Está en la página 1de 4

Lucas 10.

21–24 (RVR60)

Jesús se regocija

(Mt. 11.25–27; 13.16–17)


21
En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre,
Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y
las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. 22Todas las cosas me fueron
entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el
Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
23
Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo
que vosotros veis; 24porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que
vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

Jesús se goza de saber que nuestros nombres están escritos en el cielo, si el estuvo dispuesto a
sufrir en la cruz fue pensando en la recompensa, en los hijos que iba a obtener; al pueblo que se le
ofrecería voluntariamente en el día de su poder, por cada uno de nosotros, el se gozo de saber
que un día seriamos ya, definitivamente suyos.

El gozo de Jesús es la alabanza del Padre, las cosas que nos produzcan gozo en la tierra deberían
ser cosas por la cuales podamos alabar al Padre, te gusta ver un atardecer puedes alabar a Dios
por ello, te gusta pegarle a otra persona no puedes alabar a Dios por eso, te gusta hacer deporte
puedes alabar a Dios por ello. Te gusta trabajar para el Señor repartiendo folletos, llevando ayuda
a los necesitados, puede alabar a Dios por ello.

Señor del cielo y de la tierra Jesús reconoce la absoluta soberanía de Dios.

Escondiste estas cosas de los sabios y entendidos.

Pero no todo esta encubierto, luego no se queje el malo o ponga pretexto de que no sabia porque
no podía saber:

Romanos 1.20–22 (RVR60)


20
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles
desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo
que no tienen excusa. 21Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni
le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue
entenebrecido. 22Profesando ser sabios, se hicieron necios,
Es cuando el hombre dice ser sabio cuando se hace necio, cuando el hombre dice estar
lleno: Dios sale cuando el hombre se “vacía” Dios lo llena, cuando el hombre dice no
necesito a Dios para explicar el origen del mundo empieza a inventar cosas tan tontas tan
necias como que de una explosión apareció todo lo que hay o que el mono es su papá y
las lombrices sus abuelas.

Profesando ser sabios se han hecho inútiles, sacando a Dios de la familia inventaron el
homosexualismo y otras maldades cada vez que sacan a Dios de la ecuación el hombre se
vuelve idiota.

1 Corintios 1.18–21 (RVR60)

Cristo, poder y sabiduría de Dios


18
Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan,
esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19Pues está escrito:
Destruiré la sabiduría de los sabios,

Y desecharé el entendimiento de los entendidos.


20
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este
siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21Pues ya que en la sabiduría de
Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los
creyentes por la locura de la predicación.

Dios no vino buscando ni a sanos ni a sabios, el busca humildes que reconozcan su pecado,
su maldad y su ignorancia.

Ojo no vino buscando a pecadores y a tontos para dejarlos así, pues por el somos
transformados de gloria en gloria.

Y las has revelado a los niños:


Mateo 18.2–4 (RVR60)
2
Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, 3y dijo: De cierto os digo, que si no
os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 4Así que,
cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.

Si Padre porque así te agrado, LA SOBERANA GRACIA


Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre, así que Jesús es igual que el Padre y
como Hijo también recibió dominio sobre todas las cosas que están en el cielo como en la
tierra, lo cual actúa en favor de nosotros también.

y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre,

Solo un ser eterno puede conocer plenamente a un ser eterno, pero además habla de un
conocimiento intimo, una relación exclusiva, solo el Padre puede conocer al Hijo esto seria
chocante a los Judíos pues se pone en primer lugar que el Padre, ni quién es el Padre, sino
el Hijo, en realidad hay igualdad, aunque el Hijo se someta al Padre ambos son Dios y solo
ellos pueden conocerse plenamente saber cual es su voluntad, sus deseos y su poder,
pero agrega además: y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar:

Ester 6.6–10 (RVR60)


6
Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y
dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey honrar más que a mí? 7Y respondió
Amán al rey: Para el varón cuya honra desea el rey, 8traigan el vestido real de que el rey se
viste, y el caballo en que el rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza; 9y
den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más nobles del rey, y vistan
a aquel varón cuya honra desea el rey, y llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad, y
pregonen delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey. 10Entonces el rey dijo
a Amán: Date prisa, toma el vestido y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío
Mardoqueo, que se sienta a la puerta real; no omitas nada de todo lo que has dicho.

¿Fue la honra para el Orgulloso Aman o fue para humilde Madoqueo?

23
Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que
vosotros veis; 24porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros
veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

Bienaventurados vosotros que veis, no no fue lo que dijo Jesús

Dijo: Los ojos que ven: lo que vosotros veis.

Es a nosotros a quien va dirigida esta bienaventuranza esta dicha es para nosotros que por
medio de la fe vemos lo que los discípulos vieron, nosotros por la fe vimos a Jesús en el
pesebre, a Juan bautizarle en el Jordán y a Jesús levantar a Lázaro, por la fe vimos al Cristo
sufrir en la cruz y por la fe le vimos resucitar al tercer día, con nuestros ojos le vimos
ascender y con fe le veremos volver, somos bienaventurados por ver sin creer, y por creer
podemos ver los milagros y oír las benditas palabras de vida eterna.

También podría gustarte