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Población, Trabajo y Desarrollo en Brasil, Oportunidades y Desafíos
Población, Trabajo y Desarrollo en Brasil, Oportunidades y Desafíos
Resumen
835
Abstract
This essay debates on the current pattern of growth of the Brazilian economy, which
has stimulated the labor market, both by increasing the degree of formalization of
employment contracts, and for the continuous reduction of inequality in the distri-
bution of disposable income. Positive results in economic and social terms have so
far been insufficient to alter the picture of high socioeconomic inequality in Brazil,
requiring, therefore, to make a reflection on the limits, opportunities and challenges
in social terms presented by the current growth. By 2030, Brazil will live with a trend
of decreasing dependency rate of inactive-actives, despite the aging of its population
structure. Growth needs to be able to reduce informality and unemployment and incor-
porate the increase in the economically active population. Also, it must be supported
by institutions that reinforce and extend the recent trajectory of reducing inequality
and poverty. This could allow the country to succeed economically and socially in the
next decade. Also, the positive outcome depends on the capacity of Brazilian society
confront the challenges through consolidation of appropriate institutions for develop-
ment with social justice. Facing these challenges is the main concern of the essay.
Key words: inequality, unemployment, political justice, poverty, socioeconomic
development.
El ensayo tiene como objetivo presentar una síntesis de las principales ten-
dencias de la situación socioeconómica en la sociedad brasileña en la década
pasada. El proceso de democratización emprendido por el país, desde la déca-
da de los años ochenta, estuvo marcado por enormes dificultades económicas,
impuestas por una crisis de endeudamiento externo en un contexto de inflación
elevada. El rompimiento de estas restricciones fue alcanzado entre 1995 y 2003,
cuando el país logró estabilizar la inflación a un nivel relativamente bajo y pu-
do reconquistar la capacidad de financiamiento externo e interno a favor del
crecimiento. En las décadas de los años ochenta y noventa, los años de crisis y,
posteriormente, los ocupados por la política de estabilidad económica produ-
jeron el deterioro del mercado de trabajo y de las políticas sociales, agraván-
dose la desigualdad en la distribución del ingreso corriente. La recomposición
de la capacidad de financiamiento de la economía restableció la posibilidad de
crecimiento, que se consolidó y se amplió por medio de la adopción de polí-
ticas públicas de fortalecimiento del mercado interno con generación de em-
pleo y elevación del ingreso corriente de la población, que tuvo como re-
sultado que se revirtieran el cuadro de deterioro del mercado de trabajo y la
caída de la desigualdad económica.
******
A lo largo de los últimos años, Brasil ha retomado un crecimiento que viene di-
namizando el mercado de trabajo. La informalidad y el desempleo han retroce-
dido sistemáticamente, así como también se observa la reducción continua de
la desigualdad en la distribución de ingreso corriente. Es significativa la posi-
bilidad de que el país mantenga las tendencias actuales de empleo y de ingreso
para la próxima década. Esta oportunidad dependerá de la capacidad de con-
ducir la economía hacia una trayectoria sustentada de crecimiento con desa-
rrollo, desafío que exige la manutención y el avance de las actuales políticas
de empleo, de ingreso y las políticas sociales.
Esta preocupación se justifica, al menos por cuatro motivos. Primero a cau-
sa de que el país aún cuenta con 15 millones de trabajadores agrícolas, y esta
cantidad deberá aumentar en la próxima década. La gran mayoría de estos
trabajadores posee endebles condiciones de trabajo y se encuentra en situación
de pobreza, por lo que es necesario que el crecimiento esté acompañado de po-
líticas específicas para el mercado de trabajo agrícola. Segundo, el crecimiento
anual de la población económicamente activa de alrededor de 2% exige la
creación de empleos que responda tanto al aumento de la disponibilidad de
fuerza de trabajo, como a la necesidad de la informalidad. Y finalmente, por
la recurrencia de una situación de desigualdad, que a pesar de haber sido
atenuada a lo largo de esta década, sigue elevada y extrapola la dimensión
del ingreso, lo que exigirá tanto políticas laborales como políticas sociales.
Tales desafíos encontrarán una situación aún más favorable de la estruc-
tura poblacional, que conocerá la caída del número de personas inactivas por
activo hasta mediados de la década de 2020. La mayor densidad de población
disponible solamente se traducirá en generación efectiva de riqueza, que
se traducirá a su vez, particularmente, en el aumento de bienestar para la
población más pobre, si las políticas de crecimiento y desarrollo económico
fuesen capaces de articular debidamente las políticas sociales.
Este ensayo tiene la preocupación de presentar las ventajas en términos
de crecimiento, empleo e ingreso que el país conoció a lo largo de esta pri-
Cuadro 1
Fuente: IBGE, en colaboración con los Órganos Estatales de Estadística, Secretarías Estatales
de Gobierno y Superintendencia de la Zona Franca de Manaus-SUFRAMA.
Gráfica 1
1.6
1.4
1.2
0.8
Empleo formal
PIB
0.6
Empleo/PIB
0.4
0.2
0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
1
Sobre este tema véase Nassif, Santos y Pereira (2008).
2
Véase Cardoso Jr. (2009).
Cuadro 2
En 1 000 personas
Población total PEA PEA/PT
de trabajo e ingreso. Estas políticas serán necesarias tanto para mejorar las
condiciones de vida de esta población, como para actuar sobre la migración
en dirección a las pequeñas ciudades, que han sido destino privilegiado del
proceso de movilidad espacial en esta década.3
La existencia de una perspectiva de crecimiento relativamente más acen-
tuado de la población económicamente activa parece como una dimensión
relevante de la dinámica demográfica brasileña, al menos hasta 2030. Como
muestran los datos del Cuadro 1, la participación de la PEA en la población
total continuará elevándose en las próximas décadas, indicando que el país
mantendrá una trayectoria decreciente de personas inactivas por personas en
edad activa.4 Este proceso se puede explicar ya sea tanto por el crecimiento
pasado, como por la elevación de la tasa de participación de las mujeres,
que compensa ampliamente la reducción observada para los hombres. Aun
considerando el rápido proceso proyectado de envejecimiento de la población
(véase la Gráfica 2), la dinámica demográfica seguirá presentándose como
una ventana de oportunidad para que el país produzca la riqueza necesaria
para elevar el bienestar de su población.
De acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)
la esperanza de vida al nacer deberá crecer de 69 años a 79 años entre 2010
y 2030, determinando que el menor peso relativo de los inactivos sea expre-
sión de una tendencia de la caída de participación de la población infantil
y juvenil y el aumento de aquella con edad superior a los 65 años. Por lo
tanto, al mismo tiempo que aumenta el potencial de actividad de población,
éste tenderá a ser demandado de manera creciente en el financiamiento de
las necesidades del sistema de seguridad social.
En este sentido, el potencial de mayor participación económica de la
población sólo podrá ser considerado positivo si es efectivamente apropiado
en una trayectoria de desarrollo socioeconómico del país. No obstante, esta
posibilidad se enfrenta rápidamente con una situación desfavorable de edu-
cación de la población en edad activa. De acuerdo con el principal estudio
socioeconómico realizado por el IBGE, la Encuesta Nacional por Muestra
de Domicilios (Pesquisa Nacional por Amostra de Domicilios, PNAD), cerca de
8% y 32% de la población de 16 a 65 años era, respectivamente, analfabeta o
solamente con un año de estudios o tenía menos de ocho años de estudios en
2009. Así, el aprovechamiento de posibles ventajas de la estructura etaria de
la población encuentra restricciones cuando se analiza la precariedad de la
situación educacional de la población brasileña adulta. La modificación de
3
Sobre las tendencias recientes del proceso de migración, véase Baeninger (2008).
4
Véanse Alves (2008); Carvalho y Wong (1995); Carvalho y Brito (2005).
0835-0866-DEDECCA.indd 846
2000 2030
80 o + 80 o +
75-79 75-79
70-74 Mujeres
M eress
Muj 70-74
Mujeres
65-69 H brees
Hom
Hombres 65-69
60-64 60-64
Hombres
55-59 55-59
50-54 50-54
45-49 45-49
40-44 40-44
35-39 35-39
30-34 30-34
25-29 25-29
20-24 20-24
15-19 15-19
10-14 10-14
5-9 5-9
0-4 0-4
12 10 8 6 4 2 2 4 6 8 10 12 12 10 8 6 4 2 2 4 6 8 10 12
04/10/2012 11:46:05
DEDECCA: POBLACIÓN, TRABAJO Y DESARROLLO EN BRASIL… 847
este cuadro aparece, por lo tanto, como un desafío urgente para la política
pública, mientras que el proceso de envejecimiento se constituye en otro
desafío para los años futuros.
5
Como inactivos se considera a la totalidad de aquellos que se encuentran en esta situación,
independientemente de la edad.
Cuadro 3
Población residente 170 938 148 175 934 566 180 569 381 184 901 934 188 702 766
PIA 138 945 148 144 566 126 149 829 018 155 454 625 160 438 234
PEA 83 707 151 88 422 997 96 676 531 95 948 569 99 231 476
Ocupada 75 823 976 79 760 459 84 775 330 87 968 581 90 832 394
Desempleada 7 883 175 8 662 538 8 901 201 7 979 988 8 399 082
nes de producir efectos sociales positivos. Mientras tanto, tal desafío presenta
una naturaleza más compleja cuando se analiza la configuración ocupacio-
nal del mercado de trabajo y sus perspectivas. Mientras que el crecimiento
actual ha hecho patente la posibilidad del país de alcanzar rápidamente un
desempleo relativamente bajo, un desempeño más robusto se hace y se hará
necesario para superar la configuración de precariedad ocupacional expresada
tanto por la reproducción de una elevada informalidad de las relaciones de
trabajo, como por la baja remuneración que alcanza inclusive el segmento
formal del mercado de trabajo.
En cuanto a la informalidad, dos situaciones deberán ser tomadas en
cuenta. La primera se relaciona con la extensión del empleo doméstico en los
domicilios y de los contratos sin seguridad social en el sector privado. La
segunda se refiere a la extensión de las situaciones ocupacionales no remu-
neradas, que presentan mayor expresión en las actividades agrícolas.
Considerando esta orientación en lo que respecta a la informalidad, se ob-
serva que la ocupación no remunerada representaba 8% del total de los ocu-
pados en 2009, 8% equivalía al empleo doméstico, 39% a los ocupados sin
seguridad social y 49% a los ocupados con seguridad social. La situación en-
contrada en este año indudablemente era mejor que aquella presente al inicio
de la década. En ocho años, la participación de la ocupación con seguridad
Gráfica 3
50
40
30
Ocupados con seguridad social
Ocupados sin seguridad social
20 Empleados domésticos
Ocupados no remunerados
10
0
2001 2003 2005 2007 2009
Gráfica 4
60.0
50.0
40.0 Agrícola
No agrícola
Total
30.0
20.0
10.0
0
2001 2003 2005 2008 2009
6
Véanse Neder y Ribeiro (2009); y Sabóia (2009).
Gráfica 5
140.0
SM/PIB
SMR
120.0
100.0
80.0
60.0
40.0
20.0
Cuadro 4
1o decil 26 26 33 41 41
2o decil 160 157 186 211 230
3o decil 290 265 300 398 392
4o decil 341 330 361 443 467
5o decil 434 409 453 523 553
6o decil 550 511 566 641 681
7o decil 703 647 697 778 824
8o decil 942 857 892 995 1 065
9o decil 1 462 1 316 1 388 1 522 1 642
10o decil 4 258 3 873 4 152 4 245 4 563
Promedio 916 842 880 971 1 016
Indicadores relativos
Índices de concentración
Gráfica 6
45.0
40.0
2001
35.0 2003
2005
30.0 2007
2009
25.0
20.0
15.0
10.0
5.0
0
Menos De 1 a De 2 a De 3 a De 5 a De 7 a De 10
de 1 menos de 2 menos de 3 menos de 5 menos de 7 menos de 10 o más
Cuadro 5
7
Sobre el desarrollo económico brasileño y la naturaleza estructural de la desigualdad bra-
sileña, véanse Oliveira (1975); Dedecca (2005); y Barbosa (2008).
8
Un análisis incluyente y en diversas perspectivas sobre la caída reciente de la desigualdad
puede encontrarse en los ensayos organizados en Barros, Foguel y Ulyssea (2007; 2008). Una
aproximación comparativa de la experiencia brasileña en relación con los demás países de
América Latina y el Caribe puede encontrarse en Celade (2010).
9
Desgraciadamente, la PNAD no permite diferenciar el ingreso del programa Bolsa Família
de las formas de ingreso de renta, intereses y lucros. La información de las familias beneficiadas
por el programa se encuentra disponible solamente para los años 2004 y 2006. En este último
año, aproximadamente 50% de las familias de los dos primeros deciles recibían el benefi-
cio del programa Bolsa Família, y más de 90% de las familias beneficiadas se encontraban en
los cinco primeros deciles.
10
La dificultad de capacitación de rendimientos propiciados por la posesión de activos
financieros y no financieros en los estudios a domicilios es internacionalmente reconocido.
Sobre este tema véanse Dedecca (2010); Guiso, Haliassos y Japelli (2002); Pikketi (2001); y
Weinberg (2004; 2006).
Cuadro 6
11
Sobre la tendencia reciente de caída de la desigualdad de la distribución del ingreso
corriente en Brasil, véanse Barros, Foguel y Ulyssea (2007; 2008); Dedecca (2007); y Hoffman
(2008).
12
El programa de transferencia de ingreso Bolsa Família llega actualmente a casi 12
millones de familias. Este programa tuvo un papel importante para la generación de ingreso
de los estratos iniciales de la distribución del ingreso corriente y, junto con el salario mínimo y
la generación de empleos formales, para reducción de la desigualdad. Una amplia evaluación
socioeconómica del programa se encuentra organizada en Abrahão y Modesto (2010).
Cuadro 7
Decil 1 4 — 4 3 — 3
Decil 2 4 — 4 4 — 4
Decil 3 4 — 4 4 3 4
Decil 4 4 4 4 3 3 3
Decil 5 4 4 4 — 3 3
Decil 6 — 3 3 — 2 2
Decil 7 — 3 3 — 3 3
Decil 8 — 3 3 — 3 3
Decil 9 — 3 3 — 3 3
Decil 10 — 3 3 — 2 2
Total 4 3 3 4 3 3
13
Si se considera el criterio de ingreso per cápita familiar de salario mínimo, referencia
adoptada por Bolsa Família, se encuentran ocho millones de familias en situación de pobreza
en 2008, contra 15.4 millones, según la referencia de la CEPAL.
Cuadro 8
Observaciones finales
Este ensayo tuvo como punto central los efectos positivos que el patrón de
crecimiento reciente de la economía tuvo en términos de la dinamización del
mercado de trabajo, de la caída en la desigualdad del ingreso corriente de las
familias y de la reducción de la pobreza. Estos resultados fueron y podrán
continuar siendo reforzados por la dinámica demográfica de la población bra-
sileña.
Las ganancias sociales obtenidas han sido importantes, pero se muestran,
hasta el presente momento, como insuficientes para provocar una modifi-
cación del cuadro de desigualdad exacerbada estructuralmente presente en
la sociedad brasileña. No obstante, tales efectos han permitido un retroceso
considerable de la pobreza. Como fue apuntado, el país conoce por primera
vez en su historia un patrón de crecimiento con reducción de la desigualdad.
El proceso se encuentra estrechamente asociado a la reglamentación y a
las políticas públicas, esto es, las oportunidades económicas han sido refor-
zadas por las instituciones del mercado de trabajo y de la seguridad social.
Bibliografia