¿Qué es Misión Permanente?

José Marcos Castellón Pérez, Pbro.

La misión permanente es la urgencia que Papa ha pedido se atienda, se conozca y

se lleve a la practica en cada parroquia, pues es tarea de la Iglesia Evangelizar (EG
111). Con lo anterior podemos afirmar entonces que la Iglesia es misionera por
naturaleza. Esta misión se realiza en un contexto histórico.

El contexto histórico en el que la Iglesia desarrolla su misión se da en la sociedad y

al interior de la misma Iglesia. En el contexto social el Papa Francisco hace alusión
a dos realidades: 1) la situación económica que vive la humanidad y que tanto
afecta a los mas pobres. 2) la cuestión cultural, que viene a concretizarse en el
secularismo posmoderno.

En el contexto eclesial el Papa señala las tentaciones reales que pueden entorpecer
el impulso misionero porque carcomen desde dentro a la misma Iglesia, el principal
agente de la misión.

La mision hoy implica varios desafios de acuerdo a las variadas realidades. El Papa
señala como defío frente al secularismo, la evangelización a las culturas a través
de la inculturalización del Evangelio.

La misión es, por tanto, la misma obra de salvación de Dios, la acción de su

misericordia, que como Padre amoroso ha enviado a su Hijo Jesucristo para
ofrecer la participación de su vida divina por medio de la acción del Espíritu Santo.
La misión de evangelizar a todas las naciones lleva a la Iglesia a encarnar el
Evangelio en cada cultura, entendida ésta como la totalidad de la vida de un
pueblo.

Para lo anterior necesitamos agentes e instrumentos de la misión, esto son todos

los que s ehan encontrado con Cristo, o sea todos los bautizados, todos somo
discipulos y misioneros en virtud del sacramento del bautismo. Se es misionero
porque se es discípulo, es decir, la misión nace de una necesidad intrínseca del
creyente que comunica el mayor de los bienes que ha recibido de forma gratuita.

El principal instrumento de la misión es el anuncio del kerigma, que es el centro de

la actividad evangelizadora, “es el fuego del Espíritu que se dona en forma de
lenguas y nos hace creer en Jesucristo, que con su muerte y resurrección nos
revela y nos comunica la misericordia infinita del Padre” (EG 164).
La parroquia, que es la experiencia más concreta de Iglesia, es el espacio
privilegiado de la misión porque ahí tienen cabida y pueden desarrollarse los
diversos ministerios y carismas que Dios otorga a la Iglesia por medio de su
Espíritu.

Otro instrumento que señala el Papa Francisco para la misión es el diálogo, que es
una forma de encuentro, de búsqueda de consensos y acuerdos, instrumento de
pacificación y testimonio creíble de reconciliación.

Hay actitudes que deben de caracterizar a los agentes de la misión, el Papa hace
mucho énfasis en: LA ALEGRIA, LA COMUNIÓN Y PARTICIPACIÓN; LA SÁLIDA;
INVOLUCRARSE EN LA VIDA DE TODAS LAS PERSONAS; LA PACIENCIA; RESPETO
Y AMABILIDAD.

El anuncio de la Buena Nueva no excluye a nadie, por eso la Iglesia debe de salir y
predicar a todos tanto fieles que conservan una fe católica intensa y sincera, como
las personas bautizadas que no viven las exigencias del bautismo y tambien a los
que no conocen a Jesucristo o siempre lo han rechazado.

La finalidad de la evangelización es que el mundo en Cristo tenga vida digna, es

decir, la instauración del Reino Dios en los valores de la justicia, de la paz y de
amor, rasgos que manifiestan que Dios reina en el mundo y que preparan a la
participación eterna del Reino eterno del cielo.

Cuando se habla de misión permamente se hace alusión a la llamada permanente

de Jesús a los agentes para que estén con Él y de enviarlos a predicar, una
llamada para que los discípulos misioneros oren y trabajen.

El discípulo misionero se dirá una y otra vez, de forma permanente: “Yo soy una
misión en esta tierra, y para eso estoy en el mundo. Hay que reconocerse a sí
mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar,
levantar, sanar, liberar” (EG 273).