La paradoja de Fermi, propuesta por el Nobel de Física italiano del
mismo nombre, plantea la gran pregunta: Si en nuestro planeta ha surgido vida inteligente y hay miles de millones de estrellas en la galaxia, también ha podido ocurrir lo mismo en algún otro lugar. Pero, en ese caso, ¿por qué no hemos logrado establecer contacto con nadie ahí fuera? A pesar de que muchos astrónomos han escudriñado el firmamento durante décadas en busca de señales de otra civilización, solo impera el silencio. Lo que continúa son las últimas hipótesis al respecto y otras teorías sobre la vida extraterrestre que resultan, cuanto menos, asombrosas. Algunos investigadores proponen insólitas teorías sobre por qué no les vemos, otros llegan a sostener que los pulpos y otras formas de vida pudieron venir del espacio y hay quien cree que contactaremos en 20 años.
TEORÍA 1. SIN FÓSFORO NO HAY VIDA
1. Hasta donde sabemos, la vida no parece abundar en nuestra
galaxia. Y eso que en ella existen cientos de miles de millones de planetas, una parte de ellos parecidos a la Tierra y en órbita de estrellas similares al Sol. ¿Qué es lo que ocurre? Un equipo de astrónomos de la Universidad de Cardiff puede haber dado con la respuesta : sean cuales sean las condiciones de un planeta, la vida no surgirá en él si no hay una cantidad suficiente de fósforo. Y resulta que la distribución del fósforo en el Universo, y en nuestra galaxia, se produce de forma aleatoria, favoreciendo algunas regiones sobre otras. El fósforo es un elemento esencial para la vida, pero su presencia, y sobre todo su cantidad, puede no ser más que una simple cuestión de suerte. Una suerte que nos favoreció en la Tierra, pero que pudo dar la espalda a muchos otros mundos de nuestra galaxia, igual o mejor preparados que el nuestro para que la vida comenzara. TEORÍA 2. PUDIERON HABER ESTADO ANTES
1. Algunos científicos, como el astrofísico de la Universidad de
Pensilvania Jason Wright, miembro del Centro para Exoplanetas y Mundos Habitables, creen que una especie tecnológica podría haber existido en nuestro sistema planetario en una época anterior al surgimiento de la humanidad en la Tierra. A su juicio, la razón más obvia para la desaparición de una civilización anterior a nosotros sería «un cataclismo, ya sea un evento natural, como un impacto de asteroide con capacidad de extinción, o autoinfligido, como una catástrofe climática global». En ese caso, esa especie podría haber producido artefactos u otras señales tecnológicas que habrían sobrevivido hasta nuestros días. Buscar esos artefactos en lugar de microbios sería, para Wright, un camino potencial para resolver de una vez por todas la gran pregunta de la Astrobiología.
TEORÍA 3. PULPOS LLEGANDO DEL ESPACIO
1. Un equipo formado por 33 investigadores de las más prestigiosas
universidades del mundo publicaba recientemente una investigación insólita en la que planteaban que la vida no se originó en la Tierra. En el estudio dicen que a nuestro planeta han llegado, y llegan actualmente, organismos completos, tanto vegetales como animales, y no solo moléculas orgánicas, como se creía hasta ahora. Organismos que pueden dar lugar a nuevas líneas evolutivas, a «explosiones de vida» como la que sucedió hace casi 500 millones de años en el Cámbrico, o adaptarse a las condiciones de nuestro mundo y prosperar en él, como sería el caso de los pulpos, «lo más parecido a un ser extraterrestre que hay en la Tierra».
TEORÍA 4 ¿ Y si están en otro universo?
1. Dos artículos publicados recientemente en Monthly Notices of the
Royal Astronomical Society analizan qué ocurriría en universos paralelos con mayores proporciones de energía oscura que el nuestro . A través de masivas simulaciones por ordenador, los investigadores han creado universos con distintos parámetros iniciales y así han descubierto que las condiciones necesarias para la aparición de galaxias y de lugares donde puede aparecer la vida no son tan exclusivas como se suele pensar, lo que tiene importantes implicaciones para la teoría del multiverso. Los autores han calculado que universos con hasta 300 veces más energía oscura que el nuestro serían compatibles con la aparición de galaxias y, por tanto, de vida.