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Abreo Hernández Johana Jaqueline 2409.

Teoría de las Ciencias Sociales.


TÍTULO DEL TRABAJO
INTRODUCCIÓN
El ser humano, vida consciente de sí misma, de que existe, de que es, busca contestarse la pregunta de: ¿quién
es?, y se encuentra en búsqueda permanente hacia la construcción de su identidad. La necesidad de obtener una
respuesta individualizada del ser yo mismo está íntimamente relacionada a la idea de identidad como persona
única, diferente e irrepetible que construye un marco de referencia, de orientación, que le permite ubicarse en
su mundo, es decir, que, apoyado en su sistema de valores, el hombre busca darle un significado, un sentido a su
vida, a su existencia.
Es plausible que una conciencia de sí mismo que ubique al hombre en su mundo y en la manera en que lo vive
es imposible sin un lenguaje o sistema de símbolos a través del cual organizar tal conciencia. El lenguaje se
suscribe en una lógica narrativa, es decir, de contarse historias de uno mismo a uno mismo y a los otros, y al
narrar estas historias construir un significado con el que nuestras experiencias adquieren sentido. La
construcción del significado surge de la narración, del continuo actualizar de nuestra historia, de nuestra trama
narrativa. Y esta es una actividad humana. Parece ser que el interés que la narrativa ha despertado en la
psicología contemporánea proviene del hecho de que, al adoptar una perspectiva no empirista, sino
constructivista o posmodernista, la comprensión de cómo la experiencia humana y la manera en que la
interpretamos influye en nuestro percibir del mundo que vivimos a cada instante pasa a ser uno de los temas
fundamentales. Tan es así que la narrativa ha sido convertida ya en una técnica de terapia para el tratamiento
psicológico.
Uno de los teóricos del movimiento narrativo en psicología es el psicólogo cognitivo Jerome Bruner, autor
sobre el que giraran la mayoría de las reflexiones por considerarse un referente sobre el que el proceso de su
propia vida establece ya de por sí un paralelismo con la forma conflictiva y de crisis en la que la narrativa se
instauró: Bruner cambia radicalmente de posición teórica como la psicología de dirección al instaurarse la
nueva lógica narrativa.
En el presente texto se propone la reconstrucción histórica de la terapia narrativa a través de la transición de la
revolución cognitiva del año 1956 a la segunda revolución, la “revolución cultural” de los años 70. Transición
que será desmenuzada desde las circunstancias históricas, políticas, sociales y de construcción teórica que
rodearon y al mismo tiempo impulsaron a Bruner a cambiar de orientación y, por otro lado, a la concreción de
esta revolución de la narración como forma de terapia.
Parece ser, entonces, que se parte de un acontecimiento, hecho u evento de la realidad actual en la que se sitúa
la psicología y a mí como autora del texto. Al examinarlo se me presentan interrogantes concretas que me
incitan a buscar en el pasado, preguntas concretas que me llevarán a comprender el presente y, en última
instancia, me llevan a orientarme en un propósito. Así, al interés general por conocer un tema actual, se le añade
mi interés particular. Mi interés puede quedar oculto o inexpresado, y quizá se deba a que yo misma no soy
consciente de él. Sin embargo, siempre quedará al descubierto a través de las preguntas (ya sea implícitas o
explícitas) que me plantee en desarrollo del texto. De ahí que a menudo resulte complicado distinguir lo que el
texto tendrá de reconstrucción histórica de lo que tiene de mi ideología y (¿por qué no?) de mi historia personal.
Por ello invito a que se ponga en tela de juicio la validez de los hechos que relato porque resulta evidente que,
en última instancia, el proceso de elaboración del presente ensayo no resultara ser más que un intento por
disipar lo que el significado y la manera en que opera tiene de angustioso en mi propia vida.

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