Diana Luisa López Flores

Periodismo Informativo
Reportaje

“Unas elecciones bañadas en agua

hirviendo de corrupción”
Las elecciones del pasado 6 de junio en México fueron bañadas en aguas de mentira,
engaño y sobre todo, miles de toneladas de abuso. La interminable guerra entre dos
supuestos proyectos de país enmascararon un juego nito para determinar quién sería
ahora quien ose robarle al pueblo mexicano.

La coalición Va por México, integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI),

Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), pidieron al pueblo
mexicano dar voto en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador porque de lo
contrario el país se hundiría en una “irremediable” banca rota.

Ridiculizando a las y los electores, cada bando explicó su opinión en la política mexicana
como si fuera una pelea de box, al estilo de Saúl “El Canelo” Álvarez. A rmando que
solo uno de los bandos rivales saldría vencedor y el adversario terminaría en un doloroso
knock out.

No obstante, detrás de ese discurso cargado de mentiras, la realidad de la contienda

ofreció una oferta de candidatas y candidatos que se han mudado de un partido a otro, no
porque posean una vocación política honesta, sino porque no quisieron perder el fuero ni
la protección que viene con los cargos.

No hubo diferencia entre los partidos. Todos abusadores, mentirosos y corruptos. No fue
relevante que quienes aspiraron tenían antecedentes de estilo penal, acusados de delitos

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sexuales, involucrados en múltiples relaciones inconfesables con el crimen organizado,
con una nula capacidad para hablar de política, y por supuesto unos cínicos
desvergonzados.

Parte de la oferta política que se presentó a cada uno de los mexicanos en las boletas dio
vergüenza y, al mismo tiempo, presentó evidencia de lo poco que ha cambiado
políticamente nuestro país.

Uno de las personalidades destacadas en este circo fue Habiel Medina Moreno, candidato
de Morena para la presidencia municipal de Soto la Marina, Tamaulipas. Este político no
pudo visitar a sus votantes porque está recluido en prisión, presuntamente por haber
desviado recursos del erario.

Se sumaron también candidaturas de personajes acusados de haber cometido violencia

sexual. Se lleva el lugar más destacado Félix Salgado Macedonio, aspirante de Morena
para la icónica gubernatura en el estado de Guerrero. Tiene al menos cinco acusaciones
por abuso sexual y, sin embargo, los líderes de su partido lo han defendido con rmeza,
que ni los mismísimos héroes de la patria.

Me es necesario también mencionar a un gran cínico de nuestra política actual: Samuel

García Sepúlveda. Este candidato por el partido Movimiento Ciudadano, dio pruebas de
frivolidad, destreza discriminatoria y misoginia y, sin embargo, la caída de Clara Luz, su
oponente, lo catapultó en las preferencias electorales. Uno más de la casta que logró
lavarse la cara jugando a ser oposición.

Es una completa burla hacia el pueblo mexicano que esta elección sea diferente, de nitiva
o trascendental.

Es igual a muchas otras que nuestro país ha experimentado donde la clase política ofrece
un patético espectáculo con el único propósito de permanecer bajo los re ectores del
escenario. No hay quién se crea lo del gran desafío, tampoco lo de la ingenua pelea de
box entre competidores honestos.

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