron algunos aspectos por potenciar; significado; es el caso de la palabra thê’wala, que
fue entonces cuando se aprovechó el error para del nasayuwe se traduce al español como “médico
promover la estrategia metacognitiva de identificar tradicional”; no obstante, se planteó que esta tra-
las dificultades para expresar las ideas (Caldera, ducción le quita la fuerza semántica que tiene la
2003) y corregir cuando se interfiere en la comu- palabra, así lo explicó la estudiante nasa:
nicación (Cassany, 1990).
En consecuencia, a partir de las producciones [...] “thê’” es algo grande, mayor diré, y “wala”
escritas de los estudiantes se tomaron fragmentos es grande, entonces ahí que está diciendo médico
de estos, para socializar los errores en algunas de tradicional pues no se especifica lo que en nuestra
las actividades del material diseñado, claro está, lengua quiere decir como una palabra muy sagrada,
manteniendo el anonimato de los autores. Se re- y en español no se escucha así, como dice el taita
flexionó y se aprovecharon los errores para traba- como algo muy simple. (Entrevista Semiestructurada
jar la concordancia, puntuación y acentuación. Grupal 1, 21 de julio de 2018)
Esta fue una estrategia positiva, porque en un am-
biente de confianza se reflexionaba sobre el uso A partir de estos planteamientos se les sugirió
de la lengua y cómo potenciar su efectividad al a los estudiantes usar palabras en su L1 y agregar
escribir. notas al pie de página explicando su significado,
Por lo anterior, surgió la necesidad de trabajar cuando los estudiantes sintieran que la traducción
aspectos lingüísticos desde el español como L2; al español no reflejaba el significado de la palabra
entonces, por ejemplo, se trabajó la concordancia en la L1.
de número entre sujeto y predicado, como se ex- Por otra parte, bajo las exigencias del contex-
pone en los siguientes casos: to académico, los participantes de esta propuesta
• “Estos son medicamentos naturales y con manifestaron que, en ocasiones, tardaban tiempo
ello vivimos más sano”. en organizar sus ideas en español por lo cual a ve-
• “Los saberes de la cultura se basa en la ces no alcanzaban a hacerlo.
oralidad”. En consecuencia, y con relación a su nivel de
• “El letrado para las comunidades indígenas dominio en la L2, en una de las clases, el estudian-
deben ir más allá de la escritura misma”. te macuna intervino y dijo que, al igual que la es-
• “Estos conocimientos poderosos fue entre- tudiante nasa, a veces, no podía expresar una idea
gado al hombre”. en español, y también le sucedía cuando hablaba
Concordancia de número y género entre el sus- con sus compañeros. La estudiante emberá afirmó
tantivo y el adjetivo: que le pasaba lo mismo, que como indígenas se
• “Venia buscando personal preparada para les dificultaba expresarse porque no conocían las
aprender acerca de mi carrera”. palabras y por eso se pensaba que no entendían o
Además, surgió el cuestionamiento frente a no sabían (Diario de campo, 28 de julio de 2018).
la traducción; por ejemplo, la estudiante embe- En la entrevista grupal se hizo mención nue-
rá planteó que en su lengua no existe la noción vamente de las dificultades que tenían al expre-
de estado y en español no la entienden (Diario de sarse en español, por ejemplo, para el estudiante
campo, 28 de julio de 2018). Entonces, en una emberá:
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[...] porque como decía el compañero uitoto otra El ser humano vive a través del conocimiento en
vez como que, no… cómo fue que dijiste se me olvi- su medio.
dó que, no sé cómo expresarlo en palabras [risas] lo Finalmente los conocimientos requiere una de-
entiendo, pero no sé cómo decirlo, eh... confundimos dicación y fortaleza de las culturas ya sea lo propio
como... la lengua de nosotros a la hora de escribir, y lo científico.
como que será que lo escriban en mi lengua o... o no Contraargumento
encuentro cómo traducirlo al español. (Entrevista Se- El ser humano vive a través del conocimiento y
miestructurada Grupal 1, 21 de julio de 2018) pensamiento en su medio, porque en el medio en
que vivimos necesita del hombre a que se relacione
Los anteriores testimonios sugieren la nece- con la naturaleza de buena forma.
sidad de tener clases de español como segunda
lengua al ingresar a la universidad para que los es- La figura 5 ilustra la redacción de un argumento
tudiantes tengan un mejor dominio de esta, y así por parte del estudiante macuna y muestra el pro-
sientan más seguridad para interactuar de forma ceso de la planificación a la redacción.
oral y escrita en esta lengua. Por otra parte, el estudiante uitoto eligió como te-
Ahora bien, continuando con el proceso de la ma de su ensayo el origen de su pueblo, murui-muina,
escritura, se presentó la planificación y redacción presentando y argumentando desde su cosmovisión
de un argumento, producto de un ejercicio traba- murui-muina. Su tesis planteó que su pueblo surgió
jado en las unidades didácticas por parte del es- desde el Kom+mafo, “entendido como el lugar don-
tudiante macuna. A continuación, se muestra la de se originó la palabra de la vida, del conocimiento,
construcción de la conclusión, las premisas y el la ciencia y los saberes para el cuidado del hombre
contraargumento: y la naturaleza” (Registro de investigación, 2019). Y
desde el origen se estableció su organización social,
Conclusión: El conocimiento propio y lo científico del territorio, que son hijos del tabaco, la coca y la
más bien se busca es una relación, una unión de dos yuca dulce, que siguen hoy en día. El estudiante de-
pensamientos distintos porque a partir de ahí el pen- sarrolló argumentos de autoridad, para lo cual acu-
samiento se encaja como una unión de pensamientos dió a las autoridades de su pueblo y a un referente
del hombre hacia la existencia y a la naturaleza. teórico para abordar la cosmovisión; también desa-
Premisas rrolló argumentos de causa para explicar cómo se re-
El hombre es un ser pensante sobre la naturaleza lacionan los elementos de su cultura con su origen.
y sus conocimientos. Este es un fragmento del ensayo:
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El pueblo Murui-Muina más conocido como los Nuestro plan de vida parte desde el origen de la
Uitotos son originarios de La Chorrera Amazonas, creación como base principal de las cosmovisiones
un corregimiento que pertenece al resguardo Pre- que integran el pensamiento y explicación de cada
dio Putumayo. Este pueblo es conocido tradicio- uno de los pueblos (boras, okainas, muinanes, uito-
nalmente como “hijos del tabaco, la coca y la yuca tos) que habitan en su territorio ancestral.
dulce”. Nombre que fue bautizado por los mayo-
res, ancianos y representantes de los cuatros pue-
blos y clanes que habitan el territorio, durante la Revisión
construcción del plan de vida y plan de desarrollo.
Estas son unas de las palabras mencionadas por el Ya en el subproceso de revisión, se contrastó la rú-
anciano del clan Gema (zarigüeya) Basiliio Fare- brica con el texto producido. Las rúbricas fueron
katde (2016): el instrumento de revisión por parte de la docente
“Nuestro plan de vida viene desde el principio y para que los estudiantes contrastaran los reque-
de los tiempos, está dado por las leyes de la coca rimientos del texto con la producción. La ventaja
y del tabaco que son ley de vida. Nuestro plan de del uso de rúbricas para valorar un escrito es que
desarrollo es una herramienta para alcanzar y man- ayudan al estudiante a entender la valoración y a
tener nuestro plan de vida, que es un plan de abun- identificar sus fortalezas y los aspectos a potenciar;
dancia”. (p. 2)
Observaciones:
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sin embargo, faltó mayor familiarización de los es- Semiestructurada Grupal 1, 21 de julio de 2018),
tudiantes con los instrumentos para que llegara a expresando así que fue importante tener el espacio
ser una estrategia más efectiva. para abordar su cultura en las clases.
La Tabla 3 detalla la rúbrica creada para la va- A propósito de las actividades propuestas en las
loración de los textos en el diagnóstico y la única unidades didácticas, fue un acierto abordar temas
que no se compartió con los estudiantes antes de partiendo de lo que los estudiantes conocían y ha-
iniciar el proceso de escritura. ciendo un contraste cultural que fuera la base para
En consecuencia, luego de ver el proceso de los propiciar el diálogo intercultural. Cabe resaltar que
estudiantes se evidenciaron las fortalezas y aspec- desde la cultura de la lengua meta, se abordaron
tos a potenciar en los estudiantes (tabla 4), luego temas como la cultura universitaria, su experien-
del proceso de acompañamiento y asesoría. cia al llegar a la ciudad, la elección de su carrera,
la escritura académica y sus implicaciones, cita-
Interculturalidad ción en APA, y estrategias básicas de lectura, pues
debíamos partir de esta para escribir. Al respecto,
Al propiciar un diálogo intercultural desde las estos temas fueron pertinentes para los estudiantes
actividades propuestas en las unidades didácti- que inician su vida universitaria, y con relación a
cas se involucraron los saberes de los estudian- los intereses mencionados, es posible que surjan
tes y reflexionamos acerca de las culturas de los otros de acuerdo con el grupo de estudiantes con
estudiantes y sobre la cultura de la lengua meta, el que se trabaje, pero son un punto de partida.
aprovechando la diversidad para aprender y cues- Frente al empoderamiento, en algunas de las
tionar las dinámicas sociales actuales en las que se sesiones se discutió la necesidad de manifestar
privilegia solo una mirada de la realidad. las dificultades en las clases, con los docentes y
Al respecto, una de las estudiantes manifestó: compañeros, bajo el reconocimiento de que el es-
“también hicimos parte de la cultura porque tam- pañol era su L2 y bajo esa perspectiva, sus produc-
bién en ocasiones hablábamos de la cultura... me ciones orales y escritas tenían particularidades.
pareció muy interesante porque, eh casi nunca Lo anterior, porque manifestaron que, al parti-
me había pasado eso” (estudiante nasa, Entrevista cipar en sus clases de pregrado, en ocasiones se
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demoraban organizando el discurso para partici- diálogo intercultural en el aula y en las estrategias
par, y en ciertos momentos no alcanzaban a ha- en enseñanza y aprendizaje, y desde una perspec-
cerlo. También, algunos expresaron que se sentían tiva decolonial.
inseguros al hablar por temor a equivocarse en el
uso de la lengua. Conclusiones
Por otro lado, el empoderamiento también se
vio cuando uno de los estudiantes manifestó que El apoyo y acompañamiento desde esta propuesta
también quería escribir los textos en su lengua ma- incidió positivamente en el mejoramiento del pro-
terna. Su solicitud fue atendida y discutida. Aun- ceso escritor de los estudiantes participantes. Ade-
que era muy válida y se reconoció que idealmente más, abordar la escritura como proceso, mostró a
el proceso debía ser bilingüe, la docente/investiga- los estudiantes que planificar, redactar y revisar,
dora no tenía los conocimientos de las lenguas de podía facilitar la producción escrita en español.
los estudiantes para orientar y asesorar tal proceso. Asimismo, escribir párrafos y argumentos acerca
Además, tal como afirma Vigil (s. f.) en uno de los de temas identitarios facilita la producción escrita
textos abordados en las unidades didácticas, la es- en español como segunda lengua.
critura en la L1 no solo debería tener el propósito Por otra parte, el reconocimiento y praxis de la
de la traducción, habría que investigar si se hace interculturalidad crítica implican que el docente
necesaria para otros propósitos y así llegar a ser reconozca las relaciones de poder y desigualdad
significativo su uso en la cotidianidad de los pue- para que no las promueva, sea flexible, dispuesto a
blos originarios. aprender de las culturas y saberes de sus estudian-
Por añadidura, se evidenció el empoderamien- tes, especialmente en Colombia que contamos
to, porque, aunque los estudiantes desean apren- con una diversidad multicultural y plurilingüística.
der de la cultura de la lengua meta y cursar sus A su vez, la mayoría de las estrategias imple-
programas de pregrado, desean usar esos conoci- mentadas fueron acertadas, aunque podrían explo-
mientos para aportar en sus comunidades, no para rarse otras. Además, factores como tener en cuenta
dejarlas atrás: las necesidades de los estudiantes, su nivel de es-
pañol y las necesidades lingüísticas y discursivas,
[...] ya estamos en una universidad, ya que no permitieron diseñar un material flexible y mante-
es de nosotros sino del otro lado, entonces uno di- ner la permanencia en un programa no obligatorio
ce, bueno, hay que aprender lo otro también, lo de que brindaba un apoyo para escribir. El material
nosotros, pero con que uno aprenda lo de otros no propuesto en esta investigación es flexible, ya que
quiere decir que lo de nosotros debamos dejarlo fue diseñado pensando en las necesidades, cul-
atrás y eso es lo que ha venido impartiendo ustedes turas e intereses de los estudiantes indígenas que
acá, esos conocimientos y qué más... a mí me ha participaron en las clases, y podría adaptarse a
servido bastante [refiriéndose a las clases de escri- otro grupo.
tura argumentativa]. (Estudiante emberá, Entrevista En cuanto al nivel de español (L2) de los es-
Semiestructurada Grupal 1, 21 de julio de 2018) tudiantes indígenas con quienes se interactuó e
implementó la propuesta, este incidió en su des-
Finalmente, como se mencionó en estudios empeño académico. Por consiguiente, además de
precedentes (Agray, 2014), es necesario y perti- un programa de español con fines académicos, es
nente involucrar la interculturalidad, más en la en- necesario contemplar el apoyo a los estudiantes
señanza del español como L2, solo que en este con clases de español como segunda lengua desde
estudio se dio un paso más, al hacer no solo una que inician sus programas de pregrado, si hablan
sugerencia, sino una propuesta para involucrar el su lengua materna, debido a que pueden no tener
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un nivel de dominio de la segunda lengua alto, ne- Cassany, D. (1990). Enfoques didácticos para la ense-
cesario en el ámbito académico. También, el apo- ñanza de la expresión escrita. Comunicación, Len-
yo y la asesoría en la producción de otros tipos de guaje y Educación, 6, 63-80. https://dialnet.uni
textos académicos, diferentes al ensayo. rioja.es/servlet/articulo?codigo=126193
De otra parte, los participantes mostraron gran Clerici, C. (2013). Manual de lectura y escritura de
potencial para argumentar y, a través de este, se es- textos académicos y científicos. https://www.
tableció un medio de empoderamiento que, desde researchgate.net/profile/Carolina_Clerici/publi
la lógica occidental, pueda cuestionar la realidad. cation/271133789_Lectura_y_escritura_de_tex
Finalmente, la asesoría y apoyo para escribir al tos_academicos_y_cientificos_Manual_2013/
llegar a la universidad es necesaria y se evidenció links/54be5f040cf218d4a16a5d68/Lectura-y-es
en los avances, en el conocimiento y vivencia de critura-de-textos-academicos-y-cientificos-Ma
la escritura como proceso y en la permanencia en nual-2013.pdf
el programa, el cual no era obligatorio y represen- Elliot, J. (2005). El cambio educativo desde la investiga-
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&ie=UTF-8&q=interculturalidad%20cr%C3
%ADtica
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ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021). pp. 155-171.
Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17776 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Artículo de investigación
Resumen
El objetivo de este artículo es identificar y sistematizar las estrategias utilizadas por tutores para el desarrollo de la argumentación
escrita de estudiantes de distintas carreras pertenecientes a los Cursos Nivelatorios de Lectoescritura en la Universidad Nacional
de Colombia. La investigación se desarrolla desde un enfoque cualitativo de teoría fundamentada en los datos. La recolección de
la información se ha realizado a través de registros de tutorías y sesiones de discusión llevadas a cabo con los tutores durante
2018, con el fin de reflexionar sobre su propia acción. Como resultados principales se identifican estrategias mayoritariamente de
andamiaje cognitivo, y en menor medida, de carácter instructivo, clasificadas en estrategias para que el tutorado tome conciencia
del carácter polémico de la argumentación, para la formulación de una tesis y para la búsqueda de argumentos pertinentes con
la tesis.
Palabras clave: tutoría, estrategias tutoriales, argumentación escrita, enseñanza superior.
Abstract
This article aims to identify and systematize the strategies used by tutors for the development of written argumentation in students
from different study programs in literacy leveling courses at Universidad Nacional de Colombia. This research is conducted from
an approach based on Grounded Theory. Data collection was performed through recordings of tutoring and discussion sessions
carried out with tutors during 2018 to reflect on their own performance. Strategies mostly involving cognitive scaffolding are
identified as the main results, as well as instruction strategies to a lesser extent. Those strategies are classified into three groups
depending on the tutor’s purpose: awareness of the controversial nature of argumentation, formulation of a thesis, and search for
appropriate arguments in relation to the thesis.
Keywords: tutoring, tutoring strategies, written argument, higher education.
1 Profesora asociada, departamento de Lingüística, Universidad Nacional de Colombia. Correo electrónico: gemoram@unal.edu.co.
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6485-0504
2 Licenciado en español y filología clásica. Universidad Nacional de Colombia. Estudiante de la Licenciatura en Filología e Idiomas - Inglés. Correo electrónico:
mafuerteb@unal.edu.co.
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3856-6088
Cómo citar: Mora-Monroy, G. E. y Fuerte-Blanco, M. A. (2021). Estrategias tutoriales para la argumentación escrita en educación superior. Enunciación, 26(2), 172-187.
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17776
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Estrategias tutoriales para la argumentación escrita en educación superior
Mora-Monroy, G. E. y Fuerte-Blanco, M. A.
1 En las sedes andinas (Bogotá, Medellín, Manizales, Palmira) este curso se Dentro de los referentes teórico-pedagógicos que
imparte a aproximadamente el 10 % de los estudiantes admitidos a primer
semestre. En las sedes de presencia nacional (Amazonia, Caribe, Orino- guían la labor de docentes y tutores en los CNLE,
quia, Tumaco) se ofrece a la totalidad de estudiantes que ingresan a primer
semestre. En este artículo, se incluye información sobre lo que se ha hecho
tenemos en cuenta el enfoque de la enseñan-
en el campo de la tutoría con estudiantes de la sede Bogotá. En esta sede za estratégica (Monereo, 2008), la cual tiene co-
cada uno de los grupos suele tener entre 25 y 30 estudiantes y se ofrecen
entre seis y diez grupos cada semestre. mo objetivo que los estudiantes “sean capaces de
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autorregular sus acciones para aprender, [...] ha- conexión con este, adoptamos la noción de argu-
cerlos más conscientes de las decisiones que to- mentación colaborativa (Nussbaum, 2021) en la
man, de los conocimientos que ponen en juego, que docentes, tutores y estudiantes trabajan juntos
de sus dificultades para aprender y del modo de para construir y refutar argumentos más que para
superar estas dificultades” (p. 12). Esto se logra a ganar las disputas (Nussbaum, 2021; Van Eemeren
través de procedimientos como la presentación y y Grootendorst, 2004). La argumentación colabo-
análisis de modelos que favorezcan procesos de rativa da relevancia a la construcción de andamia-
metacognición, la construcción de preguntas, la jes a través de preguntas para evaluar la validez
práctica guiada y autónoma, así como el aprendi- de los argumentos y del uso de esquemas gráfi-
zaje cooperativo (Azorín Abellán, 2018; Monereo, cos para sopesar argumentos y contraargumentos
2008). En los CNLE se analizan de manera conjun- (Nussbaum, 2021).
ta y luego autónoma argumentaciones de la vida En cuanto a la conceptualización de argumen-
cotidiana y textos argumentativos en cuanto a su tación, tenemos en cuenta la argumentación como
carácter polémico, el contexto de tal polémica, las proceso de indagación (Bañales Faz et al., 2015;
posiciones de locutores e interlocutores y los argu- Sampson et al., 2011) y como instrumento pa-
mentos planteados. El análisis de estos textos sirve ra promover procesos de aprendizaje (Andrews,
como modelo para los propios procesos de escri- 2010; Andriessen y Baker, 2014; Molina y Carlino,
tura de los estudiantes, los cuales suelen girar en 2013; Nussbaum, 2021; Rosales y Vázquez, 2011;
torno a temas de coyuntura nacional. Schwarz, 2009). También tomamos en considera-
Como parte de la enseñanza estratégica de la ción el modelo argumentativo de Toulmin (Toulmin
escritura, en los CNLE también se tiene en cuen- et al., 1984) y los tipos de argumentos al igual que
ta el enfoque de escritura como proceso basado los errores y falacias argumentativas propuestas
en la regulación que implica subprocesos de pla- por Weston (2006).
neación, textualización y revisión (Castelló et al., Dado el interés de centrarnos en las estrate-
2010; Sala-Bubaré y Castelló, 2018). En cada uno gias que usan los tutores pares en su proceso de
de estos subprocesos el estudiante es guiado por acompañamiento personalizado a la escritura del
los docentes y por los tutores. Estos últimos acom- ensayo argumentativo, presentamos enseguida la
pañan el proceso de manera más personalizada y conceptualización sobre la tutoría entre pares.
se convierten en los primeros lectores de los textos
de los estudiantes. Este espacio de lectura y revi- La tutoría entre pares (peer tutoring)
sión de pares, así como la posibilidad de publicar
en la revista Prima Exagia2, se dan en consonancia La tutoría entre pares es una modalidad de aprendi-
con el principio de que la lectura y la escritura son zaje cooperativo personalizado, caracterizada por la
actividades discursivas contextualizadas (Camps, relación asimétrica entre sus participantes: un estu-
2004; Carlino, 2002, 2006, 2013). diante con un nivel de competencia mayor en el área
En nuestra práctica también cobra relevancia la de interés apoya el proceso de otro menos experto
perspectiva de la enseñanza y aprendizaje dialó- (Alzate-Medina y Peña-Borrero, 2010; Chois-Lenis et
gicos en la que docentes y tutores aprenden for- al., 2017; Duran et al., 2014; Molina, 2017; Topping,
mas de enseñar y los estudiantes enseñan formas 1996). Con esta, el tutor orienta el proceso formativo
de aprender (Aubert et al., 2009; Freire, 2002). En de un estudiante tutorado, con miras a promover su
autonomía y el fortalecimiento de aspectos académi-
2 La revista Prima Exagia es una publicación de carácter semestral coordina-
da por los tutores, quienes conforman el Grupo de Apoyo a los CNLE. Esta
cos, emocionales y profesionales (Alzate-Medina y
publicación recoge los mejores textos producidos en el marco de los CNLE Peña-Borrero, 2010), así como el favorecimiento de
(ver http://bienestar.bogota.unal.edu.co/pgp/Publicaciones/prima_exagia/
prima_exagia.html). la integración del tutorado a la universidad (Gallego
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y Sánchez, 2016), a través del acompañamiento per- establecemos diálogo con el marco elaborado por
sonalizado, el cual es mediado por el docente (Du- Mackiewicz y Thompson (2015), cuyas bases teó-
ran et al., 2014), quien le ayuda al tutor a adquirir ricas se encuentran en la zona de desarrollo próxi-
las bases requeridas para su labor pedagógica (Car- mo de Vygotski (2009) y el andamiaje (scaffolding)
dozo-Ortiz, 2011). De esta manera, la tutoría entre (Wood et al., 1976). Estas autoras dividen las estra-
pares no se restringe al ámbito académico, sino que tegias en tres grupos: instrucción (instruction), anda-
propende por el desarrollo integral y la adaptación miaje cognitivo (cognitive scaffolding) y andamiaje
del estudiante (Arbizu et al., 2005). De acuerdo con motivacional (motivational scaffolding).
Barberá (2006), desde una perspectiva sociocons- Las estrategias de instrucción son aquellas en
tructivista, el tutor es un participante importante en las cuales el tutor propone opciones o plantea so-
la construcción significativa de conocimientos por luciones de manera directiva, en lugar de crear las
parte del tutorado, por cuanto favorece la generación condiciones para que el estudiante llegue a la so-
de autonomía (Monereo, 2008) y el aprendizaje sig- lución o a la respuesta por sí mismo. En este grupo,
nificativo a partir de la ayuda pedagógica que ofre- Mackiewicz y Thompson (2015) proponen tres es-
ce. En este proceso, tanto el tutor como el tutorado trategias: decir, sugerir y explicar, y dar ejemplos.
reportan la construcción de aprendizajes de carácter En las dos primeras, el tutor se dirige al estudiante
recíproco dada la relación establecida entre ambos para informar, realizar sugerencias o brindar con-
(Durán y Flores, 2014; Villagra-Bravo y Valdebeni- sejos. La diferencia radica en la directividad del
to-Zambrano, 2019). discurso: mientras que en la primera hay nula o
La tutoría entre pares como estrategia facilita la poca mitigación de esta directividad, en la segun-
apropiación de las convenciones epistemológicas da sí la hay. La tercera, por su parte, hace referen-
y discursivas de determinada disciplina por parte cia a la elaboración e ilustración por parte del tutor
del tutorado, en tanto el estudiante tutor, debido a acerca de un tema determinado.
sus experiencias en escritura, puede aproximarse En segundo lugar, las estrategias de andamiaje
de manera más individual y cercana al estudiante, cognitivo son aquellas en las que el tutor ayuda al
así como reconocer en este las confusiones que estudiante a determinar una respuesta, corregir un
atraviesa (Moust y Schmidt, citados por Chois-Le- error o ejecutar una tarea a través del diálogo y la
nis et al., 2017; O’Neill, 2008). Por este motivo, el pregunta, sin hacerlo por él. En este grupo se inclu-
objetivo de la tutoría es el desarrollo de estrategias yen ocho estrategias tutoriales: formular preguntas,
de fortalecimiento de los procesos metacognitivos leer en voz alta, responder como lector u oyente,
asociados a la escritura a través del diálogo y la referirse a un tema presentado anteriormente, for-
construcción colectiva, los cuales forman parte de zar una elección, incitar, insinuar y demostrar.
la enseñanza estratégica (Monereo, 2008). En tercer lugar, Mackiewicz y Thompson (2015)
proponen las estrategias de andamiaje motivacio-
Estrategias tutoriales nal, que buscan crear una relación de afinidad,
solidaridad y confianza en la que el tutorado se
Con miras a facilitar el aprendizaje del tutorado sienta seguro y participe de manera activa en su
acerca de la argumentación escrita, los tutores em- proceso de aprendizaje. Las cinco estrategias que
plean diferentes estrategias didácticas, entendidas componen ese grupo son: mostrar interés, elogiar
como “procedimientos que el agente de enseñanza (retroalimentación positiva y recompensas verba-
utiliza en forma reflexiva y flexible para promover les), reforzar la apropiación y control del estudian-
el logro de aprendizajes significativos en los estu- te sobre su proceso, ser optimista o utilizar humor,
diantes” (Tebar, 2003, p. 7). Para esta investigación, y mostrar simpatía o empatía.
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Esta investigación se llevó a cabo desde la teoría Los participantes en esta investigación son estudian-
fundamentada en los datos, en la que el interés se tes de últimos semestres de programas del área del
centra en tratar de “comprender el significado o na- lenguaje, quienes fungen como tutores de los estu-
turaleza de la experiencia de las personas” (Strauss y diantes que toman los cursos. Estos tutores dispo-
Corbin, 2002, p. 20). En nuestro caso, nos interesan nen de espacios externos al horario de clase para
las significaciones que los tutores de los CNLE dan a realizar acompañamiento personalizado o en pe-
su propia actividad de tutoría, con el ánimo no solo queños grupos a los estudiantes. Además, asisten
de comprenderla, sino también de poder evaluar- a las clases y apoyan a los tutorados dependiendo
la para su eventual transformación (Camps, 2004). de las dinámicas y actividades de los docentes.
Además, recurrimos a la teoría fundamentada en los El lapso sobre el que se realizan los análisis co-
datos ante la escasa literatura relacionada con es- rresponde a dos periodos académicos de 2018, a
trategias para favorecer procesos de argumentación saber: 2018-01, en el que participaron cuatro tu-
escrita desde la perspectiva del tutor en particular. tores que apoyaron ocho cursos, y 2018-02, con
Buscamos hacer un ordenamiento conceptual por cuatro tutores para siete cursos3. Para identificar las
el cual organizamos y clasificamos, como lo propo- estrategias utilizadas por los tutores en el acompa-
nen Strauss y Corbin (2002), las estrategias usadas ñamiento a los procesos de escritura de textos ar-
por los tutores como parte de la construcción de gumentativos, hemos tenido en cuenta: a) registros
andamiajes para apoyar los procesos de escritura de tutorías a través de formularios de Google4: trece
de textos argumentativos de los estudiantes. Los
3 Cuando un tutor apoya un solo curso cumple también con las labores de
resultados de la identificación de estas estrategias coordinar a los demás tutores y liderar la publicación de la revista Prima
Exagia.
pueden convertirse en un apoyo para la acción so- 4 En estos formularios, los tutores indican fecha, nombres de los tutorados,
cial (Strauss y Corbin, 2002) de otros tutores que semestre que cursan, carrera, grupo al que pertenecen; si el estudian-
te acude por su cuenta o por sugerencia del (de la) docente, propósito
apoyan este mismo tipo de procesos. de la tutoría, contenidos desarrollados (procedimentales, conceptuales,
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ha sido planteado por autores como Camps (1995) ello”. Así lo vemos en el siguiente caso en el
y Bañales Faz et al. (2015). Mostramos a continua- que interactúan dos tutores:
ción cinco estrategias identificadas en orden de
mayor a menor frecuencia de aparición, de acuer- Tutor 1: Entonces yo les decía: “bueno, dame una
do con el análisis hecho en NVIVO. En la tabla 2 aseveración de cualquier cosa, que no sea de es-
se resumen las frecuencias de aparición. to” y me decía: “el vino puede emborrachar”, ¿no?
1. La primera consiste en discutir sobre la pregun- Así, como de pronto, y yo: “entonces, dímelo, dime,
ta que el estudiante toma como punto de parti- dime una afirmación cualquiera, es para <ininteli-
da para la planeación y escritura de su texto, y gible>. Di una afirmación cualquiera, la que sea”.
sobre el tipo de texto que se proyecta a partir de Tutor 2: Ehhh, no sé, el sistema de transporte bogo-
ella, esto es, argumentativo o expositivo: “en- tano es un asco.
tonces, claro, a veces pregunta… a veces den- Tutor 1: No estoy de acuerdo.
tro de sus preguntas había un ‘¿Cómo es que tal Tutor 2: Sí, ese es el punto.
y cual y cual?’. Y yo: ‘Me dices un ‘cómo’, ya Tutor 1: No estoy de acuerdo, y entonces, y enton-
no, ya no estás haciendo un texto argumentati- ces claro…
vo, ya va a ser explicativo, informativo, pero no <Cruce de voces>
va a ser argumentativo’” (Elementos internos\\ Tutor 1: No estoy de acuerdo y dices algo que no
Reuniones\\Monitores 1-23/02/18). estás de acuerdo, te lo voy a demostrar y te voy a
2. La segunda estrategia es proponer debates en poner todos los argumentos, eso, y yo les ejemplifi-
los que el estudiante se enfrente a un público caba así, entonces ellos ya “ahhh, claro”. Eso es lo
real para tratar de convencerlo de una postura, que tienes que... (Elementos internos\\Reuniones\\
estrategia común utilizada por las docentes y Monitores 1-23/02/18)
también por los tutores a través de la implemen-
tación de talleres en clase: Consideramos que la mayoría de estas estrate-
gias pueden ser de andamiaje cognitivo o de tipo
[...] eso es lo que pasa en el taller de falacias, directivo en tanto menor o mayor sea la interven-
precisamente, que se le pone al estudiante a defen- ción por parte del tutor; esto es, en tanto el tutor
der ante todos una posición polémica, generalmente promueva más el trabajo activo por parte del es-
llegando ya al absurdo, ¿no? Y ahí se dan cuenta de tudiante, menor nivel directivo tendrá la tutoría y
que efectivamente la tesis tiene que ser algo contro- más carácter de andamiaje cognitivo. Sin embar-
versial y que se encuentran con un público que va go, la estrategia de involucrar a los estudiantes en
a buscar todas las herramientas posibles para desvir- debates es claramente de andamiaje cognitivo.
tuar sus argumentos. (Elementos internos\\Reunio- En la tabla 2 se resumen las estrategias para fa-
nes\\Monitores 1-23/02/18) vorecer la concientización por parte del estudiante
sobre el carácter polémico de la argumentación.
3. La tercera estrategia para familiarizar al es-
tudiante con el carácter polémico de la argu- Estrategias tutoriales para la construcción
mentación es identificar si el planteamiento de tesis
formulado inicialmente como tesis puede con-
traponerse con otras posturas o no, para lo cual La tesis constituye la columna vertebral de cual-
los tutores proponen imaginarse un público po- quier texto argumentativo, por lo cual es impor-
sible al que se debe convencer de una postura tante construir estrategias que permitan a los
o determinar si de lo propuesto como tesis es estudiantes entender mejor en qué consiste su for-
posible decir: “estoy o no estoy de acuerdo con mulación. A partir del análisis se han identificado
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cinco estrategias al respecto, las cuales también se términos más coloquiales posibles, estrategia
presentan de acuerdo con su frecuencia en los re- de andamiaje cognitivo:
gistros de tutorías e intervenciones de los tutores
(ver tabla 3). Para solucionar este problema, intenté que me
1. Uno de los aspectos más relevantes para que explicase con sus propias palabras aquello que real-
los estudiantes entiendan en qué consiste la for- mente quería defender en su ensayo, de la forma
mulación de una tesis es que esta no surge por más sencilla y coloquial posible. Una vez lo hizo,
sí sola, sino en relación con ciertos problemas o y yo quedé seguro de qué era realmente lo que de-
situaciones problemáticas que le dan contexto seaba para su ensayo, le orienté para que fuese ca-
(Baquero y Pardo, 1997). Los tutores también paz de crear una tesis de acuerdo a sus intenciones
reportan que los estudiantes tienen dificultades discursivas. (Elementos internos\\Registro tutorías\\
para distinguir entre una tesis y un tema. Por Registro tutorías 2018-2)
tanto, una estrategia que varios de ellos repor-
tan consiste en contrastar el tema, el problema, Este tipo de estrategias están relacionadas
la tesis y la pregunta, lo cual puede ser de tipo con actividades que desde los inicios de la pers-
directivo cuando el tutor mismo proporciona pectiva de escribir para aprender fueron pro-
ejemplos al respecto, o de andamiaje cogniti- puestas para alentar a los estudiantes a pensar
vo cuando las respuestas se van construyendo sobre el papel a través de los usos más expresi-
entre juntos. En el siguiente ejemplo, encontra- vos de la escritura, entre ellos poder conversar
mos una interacción entre lo directivo y el an- en relación con las temáticas sobre las que des-
damiaje cognitivo: pués se solicita escribir (Vacca y Linek, 1992).
3. Una tercera estrategia es ayudar al estudiante
De manera que iniciamos con la importancia de a establecer conexiones entre la temática pro-
tener clara la problemática, de ahí surgirían dos o puesta por su docente y sus intereses persona-
más posturas de las cuales el estudiante debía defen- les, estrategia que ubicamos como andamiaje
der una. Él tenía clara su postura, pero no tenía plena motivacional:
claridad de en qué punto se ligaba a una problemá-
tica o cómo defenderla de ahí en adelante. (Archi- Un aspecto que considero muy importante en la
vos\\Registro tutorías\\Registro tutorías 2018-2). construcción de la tesis es el interés del estudiante.
Si bien en los cursos que acompañé había un tema
2. Una segunda estrategia es verificar la intención al que se debían ceñir los estudiantes (memoria), en
del estudiante invitándolo a revisar la redac- esta tutoría y en otras, procuré ayudarlos a encontrar
ción de la tesis o a que parafrasee su tesis en los primero su tema de interés con la convicción perso-
nal de que cualquier tema se podía articular con el
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tema de memoria. Este estudiante empezó dicien- decían aquí en uno de los manuales, es muy difícil
do que no sabía nada del tema de memoria y que que alguien empiece a escribir de algo que no sabe,
por eso se le dificultaba, pero luego encontró que entonces mi primer, mi primer acercamiento a los
este se podía relacionar con la comunidad LGBT, estudiantes es realmente “sabes del tema, has leído,
tema que le apasionaba y del cual sabía bastante. entiendes que para que puedas formular una tesis
(Elementos internos\\Registro tutorías\\Registro tu- debes tener unas lecturas...” (Elementos internos\\
torías 2018-1) Reuniones\\Monitores 8-01/10/18)
Si bien Mackiewicz y Thompson (2015) de- Este tipo de estrategias coincide con uno de los
finen las estrategias de andamiaje motivacio- principios que guía la práctica de los CNLE: escri-
nal como aquellas que se utilizan para generar bir textos argumentativos implica indagar sobre las
confianza entre tutor y tutorado, también cree- distintas posturas en relación con el tema que al es-
mos que estas se pueden orientar hacia la moti- tudiante le interesa para poner a prueba sus propios
vación del estudiante con respecto a los temas puntos de vista (Weston, 2006) y tomar posturas
sobre los cuales se le propone trabajar. Este tipo mejor informadas al respecto. En otros términos,
de estrategias resulta coincidente con lo seña- argumentar también es una oportunidad de usar la
lado por Quintana (2004), en el sentido de que escritura para aprender (Andrews, 2010; Andriessen
también es responsabilidad del tutor hacer que y Baker, 2014; Molina y Carlino, 2013; Nussbaum,
el estudiante disfrute del proceso de redacción, 2021; Rapanta, 2019; Rosales y Vázquez, 2011). Al
aprecie su importancia y adquiera estrategias. respecto, Schwarz (2009) explica cómo al tiempo
4. La siguiente estrategia tiene que ver con que al- que se puede aprender a argumentar, el argumentar
gunos estudiantes llegan a la tutoría sin la cla- mismo es una oportunidad para aprender.
ridad suficiente sobre el concepto mismo de Una tendencia que se evidencia en las estrategias
tesis y algunos criterios para su construcción. orientadas a guiar el proceso de construcción de la
Por ello, es necesario reforzar este concepto a tesis es la búsqueda de claridad tanto en la concep-
través de la explicación, estrategia de tipo ins- tualización acerca de las características de una tesis
truccional: “Cuando lo logré, y no me queda- como en las ideas que desarrolla el tutorado en rela-
ron dudas de que lo había entendido, le ofrecí ción con su temática de interés. Para el primer efecto
indicaciones sobre cómo crear una buena tesis los tutores pueden recurrir a estrategias instructivas
y cómo esta podía ser apoyada por argumen- tales como reforzar el concepto, mientras que para el
tos” (Elementos internos\\Registro tutorías\\ segundo usan estrategias de andamiaje cognitivo, de
Registro tutorías 2018-2). modo que el estudiante vaya ganando claridad sobre
5. La última estrategia identificada para apoyar la el tema y la postura que desea sustentar en su texto.
construcción de la tesis es formular preguntas, En la tabla 3 se resumen las estrategias identifi-
por ejemplo, para indagar qué sabe el estudian- cadas para apoyar a los estudiantes en la construc-
te del tema sobre el que pretende escribir, y ción de sus tesis.
eventualmente invitarlo a profundizar sobre la
temática: Estrategias tutoriales para la búsqueda de
argumentos
El problema es que cuando llegan los estudian-
tes, digamos por ejemplo, en ese, en ese tema pun- Una vez los estudiantes logran tener más clara una
tual de la tesis, llegan a tutoría, la tutoría sí es un tesis para sustentar, la siguiente tarea en el proce-
poco, cómo explicarlo, como un poco ahondar en so es que puedan encontrar argumentos realmen-
qué sabe el estudiante del tema, porque como lo te pertinentes para dar soporte a sus posturas. Las
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siguientes son las estrategias reportadas para apo- expresar lo que realmente quería. (Elementos inter-
yar esta parte del proceso. nos\\Registro tutorías\\Registro tutorías 2018-2)
1. La estrategia mayormente señalada es invitar
a reelaborar los argumentos de acuerdo con 3. La tercera estrategia mencionada por los tuto-
criterios como la claridad de cada uno, las re- res es representar la estructura argumentativa
laciones entre uno y otro, y especialmente la a través de organizadores gráficos, como por
relación entre estos y la tesis. Una de las es- ejemplo la red argumentativa (Pardo y Baquero,
trategias al respecto es identificar los garantes 2001), los cuales pueden facilitar una rápida
(Toulmin et al., 1984), marcos conceptuales o visualización de los contenidos, su interioriza-
creencias (Pardo y Baquero, 2001) que están a ción y recordación:
la base de la relación entre tesis y argumentos:
Se acuerda revisar la información que ya se tiene
Se le solicitó al estudiante identificar sus argu- para poder seleccionar la más relevante y replantear
mentos, señalando la conclusión de cada uno de sus los argumentos señalando cada una de las partes,
argumentos, sus datos y garantes. A partir de esto, se según el modelo de Toulmin. Aunque esta última
pudo determinar que dos de sus argumentos termina- parte se encuentra en el formato, los estudiantes la
ban con conclusiones que no eran el resultado de los omiten o la completan de una forma inadecuada.
datos y garantías con los que se contaba. Por ende, Sin embargo, cuando se les recuerda el esquema
esto afectaba la coherencia de sus ideas. (Elementos gráfico de la red y se les pide ubicar cada elemento,
internos\\Registro tutorías\\Registro tutorías 2018-2) se ven forzados a revisar sus apuntes o a hacer pre-
guntas frente a lo que no tienen claro, de modo que
2. La segunda estrategia mayormente reportada es es más fácil irles explicando el modelo y, a su vez,
volver a la tesis y eventualmente replantearla, encontrar las debilidades argumentativas. En conse-
de modo que haya coherencia entre esta y los cuencia, se le pide revisar de la misma manera los
argumentos planteados: demás argumentos y graficarlos en la red argumen-
tativa que plantea el modelo. (Elementos internos\\
También me percaté de que sus argumentos no Registro tutorías\\Registro tutorías 2018-2)
apoyaban plenamente la tesis. No obstante, tras de-
batirlo con él, nos dimos cuenta de que en realidad Cabe aclarar que en este fragmento se pre-
el problema no eran los argumentos, sino que no ha- senta una interacción de estrategias, pues si
bía sabido utilizar bien las palabras en la tesis para bien el tutorado es quien grafica la estructura
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detallada de uno de sus argumentos (andamiaje defender. La tendencia por parte del tutor es utili-
cognitivo), parece haber una explicación pre- zar estrategias de andamiaje cognitivo para que el
via de la gráfica (estrategia directiva), seguida estudiante tome un rol activo y se apropie de su
de una sugerencia para revisar los otros argu- proceso de aprendizaje. Esto se corresponde con
mentos con la misma estrategia. la función del tutor en un contexto de tutoría en-
4. Otra estrategia es formular preguntas clave, tre pares, ya que funge como una audiencia preli-
bien para que el estudiante cualifique los argu- minar, crítica y atenta, que favorece el desarrollo
mentos y su conexión con la tesis, o bien para metacognitivo y metalingüístico del estudiante, así
que identifique la necesidad de continuar inda- como el uso de estrategias de mejoramiento que
gando sobre el tema para fortalecer la argumen- distan de la mera corrección autoritaria del texto
tación presentada: (Carlino, 2002).
A continuación, presentamos la tabla que re-
Al identificar que los argumentos que trae la es- sume las estrategias tutoriales encontradas para
tudiante no están realmente argumentando su tesis, acompañar a los estudiantes en la definición de
puesto que no tienen garantías, se le pide a la estu- los argumentos para sus tesis.
diante leer su argumento y responder lo siguiente:
¿En qué se soporta tal aseveración?, ¿en qué infor- Tendencias en las estrategias encontradas
mación se basa?, ¿esos soportes realmente sustentan
el tema o podrían llegar a ser irrelevantes para el Hasta aquí hemos presentado lo correspondien-
contexto?, ¿por qué?, ¿cómo, partiendo de esa idea, te a la codificación de primer nivel de los datos
llegamos a tal conclusión?, y ¿cuál es la información encontrados. En cuanto a la codificación axial, la
general que está detrás que nos permite llegar a tal comparación entre las estrategias presentadas en
punto? (Elementos internos\\Registro tutorías\\Re- las secciones anteriores muestra una mayor ten-
gistro tutorías 2018-2) dencia de parte de los tutores a utilizar estrategias
de andamiaje cognitivo. El predominio de estas es-
Como se evidencia en las estrategias encontra- trategias resulta consistente con un escenario de
das para la búsqueda de argumentos, el tutor pro- tutoría en el que el estudiante debe ser el centro
pende por que el tutorado genere y reconozca las del proceso de aprendizaje y el acompañamiento
relaciones entre los componentes internos del ar- debe estar orientado a brindarle herramientas que
gumento (aserción, evidencias y garantes) y entre le permitan reconocerse como aprendiz, ser autó-
cada uno de los argumentos y la tesis que pretende nomo en su proceso y participar de manera activa
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en este (Duran et al., 2014). En dicho escenario de Las estrategias encontradas, que parten de di-
tutoría se busca que el estudiante vea la escritu- ficultades percibidas por el tutor tanto en la etapa
ra como un proceso y que fortalezca su confian- de planeación como de escritura del primer borra-
za frente a esta práctica, y no que se convierta en dor, sitúan a este como una figura mediadora que
un espacio en el que el tutor corrige la produc- orienta el desarrollo de capacidades metacogniti-
ción escrita del tutorado (Bell, citado por Topping, vas (Carlino, 2002) en el estudiante: evaluar los re-
1996; Carlino, 2006; Harris, 1995; Molina, 2017; sultados del proceso, comparar el resultado con la
Quintana, 2004). planeación realizada y analizar los componentes
La comparación entre las estrategias para la for- del esquema argumentativo con miras a establecer
mulación de la tesis y para la búsqueda de argu- relaciones coherentes.
mentos muestra que en ocasiones los estudiantes Adicionalmente, la comparación entre las es-
requieren refuerzos en su comprensión sobre las trategias para la construcción de la tesis y la bús-
características propias de la argumentación. Para queda de argumentos muestra que en ambas fases
este efecto, los tutores pueden recurrir a estrategias del proceso los tutores invitan a los estudiantes a
directivas, a través de la explicación de cómo se reescribir y a graficar relaciones. En tal sentido, se
construye una tesis, u ofrecer ejemplos que ilustren promueve el uso de la escritura para que los estu-
las diferencias entre argumentos y garantes. En tal diantes mejoren su comprensión en relación con
sentido, Mackiewicz y Thompson (2015), respec- la temática y subtemáticas sobre las que desean
to a la estrategia instructiva de explicar, sugieren escribir, con lo cual la escritura adquiere el valor
que esta les permite a los estudiantes entender el epistémico que debe tener (Carlino, 2013). Ade-
porqué de determinada sugerencia u observación, más, la reescritura en ambas etapas del proceso
más que solo el cómo seguirla, con lo que final- promueve que el tutorado sea claro consigo mis-
mente las estrategias directivas también contribu- mo y con el tutor, con quien forma una relación
yen para favorecer la autonomía del tutorado. basada en el diálogo, para dar cuenta de sus ideas,
Por otra parte, en el proceso de planear y cons- lo cual resulta coincidente con los resultados de
truir sus textos argumentativos, los estudiantes ne- Chois-Lenis et al. (2017) sobre los beneficios que
cesitan ir ganando claridad sobre los contenidos reporta la tutoría para los estudiantes.
mismos de su texto, es decir, sobre la temática par- Para finalizar, queremos señalar que la sistemati-
ticular que van a trabajar, la tesis que van a susten- zación de las estrategias que los tutores de los CNLE
tar y los argumentos que van a utilizar. Para este usan en el acompañamiento a los estudiantes con-
efecto, los tutores usan estrategias de andamiaje tribuye a la caracterización del papel que aquellos
cognitivo. En estos contextos específicos, la par- cumplen para favorecer el desarrollo de las compe-
ticipación del tutorado es activa, en tanto la tuto- tencias de argumentación escrita de los estudiantes.
ría es un escenario de diálogo y confrontación de Sin embargo, esta investigación también nos ha per-
ideas en el que las subjetividades de ambos parti- mitido reflexionar sobre la práctica pedagógica de
cipantes “establecen negociaciones para definir el los mismos docentes por dos razones.
objetivo que se construirá de manera colaborativa” En primer lugar, porque nos permite identificar
(Molina, 2017, p.18). Así, en esta situación comu- la distancia entre nuestros objetivos de enseñan-
nicativa, es importante tanto la comprensión del za –la zona de desarrollo potencial de Vygotski
estudiante como la del tutor para guiar de manera (2009)– y el nivel en el que se encuentran los es-
adecuada el proceso de planeación en concordan- tudiantes –su zona de desarrollo efectivo–, debi-
cia con el propósito que persigue el estudiante con do a la mayor cercanía que los tutores tienen con
su texto. los procesos particulares de los estudiantes y los
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diversos tipos de dificultades que se les pueden Así mismo, los resultados de esta investigación
presentar en los niveles cognitivo y afectivo-emo- constituyen un aporte en el campo de las estrate-
cional. Tal cercanía y relación intermedia ha sido gias tutoriales para favorecer procesos de escritura
reportada ya por varios autores. Así, por ejemplo, en la universidad, específicamente de textos argu-
Topping (1996) señala que la relación entre tutor y mentativos. La sistematización de las estrategias
tutorado se diferencia notablemente de la relación de andamiaje cognitivo y de carácter directivo en
entre profesor y estudiante, en la medida en que las distintas etapas de la argumentación, a saber:
la tutoría no consiste en la transmisión de conoci- la identificación de temas polémicos, la construc-
miento de una persona más hábil a otra menos há- ción de tesis y la búsqueda de argumentos, se pue-
bil. Asimismo, Harris (1995) menciona que el tutor den convertir en un apoyo tanto para la formación
es una figura intermedia entre el profesor y el estu- de tutores de cursos introductorios a la lectura y
diante, lo que le permite acercarse a este último y escritura en la universidad, como de tutores ubi-
trabajar de maneras que el profesor no puede. cados en centros de escritura. Queda pendiente la
En segundo lugar, el trabajo de los tutores tam- identificación de estrategias de andamiaje motiva-
bién puede ayudar a enriquecer y mejorar la prác- cional, que también reportan los tutores, pero que
tica de los docentes gracias a la identificación de por razones de espacio no pudieron ser desarrolla-
la rica variedad de estrategias utilizadas por ellos das en este artículo.
en sus procesos de acompañamiento con los es-
tudiantes. Adicionalmente, estas estrategias han Reconocimientos
surgido de la identificación de las principales difi-
cultades por las que atraviesan los estudiantes, las En este artículo se presentan resultados parciales
cuales no siempre podemos distinguir los docentes de la investigación “Naturaleza de las propuestas
al tener que orientar nuestra acción hacia los gru- didácticas en los Cursos Nivelatorios de Lectoes-
pos completos. critura (CNLE), sede Bogotá, y su impacto en el de-
sarrollo de la argumentación escrita”, financiada
Conclusiones por la Vicedecanatura de Investigación y Extensión
de la Facultad de Ciencias Humanas, Universidad
Los hallazgos de esta investigación revelan que en Nacional de Colombia, Convocatoria Orlando Fals
la práctica de los tutores de los CNLE para favore- Borda 2017, código 39018. Los autores agradecen
cer procesos de argumentación escrita predominan a Johanna Acosta, Natalia Alejandra Leiton, Cris-
estrategias de andamiaje cognitivo, situación con- tian Leonardo Murillo y Juan Alonso Mejías, quie-
sistente con la creación de espacios en que se fa- nes fungieron como tutores de los CNLE durante
vorezca la autonomía por parte de los tutorados 2018. A partir de su trabajo y reflexiones se cons-
(Alzate-Medina y Peña-Borrero, 2010; Gallego y truyó este artículo.
Sánchez, 2016) y con procesos pedagógicos de ca-
rácter (socio)constructivista. No obstante, las difi- Referencias bibliográficas
cultades reportadas en relación con nociones como
tesis o distinción entre tipos de argumentos, o entre Alzate-Medina, G. M. y Peña-Borrero, L. B. (2010). La
argumentos y garantes, hacen necesaria la imple- tutoría entre iguales: una modalidad para el desa-
mentación de estrategias de tipo instruccional como rrollo de la escritura en la educación superior. Uni-
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tos argumentativos. Una aproximación didáctica. tb00381.x
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ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021). pp. 172-187.
Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.18780 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Judith Kalman2
Resumen
En un restaurante en el centro de México, los dueños colocaron una figura de san Antonio de Padua, parado de cabeza. Al poco
tiempo de inaugurarse, en apego al culto tradicional a san Antonio, los propietarios empezaron a encontrar cartas adheridas a la
superficie del santo, por lo que decidieron ubicar un atril con un libro de actas donde comensales podrían escribirle una carta
al santo. El contexto de un espacio con motivos religiosos en un restaurante creó un espacio híbrido de lo sagrado y lo profano,
un contraste que se observa en las cartas que las comensales allí escribieron. La finalidad de este artículo es examinar algunas de
estas cartas y explorar las semejanzas y diferencias entre ellas en su estructura, tono, uso de lenguaje y discurso. Se ilustra cómo
las diferencias se explican por la coexistencia de posibles posicionamientos y prácticas sociales presentes en el mundo social
de las autoras.
Palabras claves: escritura, México, prácticas sociales, catolicismo, parodia, oración.
Abstract
The owners of a restaurant in central Mexico placed a figure of Saint Anthony of Padua, standing on its head. Shortly after the
establishment’s inauguration, the owners began to find letters taped to the surface of the saint. Writing letters to Saint Anthony is
a popular custom among his followers, so the proprietors decided to place a lectern with a hardcover oversized notebook where
diners could write their messages. This space is loaded with religious motifs and joyous mockery, and it provides an extraordi-
nary context where the sacred and the profane meet, a contrast the guests’ letters readily reveal. The purpose of this article is to
examine a selection of letters and explore the similarities and differences between them in their structure, tone, use of language,
and speech. A fundamental part of the analysis includes the insertion of the letters in their socio-historical context. The findings
illustrate how the differences can be explained by the coexistence of diverse social positions and practices present in the current
world of the authors.
Keywords: Writing, Mexico, social practices, Catholicism, parody, prayer.
1 Investigadora titular del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, México.
Correo electrónico: jkalman@cinvestav.mx. ORCID: http://orcid.org/0000-0002-0930-5121
Cómo citar: Kalman, J. (2021). La corona, la cruz y el corazón. Alianzas y rebeldias en cartas a san Antonio de Padua. Enunciación, 26(2), 188-206. DOI: https://doi.
org/10.14483/22486798.18780
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La corona, la cruz y el corazón. Alianzas y rebeldias en cartas a san Antonio de Padua
Kalman, J.
Uno de los santos más populares en América La- La finalidad de este artículo es buscar explica-
tina es san Antonio de Padua, conocido como el ciones a estas diferencias mediante el análisis de
protector de los niños, el interventor de los asun- las cartas desde su contexto sociohistórico. Para
tos románticos y el encargado de encontrar los ob- ello, presento una revisión de seis cartas seleccio-
jetos perdidos. Especialmente venerado entre las nadas, las dos primeras para mostrar algunas con-
mujeres solteras que buscan encontrar pareja, este sideraciones metodológicas y las cuatro restantes
santo es objeto de todo tipo de súplicas y rituales: para examinar las diferencias entre unas y otras.
sus devotas lo paran de cabeza para obligarlo a En esta revisión, mi argumento principal será que
cumplir, lo entierran, le quitan el niño Jesús que las divergencias en los textos, sus tonos y mati-
trae abrazado y se lo sumergen en agua. ces se deben a los posicionamientos intenciona-
Conscientes de su presencia y popularidad en dos de sus autoras (Kress, 2003; Blommaert, 2005,
las prácticas católicas locales, los dueños de un 2008). Aun cuando el ambiente es polivalente –un
restaurante en México crearon un escenario en el espacio donde la piedad religiosa y lo festivo se
interior de su establecimiento alrededor de la fi- encuentran–, pretendo ilustrar cómo las diferen-
gura y popularidad de san Antonio. A esta sección cias se explican por la coexistencia de posibles
del restaurante le dieron el nombre de El Rincón posicionamientos sociales presentes en el mundo
de las Solteronas, y en ella pusieron de cabeza una actual de las autoras. Rodeados por oraciones y
estatua del santo de más de dos metros de alto y textos bromistas, iconografía católica e imágenes
también colocaron más de 500 figuras de san An- cómicas, artefactos sagrados y profanos, las perso-
tonio de Padua –también de cabeza– de materia- nas que conviven en este lugar se persignan, rezan,
les, tamaños y apariencias diversas y llamativas. realizan rituales, al mismo tiempo que consumen
Al poco tiempo de inaugurarse, los propietarios bebidas alcohólicas, comen y echan relajo (Farr,
empezaron a encontrar numerosas cartas pegadas al 1994). De hecho, habría que preguntarse por qué
santo, por lo que decidieron situar un libro de actas en un país predominantemente católico, en donde
frente a la estatua, en un atril, donde los comensales la Iglesia todavía ejerce un fuerte poder ideológico
podrían escribir una carta o pegar un escrito previa- en la vida política, social y cultural, los dueños del
mente elaborado. Actualmente existe una vasta co- restaurante se permitieron crear un espacio donde
lección de escritos elaborados por comensales del lo sagrado y lo profano coexisten y se fusionan.
restaurante durante más de 15 años; hay cerca de
20 000 cartas repartidas en aproximadamente 18 Introducción: la escritura vernácula,
tomos y se siguen coleccionando. poderes mágicos y los seres invisibles
Al conocer esta compilación, me pareció que
su valor para conocer usos espontáneos de la es- Existen antecedentes históricos de la estrecha re-
critura vernácula era incalculable. A primera vis- lación entre lo sagrado y lo profano en la cultura
ta, las cartas se parecían mucho y rápidamente su católica. Ya en el Medievo, en los pueblos se cons-
lectura se me hizo un tanto repetitiva y monótona, truían templos y tabernas, muchas veces en los po-
un atributo descrito previamente por Alber-Llorca los opuestos de la aldea, marcando la esfera divina
(1993) en su estudio de cartas escritas a varios san- de los primeros y lo mundano de los segundos. Los
tos en Francia. Sin embargo, los escritos de todas primeros se dedicaban al sacramento y los segun-
maneras me atraían, pues una segunda mirada re- dos a hospedar viajeros, vender alimentos y bebidas
velaba una diversidad importante de estilos, di- embriagantes y proveer un espacio para las celebra-
seños y discursos que me plantearon importantes ciones y fiestas (Kümin, 2005). Si bien en muchos
preguntas acerca de las evidentes diferencias y di- lugares estas dos funciones se mantenían claramen-
sonancias profundas que se descubren entre ellos. te separadas, hay abundante evidencia de que en un
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número importante de sitios lo sagrado y lo profano una especie de doblaje de lo irreverente sobre lo
convivían estrechamente: por un lado, se han docu- piadoso mediante la risa, la burla y la imitación.
mentado casos de monjes y sacerdotes que produ- El interés en las cartas a san Antonio está en la
cían y vendían cerveza y vino en parroquias, y por posibilidad de conocer el uso de la escritura para co-
el otro, posadas que recibían permisos para ofrecer municaciones y registros cotidianos, de entender es-
misas o albergar capillas privadas en sus interiores tos escritos como un testimonio de la cultura que se
(ver Kümin, 2005). La relación entre los contextos escribe, y de comprender algunas de las expresiones
religiosos y los impíos tiene una larga y complica- de cambio que estamos viviendo en la relación de
da historia de yuxtaposiciones y traslapes donde las la mujer con la Iglesia. En este sentido, estas misivas
diferencias entre el uno y el otro se marcan más por pueden ser analizadas desde diferentes ángulos: co-
la actividad que por una clara división del espacio mo una forma particular de contacto del ser humano
mismo o distancia física. A veces, los límites entre con seres invisibles, como evidencia de prácticas de
ellos eran borrosos y permeables. escritura y religiosidad popular, como manifestación
Según Brown (1981), esta situación híbrida tie- de la diseminación de lo escrito en la sociedad y co-
ne una larga historia dentro del catolicismo, lo so- mo portadoras de tendencias sociales del siglo XXI,
lemne y lo jubiloso han coexistido durante siglos: y retratos de la situación de la mujer en México y su
desde la Edad Media en las fiestas de los santos relación con la Iglesia y sus doctrinas. Aun cuando la
patrones se exhibían actos de penitencia y oración mayoría de las personas que comían en el restauran-
simultáneamente con magia, acrobacias, baile y te pertenecían a la clase media o más alta, los restau-
música. Este mismo autor describe la importancia ranteros también permitían la entrada de visitas para
en la Edad Media de las fiestas de los santos y las conocer El Rincón de las Solteronas y dejar sus cartas
peregrinaciones como un lugar en donde los parti- al santo, aun cuando no consumían, situación que
cipantes vivían el encuentro de lo sagrado y lo pro- amplía el espectro del perfil de mujeres que vierten
fano. Las peregrinaciones eran, por ejemplo, una su escritura en el lugar.
de las situaciones en que la estricta separación de La historia del uso de la escritura como un medio
las mujeres y los hombres se perdía. Se permitían de comunicación con seres invisibles sobrenaturales
también la risa, la mezcla de cantos y formas de data de la antigüedad: se han localizado textos de
oración y los excesos en la bebida y la comida. este tipo inscritos en superficies de materiales ubica-
Las fiestas de los santos representaban una especie dos en diferentes lugares considerados sagrados –en
de segunda vida, alejada del dogma religioso y la tumbas, iglesias o conventos–. En algunos casos, los
vigilancia eclesiástica. Más aún, en estas festivi- escritos a los seres supernaturales son mal intencio-
dades, no había espectadores, todos los asistentes nados, hay manifestaciones populares que unen lo
participaban en la celebración y los que asistían divino con lo diabólico, lo sagrado con lo profano
vivían la fiesta (Morris, 1994) (Brown, 1981). Un buen ejemplo son las maldicio-
Mediante el concepto de carnaval, Bakhtin nes romanas escritas en placas metálicas y enterradas
(1984) teoriza el encuentro de la autoridad con en un hoyo para acercar a los maldicientes con los
la cultura popular y explora formas de expresión demonios (Tekavčić, 1982; Rodríguez, 1998).
en las cuales el pueblo manifestaba rebeldía y re- Asimismo, a la escritura se le han atribuido po-
sistencia frente a fuerzas sociales centralizadoras deres mágicos y supernaturales por lo que es po-
y dominantes. El humor y el caos son el espacio sible encontrar palabras inscritas en amuletos y
de lo no oficial donde se puede cuestionar la au- hechizos. En Brasil, durante la Colonia, se escri-
toridad y debilitar lo hegemónico (Morris, 1994). bían las cartas de tocar donde se apuntaba el nom-
Es también un ejemplo de cómo se encuentran el bre de la persona a quien se pretendía enamorar.
discurso sagrado con el profano: en la parodia hay De acuerdo con Rodríguez (1998),
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[...] en Minas Gerais, aún en el siglo XVIII, María templo de Jerusalén (Telushkin, 2001) y también
Águeda portaba en su pecho un papel con unas cru- con el volumen intitulado Recetas y memorias pa-
ces, del que decía que servía para atraer a los hom- ra guisados, confituras, aguas y aceites, adobos de
bres a tener tratos ilícitos. En Recife, Antonio José guantes, ungüentos y medicinas para muchas en-
Barreto cargaba un papel con el signo de Salomón y fermedades, que data de los siglos XVI y XVII, y
un credo invertido, que afirmaba le protegía el cuer- cuya intención es un poco distinta a los exvotos.
po y volvía fáciles a las mujeres. (p. 3) Escrito en portugués y en español, incluye una co-
lección de textos populares aparentemente escritos
Un antecedente histórico a las cartas a los san- por varias mujeres. Entre las recetas, consejos de
tos son los exvotos, un tipo de ofrenda que los cre- belleza y remedios caseros se encuentran oracio-
yentes practicaban en distintas culturas antiguas. nes milagrosas y “la práctica oración dirigida a san
Aunque en el continente americano existían las Antonio contra las lombrices” (Mantecón, 2008).
ofrendas antes de la llegada de los españoles, la Aunque en este caso no se trata necesariamente de
tradición cristiana de apelar y obsequiar a entida- una misiva dirigida al santo, es clara evidencia
des superiores la introdujeron los europeos con la de la diseminación de la cultura escrita entre las
evangelización y el adoctrinamiento católico (Her- mujeres y de su uso para fines cotidianos. Su escri-
nández y Monterrubio, 2016). Los exvotos son ob- tura sugiere que es una oración importante y deja
jetos que los fieles ofrendan a Dios mismo, a la testimonio de las preocupaciones de la época.
Virgen o a los santos, generalmente para agradecer Otro ejemplo es el de Frei Galvao, un santo bra-
los favores recibidos y “se cuelgan de los altares de sileño que vivió en el siglo XIX (De Souza, 2008),
ermitas, santuarios e iglesias” (Rodríguez-Becerra, y cuyo caso está documentado en una fuente en
1985, p. 5). En México, existe entre los católicos internet (Santopedia.com, 2020). La nota en su pá-
la costumbre de ofrecer pequeñas medallas o dijes gina web narra lo siguiente:
metálicos con diversas formas: un automóvil, un li-
bro, un miembro del cuerpo –una mano, una pier- Cuando no pudo asistir a los enfermos, Frei
na, un corazón– que se prenden a las vestimentas Galvao comenzó a escribir en un papel una oración
de la figura de un santo o de una virgen para pedir a la Virgen María en latín que, enrollado en forma
un milagro. En la práctica del catolicismo, el exvo- de píldora, se colocaba en la lengua de enfermos y
to también es un objeto de ofrenda dejado por los mujeres embarazadas para lograr la curación o para
fieles que solicitan una intervención divina o en ayudar en el parto.
agradecimiento por un favor concedido.
El obsequio de una carta o plegaria a un santo Lo que estos testimonios sugieren es que, ya
se puede considerar un tipo de exvoto y la tradi- para el siglo XVII, la lengua escrita se diseminaba
ción de crear un obsequio escrito se ha documen- hacia las clases populares y su uso se encontraba
tado no solo en el caso de san Antonio, sino que es entre las opciones culturales y comunicativas de
una práctica ampliamente difundida para fines del un creciente sector. Aún cuando la escritura y la
siglo XX (Alber-Llorca, 1993). Algunos casos par- elaboración de documentos seguían en manos de
ticulares incluyen a la Virgen María, san Ramón, una élite y de la burocracia naciente, ya desde la
san Charbel –quien recibe listones de colores lla- Edad Media la lectura y la escritura de documentos
mativos con mensajes escritos en su superficie–. oficiales afectaban directamente la vida cotidiana
El origen de esta práctica no es claro, apenas he de las personas: la lectura pública de los decretos
encontrado algunas pistas acerca de sus inicios. La reales se traducía, por ejemplo, en obligaciones
fecha del siglo XVII coincide con la costumbre de fiscales y en el pago de tributos a los señores feu-
dejar plegarias escritas en el muro occidental del dales (Kalman, 1999).
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El restaurante puede verse como un espacio hí- y sagrado coexiste con lo profano y cotidiano.
brido donde su cara sagrada llama a la devoción y Estas dos posturas, representadas en los objetos y
al acercamiento con lo divino. El entorno invita a las imágenes, las retoman las escritoras en la cons-
las comensales a la oración y a escribir una petición trucción de su posicionamiento plasmada en sus
solemne a san Antonio. En este espacio la religio- escritos. Algunas se posicionan desde la fe religio-
sidad se representa a través de artefactos e íconos sa, otras desde la fiesta y otras ensamblan las dos
portadores de profundos significados religiosos pa- posibilidades en textos híbridos.
ra los mexicanos (en su mayoría católicos) como la
cruz, la figura del sagrado corazón, los textos ha- Marco teórico: lo escrito, el contexto y la
giográficos, las oraciones escritas y el rosario. En las parodia
paredes hay exvotos, veneraciones y oraciones de
agradecimiento y fe donde se da testimonio de los Los nuevos estudios de literacidad (new literacy
enamoramientos y matrimonios logrados gracias a studies, NLS) postulan que leer y escribir son ac-
la intervención del santo. Allí, al visitarlo, muchas tividades situadas complejas y que ocurren den-
escritoras se posicionan con seriedad frente a lo ca- tro de prácticas sociales más amplias. Brian Street
tólico y su doctrina, y llegan para rezar y meditar (1984) argumentó en contra de la neutralidad de
como si estuvieran en una iglesia y no en un res- lo escrito y conceptualizó el carácter contextual
taurante. Esto se observó durante varias visitas al e ideológico de la lectura y la escritura; llevó los
restaurante donde algunas comensales hicieron el propósitos de los lectores y escritores al centro del
ritual de darle trece vueltas a la figura de San Anto- debate sobre la alfabetización, los discursos y las
nio, colocarle trece monedas y prenderle una vela. relaciones de poder (Collins y Blot, 2003; Barton
Algunas bajaron su mirada y rezaron. y Hamilton, 1998; Street, 1995). NLS representa
A la vez, hay varios objetos y textos que contie- un giro social en la investigación sobre alfabeti-
nen también un carácter festivo que promueve la zación y pone en la mira lo que las personas hacen
convivencia, la fiesta y lo carnavalesco, expresa- con y a través del lenguaje escrito y en concier-
do en “composiciones verbales cómicas, parodias to con otros (Bloome et al., 2019). Como aseguran
orales y escritos” (Morris, 1994, p. 196). Coplas, Barton y Hamilton (1998), “este enfoque mira más
sátiras, y expresiones pictográficas burlescas se ex- allá de los textos mismos y mira lo que la gente ha-
hiben junto a las imágenes sagradas. Se observa ce con ellos, con quién, dónde y cómo” (p. xvii).
en los cuadros bromistas al santo de cabeza con En sus escritos posteriores, Street (2016) señaló
su hábito caído y sus prendas íntimas visibles, los que “el término ‘alfabetización como práctica social’
exvotos con textos con insinuaciones sexuales, y (literacy as social practice, LSP, por sus siglas en in-
al centro, el santo gigante parado de cabeza. El glés) ha reemplazado, hasta cierto punto, al término
nombre que los dueños del restaurante le dieron anterior ‘nuevos estudios de literacidad’” (p. 336). El
al espacio –El Rincón de las Solteronas– simple- concepto de LSP se refiere a la lectoescritura en uso.
mente invita a su clientela a divertirse y a hacer La lectoescritura y su contexto de uso son insepara-
bromas mientras consumen bebidas y alimentos. bles, su análisis requiere ver uno a través del otro:
En las cartas hay quienes hacen juegos de pala- el contexto a través de las prácticas lectoescritoras y
bras y escriben plegarias irreverentes en el contex- las prácticas a través del contexto (Lave, 2017). Ne-
to de una relación festiva y burlona con el santo cesariamente, LSP reconoce la pluralidad de litera-
y el dogma religioso. En este sentido, convergen cidades, que existen diferentes prácticas lectura y
cuando menos dos posibles contextos en el mismo escritura con diferentes valores y posibilidades.
espacio y los visitantes construyen (Mier, 2017) có- Blommaert (2008, p. 50) señaló que los investiga-
mo posicionarse al acudir el restaurante: lo divino dores trabajando desde esta perspectiva dirigen sus
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esfuerzos hacia la comprensión del papel de lo escri- orden y el caos, y un contexto sociohistórico com-
to en la vida social y los tipos de géneros y eventos plejo donde se observan la continuidad de cos-
comunicativos donde se encuentran (Méndez-Arreo- tumbres religiosas tradicionales y el surgimiento de
loa y Kalman, 2019). Propuso que los textos no nuevos comportamientos para la mujer en el siglo
tienen una existencia aislada: están firmemente an- XX. Escribir a los santos está ligado a la religiosidad
clados en actividades situadas más amplias. Un texto popular y a los principios católicos de passio (pa-
siempre está conectado a su proceso de producción, sión) y praesentia (presencia) –pasión saca a la luz
circulación, recepción, reutilización, etc. los hechos milagrosos de los santos y presencia trae
Esto plantea interesantes cuestiones teóricas (y las hazañas del pasado al presente (Brown, 1981)–.
metodológicas) a la hora de analizar un corpus de Los escritores movilizan figuras retóricas conoci-
documentos escritos cuando el investigador no tie- das y formas discursivas de oraciones en contraste
ne acceso a los escritores, como es el caso de las con las formas locales de humor, insinuaciones se-
cartas a san Antonio. Si bien la escritura deja una xuales, y participan en lo que Brown (1981, p. 43)
huella material de contextos y eventos sociales, se llama la sociabilidad no regulada en las peregri-
ha establecido desde hace mucho tiempo que su naciones y festividades relacionadas con el santo
significado solo está parcialmente codificado en el durante la Edad Media, creando prácticas actuales
texto, los lectores aportan conocimiento y expe- que también dan continuidad a las de la Edad Me-
riencia a su comprensión (Rosenblatt, 1993). En el dia. De esta manera, Brown (1981) sostiene que
caso de las cartas, hay creencias y posturas presen- las conductas públicas irreverentes, formas profa-
tes que no están codificadas en el texto. Por ejem- nas, las parodias y el humor siempre coexistieron
plo, hay algunas que se sostienen sobre la creencia con las plegarias, las súplicas piadosas y las con-
de que una mujer puede tener varias parejas, ductas religiosas vigiladas por la Iglesia.
que lo material importa y no solo lo espiritual, Bakhtin (1982) rechaza la idea de la singulari-
o que una mujer puede disfrutar su sexualidad. Es- dad del hablante (Puig, 2013). Propone que la pa-
tas premisas se vuelve creencias practicadas (Lave, rodia es una forma discursiva a dos voces: en este
2017) cuando piden al santo “nuevos modelos” caso, la palabra sagrada y reguladora de la iglesia
(figura 4), “que tenga lana” (figura 2) o “un hombre y la palabra interna, donde la voz propia se eman-
papucho, guapo... y sensual” (figura 6). cipa del habla autoritaria. En la parodia, el autor
La pregunta es, entonces, ¿qué aportamos des- habla a partir de la voz de la autoridad e introduce
de nuestra lectura de estas cartas? al discurso una intención semántica que contradi-
Como lectora de ellas, intento ver qué caracte- ce o distorsiona la intención original, creando una
riza a unas y qué caracteriza las otras. Cuando las disputa entre las dos voces. En la tensión entre la
leo, ¿qué es lo que me imagino? ¿Un reclinatorio voz autoritaria y la paródica, emergen la risa, el
o una mesa con copas y platos, con los amigos humor, la ironía y la burla a ciertas formas discur-
bromeando y conviviendo? Trato de ver también sivas establecidas (Morris, 1994).
los claroscuros, el relajo de la fiesta, las bromas y
chistes y la creencia religiosa. Metodología: la lectura y análisis de las
En este artículo, examino el contexto donde se cartas
escriben las cartas como una articulación compleja
donde se encuentran la tradición católica piadosa, El corpus de las cartas a san Antonio rebasa los 18 000
la fiesta, y la tensión entre lo sagrado y lo profano. textos repartidos en 14 tomos (Kalman, 2009). De-
Los artefactos contrastantes que llenan el espacio bido a la inmensidad de esta colección de escritos
físico contribuyen a la construcción de un ambien- espontáneos, fue necesario seleccionar de primera
te inmediato en el restaurante donde conviven el intención algunas de ellas para después realizar un
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La corona, la cruz y el corazón. Alianzas y rebeldias en cartas a san Antonio de Padua
Kalman, J.
Tabla 1. Cartas incluidas en la base de datos cartas utilizando algunos criterios específicos con la
Volumen Número Fechas
finalidad de poder contrastarlas: cartas claramente
de textos religiosas, cartas claramente bromistas, cartas que
Tomo I 395 peticiones Noviembre de 1997
mantenían algunas líneas piadosas pero que, a la
Del 16 de abril de 2000 al
Tomo IV 867 peticiones vez, tenían representaciones festivas. Las transcrip-
18 de septiembre de 2000
ciones de las cartas analizadas en este artículo bus-
De septiembre de 2002 a
Tomo VIII 1149 peticiones can respetar el formato, diseño, ortografía y sintaxis
mayo de 2003
Del 30 de diciembre de de las autoras.
Tomo XII 1751 peticiones 2004 al 10 de noviembre Para analizar las cartas, hice varias lecturas de
de 2005 ellas. Hace algunas líneas describí cómo las cla-
Tomo XIV 69 peticiones 13 de junio 07 (field work) sifiqué a partir de algunas características sobre-
Total 4231 peticiones salientes y formé “colecciones”. Después analicé
las cartas, línea por línea (Gee, 2011a, 2011b) en
Fuente: datos propios. una colección, identificando los usos de lengua-
je que dan idea de la relación de la escritora con
el santo (“San Toñito, ya sabes quien soy”). Bus-
análisis detallado. Para lograr este fin, se selecciona- qué algunos aspectos reiterados, por ejemplo, el
ron los tomos I, IV, VIII y XII de manera aleatoria. uso del diminutivo que es muy común en el español
Con mis colaboradoras, armamos una primera de México y señala cariño o cercanía en el caso de
base de datos que incluye la transcripción de 4231 las personas, mientras que en el caso de los ob-
cartas y una tabla de 25 descriptores1. Así mismo, jetos indica gusto por este2. También identifiqué
vistamos El Rincón de las Solteronas del 10 al 14 otros rasgos que indicaban posicionamiento, co-
junio de 2007; entrevistamos unos 30 visitantes y mo la presencia de figuras religiosas. “Poderoso
recogimos 69 cartas más. abogado”, por ejemplo, se refiere a la creencia
Para el análisis de estas fue necesario organizar- de que los santos son los intermediarios ante Dios
las y clasificarlas de alguna manera, ya que el cor- que abogan por sus devotos. También noté presen-
pus era extenso y heterogéneo. De las 4231 cartas cia de representaciones multimodales en el uso
en los tomos I, IV, VIII y XII, revisamos 3652, de es- de grafías distintas, distribución del espacio, co-
tas 3338 estaban firmadas por mujeres y 314 por lores, dibujos, la inclusión de una fotografía, etc.
hombres. Dado que la mayoría de las cartas fueron Posteriormente, comparé entre colecciones, espe-
escritas por mujeres, de aquí en adelante se usa la cialmente las cartas muy piadosas y las muy bro-
forma plural en femenino (las autoras, las escrito- mistas. Finalmente analicé de manera similar las
ras, las devotas) para hablar de las escribientes en cartas híbridas, aquellas que contienen rasgos de
su conjunto. Para su análisis, creamos una serie de lo sagrado y lo profano.
colecciones, agrupamientos intuitivos (más que sis- En cada una de estas expresiones, mi intención
temáticos) a partir de una primera lectura que real- fue identificar y comprender cómo, a través de las
zan alguna de sus características principales: cartas cartas, las escritoras se posicionan frente a lo reli-
piadosas, híbridas, profanas, infantiles, interactivas, gioso y su papel como una expresión de la vida so-
ilustradas o de literatura popular (p. ej., coplas, ri- cial. Esta búsqueda la fundamento sobre la premisa
mas, refranes). De estas colecciones seleccionamos de que la producción de las cartas es una actividad
1 Los descriptores incluyen página, fecha, nombre, lugar de origen, idioma, 2 Vale la pena señalar dos aspectos del español de México y su uso para fi-
si el texto incluye dibujos o fotografías, número telefónico, posdata; si la nes religiosos. Primero, aquí el uso del pronombre “tú” es muy común para
carta se inscribió directamente al libro de actas o si se pegó a una página, la segunda persona, es una forma de familiaridad y cercanía. Lo segundo
el inicio, tipo de letra, tipo de texto, temas, comentarios, género, informa- es que, en las plegarias, los devotos se dirigen a los santos de “tú” porque
ción sobre escolaridad si la incluye la carta. representa proximidad y confianza.
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situada, sostenida en diversas relaciones sociales e respetuosa de la doctrina católica. Ruega por el
históricas con ideologías, materialidades e institu- amor de Pino, pero “solo si es para mayor gloria
ciones. Parto de que los detalles analíticos pueden de Dios”, reconociendo la doctrina de que la vida
revelar fenómenos más amplios, que “podemos ex- depende de la voluntad divina. Una parte impor-
plorar macroestructuras mediante microdetalles” tante de las cartas son similares a esta; los escritos
(Blommaert, 2008, p. 13). Asimismo, asumo que el tienden a ser repetitivos tanto en su organización
análisis e interpretaciones que realizo siempre car- como en su contenido (Alber-Llorca, 1993). Es-
gan con mis propios prejuicios e inclinaciones. Por tructuralmente cuentan con partes claras identifi-
esta razón, lo que aquí ofrezco es mi lectura y cons- cables, pueden contener todos o algunos de los
trucción de las cartas, y reconozco que puede ha- siguientes segmentos: un saludo, una solicitud, una
ber otras (Blommaert, 2008). En mi comprensión de muestra de fe, una promesa, un agradecimiento y
ellas, entiendo que las cartas religiosas se vinculan un cierre. Se insertan en una práctica de lenguaje
con prácticas de devoción y fe, y las bromistas con religiosa que tiene modalidades orales y escritas.
ciertos contextos, probablemente urbanos, donde Las plegarias orales suelen realizarse tanto de ma-
la mujer se siente libre de varias restricciones de las nera individual como colectiva, y hay versiones es-
tradiciones católicas. Al estar dentro del restaurante tandarizadas que se encuentran escritas y en libros
se añade un elemento más, el ambiente festivo del de oraciones (ver Cancino, 2021). Asimismo, los
lugar y lo cómico de muchos de los adornos en las creyentes también escriben sus rezos.
paredes. En la misma línea, algunas de las autoras se ubi-
En un artículo previo (Kalman, 2010) examiné có- can en El Rincón de manera profana, y sus cartas
mo la carta (figura 1) ilustra la manera en que una es- son intrépidas, atrevidas e, inclusive, escandalosas
critora produce una carta piadosa a san Antonio en El (Kalman, 2009). Si bien muchas de ellas reprodu-
Rincón de las Solteronas, aun cuando el espacio está cen una estructura parecida a la plegaria, el dis-
pleno de señales que sugieren la profanidad. curso –expresado en el diseño del texto, el uso del
En la solicitud solemne de la carta 1, la escri- espacio, el contenido y sus características lingüís-
tora se posiciona como una persona religiosa y ticas– es otro.
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Aún cuando la carta de la figura 2 se aseme- recetas de cocina para ilustrar diferentes aspectos
ja a la primera en su formulación, su discurso se de la vida cotidiana de las familias y sus tradiciones.
aleja de la súplica piadosa y de su uso esperado. En este texto histórico, la receta se desvincula de la
Es claramente una parodia, un texto donde la es- cocina y la preparación de alimentos y se inserta
critora entextualiza la voz religiosa de la súplica en un discurso de narrativa histórica. Los tres casos
(Blommaert, 2008). Blommaert (2005) define en- (la carta comentada aquí, los datos transcritos y la
textualización como “un proceso mediante el cual historia de cinco familias en Nueva York) incluyen
los discursos se descontextualizan sucesiva o simul- textos que se desplazan de un espacio a otro, se re-
táneamente y son recontextualizados en un nuevo define su intencionalidad, se desprende de un me-
discurso, convirtiéndose en un nuevo discurso”3 tadiscurso y se vincula con otro. Entextualización
(p. 48). Dos ejemplos ayudarán comprender este implica necesariamente también recontextualiza-
desplazamiento: cuando tomamos las palabras de ción y resignificación.
una persona, un participante en una investigación, La escritora de la carta 2 toma la estructura y
por ejemplo, las transcribimos y las utilizamos en forma de súplica (“Que me quiera... Que tenga
un análisis de una actividad situada, estas palabras lana”) y la coloca en un contexto nuevo que le
involucran “cambios de significados referenciales e da un sentido distinto de acuerdo con sus propias
indexicales” (Blommaert, 2008, p. 47). En el ejem- intenciones y orientaciones (Crapanzano, 1991).
plo de la transcripción del habla, esto ocurre con Como resultado, la escritora coloca en primer pla-
discurso producido en la lengua oral y se mueve no que ella ha tenido relaciones con hombres ca-
a un texto escrito. También puede ocurrir con un sados y ahora desea un hombre soltero; le importa
texto escrito a otro texto escrito. En 97 Orchard: An lo material y explícitamente plantea que no quiere
edible history of five immigrant families in one New tener hijos. Esto no es una súplica seria, es aho-
York tenement (Ziegelman, 2010), una historia de ra un comentario sobre los atributos deseables de
inmigrantes a Nueva York, los capítulos incluyen un hombre y la forma en que la escritora desea
vivir su vida. Es lo que Bakhtin llamaba un des-
3 Esta y todas las traducciones de las citas del inglés son de la autora. plazamiento intertextual, donde un texto evoca
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otro (Morris, 1994). La intertextualidad es una un contexto sociocultural e histórico más amplio,
cualidad del texto que indica que “siempre que ya que el significado de un texto nunca se reduce a
hablamos producimos las palabras de los demás, lo estrictamente escrito y los documentos pueden
citamos constantemente y recitamos expresiones revelar alianzas sociales, autoridad institucional y
y recitamos significados que ya están disponibles. formas de representación en las que se dejan ver
Así, cada enunciado tiene una historia de (ab)uso, cuestiones de identidad y poder (Collins y Blot,
interpretación y evaluación, y esta historia se ad- 2003). En este artículo, contexto expresa simul-
hiere al enunciado” (Blommaert, 2005, p. 46). Al táneamente varias ideas: el evento situado en el
utilizar una estructura y sintaxis sugerentes de lo restaurante, el contexto sociohistórico y el entorno
piadoso con frases y vocablos cotidianos y a veces textual donde los discursos se expresan. Esto me
atrevidos, la escritora resignifica la forma textual llevará en las siguientes páginas a analizar ciertos
con una intencionalidad distinta, opuesta a su uso detalles del discurso de cuatro cartas y su presen-
común. Cambia su intencionalidad, lo esperado es tación, porque las “diferencias de forma muy pe-
encontrar una plegaria y no un texto bromista. queñas pueden tener consecuencias grandes en
La autora del segundo ejemplo supone una cer- el significado, porque estas pequeñas diferencias
canía con el santo desde su saludo y en la forma pueden señalar marcos de interpretación implíci-
de dirigirse a san Antonio (“tu sabes quien soy”), tos” (Collins, 2011, 409).
revela aspectos de su pasado (“estoy harta de los
casados”) y violenta preceptos de la religión (“que Proximidad y distancia de la moral
no quiera hijitos”). También es de notarse que, a católica: análisis y resultados
diferencia del primer ejemplo, el tamaño de las
letras varía: utiliza indiscriminadamente mayúscu- A través de la confección de las cartas a san An-
las, no sigue las líneas impresas, y hay frases en tonio, las escritoras participan en el mundo social
dirección vertical o que dan vuelta a la página. La de diversas maneras: recurren a creencias religio-
autora manipula varios recursos de la escritura y, a sas para buscar ayuda divina y lograr una meta
la vez, transgrede un número importante de con- particular, toman parte en un evento culturalmen-
venciones: direccionalidad, ortografía y presenta- te valorado, despliegan diversos conocimientos y
ción. El resultado de esta combinación de recursos recursos simbólicos y se sitúan de diferentes ma-
contribuye al significado de la carta y a la creación neras en un contexto específico e intencionalmen-
de un documento aparentemente desordenado, te polisémico. Hay cartas dirigidas a san Antonio
cómico y llamativo. cuyo propósito es persuadirlo a través de un uso
Aunque estas dos cartas fueron escritas en el particular del lenguaje para que atienda una soli-
mismo lugar, en la misma época, por mujeres en citud concreta y explícita (la conquista de un pre-
situaciones similares en cuanto a su interés en ca- tendiente, el matrimonio, el enamoramiento). Al
sarse, los escritos son, sin embargo, portadores de mismo tiempo, hay otro tipo de cartas en las que
mensajes sociales encontrados. Sus autoras se po- las escritoras juegan con la idea del milagro y se
sicionan de maneras diferentes –casi antagónicas– dirigen más bien a futuros lectores humanos; son
frente a lo religioso y a las expectativas sociales cartas que captan el ambiente festivo del restau-
dominantes para la mujer en la sociedad mexicana rante a través de expresiones burlescas y profanas,
contemporánea. mediante las cuales las escritoras expresan intere-
Dado lo anterior, una lectura detenida de las ses más allá de lo romántico.
peticiones escritas a san Antonio requiere de la Las expectativas morales de la Iglesia (articula-
identificación y comprensión de los elementos das con el Estado y la familia) que se impusieron
que permiten articular las cartas específicas con desde la época colonial se sostuvieron durante la
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Independencia y, en muchos casos, siguen vigen- relaciones sociales distintas en cuanto a la proxi-
tes hasta la fecha. Desde entonces se ha manteni- midad o distancia de sus autoras con respecto a
do un discurso dominante en el cual el sostén de creencias religiosas y morales, diseminadas e im-
la familia es el esposo (el hombre de la casa), en puestas por las instituciones del Estado, la Iglesia
quien se concentra la autoridad del hogar, traba- y la familia (Fairclough, 1992, Giddens y Sutton,
ja fuera de la casa, provee a la familia y toma las 2010). Finalmente, muchas de las cartas son pa-
decisiones significativas para la vida familiar; su rodias –imitaciones burlescas– (Real Academia
esposa, en consecuencia, es su dependiente eco- Española, 2021), una noción cuyo sentido original
nómico y moral y la encargada de los asuntos do- significaba contra canción (Crapanzano, 1991) o
mésticos (Chant, 2002). Aun cuando este retrato canción burlesca. Las construcciones festivas ha-
empezó a modificarse de una manera importante cen eco a las plegarias a partir de dos voces. Es
hacia finales del siglo XX, en muchos sectores so- decir, las parodias se entienden como una expre-
ciales la función principal de la mujer todavía se sión de dos hablantes, o en este caso escritoras; las
centra en ser madre, criar a los niños y aceptar palabras de la primera voz son apropiadas por la
su subordinación al marido (u otro varón adulto, segunda, quien las usa para establecer su distancia
como su padre o su hermano), lo cual deja a las y antítesis del significado original (Crapanzano,
mujeres una autonomía restringida tanto por su 1991).
situación económica como por una doble moral Cartas como la 3 (figura 3) ilustran cómo las
que dicta normas para su conducta social y, so- escritoras construyen su posición frente al discurso
bre todo, sexual (Chant, 2002). De esta división religioso y en algunos casos las identifican como
emerge el dicho popular español: “El hombre en la creyentes y fieles.
calle, la mujer en la casa” (Arrom, 1985). Estructuralmente las plegarias cuentan con par-
tes claramente identificables, aunque presentan
“San Antonio: mándame los nuevos diferentes combinaciones y ordenamientos. Esta
modelos”: cartas piadosas, paródicas carta incluye un saludo (“oh san antonio”); una
e híbridas referencia a solicitudes previas concedidas (“te
doy gracias x todo”), una solicitud (“te pido que
El análisis que sigue busca comprender las dife- me des un buen hombre”); un agradecimiento (“te
rencias en las cartas a partir de varias premisas agradesco”) y el manejo de una figura sagrada
teóricas. La primera de ellas es la idea de que las (“de todo corazón”). La autora siguió los renglo-
mutaciones en el discurso esperado son intencio- nes trazados en la página en tinta azul dejando
nadas, no arbitrarias (Kress, 2003) y crean tensio- un margen que separa la fecha del texto, lo cual
nes con lo oficial; esto significa que la introducción sugiere un escrito ordenado y disciplinado. Sobre-
de aspectos estilísticos como la parodia o sarcas- salen su seguimiento a la doctrina, la renuncia a
mo, la inclusión de dibujos o fotografías y un uso lo material y agradecimiento de “todo corazón”.
no convencional del espacio y las grafías son el Este cumple con las características de ser una mi-
resultado de decisiones de las autoras sobre lo que siva seria, y a diferencia de muchas otras, pone
buscan significar y una selección de recursos para una petición espiritual y el deseo de un buen hom-
representarlo. Segundo, estos cambios discursivos bre, trabajador, honrado y cariñoso por encima de
nos posicionan de diferentes maneras con relación cualquier consideración material (“no importa que
al mundo y, a la vez, posicionan al mundo de ma- sea pobre”). Se observa su carácter vernáculo en
neras diferentes con relación a nosotros (Coates, un uso no convencional de aspectos ortográficos
1996). Por ello, considero que las diferencias entre (mayúsculas, onrados, nadamas, falta de signos de
las cartas son diferencias significativas y sugieren puntuación), la inclusión de abreviaturas comunes
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en anotaciones y mensajes rápidos (“q” y “x”). Es- una plegaria para hacer solicitudes e insinuacio-
tas desviaciones de las convenciones de escritura nes impropias de una solicitud religiosa. Justo esta
dominantes también señalan un posicionamiento incongruencia es lo que contribuye a su carácter
frente a la cultura escrita e ilustran un acceso res- cómico.
tringido (Blommaert, 2008) a versiones socialmen- Aun cuando la carta 4 (figura 4) se aleja de lo
te prestigiosas y a la vez, conocimiento de formas esperado en una plegaria, comparte algunas de las
populares ampliamente diseminadas. características de la anterior: la estructura es reco-
Otras escriben sus oraciones como parodias, nocible e incluye varios de los elementos ya men-
textos festivos e irreverentes, señalando distan- cionados. Exhibe una relación previa y continua
cia con los preceptos de la Iglesia; se mofan si- con el santo, como si recurriera a él con cierta fre-
multáneamente de la oración, de la religiosidad cuencia y se dirige a él con familiaridad e irreve-
y del orden establecido, utilizando la forma de rencia (“no te hagas si ya somos viejos clientes”),
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poniendo la relación en términos comerciales y no más las mujeres logran autonomía y posibilidades
de la devoción o dedicación. Esto también lo rei- de construir vidas diversas, incluyendo cómo se
tera en la oferta de pagar al santo en cuanto cum- relacionan con otros.
pla con su petición (“si me cumples yo a ti te pago En cambio, las cartas híbridas plantean pre-
en la nochecita eh!”). Esta idea de lo comercial se guntas importantes de cómo una misma escritora
ve también en su solicitud de “nuevos modelos”. puede, por un lado, seguir las costumbres popula-
La escritora introduce aquí un rasgo de la oralidad res de veneración y devoción, pero a la vez, esta-
(“eh”), como si estuviera frente al santo. La carta es blecer distancia de la moralidad cristiana y de la
claramente una parodia de la plegaria, una versión solemnidad que la devoción religiosa supone y el
antitética de ella y de lo que los rezos significan. género textual suele encerrar. Las cartas 5 y 6 (fi-
Alejándose de la carta 3 (figura 3), la solicitud se guras 5 y 6) muestran esta misma característica: en
representa como demanda, en términos de “mán- la primera, la meta es el matrimonio con un buen
dame”. Viola lo esperado en una súplica: se refiere “galán” para formar un hogar, encontrar el amor
a relaciones con varios hombres, no como peca- y la felicidad; pero, mientras, solicita al santo que
do sino como conquista, y pone por delante las le mande varios pretendientes. La escritora desea
posibilidades carnales: “Ya sabes bien ¡como me cumplir con lo socialmente esperado, aunque sea
gustan!”. Aquí la escritora apuesta a que, entre ella después de un tiempo de tregua. Introduce un re-
y sus lectores, otros comensales en el restaurante, curso proveniente del inglés, un recurso lingüístico
hay valores entendidos; sin explicitar a lo que se común en la oralidad de hablantes urbanos en Mé-
refiere, logra insinuar como le gustan físicamente. xico para connotar modernidad: se dirige al san-
Ella no se refiere a los atributos de la carta anterior to como “MR Toño” la abreviatura de míster, y el
(trabajador, honesto, y cariñoso). Mientras es co- diminutivo “Toño” rebajan a san Antonio al lugar
mún encontrar en las cartas una promesa de retri- de una persona común en el lugar de un ser divi-
bución al santo con una misa u oraciones devotas, no. Estos recursos semióticos indican el posiciona-
esta escritora promete pagarle en la noche, sin de- miento de la escritora frente al santo en el contexto
cir más, pero insinuando un encuentro sexual. Este de la escritura del texto (el restaurante) pero por
posicionamiento es posible porque la autora vive otro deja abierta la posibilidad de su religiosidad.
en un contexto sociohistórico en el cual cada vez
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La carta 6 (figura 6) comparte algunos rasgos poderoso y tenga sus deseos entre sus manos. En
con la carta 5 (figura 5), aunque acentúa aún más la elaboración de parodias e híbridos, las autoras
la rebeldía de la autora ante la demanda social del revelan ideas subyacentes a lo sagrado, al rito y a
matrimonio y la supresión de la sexualidad que la la religiosidad. Muchas veces lo sagrado tiene más
moral cristiana impone. Enlista las características de un significado para ellas.
deseadas de una pareja, pero en lugar de un hom- Estas cartas híbridas no solo son polisémicas,
bre “bueno, cariñoso y honrado” pide “un Papu- también son policéntricas (Blommaert, 2005), es
cho… guapo, inteligente, sensual y bien dado”. Al decir, se orientan de una manera simultánea a va-
igual que en la carta anterior, su carta exige al san- rios focos ideológicos, políticos y culturales; es-
to que le cumpla. tos centros están estratificados en el sentido que
La autora hace un uso deliberado del espacio, tienen distintos alcances, profundidad o prestigio
el tamaño de las letras y las mayúsculas, recursos social. En este sentido las autoras de estas cartas
presentes en otras cartas analizadas en este artículo se alinean de diferente manera a orientaciones
y que cargan con significado. Se trata de la inten- ideológicas coexistentes y entrecruzadas, algunas
cionalidad de la autora por comunicar su desafío creadas por consensos locales y otras que se han
a lo establecido. En cada cambio, de lo ordenado a vuelto prescriptivas mediante el ejercicio del po-
lo aleatorio, de lo piadoso a lo burlesco y de lo der institucional y la imposición de regulaciones
burlesco a lo exigente, las mujeres se reposicionan normativas.
frente al santo y la religiosidad; significan su rela-
ción con la institución religiosa con estos giros y El amor de Pino y el Papucho: doctrina
matices. Keane (1997) plantea que las formas que medieval y vida contemporánea
los seres humanos eligen para dirigirse a seres invi-
sibles tienden a responder a sus ideas acerca de la Los valores y la moral expresados en las cartas
naturaleza de ese ser. Esta escritora crea un santo piadosas a san Antonio tienen un largo arraigo en
poderoso que puede forjar su futuro; un santo bro- la sociedad latinoamericana. Cuando los espa-
mista que capta el sentido de su lista de requisitos; ñoles colonizaron a los pueblos americanos ha-
y un santo a quien ella le puede exigir, aunque sea ce más de 500 años, trajeron consigo el aparato
11/Mayo/2000
su mundo se a yo.
dado
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ideológico y moral del catolicismo de la contrarre- representó una importante pérdida de poder para
forma (Toscano, 1976) que se instaló a lo largo del la Iglesia, y un primer adelanto hacia el reconoci-
continente mediante la evangelización y una férrea miento social de los derechos de la mujer.
alianza entre la Iglesia católica y el Estado. Duran- Si bien durante el siglo XIX en los códigos ci-
te la Colonia, la cruz y la Corona impusieron un viles se legislaron varias protecciones legales para
código de conducta moral que gobernaba de ma- cuidar de la reputación y maternidad de la mu-
nera estricta al corazón: buscaba controlar el com- jer, también se legalizó su subordinación. Arrom
portamiento social, afectivo y sexual de la mujer. (1985, p. 64) apunta que las leyes defendían a la
Basado en el código español vigente del momento, mujer contra el engaño de los hombres, basándose
las pautas sociales aceptables para la mujer datan en su vulnerabilidad sexual.
de Las siete partidas de Alfonso X (1252-1284) que
la describen como el imbecilitus sexus, cuya defi- [...] se obligaba a un hombre que había prometi-
ciencia mental natural se utilizó para justificar la do matrimonio a una mujer a cumplir su palabra o a
negación y restricción de muchos de sus derechos pagarle una compensación; un hombre que ofendía
legales (González-López, 2005). La subordinación a una mujer o ponía en duda su reputación (envián-
de la mujer se tradujo en medidas legales como la dole obsequios ostentosos o besándola en público)
asignación de su patria potestad a un hombre con debía reparar su ofensa mediante una compensación
la encomienda social de resguardarla, supervisarla económica. Los castigos por violación o seducción
y manejar sus asuntos, a cambio del control de sus eran severos: un pariente varón de la víctima tenía
bienes y su persona (Kluger, 2004). Esto sirvió pa- el derecho de matar al ofensor y esto se consideraba
ra justificar el control de la sexualidad de la mujer un acto de autodefensa (del honor familiar). (p. 64)
en la medida en la que cualquier hijo nacido en el
matrimonio se suponía legítimo y, por tanto, goza- Arrom (1985) subraya que, para gozar de estas
ba de los mismos derechos para heredar los bienes protecciones, la mujer tenía que ser decente, y la
de su padre. decencia se definía como virgen si era soltera, mo-
Después de la Independencia, poco cambió pa- nógama si era casada y casta si era viuda. La ley
ra la mujer en México. Silvia Arrom (1985) seña- reconocía la importancia de conservar la virgini-
la que el Estado independiente se apropió de los dad y la honra de la mujer, ya que sus posibilida-
poderes previamente en manos de la Iglesia (la des de matrimonio dependían de ello. El decreto
regulación del matrimonio, la legitimación de los sobre el divorcio de 1915 y la ley sobre relaciones
nacimientos, la disolución del matrimonio). Bajo familiares de 1917 apenas garantizaron el derecho
la ley del matrimonio civil promovido por Benito de la mujer a una compensación y a una pensión
Juárez en 1859 el matrimonio seguía siendo indi- alimenticia para los hijos, pero aun así se le si-
soluble y el divorcio, ilegal. Rosío Córdoba, de la guieron negando derechos políticos, específica-
Universidad Veracruzana en México y citada en mente el derecho al voto, el cual obtuvo en 1953
una entrevista (Espinosa, 2006), resalta cómo la (Accettola, 1995).
Epístola de Melchor Ocampo4 presenta la concep- Existen también evidencias estadísticas que
tualización dominante de la esposa en el siglo XIX, permiten establecer que la situación de la mujer
cuyos orígenes se han trazado brevemente en ren- descrita en las líneas anteriores era heterogénea;
glones anteriores. Sin embargo, no hay que perder los censos del año 1810 muestran que ya desde
de vista que la reforma de 1857 fue significativa entonces existía un importante número de hoga-
para la institucionalización del matrimonio civil y res cuyos jefes de familia eran mujeres. Esto ilustra
cómo la situación de la mujer ya era diversa desde
4 Para conocer el texto completo véase De la Garza Arregui (s. f.).
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hace siglos. Con relación a dicho censo, Arrom para la mujer se amplían y los diversos paradigmas
(1998) plantea: cobran nuevos alcances.
Esto se ve reflejado en los escritos de las auto-
Todo el mundo sabe que el jefe de la familia ras: en unos, ellas piden y desean casarse y formar
mexicana tradicional es un patriarca todo poderoso. una familia como la doctrina dominante propo-
¡Pues no! En 1811 una tercera parte de los hogares ne, y en las otras, expresan abiertamente expec-
en la ciudad de México de hecho fueron mujeres... tativas propias acerca del amor, las parejas y el
quienes eran viudas y a veces solteronas o esposas matrimonio. En estas, las autoras se preocupan
abandonadas. más por temas terrenales –incluso carnales– que
por asuntos espirituales. Su autorrepresentación
Hay planteamientos en la literatura del siglo es a partir de consensos sociales emergentes; son
XIX que sugieren que la actitud y posicionamiento mujeres que no quieren casarse, que desean o
de las mujeres no fueron homogéneos: en 1846 el aceptan la posibilidad de múltiples parejas, y que
autor Manuel Payno se quejó de que demasiadas expresan su interés por la sexualidad más allá de
mujeres evitaron su destino rehusando casarse y la procreación. Estas cartas mantienen algunas
tener hijos, y a las mujeres solteras las consideró de las características de las plegarias piadosas
un cáncer para la moralidad (Arrom, 1998). Entre e introducen otras, mostrando la orientación de
1879 y 1931 existía un sector obrero femenil que sus autoras hacia diferentes alianzas ideológicas.
no se dedicaba exclusivamente al matrimonio, al Algunas de las cartas transgresoras conservan el
cuidado de sus hijos o su casa: “no solo había cos- formato de oración, y comparten características
tureras y cigarreras sino también vendedoras calle- textuales con las plegarias solemnes, pero sus au-
jeras, tortilleras, tamaleras, mujeres que trabajaban toras se posicionan frente a la doctrina católica
en la manufactura, prostitutas y obreras en los dife- de manera diferente: mientras unas se adhieren,
rentes tipos de trabajo fabril” (Ramos, 2005). las otras la confrontan mediante el uso de fra-
ses provocadoras: “ya sabes como me gustan” o
Conclusiones: los centros ideológicos en “mándame un papucho”.
las cartas a san Antonio Estas solicitudes irreverentes hacia el santo se
permiten en este contexto, dado que la situación
Las cartas aquí examinadas muestran la pre- no es clara, un santuario ubicado en un restauran-
sencia de múltiples polos o centros ideológicos te con todo tipo de adornos y símbolos religiosos
(Blommaert, 2005; Collins, 2011; Collins y Blot, y picarescos abre a la escritora la posibilidad de
2003) que van desde una postura regulada y ali- construir el evento letrado como sagrado o pro-
neada con la doctrina católica hasta aquellas que fano y el domino como religioso o gastronómico,
son transgresoras. La breve revisión histórica de la invita simultáneamente a la oración y al carnaval.
sección previa ilustra la fuerte presencia de la Igle- El mismo espacio es policéntrico (Blommaert,
sia como núcleo ideológico y su alianza con el 2005; Collins, 2011; Collins y Blot, 2003) también
Estado y la familia, así como la prevalencia de un en el sentido de que los dueños armaron un en-
discurso dominante en relación con la mujer en cuentro de polos ideológicos mostrando con ello
México. No obstante, esta revisión también per- que estos dos paradigmas existen –y son acepta-
mitió ver otras versiones del mismo discurso, en dos– socialmente. Pero es todavía más importan-
donde la situación de la mujer es heterogénea: te señalar que estos escritos son discursivamente
hay mujeres que trabajan, mujeres que encabezan posibles porque son ideas y opciones ideológicas
a sus familias, mujeres solteras independientes. que ya circulan entre las escritoras. La represen-
Conforme uno se acerca al siglo XXI, las opciones tación pública que hacen de ellas en el libro de
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actas es testimonio de su existencia y alcances, y Arrom, S. M. (1985). The women of Mexico City, 1790-
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Artículos de
reflexión
Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17937 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Resumen
En las interacciones verbales, los hablantes utilizan diferentes formas de tratamiento para dirigirse a sus interlocutores. En este
artículo se describen las formas de tratamiento que utilizan los hablantes de una población universitaria, relacionadas con el ac-
to de habla de los cumplidos. Para la recolección de información, se aplicaron dos cuestionarios de hábitos sociales (discourse
completion test, DCT) a estudiantes, empleados y profesores de una universidad pública en Medellín (Colombia); se implemen-
taron de manera separada y en diferentes momentos, e incluían situaciones simuladas de producción y respuesta de cumplidos
de posesión, apariencia y habilidad. Para la producción y respuesta de los cumplidos, los resultados indican que los participantes
utilizan formas pronominales (te, usted) (“Te queda súper ese motilado”), vosean y tutean de manera implícita y explícita. Tam-
bién, utilizan formas vocativas (hermano, ome, mija, mami, nena, pana, viejo, bebé, linda, parce-ro) (“Parce, sos mero calidoso”)
y en ocasiones utilizan el pronombre de primera persona del singular en la realización del cumplido (“Eres un teso. Ojalá yo pu-
diera hacerlo”). Se concluye que los informantes utilizan los vocativos unimembres con función apelativa y algunos con un tono
coloquial (querida, gorda, parce, mijo, man, cuchín, bebé, hermano, huevón). Las conclusiones indican que los participantes no
solo tutean o vosean, sino también utilizan formas pronominales y vocativos en la producción o respuesta de un cumplido como
manifestación de afecto y solidaridad hacia su interlocutor.
Palabras clave: interacción social, cortesía, investigación lingüística.
Abstract
In verbal interactions, speakers use different forms of addressing to socialize with their interlocutors. This article describes the
forms of addressing used by speakers of a university population with regard to the speech act of compliments. To gather data, two
Discourse Completion Tests (DCTs) were applied to students, employees, and professors of a public university in Medellín, Co-
lombia. They were applied separately and at different times, and they included simulated situations of production and response of
compliments of possession, appearance, and ability. For the production and response of the compliments, the results indicate that
participants use pronominal forms (te, usted) (Te queda súper ese motilado), and they vosean and tutean implicitly and explicitly.
They also use vocative forms (hermano, ome, mija, mami, nena, pana, viejo, bebé, linda, parce-ro) (parce, sos mero calidoso), and
sometimes use the first-person singular pronoun in the production of a compliment (Eres un teso. Ojalá yo pudiera hacerlo). It is
concluded that the participants use a one-word vocative with an appellative function and some with a colloquial tone (querida,
gorda, parce, mijo, man, cuchín, bebé, hermano, huevón). Finally, participants not only tutean or vosean, but also use pronomi-
nal and vocative forms in the production or response of a compliment as a manifestation of affection and solidarity towards their
interlocutor.
Keywords: social interaction, politeness, linguistic research.
1 Esta reflexión es producto de la investigación titulada “Análisis sociopragmático de los cumplidos en una población universitaria en Medellín, Colombia”.
2 Docente e investigador vinculado a la Universidad de Antioquia. Correo electrónico: segio.lopera@udea.edu.co. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2773-0890
Cómo citar: Lopera, S. (2021). Acerca de las formas de tratamiento en los cumplidos. Enunciación, 26(2), 208-216. DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17937
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Acerca de las formas de tratamiento en los cumplidos
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En las interacciones verbales, los hablantes utili- Otra forma en que los hablantes utilizan estrategias
zan diferentes formas de tratamiento para dirigirse corteses es a través del vocativo y Buhler (1934, cita-
a sus interlocutores y pueden usar variantes prono- do en Alonso-Cortés, 1999, p. 133) lo define “como
minales (usted, tú, vos, etc.), grupos nominales con el uso del nombre para apelar al oyente o segunda
intención cortés (doña, señor, don) y variantes de persona gramatical, uso que corresponde a la fun-
jerarquía (su majestad, su excelencia) (RAE y Asale, ción apelativa del lenguaje”. La principal función
2012). El Manual de la nueva gramática de la len- del vocativo es llamar la atención del interlocutor
gua española divide en dos grupos las formas de (García, 1998; Alonso-Cortés, 1999; Seco, 2001;
tratamiento: las formas para el trato de confianza Gómez, 2009; Martínez, 2009) y se pueden utilizar
y familiaridad y las formas para el trato de respeto. nombres comunes que condicionan la edad (joven,
Sin embargo, es importante aclarar que las formas niño), alguna profesión (doctor, ingeniero), rango
de tratamiento pueden ser más complejas que es- (coronel, rector), objetos (mi bomboncito) y anima-
tas dos opciones, ya que la confianza se puede dar les (mi gata) (Barán, 2002). Dependiendo de la po-
como una voluntad de acercamiento, y el respeto, sición, el vocativo cumple una función diferente: si
en contraste, como una forma de mantener distan- aparece al inicio de la oración, indica quién es el
cia con el interlocutor. interlocutor y ayuda a interpelar; si aparece al final,
Calderón (2010) enfatiza la necesidad de dife- el vocativo ayuda a enfatizar el enunciado (RAE,
renciar las fórmulas de tratamiento tuteo, ustedeo 1973). El vocativo puede ser también el “nombre
y voseo en el mundo hispánico. El tuteo impli- de la persona o cosa personificada a quien dirigi-
ca utilizar formas pronominales y verbales del mos la palabra” (Gili Gaya, 1961, p. 214). Por otro
prototipo tú (tú, vives, te, etc.) para comunicarse lado, Brandimonte (2011) divide los vocativos en
con el interlocutor. En el mismo sentido, el uste- unimembres y bimembres. Los primeros se pueden
deo involucra formas del pronombre usted entre modificar con sufijos diminutivos, aumentativos o
personas de confianza, aunque podría variar. Fi- peyorativos (cabezón, pequeñín) y los segundos se
nalmente, el voseo alude al uso del pronombre forman por dos o más palabras (mi negra, mi flor de
vos y las formas verbales de la segunda perso- primavera). También, el vocativo se puede utilizar
na del plural (vos, trabajás, etc.) también con un en cualquier acto de habla por su función apelativa.
interlocutor de confianza. Por otro lado, es im- De hecho, el vocativo se puede usar para saludar
portante destacar que el uso de algunas de estas (“buenos días, profesor”), dirigirse a una audiencia
tres formas de tratamiento puede o no implicar (señores académicos), preguntar (¡hey, joven, ¿para
relaciones de confianza o distanciamiento entre dónde te diriges?), agradecer (gracias compañero),
los interlocutores, e incluso el interlocutor pue- hacer un cumplido (estás muy linda, mi amor), entre
de usar diferentes formas de tratamiento en un otros (Alonso-Cortés, 1999). Finalmente, Beinhauer
solo turno de habla. Igualmente, puede presen- (1978) hace la distinción entre vocativos expresivos
tarse que los interlocutores usen formas no solo de simpatía y los vocativos expresivos de antipatía.
nominales de tratamiento, sino también vocativos Los primeros se caracterizan por un tono afectivo de
en los turnos de habla (Castellano 2008). Final- simpatía y se pueden presentar cuando el hablante
mente, una misma forma nominal de tratamiento usa lenguaje amoroso (mi amor, mi vida), cualquier
puede aparecer en un contexto de cortesía positi- forma vocativa con un sufijo (hijito) o insultos fic-
va, de cortesía negativa, e incluso en la descorte- ticios (diablo, tontuelo). En contraste, los vocativos
sía (Castellano, 2012). expresivos de antipatía se distinguen por su tono
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Acerca de las formas de tratamiento en los cumplidos
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de los informantes utilizan no solo vocativos (mija, respondería?”, el 14 % de los informantes incluyen
parce, hermano), sino también el voseo y el tuteo igualmente formas nominales, pronominales y vo-
(explícito e implícito). Es importante anotar que en cativas para responder o llamar la atención de su
un mismo turno se pueden presentar un vocativo interlocutor (mona, muñeca, mija, hermano, parce,
y un pronombre de tratamiento implícito para di- huevón, viejito, cuchín, tú, niña, querida, compa-
rigirse al interlocutor (parce, sos mero calidoso). ñero, papá, amigo, vos) (¡Muchas gracias, queri-
Finalmente, el 2 % de los informantes utilizan el do!; Ah, es que tú sabes; las cosas se parecen a su
pronombre de primera persona del singular en la dueño; A la orden, parce).
realización del cumplido para afiliarse a su interlo-
cutor (vos sos un teso. ¡Quisiera yo jugar como us- A modo de conclusión
ted!). Con relación a la respuesta del cumplido de
habilidad y ante la situación simulada “Un amigo En las interacciones verbales los participantes uti-
o compañero nota que usted es muy bueno(a) para lizan diferentes estrategias lingüísticas para man-
hacer deporte y le dice: ‘Huy, eres mero(a) teso(a) tener las buenas relaciones entre ellos. En esta
para hacer deporte’, ¿qué respondería?”, el 9,4 % reflexión se evidencia y se valida que los interlocu-
incluyen formas nominales, pronominales y vo- tores de Medellín (Colombia) usan diferentes for-
cativas en las respuestas para dirigirse o llamar la mas de tratamiento y vocativos para la producción
atención de su interlocutor (amiga, nena, tú, parce, y respuesta de los cumplidos como una manera de
vos, gorda, usted, mija, bebé, amiguis, querida, cu- mostrar interés entre ellos. En cuanto a las formas
chín) (Mija, gracias, cuando quieras practicamos; de tratamiento pronominales, llama la atención el
Gracias, mi querida amiga). uso del pronombre personal átono de segunda per-
sona del singular te, ya que aparece en las interac-
Cumplido de posesión ciones entre amigos o compañeros para producir
el cumplido de apariencia (te ves superlinda así).
Finalmente, ante la situación de producción de Se puede concluir que los interlocutores lo usan
cumplido de posesión “Usted se encuentra con como una forma de afiliarse a su interlocutor. Esto
un amigo o compañero en la cafetería y nota que va en consonancia con Son Jang (2010) quien en-
tiene un nuevo computador portátil de última ge- contró que la población joven universitaria mede-
neración, si deseara halagarlo, ¿qué le diría?”, el llinense usa el tuteo como fórmula de tratamiento.
20 % de los informantes utilizaron algunas formas Sobre los vocativos, prevalecen los unimem-
de tratamiento y vocativos que incluyen parce, vos, bres (Brandimonte, 2011) con nombres comunes,
tu, mijo (¡Uy, parce!, chimba de PC; ¡Uy!, ¡qué su- con función apelativa y algunos con un tono co-
percomputador el que (vos) tenés!; ¡Tu computa- loquial (querida, gorda, parce, mijo, man, cuchín,
dor está muy bonito!). Por otro lado, el 16 % de los bebé, hermano, huevón). Se concluye que el ha-
informantes en ocasiones utilizan el pronombre en blante cuando usa el vocativo en la producción o
primera persona del singular para afiliarse a su in- respuesta de un cumplido manifiesta una actitud
terlocutor (Está muy bacano, ¿dónde lo compras- de afecto y solidaridad hacia su interlocutor. Por
te?, ¡Qué lindo!, yo quiero uno; ¡Ay!, tan bonito, otro lado, observamos que el vocativo aparece en
yo quiero uno, ¡qué rabia!; ¡hey, súper tu compu, diferentes posiciones del cumplido (inicio, mitad,
yo quiero uno igual!). En cuanto a las respuestas final) que sirve para llamar la atención del interlo-
del cumplido de posesión “Usted lleva a la univer- cutor y mantener o reforzar las relaciones sociales.
sidad un nuevo computador de última generación, Finalmente, en ocasiones los interlocutores usan
y uno de sus amigos o compañeros le dice ‘Ah, un pronombre y un vocativo en un mismo turno
qué computador tan bacano el que tenés’, ¿qué de habla (Usted sabe, cuchín) y el hablante mismo
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Acerca de las formas de tratamiento en los cumplidos
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utiliza el pronombre de primera persona del sin- Bustos, J. (2007). Cumplidos. Clac, Circulo de Lingüís-
gular (¡quisiera yo jugar como usted!) que tienen tica Aplicada a la Comunicación, 31, 3-12. http://
como fin reforzar o intensificar la fuerza ilocutiva www.ucm.es/info/circulo/no31/bustos.pdf
del cumplido. Todos estos usos de formas de tra- Calderón, M. (2010). Formas de tratamiento. http://
tamiento tienen una función cortés e intensifica- www.uv.es/aleza/Cap.%204.%20EA%20For-
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del interlocutor, conduciendo a la cortesía positiva Campo, E. y Zuluaga J. (2000). Complimenting: A mat-
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Para finalizar esta reflexión, y debido a que las guistics Journal, 2(1), 27-41.
situaciones de los cuestionarios incluyen contex- Castellano, M. (2012). Cortesía verbal y fórmulas de tra-
tos donde los participantes tienen una relación de tamiento nominales en el habla de Medellín. Lin-
confianza o cercanía (amigos), se podría sugerir güística y Literatura, 62, 123-139.
que los interlocutores tutean, vosean, ustedean Castellano, M. (2008). Fórmulas de tratamiento nomi-
y utilizan vocativos sin diferencia alguna para la nales para la pareja en el habla juvenil medellinen-
producción o respuesta de los cumplidos. Lo ante- se. Ikala, 13(20), 163-181.
rior refleja el afecto que debe mostrar el hablante Chen, R. (1993). Responding to compliments. A
hacia su interlocutor en las interacciones verbales. contrastive study of politeness strategies be-
Para concluir este apartado, los resultados de esta tween American English and Chinese speakers.
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https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.18472 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Artículo de reflexión
Resumen
Este artículo de reflexión procura un acercamiento a aquellos factores que pueden detonar el paso del humor/ironía a la ofensa en
contextos educativos. Se basa en dos investigaciones de corte histórico-hermenéutico que indagan por el lugar de la ironía y el hu-
mor del docente, al igual que sus efectos perlocutivos en los estudiantes, a través de entrevistas semiestructuradas. En el marco de
una perspectiva pragmalingüística que concibe a la ironía como dispositivo retórico, sociodiscursivo, carnavalizante y pedagógico-di-
dáctico, y al humor como un tipo de comunicación non bona fide apoyada en la incongruencia, este texto explora seis escenarios
de discusión que podrían explicar esa borrosa línea entre la risa y la ofensa, a saber: la construcción de una comunidad discursiva
empática, la vigilancia de una informatividad desatada, la lectura de horizontes de expectativas, el respeto por una memoria sacra-
lizada, la cautela por preservar lo privado y la intuición de una urgencia vital superada. Tales factores confluyen en la necesidad de
una actitud de tacto y prudencia por parte del docente que cultive la conciencia del lenguaje y el principio del Kayrós ante la condi-
ción non bona fide de estos fenómenos sociodiscursivos. En suma, la reflexión apuesta por una diferencia entre el reír con (humor/
ironía que consigue efectos pedagógico-didácticos en el aula) y el reír de (fenómeno fallido proclive a la ofensa y el irrespeto).
Palabras clave: humor, ironía, lenguaje, escuela.
Abstract
This reflection article analyzes the factors that can trigger the shift from humor/irony to offense in educational contexts. It is ba-
sed on two historical-hermeneutical research projects that inquire, through semi-structured interviews, into the place of teacher
irony and humor, as well as their perlocutionary effects on students. Within the framework of a pragmalinguistic perspective that
defines irony as a rhetorical, socio-discursive, carnivalizing, pedagogical and didactic strategy, and humor as a type of non bona
fide communication based on incongruity, this text explores seven factors that could explain that blurred line between laughter
and offense, namely the construction of an empathic discursive community, the vigilance of an unleashed informativeness, the
reading of horizons of expectations, respect for a sacred memory, the caution to preserve the private, and the intuition of a vital
urgency overcome. Such factors converge in the need for an attitude of tact and prudence by the teacher who assumes the awa-
reness of language and the principle of Kayrós in the face of the non bona fide condition of these socio-discursive phenomena. In
summary, the reflection focuses on the difference between laughing with (humor/irony that achieves pedagogical-didactic effects
in the classroom) and laughing at (unsuccessful phenomenon prone to offense and disrespect).
Keywords: humor, irony, language, school.
1 Doctor en Ciencias de la Educación (Universidad del Quindío, Rudecolombia), profesor de la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana, e investigador de
los grupos Didáctica de la Lengua Materna y la Literatura (Dilema) y Discurso Oral, en el Quindío: de la Academia a la Cotidianidad (DOQAC) de la Universidad
del Quindío. Correo electrónico: macaro@uniquindio.edu.co. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8940-2799
Cómo citar: Caro-Lopera, M. (2021). Del humor/ironía a la ofensa en el aula: algunos factores detonantes. Enunciación, 26(2), 217-230. https://doi.org/10.14483/22486798.18472
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cercano. Asistimos, sin duda, al fenómeno de la iro- El cruce de estas tres vertientes puede desem-
nía como pseudología, según Jankélévitch (2012), bocar en la ofensa como efecto perlocutivo, una
“porque piensa una cosa y, a su manera, dice otra” respuesta inmediata y evidente de quien se ha sen-
(p. 45), y en dicho periplo respondemos al dilema tido herido en su amor propio, pisoteado en su dig-
de Kreuz y Glucksberg (1989), desde la apuesta de nidad, empujado hacia el descrédito o humillado,
ironía como una buena conciencia lúdica: “no una desde la condición etimológica de verse conmina-
buena conciencia simple y directa, sino una buena do a tocar el suelo. Antecedentes del tratamiento
conciencia retorcida y mediata, que se impone a de este asunto emergen en la revisión de la literatu-
sí misma la ida y vuelta hasta y desde la antítesis” ra, a través de núcleos temáticos iniciales como el
(Jankélévitch, 2012, p. 56). Así pues, emparentados humor fallido (Bell, 2015; McGraw et al., 2013), el
por los rasgos de una comunicación non bona fide humor de denigración (Argüello y Romero, 2018),
que da vueltas, que hace malabares con la insince- el humor de mal gusto (Weems, 2015), la risa
ridad, y por la suerte común de los principios ecoi- prohibida (Barba, 2016; Domenech, 2017; Labra
cos, de contraste y negación (Ruiz-Gurillo, 2012), y Palmisciano, 2013; Rodríguez, 2017) o la mo-
humor e ironía serán tratados en este artículo como ralidad y ética del humor (Castro, 2018; Gómez,
fenómenos en simbiosis; de ahí la adopción de la 2017; Siurana, 2014).
barra para unir sintagmáticamente los dos elemen- Ahora bien, si llevamos esta observación a las
tos (humor/ironía), a fin de vincularlos como géne- aulas de clase, las posibilidades de que se disparen
sis de diversas reacciones: una de ellas, la ofensa. las ofensas –así no sean del todo manifiestas– son
En cuanto al concepto de poliacroasis, nos ba- mucho más altas, en virtud de los grupos numero-
samos en Albaladejo (2009), quien la propone sos y las más variopintas condiciones de estilos de
como “la audición y la interpretación plurales de aprendizaje, experiencias previas, estados de áni-
un discurso” (pp. 1-2). Este concepto –correlato mo, memorias colectivas y contextos específicos.
de la polifonía ya caracterizada en el fenómeno Justamente desde tales motivaciones, el presente
irónico por Ducrot (1984) y Bruzos-Moro (2009)– artículo proyecta reflexiones en torno a seis facto-
nos abre las puertas a audiencias múltiples que res detonantes que pueden provocar que las inten-
reciben e interpretan la ironía de las más disími- ciones irónico-humorísticas del profesor deriven
les maneras; podríamos decir que tanto Jankélé- en ofensas a la otra orilla del aula, en el mundo
vitch como Hutcheon se sintonizan desde sus plural y tantas veces impredecible de sus estu-
orillas con este rasgo profundo de la poliacroasis diantes. Intentamos tales análisis desde un acer-
de la ironía. El primero expresaba al respecto que camiento al ethos del profesor irónico y al pathos
“la ironía es la alegría un tanto melancólica del estudiante, a propósito de un logos instalado
que nos inspira el descubrimiento de una plurali- en situaciones disruptivas de la vida del aula co-
dad” (Jankélévitch, 2012, p. 40); mientras que la mo la indisciplina, las tardanzas, el incumplimien-
segunda nos dice que to con las tareas, etc. Aclaremos, por último, que
dichos factores –por supuesto iniciales, no úni-
[...] a diferencia de la mayoría de las estrategias dis- cos– se asocian al logos del discurso docente y,
cursivas, la ironía instaura de manera explícita una re- fundamentalmente, al pathos del estudiante, pues
lación (en el interior de la cual existe) entre el irónico consideramos que la adhesión o la ofensa a los
y los auditorios múltiples: aquel al que se le escucha juegos irónico-humorísticos que teja el profesor
hablar, el que se deja picar por la ironía, el que queda dependen, más allá del quid de lo que diga, de la
excluido por no entenderla. (Hutcheon, 2003, p. 246) disposición de quien los reciba.
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en quien confían: “The positive effect of expres- razonables, con miras a alcanzar el desiderátum
sing or receiving sarcastic (vs. sincere or neutral) de la cooperación comunicativa. Allí, bajo la ca-
remarks on perceptions of conflict will be reduced tegoría del modo y la máxima de evitar “ser am-
when individuals express the remarks to or recei- biguo al expresarse” (p. 517), pareciera quedar a
ve the remarks from someone they trust” (p. 165, buen recaudo el hablar preciso, el enunciado cer-
cursiva nuestra). Esto reivindica el valor de las re- tero y libre de malos entendidos. Años más tarde,
laciones solidarias que, en el concepto de Pexman Levinson (2000) seguiría las ideas de su maestro y
y Zvaigzne (2004), propulsan las inferencias meta- apretaría aún más las riendas a esta vocación erra-
rrepresentacionales para comprender la ironía1; al bunda de las palabras, y al amparo del principio
mismo tiempo que posiciona el valor de la empatía de informatividad, prescribiría que no conviene
como elemento clave para su comprensión, des- multiplicar los referentes; esto desde la máxima
de la óptica de Nicholson et al. (2013): “Results in del hablante: “Produce la información lingüísti-
this paradigm showed that children’s irony appre- ca mínima suficiente para alcanzar tus objetivos
ciation and processing were correlated with their comunicativos”; y desde el corolario del receptor:
empathy development, suggesting that empathy or “Amplía el contenido informativo del enunciado
emotional perspective taking may be important for del hablante buscando la interpretación más espe-
development of irony comprehension” (p. 1). cífica de acuerdo con lo que juzgas que es la in-
Así las cosas, si reconocemos que bromear e tención del hablante” (p. 181).
ironizar vienen llenos de riesgos, y que nada nos Sin embargo, ese hablar cooperativo –conve-
garantiza que nuestras intenciones primeras alcan- nientemente inscrito en referentes precisos y regu-
cen su diana en la comprensión de todos los estu- lado ante cualquier ambigüedad– encuentra en el
diantes, tendríamos que asegurar un contexto de humor y la ironía las más profundas y rentables in-
enunciación pródigo en cordialidad que le permi- fracciones. Ya lo decía Rodríguez-Rosique (2009):
ta, a quien esté perdido en sus propias inferencias, “La inversión del principio de informatividad es
descartar las conjeturas de que su profesor lo ata- un recurso muy explotado por los hablantes que
ca, lo humilla o lo amenaza. En pocas palabras, buscan resultados humorísticos, pues la multipli-
si no hemos construido primero una comunidad cación de referentes es la principal responsable
discursiva empática –segura en la confianza, co- de los dobles sentidos” (p. 122). Y es que para
hesionada en la cordialidad y previsiva de la po- el humor no hay mejor escenario que el choque
liacroasis– no vale la pena tentar a la suerte con el de guiones que provoca la multiplicación de re-
humor o la ironía. ferentes desde fenómenos como el doble sentido,
la polisemia y la homonimia (Ruiz-Gurillo, 2012,
La vigilancia de una informatividad p. 127), los pseudoabarcadores (Timofeeva, 2013)
desatada y otro importante número de recursos cercanos
como antonomasias, calambures, correctios, pre-
Sabemos, por Neruda (1994), que las palabras tericiones, oxímoros, paradojas, anacronismos, re-
“tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pe- truécanos, anfibologías, homologías, antanaclasis
los [...] de todo lo que se les fue agregando de tan- y reticencias (Caro-Lopera, 2021a).
to rodar por el río, de tanto transmigrar de patria” No obstante, esta condición lúdica de la infor-
(p. 65). Esta condición trashumante de las pala- matividad –como reino al revés del decir múltiple–
bras encuentra en Grice (1991) ciertos cauces arrastra consigo su propio peligro en el aula de
clase: que el estudiante elija las peores inferencias,
1 “We argue that a solidary relationship between speaker and addressee fa- que olvide el lado amable del juego y descifre su
cilitates the metarepresentational inferences needed to understand irony”
(Pexman y Zvaigzne, 2004, p. 143). contenido en clave de afrenta. Entrarían en esta
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categoría problemas como: a) el cambio del senti- Iser (1993a) de la literaria como “el hecho cons-
do figurado por el sentido real; por ejemplo, cuan- tituido del texto en la conciencia del lector”
do el profesor invoca irónicamente el aforismo “el (p. 122); el receptor le otorga el sentido al texto
ladrón juzga por su condición”, y el estudiante o –parafraseando de cerca a Iser (1993b, p. 119)–
cree que lo trataron de ladrón; b) la atribución de genera significados en el acto de lectura. Para el
sentido obsceno a un término o expresión; en el caso que nos ocupa, el lector ríe con el texto si su
caso del enunciado “usted lo tiró por ahí” desde contenido se ajusta a los parámetros que el mismo
un contexto en el cual el verbo tirar puede adquirir lector guarda sobre lo que es humor o ironía; o lo
el sentido de relación sexual; c) la inserción de un rechaza si tales parámetros no se verifican allí. De
rasgo biográfico inesperado para una antonoma- ahí que la risa (o su antípoda, la ofensa) se consti-
sia; verbigracia, el profesor elogia a su estudiante tuya en la respuesta del lector –en el marco de sus
con la expresión de que es “todo un Maradona” y saberes e intereses– a lo que el texto pregunta.
este presiente que se lo dice por algún problema Esto nos conecta directamente con los horizon-
de adicción; d) la introducción de un término pa- tes de expectativas estudiados por Jauss (1993),
rónimo; en el caso de pares mínimos como seso/ quien preconiza el papel del que lee en la cons-
sexo; e) la confusión semántica derivada de cate- trucción de sentido del texto, a la luz de sus va-
gorías gramaticales diferentes; cuando en el enun- lores, presaberes, gustos, preferencias, ilusiones,
ciado “lo leyó tontamente”, el otro interpreta que necesidades, motivaciones. Dicho horizonte de
le han dicho tonto. expectativas marca el éxito o el fracaso de los tex-
Ante distorsiones como estas, viene bien la sen- tos irónico-humorísticos que construya el autor.
tencia de Jankélévitch (2012): La idea de que los receptores/lectores se convier-
tan en los auténticos motores del humor y la iro-
[...] la homonimia o el equívoco es la ley mis- nía la podemos ver contundentemente sintetizada
ma de la expresión y la fuente de todo malentendi- en una sentencia de Carter (1989), en torno a la
do. Significa que somos, en conjunto, infinitamente compleja relatividad de lo que puede causar risa:
ricos y desesperadamente pobres: vocabularios y “An audience will laugh at anything, everything,
pantomimas se complican en vano para igualar los and nothing at all” (p. 1). A este dilema responde
matices delicados, las inagotables finezas del cora- Weems (2015) con la sentencia de que “el humor
zón. (p. 46) es idiosincrásico porque depende de aquello que
hace que todos seamos únicos: cómo nos enfren-
He ahí la paradoja que enfrenta el humor/ironía tamos a la discrepancia que reina en nuestro com-
en el aula: la fuente infinitamente rica de la infor- plejo cerebro” (p. 18). Así, el hecho de que unos
matividad verbal, en contraste con la desesperada se rían de cualquier cosa, otros de todo y algu-
pobreza de errar en el sentido y provocar –acaso nos de nada, nos pone en aprietos a la hora de
sin querer– el llanto, la decepción, la frustración. calcular el rumbo que tomará, en el universo del
estudiante, un enunciado irónico-humorístico
La lectura de horizontes de expectativas de su profesor: tal vez ría, tal vez se confunda, tal
vez se ofenda; sobre esto último, en palabras de
Para sustentar este factor, quisiéramos partir de Weems (2015), “cada uno posee su propio umbral
la conjetura de que, en la aceptación del humor de lo que considera ofensivo, y reacciona de ma-
y la ironía, ocurre algo similar de lo que propo- nera muy diferente cuando se cruza ese umbral”
ne la teoría de la recepción para los procesos de (p. 32). Complementamos esta postura con el ar-
comprensión de la literatura. Podríamos extrapolar gumento por analogía que aporta Gómez (2017)
para la obra irónico-humorística lo que afirmaba alrededor de la comedia como “una especie de
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toma y daca entre el autor/cómico/monologuista y recuerdo del holocausto judío. Sala, en una apues-
el público”. Allí asistimos a “un juego que no tiene ta por el anacronismo, configura un diálogo entre
más reglas que las del discurso y que no tiene, por David Guetto –en calidad de DJ por los campos de
lo tanto, unos límites definidos salvo los del senti- concentración– con Hitler, en el cual este último
do común, no siempre compartido por el cómico acepta por completo la idea de la fiesta, en virtud
y el público” (p. 90). de que, si los judíos se relajan, “los jabones salen
Más aún, puede ocurrir que el profesor, en su mucho mejor”. Entre los diversos referentes con-
afán de agradar o posar de ingenioso, colisione ceptuales a partir de los cuales Labra y Pamiscia-
ante los gustos irónico-humorísticos de sus estu- no zanjan la discusión, se encuentran los peligros
diantes y obtenga la respuesta desorientada de un que Todorov (2002) advierte en torno a la memo-
“¿qué le pasa a este señor?”, o el agravio triste- ria: el de sacralizarla, como “aislamiento radical
mente sarcástico de un “se las dio de chistosito”. del recuerdo”; o banalizarla, como “asimilación
Ya describía Carter (1989), a propósito del novel abusiva del presente al pasado” (p. 195). Salta a la
comediante, que si este entra en escena con la vista, en el ejemplo que analizan, la presencia de
obsesión de escuchar un “jajajá” seguramente no lo segundo. El problema –según los autores– radi-
lo obtenga: “Nothing turns people off more than ca “en la utilización de la memoria del Holocaus-
when they think someone wants something from to en un registro en el que, para los detractores de
them. Whether it’s love or laughs, it needs to be Sala, no debería utilizarse” (Labra y Palmisciano,
given freely” (p. 7). En palabras de la autora, la risa 2013, p. 2).
como el amor son retribuidos libremente. Glosa- El caso del agravio por memorias que se ba-
mos desde nuestro propósito que, a tales escena- nalizan crece exponencialmente, a tal punto que
rios del humor y el amor, se agrega el didáctico muchos humoristas ironizan al respecto, con ideas
que nos exige leer en el aula los horizontes de de este corte: el público puede resultar tan suscep-
expectativas de nuestros estudiantes; aquello que tible que “si haces un chiste sobre unas piedras,
desde una adecuada lectura del pathos esperan oír no falta el que se ofenda porque su padre las pica-
de su maestro en el momento adecuado. En este ba”2. En el mundo del aula, exacerbadas por la po-
sentido, podríamos cerrar con una idea que reto- liacroasis, las amenazas no son menores. ¡Vaya el
ma Iser (1993a) para desarrollar su concepto de profesor a saber cuáles y cuántas memorias ha sa-
lector implícito, en términos de que el autor trae cralizado cada estudiante a lo largo de su historia
las palabras y el lector los significados (p. 131). En y con qué enunciado irónico-humorístico, por más
nuestro caso, el profesor irónico-humorista entre- inocente que sea, corra el riesgo de banalizarlas!
ga las palabras, ofrece las provocaciones... y el es- No en vano emergen en diversas comunidades los
tudiante, a la par de los significados, agrega la risa, temores por hacer bromas en torno a temas sen-
el desconcierto o la ofensa. sibles como las razas, los credos, las preferencias
sexuales, los delitos atroces y todo aquello que pu-
El respeto por una memoria sacralizada diera, de un momento a otro, despertar el efecto
perlocutivo del “me siento aludido... yo lo viví...
Las consideraciones acerca de este factor devie- yo lo sufrí”. Ante esto, la intuición nos recuerda
nen del trabajo de Labra y Palmisciano (2013), a
propósito de la controversia que provocó una his- 2 Parodiamos en este caso las declaraciones del humorista Frank Martínez
en una entrevista emitida por Teleantioquia el 20 de enero de 2020 en el
torieta de Gustavo Sala publicada en 2012, con el programa Mañanas ligeras (minuto 17, https://youtu.be/gf81khwbIJI). Tam-
bién podríamos mencionar a Domenech (2017), quien, para el contexto
título de Una aventura de David Guetto. El DJ de hispánico, afirmaba: “Si algo tenemos en este bendito país nuestro es gente
los campos de concentración en: FieSSta, en la que dispuesta a ofenderse por todo; gente que –como Jorge de Burgos en El
nombre de la rosa– pretende que, en última instancia, aquí no se ría ni
intenta hacer humor desde la tópica del penoso Dios” (p. 204).
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el viejo proverbio que acuña el Quijote de “peor allí que el espectador sentencie que “lo mismo me
es meneallo, amigo Sancho”; seguramente, ante el ha pasado a mí” a que piense que “el comediante
peligro de menear con el discurso una memoria habla de mí”.
sacralizada, sea mejor evitar los disgustos o, en el Por estos terrenos pareciera moverse Siurana
mismo hilo de las paremias, dejar los santos quie- (2014) cuando afirma que “el uso ético del humor,
tos. En este orden de ideas, quizás sacralizar lo ba- arraigado en lo local, consiste en utilizarlo como
nalizado resulte, por lo exótico, humorístico; pero crítica de nosotros mismos y de nuestro propio
banalizar lo sacralizado, por la fuerza de la memo- pueblo” (p. 228). Cuando el humorista asume co-
ria, sea bochornoso y ofensivo. mo propias las aventuras que narra, establece con
el auditorio un contrato comunicativo, según el
La cautela por preservar lo privado cual la condición absurda y todas sus inferencias
recaen sobre el locutor, pero jamás sobre los otros,
Gracias al poder de síntesis de Jankélevitch (2012), para que en ningún momento los oyentes se sien-
convenimos en afirmar que “la ironía hace ha- tan aludidos públicamente. De esta manera, como
blar. La ironía suelta las lenguas” (p. 68). Y en lo concluye Siurana (2014),
esa exaltación que nos puede provocar tal impul-
so, podemos irrumpir en la ofensa al otro cuan- [...] cuando reímos de nuestro propio pueblo,
do sobrepasamos el delgado límite que hay entre entonces el humor no se está mostrando como su-
lo público y lo privado. El más claro ejemplo que perioridad, no es “humor étnico”. El humor nos dice
inspira esta infracción nace en el ámbito familiar entonces algo de lo que somos, y puede ser también
cuando el niño cae en la tentación de referir an- un recordatorio de que tal vez no seamos la persona
te las visitas, ciertas escenas que en la intimidad o el pueblo que nos gustaría ser. (p. 228)
hogareña resultan cómicas, pero que, expuestas
a la vista de los demás, generan en los mayores De cierto modo, si convenimos en la condi-
que las protagonizaron, además de sonrojo, recha- ción carnavalesca del humor y la ironía, a partir
zo. Esa prohibición de llevar a lo público lo pri- de Bajtín (1976), estaríamos hablando aquí de una
vado se irradia con fuerza en diferentes ámbitos autoentronización bufa. En sus análisis, Bajtín po-
de interacción y para el humor/ironía pareciera ser ne como centro del carnaval el fenómeno de la en-
una máxima irrecusable. En efecto, es recurrente tronización, en su cualidad de “rito ambivalente,
la advertencia de diversos expertos frente al tema dos en uno, que expresa el carácter inevitable y al
(Domenech, por ejemplo), lo que redunda en la mismo tiempo la fecundidad del cambio-renova-
práctica habitual de narrar los hechos siempre en ción, la relatividad feliz de toda estructura social,
primera persona o asociarlos a la experiencia vital de todo orden, de todo poder y de toda situación
del humorista para evitar las posibles transferen- (jerárquica)” (p. 315). Sin embargo, para el caso
cias a lo que han podido contar o vivir los espec- que nos ocupa, el comediante, a fin de evitar que
tadores. Al respecto, asevera Domenech (2017): el otro se sienta aludido, prefiere autocoronarse
“Algunos, en este uso de lo personal, optan por un como rey de su propio carnaval, y presentarse, an-
enfoque autodestructivo, burlándose de sí mismos te los demás, absurdo, caricaturizado, reducido,
y convirtiéndose en el target de sus propios chis- estigmatizado, degradado.
tes”. Agrega el comediante que desde esta postura La lección de esta práctica, trasladada al aula,
narrativa “se puede ser todo lo cruel que se quie- nos hace pensar en la importancia de mantener el
ra, ya que la agresión es hacia uno mismo, y nadie sigilo por aquello que pudimos saber de nuestros
tiene más autoridad que nosotros para burlarnos estudiantes en privado y que, a pesar de que llegue
de nosotros mismos” (p. 210). Más fácil resulta de a formar parte de los juegos irónico/humorísticos
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que establezcamos en las interacciones de un des- Es evidente que mientras la urgencia vital, la pul-
canso, no puede escalar al escenario macro del sión por la vida o el impacto de los hechos nos inva-
aula, so pena de dejarlos inermes ante el escarnio dan, no tendremos las condiciones para bromear o
público. También de esta conciencia cautelosa por ironizar. Estos dispositivos de lenguaje requieren de
preservar lo privado se alimentan el tacto y la pru- cierta distancia con el impacto primero, y tal distan-
dencia que –en palabras de Álvarez (2013)– cul- cia es prácticamente imposible de calcular. Al fin
tivamos cuando sabemos “qué decir, qué callar, y al cabo, antes de movernos por los terrenos de
cuándo y cómo decirlo y cómo adecuarlo a las lo non bona fide, tendremos que asegurar el con-
diversas situaciones comunicativas, en las que in- curso humanitario que le permita al otro saber que
tervienen también elementos paralingüísticos (rit- cuenta con nosotros desde lo bona fide. No en va-
mo, entonación y énfasis) y no verbales (muecas, no, apunta Castro (2018), “la risa está provocada en
gestos, distancias, silencios, imágenes)” (p. 26). un espacio que es puramente intelectual, en el que
pueden construirse ficciones que no tienen por qué
La intuición de una urgencia vital corresponder a un mundo de la vida en el que to-
superada do está asociado con su correspondiente emoción”
(p. 161). Estas ideas traban estrechas relaciones con
Sabemos de la vocación heteróclita del humor y la la clásica afirmación de Bergson (2008) de que “lo
ironía, en el sentido de que ningún tema, por espi- cómico para producir su efecto, exige algo así como
noso que sea, se escapa de sus tentáculos. Ya pon- una momentánea anestesia del corazón” (p. 14).
deraba Jankélévitch (2012) que la ironía prefería Un ejemplo significativo de urgencias vita-
“armarse una borrachera multicolor con todos los les que tardaron bastante en relajarse lo describe
alcoholes de la pasión” (p. 38). En dicho intento, Barba (2016) en un capítulo dedicado a la prohi-
como lo hemos venido advirtiendo desde apartados bición de la risa, con motivo de los hechos del 11
anteriores, el autor nos recuerda que la ironía –y de septiembre. Allí el autor da cuenta de la pro-
por extensión, el humor– tienen por lema “poco de longada abstinencia que tuvieron que observar
todo y no todo de una sola cosa”, hasta el punto los comediantes para hacer alguna alusión iróni-
de rozar “sucesivamente todos los teclados” (p. 38). co-humorística acerca del atentado a las Torres
Obviamente, el peligro de tal ambición omnívora Gemelas, en virtud de las estrictas normas que
estriba en que, al pasar por ciertos teclados, se to- desde la Casa Blanca lo prohibían. Recuerda có-
quen susceptibilidades profundas que para nada mo 18 días después de la tragedia, el cómico Gil-
agraden al interlocutor. Una de ellas, asociada tam- bert Gottfried hizo el primer chiste sobre el tema
bién al principio del Kayrós, tiene que ver con bro- y la reacción inmediata de uno de los asistentes
mear o ironizar alrededor de aquello que el mismo fue “¡Demasiado pronto!”. Comenta Barba (2016)
Jankélévitch (2012) considera todavía “muy adheri- que “al parecer en este caso, como había grita-
do a la vida” (p. 28) y que prescribe como requisito do el espontáneo, estaba el drama, pero no había
sine qua non antes de jugar al humor/ironía: esperar transcurrido aún el tiempo necesario” (p. 111). La
a que la urgencia vital se relaje: descripción de todos los obstáculos que le supu-
sieron al humor y a la ironía franquear el silencio
La ironía, seguramente, es demasiado moral para que les imponía la urgencia vital de digerir los he-
ser verdaderamente artística, así como es demasiado chos pone al texto de Barba a girar alrededor de
cruel para ser verdaderamente cómica. Sin embar- la palabra decoro. Casualmente, es este vocablo
go, hay un rasgo que los acerca: el arte, lo cómico uno de los conceptos afines que en la retórica an-
y la ironía se vuelven posibles cuando la urgencia tigua operan para el principio del aptum (Lausberg,
vital se relaja. (Jankélévitch, 2012, p. 11) 1996, p. 258), en tanto eje articulador de lo que
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se dice y lo que se puede decir, según las circuns- profesor y sus efectos perlocutivos. Análisis de una
tancias. Este concepto del decoro se constituye en muestra representativa docente en colegios oficia-
el punto de partida para la construcción de una les del departamento del Quindío”, y otra en cur-
ética del monólogo cómico, en virtud de su fina- so: “La recepción de la ironía verbal en el aula
lidad, según Gómez (2017). La puesta artística del de clase. Análisis de las reflexiones de maestros
texto humorístico se ve irrecusablemente sometida en formación y en ejercicio sobre su experiencia
“al decorum, al grado de adecuación del discur- previa como estudiantes (2021-2022)”. La prime-
so con el resto de elementos del hecho retórico, ra indaga por el lugar, las funciones y los efectos
a saber, el público, el contexto, el canal de trans- perlocutivos de la ironía verbal en el aula, a partir
misión, el propio cómico en acción y el referente del diálogo directo con profesores de educación
del monólogo” (p. 95). básica secundaria y media vocacional en colegios
En un contexto más amplio como el del aula, oficiales del Quindío4; mientras que la segunda,
ese decoro es crucial para evitar las debacles de como derivación de la anterior, estudia la recep-
un humor fallido. El maestro bien debe aplicar la ción de la ironía verbal en el aula de clase, a partir
ecuación popular que reivindican tantos autores, del análisis de las reflexiones que formulan maes-
entre ellos Woody Allen, en términos de que la co- tros en formación y en ejercicio sobre su expe-
media es igual a tragedia más tiempo; o recordar riencia previa como estudiantes, luego de cursar
los preceptos de McGraw et al. (2013), quienes la espacios académicos dedicados al estudio de este
rectifican en el sentido de que, para que haya hu- problema5. Ambas investigaciones de corte cualita-
mor, debe existir un distanciamiento justo (ni poco tivo se sustentan en una perspectiva histórico-her-
ni demasiado) del tiempo de la tragedia3. menéutica, toda vez que intentan comprender un
Así las cosas, poner a correr el carnaval de lo fenómeno –en este caso educativo– en múltiples
non bona fide sin haber calculado que las urgen- direcciones (las actitudes del profesor, las reaccio-
cias vitales de nuestros estudiantes se hayan atem- nes de los estudiantes, las creencias y represen-
perado nos deja a un paso de la impertinencia y taciones sociales de un grupo, etc.); los datos allí
el agravio. Una vez más, antes de echar las redes recogidos podrían compendiarse en lo que Haber-
del humor y el sarcasmo, no solo es preciso haber mas (1990) considera las tres clases de manifes-
consolidado una comunidad empática, sino tam- taciones de la vida: “las expresiones lingüísticas,
bién saber leer que las tormentas hayan cesado. las acciones y las expresiones de las vivencias” (p.
De ese modo, nuestro discurso –en sincronía con 171). Los instrumentos que nutren tales apuestas
el decoro y el Kayrós– podrá seguir rozando te- metodológicas son la encuesta como “conjunto
clados sin el temor de hacerlo muy pronto o muy sistemático de preguntas escritas que están rela-
lejos de aquellos hechos hacia los cuales debe cionadas con hipótesis de trabajo y, por ende, con
anestesiarse primero el corazón. las variables e indicadores de investigación” (Ñau-
pas et al, 2014, p. 211) y la entrevista semiestruc-
Perspectiva metodológica que sustenta la turada como instancia comunicativa en la cual
reflexión expuesta “el entrevistador tiene la libertad de introducir
Las presentes reflexiones se derivan de dos inves- 4 El corpus central lo constituyen 104 entrevistas semiestructuradas a profe-
sores en ejercicio, como muestra representativa del total de los 1011 que,
tigaciones, una de ellas terminada: “La ironía del a 2019, laboraban en ese nivel de la educación pública formal, adscritos a
la Secretaría de Educación Departamental que reúne, por su parte, a todos
los municipios del departamento, a excepción de su capital (Armenia).
3 “The key to avoiding a ‘too soon’ comedy fail, or a ‘too late’ comedy dud 5 Se trata de 171 estudiantes y egresados que han participado de los espa-
is matching the right degree of violation with the right amount of distance. cios académicos Comprensión de Textos Argumentativos Irónicos (2016-2,
With this in mind, we propose a modification to the popular saying, ‘hu- 2018-2, 2019-1, 2019-2) y Retórica de los Textos Humorísticos (2020-1,
mor is tragedy plus time’. Transforming tragedy into comedy requires time, 2020-2, 2021-1) en la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana de la
not too little yet not too much” (McGraw et al. 2013, p. 571). Universidad del Quindío.
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preguntas adicionales para precisar conceptos u fuerza en el análisis, como fruto del carácter
obtener mayor información sobre los temas desea- cíclico de la hermeneusis en el marco de la pers-
dos” (Hernández et al, 2006, p. 597). pectiva metodológica elegida, lo que nos empuja
Estos instrumentos, adelantados entre las mues- irrecusablemente a la construcción de nuevos ar-
tras representativas poblacionales antes descritas, tículos de reflexión en este amplio horizonte de
han arrojado resultados diversos que podríamos efectos provocados por las interacciones del do-
agrupar en cuatro frentes: a) el estudio de la iro- cente en los mundos plurales de los estudiantes.
nía, el humor y sus conceptos afines como gene- Por el momento, podríamos decir que hemos ex-
radores de tensión/distensión en el aula de clase, plorado algunos escenarios en los que el humor
a partir de los trabajos Huang et al. (2015); b) el y la ironía nos llevan –seguramente sin querer– a
comportamiento de la muestra analizada a la luz la ofensa en el aula: el pasar por alto la construc-
de las principales funciones de la ironía, según ción de una comunidad discursiva empática, el
Alba-Juez (2002): evaluación, ataque verbal y di- descuidar los alcances de la informatividad, el so-
versión; c) el análisis de los efectos perlocutivos de brepasar los horizontes de expectativas de los estu-
la ironía en el aula de educación básica y media diantes, el banalizar una memoria sacralizada, el
vocacional, en diálogo con las conclusiones que traslapar lo público con lo privado y el irrumpir en
Torres-Hernández (2012) propuso para el contexto una urgencia vital aún no superada. Tales riesgos
universitario; d) el bosquejo de algunas implica- devienen de la misma condición non bona fide de
ciones didácticas y pedagógicas que puedan cal- estos fenómenos sociodiscursivos. Una vez más,
dear la discusión con profesores en formación y en podríamos glosar con Jankélévitch (2012) esta na-
ejercicio, acerca del lugar, la función y los efectos turaleza desafiante y aventurera de la ironía que,
de la ironía y el humor en el salón de clase. Gran por su fuerza, también podría atribuirse al humor:
parte de estos resultados han sido documentados
en Cortés et al. (2021) y en avances como los de La ironía, que ya no le teme a las sorpresas, juega
Caro-Lopera (2020, 2021b). Sin embargo, la iden- con el peligro. En este caso, el peligro está en una
tificación de los factores que aquí hemos esboza- jaula: la ironía va a verlo, lo imita, lo provoca, lo
do se constituye en nueva categoría de análisis que ridiculiza, lo mantiene para su recreación; incluso
responde al seguimiento de la manera como los se arriesgará a través de los barrotes para hacer la
entrevistados califican aquellas bromas e ironías diversión tan peligrosa como sea posible, para obte-
que sus profesores utilizaron, qué procedimien- ner la ilusión completa de la verdad. Saca partido de
tos retóricos las caracterizaban, en qué variables su miedo fingido y no se cansa de salvar ese peligro
contextuales y socioculturales se movían, qué in- delicioso que muere a cada instante. A decir verdad,
tenciones se descifraban a través de ellas, y qué la maniobra puede descarriarse, y por eso murió
efectos consiguieron con el paso del tiempo. Sócrates. (p. 12)
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ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021). pp. 217-230.
Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17824 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Artículo de reflexión
Resumen
El artículo expone una aproximación acerca de los que se han denominado trayectos comunicacionales experimentales desde la
mirada de tres autores que suponen una perspectiva crítica a la captura del capital de las subjetividades del presente. De esta ma-
nera, Giorgio Agamben, Gilles Deleuze y Michel Foucault proveen, a través de sus respectivos aportes al pensamiento, las lentes
teóricas que se constituyen en insumos para reflexionar sobre aquellos trayectos comunicacionales que emprenden una empresa
crítica a la discursividad mayoritaria. Así, profanación al capital, actitud esquizo y parresía se constituyen en ejes que sirven como
base para imaginar, a partir de la comunicación, otros mundos posibles, alternativas existenciales a las de la biopolítica neoliberal
y, en última instancia, posibilidades liberadoras.
Palabras clave: comunicación, periodismo, libertad, crítica, capitalismo.
Abstract
This article presents an approach towards what has been called experimental communication trajectories from the perspective of
three authors, which constitute a critical view on the capture of subjectivities by the capital. In this way, Giorgio Agamben, Gilles
Deleuze, and Michel Foucault provide, by means of their respective contributions to thought, the theoretical lenses that become
inputs to reflect upon those communicational paths that undertake a critique of hegemonic discursivity. Thus, profanation of capi-
tal, schizoid attitude, and parrhesia constitute axes of thought that serve as basis for imagining other worlds from communication,
existential alternatives different to those of neoliberal biopolitics and, ultimately, liberating possibilities.
Keywords: communication, journalism, freedom, critical thinking, capitalism.
*
Periodista e investigador argentino, doctorando en Estudios Sociales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá, Colombia, en la línea de
Subjetividades, Diferencias y Narrativas. Publica sus columnas y avances investigativos en su portal web https://parresia-online.com/. Correos electrónicos: jdlen-
cina@correo.udistrital.edu.co; contacto@parresia-online.com.
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3477-3864
Cómo citar: Lencina, J. D. (2021). Tres lecturas sobre trayectos comunicacionales experimentales. Enunciación, 26(2), 231-243.
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17824
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Aquí es preciso hacer un alto para el tratamien- También pueden mencionarse otras corrientes
to de cierta terminología y asunciones teóricas que como los Estudios Culturales o la Antropología
tal vez no sean totalmente naturales en la jerga pe- Cultural. Para los primeros, que emergen en los
riodística, como las cuestiones sobre el sujeto y la años 1960 en Inglaterra y en los que se destacan
subjetividad, que asimismo no exhiben unicidad autores como Richard Hoggart, Raymond Williams
alguna. Estimulada por la tradición nietzscheana, y Edward Thompson –entre otros–, es clave com-
una de las rupturas más drásticas se produjo a par- prender las cuestiones de la experiencia y de la
tir de la década de 1960 desde el pensamiento de cultura para producir la subjetividad; la experien-
Michel Foucault, desde quien se corre el foco cia en cuanto significación e interpretación de los
de un sujeto trascendente y esencial, para pasar discursos disponibles, y la cultura en cuanto cultu-
a una consideración de las tramas de poder, los ra popular. A esto, la Antropología Cultural le adi-
discursos y dispositivos que afectan a los indivi- ciona la pregunta por el sentido en cuanto insumo
duos para producirlos social e históricamente. Es al que los individuos recurren para comprender el
necesario advertir la relevancia que el pensador mundo (Aquino Moreschi, 2013, pp. 264-275). No
francés le da al cuidado de sí como acción éti- obstante, son los abordajes realizados por la pri-
ca sobre el gobierno que le es ejercido, haciendo mera de las referidas –es decir, por la línea poses-
que la subjetividad no sea sino un resultante entre tructuralista, foucaultiana o deleuziana–, los que
estas tensiones: “obligación de todo individuo de operan como eje problematizador sobre las subje-
cuidar de sí mismo, inmediatamente ligada, como tividades en esta propuesta. Este es el contexto teó-
su condición, al conocimiento de sí. No podemos rico y algunas de las discusiones que se proponen
ocuparnos de nosotros mismos sin conocernos” en este espacio de debate sobre las subjetividades
(Foucault, 2009, p. 60). En esta línea –que pue- de los periodistas latinoamericanos.
de llamarse posestructuralista– es posible también
ubicar al pensamiento de Gilles Deleuze (1994), Profanando el capital
para quien no habría un sujeto como tal, sino lí-
neas de trayectorias en constante movimiento que En términos de organización, esta parte de la pre-
se integran a un devenir existencial que nunca sentación se propone alrededor de dos ejes princi-
acaba por determinarse, indeterminación que se pales: por un lado, se aborda la cuestión acerca de
da por la cualidad de afectar y de ser afectado; se las experimentaciones en el campo de los medios
trata de una ontología de la diferencia en el ser: de comunicación como posibilidad profanatoria al
“creemos que la noción de sujeto ha perdido mu- poder del capital, en cuanto construcción simbó-
cho de su interés en nombre de las singularidades lica de autolegitimación apoyada en las virtudes
pre-individuales y de las individuaciones no perso- de los dispositivos mediáticos. Emerge, entonces,
nales” (p. 2). En tanto que, para Félix Guattari –con la pregunta acerca de si estos ensayos experimen-
quien Deleuze compartió los proyectos de El an- tales representan una auténtica amenaza a la vita-
ti-Edipo en 1972, Mil mesetas en 1980 y ¿Qué es la lidad neoliberal, es decir, si alcanzan un rango de
filosofía? en 1991–, la subjetividad es resultante de profanación al lenguaje o, en todo caso, si son se-
procesos de producción en los que intervienen las cularizaciones a la verdad incapaces de alterar tal
máquinas del capital: medios de comunicación, orden. Por otra parte, se plantea pensar que tales
sistemas de propagandas, políticas basadas en es- ejercicios no solo procuran visibilizar ciertos dis-
tadísticas y encuestas, etc. En consecuencia, aquí cursos en un determinado marco societal, es decir,
no hay sujeto sino una subjetividad producida en en términos de Agamben (1998), con el bios (pp.
clave del mercado (Fourquet, 2007). 16-18). Lejos de ello, lo que está en controversia es
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la integridad de la vida misma en sus formas más Estados Unidos, MediaPart en Francia y muchos
elementales; dígase, con el zoe. otros no son otra cosa que experimentaciones en
¿Existe, en el tiempo presente, sacrilegio más la búsqueda de una supervivencia que no alcanza-
alto que aquel que profana las verdades del capi- ron, por ejemplo, otros espacios enunciativos co-
tal? Asumiendo la profanación como una especial mo en su momento lo fue 6, 7, 8 en la TV Pública
forma de negligencia que visibiliza (desacraliza) de Argentina. Tales trayectos se presentan en la for-
los dispositivos y modos de gobierno que el capi- ma de irreverentes juegos con importantes cuotas
talismo eleva como religión –en continuidad con de blasfemia. Pero ¿cuál es la naturaleza del juego
Benjamin–, el desafío ante la biopolítica neolibe- como práctica que aparta a la humanidad de la es-
ral se presenta como toda una irreverencia en el fera de lo sagrado? Para Agamben (2005),
terreno de la producción simbólica.
Esto significa que el juego libera y aparta a la hu-
Los juristas romanos sabían perfectamente qué manidad de la esfera de lo sagrado, pero sin abolirla
significaba “profanar”. Sagradas o religiosas eran las simplemente. El uso al cual es restituido lo sagrado
cosas que pertenecían de algún modo a los dioses. es un uso especial, que no coincide con el consu-
Como tales, ellas eran sustraídas al libre uso y al co- mo utilitario. La “profanación” del juego no atañe,
mercio de los hombres, no podían ser vendidas ni en efecto, solo a la esfera religiosa. Los niños, que
dadas en préstamo, cedidas en usufructo o gravadas juegan con cualquier trasto viejo que encuentran,
de servidumbre. Sacrílego era todo acto que viola- transforman en juguete aun aquello que pertenece
ra o infringiera esta especial indisponibilidad, que a la esfera de la economía, de la guerra, del dere-
las reservaba exclusivamente a los dioses celestes cho y de las otras actividades que estamos acostum-
(y entonces eran llamadas propiamente “sagradas”) brados a considerar como serias. Un automóvil, un
o infernales (en este caso, se las llamaba simple- arma de fuego, un contrato jurídico se transforman
mente “religiosas”). Y si consagrar (sacrare) era el de golpe en juguetes. Lo que tienen en común estos
término que designaba la salida de las cosas de la casos con los casos de profanación de lo sagrado
esfera del derecho humano, profanar significaba por es el pasaje de una religio, que es sentida ya como
el contrario restituirlos al libre uso de los hombres. falsa y opresiva, a la negligencia como verdadera
(Agamben, 2005, p. 97) religio. Y esto no significa descuido (no hay atención
que se compare con la del niño mientras juega), sino
En el planteamiento que se viene desarrollan- una nueva dimensión del uso, que niños y filósofos
do, lo que pertenece al dios del capital es la pa- entregan a la humanidad. Se trata de un tipo de uso
labra sacralizada de los tradicionales medios de como el que debía tener en mente Walter Benjamin,
comunicación y ahora profanada, puesta a dispo- cuando escribió, en El nuevo abogado, que el dere-
nibilidad de los hombres desde los trayectos expe- cho nunca aplicado, sino solamente estudiado es la
rimentales críticos. Pero, ir en contrasentido a la puerta de la justicia. Así como la religio no ya ob-
verdad legitimada, arrogarse el estatus para alzar servada, sino jugada abre la puerta del uso, las po-
la voz resulta ser un peligroso juego que puede tencias de la economía, del derecho y de la política
incluso llegar a costar la vida. Y ese fue el costo desactivadas en el juego se convienen en la puerta
que debieron asumir, en el ámbito de legitimación de una nueva felicidad. (pp. 100-101)
de los medios de comunicación, quienes acome-
tieron contra la sanctum verum afines a las lógi- Así como un automóvil, un arma o un contrato
cas del mercado, incluso en tiempos de pandemia jurídico son transformados en juguetes, los medios
por covid-19. Iniciativas como El destape en Ar- de comunicación, o más bien el lenguaje pronun-
gentina, ElDiario.es en España, The Intercept en ciado desde los espacios consagrados por el capital,
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es forzado a abandonar su sacro lugar y arrojado al del capital. No obstante, Agamben (2005) plantea
barro de lo profano. A través de estos ejercicios de que el juego en algún momento termina, y las es-
experimentación mediática es que un nuevo uso de feras del consumo y del espectáculo (propios de la
la palabra se convierte en un objeto de juego que fase extrema del capitalismo y destinados a operar
atenta contra la religión imperante, aquella sosteni- en la creación de un improfanable por medio de la
da en las prácticas por los rituales de consumo. Y si captura de los comportamientos profanatorios) no
bien “restituir el juego a su vocación puramente pro- hacen más que convertirse en alimento de aquello
fana es una tarea política” (Agamben, 2005, p. 101), que busca sobrevivir y crecer: “En su fase extrema,
no deja de admitir problematizaciones sobre su su- el capitalismo no es más que un gigantesco dispo-
ficiencia para remover los profundos cimientos del sitivo de captura de los medios puros, es decir, de
poder: ¿Puede, a partir de la producción simbólica los comportamientos profanatorios” (p. 114). Uno
resistente que emerge de espacios discursivos-otros, de esos medios puros es el lenguaje, cuyo proyecto
sentirse amenazada la salud del capital?; ¿tiene esa político, si no ha sido cumplido hasta el momento,
crítica la potencia necesaria para, desde allí, promo- deberá ser asumido por la siguiente generación.
ver la emergencia de otros órdenes?; asumiendo que
estas empresas no dispongan de esa capacidad, ¿se El espectáculo ahora aliena el ser lingüístico, el
puede decir que alcanzan el rango de secularizacio- lenguaje en tanto bien común. Es la comunicación la
nes de la palabra más que de profanaciones? Pues que ahora es expropiada, separada y colocada en
para poder ser elevados a ese escalón, tales ensayos la esfera especial de la separación (en la esfera espec-
deben contar con el brío suficiente para alterar el po- tacular), en la que pareciera que ya no hay posibili-
der vigente, en vez de solo cambiarlo de lugar. dad alguna de usar de otro modo la palabra, más que
Para graficar el punto precedentemente seña- para regurgitar su nada, su vacío, en un espectáculo y
lado, obsérvese el Reporte de Información Digital palabrería sin fin. La comunicatividad queda separa-
del Reuters Institute 2019, el cual detalla que Me- da en esta esfera autónoma en la que no dice sino su
diaPart es la tercera publicación de mayor confian- pura nada; pero su lugar lo toma la comunicabilidad,
za en Francia, mientras que ElDiario.es es el cuarto el lenguaje que ya no revela nada o que solo revela la
periódico digital más frecuentado por los nativos nada de las cosas. (Hernández, 2017, p. 146)
digitales de España (Newman et al., 2019, pp. 84,
108-109). No obstante, ¿representa esto que se ha- La relevancia política de esta profanación al
ya producido una profanación al poder simbóli- lenguaje tiene que ver con el descenso del cor-
co del capital, o implica que dentro de la misma pus simbólico a los ámbitos más íntimos y coti-
condición haya habido un cambio de manos del dianos de la vida, lo que se relaciona incluso con
poder, aunque dejándolo intacto? Si fue lo segun- la supervivencia misma. Aquí es posible rescatar
do lo que aconteció, puede decirse que la práctica el acontecimiento de la pandemia por coronavi-
política de pronunciación discursiva fue arreba- rus y sus efectos, específicamente vinculado al
tada a los medios tradicionalmente dominantes y aumento exponencial del acceso a los medios de
luego secularizada pero, para que el poder haya comunicación en el mundo. De acuerdo con el
sido profanado, ¿es requisito la alteración de los informe de las agencias The Gobal Web Index y
órdenes dispuestos por el capital? el Panel LIVE de Wavemaker, durante las cuaren-
En cualquier caso, el lenguaje se constituye en tenas la población mundial estuvo expuesta a los
juguete, dándole otra dimensión a su uso en un medios a niveles sin precedentes, llegando incluso
acto político con implicancias de nueva felicidad a producir bloqueos en streamings y canales de
que, sin embargo, amenaza a la religión cultural transmisión (World Economic Forum, 2020, p. 11).
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desde los espacios de ejercicio periodístico y co- Genio es aquel que sabe hacer de todo-el-mundo
municacional adoptar posturas a partir de las un devenir (quizá Ulises, la ambición fallida de
cuales puedan concretarse cambios?, ¿es posible Joyce, medio lograda por Pound). Uno ha entrado
desde lugares propios de la racionalidad del mer- en devenires-animales, devenires-moleculares, por
cado posicionarse disruptivamente en relación último, devenires imperceptibles. “Estaba definiti-
con las condiciones que impregnan cada espacio vamente del otro lado de la barricada. La horrible
vital? Se plantea que el abordaje de una proble- sensación de entusiasmo continuaba (...). Trataré
matización en esta línea puede encontrar un buen de ser un animal lo más correcto posible, y si me
inicio en la reflexión sobre las posibilidades de los arrojáis un hueso con bastante carne encima puede
discursos para producir realidades. Estos podrían que sea incluso capaz de lameros la mano”. ¿Por
ser asumidos, en todo caso, como construcciones qué ese tono desesperado? La línea de ruptura o de
emitidas desde lugares duros de organización que verdadera fuga ¿no tendría su peligro, todavía peor
como misión política guardan el imperativo del que los otros? Es tiempo de morir. En cualquier caso,
disciplinamiento, la sumisión, la aceptación de Fitzgerald nos propone la distinción de tres líneas
subjetividades partícipes de un determinado siste- que nos atraviesan, y componen “una vida” (título
ma productivo. a lo Maupassant). Línea de corte, línea de fisura, lí-
Piénsese en las condiciones de práctica de un nea de ruptura. La línea de segmentaridad dura, o
comunicador o periodista inserto en un medio tra- de corte molar; la línea de segmentación flexible,
dicional, un periódico o un canal de televisión o de fisura molecular; la línea de fuga o de ruptura,
estructurado en una lógica gerencial afín a los cá- abstracta, mortal y viviente, no segmentaria. (Deleu-
nones administrativos de la economía de mercado, ze y Guattari, 2002, p. 204)
que pondera la productividad y que es parte de
un holding mediático que lo contiene, poseedor En el descrito comunicador, la línea dura de
de otros medios o empresas que tal vez abarquen organización genera un impacto en su cuerpo,
otros rubros del mercado. Siguiendo a Deleuze y primer territorio sobre el que se ejerce el gobier-
Guattari, se podría asumir que la trayectoria vital no, en cuanto énfasis de continuidad de un este-
y profesional de este comunicador estaría plegada reotipo estético estimulado desde la centralidad.
por líneas duras de organización al continuar con Probablemente no luzca muy diferente al yupi
los itinerarios trazados por las instituciones, las posmoderno, concretando la imagen de un cuerpo
empresas y el estatuto del trabajo formal. Pero esas disciplinado por el mandato molar, que sin embar-
líneas pueden simultáneamente estar atravesadas go no está exento de experimentar resquebrajadu-
por otras más flexibles, disruptivas, generadoras de ras en la solidez de su semiosis.
quiebres en los tránsitos vitales y que representan Porque la emisión también es posible de rea-
posibles riesgos para lo molar. Pero ¿qué son estas lizarse desde lugares-otros, tal vez no oficiales,
líneas? Según los autores, moleculares, que se atreven a configurar cuerpos
cuyos devenires cuestionan la organización. Las
Uno ya no es más que una línea abstracta, co- estéticas de estos cuerpos con trayectorias alterna-
mo una flecha que atraviesa el vacío. Desterritoria- tivas a las avenidas principales y autopistas crean
lización absoluta. Uno ha devenido como todo el senderos y huellas de cabras con ropajes que les
mundo, pero a la manera en que alguien no pue- permiten transitar por los campos abiertos, inven-
de devenir como todo el mundo. Uno ha pintado tando los pequeños caminos, pero elevando una
el mundo sobre sí mismo, y no a sí mismo sobre el inquisidora mirada hacia la carretera. Se trata de
mundo. No debe decirse que el genio es un hombre cuerpos indóciles que, a partir de su indiscipli-
extraordinario, ni que todo el mundo tiene genio. na, se niegan al sometimiento del mandato que
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pretende organizar, sujetar y ordenar, que resisten para no caer en la trampa. Dicho esto, hablamos de
y crean “trazados de cartografías micropolíticas una actitud estética de indocilidad voluntaria críti-
provocando otros modos de estar y hacerse en el ca que multiplica “no los juicios, sino los signos de
mundo, deviene método menor de descomposi- existencia” (Foucault, 1999, p. 220); que hace de la
ción del dispositivo neoliberal” (Martínez Posada propia existencia una obra de arte, tejiendo territo-
y Ochoa Ordóñez, 2017, p. 231). rios múltiples, haciéndose y deshaciéndose a cada
La indocilidad conlleva toda una política de instante en una interpenetración entre el cosmos y
denuncia y visibilización del gobierno ejercido la intimidad. (Martínez Posada y Ochoa Ordóñez,
en aquellos carriles de la gran carretera, donde 2017, pp. 232-233)
los cuerpos transitan en una única y preestableci-
da dirección, señalizada, resultante del diseño de En el campo periodístico y comunicacional,
arquitectos e ingenieros. En las quebradas de los esta política puede concretizarse en los lugares,
senderos de cabra del campo comunicacional es tránsitos y cuerpos que asumen con valor el pro-
posible hallar toda una variedad de experimenta- nunciamiento de ciertas verdades que no toleran
ciones que encuentran vías de existencia por fuera que por sus arterias fluyan sin más. Porque, en de-
de los circuitos tradicionales e incluso formales, de finitiva, se trata de toda una actitud, una disposi-
los discursos y flujos de poder. ción espiritual que expresa las incomodidades y
Se abre la reflexión acerca de las posibilidades asume los posibles riesgos existenciales. Por acti-
de democratización que emergen como estímulo tud se hace referencia a un modo de relación con
del acceso a las nuevas tecnologías infocomunica- respecto a la actualidad, “una escogencia volunta-
cionales, pues ha dejado de ser requisito el dispo- ria hecha por algunos; en fin, una manera de pen-
ner de grandes infraestructuras técnicas o de vastos sar y de sentir, una manera también de actuar y de
recursos humanos para transmitir por televisión o conducirse que, a la vez, marca una pertenencia
por radio, o para publicar un artículo. La econo- y se presenta como una tarea” (Foucault, 1995b,
mía y accesibilidad de los gadgets da lugar a una p. 15).
diversificación de medios en el escenario comuni- ¿Tal actitud justifica experimentaciones co-
cacional que permite pensar que, si bien hay ver- municacionales, estéticas y políticas esquizo con
dades que son duras, mayoritarias o hegemónicas, visiones de otros mundos, de otras afectividades
lejos están de ser totalitarias. Recorrer estos sende- críticas? Podría pensarse que, si los cuerpos que
ros demanda una disposición de cuerpos aposta- osan arriesgar las seguridades para emprender fu-
dos para una disputa por la construcción de otros gas asumen situaciones que son expresiones sin-
mundos: gulares que ya no representan cosas, sujetos o
identidades, sino a esas mismas singularidades,
Es pues la existencia-el cuerpo, una experimen- puede estar hablándose de haeccidades:
tación estética, ética, política, rizomática que pliega
y teje el dispositivo, entonces la palabra producir se Pero no hay que pensar que la haecceidad con-
descompone y ya no significa capital, sino expre- siste simplemente en un decorado o en un fondo que
sa creación de líneas de fuga, de dispositivos rizo- situaría a los sujetos, ni en apéndices que fijarían al
máticos, de cuerpo sin órganos que no es, sino se suelo las cosas y las personas. Todo el agenciamien-
hace: el Ecce Homo, la haecceidad, la subjetividad to en su conjunto individuado resulta ser una haec-
como trabajo de sí sobre sí que asume una actitud ceidad; se define por una longitud y una latitud, por
de potencia intensa de pensarse y sentirse en la so- velocidades y afectos, independientemente de las
ledad. Esto implica asumir una actitud esquizoana- formas y de los sujetos que solo pertenecen a otro
lítica que traiciona con prudencia, sobriedad y rigor plan. El lobo, o el caballo, o el niño dejan de ser
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sujetos para devenir acontecimientos, en agencia- y al poder mismo, para asumir la peligrosa empresa
mientos que son inseparables de una hora, de una de imaginar posibilidades-otras de existencia: “Hay
estación, de una atmósfera, de un aire, de una vida. algo en la crítica que guarda parentesco con la vir-
La calle se compone con el caballo, de igual modo tud. En cierto modo, de lo que yo quería hablarles
que la rata que agoniza se compone con el aire, y el era, precisamente, de la actitud crítica como virtud
animal y la luna llena se componen juntos. (Deleuze en general” (Foucault, 1995a, p. 2).
y Guattari, 2002, p. 266) Ahora, si bien virtuosa, asumir esta actitud crí-
tica, la posibilidad de pronunciar otras verdades y
Es decir, no se trata solo del sujeto o de la cosa de atentar contra el poder no es una opción gra-
en términos de unidad, sino lo que expresa toda la tuita, pues puede conllevar secuelas para el crítico
situación en una forma accidental y con diferentes y virtuoso emisor, es decir, para el parrhesiastés. Y
grados de intensidad, afectada y afectando a otros, eso es, verdaderamente, de lo que se tratan aque-
lo que el cuerpo de este periodista que se aleja llos referidos ejercicios experimentales, que pa-
de las sedimentaciones duras supone como indi- recen estar dispuestos a asumir las parresiásticas
viduación, que da materialidad a manifestaciones consecuencias por la adopción de actitudes críti-
estéticas, éticas, políticas y espirituales monstruo- cas sobre la vida, contraponiendo verdades-otras
sas como formas de resistir las capturas, de enten- a las del capital y trabando luchas entre distintos
der y de sentir la vida, trazando nuevos devenires, regímenes de veracidad que luchan entre sí para
creando nuevos mundos desde los espacios de la expresar las condiciones que rodean a los suje-
comunicación. tos, o más precisamente, regímenes de veridicción
¿Es esto a lo que se refiere con esquizoperiodis- (Foucault, 2007, pp. 43-67).
mo? Puede decirse que se entiende la actitud es- En el campo mediático, estas luchas se eviden-
quizo como potencia intensiva que explora vías de cian en diversos lugares y espacios: los referidos El
investigación alternativas a las tradicionales. De es- Destape, ElDiario.es, MediaPart, y La Nueva Prensa
ta manera, el esquizofrénico no es el “enfermo que –entre muchos otros– ofrecen verdades inquisido-
se pretende normalizar en el hospital y la familia, ras de las lecturas del mundo que se ejercen desde
juntando piezas y pegándolas con medicamentos los centros operados por el imperio. En su momen-
y significados, sino que es devenir minoritario del to, muchos de estos medios fueron iniciados y son
cuerpo dispuesto en un límite absoluto que disocia gestionados por profesionales de prensa que antes
el Yo, la identidad, el mercado” (Martínez Posada habían sido despedidos de las empresas periodís-
y Ochoa Ordóñez, 2017, p. 232). Es, de esta ma- ticas para las que prestaban servicios, en algunos
nera, el Cuerpo sin Órganos que se encuentra al lí- casos denunciados, desprestigiados y hasta forza-
mite entre los códigos territorializantes y el socius dos al exilio, al tiempo que los nuevos medios de-
(Deleuze y Guattari, 1985). Así, la actitud esquizo bieron recurrir a otras formas de financiación (por
amenaza la escritura sobre la subjetividad, dando ejemplo, los ingresos por suscripciones de lecto-
lugar al vacío, a posibles nuevos trazos. res y audiencias) para subsistir al quedar excluidos
de los circuitos institucionalizados por las pautas
Lo parresiástico publicitarias oficiales. Es decir, estos periodistas y
medios padecieron las consecuencias propias de
Michel Foucault aborda, por su parte, a estas expe- asumir una postura de coraje al pronunciar ciertas
rimentaciones en clave del virtuosismo intrínseco a verdades que resultaban (y lo siguen siendo) incó-
toda práctica crítica al tratarse de una actitud que modas, es decir, de “decirlo todo” (Foucault, 1992,
se arriesga a cuestionar lo establecido, lo normado p. 98). Esto es, en términos de Foucault (2004),
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determinado bios. Así, lo que está en controversia máquina de guerra, se convierte en línea de aboli-
es la integridad de la vida misma en sus formas más ción, de destrucción de las demás y de sí misma”
elementales, es decir, con el zoe, y la situación que (Deleuze y Parnet, 1980, p. 161).
en el presente atraviesa la humanidad en relación No obstante, asumir estos posicionamientos
con la pandemia por coronavirus lo expone, al evi- críticos no es gratuito, plantea Foucault, y desafía
denciar tensiones por la supervivencia no solo de la a pensar acerca de los riesgos que acarrea el vir-
vida humana, sino también por el trato con la na- tuosismo del decirlo todo, es decir, a la parresía
turaleza y con el planeta, por la existencia misma. que conlleva una relación con la verdad.
Por su parte, en Mil mesetas. Capitalismo y es-
quizofrenia (2002), Gilles Deleuze y Félix Guattari Este término se refiere a la vez, a mi juicio, a la
apuestan a ver ciertas prácticas esquizo que dan cualidad moral (la actitud, el ethos) y al procedimien-
lugar a experimentaciones estéticas y que, a su to técnico indispensable para transmitir el discurso
vez, suponen ciertos posicionamientos éticos, po- verdadero a aquel que tiene necesidad de él para
líticos y espirituales que implican toda una crítica constituirse en soberano de sí mismo, en sujeto de
a la captura del capital. Son estas prácticas las que verdad respecto a sí mismo. (Foucault, 1992, p. 98)
se ponen en relación y que invitan a advertir que
también se dan en el campo de la comunicación y De esta manera, el acceso a la verdad repre-
del periodismo. senta toda una posibilidad de erigirse en soberano
Pero más, también emerge el planteamiento de de sí mismo, es decir, de un actuar sobre los már-
reparar en los medios de comunicación, en cuanto genes de libertad de los que se dispone. Por to-
máquinas deseantes, como dispositivos de agen- do esto, pensar en los trayectos comunicacionales
ciamiento que contribuyen a alimentar el deseo en críticos en estos términos no representa sino una
términos que van más allá de lo individual, es de- invitación a la problematización y reflexión sobre
cir, en conexión con lo social. Estos medios pue- el presente, a abrir intersticios con posibilidades
den ser vehículos de tránsito a través de distintas críticas que impliquen aperturas a la construcción
líneas: de segmentariedad dura desde los medios de mundos-otros, alternativos a los propuestos por
mayoritarios y tradicionales, flexibles moleculares la agenda mediática del capital y de la condición
(por ejemplo, con los trayectos comunicacionales biopolítica neoliberal.
experimentales), y de fuga con trayectos que van
más allá de los márgenes y límites demarcados por Reconocimientos
la territorialidad mediática tradicional, que ejer-
zan resistencias y se dirijan hacia nuevas formas Este artículo es una instancia de avance parcial
de expresión y creación política. de las reflexiones enmarcadas en el proyecto de
En virtud de las líneas y trayectorias que se lle- investigación titulado “La producción biopolítica
guen a trazar, estos medios pueden movilizar distin- de la subjetividad del periodista en América Lati-
tas manifestaciones de ejercicio de la micro- y de na (2005-2022)” que se desarrolla en el grupo de
la macropolítica. O, si se disparan hacia trayecto- investigación Vivencias, del Doctorado en Estudios
rias que escapen al alcance de las concertaciones Sociales (DES) de la Universidad Distrital Francis-
mayoritarias o flexibles, es decir, cuyas experiencias co José de Caldas (Bogotá, Colombia). A su vez, el
fuguen hacia devenires-otros por fuera de las esferas autor/investigador es beneficiario de la Beca Co-
del Estado y de la gran política, pueden constituir- lombia de Reciprocidad para Ciudadanos Extran-
se en verdaderas máquinas de guerra capaces de jeros –Cohorte 2018–, del Instituto Colombiano de
combatir las determinaciones de lo duro y lo molar: Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exte-
“la línea de fuga, cada vez que es trazada por una rior (Icetex).
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Tres lecturas sobre trayectos comunicacionales experimentales
Lencina, J. D.
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Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17249 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Resumen
El artículo de reflexión surge del trabajo de investigación titulado “Redes sociales virtuales como dispositivos mediáticos contem-
poráneos”, desarrollado como investigación de tesis doctoral en Lenguaje y Cultura de la Universidad Pedagógica y Tecnológica
de Colombia (UPTC). A partir de los resultados de la tesis, el artículo aborda el papel de la intermediación técnica en la comu-
nicación interactiva virtual de las redes sociales virtuales (RSV) y evidencia cómo esta intermediación técnica puede configurar
un entorno coercitivo para los usuarios de estas redes sociales que puede llegar a incidir en el modo de la intermediación entre
ellos. Se evalúa la incidencia de la técnica en la constitución de los mecanismos y herramientas de interacción en el interior de
las RSV, para determinar cómo ello da cuenta de una arquitectura de la interacción que puede modular los modos de interacción,
favoreciendo los intereses de las RSV en su búsqueda por propiciar flujos y reflujos informativos para configurar la big data de
la cual se extrae lo más íntimo de la interacción humana. Para sustentar teóricamente la modulación por efecto de la arquitectura
estructurante de las RSV, el artículo aboca los conceptos de interfaz y de dispositivo mediático. Ambos son abordados como catego-
rías analíticas que permiten la comprensión de lo comunicativo en el escenario multimodal virtual. Bajo estas categorías analíticas
se realiza un análisis comparativo de las particularidades técnicas de las interfaces presentes en las redes sociales y con ello se evi-
dencia la mediación técnica de las RSV.
Palabras claves: redes sociales virtuales, interacción comunicativa virtual, dispositivo mediático, instrumentalización técnica.
Abstract
This article is derived from the research work entitled “virtual social networks as contemporary media dives”, which was developed
as a doctoral thesis in the doctorate in Language and Culture of the Pedagogical and Technological University of Colombia (UPTC).
As a result of the reflection on the conclusions of the doctoral thesis, especially on the technical-technological, semi-discursive,
and socio-anthropological procedures that operate in the regulation of virtual social networks, this article discusses how the tech-
nical intermediation of virtual interactive communication influences the interaction produced within social networks.
The influence of the technique in the construction of the mechanisms and tools of interaction in the virtual social networks (VSN)
can influence the architecture that regulates the modes of interaction. This generates information flows that are adapted to the in-
terests of the administrators of the social network, who build the big data. Finally, the most intimate human interaction is extracted
from the big data through search algorithmsx.
The theoretical reference of this article of reflection is based on the concepts of interface and media devices. The two concepts are
addressed as analytical categories that allow the understanding of communication in the virtual multimodal scenario.
Keywords: virtual social networks, virtual communicative interaction, media device, technical instrumentalization.
1 Docente de planta de la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Licenciado en Lingüística y Literatura, especialista
en Psicolingüística, magíster en Investigación Social, doctor en Lenguaje y Cultura. Correo electrónico: debeltranr@correo.udistrital.edu.co, ORCID: https://orcid.
org/0000-0002-4407-3178
Cómo citar: Beltrán, D. E. (2021). Redes sociales virtuales: la interacción comunicativa humana devenida en técnica. Enunciación, 26(2), 244-254. DOI: https://doi.
org/10.14483/22486798.17249
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por cuanto dichos análisis se enfocaban en cla- Atendiendo a la estructura metodológica pro-
sificar y/o codificar los diversos elementos de un puesta para el presente artículo y teniendo como
mensaje en categorías con el fin de hacer aparecer base teórica el concepto de interfaz, en lo que vie-
de manera adecuada algún tipo de sentido. En tal ne se presenta una descripción del concepto y sus
dirección apuntaba por ejemplo a las investigacio- implicaciones en la configuración de las RSV. Lue-
nes sobre las noticias en prensa para encontrar en go de ello, se reconoce el papel estructurante de la
ella tendencias ideológicas o manipulación de los interfaz para comprender a su vez el papel de las
eventos noticiosos. Esto fue producto de conside- herramientas y mecanismos de interacción para,
rar el sentido como explícito en la materialidad finalmente, exponer la potencialidad que tienen
del medio (es decir, de contenido manifiesto). Esta estas herramientas y mecanismos para configurar-
concepción lleva implícito el sesgo de considerar se en dispositivos de mediación comunicativa.
el contenido como algo dado, como realidad ma-
nifiesta. En el interior de la tesis, este sesgo posi- Interfaz, escenario interactivo de las redes
tivista se superó por una perspectiva en donde el sociales virtuales
contenido es visto desde una óptica comprensiva;
es decir, en donde el sentido del contenido no es Las RSV son hoy día el paradigma constitutivo de
la búsqueda exclusiva de marcadores indiciales, la interacción comunicativa virtual. El uso mayori-
sino la interpretación de contenido de fondo que tario que se hace de ellas en muchos lugares del
en ella subyace. Este giro tiene que ver con el re- mundo las convierte en el medio interactivo pre-
conocimiento de que no es posible asignar al con- dominante en internet.
tenido un carácter de objeto, de cosa dada. Al reflexionar sobre cómo estas redes propician
El caso del estudio de las RSV presenta es- la interacción, se reconoce que la intermediación
ta segunda naturaleza, pues el análisis propuesto técnica es el principal elemento de esta interac-
va de formas analíticas con finalidad cuantitativa ción. En tal sentido, el principal recurso técnico de
(en donde, por ejemplo, la información sobre re- mayor influencia es el recurso de la interfaz.
currencias, similitudes y diferencias cuantitativas La interfaz es extensión de las capacidades hu-
de los diversos elementos fue un primer dato ba- manas1 (en el caso del manejo de objetos de la vir-
se importante), a formas analíticas con finalidad tualidad), a su vez es el escenario virtual en el que
cualitativa (ninguno de estos datos por separado interactúan los internautas (Figura 1). Es también
podría indicar mayor cosa si, como dato frío, no el escenario en el cual el usuario puede tener una
se pone en perspectiva interpretativa, es decir, si existencia virtual y también es el escenario para
de allí no es posible evidenciar caracterizaciones, interactuar con otros, ya sean sujetos reales o vir-
cualidades y funciones comunicativas de cada ele- tuales (Scolari, 2004, p. 34).
mento de comunicación que se configura en las En la medida en que la interfaz superó el pro-
redes sociales). ceso puramente instruccional del usuario hacia
En cuanto al marco de referencia teórico, se la máquina (el diálogo básico en los comienzos
parte del concepto de interfaz que, más que ca- de la era de la computación entre el hombre y el
tegoría técnica del mundo virtual, constituye un computador, en el esquema de input instruccional
mediador comunicativo de característica multimo- y output del sistema) y se instauró en relaciones
dal con capacidad estructurante. De igual modo, más complejas como la manipulación de objetos
el concepto de dispositivo mediático que, desde virtuales, la coexistencia en mundos digitales, la
la instancia semiodiscursiva, deviene en categoría interacción comunicativa simulada, el trabajo de
analítica de comprensión de lo comunicativo en el
1 A la manera en que Marschall McLuhan (1996) entendiera esta idea de las
escenario multimodal virtual. prótesis o extensiones humanas.
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creación en el escenario de interfaz, entre otras: la invisible para el usuario, apenas perceptible cuan-
creación de interfaz fue menos el trabajo de inge- do se hace conciencia de ello pero que en gene-
nieros y programadores y más la labor de diseña- ral pasa desapercibida pues parece no intervenir
dores de escenarios virtuales quienes, más allá de de modo alguno en nuestra actividad digital. Sin
crear un lenguaje de software, se orientaron en la embargo, este escenario invisible es escenario al-
articulación de medios multimodales para el logro tamente funcional.
de objetivos cada vez más concretos en el escena- En el caso de las RSV se puede reconocer una
rio digital. serie de interfaces más o menos comunes orienta-
En este marco, el diseño se basó en los princi- das a la construcción del perfil, personalización
pios de usabilidad consistentes en su efectividad de la cuenta de red, la generación de vínculos de
(logro del objetivo de la interfaz), eficiencia (facili- interacción, publicación de mensajes, las valora-
dad en el manejo de la interfaz que permite la eje- ciones de los mensajes y noticias producidas por
cución de tareas del usuario) y satisfacción (el uso otros usuarios, vínculos a grupos de la red, herra-
de la interfaz de manera sencilla, evitando la frus- mientas para etiquetar mensajes ya sea de texto,
tración del usuario) que permitieron la creación de imagen o video (Figura 2 y Figura 3).
interfaces más efectivas. (Nielsen, 1993). En cuanto a la estructura interactiva de las re-
En la actualidad, el diseño de interfaz agre- des sociales, la interfaz es la superficie que pone
ga nuevos criterios al factor de usabilidad como en relación dos sistemas: el mundo real del usua-
garante de éxito de la interfaz misma: facilidad, rio y el mundo virtual de la Web (Levy, 2007,
funcionalidad, ahorro cognitivo y capacidad de re- p. 22). La noción de interfaz como superficie per-
troalimentación por parte del usuario (Nielsen y mite considerar que esta no es exclusivamente
Budiu, 2013). un espacio en donde algo pasa, sino también un
Todas estas cualidades en el diseño han hecho lugar cuya disposición aporta información y dis-
que la interfaz se convierta en una presencia casi pone para algo (Lewis y Rieman, 1993, p. 24).
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Herramientas
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En ocasiones esta disposición para algo suele re- modo de habitar y un particular modo de hacer
ducirse a la mera disposición instruccional para la (Scolari, 2004, p. 105).
interacción; sin embargo, algunas reflexiones alre- Desde este marco de referencia acerca de lo
dedor de este aspecto permiten reconocer que la que implica la interfaz como un lugar mediado,
interfaz no es necesariamente un lugar transparen- las RSV como medio tecnológico están consti-
te y neutral (Scolari, 2004, p. 15), pues como es- tuidas por una serie de interfaces donde se des-
pacio en el que las posibilidades técnicas permiten pliegan diversas herramientas y mecanismos
la articulación de audio, imagen y texto, constitu- para la interacción. Por herramientas de interac-
ye también un escenario que impone un particular ción se entiende todo aquel instrumento técnico
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desplegado en la interfaz que permite la realiza- que generan entre sí hipervínculos, garantizando
ción de una acción en el interior mismo de la red una interconexión. De manera concreta, cada ven-
virtual. Como ejemplo de ello, piénsese en cada tana de las RSV configura una interfaz de interac-
uno de los instrumentos desplegados en una in- ción sobre el cual el usuario puede operar a partir
terfaz que al hacer clic permiten ingresar a una de este conjunto de herramientas.
nueva función de la red. La mediación de estas herramientas produce
Los mecanismos se definen como un conjunto una forma específica de interacción, constituyen-
de herramientas que entre sí dan lugar a una red do a la interfaz en un escenario interactivo. A su
funcional de instrumentos de interacción. Ejemplo vez, cada escenario interactivo es de carácter mul-
de esto es el conjunto de herramientas con las cua- timodal en el que, en conjunto, se articulan ima-
les el usuario se registra en una red social y desde gen, texto y diseño.
allí administra su información con la cual crea y Desde el marco de una teoría multimodal en
actualiza su perfil o configura la lista de contac- la que se comprende la comunicación como el
tos y su consecuente administración. Este conjunto entrecruzamiento de distintos modos de significa-
configura una red de instrumentos dispuestos por ción sobre soportes diversos, sean estos textuales,
cada RSV y dirigidos hacia el usuario para fomen- visuales, gráficos o audiovisuales, las RSV como
tar en él su interacción (Figura 4). escenario interactivo son un enmarcamiento2 en el
cual se articulan diversos códigos. En el ámbito de
la teoría multimodal, Kress y Van Leeuwen (2001)
encuentran que los principios de construcción de
significación se dan de forma cruzada entre los di-
versos códigos puestos en escena en el evento co-
municativo. Estos autores reconocen una múltiple
articulación de dimensiones o estratos en la con-
figuración misma del significado que se instauran
como dominios de la práctica en las cuales se ad-
judica un sentido.
En virtud de esto, sin abandonar la noción del
escenario interactivo como multimodal, los estra-
Las herramientas desplegadas en la interfaz constituyen un mecanis-
tos se entienden aquí como recursos del orden del
mo motivador de la interacción a partir de asignar una función comu- lenguaje, de lo social y de lo técnico-tecnológi-
nicativa al usuario. co en el marco de una concepción de dispositivo
Figura 4. Interfaz crear publicación mediático.
La ampliación sucinta de ello se da como sigue:
Fuente: www.facebook.com cada escenario interactivo enmarcado (interfaz)
como esquema de acoplamiento, es un escena-
rio donde la operatividad y funcionalidad de cada
Las interfaces de las redes sociales virtuales uno de sus elementos va dando forma a un po-
como escenarios multimodales y como tencial modo de ser de los diversos mecanismos
dispositivo mediático y herramientas de interacción comunicativa que
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entran en juego al momento de la interacción en- cuales pueden determinar un capital político con
tre la RSV y el usuario. carácter pragmático en la intención performativa de
En el carácter multimodal de cada interfaz in- cada interfaz de interacción de la RSV–.
teractiva, la conjugación de imágenes, textos, grá-
ficos, sonidos y formas simbólicas ponen en juego La interfaz como escenario estructurante
recursos semiodiscursivos (del orden gramatical,
argumentativo y semiótico), socioantropológi- A modo de síntesis, se ha enunciado el modo en
cos (del orden de la cultura) y técnico-tecnológicos que la arquitectura de las RSV llega, de forma po-
(del entramado propiamente técnico, derivados de tencial, a convertirse en escenario regulador y se
las propiedades tecnológicas de la herramienta), ha destacado el papel de la interfaz como lugar
que van a constituir luego capital simbólico des- mediado, en donde el conjunto de herramientas
plegado comunicativamente en el interior de cada y mecanismos es constitutivo de la interacción.
formato de las RSV. Igualmente, se ha explicado cómo la interfaz, en
En tal sentido, por ejemplo los recursos del or- calidad de escenario interactivo, es un escenario
den del saber de la cultura y de lo social se constitu- multimodal que pone a conjugar recursos del len-
yen en el capital socioantropológico que se pondrá guaje, de la cultura y de la técnica, y cómo esto
en juego y que está representado en las significacio- hace que la interfaz se constituya en un escena-
nes culturales implicadas en los diversos elemen- rio estructurante; ¿qué significa que sea escenario
tos figurativos de cada interfaz de las RSV y en los estructurante?, que da forma, entre otras cosas, al
recursos de la técnica y la tecnología misma –los modo de interacción entre la red y el usuario, y del
Herramientas de
interacción de las
RSV.
Nótese cómo la posibilidad de enunciar los potenciales amigos del usuario a través de la imagen se convierte en un elemento significativo para
la interacción.
Figura 5. Interfaz como escenario multimodal (herramienta administrar amigos de la red social Facebook)
Fuente: www.facebook.com
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usuario hacia los demás. La interfaz actúa como En el ámbito particular de las RSV, el reconoci-
escenario en donde se ponen en tensión los intere- miento de los recursos constitutivos de la interfaz
ses funcionales de la red y la realización misma de (del orden del lenguaje, de lo técnico y tecnoló-
los usuarios. Es la puesta en juego del conjunto gico, y de la cultura que configuran la interfaz en
de fuerzas que impone la arquitectura de la RSV un dispositivo mediático) se constituyen en mate-
(las fuerzas que se despliegan en virtud de los pro- ria prima sobre la cual se van dando forma a los
pios intereses de las RSV) y las necesidades inte- diversos capitales que se instauran en el interior
ractivas de los usuarios resultado de un devenir de la RSV por efecto de los modos de interacción
propio de la funcionalidad de la interfaz (Figura 5). allí desarrollados (red/usuario, usuario/usuario).
En atención a lo anterior, se comprende mejor La idea de capital, concepto utilizado por Pierre
el papel de la interfaz como escenario de estructu- Bourdieu (1997), es sinónimo de todo tipo de re-
ración si se reconoce en él lo que Pierre Bourdieu curso que dota al agente de unas formas de poder
(1997) definió como campo. Para este autor, el cam- o de dominación (p. 28)3.
po es un espacio social con carácter estructural ba- Un ejemplo del papel de capital simbólico en
sado en las diferencias construidas por la mediación las RSV tiene que ver con la generación de con-
de formas de poder o de formas de capital eficientes tenido que, en determinada forma, estaría siendo
en un espacio social determinado (p. 48). intervenida por los recursos técnicos que la RSV
Este espacio social es un campo de fuerzas propicia; por ejemplo, en la promoción de mar-
que se impone a los agentes integrados a dicho cadores valorativos para el fomento de la popula-
espacio. Pero también es donde los agentes se en- ridad (los “me gusta”, o el número de comentarios
frentan entre sí con medios y fines distintos, con- recibidos a una determinada publicación). Estos
tribuyendo a la consolidación o la transformación marcadores valorativos se configuran en capi-
de dicho campo (Bourdieu, 1997, p. 49). tal cultural del usuario, según sea el impacto del
La perspectiva de Bourdieu permite entender mensaje calculado por la valoración de los demás
cómo en las RSV se crea un campo de fuerzas por usuarios. Con lo anterior se puede entender cómo,
efecto de los recursos que la propia red pone a en el interior de la red, se va configurando un ca-
circular. Aunque en la perspectiva sociológica de pital simbólico formalizado en ámbitos como “el
Bourdieu, los conceptos de agente, campo y ca- más seguido”, “el más votado”, entre otros.
pital sean un medio para comprender las tramas Una cosa serían los recursos que pone a mo-
de lo microsocial, no puede olvidarse que, en últi- vilizar la RSV y otra los capitales que se van con-
mas, las RSV son microescenarios sociales donde figurando a partir de estos recursos, a través de
se despliegan indeterminadas formas de relación las prácticas interactivas tanto de la RSV hacia el
social de los usuarios, pero también donde el esce- usuario, como de este hacia los usuarios mismos.
nario digital cuenta como agente y como campo. La posibilidad de constitución de estos capitales
El medio no es solamente medio pues como se toma como recurso las posibilidades del lenguaje,
indicó en líneas anteriores, también es un dispo- de la cultura y del ámbito técnico, las cuales son
sitivo cuya disposición está mediada por un alto
interés empresarial de producción y consumo de
información, posible en la medida en que un usua- 3 Los capitales en Bourdieu son definidos en tres tipos: económico (en don-
de el más representativo es el dinero), social (referente a la capacidad de
rio se interesa por participar en el juego interacti- movilizar en provecho un conjunto de relaciones sociales) y cultural (sa-
beres y conocimientos materializados en formas simbólicas con carácter
vo. Si la interfaz es un escenario estructurante, lo institucionalizado) (Bourdieu, 1997). Otro es el capital simbólico, que per-
mite dotar de sentido la constitución de, por ejemplo, el dinero como ca-
es por esta relación de interés que configura un pital económico, los títulos como capital cultural o las distinciones como
entorno de poder en donde unos agentes buscan movilizadoras de capital social (Bourdieu, 1988, pp. 138-139). Este capital
simbólico no solo dota de sentido a los capitales circulantes sino también
imponer sus fines sobre otros. al mercadeo de estos.
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Figura 6. Capital simbólico –“Me gusta”, “Me encanta”, “Me divierte”– en las RSV
Fuente: www.facebook.com
puestas a circular por parte de las redes sociales a recursos se configura en capitales que, en la rela-
través del conjunto de interfaces. ción usuario/máquina y usuario/usuario, van dan-
La referencia al concepto de campo y de capital do forma a los modos de interacción comunicativa
de Bourdieu (1988) permite ampliar la comprensión existentes en las RSV (Figura 6).
de las RSV como escenario estructurante, pues las
redes sociales son en sí un campo dispuesto, y a su A modo de conclusión: la restitución de
vez pre-dispuesto, que ponen a circular una serie un sentido amplio de la comunicación
de recursos en la forma de capitales circulantes por
efecto de la relación interactiva propiciada por la Una de las virtudes más atractivas en la creación
red. La disputa por la posesión de estos capitales es de internet fue la posibilidad de enlazar a muchas
lo que permite a las redes sociales rentar este flujo y terminales de información y lograr generar entre
reflujo informativo, teniendo el dominio en la regu- ellas el inter-cambio informativo a una escala glo-
lación de la producción, la circulación y el consu- bal. Esto supondría el flujo de información de un
mo de contenido producido por los usuarios. modo libre y amplio. Las sinergias allí producidas
Lo anterior pareciera indicar que la arquitectu- lograrían fomentar, entre otras, la cooperación en
ra de las redes sociales virtuales modula una par- la construcción del conocimiento, la ampliación
ticular manera de habitar y de actuar del usuario de flujos de información con lo cual consolidar
en el interior de la red, lo que a su vez estaría de- verdadera opinión pública, verdadera participa-
mostrando que la interfaz es también un escenario ción democrática, rápida respuesta a las necesi-
multimodal de carácter estructurante en la cual se dades apremiantes de la humanidad, equilibrio en
superponen intereses tanto de la red como de los los accesos a la información y la cultura, y, sobre
usuarios en el campo de la red virtual en el que todo, mejora en las relaciones interactivas.
se exponen recursos del lenguaje, de la técnica y La decisión sobre el tipo de información a la
de la cultura, a través de las herramientas y meca- que se accede y la ponderación sobre su calidad
nismos de carácter técnico. La disposición de los sería labor de los usuarios. En tal sentido, estos
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Redes sociales virtuales: la interacción comunicativa humana devenida en técnica
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serían los protagonistas de esta nueva maravi- El interés principal de este artículo consistió
lla tecnológica, pues serían quienes mantendrían justamente en determinar cómo las RSV generan
siempre las riendas y el dominio sobre las decisio- una modulación hacia esta producción y consumo
nes alrededor del destino de la red. de información de los usuarios, a través del entra-
Si bien, en sus inicios, internet supuso estas mado o arquitectura existente en sus herramientas
posibilidades, pronto la decisión sobre su destino y mecanismos de interacción, desplegados en el
y su futuro pasó a manos de los nuevos agentes conjunto de interfaces constitutivas de cada RSV.
corporativos emergentes. La toma de riendas por Se comprende que esta modulación se apoya
parte de estos consorcios propició cambios en el en los recursos multimodales existentes en el con-
desarrollo y evolución de la red. La Web ya no se- junto de herramientas y mecanismos interactivos
ría más una telaraña infinita de interactividad y pa- de las propias RSV, constituyéndolas en dispositi-
saría a convertirse en una red regulada por nodos vos con capacidad para filtrar, organizar, moderar,
centralizados, unos más poderosos que otros. reorientar y asegurar el flujo de información de sus
De tal modo, la constitución de la red se alejó usuarios.
cada vez más de la iniciativa de sus usuarios y se Las RSV están logrando la cosificación de las
acercó a la dinámica operante de las directrices de relaciones de interacción entre humanos, pro-
mercado. En el presente artículo se ha reconocido piciando la extracción de valor capitalista de las
que este nuevo mercado está caracterizado por la amistades, constituyendo a la interacción en mo-
conversión de la información en un objeto de va- neda de cambio en la cual la información es su
lor de cambio, en una nueva mercancía. principal materia prima. De tal modo, la interac-
Gracias al poder de búsqueda y rastreo de los ción comunicativa humana se subordina al acon-
algoritmos creados por los diseñadores de las dis- tecer técnico desvirtuando su propia naturaleza.
tintas redes sociales, fue posible la captura de La construcción de relaciones humanas se teje a
información generada por los usuarios que permi- través de hilos algorítmicos con las manos del im-
tían determinar gustos, intereses, tendencias, mo- perio técnico que implica por ejemplo el recurso
dos de vida, ideología, entre otras más, con lo cual de la interfaz.
las redes mismas logran generar paquetes de datos Solo hace falta hacer clic en un comando para
que se monetizan y se mercadean a través de las que un algoritmo permita ver todo lo que la inte-
empresas interesadas en colocar sus productos en ligencia artificial de la red reconoce en una ima-
poblaciones de potenciales consumidores debi- gen de Facebook subida por alguno de sus más
damente segmentados, haciendo más efectiva su de 2000 millones de usuarios. Pero para que este
publicidad. algoritmo pueda funcionar necesita información
Es claro que herramientas-medios, como Goo- y esta está siendo proveída por estos millones de
gle, YouTube, Yahoo, Facebook y otros tantos, son usuarios de manera voluntaria. Conscientes o no
las nuevas empresas productivas en el nuevo mer- de sus acciones, ellos se han convertido en el gran
cado de la minería de datos. alimentador de esta big data planetaria.
En este sentido, se entiende que la arquitectura
de la red no sea un diseño casual ni neutral en esta Reconocimientos
búsqueda y captura de la información de los usua-
rios. El conjunto de herramientas y mecanismos El autor expresa su reconocimiento al programa
propician esa extracción y permiten que haya una doctoral en Lenguaje y Cultura de la Universi-
permanente y abundante producción, circulación dad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, por
y consumo de la información. haber aceptado, avalado y evaluado de modo
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Redes sociales virtuales: la interacción comunicativa humana devenida en técnica
Beltrán, D. E.
satisfactorio la tesis doctoral “Redes sociales vir- Habermas, J. (1999). Teoría de la acción comunicativa.
tuales como dispositivos mediáticos contempo- Taurus.
ráneos” que da origen al presente artículo de Kress, G. y Van Leeuwen, T. (2001). Multimodal dis-
reflexión. Agradecimientos a la Coordinación del course. The modes and media of contemporary
Doctorado, al grupo de docentes que forman parte communication. Oxford University Press.
del doctorado y a los tutores y directores de tesis Levy, P. (2007). Cibercultura. Anthropos.
por todo el conocimiento y aportes realizados. Lewis, C. y Rieman, J. (1993). Task-centered user inter-
face design. A practical introduction. The Universi-
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social. Siglo XXI Editores. de las interacciones digitales. Gedisa Editorial.
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Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.18015 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Artículo de reflexión
Resumen
En este artículo se analiza el modo como se ha venido registrando en el Diccionario de la lengua española (DLE) el lema bachi-
ller, ra, relacionándolo con el lenguaje de género, a fin de precisar diacrónicamente el registro y las acepciones de sus formas en
masculino y/o femenino, a lo largo del periodo 1726-2020. El seguimiento cronológico se realizó a través del Nuevo Tesoro Lexi-
cográfico de la Lengua Española y de las ediciones 2001 y 2014 del DLE. El resultado demuestra que, en el caso de este vocablo,
la incorporación del femenino al discurso académico público no siempre tiene que ver con la posición interna de las academias
sobre el masculino genérico ni con su registro en el DLE o con los requerimientos actuales sobre formas inclusivas del femenino,
ya que fue incorporado como grado académico para damas desde 1884. Independientemente de los reclamos sobre invisibilidad
y encubrimiento, habría otras motivaciones que parecieran haber incidido en la resistencia para la aceptación de la palabra ba-
chillera, con marca de femenino, situación contraria a muchos otros títulos como arquitecta, ingeniera o sicóloga, por ejemplo.
Algunas acepciones peyorativas de dicha palabra (charlatana, indiscreta, bocazas, habladora, entremetida, petulante) y su consa-
gración a través de medios educativos podrían haber originado que las mujeres se nieguen a ser tituladas o tratadas como tales.
Adicionalmente, hay muy pocas instituciones que otorgan el título de bachillera.
Palabras clave: lexicografía, lenguaje inclusivo, bachillera.
Abstract
This article analyzes the way the Spanish language word bachiller, ra has been registered in the Spanish Language Dictionary (Dic-
cionario de la Lengua Española, DLE) in relation to gender-neutral language in order to diachronically determine the register and
meanings of its masculine/feminine forms throughout the 1726-2021 period. Chronological monitoring was performed through
the Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española and both 2001 and 2014 editions of the DLE. The results show that, in the
case of this term, the incorporation of feminine-gender words relating to academic titles into public or institutional academic dis-
course does not always have to do with the internal position of the academies on the generic masculine, nor with its registration
in the DLE or the current requirements on the inclusive forms of the feminine gender, given that this term was incorporated as an
academic title for ladies in 1884. Regardless of the claims about invisibility and concealment, there might be other motives that
seem to have influenced the resistance to the acceptance of bachillera in its feminine form, unlike other Spanish language titles
such as arquitecta, ingeniera and psicóloga, for instance. Some pejorative meanings for bachillera (“talkative”, “indiscreet”, “loud-
mouth”, “meddling”, “petulant”) and its entrenchment in academic environments could have caused women to refuse to be titled
or treated as such. Additionally, very few institutions title women as bachilleras.
Keywords: lexicography, inclusive language, bachillera
*
Investigador venezolano, profesor de la Universidad Católica Silva Henríquez (Chile), doctor en Letras. Numerario de la Academia Venezolana de la Lengua
(lbarrera@ucsh.cl).
ORCID https://orcid.org/0000-0002-5654-0394).
Cómo citar: Barrera Linares, L. (2021). Lenguaje inclusivo y lexicografía académica: ¿Quién quiere ser bachillera? Enunciación, 26(2), 255-268.
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.18015
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o de los grupos profesionales en los que se precise resultado de tal reacción pública, una semana des-
utilizar el término. pués, el término fue desincorporado, a fin de evitar
Los supuestos en los que se fundamenta es- falsas expectativas5.
te acercamiento inicial son los siguientes: a) para Para efectos del español, el DLE es la casa
el caso de algunos grados, profesiones y oficios, el donde conviven en armonía nuestras creencias y
trato o referencia en femenino no tiene que ver so- maneras de (con)figurar la realidad. Esto incluye
lo con la posición interna de las academias, sino a emisores (redactores del diccionario), destina-
también con motivaciones históricas, sociales y tarios o usuarios y difusores de un mismo capital
educativas que a veces inciden en la resistencia al cultural y social (Bourdieu, 1998). Unos, como re-
cambio; b) el sexismo ideológico discursivo no se presentantes de una institución e individuos socia-
refiere solo a los integrantes del sexo masculino; les (Bourdieu, 1998), reproducen su competencia
motivado rigurosamente por sistemas educativos lingüístico-ideológica (Pérez Hernández, 2010);
que lo consagran, también procede a veces de co- otros, a través de dicha fuente, la confirman, se
munidades de mujeres. Es lo que García Mouton la apropian y la reproducen con su actuación lin-
(1999) denominó machismo femenino; c) afiliada güística (Rodríguez Barcia, 2008, 2011)6; en tanto
a los dictámenes de la RAE y la Asale, la comuni- los terceros (la escuela, los medios, las institucio-
dad hispanohablante se ha mostrado conservadora nes privadas o del Estado) actúan como garantes y
ante la aceptación de bachillera. perpetuadores de dicho patrimonio social. Así, el
DLE constituye lo que podría ser considerado una
El DLE como autoridad normativa de la imposición simbólica (Bourdieu y Passeron, 1996),
existencia aunque no necesariamente consciente, pero sí ins-
taurada, con base en un habitus, y mediante el po-
Para el grueso de usuarios de español, el DLE cons- der sociohistórico que representan las academias.
tituye una fuente infalible, a veces incluso incues- Independientemente de lo anterior, es la pro-
tionable, en la que teóricamente reposan todas pia institucionalidad la que, en el preámbulo de
las palabras “existentes” (Barrera Linares, 2015; la última edición, se adelanta a aclarar la relación
Forgas Berdet, 2011)4. Muchos hablantes asumen entre el DLE y la realidad. No es que el primero
como inexistente, cuando no como inadecuado, busque cambiar esta última –se dice allí–, sino al
cualquier vocablo que no haya sido integrado a contrario; su función es registrar los cambios que
esa fuente. Dicha actitud se extiende incluso a la van ocurriendo en la realidad y, en consecuencia,
RAE, muy a pesar de que no es la única institución se reflejan en la lengua. De esa manera, desde la
de la Asale, aunque sí la más antigua. Es tanta la posición de la Asale, el DLE evidencia lo que ya es
influencia pública de la RAE, respecto de su con- patente, teóricamente, sin prejuzgar ni oficializar
dición de supuesta autoridad que, a principios de o imponer usos. Sin embargo, el tema va más allá
noviembre de 2020, incluyó en su Observatorio del real propósito institucional: es la comunidad la
de Palabras la forma elle y, casi mecánicamente, que percibe en el diccionario una guía normativa
mucha gente asumió que estaba aprobando y, en de uso que a su vez implica aceptación o rechazo
consecuencia, autorizando, dicho uso para esa su- 5 El observatorio de palabras es una instancia de la RAE en la cual suelen
puesta forma no binaria de tercera persona. Como incluirse algunos nuevos términos, o acepciones de otros, cuya presencia
en el discurso público genera discusiones. Aunque nada garantiza su apro-
bación inmediata o futura, suele generar falsas creencias en los hablantes,
debido al peso sociohistórico de la RAE y a su valoración colectiva como
4 Lo ha reconocido así la propia RAE; por ejemplo, en el preámbulo de supuesta rectora del acontecer lingüístico (ver RAE, 2019).
su edición de 2001, cuando todavía se le conocía mediante el acrónimo 6 “[...] quien usa las palabras de una u otra manera, articula el mundo de
DRAE: “El Diccionario de la Real Academia Española [...] tiene universal- una u otra manera y, así, actúa en consecuencia. De ahí que no haya buen
mente reconocido un valor normativo que lo hace único en su género” lexicógrafo que explícita o implícitamente no acabe dando lecciones mo-
(RAE, 2001, en línea: https://www.rae.es/sites/default/files/PROLOGO_ rales. Sabiéndolo o sin saberlo. Queriendo o sin querer” (Casado Velarde,
DRAE_2001.pdf ). 2014, p. 222).
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de lo que allí se registra. Nominar sería, en tal ca- una premisa incuestionable: término ausente im-
so, equivalente a construir la estructura y organiza- plica término irreal, inexistente.
ción del mundo (Bourdieu, 2001). Por el contrario, se da por sentado que cual-
Por otra parte, cada uso allí incluido debe de- quier voz registrada puede utilizarse, por cuanto,
jar muy clara su relación con la realidad, debido aunque no es así, ha sido debidamente autorizada
a que, según Rodríguez Barcia (2008), “a partir de (normada, diría Del Valle, 2014, entre otros) al ser
la edición de 1780 se observa un continuismo que incluida, sin que importen las marcas que acom-
delata la prolongación injustificada de una reali- pañen la definición e intenten llamar la atención
dad obsoleta a lo largo de más de dos siglos de acerca de usos inadecuados fuera de ciertos con-
producción lexicográfica” (p. 277)7. Es como si textos (malsonante, coloquial, familiar, despectivo,
a veces los repertorios lexicográficos se estanca- irónico, vulgar, etc.). Es decir, aunque no sea esa
ran en momentos específicos de la realidad e in- la intención explícita de la RAE o de la Asale, al
tentaran estatizarla, generando, sin proponérselo, menos para el colectivo en general, el dicciona-
que pongamos en duda la condición evolutiva del rio oficializa y patentiza el uso de lo que en él ha
idioma, que jamás se detiene y, en consecuencia, sido registrado8. Debido a eso, se ha convertido
cambia, se adapta, independientemente de que en guía inapelable, infalible e incuestionable an-
haya modificaciones más rápidas o más lentas. te la comunidad panhispánica, fuente fundamen-
De allí que lo que se aduce, desde fuera de las tal para dirimir cualquier desavenencia de carácter
academias, es que la carencia de algunas marcas léxico e, incluso, en no pocas ocasiones, morfo-
o entradas del DLE podría generar la sensación de sintáctico9. Aunque lo que recoja el DLE haya pa-
que se esté negando, precisamente, la existencia sado antes por el tamiz del uso y la aceptación
de determinados referentes. En alusión al llama- de la comunidad panhispánica, una vez instalado
do lenguaje de género, lo expresa, por ejemplo, en su contenido –o en la Ortografía (RAE y Asa-
Martín (2019): “El lenguaje inclusivo aspira a le, 2010a) y el Diccionario panhispánico de dudas
plasmar la realidad –realidad que se compone de (RAE y Asale, 2005), para citar otras dos fuentes
hombres y mujeres– y ayuda a tomar conciencia orientadoras muy relevantes– pasa a convertirse en
de que no nombrar a la mitad de la sociedad per- norma (Del Valle, 2014).
petúa discriminaciones” (p. 25). Eso implica su consideración colectiva y valor
Quiérase o no, el común de los hablantes cree simbólico (Fajardo Aguirre, 2011, p. 56) como de-
que el DLE sí es un reflejo de lo que realmente es positario de una plataforma reguladora que, por
el universo en español, por cuanto se comportan lo general, funciona en paralelo con la que tam-
como individuos sociales, voceros de un capital bién es culturalmente asumida como la gramática
cultural al cual están afiliados, a veces sin abier- oficial del idioma (Jacinto García, 2013; Calero,
ta conciencia de ello. Y si allí no se nombra algo, 2018)10; esto es, en el caso más reciente, con la
pues, ese algo no tiene esencia y, naturalmente, 8 Esta posición no es gratuita. Pensemos, por ejemplo, que desde los años
aunque ello no sea solo responsabilidad de quie- sesenta del siglo XX, la misma institución se encargaría de cultivar esta
creencia. Para ello se sugiere revisar Marimón Llorca (2018), quien hace
nes confeccionan y ponen a circular dicho re- un estudio sobre el impacto institucional generado por las columnas de
prensa del, para ese tiempo, secretario perpetuo de la junta directiva, don
pertorio (agrupados en la Asale), así lo creen las Julio Casares, en cuya columna de prensa (La Academia Española Trabaja)
personas. El tema es más complejo de lo que apa- hablaba de “léxico oficial” (p. 175).
9 “El concepto de autoridad va ligado a una concepción peculiar de la nor-
renta. Sin embargo, el colectivo lo asume como ma lingüística, pero va mucho más allá: pertenece a un paradigma en el
que la lengua se contemplaba (sic) con un código jurídico que se debía
respetar por parte del conjunto de la sociedad (o al menos por parte de las
élites cultas) (Jacinto García, 2013, p. 67).
7 Aunque no solo alusiva a la situación del diccionario académico, una idea 10 Sobre este tema referente a la relación entre diccionario y norma(s), se
similar a esa se reitera en Liste (2013, p. 114): “Las obras lexicográficas son sugiere ver Fajardo Aguirre (2011). Dicho autor plantea en su tesis doctoral
fiel reflejo de conceptualizaciones anacrónicas aún latentes y, de este mo- una relación muy estrecha entre diccionario, diccionaristas, gramática y
do, se alejan de la realidad o del progreso de la sociedad que describen”. canon (ver pp. 33-36). Sobre la conexión entre gramática y diccionario
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NGLE (RAE y Asale, 2009), aunque, en términos investigadores y/o escritores muy (re)conocidos. La
generales, y en apariencia, esta última sea menos consecuencia es que, si la institución coordinado-
importante para la gente, al menos en el caso del ra de los cambios, es decir, la RAE o la Asale, toma
hablante que nada o muy poco tiene que ver con en cuenta, por ejemplo, el uso generalizado y de-
la lingüística o la enseñanza del español. bidamente documentado del lema X e incorpora
una variante nueva, supongamos que sea Xa, pues
La inconformidad también aparenta ser aquel hablante público o sector social que está
un derecho en desacuerdo con el cambio se estaciona en su
creencia y sigue considerando que, en su idiolecto
Lo expresado arriba tiene vigencia solo hasta que y uso público, X seguirá siendo X y no Xa11. Ocurre
un contenido nuevo, la incorporación o enmienda lo que, en concordancia con los planteamientos
de alguna definición, choca con las expectativas de de Pierre Bourdieu (ver Capdevielle, 2011, p. 43)
algunos sectores sociales. En nuestra teórica con- se conoce como contraadiestramiento, que even-
dición de condóminos del idioma, constantemen- tualmente podría modificar el habitus.
te deseamos que se amplíe, que se incluyan voces Algunas individualidades, determinados gru-
que asumimos como necesarias y que utilizamos pos u organizaciones (re)claman por cambios y se
en nuestra comunicación cotidiana o especializa- sienten exitosos cuando, a su parecer, han ejerci-
da (en el caso de los profesionales, por ejemplo). do la suficiente presión para lograr alguna incor-
Sin embargo, basta con que, mediante la supre- poración. Empero –como se dijo antes–, no todo
sión, la enmienda o la inclusión, se intente mo- lo nuevo complace siempre al colectivo en ple-
dificar algunos conceptos o normas preexistentes no. Hay conformes y disconformes. Los primeros
para que algunos usuarios o usuarias reaccionen aceptan la propuesta e intentan sumarse; los se-
y hagan frente común con personas o institucio- gundos mantienen su creencia y se niegan a salir
nes a quienes se considera aliadas en el propósito. de su área de confort comunicacional. La conse-
Es como si se atentase contra la noción de lo re- cuencia es lógica: la nueva forma, Xa, comienza a
al-existente. Se niegan entonces a contribuir con convivir con la antigua, X, y así hasta que el tiem-
la consagración de lo que supuestamente el dic- po defina cuál de ambas será la sobreviviente, si es
cionario ha querido imponernos. Así, la noción de que eso llega a ocurrir (Barrera Linares, 2019). En
dicha obra como auctoritas comienza a debilitarse cualquier caso, se modificaría la estructura inter-
en el momento en que deja de satisfacer lo que, a na del habitus. Parece una contradicción, pero no
juicio de algunos grupos de hablantes, es correc- lo es; constituye la dinámica operativa de ese lu-
to, casi siempre con base en criterios intuitivos y/o gar que se llama idioma. Para efectos de lo que es
empíricos.
11 Baste con mencionar el ejemplo de güisqui (incorporada en la edición de
Es la paradoja del hablante-oyente crítico: quie- 1984 del todavía DRAE). A pesar de que se trata de una sencilla adapta-
ción ortográfica, que ya cumple los 36 años, existe todavía una inexpli-
re que se amplíe o se incluya un término X, pero cable resistencia para su aceptación general, hasta el punto de que no ha
que ello se haga de acuerdo con su modo de pen- sido posible excluir del DLE su variante, el extranjerismo crudo, del inglés,
whisky (“uso mayoritario”, según el Diccionario panhispánico de dudas
sar. Si el cambio no se corresponde con lo espe- –RAE y Asale, 2005–). También podría citarse la re-actividad del académi-
co y escritor español Arturo Pérez Reverte, quien pareciera en permanente
rado, se impone la protesta (tácita o explícita) y rebeldía frente a algunas decisiones de la RAE, de la cual es numerario.
el propósito de hacer valer el derecho del usua- He aquí el fragmento de uno de sus tuits ante el cambio referente a la tilde
de algunos monosílabos, entre ellos el pretérito perfecto simple de verbos,
rio. Ocurre incluso con hablantes públicos muy como fui, fue, vio y dio: “No todos los académicos estamos de acuerdo
con la última Ortografía de la RAE. En ella han metido mano académicos
importantes; por ejemplo, algunos académicos, que nunca necesitaron trabajar de modo eficaz con la lengua, teóricos de
universidad. Yo sigo escribiendo rió con tilde” (Cope.es, 2019). Aparte
(o viceversa), podría recomendarse, además, el exhaustivo seguimiento de ello, la historia con el adverbio solo (sin tilde) da para varias páginas de
y descripción que Serra Sepúlveda (2006) hace de este tema, en el que polémica; hasta el punto de que, si queremos hacer predicciones, podría
afirma lo siguiente: “Dicho en palabras de Wotjak [1994], el diccionario generar que en algún momento la propia Asale recoja velas y lo devuelva
vendrá a ser otra forma de presentar la gramática de un idioma” (p. 235). a su antigua condición.
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aquí nuestro tema central, baste mencionar la con- clase o el grupo que se mencione, sean varones o
vivencia actual de formas como médico, psicólo- mujeres” (RAE y Asale, 2009, 170, cursivas añadi-
go, abogado, matemático, árbitro (género común, das). Aclara, además, que la del MG es una regla
marcado sintácticamente a través del determinan- basada en la condición de lo no marcado (por tan-
te: el/la psicólogo, el/la abogado…) y médica, to, alusiva al masculino y al femenino)12 y aporta
psicóloga, abogada, matemática, árbitra (género ejemplos como cristianos, moros y judíos, escrito-
femenino marcado morfológicamente). res, desocupados, espectadores, etc. Esta posición,
Sin embargo, la situación no atañe solo al co- evidentemente gramático-centrista, la han ratifica-
lectivo externo a la Corporación; se replica igual- do institucionalmente cada vez que ofrecen docu-
mente dentro de ella que, con base en cierta mentos en los que buscan fijar posición respecto
garantía de uso ratificada en sus corpus, ha hecho del tema (ver RAE y Asale, 2018, 2020). Por ejem-
la propuesta, o sea, la Asale (aunque todavía son plo, acudimos al DLE y encontramos que, si bien
muchas las personas, incluso especialistas, que so- la primera acepción para la entrada escritor, ra es
lo atribuyen estas decisiones a la RAE). Primero, “persona que escribe” (asumida desde un epice-
porque esta no necesariamente acepta que cual- no), en la segunda acude a la norma descrita en
quier deseo individual o grupal deba ser satisfecho la NGLE, identifica el sustantivo como “m. y f.”,
sin un estudio previo de su factibilidad, fundamen- pero añade el ejemplo en MG, nada más: “escritor,
tada en documentación real. Segundo, porque a ra 2. m. y f. Autor de obras escritas e impresas”
veces hace o niega propuestas corporativas que (ver DLE, en línea, cursivas añadidas).
no necesariamente son bien recibidas. Eso otorga Sabemos también que dicha posición es con-
al lenguaje un constante efecto de equilibrio-des- suetudinariamente ratificada por la escuela, in-
equilibrio, propio del dinamismo de la lengua y, dependientemente de que sea invisibilizadora y
por lo demás, inevitable. androcentrista, además de contribuir subliminal-
mente con la creencia según la cual el idioma es
El masculino genérico inalterable, asunto que, como se sabe, no es cierto,
tratándose de un organismo vivo. La consecuencia
Si existe algún tema que desde hace tiempo ha si- es que incluso el estigma se sostiene como parte
do controversial entre las academias de la lengua y de una tradición que lo fosiliza.
algunas individualidades u organizaciones, ese es
el del llamado lenguaje de género, publicitado co- Posiciones enfrentadas
mo lenguaje inclusivo (o incluyente), y portador de
una ya añeja diatriba en la que hasta ahora no ha Desde la perspectiva de las academias de la len-
sido posible conciliar una salida satisfactoriamente gua, en general, y de la RAE, en particular –unas
colectiva, generando una situación excesivamen- veces muy razonable; otras, un tanto rígida– se
te polarizada, en ocasiones, sin posibles puntos argumenta formalmente sobre el arraigo histórico
intermedios y/o conciliadores (Escandell-Vidal, y la pertinencia gramatical y semántica del MG
2020; Sancha Vásquez, 2020). (ver Bosque, 2012; Grijelmo, 2019; Mendívil Gi-
En lo concerniente a la gramática, el foco de ro, 2019; RAE y Asale, 2018; RAE, 2020). Aunque
dicha polémica es el masculino genérico (MG). De
acuerdo con lo ya mencionado, la propia NGLE 12 Un detalle interesante sobre este aspecto de lo marcado no marcado en
algunas categorías es que, por lo general, en algunos pares léxicos en los
aporta una definición de este que sigue siendo rec- que rige la diferencia “marcado/no marcado”, el término no marcado sue-
le ser asociado con cierto valor semánticamente negativo, inferior o menos
tora de algunas definiciones aparecidas en el DLE: abarcable: día/noche, alto/bajo, grande/pequeño, ancho/estrecho, plural/
“[...] usar en plural los sustantivos masculinos de singular (ver Márquez, 2013, pp. 121-122). ¿Habrá alguna implicación
cognitiva entre esta idea y la oposición masculino no marcado/femenino
persona para designar todos los individuos de la marcado?
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la variación de la desinencia (-nta) cuando con- veces, sin saber por qué ni de qué manera. Obvia-
servan su valor adjetivo y se relacionan con una mente, en esto tienen mucho que ver los sistemas
base verbal” (p. 42). Todavía se discute entre los educativos, preservadores y transmisores de una
hablantes si algunas de ellas son adecuadas o no, supuesta norma considerada natural, frente a alter-
en el momento de hacer referencia a las damas a nativas nuevas que, por no ajustarse a la tradición,
quienes se les deberían atribuir, o si debiéramos aparentemente serían artificiales (Sancha Vásquez,
seguir haciéndolo como si se tratara de sustantivos 2020, p. 260).
de género común, igual para hombre y mujer (el/
la presidente, el/la sociólogo). Bachillera
Hasta hace poco, algunas profesiones o títulos
emergentes se seguían (o se siguen) asociando su- Hay una institución chilena que, para la carrera de
bliminalmente con ese significado que alguna vez Tecnología en Construcciones, al menos en el tex-
relacionó a la mujer con la ocupación del mari- to promocional de su página web, ofrece el título
do; independientemente de esto, en palabras de de Bachillera en Tecnología, único caso reporta-
Márquez (2013, p. 102): “No creemos que hoy do en Barrera Linares (2021), al dar cuenta de los
nadie interpreta el sintagma la alcaldesa como ‘la grados en masculino y/o femenino otorgados por
mujer del alcalde’”. No son solo los demás quienes cuatro universidades de dicho país. Información
así lo interpretan; a veces son las propias referidas extraña si, como ya vimos, revisamos otras institu-
e incluso hasta podrían hacerlo sin conciencia de ciones que ofrezcan ese título o grado para dicho
ello, a través de una ideología lingüística hereda- nivel. La evolución semántica de este vocablo ha
da del pasado16. Cuando aprendemos la lengua, sido muy particular, al menos desde la perspectiva
adquirimos de la tradición juicios y prejuicios, a lexicográfica (que, en teoría, refleja su utilización
por los hablantes).
16 Sobre este concepto de ideología lingüística e identidad, se sugiere ver En cuanto grado académico, bachiller fue in-
Calero (2018), Del Valle (2014), Marimón Llorca (2018), y Del Valle y
Meirinho-Guede (2016). corporada al DLE desde su primera edición (1726),
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con categorización y marca de sustantivo masculi- en masculino que viene desde la primera edición.
no (ver tabla 1: “S. m. El primer grado que se dá en Será ya bien avanzado el siglo XIX, en 1884, cuando
la Universidad...”). por fin se le asignan las marcas “m.” y “f.” para gra-
En ese mismo volumen inicial se reporta una se- do académico, con alusión a “persona” (en epice-
gunda acepción, con un significado despectivo, sin no): “Bachiller, ra. m. y f. Persona que ha recibido el
marca de género gramatical, aunque con alusión al primer grado en una facultad”. Eso, sin que desapa-
masculino genérico en la definición: “Comunmente, rezca su homónima con significado despectivo,
y por vilipéndio se dá este nombre y se entiende por acepción que, incluso, se ha mantenido hasta 2021.
el que habla mucho fuera de propósito, y sin fun- En cuanto a marcas lexicográficas, en la edición
damento” (cursivas añadidas). Ya para 1770, aparece de 1914 hay un cambio interesante: se le incorpo-
la definición en epiceno: “La persona que ha reci- ra la marca “com.” (común) y se sigue hablando
bido...”, aunque, la segunda acepción (de carácter de “persona que ha recibido...”, lo que hace pen-
despectivo) sí aparece ahora como apropiada para sar ahora en el/la bachiller, o sea, igual para mascu-
caballero y dama (ver tabla 1); lo que hoy diríamos lino y femenino, pero, tres años después, vuelve a
lexicográficamente desdoblada, atribuible a mascu- ser catalogada como “m. y f.”. Cabe aquí una inte-
lino y femenino, pero igual en MG dentro de la de- rrogante relativa al hecho de si la marca “común”
finición (ver cursivas) (“Bachiller, ra. Comunmente, y es o no equivalente a “m. y f.”. Primero que todo,
por desprecio, se llama así al que habla mucho y fue- porque las marcas de género más bien deberían in-
ra de propósito”, ver NTLLE, en línea). Esta forma se dicar “masculino o femenino” (m. o f.), a fin de que
complementa con la definición también despectiva se entienda realmente la alternancia. Obviamente,
del sustantivo bachillería: “s. f. Loquacidád sin fun- habría que buscar otra forma de marcar las palabras
damento, conversación inútil y sin aprovechamien- de género ambiguo (por ejemplo, armazón, internet,
to, palabras, aunque sean agúdas, sin oportunidád è mar, interrogante, etc.). Tal como aparecen marcadas
insubstanciales. Es voz tomada del nombre Bachillér las opciones para uso de formas que tienen mascu-
en el significado de habladór impertinente” (NTLLE, lino y femenino, se las podría confundir con el gé-
1927, en línea, cursivas añadidas). nero común (*el/la autor, *el/la maestro), por cuanto
Además, la referencia al verbo se da de dos mo- los nombres de género común se marcan del mismo
dos en la misma edición de 1770, con significados modo (ver “Periodista. m. y f. persona que se dedica
distintos: bachillerar (“Dar el grado de bachiller”) al periodismo”, “Analista. m. y f. persona que hace
/ bachillerear (“Hablar mucho y sin fundamen- análisis químicos o médicos”). Y aquí se generaría la
to”). Este último aglutinaba ambos significados en duda por cuanto, según la propia RAE (2020), este ti-
1726, con la aclaratoria de “mui poco uso” para po de vocablos tuvieron alguna vez en ese estado en
la primera. Se suman, además, otras definiciones que se los consideraba poseedores de género común
despectivas asociadas: bachillerejo (“El que habla (ver específicamente RAE, 2020, pp. 40-42). Si real-
demasiado”) y bachillerillo, lla (“s. m. y f. dim. de mente se aceptara la realidad del uso, los ejemplos
bachiller”). Hasta ese momento, el masculino apa- correspondientes a escritor, ra y maestro, tra deberían
rece diferenciado del femenino y siempre que se formalizarse como autor o autora de obras escritas e
alude a este último es con significado negativo. impresas y maestro o maestra de primera enseñan-
Para esta primera etapa, nada indica que bachi- za. Es decir, que se perciba que la voz puede aludir
llera (en femenino) sea también un grado, como sí lo a dos referentes, motivo por el cual aquí no habría
es bachiller (válido, al parecer, para ambos sexos). En desdoblamiento ni redundancia (ver Márquez, 2013;
1869 aparece, aparte, bachillera, con marcas “f.” y Martín, 2019).
“fam.” (“La mujer que habla mucho, ó sin concierto Ya para la actual edición, bachiller, ra aparece
ni oportunidad”), y comparte espacio con la forma marcada como “m. y f.”, con los tres significados que
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ha venido acarreando durante toda su historia (gra- ambos significados desde el comienzo, como dos
do, persona experta, persona impertinente), pero con términos homógrafos. Si saliéramos del ámbito del
una aclaratoria y un ejemplo que insisten en su con- diccionario académico, podríamos constatar có-
dición de sustantivo común: “Morf. U. t. la forma en mo era presentada la palabra en otras fuentes dife-
m. para designar el f. Pilar es bachiller” (RAE y Asale, rentes, incluso antes de 1869:
2020). Es obvio que, alineada a la NGLE, con esto
último se ratifica indirectamente la condición de la 1852: Bachillera. s. f. La mujer entremetida, par-
palabra como MG: “Pilar podría ser bachillera”, pero lanchina y aun petulante. Úsase también como ad-
se hace la aclaración acerca de que también le ven- jetivo en terminación femenina para aplicarlo á la
dría bien su designación como bachiller. que habla mucho ó más de lo necesario. (De Castro
Si, como hemos visto, la historia lexicográfi- y Rossi, 1852)
ca del término ha sido tan oscilante en los usos 1853: Bachillera. s.f. Mujer habladora, amiga de
y cambios circunstanciales reportados en el DLE, cuentos y mentiras, importuna, que se tiene por en-
¿cómo aspirar a que su forma en femenino tome tendida, que en todo se mete (Domínguez,1846-47)19
cuerpo?17. ¿Será esta la razón principal para que
todavía, en pleno siglo XXI, en un momento en Así las cosas, se hace difícil no creer que la mo-
que las propuestas para un lenguaje incluyente han tivación de la resistencia que el término femeni-
tomado tanto auge, algunas damas no quieran ser no ofrece no descanse en la manera como ha sido
tratadas o referidas como bachilleras ni las institu- socialmente estigmatizada desde la antigüedad.
ciones que otorgan dicho título o grado se hayan Hay incluso damas a quienes no les interesa ser
dispuesto a feminizarlo? Podría decirse que es una referidas o tituladas como bachilleras. Esto eviden-
de las voces que mayor resistencia ha mostrado cia que no basta con que su registro en el DLE la
para el uso del femenino, muy a pesar de que la li- muestre, desde hace bastante tiempo, como propia
cencia académica como grado y como tratamiento para diferenciar el masculino del femenino. Es de
data de 1884 para ambos géneros18. Sin embargo, los casos en que la forma común ha prevalecido,
independientemente de este vocablo específico y independientemente de requerimientos referentes
más allá del uso, ello no implica que, en otros ca- al lenguaje incluyente. Pareciera aceptarse que el
sos, la inclinación del DLE no haya contribuido a referente femenino permanezca invisibilizado20.
preservar la orientación androcéntrica inherente a
otras profesiones. En cuanto a bachillera, posible- Conclusiones
mente la motivación de fondo, no consciente, pero
sí heredada y confirmada por los sistemas educa- Con base en un recuento previo acerca de la va-
tivos iberoamericanos, provenga de que la voz ja- loración social de documentos como el DLE y la
más perdió su carácter despectivo para la alusión a NGLE y su poder indirecto en cuanto que rectores
la mujer, en tanto para el masculino ha mantenido de la (in)existencia del vocabulario y previa discu-
sión sobre el MG y la polémica generada en torno
17 Como nota adicional al margen de este trabajo, podría agregarse que, se- a su carácter invisibilizador y androcentrista, hemos
gún Cohén (1997), la voz bachillera se consideraba negativamente en la
educación colombiana de las primeras décadas del siglo XX. Reporta que, realizado un seguimiento lexicográfico del lema
de acuerdo con la pedagoga Ana Block, dicha voz refería a dos significa-
dos contrapuestos: 1. “[...] mujer de sólidas características intelectuales,
morales y sociales”; 2. “[...] persona de dudosa identidad sexual” (Cohén, 19 La primera cita ha sido tomada del NTLLE (en línea) y aparece referida al
1997, p. 9). Un elemento más para la connotación negativa de bachillera: Gran diccionario de la lengua española (De Castro y Rossi, 1852). La se-
la identificación con el lesbianismo. gunda corresponde al Diccionario nacional o gran diccionario clásico de la
18 Una curiosidad lexicográfica es que el Diccionario de americanismos solo lengua española (Domínguez,1846-47).
registra bachiller, ra con las dos acepciones vinculadas al campo educativo, 20 Como dato adicional, el uso consagratorio de la palabra solo en masculino es
como grado adquirido al terminar el lapso preuniversitario y como trata- refrendado en el contenido del Diccionario panhispánico del español jurídico
miento para quienes han concluido la educación secundaria, mas no con- (RAE y Asale, 2017), en el cual, por tratarse de un repositorio especializado, se
tiene nada en cuanto a su significado despectivo (ver RAE y Asale, 2010b). alude solo al título. Allí es “inexistente” la voz en femenino (bachillera).
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bachiller, ra, a propósito de buscar explicación para que título o grado, bachillera es tan pertinente como
la resistencia a aceptar su opción en femenino. psicóloga, arquitecta, ingeniera, entre otras.
Hemos intentado demostrar que no siempre el
éxito de una opción morfológica con marca de fe- Reconocimientos
menino depende exclusivamente de que esta haya
sido incorporada al DLE. Ello implica que, en casos El presente artículo se deriva de la línea de inves-
como este, el sexismo no solo provendría de la po- tigación sobre lenguaje inclusivo que desarrollo
blación masculina, sino que incluso es aupado, a desde 2019 y de manera independiente en la Es-
veces inconscientemente, por las propias mujeres y cuela de Pedagogía en Castellano, de la Universi-
por algunas instituciones adherentes a la tradición dad Católica Silva Henríquez (Santiago de Chile).
androcéntrica. En esto tiene mucho que ver el sis-
tema educativo, cuyo principal foco de referencia Referencias bibliográficas
léxica es, precisamente, el diccionario académico.
Caso ejemplar es el del lema bachiller, ra. La Alegría, C. (1959). Novelas completas. Aguilar.
negativa a su aceptación en femenino está posible- Babiker, S. (2018). El lenguaje inclusivo, ese “peligro
mente marcada, en la memoria social, por la car- público”. CTXT. Revista Contexto, 153. https://ctxt.
ga peyorativa que porta en una de sus acepciones, es/es/20180124/Firmas/17476/feminismo-gramati-
desde la primera edición del DLE, y que se ha pro- ca-machismo-lenguaje-inclusivo.htm
longado hasta hoy, con una cadena de significados Barrera Linares, L. (2015). Pan para hoy, hispanismo pa-
de escaso o nulo prestigio (charlatana, indiscreta, ra mañana. Entre lo general y lo local del Diccio-
bocazas, habladora, entremetida, petulante). nario de la lengua española. En F. J. Pérez (comp.),
Por otro lado, algunas instituciones universitarias 300 años de la Real Academia Española (pp. 225-
todavía no gradúan mujeres con el título (o grado) de 238). Academia Venezolana de la Lengua.
bachillera, aparte de que, probablemente, hay quie- Barrera Linares, L. (2019). Relación género/sexo y mas-
nes no aceptarían tal título y se conformarían con culino inclusivo plural en español. Literatura y Lin-
que la palabra siga existiendo como sustantivo de güística, 40, 297-324.
género común (el/la bachiller). Podría pensarse que, https://doi.org/10.29344/0717621x.40.2070
con base en la validez del MG, defendida por las Barrera Linares, L. (2021). Lenguaje de género (inclu-
academias, también el sistema educativo se afilia a sivo) en titulaciones e información sobre carreras
esta tradición y, en cuanto que estimula de modo in- en cuatro universidades chilenas. Manuscrito en
directo el estigma de la variante en femenino, contri- referato.
buye a preservar la inclinación androcentrista que se Bengoechea, M. (2015). Lengua y género. Síntesis.
ha atribuido a dichas instituciones. Aquí no ha ope- Bengoechea, M. (2019). Razones de la lingüística femi-
rado el contraadiestramiento del que habla Bourdieu nista para abogar por un lenguaje inclusivo. En Semi-
(1999) para fracturar un habitus. Parece haber sido nario “El lenguaje inclusivo: un debate en torno a su
más fuerte el capital social subyacente a la tradición obligación, necesidad y posibilidades”. Resumen de
lexicográfica del vocablo. Ni el prestigio del DLE ni las intervenciones (pp. 1-2). Centro de Estudios Po-
su condición de autoritas ni el interés por que se sus- líticos y Constitucionales. http://www.cepc.gob.es/
tituya el MG con alternativas más incluyentes han actividades/agenda/2019/01/04/seminario-el-len-
sido capaces de modificar unas marcas semánticas guaje-inclusivo-un-debate-en-torno-a-su-obliga-
asociadas a significados históricos poco favorables ci%C3%B3n-necesidad-y-posibilidades-
para el sexo femenino. El peso ideológico, la mítica Bourdieu, P. (1998). Capital cultural, escuela y espacio
valoración del DLE y su prestigio simbólico no han social. Siglo XXI Editores.
sido suficientes para que se acepte que, en cuanto
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Artículo
de revisión
Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17064 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Artículo de revisión
Didáctica del español escrito como segunda lengua para estudiantes sordos:
estado del arte
Didactics of written Spanish as a second language for Deaf students: State of the Art
Resumen
Este artículo presenta el análisis detallado del estado del arte sobre investigaciones, propuestas y experiencias en los contextos
internacional y nacional (Colombia), en didáctica del español escrito como segunda lengua de las personas sordas, usuarias de la
lengua de señas, en educación formal y no formal, de los años 1990 a 2020. Entre los objetivos están identificar su estado actual,
explicar cómo aprenden los estudiantes sordos la lengua escrita y configurar una didáctica específica. Los documentos estudia-
dos mediante lectura temática inicial, lectura interpretativa o hermenéutica y análisis interpretativo revelaron las categorías de
estudios didácticos que posicionan la relación aprendizaje y lenguaje, enseñanza de lengua extranjera/segunda lengua, pedago-
gía del lenguaje para sordos y enfoques instruccionales, evidenciando una alta dispersión en la conceptualización del elemento
didáctico saber/conocimiento del contenido. No existen reportes de investigaciones que propongan una didáctica específica para
el aprendizaje de la lengua escrita de perspectiva semiótica dirigida a población sorda en educación básica secundaria y media.
Palabras clave: educación de sordos, investigación pedagógica, bilingüismo, lenguaje de signos, enseñanza de una segunda lengua,
lengua escrita.
Abstract
This article presents a detailed analysis of the state of the art on research, proposals, and experiences in international and natio-
nal (Colombia) contexts regarding the didactics of written Spanish as a second language for deaf people who use sign language
in formal and non-formal education, from 1990 to 2020. Among the objectives are identifying the current state, explaining how
deaf students learn written language, and configuring specific didactics. The documents studied by means of an initial thematic
reading, followed by an interpretative or hermeneutical reading and an interpretative analysis, revealed the categories of teaching
studies that position the relationship between learning and language, teaching a foreign/second language, language pedagogy
for deaf people, and instructional approaches, thus evidencing a high dispersion in the conceptualization of the didactic element
Content knowledge. There are no research reports that propose specific didactics for the deaf population.
Keywords: deaf education, pedagogical research, bilingualism, sign language, second language teaching, written language.
* Docente, investigadora y escritora vinculada a la Secretaría de Educación Distrital. Correo electrónico: rosablancagalvis@gmail.com.
ORCID: http://orcid.org/0000-0003-3350-7185
Cómo citar: Galvis, R. (2021). Didáctica del español escrito, segunda lengua para estudiantes sordos: estado del arte. Enunciación, 26(2), 270-291.
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17064
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esta segunda lengua es deficiente en los sordos que significaciones, de lo simbólico [...] esta relación
ingresan a la institución universitaria”. De otra parte, con los sistemas simbólicos se da, principalmente,
Ochoa et al. (2013, p. 172) identifican que “muchos a través del lenguaje” (p. 91).
de los docentes no son bilingües, no conocen o no El sujeto sordo conoce el mundo y elabora sus
manejan metodologías para la enseñanza de esta len- representaciones a través de la lengua de señas, se
gua –lengua española– a los niños y jóvenes sordos”. constituye en un sujeto, cuyas relaciones con el sa-
Y Díaz et al. (2017, p. 102) consideran que “los ber y con el mundo que construye, modela y trans-
profesores reconocen [...] que se requiere mayor forma, son los de la lógica de la visión, el espacio
formación en asuntos de orden curricular”, “en el y el silencio, diferente del construido por la lógica
aspecto didáctico”, “diseño de estrategias y mate- de la audición, el tiempo y el sonido de una mayo-
rial didáctico”, “TIC”, “y en cuestiones lingüísticas ría que lo visualiza como desadaptado porque se
como la gramática de ambas lenguas”. apropia del mundo con una lógica diferente.
En este contexto, Valencia (2018) invita a reprodu- Luego, corresponde al campo de la educación
cir las didácticas que obtuvieron resultados exitosos, generar una didáctica específica1 que les permita a
como la desarrollada por Tovar et al. (2004) en edu- los sordos apropiarse de los dos mundos y coadyu-
cación básica primaria o, en la misma línea con Plaza var en la formación docente, para que la pedago-
(2015), las dos autoras recomiendan la creación de gía del lenguaje para sordos o didáctica específica
propuestas de enseñanza de la lengua escrita adecua- requerida en este proceso, se desarrolle a profun-
das a las características psicosociolingüísticas de la po- didad y se consolide con las particularidades de
blación sorda en el marco de la educación bilingüe nuestra población y de nuestro contexto.
bicultural. León (2019) propone pilotear un programa
de español como L2 para sordos que se desarrolle a Metodología aplicada en la elaboración
la luz de las metodologías más recientes para la ense- del estado del arte
ñanza de lenguas extranjeras. Calderón y León (2016,
p. 45) recuerdan la necesidad de “continuar indagan- El estudio de los documentos hallados se realizó
do sobre la didáctica del español escrito como L2 en mediante lectura temática inicial, lectura interpre-
los estudiantes sordos”. Y Tovar (1998, p. 9) sugiere tativa o hermenéutica, y análisis interpretativo.
“explorar en la construcción de un modelo, adaptado • Temática inicial. Referida a la lectura en
a las circunstancias y las características particulares profundidad de los documentos recopila-
de nuestras poblaciones escolares, en la perspectiva de dos, permitió la comprensión inicial del fe-
no esperar que otros nos hagan propuestas para nues- nómeno abordado a través de las categorías
tra situación”. emergidas. La primera, en coincidencia con
En búsqueda de las causas que subyacen al Calderón (2018, pp. 164-165), correspon-
contexto identificado, se retoman los postulados de a estudios didácticos que posicionan la
de Charlot (1997, traducción propia y énfasis agre- relación aprendizaje y lenguaje; las demás
gado): “el mundo es un conjunto de significacio- se refieren a enseñanza de lengua extran-
nes vitales” (p. 90), “se les ofrece a los hombres jera/segunda lengua, a pedagogía del len-
como un conjunto de significaciones compartidas guaje para personas sordas y a enfoques
con otros hombres” (p. 91), “es también un hori- instruccionales.
zonte de actividades [...] que se inscriben en el • Lectura interpretativa o hermenéutica.
tiempo y en el espacio” (p. 95), “le es dado a través Propendió por la interpretación de las
de lo que percibe, imagina, piensa y desea, y com- 1 Bolívar (2005, p. 16) recuerda que para Shulman el objeto de las didácticas
partirlo implica apropiación, modelación y trans- específicas es “investigar las diferentes estrategias de transformación de los
contenidos de enseñanza en modos que puedan ser potentes didáctica-
formación” (p. 95), “se accede a él a través de las mente, según la materia de que se trate y el alumnado a que se dirija”.
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a las características gráficas del texto y la noción de En esta categoría, puede apreciarse el recono-
palabra. Los resultados evidencian que, de la mis- cimiento de los elementos didácticos saber/cono-
ma forma que los niños oyentes, los niños sordos cimiento del contenido y estudiante/conocimiento
son sujetos activos y constructivos que traducen y del proceso del estudiante. El primero, como alfa-
cuestionan los contextos, desarrollan progresiva- betización que, fundada en los análisis lingüístico
mente la escritura, reconocen en las marcas gráfi- y cognitivo, diferencia los conceptos de transcrip-
cas indicadores lingüísticos que se interpretan en ción y alfabetización; el segundo permite concluir
la lengua de signos y traducen a lengua de señas o que los niños sordos experimentan las mismas eta-
deletrean los componentes léxicos y morfosintác- pas que los niños oyentes en la adquisición de la
ticos del texto. escritura: formulan hipótesis, escriben a partir del
Las autoras fundamentan los procesos de com- nombre, utilizan las letras de sus respectivos nom-
posición escrita en el análisis lingüístico y cogni- bres para nominar otros objetos, cumplen los prin-
tivo; diferencian los conceptos de transcripción y cipios de cantidad mínima de variación cualitativa
alfabetización e informan que los niños sordos ex- interna, diferencian el dibujo de la letra y estable-
perimentan las mismas etapas que los niños oyen- cen relaciones entre el dibujo y el texto.
tes para la adquisición de la escritura: formulan
hipótesis, escriben a partir del nombre, utilizan Enfoque centrado en el proceso
las letras de sus respectivos nombres para nominar Examina los procesos psicológicos que intervie-
otros objetos, cumplen los principios de cantidad nen en la producción de la escritura, demanda la
mínima de variación cualitativa interna, diferen- intervención coordinada, interactiva, simultánea
cian el dibujo de la letra y establecen relaciones y recursiva de los procesos cognitivos complejos
entre el dibujo y el texto. Conceptualizan la alfa- de planificación, transcripción y revisión (Flower y
betización como el aprendizaje de una segunda Hayes, 1981, p. 223).
lengua que implica un proceso de traducción de Las primeras indagaciones originadas de 1990
intensa actividad metalingüística facilitada por la a 1999 en torno a cómo el niño sordo construye la
experiencia con lengua de señas en diversos con- escritura son clasificadas por Fernández-Viader y
textos comunicativos. Pertusa (2004, p. 301) en dos grupos: el primero re-
Macchi y Veinberg, (2005) programan y des- úne los trabajos descriptivos de Fernández-Viader
pliegan estrategias didácticas de prealfabetización y Pertusa (1995) y Quigley et al. (1977), quienes
y alfabetización de perspectiva comunicativa en identifican escasa coherencia y cohesión en la
los encuentros de lectura, los cuales constituyen el producción escrita, errores morfosintácticos y es-
marco ideal para que los niños sordos se conecten casez lexical, y Cooper y Rosentein (1996) quie-
con el placer y el goce de disfrutar de la palabra, nes, a través de la comparación de los escritos
producir intercambios positivos, afectivos y satis- sordos con los escritos de oyentes, reportan que
factorios, convertirlos en buenos lectores y condu- los escritos de los sordos contienen sentencias más
cirlos a la escritura. cortas y simples.
Para estos propósitos, auspician el contacto El segundo grupo, Newport y Meier (1985);
con libros que provocan oportunidades de obser- Taeschner et al. (1988) y Leyabert (1993), funda-
vación, exploración, demostración, interacción y menta las causas de tales errores en la pobreza de
cooperación; y estimulan el desarrollo de habi- la lengua oral que tienen los estudiantes sordos,
lidades lingüísticas, comunicativas y cognitivas, asegurando que no disponen de un lenguaje in-
a través de la lectura compartida, facilitando la terno que viabilice la reflexión sobre las lenguas;
construcción de estrategias de predicción, com- y Wilcox (1994) y Marchesi (1987) acentúan la
prensión, anticipación, inferencia y verificación. importancia de la lengua escrita como forma de
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Didáctica del español escrito, segunda lengua para estudiantes sordos: estado del arte
Galvis, R.
acceder al conocimiento y a la cultura desde una ideas y motivar a los alumnos; corregir los errores
perspectiva bilingüe, en la que la lengua de señas de manera individual, discutir las correcciones y
se considera una mediación semiótica para facili- buscar soluciones a los problemas identificados;
tar el aprendizaje. implementar estrategias de autorregulación, uti-
Posteriormente, también en España, Rodríguez lizando materiales y procedimientos de autoins-
et al. (citados por Carrillo y Domínguez, 2010, trucción, autocontrol y autorrefuerzo; propiciar
pp. 249, 262); Domínguez y Alonso (2004); Mata el desarrollo cognitivo y metacognitivo a través
(2005); Gutiérrez (2005); Domínguez (2006); fichas-guías, formulación de preguntas, búsqueda
Gutiérrez y Mata (2010, p. 221, 236); y Gutiérrez de ejemplos de textos escritos, solución a las du-
(2012a); y, en Colombia, Flórez et al. (2010); y, das o reflexión; proponer distintas situaciones de
Ochoa et al. (2013), implementan propuestas di- escritura, a través de ejercicios como proposición
dácticas para desarrollar en los estudiantes sordos de metas, generación y relación de ideas y elabo-
los procesos cognitivos de alto nivel de planifica- ración de planes de organización y de registro;
ción, transcripción y revisión en la producción de proyectar talleres de elaboración de revistas y pe-
textos en contexto con una intención determinada; riódicos, y apoyar los trabajos escritos de las otras
y, en Chile, Herrera y De La Paz (2019) exponen áreas para desarrollar interdisciplinariedad.
estrategias para su desarrollo, y posteriormente Gutiérrez (2005, 2012a) explicita que los sor-
Herrera (2020), las socializa en el segundo Con- dos no desarrollan las ideas que planifican y, en
greso Internacional de Lenguaje Escrito y Sordera, transcripción, en línea con los demás investiga-
realizado en España. dores, sostiene que no poseen conocimientos de
Gutiérrez y Mata (2010, p. 232) reportan los bajo nivel, alterando la sintaxis y la discursividad,
resultados de una investigación cualitativa de es- porque no encuentran las palabras, verbos, es-
tudio de caso, en la cual analizaron los escritos tructuras y organización textual adecuadas al pro-
de los estudiantes de secundaria. Encuentran que pósito; además de las dificultades para descubrir
los alumnos sordos de educación secundaria no sus errores durante la revisión. Según Domínguez
tienen un dominio suficiente de la planificación, (2006), esto ocurre porque los niños sordos inician
transcripción y revisión, por cuanto escriben las el aprendizaje de la lectura y la escritura en una
ideas que se les ocurren, no controlan las dos últi- lengua que no conocen y no dominan suficiente-
mas debido al escaso o insuficiente conocimiento mente, por lo que termina su análisis proponiendo
del nivel discursivo o sintáctico del texto escrito; una nueva pregunta: “¿Cómo podrían leer y escri-
tampoco utilizan de forma adecuada estrategias bir bien los alumnos sordos?”.
metacognitivas como conocimiento conscien- En Chile, Herrera et al. (2007) y Herrera (2014)
te y autorregulación de los procesos cognitivos; agregan que en los textos producidos por los es-
no muestran buena disposición hacia la escritura tudiantes no se observa el propósito comunicati-
y sus dificultades; tienen percepción negativa de vo, el desarrollo de los contenidos no es profundo
sus capacidades escritoras originadas por el déficit ni suficiente debido a los escasos conocimientos
experiencial y comunicativo, y no tienen una res- que tienen del mundo, no estructuran proposicio-
puesta socioeducativa adecuada y suficiente. nes ni oraciones, tienen vocabulario escaso y poco
Para superar estas falencias, diseñan un progra- reconocimiento de la sinonimia, polisemia y am-
ma de intervención que contempla propiciar diá- bigüedad que se generan durante la escritura, im-
logos entre el profesor y los alumnos utilizando pidiendo la planificación global y la coherencia
como recursos viñetas, gráficos, dibujos y mapas del texto; por lo que Herrera et al. (2016, p. 189),
para comunicar lo que se observa y se piensa; dis- y en Argentina, Macchi y Veinberg (2005, p. 98),
cutir sobre la forma y estructura para clarificar las sugieren que la planeación se realice en lengua de
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señas. Sin embargo, en Canadá y Estados Unidos, En la misma institución de educación supe-
Scott y Hoffmeister (2018), y Strassman y Schirmer rior, Ochoa et al. (2013) proponen la cualificación
(2013), aunque coinciden en el procedimiento, de los procesos de lectura y escritura en español de
corroboran que la falta de automatización de los los dos estudiantes sordos incluidos, a través de dos
conocimientos de bajo nivel continúa generan- fases: en la primera, acompañamiento mediante
do dificultades en la transcripción, en tanto no se el servicio de interpretación en clase, monitorías
producen textos estructurados en los aspectos gra- individuales, flexibilización curricular, talleres de
matical y textual: “LS apoya el plano del conteni- expresión oral y escrita, y clases personalizadas
do, pero no puede usarse para el plano retórico” de español; en la segunda, aplicaron una prueba de
(Mayer y Trezek, 2019, p. 8). español como segunda lengua al estudiante prota-
Esta práctica también identificada por Herrera y gonista del estudio de caso realizado por Flórez et
De la Paz (2019) después de observar a 17 docen- al. (2010). La prueba fue diseñada con el nivel B1
tes mientras enseñaban escritura a los estudiantes del Marco Común Europeo, contenía cinco pre-
sordos, reunió en ocho grupos las estrategias apli- guntas de comprensión de lectura literal y cinco
cadas; entre ellas, la más sobresaliente consistió de lectura inferencial; en escritura, se solicitó la
en relatar las ideas en lengua de señas chilena producción de un resumen sobre una experiencia
(LSCH), para planificar la escritura, conversar en personal, en el cual evaluaron los requerimientos
LSCH las ideas y características del texto, y lue- propuestos como la intencionalidad y presencia
go escribirlas. Las otras siete consistían en usar de una idea global o macroestructura. Los resul-
marcadores visuales como ayuda para estructurar tados positivos confirman la comprensión de lec-
frases y oraciones; presentar material visual para tura como fuente de información, avances en el
apoyar la escritura y conversar sobre las imágenes; desarrollo de la escritura en las diversas áreas de
usar la dactilología para aumentar el vocabulario y conocimiento y, finalmente, se refieren a las com-
la memorización de palabra desde múltiples mo- petencias lingüísticas del español y de la lengua de
dalidades; analizar errores en la escritura de forma señas, sugiriendo que estas sean estudiadas en la
colectiva para favorecer el aprendizaje a partir del educación básica secundaria.
error y tomar conciencia de las diferencias entre En las investigaciones aludidas en esta segunda
las lenguas; realizar actividades grupales de re- categoría, los procesos cognitivos de planeación,
visión y corrección de la escritura, valorando la transcripción y revisión forman parte del elemen-
reflexión colectiva para enriquecer el conocimien- to didáctico saber/conocimiento del contenido. Si
to de la L2; realizar actividades de escritura com- bien la planeación puede realizarse en lengua de
partida de manera que cada estudiante tenga la señas o a través de esquemas, es pertinente reiterar
oportunidad de aportar, enriquecer la escritura y que durante la transcripción, el desconocimiento
aprender de y con sus compañeros; y compartir del sistema lingüístico y, por ende, la falta de au-
y socializar la escritura para mejorar la autoes- tomatización de los conocimientos de bajo nivel
tima y el gusto por la escritura. concentran al estudiante sordo en la búsqueda del
Contrario a las dificultades de transcripción, léxico, morfología, sintaxis, coherencia, cohesión,
Flórez et al. (2010) reseñan el logro en habilidades superestructuras, entre otros; al tiempo que debe
metalingüísticas, segmentación adecuada de las ejecutar los procesos de alto nivel, produciendo
palabras y aprendizaje de las reglas gramaticales aprendizajes de alto costo cognitivo que recargan
básicas, en el estudio de caso de un estudiante de la memoria de trabajo, derivan en actitudes de re-
educación superior con quien desarrollaron talle- chazo hacia la escritura, dificultan el proceso de
res de escritura y evaluaron mediante rúbrica que revisión y afectan los elementos docente/cono-
incluía procesos cognitivos superiores e inferiores. cimiento de la didáctica específica y estudiante/
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conocimiento del proceso de aprendizaje del metacognitivas requeridas, para la producción tex-
estudiante. tual que terminan afectando las ideas que se quie-
Resulta relevante profundizar en la relación di- ren expresar y la comprensión del texto.
dáctica docente/conocimiento de la didáctica es- Para superar estas dificultades, antes o después
pecífica - estudiante/conocimiento del proceso de de la intervención diseñan diversos ambientes y
aprendizaje del estudiante, por cuanto la identifi- propuestas:
cación del estado desarrollo lingüístico y cognitivo • Instalación de un programa de alfabetiza-
del estudiante constituye un factor determinante ción dirigido a escolares que comienzan la
en el aprendizaje y en la delimitación del saber/ educación formal2 para formar lectores y
conocimiento del contenido, elemento por desa- escritores autónomos, desarrollado desde
rrollar en una didáctica específica. el constructivismo que enfatiza en las re-
laciones docente, alumno y conocimiento.
Enfoque centrado en el producto El programa inicia con la aplicación de una
En España, Gutiérrez (2004); en México, Ruíz prueba de ingreso, continúa con el aprendi-
(2011); en Argentina, Divito et al. (2003), Massone zaje de la lectura e incorpora la escritura al
et al. (2005), Massone y Báez (2009); en Venezue- siguiente año; involucra docentes, estudian-
la, Zambrano (2008), Pacheco y Anzola (2011), tes y padres de familia que se reúnen para
Morales (2009, 2015), Torres (2015a, 2015b); en reflexionar sobre las prácticas educativas.
Chile, Herrera et al. (2007, 2014, Herrera et al. Al finalizar la experiencia registran que los
(2016), y, en Colombia, la Secretaría de Educación estudiantes generaron estrategias para reco-
Distrital (SED) y la Universidad Nacional (UN) nocer concordancia nominal; comprender
(2002, p. 51) consideran la población sorda usuaria vocabulario, el sentido global del texto y las
de lengua de señas como una comunidad lingüís- estructuras de la narración; y reconocer ele-
tica minoritaria portadora de una cultura diferente mentos del paratexto y el contexto (Divito
que requiere la activación de conocimientos gene- et al., 2003).
rales y lingüísticos como la ortografía, léxico, mor- • Estructuración de prácticas escriturales con
fosintaxis, textualidad y pragmática, para acceder implementación de las TIC, para motivar el
a la escritura, ya que en las producciones escritas intercambio de mensajes por correo elec-
de los estudiantes se observan debilidades en orto- trónico en adolescentes, fuera del contexto
grafía, uso de mayúsculas y signos de puntuación; educativo. El análisis de los textos produci-
en gramática, dificultades en flexión de verbos, dos en 30 páginas mostró las interferencias
concordancia entre el sujeto y la desinencia ver- lingüísticas español/lengua de señas, y la
bal, uso de artículos y concordancia entre género apropiación de la escritura a través de ac-
y número, uso excesivo de verbos en infinitivo, eli- tivación de los conocimientos previos y de
sión de verbos copulativos, problemas en las mar- funcionalidad de los textos, cuyos factores
caciones verbales, falta de concordancia entre los de cohesión y coherencia fueron explica-
verbos y los sujetos de las cláusulas; en semánti- dos en forma permanente por la docente,
ca, comprensión de sinónimos, antónimos e hipe- por lo que también se lograron avances
rónimos; en pragmática, comprensión de refranes; en el aprendizaje de la gramática, en el
en cohesión, ausencia de preposiciones y conjun- reconocimiento de la intención comuni-
ciones; en coherencia, superficialidad y desarrollo cativa, en la importancia que reviste ser
temático interrumpido; en adecuación a la situa-
ción comunicativa, no es claro el propósito; ade- 2 Educación formal: se imparte en los diversos ciclos educativos, sujeta a
normas curriculares y progresivas para obtener titulación; se diferencia de
más de ausencia de estrategias metalingüísticas y la educación no formal que ofrece cursos libres.
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entre los grafemas y sus fonemas, escaso vocabu- conocimiento del contenido, se observa su estruc-
lario y desconocimiento de la gramática del es- turación en torno a las competencias comunicati-
pañol, por lo que considera necesario mejorar las vas, lectura y escritura.
estrategias utilizadas por las educadoras para desa-
rrollar habilidades comunicativas, de lectura y de Enseñanza del español como lengua extranjera/
escritura en sus alumnos. segunda lengua
Para el desarrollo de las habilidades comuni- De enfoque bilingüe, estas investigaciones susten-
cativas plantea implementar el uso del abecedario tan la enseñanza de la L2 en la enseñanza de es-
dactilológico, disertar sobre los contenidos traba- pañol lenguas extranjeras (ELE). Mora (2004), en
jados en clase, utilizar la expresión artística y cor- ponencia presentada en XV Congreso Internacio-
poral como forma de comunicación que, a su vez, nal de la Asociación para la Enseñanza del Espa-
coadyuve en la comprensión de textos escritos, e ñol como Lengua Extranjera (Asele), introduce la
incorporar en el aula una persona competente en propuesta de enseñar segunda lengua a los estu-
relato y análisis de cuentos en lengua de señas. diantes sordos, a través de métodos de ELE, con el
Para las habilidades en lectura recomiendan in- propósito de mejorar las estructuras de comunica-
terrogar a los estudiantes sobre los textos antes de ción, por cuanto considera que en la enseñanza de
ser presentados; solicitar el relato de experiencias L2 se focalizan aspectos relacionados con el voca-
previas; leer textos completos; buscar respuestas bulario concreto y se descuidan los concernientes
a las preguntas que se formulan antes, durante a las palabras de función, mientras que la lengua
y después de la lectura; comprobar las hipótesis extranjera presenta las estructuras básicas y pro-
planteadas antes de la lectura; crear un rincón de pias del idioma de lo simple a lo complejo.
la lectura en el que haya diversos tipos de textos Con esta orientación, Cháux et al. (2015, p. 5)
reales para estimular la lectura o la manipulación configuran su investigación desde el enfoque cua-
de textos; y utilizar textos auténticos con formatos litativo exploratorio en la primera fase, y cuanti-
distintos, como diarios, revistas, cuentos formales, tativo empírico-analítico en la segunda; proponen
cómics y recetas, entre otros. el aprendizaje del uso de la lengua con enfoque
En cuanto al mejoramiento de la escritura, su- comunicativo mediado por la tecnología. Conclu-
gieren utilizar cuadernos de la comunicación en yen que, si bien el español escrito constituye un
los que se traten temas relacionados con sus res- requerimiento para la inclusión de las personas
pectivas experiencias; crear cómics y cuentos; dis- sordas, el escaso desarrollo de la escritura se debe
poner libremente de material para escribir; motivar a la inexistencia de un límite claro en el uso de la
la escritura de cartas; publicar noticias, cómics, LS para su enseñanza, la cual se ha realizado, ade-
chistes y horóscopos en el diario mural; mani- más, con la lógica de los oyentes.
pular cuadernos de verbos y vocabulario como Russell (2016) estima que la enseñanza de la
manuales de consulta; usar computador; resaltar lengua y la escritura se amalgaman en un único
la importancia del trabajo en equipo; incluir acti- proceso y, desde la metodología del ELSE (espa-
vidades auténticas con propósitos comunicativos ñol lengua segunda y extranjera), concluye una
reales y significativos para el alumno, y considerar intervención pedagógica en diferentes escuelas
las necesidades e intereses de los niños. de Buenos Aires, comparando las producciones de
Los aportes en esta categoría evidencian la ne- estudiantes sordos del grupo experimental con el
cesidad de profundizar en la relación de los ele- cual desarrollan un programa de sintaxis y lo eva-
mentos docente/conocimiento de la didáctica lúan con el instrumento Cepes (criterios para la
específica y estudiante/conocimiento del proceso evaluación de producciones escritas de sordos),
de aprendizaje del estudiante; en cuanto al saber/ con los resultados obtenidos por el grupo control,
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necesidad de ofertar educación bilingüe, propiciar la situación social” (p.v13), lea y produzca textos
la adquisición de la realidad a través de la lengua completos, por lo que Valencia (2018) recomendó
de señas y conducir al aprendizaje de la lengua incorporar y profundizar en este aspecto.
escrita, mediante el desarrollo de habilidades de Galvis (2002) concreta la creación de la clase
lectura y escritura. de “Castellano escrito como segunda lengua para
En 2004, reseña el éxito de la propuesta didác- estudiantes sordos” en educación secundaria, so-
tica con niños de primaria, en la cual se lograron portada en los resultados de la prueba “Castellano
promedios altos en niveles de lectura y escritura escrito como segunda lengua para estudiantes sor-
de textos narrativos y expositivos, se fortaleció la dos, falsos principiantes”, aplicada a 64 estudian-
autonomía, y la comprensión de la relación entre tes usurarios de lengua de señas, la enmarca en
lengua de señas y cultura sorda y la lengua y la los fines de la educación colombiana, y desde el
cultura de la población mayoritaria (Tovar et al., aprendizaje autónomo sustenta el diseño del am-
2004); y en 2020 publica, en línea, la propuesta biente didáctico bilingüe, para su desarrollo3.
divulgada en 1998. En la misma línea, la SED (Galvis y Jutinico, ci-
Cárdenas (2016) socializa la experiencia de au- tados por Rodríguez de Salazar et al., 2009) infor-
la ejecutada en 2004, e informa sobre el ambien- mó sobre los resultados exitosos en el desarrollo de
te didáctico implementado: prácticas de lectura la experiencia educativa de enseñar L2: “han sido
skimming, scanning, extensiva, intensiva, de arriba los docentes quienes simultáneamente han atendi-
hacia abajo y de abajo hacia arriba; favorecimien- do a los estudiantes, profundizan en las temáticas
to de la adquisición de la segunda lengua, tenien- necesarias, buscan capacitación y han posibilitado
do en cuenta la influencia de la primera lengua y la continuidad del proceso, sin poderlo sistemati-
el entorno de adquisición; propuesta pedagógica zar” (p. 173).
estructurada en dos momentos, para responder a De otra parte, en la Universidad Pedagógica
las necesidades de los estudiantes: el primero, pa- Nacional, Galvis (2005), para proponer una ade-
ra la socialización y disfrute de la lectura de textos cuación pedagógica y didáctica acorde a las ne-
presentados en lengua de señas, y el segundo, pa- cesidades de la población, fundamentada desde
ra actividades de comprensión, interpretando las la sociopsicolingüística, analiza la interlengua o
ilustraciones, el texto, los signos de puntuación; grado de aprendizaje del español en los estudian-
y realizando reflexión metalingüística, manejo del tes sordos incluidos en esta institución. Identifica
código y escritura. en su producción textual presencia de elementos
Posteriormente, MEN e Insor (2009) presentan la de la lengua de señas como el orden gramatical
réplica de la experiencia realizada en 2004, desde y las preguntas conectoras; supresión de palabras,
un ambiente comunicativo propende por la adqui- como la cópula ser/estar, de los artículos, preposi-
sición de la lengua de señas y el aprendizaje de la ciones y conjunciones en la escritura en español,
lengua escrita, la cual incluye los procesos de lec- ocasionadas por el contacto de dos lenguas que
tura y de escritura desde el enfoque discursivo co- tienen marcaciones léxico-gramaticales diferentes,
municativo (p. 13). Discursivo, porque se estudian en virtud de lo cual es común encontrar enuncia-
textos completos que activan los conocimientos dos escritos como “Montaña río baja” por “El río
previos, realizan predicciones y conocen la orga- baja de la montaña”.
nización global y comunicativa, porque enfatiza En la misma institución, Galvis y Jutinico (2007)
en el contenido y no en el código de la lengua que publican el estado del arte sobre la enseñanza de
se aprende, es decir, su “objetivo no es que el es- la lengua escrita a personas sordas, entre los años
tudiante se centre en el adecuado uso de la gramá-
3 Este proyecto pedagógico, no publicado, constituye la génesis de la inves-
tica, sino en la selección del discurso apropiado a tigación, para la cual se desarrolla el presente estado del arte.
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1970 y 2003 emplazan la experiencia colombiana semióticas, discursivas y comunicativas que invo-
en la educación bilingüe bicultural como espacio lucran manifestaciones pictóricas, gestuales y ver-
propicio para desarrollar el bilingüismo bimodal, bales en los ambientes didácticos, cuyos elementos
en el cual confluyen dos sistemas semióticos de y relaciones didácticas se estructuran para facilitar
modalidad diferente y de órdenes gramaticales los aprendizajes de lengua de señas y L2; y en las
que implican conceptualizaciones y estructura- experiencias colombianas se profundiza en las rela-
ciones diferentes y, por supuesto, la realización de ciones que contraen los elementos didácticos:
operaciones formales desde distintos planos, por • Docente/conocimiento didáctico de la di-
lo cual se requiere una didáctica específica. dáctica específica - Saber/conocimiento del
Posteriormente, Galvis y Jutinico (citados por contenido. El profesor, fundamentado en
Rodríguez de Salazar et al., 2009 p. 296) recon- psicolingüística, sociolingüística, lingüísti-
firman la “confrontación de pensamientos sim- ca de lengua de señas colombiana (LSC) y
bólicos y de órdenes gramaticales que implican de lenguas orales, adquisición de segundas
conceptualizaciones y estructuraciones diferen- lenguas, pedagogía, didáctica y en las bases
tes”; Galvis y Monroy (citados por Rodríguez de de la sordera, concibe el saber/conocimien-
Salazar et al., 2009a, pp. 307, 330) amplían y de- to del contenido como segunda lengua, y
tallan lo hallado por Galvis (2005) en el estudio de diseña y desarrolla una didáctica especí-
interlengua; en la misma obra, Galvis y Monroy fica para que el sujeto sordo desarrolle la
(citados por Rodríguez de Salazar et al., 2009b, suficiencia lingüística cognitivo-académica
pp. 289,306) presentan la profundización sobre (CALP, por su sigla en inglés) con base en la
los ambientes comunicativos de lengua de señas lectura y escritura de diversos tipos de tex-
y de castellano escrito como segunda lengua; y fi- tos en educación básica primaria y superior.
nalmente, Galvis (2011) consolida una didáctica En esta relación se recomienda profundi-
de L2 para educación superior que involucra el zar en el elemento saber/conocimiento del
contacto de las dos lenguas y analiza categorías contenido, incluyendo el estudio de la gra-
compartidas, avanzando en la comprensión de di- mática del español.
versos lenguajes y en la producción textual desde • Estudiante/conocimiento del proceso de
los enfoques comunicativo y de análisis del discur- aprendizaje del estudiante - Saber/conoci-
so (pp. 62, 126). miento del contenido. El educando, siendo
En esta propuesta de educación superior, y usuario de lengua de señas, posee una ló-
en la desarrollada por Tovar (1998) y Tovar et al. gica de la visión, el silencio y el espacio,
(2004) en educación primaria, se reconocen pers- una historia socioeducativa y unas particu-
pectivas semióticas, discursivas, comunicativas y laridades en el aprendizaje, aprende una
de lingüística aplicada y se profundiza en las re- L2 de carácter vocal, auditiva y lineal en el
laciones que contraen los tres elementos nuclea- tiempo.
res de la didáctica, según se devela en las diversas • Docente/conocimiento didáctico de la dis-
publicaciones. ciplina - Estudiante/conocimiento del pro-
En Chile, Lissi et al. (2012) incorporan el mode- ceso de aprendizaje del estudiante. Diseño
lo sueco en algunas escuelas chilenas, implemen- de una didáctica específica para el desa-
tando la educación bilingüe y la enseñanza de L2, rrollo del bilingüismo y gestión del apren-
a través de la lectura y escritura de diversos textos. dizaje del estudiante administrando los
El análisis de las investigaciones reportadas en conocimientos, recursos, tiempos, proce-
esta categoría evidencia el surgimiento de la di- sos y procedimientos según su ritmo, estilo
dáctica del lenguaje de perspectivas simbólicas, y particularidades de aprendizaje; a su vez
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el estudiante desarrolla su bilingüismo, ha- estas perspectivas, concluyen que se requiere una
bilidades metalingüísticas y metacognitivas. investigación rigurosa para identificar procedi-
mientos específicos dirigidos a esta población.
Enfoques de instrucción De otra parte, debido a las disfluencias identifi-
cadas en los aspectos léxico-semántico, morfosin-
Estos estudios reportan el funcionamiento de las tácticos, de cohesión y coherencia, y pragmáticos
comunidades de aprendizaje, en las cuales se ana- que afectan la organización y desarrollo del conte-
liza el contenido de la producción textual median- nido en la producción escrita de los sordos, consi-
te la elaboración de rúbricas y se ofrece instrucción deran necesario que el docente, los compañeros o
sobre las características de la redacción para al- un tutor guíen, retroalimenten y hagan seguimien-
canzar calidad, organización y desarrollo del con- to permanente al estudiante para determinar sus
tenido que se desea comunicar. En experiencias necesidades reales y orientarlo sobre los aspectos
con estudiantes sordos, se reconocen: que debe mejorar y cómo hacerlo. Este acompaña-
En Estados Unidos, Wolbers (2008), en la Uni- miento posibilita el aprendizaje colaborativo y el
versidad de Tennessee, propone la instrucción de surgimiento de comunidades de aprendizaje, para
escritura estratégica e interactiva el sistema (strate- el aprendizaje de la escritura.
gic and interactive writing instruction, SIWI) o para Respecto de los estudios de contenido, en Esta-
que los estudiantes sordos usuarios de lengua de se- dos Unidos y Canadá, Mayer y Trezek (2019) consi-
ñas americana en la escuela intermedia aprendan a deran que su estructuración se realiza en el registro
construir textos de calidad en inglés. Estructurado cotidiano de la primera lengua porque proporcio-
en los ejes uso de estrategias de proceso de escri- na los conocimientos morfosintácticos y léxico-se-
tura o instrucción de escritura estratégica, y apren- mánticos que se requieren para dar significado a
dizaje de escritura a través de la práctica guiada o la escritura, demandando, en consecuencia, el
instrucción de escritura interactiva. En cuatro pro- conocimiento y control de la primera lengua. En
cedimientos –uso de ejemplos de escritura y no el contexto bilingüe, la producción textual en se-
ejemplos, uso de andamiajes visuales, lecciones gunda lengua requiere los mismos conocimientos
que involucran anotaciones, instrucción y prác- y control en los aspectos léxico-semánticos, mor-
tica–, produjeron efectos positivos en los 16 estu- fosintácticos y pragmáticos que exige la escritura
diantes del grupo de tratamiento SIWI, a diferencia en L1, ya que no es posible escribir si se carece de
de los 17 del grupo de comparación, logrando me- esos conocimientos, por lo que posiblemente este
joramiento en los rasgos primarios de la escritura sea el origen de las disfluencias que caracterizan
informativa, rasgos primarios de la escritura genera- los escritos de los sordos.
lizada, lenguaje contextual y manejo de la lengua. Este último tipo de estudios revelan la necesi-
Strassman y Schirmer (2013) revisaron el rigor dad de realizar acompañamiento y seguimiento a
con el que se enseña la escritura en inglés acadé- la relación estudiante/conocimiento del proceso
mico a los estudiantes oyentes y sordos usuarios de aprendizaje del estudiante - saber/conocimien-
de lengua de señas americana, de acuerdo con los to del contenido, y de estudiar el registro cotidiano
estándares nacionales. Debido a la falta de rigor en el elemento saber/conocimiento del contenido.
encontrada, recomiendan cuatro pautas para que
la instrucción sea efectiva: enseñanza desde el en- Conclusiones
foque de proceso, instrucción sobre las caracterís-
ticas de la escritura de calidad, escritura para el El presente estado del arte vincula los estudios y
aprendizaje del contenido y retroalimentación. Si esfuerzos que se han ejecutado para proponer una
bien analizaron la producción de los sordos desde didáctica que, desde la educación bilingüe o del
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bilingüismo y biculturalismo, les facilite a los es- del proceso de aprendizaje del estudiante, identi-
tudiantes sordos el aprendizaje de la L2 de forma ficar el grado de desarrollo lingüístico y cognitivo
escrita. del educando, por cuanto constituye un factor de-
Estos estudios e investigaciones confluyen en terminante en el aprendizaje y en la delimitación
la generación de propuestas didácticas, ambientes del saber/conocimiento del contenido, elemento
de aprendizaje accesibles, ambientes didácticos central por desarrollar en una didáctica específi-
accesibles o comunidades de aprendizaje en las ca; y en la relación estudiante/conocimiento del
que se explican elementos de las tríadas didácticas proceso de aprendizaje del estudiante - saber/co-
- docente/conocimiento de la didáctica específica nocimiento del contenido, acercarse al aprendiza-
- saber/conocimiento del contenido - estudiante/ je de la lengua escrita con más agrado e interés,
conocimiento del proceso de aprendizaje del estu- comprendiendo que este representa su permanen-
diante -, y las relaciones que contraen. cia y titulación en el sistema educativo, el acceso
El saber/conocimiento del contenido devela al mundo laboral y su inclusión en el mundo de
una alta dispersión en la conceptualización, ya que la vida.
es concebido como alfabetización, lectura, escri- Si bien en Colombia se reportan investigacio-
tura, lengua extranjera/segunda lengua, segunda nes didácticas que reconocen la coexistencia de
lengua e instrucción, ocasionando divergencias en dos sistemas simbólicos de modalidades diferentes
el sistema educativo y sus diferentes actores, por en el sujeto sordo, y en ellas se identifican ambien-
lo que resulta imperioso precisar su delimitación, tes didácticos accesibles, es necesario profundizar
en la perspectiva de concretar la didáctica espe- tanto en la semiosis de las dos lenguas y sus rela-
cífica y metodologías adecuadas a la población y ciones como en la adquisición de segundas len-
al contexto que coadyuven en la superación de la guas, para determinar la forma en que aprenden
situación actual de analfabetismo. L2, delimitar el elemento didáctico saber/conoci-
El estudiante/conocimiento del proceso de miento del contenido, generar una didáctica espe-
aprendizaje del estudiante se caracteriza por las cífica para que estos procesos de enseñanza y de
necesidades sentidas de adquirir o aprender len- aprendizaje sean automáticos y progresivos, y co-
gua de señas, para lograr su desarrollo lingüístico, adyuvar en la formación de su identidad individual
comunicativo, cognitivo, fortalecer su autoestima e y colectiva, en cuanto minoría lingüística.
identidad y facilitar el aprendizaje de L2, ya que el
desconocimiento del mundo y del sistema lingüís- Reconocimientos
tico y discursivo de la lengua en que se producen
los textos escritos le causan alto costo cognitivo en Este artículo forma parte del proyecto de la tesis
el aprendizaje de la escritura en L2, y le generan doctoral titulada “Didáctica del español escrito
rechazo y apatía. como segunda lengua para personas sordas”, pre-
El docente/conocimiento de la didáctica espe- sentado en el Doctorado Interinstitucional en Edu-
cífica requiere formación específica para este pro- cación con Énfasis en Lenguaje, sede Universidad
ceso de enseñanza. Distrital Francisco José de Caldas.
En las relaciones didácticas docente/conoci-
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miento del contenido es imperativo profundizar
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Artículo corto
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DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.18224 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Artículo corto
Resumen
Se analiza el método pedagógico de Unamuno en Amor y pedagogía. En todo acto de enseñanza debe existir un equilibrio entre
el hombre que se quiere educar, los fines para los cuales se lo educa y los pasos que se empleará para lograr ese fin. En Amor y
pedagogía, el lector puede deleitarse con el juego de broma y crítica de Unamuno hacia la realidad imperante de su época que
contraponía la fe y la ciencia. A través de su obra, pone en boca del personaje principal diversos desatinos sobre la ciencia y la
enseñanza en un intento por expresar su descontento por las tendencias de seguir pautas inflexibles y severas. El estudio abarca-
dor, aunque sin pretensiones de minuciosidad, de los diferentes pasajes de la novela permite descubrir el ataque del filósofo a la
ciencia y a la educación a través de los tres elementos que componen el procedimiento didáctico. Este ataque a la pedagogía se
opone a los formalismos finiseculares imperantes en los que los modelos rigurosos y estrictos evidenciaban un enardecimiento
desenfrenado por la enseñanza. Se concluye que Unamuno despreciaba la rigidez de la metodología introducida por desatender
al ser humano al desestimar su singularidad y al homogeneizar a la sociedad.
Palabras clave: pedagogía, amor y pedagogía, método pedagógico.
Abstract
The pedagogical method in Unamuno’s Love and Pedagogy is analyzed. In every pedagogic act, there should be a balance
between the person we want to educate, the objectives for which the person is educated, and the methods through which we
attain it. In Love and Pedagogy, the reader can indulge in the game between Unamuno’s joke and criticism towards the reality
of his time, in which faith and science were poles apart. Through his work, Unamuno uses the protagonist’s voice to express his
disagreement with the current science and pedagogy of the time to reveal his discontent in the tendency towards following strict
and severe rules. The comprehensive, although not exhaustive study of diverse significant passages in the novel allow discovering
the philosopher’s attack to science and pedagogy by means of the three elements that comprise the pedagogical method. This
attack to pedagogy is against the formalisms of the end of the century, in which strict methods evinced an unrestrained enthu-
siasm for pedagogy. It is concluded that Unamuno despised the stiffness of the introduced methods because they left humankind
unattended, since its singularity was underestimated while society was homogenized.
Keywords: pedagogy, Love and Pedagogy, pedagogical method.
*
Magíster en Humanidades y Ciencias, docente e investigadora en el Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Villa
María, Córdoba (Argentina). Correo electrónico: mariselsomale@unvm.edu.ar.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0064-8689
Cómo citar: Somale, M. A. (2021). El método pedagógico en Amor y pedagogía de Miguel de Unamuno. Enunciación, 26(2), 293-298. DOI: https://doi.org/10.14483/
22486798.18224
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El método pedagógico en Amor y pedagogía de Miguel de Unamuno
Somale, M. A.
unidad de la vida del ser humano que pretende ser primer lugar, su defensa del método científico;
inmortal (Fernández y Tamaro, 2004). En Amor y su posterior desengaño, y finalmente, su cambio
pedagogía el sentido de la inmortalidad se presen- filosófico respecto de la crisis que aquejó a Espa-
ta a instancias del hijo que Avito va a engendrar. ña en 1897. Don Miguel busca el sentido en el ser
Si bien el filósofo reconoce la fe en Dios, también humano y centra su atención en la acción y en la
acepta el hecho de que la fe tradicional no puede filosofía, sin las cuales es difícil encontrar el signi-
sostenerse ante los avances de la ciencia. Para el ficado de la vida (Fernández Díaz-Rincón, 2017).
pensador español la razón no le permite al ser hu- La novela, considerada una burla satírica e
mano creer ciegamente y observa en esta dualidad irónica respecto del positivismo en el que vivió
una paradoja de la condición humana. su autor, Miguel de Unamuno, desarrolla la vida
Como destacado pensador de la generación del de don Avito Carrascal, fiel defensor del método
98, Unamuno lucha por el futuro de España que se científico, y de don Luis Apolodoro Carrascal, el
enfrentaba al mundo moderno. En ese sentido, el hijo genio.
filósofo español plasma en sus obras literarias te- Carrascal se propone crear un genio recurrien-
mas inherentes a la inmortalidad, la procreación y do a sus teorías y a su “pedagogía sociológica”
el desarrollo de la individualidad. Utiliza para ello (Unamuno, 2018 [1902], p. 12). Para lograrlo, de-
un lenguaje preciso, una prosa adusta y sin ador- cide imitar el proceso por el cual las abejas desig-
nos. Escribe novelas, obras de teatro y poemas que nan a su reina. Según el defensor de la ciencia,
mantienen características comunes, entre ellas la un hijo nace como todos los demás, pero es en
inclusión de numerosos diálogos entre los perso- la manera en que se lo educa que se diferencia
najes de las obras, lo cual dificulta distinguir entre del resto. Carrascal piensa en Leoncia, una mujer
el uso de un género y el otro. Amor y pedagogía es a quien considera ideal para engendrar un genio:
considerada una de sus obras primerizas en la que fuerte, bella y sana. Sin embargo, el científico pe-
el filósofo intenta ridiculizar la pedagogía que pre- dagogo conoce a Marina, una amiga de Leoncia
tende ser cientificista y que procura ordenar la vi- y queda perplejo ante su presencia al punto de
da de las personas racionalmente. Como sintetiza decidir que ella será la madre de su hijo genio.
Sánchez Orantos (2018), “un modelo pedagógico Marina no presenta “los caracteres antropológicos,
que genera un ser humano sin pasiones, sin afec- fisiológicos, psíquicos y sociológicos” que él había
tos, sin cuerpo, sin emociones. Un modelo solo pensado para la futura madre de su descendiente
mental y calculador (intelectualismo) será siempre (p. 13). Por el contrario, Marina es sensible, sim-
un modelo humano deshumanizador” (p. 750). ple, rústica, todo lo opuesto a Leoncia. Y, desde
Esta reflexión, que resalta la pasión como motora que Avito sucumbe a los encantos de Marina, este
de la educación, es el fundamento del pensamien- comienza su lucha por combatir la tensión entre lo
to unamuniano. que el corazón le dicta y lo que su razón le indica.
Luego de ofrecer una sinopsis de la obra, se Finalmente, ambos conciben a Apolodoro, quien
analizan algunos pasajes que ilustran el problema es educado según los métodos pedagógicos cien-
pedagógico planteado por Unamuno. tificistas de su padre. Por otro lado, su madre, que
difiere en los métodos empleados por Avito, ense-
Amor y pedagogía ña al niño a rezar y le brinda sus mimos, a pesar
de que Avito impide que ella bese al niño por los
Para el abordaje del análisis de Amor y pedago- microbios que puede transmitirle al pequeño.
gía resulta pertinente destacar las etapas de pen- Cuando el genio comienza a emitir sus primeras
samientos por las cuales atraviesa Unamuno: en palabras, su padre sigue el progreso del lenguaje de
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Miguel de Unamuno, personificado en Avito que su hijo conozca al filósofo Fulgencio, sin ad-
Carrascal, presenta un modelo pedagógico cuya vertir los riesgos que este encuentro puede gene-
estructura permite distinguir los fines de su método rar. Este ataque a la pedagogía es una embestida
científico: crear un genio, un hombre de ciencia, a los formalismos finiseculares imperantes en los
pura razón, pero carente de libertad para dejar sus que los métodos rígidos y estrictos evidenciaban
sentidos cobrar vida. En Amor y pedagogía, Mi- un enardecimiento desenfrenado por la pedagogía
guel de Unamuno advierte sobre la ciencia que (Maroco Santos, 2018).
hasta lleva vidas, la idea de que el fanatismo mata Unamuno desprecia la rigidez de los métodos
al diálogo y que produce un efecto indeseado –la introducidos pues se desatiende al ser humano al
muerte–. Unamuno exalta la exacerbación de la desestimar su singularidad y al homogeneizar a la
ciencia y su efecto mortal sobre el hombre. Su me- sociedad. Por otro lado, tal como concluye Maroco
todología es perfectamente descriptiva, la narra- Santos (2018), se fomentaba una aproximación
ción y los diálogos de la obra son de una riqueza simplista a la realidad de modo que resultaba casi
impresionante. Sin duda, Unamuno exalta la re- imposible lograr una imagen concreta del contex-
levancia del docente que acompaña al educando to social. Del mismo modo, Unamuno demuestra
en su viaje por la educación, papel fundamental su desacuerdo en lo que respecta la particularidad
cumplido por el maestro y que fue menospreciado de quienes educan. Para el filósofo y pedagogo es-
en su época (Ladrón de Guevara López de Arbina, pañol, el que sabe también conoce cómo enseñar,
2001). De hecho, el trabajo del docente quedaba en posición que se contrasta con el mecanicismo y el
manos de quien no podía hacer otra labor según la formalismo en el que Unamuno se encuentra inser-
concepción de educación que prevalecía en la épo- to. Sin duda, su concepción de “la formación de la
ca de Unamuno. Cabe preguntarnos, ¿qué diferencia persona humana como telos del acto educativo” lo
existe entre la concepción de docente de mediados y ubica en un lugar más que destacado de la pedago-
finales del siglo XX y la actual? gía (Maroco Santos, 2018, p. 1114). Ciertamente,
en línea con lo señalado por Ladrón de Guevara
Conclusiones López de Arbina (2001), la visión unamuniana con-
cebía la regeneración de la sociedad, lo cual da
En Amor y pedagogía el lector puede deleitarse con cuenta de su fiel compromiso con la educación hu-
el juego de broma y crítica de Unamuno hacia la manística que resiste todo intento de frivolidad de
realidad imperante de su época que contraponía las prácticas pedagógicas de su tiempo.
la fe y la ciencia. A través de la obra, Unamuno po-
ne en boca de Avito Carrascal diversos desatinos Reconocimientos
sobre la ciencia y la pedagogía en un intento, qui-
zás, por expresar su descontento por las tenden- El presente artículo deriva del Seminario Contro-
cias de seguir un método rígido y severo. La novela versias Pedagógicas en el Devenir Tempo-Espa-
se torna un ataque a la ciencia y a la pedagogía, cial, del Doctorado en Pedagogía, perteneciente al
a la vez que ridiculiza ambos campos del saber. Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Hu-
Para algunos críticos, la obra es “una lamenta- manas de la Universidad Nacional de Villa Ma-
ble, lamentabilísima equivocación” (2018 [1902], ría (UNVM), provincia de Córdoba, Argentina.
p. 6). Los argumentos de semejante evaluación El mencionado seminario se cumplimentó en fe-
se centran en los personajes “desdibujados” que brero y marzo de 2021. Cabe destacar que la auto-
Unamuno crea en su novela. Por una parte, Avito ra es beneficiaria de la beca doctoral otorgada por
intenta formar un hijo genio bajo estricto uso de el Programa de Becas de Posgrado del Instituto de
la ciencia; por otra parte, el mismo padre permite Investigación de la UNVM.
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enunciación
ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021). pp. 293-298.
El método pedagógico en Amor y pedagogía de Miguel de Unamuno
Somale, M. A.
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ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021). pp. 293-298.
Reseña
Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.18671 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Reseña
Rethinking the social dynamics of literacy and academic research using ICTs
En el Handbook for Instructors & Keen, Reluc- a manos del lector, que ahora puede acceder a
tant, or Procrastinator Students: Read, Write, and hipervínculos que lo remiten a una pluralidad de
Research with ICT Support, el doctor Rigoberto significados.
Castillo desafía la suposición de que la lectura y la En otras palabras, los estudiantes no se dedi-
escritura son prácticas excluyentes, valiéndose de can a la escritura de forma aislada o sin los me-
la teoría del género discursivo, el enfoque estraté- dios necesarios: lo hacen a través de interacciones
gico del aprendizaje y perspectivas de la escritura con profesores, colegas, personal administrativo,
como práctica social. Según esta obra, es posible bibliotecarios, textos de diversos tipos, herramien-
formar lectoescritores críticos usando las oportu- tas digitales y dentro de organizaciones específicas
nidades aún inexploradas que ofrecen las tecno- del espacio y tiempo. Es decir que la estructura
logías de la información y la comunicación (TIC). narrativa por medio de la hipertextualidad se con-
Ya que dicha tarea no tiene la precisión de una vierte en “un campo de posibilidades en las cuales
fórmula matemática, las sugerencias, testimonios los signos se componen como constelaciones en
y herramientas ofrecidas en el libro se configuran que la relación estructural no está determinada de
como una bitácora que vincula y yuxtapone los modo unívoco” (Eco, 1962, p. 90). En ese nicho
procesos de literacidad académica para el benefi- de conocimiento, el profesor Castillo hace énfasis
cio de estudiantes, docentes e investigadores. en la formación de profesionales capaces de hacer
En el capítulo introductorio la noción de wrea- oír su voz en medio de la polifonía de diversos au-
der, o “escritor-lector”, acuñada originalmente tores. A continuación, se describirán brevemente
por Landow, abre el entendimiento hacia la hi- los siete capítulos que conforman el libro, con el
pertextualidad posibilitada por las tecnologías de objetivo de presentar una perspectiva general de
la comunicación e información como una de- sus postulados.
construcción de la lógica lineal y estática del hi- En el primer capítulo, “Theories Underlying
lo narrativo de un texto (Martínez y Del Salvador, Reading and Writing in a Digital Age”, el autor
2014). Así, el libro permite reconocer el contenido contempla la colaboración como eje de la labor
de un documento como una obra en construcción creativa por medio del intercambio de ideas, el
* Estudiante e investigadora vinculada a la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Correo electrónico:
lmcastillom@correo.udistrital.edu.co. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4502-5637
1 Reseña de Castillo, R. (2021). Handbook for Instructors, Keen, Reluctant or Procrastinator Students: Read, Write and Research with ICT Support. Universidad
Distrital Francisco José de Caldas.
Cómo citar: Castillo, L. (2021). Repensar las dinámicas sociales de la lectoescritura e investigación académica usando las TIC [Reseña]. Enunciación, 26(2), 300-302.
https://doi.org/10.14483/22486798.18671
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Repensar las dinámicas sociales de la lectoescritura e investigación académica usando las TIC
Castillo, L.
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ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021). pp. 300-302.
Repensar las dinámicas sociales de la lectoescritura e investigación académica usando las TIC
Castillo, L.
para la creación, organización, revisión y comuni- que permite descubrir subjetividades, debilidades
cación de ideas en un documento académico o de y fortalezas al generar conocimiento. Esta obra es
investigación, abordando el pensamiento crítico en propicia para las nuevas configuraciones del mun-
la revisión de ensayos, monografías, reseñas y tex- do a través de recursos digitales para la escritura
tos de diferente naturaleza para que el wreader pue- y el desarrollo profesional. El lenguaje del autor
da pasar de reseñar conocimiento a transformarlo. invita a los lectores a identificarse con los testimo-
En línea con lo anterior y para concluir la obra, nios presentados en los anexos de cada capítulo,
el capítulo 7, “Walking Students through Gateways y a superar la frustración ante una página en blan-
of Communities of Practice”, es fiel a la idea de co. Aunque la literacidad puede ser intimidante y
que la literacidad académica es una parte integral propensa a la procrastinación, el tener una bitáco-
de la educación superior y forma parte del que- ra con recursos, estrategias, consejos y la voz de
hacer intelectual de una sociedad. Las ponencias, otros que sienten lo mismo, resulta de beneficio
talleres, conferencias y eventos de divulgación de para la comunidad académica.
conocimiento dentro y fuera de las aulas son vi-
tales para el desarrollo de competencias profesio- Referencias bibliográficas
nales. El autor ofrece una lista de programas de
intercambio académico y cultural a varios países Castillo, R. (2021). Handbook for instructors, keen, re-
en el que universitarios y profesionales pueden luctant or procrastinator students: Read, write, and
explorar intercambios, estadías de enseñanza de research with ICT support. Universidad Distrital
idiomas, que permiten proyectarse como ciudada- Francisco José de Caldas.
nos del mundo. Eco, U. (1962). Obra abierta. Planeta DeAgostini.
Como educadora, investigadora y wreader, en- Larsen, R. (2010). The selected works of T. S. Spivet.
cuentro que el “Manual para docentes y estudian- Vintage Publishing. https://www.goodreads.com/
tes bisoños, avezados, o procrastinadores: leer, quotes/360748
escribir e investigar con apoyo de las TIC” es un Martinez, Y. y Del Salvador, S. (2014). El producer como
recurso invaluable para las prácticas de la lecto- producción de usuarios: más allá de wreaders y de
escritura académica como un proceso iterativo prosumers. Razón y Palabra, 86, 2-20.
Ficha técnica
Título del libro: Handbook for Instructors & Keen, Reluctant, or Procrastinator Students: Read, Write,
and Research with ICT Support
Autor: Rigoberto Castillo, PhD
ISBN: 978-958-787-287-3
e-ISBN: 978-958-787-288-0
Año: 2021
Páginas: 188
Idioma: inglés
Editorial: Universidad Distrital Francisco José de Caldas
El libro se encuentra disponible en el siguiente enlace: https://die.udistrital.edu.co/publicaciones/
handbook_for_instructors_keen_reluctant_or_procrastinator_students_read_write_and_research_
with_ict_support
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ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021). pp. 300-302.
Autor invitado
Enunciación
https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17133 Acreditación Institucional de Alta Calidad
Autor invitado
La pedagogía en Colombia:
entre el saber, el discurso y la disciplina, 1982-2020
Absalón Jiménez*
Resumen
El presente texto busca dilucidar el devenir reciente de la pedagogía en Colombia, con el interés de aclarar una discusión comple-
ja, cuando se reivindica a la pedagogía como una disciplina consustancial en el proceso de formación de maestros y profesores.
Ensayaremos una reflexión en busca de claridad, recuperando cierto orden histórico conceptual en torno a la pedagogía colom-
biana, entre 1982 y 2020, con el fin de facilitar su estudio y análisis a las jóvenes generaciones de educadores, y fortalecer el
proceso de formación de maestros y profesores en las facultades de Educación. En este periodo de tiempo, nuestra pedagogía, de
manera paulatina, reconstituyó su estatus, ya como saber, ya como discurso, ya como una disciplina consustancial a la formación
de maestros y profesores.
Palabras claves: pedagogía, saber, discurso, disciplina, ciencia.
Abstract
This text seeks to clarify the recent development of pedagogy in Colombia with the interest of clarifying a complex discussion
when pedagogy is claimed as a substantial discipline in the process of training teachers and teachers. We will rehearse a reflec-
tion in search of clarity, recovering a certain conceptual historical order around Colombian pedagogy, between 1982 and 2020,
to facilitate their study and analysis to the young generations of educators, and strengthen the process of training teachers and
teachers in the Faculties of Education. In this period our pedagogy gradually reconstituted its status, as well as knowing, already
as a discourse, and as a substantial discipline to the training of teachers.
Keywords: pedagogy, knowledge, discourse, discipline, science.
*
Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional; magíster en Estudios Políticos de la Pontificia Universidad Javeriana; magíster en Historia
de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, D. C.; doctor en Educación del acuerdo interinstitucional Universidad Pedagógica Nacional, Universidad
del Valle y Universidad Distrital Francisco José de Caldas. En la actualidad es profesor titular de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá, par-
ticularmente de la Maestría en Educación y del Doctorado Interinstitucional en Educación. Sus líneas de investigación se enmarcan en la historia social y política
de los siglos XX y XXI en Colombia, y en la historia de la infancia, el maestro y la pedagogía en el mismo periodo. Correo: abjimenezb@udistrital.edu.co
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2500-6498
Cómo citar: Jiménez, A. (2021). La pedagogía en Colombia: entre el saber, el discurso y la disciplina, 1982-2020. Enunciación, 26(2), 304-319.
DOI: https://doi.org/10.14483/22486798.17133
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La pedagogía en Colombia: entre el saber, el discurso y la disciplina, 1982-2020
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de su identidad y no como un simple verbo que en su momento: “En la medida en que la pedago-
instrumentalizaba a este sujeto en las prácticas de gía como objeto se sustrae del campo analítico de
enseñanza. El saber, en cuanto sustantivo, expresó la sociología de la educación –al cual nunca per-
un grado de apropiación del conocimiento real e teneció legítimamente– se bosqueja lo que podría-
independiente por parte del maestro, mediante el mos denominar el giro pedagógico” (Díaz, 1993,
cual este sujeto valoró el escenario de la experien- p. 115).
cia, la escuela como espacio institucional de rea- Para la etnografía, la pedagogía como práctica
lidad objetiva, las interacciones sociales que allí se encontraba mediada por una relación de sen-
ocurren, la práctica pedagógica, como también las tido, una trama de significados simbólicos cuyo
relaciones de sentido y el mundo simbólico en el principal contexto era el comunicativo. Se puede
que se halló inmerso. El saber pedagógico recogió afirmar, en retrospectiva, que por medio de la et-
de manera positiva las interacciones del maestro, nografía lo pedagógico comenzó a ocupar un lu-
ya sea desde las experiencias educativas, desde gar específico y visible respecto de lo educativo;
sus prácticas de instrucción, desde sus prácticas la descripción etnográfica, fenomenológica, socio-
de enseñanza. lingüística y semiótica valoró de manera positiva el
A partir de esta lógica, en el caso colombiano papel del sujeto y la interacción social en la escue-
asistimos –a lo largo de dicha década– a un proce- la. El saber desde la perspectiva etnográfica valora
so intelectual en donde una disciplina académica, la construcción del conocimiento que impulsaban
la etnografía, se impuso poco a poco ante la socio- los maestros de manera autónoma frente a las de-
logía de la educación. Esta, al principio una disci- más disciplinas. Mientras la sociología de la edu-
plina subsidiaria, había ganado terreno y prestigio cación sostenía lo que se ha conocido como teoría
en el campo intelectual de la educación (Díaz, reproductivista de la escuela (la escuela reproduce
1993), estableciendo como principales objetos la ideología, el capital cultural y las diferencias de
de estudio las relaciones entre educación y socie- clase propias del sistema capitalista), la etnografía
dad, educación y clase social, educación y movili- se ocupaba de las prácticas y situaciones específi-
dad social, educación y desarrollo, como también cas de los maestros y sus estudiantes.
educación y formación docente1. No obstante, la Así, para inicios de la década de 1980, el Cen-
mirada etnográfica se mostró desde un inicio co- tro de Investigaciones de la Universidad Pedagó-
mo una propuesta de investigación potente e in- gica Nacional (CIUP-UPN) lideró el boom de la
novadora, por medio de la cual se hacían visibles etnografía escolar en Colombia, en cabeza de Ara-
una serie de objetos investigación clave, como las celi de Tezanos, Leonor Zubieta y Rodrigo Parra
prácticas pedagógicas que realizaban los maestros Sandoval, entre otros2. Para este colectivo de inves-
en la escuela, teniendo como principal contexto el tigadores en educación, la etnografía podía incidir
campo comunicacional. Como afirmó Mario Díaz, incluso en la formulación e implementación de la
1 El auge de la sociología de la educación lo lideró, entre otros, el sociólogo
política educativa, en el sentido de que median-
Gonzalo Cataño desde la Universidad Pedagógica Nacional, quien estuvo te esta estrategia metodológica se establecía un
a cargo de la Maestría de Sociología de la Educación de esta institución
durante al menos dos décadas. Entre sus trabajos más destacados, encon-
tramos: Educación y sociedad en Colombia. Lecturas de sociología de la 2 En este sentido, para hacer un balance de la pedagogía como saber desde
Educación (1973); “Sociología de la educación en Colombia” (1980); Edu- la perspectiva etnográfica, se pueden referenciar históricamente los traba-
cación y estructura social (1989), e Historia, sociología y política (1999). jos de Araceli de Tezanos, Fracasos escolares, aproximaciones para su in-
También, se destacó el sociólogo Gustavo Téllez Iregui, quien abordó en terpretación (1982); Escuela y comunidad, un problema de sentido (1983);
sus seminarios e intervenciones públicas a la educación como objeto des- Maestros, artesanos intelectuales. Estudio crítico sobre su formación
de la perspectiva de Pierre Bourdieu; unos de sus libros cumbre y punto de (1986). En segundo lugar, Rodrigo Parra Sandoval, La escuela inconclusa
llegada de las discusiones realizadas por varios años en la UPN es Pierre (1986a); Los maestros colombianos (1986b); Pedagogía de la desesperanza
Bourdieu. Conceptos básicos y construcción socioeducativa (2002); otros (1989); La calidad de la educación: universidad y cultura popular (1992a);
artículos por medio de los cuales incursionó en el Movimiento Pedagógico La escuela violenta (1992b); Escuela y modernidad en Colombia (1996),
fueron “Hacia un enfoque de las relaciones pedagogía y sociedad” (1984) y Tres talleres: hacia una pedagogía de la investigación etnográfica en la
y “Sistema educativo colombiano. Fines educativos, estrategias pedagógi- escuela (Parra Sandoval et al., 2006). De Leonor Zubieta, “Etnografía y po-
cas y conflicto social” (1985). lítica educativa” (1982).
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La pedagogía en Colombia: entre el saber, el discurso y la disciplina, 1982-2020
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procedimiento claro para describir, interpretar y pertinentes y necesarios para el proceso de toma de
analizar la escuela y las prácticas de los maestros; decisiones. Esto es especialmente válido si persiste
además de las relaciones entre educación y cultu- el interés por el mejoramiento cualitativo de la edu-
ra, educación y sociedad, educación y economía. cación como política prioritaria del sector educati-
Los trabajos etnográficos en Colombia, desde vo, y la identidad entre calidad y eficiencia (mayor
comienzos de dicha década, al retornar al sujeto y promoción, mayor retención, menor repitencia, me-
a la subjetividad, de manera explícita, le dieron la nor deserción) que sustenta la documentación ofi-
voz al maestro para dar cuenta de su percepción cial. (Zubieta,1982, p. 8)
en torno a la escuela y a su saber, al proceso de so-
cialización del niño, a las prácticas pedagógicas, De igual modo, para Leonor Zubieta, la mi-
a la diferencia entre escuela rural y urbana, al ma- croetnografía desde esta época centró su atención
lestar docente y su desesperanza; a la formación en la institución educativa y más concretamente en
del maestro en las Escuelas Normales y la forma- la interacción dada entre el maestro y el alumno
ción inicial de los licenciados en las facultades de en el interior del aula de clase. La etnografía, acer-
Educación, entre otros. cándose a la sociolingüística, nos aclaró poco a
En consecuencia, los trabajos situados en con- poco que el acto educativo es un proceso de co-
textos institucionales específicos, que detallaban municación en el que el mayor o menor grado de
determinadas situaciones propias de la escuela y bondad de sus resultados puede ser explicado por
sus prácticas, constituyeron un elemento central la tesis del conflicto cultural (Zubieta, 1982). Es-
para el contraste con los discursos institucionales y ta propuesta investigativa cuestionó las formas y
políticos provenientes del Ministerio de Educación modelos de participación de los individuos en la
Nacional (MEN). Inclusive, los trabajos etnográfi- sociedad a través de una reflexión sistemática que
cos fueron una base para la tensión, reorientación daba cuenta de la manera como vive la sociedad
y transformación de la política educativa, ante to- en el individuo, y qué tipos de conductas y de in-
do en lo que respecta a la formación de maestros teracción da lugar a esa estructura de significados.
de la época. La microetnografía, por su parte, también fue
Para Rodrigo Parra Sandoval, la relación entre bien empleada para mejorar las prácticas evaluati-
etnografía y política era evidente; la metodología vas de los maestros, y valorar sus prácticas de sa-
empleada en cada uno de los trabajos constituía ber tanto en la enseñanza como en los procesos de
una aproximación al enfoque cualitativo de la et- aprendizaje de los estudiantes. En general, la etno-
nografía. En un texto de 1982, con la profesora grafía y la sociolingüística nos aclararon, desde los
Leonor Zubieta, declaraba: años 1980, la diferencia entre acción instrumental
del maestro en la escuela y la interacción peda-
La Etnografía puede contribuir realmente a muy gógica cargada de un conjunto de significados in-
distintos niveles del planeamiento y de la formula- fluidos por el lenguaje y por el peso que tiene la
ción de políticas educativas. Los trabajos etnográ- acción comunicativa en la escuela.
ficos, sea su orientación pedagógica, sociológica o Por su parte, Araceli de Tezanos reivindicó la
antropológica, pueden proveer a la sociedad en su etnografía como una alternativa para la investi-
conjunto de una fundamentación empírica y de de- gación educativa que se basaba en principios an-
sarrollos teóricos y conceptuales que contribuyan a tropológicos fundamentales, como dejar de lado
la descripción e interpretación de la cultura. En tér- los estereotipos propios acerca de las situaciones
minos más pragmáticos y por lo tanto de más inme- estudiadas, convertir lo dado en extraordinario
diata utilidad, los trabajos de caso, en profundidad y así poder cuestionar su existencia, asumir que
y cualitativos pueden aportar información y análisis para comprender lo particular se debe mirar las
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interrelaciones contextuales, hacer uso de la teo- categorías de vivencia y experiencia escolar, una
ría existente para guiar e interpretar el trabajo de experiencia pedagógica que posibilita al maestro
campo, y ante todo, comenzar la investigación sin adquirir, producir y movilizar sus propios sabe-
categorías específicas de observación, cuestiona- res en función del trabajo que se desarrolla en la
rios predeterminados o hipótesis prefijadas (De escuela. La pedagogía, vista como saber, no de-
Tezanos, 1986). ja de ostentar un carácter histórico y socialmen-
La labor del etnógrafo como investigador es in- te construido, contiene diversas formas de educar
tegral y equilibrada, y a partir de la triangulación que recogen experiencias del pasado, proponien-
de la información cualitativa, inicia y se mantiene do cambios e innovaciones en el presente y busca
desde el momento en que se plantea la pregun- incidir en el futuro.
ta de investigación y se ejecuta la experiencia de
trabajo en campo, cotejando la teoría previa para La pedagogía como discurso
llegar a la elaboración del informe final. La peda-
gogía como saber fue reivindicada a lo largo de En segunda instancia, a inicios de los años noven-
los años ochenta por la apuesta del enfoque cua- ta del siglo XX, el profesor Mario Díaz Villa, de la
litativo y del método etnográfico, gracias al cual Universidad del Valle, identificó la pedagogía co-
el saber del docente se asumió como una parte mo una región del campo intelectual de la edu-
estratégica de la pedagogía colombiana. El saber cación, lo que generó un giro hacia observar las
pedagógico, visto como sustantivo, es un elemen- lógicas sociales del lenguaje educativo y la comu-
to que forma parte del maestro, conformando un nicación para delimitar su carácter. Al abordar a la
conocimiento que transita entre las fronteras dis- pedagogía como discurso, se puso en evidencia el
ciplinares, la pedagogía y la práctica. La pedago- lugar de saber del maestro, poniendo sobre el ta-
gía como sustantivo puede estar supeditada a los pete de la discusión su carácter de simple acción
saberes disciplinares específicos, pero también instrumental en la escuela, para ser valorada como
los puede sobrepasar. una interacción educativa cargada de significados
Desde entonces, y en convergencia con el Mo- mediados por el lenguaje. Este profesor nos invitó
vimiento Pedagógico Nacional, se estableció en en esta coyuntura a estudiar:
las facultades de Educación del país que el saber
pedagógico es constitutivo del saber docente; tam- [...] las tensiones que surgían entre los grupos de
bién, que el saber pedagógico no puede entenderse intelectuales, académicos y profesionales que se en-
separado del contexto institucional, de las realida- frentaban unos a otros por la autonomía discursiva,
des sociales y organizativas en que se desenvuelve en algunos casos, y por la hegemonía, estatus y el
la escuela; y que, visto como un sustantivo, opera poder, en otros. El campo intelectual de la educación
en la escuela, lo construye cada docente y, por lo podía desde entonces considerarse una fuente impor-
general, tiene un carácter individual, a partir de tante en la generación de las posiciones y oposicio-
su experiencia personal y profesional. En el fondo, nes en la teoría, investigación y práctica educativa, y
desde el enfoque cualitativo de investigación, se en la definición parcial de los discursos y prácticas
hacen visibles en la escuela saberes docentes. pedagógicas que circulan en el sistema educativo en
Desde la perspectiva cualitativa, la pedagogía sus diversos niveles. (Díaz, 1993, p. 16)
vista como saber se fundamenta no solo en la for-
mación inicial del maestro, sino en su abordaje De esta manera, al asumirse a la pedagogía co-
interdisciplinar y ecléctico que se expresa en las mo un discurso elaborado por parte de un grupo
diversas prácticas pedagógicas. El saber pedagó- de especialistas e intelectuales de la educación, lo
gico termina valorando de manera positiva las que estaba en juego era el dominio de unos códigos
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La pedagogía en Colombia: entre el saber, el discurso y la disciplina, 1982-2020
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elaborados que nos permitían operar el campo de nexos de poder presentes en la escuela. El docente
la educación e incidir en su transformación. Apo- como administrador del currículo, en los años no-
yado en la sociolingüística de Basil Berstein, el venta, es evidenciado como un sujeto instrumenta-
profesor Díaz estableció la diferencia entre códi- lizado por parte de las disposiciones que establece
gos elaborados y códigos restringidos, asociados a el MEN, como un sujeto sin discurso propio, pero
las clases sociales y al capital cultural que estas os- que termina llenando un vacío institucional deja-
tentaban. Los códigos restringidos eran propios de do por el Estado.
las clases sociales menos favorecidas; los códigos Otro cuestionamiento que el trabajo de Díaz
elaborados eran propios de aquellos que tenían un levantaba era que, en el campo pedagógico, la
capital económico y al mismo tiempo un capital ideología del profesionalismo había transformado
cultural; es decir, eran de aquellos que formulaban los viejos principios de la vocación y había crea-
discursos que podían comprenderse plenamente do un mercado de calificaciones y servicios que
en el contexto mismo del discurso, sin necesidad habían incidido en el estatus de los agentes del
de referencia inmediata a lo concreto. campo. De la figura de maestro y profesor propia
Parece oportuno aclarar en este punto que, de la segunda mitad del siglo XX, en los años no-
desde la óptica del profesor Mario Díaz, el discur- venta se pasó al estatus de docente, el cual, desde
so pedagógico quedaba subordinado al discurso entonces, aparecía como agente educativo, cuya
educativo, lectura que generó en su momento ten- categoría se asociaba con el de facilitador, guía,
siones y cuestionamientos por el efecto de instru- técnico, administrador u orientador educativo.
mentalización de la pedagogía. En sus palabras: El docente como funcionario que luchó por un
“La característica esencial que diferencia el cam- estatuto –desde cierta perspectiva epistemológica,
po intelectual de la educación del campo de re- filosófica e histórica– perdía su identidad, dejaba
producción o campo pedagógico es la oposición de educar como lo hacía el egresado de la Escuela
entre producción y reproducción del discurso edu- Normal, y de enseñar como lo hacía el profesor
cativo” (Díaz, 1993, p. 28). egresado de las facultades de Educación. El docen-
Así, los códigos pedagógicos dominantes ha- te, en términos abstractos, es aquel que llena un
cían referencia a los códigos que regulaban las vacío institucional y diluye su práctica en una serie
relaciones entre el currículo, la pedagogía y la eva- de tareas funcionales que terminan siendo difusas
luación, y que no dependían, a inicios de los años para la vida de la escuela como espacio de instruc-
1990, propiamente de los maestros o profesores ción y formación.
en ejercicio, sino de quienes decidían la política Para Mario Díaz, el maestro en ejercicio –en el
educativa y cultural en cabeza del MEN, acom- marco del Movimiento Pedagógico Nacional– de-
pañado de un grupo de intelectuales-funcionarios bía ser un gran lector semiótico de las realidades
o intelectuales-tecnócratas, cotejados y confron- educativas, no simplemente una persona que re-
tados por la presión crítica de investigadores del produce: “El maestro debe tener una competencia
campo de la educación que pertenecían a centros textual muy fuerte, debe saber escribir y leer; debe
especializados de investigación, adscritos algunos ser un gran lector, pero un lector semiótico que
de ellos, a las facultades de Educación del país. pueda interpretar al alumno, que pueda interpretar
En el sentido teórico, las posiciones de los a la comunidad, que pueda interpretar a la socie-
maestros y profesores en ejercicio, y, de paso, de dad” (Díaz, 2018, p. 97).
la pedagogía como discurso, debían ser leídas en Desde su perspectiva, el escenario de prácti-
función de relaciones entre lo macro- y microso- ca pedagógica debía ser un escenario investigati-
cial a través de las cuales el currículo y su clasifi- vo fundamentalmente, debido a que la pedagogía
cación aseguraban los lazos de reproducción y los presupone una interacción social que, de entrada,
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establece relaciones de poder y principios de pedagogía como discurso o, más bien, como un
control: acontecimiento discursivo y no propiamente co-
mo vivencia o como interacción social vivida en
La manera como se instalen el poder y el control la escuela.
en la conciencia de un niño, de un adolescente o de La pedagogía como acontecimiento discursi-
un estudiante de cualquiera característica, depende vo da cuenta de la apropiación de su historia, su
de las formas de relación social y las formas de rela- tradición, su estatuto epistemológico y posibili-
ción social actúan selectivamente sobre el conteni- dad política en un escenario de tensión entre el
do semiótico. (Díaz, 2018, p. 93) saber y el poder, mediado por un tipo particular
de enunciados y discursos en momentos en que
Para Mario Díaz (1995, p. 337), el campo in- se encontraba en auge el Movimiento Pedagógico
telectual de la educación, en el que está en juego Nacional.
la apropiación del discurso pedagógico, también La noción de campo intelectual de la educación
debía ser interpretado desde la perspectiva socio- condujo a Mario Díaz al estudio de la producción de
lógica de Pierre Bourdieu, para quien el campo un discurso en el que participan unas instituciones
–en el que participan agentes e instituciones–, es encabezadas por el MEN, desde donde se emanan
visto desde tres perspectivas: a) como un espacio disposiciones y políticas, a la vez que participan co-
de tensión y lucha de quienes ostentan el capital lectivos de maestros con vocación gremial, profeso-
económico y cultural frente a quienes batallan por res de base y, de manera destacada, académicos e
conquistarlo, en este caso, dicha lucha es liderada intelectuales de la educación. De tal manera:
por los profesores del país y los intelectuales de la
educación; en segundo lugar, como un sistema de La producción del discurso educativo da lugar a
relaciones en el que el maestro y profesor en ejer- la generación de un campo dotado de una relativa
cicio está inmerso en relaciones no solo académi- autonomía social y el cual estaría regulado por prác-
cas con los intelectuales de la educación, sino con ticas específicas de relación social en los procesos
los administradores educativos y la tecnocracia discursivos; el campo educativo es un escenario de
estatal, en nuestro caso, en cabeza de la Secre- luchas internas por la hegemonía de grupos intelec-
taría de Educación Distrital (SED) y el MEN; por tuales, que pugnan por el control de las posiciones y
último, el campo visto como un espacio de juego, las orientaciones discursivas en el campo, y un esce-
en el que se debe aprender un conjunto de reglas, nario para la recreación de los conflictos del –y con
acompañadas de formas correctas de expresar las el– campo político. (Díaz, 1995, p. 334)
ideas; es decir un conjunto de códigos lingüísticos
y lógicas racionales. La pedagogía como discurso se ubica así en
De manera complementaria, el campo inte- la relaciones dadas dentro del campo intelectual
lectual de la educación es abordado a partir de la de la educación, como sus relaciones con otros
óptica de Michel Foucault, para quien desde las re- campos de carácter económico, político y cultu-
laciones de poder existía una serie de instituciones, ral, que expresan una particular lógica de domi-
sujetos y prácticas que colocaban a disposición nación y que se encuentra articulada a una serie
un conjunto de enunciados y formaciones discur- de acontecimientos históricos, como conflictos de
sivas, mediante las cuales, en este caso, emergía carácter social, movimientos sociales y culturales,
la pedagogía como acontecimiento, a lo largo de el devenir de la restructuración y cambio del sis-
los años ochenta, convirtiéndose en un elemento tema educativo, además de las transformaciones
constitutivo de la subjetividad del docente. Des- que continuamente vive la política educativa y la
de la perspectiva arqueológica, se reconoció la sociedad en general.
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Esta perspectiva fue delimitando que su obje- años ochenta mediante una formación discursiva
to –además de la educación del sujeto en la es- que no era ajena a la lucha social de los maes-
cuela– era establecer, por el maestro, las prácticas tros, ni tampoco a las precauciones de las facul-
idóneas de comunicación y enseñanza mediadas tades de educación del país (Noguera, 2005, 43).
por el lenguaje. La pedagogía, vista como dis- La pedagogía formó parte de un campo discursi-
curso, terminó atravesada por una serie de enun- vo que termina de tomar cuerpo en momentos en
ciados que estaban delimitados históricamente que se presenta la crisis y, luego, la mundializa-
y que tenían que ver con las prácticas pedagógicas ción de la educación en la segunda mitad del si-
que se vivían en la escuela e inclusive fuera de ella glo XX (Noguera, 2012 p. 211). Así la pedagogía
por parte del educador. Así mismo, la pedagogía, colombiana como discurso no se desprendió de
vista como un discurso idóneo por parte del maes- este campo en el que se encuentran unas tradicio-
tro y del educador, trasciende la práctica pedagó- nes pedagógicas mundiales como la anglosajona,
gica de una simple acción instrumental para ser alemana y francófona. Para terminar de reafirmar
valorada como interacción pedagógica, cargada esta idea, recientemente, los investigadores de la
de significado y de un sentido simbólico mediado Universidad Pedagógica Nacional Carlos Noguera
por el lenguaje. y Dora Marín (2019) ratificaron esta lectura al con-
En una postura muy cercana a la anterior se ubi- siderar a la pedagogía como un campo discursivo,
can las reflexiones del profesor Humberto Quiceno cuestionando históricamente la razón por la cual,
Castrillón, para quien la pedagogía en la moderni- en Colombia, en la segunda mitad del siglo XX, no
dad pasó de ser una experiencia para constituirse se logró consolidar la carrera de pedagogía, inde-
en un discurso. En la modernidad se asumió a la pendiente de las demás disciplinas. En un estudio
escuela como sinónimo de educación, “dejándose comparado, demostraron las dificultades en nues-
por fuera a la pedagogía como formación –como tro país en la institucionalización y disciplinariza-
Bildung–, como transformación constante, como ción de la pedagogía, lo que permitió vislumbrar
un comienzo que no termina. ¿Qué es la pedago- la persistencia y permanencia de un campo de sa-
gía o la educación sino pensar y construir como se ber exterior sobre los asuntos relacionados con la
llega a ser sujeto?” (Quiceno, 2005, p. 82). “La pe- educación, la enseñanza, la formación y su rela-
dagogía vista como documento le quitó primacía ción con otros saberes.
al sujeto para constituirse en un discurso moderno
–en un dispositivo racional–, que atrapó a la edu- La pedagogía como disciplina
cación como objeto” (Quiceno, 2003, p. 228). En
la modernidad la pedagogía se constituyó en escri- La pedagogía en Colombia, a diferencia de las
tura y no en palabra, mucho menos en experien- demás disciplinas sociales a lo largo de los años
cia (Quiceno, 2010). La pedagogía se diferenció 1990, no se estableció con pretensiones científi-
así en términos conceptuales y discursivos de la cas; es decir, aunque hay un objeto de estudio –la
educación; la pedagogía abordó lo difícil e impo- educación del sujeto–, no contó con pretensiones
sible que es la transformación del sujeto; la educa- nomotéticas en sus postulados. Es decir, en la pe-
ción abordó lo inmediato y lo posible a través de dagogía como disciplina, hay unas formas de ob-
la propuesta institucional del Estado mediado servación y maneras de experimentación de este
por la escuela que le facilitó la materialización de objeto, pero no está determinada por la demanda
la iniciática de intervención de la población (Qui- de producir teorías globales o universales. La pe-
ceno, 2018, p. 168). dagogía, vista como disciplina, a lo sumo ordenó
De tal manera, la pedagogía en Colombia co- ciertas observaciones y generó pequeñas hipótesis
mo saber sometido se insubordinó a lo largo de desde las prácticas de enseñanza, pero no tuvo el
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interés de generar supuestos estables como lo hi- reconstructiva–, humaniza y trasciende la inten-
cieron las demás ciencias sociales o las grandes ción de cientificidad occidental vivida en la pri-
teorías, como lo pretendió la ciencia dura. mera mitad del siglo XX, para situarse con una
De esta manera, la pedagogía de los años 1990, impronta propia que valora la relación horizontal
a diferencia de la experiencia de la escuela activa que se puede establecer entre el profesor y el estu-
de la primera mitad del siglo XX, nunca se reivin- diante; valora las formas legítimas de comunicar el
dicó como ciencia, sino más bien –y finalmen- conocimiento escolar por parte del maestro, atra-
te– como disciplina. La pedagogía colombiana en vesadas por formas invisibles de interacción me-
este periodo, más que abordar a la educación co- diadas por el lenguaje.
mo objeto de estudio de manera general, estable- Por lo demás, a lo largo de los años 1980, co-
ció como punto de indagación central al maestro mo parte del Movimiento Pedagógico Nacional, el
y al profesor, acompañados de sus prácticas de Grupo Federici busca que los maestros
enseñanza.
En este apartado, se hace necesario realizar un [...] tomen conciencia de la importancia del len-
recorrido por los grupos de investigación e inte- guaje y de la fuerza social del saber y del discurso
lectuales que, de manera paulatina, enfocaron a argumentado, evitando así en la escuela una pérdida
la pedagogía como una disciplina, discusión que de sentido que llegue a romper la comunicación. La
ha repercutido en la política pública cuando, en escuela debería poner mayor énfasis en el lenguaje,
1998, un decreto estatuyó la pedagogía como la constituyéndose en un criterio de calidad y en parte
disciplina fundante en el proceso de formación de del quehacer cotidiano del maestro. (Mockus et al.,
profesores3. En este sentido, ubicamos los aportes 1987)
del Grupo Federici, liderado desde la Universidad
Nacional de Colombia por Antanas Mockus; de En esta lógica, para el profesor Mockus y el
igual manera, los aportes del Grupo Interuniversi- Grupo Federici de la Universidad Nacional de
tario de Historia de la Práctica Pedagógica, funda- Colombia, la escuela aún cultivaba ciertas for-
do por Olga Lucía Zuluaga, en la Universidad de mas de conocimiento y comunicación emparen-
Antioquia hacia 1980. tadas con las demás ciencias en varios aspectos:
En primer lugar, la pedagogía, desde la perspec- “Su desprendimiento con respecto a la experiencia
tiva de Antanas Mockus –vista como una disciplina inmediata, su énfasis en las relaciones de tipo uni-
versal y su dependencia a una argumentación que
3 La repercusión de las discusiones en el campo educativo nacional termina
por tomar cuerpo en el Decreto 272 de 1998: en su capítulo 1, artículo 2, se somete a crítica y que por lo general se apoya
reconoce que “los programas académicos en educación corresponden a
un campo de acción, cuya disciplina fundante es la pedagogía, incluyendo
en el lenguaje escrito” (Mockus y Charum, 1986,
en ella la didáctica por cuanto constituye un ámbito de reflexión a partir p. 22). Por lo demás, para el Grupo Federici, en
del cual se genera conocimiento propio que se articula interdisciplinar-
mente”. En esta norma, se entendió como núcleos básicos del saber peda- la escuela era posible reconstruir una correspon-
gógico: la educabilidad del ser humano en su dimensión y manifestación,
según el proceso de desarrollo personal, cultural y sus posibilidades de
dencia entre conocimientos y formas escolares de
formación y aprendizaje, y la enseñabilidad de las disciplinas y saberes comunicación.
producidas por la humanidad, en el marco de la dimensión histórica y
epistemológica, social y cultural. Se asumió, desde entonces, la estructura Desde la perspectiva de este grupo, toda prác-
histórica y epistemológica de la pedagogía y sus posibilidades de interdis-
ciplinariedad, de construcción y validación de teorías y modelos, así como tica pedagógica colocó en juego un conjunto de
las consecuencias formativas de la relación pedagógica. El anterior decre-
to, a pesar de sus posteriores reformas –e inclusive intento de derogación–,
significados que no correspondían de lleno a una
se convirtió en el principal punto de llegada de casi treinta años de lucha lógica intrínseca del conocimiento científico, pe-
del Movimiento Pedagógico Nacional, lucha emprendida por las faculta-
des de Educación, con tradición y reconocimiento. Para nuestro caso, este ro sí poseían un tipo de compatibilidad en cuanto
proceso da cuenta de la configuración del campo de la pedagogía en Co-
lombia; y de la instalación de un discurso y una serie de enunciados como:
su producción. Desde Aristóteles hasta Bachelard,
saber, práctica pedagógica, pedagogía, didáctica, trabajador de la cultura, se consideró que el verdadero dominio del saber
educación democrática, enseñabilidad, educabilidad, dimensión histórica
de la pedagogía, epistemología de la pedagogía e interdisciplinariedad. científico se expresaba en la plena posibilidad
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confirmó que el campo de la educación subordina De esta manera, la pedagogía como disciplina
el discurso pedagógico a las discusiones gruesas y saber en Colombia da cuenta del conocimiento
e importantes que eran propias de los intelectua- que se pone a disposición el maestro o el profe-
les de la educación; Zuluaga, retomando la visión sor en las prácticas de enseñanza, pero también
política y epistemológica de Michel Foucault, re- el saber que, desde ellas, él produce. La historia
chazó el que ese orden jerárquico de los saberes de la pedagogía en Colombia, uno de los apor-
educativos y sus agentes fueran una necesidad im- tes particulares de este grupo, se ha convertido en
puesta por una supuesta característica innata de la un laboratorio de reconceptualización y memoria
pedagogía.7 del horizonte conceptual, pasado, presente y por
Desde este punto de mira, la pedagogía, como venir, del saber pedagógico. El concepto de ense-
disciplina, se establece con una intencionalidad ñanza es el que ha permanecido individualizando
inacabada que busca tensionar la relación de la siempre una práctica en la que siguen jugando el
pedagogía con los saberes específicos de las disci- maestro, la escuela, el conocimiento y el hombre,
plinas y con los saberes prácticos u otros saberes siendo el concepto que une al campo pedagógico
excluidos, y nos pone a pensar en la pluralidad de (Zuluaga y Echeverry, 2003, p. 63). Dentro de esta
los métodos de enseñanza que comprometen no línea de trabajo, Alberto Martínez-Boom destaca a
solamente las didácticas de las disciplinas espe- la enseñanza como acontecimiento, el cual tiene
cíficas, ya sea en matemática, lenguaje, ciencias un carácter histórico que transforma las experien-
naturales, ciencias sociales y humanidades, sino cias formativas y de educación. La enseñanza, ya
también la adecuación social de los saberes en las sea vista como una ruptura de las prácticas, como
diferentes contextos culturales (Zuluaga, 1999, p. irrupción o como una emergencia que ocurre en la
11). A esta conjunción de lo disciplinar y los sabe- escuela o fuera de ella, tiene como propósito de-
res menores acerca de la enseñanza, la denomina sarrollar procesos de construcción de conocimien-
Zuluaga, el saber pedagógico: to. Desde esta perspectiva, se trasciende el enseñar
que forma parte del referente etnográfico como un
El saber pedagógico está conformado por los di- elemento que acontece en el plano cotidiano de
ferentes discursos a propósito de la enseñanza, en- la escuela y entra en un plano más filosófico. Para
tendida en sentido práctico o conceptual. Reúne los Martínez-Boom (1990), la oposición entre aconte-
temas referentes a la educación, la instrucción, la cer y acontecimiento configura la argumentación
pedagogía, la didáctica y la enseñanza. Es el conjun- para definir la enseñanza como una categoría que
to de conocimientos con estatuto teórico o práctico trasciende el nivel del acontecer:
que conforman un dominio de saber institucionali-
zado, el cual configura la práctica de la enseñanza La enseñanza en tanto acontecimiento dotado
y la adecuación de la educación en una sociedad. de historicidad puede transformarse en ir más allá
Circula por los más variados registros del saber y del de los lugares por donde pasó y por donde pasa,
poder [...] y define los sujetos de la práctica pedagó- y de las instituciones donde se alojó de tal forma
gica. (Zuluaga, 1999, p. 198) que si, por ejemplo, desapareciera la escuela como
reafirmarlas. No obstante, en esta ocasión reconoce a la pedagogía como institución del Estado o los espacios obvios donde
reguladora de la formación de la subjetividad, reguladora del proceso de
constitución del sujeto y de su identidad. La pedagogía contemporánea ha
se ejerce, ello no implica la desaparición de la en-
cambiado radicalmente sus formas de realización a la luz del arsenal cul- señanza. (p. 168)
tural de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías.
7 El Grupo de Historia de la Práctica Pedagógica se inscribió desde un inicio
en la perspectiva epistemológica establecida por Michel Foucault, en sus
obras La arqueología del saber (1970) y Vigilar y castigar. Nacimiento de la
La enseñanza, como acontecimiento, está arti-
prisión (1976) en las que la pregunta central gira en torno a las relaciones culada a la palabra, al habla, a la escritura, a la
entre sujeto y verdad, tal como ellas se han constituido en la sociedad oc-
cidental moderna. interacción de los sujetos, al conocimiento, cuyas
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categorías, desde la perspectiva de Martínez-Boom, saber pedagógico, es decir, ya no sólo como arte,
se podían entender como organizadoras de uni- sino otra vez como ciencia. Se propone que la pe-
dad, a la vez que como parte de una dispersión. dagogía sea la disciplina que constituya el eje de
La pedagogía como disciplina, abordada desde las los procesos de reconceptualización, experimenta-
prácticas de enseñanza, comienza a ocupar desde ción y aplicación de los saberes sobre la escuela,
entonces un lugar privilegiado en su estudio y fun- pero que también ella reelabore las nociones so-
damentación en las principales facultades de Edu- bre las relaciones entre escuela, cultura y ciudad.
cación de país. Así, la pedagogía como disciplina Si se observa el referente ya no es la sociedad, ni el
se pregunta –de nuevo– por aspectos centrales de Estado-nación, como lo era las matrices clásica o
la práctica pedagógica: ¿Qué enseña el maestro?, romántica-liberal, estamos en el de la ciudad educa-
¿cómo lo enseña?, ¿para qué lo enseña? dora. (Saldarriaga, 2003, p. 294)
Como lo hemos planteado en un reciente li-
bro (Jiménez, 2018), el problema de la enseñanza Desde el planteamiento de este grupo de in-
fue consustancial al nacimiento de la pedagogía vestigación, el maestro ha de reconstituirse como
en Colombia en su etapa clásica o racional lide- sujeto en la enseñanza, que es vista ya sea co-
rada por Martín Restrepo Mejía (1861-1940), para mo dominio de saber, acontecimiento o condición
quien, a finales del siglo XIX: de posibilidad para su emergencia. Sin duda, los
anteriores postulados se constituyen en el princi-
El maestro debía dominar la enseñanza que, vis- pal escenario de discusión para la reivindicación,
ta como una práctica, se constituía en el principal no solo de la pedagogía como disciplina en un
medio para la educación del entendimiento. La en- campo heterogéneo de saber, sino de la reivindi-
señanza como práctica, debía ser gradual y propor- cación de la práctica pedagógica y educativa, vista
cional a la edad y las necesidades del niño; debía como principal escenario en el cual se reconstitui-
ser clara, cíclica y permanente. La enseñanza del ría el maestro como sujeto de dicho saber. La pe-
maestro debía ser adecuada a las circunstancias y a dagogía desde entonces en Colombia entra en un
los contextos; debía ser amena y agradable. La en- campo discursivo que le restituye las condiciones
señanza, vista como una práctica bien manejada, le de posibilidad –a pesar de las adversidades–, de
permitía al maestro lograr dos fines básicos: la edu- reconfigurarse como una disciplina cuyo objeto es
cación del niño y su instrucción en el arte y la cien- la educación del sujeto, y cuyos conceptos, naci-
cia. (Jiménez, 2018, p. 57) dos del saber de los maestros, puedan entablar una
interlocución legítima y autorizada, no subalterna,
Así mismo, la pedagogía moderna nos había con las otras disciplinas institucionalizadas en el
aclarado que la enseñanza, como intrínseca a la campo educativo.
práctica del maestro en la escuela, podía ser indi-
vidual, simultánea u homogénea. Reflexiones finales
Desde la perspectiva de Óscar Saldarriaga Vé-
lez, también integrante del Grupo de Historia de A lo largo de estos años, hemos sido testigos de
la Práctica Pedagógica, esto se dio en momentos la manera como la pedagogía se reconstituye ya
en que la pedagogía, de manera tensional, partici- sea como saber, como discurso o como discipli-
paba de las discusiones propias del campo intelec- na. De una imagen peyorativa de mediados de los
tual de la educación: años 1980, en la que la pedagogía no se recono-
cía como ciencia en la medida en la que no te-
Las múltiples posturas y disciplinas convergen nía ese estatus ni producía conocimiento científico
en revalorizar la pedagogía, ahora repensada como expresado en teorías estables y comprobables, ni
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tampoco era reconocida como disciplina, en la José de Caldas, a pesar de sus reveses y traspiés,
medida en que no tenía un objeto de intervención como el vivido en 2003, cuando, por disposición
claro; la pedagogía terminaba siendo reducida a de MEN, se desmontó este principio y se permitió
una interacción instrumental en el que el docente que un profesional de cualquier disciplina inde-
reproducía el conocimiento escolar dentro de los pendiente a su proceso de formación, fuera habili-
límites del aula, sin voz propia sobre la sociedad, tado para realizar la docencia en las instituciones
la cultura y el conocimiento. escolares del sector público. En las facultades de
No obstante, la anterior mirada ha sido tras- Educación colombianas, hemos sabido aguantar
cendida por parte de los colectivos y grupos de la arremetida del desmonte filosófico y político de
investigación de las principales facultades de Edu- las instituciones formadoras de docentes, respon-
cación del país, sumados a los intelectuales del diendo con las acreditaciones de alta calidad de
Movimiento Pedagógico Nacional, quienes, en nuestras licenciaturas y con un positivo impacto
conjunto, han reivindicado el saber pedagógico de nuestros egresados en las escuelas y colegios
en términos epistemológicos, de historicidad y de públicos y privados del país.
intervención práctica en la escuela. Sin duda, las Por lo demás, en el ámbito de las políticas de
posturas políticas, y las producciones académicas formación docente desde 2015, por medio del De-
y discursivas, se constituyen en la principal condi- creto 2450, aparece ya no la pedagogía, como en
ción de existencia para reivindicar en la actualidad el año 1998, sino la práctica pedagógica y educa-
a la pedagogía como disciplina, cuyos objetos de tiva como elemento transversal al proceso de for-
reflexión e intervención son la educación, la for- mación de maestros y profesores, independiente
mación, la enseñanza y el aprendizaje. del programa y saber específico en el que el sujeto
Desde una perspectiva cercana a la planteada se forme (Jiménez, 2015). Por lo demás, esta últi-
en el presente artículo, la investigadora Nilza Offir ma reforma nació en la Asociación Colombiana de
García (2008) nos aclara que cada una de estas po- Facultades de Educación (Asocfade), y recogió una
siciones opera como recontextualización discursi- preocupación que ya se había hecho latente en las
va y abre interrogantes que afectan a la formación discusiones y análisis que los expertos venían rea-
de maestros, dejando a la vez un terreno fértil para lizando para esta época.
la investigación que permita recuperar de paso las Así, la práctica pedagógica y educativa es hoy
fichas del rompecabezas de nuestra pedagogía en un elemento consustancial en la formación de do-
tanto saber, práctica o discurso. centes que les permitirá conocer la escuela, las
En la actualidad, la pedagogía en Colombia ha experiencias pedagógicas previas, vivenciar y en-
sido retomada como disciplina en instituciones frentar la pedagogía como una disciplina –falible y
como las universidades de Antioquia y la Peda- humana–, en la que el maestro pone en juego su
gógica Nacional, consolidando la carrera de Pe- conocimiento pedagógico en las prácticas formati-
dagogía con identidad propia, independizándola vas, educativas y, en particular, en las prácticas de
de sus históricas ataduras como su relación con la enseñanza. En ese sentido, la pedagogía como cam-
sociología de la educación y la psicopedagogía. po (Jiménez, 2014), en la que se ubican la prácti-
En estos últimos años también hemos sido testigos ca pedagógica y la práctica educativa como parte
de la manera como la pedagogía se reconstituye de esta disciplina con su carácter situado, eclécti-
como saber fundante en el proceso de formación co e interdisciplinar, si se quiere, en cada uno de
de maestros y profesores, tanto en las Escuelas los casos representa la expresión de insubordina-
Normales, Facultades de Educación y unidades ción de un saber sometido que, como expresión
de posgrado como la Maestría y el Doctorado en de conocimiento, trasciende el formalismo que
Educación de la Universidad Distrital Francisco ha instaurado la ciencia moderna en la escuela.
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De tal manera, el campo pedagógico entendido co- Díaz, M. (2019). ¿Qué es eso que se llama pedagogía?
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enunciación
ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021), pp. 304-319.
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Ciencias de la Educación, Movimiento Pedagógico, diferencia necesaria. Revista Educación y Cultura,
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enunciación
ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol. 26, No. 2 (julio/diciembre de 2021), pp. 304-319.
GUÍA PARA AUTORES metodología, resultados, conclusiones, reco-
nocimientos y referencias bibliográficas. La es-
La revista Enunciación tiene como objetivo la so- tructura del artículo de investigación es como
cialización de productos de investigación en el sigue:
campo de las ciencias del lenguaje, con el fin de 1. Introducción
contribuir a su consolidación y posicionamiento 2. Marco teórico o conceptual
en la comunidad académica y de difundir los re- 3. Metodología
sultados a docentes, investigadores, estudiantes de 4. Resultados y análisis
ciencias del lenguaje, literatura y pedagogía. La 5. Conclusiones
convocatoria para la publicación de artículos es 6. Reconocimientos: presenta información rela-
permanente y está dirigida a investigadores de pos- cionada con el proyecto de investigación del
grado y miembros de grupos de investigación. La que se deriva el artículo y la filiación institu-
revista se publica semestralmente y acepta contri- cional. Si la investigación es financiada indi-
buciones en inglés. car la entidad que lo hace. Esta información
Para publicar en Enunciación se deben cumplir no debe superar cien (100) palabras.
los lineamientos que se describirán a continua- 7. Referencias bibliográficas
ción, y el Comité Editorial, basado en los concep- Nota: Este artículo de investigación debe te-
tos de los pares evaluadores y en el cumplimiento ner una extensión de entre seis mil (6000) y
de dichos lineamientos, decide la publicación del ocho mil (8000) palabras, incluyendo refe-
documento. rencias bibliográficas.
Los artículos aceptados corresponden a los ti-
pos de artículos avalados por Publindex. Estos de- • Artículos de reflexión: que corresponden a re-
ben exhibir coherencia conceptual, profundidad sultados de estudios realizados por (los) au-
en el tratamiento del problema, estar escritos en tor(es) sobre un problema teórico o práctico.
un estilo claro, ágil y estructurado según la natu- Presentan resultados de investigación desde
raleza del texto. Los artículos presentados deben una perspectiva analítica, interpretativa o críti-
ser originales y estar asociados a investigaciones ca del autor sobre un tema específico, sobre el
en curso o terminadas. cual recurre a fuentes originales.La estructura
artículo de reflexión es como sigue:
1. Tipos de artículos derivados de investigación 1. Introducción
2. Tesis y argumentos
• Artículos de investigación científica y de desa- 3. Perspectiva metodológica que sustenta la re-
rrollo tecnológico: presentan de manera deta- flexión expuesta
llada los resultados originales de proyectos de 4. Conclusiones
investigación científica y/o desarrollo tecnoló- 5. Reconocimientos: presenta información rela-
gico. Los procesos de los que se derivan están cionada con el proyecto de investigación del
explícitamente señalados en el documento, así que se deriva el artículo y la filiación institu-
como el (los) nombre(s) y apellidos de su (s) au- cional. Si la investigación es financiada indi-
tores, y su filiación institucional. La estructura car la entidad que lo hace. Esta información
generalmente utilizada consta de introducción, no debe superar cien (100) palabras.
6. Referencias bibliográficas tecnológica, que por lo general requieren de
Nota: Este artículo de reflexión debe tener una una pronta difusión. La estructura generalmen-
extensión de entre seis mil (6000) y ocho te utilizada es la siguiente:
mil (8000) palabras, incluyendo referencias 1. Introducción
bibliográficas. 2. Marco teórico o conceptual
3. Metodología
• Artículos de revisión: estudios hechos por el 4. Resultados y análisis
(los) autor(es) con el fin de dar una perspectiva 5. Conclusiones
general del estado de un dominio específico de 6. Reconocimientos: presenta información rela-
la ciencia y la tecnología, en los que se seña- cionada con el proyecto de investigación del
lan las perspectivas de su desarrollo y de evolu- que se deriva el artículo y la filiación institu-
ción futura. Estos artículos los realizan quienes cional. Si la investigación es financiada indi-
han logrado tener una mirada de conjunto del car la entidad que lo hace. Esta información
dominio y están caracterizados por una amplia no debe superar cien (100) palabras.
revisión bibliográfica de por lo menos 50 refe- 7. Referencias bibliográficas
rencias. La estructura artículos de revisión es la Nota: Este artículo corto debe tener una ex-
que sigue: tensión de entre tres mil (3000) y cuatro
1. Introducción: se expone el problema, el ob- mil (4000) palabras, incluyendo referencias
jetivo y las categorías teóricas centrales del bibliográficas.
análisis.
2. Metodología: presenta los materiales y méto- • Reportes de caso: documentos que presentan
dos utilizados en el proceso de revisión. los resultados de un estudio sobre una situa-
3. Análisis y discusión de resultados (proceso ción particular, con el fin de dar a conocer las
de interpretación). experiencias técnicas y metodológicas, consi-
4. Conclusiones: se relaciona y analiza lo ex- deradas en un caso específico. Incluyen una
puesto en la introducción y los resultados. revisión sistemática comentada de la literatu-
5. Reconocimientos: presenta información rela- ra sobre casos análogos. La estructura es como
cionada con el proyecto de investigación del sigue:
que se deriva el artículo y la filiación institu- 1. Introducción
cional. Si la investigación es financiada indi- 2. Fundamentación de la experiencia
car la entidad que lo hace. Esta información 3. Descripción de la experiencia
no debe superar cien (100) palabras. 4. Sistematización y análisis de la experiencia
6. Referencias bibliográficas. Los artículos de 5. Conclusiones
revisión requieren del manejo de mínimo 50 6. Reconocimientos: presenta información rela-
referencias tanto en el contenido como en el cionada con el proyecto de investigación del
listado de referencias. que se deriva el artículo y la filiación institu-
Nota: Este artículo de revisión debe tener una cional. Si la investigación es financiada indi-
extensión de entre seis mil (6000) y ocho car la entidad que lo hace. Esta información
mil (8000) palabras, incluyendo referencias no debe superar cien (100) palabras.
bibliográficas. 7. Referencias bibliográficas
Nota: Este artículo corto debe tener una ex-
• Artículos cortos: documentos breves que pre- tensión de entre tres mil (3000) y cuatro
sentan resultados originales preliminares o mil (4000) palabras, incluyendo referencias
parciales de una investigación científica o bibliográficas.
Los siguientes tipos documentales forman parte (revisión, reflexión, investigación, cortos o de
de la revista, serán convocados y evaluados por el caso) y la línea temática a la que aplica (ver
Comité Editorial. numeral 2).
• El título debe ser breve, claro y reflejar el con-
• Autor invitado: documentos ya publicados por tenido del artículo, y no debe exceder las 12
autores de reconocida trayectoria y producción. palabras. Se presenta en español e inglés.
• Traducción: documento de interés temático de • Enviar el artículo sin ninguna información del
la revista que se encuentra en otro idioma. autor para garantizar la evaluación ciega. Di-
• Reseña: documentos sobre reseñas de libros o cha información debe estar debidamente dili-
de eventos. genciada en el OJS (filiación institucional del
autor, último título académico, vinculación a
2. Líneas temáticas grupos de investigación y correo electrónico,
preferiblemente institucional, de contacto).
Se reciben contribuciones académicas e investiga- • El resumen debe tener una extensión máxi-
tivas en los siguientes campos temáticos: ma de 250 palabras tanto en español como en
inglés y debe señalar claramente el problema
• Literatura y otros lenguajes. de investigación, la metodología empleada y
• Lenguaje, sociedad y escuela. los resultados obtenidos.
• Pedagogías de la lengua. • Las palabras clave deben ser entre tres y siete
• Lenguaje y conflicto. en español e inglés. Dichas palabras se deben
• Lenguaje, medios audiovisuales y tecnologías. encontrar en los siguientes tesauros: Unes-
co, http://vocabularies.unesco.org/browser/the-
3. Aspectos formales para la presentación de saurus/es/, e ITESO, http://quijote.biblio.iteso.
artículos mx/catia/tesauro/thes.aspx?term=Literatur
• Las figuras (tablas y gráficas) deben presentarse
• La postulación de contribuciones debe hacerse según la Guía de imágenes y, adicionalmente,
mediante la plataforma en línea, en la cual se en archivo aparte.
cargará el manuscrito anónimo (formato .doc o • Las imágenes en color deben enviarse en archi-
.docx), se diligenciarán los datos de los autores vos de alta calidad (no menor a 400 dpi). Los
y se cargará como “archivo complementario” dibujos o esquemas deberán ir en original.
el Formato de autorización y garantía de prime- • La estructura del documento debe seguir
ra publicación. las normas APA, séptima edición.
• El documento debe enviarse en formato Word, • Las notas deben ir a pie de página, registrando
sin embargo, para aquellos que utilicen edito- su numeración en el cuerpo de los artículos y
res de texto libres, se aceptan los formatos de únicamente se debe recurrir a ellas en caso de
libre Office y Open Office. que sea pertinente.
• La extensión máxima de los artículos debe ser • En las referencias bibliográficas solo deben
de 8000 palabras y la mínima de 4000 para ar- aparecer las que fueron citadas en el texto, en
tículos de investigación, reflexión y revisión, y las tablas, figuras o en las notas. Es decir, en
de 3000 a 3500 palabras para artículos cortos y la lista no deben aparecer otras referencias,
reportes de caso; fuente Times New Roman de aunque hayan sido consultadas por los autores
12 puntos; interlineado 1,5 (excluyendo figuras para la preparación del trabajo. Sugerimos uti-
y tablas); márgenes de 3 cm; archivo en formato lizar herramientas como: citas y bibliografía de
Word únicamente. Identificar el tipo de artículo Microsoft Word (para APA séptima edición
versión 2013 o superior), Zotero, Mendeley, en- autor(es) como de los evaluadores. Los criterios a
tre otras. La lista bibliográfica debe elaborarse evaluar son:
en orden alfabético.
• Forma y contenido.
4. Proceso de evaluación de artículos • Pertinencia de la temática.
• Problema de investigación adecuado con el eje
Todos los artículos recibidos serán sometidos a un temático seleccionado.
primer análisis de originalidad por medio del sof- • Solidez y suficiencia en los referentes teóricos.
tware Turnitin. El resultado de este análisis será re- • Claridad y pertinencia en la elección de la me-
visado por el Comité Editorial de la revista, quien todología utilizada.
decidirá si el artículo es aprobado para iniciar el • Consistencia interna entre la perspectiva teóri-
proceso de evaluación por pares. ca, los objetivos, la metodología, las interpreta-
Es importante señalar que los manuscritos no ciones, los resultados y las conclusiones.
comenzarán dicho proceso, o serán devueltos a
sus autores para modificaciones, si: A partir de la aceptación de la invitación, los
evaluadores cuentan con veinte (20) días calen-
• El tema no corresponde al campo temático de dario para emitir su concepto. El par académico
la revista. puede sugerir publicar sin ninguna modificación
• No cumple con las directrices para los autores. o publicar después de modificaciones, solicitar
• El (los) autor(es) ya ha(n) publicado en al- reevaluar el artículo luego de las modificaciones
gún número del volumen al que aplica en la o rechazarlo (no publicar). En caso de diferencias
revista Enunciación. en los dictámenes, el Comité Editorial designará
• No envía el formato de autorización y garantía un tercer evaluador para dirimir el conflicto de la
de primera publicación. evaluación.
• El artículo no se deriva de un proceso de El asistente editorial se encargará de informar
investigación. al autor o autores el dictamen y las sugerencias de
los evaluadores. El (los) autor(es) deberá(n), en un
Si el documento cumple con los criterios ante- tiempo establecido por el equipo editorial, ajustar
riores y es aprobado por parte del Comité Editorial, el manuscrito. Por último, una vez los evaluadores
se enviará a evaluación de pares académicos me- verifican los cambios, emiten una decisión final
diante el procedimiento de doble ciego, en el cual sobre el artículo, que será comunicada al Comité
se conservará la confidencialidad tanto del (de los) Editorial y al (a los) autor(es) del texto.
AUTHORS GUIDELINES derived, and the institutional filiation. Indi-
cate the funding institution, if the research is
The journal’s aim is to socialize research products financed. This information should not over-
in the field of language sciences, in order to pass one hundred (100) words.
contribute to its consolidation and positioning 7. Bibliographic references.
in the academic community, and to disseminate Note: The extension of the research article is
the results to teachers, researchers, students of among six thousand (6000) and eight thou-
language sciences, literature and pedagogy. Call sand (8000) words, including bibliographic
for papers are PERMANENT, and are aimed at references.
postgraduate researchers and members of research
groups. The journal is published twice a year. • Reflections on Praxis: A document that corres-
Articles in English are accepted. pond to the results of studies carried out by the
To publish in Enunciación you must comply with author(s) on a theoretical or practical problem.
the guidelines which are described below, and the They present research results from an analytical,
Editorial Committee, based on the concepts of peer interpretative or critical perspective of the au-
reviewers and in compliance with the guidelines, thor on a specific topic, using original sources.
decides if the document gest published or not. The structure of a reflection article is as follows:
The articles accepted by Enunciación correspond 1. Introduction.
to the types of articles endorsed by Publindex. They 2. Theses and arguments.
must show conceptual consistency, depth in the 3. Methodological perspective for the proposed
treatment of the problem, and must be written in a reflection.
clear and structured style according to the nature of 4. Conclusions.
the text. Articles submitted must be original and be 5. Acknowledgments: Information about the re-
associated with ongoing or completed researches. search project from which the article is de-
rived, and the institutional filiation. Indicate
1. Types of articles the funding institution and, the research is
financed. This information should not over-
• Research Articles: A document that details the pass one hundred (100) words.
original results of research projects. The proces- 6. Bibliographic references.
ses from which they are derived are explicitly Note: The extension of the reflection article is
indicated in the document, as well as the na- among six thousand (6000) and eight thou-
me of their authors and their institutional affi- sand (8000) words, including bibliographic
liation. The structure generally used consists references.
of introduction, methodology, results, conclu-
sions, acknowledgements and bibliographical • Theoretical Discussion Papers: Studies carried
references. The structure of a research article is out by the author(s) in order to give an over-
as follows: view of the state of a specific domain of science
1. Introduction and technology, indicating the prospects for its
2. Theoretical or conceptual framework development and future evolution. These arti-
3. Methodology cles are carried out by those who have mana-
4. Results and analysis ged to have an overall view of the domain and
5. Conclusions are characterized by an extensive bibliographic
6. Acknowledgments: Information about the review of at least 50 references. The structure of
research project from which this article is a review article is as follows:
1. Introduction: The problem is exposed, as we- • Reports on educational cases in language fields:
ll as objectives and central theoretical cate- A document that presents the results of a study
gories of analysis. on a particular situation in order to disseminate
2. Methodology: Materials and methods used in the methodological and technical experiences
the review process. used in a specific case. The report includes a
3. Analysis and discussion (interpretation systematic and commented literature review of
process). similar cases. The structure is as follows:
4. Conclusions: The concepts treated in the in- 1. Introduction.
troduction and the results are linked together 2. Experience foundation.
and analyzed. 3. Experience description.
5. Acknowledgments: Information about the re- 4. Experience systematization and analysis.
search project from which the article is de- 5. Conclusions.
rived, and the institutional filiation. Indicate 6. Acknowledgments: Information about the re-
the funding institution, if the research is fi- search project from which the article is de-
nanced. This information should not over- rived, and the institutional filiation. Indicate
pass one hundred (100) words. the funding institution, if the research is fi-
6. Bibliographic references. Review articles re- nanced. This information should not over-
quire minimum of fifty (50) references, both in pass one hundred (100) words.
the text body as well as in the references list. 7. Bibliographic references.
Note: The extension of the review article is Note: The extension of a brief report is among
among six thousand (6000) and eight thou- three thousand (3000) and four thousand
sand (8000) words, including bibliographic (4000) words, including bibliographic
references. references.
• Short Articles: A brief document that prelimi- The following types of documents are part of
narily or partially presents original results of a the magazine, they will be invited and evaluated
scientific research study and generally requires by the editorial board of the journal.
prompt dissemination. The general structure of
a brief is as follows: • Guest Author: A document already published
1. Introduction. by renowned authors.
2. Theoretical or conceptual framework. • Translation: A document of thematic interest
3. Methodology. of the magazine which is available in another
4. Results and analysis. language.
5. Conclusions. • Review: Documents about book reviews or
6. Acknowledgments: Information about the re- events.
search project from which the article is de-
rived, and the institutional filiation. Indicate 2. Themes
the funding institution, if the research is fi-
nanced. This information should not over- Enunciación receives articles under the following
pass one hundred (100) words. subjects:
7. Bibliographic references.
Note: The extension of a brief is among three • Literature and other languages.
thousand (3000) and four thousand (4000) • Language, society and school.
words, including bibliographic references. • Language pedagogies.
• Language and Conflict. Thesaurus Unesco, http://vocabularies.unes-
• Language, media and technology. co.org/browser/thesaurus/es/ and ITESO, ht-
tp://quijote.biblio.iteso.mx/catia/tesauro/thes.
3. Formal aspects for the presentation of aspx?term=Literatura
articles • Images should be sent in high quality files (not
less than 400 dpi). The drawings or diagrams
• The submission of contributions must be made must be the originals.
through the online platform, in which the anon- • The document must follow the APA format, se-
ymous manuscript (.doc or .docx format) will venth Edition.
be uploaded, the authors’ data will be filled in • The notes must be footnotes, registering its
and the Format for authorisation and guarantee number in the body of the articles.
of first publication will be uploaded as a “com- • Bibliographic references should only include
plementary file”. those cited in the text, tables, figures or no-
• Sending the document in Word format is re- tes. That is to say, no other references should
commended, however, for those using free text appear in the list, even if they have been con-
editors, free office formats and Open Office are sulted by the authors for the preparation of the
accepted. work. We suggest using tools such as: Micro-
• The maximum length of articles must be 8000 soft Word citations and bibliography (for APA
words and a minimum of 4000 (for research ar- seventh edition version 2013 or higher), Zotero,
ticles, reflection and review; and 3000-3500 Mendeley, among others. The bibliographic list
words for short articles); letter format; Times must appear in alphabetical order.
New Roman 12 point; 1.5 spacing (excluding
figures and tables); margins of 3 cm. Word for- 4. Peer Review
mat only. Identify the type of article (review,
reflection, research, short or case) and the the- All the articles will be subjected to a first analysis of
matic line to which it applies (# 2). originality trough the software Turnitin. The result
• The title must be short, clear and must reflect the of this analysis will be reviewed by the journal’s
macrostructure of the article. It must have a maxi- Editorial Committee, which will decide if the
mum of 12 words. Authors must provide the title article is approved to start the peer review process.
in Spanish and English as well. It is important to note that manuscripts will
• Submit the article without any information from not begin the peer review process, or will be
the author to ensure blind evaluation. This in- returned to their authors for modification, if:
formation must beduly filled in the OJS [insti-
tutional affiliation of the author, last academic • The topic does not correspond to the thematic
title, link to research groups and e-mail, prefe- field of the journal.
rably institutional]. • It does not follow the guidelines for authors.
• The abstract should be no longer than 250 • The author(s) has already published in some
words in both, Spanish and English, and it must issue of the volume to which it applies in the
be must indicate the research problem, the me- journal.
thodology used and the results obtained. • The Format for authorisation and guarantee of
• The keywords should be between three and first publication is not send to the journal.
sevenv in Spanish and English; Enunciación • The article is not derived from a research
recommends, in order to make the selection, process.
If the document meets the above criteria and is From the acceptance of the invitation, the
approved by the Editorial Committee, it will be peer review has twenty (20) calendar days to issue
sent for academic peer review through the double- their concept. The academic peer may suggest
blind procedure, in which the confidentiality publishing without any modification or publishing
of both the author(s) and the reviewers will be after modifications, requesting to reevaluate
preserved. The criteria to be evaluated are: the article after modifications or rejecting it (not
• Form and content. publishing). In case of differences in opinions, the
• Relevance of the topic. Editorial Committee will designate a third evaluator
• Adequate research problem with the selected to solve the conflict.
thematic subject. The editorial assistant will be in charge of
• Solidity and sufficiency in the theoretical informing the author(s) of the opinion and the
references. suggestions of the evaluators. The authors will have
• Clarity and pertinence in the choice of to adjust the manuscript within a time established
the methodology used. by the editorial team. Finally, once the reviewers
• Internal consistency between the theoretical verify the changes, they issue a final decision on
perspective, objectives, methodology, interpre- the article, which will be communicated to the
tations, results and conclusions. Editorial Committee and the authors of the text.
V.26 N.° 2
VOL. 26 NÚM. 2 JULIO/DICIEMBRE DE 2021 - BOGOTÁ, COLOMBIA - PUBLICACIÓN SEMESTRAL - ISSN: 01226339 - ISSN-e 2248-6798
El sublime "encanto" de la lengua materna
Sandra Patricia Quitián Bernal y Mario Montoya Castillo
Artículos de investigación
Escritura argumentativa en español como segunda lengua por estudiantes indígenas universitarios
Erika Elizabeth Enríquez Díaz
Artículos de reflexión
Acerca de las formas de tratamiento en los cumplidos
Sergio Alonso Lopera Medina
Artículos de revisión
Didáctica del español escrito como segunda lengua para estudiantes sordos: estado del arte
Rosalba Galvis Peñuela
Artículos cortos
El método pedagógico en Amor y pedagogía de Miguel de Unamuno
Marisel Adriana Somale
Autor invitado
La pedagogía en Colombia: entre el saber, el discurso y la disciplina, 1982-2020
Absalón Jiménez
Reseñas
Repensar las dinámicas sociales de la lectoescritura e investigación académica usando las TIC
Lizeth Castillo Mise