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DEL MISMO AUTOR por nuestro sello editorial

MICHAEL PALMER

CURA MILAGROSA CAUSAS NATURALES TERAPIA MORTAL DECISIÓN


FATAL

EMECÉ EDITORES
820-3(73) Palmer, Michael
PAL Cura milagrosa. - la ed. - Buenos Aires : Emecé,
1999.
360 p. ; 23x15 cm. - (Grandes novelistas)

Traducción de: Elizabeth Casáis

ISBN 950-04-2030-9

I. Título - 1. Narrativa Estadounidense

A JUDITH PALMER GLANTZ


Por tu talento como madre y tu gracia
como ex.
y
En memoria de
mi padre. Te
extrañamos,
papá.

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Emecé Editores S .A.
Alsina 2062 - Buenos Aires, Argentina
E-mail: editorial@emece.com.ar
http: //www.emece.com.ar

Título orginal: Mímele Cure


Copyright © Michael Palmer, 1998
©EmecéEditores S.A., 1999

Diseño de tapa: Eduardo Ruiz


Ilustración de tapa: Alberto Ciupiak
Fotocromía de tapa: Moon PatrolS. R. L.
Primera edición: 8.000 ejemplares
Impreso en Imprenta de los Buenos AyresS.A.I.yC.,
Carlos Berg 3449, Buenos Aires, agosto de 1999
Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida,
sin la autorización escrita de los titulares del "Copyright",
bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción
parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento,
incluidos la reprografiay el tratamiento informático.

IMPRESO EN LA ARGENTINA / PRINTED IN ARGENTINA


Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723
I.S.B.N.: 950-04-2030-9
9.054
AGRADECIMIENTOS

Mi nombre aparece en la tapa de este libro, pero no fui el único


responsable. Mi más profunda gratitud, una vez más, a mi in-
cansable editora, Beverly Lewis, ala editora asistente, Christine
Brooks, y a mis incomparables agentes, Jane Rotrosen Berkey,
Don Cleary y Stephanie Tade.

Asimismo agradezco:

Al doctor Anthony Zietman por la tarde en el King's Rook;


a los doctores Michael Fifer e Igor Palacios y al grupo del
laboratorio de cateterismo en el Massachusetts General Hospital
por su experiencia y hospitalidad;
al doctor Jerry Faich, por todo el material de medicina in-
terna;
al doctor George Allman, por compartir sus conocimientos y
experiencia;
al doctor Michael Czorniak por los artículos;
a los doctores Bob Smith y Bill Wilson por el juego de he-
rramientas;
a Beverly Tricco, Sam Dworkis y Mimi Santini-Ritt por las
lecturas;
a Matt, Bekica, Daniel y Luke por la inspiración y ayuda
para resolver problemas.
Y mi agradecimiento especial al doctor Cary Akins, hombre
del Renacimiento y reparador de corazones rotos.
Todas las personas mencionadas han contribuido mucho al
color y gusto de esta novela. Cualquier error o tergiversación de
los hechos me pertenece en exclusividad.

m.s.p.

11
1

Existen
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niños
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pasaría
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. Ella
puso
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para
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la
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no se
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prepara
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algo
para
comer,
ver la
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por
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ón,

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pero cuando intentaba moverse, repentinamente le acometía un estaba completamente enterrada en su piel. El dedo se veía
violento ataque de tos, acompañado por un horrible ruido de líquido terriblemente hinchado y de un color violeta oscuro, casi negro.
en el pecho. ¡Dios mío, por favor, ayúdame!... ¡Ayúdame!
Por primera vez empezó a sentir pánico. El espantoso gorgoteo en Ahogándose ahora, luchó por forzar el aire a través de la
los pulmones persistía. Ahora jadeaba para respirar. Empezó a caerle agitación en su pecho. Un dolor intenso y opresivo comenzó a
sudor por la frente y le ardían los ojos. Tenía el bolso junto a ella, en extenderse desde el esternón hasta el cuello... angina, igual que
la mesa de noche. Revolvió para buscar sus pildoras, aunque no tenía antes del tratamiento. Tenía que comunicarse con Ricky por
en claro qué iba a hacer cuando las encontrara. Sus dedos, que teléfono. ¿O era mejor llamar a emergencias? Tenía que
últimamente estaban hinchados la mayor parte del tiempo, ahora 16
parecían salchichas rígidas y repugnantes, azuladas y amoratadas.
El aire en la habitación húmeda se le antojó pesado y espeso. hacer algo. Su camisón estaba empapado de sudor. Respiraba y
Quizás otra pastilla diurética fluida podría ayudarla. Quizá también tosía al mismo tiempo, de manera que le entraba poco aire en los
otra de nitroglicerina. Con desesperación, vació el bolso sobre la pulmones. No había teléfono en el cuarto de huéspedes.
cama. Junto con varios frascos con pastillas había una tarjeta de cita Resueltamente se levantó del borde de la cama y avanzó
de la clínica en el Instituto Cardíaco de Boston. Las gotas de dando tumbos hasta el tocador. Sus pies eran como botellas con
transpiración cayeron del rostro a la tinta. Su próxima cita era dentro agua, los dedos de los pies poco más que protuberancias sobre la
de una semana. Para poder visitar a Ricky esos once días, había piel hinchada. Otro espasmo de tos le robó el poco aliento que le
tenido que saltear un tratamiento con Vasclear; el primero que se quedaba. Se aferró a la esquina del tocador, casi sin fuerzas para
salteaba en casi un año. Pero no podía ser que por esa medicación mantenerse erguida. La tos ya era despiadada, inexorable. El
salteada le costara tanto respirar. Sólo recibía una dosis cada dos sudor le caía en cascadas. Pudo levantar la cabeza sólo lo
semanas, y pronto iban a reducirla a una por mes. Además, su suficiente para ver que el espejo estaba salpicado con sangre.
cardiólogo le había dicho, cuando ella llamó para consultarlo, que no Detrás del rocío escarlata estaba su rostro ceniciento. Era una
había ningún problema en que viajara. aparición aterradora. Su cabello estaba mojado de sudor. Una
¡Dios mío!, pensó, mientras tragaba con desesperación una escarcha sangrienta le cubría los labios y la barbilla.
pildora de cada uno de los frascos de medicina. ¡Dios mío!¿qué me Presa de un pánico como nunca había sentido, Sylvia se alejó
está sucediendo? De repente recordó que la nitroglicerina, que no de su imagen, tropezó y cayó pesadamente al piso. Al caer, oyó
tomaba desde las primeras épocas del tratamiento con Vasclear, debía tanto como sintió que se le quebraba la cadera izquierda. Un
disolverse debajo de la lengua y no tragarse. Trató de acomodar otra dolor repentino y atroz explotó en ese lugar. Empezó a perder el
pildora debajo de la lengua, pero le temblaban tanto las manos que conocimiento. El dolor agonizante en la cadera y en el pecho
derramó las diminutas grageas por la cama y el piso. empezó a ceder. Ricky... Barbara... María... Johnny. Uno a uno
El dedo anular de la mano izquierda empezaba a latirle. La se le aparecieron los rostros de sus hijos. El último rostro que
alianza de oro que llevaba puesta desde hacía más de cincuenta años vio fue el de su Angelo. Éste le sonreía... y la llamaba.

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THE BOSTON GLOBE
Droga de la selva: una promesa para las
enfermedades cardíacas

Investigadores de Newbury Pharmaceuticals,


sita en Boston, anuncian aquello que, según
dicen, podría resultar un descubrimiento fun-
damental para el tratamiento de la
enfermedad cardíaca, asesina número uno de
los Estados Unidos...

—No puedes echar el siete de corazones, Brian. Acabo de re-


coger el ocho de corazones tres manos atrás.
—Te apuesto a que tienes ochos.
—De acuerdo... perdiste... Gin.
Brian Holbrook observó cómo su padre se anotaba gin más
diecinueve y mezclaba los naipes con experimentada maestría.
Las manos que una vez fueron gruesas y fuertes, lo suficiente
para romper nueces, estaban manchadas por sesenta y tres años
al sol, y huesudas a raíz de casi una década de enfermedad. Sin
embargo, aún podían manejar los naipes.
Jack Holbrook, Black Jack Holbrook para muchos desde que
Brian tenía memoria, no era un jugador profesional, pero le
encantaba apostar. Él lo llamaba "arriesgar", y lo hacía con
cualquier cosa, desde el Super Bowl hasta con que si el primer
auto que doblaba la esquina era de fabricación nacional o ex-
tranjera. Dos dólares, diez, cien, la cantidad no le importaba a
Jack. La apuesta era lo importante. Era, y siempre había sido,

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el hombre más competitivo que Brian jamás había conocido. res estaban bajo control. Sin embargo, el aspecto exterior de su vida
Con cuidado, para que su padre no lo viera, Brian echó un vistazo todavía dejaba mucho que desear.
a su reloj: las tres de la tarde. Hacía casi dos horas que jugaban gin. A El turno de Brian del sábado por la noche en Aphrodite había terminado
un centavo por punto, jugaban hasta que uno de ellos, invariablemente después de las tres, así que recién se despertó a las diez de la mañana.
Jack, llegaba a diez mil. En este momento Brian le debía más de Tenía planeado ir a correr, y después, quizá, jugar un poco de touch fútbol
setenta dólares. con alguno de los chicos del parque. A ellos les encantaba tenerlo en sus
—¿Qué tal si dejamos y miramos el partido? —sugirió. partidos, en especial cuando Brian hacía correr a alguno y le arrojaba una
—¿Y si vamos a Boston, cenamos temprano y vemos esa nueva bala espiral de cincuenta o sesenta yardas. Pero una sola mirada a Jack le
película de Van Damme? había hecho cambiar de opinión. El hombre que había sido entrenador de
—Tengo que estar en el club a las nueve. Brian desde la Pop Warner hasta la escuela secundaria y después en la
—Tenemos tiempo de sobra. No recuerdo la última vez que universidad estaba envuelto en una manta, sentado en su silla favorita,
pasamos un día entero juntos, como hoy. como durante gran parte de la noche. Sobre la mesa, junto a él, había
Jack tenía razón. Con dos empleos y las visitas semanales varios remedios cardíacos y otros para el dolor. Se veía fatigado y
supervisadas a las niñas, Brian iba de un lado para otro o estaba necesitaba afeitarse.
profundamente dormido, boca abajo sobre el cubrecama. El club era —¿Tienes planes para hoy, entrenador? —preguntó Brian. —Sí. El sultán
Aphrodite, uno de los clubes de rock Day-Glo en Lansdowne Street, de Brunei va a pasar a visitarme con su harén. Pero le dije que para mí sólo
frente al Fenway Park. Brian era quien echaba a los ebrios y tres. —¿Qué tal si te preparo el desayuno? El corte militar de Jack, sus
alborotadores, un matón. Con su metro noventa y tres de altura, rasgos pronunciados y los restos del bronceado del verano le ayudaban a
desempeñaba bien el papel, aunque a los treinta y ocho años estaba un parecer más joven y saludable de lo que en realidad era. Pero Brian sabía
poco viejo para esa tarea. Sin mencionar, por supuesto, su educación. que su condición cardíaca empeoraba día a día. Algunas porciones del
Un título de M.D. especializado en medicina interna y en cardiología quíntuple bypass realizado hacía seis años se estaban cerrando. Brian tomó
lo convertían en una rareza entre los matones. Pero sin la matrícula del el frasco pequeño con tabletas de nitroglicerina y miró en su interior.
Comité de Matrículas y Etica Médica, dichos títulos sólo servían como Quedaba menos de la mitad. —¿Cuántas de éstas tomaste ayer? —quiso
fondo de jaula. saber. Jack le quitó el frasco y se lo guardó en el bolsillo de la camisa.
Era una tarde de domingo rara para él, pues la tenía com- —Si debo decirte la verdad, no recuerdo haber tomado ninguna.
pletamente libre. Becky y Caitlin pasaban el fin de semana en casa de —Vamos, Jack.
los padres de Phoebe, así que su visita semanal se había pospuesto —Mira, estoy bien. Sólo ocúpate de tus asuntos y deja que yo me ocupe de
para el martes. Y por alguna razón desconocida su jefe en Speedy los míos.
Rent-A-Car había olvidado de hacerlo trabajar otro domingo en la —Tú eres mi asunto, Jack. Soy tu hijo y soy cardiólogo, ¿recuerdas?
oficina. Empleado desde los inicios de Speedy, a Darryl le encantaba —No. Eres matón en un bar. Y alquilador de autos.
ejercer poder sobre las personas, en especial sobre los universitarios Brian iba a reaccionar al comentario irónico, pero se contuvo.
recién graduados, que utilizaban la agencia como entrada en el Probablemente Jack tenía menos horas de sueño que él.
mercado laboral. Hacía poco tiempo había descubierto que Brian era —Tienes razón, entrenador —respondió Brian, deseando poder dejar
médico y, desde entonces, Darryl había hecho todo lo posible por de apretar las muelas—. Cuando vuelva a ser cardiólogo, podré dar
recuperar el tiempo perdido. consejos. Antes no. Déjame tostarte una rosca.
Matón... empleado en alquiler de autos... visitas supervisadas a sus
hijas... vivir con papá... Brian sabía que, después de dieciocho meses 23
de difícil tarea: terapia, reuniones en Narcóticos Anónimos e
interminables horas con su padrino de NA, Freeman Sharpe, un
encargado de edificios con veinte años de recuperación de la adicción
a la heroína, sus demonios interio-

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A la sala de estar del departamento que Jack poseía desde hacía ner que escuchar. Su adicción era completa y total años antes de
diez años, cuando sufrió el ataque cardíaco, al igual que al resto de la violar la ley y sus propios principios al redactar la primera receta
casa, le faltaba el toque femenino. Había fotografías deportivas en para sí mismo.
las paredes y trofeos en casi todas las superficies posibles. La mayor —Jack, ¿de verdad te sientes bien para ir hasta la ciudad? —
parte de los premios llevaba el nombre de Brian. Pertenecían a un le preguntó ahora Brian.
hombre que necesitaba de trofeos brillantes y certificados —No sé. Creo que sí. Estoy un poco inquieto, hijo. Y ganarte
enmarcados para elevar su autoestima. Cuando Brian se mudó, todos al gin no es lo que llamaría la actividad más fascinante del
esos trofeos habían resultado un problema para él, pero Freeman mundo.
Sharpe lo había ayudado a manejarlo: Recuerda que tu padre te ama —Te propongo algo. Cortamos los naipes; si ganas, vamos a
y que siempre quiso para ti más de lo que jamás quiso para sí ver a Jean-Claude van Damme y después a cenar donde quieras.
mismo. Y si toca tus botones, sólo ten presente que tu padre es —¿Y si pierdo?
experto en ello pues fue él quien los instaló. Y por fin, al igual que Brian vio que su padre sabía lo que iba a decir.
tantas otras cosas que al principio le parecían una enormidad, los —Si pierdes también vamos a Boston. Pero tienes que
trofeos no tuvieron más importancia de la que Brian eligió darles. prometerme que volverás a ver al doctor Clarkin.
Al acercarse a la pequeña cocina, miró una de las fotografías —Estoy bien.
colgadas de la pared, junto a la puerta. Era la foto oficial del equipo —No estás bien. Pasaron seis años desde tu operación.
de la Universidad de Massachusetts, tomada justo antes del Clarkin puede examinar tus injertos o reemplazarlos.
comienzo de esa fatídica temporada júnior. Él estaba en la mitad de —Basta de Clarkin, basta de cirugías. Ya te lo dije mil veces:
la penúltima hilera. El número 11. Entonces, por primera vez desde ya pasé por mi último catéter y mi último tubo.
que recordaba, fijó la mirada en un rostro en el extremo derecho de Como suele suceder en el caso de un médico o de un pariente
la última fila. El del doctor Linus King, el ortopedista del equipo. de médico, todas las cosas que podían salir mal en el posto-
Brian había mirado muchas veces esa foto; por el lugar donde estaba peratorio fueron así en el caso de Jack: insuficiencia cardíaca,
colgada no le quedaba mucha elección. Era curioso que nunca se infección, revisión de injertos, reinfección. En total fueron ocho
hubiera fijado en el hombre hasta este momento. En innumerables terribles semanas en el hospital lo cual, en estos tiempos, sig-
sesiones de terapia y reuniones de recuperación, Brian había logrado nificaba que Jack estaba terriblemente enfermo. Durante muchas
aceptar la responsabilidad de su adicción a los calmantes recetados. de esas semanas Jack, literalmente, había rogado que lo dejaran
Pero si había algún responsable, ése era King. morir. Cierto, Black Jack era más obstinado que la mayoría, pero
Brian reprimió la necesidad súbita de estrellar el puño contra la después de haberlo visto cada uno de esos cincuenta y seis días,
foto. Durante el año siguiente a la reconstrucción de la rodilla de Brian no podía culparlo por no querer volver al quirófano.
Brian, Linus King, deidad de la medicina del deporte, siempre estaba —Está bien —respondió Brian—. Pero nunca te había visto
demasiado ocupado para realizar una reevaluación más minuciosa de rechazar una apuesta amistosa.
su trabajo, y mucho menos sentarse a hablar con su paciente sobre el —Es porque tengo la reputación de pagar siempre cuando
dolor persistente en la rodilla. En cambio, le había aconsejado tener pierdo. Y sé que esta vez no voy a cumplir. Te diré qué haremos.
paciencia y hacer la rehabilitación, además de recetarle centenares de Cortamos una vez: los setenta y un dólares que me debes contra
percocets y otros calmantes. Por fin se le realizó otra resonancia el cine y la cena.
magnética, que reveló una fractura antes inadvertida. Un yeso y tres —Es un trato. —Brian dio vuelta la reina de bastos. —¡Eh,
meses de reposo curaron el hueso roto, pero para entonces Brian era parece que mi suerte está cambiando!
atendido por innumerables médicos muy atareados, cada uno Jack cortó el tres de diamantes. Se quedó mirando la carta
dispuesto a confeccionarle una receta a cambio de no te- unos segundos.
24 —Quizá la mía también —comentó.
Se puso su suéter favorito, un cárdigan anaranjado algo
25
raído, que la madre de Brian le había regalado justo antes de su Massachusetts, Rhode Island, Nueva Hampshire del Sur.
muerte, casi trece años atrás. Sin trabajo no había matrícula. Sin matrícula, no había trabajo.
—¿No tendrás frío si bajo la capota? —preguntó Brian. Y ahora, este último mes, simplemente había dejado de in-
—No... Este... Hijo, antes de irnos quiero quitarme un peso tentar. Dio un paso atrás y empezó a meditar sobre otros rumbos
del pecho. que podría tomar su vida. El proceso no fue fácil, pero tuvo una
—Adelante. ventaja: rara vez, en todos esos meses de rechazos y frustraciones,
—Yo... no estuve bien esta mañana al decirte que no eras pensó en beber o en tomar pildoras.
cardiólogo. —¿Estás listo, papá?
—No te preocupes. Además, nunca presté atención a nada de lo —Adelántate y baja esa capota. En seguida voy.
que dices. ¿Por qué iba a empezar ahora? Jack Holbrook se dirigió lentamente al baño. Cuando oyó la
—Es que me siento frustrado, eso es todo. Y no comprendo puerta principal abrirse y luego cerrarse, se apoyó rápidamente
cómo pudiste permitir que esto sucediera. contra la pared, luchando por respirar más despacio, cuando una
—Lo sé, papá. A veces tenemos que tocar fondo para aprender punzada de dolor se abrió paso hasta la mandíbula desde la
a disfrutar de la vida. clavícula. Buscó el frasco de nitroglicerina en el bolsillo de la
—Estoy seguro de que algo se presentará. Brian alejó camisa y disolvió una bajo la lengua. Medio minuto después, el
la mirada. —Claro —dijo. dolor empezó a ceder. Se enjugó el sudor perlado del labio
En realidad, estaba razonablemente seguro de que nada iba a superior y dio un suspiro profundo y agradecido.
presentarse. El Comité de Etica había determinado, seis meses —Jack, ¿todo está bien? —gritó Brian desde los escalones del
atrás, que estaba recuperado y listo para volver a ejercer. Sin frente.
embargo, en los casos de abuso de drogas y de alcohol tenían la —Sí, bien, Brian. Todo está bien.
política de insistir en que un médico debía tener empleo con
El Towne Deli era un sitio pequeño y moderno situado en
estricta supervisión y tests de orina al azar antes de poder emitir
Boylston, con una buena mesa de ensaladas y emparedados de
una matrícula. Sin empleo no había matrícula. Era la ley inmutable
nueve dólares. Brian dejó a su padre en la puerta y tardó diez
del Comité. Brian decía que en Boston, con tres facultades de
minutos hasta encontrar un sitio para estacionar. El condominio
Medicina e innumerables hospitales escuela, había más
de Jack estaba en Reading, un suburbio de clase obrera a ambos
cardiólogos que bacalao. ¿Para qué iban a arriesgarse a contratar a
lados de la ruta 128, al noroeste de la ciudad. El viaje, bajo los
alguien sin matrícula activa?
últimos rayos de sol de la tarde, fue una delicia por ser domingo,
Sus dos hijas y el estado médico incierto de Jack hacían
puesto que todas las mañanas era una pesadilla. Y el LeBaron rojo
imposible que Brian se mudara mucho más allá del Este de
de Brian, con tres años encima, lo mejor que había retenido
Massachusetts. Así que había hecho todo lo posible: respondido a
después del divorcio, era el auto perfecto para este día.
los avisos del diario de cardiología y del New England Journal of
Durante el viaje, Brian sabía que Jack deseaba información.
Medicine y despachado por lo menos dos docenas de curriculum
¿Alguna perspectiva de trabajo? ¿Alguna novedad del Comité?
vitae. Se había comunicado vía Internet hasta superar su capacidad
¿Alguna mujer interesante? Pero quizá, en honor a la calidez del
de ser rechazado, y había visto colegas, a quienes creía amigos,
día y a la paz que reinaba entre ellos, Jack se guardó para sí sus
darle vuelta la cara. Hasta había publicado un anuncio por su
pensamientos. Brian también evitó el tema irritante de la salud de
cuenta:
Jack. En cambio, alternaron entre deportes y silencio.
Brian entró en el Towne Deli y vio a su padre en una mesa
Ex jefe de cardiología y director de laboratorio de cateterismo en
pequeña en el rincón. Durante algunos segundos se quedó parado
hospital de la zona de Boston busca trabajo en grupo en el Este de
junto a la puerta principal, contemplando lo que quedaba
27
26
del hombre que tanto había dominado las primeras dos décadas de su vida. Casi desde el primer día en que Brian dio sus primeros pasos, el
entrenador estuvo presente, supervisando su dieta, vida social y ejercicios, creando lo que él creía que iba a ser: uno de los mayores
quarterbacks. Y si no hubiera sido por un partido, podría haberlo logrado.
Jack estaba sentado, inmóvil, mirando el menú. Entonces, de manera casi inconsciente, empezó a frotarse el pecho y el cuello. Brian se apuró
por llegar hasta él. Debajo del bronceado, Jack estaba pálido. Tenía los ojos vidriosos. —Jack, ¿qué ocurre? ¿Tienes dolor? Jack Holbrook
respiró hondo por la nariz y asintió. —Un poco —logró decir en un medio gruñido. Brian revisó el pulso en la carótida, a ambos lados del cue-
llo de Jack. Eran regulares pero débiles. Se le había formado una película de sudor sobre la frente.
—¡Jesús! —murmuró Brian—. Jack, ¿tienes tus nitro? Jack extrajo el frasco del bolsillo de su camisa. —No debí haber venido a Boston —dijo
con voz ronca. —Tonterías —respondió Brian, con esa calma extraña y paradójica que desde hacía muchos años era su respuesta a las crisis
médicas—. No habría sido diferente. Vamos, papá. Voy a sentarte aquí, en el piso, y a darte una de tus nitroglicerinas. ¿Todavía tienes la
aspirina que te puse en la billetera? Bien, déjame que la saque.
O bien Jack estaba sufriendo angina de pecho —una porción de su corazón no estaba recibiendo suficiente flujo de sangre— o una
trombosis coronaria masiva: infarto de miocardio, en el cual un segmento del corazón no recibía sangre. Si el problema era una arteria obstruida
por un coágulo, la aspirina extra podía ayudar a disolver el bloqueo antes de que éste produjera un daño permanente.
—¿Algún problema, señor?
Brian levantó la mirada al gerente del restaurante, un hombre calvo. Claro que no, siempre siento a mi padre en el piso de los restaurantes,
pensó Brian.
—El es paciente cardíaco y tiene dolor en el pecho —explicó.
—¿Quiere... quiere que llame una ambulancia? ¿O que pregunte si hay algún médico por aquí?
—Yo soy médico —respondió Brian, por primera vez en un año y medio—. Y la ambulancia me parece una idea excelente.
En silencio, Brian se maldijo a sí mismo por ceder y haber viajado a Boston. El médico internista de Jack, el cardiólogo, el cirujano y todos sus
28
registros estaban en el Hospital Suburbano, situado del otro lado de la ruta 128. Era un hospital excelente, famoso por su ortopedia, medicina de
rehabilitación y en algunos círculos, por su ex jefe de Cardiología llamado Brian Holbrook.
Brian volvió a revisar el pulso de Jack y se enjugó la frente.
—¿Cómo anda el dolor, Jack? De uno a diez.
—Seis. La nitro me está ayudando. ¿Qué probabilidades de que sea una trombosis?
—Cincuenta-cincuenta.
—Qué mal.
—Quédate ahí. El técnico en Emergencias Médicas va a darte un poco de oxígeno y algún calmante y te sentirás mucho mejor.
—Diez dólares a que uno de los TEM en la ambulancia es mujer. ¿Apuestas?
—Apuesta aceptada. Sólo quédate tranquilo. ¿Quieres acostarte sobre el piso?
—No puedo.
En la distancia podían oír una sirena que se aproximaba. Brian no dejaba de revisar el pulso de la muñeca de Jack. La transpiración, tan
típica en un episodio cardíaco, parecía menos abundante.
—Todo está bien, papá. ¿Cómo va el dolor?
—Diez.
—¿El dolor aumentó a diez?
—No, me debes diez dólares.
Jack hizo una señal con la cabeza en dirección a la puerta, donde una joven de pelo castaño, vestida con un mono azul de TEM, cargaba un
extremo de la camilla. Brian presentó a su padre y le dio un resumen de la situación, así como del tratamiento limitado que le había instituido.
—¿Usted es médico? —preguntó de inmediato la joven.
—Cardiólogo. Brian Holbrook.
—Bien, en este equipo no tenemos orgullo, doctor Holbrook —dijo la joven, mientras hacía, según parecía, diez cosas a la vez, y todas bien
—. Si nos olvidamos de algo, sólo dígalo.
—Gracias. Jack es paciente del Hospital Suburbano.
—Bien, en pocos minutos pasará a ser paciente del White Memorial. ¿Está de acuerdo?
El White Memorial no sólo era el mejor hospital de la ciudad, sino también el hogar del Instituto Cardíaco de Boston,

29
uno de los centros más importantes de su clase. Brian recordó la entrevista que había tenido al solicitar la residencia de Cardiología. La carta de
rechazo que recibió más tarde no fue una sorpresa. "Teniendo en cuenta todo lo que me ocurrió desde entonces, el entrevistador demostró muy

buen juicio", reflexionó.


Brian advirtió la mejoría inmediata de Jack con un poco de morfina intravenosa y de oxígeno.
—En realidad —respondió a la joven TEM— allí es precisamente adonde iba a pedirles que lo llevaran.

Brian se acomodó en el poco espacio de la ambulancia para el


corto viaje desde Back Bay hasta el White Memorial. El dolor de
su padre había descendido a dos o tres en la escala para cuando
partieron del Towne Deli. Sin embargo, en todo el viaje Brian iba
vigilando el monitor. La ausencia de latidos de más constituía una
buena señal, pero la forma de la onda del cardiograma sugería una
trombosis coronaria aguda.
El cardiólogo de Jack en el Suburbano era Gary Gold, uno de
los ex socios de Brian, el único de los cuatro que creyó que Brian
se estaba recuperando de una enfermedad y que debía volver a ser
admitido como médico apenas estuviera listo. En silencio, Brian se
maldijo por no insistir en que Gary fuera más enérgico para
persuadir a Jack de realizar otro cateterismo cardíaco, así como
una evaluación quirúrgica. Pero como Jack estaba tan empecinado
en no volver a someterse a cirugía, ¿qué podían hacer?
El White Memorial era un conjunto arquitectónico formado por
una docena o más de edificios apretujados en cuatro manzanas, a
lo largo del río Charles. Alrededor, como en la mayor parte de los
grandes hospitales, estaban construyendo. Las excavadoras y otros
equipos pesados formaban parte de la escena tanto como las
ambulancias, y dos grúas enormes se elevaban sobre todos los
edificios, exceptuando al más alto. "Un nuevo centro de atención
ambulatoria", proclamaba un cartel. El futuro hogar, de veinte
plantas, del Edificio de Investigación Hellman, se jactaba de otro.
Al igual que los pacientes en su interior, el hospital experimentaba
un ciclo constante de enfermedad y salud, decadencia y
reparación, muerte y nacimiento.
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En la vasta sala de emergencias reinaba un ruidoso desorden, 32
aunque parecía que todo estaba bajo control. Las dos enfermeras nombre y se dio vuelta hacia la puerta. Allí parada, con las manos
derivadoras se veían repletas de trabajo y la sala de espera estaba en las caderas, estaba Sherry Gordon, no mucho mayor que
llena. Brian contempló la escena, mientras Jack era trasladado Brian, pero ya abuela varias veces. Estaba en este hospital, junto
rápidamente a una cama con monitor en la parte trasera de la sala. con las mejores enfermeras de emergencias con las que Brian
El drama y la energía del lugar eran palpables para él; se hallaba en jamás había trabajado.
su elemento. El solo hecho de entrar en la sala de emergencias le —¡Eh!, pero tú trabajabas en el Suburban —dijo él, mientras
produjo la sensación de haber estado, hasta ese momento, se acercaba para aceptar un cálido abrazo y un beso en la mejilla
respirando oxígeno bajo el agua y, de repente, haber salido a la —. ¿Qué estás haciendo aquí?
superficie. Había imaginado que iba a sentir emociones intensas al —Es que la crema sube a la superficie. Hacía años que tenían
reingresar a este mundo; sin embargo, se sorprendió al sentir un mi solicitud de ingreso. Las vacantes no son muy frecuentes en
nudo en el pecho y la garganta y los ojos húmedos. No hacía mucho este lugar.
tiempo, él había formado parte de todo esto; su propia conducta fue —¿Te gusta?
la causante de su alejamiento. Ahora, quién sabe cuándo iba a La enfermera señaló el caos reinante y sonrió.
poder, o siquiera si iba a volver. —¿Qué crees? —Ella fijó la mirada en Brian. —¿Y tú? ¿Estás
—¿Cómo estás, Jack? —preguntó Brian al tomar la mano de su bien?
padre, mientras esperaban que tendieran una sábana limpia en la Brian sostuvo su mirada.
angosta cama de la habitación seis. —Pasé tres meses en rehabilitación —respondió, en voz baja
—Tuve tiempos mejores. Pero ya no duele. para que sólo ella pudiera oírlo— y cerca de un millón de
—Perfecto. reuniones de AA y NA, pero sí, estoy bien.
—Dos dólares a que no me dan cena. —Me alegra oírlo, Brian. De verdad. Es tu padre, ¿no?
Brian observó el monitor. La elevación del segmento ST del Recuerda la pesadilla que tuvo que vivir en el Suburban.
cardiograma era menos llamativa... definitivamente una buena —Hace seis años. Cuatro años antes había tenido una
señal. infección de miocardio; después la angina se agravó demasiado y
—Si en este lugar sirven comida típica de hospital —dijo— te hubo que recurrir a la cirugía. Y tienes razón: fue una pesadilla. Y
mereces ganar el doble. para empeorar las cosas, ni siquiera tuvimos suerte con el bypass.
Brian ayudó a las enfermeras a transferir a Jack a su cama, y Es probable que ahora tenga otra infección.
luego se puso a un lado mientras un residente llamado Ethan Prince —Bueno, ahora lo está revisando un residente de primera. El
iniciaba una rápida evaluación preliminar. Brian, renuente, tuvo que chico me recuerda a ti.
reconocer la velocidad y la exactitud del joven médico. Entonces —Ojalá.
recordó dónde estaba. El Suburban era un hospital bastante bueno, —Dile que te averigüe si pueden poner a tu padre en Vas-
pero ni a los internistas ni a los residentes se les daba una segunda clear. Todo el mundo aquí habla de eso. Escucha, tengo que
oportunidad en el White Memorial. Si alguien estaba por debajo del volver a ayudar al doctor Gianatasio. Está del otro lado del
diez por ciento de los mejores de su clase en la Facultad de pasillo con una señora muy enferma.
Medicina, era inútil que se molestara en presentarse. —¿Phil Gianatasio?
—¿Conoces a alguien aquí? —Jack preguntó a Brian. —Así es. ¿Lo conoces?
El residente, que escuchaba con el estetoscopio, lo hizo callar. —Desde hace muchos años. Fuimos internistas y después
Espero que no, pensó Brian. residentes juntos. Ni siquiera sabía que estaba en Boston. Para mí
—No lo creo —murmuró. esto es como volver a casa. Por favor, dile que estoy aquí, Sherry.
Como a la espera de una señal, oyó que lo llamaban por su Pasaré a verlo cuando me asegure de que mi padre se estabilizó.
¿Está bien?
—No veo por qué no. Tengo que correr. Buena suerte con tu
Padre.
Vasclear. Brian no sabía casi nada sobre la droga, y casi

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todo lo que sabía lo había leído en los diarios. No estaba tan —Es probable que usted sepa tanto como yo. Es una droga
actualizado en cuestiones médicas como en los días en los cuales 34
atendía rondas de cardiología dos veces por semana y leía u hojeaba experimental del Instituto Cardíaco. Dicen los rumores que los
una docena de revistas médicas diferentes. Sin embargo, se había resultados son muy prometedores.
mantenido bastante bien informado a través de vídeos y de dos —Gracias.
cursos, y sobre Vasclear, la última en una larga lista de drogas __Anestesia —sonó una voz en el altoparlante—. Anestesia
experimentales para reducir la arteriesclerosis, simplemente no en la sala de emergencias... urgente.
había mucho material escrito. —Esa señora, en la cuatro, debe de estar pidiendo pista.
Ethan Prince se quitó el estetoscopio de las orejas, volvió a Supongo que están pidiendo anestesia para intubarla.
revisar el electrocardiograma de Jack y después se lo pasó a Brian. Ethan Prince salió corriendo, tras dejar a una enfermera para
Este lo aceptó con calma, tratando conscientemente de mantener la atención de Jack. Brian se movió, incómodo, de un pie al otro,
ocultas la ansiedad y la gratitud que sentía hacia el joven médico. consciente de sentir impotencia y vergüenza. Del otro lado del
Todavía persistía una elevación de dos milímetros en el segmento pasillo había un paciente cardíaco en serio peligro. Brian era
ST en varias de las doce vistas. otro par de manos experimentadas, otro cardiólogo para ayudar a
—Parece una herida previa que persiste —comentó Brian. — Phil Gianatasio. Sin embargo, para el caso valía lo mismo que
Coincido con usted. Pondré en movimiento los mecanismos para fuera un estudiante de secundaria, desertor.
que sea internado. Mientras tanto, debemos decidir si intentamos —¿Doctor Holbrook?
derretir el bloqueo. Antes de eso, trataré de conseguirle un La enfermera robusta, de pelo oscuro, que estaba parada
cardiólogo. El doctor Gianatasio es el primero de guardia, pero está junto a la puerta, tenía aspecto autoritario. Su expresión era
muy ocupado con una mujer muy enferma en la sala cuatro. Tendré severa.
que averiguar quién es el segundo de guardia. —Se volvió hacia -¿Sí?
Jack, cuyo color había mejorado significativamente. —Señor —Doctor Holbrook, soy Carol Benoit, jefa de enfermeras de
Holbrook, parece que tiene un pequeño bloqueo, y como resultado aquí. Lamento interrumpirlo, pero el doctor Prince me dijo que
una parte de su corazón no está recibiendo suficiente sangre. la condición de su padre era bastante estable. ¿Podría hablar con
—Un ataque cardíaco —interpretó Jack—. Está bien, puede usted un momento?
decirlo. —Por supuesto.
—En realidad, no estaremos seguros si se trata de un ataque —Doctor Holbrook, hay una mujer en muy grave estado en
cardíaco total hasta que veamos algunos análisis de sangre y otro la habitación cuatro. El doctor Gianatasio pidió si no le
cardiograma. molestaría acercarse.
—Dos dólares a que lo es. De repente Brian sintió una oleada de adrenalina.
—¿Cómo dice? —En absoluto —respondió, quizá con demasiada ansiedad.
—No le haga caso —dijo Brian, mientras volvía a tomar la Echó un vistazo a Jack, quien descansaba cómodamente, con
mano de Jack—. Era delantero de fútbol en la escuela, ofensivo y los ojos cerrados. Su respiración no era en absoluto forzada y el
defensivo. Le dieron demasiados golpes en el casco. patrón del monitor era regular. No había problema en dejarlo un
—Ya veo... Bueno, será mejor que me vaya. Tengo que rato. Brian dio un paso hacia la puerta, pero la jefa de
averiguar quién está de guardia cardiológica y volver con el doctor enfermeras continuaba bloqueándole el paso. Ésta le señaló un
Gianatasio. sitio en el pasillo, para que ni Jack ni el personal pudieran oírlos.
—Sólo una cosa más. Sherry Gordon me aconsejó averiguar —Antes de que entre ahí —dijo con un medio murmullo
sobre Vasclear. severo— quiero que sepa que le pedí a Sherry Gordon que me
El residente se encogió de hombros. dijera quién es usted y en qué hospital trabaja. Ella me contó que
usted perdió su matrícula.
-¿Y?
—Y después de insistir para que me diera una explicación, me
dijo por qué.

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La actitud de Brian hacia la mujer había dejado de ser aburrida Ethan Prince, Sherry, otra enfermera, la anestesista, y en un
para convertirse en desconfiada. Desplegó toda su altura y algo rincón, un hombre mayor de traje arrugado y un estetoscopio
más y dijo: saliéndole del bolsillo de la chaqueta. El médico particular de la
—Vaya al grano. mujer, supuso Brian. Fue sólo un pensamiento fugaz, pero el
—No quiero que nadie sin una matrícula válida esté ejerciendo hombre parecía incómodo frente a semejante crisis. En el umbral
medicina con ningún paciente de mi guardia de emergencia. de la puerta, observando más que participando, estaba Carol
—Francamente, no veo de qué manera compartir mi experiencia y Benoit.
mis ideas equivale a ejercer la medicina. La mirada de Carol Patrón del monitor... ritmo cardíaco... lectura del oxímetro de
Benoit era severa. —Estaré vigilando —advirtió. pulsos... aspecto... color de la matriz de la uña... sábana
Brian retrocedió a la habitación de Jack para asegurarle a éste refrigerante... En el lapso desde que Brian fue desde la puerta
que iba a estar cerca y que en seguida volvía. Después giró el hasta la cama, su mente había procesado cientos de datos.
cuello para liberarlo de tensión y se encaminó a la habitación Percibió la acción y la urgencia. Sólo iba a durar unos pocos
cuatro. minutos, pero en este momento eso no importaba.
Habían pasado diez años desde la época en que Brian y Phil —¡Brian, dichosos los ojos que te ven! —dijo Phil—. Como
Gianatasio hicieron la residencia en el Eastern Mass Medical uno de esos dioses de las tragedias griegas que sale de la pared
Center. Durante esos dos años habían trabajado bien juntos. Phil del teatro justo cuando se lo necesita.
parecía sentirse a gusto con el carácter extravagante y confiado de —Eh, cuidado. Ya superé eso de jugar a ser Dios. Sólo me
Brian, y éste apreciaba el hecho de que Phil, más equilibrado y causó problemas. ¿Qué ocurre aquí?
meticuloso que brillante, siempre trabajaba dentro de sus —Bueno, la señora Violet Corcoran tiene sesenta y ocho años
limitaciones y nunca tenía miedo de pedir ayuda. Después de la y es paciente del doctor Dixon. El que está allí es Fred Dixon.
residencia, Brian ganó una beca de cardiología en uno de los Fred, te presento a Brian Holbrook. —Brian y el médico mayor
mejores hospitales de Chicago, y Phil contemporizó alistándose en intercambiaron gestos de saludo. —En cuanto a Fred concierne,
el servicio, en el Ejército, pensaba Brian. Al principio, la señora nunca había estado tan enferma antes de esta semana.
intercambiaron algunas cartas y llamados telefónicos. Pero poco a Algo en el tono de Phil sugería que el solo hecho de tener a
poco la relación se fue apagando y luego, simplemente, Dixon como médico de cabecera conllevaba ciertos riesgos para
desapareció. la salud. Sin embargo, el hombre había venido a ver a su
Phil lo saludó desde el extremo opuesto de la cama. Siempre paciente un domingo por la tarde y, en la opinión de Brian, este
había sido obeso, pero desde la época de la residencia debía de hecho compensaba, en cierta medida, su incapacidad clínica.
haber aumentado unos diez kilos. El pelo oscuro estaba cediendo —El doctor Dixon la estaba tratando con alguna clase de
paso a una calvicie cada vez mayor en la parte superior de la eritromicina por una infección del tracto respiratorio superior —
cabeza, y estaba más largo en la nuca de lo que Brian recordaba. prosiguió Phil—. Hace un par de horas, su marido vino diciendo
Una cosa que no había cambiado en absoluto era la calidez y que ella no estaba nada bien. Tiene cuarenta grados de fiebre,
bondad de su rostro. Sin embargo, en este momento Phil parecía ciento cuarenta pulsaciones, y una neumonía del lóbulo inferior
preocupado. Y no fue difícil averiguar por qué. izquierdo bastante importante. La presión sanguínea era de
Sobre la camilla, inconsciente y evidentemente intoxicada, ciento sesenta. Ahora descendió a cien.
yacía una mujer desgreñada, de cabellera pelirroja encanecida, de —¿Choque séptico?
unos setenta años. Sus respiraciones enronquecidas apenas —Es probable. Pero mira lo que hace...
lograban hacerle incorporar aire. La palidez alrededor de los ojos Phil señaló la pantalla del monitor, que ahora reflejaba un Patrón
y la boca contrastaba pavorosamente con el color carmesí del resto cardíaco que Brian estaba casi seguro de que correspondía a una
del rostro. En la habitación también estaban presentes el doctor taquicardia ventricular. La taquicardia ventricular de esta clase
era muy inestable en la mayor parte de las situaciones y, con
frecuencia, precedía a un paro cardíaco masivo. -Leo taquicardia ventricular —comentó Brian.
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—Todos estamos de acuerdo. Desde que llegó, lo hace a cada después el cuello, luego el pulso arterial del codo, muñeca e ingle.
momento. Al principio eran latidos cortos. Ahora son más prolongados. Finalmente se colocó los auriculares y trabajó con el lado del
—¿Tratamiento? diafragma del estetoscopio sobre el corazón, el pecho y el cuello. A
—Estamos revisando la farmacia entera. Hasta ahora hemos continuación repitió el examen utilizando el lado de la campana.
intentado con xilocaína, bretilio y pronestyl, y estamos a punto de —Sule, adelante, intúbala —ordenó Phil—. Vamos a tratar de darle
suministrarle una inyección de digital. Hasta ahora nada surtió efecto. electroshock. ¡Maldita sea! Se nos va de las manos muy rápido.
—Va demasiado rápido para ayudarla con un marcapasos. Brian no respondió. Estaba concentrado completamente en un
—Exactamente. sonido... un sonido que provenía del frente del cuello de Violet. Y de
Brian se acercó al estetoscopio de Phil. repente, recordó. A su izquierda, la anestesista había insertado un tubo
—¿Me permites? respiratorio endotraqueal, con tanta suavidad que Brian ni siquiera se
Carol Benoit había visto y oído suficiente. había dado cuenta de lo que estaba haciendo.
—Doctor Gianatasio —interrumpió—, lamento tener que —Probaremos con doscientos joules una vez, después subiremos a
recordárselo, pero el doctor Holbrook no tiene matrícula para tratar, ni trescientos cincuenta —ordenó Phil.
siquiera para tocar a nuestros pacientes. —¡Espera! —dijo Brian, mientras señalaba el sitio examinado en el
Durante algunos segundos no hubo movimiento en la habitación, ni cuello de Violet—. Phil, escucha esto.
un sonido a excepción del suave gorgoteo del tubo de oxígeno. El sonido zumbador, fácilmente reconocible, Brian estaba casi
Después, Gianatasio se quitó el estetoscopio del cuello, dio vuelta a la seguro, correspondía a un bruit, el sonido de turbulencia causado, en
cama y se lo entregó a la jefa de enfermeras. este caso según la opinión de Brian, por una glándula tiroides
—Muy bien, señorita Benoit —dijo sin resentimiento— su- superactiva.
pongamos que usted evalúa a esta mujer y nos da su considerada —La presión está cayendo —anunció Sherry Gordon—. A noventa.
opinión. Phil escuchó unos segundos.
—Oí ese ruido cuando le hice el primer examen, pero pensé que se
Benoit hizo una mueca y enrojeció. Devolvió el instrumento
trataba de un murmullo transmitido por el corazón.
ofrecido a Phil y se alejó.
—No creo.
—Como desee —dijo—. Pero lo haré responsable de cualquier cosa
—¿Tiroides?
que ocurra.
—Estoy casi seguro. Sólo vi un caso de tormenta de tiroidea en mi
—Me arriesgaré. Brian, si no se te ocurre algo que no hayamos vida, pero era exactamente así: temperatura alta, taquicardia, coma, y
intentado, haré que Sule, aquí presente, la intube y vamos a tratar de episodios de taquicardia ventricular cada vez más largos.
sacarla con electroshock. Gianatasio volvió a escuchar el sonido.
Brian tomó el estetoscopio Littmann de Phil y se acercó a la cama. —Podría ser —dijo, excitado—. Maldita sea, podría ser eso. Fred,
—Sin saber la razón por la cual ella tiene este ritmo cardíaco para ¿esta dama tiene antecedentes de hipertiroidismo?
poder hacer algo al respecto —dijo—, no creo que darle una descarga Fred Dixon examinó sus notas de consultorio y análisis de
eléctrica sirva para algo. laboratorio.
—Podría tratarse de una infección masiva en una mujer con alguna —Ochenta —anunció Sherry.
afección cardíaca preexistente. —Bueno —dijo Dixon, con la voz un poco temblorosa—. Hace un año,
—Quizá. en su examen físico percibí un nivel de la tiroides un Poco elevado.
—Sea lo que fuere, apúrate, Brian. Ha empezado otra vez. Pero las personas de su edad tienen hipotiroidis-1710, no
Brian primero examinó a Violet Corcoran, de la cabeza a los pies. hipertiroidismo, y además no creí que... —Brian, ¿qué hacemos? —lo
Había algo en ella que le recordaba un caso que había visto en algún interrumpió Phil.
momento de su residencia. ¿Dónde? ¿Qué era? Palpó su corazón,

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—Llamen a un endocrinólogo. Mientras tanto, sería conve- —No más autógrafos, no más autógrafos, por favor. Lo siento,
niente suministrarle dosis masivas de esteroides, dosis altas de pero el doctor Holbrook no va a firmar más autógrafos el día de
propranol intravenoso para bloquear el efecto de la hormona sobre hoy.
el corazón, y después algún bloqueador químico específico de la Empujando una multitud imaginaria, Phil Gianatasio re-
hormona tiroidea. El endocrinólogo o un libro nos dirá en qué trocedió hasta la habitación seis.
cantidad. Brian, a solas en la habitación con Jack, lo observaba desde la
—Procedamos —dijo Gianatasio—. Señorita Benoit, averigüe cabecera, divertido.
quién está de guardia de Endocrinología y hágalo bajar o póngalo —Si no dejas de embromarme —le advirtió)— voy a auto-
en el teléfono lo más rápido posible. Si es en el teléfono que hable grafiar ese trasero tuyo.
el doctor Holbrook. Después, por favor, vaya a la sala de —¡Ah, y en qué trasero se ha convertido! —exclamó Giana-
residentes, y tráigame Principios de Medicina Interna, de tasio, dándose una palmada—. De rinoceronte. De hipopótamo.
Harrison, y el libro de endocrinología más gordo que encuentre. Si ¡Magnífico! Podrías firmar un autógrafo y escribir tu auto-
no hay ninguno de por lo menos cinco centímetros de ancho, vaya biografía, y quizá te quedaría lugar para uno o dos sonetos. ¡Por
a la biblioteca. El resto de ustedes, por favor, escuchen. Vamos a Dios, Holbrook, qué intervención la tuya! ¡Qué... salvación! ¡La
internarnos en aguas desconocidas... vieja Violet no acaba de esquivar una bala, sino un proyectil de
artillería!
—¿Qué ocurre? —murmuró Jack, despertándose de una siesta
producida por el valium.
Jack no había esquivado del todo su bala, pero parecía haber
recibido sólo una herida superficial. Los análisis de sangre
iniciales habían confirmado que, de hecho, había sufrido un
infarto de miocardio —un ataque coronario— aunque todo in-
dicaba que el ataque cardíaco fue pequeño, no inmediatamente
mortal. Sin embargo, a los sesenta y tres años, y con sus
antecedentes, Jack sin duda estaba viviendo tiempo prestado.
A pesar de que Brian estaba excitado por la salvación de la
señora Corcoran, estaba determinado a mantener sus emociones
bajo control y permitir que Gianatasio demostrara suficiente
alegría por los dos. Le indicó a Phil que se sentara.

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—¿Qué hay de nuevo? —preguntó. 42
Gianatasio se dejó caer en la silla, agradecido. Phil asintió, comprensivo. Él era médico. También tenía padre.
—Lo nuevo es que este muchacho acaba de bajar de la última Y conocía la presión de las expectativas.
hilera de gradas con las bases cargadas y dos jugadores menos al —Bien —dijo Phil, mientras se aclaraba la garganta—. Como
final de la novena entrada y derrotó a la Parca en tres tiros. verás, las noticias de al lado son buenas. Muy buenas. El
Brian se volvió hacia su padre. endocrinólogo está con ella ahora. Está de acuerdo
—Papá, este niño grande es Phil Gianatasio. Quizá no lo completamente con el diagnóstico y el tratamiento. El rumor
recuerdes, pero hicimos la residencia juntos allá, por la Edad sobre la tormenta tiroidea ya empezó a correr por el hospital. Este
Media. lugar vive para casos como éste. Y ahí estaba yo, justo en el
—Por supuesto que recuerdo. El padre tenía un restaurante. medio, y me lo perdí.
Tenía una bonita esposa de cabello oscuro. —Estuviste cerca. Tenías que preocuparte por mantenerla viva.
Jack pasó la mano por la baranda de la cama y Phil la tomó. —Siempre fuiste amable. —Es la
—Tiene una memoria impresionante —se admiró Phil—. Papá verdad.
todavía tiene el restaurante, y Joanne sigue siendo la esposa bonita Brian fue interrumpido por su padre, quien respondió al punto
y de cabello oscuro... pero no la mía. sobre su vigilia con un soberbio ronquido.
—Brian también se divorció —dijo Jack, sin intentar ocultar su —Así sonabas en la sala de residentes —comentó Gianatasio—.
desaliento. No tenía idea de que era genético. —Phil, cuéntame acerca de
—¿No más Phoebe? —Phil enarcó una ceja. Vasclear. La expresión de Gianatasio se hizo más intensa. —Es lo
—Nos separamos hace dos años. Hace poco más de uno que máximo, Brian. Lo más parecido a la fuente de la juventud que
estamos oficialmente divorciados —explicó Brian, y sintió que su haya logrado la ciencia médica. —¿Qué es?
alegría comenzaba a desvanecerse—. Tenemos dos hijas pequeñas. —En parte fosfolípido, en parte enzima. Originalmente extraídos
—Parece que no estás muy feliz al respecto. de la corteza de un árbol que ese tipo, Art Weber, encontró en
Brian se encogió de hombros. Sudamérica. Ahora ha sido sintetizada por los químicos de
—La separación no fue idea mía, por supuesto, si a eso te Newbury Pharmaceuticals, al sur de la ciudad. Brian, esta cosa
refieres. Phoebe se casó conmigo con la idea de tener un marido destapa las arterias. —¿De verdad?
médico en el hospital, y terminó con un marido médico en —Los arteriogramas antes y después son sorprendentes. —¿Cuál
rehabilitación. es la desventaja? Gianatasio sacudió la cabeza.
Phil se echó a reír a su pesar. —Sé que es difícil de creer, pero el Instituto Cardíaco de
—Joanne tuvo un médico grande en el hospital... todo el tiempo. Boston (ICB) está casi finalizando una serie de pruebas clínicas de
En especial desde que aterricé aquí, hace tres años. —¿Hijos? Fase Dos, de doble anonimato, estrictamente controladas, y hasta
—Quizá la próxima vez. Pero suficiente sobre mí. Señor ahora no han hallado ninguna desventaja.
Holbrook, ¿sabe lo que acaba de hacer su hijo? Mientras usted Brian sintió que se le aceleraba el pulso. Se sentía como un
dormitaba sacó de la galera un diagnóstico sumamente difícil y le oncólogo, que, de repente, se entera de una cura universal para el
salvó la vida a una dulce ancianita. cáncer sin ninguno de los efectos colaterales de la quimioterapia
—Qué bien —dijo Jack sin entusiasmo, y se dio vuelta hacia la convencional. Pese a la sonora respiración de Jack, bajó la voz
pared. hasta que fue un murmullo.
Phil miró a Brian, quien sólo pudo sacudir la cabeza. Nunca —Phil, ¿cómo puedo hacer que incluyan a mi padre en el
debió haber nombrado la rehabilitación. Jack era más duro que una estudio?
piedra con respecto a casi todo, pero no en ese punto. —No estoy seguro. ¿Quién es su médico?
—Más tarde —vocalizó sin sonido.
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—Todavía no tiene ninguno. El residente estaba averiguando —¡Eh, la efectivización en el hospital escuela más grande
quién estaba de guardia después de ti. ¿el mundo y en el ICB! ¡Por Dios, Phil, es grandioso! Realmente
—Oh, Dios, no. Bart Rutstein acepta pacientes privados estoy orgulloso de ti.
solamente porque no recibe suficiente dinero para investigar en su Hubo un instante de incómodo silencio.
laboratorio genético y para alimentar a sus cinco hijos. Me haré __Brian, no fue mi intención pasarte por la nariz este asunto de la
cargo de tu padre si quieres. Pero tengo una idea mejor. Carolyn efectivización —por fin dijo Phil—. Espero que lo sepas.
Jessup es la directora clínica del programa Vasclear. Tiene __Créeme —respondió Brian—, de eso no me cabe duda.
muchísimos pacientes privados, y muchos de ellos están en el Además, yo tuve mis oportunidades e hice elecciones al igual que
estudio. Veremos si podemos hacer que ella acepte a tu padre tú. Quizá podría haber pedido ayuda más temprano, pero nunca
como paciente. creí que me pasara nada malo, o por lo menos nada que no
—¡Carolyn Jessup! Sería grandioso que se hiciera cargo de mi pudiera manejar. No quiero que ni tú ni nadie esté pendiente de lo
padre bajo cualquier circunstancia. Hace un par de años tomé su que dice, por lo que me sucedió. Durante más tiempo del que
curso de cateterismo cardíaco. Fue el mejor curso que hice. tengo memoria, manejé mi vida a toda velocidad, como uno de
Brian vio en su imaginación a la mujer alta y elegante, de unos esos cohetes espaciales que tiene que ir a determinada velocidad
cincuenta años, caminando confiada por el escenario del hall de para romper con la gravedad de la Tierra. Ahora, me di cuenta de
conferencias ante ciento cincuenta cardiólogos de todo el mundo, que lo que debo hacer es adelantar en la vida yendo más
una profesora y médica clínica consumada, todavía favorecida con despacio. Todavía no lo hago muy bien; mi velocidad más baja
la buena apariencia de una modelo actual. todavía es más alta que la más alta del común de la gente, pero
—Ese curso se llena el mismo día que se anuncia —dijo Phil estoy mejorando.
—. Y por una buena razón. Jessup es un poco distante, a veces —Me doy cuenta —dijo Phil—. Puedo verlo en tus ojos. Oye,
inspira un poco de temor, pero es una médica muy buena. Cuando con respecto a Vasclear... -¿Sí?
llegué aquí, estaban buscando un nuevo jefe para el instituto. Todo —Como te dije, la droga todavía forma parte de una prueba
el mundo pensó que iba a ser ella. Todavía no sé por qué no la de doble anonimato de tres potenciales de tratamiento: dosis baja,
eligieron. Quizá por su personalidad, a veces es bastante fría, quizá dosis alta y placebo. Los grupos de tratamiento se denominan
por ser mujer, quizá no es suficientemente política. Sólo Dios sabe alfa, beta y gama, pero debido a que el código de doble
la cantidad de trabajos que ha publicado. anonimato todavía no se ha dado a conocer, nadie sabe a ciencia
—Ernest Pickard está al frente, ¿no es verdad? cierta cuál es cuál, ni Jessup, ni siquiera Art Weber, el tipo que
—Exactamente. Es del NIH. descubrió la droga. El es el director del proyecto de la compañía
—Tampoco es un don nadie. farmacéutica.
—No. En realidad ha hecho un gran trabajo en este lugar. Es Y Brian sabía que así eran las cosas. Un estudio de doble
crédito de ambos que no haya habido asperezas entre ellos desde anonimato era el único modo completamente válido de evaluar
que Pickard asumió. Y conoces los hospitales tanto como yo. De una nueva droga. Para eliminar los prejuicios al máximo, ni el
haberse cruzado una sola mirada torcida, alguien se habría dado paciente ni el médico, ni quienes evaluaban el tratamiento debían
cuenta y habría iniciado un rumor. saber si la medicación que se suministraba era activa o placebo.
—¿Podrías llamarla? —preguntó Brian. Dicha información era conocida únicamente por la computadora
—Puedo y lo haré. Si ella no viene por aquí esta tarde, se- que organizaba los grupos de tratamiento y distribuía la droga.
guramente vendrá mañana. Sin embargo, tengo que aclararte que Idealmente, en la mitad del tiempo estipulado para el estudio se
aunque están por efectivizarme, y ella sin duda sabe quién soy yo, cambiaba de grupo a los pacientes que recibían placebo con los
estoy unos cuantos escalones por debajo de ella en la escalera que consumían la droga activa, y en este caso tampoco se sabía
académica. cuál grupo era cuál.
—Pero si la droga es tan buena como dices —señaló Brian—, —A nadie le cabe duda de que el grupo beta es el que recibe
Se
guramente todos deben de tener idea de cuál grupo es cuál.

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la dosis alta. De ahí provienen los resultados más asombrosos. más alto que nosotros.
Pero la computadora no ha recibido suficientes datos como para La risa de bajo de Pickard fue genuina.
autorizar la revelación del código. Creo que eso se debe a que el
número de pacientes todavía es muy bajo. Desde que iniciaron la __Es probable —respondió—. Es probable. El día que lo vi jugar, era
Fase Dos, hace un par de años, sólo ha habido unos seiscientos tan bueno que estaba seguro de que terminaría como jugador
pacientes. Son doscientos en cada grupo de tratamiento. Aun así, profesional.
he oído rumores de que el código podría ser revelado pronto. Brian intercambió una mirada con Gianatasio, y después respondió
Incluso oí que es probable que la droga sea lanzada al mercado simplemente:
dentro de poco; pues los resultados son muy buenos. Pero no fue así.
—Será maravilloso para el mundo, pero quizá demasiado __Bien, fue una ventaja para la medicina, y para nosotros
tarde para Jack. Haz lo que puedas, Phil. Por favor. El pobre en particular, si lo que oí es cierto. Así que, por favor, cuénteme qué
hombre ha pasado por mucho sufrimiento. sucedió ahí dentro.
—Eso me dijo el residente. —Gianatasio consultó la hora. — __Si no lo toma a mal, Ernest —interpuso Phil—, iré a ver a la dama
Bien, veré cómo le está yendo a Tormenta. Así es como será en cuestión. Vengan después de que hayan hablado.
llamada Violet Corcoran a partir de ahora en el White Memorial Pickard alejó de la cama las dos sillas que había en la habitación, e
Hospital. Pronto Jack va a ser transferido a Cardiología. Iré a indicó a Brian que se sentara.
verlo apenas... —Tengo entendido que es su padre.
Una carraspera desde la puerta les llamó la atención. Allí —Era nuestro entrenador en ese partido que usted observó.
estaba parado un hombre alto, delgado y bien vestido. —Debe de estar muy orgulloso de usted.
—¡Ernest! —exclamó Phil. Brian se preguntó cuánto sabría Pickard sobre él y su situación.
—Estaba trabajando en la oficina cuando me llegó el rumor Echó un vistazo a Jack y después a la pantalla del monitor.
de que habían salvado a una paciente de un modo extraordinario. —A veces —respondió.
Bajé para agradecer a los responsables. —¿En este momento está estable?
Phil presentó a Brian al jefe del ICB como quien merecía —Por el momento.
todo el crédito por lo sucedido en la habitación cuatro. —Excelente. Me contaron que usted diagnosticó una tormenta
—Me encantaría ser yo quien merece las felicitaciones —dijo tiroidea después de un examen de sólo dos minutos, en una paciente
Phil—, pero lo único brillante que hice fue llamar a mi viejo in extremis.
amigo, aquí presente, para una consulta. —Vi un caso así durante mi residencia. Tenía todos los síntomas.
—A veces, convocar al especialista adecuado es lo único —Notable. Dígame qué fue lo que vio.
verdaderamente brillante que puede hacerse. Encantado de Para un hombre de su importancia y responsabilidades, Pickard
conocerlo, doctor Holbrook. —El apretón de manos de Pickard parecía relajado y sin apuro. Brian lo guió paso a paso por la
fue confiado, su discurso medido y culto. —Pero a menos que evaluación, le hizo ver los indicios en la historia clínica de Violet
me equivoque —continuó— ya nos conocíamos. Corcoran, el patrón cardiográfico y los hallazgos físicos que lo
—Disculpe, ¿cómo dice? guiaron al diagnóstico.
—Es un modo de decir. Yo estaba en el partido de Harvard El jefe del ICB lo escuchó con atención. Después de que Brian
cuando usted anotó cinco tantos en contra de nuestro equipo. Era terminó de hablar y de responder a algunas preguntas aclaratorias,
usted, ¿no es verdad? Pickard se puso de pie y estrechó la mano de Brian.
—Así es. —Fue una deducción maravillosa bajo presión —dijo—. Lo
—Bueno, fue maravilloso su desempeño. felicito, y espero que repita su parte en este caso cuando la Paciente
—Quizá, pero ustedes tenían un puntaje de aptitud mucho sea presentada en el Ateneo.
—Por supuesto. vacile en pedirla.
—Y cualquier cosa que pueda hacer por usted, por favor no
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Pickard se dio vuelta para irse, y volvió a darse vuelta cuan- Brian caminaba junto a la camilla de su padre mientras éste era
do Brian dijo: transportado a lo largo de los corredores del White Memorial
—En realidad, hay algo que quisiera pedirle. Me han dicho hasta el Instituto Cardíaco.
que la doctora Jessup es la directora del estudio Vasclear. Habían pasado dos días desde el infarto de Jack, y tal como
—Correcto. lo había predicho su nueva doctora, Carolyn Jessup, no hubo
—Me preguntaba si usted podría persuadirla de que acepte complicaciones. Ahora era momento de echar un vistazo al es-
a mi padre como paciente. tado de sus arterias coronarias y de tomar algunas decisiones
—Creo que puedo hacerlo. En este momento Carolyn está con respecto a su tratamiento en el futuro. La única opción a la
en su casa. Hablé con ella hace menos de una hora. Pero debo que no iban a poder acceder era Vasclear. A través de la inter-
advertirle que no tengo ninguna influencia en cuanto a quién es vención de Ernest Pickard, Jessup había aceptado a Jack como
incluido en el programa Vasclear. Eso depende estrictamente paciente. Pero el protocolo del estudio Vasclear, que se seguía
del doctor Weber y de la doctora Jessup. al pie de la letra, excluía específicamente a aquellos pacientes
—Comprendo. con historia de cirugía con bypass.
—Muy bien, entonces —respondió Pickard—. Llamaré a —Te apuesto cinco a dos a que me mata ahí abajo —dijo
Carolyn apenas termine de ver a esta paciente suya. Jack.
Una vez más se dio vuelta para retirarse. Y otra vez volvió Jack no dejaba de quejarse del cateterismo, pero a Jessup,
a darse vuelta cuando Brian habló. sorprendentemente, no le había costado mucho persuadirlo. A
—Doctor Pickard, hay algo más —Brian se oyó decir a sí Brian le parecía que el entrenador se estaba enamorando de la
mismo. elegante médica. La idea lo hizo sonreír.
—¿Sí? —Tonterías —respondió Brian—. Es la mejor que hay.
—Si fuera posible, realmente necesito trabajar. —Creí que tú eras el mejor.
—Yo no cuento.
Aunque la perspectiva de que Jack fuera tratado con
Vasclear era poco probable por el momento, las posibilidades
de Brian de conseguir empleo en el ICB eran mayores. El día
anterior, después de salir de su trabajo en Speedy y antes de
entrar en Aphrodite, había acudido a la oficina que Ernest
Pickard tenía en el quinto piso, con vista al río Charles, y pasó
CAPÍTULO CUATRO casi media hora con el jefe del ICB hablando de su vida, su
adicción y recuperación. Finalmente, Pickard no le dio ningún
indicio de lo que estaba pensando, pero a la noche Brian en-
contró un mensaje en el contestador de su ex socio Gary Gold,
en el que le decía que Pickard lo había llamado para pedirle
referencias.
El empleado de acarreo empujó la camilla de Jack hasta la
recepción. Brian, invitado a observar por Jessup, se dirigió al
vestuario alfombrado, se vistió con traje esterilizado e ingresó
El laboratorio de cateterismo impecable y de vanguardia del en el laboratorio. De las muchas áreas de Cardiología, la de
Instituto Cardíaco de Boston estaba situado en el subsuelo. cateterismo era la que más le gustaba. Había cierta energía y
tensión durante el procedimiento que a Brian le recordaban lo
que sentía al jugar fútbol como quarterback. La necesidad de laboratorio.
manos firmes era la misma, así como el toque delicado, y a eso —¿Qué tal si me dan parte de ausente y me llevan a mi
se sumaba la habilidad para trasponer las dos dimensiones habitación? —preguntó Jack.
observadas en el monitor a las tres dimensiones del corazón del —¿Su padre siempre es así? —bromeó Andrew. —No, no. En
paciente. Y, por supuesto, el fantasma siempre presente de una absoluto. Probablemente está así de tierno debido a que fue
crisis cardíaca. premedicado.
Ahora, a solas en el laboratorio, Brian repasó mentalmente El cuarto, que parecía bastante espacioso cuando Brian lo
el procedimiento que Carolyn Jessup iba a realizar en su padre. recorrió solo, empezó a llenarse rápidamente. La enfermera del
El primer paso consistía en inyectar anestesia local en la ingle cuarto de consolas fue la siguiente en llegar, tomó su lugar
derecha, y en insertar "a ciegas" a través de la piel dos catéteres detrás de la pared de vidrio y comenzó a alistar el equipo de
largos, delgados y huecos: uno en la vena femoral, arriba hasta monitoreo y grabación. Momentos después llegó la instru-
la vena cava, el atrio y ventrículo derechos del corazón; el otro mentista, quien salió del vestuario de damas, se puso el guarda-
justo al lado, en la arteria femoral, hacia la aorta, hasta el polvo, se calzó los guantes y empezó a preparar la bandeja de
interior de las otras dos cámaras del lado izquierdo del corazón. instrumentos. Brian ayudó a Andrew a pasar a Jack de la
Los catéteres separados eran necesarios debido a que, excepto camilla a la mesa mecánica fluorescente.
en determinadas condiciones congénitas y de enfermedad, no —¡Dios mío, Brian, esto es como ser apoyado sobre un
había conexión directa entre las cámaras derechas —que cubo de hielo! No hay razón para que no pongan algún tipo de
bombean sangre hacia los pulmones—, y las izquierdas, que calefactor en estas mesas. Ninguna razón. También podrían ser
reciben la sangre de los pulmones y la bombean a través de la acolchadas. ¿Acaso los rayos x no atraviesan los acolchados?
aorta a las arterias coronarias y el resto del cuerpo. Eh, Andrew, qué tal si me traes una almohada. Puedo tener una
Una vez que los catéteres fueran colocados y verificados almohada, ¿no es verdad?
con un chorro de tintura para rayos x, se medirían las presiones Brian sabía que la incesante charla de Jack y su letanía de
sanguíneas en todas las cámaras y vasos. A continuación, el quejas sólo significaban que estaba aterrorizado. Andrew, que
catéter izquierdo iba a colocarse en el interior de la arteria al parecer opinaba igual, apoyó la mano sobre el hombro de
coronaria derecha de Jack y luego en la izquierda, los dos va- Jack. Brian supo que dicha actitud era acertada cuando Jack no
sos principales que parten de la aorta para suministrar sangre al hizo ningún intento por quitarla. —Buenos días a todos.
músculo cardíaco. Entonces, se inyectaría material de contraste Carolyn Jessup ingresó proveniente del vestuario de damas
de rayos x en las arterias, mientras una cámara de vídeo y asumió el control de la habitación de inmediato. Llevaba
registraba el flujo y en forma simultánea lo proyectaba puesta gorra y máscara de papel, un traje esterilizado suelto y
zapatillas de tenis. Le quedaba tan bien este atuendo como el
50 traje de conferencia. Su primera parada fue junto a Jack.
en la pantalla del monitor. Las arterias iban a ser vistas desde
ocho ángulos diferentes.
51
Agradecido por estar de vuelta en su medio, aunque sólo fuera
como espectador, Brian examinó la mesa mecánica, la
poderosa cámara de rayos X y los diversos tipos de catéteres
que colgaban en paquetes de celofán estériles de ganchos
etiquetados a lo largo de una pared. Estaba contemplando el
carro de paños estériles cuando la camilla de su padre ingresó
en la habitación, empujada por el técnico de cateterismo, un
hombre negro, alto y delgado como una vara, quien dijo
llamarse Andrew. —La doctora Jessup dejó dicho que usted
vendría —dijo—. Ella bajará en un momento. Bienvenido al
—¿Te estuviste portando bien, Jack? —le preguntó. —Es muy observador. Es un prototipo de Ward-Dunlop, los
—Me estuve quejando, pero me porté bien. Se ve muy mis- proveedores de elementos quirúrgicos. Hace tres años que es-
teriosa, con sólo los ojos detrás de esa máscara. tamos trabajando con ellos en el desarrollo de este catéter. En
Brian gruñó para sus adentros. De repente, Black Jack este momento somos una de las varias instituciones que lo
Holbrook, el hombre que con sólo la mirada obligaba a delan- evalúan. Son los únicos que utilizamos aquí.
teros de ciento veinte kilos a ponerse boca abajo y hacer veinte —Ya veo por qué. Parecen mucho mejores que los que
lagartijas, se había convertido en un cachorro. utilizábamos antes.
—Todas las mujeres parecen atractivas y misteriosas así __Así es. Esperamos que dentro de uno o dos años, todos los
vestidas —dijo Jessup—. Por eso hay tantas personas que laboratorios de cateterismo los estén utilizando. Eh, Jack,
quieren trabajar en el quirófano. Antes de empezar, ¿tienes ¿todavía estás aquí?
alguna pregunta? —Estoy con usted... pero preferiría estarlo en Hawaii.
—Ninguna, excepto, ¿qué estoy haciendo aquí? El hablar de Jack se había vuelto lento y pastoso. Tenía los
—Sin estas placas, estamos a ciegas al intentar imaginarnos ojos cerrados. La medicación preoperatoria había actuado justo a
qué hacer para ayudarte. tiempo.
—Siempre y cuando una de las posibilidades no incluya la —Bien —dijo Jessup—. Si algo te duele o te molesta, sólo grita.
cirugía. —Lo haré.
Jessup estaba al tanto de las consecuencias del catastrófico —Ahora bien, Jack, quiero que sepas que le he pedido a otro
postoperatorio de Jack. médico que pase a mirar conmigo estas arterias tuyas.
"Él estaría dispuesto a casi cualquier cosa, excepto a some- —Por mí está bien. Lo que usted diga.
terse a otro bypass", Brian le contó esa primera noche. —Su nombre es doctor Randa. Es el jefe de la unidad
La expresión en la mirada de Jessup le dio a entender que quirúrgica de aquí, del ICB.
comprendía. —Nada de cirugía —consiguió decir Jack.
"Ya veremos", respondió ella. —Comprendo cómo te sientes, Jack—dijo la médica. A Brian
Ahora, Jessup se inclinó para murmurar algunas palabras de le pareció percibir un dejo de coquetería en su voz. —En este
aliento a su paciente, y después cruzó hasta la instrumentista, momento no estoy sugiriendo nada. Es sólo una consulta. Él sólo
quien la ayudó a enguantarse y a ponerse el delantal. va a mirar tus placas y hacer acto de presencia. ¿De acuerdo?
Que empiece el partido, pensó Brian, mientras advertía lo —Si... usted... lo... dice...
pequeño y frágil que parecía su padre, atrapado como estaba Brian se alegró al ver que su padre capitulaba tan fácilmente,
entre la mesa y la enorme cámara fluoroscópica. aunque sabía perfectamente que la anestesia era la responsable de
Ya lista, Carolyn se acercó a la mesa, fijó la mirada en la la pequeña victoria de Jessup. También se alegraba de que
enfermera de la consola y en cada una de las personas de la hubieran llamado a Laj Randa para evaluar este caso, aunque
habitación para asegurarse de que todos estaban preparados, y alguna vez había oído que alguien describía al cirujano como dos
empezó. Sus movimientos eran económicos y seguros. Su manos de seda desperdiciadas en un tremendo idiota.
habilidad al insertar las agujas guía en la arteria y vena femorales Ahora, Jessup introducía los catéteres en el corazón de Jack,
fue infalible. verificaba la posición de éstos mediante un pequeño chorro de
—Brian, he mandado a buscar las placas anteriores de su material de contraste opaco, a la vez que encendía la cámara de
padre del Suburban —explicó la médica, mientras introducía los rayos x durante lapsos cortos utilizando un pedal que había en el
catéteres sin quebrar el ritmo—. Deberían llegar hoy, más tarde. piso. Brian no se sorprendió al observar que Jessup miraba el
—Las últimas son de hace cuatro años, así que no estoy monitor con mucha menos frecuencia que la mayoría de los
seguro de que le sean muy útiles. Sabe, creo que nunca había operadores. Realizó las mediciones de presión y breves in-
visto un catéter arterial como ese.
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obstinado e intenso que jamás había conocido. Si Randa era
igual de ferviente, el cabello debajo del turbante nunca había
sido cortado, y la mayor parte de la barba en realidad estaría
yecciones de las cámaras derechas del corazón, para luego vol- enrollada apretadamente debajo de la barbilla.
ver la atención al lado izquierdo, que era el más importante y, en
especial, a las arterias coronarias.
—Entonces, Carolyn dijo Randa, mientras pasaba junto a
—Bien —dijo—. Comencemos con la coronaria derecha.
Brian—, ¿cuántos años tiene este hombre?
Vista izquierda anterior oblicua, Andrew, por favor.
Su acento era una mezcla de británico e indio.
El técnico ajustó la posición de la enorme cámara a la pri-
—Sesenta y tres. Él...
mera de ocho vistas diferentes, y Carolyn Jessup suministró la
—¿Y quién hizo la cirugía anterior?
primera inyección de contraste. Entre mirada y mirada al
__Steve Clarkin del Suburban realizó un quíntuple bypass
monitor del electrocardiograma y a su padre, Brian estudió las
hace seis años —explicó Brian.
arterias coronarias de Jack en el monitor de vídeo. Con cada
Randa se detuvo en seco y se volvió lentamente hacia Brian,
inyección, las ramificaciones arteriales se iluminaban de blanco
mucho más alto que el cirujano.
contra el gris palpitante del corazón. Aunque los vasos prin-
—¿Y usted quién es?
cipales eran similares en todos los pacientes, el patrón arterial
—El hijo de Jack, Brian Holbrook. Soy...
era tan único e individual como las huellas digitales.
Randa ya se había dado vuelta.
Los vasos de Jack estaban tan mal como Brian temía. Había
—Carolyn, ¿podrías ordenarle a tu enfermera que me pase la
placas arterioscleróticas que bloqueaban pequeñas porciones de
película?
casi todas las arterias importantes. Dos de los injertos de la
Jessup hizo una seña a la enfermera de la sala de controles,
cirugía anterior parecían haberse cerrado. Durante tres décadas
quien podía oír todo lo que decían. Sin duda Randa también lo
de matrimonio, Jack y Shirley Holbrook habían bebido y
sabía, pensó Brian. Pudo habérselo pedido él mismo. Un
fumado en exceso. Después de la muerte de Shirley por ictericia
tremendo idiota. Quienquiera que haya hecho ese comentario sin
alcohólica e insuficiencia renal, Jack había dejado de beber. Uno
duda sabía de qué hablaba.
o dos años después dejó de fumar, pero el daño ya estaba hecho.
Momentos después, el cateterismo de Jack comenzó a re-
Después de la inyección final en la coronaria izquierda —
producirse en el monitor.
llamada la arteria "Hacedora de viudas"—, Brian silbó sua-
—Vean —comentó Randa a sus sicofantes—, sólo tres in-
vemente a través de los dientes y desvió la mirada. Jessup se dio
jertos permanecen abiertos y uno de ellos está casi cerrado.
vuelta de la mesa para enfrentarlo.
Resultado digno de Clarkin.
—No es una bonita imagen —comentó con voz suave.
El comentario era inapropiado bajo cualquier circunstancia,
Jessup extraía los catéteres cuando la puerta del vestuario de
pero más aún en presencia de un paciente de Clarkin. Jessup,
hombres se abrió de repente y Laj Randa entró en el laboratorio,
quien evidentemente estaba acostumbrada a los malos modos del
seguido a respetuosa distancia por dos de sus colaboradores. El
cirujano, se mostraba tranquila.
jefe de cirugía no medía más de un metro sesenta y cinco, tenía
—Entonces —dijo Randa apenas la pantalla se oscureció—
piel color café con leche, barba corta y negra y ojos oscuros y
¿está planeando tratar a este hombre con su elixir mágico?
penetrantes. Llevaba puesto un espléndido turbante de seda azul
—Laj, no discutamos aquí.
y tenía un brazalete de acero en la muñeca derecha. Es un sikh,
—Leí un artículo sobre tu droga en el Boston Herald. ¡El
pensó Brian. Místicos, profundamente religiosos, perseguidos en
Herald] ¿Por qué no el National Enquirerl
el Punjab de India del Norte durante siglos. Brian había hecho
—No sé de dónde obtiene información la prensa sobre
la residencia con un sikh. Ese hombre era el más decidido,
Vasclear —respondió Jessup con paciencia.
—Es evidente que alguien se la está proporcionando. No me no incluyen el Boston Herald.
gusta leer mi información médica en los tabloides. Desde los —He escrito media docena de artículos académicos sobre la
inicios de la ciencia, se han desarrollado métodos para informar droga que han sido aceptados o publicados en revistas médicas
a la comunidad científica sobre un nuevo descubrimiento. Estos muy prestigiosas. La FDA tiene miles de páginas de nues-

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tra investigación y decenas de angiogramas. Ahora, por favor, investigación. No puedo creer que no se sienta amenazado por los
Laj. Discutamos esto en otro lugar. Con respecto a tu pregunta resultados que estamos obteniendo de Vasclear.
sobre este paciente, nuestro protocolo de doble anonimato —Si lo que dicen los rumores es cierto, comprendo por qué. Sería
prohibe la inclusión en el tratamiento con Vasclear de cualquier como un herrero contemplando un Ford T por la calle. Doctora
paciente que haya tenido cirugía coronaria, así que el señor Jessup, con respecto a Jack y Vasclear... La cardióloga sacudió la
Holbrook no califica. cabeza.
—Lo que digas. —Lo lamento, Brian. En casi tres años de investigación no hemos
Randa pasó junto a Jessup y llegó a la mesa. Brian vio que violado el protocolo ni una sola vez. Ni una. Lo único que puedo
Jack abría los ojos y después los cerraba. Estaba despierto y bien prometerle es comentar su situación al doctor Art Weber, el
consciente. director de Proyecto de Newbury Pharmaceuticals. Pero ya sabe,
—Soy el doctor Randa —dijo el jefe de cirugía, sin moles- aunque él aceptara, lo cual dudo, Jack tendría que ser incluido en
tarse en estrechar la mano de Jack, ni siquiera de asegurarse de el estudio como cualquier otro paciente. Así sólo tiene un treinta y
que éste estuviera despierto del todo—. Sus arteriogramas tres por ciento de posibilidades de caer en el grupo de dosis
reflejan una gran cantidad de bloqueo por arteriosclerosis en máxima y la misma posibilidad de recibir placebo. —Comprendo,
gran parte de las arterias de su corazón. Sería positivo que se pero por favor, haga todo lo que pueda. Si lo intentamos, hay una
sometiera a una cirugía de bypass a la brevedad. La doctora posibilidad de persuadir a Jack para que se opere. Está apegado a
Jessup repasará los detalles con usted y fijará un día. Sugeriría usted como a ningún otro médico que ha tenido. Pero si podemos
que, de existir algún hueco en mi agenda, se le realice el tratarlo sólo con medicación, sólo él merece el crédito por
procedimiento antes de volver a su casa. De lo contrario, debe intentarlo.
hacer reposo absoluto hasta que pueda arreglarse algo. Uno de —Bueno, podríamos ganar tiempo cambiando de
mis colaboradores vendrá a verlo más tarde. Buenos días, medicamentos. Tengo algunas ideas que podrían ayudar a su
Carolyn. situación, en especial después de haber visto su cateterismo. Y le
—Gracias por bajar —dijo ella mientras el cirujano salía. prometo que hablaré con el doctor Weber. Sin embargo, tengo que
Brian se acercó de inmediato a su padre. decirle que, como están las cosas, recomiendo la cirugía.
—¿Estás bien? —le preguntó. —De acuerdo. No discuto. Pero necesito tiempo para pensar y
—Nada de cirugía —fue la respuesta de Jack. hablar de esto con Jack. No he visto a muchos pacientes soportar
—Haremos lo que podamos. Pero escucha, pa, no quiero el infierno que él soportó después de la cirugía. Casi lo perdimos.
perderte, y las niñas no tendrían consuelo. Haré lo que pueda por —Lo sé.
evitar la cirugía, pero pase lo que pasare, voy a buscar lo que sea —Bien, gracias. No es necesario que se quede esperando. Me
mejor para ti, incluyendo otro bypass. Necesito tu promesa de quedaré con mi padre hasta que lo lleven a su habitación. Jessup
que me harás caso. ¿Jack? sonrió enigmáticamente.
Hubo un prolongado silencio. —En realidad —dijo—, sí hay una razón para quedarme
—No me gusta ese tipo —dijo por fin. esperando. Volvamos al laboratorio.
—No tiene que gustarte, Jack —intervino Jessup—. Sólo Brian la siguió de regreso al laboratorio, donde Jack había sido
tienes que creernos: es uno de los mejores del mundo en lo que transferido de la mesa a su cama. —¿Cómo estás, papá?
hace. —No fue muy divertido, si a eso te refieres. ¿Qué era ese
La médica alejó a Brian de manera tal que Jack no pudiera tipo... alguna especie de árabe?
escuchar. —Indio. No tiene muy buenos modales. Carolyn Jessup
—Randa es un tremendo maleducado, lo sé —dijo—. Pero interrumpió para hablarle al personal. —Si todos ustedes pueden
confíe en mí, de verdad es un mago en el quirófano. Última- retirarse a los vestuarios por un Par de minutos, me gustaría
mente está más insoportable que nunca debido a nuestra
hablar a solas con estos dos caballeros. Gracias. —Esperó a que bolsillo y se lo entregó a Jack. —El
las puertas se cerraran, y después sacó un sobre blanco del
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doctor Pickard, jefe del hospital, me hizo llegar este sobre justo departamento vacío, tratando de superar la tristeza por no estar
antes de que yo bajara. Fue entregado en su oficina a últimas sano.
horas de la tarde. Lamentó no poder estar aquí para entregar el Durante mucho tiempo la vida fue muy buena con él. Era un
sobre personalmente. Pero me alegro de estar en su lugar. toro manso, famoso por su fuerza y energía. En la Jaguar de Back
Adelante, Jack, ábrelo. Bay lo habían ascendido a jefe de mecánicos. Tenía una esposa
Con las manos un poco temblorosas, Jack rasgó el sobre y que era un ángel y tres hijos maravillosos. Entonces Mary recibió
extrajo una tarjeta pequeña. Se quedó mirándola por lo menos la mala noticia del bulto en el pecho, y pareció que todo se echaba
medio minuto, y luego dijo con voz suave: a perder: la cirugía, las citas con los médicos, la quimioterapia
—¡Dios mío! —Levantó la mirada hacia Jessup. —¿Es ver- horrible y venenosa y, en las últimas épocas, el dolor de huesos, la
dad? —Ella asintió. —Carolyn, esto me hace mejor que cualquier pérdida de peso y por fin el misericordioso final.
operación o pildora... Toma, hijo. No habían pasado seis meses de la muerte de Mary cuando
Pasó la tarjeta a través de la baranda lateral de la cama. Hasta Mac tuvo su primer episodio de dolor de pecho. Estaba trabajando
que Brian no la tuvo en la mano no se dio cuenta de qué se debajo de la cubierta de un auto cuando sintió el dolor: una
trataba. punzada quemadora indefinible que empezaba debajo de la
clavícula y le invadió de inmediato la mitad superior del cuerpo:
Estado de Massachusetts hombros, cuello, mandíbulas y oídos. En lo más profundo de su
COMITÉ DE MATRÍCULAS MÉDICAS ser supo que era su corazón. Pero su mente no quiso aceptarlo. Se
David Connolly, gobernador limitó a beber un vaso de agua, se sentó, se enjugó el sudor de la
extiende esta matrícula a: frente y el rostro y respiró lentamente hasta que el dolor cedió.
No le contó a nadie acerca de este episodio: ni a sus hijos, ni a
A continuación, el nombre y la dirección de Brian. Al pie de sus compañeros de trabajo, ni a su médico. Durante un par de
la tarjeta se aclaraba que la tarjeta era provisoria, pero eso no meses disminuyó su ritmo de vida y descansaba apenas sentía que
importaba. Brian se quedó mirando la tarjeta; tenía miedo, si se venía el dolor. Pero, por fin, soltó la lengua después de un par
intentaba hablar, de no poder evitar el llanto. de copas en The Tartán y cometió el error de mencionarle los
—El lunes próximo empieza a trabajar como médico gra- síntomas a su amigo, Marty Anderson. Al día siguiente,
duado —explicó Jessup—. El martes por la mañana será mi acompañado por Marty, acudió ál consultorio del médico.
asistente aquí, en el laboratorio de cateterismo. Si pasa esa Ahora, dos años después, se preguntaba si no debió haber
prueba, dentro de un mes estará realizando cateterismos por su mandado todo al diablo y haber permitido que lo operaran.
cuenta. Sólo prométanos algo a todos. Su departamento estaba a sólo cinco cuadras de distancia, pero
—Cualquier cosa —dijo Brian—. Cualquier cosa. Mac recién estaba en la tienda 7-Eleven y ya había tenido que
—Prometa que no va a sacar a la luz ningún otro diagnóstico detenerse tres veces. La médica de la clínica, una mujer con
como el de esa tormenta tiroidea. aspecto adolescente, lo había derivado a un dietista para revisar la
dieta con bajo contenido de sal por centésima vez, y le había
Angus Mac MacLanahan siempre se había enorgullecido por aumentado las pildoras diuréticas a dos, dos veces por día. Mac le
tener una actitud positiva hacia la vida. Desde que había sido recordó que ya tenía que usar el papagayo dos o tres veces todas
maquinista en Glasgow y, después, cuando emigró a los Estados las noches, pero la doctora se limitó a reírse, y le aseguró que la
Unidos, mecánico de autos Jaguar de los ricos, siempre fue hinchazón de tobillos y el aliento escaso iban a meJorar si él comía
optimista: satisfecho con su suerte, pero siempre dispuesto y menos patatas fritas y bebía menos cerveza.
ansioso por hacer lo posible para mejorarla. Ahora, cada paso era ¿Por qué no me da la pildora negra? —le respondió Mac,
un esfuerzo al subir la colina desde la clínica hasta su

lo medio en broma.
Entró en la tienda arrastrando los pies y buscó un poco de

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leche, salsa de tomate, un paquete de galletas de vainilla en MacLanahan implotaron momentos antes de que los ojos se le
sandwich y una bolsa pequeña de Doritos. El esfuerzo lo dejó derritieran y su ropa se incendiara. Para cuando el cuerpo chocó
jadeante. contra la pared junto a la puerta, la piel y la pleura pulmonar ya
—¿Se encuentra bien? —le preguntó el cajero. estaban quemadas. Y para cuando la pared comenzó a in-
—Estoy bien —logró responder Mac—. Sólo un poco... agi- cendiarse, había comenzado a desmayarse.
tado, eso es todo.
—¿Está seguro?
Brian salió del hospital a las cinco y caminó hasta la iglesia
—Estaré bien en... sólo un minuto... Tome.
metodista situada en el South End. Cuando recién había regresado
Pagó y se obligó a dejar de apoyarse en el mostrador de
del Centro de Tratamiento Fairweather en Greenville, Carolina
vidrio. Después salió de la tienda.
del Norte, quince meses atrás, le daba vergüenza asistir a las
—¿Está seguro de que no quiere que llame a alguien? —
reuniones de NA o de AA por miedo a encontrarse con algún ex
insistió el cajero.
paciente. Prefería el anonimato que le proporcionaba Boston.
Una cuadra y media, se dijo a sí mismo Mac. No estaba en
Durante un recreo en la tercera o cuarta reunión, en el sótano
su mejor estado, pero diablos, podía caminar sobre vidrios rotos
de la iglesia metodista, un hombre negro y delgado se le había
una cuadra y media si tenía que hacerlo. Sin embargo, si no
acercado. Usaba gafas con marco de carey y lentes oscuros, y
mejoraba pronto, iba a tener que tomar algunas decisiones con
habría tenido aspecto de intelectual de no ser por la gruesa
respecto a vivir solo. Un hogar para ancianos era impensable, y
cicatriz en forma de F que tenía sobre el delgado deltoides y por
no deseaba ser una carga para ninguno de sus hijos. Quizá la
unos tatuajes azules caseros en la base de los dedos que rezaban
doctora Cara de Niña tenía razón, se dijo. Quizás el cambio en la
BUENA SUERTE cuando cerraba las manos en puños.
medicina diurética lo ayudaría.
—¿Sabes? —le dijo Freeman Sharpe aquella noche, con su
Cuando llegó a su edificio los pies ya le dolían. En lo único
dulce voz de barítono— esto no es Acné Anónimo. Esta
que era capaz de pensar era en quitarse los zapatos y las medias,
enfermedad contra la cual combatimos es mortal. Es astuta,
y en acostarse en el sofá. El último obstáculo entre él y un vaso
poderosa, y por sobre todas las cosas, paciente. Si insistes en sen-
de leche, unas galletas y el partido por televisión, era un solo
tarte en la última fila y aislarte en los recreos, tarde o temprano,
tramo de escaleras. Destrabó la puerta principal y la puerta
más bien temprano, vas a hundirte.
interior de seguridad del edificio. Con la bolsa de plástico de las
Fue entonces cuando Sharpe se ofreció como voluntario para
compras en una mano y aferrándose a la baranda con la otra,
ser padrino de Brian y ayudarlo a conocer gente y a guiarlo a
ascendió escalón por escalón.
través de los recovecos y las dudas de la recuperación. Incluso
Por fin, en el segundo piso, se apoyó contra la puerta de su
ahora todavía hablaban por teléfono casi todos los días. Sea cual
departamento, jadeando mientras luchaba con la llave. El de-
fuere el problema de Brian, Freeman siempre tenía una solución
partamento, como siempre, estaba a oscuras. Nunca en su vida
razonable. Cualquiera que fuese su pregunta, tenía una respuesta.
había dejado una luz encendida sin necesidad. Al entrar, percibió
Sin embargo, esta noche Brian tenía la sensación de que su
el inconfundible olor a gas. El piloto de la estufa debía de
Pregunta iba a dejar perplejo incluso a Sharpe.
haberse apagado, pensó mientras cerraba la puerta detrás de sí.
Ya no había más Aphrodite, no más Speedy Rent-A-Car, no toas
De inmediato iba a abrir una ventana y arreglaría ese maldito
Darryl, en poco tiempo iba a empezar a cobrar un sueldo digno, y
aparato. Encendió la luz del living-room, que estaba junto a la
estaba a tres días de volver a hacerse cargo de pacientes. Lo tenía
puerta, pero nunca pudo ver la chispa que se produjo en la
todo. ¿Por qué, entonces, estaba tan angustiado? La inexplicable
abertura levemente ensanchada de los contactos.
ansiedad de Brian empezó a desaparecer aPenas pisó el viejo
La atmósfera cargada de gas instantáneamente convirtió el
sótano de la iglesia. Aunque la mayor parte de los grupos de
prolijo departamento en un infierno. Los tímpanos de Mac
apoyo a los que asistía eran de Narcóticos ponimos, no tenía
problema en ir a las reuniones de AA. Una d roga es una droga, había aprendido en Fairweather, y la deci-

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dinario Instituto Cardíaco de Boston. Dime, ¿quién fue exacta-
mente la persona que te contrató para este trabajo?
—Pickard. Ernest Pickard. Es el director.
Brian ya percibía lo que se venía, pero se sintió agradecido
sión de permanecer alejado de las sustancias alteradoras de la de que Freeman lo guiara hasta allí.
personalidad tenía que incluir el alcohol. —Es el director... y él te contrató.
Freeman Sharpe lo saludó con la mano desde la otra punta —Correcto.
del recinto y luego lo saludó con un apretón de manos, un —¿El revisó todos tus papeles, tu curriculum, los resultados
abrazo y la mirada escudriñadora que Brian había aprendido a de tus exámenes, etcétera?
esperar. —Sí.
—Discúlpame por decirlo, joven Holbrook —dijo Freeman —¿Y verificó tus referencias?
— pero no pareces alguien a quien le acaban de quitar el peso
del mundo de los hombros.
—Así es.
—¿Es tan evidente?
__¿Y aun así decidió contratarte?
—Así es.
—Sí.
—Creo que estoy asustado.
—¿Es un hombre inteligente?
—¿Por qué?
—Mucho.
—No sé.
—Entonces, según como lo veo yo, corrígeme si me equivo-
—No te creo. ¿Por qué no tratas de adivinarlo?
co no eres tú el responsable de que ingreses al hospital. Un
—Bueno, el Instituto Cardíaco de Boston es lo máximo.
hombre muy inteligente, que sabe de qué se trata el trabajo, sabe
-¿Y?
evaluar el talento médico y examinó todos tus antecedentes,
—Con mi historia, van a estar observándome muy de cerca.
determinó que podías desempeñar esa tarea.
-¿Y?
—Supongo que sí.
—Y no quiero... no quiero echarlo a perder.
—Entonces, ¿a qué estoy apuntando?
Freeman limpió sus gafas con un pañuelo de papel, después
Sharpe, con los brazos todavía cruzados, lo miró de reojo. El
apretó las manos y miró los tatuajes de BUENA SUERTE.
hombre era un maestro para saber cuándo era momento de una
—Ya veo —dijo.
respuesta y cuándo de una pregunta.
La gente estaba acomodándose para empezar la reunión de
—Mi única tarea es poner lo mejor de mí —respondió Brian,
los viernes, así que Freeman llevó a Brian afuera, al fresco aire
sin atreverse a emplear un tono de voz que pudiera insinuar que
de finales de verano. Los recelos de Brian por comenzar en el
para él eso era muy fácil.
ICB tenían que relacionarse con alguna lección importante para
__No se trata de ser el mejor. Espero que, a esta altura, te hayas
justificar la insistencia de Sharpe de que Brian se perdiera parte
dado cuenta de que esa historia de ser el mejor tiene que
de la reunión.
desaparecer. Porque si echar a perder este trabajo es lo mejor
—Bien —dijo Freeman, mientras se apoyaba contra el edi-
que puedes hacer, ese no es tu problema, hombre, sino de Ernest
ficio y cruzaba los brazos, sin quitar en ningún momento la
Pickard. Él te eligió.
mirada de Brian—, temes echarlo todo a perder en el extraor-

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__Lo digo muy en serio. Huelo una emboscada, pero no pue
CAPÍTULO CINCO do imaginarme de dónde vendrá.
En los diez meses de mandato como representante de la FDA,
Baird había llegado a confiar en la opinión de Teri. Esta tenía
treinta y seis años, la misma edad que su hija. Pero, a diferencia
de Margaret, que cambiaba de facultad y de emóleos y todavía
no sabía qué hacer con su vida, Teri, quien ya estaba en la
agencia desde hacía tres años cuando Baird asumió el cargo, era
tan hábil y eficiente como leal. Los puestos de directores
interinos no quedaban vacantes con mucha frecuencia pero
El doctor Alexander Baird miró por encima del hombro a los cuando hubiera una vacante, Teri Sennstrom iba a estar primera
camarógrafos y periodistas que llenaban la sección de prensa de en su lista de candidatos. El día de hoy, Teri estaba sentada a la
la sala de conferencias. De inmediato se encendieron dos derecha de Baird en carácter de consejera clínica. A su izquierda
flashes, y luego otro. El Comité Senatorial del Subcomité de estaba el abogado de la FDA, un hombre de nariz aguileña,
Asuntos Gubernamentales para la Vigilancia de Gestión Gu- veterano de las guerras políticas, llamado Barry Weisman.
bernamental estaba en un receso de cinco minutos. Baird, re- La reunión del subcomité, presidida por el poderoso senador
presentante de la Dirección de Alimentos y Medicinas (FDA), republicano por Massachusetts, Walter Louderman, era la
deseó haber ido a orinar antes de ingresar al recinto. La sola idea segunda a la que Baird asistía como jefe de la FDA. Su primera
de tener que pasar en medio de la multitud hasta el baño de aparición, justo después de su designación, había resultado ser
hombres no le atraía en absoluto. poco más que una sesión de boxeo de sombra, en la cual
Al subcomité de vigilancia le correspondía determinar si la Louderman, con una sonrisa constante, le hizo saber a Baird que
FDA llevaba a cabo sus funciones de manera adecuada. Por su- aunque él fuera hombre del Presidente, liberal por donde se lo
puesto que la palabra "adecuada" tenía un tinte político carac- mirara, el Congreso y todos los comités importantes estaban
terístico. En los dos o tres días previos a esta reunión, Baird se controlados por el gran Partido Republicano. En esta opor-
había enterado por su personal de que había más interés en esta tunidad, Louderman, un republicano moderado con inocultables
sesión que lo acostumbrado. Pero nadie parecía saber por qué. aspiraciones nacionales, todavía tenía que hablar.
Ahora, después de tres cuartos de hora de responder a preguntas En sus inicios, médico de cabecera en un pequeño pueblo,
sobre diversos temas, Baird seguía sin encontrar explicación Baird era profesor en la Facultad de Medicina de Missouri
para la excesiva atención por parte de los medios y de los cuando fue convocado por el Presidente a Washington con el fin
curiosos. de organizar la FDA. Durante el gobierno anterior dicho or-
—Teri, tengo la sensación de que todos saben algo que yo no ganismo había sido muy mal administrado, y había sido víctima
sé —murmuró, mientras levantaba la mirada hacia el estrado que de una serie de escándalos, incluyendo un feo episodio re-
les permitía a los miembros del subcomité asomarse por encima lacionado con sobornos para cubrir la denominación fraudulenta
de los testigos. de comida para bebés. Contundente y franco en temas sociales
La doctora Teri Sennstrom, líder grupal de drogas cardio- desde el cigarrillo hasta el control de las armas, Baird ya era
vasculares, sirvió un vaso de agua helada, que su jefe rechazó. criticado por carecer de la gracia social, la astucia póliza e,
—Somos dos —respondió ella—. El pequeño Bighorn está incluso, la fortaleza física para sobrevivir un período largo en su
bonito en esta época del año, ¿no lo cree, general Custer? cargo.
—Muy graciosa. Se inclinó hacia Teri y tapó el micrófono. ¿Qué crees que diría
Harvey Wiley si estuviera presente en este circo? —preguntó. , químico y defensor de los derechos del consumidor
Wuev

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en el siglo pasado, había dirigido la batalla legislativa para aprobar la Texas, al parecer había producido una forma rara de pancreatitis, a
Ley de alimentos puros y drogas de 1906, y por lo general se lo veces mortal, en una proporción pequeña, pero significativa, de los
consideraba el padre de la FDA. millones de personas que la consumían.
Teri sonrió ante la imagen evocada por Baird. Veinticinco muertes fueron atribuidas al producto, y había un juicio
—Wiley era político —respondió ella—. Él comprendería este en marcha. El laboratorio había hecho frente a las acusaciones con
show perfectamente. Y, por lo que leí, también llegaba a los puños si testimonios expertos de un equipo de peritos en estadística, a sueldo,
era necesario. Pero una pequeña corrección, doctor Baird: los circos que demostraban que, dada la mejoría de salud que acompañaba
tienen como objetivo entretener y emocionar. Prefiero pensar en estas incluso una modesta disminución de la obesidad, sumada a la
sesiones como en un teatro: teatro del absurdo. —Hizo un gesto hacia ocurrencia "natural" de esta forma de pancreatitis, los beneficios de
los senadores, que regresaban a sus asientos y, automáticamente, se kinethane eran mucho mayores que los riesgos. Sin embargo, la FDA
alisó la pálida cabellera. —Segundo acto —dijo. tenía estadísticas propias. Finalmente, Baird vio que no le quedaba
Barry Weisman desconectó su micrófono y el de Baird. otra opción que retirar la droga del mercado.
—Bien, Alex —dijo—, aquí vamos otra vez. Estoy aquí, a tu lado. Baird sabía que las sesiones más violentas del subcomité de
Aunque sólo necesites una pausa, lo único que tienes que hacer es vigilancia giraban en torno de la aprobación de alguna droga que
tapar el micrófono y consultarme al oído. Además, eso se ve muy bien posteriormente resultaba ser dañina. Esperaba tener que responder
en televisión. Y recuerda, no importa con cuántos elogios te cubran ni preguntas sobre por qué le había llevado tanto tiempo a la FDA
cuántas perlas brillantes te arrojen, no bajes la guardia. Ni por un apreciar el riesgo de kinethane y hacer algo al respecto, así que estaba
momento. bien asesorado con datos y con Teri Sennstrom. Baird extrajo la gruesa
—Ni por un momento —repitió Baird. carpeta de la pila que tenía delante, anticipando un ataque. Sin
—Otra cosa: cuanto más enfoquen a la doctora Sennstrom, mejor embargo, ese ataque nunca se produjo.
propaganda para el organismo. —Doctor Baird —comenzó Harrington—, quiero felicitarlo por la
—¿Me parece detectar discriminación a la inversa? preguntó Teri. excelente tarea que están realizando para volver a poner de pie a la
Weisman sonrió. Era muy amigo de Teri desde hacía varios años, FDA.
desde el día en que él por fin aceptó que ella no tenía interés en salir Baird miró a Barry Weisman, que se limitó a frotarse la barbilla y a
con él. encogerse de hombros.
—Sólo una trivialidad biológica —respondió. —Gracias, senador —respondió Baird—. Hacemos lo que
—Muy bien, doctor Baird —comenzó Louderman—, qué le podemos.
parece si seguimos con lo nuestro. Mi estimado colega de Texas, el —Mi interés particular el día de hoy, doctor Baird, es que
senador Harrington, tiene algunas preguntas con respecto a las comparta con nosotros algunos datos referentes a la investigación de
situaciones por las cuales su agencia atravesó en forma reciente. nuevas drogas.
Teri tapó el micrófono y murmuró: —¿Por ejemplo, cuáles? Bueno, por ejemplo, ¿cuánto tiempo tarda
—Conoces a este tipo, ¿no? una droga nueva en llegar al público?
Baird asintió. El senador Bart Harrington era el bufón de ~¿Desde la experimentación con animales?
Louderman, y a veces el músculo. Cualquier cosa que Harrington —Sí.
tuviera que decir, sin duda serían instrucciones del presidente del Bueno, por supuesto que varía mucho según la droga, la nudosidad
comité. Baird creyó saber qué se venía. Una de sus primeras de la compañía farmacéutica que la fabrica y de otros factores. Pero,
actuaciones como representante de la FDA había sido retirar del de principio a fin, el proceso puede durar desde cinco hasta diez años
mercado la kinethane, una droga para adelgazar muy polémica, tres o incluso más, y tener un coste de más de ciento veinticinco mil
años después de haber sido aprobada para uso general. El producto, millones de dólares.
que le hizo ganar cientos de millones de dólares a una compañía de

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—Existen tres fases de experimentación humana en la in- Con calma, garabateó Weisman en el anotador que había entre
vestigación de una droga, ¿correcto? ellos sobre la mesa.
Baird quedó sorprendido por lo específico de la pregunta, pero la —Nueve meses después de que la NDA para el lovastatin fue
respondió a tiempo. presentada —respondió Baird— éste fue aprobado. Pero la
—Esencialmente sí. Cada una de las tres fases de experimentación investigación de esa droga fue...
humana involucra a más pacientes que la anterior y también a más —Gracias, doctor.
instituciones investigadoras. —No, senador, por favor, quisiera terminar la oración. La
—Aquellas drogas promisorias, que salvan la vida, ¿llegan a ser compañía Merck realizó meticulosos estudios clínicos de esa droga y
aprobadas para uso público mientras la investigación humana todavía nos entregó información muy completa. En realidad habían
se encuentra en la Fase Dos de las tres fases acostumbradas? comenzado a trabajar en el lovastatin a fines de la década del 70.
—Sí, senador Harrington, ha habido casos. —Entonces díganos, por favor, ¿precisamente cuánto tiempo
Harrington, cuyo rostro venoso y nariz enrojecida sugerían a Baird transcurrió desde el comienzo de la experimentación humana de Fase
que el hombre podría tener problemas con el alcohol, consultó sus Dos hasta la aprobación de la NDA para el lovastatin?
notas y luego se aclaró la garganta. —En realidad no tengo esa información en este preciso momento.
—Doctor Baird, ¿podría hablarnos sobre la droga lovastatin? Pero será un placer...
—¿Qué desea saber? —Fueron sólo tres años, doctor Baird. Sólo tres años desde el
—Una breve historia de la droga desde el punto de vista de la comienzo de las pruebas humanas de Fase Dos hasta la aprobación de
FDA. la droga.
Teri tapó el micrófono. Harrington, cuya expresión presumida resultaba casi cómica, se
—¿Tienes idea adonde se dirige? —murmuró. volvió a Walter Louderman e hizo un gesto para indicar que le pasaba
Baird sacudió la cabeza. la batuta. Louderman, un graduado de la facultad de Leyes de
—En ese caso, ve con precaución —le advirtió ella. Harvard, de voz ronca y pelo canoso, ordenó algunos papeles.
—Lovastatin es un agente muy eficaz que disminuye el colesterol, Después bebió lentamente un sorbo de agua y se aclaró la garganta
desarrollado por Merck y Compañía. Fue aprobado para ser prescripto antes de fijar los ojos azul pálido en Baird.
al público en agosto de 1987. —Doctor Baird —dijo—, hay otra droga sobre la que quisiera
—La aprobación de una aplicación de droga nueva, también preguntarle. Corríjame, por favor, si mi pronunciación es incorrecta.
conocida como NDA, constituye el último paso antes de que un La droga es zidovudine.
medicamento sea aprobado para uso general, ¿no es verdad? —Su pronunciación es perfecta, senador Louderman. —¿Por qué
—Correcto, senador. no habría de serlo? Seguramente la estuviste practicando cien veces
—Bien. Entonces, por favor, ¿podría decirnos cuánto tiempo antes de arriesgarte frente a todas estas cámaras. —La droga por la
transcurrió desde la aplicación de droga nueva para el lovastatin hasta cual usted pregunta es más conocida como AZT.
su aprobación? Barry Weisman hizo un gesto con la mano para que Baird se
—Antes de responder —dijo Baird, conduciéndose como si detuviera, y volvió el micrófono hacia su persona.
estuviera en una habitación oscura— creo que debo explicarles que —Senador Louderman —preguntó—, ¿cree que podría dar nos
una aplicación de droga nueva se presenta en nuestro organismo alguna idea hacia dónde conducen estas preguntas?
recién después de que las fases Uno, Dos y Tres fueron... Si tiene un poco más de paciencia, señor Weisman, creo qu e
—Sí, sí, entiendo, doctor. Por favor, ¿podría responder a mi tendrá su respuesta. Ahora, doctor, ¿podría darnos el mis- mo tipo de
pregunta? resumen del AZT que nos dio para el lovastatin?
La interrupción y el tono de voz de Harrington de inmediato puso Baird buscó una trampa detrás de la pregunta, pero no pudo
a Baird en alerta roja. encontrar ninguna.
—El AZT es un agente antiviral desarrollado por Burroughs-

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Wellcome y Compañía, ahora Glaxo Wellcome, y ha resultado ser un y trates de contactarte con el Presidente y le pidas que ponga un
tratamiento valioso contra el virus que produce el sida. límite a esto.
—¿Y cuándo se iniciaron los estudios clínicos de esa droga? Y se volvió hacia Louderman.
—No estoy seguro. Alrededor de mediados de la década del 80. __Por lo que sé de la droga, senador, y admito que no es demasiado
—En realidad, doctor, las pruebas de la Fase Uno del AZT a estas alturas, una de sus posibilidades es curar el endurecimiento
comenzaron en junio del 85. La Fase Dos se inició siete meses de las arterias. Pero debo advertirle a usted, y a todos los presentes
después. La experimentación humana finalizó en septiembre del 86, en esta sesión, que la investigación de Vasclear es bastante
sólo ocho meses después de iniciados los estudios de Fase Dos. preliminar.
Nunca llegaron a los estudios de Fase Tres. __¿Una droga que cura el endurecimiento de las arterias y no sabe
Para este entonces, Baird sentía la presión de su vejiga y se demasiado sobre ella?
maldijo por no haberse ocupado de esa situación durante el receso. __Una droga que puede curar el endurecimiento de las ar
De todos modos, ya fuera por fatiga, irritación, ansiedad o una terias, senador. Literalmente, hacemos el seguimiento de cien
combinación de las tres, tomó varios sorbos del agua helada que Teri tos de drogas nuevas que están siendo investigadas. Y, como
le había servido, y después hizo un gesto para que ella respondiera a acabo de decir, la investigación de Vasclear es bastante preli
la afirmación de Louderman. minar.
—No estamos seguros de seguirlo, senador —dijo Teri—. La —Discúlpeme, señor —objetó Louderman—, pero la inves-
FDA siente orgullo por la velocidad con que el lovastatin y el AZT tigación de este remedio ya está bastante avanzada, y el pueblo de
fueron aprobados para uso general. los Estados Unidos debería saber que los resultados hasta la fecha
—Me parece muy bien, doctora Sennstrom. Porque ambas han sido sorprendentes. Sé de buena fuente que los científicos de
drogas poseen un potencial enorme para salvar la vida de muchas Newbury Pharmaceuticals presentaron, en dos oportunidades, el
personas... formulario de droga nueva en su organismo, y solicitaron el mismo
Louderman hizo una pausa, miró hacia arriba, al banco donde tipo de consideración que recibió esa droga contra el sida y, las dos
estaban las cámaras, y después volvió a ordenar sus papeles. veces, sus funcionarios rechazaron dichas solicitudes.
AQUÍ VAMOS, escribió Weisman, y puso a la "O" un rostro serio. ¡Fuego!, escribió Baird en el anotador. Barry Weisman buscó el
—... Doctor Baird y doctora Sennstrom —dijo por fin Lou- teléfono celular en su maletín, lo deslizó en el bolsillo de su
derman— ¿conocen una droga llamada Vasclear, que actualmente se chaqueta y se alejó de la sala de audiencias. Baird hizo tiempo
encuentra en la Fase Dos de estudios clínicos? bebiendo otro sorbo de agua. Por lo que él sabía, la investigación de
—Conocemos la droga, sí —respondió Baird. Vasclear era muy promisoria. Pero también sabía que el personal de
—¿Podría decirnos cuáles son los efectos de la droga? Louderman había estado presionando al equipo asignado para
—Puedo decirle cuáles son supuestamente los efectos de la evaluar los datos clínicos de la Newbury Pharmaceuticals Company.
droga. Está siendo investigada por ciertas propiedades que pueden La cantidad de dinero que podía recaudarse con una droga
permitirle disolver la arteriesclerosis. eliminadora de la arteriosclerosis era tremenda. Louderman t enía
—Disolver la arteriesclerosis... ¿Significa que puede curar el como objetivo la nominación presidencial republicana.
endurecimiento de las arterias?
Su
apoyo público, desde el principio, a la droga, sería un golpe
En ese momento, Baird recordó que Newbury Pharma-ceuticals, Político enorme y, sin duda, parte de las ganancias por la
la pequeña firma que desarrollaba Vasclear, estaba situada en Boston, comercialización de esta droga encontraría su camino hacia l as arcas
de donde Louderman era oriundo. De repente comprendió el porqué de la campaña.
de toda esta sesión. Una emboscada, sin duda alguna. Baird tapó el lo único Que sus empleados le habían dicho a Baird, resultados de la
micrófono. Fase Dos del estudio de Vasclear eran

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—Barry —murmuró—, ahora sabemos adonde apunta Lou- asombrosos, no obstante, aún sería necesario realizar más pruebas
derman. Si vemos que presiona demasiado, quiero que vayas al hall, con humanos.
—Discúlpeme, doctor —decía Louderman— ¿pero podría
responder a mi pregunta? Teri.
—Yo... me temo que tendrá que repetirla, senador. —El organismo —No quise decirle que tú eras la líder de grupo en este
que usted preside aprobó tanto el lovastatin como la zidovudine por proyecto.
ser drogas salvadoras. ¿No llamaría usted salvadora a Vasclear, la —De haberlo hecho, no habría habido problema. Esta droga es
cura para una enfermedad horriblemente costosa y generalmente nuestra prioridad.
mortal? —Sé que así es. ¿Qué opinas de lo que dijo Louderman?
—En este punto, senador, no la llamaría de otra manera que no —No me gusta el mensaje subliminal sobre cómo nos esfor-
fuera una droga con muchísimo potencial. zamos para curar el sida y estamos impidiendo que el señor y la
—¡Pero se equivocaría! —Louderman golpeó el puño sobre el señora Norteamérica tengan acceso a la cura milagrosa del siglo.
escritorio a modo de énfasis.— ¡Es evidente que no ha revisado en Parece que Louderman está haciendo proselitismo.
persona la información referida a esta investigación! De haberlo —Todo el mundo sabe eso. ¿Pero estás de acuerdo en que
hecho, creo que se mostraría más entusiasta. —Quizá —fue lo único deberíamos acelerar el proceso?
que Baird pudo responder. —Este comité volverá a reunirse dentro —Aún no puedo asegurarlo. Aunque sí parece promisoria. Y no
de un mes a partir de hoy, doctor Baird. Para ese día, espero que esté cabe duda de que está incluida en la categoría de drogas salvadoras.
listo para responderle al pueblo norteamericano por qué una droga Baird estudió el rostro de Teri varios segundos. Weisman tenía
salvadora y fundamental para recuperar la salud... razón, pensó. La belleza e inteligencia de Teri Sennstrom hacían
En ese momento uno de los colaboradores de Louderman se buena propaganda a su organismo.
acercó a éste y le entregó un teléfono. Louderman escuchó al que —Bien, entonces —dijo—. Ya sabes lo que tienes que hacer. No
llamaba durante treinta segundos, dijo algunas palabras y devolvió el quiero que nadie me esté presionando, pero ya sabía que este puesto
teléfono. Su sonrisa era helada. A Baird le pareció que uno de sus era político cuando lo acepté. Haré de esta droga mi más alta
ojos le hacía un tic. prioridad, pero voy a necesitar tu ayuda para que reduzcas las pilas
—Bien —dijo—. Parece que tiene usted un protector muy de datos a un tamaño considerable para que yo las revise.
dedicado en la enorme Casa Blanca, aquí cerca. Sus deseos son que —Dalo por hecho.
le otorguemos todo el tiempo que usted necesite para evaluar la —Empieza a trabajar y nos reuniremos en... digamos una
situación de Vasclear, dando por sentado que ésta será su más alta semana.
prioridad. —Bien.
Baird devolvió la mirada al senador. —Haré lo mejor que pueda — —Y... Teri.
respondió. —Eso espero —replicó Louderman. Se puso de pie con la -¿Sí?
mayor rigidez posible, y miró más hacia las cámaras que a Baird, al —Podemos permitirle a Louderman relamerse todo lo que
agregar: —Y señor, también espero que todos esos pobres enfermos, quiera. Eso es sólo política. Pero, finalmente, debemos recordar
postrados en la cama, con dolores de pecho y síntomas de infarto, dónde yace nuestra responsabilidad. No quiero otro kinethane, ni
sean tan pacientes con usted como nuestro Presidente. otra talidomida. Si esta droga tiene problemas, debemos alejarla del
Sin aguardar respuesta, Louderman bajó el mazo para terminar la público, por más que a Louderman no le guste.
sesión.
Baird esperó hasta que el estrado se desocupó, y después se dirigió a

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para realizar una prueba. La única excusa para llegar más de dos horas
tarde para dejar una muestra de orina era estar ocupado en la sala de
emergencias o en el laboratorio de cateterismo.
Desagradable, pero no inmanejable, reconoció Brian. Y por
supuesto que se lo merecía.
Brian firmó las correspondientes renuncias y garantías, tomó las
copias y la hoja de instrucciones y subió a reunirse con Phil
Gianatasio en la sala de conferencias, con el fin de visitar las
instalaciones. Phil lo esperaba con una torta pequeña con forma de
corazón anatómicamente correcto, acompañado de una morena muy
bonita y esbelta de unos treinta años. Carrie Sherwood era la secretaria
de la sala de investigación clínica.
Sala de correspondencia, centro de comunicaciones, seguridad, —La traje aquí para que la conozcas, porque ella está a cargo del
personal, sueldo. Uno por uno, Brian marcaba los ítem sobre una lista servicio clínico y quería que la tuvieras de amiga. El último residente
eficientemente diseñada a medida que avanzaba por el laberinto de que hizo algo que la molestó terminó arrojándose del techo del
corredores, edificios y oficinas que formaban parte del White Memorial edificio Cromwell.
Hospital. Había pasado más de una década desde su última orientación —¡Ay, Philip, déjate de bromas!
hospitalaria, y sentía tanta emoción y nervios como aquel día en Brian se dio cuenta, por el modo en que la curvilínea secretaria
Chicago, cuando empezó su residencia en Cardiología. reaccionó a la broma, de que ella y Phil eran amantes. Después de
En la lavandería, Brian trató de explicar que, en general, iba a algunos minutos de charla trivial y de comer torta, ella regresó a la
desempeñar tareas de cardiología, pero que su título, médico residente, unidad de investigación. Los dos hombres la miraron irse un largo
le ponía un tope. Después de una prolongada deliberación, la empleada rato. Brian asintió a modo de aprobación.
encargada de los uniformes, confundida, se decidió por dos ambos para —Bonita dama —dijo.
la parte de cardiología, y dos chaquetas largas hasta la rodilla para la —¿Sabes qué es lo mejor? —respondió Phil—. Que no parece
parte de residente. importarle un comino mi silueta. Además, tiene un montón de amigas.
—No le daré pantalones blancos —dijo con grueso acento asiático En este mismo momento se me ocurren dos a quienes no les
—. Los pantalones blancos son para los bebés residentes. importaría tener cita con un médico que es mezcla entre Joe Montana
Su parada final fue en la oficina de asistencia al empleado, donde, a y Alex Trebek.
pedido del doctor Pickard, ya habían agregado a Brian a la lista de —Ojalá.
médicos, enfermeras y otros miembros del personal a quienes se les —De verdad, ¿estás viendo a alguien?
solicitaba un examen de orina al azar a fin de descartar alcohol u otras Brian sacudió la cabeza. Salí un par de veces, pero mi corazón todavía
sustancias de abuso potencial. La enfermera a cargo de esta oficina fue no está Preparado.
amable y le inspiró confianza, y sin duda tenía experiencia en su tarea, —Bueno, por lo que Carrie me cuenta, parece que estas amigas
pero Brian sintió bastante vergüenza. suyas lograrían conservar tu atención por una o dos noches.
El sistema funcionaba así: por lo menos una vez por semana, un día —Lo primero es lo primero, ¿de acuerdo? Brian no podía creer
seleccionado al azar por una computadora, iba a recibir un mensaje en que estuviera respondiendo a la oferta de su amigo con una frase
el buscador, que "llamara al doctor Jones". hecha. ¿Tan aburrido se había vuelto?
A partir de ese momento tenía dos horas para presentarse en esta oficina

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—Lo que quiero decir —agregó— es que quiero invertir un manera de incluir a su padre en el grupo beta, ¿tendría tanta
poco de tiempo aquí. Después hablaremos con Carrie. desesperación como para robar la droga? La pregunta le
—Grandioso. Bien, el doctor Pickard me sugirió que visite- quemaba. No se dio cuenta de que estaba apretando los dientes
mos la guardia de investigación, los laboratorios y finalmente la hasta que las mandíbulas empezaron a latirle.
clínica de Vasclear. Pero, primero, ya que vas a cubrir la clínica —Pon la película —dijo, mientras corría las cortinas—. Y
Vasclear la mayor parte del tiempo, él quiere que veas este vídeo. mándale saludos a Carrie.
—¿Un vídeo? Phil le arrojó el control remoto y partió. Brian se acomodó
—El personal lo llama Vasclear Über Alies. Es un vídeo in- en una de las sillas de cuero rojo oscuro con respaldo alto, se
formativo que les mostramos al personal de la casa, a los visi- reclinó y apoyó los pies, sólo con las medias, sobre la mesa. El
tantes y hasta a los pacientes. Es bastante bueno, aunque es un Globe del día anterior había publicado un artículo pequeño
poco simplista para los médicos, y por lo menos un poquito sobre el senador Louderman, quien presionó al representante de
complejo para la mayoría de nuestros pacientes. Brian se interesó la FDA para la aprobación de Vasclear para uso público. Aunque
de inmediato. —Me gustará verlo. Jack fuera rechazado en el estudio, quizá con la medicación que
—Eso harás, hombre, siempre y cuando me disculpes mien- Jessup le estaba proporcionando ganarían un poco de tiempo,
tras lo estás viendo. Después de una docena de veces, o más, de siempre y cuando, por supuesto, Louderman ganara la batalla.
haberlo visto, ya me sé todos los diálogos de memoria. Pero, ya Con la mente en caos, Brian presionó Reproducción.
que hablamos de Vasclear, ¿has tenido noticias de Jessup sobre tu Decir que el vídeo informativo de veinticinco minutos era
padre? atractivo y costoso no habría sido una opinión justa sobre los
—La verdad que no. Pensé en hablarle mañana cuando trabaje gráficos, la música, el sonido, la animación y una leyenda que
con ella en el laboratorio de cateterismo, pero no quiero empezar bien podría haber sido escrita por un evangelista:
la primera semana molestando a la directora asociada. Ella llamó
una vez después del alta de Jack para ver cómo estaba. Fue muy Vasclear
amable de su parte, pero no dijo nada de Vasclear. Antes del alta La búsqueda terminó
de Jack, me prometió que hablaría con el doctor Weber para La respuesta está aquí
incluirlo en el estudio.
—Bueno, no estoy seguro de que debas abrigar muchas es- Al principio aparecieron algunas pinturas y litografías de
peranzas —replicó Phil—. Weber es bastante pasable aunque no Ponce de León en busca de la fuente de la juventud. A conti-
tiene ni pizca de humor. Pero está absolutamente comprometido nuación, un vuelo rápido sobre la selva, con fondo de música
con que todos los aspectos del protocolo de Vasclear sean digna de una película de Indiana Jones, y una letanía sobre
seguidos al pie de la letra. Supongo que si mi inmortalidad algunas de las drogas más importantes que provienen de las
médica estuviera enjuego, sin hablar de algunos miles de millones plantas de la selva. Finalmente, algunas tomas innecesarias de
de dólares, yo también sería un poco obsesivo. Entonces, ¿qué nativos sudamericanos: comedores de carne que habían des-
opina Jessup con respecto al tratamiento de Jack? —Su cubierto el secreto para vencer la arteriosclerosis y vivir, según
recomendación sigue siendo la cirugía. —¿Y tu padre lo la paternal voz que hablaba en off, cien años o más.
aceptará? A continuación, la cámara hacía una suave transición ha- C1a
—Francamente, Phil, después de haber vivido esas ocho Newbury Pharmaceuticals: un tributo a sus modestos loaros en
semanas de pesadilla la última vez, los dos nos jugamos por el pasado, una visita a la renovada planta en un área industrial
Vasclear. de Boston, y una toma de los laboratorios de inves-igación.
—Siempre y cuando sea incluido en el grupo beta. Siempre y Finalmente, para explicar el milagro de Vasclear, la voz en off
cuando sea incluido en el grupo beta. Brian se acercó a la presentaba al doctor Art Weber, director del proyecto.
ventana y contempló Cambridge, del otro lado del río. Si no había Weber, bronceado, de pelo color arena, ojos azules y un ros-
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Pharmaceuticals, con la colaboración de los médicos del mun-
dialmente famoso Instituto Cardíaco de Boston, buscan aumentar
incluso este porcentaje increíble.
tro juvenil, apuesto al estilo de Hollywood. Su acento sonaba El vídeo finalizaba con una dramática proyección de lo que le
como el de Europa del Este. Con la ayuda de animación y con el esperaba al mundo con Vasclear. Cuando la película terminó,
fondo de un quirófano, Weber describía la génesis de la Brian estaba obsesionado con la droga. Vasclear era el caramelo
arteriosclerosis y los esfuerzos de la medicina moderna para que lo atraía desde el living-room de la tía Bea, y Brian era el
combatir lo que él llamaba los estragos del asesino número uno en niño a quien su padre le había prohibido tocarlo.
el mundo civilizado: las dietas, las drogas, los cambios de
conducta y por fin, el enfoque quirúrgico.
La operación de bypass elegida para el vídeo era particu- La lluvia torrencial de esa tarde tenía a Bill Elovitz y a una
larmente sangrienta, según advirtió Brian. Evidentemente no era decena de personas presos en la puerta de la tienda de depar-
Laj Randa quien intervenía. Cualquier paciente que enfrentara tamentos Filene. Faltaba una semana para el cumpleaños de
semejante operación sin duda estaría feliz de ofrecerse como Devorah, y Bill sabía que había sido una tontería venir a Boston
voluntario para participar en cualquier alternativa con tal de evitar un día como éste. Pero una liquidación era una liquidación, y su
el bisturí. esposa nunca había sido tan específica con un regalo, aunque,
—La limpieza arterial con Vasclear ha sido constante —continuó únicamente, si él podía conseguir la bata rosada con un cuarenta
Weber—. He aquí la placa arterial de rayos X de uno de nuestros por ciento de descuento.
pacientes, y aquí están las placas de ese mismo paciente doce Del otro lado de la calle, un ejército de empleados empapados
meses después del inicio de la terapia con Vasclear. Observen aquí en la hora pico, trataba de abrirse paso para ingresar a las fauces
la limpieza de los bloqueos de la arteria coronaria izquierda de la estación Downtown Crossing del MBTA. Elovitz se tapó con
principal, de la derecha aquí, y la circunfleja. ¿Y los síntomas de la capucha de su gabán y ajustó la correa debajo de la barbilla. El
la paciente respondieron? Preguntémosle a ella. Cuerdas, impermeable de color aceituna era un regalo de cumpleaños de
trompetas angelicales y ángulos de cámara dramáticos, Devorah de hacía algunos años, pero Bill sólo lo había utilizado
acompañados por la voz alegre de una mujer que decía: cuatro o cinco veces cuanto mucho.
—Sentía dolor aquí arriba, en el hombro y cuello. Por pura La angosta entrada de Filene ofrecía poca protección del
casualidad consulté al médico y me hicieron un examen cardíaco. chubasco. Elovitz tenía setenta y cuatro años y estaba jubilado.
Yo era una bomba a punto de estallar. Me dieron una opción: No había ningún lugar adonde tenía la obligación de ir en medio
someterme a cirugía de bypass o participar en el estudio de de semejante tormenta. Dos niños, riendo y gritándose el uno al
Vasclear. Todavía no sé qué concentración de Vasclear recibió el otro, pasaron corriendo junto a él hasta la calle.
grupo de tratamiento en el que yo me hallaba, pero sospecho que —Es lindo ser joven —comentó la anciana que estaba parada
era una buena dosis, pues los síntomas desaparecieron casi de junto a él.
inmediato y no se han repetido. —Es lindo ser —replicó Elovitz—. Bien, no creo que esta
Para ese momento, la cámara había llegado al rostro de quien lluvia vaya a parar. Que tenga un buen día.
hablaba: era la abuela ideal: efusiva, sonrisa cariñosa, ojos Apretó con más fuerza la enorme bolsa de compras y se
brillantes. dirigió a la estación. Para cuando llegó a la escalinata, estaba
—En este punto —decía Art Weber— no podemos asegurar jadeando. Se aferró contra una pared durante casi un minuto
que Vasclear funcionará para todo el mundo. Pero la experi- antes de sentirse seguro para descender a las vías. Sabía que el
mentación realizada con humanos sugiere que hasta el setenta y aire húmedo y pesado tenía parte de la responsabilidad de su
cinco por ciento de los pacientes puede beneficiarse consi- dificultad, pero también estaba seguro de que le estaba su-
derablemente. En la actualidad, los investigadores de Newbury cediendo algo más. Desde hacía varias semanas, su tolerancia al
ejercicio más modesto había disminuido. Pero en este momento, " el piso mojado. El choque con el hombre corpulento que iba
lo único que tenía que hacer era volver a su casa. delante de ella fue lo único que la salvó de una fea caída. Elovitz
Empezó a descender. Delante de él, una mujer se resbaló
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normalmente era plácido y despreocupado. Pero el choque con personas vía!... ¡No se mueva!... ¡Es de alto voltaje!... ¡No se mueva!
mojadas y molestas y el denso aire lo ponían de muy mal humor. Aturdido y desorientado, Elovitz se dio vuelta hacia los gritos,
Charlestown, donde Elovitz y su esposa habían vivido y trabajado pestañeando frente a la multitud y a las luces.
los últimos veinticinco años, estaba en la Línea Naranja, a unas seis —¡No se mueva!... ¡Voltaje!... ¡Quédese ahí!... ¡No!
estaciones de Downtown Crossing. Cuando llegó a la plataforma, Un hombre saltó a las vías y empezó a caminar en su dirección. En
Elovitz sintió una persistente falta de aire y una sensación opresiva de un acto reflejo Elovitz dio un paso a la izquierda. Su zapato quedó
claustrofobia. Sintió desesperación por encontrar un espacio alejado de atrapado en la vía, y tropezó torpemente hacia atrás. Los gritos desde
la multitud, un sitio donde pudiera respirar profundamente. arriba se intensificaron cuando perdió el equilibrio por completo y en
La plataforma de cemento, una isla que servía de un lado a los agonizante cámara lenta, cayó pesadamente sobre la vía de alto
pasajeros que iban afuera de la ciudad, y del otro a los que llegaban, voltaje.
estaba repleta. El olor a ropa mojada, pelo mojado y sudor resultaba
desagradable y extrañamente atemorizante. —Disculpe, por favor.
Discúlpeme —dijo Elovitz, jadeante, mientras se metía entre los Como Phil todavía no había regresado, Brian aprovechó el tiempo
cuerpos camino a las vías—. Disculpe. Lo siento. Discúlpeme, por para ver cómo andaba su padre. Jack podía permanecer solo a veces,
favor. pero como Brian estaba ausente la mayor parte del día, resultaba
La plataforma estaba a poco más de un metro sobre el nivel de las fundamental que comiera cosas nutritivas y tuviera compañía, aunque
vías. Una vez llegado a la primera hilera de gente, estaba seguro de que fuera en forma alternada. La preocupación constante de los amigos y
iba a poder respirar. vecinos de Jack había sido sorprendente. Una mujer hasta había
—¡Eh, mire por dónde va! —le espetó un hombre a sus espaldas. confeccionado un programa de visitas y hacía firmar a la gente. El
—¡Váyase al diablo! —gruñó otro hombre. Elovitz asió su paquete, con hecho de que el entrenador no se quejaba por la atención recibida
los ojos fijos en el espacio abierto que tenía enfrente, y siguió indicaba lo mal que se sentía.
empujando. Por fin, justo cuando creyó que se desmayaba, hizo un gran —Papá, ¿cómo te las arreglas?
esfuerzo por pararse entre dos mujeres que estaban justo al borde del —No tengo quejas.
andén. El aire proveniente del túnel cercano le supo liviano y dulce. Su voz sonaba temblorosa.
Elovitz permitió que el choque de los cuerpos lo ayudara a enderezarse, —¿Has estado caminando y estirándote?
mientras, agradecido, llenaba sus pulmones. A la derecha, pudo oír el —Un poco.
rumor del tren que entraba en el andén. De repente, justo cuando —¿Tienes dolor?
aparecieron las luces del tren cercano, hubo un movimiento entre la —No mucho.
multitud. La intensa presión desde atrás hizo que Elovitz tropezara ¡Dios mío, entrenador!, Brian tenía ganas de gritarle. ¿Por Qué no
hacia delante. Las rodillas se le doblaron al resbalar en el borde de la dejas de hacerte el fuerte y me cuentas cómo te sientes?
plataforma. Entre gritos desde arriba, cayó y aterrizó pesadamente —La enfermera va a ir a revisarte dentro de media hora dijo, en
sobre las vías. Los huesos de la muñeca izquierda crujieron, produ- cambio—. Pídele que me llame al beeper para pasarme el informe.
ciéndole un dolor intenso en todo el brazo. La cabeza chocó contra la Tienes mi número de beeper.
vía. Aturdido, giró y trató con esfuerzo de ponerse de rodillas. Los —¿Y a ti cómo te va? ¿Ya salvaste la vida a alguien?
frenos de aire chillaron con un ruido ensordecedor, mientras el tren —No, pero tampoco he matado a nadie. Es lo más importante.
resbalaba por la vía para realizar una parada de emergencia. Diez
metros... cinco metros... dos metros... Elovitz se tambaleó hasta ponerse
de pie y, tropezando, 81

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dio varios pasos hacia atrás. Esos pocos pasos marcaron la diferencia.
El chillido se detuvo con la nariz de la máquina a sólo medio metro.
Ahora, parecía que todo el mundo le gritaba desde arriba.
—¡Alto! —aullaban—. ¡La tercera vía!... ¡Aléjese de la tercera
—Te apuesto cinco dólares a que salvas la vida de alguien en presentarme ahí mañana por la tarde. Además, una de las razones
las próximas veinticuatro horas. por las cuales nunca estuve muy involucrado en la
—Papá, así no funcionan las cosas. Sólo en televisión, donde
tienen que subir el rating. 82
—Cinco dólares. medicina académica es que prefiero evitar la investigación.
—Está bien, apuesta aceptada. ¿Vas a ver a los Sox esta no- —Entonces, ve a la clínica Vasclear —dijo Gianatasio—.
che?... ¿Jack? —El silencio era demasiado prolongado. —Jack, pero, si estás de acuerdo, le dejaré el trabajo de guía a Lucy
¿qué estás haciendo? Kendall, la jefa de enfermeras. Esta tarde tengo mucho trabajo
—Nada —respondió por fin su padre, con la voz más forzada en la oficina, y me ayudaría mucho empezar ya con todo.
que antes—. Estoy bien. __Por mí está bien. Dime algo, Phil. ¿Cuánto sabe la gente de
Brian supo que su padre acababa de ponerse una nitro bajo la mí?
lengua. Los dolores en el pecho en reposo no eran una buena —¿A qué te refieres?
señal. —Bueno, esta Lucy Kendall, por ejemplo. ¿Ella sabe que
—Dile a la enfermera que me llame —dijo. acabo de recuperar mi matrícula y por qué?
Phil regresó con café y rosquillas. Gianatasio se encogió de hombros.
—Un tentempié para dos médicos famélicos antes de terminar —Si las habladurías no involucran a Lucy, dudo de que ella
nuestra visita de orientación —anunció. les preste atención —respondió—. Pero los hospitales son hos-
—Phil, eres cardiólogo. ¿Cómo puedes seguir comiendo esa pitales. A la gente le encanta criticar a otras personas, y nosotros,
basura? los médicos, somos materia prima de primera. Yo me di por
—¿Qué puedo decirte? Soy débil. Pregúntaselo a la señorita vencido y no me importa quién sepa o no sobre Carrie y yo. Es
Carrie. Pero viéndole la parte positiva, por lo menos no voy a mucho más fácil así. Puede ser que la gente hable sobre ti, en
perder la matrícula por estar empachado con buñuelos. especial después de haber salvado a Tormenta en la sala de
—Buena observación. Sin embargo, apenas me establezca en emergencias. Pero hasta ahora, no me he enterado de nada. Si sé
este trabajo, vamos a ir a hacer actividad física juntos. algo te mantendré informado.
—Si crees que abandonar las pildoras fue difícil, espera a —Hazlo, Phil, por favor.
intentar llevarme a un gimnasio. La clínica Vasclear era, no había que sorprenderse, una joya:
Recorrieron la sala clínica: una unidad con veinticinco camas diez habitaciones para administrar medicina, alfombradas,
y excelente personal, y después fueron arriba, a la unidad decoradas profesionalmente, con sillones dignos de la era es-
quirúrgica: el feudo de Laj Randa. pacial con controles electrónicos y sistemas de sonido indivi-
—Bien —anunció Phil—. ¿Qué tal si visitamos los labora- duales que el paciente podía seleccionar. Lucy Kendall, la en-
torios? El ICB tiene más que su cuota de investigadores. Yo fermera, le mostró todo a Brian y consiguió incluir una buena
mismo tengo un pequeño laboratorio donde experimento con porción de la historia de su vida al mismo tiempo. Estaba casada
unos cuantos hámsters para que desarrollen enfermedad con un médico de cabecera de los suburbios y acababa de dar a
coronaria. luz por segunda vez: un varón.
—¿Y estás teniendo éxito? Por lo general, a Brian le pasaba inadvertida la coquetería de
—¿A quién le importa? Las publicaciones que logré gracias a una mujer. Alo largo de su matrimonio, Phoebe se lo pasaba
esas bestezuelas me ayudaron a obtener mi puesto. De todos señalándole qué diferencias había entre una mujer sociable y
modos, es para lo único que sirven los experimentos. Medicina otra provocadora. Pero aun para Brian, Lucy Kendall era fácil de
académica, amigo mío. Hámster o morir. interpretar. Ella se mostró demasiado cariñosa y familiar desde
—Comprendo. Escucha, si no te molesta, quisiera saltear los el principio, y le dijo más de una vez lo feliz que estaba Por
laboratorios e ir a ver la clínica de Vasclear. Tengo que haber recuperado la silueta tan rápido después del parto. Lucy se
mostró complacida cuando Brian respondió a las evidentes
insinuaciones y estuvo de acuerdo con ella.
En realidad, Brian estaba aliviado de trabajar con una persona tan
concentrada en sí misma que seguramente no iba a interesarse
por él ni por sus antecedentes. Brian tampoco creía que Lucy se
diera cuenta de que, en cuanto podía, alternaba

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preguntas sobre ella y su vida con interrogantes sobre Vasclear. THE WASHINGTON
Brian sabía lo que hacía cuando insistía con más y más POST La FDA acusada de
demorar la droga cardíaca
información sobre cómo se manejaba la droga, dónde se guar- milagrosa
daba, cómo se administraba y dónde se guardaban los registros.
Sabía exactamente lo que hacía, pero aun así era difícil de
aceptar.
Estaba inspeccionando el lugar, como lo había hecho en la
farmacia del Suburban Hospital. Se estaba aprovechando de El presidente del Comité de Asuntos Guber-
namentales del Senado, el senador Walter
Lucy Kendall de la misma manera en que se había aprovechado Louderman (R-Mass.), acusó al
de la joven farmacéutica del hospital, en busca de un punto flojo representante de la FDA, doctor Alexander
en el sistema que pudiera explotar. Sólo que esta vez no buscaba Baird, de demorar la aprobación de una
pildoras para alimentar su adicción. Esta vez desarrollaba un droga que, según Louderman, podría salvar
plan en caso de que Jessup y Weber se rehusaran a admitir a la vida de cientos de miles de
norteamericanos cada año...
Jack en el estudio de Vasclear, o en caso de que no fuera
incluido en el grupo beta.
Brian sintió que empezaba a temblar. Hacía menos de un día Las sombras de la tarde ya se extendían sobre la ciudad cuando
que trabajaba y ya estaba planeando cómo robar una droga. Lucy Kendall concluyó, renuente, la orientación de Brian y se
¿Había alguna diferencia entre robar un medicamento ex- fue a ver a los pacientes. A través de la locuacidad de la
perimental para salvar a su padre y robar pildoras para detener secretaria, Brian se había enterado de muchos detalles sobre el
su propio dolor? Su programa de recuperación se basaba en una manejo y la administración de Vasclear; sin embargo, todavía
honestidad inflexible. ¿Estaba emocionalmente preparado para había algunas piezas que faltaban, y que se completarían cuando
volver a burlarse del sistema, por más preocupado que estuviera, Brian empezara a trabajar su turno en la clínica.
por noble que fuera la razón? Después de todas las reuniones, Al mirar hacia afuera, desde cinco pisos de altura, Brian
sesiones de terapia y búsquedas del alma, ¿era posible que Brian pudo ver que el tránsito de la hora pico estaba aglomerado en
no hubiese cambiado en nada, que hubiera estado engañando a medio de una pesada lluvia. El viaje hasta Reading, que por lo
todos sus terapeutas, a su padrino, y peor aun, a sí mismo? general le llevaba veinte minutos, iba a tomarle el doble o incluso
Estas preguntas fastidiaban a Brian... pero no le impedían el triple de tiempo. El informe de la enfermera no le dio Motivo
seguir adelante. de alarma por Jack, así que, como preveía una larga Jornada de
orientación, le pidió a su vecina que programara gente en el
departamento hasta las nueve. No había razón para apurarse en
llegar a casa, pero sí para familiarizarse con el

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White Memorial Hospital y el Instituto Cardíaco de Boston. reaccionó mucho cuando Brian le contó que ella y su hermana
Estaba a punto de llamar a Lexington para decir buenas iban a pasar el día con él y con Jack. Al parecer, Phoebe todavía
noches a las niñas y para que Phoebe supiera que había sobre- tenía que explicarles que, como su padre había recuperado su
vivido al primer día, cuando sonó su beeper. Phil respondió al matrícula, Caitlin y Becky eran libres para ir adonde ellas y su
llamado. padre quisieran. Las visitas supervisadas habían terminado.
—Bri, ¿terminaste ahí arriba? —Je t'aime, papa —saludó Caitlin antes de pasarle el auri-
—Casi. ¿Por qué? cular a su hermana menor.
—Estoy camino a la sala de emergencias para hacer una —Yo también te quiero, mi amor —dijo Brian, tragando saliva
consulta y pensé que te gustaría reunirte conmigo ahí abajo. para deshacer el nudo que, de pronto, se le había hecho en la
Quiero que me cuentes cómo te fue en la clínica. garganta.
—Primero voy a llamar a mis hijas, Phil. Pero después bajo en —Toc, toc —gorjeó Becky, sin molestarse en saludar.
seguida. ¿Qué tienes? Becky tenía casi siete años, y era radiante, enérgica, atléti-ca y
—Ah, lo de todos los días. Anciano de setenta y cuatro años práctica tanto como Caitlin era etérea. Cierta vez Brian les había
que se cayó en la tercera vía de la estación Downtown Crossing. preguntado a las niñas si alguna vez se ponían de acuerdo en
—¿Y está vivo? algo. No es de sorprender que una respondiera que sí y la otra que
—No sólo está vivo, sino que parece que está a punto de ser dado no.
de alta. —¿Quién es? —respondió Brian.
—Parece mi clase de hombre. Ve tú primero. Yo bajo en unos —Ivan.
minutos. —¿Ivan qué?
Brian oprimió los números de la casa de Phoebe y, al hacerlo, —Ivan, que trabaja en el ferrocarril. Aquí está mamá. Chau.
se preguntó si alguna vez iba a volver a hacerlo sin prepararse —¡Becky! —exclamó Phoebe—. Vuelve aquí y habla un poco
para la nota de desaprobación y cinismo que todavía detectaba en más con tu padre... Se fue.
la voz de su ex esposa. —Está bien. Siempre me hace esa broma del toc-toc. Me
Cuando Brian y Phoebe se conocieron, él ya era dependiente conformo con eso.
de los calmantes, pero a ella le llevó años darse cuenta y cuando —Ella está muy bien.
lo enfrentó con sus preocupaciones lo único que logró fueron —Lo sé. Las dos lo están... Entonces, ya estoy oficialmente a
contradicciones, seguidas por años de mentiras, negaciones y bordo.
desilusiones. Según le había señalado Freeman, pocas cosas en la —Felicitaciones. Tienes que estar orgulloso de ti mismo.
vida eran más poderosas que la pérdida de la confianza. Phoebe —Me pagan la semana que viene. No ganaré mucho más que
tenía temores con respecto a la deshonestidad de Brian y sus un residente, pero el cheque que voy a poder mandarte va a
propios sentimientos hacia la adicción a las drogas, y nada iba a aumentar casi en un cincuenta por ciento.
hacerlos cambiar excepto el tiempo y la actitud de Brian, que sólo —Qué bueno para todos —respondió Phoebe, tan directa
la terapia constante podía conseguir. como siempre—. Mi cuenta bancaria hace eco cuando deposito
Caitlin respondió su llamada en el primer timbre. Tenía nueve dinero en ella. Si lo que dices es cierto, pronto podría reducir un
años; le gustaban los libros y era intensa como su madre, y tan par de horas de mi trabajo... quizás hasta involucrarme un Poco
parecida a ésta que a Brian a veces le parecía ver a Phoebe con las niñas exploradoras.
enroscada en la silla, leyendo. Aunque hacía dos años que no —Buena suerte —respondió, evitando con cuidado cualquier
vivía en la casa, Caitlin todavía no aceptaba la situación y rara vez re
acción a su poco sutil recordatorio de los años de promesas
hablaba de ese tema. Esta noche estaba ansiosa por contarle sobre incumplidas.
su clase de francés en la escuela, sobre Heidi, el libro que acababa Hubo un silencio, durante el cual Brian supo que ella esperaba
de terminar de leer, y sobre su última pieza de piano. No que él replicara.
—Sabes —dijo ella por fin—, por más enojada y frustrada que es un día por vez, quiso advertirle Brian. En cam-
estuve contigo, siempre supe que ibas a poder superarlo. Todavía

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bio, le agradeció. Era un sentimiento que ella nunca había ex- 88
presado. —Está en alguna de las etapas iniciales de una CC —res-
La sala de emergencias experimentaba la calma pasajera inducida pondió Gianatasio, utilizando la abreviatura de congestión
por la tormenta. Brian cruzó la recepción barrosa y alcanzó a cardíaca: fluido acumulado en los pulmones debido a un corazón
Gianatasio en el pasillo, justo afuera de la habitación cuatro. Phil débil. —Escucha, Bill. Te falta el aliento. Yo ya no trabajo en la
estaba agachado sobre un hombre en silla de ruedas, escuchando clínica Vasclear, pero el doctor Holbrook sí, y a él le gustaría
con su estetoscopio en el interior de la camisa desabotonada del revisarte. ¿Podrías llamar a la clínica mañana y concertar una
hombre. El paciente, que representaba exactamente sus setenta y cita para verlo?
cuatro años, tenía yeso en la muñeca izquierda y el brazo en Elovitz inclinó la cabeza y miró a Brian.
cabestrillo. El pelo despeinado parecía una pila de paja plateada. —¿Usted es un buen médico? —preguntó.
El rostro de rasgos marcados era agradable, aunque en este —Muy bueno —respondió Brian—. Sí.
momento parecía ansioso. Era un hombre que soportó un —En ese caso, llamaré. Gracias, doctor Phil. Vamos, querida.
momento difícil y sobrevivió, pensó Brian. Phil se quitó el Antes de que cualquiera de los médicos pudiera decir algo, la
estetoscopio de los oídos y se enderezó. —Wilhelm Elovitz, le señora Levine ya había llevado a su vecino hasta el final del
presento al doctor Brian Holbrook. —Bill, todo el mundo me pasillo y doblado en la esquina.
llama Bill —respondió Elovitz con una sonrisa totalmente —Es simpático —comentó Brian—, ¿Cómo está su corazón?
atractiva y un leve acento judío—. Esta es mi vecina, la señora —Necesita un poco de arreglo. No soy muy bueno revisando
Levine. Vino para llevarme a casa. pacientes en el pasillo cuando están completamente vestidos y
—Bill va a salir en el noticiario de las diez —comentó Phil ansiosos por irse a casa. Por eso le dije que concertara una cita
— . Quizás hasta en CNN, y posiblemente en Créase o no de para verte a ti. Podrías asegurarte de su cita con la secretaria de
Ripley. En la plataforma de la estación de subterráneo de Vasclear dentro de un par de días. Si para entonces no ha
Downtown Crossing había tanta gente que fue empujado frente al llamado, quizá deberíamos llamarlo. Ahora vayamos a la sala de
tren que venía. El conductor logró frenar a tiempo, pero Bill residentes. Quiero saber si la jugosa Lucy se te tiró encima o no.
tropezó al tratar de levantarse y cayó justo sobre la tercera vía.
Este impermeable de goma le impidió que se convirtiera en una
tostada, y lo único que sufrió fue una quebradura de muñeca. Veinte minutos después, Brian acompañó a Phil hasta la
—Usted puede decir "lo único que sufrió" porque no es su puerta del hospital y después volvió para continuar con su jor-
muñeca —dijo Elovitz con voz seca. nada de orientación. Gianatasio no estaba en posición de deter-
—¿Por qué pidieron una consulta con cardiología? —Ah, en parte minar si para Wilhelm Elovitz el tratamiento con Vasclear había
porque pensaron que cualquier persona que se cae sobre diez fracasado o si sus síntomas se debían a factores ajenos al
trillones de voltios debe ser revisado por nosotros por más que no endurecimiento de las arterias. Sin embargo, Phil puso énfasis
haya conducido electricidad, y en parte porque es un paciente de en algo que Brian ya sabía bien: a pesar de que, hasta el mo-
Vasclear. En realidad, es uno de los primeros. mento, la droga había probado tener un éxito tremendo, el vein-
Esto último despertó el interés de Brian de inmediato. —¿Y se ticinco por ciento de los pacientes que la recibían no respondían.
siente bien? —preguntó. Brian volvió al Instituto Cardíaco, pasando por el quirófano del
—No sé cómo es "sentirse bien" para usted. Pero en lo que a tercer piso y los laboratorios del segundo. El sector de registro
mí respecta, me siento bien. Ahora, por favor, mi esposa no está de pacientes y las oficinas administrativas estaban en la Planta
bien y está muy preocupada por mí. Tengo que irme a casa. baja, junto con la clínica cardíaca. El nivel de subsuelo contenía
Brian notó que el hombre respiraba una o dos veces entre cada el laboratorio de cateterismo cardíaco en un extremo, sector de
oración. mantenimiento de animales en el otro. Entre ambos había una
—¿Disnea? —le preguntó a Phil. cantina mecanizada. Brian, de repente, se dio cuenta de que no
había comido nada desde el desayuno excepto la torta de Phil.

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Fue por la escalera más cercana al laboratorio de cateterismo y 90
descendió hasta el subsuelo. Al día siguiente a la mañana iba a talado, estaba demacrado y sucio. Brian advirtió la barba cre-
bajar por la misma escalera para trabajar en un caso de cateterismo cida, el pelo gris-negro despeinado, los vaqueros y la sucia cha-
por primera vez en un año y medio, nada menos que con Carolyn queta de laboratorio, larga hasta la rodilla. Un lapicero/placa
Jessup. El laboratorio de cateterismo y la filmoteca, que estaba al vacío que había sobre el escritorio lo identificaba simplemente
lado, estaban cerrados con llave, y el pasillo del subsuelo se como Earl.
encontraba completamente desierto, aunque había luces detrás de —Me llamo Holbrook, doctor Brian Holbrook. Hoy es mi
las puertas de vidrio del sector de animales. Brian se estaba primer día en el ICB, así que me estoy orientando. Quisiera
acercando a la cantina cuando salió un hombre que llevaba una utilizar su teléfono, por favor.
caja pequeña de cartón con dos cafés y algunos sandwiches. Tenía —El teléfono es todo suyo —dijo Earl con acento de los
la altura de Brian, o incluso un poco más, pero tenía los hombros apalaches—. Oí que usté venía hoy. Va a ayudar con el estudio
anchos de un jugador de fútbol y cintura estrecha; ojos pequeños y Vasclear, ¿no?
oscuros; pómulos altos y rostro con marcas de viruela. Iba vestido Brian se sorprendió de que este habitante del subsuelo su-
con vaqueros y camisa azul, y se alarmó tanto al ver a Brian que piera de él. La gente puede estar hablando de ti, pero hasta
casi dejó caer la comida. ahora no he oído nada. ¿No era lo que Phil acababa de decir?
Por un instante sus miradas se encontraron. Brian sólo percibió Los dientes del hombre estaban manchados de nicotina y en
hostilidad y ni una chispa de inteligencia. El hombre gruñó un una condición deplorable. Además, contribuía, en buena medida,
saludo, intentó sin éxito esbozar una sonrisa y retrocedió varios al hedor del lugar. Pero Brian detectó en él otro olor que no era
pasos antes de darse vuelta. Entonces, vaciló antes de ingresar a la suciedad: a alcohol.
escalinata opuesta a la que había usado Brian, la escalera que —Así es —respondió Brian—. Voy a trabajar en la sala y a
descendía al segundo subsuelo. Brian consultó su mapa. Las cubrir la clínica Vasclear algunas tardes. ¿Usted participó en los
plantas que aparecían en su mapa terminaban en el subsuelo. estudios de los animales?
¿Mantenimiento? ¿Seguridad? ¿Lavandería? ¿Planta de —Claro.
calefacción? Brian tomó el auricular, mientras tiraba su sandwich a medio
Momentos después, Brian estaba calentando en el micro-ondas comer a la basura. El hedor corporal del cuidador, más el olor a
un sandwich de milanesa de pollo y bebiendo café hirviendo de alcohol le habían matado el apetito. La línea de Jack estaba
una taza de cartón, el peor que jamás había bebido. La expresión ocupada. Pocas horas antes, la enfermera le había informado que
extraña, como la de un alce frente a las luces de un auto, en el su situación era estable y que su estado de ánimo era aceptable.
rostro marcado de viruela, se negaba a salir de sus pensamientos. Brian verificó la lista de visitas. Se suponía que Sally tenía que
¿Qué podía estar haciendo ese hombre? ¿Robando comida de las estar ahora con él. Seguramente no era de urgencia, decidió.
máquinas expendedoras? —Ocupado —dijo—. ¿Puedo dar un paseo por aquí antes de
Las reflexiones de Brian fueron interrumpidas por el beeper. El volver a intentar?
número que mostraba la pantalla era el de su casa. Buscó un —Claro. Yo estaré aquí.
teléfono a su alrededor y después caminó con lo que quedaba de —¿Qué animales usaron para los estudios preliminares de
su sandwich y café por el brillante linóleo hasta las luces al final Vasclear?
del pasillo, donde el letrero Sector de Mantenimiento Animal —Un poco de todo —respondió Earl—. Así es siempre. Pri-
estaba pintado en dorado sobre el primer par de puertas de cristal. mero son ratas y conejos, después un montón de cerdos, algunas
Recién cuando transpuso el primer par de puertas Brian pudo oler ovejas, perros y algunos monos. Les gusta trabajar con
y escuchar los animales. Al atravesar las puertas interiores, el olor corazones de cerdo. Son parecidos a los corazones humanos. No
y el alboroto eran mucho más fuertes. —¿Lo ayudo? El hombre, es raro. Puedo mostrarle un montón de humanos que son peor
con los pies sobre un escritorio viejo y destar- que cerdos.
La risa mucosa por la propia broma terminó en un espasmo de
tos. Brian miró la marca del test de tuberculosis que le acababan
de hacer y se hizo una nota mental de hacerse otro en un par de
meses.

91
—¿Surgen problemas con los experimentos? —preguntó 92
Brian. En la opinión de Brian, el soñoliento animal sufría de una
Earl lo miró con curiosidad. grave retención de líquidos. Pulmones, riñones, hígado, cora-zón;
—Pues, no —respondió por fin—. ¿Por qué pregunta eso? instintivamente, Brian pensó en todos los sistemas que podían
Brian sonrió, tratando de disipar el repentino cambio de causar esa condición, aunque reconocía que algunos
humor del cuidador. desequilibrios hormonales también podían causar esos síntomas.
—Sólo quería conocer la droga con la que voy a trabajar — Había un cepillo con palo largo apoyado contra la pared.
respondió, agregando un tono deliberadamente vulgar a su voz. Brian lo tomó, lo deslizó entre las rejas y suavemente empujó el
—Bueno, para su información, el experimento con animales animal. Nada. Ninguna reacción. Repitió la maniobra con un
fue perfecto. poco más de fuerza, esta vez sobre el vientre distendido del
—Qué bueno oír eso. Volveré en un minuto para intentar otra vez animal. Éste abrió un ojo soñoliento y lentamente miró el sitio
el llamado. donde lo tocaban. Pero no hubo otra reacción. El animal estaba
Brian se dio vuelta rápidamente y atravesó la puerta con enfermo, casi moribundo. Brian anotó el número de la tarjeta que
paneles de vidrio que había a la derecha del escritorio de Earl, identificaba la jaula: 4386. Después regresó al escritorio, donde
hacia una hilera de jaulas. Earl leía las caricaturas en el Herald.
En realidad, el territorio de Earl era bastante espacioso, y Antes de mencionar el animal, Brian volvió a llamar a Jack.
mucho mejor conservado que el hombre mismo. Desde el lado Su padre atendió en el primer timbre.
izquierdo del sector hacia la derecha, las jaulas y los animales —¿Brian?
aumentaban de tamaño. Ratones, hámsters, ratas, conejos y hasta —Sí, papá. ¿Estás bien?
algunos perros pequeños. Brian nunca había tenido mascotas de —Por supuesto. Sólo llamaba para saber cuándo vienes a
niño; quizá por esa razón no estaba muy en contra de los casa.
experimentos con animales para fabricar medicamentos, siempre Brian pestañeó. Su padre, alguna vez uno de los hombres más
y cuando los animales estuvieran bien cuidados. Sin embargo, el seguros que jamás había conocido, se volvía cada vez más
hecho de verlos ahora en distintas hileras de jaulas lo afectó. dependiente, a medida que avanzaba su enfermedad. Brian había
Hacia la extrema derecha, separadas del resto del sector por visto este síndrome en muchos de sus pacientes, pero Jack tenía
una pared de vidrio, había un grupo de jaulas más grandes. Varias sólo sesenta y tres años. Era como si el curso natural de la vejez
estaban vacías en ese momento; dos contenían ovejas, otras dos se estuviera acelerando. Y al no tener hermanos, Brian sabía que
perros grandes y ocho, primates: seis gibones peludos y dos no podía delegar la responsabilidad. El entrenador rápidamente
chimpancés. se estaba convirtiendo en su tercer hijo.
Las jaulas de primates tenían un metro veinte de ancho por —Esperaba a que el tránsito se descongestionara un poco
dos metros y medio de largo, lo suficientemente altas para un respondió Brian—. A las siete y media, a las ocho, tal vez.
hombre de pie. A Brian le alegró ver las hamacas y los juguetes ¿Quieres que te lleve algo?
de niños: eran detalles de que alguien se preocupaba por ellos. —¿Qué tal un poco de helado? No puedes comer helado, Jack...
Varios de los monos parecían tan curiosos por ver a Brian como Oh, diablos, escucha, volveré a eso de las ocho, y te llevaré un
éste por verlos a ellos. Entonces, uno de los chimpancés le llamó cono de Schiller's.
la atención. Era el más pequeño de los dos, aunque era grande , ~~Ah, eso sería fantástico. Quiero ese gusto que se hace con
como un niño de seis años. Estaba echado contra el rincón más galletitas, ¿sí?
cercano de la jaula, aparentemente dormido. Sin embargo, su "Oreo, papá. Te lo llevaré,
respiración era sonora y forzada, y el abdomen aparecía dijo adiós y colgó el auricular, preguntándose cómo iba a
marcadamente distendido. Además, las patas traseras estaban terminar todo.
llamativamente hinchadas. gracias —dijo a Earl—. Muchísimas gracias. Mire, he estado
observando a uno de esos chimpancés que están ahí atrás, a jaula
cuatro tres ocho seis, y juraría que está enfermo.

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—Tonterías. El viejo Jake es gordo y perezoso. Pero no está
más enfermo que usted o yo.
—Quizá, pero creo que tiene una grave retención de líquidos.
Venga conmigo y le mostraré.
—No voy a ninguna parte. Iré a verlo cuando me vaya.
Había evidente irritación en su voz.
—Eh, con calma —dijo Brian, tratando de mantenerse alegre,
pero sintiendo que empezaba a perder la calma—. No le llevará ni
un minuto venir a mirar. —Señaló el Herald y agregó: —Va a
estar aquí cuando vuelva.
Apenas lo dijo, Brian supo que el comentario irónico había sido
un error. BOSTON HERALD
Earl se puso de pie, tambaleante, y lo enfrentó con el rostro La presentación general de droga
descompuesto y carmesí. El olor a alcohol era todavía más fuerte maravillosa para el corazón podría
de lo que a Brian le había parecido. realizarse dentro de pocas semanas
—Mire —dijo Earl—, ya le dije que voy a ver a Jake cuando
yo quiera, y eso haré. Usté es un drogadicto, todo el mundo lo Funcionarios de Newbury Pharmaceuticals,
en el sur de Boston, afirmaron que la
dice. Bueno, fíjese por dónde va, y mire a quién le da órdenes. experimentación con pacientes de la nueva
Brian quedó estupefacto. Se dijo a sí mismo que debía irse y droga cardíaca experimental, Vasclear, ha
dejar las cosas como estaban. Pero el jugador de fútbol que dado como resultado una increíble limpieza
llevaba consigo no lo permitió. de las arterias coronarias bloqueadas, en un
—Earl, puede que sea nuevo, pero sigo siendo médico de la setenta y cinco por ciento de los casos. Han
solicitado que la droga sea considerada
facultad, y no creo que lo que le pido sea tan extraño. Mire, sólo salvadora de vidas, lo cual permitiría que el
dígame en qué estudio está involucrado el mono. Hablaré con el medicamento esté disponible para el público
investigador en persona. general sin más experimentación.
—Estos son mis animales. Si hay que hacer algún informe, lo haré
yo mismo.
—Eh, no sé qué le pasa, pero ha estado bebiendo, y bastante, Brian durmió menos de dos horas esa noche antes de su primer
creo. Voy a hablar con el doctor Pickard sobre lo que está día completo en el hospital. No era así como quería preparar su
sucediendo aquí abajo. mente ni su cuerpo para una mañana en el laboratorio de
Earl empujó la barbilla hacia fuera. cateterismo ni la tarde, cubriendo el servicio clínico. Sin
—Vaya, nomás. Denuncíeme a quien carajo quiera. Pero le embargo, la tormenta emocional de su día de orientación se
apuesto que se quedará sin empleo antes de lo que canta un gallo. rehusaba a calmarse.
Ahora lárguese de aquí. ... Denúncieme a quien carajo quiera. Pero le apuesto que se
Brian apenas podía contener la ira. Las repercusiones que quedará sin empleo antes de lo que canta un gallo...
tendría al verse involucrado en un incidente mayor con un ¡Jesucristo! Pese a la opinión de Gianatasio, sin duda las
empleado después de sólo unas pocas horas de haber vuelto a noticias sobre su persona se habían dado a conocer. Y era evi-
trabajar no valían la pena. Con los puños apretados, dio vuelta y se dente que, aunque le hubieran otorgado responsabilidad para
marchó.

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manejar pacientes, para realizar resucitaciones, cateterismos cardíacos parte de los setenta que eran residentes en la misma época que Brian
y para cubrir la clínica de Vasclear, aún era el último hombre en el eran médicos. Y la mayoría, incluido Brian, debía vencer su propia
poste totémico del ICB. Sin embargo, también sentía que la fuerza de arrogancia, impulso, negación y lógica para poder liberarse de sus
su recuperación lo había preparado para enfrentarse con la vida que el adicciones. Tenían que aprender que el mecanismo de las materias
hospital le tuviera preparada. tales como la química orgánica —intelecto y fuerza de voluntad— no
Para Brian, el momento de la verdad había llegado casi dieciocho les iba a bastar para recuperarse definitivamente; de hecho, iba a ser un
meses atrás, en su segundo día en el centro Fairweather. Su consejera, impedimento en las primeras etapas.
Lois, ella misma adicta en recuperación, tenía dos placas pequeñas Para Brian, las enseñanzas de Lois y el resto eran como un tronco
pegadas a la pared sobre su escritorio, que rezaban: que flota junto a un hombre que se ahoga. Él se aferraba y se
mantenía firme, sin tener idea de adonde lo llevaba la corriente. Para
El tiempo es el modo con que la naturaleza EVITA QUE TODO otros, en Fairweather, las reuniones, los padrinos y el hecho de
OCURRA DE INMEDIATO entregarse a un poder supremo no tenían ningún sentido. Y mientras
discutían y racionalizaban y se resistían, el tronco pasaba de largo
Cuando hablamos de mañana, junto a ellos. Algunos de esos médicos, con tanta capacidad, tanta
los dioses ríen inteligencia y tanto para ofrecer, ya estaban muertos.
—Durante estos últimos tres meses, tu vida estuvo protegida aquí,
Brian contemplaba las palabras sin comprender ninguno de los dos en Fairweather —le dijo Lois mientras le daba el alta—. Pero créeme,
mensajes cuando Lois, de repente, golpeó sobre su escritorio con una la vida real te está esperando allá en Massachusetts, y la realidad
regla. puede ser muy cruel a veces, en especial para un médico con tu
—Bien, doctor Holbrook —dijo ella—, es hora de la pregunta del historia. Así que recuerda, anda un día por vez, una hora por vez, un
millón de dólares. ¿Qué está dispuesto a hacer para salir de toda esa minuto por vez. Cualquier cosa para superar una situación, sin volver
mierda que lo está cubriendo en este momento? a recurrir a las pildoras.
Como recién había pasado una semana desde la mañana en que dos
oficiales de la Oficina de Acción contra las Drogas (DEA) ingresaron
en el consultorio de Brian con una lista de recetas de percocet ... Pero le apuesto que se quedará sin empleo antes de lo que
recibidas en una droguería mayorista y unas doce recetas extendidas a canta un gallo...
diversos miembros de la familia Holbrook, Brian estaba demasiado ...La realidad puede ser muy cruel a veces...
asustado, confundido y deprimido para responder a la mujer de Las palabras todavía reverberaban en la cabeza de Brian al
inmediato. No tenía modo de saber que había una sola respuesta ingresar en el hospital por el lobby del White Memorial. Todavía
totalmente aceptable a esa pregunta, y que estaba a punto de dar esa estaba conmocionado por el episodio en el laboratorio de animales la
respuesta. Finalmente, levantó la mirada hacia ella, con los ojos noche anterior, pero sabía que iba a soportar lo Que fuera necesario.
vidriosos y enrojecidos y la cara sin afeitar. Lo único que él quería era volver a poner un pie en el umbral de la
—Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa —dijo—. Sólo dígame puerta de la medicina. Había llegado el momento de probarse a sí
qué debo hacer. mismo. Y si probarse a sí mismo implicaba volver la mejilla a
De dónde sacó esas palabras, Brian todavía no lo sabía. Y en ese bastardos como el cuidador de animales, eso haría. Había demasiadas
momento, no advirtió la alegría que le produjeron a su consejera. Pero cosas enjuego para no hacerlo, para él y para su padre.
marcaron el comienzo de un cambio radical en su vida. La noche anterior, a las ocho y cuarto, cuando Brian llegó a s u casa
El centro Fairweather se especializaba en ayudar a profesionales de después de la orientación, encontró a Jack dormido. Sally Johansen, la
la salud alcohólicos y dependientes de sustancias químicas. La mayor vecina de guardia, se puso un dedo

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en los labios, señaló el frasco de nitroglicerina y levantó tres ¿Qué hubiera ocurrido si yo no hubiera cambiado esa jugada
dedos. Tres episodios de dolor. Brian le agradeció en silencio, la que tú ordenaste?, estaba pensando.
besó en la mejilla y la acompañó hasta la puerta. Después
despertó suavemente a Jack para darle su cono de helado. Jack Brian llegó al laboratorio de cateterismo después de controlar
permaneció despierto el tiempo suficiente para devorárselo y a los dieciocho pacientes de la sala clínica con Phil, un
después permitió que Brian lo acompañara hasta la cama, una especialista en cardiología, dos residentes, dos estudiantes de
concesión inusitada por completo. El hombre se estaba derrum- medicina y las enfermeras. No se sorprendió al descubrir que su
bando. Las decisiones difíciles no podían posponerse por más viejo amigo era un excelente maestro y un médico compasivo.
tiempo. Sólo dos de los dieciocho pacientes formaban parte del estudio de
Brian empezó a ordenar una pila de textos y revistas de Vasclear, y aunque los dos padecían de una enfermedad cardíaca
cardiología sobre el piso, junto al sofá. Entonces, repentinamente grave, ambos pertenecían al grupo gama, que según Phil era casi
inquieto, se puso un par de sudaderas, y salió a correr cinco seguro que recibía placebo. La conversación sobre Vasclear y la
kilómetros en la noche fresca; era la primera vez en meses que consistente falta de efectos secundarios en el grupo beta
corría. El encontronazo con Earl era difícil de olvidar, pero por convencieron a Brian de que Jack se beneficiaría con el
fin, después de correr alrededor de un kilómetro, consiguió tratamiento.
enfocar su mente en imágenes borrosas de lo que sería su vida El caso en el que iba a asistir a Carolyn Jessup era de rutina:
una vez que tuviera pacientes propios y después de algunos años un cateterismo dieciocho meses después de iniciado el tra-
de ingresos considerables. tamiento con Vasclear en una paciente de sesenta y nueve años
De vuelta a casa, se dio una ducha y después se puso a llamada Nellie Hennessey. Brian descendió del quinto piso al
estudiar varias horas. Estaba dormitando en el living-room subsuelo; todavía tenía impresos en la mente los rostros de Earl,
cuando oyó que Jack gruñía, iba al baño arrastrando los pies y el cuidador de animales, y del hombre con marcas de viruela
regresaba a la cama. Brian terminó el capítulo que estaba re- como carteles de neón.
pasando y fue hasta su puerta para ver cómo estaba. Jack estaba Antes de ingresar al sector de cateterismo, echó un vistazo del
apoyado contra la cabecera, con el pequeño frasco de ni- otro lado del pasillo, al sector de mantenimiento de animales.
troglicerina en la mano. Número 4386. ¿Valía la pena hablar con alguien sobre el patético
—¿El dolor te despertó? —preguntó Brian, y al hacerlo Jack se chimpancé, o sobre la abominable conducta de Earl? En esta
sobresaltó. etapa de su corta historia en el Boston Heart, la respuesta a ambas
—Ah, hola... no... es decir, un poco. Ayer no fue mi mejor día. preguntas era un terminante no. Si iba a insistir en algo, iba a ser
—El mío tampoco —dijo Brian antes de poder pensar lo que en incluir a Jack en el estudio de Vasclear.
decía. Andrew, el técnico de cateterismo, se estaba esterilizando las
—¿Qué quieres decir? Por teléfono me dijiste que todo iba de manos en el vestuario de hombres.
maravilla. —Buenos días, doctor Holbrook —saludó—. Bienvenido al
—Así es. Todo va de maravilla... excepto tú y esa angina. plantel del hospital.
—Te diré una cosa —dijo Jack, mientras se metía una nitro Hubo una genuina calidez en la expresión del técnico. Brian
debajo de la lengua—, cuando seas sincero conmigo, yo lo seré extendió la mano y él la estrechó con firmeza. Cuando se cono-
contigo. cieron durante el cateterismo de Jack, a Brian le había agradado
Cerró los ojos y se deslizó hasta la almohada, esperando que Andrew en seguida. Ahora se sentía algo incómodo por el hecho
la medicación dilatara sus arterias coronarias y trajera un poco de de que, al igual que todos en el instituto, Andrew probablemente
sangre extra al músculo cardíaco, hambriento de oxígeno. En había oído alguna versión sobre su vida pasada. Acostúmbrate,
pocos minutos estaba dormido de espaldas, roncando. Brian se pensó, parafraseando algo que Freeman le había dicho más de una
quedó mirando a su padre un rato. vez: Acostúmbrate, y después supéralo.
—Llámame Brian —dijo. Muy bien, entonces, Brian. ¿Cómo está tu padre?

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—Bueno, tú viste su cateterismo. Nellie reflexionó un momento.
—Así es. Espero que el show que montó el doctor Randa no —Bueno —dijo al cabo—, la doctora Jessup es la mejor. Ella
los haya disuadido de seguir su recomendación. Él es así. te enseñará todo lo que necesitas saber sobre esto.
—En realidad, la actitud de Randa sirvió para que me preo- —Bueno, gracias, Nellie —dijo Jessup, mientras irrumpía en
cupara por hacer incluir a mi padre en el programa de Vasclear. la habitación, con las manos ya esterilizadas y con gorra y
-¿Y? máscara puestas—. Buenos días a todos. Supongo que todos
—Todavía no tuve noticias. Al parecer su bypass es un pro- recuerdan al doctor Holbrook. Brian, ¿por qué no te esterilizas?
blema. Comenzaremos apenas termines.
—Lamento oír eso. Vasclear ha resultado ser una maravilla. Había una pequeña zona de preparación entre el vestuario y
La señora Hennessey, a quien vamos a examinar esta mañana, el laboratorio. Brian se colocó una máscara, se cubrió el pelo y
estaba tan mal como tu padre antes de comenzar el tratamiento. se esterilizó las manos durante cuatro minutos en el lavatorio de
Ahora, sólo espera a ver. acero inoxidable. Pese al hecho de que había realizado más de
—¿Ella ya está aquí? —quiso saber Brian. mil cateterismos cardíacos, y aunque en el día de hoy sólo iba a
—Está en la sala de espera con Jennifer, la enfermera de asistir, el corazón le danzaba en el pecho. Se sacudió el agua de
cateterismo. Lauren va a estar operando las consolas en la sala de las manos, retrocedió al laboratorio y dejó que la enfermera lo
control. Las dos estaban presentes cuando revisamos a tu padre. ayudara con el delantal y los guantes.
—Bien, estoy listo. —De acuerdo, equipo —dijo Carolyn—, comencemos.
—La doctora Jessup ya está aquí también. Acabo de verla Nellie, ¿estás lista?
entrar en el vestuario, así que en un ratito ya estaremos listos. Esa —Ya está empezando a dolerme la espalda, así que termi-
señora Hennessey es una dama agradable. Muy agradable. nemos con esto.
Brian ingresó al laboratorio de cateterismo justo cuando —Gruñidos, gruñidos.
Nellie Hennessey era pasada de la camilla a la mesa de Jessup narró la historia de Nellie Hennessey mientras tra-
cateterismo. Brian ya había visto su rostro agradable y picaro, bajaba.
pero le tomó varios segundos recordar dónde. Era una de las —La señora H. Es una maestra retirada de sesenta y nueve
pacientes que aparecía en el vídeo de Vasclear. Brian recordaba años...
sus vivaces ojos azules. —Sesenta y ocho y medio —interpuso Nellie.
—Nellie, mira a estos dos hombres —dijo Jennifer—. Son como —De sesenta y ocho años y medio, que me fue derivada hace
las torres gemelas. Parecen jugadores de básquet. Nellie casi dos años con dolor de pecho...
Hennessey señaló a Brian. —AAndrew ya lo conozco, querida, —En realidad era aquí, en el hombro, y a veces en el cuello
pero ¿quién es él? —Un nuevo médico de aquí, el doctor —interrumpió Nellie; su hablar empezaba a ser más lento—. En
Holbrook. Va a asistir a la doctora Jessup en el cateterismo. realidad nunca tuve dolor de pecho.
Nellie hizo una señal para que Jennifer se acercara un poco más. Jessup apoyó dos dedos sobre el pulso de la arteria femoral y
—Es muy apuesto —le oyó decir Brian en un murmullo. con suavidad deslizó la gruesa aguja a través de la piel
—Señora Hennessey, es un placer conocerla —saludó Brian anestesiada debajo de los dedos hasta el interior del vaso. En-
mientras le tomaba la mano—. Pero creo que ya la conocí ayer tonces introdujo el catéter arterial dentro de la aguja y arriba,
cuando miré la película de Vasclear. hacia las cámaras izquierdas del corazón de Nellie.
—Ah, sí —dijo Nellie—. Mis quince minutos de fama. —Tener a Nellie de paciente —comentó Jessup— es como
¿Cuánto tiempo hace que es médico? volver a la escuela. Ella corrige todo lo que digo.
—Bastante. Pero soy nuevo aquí. —Aún así te sacas un diez, querida —respondió Nellie, con
la lengua y la boca ya resecas.
100 —Ese catéter Ward-Dunlop realmente es fantástico —co-
mentó Brian.

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—Esperamos que los utilice en forma exclusiva cuando comience a atender casos por su cuenta. —No hay problema.
—Bien, continuamos. El test de esfuerzo de Nellie dio positivo, y un cateterismo subsiguiente evidenció una enfermedad coronaria bastante grave.
Era una candidata perfecta para ser incluida en el estudio Vasclear. ¿No es así, Nellie?
Nellie, con los ojos cerrados, respiraba profunda y regularmente.
—Jennifer —continuó Jessup—, quizá deberíamos suministrarle un tanto menos de medicación preoperatoria. Si yo tengo que permanecer despierta
para esto, pues todo el mundo también. —Miró a la enfermera con una sonrisa. —Hablando en serio, buen trabajo. Es perfecta... De todos modos,
Brian, los síntomas de Nellie desaparecieron casi de inmediato y no han regresado. Este es su tercer y último cateterismo de seguimiento. Después se
convertirá en una alumna.
—¿En qué grupo de Vasclear está Nelly? —preguntó Brian, aunque ya se imaginaba la respuesta.
—Beta. Bien, Doc, cambiemos de lado. Usted hará el lado derecho y después volveré yo para las tomas coronarias-arteriales. Nellie está dormida,
así que no van a calificarlo por esto. Sólo relájese y diviértase.
—Gracias.
Sorprendido y feliz de que le pidieran otra cosa que no fuera observar, Brian se movió detrás de Carolyn para ocupar su lugar junto a la mesa.
—Los Ward-Dunlop funcionan de manera muy parecida a los que usted estaba acostumbrado —explicó Jessup— con la diferencia de que los
controles son mucho más sensibles y las conexiones sólo se ajustan y se traban.
—Impresionante —comentó Brian, mientras procedía a los estudios de presión y las inyecciones de contraste.
La enfermera, Jennifer, ahora trabajaba a su lado, manteniendo una mirada vigilante sobre Nellie, chequeando la presión sanguínea y la sonda
intravenosa.
—¿Todo está bien? —le preguntó Brian.
—Todos los sistemas están listos —respondió la enfermera.
Brian tomó algunas mediciones de presión a través del catéter y después inyectó un poco de contraste para verificar las válvulas tricúspide y
pulmonar. El momento que él creyó que nunca iba a llegar estaba aquí. Estaba de regreso en el labora-

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torio de cateterismo, había recuperado el control, pieza a pieza, de su propio destino.


—Parece muy cómodo ahí, socio —le dijo Jessup, mientras regresaba a su posición para ocuparse del lado izquierdo del corazón y del examen
coronario-arterial.
—Es como andar en bicicleta. Ella tiene un corazón bastante saludable.
—Espere a ver sus arterias coronarias. Estas imágenes que vamos a tomar serán las de dieciocho meses después. Las anteriores están en la
filmoteca, que es la primera puerta que está pasando por el vestuario de damas. ¿Seguridad le dio un código de ingreso?
—Sí.
—Bien. No deje pasar mucho tiempo antes de ir a ver las películas de Nellie antes de Vasclear. Ahí adentro tenemos dos visores Vangard. Uno es
para las copias.
—Estoy impresionado —dijo Brian. Los visores, según lo que recordaba, valían alrededor de veinte mil dólares cada uno.
—Va a estarlo más cuando vea esas películas —dijo Carolyn—. Ahora echemos un vistazo al lado izquierdo del corazón y a las coronarias.
El catéter experimental Ward-Dunlop era muy fácil de manipular y, sin duda, tenía buena imagen en el monitor.
—Ángulo craneal oblicuo anterior izquierdo... caudal oblicuo anterior derecho...
Jessup nombraba cada ángulo, esperaba que Andrew pusiera en posición la cámara de rayos X, luego inyectaba un poco de contraste y activaba la
cámara con el pedal de pie. Arriba, una pantalla mostraba el blanco brillante del tinte opaco de los rayos X al llenar brevemente las arterias coronarias
de Nellie antes de desaparecer, y otro monitor controlaba los latidos cardíacos, la oxigenación y otros signos vitales. En la sala de control, aislada con
paneles de vidrio, la otra enfermera, Lauren, monitoreaba las pantallas por duplicado, y vigilaba la máquina que registraba las inyecciones en el vídeo.
Más tarde, éste sería revisado por Jessup, quien dictaría un informe. El ancho de cada arteria importante y de cada bloqueo sería cuidadosa mente
medido por computadora y registrado.
—... Craneal oblicuo anterior derecho —dijo Carolyn, completando la última de las cinco vistas de la arteria coronaria lzquierda—. Bien, si alguien
tiene razones para creer que esta mujer y este catéter deban permanecer unidos en santo matrimonio, que hable ahora o calle para siempre... Al no
haber objeciones para quitar esta línea, procedo a hacerlo.
Carolyn extrajo el catéter con la misma suavidad, la misma
confianza con que se había conducido en todo el procedimiento.
Pero, de repente, en el monitor apareció una breve ráfaga de
latidos extra. Y después otra.
Pocos momentos después, Nellie Hennessey dio un gemido.
Después abrió los ojos.
Después empezó a gritar.

—¡Ay, Dios mío!... ¡Mi pecho, mi pecho!... ¡Oh, Dios, no puedo respirar!
Nellie Hennessey, entre gemidos lastimosos, se agarró el pecho y empezó a sacudirse hacia atrás y adelante, mientras golpeaba con los brazos y los
hombros el tubo de rayos x todavía colocado justo encima de ella. Arriba, el monitor continuaba registrando latidos extra, que con frecuencia eran el
preludio de un paro cardíaco masivo.
En la mente de Brian no había dudas sobre qué sucedía. La mujer estaba sufriendo una oclusión coronaria... un ataque cardíaco. ¿Pero, por qué?
Acababan de examinar sus arterias coronarias y estaban virtualmente libres de arteriosclerosis. Sólo había dos explicaciones posibles.
—Dale morfina —ordenó Jessup con urgencia—. Tres unidades. No, mejor cuatro. ¿Cómo está la presión?
—Ciento ochenta, ciento diez —respondió Jennifer.
—Brian, ¿qué opina?
—O bien está sufriendo un espasmo coronario, o la punta de ese catéter se quebró cuando lo sacaba. ¿Alguna vez ocurrió?
—No —respondió Carolyn, con demasiada rapidez—. Quiero decir, no aquí. Hace tiempo que no... ¡Nellie!... ¡Nellie! Tienes que tratar de
permanecer quieta. Jennifer, ¿dónde está esa morfina?
—Cuatro miligramos adentro.
—Cuelga un goteo de nitroglicerina, por favor.
—De inmediato.
—¡Oh, Dios mío! —gritó Nellie—. ¡Ayúdenme!... ¡Por favor, ayúdenme!
105 activo, y los últimos tres como jefe de un activo laboratorio de
cateterismo. Si él veía algo que Jessup no, no vacilaría en
Brian sabía que sólo estaba ahí para asistir, y que Carolyn hacérselo saber. Pero por el momento, ella estaba manejando la
Jessup era una especialista experimentada, una profesora. Sin situación perfectamente. Y sin importar quién estuviera a cargo,
embargo, la vida de Nellie Hennessey estaba en riesgo. Brian Nellie Hennessey estaba en graves, muy graves problemas.
había pasado siete años como socio en un consultorio privado muy —Vamos a suministrarle setenta y cinco de xilocaína para
aminorar esos latidos extra —dijo Carolyn—. ¡Nellie, por favor, —Brian, ¿qué le parece si la intubamos? ¿Se siente capaz?
trata de quedarte quieta! Andrew, muéstrame el ángulo caudal —En mis primeros años de práctica tenía como segundo
oblicuo izquierdo anterior. Tengo que ver si la punta del catéter se empleo una sala de emergencias. Si no llega la anestesia, creo
quebró y está encajado en la arteria. poder hacerlo.
Andrew movió la cámara electrónicamente hacia la posición —Lauren, llama a Anestesia. Andrew, prepara todo para que el
oblicua anterior izquierda. Nellie, quizás en respuesta a la morfina doctor Holbrook realice la intubación. Asegúrate de verificar el
intravenosa, se quedó más quieta, pero continuó gimiendo de balón en el tubo. Nellie, quédate así. ¿Puedes oírme? —Nellie
dolor. Jessup encendió la cámara fluoroscópica con el pedal de asintió débilmente. —Bien. Ahora escucha, por favor. Una porción
pie. del catéter que utilizamos se quebró en una de tus arterias y está
—Ahí —dijo Brian. bloqueando el flujo de sangre. Vamos a extraerlo. ¿Comprendes?...
Los demás tardaron unos instantes en ver el fragmento, pero Bien. Apenas esté fuera te sentirás mucho mejor. Ahora bien,
ahí estaba: una línea pequeña, blanca y brillante sobre la pantalla ¿quién te acompañó hoy?
blanca y negra. Tenía casi dos centímetros de largo, estaba —Mi... hija.
apoyada sobre la porción superior del músculo cardíaco y se —Hablaremos con ella. Mientras tanto, dile al doctor Holbrook
movía con cada latido. si el dolor no disminuye, él te dará un poco más de medicina.
—¿Qué opina? —preguntó Jessup—. ¿La principal izquierda? Andrew, necesito un cordón Microvena. Rápido, por favor.
—Es difícil de asegurar, pero sí. Diría que sí. El cordón era un lazo metálico, unido a un catéter y operado
Casi sin ninguna duda, la punta del catéter se había quebrado con un gatillo. En el mejor de los casos era un aparato difícil de
para alojarse en la arteria coronaria principal izquierda: la asesina. usar. Y con Nellie incapaz de quedarse quieta más de quince o
—Lauren, llama al quirófano, por favor —pidió Jessup a la veinte segundos, y el fragmento de catéter moviéndose con cada
enfermera de la sala de control—. Que reúnan al equipo de latido, la operación iba a ser casi imposible.
resucitación y a cualquier cirujano que esté disponible. Brian sintió admiración al ver cómo Jessup se enfrentaba al
Seguiremos con esto, pero quiero tenerlos en reserva lo más desafío. Pero cuando en el primer intento con el cordón, y luego
rápido posible. en el segundo, no pudo atrapar el fragmento, pudo percibir la
—¡Ay, dulce Señor, no puedo respirar! —gritaba Nellie—. tensión en su voz. Sus ojos se achicaban. Sacudió la mano para
Hagan algo... ¡Tengo el pecho aplastado! ¡Por favor, por favor! aflojar los músculos.
¡Oh, Dios, haz algo! El ataque cardíaco de Nellie avanzaba rápidamente. Una gran
La tensión en la habitación, que ya era extrema, se hacía peor porción del músculo al frente del corazón estaba recibiendo poca o
con los constantes gemidos de la mujer. Brian estaba im- ninguna sangre, y la reacción de ese músculo, frente a la menor
presionado y aliviado de ver que todos los integrantes del equipo cantidad de oxígeno, era un dolor inmenso e inestabilidad eléctrica
parecían capaces de manejar la tensión. Por un momento, la —continuas andanadas de peligrosos latidos extra. Todavía no
mirada de Andrew se cruzó con la suya. Aunque exterior-mente había daño permanente. Pero, pronto, casi seguro antes de llegar al
parecía tranquilo, la preocupación en la mirada del técnico era quirófano, lo habría. Y si dos de los latidos prematuros se
innegable. producían al mismo tiempo, el corazón podía realizar un alto
—Jennifer —dijo Jessup—, si está bien de presión, dale otras eléctrico, un paro cardíaco... Brian hizo lo que pudo por alejar ese
dos unidades de morfina. pensamiento.
—Listo.

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Jessup intentó por tercera vez... y después una cuarta. Sus puños mesa, con los ojos cerrados, gimiendo suavemente. Lágrimas de
estaban crispados de frustración. —Lauren, ¿están listos en el dolor corrían por sus mejillas. Brian sabía, al igual que Carolyn,
quirófano? —Todavía no. —La presión está cayendo un poco — que esta situación se estaba convirtiendo rápidamente en el peor
dijo Jennifer en voz baja. de los desastres. Si la obstrucción no era eliminada de
Jessup alistó el cordón para otro intento. Entonces miró a inmediato, lo mejor que Nellie podía esperar era ser una lisiada
Brian. Su mirada parecía la de una mujer vencida. Su expresión cardíaca de por vida.
decía que no quedaba nada por hacer, nada sino esperar que el —Puedo intentarlo —dijo por fin.
equipo quirúrgico cardíaco llegara antes de que el corazón de —Adelante.
Nellie se detuviera. Pero aun así, una vez en el quirófano con Brian respiró profundamente para calmarse y guió el fórceps
bypass de corazón y pulmón, habría que ganar otra batalla, para de dos puntas hacia la aorta, rumbo al fragmento. Con los años,
salvar la mayor parte posible de músculo cardíaco. Con cada había pasado innumerables horas estudiando libros de texto y
segundo que pasaba, disminuía la posibilidad de lograrlo sin un modelos de corazón, asistiendo en quirófanos y trabajando en
daño masivo, así como la posibilidad de siquiera lograrlo. laboratorios de cateterismo. Ahora toda esa experiencia estaba
—¡Oh, por favor!... ¡Por favor!... ¡Oh, por favor! siendo aplicada, y lo ayudaba a visualizar el corazón de Nellie
Los gemidos de Nellie ahora eran continuos. en tres dimensiones, a ver más allá de la imagen plana en la
Brian verificó sus pupilas y vio constricción narcótica máxima. pantalla del monitor y a torcer el fórceps en determinado ángulo.
Darle más morfina podía ser un riesgo. Una bajada de presión El Comité de Ética Médica ha determinado que su matrícula
inducida por narcótico o un paro respiratorio podía empeorar una para ejercer la medicina sea suspendida por el período de...
situación por sí misma grave. Extrañamente, el recuerdo de las palabras escritas en la carta
—¿Alguna idea? —preguntó Carolyn con voz suave. del Comité se le aparecieron en la mente en el momento preciso
—Sólo una —respondió Brian—. Inténtelo con un fórceps en que cerró las púas del BIPAL. En el monitor, el fragmento del
para biopsia en lugar del cordón. catéter se movió en forma visible.
—¿Qué? Andrew, ¿tenemos un fórceps para biopsia BIPAL? —Creo que lo tiene —dijo Jessup en un susurro.
—Creo que sí. Lenta, muy lentamente, Brian retiró el instrumento. Por un
—Los he utilizado un par de veces para realizar biopsias instante, el fragmento pareció quedar atascado en algo. Pero
endocardíacas. Cuenta con dos púas pequeñas que sirven para después volvió a moverse, señal de que todavía estaba agarrado
cortar trozos de tejido. Me gustaría intentar atrapar la punta del entre las púas del instrumento. Milímetro a milímetro, Brian
catéter con esas púas. extrajo el BIPAL de la coronaria izquierda, pasó por el arco de la
—Aquí tengo uno —anunció Andrew. aorta y después por la aorta descendente. Casi de inmediato los
—Hágalo, por favor —ordenó Jessup, mientras se hacía a un peligrosos latidos prematuros desaparecieron del monitor
lado para dejar lugar a Brian. electrocardiográfico. E incluso antes de que el fragmento fuera
—El quirófano acaba de llamar —dijo Lauren por el inter- extraído por la ingle de Nellie, ésta dejó de retorcerse de dolor.
comunicador de la sala de control—. Ya están listos. —¡Dios mío! —exclamó ella—. Estoy mejor; el dolor está
Jessup vaciló. Otro fracaso iba a consumir más tiempo del que empezando a irse.
disponía Nellie, pero la corrida al quirófano era, en el mejor de los Los miembros del equipo de cateterismo exhalaron un sus-
casos, riesgosa. Durante cinco, diez segundos, sólo hubo silencio. piro al unísono. La emoción de Brian superaba cualquiera que
—Brian, sé que ha pasado un tiempo —dijo finalmente—. hubiera experimentado en el campo de fútbol.
¿Está seguro de seguir adelante? Su matrícula para ejercer la medicina ha sido suspendida...
Brian bajó la mirada a Nellie Hennessey, acostada en la —Gracias, Dios —murmuró Brian debajo de su máscara.
—Lauren —ordenó Jessup, con los ojos brillantes—, llama
108 al quirófano y diles que no vamos a necesitarlos.
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están muy agradecidos de la elección que hizo. Y yo también.
—Gracias. Y gracias por confiar en mí allí abajo.
Brian no quería sacar el tema de Jack y Vasclear, pues es-
peraba que Carolyn lo hiciera.
—La verdad —continuó Carolyn— es que no fue sólo mi
confianza en usted. No creo que Nellie hubiera sobrevivido de
haber tenido que llevarla al quirófano. Era eso o la muerte. Y si
he de decirle la verdad absoluta, no creí que pudiera lograrlo.
Pero supongo, o por lo menos espero, que no haya pedido verme
para que le dijera qué gran trabajo hizo.
—No, aunque es bueno oírlo. Quería hablarle de Jack.
Eran casi las dos de la tarde cuando un hueco en la agenda de —Seguro. Yo también quiero hablar de la situación de su
Carolyn Jessup le permitió responder al pedido de Brian de padre. Pero primero hay algo que quería mencionarle, que olvidé
reunirse con ella. Carolyn parecía relajada y, como siempre, decirle en el laboratorio de cateterismo antes de tener que irme
elegante con un traje de algodón gris y blusa blanca. El pelo corriendo.
oscuro estaba peinado en un rodete. La oficina de Carolyn Jessup -¿Sí?
competía con la de Pickard en cuanto a opulencia, con una pared —En todo momento hay una docena o más de medicamentos
cubierta de estantes de libros y otra tapizada con diversos y productos siendo evaluados en el Boston Heart. A veces somos
certificados, testimoniales, diplomas, fotografías de celebridades uno de los varios centros que trabajan en forma cooperativa.
y cartas de gratitud. Una cosa que Brian notó, era que no había Otras veces tenemos la responsabilidad absoluta de un estudio.
fotografías familiares ni de Jessup en alguna situación recreativa. Siempre hay mucho dinero en juego: hasta cientos de millones
Pero como tenía cosas más importantes en qué pensar, Brian hizo de dólares. El personal, el equipo, los puestos de investigación,
a un lado su curiosidad sobre la mujer. Cuando quisiera, podía de enseñanza, su posición, todos están relacionados con el
leer todo acerca de ella en Who's Who in American Medicine. aspecto económico de la investigación y el desarrollo.
Brian se acomodó en una silla de cuero de respaldo bajo, del —Comprendo —dijo Brian, confundido al no saber adonde
otro lado del escritorio. Algún compromiso urgente había quería llegar Jessup.
impedido a Jessup conversar con él después de la grandiosa —Bien. Ahora, una de las políticas que el doctor Pickard y su
salvación de Nellie Hennessey. Ahora, ella fijó sus ojos marrones predecesor instituyeron, la cual creemos esencial para el
oscuros en Brian y asintió con placer. continuo crecimiento del instituto, es que todos los problemas
—No cabe duda de que tuvo un gran impacto en este lugar en que tengan que ver con los productos deben ser informados al
muy poco tiempo. doctor Pickard o a mí. Nosotros evaluamos la situación y deci-
Brian señaló su propia altura. dimos qué acción tomar, si es que se requiere alguna.
—Siempre tuve problemas para no llamar la atención —dijo. Brian empezó a sentir dolor de estómago.
—¿Siempre quiso ser médico? —Ya veo —dijo.
—No. En realidad, siempre deseé ser futbolista profesional. —El personal del laboratorio de cateterismo, el de la sala y el
Sin embargo, también me gustaba la ciencia. Y después de de la clínica, todos saben que el hecho de hablar de cualquier
quebrarme la rodilla en un partido, supe que, de todos modos, problema relacionado con el trabajo que hacemos con cualquier
quería ser alguien, así que decidí probar con la medicina. persona, dentro o fuera del instituto, es motivo suficiente para el
—Ya veo. Bueno, hay dos pacientes de este hospital que despido. Nuestro sistema de información tiene una muy buena
razón de ser. Muchas veces, un fabricante puede corregir un problema con una droga o con un equipo en unas

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pocas semanas. Pero si la burocracia de Washington o de la FDA imaginó?
en Rockville se entera de algo, podría llevar años. El personal de —¿Qué hizo exactamente con el sobre? —preguntó.
aquí sabe que es la política del instituto, pero creo que nadie le ha —¿Cómo?
hablado de eso todavía. —El sobre. El sobre con el informe MedWatch. —La voz de
Brian quiso que se lo tragara la tierra. —En realidad, nadie me Jessup era áspera. —¿Lo despachó?
había hablado de eso. —¿Entonces? —Yo... sí. Sí. Lo llevé a la sala de correspondencia de
—Bien, hablé con Phil Gianatasio sobre lo que sucedió en el camino al pabellón. Doctora Jessup, realmente lo siento. De
laboratorio. El y yo nos conocemos desde que éramos residentes. haberlo sabido...
—Lo sé. No hay problema. Philip es una de las personas más Jessup ya estaba en el teléfono. Pidió a la operadora que la
leales y excelentes que conozco dentro del personal. Se está comunicara con la sala de correspondencia. Después de varios
considerando su efectivización. minutos de esperar en silencio, durante el cual miraba a cual-
—Estoy seguro de que se la darán. Mmm... hay algo más. quier lado menos a Brian, colgó el auricular.
Siempre fui un poco obsesivo con el trabajo: no me gusta que se —El correo ya salió —dijo categóricamente—. Teníamos un
acumule más de lo absolutamente necesario, en especial el pa- acuerdo con Ward-Dunlop de informarles sobre cualquier des-
peleo. Dicté el informe sobre la intervención, incluso antes de perfecto en el catéter para que puedan corregirlo. Así es como
quitarme el delantal. La nota incluía el rescate del fragmento de nos manejamos. El catéter debe ser aprobado por el gobierno
catéter, aunque no mencioné la utilización del fórceps BIPAL. — dentro de unos meses. Para enero, todos los hospitales del
No hay problema —respondió Jessup—. Apenas el departamento mundo estarán usándolo.
de transcripciones le dé una copia, hágamela llegar. Yo misma Pero tiene fallas, pensó Brian. Además, ¿no había mencio-
volveré a redactarlo, así que no tiene por qué preocuparse. nado Jessup un episodio similar previo en otra institución?
Brian estaba empezando a sentirse realmente mal por aquello que Como si leyera sus pensamientos, Jessup se ablandó un poco.
le quedaba por decir. Consideró mentir por omisión, no decirle —Brian, sé que sus intenciones fueron buenas, y estoy de
qué más había hecho. Pero sin duda ella iba a enterarse tarde o acuerdo por completo con los médicos que protegen a sus pa-
temprano. Y cuando eso sucediera, su carrera en el ICB bien cientes de productos y medicamentos defectuosos o peligrosos.
podía darse por terminada. —Me temo que hay algo más —dijo. Pero existe un modo mejor, más eficiente y, sin duda, más eco-
El rostro de Jessup se ensombreció. —Adelante —dijo. nómico de hacerlo que informándoselo al organismo más inepto
—Bien, después de terminar el dictado, vi que había una pila y burocrático del gobierno. Lo que ocurrió en el laboratorio de
de formularios MedWatch de la FDA en una bandeja sobre el cateterismo probablemente no haya sido más que un defecto
escritorio. Para finalizar con el caso, llené un formulario y lo aislado en un producto aislado, no una falla de diseño.
despaché. —Comprendo. Créame, no volverá a suceder.
Brian pudo ver cómo se endurecían los músculos del rostro de —Bien, espero que no. La gente de Ward-Dunlop hará lo
Jessup. posible por resistir el impacto de su informe. —Jessup consultó
—El despacho de ese formulario es estrictamente voluntario su agenda y su reloj. —¿Algo más? —preguntó.
—dijo. Brian no tenía dudas de que ella seguía irritada.
—Lo sé. Siempre me pareció que los médicos nunca encuen- —¿Mi padre?
tran tiempo ni ganas para informar la mayor parte de los pro- —Ah, sí. Parece que progresa bien con el cambio de medi-
blemas con drogas y productos, así que siempre me tomo la camentos que le instituí.
molestia de hacerlo. —En realidad, creo que está un poco inestable. Ciertamente
Fue muy estúpido de su parte. su calidad de vida no es muy buena. Esta mañana, al ver el
¿Jessup pronunció realmente esas palabras, o Brian sólo se las
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cateterismo de Nellie, deseé más que nunca que Jack pudiera ser
incluido en el estudio Vasclear. CAPITULO ONCE
—Él necesita cirugía, Brian.
—Doctora Jessup, mi padre apuesta con todas las cosas, es
como un hobby que tiene. Incluso con un setenta y cinco por
ciento de las posibilidades que tenía Nellie Hennessey cuando
comenzó el tratamiento, él elegiría mil veces Vasclear antes que
la cirugía.
—Brian, por favor. Soy su médica, y le recomiendo otro
bypass. ¿No cree que estoy siendo bastante clara?
—Dijo que iba a hablar con el doctor Weber.
—Lo siento, pero no tuve oportunidad. Pero él es muy celoso El Iwo Jima Memorial dominaba el Potomac desde un lugar
en lo que se refiere a este estudio. Sé que él dirá que no podemos cercano al Cementerio Nacional, en Arlington. Siguiendo las
aceptar pacientes con bypass. instrucciones, el doctor Alexander Baird tomó la limusina que le
—¿Por qué no pueden empezar otro grupo? habían enviado, dejó que el chofer decidiera dónde debía
—Aunque lo aceptáramos, tendría que ser incluido en el descender y caminó, pasando una magnífica estatua, hasta un
estudio en las mismas condiciones que los demás pacientes. Así banco específico. Allí, aislado de senderos y pasajes junto a una
tiene sólo un treinta y tres por ciento de posibilidades de obtener pequeña arboleda siempre verde, se sentó y esperó.
los resultados que usted mencionó. El día de Baird por lo general comenzaba a las seis, hora en
—Es el mismo porcentaje de posibilidades que tenía Nellie que trotaba por las calles de Georgetown, y seguía por el desa-
Hennessey, y mire cómo está ahora. Doctora Jessup, quiero yuno con su esposa. El día de hoy, muy a su pesar, fue necesario
recuperar a mi padre, y no quiero que sufra lo que padeció privarse de ambos placeres pues debió viajar a la oficina de
después de su último bypass. Rockville. Durante toda la mañana continuó la revisión inter-
—El doctor Randa, pese a sus defectos de personalidad, es minable de dos pilas de papeles, casi un metro y medio de in-
definitivamente muy superior al doctor Clarkin. formes relacionados con Vasclear y resultados de la investiga-
—Estoy seguro de que Randa también fracasa. ción.
—Dios, sí que es persistente. Le diré qué haremos. El doctor Era la una de la tarde y el parque estaba desierto a excepción
Weber estuvo en el exterior, pero creo que ya regresó. ¿Va a de algunos corredores. Del otro lado del río, el sol de la mañana
estar en el hospital por la tarde? se reflejaba en los monumentos de Jefferson y de Lincoln y
—En realidad, tengo que cubrir la clínica Vasclear. seguía su curso hasta la punta del edificio del Congreso. Desde la
—De acuerdo. Por lo que hizo esta mañana por Nellie, haré distancia, el distrito de Columbia era perfecto como alabastro.
todo lo que pueda. Hablaré con el doctor Weber y me comuni- Pero Baird había llegado a la conclusión de que verse hechizado
caré con usted a la clínica. por cualquiera de los aspectos de la ciudad —su apariencia,
—Es lo más que puedo pedir. poder y sensación de voluntad—, era similar al hipnotismo que
—¿No más informes a la FDA? ejerce la belleza, la simetría y los movimientos sensuales de una
—Ninguno más. cobra.
—Bien. Entonces, eso es todo. Habían pasado cuatro días desde la audiencia ante el comité
Brian se dispuso a marcharse, pero después se dio vuelta. de vigilancia de Walter Louderman. Durante ese tiempo, según
—Doctora Jessup, esa persistencia de la que habló recién. lo prometido, Baird había incrementado el personal de leri
-¿Sí? Sennstrom: transfirió a tres investigadores que trabaja-
—La heredé de mi padre.
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ban en otros proyectos para abocarse a la tarea de revisar la frente a la marejada, eran su propia intuición y un respeto
investigación de Vasclear y los datos de cateterismo cardíaco. Pero absoluto por el procedimiento científico.
el senador Louderman, al igual que la mayoría en Washington, no —¿Pensando?
parecía confiar en nadie excepto en sí mismo. Stan Pomeroy había entrado por la arboleda que estaba a
Habían empezado a circular memos en los que se sugería que espaldas de Baird. Tomó asiento en el banco y extendió la mano.
otras droguerías más conocidas que Newbury estaban presionando Baird se la estrechó con firmeza. Pomeroy era el primer negro
a Baird para retener la aprobación de Vasclear el tiempo necesario con el cargo de jefe del Estado Mayor de la Casa Blanca, y era
para que sus científicos descubrieran un compuesto químicamente apreciado casi universalmente en una ciudad, donde el verdadero
diferente de Vasclear pero similar en cuanto a acción y aprecio no era fácil de encontrar. Cuando Baird vacilaba en
efectividad. Al mismo tiempo, comenzaron a proliferar artículos meterse en el infierno de la FDA, fue Pomeroy quien voló a
en la prensa de todo el mundo, en los que se exaltaban los Missouri para convencerlo.
resultados increíbles de la droga maravillosa y se estimaba la —Nada que no pueda ser resuelto si se encuentra el secreto
pérdida de vidas y de dólares por cada día que aquélla permanecía de la vida —respondió Baird.
en los depósitos de Newbury. La Fuente de la Juventud reducida a —Ya veo. Bueno, en ese caso, tómate un poco más de tiem-
un delgado hilo, declaraba el titular de un tabloide neoyorquino. po.
Si la gente de Louderman se dispusiera a hacer campaña —Está bien. Volveré a considerar este tema esta noche, bajo
presidencial con la misma eficiencia, la reelección del titular se la ducha.
vería en grave peligro. Se habían hecho suficientes referencias en —Gracias por aceptar esta reunión, Alex.
la prensa a la droga antisida AZT para desencadenar un mar de —¿Tenía elección?
cartas al editor y a los congresales, en las que exigían que la FDA Pomeroy se encogió de hombros.
diera la misma prioridad a este medicamento, destinado a curar el —Siempre se puede elegir. Te lo dije cuando te pedimos que
corazón de Norteamérica, que se le había dado al germen que te hicieras cargo de la FDA. El Presidente sabía lo ingrata y
algunos de los más fanáticos religiosos llamaban el virus de Dios. controvertida que era la tarea que ibas a emprender en la FDA.
El bombardeo de la prensa no pudo haber sido más efectivo. En ese entonces lo decía de verdad, y ahora también. Tú eres
De repente, hasta el más ignorante en medicina sabía que el AZT quien manda.
fue aprobado en 1987, después de menos de dos años de Pero estamos hablando del Presidente de los Estados Unidos,
experimentos clínicos y tres meses de estudios por parte de la pensó Baird. El hombre a quien hasta los gorilas de cua-
FDA. Y, aunque en ese momento Alexander Baird estaba en trocientos kilos le ceden el paso.
Missouri dictando cátedra a estudiantes de medicina, se lo acusaba —Te lo agradezco, Stan —dijo.
de ser el responsable de dar a esa droga una prioridad muy Pomeroy abrió su maletín y extrajo un archivo repleto de
diferente a la recibida por Vasclear. Por fin, el jefe del Estado artículos de diario. Un rápido vistazo informó a Baird que eran
Mayor de la Casa Blanca, Stan Pomeroy, concertó esta reunión, de todas partes del mundo.
cosa que no sorprendió en absoluto a Baird. —¿Has visto éstos?
Baird se frotó la fatiga de los ojos, y después observó con —Suficientes.
envidia a dos corredores que pasaban trotando a su izquierda. Por -¿Y?
lo general, todo el mundo estaba de acuerdo con que Baird había —Stan, lo único que puedo decirte es que una búsqueda
hecho una excelente tarea, al restaurar parte de la confianza superficial en la prensa dará como resultado decenas, o más bien
perdida, tanto pública como privada, en este organismo. Ahora, la cientos de artículos que exaltan el último descubrimiento
presión política parecía decidida a destruir la cautela que potencial de cura del cáncer, de alguna enfermedad cardíaca o
caracterizaba sus primeros nueve meses como representante de la del sida. El público está desesperado por recibir buenas noticias
FDA. Y las únicas armas que había podido empuñar, para hacer en todas las áreas de medicina, pero en especial en éstas. Pasar
información a la prensa es la forma de extorsión que utilizan los investigadores para exigir más subvenciones, o qué

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droguerías utilizar para influir en la opinión pública. El pro- recibe la dosis alta, no ha obtenido ningún beneficio. Sin
blema es que, en la mayor parte de los casos, existe una razón embargo, el setenta y cinco por ciento de éxitos con efectos
por la cual los investigadores y la gente de las droguerías eligen colaterales mínimos pone a cualquier medicamento en el hall de
exponer sus casos ante la opinión pública, en lugar de hacerlos la fama farmacéutica.
aceptar por la comunidad científica. Y esa razón es que su —Entonces, Alex, otra vez te pregunto: ¿cuál es el problema?
trabajo no resistiría un estricto escrutinio científico. Baird suspiró y se frotó las sienes.
—Y esta droga, ¿cómo resiste tu escrutinio, Alex? —Ninguno, quizá. Pero los datos recibidos reflejan sólo dos
Baird se movió inquieto por un momento y miró hacia el otro años de tratamiento con seiscientos pacientes. Te garantizo que a
lado de la ciudad antes de responder. pocos días de la aprobación de Vasclear, miles y miles de
—La verdad —dijo, por fin— es que los resultados obtenidos personas dependerán de ella. A los pocos meses serán cientos de
hasta ahora son bastante impresionantes. Los pacientes de Fase miles. Millones, quizá. No estamos hablando de una crema para
Dos han sido divididos en tres grupos de tratamiento, cada uno evitar la picazón, Stan. Se trata de una droga que la gente ha
con unas doscientas personas, y parece que uno de los grupos estado esperando: una droga con el potencial de cambiar el
está mucho mejor que los otros dos, y que un grupo está mucho mundo civilizado, de agregar años, o décadas, de vida sana a
peor. muchos de nosotros.
—Entonces, ¿cuál es el problema? —Es justamente la opinión del Presidente.
—No sé, Stan. Es una corazonada, un cosquilleo en la nuca. —Pero son sólo seiscientos casos.
En primer lugar, está Newbury Pharmaceuticals. Han salido de —¿No haces el seguimiento, en busca de efectos colaterales,
la nada. Antes de Vasclear, lo único que produjeron fueron de nuevas drogas?
vitaminas y algunas copias genéricas de drogas. Recuerda, la —Por supuesto. Pero los programas de información y de se-
FDA no cuenta con el presupuesto ni con los recursos para rea- guimiento son, en su mayor parte, voluntarios y con muchas
lizar por su cuenta ninguna investigación científica ni clínica. Lo fallas, y esta droga va a ser como un caballo desbocado. Una vez
único que podemos hacer es evaluar el trabajo que realizan las en el mercado, apenas los camiones de reparto comiencen a an-
droguerías. Cuanto más familiarizados estemos con la compañía dar, si existen efectos adversos a largo plazo que ahora descono-
y sus métodos, más fácil resulta confiar en que lo que nos dicen cemos el daño será tremendo.
es verdad. Además, está la droga en sí. —Pero hasta ahora no ha habido grandes daños.
—Adelante. —Ninguno.
—Bueno, la droga es casi demasiado buena para ser real. —¿Y el estudio está bien realizado?
Quizás estoy asustado ante el increíble potencial de curación que —Hasta ahora, sí. Una de nuestras mejores personas está
fue puesto en nuestras manos por esta gente, puede ser que tenga coordinando la revisión de los datos de Newbury Pharmaceu-
miedo de que ocurra algo malo. En este momento, lo que ticals. Teri Sennstrom, ¿la conoces?
tenemos son resultados espectaculares en el tratamiento de una —Creo que sí. ¿Joven, rubia, en cierto modo bonita?
enfermedad devastadora y casi ningún efecto colateral. Por lo —Esa es Teri, aunque creo que muchos hombres no estarían
general, nuestros expertos en estadística discuten con los de acuerdo contigo en eso de "en cierto modo". Además, es muy
fabricantes sobre la proporción riesgo-beneficio, y tratan de inteligente y minuciosa.
decidir si el éxito del tratamiento, en algunos casos, justifica los —¿Ha viajado a Boston para observar el estudio en persona y
terribles efectos colaterales de una droga. En el caso de Vasclear, reunirse con las personas que lo están realizando?
si es que, como ya dije, conocemos la historia completa, no tiene —Una vez, pero hace tiempo.
igual. El único aspecto negativo que rodea a esta droga es que, al —¿Qué tal si la envías otra vez? O, mejor todavía, ve tú
parecer, no funciona en todos por igual. Un veinticinco por mismo si crees que eso te ayudaría a sentirte más cómodo con tu
ciento del grupo de tratamiento beta, el grupo que, supongo, decisión.
^Quieres decir, con mi decisión de aprobar la droga. vuelta, apoyó el costado de la rodilla sobre el banco de ma-
Pomeroy percibió de inmediato la irritación de Baird. Se dio

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nera de poder mirar de frente al jefe de la FDA. La intensidad de su 119
mirada fue la misma que la de sus palabras. —De acuerdo, Stan —se oyó decir de repente, como a través de
—Alex, si no fuera importante para nosotros, muy importante, no un túnel distante—. Son tres semanas.
estaría aquí.
—Cuando acepté este puesto, me prometiste una total flexibilidad
para dirigir el organismo.
—Sigues teniéndola.
—¿En serio? ¿Entonces por qué me parece que me están CAPÍTULO DOCE
refregando por la nariz el sello presidencial?
Pomeroy sonrió al evocar la imagen, y después fijó sus ojos en
Baird.
—Dime algo, Alex. La verdad. Si en este preciso momento
tuvieras dolor en el pecho, ¿qué elegirías, Vasclear o cirugía de
bypass? Con los datos que tienes ahora...
La pregunta era hipotética y para nada justa, y la expresión de
Pomeroy reflejaba que lo sabía. La verdadera pregunta era: ¿En qué
momento, la cantidad de investigación de una droga era suficiente? En
manos hábiles, las estadísticas eran tan maleables como la masa con
que juegan los niños. Brian realizó las últimas rondas de los diecisiete pacientes
"Dame los números —le había dicho uno de los peritos en que restaban en la sala clínica y se dirigió a la clínica Vasclear.
estadística más brillantes de la FDA— y te devolveré los resultados Todavía tenía que llamarlo Carolyn, para transmitirle el re
que quieras sin ningún tipo de engaño. Sólo depende del tipo de tests sultado de su reunión con Art Weber, pero ésta le prometió que
estadísticos que se elijan, y de cuáles no se utilicen." se comunicaría con él antes de salir de la clínica hacia su casa.
Baird miró la ciudad, a lo lejos. Jack había pasado la noche bien, dadas sus circunstancias,
—Con los datos y los informes que tengo ahora —respondió pero en el mejor de los casos, vivía como un inválido. Y lo sabía.
finalmente, aceptando que estaba a punto de capitular— y sin ninguna Después de acompañar a Jack a su habitación, Brian se
otra información, elegiría la droga. sentó en el borde de la cama y volvió a hablar con él sobre la
Pomeroy suspiró de alivio. cirugía y Vasclear.
—Gracias, Alex. Gracias por tu honestidad. Siendo así, tú y la —Quiero morir —dijo Jack—. Mírame. ¿Para qué quiero vivir?
doctora Sennstrom tienen tres semanas. Pasado ese período, al Por Dios, si ni siquiera puedo ir a ver una película, mucho menos un
Presidente le gustaría estar a tu lado cuando firmes el formulario de partido de fútbol.
aplicación de droga nueva y cuando él anuncie que la investigación, —Pero papá, ¿no ves que estás deprimido por tu enfermedad? Te
financiada en parte por su gobierno, está a punto de dar un paso olvidas de los motivos que tienes para vivir: ser el abuelo de mis hijas,
gigantesco hacia la curación de la enfermedad cardiovascular. Si, verme a mí volver a ponerme de pie; quizá conocer a alguien, ir de
mientras tanto, descubres cualquier razón tangible por la cual viaje, trabajar como entrenador para la Pequeña Liga. Es decir, recién
debamos posponer la aprobación de la droga, sólo dínoslo y podrás tienes sesenta y tres años. Tienes las mismas posibilidades que
tener todo el tiempo adicional que necesites. ...Alex, sé que estás nosotros, ni más, ni menos. Lo que quiero decir, Jack, es que ya sea
pensando en renunciar a causa de esto. Lo único que puedo hacer es con Vasclear o con cirugía, cuando tu cuerpo esté mejor, también lo
rogarte que no lo hagas. estará tu mente. Sólo tienes que aguantar.
Baird dio vueltas a su alianza con aire distraído. —Es que no puedo soportar que me vuelvan a abrir el pecho,
Brian. ¡Todos esos tubos! Simplemente, no puedo. estaba desabotonado, y se veía la enorme cicatriz de la esternotomía,
Brian tomó un poco de loción con lanolina y vitamina E y la pasó así como numerosos "hoyuelos" que representaban algún, u otro, tipo
por la piel seca y arrugada de los pies de su padre. El pijama de Jack de tubo de drenaje.
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—Estoy tratando de conseguirte el Vasclear, papá. De verdad. presentarse. Guardo el Vasclear. Después de varias semanas,
Pero si no puedo hacer que te incluyan en el grupo beta, tendrás junto el sobrante y lo tiro. ¿Te gusta bailar?
que dejar que llame al doctor Randa. Sé que pasaste una mala —Claro. No lo hago con mucha frecuencia, y tampoco soy
temporada con tu bypass. Pero también sé que hay mucha gente muy bueno, pero me gusta. ¿El refrigerador donde se guarda el
que atraviesa ese procedimiento y sale del hospital en cuatro o Vasclear tiene llave?
cinco días. Randa podrá ser un imbécil, pero es un cirujano de —Ocho, cuatro, nueve, cero.
clase mundial. —¿Cómo?
—No, Brian. Que me den la droga. Me gusta más esa posi- —El código de seguridad del refrigerador. Ocho, cuatro,
bilidad. nueve, cero. Sabes, tendría que poner uno de esos códigos en el
Lucy Kendall había sido tomada por sorpresa en la primera refrigerador de mi casa. Quizá Jerry captaría la indirecta y se
visita de Brian a la clínica. Pero hoy había venido preparada. daría cuenta de que no es posible que tenga más de cien centí-
Llevaba unas calzas apretadas y un suéter que no podía menos metros de cintura. Tú tienes noventa, ¿no es verdad?
que probar la capacidad cardíaca de sus pacientes varones. —Buena suposición. Permíteme repasar los pasos de
Quejándose del calor, a pesar de que en la clínica había seis administración de la droga. ¿Cinco veces por semana durante
grados de temperatura, se quitó la chaqueta del laboratorio y la dos semanas, luego tres veces por semana durante dos meses y,
plegó sobre el respaldo de una silla. Después, en varias por último, una vez por semana?
oportunidades, se empeñó en apretar uno de sus amplios senos —Correcto. Noventa de cintura, ochenta y... —la enfermera
sobre el brazo de Brian, mientras le mostraba las partes de la retrocedió un paso para evaluarlo con mirada experta—, seis de
clínica que no habían visitado la primera vez. pierna, ¿no?
—Entonces, ¿cuántos pacientes tenemos hoy? —preguntó —Bien otra vez. Me impresionas. Me pregunto quién orga-
Brian, sin mucho ánimo de soportar las poco sutiles insinua- nizó esa rutina, y con qué rigor se debe seguir.
ciones de la enfermera, pero determinado a utilizarlas para —Sólo sé que se tomaron en cuenta algunos días de trata-
averiguar lo que necesitaba. miento perdido. La clínica está cerrada en algunos feriados, y a
—Cinco por hora durante cuatro horas. Es un promedio. nadie en Newbury parece importarle si un paciente pierde una
Dijiste que vivías en Reading. ¿Vives solo? visita. Se informa, en un formulario especial, si alguien pierde
—No, con mi padre. ¿La medicación se recibe todos los días? dos citas en una semana, o dos semanas en cualquier período de
—¿De quién? dos meses, cuando están en régimen de dosis semanales. Eso es
—Los pacientes de Vasclear. todo. Tienes una charla muy amena, ¿sabías?
—Ah... No, no. Todas las semanas. Envío una lista de pa- —Gracias. Tú también.
cientes a Newbury semana tras semana, y ellos mandan la —¿Estás seguro de que no quieres tomar un trago esta
cantidad adecuada de frascos de Vasclear. ¿Qué te parece si nos noche?
tomamos un trago después de la clínica? —En otra ocasión sería fantástico. ¿No crees que deberíamos
—Gracias, me gustaría, pero tengo que volver a casa, por mi comenzar? Hay un par de personas en la sala de espera.
padre. Se está recuperando de un ataque coronario. ¿No tienes Brian empezó a ver pacientes y a prepararlos para la admi-
hijos que atender? nistración de Vasclear. La tarea era más exigente de lo que había
—Tengo una niñera que se ocupa de ellos. Para eso elegí a supuesto. Muchos pacientes estaban muy enfermos del corazón.
una reina de belleza de Suecia que tiene diecinueve años, para Todos los enfermos, notó Brian, pertenecían a los grupos alfa o
que Jerry pueda fantasear con ella además de conmigo. gama. Mientras esperaba la llamada de Jessup, era lo único que
—¿Qué ocurre si alguien no se presenta en la clínica? ¿Qué podía hacer para concentrarse en el trabajo.
haces con la medicación? Pero había otra razón por la cual se le hacía difícil concen-
—No hay muchos casos, pero a veces la gente no puede trarse. Estaba a punto de tomar una decisión: si no le permitían a
su padre ingresar en el estudio de Vasclear, o si lo incluían en esta noche, y utilizaría diversos métodos para continuar
otro grupo que no fuera beta, iba a robar la primera dosis de beta obteniendo dosis beta hasta que se revelara el códi-

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go, el estricto estudio finalizara, y la droga fuera liberada para —Ocho, cuatro, nueve, cero.
uso general.
Sin duda, se trataba de la decisión más difícil desde su re- 124
cuperación. ¿Pero qué opciones le quedaban? Brian se arrodilló junto al refrigerador pequeño y murmuró
Sin embargo, sabía que tenía que tomar otra decisión. los números a medida que los presionaba. La puerta se abrió de
Durante más de un año, Freeman Sharpe había estado a su lado, inmediato. Había tres cajas bajas de cartón, dos en la repisa del
primero acompañándolo en el difícil camino a la recuperación y medio y una abajo, cada una con una letra griega. La caja beta
después como amigo. contenía cuatro frascos, no tantos como esperaba Brian. No
—Lo único que te pido —le había dicho Sharpe una y otra obstante, si manejaba las cosas, podía alcanzarle para los
vez— es que, antes de beber o consumir, me llames. primeros cinco días. Después iba a...
Había otro pedido tácito: que hasta su recuperación defini- —¿Doctor Holbrook?
tiva, Brian consultara con Sharpe cualquier paso de riesgo El saludo del hombre, a sus espaldas, habría producido un
emocional. ¿Freeman Sharpe iba a convencerlo de que no robara paro cardíaco en un hombre más débil. Brian saltó y se dio
la droga?, se preguntó Brian. ¿Valía la pena ponerlo en vuelta, y con el mismo movimiento cerró la puerta del
semejante situación? En este momento, había un treinta y tres refrigerador. El doctor Art Weber estaba parado junto a la puerta,
por ciento de posibilidades de que Jack fuera incluido en el sonriente. Tenía unos cuarenta años, y no era tan alto como había
grupo beta, y quizás esas preguntas nunca iban a requerir res- juzgado Brian por el vídeo. Sin embargo, era robusto y sin duda
puesta. apuesto, con rasgos fuertes y ojos azules grisáceos penetrantes.
La primera ronda de pacientes ya estaba recibiendo las —Ah... sí... hola —saludó Brian, mientras recuperaba la
instilaciones de media hora. Brian aprovechó el tiempo para compostura rápidamente—. Llámeme Brian.
repasar su plan por última vez. El Vasclear beta para Jack podía —Art. Art Weber.
provenir de dos lugares: de la reserva, y de las dosis separadas La pronunciación de la w era una mezcla entre w y v.
para los pacientes. Hasta donde él sabía, las dosis de reserva —Lo sé —respondió Brian—. Acabo de verlo en el vídeo de
nunca se contaban, pero se tiraban con frecuencia. Si Lucy Vasclear.
Kendall sospechaba que la medicación estaba desapareciendo, —¿Y cuál fue su impresión?
sin duda aumentarían los controles. Decidió que cada tres días, —Excelente. Grandiosa. Si Vasclear funciona como ustedes
por lo menos las dos primeras semanas, iba a sustituir el dicen, la medicina del corazón, tal como la conocemos, está a
Vasclear por solución salina en una de las infusiones beta, en punto de cambiar para siempre.
lugar de tomar uno de los frascos de reserva. Lucy Kendall le —Délo por seguro.
había aclarado que estaban incluidos algunos días de tratamiento Brian salió del cuarto de medicamentos y cerró la puerta
perdido en el programa. Una dosis perdida no haría daño. No detrás de sí.
había problema en ese aspecto. —Bien, sin duda la señora Nellie Hennessey es una prueba
Pero Brian deseaba con todas sus fuerzas que todo este plan viviente —comentó Brian alegremente, tratando de evitar la
no fuera necesario. intensidad de la mirada del hombre—. Asistí a su cateterismo
Paseó por las salas de tratamiento activo para asegurarse de esta mañana.
que no hubiera problemas, y después se deslizó al cuarto de —Carolyn me contó lo que hizo el día de hoy.
medicamentos para intentar abrir el refrigerador y contar los —Tuve suerte. El fragmento de catéter estaba en la posición
frascos de Vasclear beta de que disponía. La puerta era de vidrio, perfecta para el fórceps BIPAL.
así que no había razón para cerrarla. Una vez dentro de la —No, me refiero a que envió un informe de producto defec-
habitación, miró hacia el pasillo mientras fingía inspeccionar las tuoso a la FDA.
repisas con diversos medicamentos cardíacos. Brian odiaba estar Brian se maldijo en secreto.
fisgoneando de esta manera. —Ahora entiendo que fui en contra de la política del instituto.
Le aseguré a la doctora Jessup que no volvería a suceder. tropezado con ningún problema significativo, pero de existir al-
—Bien. Lo mismo sucede con Vasclear. No nos hemos
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guno con cualquier aspecto de nuestro programa, espero que se lo enfermedad coronaria. Debajo de esa información, en letras
informe a la doctora Jessup. mayúsculas, había una sola palabra: ALFA.
—No hay problema. Alfa. Casi seguramente el grupo placebo. Brian sintió que el alma
—Eso incluye a nuestros pacientes y a nuestros animales de se le caía al piso.
investigación. —¿No hay manera de que lo incluyan en el grupo beta? —
Earl. Brian decidió rápidamente no recoger el guante. Era evidente preguntó.
que el cuidador de animales no estaba alardeando cuando dijo que Weber sacudió la cabeza.
tenía conexiones en las altas esferas. —Me temo que no —dijo—. Sé que suena absurdo, pero hasta que
—Comprendo perfectamente —dijo Brian. estadísticamente nos permitan revelar el código que identifica las dosis
Brian presintió que se acercaba el instante que estaba esperando. recibidas por los pacientes alfa, beta y gama, debemos actuar como si
—Excelente —dijo Weber—. Excelente. Cada vez nos acercamos todavía no supiéramos cuál grupo es cuál. En este punto, con los
más al momento en que nuestros peritos en estadística nos permitirán resultados obtenidos, parece una broma. Pero no contamos con un
revelar el código de nuestro estudio de doble anonimato. A partir de número de pacientes suficiente en los tres grupos como para dar por
ese momento, esperamos que pase poco tiempo antes de que la FDA finalizado el estudio, a menos que la FDA lo apruebe.
apruebe Vasclear para uso general. —¿Tiene idea de cuánto falta para que revelen el código?
—Eso sería maravilloso. —Pronto. Quizá sólo un par de semanas. La FDA va a enviar a uno
—Sí, así es. Y huelga decir que para que la FDA acorte los plazos de los suyos para reunirse conmigo, con la doctora Jessup y con
de su prolongado proceso de evaluación se requieren datos impecables nuestros peritos en estadística.
y una relación riesgo-beneficio irrefutable y notable. —¿Tiene sentido que Jack participe en el estudio, aunque sea en el
—Elementos que ustedes poseen. grupo alfa? Es decir, ¿eso ayudará a las estadísticas?
—Elementos que poseemos —hizo eco Weber—. Así que, de —La verdad es que probablemente no. Para cuando su in-
ahora en más, cualquier problema será canalizado a través de nosotros, corporación tenga incidencia, el estudio ya habrá terminado. Le
¿sí? sugiero que siga la recomendación de la doctora Jessup y haga operar
—Sí —respondió Brian, obligándose a mantener el contacto visual a su padre. —Weber vio la desilusión de Brian y agregó: —Lo
con Weber. lamento. De verdad.
—Ahora bien, Carolyn me comentó de su deseo de que su padre —Gracias —dijo Brian.
sea incluido en el estudio de Vasclear. Pero el director del proyecto Vasclear ya se había dado vuelta y se
—Así es. estaba yendo. Brian miró el refrigerador, consultó el reloj y corrió
—Ella estudió la historia de su padre conmigo, incluyendo su hacia el teléfono que había junto al recinto de dictado. Tenía cinco
recomendación de que sea sometido a otra cirugía de bypass. minutos antes de la siguiente ronda de pacientes de Vasclear, y quería
—Tuvo una muy mala experiencia con la primera intervención. Mi hablar con Freeman Sharpe.
padre está dispuesto a soportar casi cualquier cosa con tal de no Recién después de cinco llamadas Sharpe atendió el teléfono.
someterse a otra. Como siempre, su suave voz de barítono calmó de inmediato a Brian.
—Bueno, quizá desee reconsiderarlo, Brian. Sentí una profunda —Freeman, habla Brian.
pena por su padre y su problema, e hice todo lo posible. Le pedí al —Eh, hombre. ¿Está el médico en casa?
perito en estadística a cargo de nuestro estudio de doble anonimato —Oh, sí. El doctor está en casa. ¿Tienes un minuto?
que lo incluyera, y éste es el resultado. —¿Te estás cuidando?
Metió la mano en el bolsillo de la chaqueta y extrajo una tarjeta —Por supuesto.
pequeña, de unos doce por siete centímetros. Impresos en la tarjeta —Entonces puedo darte un minuto.
estaban el nombre de Jack, fecha de nacimiento, sexo, nombre del —Freeman, aceptaron a Jack en el estudio Vasclear, pero lo
cardiólogo y un número, siete, que reflejaba la gravedad de su incluyeron en el grupo que estoy seguro que recibe el placebo.

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—Qué lástima. ¿Hay alguna posibilidad de que
cambien de opinión y le den la droga que sirve?
—No lo creo, no. Quieren que Jack se someta a otro bypass.
—Y tú crees que debería recibir la droga.
—Esta mañana asistí en el cateterismo de una mujer cinco
años mayor que Jack. Tenía una enfermedad coronaria por lo
menos tan grave como la de mi padre, aunque nunca sufrió un
ataque cardíaco ni fue sometida a ningún bypass. La incluyeron
en el grupo de dosis máxima y ahora tiene las arterias de una
mujer de cuarenta, y ningún síntoma.
Sharpe silbó con suavidad.
—¿Entonces, en qué estamos pensando, en robar la droga?
—No puedo obtenerla de ninguna otra manera.
—¿Puedes conseguir suficiente?
—Durante dos semanas, tres a lo sumo. Pero quizá sea el
tiempo que necesito. Creo que la FDA va a aprobar la droga
pronto. Si funciona en él, aunque sea lentamente, Jack podría
lograrlo.
—¿Y si no?
—Según los resultados obtenidos hasta ahora, tiene un setenta
y cinco por ciento de posibilidades de lograrlo. Él prefiere esta
posibilidad. Yo también.
—¿Puedes hacerlo sin que te descubran?
—Probablemente.
—¿Y sin lastimar a nadie?
—Así lo creo.
—Esta es historia vieja para ti, ya lo sabrás, el hecho de robar
drogas del hospital. ¿Podrás hacerte cargo de ello?
—Con tu ayuda.
—Con la ayuda de Dios, amigo mío. Pedírmela a mí es inte-
ligente de tu parte, pero será mejor que también tengas una
conversación con el Poder Supremo.
—Lo haré. Gracias, Freeman. Cuídate.
—¿Sabes qué vas a hacer? —preguntó Sharpe.
—Lo sé —respondió Brian.
Brian colgó el auricular y regresó al cuarto de medicamentos.
Sólo tardó un par de minutos en vaciar dos frascos de Vasclear
beta en jeringas de diez centímetros cúbicos, hacer diminutas
marcas en los frascos y volverlos a llenar con solución salina.
Luego se metió las jeringas llenas en el bolsillo del delantal y
volvió a ver más pacientes. Una hora más tarde, después de
guardar las jeringas y la infusión intravenosa en su maletín, llamó
a su casa.
—Jack, ¿cómo estás?
—Como de costumbre.
—Bien, te tengo buenas noticias. Esta noche empiezas el
tratamiento con Vasclear en dosis completa.
—Eh, grandioso. ¿La doctora Jessup lo logró?
—No, otro médico. En realidad, tienes que prometerme no
empezar a funcionar.
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Durante la semana anterior Brian no había tenido dificulta-


CAPITULO TRECE des para manipular la reserva de Vasclear beta del refrigerador
de la clínica. Además, había intercambiado solución salina por
Vasclear una vez con la dosis de dos pacientes. Ambos estaban
avanzados en su segundo año de tratamiento. Parecía imposible
que ninguno de los dos fuera a verse afectado. Sin embargo, la
conducta de Brian iba en contra de todos los buenos instintos.
Brian se aferraba a la esperanza de que, si sólo podía ganar
un poco más de tiempo, pronto terminaría el engaño. Al día si-
guiente al mediodía iba a haber una presentación de Vasclear en
Brian ajustó el sostén improvisado para la infusión intravenosa el White Memorial, con Art Weber y otros, además de un repre-
en la silla de Jack, tomó una jeringa llena de Vasclear y la sentante de la FDA. Brian esperaba poder estimar dentro de
inyectó en una bolsa de doscientos cincuenta centímetros cuánto tiempo Jack podía ser tratado con Vasclear
cúbicos de dextrosa y agua. legítimamente, siempre y cuando, por supuesto, el tratamiento
—¿Listo para otra ronda de elixir? —preguntó. prosperara.
Jack se echó a reír con ironía. En su trabajo, los tumultuosos dos primeros días habían
—¡Qué elixir! —exclamó—. No está funcionando, ¿no es pasado a ser una rutina cómoda si bien atareada. Disfrutaba del
verdad? manejo de la sala clínica y ganaba cada vez más confianza en sí
—Eh, vamos, papá. A esta altura todavía no debemos sacar mismo como médico, con cada tratamiento exitoso que
conclusiones. No te desalientes. Recién has recibido seis trata- implementaba y con cada crisis que superaba. Phil Gianatasio le
mientos. Por lo que pude enterarme, en la mayoría de las per- era de gran ayuda, y parecía que siempre aparecía cuando una
sonas los síntomas tardaron bastante tiempo más en comenzar a situación se ponía tensa. Era un gran trabajador, y tenía una
mejorar. De hecho, algunas personas continuaron teniendo actitud muy positiva hacia todo, que incluía ver el lado
síntomas durante meses, aunque los exámenes demuestran que humorístico de casi cualquier circunstancia. También se mos-
han vuelto a la normalidad. traba tranquilo e inmutable en las situaciones difíciles como
—Te apuesto ocho a cinco que no voy a lograrlo. nadie con quien Brian había trabajado.
—Maldita sea, Jack, deja de hablar así. Tu actitud tiene —Jack, ¿sientes dolor donde entra la medicación?
mucho que ver en esto. —No.
—Estoy cansado, Brian. Cansado de estar enfermo. Brian verificó la presión sanguínea de su padre, que seguía
—Una semana más, entrenador. Una semana más y te baja, y el pulso, que era normal. Había colocado un delgado
apuesto a que te sientes mejor. catéter en una vena del antebrazo de Jack, tapado, y lo mantenía
—¿Y si no? abierto para inyectar anticoagulante entre uno y otro tratamiento.
—Y si no, iremos a ver a Randa. —Al ver la expresión Aunque Jack seguía insistiendo en que no se sentía mejor, a
sombría de Jack, agregó: —Pero creo que esta semana va a Brian le parecía que consumía menos pildoras de nitroglicerina.
Además, una vez había salido con sus nietas al patio y otra vez cierto punto.
solo. Brian anhelaba poder hablar del caso de su padre con
Aunque eran señales alentadoras, Brian sabía que no debía Carolyn Jessup, constatar si la respuesta de Jack a la droga era
hacerse ilusiones. Parte del problema en la investigación de similar a la de otros pacientes. Pero confesarle a ella que estaba
medicamentos clínicos era el efecto del placebo, bien docu- robando Vasclear beta lo devolvería de inmediato a su anterior
mentado. Cuanto más deseaban el paciente, sus seres queridos y situación de desempleo y sin matrícula. Así que, en lo que se
sus médicos que funcionara una terapia determinada, los refería a
síntomas de aquél más sugerían una mejora, por lo menos hasta
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su experiencia con la droga, iba a tener que volar a ciegas. atraer la atención de quienes los rodeaban.
Pronto, se repetía constantemente. Pronto, ya fuera porque los —Doctor Randa —respondió Brian—, mi padre pasó ocho
síntomas de Jack mejoraran y se legalizara el Vasclear, o a través semanas en el hospital después de su último bypass. Estuvo más
de la cirugía, los secretos terminarían. Pronto. muerto que vivo. Y usted conoce los números referidos a
Aunque la semana anterior en el hospital había sido positiva, segundas cirugías tan bien como yo. La segunda vez conlleva el
tuvo un encuentro desagradable. Brian acababa de apoyar su doble de riesgo.
bandeja en la cinta hacia el lavavajilla cuando vio que Laj Randa —En mis manos, no.
se acercaba a él, seguido por sus dos sicofantes omnipresentes. —Dígame una cosa —se aventuró a decir Brian—. ¿No será
Ese día llevaba puesto un turbante rojo, color que sólo parecía que su prejuicio contra Newbury Pharmaceuticals, su droga y
aumentar su aspecto de guerrero. sus métodos se debe a que Vasclear va a cambiar el tratamiento
—Qué tal, Holbrook, ¿cómo está su padre? —preguntó. de la enfermedad coronaria y se va a evitar la cirugía?
—Está en casa, en reposo. El sikh lo miró con desdén.
—Lo sé. ¿Fue puesto en el estudio de Vasclear? —Es usted un tonto, Holbrook —dijo—. Su padre necesita
—No —respondió Brian—, pero espero que la droga esté cirugía. La operación está siendo retrasada por todos los rumores
disponible para uso general dentro de poco. que se han generado en torno de esta droga. Hasta tanto la
—Respóndame una pregunta, Holbrook. ¿Por qué cree que comunidad científica dé su bendición a este medicamento, es lo
Weber y su compañía farmacéutica están haciendo todo lo po- mismo que fuera aceite de víbora. Está cometiendo un error al
sible para que este producto sea lanzado al mercado? esperar que su padre pueda tener acceso a la droga.
—No sé. ¿Dinero? Y sin aguardar respuesta, se alejó.
—No, no simplemente dinero, amigo mío, una gran cantidad
de dinero. Una sola dosis de este medicamento va a costar más
de cien dólares. Son mil dólares para las dos primeras semanas La Cúpula de Hipócrates se elevaba sobre el edificio
por paciente. A razón de cien mil pacientes, son cien millones de Pinkham, con cinco pisos, en el White Memorial. Era un
dólares. En sólo dos semanas. Y cien mil ni se acerca al número anfiteatro, construido en el sitio donde se realizó una de las
de personas que va a estar tomando la droga dentro de unos primeras operaciones quirúrgicas bajo anestesia general, y
meses. pronto empezó a conocerse como el Hipodomo. Los
-¿Y? cuatrocientos asientos apretados, todavía de madera con pintura
—En su celo por sacar provecho del producto, Newbury descascarada, estaban situados bajo una impresionante bóveda
Pharmaceuticals está haciendo todo lo posible por evitar las de vitral, consistente en escenas de momentos importantes en la
pruebas científicas acostumbradas. Un estudio de doble historia de la medicina. Después de más de cien años, la cúpula
anonimato limitado sin cruzamiento de placebo y dosis alta ni estaba siendo reconstruida, y había andamios en el interior y en
componente multiinstitucional. Es lo único que tienen. Siempre el exterior, así como una enorme grúa por encima de todo, como
hay algo mal cuando se quieren tomar atajos, Holbrook. una mantis gigante.
Siempre. Seguramente estudió bioestadística en la facultad. Sabe A las doce menos veinte, cuando Brian llegó a la terraza
que existe una razón por la cual un estudio no es estadística- bañada por el sol situada justo fuera del Pinkham I, Phil lo
mente válido hasta que la n de las ecuaciones —el número de esperaba con dos tazas de café.
casos— haya excedido un mínimo determinado. —¿Todavía lo tomas negro con un cubo de hielo?
—Los resultados obtenidos son impresionantes. —Absolutamente.
—Los resultados no tienen valor hasta que las matemáticas Era café estilo residente, destinado a ser bebido de golpe
adecuadas digan lo contrario. entre un paciente y otro.
La voz de Randa se había elevado bastante, lo suficiente para —Yo... este... no creí que querrías comer una rosquilla, así
que no te compré. dejado de comprarla antes de decidir que yo no quería una.
—Bien hecho —dijo Brian—, siempre y cuando no hayas ~-¡Dios mío, que eres rápido!
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—¿Qué opinas del espectáculo que vamos a presenciar? Weber, Carolyn Jessup y una mujer de unos treinta a treinta y cinco
—No sé. Que haya un representante de la FDA sobre un escenario años, esta última en el extremo más cercano a Phil y Brian.
con Ernie Pickard y Art Weber es una buena noticia para el equipo "v". —¿Ella es de la FDA? —preguntó Phil, incrédulo—. Se parece a
—Espero que sí. Serían buenas noticias también para mi padre. Jodie Foster en un día bueno.
—¿Cómo está él? —¿Qué significa esa incredulidad, cerdo machista?
Brian vaciló, pues odiaba tener que ocultar la verdad a un viejo —Eh, soy como soy, Bri. Esa mujer que está ahí arriba no sólo es
amigo. No obstante, no era justo hacer sentir incómodo a Phil bonita como Jodie Foster, sino que también debe de tener un título de
contándole que Jack estaba siendo tratado en secreto con Vasclear M.D., de PH. D. o ambos. Me impresiona tanto como me intimida.
beta. —Jodie Foster se graduó en Yale, Phil.
—La verdad es que no está muy bien. —Bueno, ella también me intimida. Es algo genético. Mi madre
—¿Y la cirugía? me inspiraba mucho respeto.
—La última vez que la mencioné, no se negó tan de plano como de Brian no estaba muy seguro de que la mujer sobre el escenario se
costumbre. Supongo que todo depende de cuándo la FDA apruebe pareciera tanto a Jodie Foster, pero habría estado mintiendo al
Vasclear. Dime algo, Phil. Según tu experiencia, ¿después de cuánto asegurar que sus finos rasgos y suaves colores no le atraían una
tiempo los pacientes de Vasclear beta comenzaron a mostrar mejoría? enormidad. Ella era a San Francisco lo que Carolyn Jessup era al
—Depende. Algunos, un par de días. La mayoría, a las dos Upper East Side Manhattan. Y en ese momento, frente a un auditorio
semanas. Y otros, un par de meses. Pero recuerda que un veinticinco lleno, en uno de los hospitales escuela más importantes del país, no
por ciento de los casos no mejora en absoluto. La mayoría de esos parecía estar nerviosa en absoluto.
fracasos terminan en el quirófano. Y algunos terminan en la morgue. A las doce en punto, Ernest Pickard se acercó al atril.
Brian asintió. Phil sabía tan bien como él que, a excepción de los Phil se inclinó sobre Brian y murmuró:
tratamientos simples como la penicilina en la infección de garganta, —El distinguido Ernie, la elegante Carolyn, el primer actor Art y
casi no existía otro medicamento que tuviera el mismo éxito. Jodie. Terrible reparto tenemos ahí arriba. El único que falta eres tú,
Ciertamente, ningún medicamento cardíaco. Brian consultó su reloj. como el periodista de finos modales Clark Kent.
—¿Qué te parece si entramos? Quiero conseguir buenos asientos —Damas y caballeros —empezó Pickard—, bienvenidos. Es éste
para esta ocasión. un momento emocionante para el Hospital White Memorial y el
Había una multitud frente a los dos ascensores del edificio Instituto Cardíaco de Boston. Como sabrán, en los últimos años
Pinkham. Phil siguió a Brian escaleras arriba, protestando en casi cada hemos venido participando de un esfuerzo de investigación junto con
uno de los escalones que subía. Casi la mitad de los asientos del Newbury Pharmaceuticals, con sede en Boston. Hoy quisiéramos
Hipodomo estaban ocupados, y el resto se estaba llenando con rapidez. compartir con ustedes los resultados de nuestras investigaciones. Pero,
Brian no se sorprendió en lo más mínimo. Todo lo referido a Vasclear en primer lugar, deseo presentarles a quienes me acompañan en este
ya era publicado en el Star y en el National Enquirer, y también era acto. La doctora Carolyn Jessup, profesora de cardiología y directora
comentado en varios noticieros de la tarde. La droga se estaba asociada del ICB; el doctor Art Weber, director del proyecto Vasclear
convirtiendo en una celebridad nacional. y enlace de Newbury Pharmaceuticals con el ICB y, finalmente,
Encontraron dos asientos en un pasillo a la derecha, a seis hileras nuestra huésped especial, la doctora Teri Sennstrom, líder de equipo
del escenario, en un semicírculo de seis metros de ancho por tres de de la unidad de evaluación de drogas cardiovasculares de la FDA.
profundidad, elevado a un metro del suelo. A través del vitral se —Teri —murmuró Phil—. Me gusta ese nombre. A ti también
filtraban unos nebulosos rayos de sol, que pintaban la habitación. La debe de gustarte. No le has quitado los ojos de encima.
enorme pantalla situada detrás del escenario estaba desplegada. —Basta, Phil.
Sentados entre aquélla y el angosto atril estaban Ernest Pickard, Art

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La primera media hora de la presentación no representó ninguna escrupuloso en que el protocolo de investigación ha sido llevado a
novedad para Brian. Fue la presentación en sociedad de Vasclear, con cabo. Y más que nada, estamos impresionados con los resultados
una serie de diapositivas a cargo de Weber, con los hitos más obtenidos hasta ahora. Es el deseo del doctor Baird, así como del
importantes en la historia de esta droga. A continuación, Carolyn Presidente, que los pacientes que necesitan esta droga reciban
Jessup se tornó más científica, y habló de los programas de dosis, de tratamiento tan pronto como sea posible. A fin de lograrlo tendremos
los resultados clínicos, y expuso los arteriogramas de varios pacientes que hacer concesiones a la importancia de Vasclear, así como nuestro
antes y después del tratamiento. Carolyn manejó el escenario, el atril, la organismo lo ha hecho con otras drogas en el pasado. Doctor Weber,
pantalla y la audiencia como una directora de orquesta. doctora Jessup, doctor Pickard, nosotros, en la FDA, creemos estar en
A través de las presentaciones, aunque no quería darle la razón a la recta final de nuestro proceso de evaluación. El doctor Baird cree
Gianatasio, Brian no pudo quitarle los ojos de encima a Teri que Vasclear merece el título de nueva droga salvadora, y es su
Sennstrom. Pero lo más inquietante era que ella también parecía estar intención adelantar su aprobación para uso general.
mirándolo con frecuencia. Los contactos visuales eran breves, y nunca Los aplausos empezaron y se extendieron rápidamente por todo el
reconocidos por ninguno de los dos excepto por un movimiento de recinto, y reverberaron en el techo de vidrio de manera tal que el
cabeza. Pero eran reales. Brian estaba seguro. Hipodomo pareció temblar.
Jessup redondeó su presentación y respondió algunas preguntas ¡Sí!, pensó Brian. ¡Sí!
científicas, tan bien que Brian se preguntó si aquéllas no estarían —Es nuestro objetivo firmar la aprobación del formulario de
preparadas de antemano. Después volvió a presentar a Teri Sennstrom. aplicación de nueva droga presentado por Newbury Phar-maceuticals
—¿Ya conseguiste su número de teléfono? —murmuró Gianatasio para Vasclear en este histórico anfiteatro, dentro de dos semanas.
mientras Teri se acercaba al atril—. Parecía que te lo estaba Otra vez aplausos. Gianatasio agitó el puño.
pestañeando en código Morse. —Phil, ¿cuándo vas a madurar? —El —¿Crees que tu padre podrá aguantar ese tiempo? —preguntó.
amor... el amor... ¡Eh, no le veo ninguna alianza! Brian era demasiado —Podemos intentarlo —respondió Brian. De repente se preguntó
orgulloso para admitir que él también había notado lo mismo. Su lista qué factores preexistentes podían distinguir el veinticinco por ciento
de atributos personales nunca habría incluido enfrentarse con humor a de fracasos del resto. Dos semanas, estaba pensando. Podemos
un engaño. —Esto es ciencia —respondió—. Presta atención. Teri aguantar dos semanas.
Sennstrom llevaba puesto un traje de gabardina marrón con una blusa —Ahora, sin embargo —continuó Teri—, nosotros, la FDA,
de color crema. El pelo rubio oscuro estaba peinado hacia atrás y sujeto debemos pedirles un favor. Como ya saben, nuestra obligación es
con una hebilla de carey, gracias a lo cual quedaban expuestos unos proteger la seguridad del público sin dilatar innecesariamente el
aros pequeños de perla. Al enfrentarse a cuatrocientas almas en un lanzamiento de un medicamento necesario. Quisiera alentar a
empinado anfiteatro, pareció un poco más insegura que cuando estaba cualquiera de ustedes que tenga preguntas o información sobre
sentada. Vasclear, ya sea positiva o negativa, que se ponga en contacto
Por favor, pensó Brian mientras Teri acomodaba sus notas sobre el conmigo. El doctor Weber y la doctora Jessup sabían que iba a realizar
atril. Por favor, dime qué debo esperar para mi padre. —Bien, éste es este pedido, y ellos lo aprueban en un ciento por ciento. Por favor, las
un día muy importante —comenzó Teri, luego de agradecer a sus diapositivas.
anfitriones y transmitir los mejores deseos y esperanzas del jefe de la Las luces se desvanecieron, y en la pantalla apareció el nombre de
FDA, el doctor Alexander Baird—--Parece que estamos al frente de un Teri, la dirección de la FDA en Rockville, Maryland, y un número
avance milagroso en la farmacología cardiovascular. La información telefónico de llamada gratuita. Se escribe con "i" —murmuró
que acaban de presentar aquí es un resumen de miles de páginas de Gianatasio—. Me gustan las mujeres cuyos nombres terminan con "i".
informes y decenas de arteriogramas, que junto con mi equipo en la
FDA 137

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hemos estado revisando desde hace más de un año. Nos ha
impresionado, doctor Weber, el cuidado y la minuciosidad de su
investigación. También, doctores Pickard y Jessup, el modo
—¿Aunque tengan un doctorado? sin ser oída. Ella lo miró durante un instante.
—No sé. No creo haberme tropezado nunca con esa combi- —Por favor, vaya a verme al hotel Boston Radisson. Habi-
nación. tación cuatrocientos dieciocho —murmuró antes de darse vuelta
con una sonrisa brillante para recibir a un funcionario del hos-
pital.

—Una vez más —decía Teri Sennstrom—, cualquiera que


haya trabajado con esta droga o con pacientes que la hayan
recibido es invitado a llamar a mi oficina para informar sobre
CAPITULO CATORCE
cualquier efecto adverso o síntomas inexplicables de la droga.
Les prometo que su llamada será tratada con la mayor confi-
dencialidad. Debo enfatizar que es mucho, mucho más fácil
mantener una droga fuera del mercado que detener su venta una
vez lanzada. Es mi intención estar aquí, en el Boston Heart y el
White Memorial, varias veces en las próximas dos semanas. Me
complacerá reunirme con algunos de ustedes para conversar
sobre cualquier aspecto de Vasclear. Mientras tanto, creo que
todos pueden compartir el orgullo por lo que vuestra institución El hotel Radisson estaba situado a sólo unas cuadras del White
ha logrado. Gracias. Memorial. Brian delegó sus ocupaciones en Phil durante una
El aplauso fue vigoroso, y por un momento a Brian le pare- hora y media y, siguiendo las instrucciones de Teri Sennstrom,
ció que el personal formal del WMH y del ICB iba a ovacionar a tomó un camino más largo por Beacon HUÍ, pasando la Cámara
Teri de pie. Legislativa y volvió para el hotel. Ingresó por el vestíbulo
—Bueno, es una ganadora —dijo Phil cuando la multitud se principal, subió las escaleras hasta el cuarto piso, a la habitación
levantó y empezó a salir del recinto. cuatrocientos dieciocho. Teri había insistido en que no le contara
—Así es —respondió Brian, quien ya estaba pensando cómo a nadie sobre esta reunión, ni siquiera al amigo que lo estaba
iba a obtener las dosis de Vasclear para las dos semanas si- cubriendo. Ella no se echó atrás cuando Brian protestó, pero le
guientes. prometió explicar la razón del secreto de capa y espada.
—¿Vas a saludarla? Finalmente, Brian le dijo a Phil Gianatasio que su terapeuta
—En otra oportunidad, quizá. había tenido que cambiarle el horario de la cita.
—¿Y qué te parece ahora? Eran las dos y cuarto cuando Brian llegó al Radisson. El día,
Brian sacudió la cabeza. que para él había empezado a las seis de la mañana, no iba a
—No puedo. terminar sino hasta la noche siguiente. Tenía que atender la
—Bueno, creo que debes reconsiderarlo. clínica Vasclear de cuatro a ocho, y después estaba de guardia
—¿Por qué? en la sala clínica toda la noche, su primera noche de guardia en
—Porque la tienes a unos tres metros, y viene directo hacia el hospital desde su residencia de Cardiología. Sus responsabi-
ti. Te dejo solo, amigo. Observaré al maestro desde lejos. lidades incluían el beeper con código 99 de todo el hospital. En
Antes de que Brian pudiera responderle, Phil ya estaba su- cualquier emergencia que se produjera, ya fuese en el ICB como
biendo las escaleras. Brian, que estaba parado junto a un grupo en el WMH, debía integrar el equipo. La guardia iba a ser sola-
de personas, se dio vuelta justo cuando llegó Teri Sennstrom. mente cada diez noches, así que se sentía especialmente con-
Ella estrechó las manos de todos, pero se demoró un segundo en tento. En un hospital tan grande como el White Memorial, era
la de Brian, y se alejó del grupo lo suficiente para poder hablarle
c
asi seguro que hubiera acción.
Golpeó la puerta de la habitación 418 y Teri respondió en realzaba sus pechos, que no eran para nada insignificantes.
segundos. Todavía estaba vestida como en el anfiteatro, pero sin Brian se puso inquieto ante la perspectiva de estar a solas con
la chaqueta. Tenía cuerpo de espiga, pero la blusa de seda

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ella en una habitación de hotel, pero si Teri se sentía incómoda ante la —No creo que me guste esta conversación.
situación, lo ocultaba muy bien. —Supongo que a mí tampoco me gustaría. Lamento ser tan
—Entra, entra —dijo, mientras le estrechaba la mano otra vez. Sus dramática. ¿Quieres que empiece a explicarte o prefieres terminar de
dedos, pese a ser largos y finos, quedaron completamente envueltos en almorzar?
los de él. —Pensé que quizá no tendrías oportunidad de comer, así que —Será mejor las dos cosas. No tengo mucho tiempo, y no tengo
hice que enviaran comida. —Señaló una mesa de servicio de mucha capacidad para controlar la curiosidad.
habitación, a un costado de la cama, tendida para dos. —¿Está bien La sonrisa de Teri Sennstrom envolvió sus ojos verdes océano y su
esa comida? boca sensual.
—Si supieras lo que habría comido en el hospital, no te —Bien, como habrás podido adivinar —comenzó—, Vasclear es el
molestarías en hacer esa pregunta. asunto más delicado que la FDA ha tenido que enfrentar en muchos
Parecía que Teri Sennstrom no llevaba puesto perfume, pero tenía años, por no decir el único. Mi jefe, el doctor Alexander Baird, es de
un aroma sutil, fresco y embriagador que a Brian se le antojó el de una Missouri, tanto literal como filosóficamente.
lluvia primaveral. Teri tomó la silla que había más cerca de la mesa de —¿El estado incrédulo?
noche y él se acomodó enfrente de ella, determinado a mantener el —Exactamente. Durante su mandato han prevalecido la
decoro pese a no haber comido nada en todo el día excepto una rosca precaución y la estricta adherencia al procedimiento. Pero ahora está
de pan. sufriendo mucha presión, tanto política como médica, para dar el paso
Como leyendo sus pensamientos, Teri destapó la comida de que le resulta más difícil: dejar de lado el proceso científico. Como
inmediato y se lanzó a su ensalada. dije en el anfiteatro, el doctor Baird aceptó aprobar el formulario de
—Estoy demasiado nerviosa para comer horas antes de una nueva droga para Vasclear dentro de dos semanas. Pero eso no
presentación como esa —explicó, sin preocuparse por no haber significa que haya dejado de investigar la droga. ¿Alguna pregunta?
terminado de masticar el bocado—, y demasiado histérica para comer —Todavía ninguna, excepto: ¿por qué estoy aquí?
hasta horas después. Una maleta gastada yacía sobre la cama justo a la izquierda de
—En realidad, te veías bastante tranquila ahí arriba. Teri. Esta la abrió, tomó una hoja y la apoyó sobre la cama al lado de
—Gracias. Hice mucho teatro antes de recibirme en Prin-ceton. Brian. Él le echó un vistazo, pero no fue necesario que la tomara en
Cómo iba yo a saber que la actuación iba ser más importante para mi sus manos. Era una copia del informe MedWatch que Brian había
carrera que todos esos cursos de ciencia juntos. enviado a raíz del catéter cardíaco Ward-Dunlop defectuoso.
—¿Te gusta trabajar para la FDA? —Todo el mundo en la FDA sabe la presión que tiene el doctor
—Siempre me gustó la matemática y la estadística, y también la Baird. Seguramente habrás visto en los noticieros cómo el senador
biología. Así que, en cierto modo, el trabajo es perfecto para mí. Pero Louderman le tendió una emboscada en una audiencia pública del
el momento de verdad para mí llegó mi primer día en las salas, como subcomité de vigilancia. Estamos tratando de ayudarlo todo lo posible.
estudiante de medicina de tercer año, cuando un alcohólico con un El encargado del programa MedWatch se dio cuenta de que trabajabas
derrame gastrointestinal vomitó un litro de sangre encima de mí. Ay, en el Instituto Cardíaco de Boston, y le envió tu informe al doctor
lo lamento, olvidé que estábamos comiendo. Baird, quien insistió en que yo hablara contigo al venir aquí.
—Soy tan sensible ante ese tipo de cosas como una piedra —dijo —Pero primero hizo algunas investigaciones.
Brian—. Si algún alcohólico me vomitara encima un litro de sangre, Brian enfatizó su comentario fingiendo hacerle un pase de pelota
seguramente ni me daría cuenta. El objetivo de mi vida siempre fue de fútbol. Teri lo sorprendió atrapándola casi a tiempo. Ella lo miró a
ser jugador de fútbol. los ojos y sostuvo la mirada. Instintivamente, Brian se aclaró la
—Sí, lo sé —respondió Teri. garganta, que de repente se había puesto seca, y por fin bebió un sorbo
Brian dejó a un lado el tenedor y se quedó mirándola. de Coca. Ella nunca iba a ser tapa de ninguna revista de modas; sin
—Quarterback —agregó ella—. Y muy bueno. embargo, nada en ella dejaba de excitarlo.

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—Creo que la frase "algunas investigaciones" no hacen jus- de otra manera. Y, casi siempre, las compañías farmacéuticas son
ticia a nuestros esfuerzos —respondió ella—. Odio esta clase de éticas. Pero casi no tenemos experiencia con Newbury
cosas, Brian, pero después de trabajar cierto tiempo en Pharmaceuticals, y han existido casos con otras compañías en los
Paranoington, D.c, te acostumbras. que cierta información fue convenientemente omitida de los
Teri tomó una carpeta de papel de Manila del maletín y la informes, o los números fueron modificados para que un
abrió frente a él. Lo primero que le llamó la atención a Brian fue resultado fuera definitivamente en lugar de probablemente
ver una fotografía suya, ampliada, del anuario de su escuela efectivo.
secundaria. —Será mejor que vayas al grano.
—¡Dios mío! —exclamó mientras pasaba las hojas. —Brian, no cualquier persona envía un informe de producto
Había una biografía de Brian que llenaba tres hojas escritas defectuoso del modo en que tú lo hiciste. La mayor parte de los
con espacio simple, además de numerosas fotografías y copias de centros médicos investiga productos, según cierto tipo de
artículos de diario, muchos de ellos de las secciones deportivas. acuerdo de participación en las utilidades con los fabricantes o
También aparecían sus notas de la escuela secundaria, de la con las droguerías.
universidad y de la Facultad de Medicina, un detallado informe —Eso me han dicho.
de crédito, con una evaluación de siete menos, fotos de Phoebe y —Bueno, resulta ser que otra persona, en el centro médico de
de las niñas y los informes policiales, los dictámenes del Comité la universidad en Wisconsin, registró el mismo defecto que tú en
y recortes de diario relacionados con las irregularidades para ese producto. La FDA se encuentra investigando, pero ya
prescribir medicamentos. detectamos lo que creemos que fue un tercer caso. Todavía no
—Hay una firma en Washington que hace estas cosas —ex- está confirmado, pero en el primer caso, de esos otros dos pa-
plicó ella—. Me quedé tan pasmada como tú cuando vi lo deta- cientes, se necesitó cirugía para extraerle el fragmento de catéter,
llistas que son. Es como si tuvieran un interruptor. Te crean o te mientras que el otro murió. Estamos a punto de emitir una orden
eliminan. Aldrich Ames, Brian Holbrook, a ellos no parece para detener el uso del catéter hasta nuevo aviso. Podemos
importarles. En lo que a mí respecta, hay una de estas carpetas en hacerlo con facilidad porque todavía no fue aprobado para uso
el archivo de alguien con mi nombre escrito en ella. Has pasado general. Puedes haber ayudado a salvar quién sabe cuántas vidas.
por muchas dificultades. Realmente te admiro por haber —Y a perder mi empleo.
regresado. —Lo dudo. Lo digo en serio. La mujer en Wisconsin que
Brian levantó la mirada, enojado. denunció el incidente sigue trabajando en el hospital. De todos
—Me sorprende que no tengan mi certificado de alta de modos, querías saber para qué estamos reunidos. El doctor Baird
Fairweather. busca personas honestas y comprometidas que le ayuden a estar
—Si es el hospital donde estuviste el año pasado, creo que lo seguro de que no hay nada que él no sepa sobre Vasclear. Ese
intentaron. informe que enviaste te pone en lo alto de su lista de candidatos.
-¿Y? Brian de repente sintió que le apretaba la camisa. Se aflojó la
—En uno de los artículos se mencionaba que tus problemas corbata y se desabotonó el cuello.
comenzaron después de una lesión por jugar fútbol. —A ver si entendí —dijo—. ¿El jefe de la FDA quiere que
—No es buen deporte para quien tenga rodillas. espíe a las personas que acaban de darme trabajo cuando ab-
—Al doctor Baird no le gusta hacer este tipo de cosas, Brian. solutamente nadie lo hubiera hecho, y quienes ni siquiera saben
Deberás creerme. Sin embargo, está muy nervioso por el paso que mi informe MedWatch pudo haberles costado millones de
que está a punto de dar con Vasclear. Recuerda que la evaluación dólares?
de una nueva droga por parte de la FDA requiere una enorme —Brian, estamos decididos a hacer lo correcto con Vasclear.
confianza en la compañía que se beneficiará con la aprobación Sé que te sientes usado, pero, como dije esta mañana, es mucho
de dicha droga. No contamos con los recursos para manejarnos más fácil impedir que una droga salga al mercado que retirarla
una vez que los representantes farmacéuticos empie-

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zan a lavarles el cerebro y a cortejar a los médicos, y las pres- —Comprendo. Harás lo que creas mejor. El doctor Baird me dijo
cripciones empiezan a extenderse. que quizá te vaya a ver en persona. Este asunto es muy importante
Brian pensó un momento, y después dijo: para él. Y, por favor, no te dejes intimidar por él. Parece un poco
—Teri, no te prometo nada. Nada en absoluto. Pero te diré que, reservado y hasta antipático, pero es una gran persona.
desde que empecé a trabajar en el ICB, estoy especialmente interesado Teri se paró, se alisó la falda y dejó el sobre de papel Manila sobre
en Vasclear. La mujer del informe MedWatch es una paciente de el maletín. La reunión había terminado. Brian quiso decir algo,
Vasclear, y he visto decenas de pacientes en la clínica de cualquier cosa que prolongara este momento con ella, pero nada en la
administración de Vasclear. Por lo que pude observar hasta el conducta de Teri lo alentó a hacerlo. Además, necesitaba volver al
momento, la droga es precisamente como se dice. hospital. También sabía que el divorcio y la suspensión de la matrícula
—Es exactamente lo que esperábamos escuchar. Lo único que habían quebrado su confianza en sí mismo más de lo que quería
quiere el doctor Baird es que mantengas los ojos, los oídos y la mente admitir. La verdad era que no estaba preparado para una mujer como
abiertos. Habla con tus pacientes y con el personal. Y si te enteras de Teri Sennstrom, o para ninguna otra mujer. Recordó el lema de las
algo, de cualquier cosa referida a esta droga, infórmamelo. —Teri reuniones de NA: Lo primero es lo primero. Casi podía oír a Freeman
escribió un número sobre su tarjeta comercial y se la pasó. —Es mi pronunciando las palabras. No era momento de estar preocupándose
número de teléfono particular en Chevy Chase. Vivo sola y me quedo por su vida social.
despierta hasta tarde, así que no debes preocuparte por molestar si Teri lo acompañó hasta la puerta. Cuando Brian la abrió, respiró su
llamas a cualquier hora. Si no me localizas, sólo deja un mensaje en perfume una última vez.
mi correo de voz en casa, o en la oficina. Chequeo a ambos con —Brian, escucha —dijo Teri cuando él salía al corredor—.
frecuencia cuando estoy fuera de casa. Lamento haberte puesto en una posición difícil. El doctor Baird no me
Brian introdujo la tarjeta en su billetera, mientras se preguntaba permitió disuadirlo, y de veras lo intenté.
cómo podía hacer para preguntar si el llamado tenía que estar —Gracias por decírmelo.
solamente relacionado con el trabajo. Pero, simplemente, no era tan —Yo... volveré a Boston dentro de tres días. Si te parece bien, me
listo. gustaría llamarte antes de venir. Quizá podríamos cenar juntos.
Ah, sí, Phil, subí a la habitación de su hotel. Primero ella me frotó Brian sintió, por un instante, que se le detenía el pulso.
el cuerpo con aceite tibio. Después hicimos el amor un par de horas. —Claro —respondió él, tratando de sonar indiferente—. Me
Luego pedimos servicio de cuarto e hicimos el amor un par de horas encantaría.
más... Lo sé, lo sé. Como Alex Trebek y Joe Montana... Brian esbozó una sonrisa, se dio vuelta y tropezó con el carro de la
—No te garantizo que vaya a llamarte —le dijo. mucama.

145 razón, la provisión de la clínica se le hiciera inaccesible. Dos


144 semanas. Suponiendo que la droga empezara a dar resultados en
Jack, dentro de dos semanas iba a poder ir hasta la farmacia más
cercana y comprar la provisión para un mes.
Jack, Vasclear, la recuperación, Teri, Freeman, la FDA y la larga
noche de guardia que tenía por delante eran pensamientos que
competían por controlar su mente. Brian tomó la ficha del primer
CAPÍTULO QUINCE paciente de Vasclear. Era Wilhelm Elovitz, el anciano de setenta y
cuatro años que se había salvado de morir en el subterráneo sobre el
riel de alto voltaje. Paciente de Fase Uno, Elovitz había empezado el
Brian empezó sus cuatro horas en la clínica Vasclear extrayendo tres tratamiento con Vasclear antes de iniciado el estudio de doble
días de dosis de la droga para Jack: dos de una provisión nueva, y la anonimato, y ya hacía dos años que era tratado con la droga.
otra de una paciente beta de larga data llamada Jessie Pullman, quien —Señor Elovitz, qué bueno volver a verlo —dijo Brian—. Soy el
tenía tratamiento a las seis. También tenía una dosis escondida en el doctor Holbrook.
refrigerador de su casa en Reading, en caso de que, por cualquier —Bill —le recordó Elovitz—. Todo el mundo me llama Bill.
Su pelo plateado estaba tan despeinado como siempre, su sonrisa Ocho meses atrás, Elovitz había sido hospitalizado durante dos
igualmente cautivadora. Brian reparó en el yeso de su muñeca días por lo que al parecer fue un pequeño ataque coronario. Desde
izquierda, y también la hilera de números azules tatuados en el dorso entonces, había estado viniendo a la clínica para su tratamiento con
de la muñeca derecha. Era un sobreviviente del Holocausto. Vasclear, pero las anotaciones, en su mayor parte escritas por
Distraído por los números y por sus propios pensamientos, Brian diversos médicos residentes, practicantes de enfermería y residentes
no se mostró tan agudo y observador como siempre que veía por de cardiología, eran bastante escuetas. Por lo que Brian veía, hacía
primera vez a un paciente. Como resultado, ya estaba sentado en el más de seis meses que no se le hacían radiografías de pecho ni
pequeño escritorio cuando se dio cuenta de que Elovitz tenía los análisis de sangre completos. Cada una de las personas que lo
tobillos hinchados. Después recordó que él y Phil también habían atendió había tratado a Elovitz por congestión cardíaca: la pérdida,
observado que al anciano le faltaba el aliento en la sala de bastante común, de la capacidad de bombeo del músculo cardíaco,
emergencia. La disnea no era tan discernible como aquel día, pero sin generalmente producida por la arteriesclerosis. Al parecer, cierto
duda existía. Era casi seguro que el anciano estaba desarrollando, tiempo atrás, un médico había hecho el diagnóstico, y todo el mundo
poco a poco, una insuficiencia cardíaca. dio por sentado que era correcto. Poco prolijo para un lugar como el
—Si me concede un minuto, Bill —dijo Brian—, me gustaría ICB, pensó Brian. Sin embargo, probablemente el diagnóstico era
revisar su historia clínica. correcto.
Abrió el archivo del hospital y lo hojeó con ojo experto. Elovitz, —Bien —dijo Brian.
residente de Charlestown y ex carnicero, había sido derivado a —¿Bien?
Carolyn Jessup a raíz de un dolor de pecho, típico de una —Bien, ¿cómo está usted?
insuficiencia cardíaca. Se le suministró Vasclear de inmediato, y —Ah, "bien" en ese sentido. —Elovitz hizo una pausa para
pareció, durante un tiempo, experimentar cierta mejoría en los respirar. —La verdad es, doctor Holbrook, que no muy bien.
síntomas, con mucho menos dolor de pecho y una tolerancia al —Cuénteme por qué.
ejercicio mucho mayor. Después de semanas y meses, su condición Elovitz se dio una palmada en el pecho.
cardíaca volvió a empeorar. —Es mi respiración. Parece que nunca puedo respirar bien.
—¿Duerme sin almohada a la noche?

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—No, no. Cuando lo hago siento que me sofoco. Duermo pacientes extra para esa hora.
con tres almohadas. Mi esposa no usa ninguna. —Te lo recompensaré —prometió, avergonzado de sí mismo
—¿Puede subir un tramo de escaleras? por enfatizar el doble sentido con una guiñada de ojo.
—Sí, nuestro departamento está en el primer piso, pero a —¿Cuándo? —respondió Lucy.
veces tengo que parar una vez. Brian empezó a revisar a Elovitz con un cuidadoso examen
Brian escudriñó la lista de medicamentos de Elovitz, que en vascular: presiones sanguíneas, acostado y de pie, en cada brazo;
los últimos seis meses había crecido bastante; todos iban dirigi- examen oftalmoscópico de las arterias y venas a lo largo de la
dos a la arteriesclerosis y a la congestión cardíaca. Digitalis, superficie de ambas retinas; cuidadosa inspección del patrón de
nitroglicerina de uso prolongado, un vasodilatador, aspirina pulso de la vena yugular en el cuello y palpación de los pulsos
como anticoagulante y un diurético bastante poderoso. arteriales en el cuello, los brazos, la ingle, la rodilla posterior,
—¿Cuándo empezaron a hinchársele los tobillos así? — tobillos y pies. Finalmente, después de un examen de pulmón y
preguntó. abdomen, centró su atención en el corazón de Elovitz.
Elovitz se encogió de hombros. A excepción de la dificultad que experimentaba el anciano al
—¿Cuándo comienza a suceder algo realmente? —preguntó, yacer durante un período de tiempo prolongado, Bill Elovitz era
vacilando entre las palabras para respirar—. Viene, se va, no se un paciente perfecto. Durante un minuto, dos, cinco, Brian
nota mucho...Viene, dura un poco más, pero todavía no llama la escuchó su corazón. Después lo hizo dar vuelta hacia la izquier-
atención... Entonces, un día, uno se da cuenta de que vino, y da, luego hacia la derecha, sentado, boca abajo y finalmente
todavía no se fue. Así ocurrió con la hinchazón de tobillos, con volvió a hacerlo sentar. Como estudiante de medicina, Brian
la falta de aire... He pasado por muchas cosas en mi vida, doctor había aprendido los nombres y el significado de los distintos
Holbrook —dijo, mientras hacía una seña con la cabeza hacia el ruidos, normales y patológicos, del corazón. Como interno y
tatuaje—, la mayor parte desagradables. Si algo no llega a residente, aprendió a distinguirlos. Pero fue sólo durante su
molestarme de verdad, suelo esperar a que se vaya. residencia de Cardiología que terminó de entrenar el oído.
—¿Pero este problema respiratorio y la falta de aliento no Ahora, mientras completaba el examen de Bill Elovitz y se
han desaparecido? quitaba el estetoscopio de los oídos, recordó una conversación
—No —respondió Elovitz con tristeza—. No han mantenida con el jefe de Cardiología pediátrica en los primeros
desaparecido. días de rotación en el servicio de éste.
Brian miró más allá de la puerta, hacia el corredor de la "Disculpe, doctor—le preguntó Brian, en esa ocasión—, pero
clínica. Sabía que estaba retrasado. Sabía que tenía pacientes no entiendo cómo puede oír todo lo que acaba de describir si el
que esperaban a ser revisados para después recibir su dosis de corazón de este bebé late ciento cuarenta veces por minuto."
Vasclear, y dejar lugar para los pacientes de la hora siguiente. "Hijo —le respondió el profesor pacientemente—, cuando
Pero este hombre, que había soportado tanto, que había pagado termines tu entrenamiento en este departamento, vas a tener el
un precio inimaginable en la vida, necesitaba algo más que una oído tan acostumbrado que te vas a aburrir esperando entre un
revisación ligera. Necesitaba una meticulosa evaluación, y un latido y otro en un bebé."
tratamiento cuidadosamente dirigido hacia la causa subyacente El examen cardíaco de Bill Elovitz no le pareció en absoluto
de su insuficiencia cardíaca. Era probable que el diagnóstico de normal a Brian. Incluía sonidos que nunca había reconocido, ni
todos los residentes, practicantes de enfermería y cardiólogos siquiera en su época de residente. Aumento del componente
fuese correcto, pero el cuidado superficial que recibía este pulmonar de segundo sonido cardíaco. Un cuarto sonido en el
hombre no lo era. ventrículo derecho. Suaves murmullos sugerentes de una
Hizo pasar a Elovitz de la sala de administración de Vasclear, turbulencia anormal en las válvulas pulmonar y tricúspide. Todo
con su silla anatómica, a uno de los dos consultorios con mesa esto sin evidencia de gran cantidad de fluidos en el pecho de
examinadora. Después pidió a Lucy Kendall que tomara dos
Bill. dentes: congestión cardíaca variada, causada por endurecimien-
Todavía era posible que el diagnóstico fuera el de los resi-

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to de las arterias coronarias. La máxima médica decía: "Cuando oigas destacar que no es algo seguro. Debido a que es tan difícil el
ruido de cascos en las llanuras de Arizona, no busques cebras". Sin diagnóstico, e involucra una gran cantidad de exámenes, debo
embargo, sobre la base de los hallazgos en el corazón de Bill, existía sugerirle que me permita internarlo en la guardia de investigación del
otra posibilidad además de la congestión cardíaca: una cebra. ICB por algunos días.
La congestión cardíaca seguía siendo la causa más probable del El color desapareció de inmediato del rostro enjuto de Bill Elovitz.
ruido de cascos. Pero si no lo era, el problema de Elovitz casi El anciano sacudió la cabeza, al principio apenas, y después con más
seguramente estaba en sus pulmones, y los problemas cardíacos y la vigor.
hinchazón de tobillos eran secundarios. La cebra que no cesaba de —Tendrá que buscar otro modo, doctor Holbrook —dijo.
galopar en la mente de Brian se llamaba hipertensión pulmonar. La —¿Pero, por qué?
HP, o engrasamiento de las paredes arteriales del pulmón, causaba Elovitz señaló el tatuaje.
problemas respiratorios y una resistencia cada vez mayor al flujo —Por esto. Y porque me preocupa mi esposa... No me opongo a
sanguíneo, lo cual, eventual-mente, ejercía una enorme presión sobre venir al hospital para los exámenes, pero en el Buchenwald había un
el corazón. La condición era rara, al principio sutil, y casi hospital... Era un sitio bajo, depravado como usted nunca podría
invariablemente mortal. Las causas eran varias, pero entre ellas se imaginar... Mis amigos, mi familia y yo fuimos llevados allí muchas
encontraban los coágulos sanguíneos de piernas y pelvis que ascendían veces... Desde entonces, cincuenta años atrás, sólo pasé una noche en
a los pulmones, diversas infecciones, sida, algunas enfermedades un hospital, dos días por mi ataque cardíaco... Haga sus exámenes,
pulmonares degenerativas y diversas toxinas y medicamentos. doctor Holbrook. Cualquiera que desee. ... Pero no me interne en el
Existía, asimismo, una versión muy rara de HP llamada HPP: hospital... a menos que sea cuestión de vida o muerte.
hipertensión pulmonar primaria, que en apariencia no tenía ninguna —Por el momento, no corre ese tipo de peligro —dijo Brian—.
causa subyacente. Pero tendrá que venir varias veces para hacerse esos estudios.
¿Podía este paciente de Vasclear estar padeciendo de hipertensión —No debería sorprenderle que no tenga nada mejor que hacer con
pulmonar, como explicación de sus síntomas? Quizá resultaría mi tiempo... Sólo dígame cuándo debo venir.
agotador averiguarlo. E iba a ser casi imposible determinar si la causa Brian redactó una pila de requisitos de laboratorio y de rayos X:
del problema era una enfermedad pulmonar preexistente, toxicidad electrocardiograma, placa de pecho, ecocardiograma, sean pulmonar
producida por alguna otra sustancia, o un efecto secundario de ventilación/perfusión, niveles de gas de sangre arterial, química
Vasclear. Pero le parecía crucial intentarlo. sanguínea y un hemograma completo. Una vez realizados todos estos
—Bill, ¿quién lo acompañó? —preguntó Brian al anciano. estudios, Brian iba a determinar si también era necesario el examen
—Mi esposa. Ella bajó a tomar un café. más invasor, un arteriograma pulmonar.
—Bien, quizá deba esperar a que ella regrese para decirles mi —La secretaria le dará los horarios para los exámenes, Bill —le
opinión. explicó al anciano—. La mayor parte de los tests de sangre pueden
—No —dijo Elovitz con cierto esfuerzo—. No será necesario... hacerse ahora. Mientras tanto, voy a ajustar un poco su medicación.
Devorah tiene bastante con sus nervios. Está con medicación... No —¿Y mi Vasclear?
quiero alarmarla... Lo que tenga que decir, dígamelo a mí. —¿Cómo dice?
Brian se encogió de hombros. Elovitz sonrió.
—De acuerdo. Los médicos que lo han atendido en el pasado creen —Mi Vasclear... Esa es una de las razones por las cuales vine hoy.
que usted padece de una condición llamada congestión cardíaca. Y es —Ah, sí. Bill, con todo lo que hemos visto, y dado el largo tiempo
muy probable que tengan razón. Pero yo me pregunto si no será que ha estado formando parte del estudio, creo que sería mejor
posible que usted tenga un problema pulmonar poco común, llamado abandonar el Vasclear hasta que recibamos los resulta-
hipertensión pulmonar. Nosotros la llamamos HP. Sin embargo, quiero

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dos de sus estudios. Vamos, le ayudaré a que se los programen. —Si Megan no estuviera casada con el mejor hombre que hay en
Mientras Brian acompañaba a Bill por el pasillo, recordó una este lado del cielo —dijo Nellie—, insistiría en que lo intentara con
epidemia de hipertensión pulmonar registrada en España en la década usted.
del 80, producida por aceite de cocina contaminado, y otra, unos años Otra vez hubo risas y aplausos en la clínica. Lucy Kendall miró a
después, en Nueva México, relacionada con la ingestión de L- Brian y esbozó su sonrisa más picara. Ansioso por escapar del centro
triptofano en un sedante de venta libre. Después, en forma más de atención lo más rápido posible, Brian cortó la primera porción de
reciente, se había registrado un aumento notable de la HP asociada con torta.
ciertas pastillas para adelgazar. Pero, a excepción de tales epidemias, —Entonces, Nellie —preguntó uno de los pacientes—, ¿qué fue
la condición era tan rara como... como las cebras en las llanuras de exactamente lo que hizo este médico alto, moreno y apuesto para
Arizona. Y desde su arribo al ICB, nunca había oído nada sobre la HP salvarte la vida?
como efecto colateral de Vasclear, nada en absoluto. Por un instante, Brian vio una expresión confusa en el rostro
Era muy probable que en este asunto Brian estuviera errado. Y angelical de Nellie.
aunque Bill Elovitz tuviera HP, el suyo era un caso único, aislado. No —Bueno —explicó—, empecé a tener problemas con una de mis
había modo de probar, ni siquiera de inferir, que Vasclear tenía algo arterias, y este joven la abrió.
que ver. Sin embargo, Bill Elovitz estaba enfermo y cada vez lo estaba Otra vez algunas personas aplaudieron, y eso fue todo. No se
más. No había razón para no proceder con los análisis, salvo cierta mencionó el producto defectuoso de Ward-Dunlop ni el fragmento de
incomodidad para el anciano y un modesto golpe financiero a su catéter.
seguro médico. Si sufría de HP, la calidad de su vida, y en alguna ¿Habrían hablado con Nellie?, se preguntó Brian. ¿La habrían
medida también la cantidad, podían ser mejoradas, aunque el curso de sobornado de algún modo? ¿O simplemente era muy intuitiva sobre la
la enfermedad era inexorable. necesidad de discreción?
Cuando doblaron una esquina rumbo al área de recepción, Brian Brian la llevó hasta Bill Elovitz y se lo presentó, y después se alejó
vio media docena de globos enormes que flotaban desde unas cintas un poco mientras los dos compartían sus historias. Nellie formaba
sobre el escritorio de la secretaria. Al acercarse, vio que había una torta parte del setenta y cinco por ciento de éxito. Se enfermó, tomó
decorada sobre el escritorio, grande como para alimentar a un batallón. Vasclear, se curó. Simple. Limpio como un corte de bisturí.
—¡Apúrese! —llamó Lucy Kendall, nerviosa—. ¡Nos estamos ¿Pero, exactamente, qué le había ocurrido a Bill Elovitz?
muriendo de hambre! Al principio había tenido una mejoría importante, y después hubo
Brian todavía estaba a unos metros cuando pudo leer la inscripción una regresión. Dicho patrón lo apartó del veinticinco por ciento de
de azúcar escarchada: Gracias, doctor Holbrook. pacientes que no tuvieron ninguna respuesta al Vasclear. Y ahora
Alrededor de las palabras había una réplica comestible de la existía la posibilidad de que hubiera desarrollado una enfermedad
entrada principal del White Memorial. Cuando Brian llegó, Lucy y la pulmonar muy rara. ¿La enfermedad era real o sólo un diagnóstico a
enfermera de tratamiento se hicieron a un lado. Parada detrás de ellas, ciegas? De ser real, ¿era una coincidencia o una complicación?
sonriente, estaba Nellie Hennessey. Llevaba vaqueros y una remera ¿Y cuáles, de existir, eran las consecuencias para Jack?
amarilla inscripta. Brian fue detrás del escritorio y le dio un abrazo Incluso aunque resultara que Elovitz tuviera HP, no habría manera
mientras el personal y varios pacientes aplaudían. de relacionarla definitivamente con Vasclear. Y un éxito del setenta y
—Esta torta es hermosa —elogió Brian. cinco por ciento era digno de respeto. Los descubrimientos en Bill no
—Gracias. Decorarla es uno de mis hobbies favoritos —explicó eran razón para detener el tratamiento de Jack.
ella. Nellie, dime una cosa —dijo Brian—. ¿Exactamente cuánto tiempo
Nellie le presentó a su hija, una pelirroja enérgica, con los ojos de después de iniciado el tratamiento con Vasclear empezaron a
Nellie y una sonrisa vivaz. desaparecer tus síntomas?

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—¿Cuánto tiempo? No mucho, querido, eso puedo
asegurártelo.
—Yo lo recuerdo exactamente —la interrumpió Megan—.
Recibiste tu primer tratamiento el 10 de agosto, y el dolor había CAPÍTULO DIECISÉIS
desaparecido el día de mi cumpleaños. Decoraste mi torta con
caras sonrientes y corazones, ¿recuerdas?
—Entonces, ¿cuánto tiempo pasó? —insistió Brian.
—Mi cumpleaños es el veinticuatro. Exactamente dos se-
manas después, el dolor desapareció. Dos semanas.

La noche fue
mucho menos
agitada de lo
que Brian había
anticipado. No
hubo acción en
su beeper de
código, y
después de su
turno en la
clínica Vasclear
hubo una sola
admisión en la
guardia, la de
un hombre de
treinta y ocho
años que estaba
siendo tratado
con una droga
experimental
para la
miocarditis,
una infección
viral del
músculo
cardíaco. La
droga todavía
se hallaba en
las pruebas de
Fase Uno:
toxicidad y
ajuste de dosis.
Pero por lo que
Brian podía
evaluar, al
menos en este
paciente, el
tratamiento
había resultado
un fracaso. La
congestión
cardíaca del
hombre era
cada vez peor,
y cada vez le
administraban
más
medicamentos.
Era candidato
para un tras-
plante, pero
como muchos
otros, estaba
tan al final de
la lista que era
más probable
que su
enfermedad lo
abatiera antes
de resultar
elegido.
Brian tomó
su historia
clínica, realizó
el examen
físico y escribió
una serie de
órdenes de
admisión.
Luego se
dirigió a la sala
de guardia para
revisar el
cuadro del
hombre y
anotar su
seguimiento del
caso en la
computadora
portátil que
había en la
oficina de ese
sector. En un
servicio muy
activo, tipiar
las órdenes de
admisión
requería mucho
tiempo, así que
los residentes
se veían
obligados a
dictarlas. Sin
embargo, las
computadoras
portátiles
permitían una
labor más
completa y
elaborada, la
copia en papel
se obtenía de
inmediato y se
eliminaba la
posibilidad de
que un
empleado
cometiera un
error.
Brian
colocó la ficha
y una taza de
café estilo
residente junto
a la
computadora;
se acomodó en
la silla y tocó
una tecla, pero
la pantalla
permaneció
muerta. Intentó
arrancarla otra
v
ez pero no
hubo respuesta;
hasta ahí
llegaban sus
conocimientos
para resolver
una crisis
informática.
Quedaba la
posibili-

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dad del dictado, pero Brian deseaba escribir personalmente una —Bueno, eso es grandioso, papá. De verdad. Pero la señora
revisión de la ficha para estudiarla. Llamó al contestador Rice me dijo que tomaste algunas nitroglicerinas.
automático de la oficina de computación e informó el desper- —Sólo un par. Te digo, Bri, que esta cosa está dando resul-
fecto. Luego decidió intentar con la computadora portátil que tado.
había en el recinto de dictado de la clínica Vasclear. —Bueno, son noticias maravillosas. Mañana te llevaré más.
Avisó a las enfermeras de guardia adonde iba e ingresó en la —Hazlo.
clínica con su clave. El sitio estaba desierto, a oscuras y som- —Te hablaré por la mañana, Jack.
bríamente silencioso. El recinto pequeño formado por paneles de Brian colgó el auricular, se reclinó en la silla y cerró los ojos.
vidrio estaba situado a pocos metros, hacia su izquierda. Sin Era bueno oír a su padre diciéndole algo diferente a qué mal se
molestarse en buscar interruptores de luz, utilizó su linterna para sentía. Sin embargo, todavía tenía que tomar nitroglicerina sólo
ver la puerta. Encendió la lámpara incandescente del escritorio en para hacer una caminata de seis metros hasta el baño. ¿La
lugar de las fluorescentes generales. Después cerró la puerta y sensación de mejoría sería sólo un alto transitorio en el curso
cerró las cortinas. Parecía estar en un capullo. descendente de su enfermedad, o representaba un giro
Eran las diez y media, pero Brian sabía que era imposible que significativo hacia su recuperación?
Jack estuviera dormido. La enfermera a domicilio que había Abrió la gruesa carpeta de miocarditis y acababa de colocarla
contratado para asistirlo cuando los vecinos no podían hacerlo junto a la computadora cuando oyó que se abría la puerta de la
respondió en el primer llamado. clínica. Momentos después, oyó rumor de voces. A través de una
—¿Qué tal, señora Rice? ¿Cómo está mi padre? abertura pequeña entre las cortinas, vio que se encendían las
—No hubo ningún cambio desde que usted llamó a las seis. luces generales fluorescentes. Dejó a un lado el bolígrafo y espió
Se queda sentado y mira los partidos. a través de la abertura. Segundos después, Art Weber y Carolyn
La enfermera sonaba frustrada, aburrida, o ambas cosas. Jessup pasaron junto al recinto sin mirar en la dirección hacia la
—Bueno, es que él los jugaba —dijo Brian con un deliberado que estaba él. Acompañaban a un hombre alto, robusto, con
tono irónico—, y muy bien. ¿Tuvo dolor en el pecho? calvicie incipiente, vestido con ropas casi tan costosas como las
—Un poco cuando se levantó para ir al baño. Se puso una de del mismo Weber.
esas pildoras bajo la lengua. Quiero darle un masaje en la espalda Brian no consiguió ver el rostro del hombre más alto, pero
antes de terminar mi turno a las doce, pero no quiere acostarse había algo en él que le resultaba familiar. Los dos médicos lo
para dejarme hacerlo. guiaron hasta la habitación uno, la sala de administración más
—¿Podría darme con él, por favor? cercana a donde Brian se encontraba trabajando. Momentos
—Hola, Bri. después se encendieron las luces. Brian abrió apenas la puerta de
—Hola, Jack. ¿Por qué le estás dando tantos problemas a la su recinto. Las voces en la sala uno hacían eco en el corredor.
señora Rice? —Un examen rápido para asegurarnos de que todo esté bien
—Es una pesada, por eso. Además, no necesito que nadie me —oyó decir a Jessup— y después creo que haremos un cardio-
dé un masaje en la espalda. Necesito un poco de ese Vasclear. grama antes de darle el tratamiento.
—Esta noche no te toca. Te lo dije decenas de veces. —¿Cómo se ha estado sintiendo? —preguntó Weber.
—Ah, supongo que lo olvidé. Me olvido de todo últimamen- —Fantástico. El dolor que me trajo a ver a Carolyn
te. Lo sabes. Quería más Vasclear porque me parece que está desapareció después de dos o tres semanas de tratamiento, y no
funcionando. ha vuelto a aparecer.
Brian sintió un escalofrío. La voz del hombre también le resultaba familiar.
—¿A qué te refieres? Cuéntame. —Excelente —dijo Weber.
—Bueno, no puedo explicarlo, pero me siento mejor esta —Esta droga tuya es una ganadora, Art. Una verdadera
noche.
ganadora. A veces siento alguna que otra puntada en el pecho, —Es perfectamente natural —explicó Jessup—. Todo el
pero no duran mucho. mundo con más de veinte años siente a veces una puntada en

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el pecho. La pericia del médico consiste en separar el verdadero dolor La vida de su padre estaba en juego. Todo el mundo sabía que el
cardíaco, angina pectoris, del espasmo muscular entre las costillas, o de beta era el grupo de dosis máxima. Estaban haciendo trampa con
ácido extra que ingresa al esófago desde el estómago, o de una burbuja Louderman. ¿Por qué no dejaron de lado toda esa tontería de la
de gas atrapada en el intestino debajo del diafragma, o de una randomización y dieron la droga también a Jack? Podrían haberlo
inflamación pulmonar, o incluso de una tendinitis alrededor del hecho de manera tal que nadie, ni siquiera Brian, lo supiera. En
hombro. A veces no es tan fácil. La lista de posibilidades sigue y sigue. cambio, Jessup había permitido que la computadora randomizara a
—Hay muchas cosas que pueden funcionar mal en esa parte del Jack en el maldito grupo placebo. Y además, no había dejado de
cuerpo —dijo el hombre. recomendar otra cirugía.
¿Quién es?, se preguntó Brian, pues ahora creía estar más cerca de ¿Valía la pena enfrentarlos ahora? ¿Qué iba a ganar?
la respuesta. Brian escuchó otros treinta segundos; después empujó la puerta de
—En su mayor parte se trata de problemas menores y sin su recinto hasta casi cerrarla y se empujó con la silla hasta la
consecuencias, Walter—respondió Jessup—. Podría decirse que la computadora. Pidió acceso al departamento de registros e ingresó su
mayor parte de los dolores de pecho son la respuesta normal del cuerpo contraseña: GODEEP. Después de un momento, pidió el registro de
a las tensiones cotidianas. Y eso te ocurre a ti ahora, porque, Walter Louderman. A Brian no le sorprendió que el sistema negara la
afortunadamente, gracias al doctor Weber y al personal de Newbury existencia de esa ficha. Quizás estaba bajo un alias, pero Brian dudaba
Pharmaceuticals, tu enfermedad coronaria casi desapareció. de que un hombre con las ambiciones políticas de Louderman se
—Grandioso —dijo el hombre. arriesgara a tanto.
¿ Walter? Brian acercó su silla un poco más a la puerta abierta de su Hizo una nota mental para mirar en la filmoteca adyacente al
recinto. laboratorio de cateterismo, pero sabía que el registro médico de
—Este cardiograma parece el de un adolescente —se alegró Jessup Louderman o el vídeo de su cateterismo cardíaco no estarían en otro
—. Tu respuesta es excelente. Art, creo que ya estamos preparados para sitio que no fuera una caja de seguridad en el interior de la oficina de
el tratamiento. Pondré la línea intravenosa si tú vas a buscar el Vasclear. Carolyn Jessup. Hasta era posible que los guardara en su casa. De
—Encantado. ¡Marche un cóctel de Vasclear! Weber salió de la sala de repente tomó conciencia de una respiración y de movimientos a su
examen y fue al cuarto de medicamentos. Brian permaneció sentado, izquierda. Art Weber estaba parado justo fuera de la puerta entreabierta
estupefacto, tratando de comprender lo que acababa de oír. de su recinto, espiándolo; su rostro parecía una máscara inexpresiva.
Evidentemente, un hombre llamado Walter, un personaje VIP, muy Brian volvió a mirar la pantalla. Desde donde Weber estaba parado,
importante, estaba siendo tratado con Vasclear por su enfermedad no había manera de ver que Brian estaba buscando el registro de Walter
cardíaca. ¿Habría sido randomizado en el grupo beta? No parecía muy Louderman.
probable. Weber regresó del cuarto de medicamentos en seguida. — —Hola, entra —dijo Brian con ánimo artificial.
Aquí vamos, senador —dijo—. Quería dosis alta, ¿no es verdad? Weber empujó la puerta con el pie, pero permaneció donde estaba.
—¿Has estado aquí desde que entramos? —preguntó.
¡Walter Louderman! Brian contuvo el aliento. Rara vez votaba a los
—Yo... este... sí. La computadora de la guardia está rota. Hace un
republicanos, pero si el ex futbolista de mandíbula enérgica conseguía
rato que estoy trabajando en una nueva admisión.
la nominación presidencial de su partido, Brian bien podía hacer una
—Ya veo. ¿Y nos viste entrar con nuestro... paciente?
excepción. No cabía duda de que Weber y Jessup habían violado el
—Sí, así es.
código para asegurarse de que el senador obtuviera la "dosis alta": la
—¿Y lo reconociste?
beta. Pero casi tan sorprendente era el hecho de que el senador
Brian todavía no podía dilucidar la expresión del director
Louderman tenía problemas cardíacos, o por lo menos, los había tenido
antes del
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tratamiento con Vasclear. Semejante revelación sin duda habría puesto
fin a sus aspiraciones presidenciales.
Debieron haber confiado en mí, pensó Brian enojado.
de Proyecto. Contempló, y luego descartó, la idea de mentirle a —Noventa por ciento —dijo Brian—. Es un resultado fantástico.
Weber. Finalmente Brian asintió. Estoy seguro de que es muy importante que Vasclear funcione
—Escucha, por qué no te quedas aquí y sigues con tu trabajo tan bien en un hombre tan poderoso como el senador.
—dijo Weber—. Quiero hablar con la doctora Jessup. —Siempre es bueno tener amigos en las altas esferas —res-
Weber cerró la puerta del recinto detrás de sí, e hizo lo mis- pondió con calma Jessup—. Es un poco como los amigos del
mo con la puerta de la sala uno. Brian sintió que un poco de su ICB que usted tiene, en el doctor Pickard y en mí.
miedo se estaba convirtiendo en ira. ¿Podían despedirlo? ¿Se La amenaza fue sutil, y Brian respondió con rapidez.
arriesgarían a que Brian contara lo que había visto? Las res- —Ya le dije, doctora Jessup, estoy muy agradecido con el
puestas eran que, por desgracia, era completamente prescindible doctor Pickard y con usted por haberme dado la oportunidad de
en el ICB, y que los adictos —estuvieran o no en recuperación— volver a ponerme de pie. Lo último que desearía es poner en
estaban casi en el fondo de la escala de credibilidad del mundo. peligro mi posición. Tengo mucho que perder.
Carolyn Jessup emergió de la sala uno, golpeó suavemente —Bien dicho. En ese caso, Brian, por el bien de su carrera y
sobre la puerta de vidrio, la abrió y entró apenas. Brian se por muchas cosas más, debe prometerme que no hablará con
advirtió a sí mismo permanecer calmado. Retrocedió y se sentó nadie del senador Louderman. Y cuando digo con nadie lo digo
en el borde del escritorio. en serio. Si alguien se enterara del tratamiento del senador
Ella lo miró y cruzó los brazos a través del pecho. Él observó podría ser desastroso, para él y para nosotros.
que el maquillaje de la doctora estaba aplicado con mano —Comprendo.
experta. Las uñas estaban arregladas y pintadas de un color —Excelente.
escarlata brillante. Si Phil Gianatasio se sentía intimidado por Jessup miró por encima de su hombro.
Teri Sennstrom, esta mujer le inspiraría un absoluto terror. —Art, ¿tienes algo que agregar?
—Bien, Brian —empezó, eligiendo con cuidado las palabras Weber se acercó a la puerta del recinto.
—, aquí estamos otra vez hablando de cosas que es necesario —Sólo quiero felicitarte, Brian, por apreciar la seriedad de
hacer por el bien del Instituto Cardíaco de Boston. esta situación —dijo—. Si alguno de nosotros puede hacer algo
—Eso parece. por ti, sólo tienes que decirlo.
—El doctor Weber me dijo que conoce bien la identidad de Brian vaciló un momento, pero supo que no iba a poder
nuestro misterioso invitado. callarse.
—No es fácil dejar de ver al senador Louderman. —En realidad, sí hay algo. Yo... supongo que el senador
La sonrisa de Jessup fue evasiva. Louderman no fue randomizado en el grupo Vasclear beta.
—Sí, estoy de acuerdo —dijo, desplegando los brazos, pero Weber y Jessup intercambiaron miradas.
sin dejar de mirarlo—. El senador me fue derivado hace un —Brian, estamos hablando de un hombre que bien podría ser
tiempo por dolores de pecho indefinidos. Le hice un test de nuestro próximo presidente —dijo Jessup—. No podíamos
rueda de andar, esperando que resultara negativo, pero no fue arriesgarnos a incluirlo en el estudio de doble anonimato.
así. Era evidente que sufría de enfermedad cardiovascular. Dada —Comprendo —respondió Brian—. Pero por más impor-
la... naturaleza delicada de su posición y planes políticos, fue tante que sea el senador, el hombre más importante en el mundo
sometido a un cateterismo por mí en secreto, que dio como para mí es mi padre.
resultado un noventa por ciento de oclusión en la arteria —Por supuesto. Y usted quiere que sea incluido en el grupo
descendente anterior izquierda, con bloqueos menores en la beta.
derecha y en la circunfleja. Fue puesto en Vasclear de inmediato, —Ese fue siempre mi deseo, y lo sigue siendo. Pero sea cual
y desde entonces ha tenido un resultado tan excelente que dudo fuere su decisión, quiero asegurarles otra vez que comprendo la
que su salud sea un problema, privado o público, si es que necesidad de secreto en cuanto al senador.
resulta candidato a la presidencia. Hubo una mirada de respeto y admiración, sorprendente Pero
inconfundible, en el rostro de Carolyn Jessup. Bienvenido al lo que hay que tener para triunfar aquí.
club, doctor Holbrook, parecía decir. Parecería que usted tie-ne
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—Bien, Brian —dijo ella—, no es mucho lo que pide, en THE BOSTON GLOBE
absoluto. Qué le parece si empezamos el tratamiento de su padre
mañana por la tarde, digamos a las cinco. Avisaré a las
enfermeras que ha sido randomizado en el grupo beta. CAPÍTULO DIECISIETE
—Creo que el viaje a la ciudad podría resultar excesivo para Casa farmacéutica de Boston
él por ahora. Si no le parece mal, quisiera comenzar el trata- se acerca a un lucrativo negocio
miento en casa. de más de mil millones de dólares
—Siempre y cuando sepa que mi recomendación sigue sien-
Hasta este mes, las ganancias más
do la cirugía, y cuanto antes mejor.
importantes de Newbury Pharmaceuticals,
—Comprendo. No he mirado sus vídeos anteriores, pero por con sede en Boston, provenían de la
su descripción, doctora Jessup, los arteriogramas de Nellie exportación de vitaminas a Rusia y otras
Hennessey eran tan malos como los de mi padre. Hoy la vi en la repúblicas del ex bloque soviético.
clínica. Tiene casi seis años más que Jack y parece y actúa como Ahora, al parecer, dicha empresa privada está
si tuviera diez años menos. Quiero, por lo menos, hacer un a punto de hacer efectivo un lucrativo
negocio que, según los expertos, podría llegar
intento razonable con Vasclear. fácilmente a los diez mil millones de dólares
—En ese caso, será Vasclear. Art le entregará mañana la en los tres años próximos. El ímpetu de esta
provisión de una semana. suerte inesperada se debe a la aprobación
—Estoy muy agradecido. anticipada por parte de la FDA de la droga
La estima en la mirada de Carolyn Jessup desapareció para Vasclear, que se produciría más tarde, durante
este mes. La droga ha demostrado un setenta
dejar lugar a la frialdad. y cinco por ciento de efectividad para
—Eso espero, Brian —respondió. impedir el endurecimiento de las arterias,
según fuentes del fabricante. "El dinero
comenzará a entrar apenas los camiones
empiecen a salir", informa un analista
industrial. "Las ganancias podrían ser increí-
bles en una industria ya famosa por generar
ganancias inauditas."

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Hasta cierto sábado de noviembre, casi dieciocho años atrás, el tengo miedo.
otoño había sido la estación favorita de Brian. Desde entonces, a Jack Holbrook, el delantero menudo que en cierta oportunidad
pesar de que el aroma de las hojas y el suelo húmedos, los se había roto un hueso de la pierna durante un partido y había
espléndidos colores y el aire fresco y cristalino de Nueva jugado un tiempo entero, no sólo tenía miedo por su estado, sino
Inglaterra seguían agradándole, el otoño inevitablemente le traía que también lo admitía. Se estaba cansando.
recuerdos amargos. Desde su más tierna infancia lo habían —¿Quieres que vaya a casa?
educado para jugar fútbol, y ninguna experiencia fuera del —Creí que ibas a cenar con alguien.
campo de juego, ni siquiera en el de la medicina, podía igualarse —Así es. Pero no es tan importante si no te sientes bien.
a la emoción que sentía al retroceder para realizar el primer pase —Tonterías, estoy bien. Sólo un poco aburrido e inquieto.
de un partido. Los partidos por empate son dentro de una hora. Que lo pases
Sin embargo hoy, Brian sentía que todo era especial en este bien.
día de otoño; además, tenía un motivo para estar entusiasmado. —¿Estás seguro?
Teri Sennstrom lo había llamado y, en menos de una hora, iba a —Claro que estoy seguro. Sally, la vecina, está aquí
encontrarse con ella para cenar. Era tiempo de que se tomara un conmigo, y tengo una lasaña que dejó alguien. Siempre que
descanso, tiempo de dejar de lado las cosas, al menos por tenga mi Vasclear esta noche...
algunas horas. —Apenas llegue a casa. A las diez y media, las once como
Los días que siguieron al ingreso oficial de Jack en el trata- máximo. ¿Estás seguro de que no quieres que vaya ahora?
miento con dosis alta de Vasclear habían sido tranquilos. Sin —Sí.
embargo, Brian dudaba seriamente de que su padre hubiera —Tengo mi beeper.
mejorado. Y ya habían pasado diez días desde su primera dosis —Perfecto. No tienes que preocuparte. No te llamaré.
de Vasclear beta. Brian había empezado a llevar un registro —Está bien, que disfrutes el partido. Y... ¿papá? Te quiero.
cuidadoso de tabletas de nitroglicerina por escrito, de modo tal Hubo un breve silencio.
que las enfermeras y los vecinos pudieran anotar el nivel de —Que lo pases muy bien —dijo Jack.
actividad de Jack de cada día. Los altibajos emocionales eran Brian escuchó el tono de discado durante medio minuto antes
agotadores: aferrarse a los indicios de mejoría, subjetivos y de colgar el auricular. Te quiero. El programa de recuperación
escasos, para después angustiarse por los reveses igualmente alentaba a no tener miedo a expresar los sentimientos, pero esta
subjetivos. Tres días más, había decidido Brian. Tres días más era la primera vez, la primera, que le había dicho eso a su padre
acercarían a Jack a la mágica marca de dos semanas alcanzada desde... desde siempre, quizá.
por Nellie Hennessey. Después, iba a empezar a insistir con Te quiero.
visitar a Laj Randa. ¿Por qué ahora?
Teri le había pedido que se encontraran en algún sitio donde Ansioso ante la perspectiva de volver a ver a Teri, pero al
fuera improbable que se encontraran con alguien del ICB. Brian mismo tiempo cansado por la breve conversación mantenida con
eligió un restaurante pequeño que acababa de abrirse en Jack, Brian se puso un par de vaqueros y una camisa escocesa, y
Burlington, una localidad más allá de Reading. Eran casi las seis partió rumbo al garaje del hospital.
cuando firmó la salida del hospital y llamó a Jack para verificar
cómo estaba.
—¿Cómo estás, papá? Teri lo estaba esperando en una mesa en el interior del Blues
—No muy bien esta noche. Barn, un espacio refaccionado de lo que quedaba de una antigua
La montaña rusa dio un vuelco hacia abajo. granja. Con aspecto absolutamente distendido, vestida con
—¿Dolor de pecho? chaqueta de dril y una remera dorada, saludó a Brian con calidez
—En realidad no. No sé qué ocurre. Es sólo que... no sé... y le dio un beso en la mejilla.
—¿No tuviste problema para encontrar el lugar? —le —No. Me diste buenas instrucciones. —Hizo un gesto ha-
preguntó Brian.

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cia el sitio repleto de gente y animoso. —Es la clase de lugar en -¿Y tú?
el que quería estar esta noche. —Esperé a tener casi diecinueve para escaparme de mi casa
—La música empieza a las ocho —explicó Brian—. No y casarme. Él era estudiante de medicina. Así fue como me
conozco el grupo. interesé en el tema.
—No importa. Estuve trabajando sin descanso en ya sabes —¿Qué ocurrió?
qué. Esta noche equivale a dos semanas de vacaciones para mí. —Mujeres. Peter era increíblemente inseguro. Necesitaba
La mesera del bar se acercó. Brian ordenó su bebida de más seguridad de la que yo, o ninguna otra persona, podía darle.
siempre: Coca dietética con limón. Teri ordenó lo mismo. Yo lo descubría, él mentía; yo volvía a descubrirlo, se ponía
—Espero que no dejes de beber alcohol por mi culpa —dijo agresivo y me culpaba a mí. Me habían aceptado en Princeton
Brian. cuando terminé la escuela secundaria y abandoné para estar con
—Si es así, no importa. Para mí es lo mismo beber alcohol Peter: trabajaba en una tienda de departamentos y tomaba cursos
que no hacerlo. en la universidad comunitaria. El personal de admisión de
—Eso es algo que yo no puedo decir. No recuerdo haber Princeton fue amable: me aceptaron cuando volví a conectarme
tomado ningún trago que no haya terminado en borrachera, o en con ellos. Hasta me ofrecieron una beca. Cuando Peter lo
un estado de olvido. Eso me ocurría incluso antes de que descubrió, decidió que necesitaba a alguien con más tiempo para
empezaran mis problemas con los calmantes. que se ocupara de sus calcetines.
—Estás haciendo algo al respecto con las reuniones y los La mesera se acercó para tomar los pedidos.
consejeros. Es lo único que importa. —Te ves demasiado saludable para pedir las costillas, pero
—Ah, cierto, el archivo. Ya conoces la historia de mi vida. las recomiendo —dijo Brian.
—Siento mucha vergüenza por eso. Teri buscó en su bolso y sacó un paquete de galletas con
Ella se quitó un mechón de pelo de la frente, pero de inme- chispas de chocolate.
diato éste volvió a caer. Brian tuvo que contener el impulso de —Para las emergencias —explicó—. En caso de que quede
extender la mano y repetir el gesto por ella. atrapada en un derrumbe de mina. Pediré las costillas y una
—Bueno —dijo en cambio—, quizá deberías alcanzarme. porción de papas fritas.
Cuéntame sobre tu vida. Mientras esperaban la cena, observaron cómo se preparaba la
—Si mi archivo realmente existe en alguna parte de esta banda y hablaron sobre Boston y Washington, sobre música,
ciudad, es mucho menos interesante que el tuyo. Soy la más libros y películas, e intercambiaron anécdotas sobre sus trabajos.
joven de dos hermanas de Indiana. La primera de la familia en ir Después, durante un rato, comieron en un agradable y cómodo
a la universidad, y mucho más a la Facultad de Medicina. Mi silencio.
padre todavía se rompe el alma en un molino de acero, bebe —¿Y por tu parte? —preguntó Teri finalmente.
demasiado y se pone verbal y físicamente agresivo cuando lo —¿Por mi parte? ¿No está bastante completo el informe?
hace. Mamá cocina, limpia y tiene una sonrisa cansada todo el —¿Cómo te lastimaste?
tiempo, carga con la mayor parte de las agresiones de mi padre, —Jugando fútbol. Ya lo sabes por el informe.
y nunca tiene una palabra desagradable para nadie. —No, quiero decir, ¿cómo? Debo advertirte que una amiga y
—Abuso y martirio. Parece una casa divertida. yo tenemos abonos en primera fila para los Redskins. Nos
—Ah, sí. Mi hermana mayor, Diane, quedó embarazada y se encanta el fútbol.
casó antes de cumplir dieciocho años. La vieja ruta de escape. —Creo que me morí y estoy en el cielo.
—¿Por lo menos es un tipo bueno? —Entonces, ¿cómo te lastimaste?
—¿Qué crees? Con treinta años más y una marca diferente de —En primer lugar, debes saber que mi padre era mi entre-
cerveza, y es mi padre. nador. Desde niño, en la escuela secundaria y en la universidad.
Fui a la Universidad de Massachusetts porque lo contrataron a —Padre y entrenador. Me imagino que es difícil trazar el
él. Black Jack Holbrook. No sé por qué le pusieron ese aPodo. límite entre uno y otro.
Supongo que porque le gusta apostar con cualquier cosa.
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—Eso es poco decir. Todavía no sé siquiera cómo debo centro. Una fuerte punzada de dolor le atraviesa el muslo. Pero la
llamarlo. Los dos éramos, somos, bastante obstinados. A veces, pierna todavía lo soporta. Brian mira a su padre. Las miradas se
en especial cuando era más joven, erraba un pase adrede cuando conectan. El entrenador aplaude una vez y da la señal con el
él me decía algo que me molestaba. Pero la mayor parte de las pulgar hacia arriba. Es hora. Como siempre en este instante, todo
veces, viví y sufrí por lo que él pensaría de mí y por cómo yo empieza a moverse en cámara lenta para Brian. Los sonidos del
jugaría. Me lastimé cuando ya volvía a casa, en un partido de estadio se desvanecen para luego desaparecer. La posición de
júnior. Me mencionaban en algunas revistas como la revelación cada uno de sus adversarios, sus miradas, sus posiciones, sus
de la pretemporada, aunque nunca concurrí a una fábrica de movimientos más ligeros, están guardados en su memoria. Es
fútbol. Tenía un año muy bueno y un muy buen juego, a pesar de evidente que han mordido el anzuelo: la falsa formación ofensiva
estar perdiendo por cinco puntos y sólo quedaban seis segundos que sugiere que va a realizarse un pase. Están en muy mala
de partido... posición para la jugada que está por hacerse. El pase que el
Mientras hablaba, a pesar de sí mismo, la mente de Brian se entrenador quiere que realice podría funcionar como también
encerró en esa tarde perfecta de otoño. Está teniendo un día podría perderse. Pero la carrera al quarterback pensada por Brian
típicamente brillante, con tres tantos marcados y ninguna in- es segura.
terceptación. Pero ahora faltan cuatro yardas para lograr el tanto —Abajo... uno... dos.
ganador, y sólo queda tiempo para una jugada. Seis segundos... El balón cae en sus manos. Brian lo sostiene de manera tal
cinco... que los contrarios puedan ver que está a punto de lanzarlo y
—¡Tiempo! —grita Brian. retrocede dos pasos. Enfrente de él se ha abierto un sendero: un
Se dirige a la línea lateral, haciendo una mueca cada vez que claro camino hacia la línea de tanto, tan ancha que casi le dan
se apoya sobre la rodilla derecha. Por más que lo intente, no ganas de sonreír. Vacila una fracción más de segundo y después
puede ocultar la cojera. En el instante en que lo golpearon en el se inclina hacia delante. Al apoyar el pie derecho, dos de los
segundo tiempo, supo que algo en su rodilla se había estirado, ligamentos que unen la parte superior de la pierna con la inferior
inflamado o saltado. Pero siguió jugando, mientras se repetía una se desgarran. La parte inferior de la pierna se tuerce hacia afuera
y otra vez que el entrenador Holbrook una vez había jugado un en un ángulo grotescamente anormal. Un dolor diferente a
tiempo con una pierna rota. El entrenador lo separa para hablarle. cualquier otro jamás experimentado explota en la articulación de
—No me gusta cómo estás caminando. ¿Puedes hacer una la rodilla.
jugada más? Brian empieza a gritar incluso antes de dar contra el piso.
—¿Por qué lo preguntas siquiera? Jadea y vuelve a gritar, una y otra vez. Arranca un manojo de
—Porque soy tu padre, esa es la razón. Bien, si vas a seguir césped, se lo mete en la boca y lo muerde con todas sus fuerzas.
jugando, quiero que des un puntapié en el tercer paso y que te Aun así, puede oír sus gruñidos agonizantes. A través de una
deshagas del balón lo más rápido posible. Harás un pase rápido a niebla cada vez más espesa, oye la voz de su padre, que lo llama:
Tücker. Dos, seis, águila oblicuo. —Brian... Brian...
—Entrenador, Tucker ya perdió dos pases. ¿Qué tal si finjo el Avergonzado, Brian de repente reconoció la voz de Teri. La
pase y corro, y doy un puntapié al quarterback? mano de ella estaba sobre la de él, asiéndolo con fuerza.
—No quiero que pongas en riesgo esa pierna. Dos, seis, —¡Vaya! —exclamó Brian, a la vez que sacudía la cabeza y
águila oblicuo. ¿Está claro? se enjugaba un poco de sudor del labio superior—. Estaba como
—Sí. en un sueño. Hacía mucho que no me ocurría. ¿Tenía sentido lo
Brian vuelve al agrupamiento. que dije?
—Lanzo a la izquierda, z-fuera, puntapié al quarterback — —Perfecto, Brian. ¿Crees que, de haberle hecho caso a tu
informa al equipo—. En dos. Padre, habrías terminado jugando en las ligas profesionales?
La rodilla le tiembla un poco cuando Brian se acerca al —¿Y no hubiera terminado adicto a los calmantes? Mi padre
así lo cree, y en realidad es lo único que importa. Nunca Pudo Brian quedó pensativo otra vez.
superarlo.

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La banda, que no era del todo mala, comenzó a tocar un —A cada rato —respondió—. Ojalá fuera posible que todo
ritmo de jazz lento. este proceso pasara a través del doctor Pickard y de la doctora
—¿Te gusta bailar? —preguntó Teri, haciéndolo volver a la Jessup.
realidad. —Eso no sería sensato. Brian, no es la primera vez que
—¿Sabes que es lá segunda vez esta semana que me hacen la nuestro organismo maneja una droga o un producto que va a
misma pregunta? ¿Tienes los pies asegurados? hacer muy ricas a algunas personas. Tampoco sería la primera
Se unieron a otras tres parejas que bailaban cerca de la vez que investigadores respetables retienen información. No
banda. Teri, con toda naturalidad, colocó los brazos alrededor tenemos razón para sospechar que nos estén ocultando algo
del cuello de Brian y apoyó su mejilla contra su pecho. Brian de relacionado con Vasclear, y Pickard y Jessup tienen reputaciones
inmediato se perdió en las sensaciones que le producían el pelo intachables, pero sabes tan bien como yo lo que está en juego.
de Teri contra su rostro, el cuerpo de ella apretado contra el suyo Brian recordó la advertencia de Jessup a raíz de su envío del
y las manos de él, que llenaban el hueco de la parte baja de la informe MedWatch, y el hecho de que tanto ella como Weber le
espalda de Teri. Brian se dio cuenta, quizá por primera vez, de lo habían mentido. Ambos le habían asegurado que "ni una sola
tensa que era su vida desde aquel día en el Towne Deli, cuando vez" en tres años habían violado el protocolo.
Jack tuvo el dolor de pecho: un constante estado de alerta rojo. —¿Dijiste que Jessup y Pickard aprobaron la idea de hacer
Cerró los ojos. Las obligaciones seguían esperándolo: el trabajo, declaraciones confidenciales a tu organismo?
los pacientes, el monitoreo, la droga, su padre. Sin embargo, —Absolutamente.
poco a poco quedaron sólo la música y la mujer. —Bien, entonces, mantendré los ojos abiertos. —Brian
Quedaron abrazados un momento después de que la música vaciló, y después agregó: —Y supongo que debo decirte que
cesó. Entonces Brian llevó a Teri de regreso a la mesa y la banda tengo un caso potencialmente interesante, que involucra a uno de
empezó a ejecutar un número movido, en el cual la armónica era los primeros pacientes de Vasclear.
la protagonista. —Continúa, por favor.
—No creo estar preparado para bailar este ritmo movido — —No hay mucho que decir todavía. Y jamás divulgaría su
dijo—. En realidad, no creo que el mundo esté preparado para nombre, ni siquiera a ti, sin permiso.
eso. —Comprendo.
—Tonterías. Eres atleta. Los atletas cuentan con una gracia —Es un hombre mayor que acabo de ver en la clínica
especial que se traduce bien en cualquier movimiento. Vasclear, uno de los primeros que fueron tratados con la droga.
—Corrección: soy cardiólogo. Y uno que mide un metro no- —¿De Fase Uno?
venta y dos y calza cuarenta y tres. ¿Podría existir una combi- —Creo que sí. Al parecer respondió bien al principio, pero
nación peor? después hizo una regresión. Ahora, después de dos años de
—¡Bah! Por el momento seré paciente con esta modestia tratamiento, está muy enfermo. Todavía no recibí los resultados
tuya. Pero te lo advierto, me acompañes o no, yo bailo. del laboratorio, pero creo que podría estar sufriendo de
—Advertencia recibida. hipertensión pulmonar.
—Y ya que sacaste el tema de cardiología —agregó—. En Los ojos de Teri se iluminaron de interés.
realidad no quería hablar de trabajo esta noche, pero tampoco —Hipertensión pulmonar. ¿Ha estado consumiendo píldoras
quiero formar fila para cobrar el cheque de desempleo; o peor, adelgazantes? ¿O comiendo aceite de ensalada de España hace
leer los titulares que proclamen que una droga cuya aprobación poco?
yo apresuré ha barrido con la población equivalente a Iowa. Brian sonrió.
¿Has pensado en mi pedido? —Conoces la historia de desastres médicos. No hubo ningún
Brian suspiró. factor desencadenante visible. Pero recién comienzo con el
trabajo. Por el momento, la HP es una posibilidad remota. —¿Y me mantendrás informada?
—¿Cuándo vas a saber algo? —Siempre y cuando pueda hacerlo en persona.
-—Dentro de unos días.

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—Prometido.
—Pero, Teri, hay algo más que quiero contarte. Mi padre CAPITULO DIECIOCHO
sufre de una grave enfermedad coronaria. Tuvo un infarto hace
diez años, y el bypass que le hicieron hace seis está fallando. Lo
hice incluir en el estudio de Vasclear. Puedes darte cuenta de la
confianza que tengo en esta droga.
—Espero que haya sido randomizado en el grupo beta.
—Por suerte, sí. ¿Te gustaría conocerlo? Vivimos a pocos
kilómetros de aquí. A Jack le va a alegrar conocerte. Te lo
garantizo. Hasta puedes ver cómo le administro el Vasclear. Se lo
hago en casa.
—Si crees que a él le gustará. Brian entró corriendo al restaurante justo cuando Teri volvía a la
—Le va a encantar, créeme... mesa.
—¿Qué ocurre? —Algo malo ocurrió —dijo—. No me responden en casa.
—¡Mi beeperl Acabo de darme cuenta de que no lo tengo. Jack nunca saldría de casa y además teníamos ayuda contratada
Nunca salgo sin él... Ah, ya recuerdo. Me cambié de pantalones para esta noche. Y él trató de localizarme. ¡Maldita sea! No
en el hospital. El beeper está envuelto en mi maletín en el auto. puedo creerlo: la única noche que no tenía el beeper.
Lo llamaré y le diré que ya vamos. Arrojó dos billetes de veinte dólares sobre la mesa, tomó la
—Voy al tocador y te encuentro aquí en un momento. mano de Teri y salió corriendo con ella.
Brian encontró un teléfono público en la entrada principal. —¿Quieres que te acompañe hasta tu casa? —preguntó ella.
Después de cuatro llamados, oyó su propia voz en el contestador —¡No! Es decir, sí, quizá sería mejor. Claro.
automático. Brian salió corriendo, con la atención dividida entre el ca-
—Hola, se comunicó con los Holbrook... mino y el espejo retrovisor. Dobló la esquina de su calle,
Brian colgó; el corazón latiéndole con fuerza, y esperó veinte esperando ver ambulancias estacionadas frente a su casa. Pero a
segundos interminables a que el contestador despejara la línea. excepción de la luz del living-room, el lugar parecía desierto.
Después volvió a llamar. Mismo resultado. Sin esperar a Teri, corrió adentro. Había una nota pegada a la
Salió corriendo hacia el LeBaron y buscó en el baúl. El lámpara junto a la silla de Jack, escrita por la vecina que lo
beeper estaba enganchado al cinturón de los pantalones, dentro estaba cuidando.
de su bolsa de noche. La pantalla mostraba un llamado de su
"Brian: 21:00 h. Tratamos de localizarte,
casa. pero tu beeper debe de estar desconectado.
—¡Dios mío! —murmuró, mientras corría de vuelta al Tu padre tiene mucho dolor de pecho y no
teléfono—. Vamos... responde... ¡Responde, maldita sea! quiso llamar a la ambulancia, porque él
Tres llamados, y después el contestador otra vez. quiere ir al Instituto Cardíaco y cree que la
—Papá, voy camino a casa —farfulló después de la señal—. ambulancia lo llevaría al Suburban. Iba a
llamar un taxi, pero Harold y yo lo
¡En este mismo momento estoy en camino! llevaremos. Pidió que te avisara que tomó
una aspirina extra, tal como le dijiste.
"Sally Johansen"

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Brian le entregó la nota a Teri y llamó a la sala de emer- Brian esperó hasta oír arrancar el auto alquilado de Teri,
gencias del White Memorial. Pasaron varios minutos de angustia después dio marcha atrás y fue hacia la autopista 1-93, camino a
antes de que respondiera un residente. Boston. Daño cardíaco extensivo, presión sanguínea en descenso.
—Doctor Holbrook, soy Stu Meltzer, residente de primer año. Laj Randa junto a su padre... Brian había arrojado los
Su padre está aquí, pero se encuentra mal. Ha sufrido un infarto
de miocardio anterior extensivo, y estamos teniendo problemas 174
para controlar su presión. dados por la salud de su padre con una probabilidad de tres a uno.
Un infarto de miocardio anterior extensivo, un infarto Ahora, era evidente que había perdido. La única pregunta que
coronario masivo que involucra el músculo del ventrículo quedaba por responder era hasta dónde había perdido. En la sala de
izquierdo, la cámara de bombeo más importante. Junto a la emergencias del White Memorial reinaba el estado de
ruptura de la pared cardíaca, era el peor de los desastres hiperactividad acostumbrado. Brian sabía exactamente adonde
cardíacos. tenía que ir y corrió a la habitación cuatro, en la parte trasera. Nada
—Maldita sea —dijo Brian—. ¿Está consciente? de lo que había visto o hecho en la medicina sirvió para prepararlo
—Por momentos. para ver a su padre en el centro del peor drama médico, un paro
—¿Quién está con él? cardíaco. —¡Ahora! —exclamó Carolyn Jessup. Brian oyó el
—Ahora mismo con el equipo de guardia, pero me han in- chasquido de alto voltaje de electricidad, cuando las paletas
formado que la doctora Jessup está en camino, y que el doctor descargaron energía en el cuerpo de Jack. En medio de la multitud
Randa acaba de llegar. de alrededor de quince técnicos, enfermeras y médicos, vio los
—Gracias. Stu, dile a mi padre que estoy en camino. brazos de Jack saltar y después caer. El rastreo cardíaco en el
—Lo haré. monitor mostraba varios segundos de una línea absolutamente
-Y, ¿Stu? recta, y después una serie de complejos bien organizados comenzó
-¿Sí? a moverse en la pantalla, muy lentamente al principio, luego más
—Haz lo que creas necesario. rápido. —Parece una especie de ritmo nodal. —¡Tengo un pulso!
—Entiendo. ¡Tengo un pulso! —Ahora es sinusal. Ritmo sinusal regular. —La
Brian miró a Teri. presión es de setenta.
—Está en graves problemas. —Suban el Levophed —ordenó Jessup—. Preparen un goteo
—Me di cuenta. Ve con él. Yo iré al Radisson. Llámame peridural. Olvídense del cateterismo. Apenas podamos, vamos
apenas sepas algo. directo al quirófano del ICB.
—¡No puedo creer que esté sucediendo esto! Simplemente no Antes de que Brian pudiera llegar junto a su padre, dos de los
puedo creerlo. ¡Dios mío, pobre papá! asistentes quirúrgicos de Laj Randa irrumpieron en la habitación,
Cuando Brian se dio vuelta para irse, Teri lo llamó. Entonces erizados de autoridad.
lo atrajo hacia ella y le dio un beso ligero en la boca. —El doctor Randa quiere que coloquen un balón intraaórtico de
—¿Quieres que yo conduzca? —se ofreció. inmediato —ordenó uno de los asistentes—. Dice que la bomba
—No, no. Voy a estar bien. Si puedo, te llamaré al hotel bypass de corazón a pulmón está lista y que estaremos preparados
apenas sepa cómo está mi padre. para este hombre en el quirófano dentro de quince minutos.
—Llámame más tarde o si no mañana a la mañana. Brian se abrió paso alrededor, más que a través, de la multitud.
—De acuerdo. Vamos, sígueme hasta la autopista, y después Carolyn Jessup levantó la mirada de su trabajo, lo vio y sacudió la
continúa sola. Y, Teri, gracias por esta noche. cabeza. Quizá la expresión fue neutral, pero Brian leyó sus propios
—Gracias a ti —dijo ella mientras él se iba corriendo hacia el pensamientos sombríos en ella.
LeBaron—. Ten cuidado al conducir. Debiste haberme escuchado, Brian. Te dije que acudieras a Randa.
—Al parecer su padre estaba despierto cuando unos amigos lo
trajeron —le contó Jessup mientras el equipo del quirófano se
disponía a insertar el balón desinflado, del tamaño de una
salchicha, en la arteria femoral derecha de Jack,
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hasta la aorta—. Pero tenía una presión de sólo noventa y evidencia en rodete, estaba sostenido a cada lado con clips. Por primera vez desde que
el electrocardiograma de un infarto de miocardio extensivo en Brian la conocía, Jessup representaba la edad que tenía.
evolución. Ahora su ritmo es inestable. Ésta fue la primera vez que —Estamos haciendo todo lo posible —dijo.
tuvimos que suministrarle shock eléctrico. —¿Va a cirugía? Brian se miró los pies.
—Si podemos hacerlo" llegar. Quise intentar un cateterismo para —Lo sé. Gracias. Y gracias por no decir: "Te lo advertí".
ver si podía abrir la obstrucción con anticoagulantes o una sonda. Pero —Nunca creí que su padre tuviera tiempo suficiente para depender de
oí evidencia en su pecho de que la función de su válvula mitral se vio Vasclear.
muy afectada por el infarto. El ultrasonido confirmó una disfunción del —Ahora me siento terrible por no haberla escuchado. Sin embargo, él
músculo papilar de la mitral. La válvula va a tener que ser reemplazada no quería cirugía, y todas las averiguaciones que pude realizar daban una
junto con los bypass si es que va a lograrlo. esperanza razonable de que la droga podría funcionar en él si es que
Si es que va a lograrlo. lograba que incluyeran a Jack en ella.
Brian bajó la mirada, aturdido, a la angosta camilla donde yacía su —Comprendo. Pero quiero que sepa que, aunque hubiésemos
padre, con los ojos cerrados; sus rasgos faciales angulosos y fuertes ya empezado con Vasclear una semana antes, cuando usted lo pidió, el
empezaban a hincharse. Había una sonda nasogástrica metida en su tiempo tampoco habría sido suficiente.
nariz hasta el estómago, y una sonda endotraqueal respiratoria, mucho Brian asintió. No tenía sentido contarle la verdad ahora. —Gracias por
más grande, en su boca, que atravesaba las cuerdas vocales hasta la todo lo que hizo —dijo. —Ojalá hubiera sido más. Dentro de unos
tráquea. Tenía un color gris ceniciento que lo asustó. minutos iré a observar. Después, una vez que Randa lo ponga en la
Entrenador. bomba, tendré que irme a casa. Mañana llamaré para averiguar cómo anda
Los asistentes quirúrgicos de Randa eran rápidos y eficientes. El Jack apenas me despierte.
balón intraaórtico, envuelto alrededor de un catéter delgado, fue Brian volvió a agradecerle y después hizo la caminata, increíblemente
insertado y suturado en cuestión de minutos. Estaba sincronizado solitaria, hacia el Instituto Cardíaco. En el camino paró para hacer dos
eléctricamente para inflarse entre cada uno de los latidos de Jack, llamados telefónicos. El primero a Phoebe, quien le hizo prometer que la
forzando así un flujo de sangre extra en el interior del ventrículo llamaría con los resultados de la cirugía, sin importar la hora. El segundo
izquierdo: la cámara bombeadora. El pequeño aumento en el volumen llamado fue a Freeman Sharpe.
de llenado mantenía las coronarias abiertas lo máximo posible y con —Freeman, habla Brian. Jack tuvo un infarto masivo y un paro
frecuencia era la diferencia entre la vida y la muerte. cardíaco. Acaban de llevarlo al quirófano del Instituto Cardíaco para
Vamos, Jack. Aguanta. Aguanta. operarlo de urgencia.
—Debemos irnos —dijo el asistente de Cirugía—. El doctor Randa —Voy de inmediato —fue lo único que dijo Sharpe. Brian consultó la
nos espera. hora: era casi medianoche. Demasiado tarde para llamar a Teri, decidió.
Los postes intravenosos, el monitor y la bomba asistente para el En cambio, dejó un mensaje en la conserjería del hotel: que Jack estaba en
balón fueron preparados para el viaje y, casi antes de que Brian pudiera cirugía y que la llamaría a la mañana. Después se apuró a llegar al
reaccionar, Jack ya no estaba. No podía hacer otra cosa sino esperar. observatorio del quirófano en el tercer piso.
De inmediato, las enfermeras comenzaron a limpiar los Como todo lo demás en el ICB, el observatorio del quirófano era
desperdicios que cubrían el piso. La habitación cuatro debía ser moderno, lujoso y de alta tecnología. Los observadores podían contemplar
limpiada con rapidez y preparada para la próxima crisis. Carolyn la cirugía directamente detrás de la cúpula de vidrio que cubría los dos
Jessup llevó a Brian al corredor. Era evidente que había salido quirófanos, o a través de los monitores de televisión montados en la pared.
corriendo de su casa, y no estaba maquillada. El pelo color ébano, También había potentes bi-noculares atados con cadenas, a través de los
largo hasta los hombros, que por lo general llevaba peinado en un cuales podían observarse los detalles minúsculos en las incisiones.

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Brian llegó justo en el momento en que Randa, parado sobre —Comprendo.
lo que parecía una plataforma hidráulica, había terminado de —El músculo papilar que sostiene su válvula mitral ya no
aserrar el esternón de Jack para exponer el corazón. Los funciona. Vamos a reemplazar la válvula.
asistentes de Randa ya habían colocado las sondas arterial y —Lo sé.
venosa utilizadas para unir a Jack con la bomba de bypass, y Randa hacía esos comentarios, preparando a Brian para lo peor.
estaban cosechando venas de la pierna que ya no hubiesen sido Brian había hecho lo mismo con muchos pacientes. Prometer
utilizadas en la primera operación. La técnica de bypass buenos resultados en un caso difícil equivalía a buscarse
cardiopulmonar ya tenía lista la bomba corazón-pulmón. En problemas. Hasta un cirujano con la arrogancia de Randa lo sabía.
instantes, la circulación y oxigenación de Jack pasarían a manos Brian sabía lo que iba a decirle Randa a continuación. Pero
de ella. Se inyectaría una solución helada de potasio en las tenía que esperar varios minutos. Para entonces, Freeman Sharpe
arterias coronarias de Jack, que paralizarían su corazón. había sido conducido al observatorio por un guardia de seguridad,
A partir de ese momento, no habría razón para detener la y estaba parado en silencio junto a él.
operación hasta que estuviera terminada. La variable crítica —Y bien —dijo Randa con calma—, ¿cuánto tiempo hace que le
yacía en la habilidad y velocidad de Randa. Cuanto más tiempo recomendé cirugía para su padre, tres semanas? —Más o menos.
dependiera Jack de la bomba de bypass, más difícil iba a ser —¿Y qué ha estado haciendo por él todo este tiempo? Brian tuvo
desconectarlo de ella, siempre y cuando, por supuesto, quedara que aclararse la garganta antes de responder. —Rutinas médicas,
suficiente músculo cardíaco para hacerlo. Con los numerosos más Vasclear.
parches de bypass que debían ser suturados sobre la superficie —Bueno, puedo informarle sin temor a equivocarme que su droga
del corazón y el reemplazo de la válvula mitral entre el atrio milagrosa no dio resultado en este caso. Las arterias de su padre
izquierdo y el ventrículo, el procedimiento llevaría por lo menos parecen cuentas de rosario y su aorta está rígida
cuatro horas, o quizá mucho más. de arteriesclerosis y depósitos de calcio.
Esta era una de las decenas de cirugías de bypass que Brian —Eso me temí.
había observado o asistido. Desde su punto de observación, la —Ir por ese camino fue una decisión muy desafortunada de su
cabeza de su padre estaba oculta por una sábana de cirugía. parte.
Privado de esa conexión, Brian se sentía extrañamente aislado Freeman hizo una mueca ante la insensibilidad del cirujano.
de lo que estaba observando. Pensó en ir a la sala de espera del Brian, incapaz de responder de inmediato, sacudió la cabeza y alejó
quirófano, pero sabía que no podía abandonar este sitio. la mirada.
Mientras pudiera concentrarse en la intervención, Brian sentía —Tomé en consideración el deseo de mi padre y mis
que podía evitar una explosión. En ese momento, Randa levantó averiguaciones sobre Vasclear, y tomé la decisión que creí más
la mirada y lo vio. Entonces, con la misma rapidez, el cirujano acertada —consiguió decir por fin.
volvió la atención al microscopio quirúrgico. —El doctor que se cuida a sí mismo o a su familia tiene un
—No es mi costumbre permitir que miembros de la familia médico tonto y un paciente tonto.
observen la cirugía de sus seres queridos —comentó Randa por Freeman murmuró en el oído de Brian. —¿Cómo se desconecta
los altoparlantes, sin hacer pausa en su tarea. este micrófono? Brian señaló un interruptor que había junto al
—Estoy bien, si usted no tiene inconveniente, doctor Randa panel, y Sharpe desconectó el micrófono.
—respondió Brian—. Realmente sería un desastre dando vueltas —¿De dónde sacaste a éste? —preguntó. —No se necesita tacto
por la sala de espera familiar. para llegar al Hall de la Fama de los Cirujanos. Además, tiene
—Muy bien. Pero creo que debería saber que no soy opti- razón. Soy un tonto.
mista. No tengo modo de saber qué cantidad de músculo car- —Oí a tu padre hablar de su última cirugía. No creo que seas
díaco perdió este hombre antes de traerlo. ningún tonto. ¿Cómo está?
—Está conectado a una bomba corazón-pulmón. Va a ser sacarlo de ella. Todavía tenemos horas por delante. —¿Estás
imposible adelantar nada hasta que termine la cirugía e intenten tomando algo?

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Brian miró con incredulidad a su padrino.
—Freeman, ¿por qué me lo preguntas?
—Bueno, créase o no, se ha sabido de casos en que los adictos toman drogas en situaciones de estrés u otras. Además, hacer esa pregunta
forma parte de mi trabajo.
—No. La respuesta es no. Freeman, no puedo creer que esto esté sucediendo.
—Lo sé, amigo. Lo que dijo ese pequeño imbécil que está ahí abajo sobre que tomaste una decisión equivocada... ¿lo crees?
—No sé qué creer. En medicina, cuando está en peligro la vida de una persona, siempre prefiero hacer lo correcto por una razón equivocada
que hacer lo equivocado por una razón correcta.
—Y tú mismo me dijiste que los pacientes que son sometidos a una segunda operación tienen un pronóstico mucho más pobre que en la
primera.
—Exactamente. Y esta vez tenía las cifras, las estadísticas de Vasclear y de un segundo bypass, sin tener en cuenta la historia de Jack y su
pasión por no ser vuelto a operar. Para mí era un callejón sin salida... Freeman, gracias por estar aquí, conmigo. Me siento tan solo.
Sharpe lo rodeó con el brazo.
—Pues, no lo estás, amigo —dijo—. Siempre que tengas a esas hermosas hijas tuyas, y tu fe, y a mí para mantenerte en el camino recto,
nunca lo estarás.

—Cinco bypasses hechos —anunció Randa—. Pasamos a la válvula.


Brian consultó la hora. Menos de una hora y media. En un paciente con bypass previo, no habría sido sorprendente una tardanza de tres horas
para esta parte de la operación. Cerró los ojos. Adelante, Randa, sé todo lo imbécil que quieras, pensaba, mientras sigas así.
Los asistentes quirúrgicos y Randa funcionaban como un grupo de fuerzas especiales bien sintonizadas. Como estaban todos arremolinados
alrededor de Jack, no había mucho para ver sin utilizar los binoculares o el monitor. Freeman prefirió no mirar ninguno.
—Vi suficientes pechos abiertos en Vietnam —explicó.
Pasó otra hora, durante la cual Randa trabajó en el reemplazo de la válvula mitral. Por un tiempo Freeman intentó distraer a Brian
conversando de trivialidades, pero después se
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sentó y dejó que Brian tomara la iniciativa de cualquier conversación que tuvieran.
En Brian, la indiferencia que le había impedido derrumbarse en las primeras etapas de la intervención se estaba agotando rápidamente. En su
reemplazo había un caleidoscopio de imágenes. La que más predominaba era la de su padre en los primeros partidos de Brian, cuando era niño.
Jack no podía haber estado más emocionado si se hubiese tratado de la Gran Copa. Recién cuando Sharpe le pasó un poco de papel tisú y rodeó
su hombro con un brazo, Brian se dio cuenta de que había estado llorando.
—Muy bien, todo el mundo, el corazón está cerrado, preparémonos para salir de la bomba. Doctor Holbrook, ¿todavía está ahí?
Brian encendió el micrófono al mismo tiempo que consultaba el reloj. Todavía no habían pasado tres horas. Bypass quíntuple de repetición y
reemplazo de válvula mitral en ciento setenta y cinco minutos. El diminuto sikh era un mago. —Aquí estoy —respondió Brian. —Ha estado muy
callado. —Estoy muy preocupado.
—Tiene mucha razón para estarlo. La cirugía fue positiva en el aspecto técnico, pero no puedo prometerle qué hallaremos al intentar hacer
funcionar el corazón de su padre otra vez. —Comprendo. —¿Y quiere quedarse? Brian miró a Freeman.
—Prefiero estar aquí que en ningún otro lugar —respondió.
—Hemos insertado una sonda ultrasónica esofágica que nos dará un monitoreo continuo de la contractilidad muscular cardíaca.
Brian tomó los binoculares y afirmó que podía ver bien la pantalla de ultrasonido.
—Gracias por permitirme quedarme —dijo con voz ronca, mientras se aferraba al borde de su taburete con respaldo alto. —Empieza a disminuir
el ritmo de la bomba. Marcapasos encendido —dijo Randa.
—Desconectando la bomba.
—Marcapasos a setenta y cinco. Todavía no hay captura. —Está fibrilando. Está fibrilando.
—Mala señal. Enciende la bomba. Paletas, por favor. Veinte joules... ¡Ahora!
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—Línea recta... No, espere, hay complejos. Ritmo pausado a setenta y cinco.
—Contracciones mínimas. No hay circulación efectiva.
A través de los binoculares, Brian examinó el ultrasonido y sintió que sus esperanzas se esfumaban.
—Bombeo del bypass —dijo Randa.
El cirujano levantó la cabeza, miró a Brian y sacudió la cabeza. El primer round estaba terminado. Terminado y perdido. Jack no iba a salir de

SEGUNDA PARTE
la bomba con tanta facilidad. Pero aún más perturbador era el ultrasonido. No parecía quedar suficiente músculo cardíaco para generar presión
sanguínea. Pasaron quince terribles minutos en silencio antes de que Randa diera la orden de encender el marcapasos y disminuir la bomba de
bypass. Otra vez el corazón de Jack fibriló. Una vez más fue sometido a shock para volver a un ritmo pausado. Otra vez hubo contracciones
débiles y ningún movimiento efectivo de sangre. Randa volvió a pedir que reconectaran la bomba. Segundo round, perdido.

Veinte minutos más. Brian sabía en lo más íntimo que ésta iba a ser la última prueba. El ultrasonido continuaba mos trando una profunda
debilidad del músculo en la cámara bombeadora. Pero un test era sólo un test, pensó. Un paciente era diferente a todos los demás, y Jack
Holbrook una vez había jugado parte de un partido de fútbol con el peroné roto.
Vamos, papá. Vamos, tú puedes hacerlo.
Las voces transmitidas desde el quirófano hacían eco en el observatorio, cuando Laj Randa se comunicaba con su equipo.
—Marcapasos hasta noventa —ordenó—. Suelten el bombeador lentamente.
—Marcapasos en noventa.
—Mínima electricidad cardíaca —informó el primer asistente.
—No hay contracciones —observó el otro asistente.
—¿El volumen está bien? —preguntó Randa.
—Perfecto.
—¿Estás seguro?
—Sí, todo está funcionando bien.
—Todo excepto este corazón.
—Todavía nada —informó el asistente.
Laj Randa se deprimió visiblemente y se alejó de la pantalla de ultrasonido. Sus ojos oscuros como el carbón miraron el observatorio.
Después levantó la mano sangrienta y enguantada y se quitó la máscara.
—Lo lamento —dijo—. Lo lamento mucho.

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CAPITULO DIECINUEVE

NOTICIARIO NOCTURNO DE NBC

Informe médico
"La Casa Blanca ha confirmado que el Presidente acompañará al jefe de la FDA, Alexander
Baird, en la ceremonia que se llevará a cabo la semana próxima, en la cual la tan famosa dro -
ga cardíaca milagrosa Vasclear será aprobada para uso general. La droga, desarrollada y fa-
bricada por Newbury Pharmaceuticals, de Boston, derrite las placas arterioscleróticas que
bloquean las arterias coronarias y producen ataques cardíacos. Según fuentes de Newbury, la
droga ha sido efectiva en el setenta y cinco por ciento de los casos testeados. "El jefe del
Estado Mayor de la Casa Blanca, Stan Pomeroy, informó que la ceremonia de Vasclear se
llevará a cabo en el White Memorial Hospital de Boston, donde se realizó gran parte del
testeo clínico de este medicamento. "El senador Walter Louderman, partidario de la
aprobación rápida de la droga, ha expresado sorpresa y placer ante lo que denomina 'un
cambio de política repentino por parte del gobierno en lo que se refiere a un tratamiento tan
necesario y esperado por tantos norteamericanos...' "

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Brian estaba desplomado sobre el sofá del living-room, masti- —Lo lamento.
cando un trozo de pizza del día anterior y apenas escuchaba el —¡Pobre de mí!, ¡pobre de mí!
noticiario. El living-room, el comedor y la cocina del departa- —Lo sé, lo sé.
mento de Reading estaban repletos de flores y canastas con fruta —Tienes que dejar de culparte, Brian. Hiciste una elección,
en diferentes estados de descomposición, y de las paredes una elección informada, y no resultó como esperabas. No es que
colgaban tristes recordatorios de épocas buenas y malas. Teri estuviste disparando con tu pistola y un tiro se te escapó y mató a
había enviado flores y una variedad de quesos y galletas. Había tu padre.
llamado varias veces y lamentado que su jefe en la FDA no —Lo sé. Sólo tengo problemas para aceptarlo.
considerara apropiado que ella asistiera al funeral, por el bien de —¿Vas a estar bien si me voy a casa?
Brian ni el de Teri. Brian le aseguró que los llamados y la —Sí. Estoy un poco nervioso porque empiezo a trabajar
preocupación de Teri significaban mucho más que su presencia mañana, pero no creo que en el hospital me permitan estar
en ninguna ceremonia. ausente mucho tiempo más.
Había pasado una semana desde la muerte de Jack, cuatro Sharpe se sentó en el extremo opuesto del sofá.
días desde el entierro. A excepción del día mismo del entierro, —Créeme, estás mejor en el trabajo que dando vueltas por
los demás días habían sido interminables para Brian. Ninguna aquí. Míralo de esta manera: cada reunión a la que asististe este
persona a excepción de Freeman Sharpe podía comprender su año y medio, cada minuto que pasaste meditando, hablando
lucha interior y su desesperación intermitente. conmigo o haciendo algo para cuidar de ti mismo y afirmar que
Una nota agridulce durante la semana fue que Phoebe había eres una persona valiosa, ha sido como depositar dinero en el
estado firme a su lado, trayéndole comida, limpiando el Banco. Ahora, durante un tiempo, vas a vivir del interés que
departamento, asegurándose de que Brian pudiera ver a Becky y obtuviste de esos depósitos o de lo que necesites extraer.
a Caitlin cuantas veces necesitara, y recibiendo a las visitas —¿Y si no tengo suficiente?
cuando él no podía. —Lo tienes, Brian. Tengo bastante experiencia, y tendrás que
—Una mujer excelente —la había llamado Freeman. confiar en mí cuando te digo esto. Lo tienes. Pero tienes que
—Querrás decir un excelente pedazo de mi pasado —corri- dejar de castigarte. Eso impone una pérdida. Y por el amor de
gió Brian. Dios, pase lo que pasare, recuerda que no hay nada tan malo en
En los casi dos años de separación y uno desde el divorcio, la vida que un trago o una droga no vaya a empeorar.
era la primera vez que pasaban tanto tiempo juntos. Y hubo Brian pensó un momento, después cruzó hasta la biblioteca,
momentos durante la semana en que el dolor de haber perdido a extrajo un volumen grueso y buscó en el hueco. Después arrojó
Phoebe y la vida familiar le dolían casi tanto como la muerte de un frasco plástico de calmantes a Freeman.
Jack. —El antiguo cardiólogo de Jack se las había prescripto. Las
Freeman salió del baño con sus elementos de afeitar y los oculté ahí después del funeral... por las dudas.
metió en el bolso. El grupo de NA se había asegurado de que Sharpe echó un vistazo a la etiqueta del frasco; después, con
Brian no pasara una noche a solas en el departamento desde el calma, llevó las pildoras al baño y las arrojó en el retrete.
funeral. Pero ahora, después de hacerle compañía durante un día —Estuviste bien al entregármelas —dijo—. En especial antes
y medio, su padrino sentía que Brian estaba preparado. de haber tomado alguna. Créelo o no, así es como funciona esto.
—¿Me pareció escuchar algo en el noticiario sobre esa Creo que vas a estar bien, amigo mío, siempre y cuando me
droga? —preguntó Freeman. prometas que me llamarás si te sientes débil. A cualquier hora.
—Sí: "La droga milagrosa cura a todo el mundo en la costa —Lo prometo. Y gracias, Freeman. Gracias por estar aquí
este menos a uno". conmigo.
—¿Puedes ponerle punto final? Freeman estrechó la mano de Brian y le dio una palmada en
la espalda. acompañó cuando me estaba recuperando —dijo.
—Ojalá hubieras podido conocer al tipo que siempre me

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Durante un tiempo, Brian caminó por el departamento; se Cuarenta minutos después, ambos trotaban por las calles
sentía casi oprimido por el silencio opresivo. Recordó y volvió a oscuras, en su mayor parte desiertas, de la ciudad.
recordar los años de enfermedad de Jack. Mucho antes de la —Soy muy flexible en cuanto a carreras de distancia —le contó él
decisión de intentar con Vasclear en lugar de la cirugía, hubo mientras estiraban los músculos—. Puedo correr tres kilómetros,
infinidad de pasos, desde el principio, donde pudo haber hecho cuatro, cuatro y medio y cinco kilómetros, con descanso o sin él.
algo de manera diferente. ¿Alguno de ellos habría modificado el ¿Cuántos kilómetros sueles correr?
resultado final de la enfermedad? —No importa. Hagamos la de cuatro kilómetros.
Hiciste una elección —una elección informada—... tienes —Adivino que quieres ir más lejos. Cinco. Haré la de cinco
que dejar de castigarte... kilómetros sin descanso. Ahora dime, ¿cuánto corres por lo
El teléfono ya había sonado dos veces antes de que Brian general?
tomó conciencia de él. Por ninguna otra razón que no fuera —Bueno, no corro todos los días. En la agencia tenemos un
autocompasión, decidió dejar que el contestador automático club para correr un poco informal y...
hiciera su tarea. —Suficiente. Conozco esos clubes. Veinte kilómetros al
—Brian, habla Teri. Si estás ahí, por favor contéstame. mediodía, después un batido de huevo crudo e hígado, una ducha
Brian se lanzó sobre el teléfono, que estaba junto a la silla de para los pocos que transpiraron y de vuelta a trabajar. Haremos los
Jack, y al hacerlo derribó una lámpara de bronce. Teri había cinco kilómetros.
llamado el día antes del funeral, pero no habían hablado desde Teri se movió con el paso elástico y ágil de una corredora
entonces. experimentada, relajada y hermosamente coordinada. Brian se
—Hola, soy yo. Estoy aquí. Estoy aquí. esforzó por mantenerse a la par de ella, pero él sabía que ella se
—Bueno, hola. ¿Cómo estás? demoraba a propósito. Era una noche perfecta de otoño, sin luna,
—¿La verdad? He tenido momentos mejores. Mucho fresca y sin viento. Apenas comenzaron a correr, él supo qué era
mejores, en realidad. Estuve tratando de decidir entre correr exactamente lo que necesitaba hacer.
unos kilómetros, llenar la bañera, fugarme, o chocar el auto —Puedes adelantarte si quieres —dijo Brian, sin aliento
contra un puente. En general, no es mi mejor noche. después de los primeros dos kilómetros—. Quizá quieres sudar un
—¿Tienes compañía? poco.
—No desde hace media hora. Mi amigo Freeman acaba de —Así estoy bien. Dime si hablo demasiado. Cuando corro con
irse. el grupo del club, lo hacemos entre dos o tres y parloteamos todo
—¿Quieres compañía? el tiempo.
—No podrías ser más oportuna. Me gustaría mucho. —Siempre y cuando el tema no sea el hospital. Regreso a trabajar
—Acabo de registrarme en el Newton Marriott, sobre la mañana, así que con eso tengo suficiente. —Trato hecho.
ciento veintiocho. La gente de aquí me ha dicho que puedo lle- —Sabes, cuando murió mi madre, estaba tan preocupado por
gar a tu casa en veinte minutos. Jack que no tuve tiempo de llorarla. Ahora, parece que las dos
—¿Necesitas instrucciones? muertes me han afectado al mismo tiempo.
—Compré un buen plano. Tu calle está en él. ¿Es cierto que —Bueno, es que Jack no era sólo tu padre. Tú cuidabas de él.
corres, a pesar de tu rodilla? Fue como perder a un padre y a un hijo al mismo tiempo. Dos
—Troto a medio galope. Y mi rodilla decide si quiere venir padres y un hijo, por lo que dijiste.
conmigo o no. —Me alegro mucho de que estés aquí esta noche. Y también de
—Bien, traje mi equipo. ¿Te gustaría correr algunos kiló- estar haciendo esto. Sin embargo, me preocupa que tus zapatillas
metros conmigo? apenas hacen ruido cuando tocan el piso. Las mías suenan como
—Eso depende. Define "algunos". un par de castores advirtiendo de la llegada de un lobo. —Quince
—respondió Teri. —¿Cómo? almuerzo. No veinte. Si corrieras lo mismo, tampoco tus pies
—Quince. Son los kilómetros que corremos a la hora del harían ruido.

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A lo largo del recorrido de cinco kilómetros, la sensación de tobillos, se besaron una y otra vez, explorándose mutuamente con
Brian de estar conectado con Teri se profundizó. Y en determi- las puntas de los dedos. Finalmente, se despojaron de las
nado momento durante el último kilómetro se dio cuenta de que, zapatillas y del resto de su ropa.
deliberadamente o no, correr juntos a la noche como lo estaban —Desde que te vi en el hospital quise que esto sucediera —le
haciendo equivalía al juego previo al acto sexual. Dos cuadras confesó Brian.
antes de su casa, él corrió y la pasó. —Yo también, por si no te diste cuenta. Sólo lamento no
—Eh, ¿cuál es el apuro? —preguntó ella. haber podido acompañarte esta última semana.
—Adivina —respondió él. —Ya lo has compensado. Pero si te manejas mejor sintiéndote
Teri le ganó por diez metros, y después tuvo que sostenerlo de culpable, adelante.
la cintura y ayudarlo a entrar en el living-room mientras él Brian la condujo hasta el baño, que Jack había remodelado
recuperaba el aliento. hacía unos pocos años. El piso estaba alfombrado. Había una
—Eres buena —dijo Brian, jadeando. bañera grande con patas y, frente a ésta, un compartimento grande
—Todavía no lo sabes —respondió Teri, mientras lo hacía con ducha, revestido con cerámicas celestes. Eligieron la ducha.
inclinarse para quitarle la camisa empapada en sudor. —¿Fría, tibia o caliente? —preguntó él, sin poder quitarle las
—Estoy completamente fuera de forma. manos de encima.
—No importa —respondió ella, mientras levantaba los brazos Ella sostuvo la erección de Brian entre ambas manos y lo
para que él hiciera lo mismo con ella—. Soy médica. acarició mientras volvía a besarlo en la boca.
Teri se quitó el sostén de carrera; después se arrodilló frente a —Cualquier temperatura, la que te mantenga así —murmuró.
él y le desató las zapatillas. Entonces lenta, muy lentamente, le Se enjabonaron mutuamente atrás y adelante, y se lavaron el
bajó los pantalones y el suspensorio. Brian instantáneamente tuvo pelo el uno al otro. Mientras el agua humeante caía en cascadas
una erección. por sus cuerpos, él la levantó y la besó profundamente. Después
—Por las dudas que no te hayas dado cuenta —explicó—, he deslizó las manos debajo de los muslos de ella, y la alzó. Ella
perdido la práctica y me excito con facilidad. envolvió las piernas alrededor de la cintura de Brian y los brazos
Ella deslizó su boca por el cuerpo de él hasta llegar a la boca. alrededor del cuello de éste.
Brian enganchó los pulgares en la cintura de ella y le bajó los —¿Puedes hacerlo así? —susurró ella.
pantalones. —No sé. Pero mientras no haya ningún juez rumano dando
—Yo tampoco estoy muy acostumbrada —dijo ella, mientras puntos por el estilo, puedo intentarlo.
apretaba el rostro de él contra el pelo húmedo de ella—. No sé si —Perfecto —dijo con ensoñación—. Y mira, hay un tipo que
debo sentirme orgullosa o avergonzada por el tiempo que pasó parece rumano parado detrás de ti, y sostiene una tarjeta con un
desde la última vez. diez.
De pie en el living-room, con la ropa todavía alrededor de los
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cantidad de informes de laboratorio y de rayos x impresos por
computadora. Brian leyó los resultados uno a uno; a raíz de una
experiencia negativa en las primeras épocas de su residencia, conocía el
peligro de perder la concentración, aunque fuese momentáneamente, al
revisar informes de tests.
No encontró nada notorio hasta que llegó a una hoja de los tests de
laboratorio de Bill Elovitz. Con todo lo ocurrido la semana anterior, no
había tenido tiempo de pensar en el hombre de Charlestown. No había
exámenes de sangre con un diagnóstico específico de hipertensión
pulmonar, pero debido a la variedad de causas que podían hacer
subyacer esa enfermedad, cualquier hallazgo era posible. Escudriñó los
resultados químicos: el colesterol y los triglicéridos, los lípidos que
Brian llegó al hospital antes de las siete, a pesar de haber estado gran contribuían a la formación de arteriesclerosis eran elevados, lo cual no
parte de la noche hablando con Teri o haciendo el amor con ella. le sorprendía. También encontró algunas anormalidades leves en la
Todavía sabía mucho menos sobre ella de lo que ella sabía sobre él. Sin función del hígado, que podían ser causadas casi por cualquier cosa,
embargo, se había enterado de que, alrededor de un año atrás, había aunque la causa más probable era la congestión del hígado debido a la
terminado una relación larga con un piloto de la Fuerza Aérea, y que presión de la sangre tratando de abrirse paso a través de los pulmones,
desde entonces ella había pasado más tiempo evitando a los hombres el corazón, o ambos, en malas condiciones. No obstante, Brian anotó
que saliendo con ellos. los resultados anormales en una tarjeta destinada a Teri.
—Busco calidad, no cantidad. Una de las enfermeras de la unidad golpeó en la puerta y metió la
Brian ya la echaba de menos. cabeza.
Fue directo a la sala y empezó su primer día de regreso revisando —Llegó todo el mundo —dijo—. Phil dice que comenzará las rondas
las fichas de los diecisiete pacientes tratados aquí. El personal se dentro de cinco minutos. —Ahí estaré.
mostró preocupado y colaborador. Parecía que todo el mundo conocía Le quedaban pocos minutos antes de las rondas; empezó a leer la
las circunstancias de la muerte de su padre. Cuando Brian terminó de segunda página de los tests de laboratorio de Bill Elovitz: hematología,
revisar las fichas, todavía no era hora de las rondas a los pacientes. el recuento de glóbulos rojos. De inmediato un test le llamó la atención.
Bajó al departamento de correspondencia para retirar la pila de correo El recuento de células eosinófilas era elevado; muy elevado, en
que le habían guardado. Después volvió a la sala y dejó caer la pila realidad. Las denominadas eos eran un tipo de glóbulos blancos
sobre la mesa de café que había en la pequeña sala de estar. Entre la granulares que aparecían rojos bajo el microscopio con el colorante de
muerte de Jack y su nueva amante, le resultaba difícil concentrarse en sangre más común. Aumentaban en forma anormal en un número de
nada. Quizá si abría algunos sobres e informes podría volver a la enfermedades, entre las que se incluían infecciones parasíticas tales
realidad. como anquilos-toma y triquinosis, y en reacciones como el asma, el
Tareas simples, se recordó a sí mismo, un consejo que creía haber eczema y la fiebre del heno. Pero también, entre las causas más
aprendido de su padre. Cuando todo lo demás fracase, divide la vida en comunes de la eosinofilia se encontraban las reacciones a diferentes
tareas simples y llévalas a cabo una por una. medicamentos.
La pila de correo incluía algunos dictados que debía revisar y Brian contempló el resultado, lo rodeó con un círculo y lo anotó en
firmar, boletines del hospital, dos notas de agradecimiento de pacientes la ficha de Elovitz. Hallazgos clínicos consistentes con hipertensión
y una docena de revistas, diarios y folletos gratuitos, todos subsidiados pulmonar, junto con una marcada eosinofilia, en un paciente que tomaba
de un modo u otro por las casas farmacéuticas. Además, había una una droga experimental. Quizá no

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significaba nada, pero quizá sí. Brian todavía no creía estar —¿Vas a cubrir la guardia hoy? —Phil preguntó a Brian.
forzando los hallazgos físicos y la eosinofilia de Elovitz para dar —Sí.
un diagnóstico. —¿Estás bien para hacerlo?
Metió los informes y algunas revistas en su maletín y se —Estoy bien, de verdad. Lamento haberme distraído tan-
dirigió a la sala. Phil Gianatasio, médico visitante de la unidad
para este mes, estaba en el proceso de arrear a los estudiantes, 194
residentes, becarios y enfermeras hacia el primer paciente. Phil to. Es que tengo muchas cosas en la cabeza. Pero puedo manejar la
había estado presente en el funeral, y se había comportado como guardia.
un amigo preocupado: lo llamó varias veces, pasó por su casa —Confío en eso. ¿Quieres que hablemos?
dos veces y una vez hasta logró convencer a Brian de salir a —En realidad, si tienes tiempo, sí. Hay un poco de café en la
almorzar. cafetera del salón.
Brian se unió al grupo, pero sólo escuchó una fracción de lo —En ese caso, allá vamos.
que se decía. La falta de aliento y la hinchazón de tobillos de Bill Se acomodaron en sendos sillones, uno frente al otro, en el pequeño
Elovitz quizá no resultara ser otra cosa que congestión cardíaca salón.
debido al endurecimiento de las arterias coronarias. Sin —Phil, quiero comentarte un caso, y deseo tu opinión.
embargo, ahora había otro hallazgo que explicar: el recuento —Dispara.
anormal de células eosinófilas. —Este es el hombre, Bill Elovitz, el que me derivaste en la sala de
La mente de Brian comenzó a considerar las posibilidades. emergencias.
Por lo que recordaba, los casos de HP asociados con el aceite —¿El Hombre Milagro?
tóxico en España, así como el L-triptofano y las pildoras —Exacto. Lo vi en la clínica Vasclear justo antes de que muriera
adelgazantes revelaban eosinofilia en la mayoría de los pa- Jack. Es un carnicero retirado y tiene un tatuaje en el brazo de un
cientes. Los antibióticos, los yoduros, hasta la aspirina: la lista campo de concentración nazi. Fue uno de los primeros pacientes de
de drogas que producían reacciones acompañadas por cierto Vasclear.
nivel de aumento en el recuento de células eosinófilas era casi —De Fase Uno, ¿no es verdad? —Sí,
tan extensa como la farmacopea entera. creo que sí. —Adelante.
Freeman tenía razón. Estar en el hospital era mejor que dar —Fue derivado aquí hace un par de años con una historia
vueltas solo por su casa. cardíaca clásica. Mejoró mucho durante un tiempo después de
—¿Qué piensas de esa posibilidad, Brian? recibir Vasclear, y después volvió a tener síntomas de estre-
Phil estaba parado del otro lado de la cama, esperando. Brian chamiento de las arterias coronarias. Finalmente, sufrió un infarto
sonrió, avergonzado. de miocardio leve hace ocho o nueve meses, a raíz del cual pasó dos
—Perdido en el espacio —se disculpó—. Trataré de estar días en el hospital y después fue dado de alta. Tiene algo en contra
menos distraído. Lo lamento. de los hospitales desde que estuvo en el campo de concentración.
—Siempre que estés presente cuando se me cruce la próxima —Comprendo. Cuéntame más.
tormenta tiroidea —respondió Phil. —Bien, está viniendo a la clínica una vez por mes para el
En el resto de las rondas con los pacientes no hubo tratamiento con Vasclear, pero desde hace cuatro o cinco meses
novedades. Brian logró concentrarse más en los casos, pero a comenzó a tener hinchazón de tobillos y falta de aliento. Ha sido
veces no podía dejar de pensar en Jack, Teri o Elovitz. Por fin, tratado por congestión cardíaca con los medicamentos habituales,
cuando el último de los casos terminó de ser examinado y pero poco a poco ha empeorado. Todavía puede moverse bastante,
discutido, Phil despidió al grupo, que se dirigió a sus diferentes pero ya no puede subir un tramo de escaleras sin detenerse.
tareas. —De acuerdo —dijo Phil—. Estoy listo. No me llamaste para
presentarme un caso típico de congestión cardíaca. ¿Cuál es la
trampa?
Brian bebió un sorbo de café y dijo:
—Puede ser que mis oídos estén un poco desacostumbrados
después de un año y medio sin un estetoscopio, pero también
existe la posibilidad de que estén descansados. Oí un cuarto
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sonido cardíaco fuerte en el ventrículo derecho, un aumento del Brian estaba empezando a irritarse ante la ligereza de su amigo.
componente pulmonar en el segundo ruido, y murmullos de Entonces, de repente, Phil se puso de pie.
insuficiencia pulmonar y tricúspide. —Bien —dijo—. Tengo que ganarme la vida. Brian, se han tratado
—¿Enfermedad pulmonar? más de doscientos casos con Vasclear beta desde el comienzo del
—Phil, sonaba exactamente igual que el único paciente con estudio de doble anonimato, sin contar los doscientos del grupo gama,
hipertensión pulmonar que diagnostiqué. que recibió la dosis más baja. Ninguno de ellos tuvo siquiera una
La expresión de Gianatasio pareció endurecerse, aunque en forma reacción alérgica por la droga. Creo que buscas algo imposible con
casi imperceptible. Se dio vuelta y apoyó su taza sobre la mesa, pero este asunto de la HP. Manténme informado, ¿quieres?
al hacerlo se salpicó unas gotas sobre la mano. Se secó la gota con la —Lo haré.
otra mano y cuando le habló a Brian, había vuelto a ser el Phil de Brian permaneció en el salón varios minutos, insatisfecho por la
siempre. conversación. Después llevó el maletín a la terminal de computadora
—La HP es un diagnóstico difícil sin hacer una pila de estudios — que había en la sala de guardia. Pudo tomar el teléfono particular de
dijo—. Incluso, a veces, aunque se los haga. ¡Pero no cuestionaría los Bill Elovitz de la primera página sin tener que pedírselo a nadie en la
oídos del hombre que hizo el diagnóstico de Tormenta en medio del sala de registros. Una mujer mayor respondió en el cuarto llamado.
fragor de la batalla! —Hola, familia Elovitz.
—Hay más —dijo Brian, todavía sorprendido por la extraña —Buenos días —dijo Brian—. Habla el doctor Holbrook, del
reacción de Phil, dudoso de si en realidad había sucedido—. Acabo de White Memorial Hospital. ¿Podría hablar con Bill Elovitz, por favor?
encontrar en mi pila unos tests de sangre que le hicieron al hombre Hubo un prolongado silencio antes de oír la voz parcialmente
hace diez días. Sus eos representan el catorce por ciento. El recuento amortiguada de la mujer, que decía:
total de glóbulos blancos es normal: nueve mil quinientos. —Devorah, es un doctor del White Memorial. Quiere hablar con
—Un catorce por ciento de nueve mil quinientos no es tanto Bill.
aumento si se considera el número real de células. Una mujer respondió desde lejos, pero Brian no entendió nada de
—Phil, lo normal es un porcentaje de cero a tres. lo que dijo.
—Lo sé. Pero aun así no me impresiona. Yo volvería a hacerlo. Y —Doctor, ¿podría repetirme su nombre?
te apuesto una pizza que el resultado es menor que cinco. Los —Holbrook. Doctor Brian Holbrook. Mire, si desea llamarme al
recuentos de eos son muy variables. Lo primero que hay que hacer hospital para verificar que llamo desde aquí, el número es...
ante una anormalidad inesperada en un test de laboratorio es repetirlo. —No será necesario, doctor. Soy la señora Levine, la vecina.
—Lo haré. Parece que todo esto no te sugiere nada. Creo... creo que nos conocimos cuando Bill se lastimó. —La mujer
—Es demasiado rápido para sacar una conclusión, Bri. Supongo empezó a sollozar. —Bill Elovitz está muerto, doctor. Lo mataron
que ordenaste hacerle tests por valor de millones de dólares. hace cinco días... una bala durante un asalto en el mercadito que está a
—Algo así. pocas calles de aquí.

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—¿Estoy en problemas?
CAPÍTULO VEINTIUNO —¿Por qué lo preguntas?
—No sé. Supongo que por paranoia. La última vez que al-
guien golpeó a mi puerta así y me preguntó si tenía tiempo para
hablar, era la DEA.
—Bueno, no estás en problemas que yo sepa. Pero necesito
hablar contigo. Chris Glidden aceptó cubrir la guardia durante
una hora.
—Suena serio. Sólo dame un poco de tiempo para acomo-
darme un poco.
—¿Qué tal si nos reunimos en mi oficina en diez minutos?
La mañana resultó muy larga. En varias oportunidades, Brian Phil desapareció antes de poder responderle. Brian se in-
tuvo que pedirles a las enfermeras que resolvieran por su cuenta corporó y trató de llamar a Teri al Marriott, pero como ella le
los problemas que pudieran, y fue a acostarse en la sala de había adelantado, ya se había ido del hotel. Debía de estar en
residentes. Nunca había sido un problema para Brian mantenerse algún sitio del hospital revisando fichas, o en Newbury Phar-
con energía en el trabajo. Pero ahora, la herida abierta de la maceuticals. En todos los diarios y noticiarios se anunciaba que
muerte de Jack, la noche que acababa de pasar con Teri y las el Presidente planeaba venir al White Memorial para la
noticias alarmantes sobre Bill Elovitz lo habían agotado. ceremonia de aprobación de Vasclear. A Teri se le acababa el
Quizá Freeman se había equivocado con respecto a ir a tra- tiempo para encontrar cualquier razón que pospusiera el evento.
bajar tan pronto. La oficina de Phil, en el séptimo piso, se parecía mucho al
Como víctima de un asesinato, era casi seguro que a Elovitz cuarto de un estudiante: poco espacio, repisas metálicas para los
lo hubiesen sometido a una autopsia. Brian se propuso verificar libros, y con vista al centro del hospital, no al Charles, in-
con la oficina del forense sobre los resultados. A continuación, cluyendo el esqueleto de un edificio en construcción y el anda-
llamó al departamento de registros y descubrió que ninguno de miaje alrededor de la Cúpula de Hipócrates de vitral. Brian había
los importantes tests que él había ordenado habían sido hechos hecho un alto en la máquina expendedora camino a la oficina de
antes de la muerte de Bill. Phil para comprar un par de pasteles indefinibles, cubiertos con
Por fin, se puso a dormitar; tuvo un sueño inquietante y sin azúcar y envueltos en celofán. Arrojó uno sobre el escritorio de
sentido, que incluía fútbol, campos de concentración, el res- Phil.
taurante Blues y su maestra de geometría de quinto grado. No lo —Toma —dijo Brian—. Es un soborno en caso de que me
despertó ni el beeper ni el teléfono, sino un suave golpe en la hayas mentido y sí esté en problemas.
puerta, una vez, y después otra. Phil hizo a un lado el pastel... una mala señal.
—Está bien, entre —dijo en voz alta, mientras se preguntaba, —No mentí sobre eso —respondió—, pero sí sobre otra cosa.
cosa ilógica, si podía ser Teri. Siéntate, por favor.
La puerta se entreabrió y Phil metió la cabeza. Parecía clara- Brian sacó algunos papeles de una silla estilo escandinavo y
mente preocupado. Brian lo había llamado de inmediato para se acomodó. Phil, que por lo general se vestía con pulcritud,
contarle la noticia de Bill Elovitz. En esta oportunidad no hubo siempre prolijo, tenía aspecto macilento y cansado. Tenía la
nada de petulante en la reacción de Phil; sólo un suave silbido, un corbata suelta, y tenía una pequeña mancha de café en el cuello
silencio prolongado y algunas palabras de genui-na sorpresa. de la camisa.
—¿Tienes tiempo para hablar? —le preguntó ahora.
—Ve directo al grano, Phil —le aconsejó Brian—. No hay fies. Sea lo que fuere que vayas a decirme, ya no juzgo a nadie.
mucho que hayas podido hacer que yo no haya hecho a monto- Gianatasio se compuso con un profundo suspiro.

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—Lamento haberme mostrado tan indiferente hace un rato, cuando me es que, en realidad, no sabemos si alguno de estos hombres en
contaste sobre ese pobre hombre de quien pensabas que tenía realidad tuvo HP.
hipertensión pulmonar. La verdad es que no supe qué hacer con la —Es verdad. Y quizá debamos dejar las cosas como están. Creo
información. Verás, hace un par de años, cuando el proyecto Vasclear que ya lo sabes, Brian. Pero quiero volver a advertirte. Esta droga es
todavía estaba en la Fase Uno, tuve otro paciente de Vasclear de quien su bebé. Ni siquiera puedo empezar a imaginar cuánto dinero hay
pensé que podía tener hipertensión pulmonar. Busqué y averigüé su enjuego. Los primeros treinta segundos que esté en el mercado,
nombre: Ford, Kenneth Ford. Lo vi una sola vez en la clínica, pero llevo probablemente producirá más dinero que el que ganamos tú y yo
un pequeño registro de los casos interesantes que me toca ver, y él estaba juntos en un año.
en él. Su revisión clínica era casi idéntica a la que dijiste haber oído y —Lo sé.
visto en tu hombre: edema de tobillos, carencia de aliento, insuficiencia Brian no hizo ningún comentario, pues percibía que su amigo
tricúspide y pulmonar, todo. —¿Qué ocurrió? estaba demasiado tenso para bromear sobre sus salarios.
—Yo... hice lo que se suponía debía hacer: hablé con Art Weber. Él —Pickard, Jessup, Weber... parece que todos te estiman —
me dijo que había habido varios brotes de tipo alérgico con la droga, que continuó Phil—. E hiciste un par de cosas estelares desde que entraste
él y sus químicos determinaron que se debieron a un ingrediente utilizado aquí. Pero todos son duros como piedras en lo que se refiere a una
en la etapa de estabilización química de la síntesis. Después, el proceso discusión académica, o cuando alguien les resulta problemático o
fue revisado, el contaminante eliminado y no se informó de ningún amenaza con costarles dinero. Desde que estoy aquí he visto varios
problema más hasta este Ford. Weber y yo repasamos con minuciosidad ejemplos. No tienes modo de saberlo, pero Pickard y Jessup vinieron a
su ficha, y sin duda él comenzó con la droga antes de la modificación de verme después de que admitiste haber enviado el informe a la FDA
la síntesis. sobre ese catéter Ward-Dunlop. Brian, iban a echarte. En ese preciso
—¿Entonces? ¿Qué pasó con el hombre? ¿Cómo le ha ido? momento y lugar. Sin darte una segunda oportunidad. No les
—Brian, escucha. Desde que llegué a este hospital estoy tras la importaba tu futuro en el Comité de Medicina, ni tus hijas, nada.
efectivización. Ahora estoy a punto de ser aprobado. La efectivización en Salvaste a mi paciente de tiroides y a la paciente de Jessup, y estaban
el Instituto Cardíaco y Escuela Médica de Boston. Lo mejor, el sueño de listos para mandarte al purgatorio médico solamente por no haber
cualquier cardiólogo académico, y estoy a punto de hacerlo realidad. tomado una decisión de equipo.
Sabes tan bien como yo que no soy de lo más brillante que existe, así que —¿Qué fue lo que me salvó?
tuve que trabajar mucho más que cualquier otro médico, mantener limpia —Probablemente un poco de todo. Yo hice lo que pude por mi
mi nariz, y lo más importante, respetar las reglas. Y en el Instituto parte. E impresionaste mucho a Pickard. Creo que fue él quien
Cardíaco, una de las reglas más importantes es no precipitarse a hablar de finalmente persuadió a Jessup de darte otra oportunidad. Pero es sólo
ningún producto ni droga del ICB. Tengo que tener mucho cuidado. por el momento.
—Comprendo, Phil. De verdad. Pero dime, a este tipo Ford, ¿alguna —Entonces, parece que los dos tenemos razones para pensar muy
vez le diagnosticaron con seguridad hipertensión pulmonar? bien las cosas.
Phil levantó la mirada al techo. —Eso depende.
—No... no sé. Weber me prometió que hablaría con Carolyn y que —¿De qué?
ella se iba a hacer cargo de Ford y de decidir si su situación era digna de Un poco más relajado, Phil no pudo resistirse más al pastel- Lo
mención o no. Nunca me molesté en seguir el caso, y después lo olvidé abrió y le dio un mordisco grande antes de responder.
por completo... hasta esta mañana. Bri, me siento muy mal al respecto. —De cuánto te guste alquilar autos y de cuánto me gusta- na a mí
De verdad. acompañarte.
Brian pensó en Teri y en el jefe de ésta, quienes buscaban Cualquier
200 dato que les sirviera para posponer la aprobación de Basclear. Pensó
en su advertencia de que era mucho más difí-
—Me imagino. Hiciste bien en sacarte el peso de encima. Y la verdad
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cil sacar una droga del mercado que retenerla desde el principio. últimos dos años, no había habido problemas con Vasclear, ninguno
Finalmente, pensó en los cientos de vidas que podrían salvarse en absoluto.
cada día que se prescribía Vasclear. —Phil, no podemos
abandonar esto —dijo. —¿Por qué no? Tenemos doscientos casos 202
sin problemas que consumen dosis terapéuticas de la droga, ciento Sin embargo, él quería saber más. Brian había elegido Vasclear
cincuenta de los cuales han sido curados de una enfermedad como pieza clave en la terapia de su padre, y ahora su padre estaba
mortal. Has visto a los pacientes con tus propios ojos. Has visto muerto. Necesitaba descubrir todo lo que pudiera sobre la droga.
los resultados. Y oíste a Jodie Foster, M.D., arriba del escenario Pero, ¿a qué precio?
del Hipodomo diciendo qué ansiosa estaba la FDA por saber algo, —Mira, Phil —dijo—. Supongamos que investigamos con
cualquier cosa sobre Vasclear antes de que fuera lanzada. —No sé, mucha discreción y vemos qué averiguamos sobre Ford y Elovitz.
Phil. Si no descubrimos nada más, mantendremos la boca cerrada y
—Brian, te lo aseguro: si informamos estos casos a otra dejamos que ocurra lo que deba ocurrir.
persona que no sean Jessup, Pickard o Weber, y nos sorprenden, o —No me gusta.
siquiera si investigamos y ellos se enteran, estamos terminados. —Está bien, está bien. ¿Qué te parece si buscas el registro de tu
Aquí, allá y en cualquier parte. Terminados. hombre y ves si tiene un recuento de eos elevado? No le hará daño
Brian todavía se sentía incómodo con dejar escapar la posibi- a nadie.
lidad de la toxicidad de una droga desconocida. Pero todo —abso- Casi todas las fichas del White Memorial habían sido esca-
lutamente todo lo que Phil decía tenía sentido. Todas y cada una neadas en las computadoras de la sala de registros. Phil se encogió
de las drogas que había en el mercado tenían cierto grado de de hombros, se dirigió a su terminal y dio su clave de ingreso.
toxicidad, muchas de ellas letales. La proporción riesgo-beneficio Brian dio vuelta al escritorio y se paró detrás de su silla. Le llevó
era lo que importaba en la farmacología clínica. menos de un minuto al sistema encontrar electrónicamente la ficha.
Se ha informado de la ocurrencia de anemia aplástica mortal Dos años y medio atrás, la primera vez que apareció en el
en menos de un uno por ciento de los pacientes que consumen la Instituto Cardíaco, Kenneth Ford era un hombre negro de sesenta y
droga A... Se ha constatado hepatitis como complicación de la nueve años, divorciado, empleado de la sección Dorchester de la
terapia con la droga B, deberían controlarse las funciones ciudad. Fue derivado a Cardiología para su evaluación del dolor de
hepáticas con frecuencia durante el curso completo de la pecho, se diagnosticó que sufría enfermedad de las arterias
terapia... Se han informado casos de sordera irreversible... coronarias moderadamente avanzada, y se inició el tratamiento con
Adormecimiento... Fiebre... Insuficiencia renal... Ceguera... Vasclear como parte de la Fase Uno. En seguida evidenció una
Convulsiones... Encefalitis... Parálisis... Muerte súbita. La lista de respuesta excelente al tratamiento, pero después comenzó a
advertencias y reacciones adversas de medicamentos aprobados experimentar un dolor cada vez mayor en el pecho, falta de aliento
por la FDA llenaban gran parte, por no decir la mayor parte de las e hinchazón de tobillos.
tres mil páginas del Manual del Médico. Phil y Brian revisaron las visitas a los médicos y a la clínica
Entonces, ¿qué problema había si un porcentaje pequeño de Vasclear.
pacientes que recibían Vasclear desarrollaban una complicación —Ahí —dijo Phil, señalando la pantalla—. Ese es mi dictado.
seria? Brian leyó las dos páginas, que parecían copiadas de las que él
¿Proporción riesgo-beneficio? Sin discusión. Era el caso de una había escrito sobre Elovitz.
cura milagrosa contra un par de ancianos con síntomas comunes, —He ahí tu plan —dijo—. Placa de rayos x, electrocardio-
que podrían o no haber tenido una causa fuera de lo común. Brian grama, ultrasonido cardíaco, hematología, recuento de plaquetas.
se recordó a sí mismo que Ford y Elovitz habían recibido Vasclear Bien. Busca el recuento de plaquetas.
antes de la modificación del proceso de síntesis química. En los Phil buscó en el resto del registro. Había muchos tests de
laboratorio, incluyendo recuentos completos de sangre, pero
ninguno en la fecha ni después de que él había visto a Kenneth
Ford.
—Qué extraño —dijo.
Regresó a las notas clínicas. Ford fue visto una vez más,
203
por un residente que no revisó su ficha o no se molestó en escribir 204
un resumen del caso. No había mención de la nota de Phil ni de los eosinófilos, por nada más maligno que un virus. Esto está fuera de
análisis de laboratorio recientes. Congestión cardíaca, finalizaba el nuestro alcance.
residente, haciendo un evidente diagnóstico automático. Causa: —Lo lamento —dijo Brian, mientras se sentaba y mordía un
enfermedad cardiovascular arterioscleró-tica. trozo de su pastel.
Phil buscó en el resto del registro y se detuvo en una carta —Gracias, amigo. Mira, no sé por qué actúas como un perro
escrita cuatro meses después de que Phil vio a Kenneth Ford en la detrás de una rata. Quizás estás más enojado de lo que admites
clínica Vasclear. La carta provenía de un médico de cabecera en porque Vasclear no funcionó con tu padre. Pero sé que piensas
Dorchester al cardiólogo a quien Ford había sido derivado al demasiado en todo esto. Lo analizas demasiado. —Quizá.
principio, en la que le informaba al especialista la muerte del señor —Bueno, gracias, Dios mío, por ese "quizá". Está empezando
Kenneth Ford en el hospital de la ciudad de Boston. La causa de la a desacelerarse mi pulso.
muerte era edema pulmonar —congestión cardíaca masiva— —Entonces, ¿qué vamos a hacer?
secundaria a la enfermedad cardiovascular arteriosclerótica. —¿Hacer? Pues, nada, Bri. Ese es el punto. No tenemos nada, no
—Maldita sea, ojalá supiera si tuvo o no un recuento de eos hacemos nada. —Quizá.
elevado —dijo Brian. —Amén por otro "quizá" del muchacho. Por favor, démoslo
—¿Qué diferencia haría? Ese test no es específico en absoluto. por terminado. Mi conciencia está limpia. Tu conciencia está
—Vamos, Phil. Sabes tan bien como yo que el test es anormal limpia. Y todavía tenemos empleo.
en reacciones alérgicas y normal en la mayor parte de las —¿Qué quieres apostar a que Kenneth Ford tenía un recuento
enfermedades cardíacas. Ciertamente no es algo que esperarías de eos por encima del diez por ciento?
encontrar en una congestión cardíaca por arteriesclerosis. La expresión de Gianatasio se transformó en una mezcla rara
—Te repito, Brian, deja las cosas como están. de miedo e ira.
Brian tomó el teléfono y trató de llamar al departamento de —Suficiente, Brian, por favor. Te aseguro que ésta no es gente
registros en el hospital de la ciudad de Boston. Tal como había a la que se debe irritar... en especial cuando no tienes nada que
esperado, no había modo de que nadie hablara con él sin una ganar.
autorización de Kenneth Ford o su representante legal. —¿Cómo van a descubrir si voy hasta el hospital de Boston y
—Maldita sea —murmuró, mientras colgaba el auricular—. trato de conseguir los análisis de Ford?
Phil, ¿tienes alguna idea de por qué los tests de recuento de —No lo sé. ¿Cómo me enteré por alguien que se enteró por otro
plaquetas que ordenaste no aparecen en la ficha de Ford? que casi te agarraste a puñetazos con ese ebrio que maneja el
—Ninguna. departamento de animales? Brian se quedó mirando a Phil. —
¿Qué? ¿Qué dije? —quiso saber Phil. —¡El departamento de
—Tú... ¿crees que podrías llamar a Hematología y ver si
animales! Phil, la pelea que tuve con ese imbécil de Earl fue por
pueden encontrarlo?
un mono, un chimpancé que creí que tenía una retención de
—Brian, estás jugando con tu futuro. ¿Y para qué?
líquidos masiva y cierto nivel de edema pulmonar. Quise saber en
—No lo sé, Phil. No sé para qué. ¿Por qué falta ese test?
qué estudio experimental estaba involucrado el mono, y ese
Phil llamó a Hematología. No existía tal test de Kenneth Ford
estúpido casi me arrancó la cabeza. —Oh, vamos. No agregues un
después de haber sido visto por Phil en la clínica.
maldito mono a la teoría de la conspiración.
—Diablos —murmuró—. Brian, no sé qué diablos ocurre, pero
Brian buscó un papel en su billetera. —Cuatro, tres, ocho, seis —
creo que estás exagerando las cosas. Las personas con enfermedad
dijo—. Es el número del chimpancé. ¿De verdad quieres ganar
cardíaca muchas veces tienen congestión. Los informes de
dinero? Voy a hacerlo con un pároli. Si un caballo pierde, todos
laboratorio no se anotan en las fichas todos los días. Los pacientes
pierden.
siempre tienen una elevación inexplicable de los
205
—No entiendo.
—Primero, Kenneth Ford va a tener un recuento de eos
elevado. Segundo, el mono número cuatro, tres, ocho, seis va a CAPÍTULO VEINTIDÓS
resultar formar parte de los estudios preliminares de Vasclear. Y,
tercero, tenía alguna versión de mono con hipertensión pulmonar.
--Si decides seguir con esto —dijo Phil—, sólo hazme un
favor.
—¿Cuál?
—Guárdame un sedán de lujo con poco kilometraje, y no te
molestes con el seguro.

Memo intrahospitalario Alexander Baird,


WhiteLink comisionado de la FDA, y
De: Thomas el senador Walter
Dubanowski, jefe de Louderman. Debido a que
Seguridad, los asientos son limitados,
White Memorial la admisión a la Cúpula
A: Todos los estudiantes será exclusivamente por
y personal del lista de invitados.
White Memorial La seguridad alrededor
14 de octubre del edificio Pinkham será
Hemos sido informados a estricta. Sólo a aquellas
través de la personas que tengan
administración del tareas esenciales de
hospital de que el cuidado de pacientes se
Presidente de los Estados les permitirá el ingreso al
Unidos estará presente en edificio. Quienes no
el Hospital White reciban invitación formal
Memorial el viernes 18, o a la ceremonia de la
el sábado 19 de octubre a administración del White
fin de presidir una Memorial, del Instituto
ceremonia que se realizará Cardíaco de Boston o de
en la Cúpula de Newbury Pharmaceu-
Hipócrates. También ticals tendrán la
estarán presentes para la oportunidad de saludar al
ocasión el doctor Presidente en la cafetería

207
del hospital. horcajadas de él en la cama,
Aún no se han divulgado y que había gemido
detalles del viaje del suavemente con el primero,
Presidente a Boston, ni y después con otro,
orgasmo.
tampoco la fecha ni la
hora exactas en que se Durante algunos
momentos se quedó junto a
llevará a cabo la
la puerta del bar,
ceremonia en el White observándola, consciente de
Memorial. Agradecemos los sentimientos paradójicos
por adelantado que y confusos de intimidad y
disculpen cualquier distancia, de conexión y
inconveniente que puedan separación. Brian había
causarles las medidas de tocado cada milímetro de su
seguridad más estrictas y de cuerpo, compartido
control de multitudes. sensaciones incomparables
Cualquier pregunta podrá con ella. Sin embargo, ni
ser dirigida a esta oficina. siquiera sabía cómo era su
departamento. ¿Sería el
comienzo para ellos?
Brian salió del hospital a las ¿Estaban destinados a ser el
cuatro de la tarde, después amor de toda la vida el uno
de alegar cansancio y del otro?
jaqueca, y debió soportar el
Gracias a Dios que
tránsito de la hora pico para
existe un día por vez, pensó.
atravesar el túnel Callahan
De otro modo, las vueltas y
hasta el aeropuerto Logan.
curvas de la vida serían
Teri lo estaba esperando en
demasiadas para negociar.
un rincón del pequeño bar
en la terminal B. Para Brian, la situación
Habían pasado menos de de Vasclear todavía estaba
doce horas desde la última muy en el aire. Pero Phil
vez que hicieron el amor. había decidido hacerse a un
Sin embargo, al verla costado. Ambos habían
sentada, vestida con traje y hablado por teléfono pocas
anteojos, el pelo recogido, el horas después de la reunión
maletín abierto, leyendo un en la oficina de Phil. Brian
documento, parecía estar a lo había llamado.
años luz de la mujer que —Phil —dijo—, sólo
había estado sentada a quería que supieras que no
salí corriendo a investigar ¿Cuántos casos supones que
sobre este asunto de recibieron Vasclear durante
Vasclear. Y quería decirte las pruebas de Fase Uno?
cuánto aprecio que hayas —No estoy seguro, pero
confiado en mí y en mi creo que una vez oí que
juicio al compartir conmigo dieciocho humanos más la
lo que sabías. cantidad usual de
—Me alegro de que me cuadrúpedos.
hayas llamado para —De acuerdo,
decírmelo. La verdad es que dieciocho. Dos de dieciocho
he estado nervioso desde pueden o no haber contraído
que hablamos; pensé que si HP. Uno de ellos tuvo un
hubiera mantenido la boca recuento elevado de
cerrada sobre el caso Ford, eosinófilos. Eso es todo. Es
no estarías en peligro de todo lo que sabemos.
echar todo a perder y de que —Eso es —recalcó Phil
te despidieran. De veras me —. Además, la gente de
gusta tenerte aquí, amigo. Weber modificó el elemento
—Gracias. Créeme, que producía las reacciones
tampoco tengo ganas de en los pacientes. Si esa parte
volver detrás del mostrador de la droga también estaba
de Speedy Rent-A-Car. Pero causando HP, ya ha sido
Phil, no debes sen- solucionado.
—Exacto.
208 —Entonces, ¿vas a dejar las
tirte responsable por mí, no cosas como están?
importa lo que ocurra. Brian vaciló antes de
Admito que tengo responder:
curiosidad por los cabos —Probablemente.
sueltos en el asunto —Aquí, en el Instituto
Vasclear, pero te aseguro Cardíaco, no usamos esa
que no voy a autodestruirme palabra, sino
por ellos. Así que, deja de definitivamente. Porque
preocuparte por mí. Brian, te aseguro que no
—De acuerdo. No estoy más tenemos nada que ganar y
preocupado. realmente no puedo
—Hablo en serio. Es arriesgarme a perder todo.
decir, ¿qué es lo que Simplemente, no puedo.
sabemos, de todos modos? —Eh, te entiendo. Por
eso te llamé, para decirte enfermo. Saltaba de un lado
que ni siquiera quería que al otro de un neumático
hicieses nada sobre estos colgado, y me hacía caras
casos de HP. Tienes razón. como solía hacerme Joanne.
Arriesgamos mucho. —¿Preguntaste qué le
—Gracias. Ahora, sólo ocurrió al otro mono?
espero que tú estés —Diablos, no. Ya te
escuchando lo que dices. dije, Brian, las paredes
—Sí, Phil. Cuídate. tienen oídos por aquí, y yo
—Lo haré. Escucha, otra estoy fuera de circuito.
cosa. Ese mono que —Fuera de circuito —
mencionaste, el chimpancé repitió Brian.
del laboratorio.
—¿Cuatro, tres, ocho, seis?
¿Qué pasa con él? Teri levantó la mirada y
—Que no existe. vio a Brian cuando éste se
—¿Cómo? acercaba. Su sonrisa iluminó
—Y dicho sea de paso, el el rincón oscuro. Habían
cuidador de animales, Earl, quedado en que ella iba a
tampoco está más. llamarlo al beeper al
—Cuéntame. mediodía, sólo para che-
—No hay nada que quear. Para ese entonces,
contar. Bajé para atender a Brian había decidido
mis háms-ters, y había un compartir con ella la
nuevo empleado ahí. Andrei, información sobre Bill
creo que se llama. Habla con Elovitz y Kenneth Ford. Teri
acento; ruso, creo. Le prometió averiguar en su
pregunté sobre Earl, y él dijo oficina exactamente qué
que no tenía idea de quién había sido informado sobre
era ni de por qué no los dos pacientes de Fase
trabajaba Uno, y ponerlo al tanto en el
aeropuerto.
209 —Ah, hola —saludó—.
más ahí. Entonces pasé por Me estaba preguntando si
las jaulas de los primates. ibas a poder llegar antes de
Ahí hay un chimpancé, pero mi vuelo.
su número no es cuatro, tres, Teri se levantó y lo besó
ocho, seis, y por lo que pude en la boca, y agregó que
ver tampoco tiene nada de había estado mirando a los
clientes del bar y época de su muerte. Mi
determinado que podía gente no le dio mucha
arriesgarse. importancia a ese caso, en
—En ese caso, arriésgate especial porque no hubo
otra vez —dijo Brian—. otros.
¡Dios, qué hermoso —Hasta ahora.
perfume! —Sin divulgar tu
—Huelo a Newbury nombre, mencioné a tu
Pharmaceuticals, que es segundo paciente, el pobre
donde pasé la mayor parte hombre que fue asesinado
del día. Toma, ordené lo de en un robo, al doctor Baird.
siempre. Yo estoy tomando Él pensó que tus hallazgos
chardonnay. eran aplicables tanto a la
—¿Cómo va todo? congestión cardíaca como a
—Bueno, creo que ya la hipertensión pulmonar.
está. He amasado la mayor Además, antes de asumir el
cantidad de información cargo de la FDA, él era
posible. profesor de medicina. Pero
-¿Y? aunque haya sido HP, no hay
—Y creo que todo está modo fácil de conectarla con
cocinado para el sábado. Vasclear. Además, estos
Que comiencen los juegos pacientes formaron parte de
de Vasclear. los estudios de Fase Uno. El
—¿Qué pasó con los dos proceso químico utilizado
casos? para hacer la droga fue
—Bueno, verifiqué con modificado antes de la Fase
mi oficina. Los pacientes de Dos. Desde entonces, nada.
la Fase Uno y Fase Dos El doctor Baird no cree que
están identificados con tengamos motivo de alarma
iniciales solamente. Se ni de preocupación. Y la
informó que el paciente K. verdad es que yo tampoco.
F, que supongo es Kenneth Brian se encogió de
Ford, falleció de congestión hombros y tomó su mano.
cardíaca. Pero también había —Eh, por mí está bien
una nota del equipo del —dijo Brian—. Sólo hice lo
Instituto Cardíaco en la que que te prometí hacer:
se informaba que el paciente mantener los ojos y los
estaba siendo evaluado por oídos abiertos e informarte
hipertensión pulmonar en la sobre cualquier hallazgo.
—Y espero que sepas lo tiempo libre para ti. De
agradecida que estoy. Brian, hecho, dentro de poco tengo
finalmente estoy ansiosa por un par de semanas de
Vasclear. Después de todo vacaciones. ¿Qué te parece
este trabajo, pienso que esta si vamos a algún lado?
droga es lo máximo. Creo —Desafortunadamente
que va a salvar vidas; soy nuevo en el ICB. No
muchas, muchas vidas. tengo vacaciones durante
Los recuerdos de su seis meses, y según acordé
padre le hacían difícil a con el doctor Pickard, no
Brian compartir el puedo alejarme de los tests
entusiasmo de ella. periódicos de control de
—En ese caso, yo drogas durante un año; eso
también estoy ansioso. significa que no puedo salir
También me alegro de que tu de Boston.
parte en todo esto ya va a —Entonces, yo vendré a
terminar. verte. Me encantaría
—Supongo que sí, en conocer a tus hijas.
cierto modo. Pero tenemos —¡Eso es hablar!
un programa de observación —Dentro de dos
posmarketing muy activo. Si semanas voy a poder viajar.
surgen problemas con la Quizá tú podrías volar un fin
droga, serán nuestra de semana antes de eso.
prioridad. Y una de las cosas —Quizá.
positivas de que se apruebe Teri consultó su reloj.
Vasclear es que tendré más
210
211
—Mientras tanto, voy a estar bastante ocupada con toda la Hora de dejar a un lado todo el problema. Las palabras
pompa y circunstancia. Pero volveré dentro de cinco días. Con- todavía reverberaban en la cabeza de Brian cuando llegó a la
vengamos en hablar todos los días hasta entonces. Si nos rotonda de Bell Circle, una de cuyas salidas conducía a la au-
desencontramos, te llamaré al beeper. Puedes dejar mensajes en topista hacia su casa. Antes de darse cuenta siquiera de lo que
mi casa o en la oficina. estaba haciendo, pasó por la rotonda, dio toda la vuelta y se
Brian la tomó en sus brazos. dirigió al sur por la 1 A, de regreso a la ciudad; más específica-
—Lo pasé muy bien anoche —le dijo—. Y espero que sea el mente, hacia el hospital de la ciudad de Boston.
principio de algo muy especial.
—Lo es —murmuró Teri, rozándole la oreja con los labios—.
Créeme, Brian. Ahora sé por qué estuve ignorando el teléfono y El secreto de moverse con libertad en un hospital era sencillo:
sola durante tantos meses. Te estaba esperando a ti. había que verse y actuar como si se perteneciera a ese lugar. En
un hospital enorme como el de la ciudad de Boston, con tantos
edificios, su enorme facultad internacional, población de
Brian sacó el LeBaron del estacionamiento del aeropuerto y pacientes internos y personal crónicamente agotado, la tarea
emprendió viaje de regreso a Reading. Sólo pensaba en Teri resultó fácil.
Sennstrom: su voz, su aplomo, el olor de su pelo, la sensación de El aspecto prolijo de Brian, el delantal de la clínica, el este-
su cintura, su cuerpo apretado contra el suyo. Se habían toscopio y la tarjeta plástica de identificación le dieron acceso al
despedido con un beso en el bar; decidieron que era demasiado departamento de registros, donde pronto el encargado le estaba
arriesgado caminar juntos por la terminal hasta el abordaje. Una ayudando a buscar el registro de Kenneth Ford, fallecido. Llevó
vez que Vasclear fuera lanzado al mundo, no tendrían problemas bastante más tiempo hacer venir a un guardia de seguridad para
para mostrarse en público. Pero, por el momento, era mejor para que lo llevara a los confines polvorientos del hospital, hasta el
ambos mantener la discreción. depósito cerrado bajo llave donde se guardaban los registros
Teri tenía razón, pensaba Brian mientras se dirigía a la denominados inactivos.
autopista 1 A. Todo había terminado. Pese a sus sospechas con No era de sorprender que las cajas de cartón, cuidadosamente
respecto a Ford y Elovitz, Vasclear había probado ser increí- numeradas, al igual que los registros que contenían, guardarían
blemente efectivo y no tener problemas en un estudio de doble orden lógico. Luego de diez minutos de espera, el guardia se
anonimato de tamaño considerable, cuidadosamente controlado. impacientó y se fue, después de dejarle instrucciones de que
No podía hacer nada con respecto a la falta de respuesta de Jack cerrara con llave al salir.
a la droga. De cada millón de pacientes en todo el mundo que "Respetamos la Confidencialidad de los Pacientes." Los car-
iban a recibir tratamiento, una vez terminada la ceremonia en el teles aparecían en todos los ascensores de todos los hospitales
Hipodomo, doscientas cincuenta mil personas tampoco que Brian conocía. Y sin embargo aquí estaba él, con sólo su
responderían a Vasclear. Doscientos cincuenta mil fracasos en buena apariencia, una tarjeta de identificación perteneciente a
total. Y, en este punto, por lo que cualquiera podía determinar, no otro hospital y algunos de los atavíos de un médico, a solas entre
era sino el veleidoso dedo del destino el que iba a decidir quién miles de registros médicos.
era curado por la droga y quién no. Una combinación letal de Tardó casi cuarenta y cinco minutos y tuvo que revisar casi
factores desconocidos sumados a la simple mala suerte, eso era media docena de cajas antes de encontrar el registro de Kenneth
lo que había conspirado contra Jack Holbrook. No había nada Ford. Por momentos, Brian se había preguntado si el registro de
más que Brian podía hacer. este paciente no se encontraría entre los desaparecidos, como el
Era hora de dejar a un lado todo el problema. Phil se lo había análisis de laboratorio del White Memorial y el chimpancé cuatro
dicho con toda claridad: no tenían nada que ganar y todo que mil trescientos ochenta y seis.
perder, si enfurecían a las altas esferas del Instituto Cardíaco. Kenneth Ford había sido admitido en el hospital de la ciudad
de Boston el 3 de agosto, dos años atrás, y había muerto el 6. nóstico de deceso: el mismo. El electrocardiograma mostraba
Diagnóstico de admisión: congestión cardíaca severa. Diag-

212
213
cambios coincidentes con trastornos tanto cardíacos como El Show de Oprah Winfrey
pulmonares, y la placa de rayos x de pecho mostraba demasiado
fluido en los pulmones para posibilitar un diagnóstico tan sutil
como hipertensión pulmonar.
Brian sintió una tensión extrañamente placentera al leer el
Oprah: ¿Usted cree en los milagros? Hoy dedicamos este
informe de hematología.
programa a personas que han salvado la vida gracias a las
Anticuerpos: 13.300/cu mm (elevados) denominadas curas milagrosas. Pero antes de empezar con
Recuento diferencial de células: nuestros invitados muy especiales de cura milagrosa, quisiera
Granulocitos: 45% Bandas: 3% presentarles al señor Al Morgenfeld, un hombre que sufrió dos
Linfocitos: 33% Monocitos: 5% ataques cardíacos y padece de una grave enfermedad de las
Eosinófilos: 14% (elevado) Basófilos: 0% arterias coronarias, cuya vida es la de un lisiado cardíaco.
Además del señor Morgenfeld, se encuentra su esposa, Julia, y
Brian arrancó la página y se la metió en el bolsillo. A partir su cardiólogo, la doctora Susan Norman, quien ha prometido al
de ahora iba a dejar a Phil fuera de la investigación; no era justo señor Morgenfeld que empezará el tratamiento con la nueva
involucrarlo. Iba a tener que ser muy cuidadoso y andar con droga maravillosa el mismo día en que sea aprobada para uso
precaución. Pero Jack estaba muerto, y directa o indirectamente, general... lo cual podría producirse la semana próxima.
la elección de tratamiento con Vasclear había ayudado a matarlo.
Sin importar lo que ocurriese, no iba a descansar hasta que Brian se quedó atrás del grupo pequeño que había en la sala de
pudiera responder algunas dudas que lo carcomían. espera de la clínica Vasclear y observó la primera parte del
programa televisivo que todo el mundo en el hospital había
estado anticipando. Tanto los pacientes como el personal
vitorearon y aplaudieron al oír mencionar la droga que los había
reunido. Lucy Kendall, esplendorosa con un atuendo de cache-
mira rosa, se había ubicado a la izquierda y a medio paso de
Brian, e insistía en atacar el brazo y la espalda de éste con el
seno.
—¿No es maravilloso? —dijo Lucy. —
Así es.
215
214
—Mi única gran preocupación es cuánto tiempo va a permanecer como sucede con miles de pacientes?
abierta la clínica —comentó Lucy. —No había pensado en eso. —Bueno, para empezar —respondió la médica— ya fue sometido a
Una vez que la droga fuera de uso general, era lógico pensar que el un bypass, hace siete años. Otra cirugía conllevaría un riesgo mayor.
cuidado de la mayoría de los pacientes de Vasclear podía ser devuelto a Me enteré de Vasclear hace más de un año y he estado en contacto
sus respectivos médicos. Cualquier médico con acceso a una farmacia constante con Newbury Pharmaceuticals. Hemos estado a la espera de
podía tenerlo. Time, Newsweek, CNN, los noticieros y ahora una cura no quirúrgica para la enfermedad de Al.
Oprah. ...Qué desesperada estaba la gente por una droga como ésta. ¿Y —Usted quiere decir que ha estado esperando un milagro. —
cuántos cientos de millones de personas miraban esos programas y Exactamente. Y creo que ya tenemos uno. Brian se dio vuelta y se
leían esas revistas? Iba a ser como la fiebre del oro médica. dirigió a la oficina de residentes. —Eh, casi lo olvido —lo llamó Lucy
Brian recordó lo que le había dicho Laj Randa sobre el costo de un —. Tu novia está en la sala dos.
tratamiento con la droga. Cien dólares la dosis, alrededor de cincuenta —¿Mi novia?
dosis en un tratamiento completo. Más aún, los planes de medicina —Nellie, la mujer que quería darte a su hija —Lucy corrió y
privada y las compañías de seguro, los verdaderos controladores del murmuró el resto de la oración en el oído de Brian— como tu esclava
costo en el país, pagarían con gusto. Un quíntuple bypass equivalía ¿a sexual.
cuántas dosis de Vasclear? Y, Brian reflexionó con amargura, si el —Ah —respondió Brian con mucho menos entusiasmo en la voz o en
paciente no respondía al tratamiento, como Jack, y ese paciente era uno la expresión del que se había propuesto—, gracias.
de los que fallecía antes de llegar al quirófano, mucho mejor. Volvió a la oficina, evitando la sala dos en forma adrede. No era Nellie
—Bueno, la droga todavía tiene que ser aprobada —dijo Brian—. quien lo perturbaba. La anciana era una delicia.
Supongo que en los próximos años se pondrán de moda las clínicas de Era lo que ella representaba: una cura con Vasclear.
administración de Vasclear. Y aun si eso no ocurre, eres una enfermera ¿Por qué no Jack'?, se preguntó por millonésima vez. ¿Por qué no
excelente, y estoy seguro de que no tendrás problemas para encontrar mi padre?
otro trabajo. Finalmente, después de unos minutos de revolver papeles, se dirigió
—Gracias por decirlo. ¿Estás bien, Brian? a verla. Nellie parecía más llena de vida, si eso era posible, que cuando
—¿Por qué lo dices? la había visto la última vez, en la celebración con la torta. Pero también
—Pareces distraído. Distraído y triste. estaba muy triste.
—Tengo muchas cosas en la cabeza. —Doctor Holbrook, la enfermera acaba de contarme sobre la muerte de
—¿Tu padre? su padre —dijo—. ¡Estoy tan triste por usted! —Gracias. —¿Fue su
—Sí, él. Y algunas otras cosas. corazón? —Así es.
—¿Puedo ayudarte en algo? —Debe de haber sido una frustración para usted, como cardiólogo.
La pregunta fue acentuada con un poco sutil empujón mamario. ¡Lo lamento tanto!
Brian pensó en preguntarle si conocía los nombres de los dieciocho Impresionado como antes por la intuición de la anciana, Brian
pacientes tratados durante la evaluación de Fase Uno, pero lo pensó volvió a agradecerle. A continuación le realizó un breve examen físico,
mejor. Una sola palabra de Lucy a Art Weber, y se encendería la mecha que evidenció un corazón normal y excelentes arterias.
debajo de un tal B. Holbrook. —¿Qué edad tenían sus padres cuando murieron? —le preguntó.
—Gracias, Lucy, pero son cosas que debo resolver solo. —Padre —respondió—. Mi madre tiene noventa y tres años,
En el televisor colgante, un peluquero llamado Al Morgen-feld de
Moline, Illinois, contaba a cien millones de personas lo que era vivir 217
con angina severa, sabiendo que cada puntada en el pecho, el hombro o
la mandíbula podían ser el inicio de lo que él llamaba El Más Grave.

216
—Doctora Norman —preguntó Oprah—, dígame una cosa. ¿Por
qué no derivó a Al para una cirugía de bypass de las arterias coronarias,
es muy sobria y vive sola, muchas gracias. —Evidentemente era una —Este... sí. Sí, puede. —Brian se dio cuenta de que tendría que
pregunta que disfrutaba con responder. —Mi padre falleció hace tres haberse tomado uno o dos minutos para preparar su actuación. —Le
años, a los ochenta y nueve años. Créase o no, se cayó de una escalera y estaba preguntando a la señora Hennessey en qué fecha pasó de recibir
se rompió la cadera. La operación pudo más que él. Un coágulo de tratamiento cada dos semanas a cada cuatro y ella no lo recordaba.
sangre en los pulmones, dijeron. Estaba pensando que la respuesta podría estar en el libro de citas de la
Una embolia pulmonar, tradujo Brian para sí mismo; una clínica, pero no sé hasta dónde guardan archivo.
complicación que podía haberse evitado movilizando al hombre con Brian esperó que esta explicación tuviera algún sentido para la
cierta frecuencia, y por no haberle suministrado anticoagulantes después señora Leander, pues para él no lo tenía.
de la operación. En realidad, el padre de Nellie ni siquiera había muerto —Pues, no lo sé —dijo—. Creo que nos dan un libro nuevo todos
por causas naturales. ¡Ambos padres, en esencia, habían vivido más de los años. No tengo idea de dónde guardan los viejos, ni siquiera si los
noventa años! Por lo general, el índice más común de la enfermedad guardan. Quizás en algún lugar de la oficina, por aquí.
cardiovascular —positivo o negativo— era la historia familiar. ¿Qué le La secretaria señaló, detrás de ella, las repisas desde el techo hasta
había sucedido a Nellie? el piso repletas de formularios, cuadernos, manuales de procedimiento,
—Bien, Nellie, vendrá la enfermera para darte el tratamiento —dijo papeles, etcétera..., mucho más de lo que Brian tenía tiempo de revisar
—. Después, puede ver a la secretaria para que le dé un turno para el en ese momento. Pero si existía un libro de citas desde el primer año de
mes próximo. existencia de la clínica, quizá podría encontrar los nombres de los otros
—Espere, casi lo olvido. —Buscó en su bolso y le entregó un sobre dieciséis pacientes de las pruebas de Fase Uno.
sin sellar con su nombre, Doctor Holbrook, escrito adelante. —Gracias, señora Leander —dijo Brian—. Lo verificaré en algún
Era una carta escrita con prolijidad, en la que se anunciaba una otro momento en que tenga oportunidad.
caminata caritativa de treinta y dos kilómetros a beneficio de los sin
techo, y se solicitaba patrocinio para cada milla. Una hoja adjunta
Por fortuna, esa noche, la primera de guardia desde la muerte de
resumía una serie de eventos similares en los cuales Nellie había
Jack, fue tranquila. Brian había decidido esperar hasta las once para
participado.
buscar el primer libro de citas de la clínica Vasclear. Exactamente a las
—Esto es maravilloso —se admiró Brian, mientras leía la lista y se
once menos cinco entró en la sala para controlar a los dos pacientes
preguntaba qué hubiera sido de su padre con un nuevo juego de arterias
más enfermos, mientras se repetía a sí mismo que seguían
—. Será un placer patrocinarla.
razonablemente estables. Después, informó a la enfermera a cargo que
Firmó su patrocinio, desprendió esa porción de la carta y se la dio;
iba a tener el beeper activado, abandonó el piso e ingresó a la clínica
después metió el resto del anuncio en el maletín. Durante una década o
por la misma puerta que Jessup y Weber habían utilizado para hacer
más, la gastada valija había servido como maletín de médico, biblioteca,
entrar a Walter Louderman.
escritorio portátil y hasta como guardarropa. Se propuso leer los papeles
El sitio, como antes, estaba a oscuras. Brian decidió mantenerlo así.
de Nellie la próxima vez que hiciera limpieza de maletín.
Utilizó su linterna para recorrer el largo pasillo hasta la recepción,
—¿Lo veré antes de irme? —preguntó Nellie.
mientras se preguntaba si la oficina con Paneles de cristal podría estar
—Sólo si la secretaria tiene problemas con su cita. De lo contrario,
cerrada con llave.
ella tiene todos los turnos, usted sólo tiene que elegirlo.
Pese a estar solo, Brian se movió con precaución. Si la puerta
Ella tiene todos los turnos. La imagen hizo que Brian de repente estaba cerrada con llave, iba a dar por terminado el partido y volvería a
corriera hasta la recepción, donde la secretaria, Mary Leander, estaba la sala. Sin embargo, en seguida vio que ni siquiera estaba cerrada por
llenando un formulario de cita para un paciente. completo. Se deslizó en su interior, vaciló, y
—¿Puedo ayudarlo en algo, doctor Holbrook? —preguntó.

218
219
después encendió las luces generales. En medio de la oscuridad formaba parte del personal del instituto y esa noche estaba de
casi total, la repentina fluorescencia fue cegadora. Esperó a que guardia. También poseía una clave de acceso a la clínica y una
sus ojos se ajustaran a la luz y después exploró los cajones del razón perfectamente legítima para estar ahí: razón que había
escritorio metálico que había detrás del escritorio de la establecido antes en el día durante una conversación con la
recepcionista. Nada. A continuación buscó en las repisas. recepcionista, la señorita Leander. Sin embargo, ya era demasiado
Sólo le llevó unos minutos encontrarlos: dos volúmenes del- tarde.
gados, encuadernados en cuero, evidentemente comprados en la El mueble detrás del cual se había ocultado, con apoyabra-zos y
misma librería, idénticos al que yacía cerrado sobre el escritorio marco de madera y almohadones sueltos, le ofrecía algo de refugio,
de la recepcionista. Cada uno de los libros tenía el año al cual pero no total. Mientras Brian yacía sobre el piso, miraba debajo del
pertenecía, impreso en dorado sobre la cubierta. Brian extrajo el mueble, mientras se preguntaba si alguna parte de su humanidad de
primer libro y se acomodó en la silla de la recepcionista. Al un metro noventa no estaría visible. Bajó la mano lentamente y
principio, las citas eran muy aisladas, pero después, cada vez eran apagó el beeper. Sin embargo, no inhabilitó el beeper de códigos
muy seguidas. Brian razonó que lo que estaba viendo era la de emergencia. Si había un paro cardíaco en algún lugar del
transición entre los pacientes de Fase Uno, quienes, hospital, el suyo podría ser el siguiente.
probablemente, habrían sido vistos en los consultorios de sus La puerta a la sala de espera estaba a unos dos metros, pero, de
cardiólogos, y el estudio de doble anonimato, más importante, de ningún modo, podía arriesgarse a acercarse a ella. El ruido al
Fase Dos, el cual pronto se incrementó a más de seiscientos casos. abrirla probablemente lo delataría, y también existía la posibilidad
La clínica misma parecía haberse abierto hacía dos años y medio, de que estuviera cerrada con llave. Apretó la cara contra la
más o menos en la mitad de la Fase Uno. alfombra y respiró en silencio.
Encontró citas tempranas tanto de Bill Elovitz como de De repente, se encendieron las luces fluorescentes en la sala de
Kenneth Ford. Utilizándolos como marcador, comenzó a tachar espera. Debajo del mueble, Brian podía ver las piernas con
nombres y a seguirlos a través del libro, en busca de aquellos que pantalones y zapatillas de un hombre parado en mitad de la
no tenían las dos semanas de tratamientos casi diarios que exigía habitación. ¿Zapatillas? Se preguntó si las normas del hospital
la Fase Dos. Después de veinte minutos, la lista, contando a permitían semejante vestimenta. Las zapatillas dieron vuelta a un
Elovitz y a Ford, había aumentado a diez. Brian estaba lado, después a otro, mientras el hombre revisaba la habitación.
razonablemente seguro de que la mayoría, si no el total de los Entonces, después de dos o tres interminables minutos, las luces se
diez, eran pacientes de la Fase Uno. De pronto, escuchó el sonido apagaron.
de los dígitos de una clave de seguridad que estaba siendo Brian percibió más que oyó al hombre volver sobre sus pasos. Las
ingresada, seguido momentos más tarde por el ruido de la puerta luces del pasillo fueron apagadas, y la clínica volvió a sumirse en
que se abría. Un tenue haz de luz invadió la oscuridad en el la oscuridad absoluta. Una puerta se abrió y se cerró. Sonó como si
pasillo. fuera al final del pasillo. Brian esperó. Cinco minutos... diez.
Preso de un repentino flujo de adrenalina, Brian apagó las Por fin, se acercó a la puerta y con suavidad probó el picaporte.
luces de la oficina, se metió la lista de nombres en el bolsillo, cayó Sin problemas a la vista. Estaba a punto de abrirla cuando recordó
de rodillas y se arrastró lo más rápido posible, en medio de la el libro de citas. Lo había dejado sobre el escritorio de la
oscuridad, hasta la sala de espera. Las luces en el pasillo se recepcionista. Ya no le quedaba estómago para continuar su
encendieron. Brian se dirigió hacia la entrada de pacientes y se búsqueda de los pacientes restantes de Fase Uno, pero, suponiendo
ocultó detrás de un sofá, mientras presentía que el intruso se que la clínica estaba vacía, no tenía sentido dejar el libro ahí para
aproximaba al área de recepción. despertar sospechas. Todavía sobre las manos y las rodillas, con los
Recién ahora Brian se maldijo por ser tan impulsivo. Se había sentidos alertas por cualquier señal de que el intruso no se hubiera
ocultado como un merodeador a punto de ser sorprendido. Él ido, cruzó hasta la puerta de la oficina y se detuvo. El silencio y la
oscuridad eran totales. levantó, abrió la puerta y encendió la luz. El libro de citas había
Durante varios minutos permaneció así, escuchando. Por fin se desaparecido.

220
221
Revisó las repisas, pero sólo estaba el libro de año dos. Revisó A las tres y media de la mañana, Brian estaba física y mentalmente
el piso y los cajones del escritorio. Nada. Otra vez se le había agotado. Alrededor de la medianoche hubo acción en la sala, con una
acelerado el pulso. ¿Por qué el guardia de seguridad, o paciente cuya presión sanguínea había descendido súbitamente, y
quienquiera que fuese, se había llevado el libro? La situación no con otra que sufrió una serie de arritmias cardíacas difíciles de
tenía sentido, no obstante era aterradora. manejar. Ninguna de las dos formaba parte del estudio Vasclear. Le
No podía pensar en ninguna acción excepto en volver a la sala llevó varias horas estabilizar a ambas mujeres, y se vio obligado a
y, luego, se preocuparía. Entonces, justo cuando estaba a punto de colocar un marcapasos temporario en una de ellas. Finalmente,
apagar la luz, miró hacia arriba, a un costado de la oficina, y gruñó volvió a reinar la calma, aunque, a estas alturas, Brian tenía los
en voz alta. Una boquilla negra sobresalía en un rincón donde se músculos de la nuca como nudos, y los de la pierna le dolían sin
encontraban la pared de la biblioteca, otra pared y el techo; una cesar.
cámara de seguridad enfocada hacia la puerta y el área de Sin embargo, las emergencias tuvieron un lado positivo, pues
recepción, no exactamente oculta, pero tampoco muy evidente. mantuvo la mente de Brian lejos del fiasco en la clínica Vasclear. No
Brian la contempló durante unos segundos, preguntándose había mucho más que podría haber hecho peor. Lo malo de todo era
quién lo estaría observando y dónde. Entonces, sintiéndose haber perdido el control del libro de citas y el ser filmado en el
absolutamente impotente, encendió el beeper, apagó las luces y sistema de seguridad de alguien, sin duda ocupaba un segundo lugar.
abandonó la clínica. ¿Qué podía hacer? Mientras controlaba por última vez a cada
Si alguien lo confrontaba por esta incursión en medio de la uno de los pacientes de la sala, la pregunta comenzó a reverberar en
noche, todavía le quedaba la excusa, si bien poco creíble, que la su cabeza.
señora Leander podía constatar. Sin embargo, no podía quitarse la Se salpicó con un poco de agua el rostro, firmó la salida de la
horrible sensación de que la mecha acababa de encenderse, y que sala, encendió el beeper y se dirigió a la oficina de seguridad, que
él mismo había encendido el fósforo. estaba en el subsuelo del edificio Pinkham. El vigilante que estaba
de guardia era un hombre enorme con corte militar, cuyo marbete de
identificación rezaba JIM UNDERHILL. Estaba vestido con el
222
uniforme de algodón azul de su departamento, y estaba sentado
detrás de un escritorio alto, leyendo una novela de Stephen King.
En la pared a su derecha había una hilera de ocho monitores; la
CAPÍTULO VEINTICUATRO escena en cada uno de ellos cambiaba cada diez segundos.
223
Brian trató de identificar la recepción de la clínica Vasclear, y entonces
recordó que al irse del lugar lo había dejado completamente a oscuras.
Brian mostró su tarjeta de identificación con foto, mientras trataba de
mirar cómo estaba calzado el hombre.
—Sí, doctor Holbrook —dijo Underhill—. He oído sobre usted. ¿En
qué puedo ayudarlo?
Oí que usté venía hoy. ¿No habían sido esas las palabras exactas de
Earl, el cuidador de animales?
A diferencia de su conversación con Mary Leander, esta vez Brian —¿Y para qué piensas que está esa cámara de vigilancia? El guardia se
iba preparado. encogió de hombros. —No tengo idea. Quizá no está conectada. —Quizá
—Lamento no haber podido venir antes —comenzó—, pero tuvimos —dijo Brian, aunque no lo creyó ni por un momento—. ¿Hay alguna otra
un par de emergencias en mi piso, en el Instituto Cardíaco. Fui uno de cámara de seguridad en el hospital que no esté proyectada aquí?
los últimos en irse de la clínica Vasclear esta noche, alrededor de las —No tengo idea, aunque no veo por qué iba a haberla. Es probable que el
ocho y cuarto. Antes de irme, fui a la recepción para constatar algunas jefe de mi departamento, Tom Dubanowski, lo sepa. Podría preguntárselo.
citas. Entonces recibí un llamado de emergencia desde terapia intensiva Él estará aquí a eso de las siete. —Gracias —dijo Brian.
y tuve que salir corriendo. Una hora después me di cuenta de que había Salió de la oficina de seguridad con una sensación de desastre
dejado mi maletín médico negro sobre el escritorio de la recepcionista. inminente. Alguien lo había visto a través de una cámara de vigilancia. Ese
Pero cuando volví por él, ya no estaba. mismo alguien había enviado al tipo de las zapatillas para investigar. Y
—¿No puede ser que alguien se lo haya guardado? ahora, quienquiera que fuese que tenía en su poder el libro de citas, tenía
—Quizá. Pero Lucy Kendall, la enfermera a cargo, y yo fuimos los una idea de qué había estado buscando Brian. Brian gastó una cantidad
últimos en irnos, creo. La llamé a su casa cuando me di cuenta de lo que considerable de energía mental en tratar de imaginar quién podía ser.
había ocurrido, y ella no sabía nada de mi maletín. Newbury Pharmaceuticals podía haber instalado las cámaras, pero la planta
Con desgano, el guardia extrajo un sujetapapeles de debajo del se hallaba a varios kilómetros del hospital. ¿Cómo podían haber enviado a
escritorio. Mientras lo hacía, Brian se movió al otro extremo del alguien con tanta rapidez? O quizá Jim Underhill le había mentido. Quizá
mostrador, fingiendo estar observando las pantallas, y echó un vistazo al guardaba un par de zapatillas debajo del escritorio para correr de un lado a
calzado del hombre. Zapatos de cuero negro, lustrados como un espejo. otro. Sin duda el guardia no iba a ser el primero en el hospital que le
Casi seguramente, el intruso en la clínica no pertenecía a la fuerza de ocultara la verdad.
seguridad del hospital. El momento, pues eran más de las cuatro de la mañana, no contribuía a
—De acuerdo, doc —dijo Underhill con pocas ganas—, llene este que pensara con claridad. Las rondas de la sala iban a comenzar en menos
informe de incidente. de tres horas. Brian sabía que se acercaba al punto de no retorno, un punto
—En realidad, Jim, nunca les tuve mucha fe a los formularios. Pero donde iba a sentirse peor tratando de hacer funcionar la mente y el cuerpo
mientras estaba en la recepción buscando mi maletín, vi una cámara un después de un par de horas de sueño que simplemente sirviéndose un poco
poco oculta detrás de la repisa. Me preguntaba si quizá viste algo desde de café de residente, juntando la adrenalina acumulada por pura fatiga y
aquí, un vídeo de quién se llevó mi maletín. continuando con su trabajo, veinticuatro horas más todo el día siguiente.
Underhill entrecerró los ojos mientras hacía memoria. Entonces se Sin duda, el regreso a su casa iba a resultarle azaroso.
dio por vencido y tomó una hoja laminada de un sujetapapeles que Cara: voy a la cama, ceca: voy a la máquina de la cantina, decidió,
colgaba debajo de las pantallas. mientras buscaba una moneda en el bolsillo. Pero en lugar de la moneda su
—Tal como pensé —dijo después de examinar el papel durante un mano encontró la lista: los diez nombres escritos con prisa sobre un trozo
minuto—. No hay ninguna cámara en la clínica Vasclear. de papel pequeño y arrugado. Antes de tomar completa conciencia de que
Brian sintió un escalofrío. había tomado una decisión, Brian estaba en la puerta de la sala de registros,

225
224
en el subsuelo del edificio adyacente al Pinkham. Todos los unos cuatro centímetros de ancho. Sin embargo, finalmente Brian
accesos a la sala de registros por medio de computadora quedaban pudo armar su historia.
registrados en alguna parte. A Brian le pareció lógico que, de ahora Residente del North End, no lejos del hospital, Vitorelli era
en más, el tipo de las zapatillas o su jefe fuera a restringir su
226
acceso a los registros. Tarde o temprano, probablemente iba a tener
una mujer casada, madre de cuatro hijos y abuela, la cual, en una
que recurrir a un revisor electrónico. Pero antes de que eso
época, había fumado más de un atado de cigarrillos por día.
ocurriera, podría echar un vistazo a uno o dos registros en su
Comenzó a tener dolor de pecho y fue derivada a Carolyn Jessup,
formato original.
quien la trató con la terapia médica tradicional durante más de un
La puerta estaba cerrada, pero había un teléfono sobre la pared
año hasta que la incluyó en las pruebas Vasclear de Fase Uno,
junto a ésta, con instrucciones. Brian se identificó frente a la mujer
hacía casi tres años. Brian revisó el test de tensión de Vitorelli, el
latina que atendió, y le explicó que quería revisar la copia impresa
ultrasonido cardíaco y diversos electrocardiogramas. Su
de un registro al que no podía acceder desde su computadora
enfermedad cardiovascular era bastante importante, aunque no
portátil. Momentos después, la puerta se abrió hasta la longitud de
tanto como la del padre de Brian.
una cadena y una joven miró hacia afuera. Brian le mostró su
Por las notas de Jessup parecía que Vitorelli había tenido una
identificación y le aseguró que no tenía problema en que un
excelente respuesta al principio de la terapia con Vasclear.
guardia de seguridad lo acompañara para que la muchacha se
Después, repentinamente, el registro terminaba. No más notas,
sintiera más cómoda.
ningún informe de laboratorio, nada. Brian buscó entre las
—No será necesario —respondió la mujer—. El guardia ya
páginas por si alguna sección estaba fuera de orden.
está aquí.
—¿Va a tardar mucho más, doc? —preguntó el hombre de
La puerta se cerró para soltar la cadena, y después se abrió por seguridad—. Elana quiere salir para su descanso, y no podemos
completo. La mujer, de unos veinte años, era esbelta, de pelo negro dejarlo aquí adentro.
y hermosa. Tenía la ropa y el pelo un poco desacomodados, y el —Un minuto más —pidió Brian.
lápiz labial corrido. Un hombre y una mujer detrás de una puerta Volvió a la sección de tests de laboratorio. No había ninguno
cerrada con llave en un hospital en las primeras horas de la después de los primeros tres meses de terapia con Vasclear.
madrugada. Brian gruñó para sí. Y para empeorar las cosas, el Absolutamente ninguno.
hombre era otro guardia de seguridad. El y Jim Underhill iban a Hizo una fotocopia de la primera página del registro,
comparar notas dentro de poco tiempo. Brian se quedó parado del agradeció a la ansiosa Elana y volvió a la sala. A menos que estu-
lado de afuera de la puerta, mientras consideraba si murmuraría viera muy equivocado, las páginas finales del registro de Sylvia
alguna excusa para poder irse. Pero la mujer ya había visto su Vitorelli habían sufrido el mismo destino que las de Kenneth
identificación. En este punto, si no entraba el guardia podía Ford. ¿Acaso la mujer representaba un tercer caso de fracaso de
sospechar más. Vasclear seguido por signos y síntomas que podrían corresponder
Sólo le llevó un minuto a la joven empleada regresar con el a una hipertensión pulmonar? ¿Valdría la pena probar su
registro del primer nombre de la lista de Brian, una mujer de unos sospecha?
setenta y cinco años llamada Sylvia Vitorelli. Brian apoyó el Si tenía razón con respecto a Sylvia Vitorelli, los tests de Fase
registro en un recinto pequeño de dictado. Consciente de que la Uno parecían tener un gran número de problemas, y sin embargo
joven y el guardia estaban observándolo y esperando, hojeó el la Fase Dos era casi perfecta. ¿Las modificaciones en la síntesis
registro lo más rápido que pudo. Como Vitorelli era una paciente química de la droga habían marcado una diferencia tan grande?
antigua del White Memorial, con una histerecto-mía, extirpación Las preguntas parecían no tener fin.
de vesícula biliar, fractura de tobillo reparada con cirugía y Pero había otra pregunta más urgente para Brian. ¿Cuánto
problemas cardíacos, el registro era bastante abultado, quizá de tiempo le quedaba a Brian Holbrook en el Instituto Cardíaco?
227
CAPÍTULO VEINTICINCO dado con la enfermera, ésta volvió a llamar por segunda vez, y no
le permitió colgar hasta que Brian fue capaz de recitar el Juramento
Hipocrático y los nombres de todas las cámaras, válvulas y arterias
del corazón.
Brian se secó y se vistió, furioso consigo mismo por haber
puesto en peligro su empleo, su futuro y la seguridad inmediata de
sus hijas. Pero, en realidad, ¿qué había hecho de malo? Un
sobreviviente anciano del Holocausto había venido a verlo con un
serio problema médico. Al investigar el problema, se había
tropezado con un caso similar. Era natural que él, o cualquier
THE BOSTON GLOBE médico digno, quisiera llegar al fondo de la situación.
Salió corriendo a la sala y alcanzó al grupo que rodeaba al
Pedidos de Vasclear ingresan a montones paciente de la cama 514.
Newbury Pharmaceuticals, con sede en
—Lamento llegar tarde, Phil —se disculpó.
Boston, confirmó que los pedidos para su
nueva droga Vasclear, que todavía no fue —No hay problema. Parece que tuviste una noche ocupada.
aprobada, están ingresando a montones, No tienes idea.
provenientes no sólo de diferentes puntos del —Lo suficiente para mis viejos huesos. No programé a la
país, sino también de todo el mundo. Se ha señora Cameron para un marcapasos permanente, pero va a
informado que el medicamento, que viene
necesitar uno.
presentado en frascos de 10 ce y debe ser
diluido y administrado por vía intravenosa, —Me haré cargo de eso.
elimina las placas causantes de los ataques Las rondas estaban programadas para durar hasta las nueve y
cardíacos en un porcentaje del setenta y media, o hasta las diez como máximo. Técnicamente, como
cinco por ciento de los pacientes. El doctor profesor visitante del mes, Phil estaba a cargo no sólo de la
Art Weber, director del proyecto Vasclear educación de enfermeras, estudiantes, residentes y becarios, sino
para Newbury, asegura que la enorme
demanda de la droga casi sin duda provocará que también era legalmente responsable del alta de todos los
una escasez inicial y elevará su precio. pacientes del servicio. Brian observó cómo su amigo se des-
empeñaba en su trabajo, hablando con el personal con la medida
justa de preguntas, halagos, humor inofensivo y sabiduría médica.
A las siete y cuarto, cuando Phil convocó para las rondas de En la opinión de Brian, el juicio que de sí mismo tenía Phil no era
pacientes, Brian recién salía de la ducha del baño de residentes. correcto. Era un médico excelente. Pero Brian sabía que lo que en
Había hecho todo lo posible por mantenerse despierto hasta que muchos hospitales es digno de respeto, e incluso de reverencia en
llegara el personal de la mañana, pero al no haber emergencias un médico, en el Instituto Cardíaco es la norma.
específicas que lo mantuvieran despierto, no tuvo posibilidad de En la mitad de las rondas, cuando iban a revisar una serie de
lograrlo. Cuando la llamada de la enfermera lo despertó a las casos de estudiantes sobre los que Brian no tenía nada que
seis y media de la mañana, hacía dos horas que dormía muy informar, se separó del grupo, fue a un teléfono apartado frente a la
profundamente. A los pocos segundos del llamado, volvió a oficina de las enfermeras y marcó el número de Sylvia Vitorelli.
dormirse. Quince minutos después, según lo acor- Respondió una mujer.
—¿Hola?
228
—Hola, ¿señora Vitorelli?
—¿Quién?
—Quisiera hablar con la señora Sylvia Vitorelli.
229
—Aquí no vive nadie con ese nombre. Debe de tener el nú- 230
mero equivocado. ¿Se le había realizado alguna evaluación cardiológica? ¿Un análisis de
—Espere, por favor, no cuelgue. sangre? ¿Una autopsia? Y quizá, las dos preguntas más importantes: ¿Era
Brian leyó el número que acababa de marcar a la mujer. demasiado tarde para dejar de lado todo este asunto de Vasclear? ¿Era
—Lo siento —respondió ésta—. Es mi número, pero aquí no capaz de hacerlo?
vive nadie con ese nombre. —Bien, otra cautivante serie de rondas, ¿eh?
—Por favor —insistió Brian—. Soy médico del hospital Brian ni siquiera se había dado cuenta de la presencia de Phil.
White Memorial y estoy tratando de encontrar a esta mujer. El —Disculpa por irme a cada rato. Tenía un par de llamados pendientes.
número que marqué es el que aparece en el registro del hospital. —Eh, no hay problema. Tú sigue poniendo marcapasos y salvando vidas.
¿Cuánto tiempo hace que usted tiene la línea? Yo me ocuparé de la teoría.
—Más de seis meses. —En verdad eres un muy buen maestro, Phil.
—Gracias —murmuró Brian, y colgó el auricular. —Ah, psé. Lo digo en serio. También me doy cuenta de que amas tu
Volvió a las rondas durante otros veinte minutos, y después trabajo. No todo el mundo lo hace, ¿sabes?
volvió a escaparse al teléfono. Esta vez la llamada era de larga —Bueno, la verdad es que amo este trabajo. Amo todo aquello por lo que
distancia, al familiar más cercano de Sylvia, Richard Vitorelli, en se me paga por hacer. Por eso estoy dispuesto a tolerar algunas pavadas y
Fulbrook, Nueva York. Brian, más precavido de lo que nunca reglas tácitas. Vienen con el territorio. También por eso no puedo ayudarte
antes había sido, antes del desastre en la clínica Vasclear, utilizó mucho con este asunto de Vasclear, y por eso te ruego que tengas cuidado.
la operadora externa y una tarjeta de crédito en lugar de pasar —¿Sabes algo que yo no sé? —¿Sobre qué?
por la operadora del hospital. A este llamado respondió una —Nada, nada. Estoy un poco paranoico y muy cansado. —Puedo
mujer. comprender ambas cosas. Bri, si parece que te estoy sermoneando,
—¿Podría repetirme su nombre? —preguntó. disculpa. Pero es un hecho de la vida que en todo lugar donde trabaje más
—Doctor Holbrook, del White Memorial en Boston. de una persona exista un par de egos que nosotros, los de más abajo,
—¿Usted era médico de mi suegra? tenemos que aprender a manejar. En los lugares donde esos egos son
—Yo... no exactamente. médicos, las personalidades sólo están... mejor definidas, eso es todo. Una
—Creo que debería hablar con mi marido. Él llegará tarde vez que reconoces quién tiene el ego frágil y aprendes lo que hay que
esta noche. Tendrá que llamarlo mañana. hacer para permanecer de su lado bueno, es un lugar bastante pasable.
—Bien. ¿Podría sólo decirme cómo está la señora Vitorelli? —Eh, no tienes que convencerme. Fue a mí a quien sacaron de la pila de
Hubo una pausa prolongada antes de la respuesta de la mujer. desechos médicos, ¿recuerdas?
—Ella falleció —respondió por fin—. Sufrió un colapso —Sí. Bien, quería agradecerte por no presionarme.
aquí, en esta casa, y falleció en el hospital hace casi dos años. —No hay problema.
Brian sintió que su pulso respondía a las noticias. El registro Brian se daba cuenta de que su amigo se sentía incómodo. La decisión
de Sylvia terminaba no demasiados meses antes que eso. de no involucrarse no había sido fácil para él.
—Lo lamento —dijo Brian—. ¿Podría decirme algún detalle —Bien —dijo Phil, con torpeza—. Te veo después.
de su muerte, cualquiera? Retrocedió algunos pasos, después se dio vuelta y se fue caminando
—Yo... creo que será mejor que vuelva a llamar cuando esté rápidamente.
mi marido. Brian abrió su maletín y extrajo un sobre que tenía escrito el nombre
—De acuerdo, pero por favor, dígame solamente, ¿sabe cuál de Phil. En su interior había una copia de la lista de los diez pacientes de
231
fue la causa de su muerte? Fase Uno. Brian tenía la intención de pedirle a Phil que buscara los
—Su corazón. Ahora, por favor, vuelva a llamar mañana. registros de algunos de ellos. En cambio, rompió la copia y arrojó los
La nuera de Sylvia colgó antes de que Brian pudiera hacerle trozos en un cesto. Phil estaba oficialmente fuera del círculo. Ahora,
otra pregunta. Pero se hizo muchas a sí mismo. ¿Sylvia había pensó Brian, ojalá él pudiera hacer lo mismo.
sido hospitalizada en algún momento antes de su muerte? —Doctor Holbrook —lo llamó la secretaria de la sala—. ¿Tiene un
segundo? Propoxipeno y metabolito
—Claro.
Brian cerró el maletín con un chasquido y cruzó hasta el
escritorio de la secretaria.
232
—Doctor Holbrook, acabo de ver que este sobre que estaba

1
en una esquina de mi escritorio está dirigido a usted. No sé quién
lo dejó ni cuándo. Sólo miré y ahí estaba. Lo lamento.
—Tonterías. Está bien, gracias. No parece nada importante,
de todos modos. Es probable que se haya caído de la pila que
recogí de mi casilla. Comentarios
Brian no creyó esta explicación ni por un segundo, pero fue -La muestra procesada bajo cadena de custodia -Resultados positivos de
lo mejor que pudo decir en ese momento. Tomó el sobre y se opiatos confirmados por cromatografía de gas -Resultado cuantitativo
retiró con la mayor indiferencia posible hacia el pasillo. pendiente
El sobre era blanco, estaba sellado y su nombre, Dr. BRIAN Paciente 1744. El número de Brian. Pero la fecha era la de hoy y
HOLBROOK cuidadosamente impreso en mayúsculas. Brian todavía no había dado muestra de orina, y mucho menos una positiva en
abrió el sobre, pero incluso antes de desdoblar la única hoja supo el grupo de narcóticos opiatos: la clase de droga por la cual se había
que le traería problemas. metido en problemas. Se quedó sentado, mirando del otro lado del pasillo
a una figura enmarcada en la que Hipócrates vertía algo de un bol de
arcilla en la garganta de un paciente. Se sintió como si le hubieran dejado
LABORATORIO DE DIAGNÓSTICO - HOSPITAL WHITE MEMORIAL
caer una pesa sobre el pecho. Según su acuerdo con Ernest Pickard, sólo
Paciente: 1744 Fecha de la muestra: 15/10
un test positivo confirmado por cromatografía de gas significaba el final.
Resultado No había excusas, coartadas, declaraciones de inocencia, errores de
NEGATIVO laboratorio ni segundas oportunidades. El final. Despido del ICB. Informe
Nombre del test inmediato al Comité de Matrículas. Humillación. Suspensión. Adiós
Etanol (Orina) doctorado. Adiós visitas sin supervisión a las niñas. El final.
El laboratorio donde dejaba las muestras de orina tenía un registro, una
Detección de abuso de drogas (Orina) prueba contra quien culpara al laboratorio o al procedimiento de toma de
NEGATIVO muestras por la falta de algún espécimen. Quienquiera que haya enviado
NEGATIVO
NEGATIVO este informe falso, ¿también había falsificado su nombre en el registro?
NEGATIVO Brian se preguntó por qué habían elegido un día en el que no había recibi-
NEGATIVO do orden de dejar muestra de orina, en lugar de esperar a ese momento y
NEGATIVO
POSITIVO sencillamente alterar los resultados. Si podían hacer esto con un informe
NEGATIVO oficial, podían hacer cualquier cosa.
NEGATIVO De repente, se dio cuenta de que había sonado su beeper. En la pantalla
aparecía LLAMADA EXTERNA. Brian se metió el informe falso en el
Tetrahidrocanabinol (THC) bolsillo y llamó. El que llamaba era un hombre con voz lenta, profunda y
Anfetaminas casi gutural... y algún tipo de acento.
Barbitúricos —¿Tiene el sobre en su poder, doctor Holbrook?
Metabolitos benzodiazepínicos —¿Quién es usted?
Cocaína y metabolito —Hoy es sólo una advertencia. Una muestra de nuestro poder. Si
Metadona y metabolito continúa tratando de causar problemas con la FDA o con cualquier otra
Opiatos cosa, lo descubriremos. Le aseguro que lo descubriremos. Y si eso ocurre,
Penciclidina el próximo informe será sobre un espécimen que usted haya dejado. Su
nombre aparecerá en el registro. El test dará positivo, y su carrera
quedará terminada. ¿Me he expresado con claridad?
233
—¿Quién es usted? —repitió Brian. Pickard apoyó una mano en su hombro.
El hombre colgó. —Es una reacción perfectamente normal. Sé que es difícil mantener
Brian se quedó mirando el teléfono, mientras se preguntaba la concentración. Bien, no permita que lo afecte demasiado.
por qué le daban una segunda oportunidad. Sin duda, con un test —Eso intento.
positivo de orina, se vería afectada la credibilidad de cualquier —Y por el amor de Dios, no vaya a tener una recaída. ¿Todavía va a sus
cosa que él afirmara. El motivo tenía que ser que había dado con reuniones? —Por supuesto. —Excelente. Porque usted se ha adaptado
algo importante y potencialmente dañino para la imagen muy bien aquí, y odiaría perderlo.
impecable de Vasclear. Teri se lo había dicho muchas veces. Sin esperar respuesta, Pickard volvió a darle una palmada en el
Alexander Baird buscaba algo, cualquier cosa, que sofocara en hombro, sonrió hacia las enfermeras y la secretaria, que se habían
algo la increíble expectativa que rodeaba a la droga, y así poder juntado detrás del escritorio y se lo comían con los ojos, y partió.
demorar su aprobación para un público demasiado ansioso. El Brian volvió al pasillo. Era imposible saber si Pickard sabía o no lo
hombre que había llamado y su gente querían que Brian se que le ocurría. Pero una cosa era cierta: con sólo cuatro días hasta la
callara y estaban dispuestos a devolverle su carrera a cambio de ceremonia de aprobación de Vasclear, era un hombre marcado. Echó un
su silencio absoluto. Brian rompió el informe en pedacitos y los vistazo fuera de la puerta para asegurarse de que no había nadie
arrojó en la basura. Le daban una última oportunidad... ¿Pero, alrededor, y después llamó a la única persona en la que podía confiar por
quiénes? completo. Gracias a Dios, Freeman estaba en su departamento.
Pasmado, confundido y distraído, salió del pasillo y casi se —Freeman, quiero saber si hay alguna reunión programada para hoy
tropezó con Ernest Pickard. Durante las semanas que Brian había a... alrededor de las tres de la tarde, a la que puedas asistir.
pasado en el servicio, nunca había visto al jefe del instituto en la —Déjame ver en mis agendas de reuniones. No veo nada del
sala. Y, sin embargo, aquí estaba. ¿Coincidencia? departamento de NA hasta esta noche, pero hay una reunión de AA en
Pickard estaba impecablemente vestido con un traje cruzado Stiles Street número dieciocho, en Brookline. De cuatro a cinco.
azul. De un bolsillo sobresalía un estetoscopio, aunque Brian Discusión.
dudaba de que el hombre lo usara mucho. —¿Puedo reunirme contigo ahí?
—Bien, bien —dijo Pickard, con su acostumbrado ánimo, —Eh, si me necesitas, me tienes. En especial en una reunión.
mientras alejaba a Brian lo suficiente para poder hablar—. Está en el manual del padrino.
¿Cómo le va al quarterback? —Gracias. Te necesito a ti y a la reunión. Y otra cosa. ¿Tienes idea
Brian estudió al hombre con tanta intensidad como se atre- de cómo se puede averiguar quién es el dueño y quién integra el
vió, mientras trataba de detectar alguna entonación que revelara directorio de una compañía?
que ésta era una visita de seguimiento, para asegurarse de que el —No, pero puedo asegurarte que, entre AA y NA siempre hay alguien
mensaje había sido claro. que sabe cualquier cosa que quieras saber, sea sobre negocios, música
—Todavía no he atrapado ninguna pelota —respondió. rap, arreglos caseros o neurocirugía. Es cuestión de dar con la persona
—Los informes que he recibido son bastante más brillantes indicada. —¿Podrías intentarlo?
que eso. Bien, quería asegurarme de que estuviera bien después —Por supuesto, siempre y cuando me digas de qué se trata. —Te
de su tragedia. contaré todo, Freeman. Te lo prometo. —Bien. ¿Cuál es el nombre de la
—¿Tragedia? compañía? —Newbury Pharmaceuticals. Quiero saber quién es el dueño
—Sí, la muerte de su padre. de Newbury Pharmaceuticals.
—Ah, sí. Sí. Es muy amable de su parte, doctor Pickard. La 235
verdad es que recién estoy empezando a reponerme.
234
hospital. En silencio, caminaron una cuadra, después cruzaron a un
CAPITULO VEINTISÉIS campo de pelota desierto y se sentaron en un banco de cemento.
Freeman llenó su pipa de mazorca de maíz. —Estoy en problemas
—comenzó Brian. —Parece que estás en problemas casi desde que
empezaste a trabajar en ese lugar.
—Alquilar autos era mucho más sencillo, te lo aseguro. Freeman,
Jack murió en parte porque decidí no presionarlo para que se
operara. Y la razón principal, diablos, la única razón por la cual no
lo hice fue porque comenzó el tratamiento con Vasclear. Ahora estoy
empezando a descubrir algunas cosas sobre los tests con la droga
que se hicieron a los primeros pacientes, cosas de las que la
l"reeman Sharpe llegó a la iglesia en Brookline quince minutos compañía farmacéutica nunca se enteró o nunca le informó a la
después de iniciada la reunión de AA, pero Brian le había estado FDA. —¿Hay algo de malo con la droga?
reservando un lugar. Se quedaron sentados un rato y escucharon —No puedo asegurarlo. No, en este momento. Pero, hace dos años y
a un abogado que hablaba sobre los errores que había cometido medio se realizaron unas pruebas preliminares con dieciocho
en su profesión, a lo largo de los años, a causa de su alcoholismo, personas. Sólo localicé a tres de ellas, pero las tres están muertas.
y los cambios que se habían producido durante los ocho años Dos tenían un análisis de sangre raro y un tipo de síntomas que
desde que había dejado de beber. Además de trabajar como podría haber sido causado por la droga. De la tercera acabo de
voluntario respondiendo llamados una vez por semana en el enterarme. Murió en el área rural de Nueva York, donde está la casa
servicio central de AA, renunció a la importante empresa donde de su hijo. No conozco los detalles. Pero su registro del hospital y el
trabajaba, cambió su BMW por un Tercel, tiró a la basura sus de uno de los otros dos pacientes parecen haber sido manipulados.
pastillas antiácidas y empezó a trabajar asesorando a los pobres Faltan hojas. —¿Pero la droga está funcionando bien ahora? —Sí.
de la ciudad. Todavía no funciona para todos, pero parece que tampoco daña a
El brillo que irradiaba el rostro arrugado del hombre ilu- nadie.
minaba el recinto. Freeman encendió su pipa. El olor a tabaco se fusionó per-
—Parece que lo superó muy bien —murmuró Sharpe en el fectamente con los aromas otoñales. —¿Entonces? —preguntó.
oído de Brian. —Anoche fui visto a través de una cámara de vigilancia en la
Brian levantó la mirada hacia una ventana con vitrales. clínica, mientras buscaba los nombres de algunos de los primeros
—Sí —respondió con indiferencia. pacientes para poder investigarlos. —¿Por qué hiciste eso?
Sharpe suspiró. —No sé. Yo... no puedo quitarme esta sensación de que no insistí
—Doctor Brian, creo que será mejor que salgamos a hablar. lo suficiente para que Jack se operara. ¡Tenía tantas ganas de creer
—¿Salir? Sharpe, en todo el tiempo que te conozco nunca que Vasclear era la respuesta!
saliste en medio de una reunión. —Una cruzada. Adoro las cruzadas. Todos a caballo, con esas
—Bueno, es que mi sexto sentido me dice que estás hecho un capas blancas con cruces rojas.
desastre. Brian logró esbozar una breve sonrisa. —¿Sabes? Quizás es una
Pasaron a buscar café y salieron con las tazas a la calle. La cruzada. Pero la pregunta es: ¿contra quién estoy luchando? Cuanto
tarde estaba nublada, pero calurosa; Brian se alegró de haberse más me interno en este asunto, más pienso que la lucha es conmigo
cambiado con unos vaqueros y una remera antes de salir del mismo: contra mi propia arrogancia. Casi destruí mi vida dos veces:
la primera cuando me lesioné la rodilla, y la segunda cuando no quise aceptar
237
236
ayuda para un problema de adicción que estaba destruyendo mi —¿Aunque la droga haya funcionado bien desde entonces?
alma. Sin embargo, pensé que después de todo el trabajo en NA y
en la terapia, había superado esa parte de mí mismo, que la tenía 238
bajo control. Entonces, de repente, decido qué es lo mejor para mi —Creo que sí. Además, hay una cantidad tremenda de dinero
padre y desoigo las recomendaciones de su médica y de uno de los en juego.
mejores cirujanos cardíacos del mundo. —¿Por eso no puedes —Entonces, lo mejor que podrías esperar sería tratar de posponer
abandonar este asunto? —Quizá. Sí. Sí, creo que en gran parte es la aprobación de un medicamento que parece funcionar
por eso. No puedo enfrentar aquello que mi propio ego me llevó a perfectamente y que podría salvar miles de vidas. Y en el intento
hacer, así que me propongo castigar la droga y a la gente que la podrías perder tu carrera de médico. Otro anillo de humo.
fabrica. Pero, Freeman, también creo que hubo algo malo con la —Así expresado, parece un poco tonto —comentó Brian. —Suena
droga. No tengo idea de qué es, pero creo que el problema que como un hombre a quien le importaba mucho su padre y se siente
hubo con los pacientes de la Fase Uno fue barrido debajo de la muy culpable, irritado y frustrado por su muerte. No es ninguna
alfombra. Los médicos involucrados con Vasclear son tontería.
investigadores respetados, pero ya me mintieron una vez sobre un —Entonces, crees que debería olvidarme de todo el asunto. —No,
punto crucial para el procedimiento. en realidad, no. Brian puso atención. —¿Qué quieres decir?
—Bueno, tú me pediste que averiguara algunas cosas sobre
—¿Y estos investigadores respetados se están irritando con-
Newbury Pharmaceuticals, ¿no es así? —Recién fue esta mañana.
tigo?
¿Ya tienes algo? —Quizá. En primer lugar, la empresa es privada,
—Quizá sean ellos, quizás es otra persona. Esta mañana e impecable por fuera. —Extrajo un trozo de papel de su
alguien me dejó un informe de orina en el que aparecía mi número rompeviento. —La Secretaría de Estado de la Cámara Legislativa
de caso. Parece auténtico, pero no lo es. Es positivo para no exige mucha información de las empresas privadas, y eso es
narcóticos. Y ni siquiera di una muestra el día de hoy. Pocos precisamente lo que tienen sobre Newbury. —Freeman entregó a
minutos después me llamó un hombre y sugirió que si no dejaba de Brian una lista con cuatro nombres. —Un presidente, un tesorero,
causar problemas, la próxima vez el informe iba a ir directo a mi un empleado, un nombre del directorio. Éstos y una declaración
jefe. de actividades son los requerimientos mínimos. Ninguno de estos
—Entonces, ¿qué clase de consejo quieres de tu padrino? nombres me dice nada, y dudo de que a ti te digan algo.
—Quiero que me digas que acabo de volver a empezar en la —No.
medicina después de dieciocho meses, que todo este asunto de —¿Recuerdas cuando te dije que en AA, cualquier cosa que
Vasclear no tiene importancia salvo para mi frondosa imaginación, quieras saber o hacer, siempre hay alguien que lo sabe o puede
que no tengo pruebas concretas de que la droga tenga algo malo, hacerlo? Bien, pensé que si hay algo malo en esta compañía tuya,
que la FDA no tiene el más mínimo interés en lo que descubrí Cedric L. tenía que saberlo. ¿Lo conoces? Probablemente sea el
hasta ahora y que será mejor que me ocupe de mis asuntos. único chino del mundo que se llama Cedric. Pertenece al grupo
Sharpe exhaló un anillo de humo. del centro de los viernes por la noche. También pertenece a un
—¿Por qué crees que te amenazaron con ese test falso de club en Chinatown, adonde van los tipos más duros de la ciudad.
orina? —preguntó. —Y tú estabas preocupado porque yo me había robado unos
—No estoy seguro. O bien temen que descubra un secreto muy frascos de remedios.
grande, o sólo están siendo precavidos hasta que la droga sea —Cedric tiene veinte años de recuperación sólida —respondió
aprobada, dentro de unos días. Si resulta que ellos sabían algo Freeman—. Y más, quizá. Cuando pasa tanto tiempo, se pueden
sobre Vasclear en la Fase Uno y no lo informaron a la FDA, hacer informes a elección. De todos modos, llamé al viejo Cedric
incluso si después solucionaron el problema, sería suficiente para y resultó que conocía bastante sobre tu Newbury Pharmaceuticals.
que la FDA pospusiera indefinidamente la aprobación.
239
—¿Como por ejemplo? controlada por la mafia rusa?
—Como por ejemplo, que desde hace diez años es una fa- —Eso parecería. Pero no cambia el hecho de que la droga
chada para lavar dinero. funcione.
—¿De la venta de drogas?
—¿Existe alguna otra clase? 240
—¿La Mafia? —Sí, es verdad. El setenta y cinco por ciento de doscientos
—No la que estás pensando. Según Cedric, los rusos son casos. Freeman, ¿qué debo hacer?
propietarios del lugar. Desde antes de la caída del Muro de —No bebas, no consumas drogas, ve a las reuniones y pide ayuda.
Berlín. —Consejo genérico.
Brian contempló la lista de los cuatro nombres. —Ah, pero el consejo justo para ésta o cualquier situación.
—Entonces, ¿quiénes son estas personas? Brian, tengo más de un año invertido en ti. Quizá tengas razón y la
—No sé. Gente que se ha hecho cambiar el nombre. Personas gente de Newbury esté ocultando algo, o quizás estés equivocado.
que reciben dinero a cambio de poner sus nombres en do- En este momento, me importa un bledo cuál es la verdad. Lo único
cumentos corporativos. Probablemente, algo así. La empresa que no quiero es que salgas herido.
fabrica vitaminas. —Entonces, ¿dices que cumpla con lo que exigen y no haga
—Lo sé. nada?
—Bien, Cedric dice que compran la materia prima para las —Quizá.
vitaminas en algún lugar de Rusia, después venden el producto —Pero el problema, Freeman, es que todavía no hice nada,
terminado aquí. De algún modo, el dinero va de aquí hasta allá ciertamente nada para merecer ese tipo de reacción de ellos.
en billetes de cinco, diez y veinte, y vuelve en forma de billetes Utilizan el hecho de que estoy en recuperación en mi contra,
de Banco y depósitos electrónicos. amenazan con destruir mi vida profesional, y lo único que hice fue
—¿Y ahora fabrican Vasclear? consultar unos registros.
—Eso parece. Y si ese producto vale tanto como dicen los —Parece como si quisieran matar una hormiga con una escopeta
diarios, no van a vender vitaminas ni drogas por mucho tiempo para elefantes.
más. —¿Por qué? —Brian sacudió la cabeza, se paró y empezó a
Brian silbó suavemente. cruzar el campo. Sharpe lo siguió, mientras quitaba las cenizas de su
—Freeman, el tipo que me habló esta mañana y me amenazó pipa.
tenía acento ruso. Estoy seguro. —¿Por qué? —repitió Brian.
—En ese caso, hombre, déjame decirte que estás metido en Se acercaron adonde los adolescentes estaban practicando
graves problemas, muy graves. Cuando haces algo para molestar pelota. Brian palmoteo las manos para pedir la pelota, y uno de ellos
a estos tipos, no te golpean en los nudillos con una regla. Me se la arrojó.
sorprende que sólo te hayan amenazado con ese test de orina —Ve lejos —le dijo Brian al muchacho, haciéndole un gesto
positivo. para que se alejara—. Más lejos —gritó—. Más todavía.
Brian se quedó sentado, pasmado, mirando del otro lado del —Vamos, señor —se quejó el joven.
campo a dos muchachos que habían empezado a arrojarse una —¡Está bien, como gustes!
pelota de fútbol en la tarde que ya dejaba paso al anochecer. Brian aplicó toda su confusión, dudas y temores en el tiro.
—Este Cedric, ¿confías en él? —preguntó. Aunque el muchacho estaba a unos treinta y seis metros, la espiral
—Es un gángster. ¿Cómo diablos voy a saberlo? Pero sí, le perfecta todavía estaba ascendiendo cuando pasó volando por
creo. ¿Qué razón tiene para mentirme? encima de su cabeza. La pelota aterrizó a más de cincuenta y cinco
—¿Aposté la vida de mi padre en una droga milagrosa que es metros de donde estaba Brian, rebotó una vez y desapareció en un
grupo de arbustos bajos.
—No puedo abandonar esto, Freeman —dijo—. Simplemen-
te, no puedo.

241
principales investigadores de Newbury Pharmaceuticals, y que
éstos hubieran sido hallados intachables. Hacer denuncias sin
fundamento sólo iba a disminuir su propia credibilidad.
—¿Has recibido alguna información alarmante sobre
Vasclear? —le preguntó a Teri.
—Ninguna, excepto los dos casos que me contaste de enfer-
medad cardíaca que pudieron haber sido HP.
—Y el doctor Baird no les dio ninguna importancia.
—En realidad no. Recuerda que los pacientes de la Fase Uno
estaban bastante enfermos desde el principio. Parece bastante
natural que algunos hayan fallecido por su enfermedad.
nulbrook, en Nueva York, era un pueblo de ensueño, bonito —¿Y la hipertensión pulmonar?
como una postal, al pie de las montañas Catskill. El viaje en auto —Brian, no existen pruebas de que ninguno de esos pa-
desde Boston duró tres horas y media, en medio del follaje cientes la tuviera. Y sólo uno murió de enfermedad cardíaca.
otoñal. Brian hizo el viaje con la capota del LeBaron baja, Dijiste que el otro hombre fue asesinado en un robo.
bálsamo para cualquier angustia interior. Pero hoy, nada iba a —Así es. Tenía la intención de acercarme a la oficina del
poder distraerlo, nada excepto algunas respuestas. forense para averiguar si la autopsia revelaba alguna evidencia
Richard Vitorelli había estado tan desconfiado y reacio para de HP en las arterias pulmonares, pero no he tenido tiempo. Y
hablar con Brian como su esposa. Por fin acordaron en en- hay otra paciente de Fase Uno sobre la que quiero averiguar, una
contrarse en persona, siempre y cuando Brian se identificara mujer llamada Vitorelli. Al igual que los otros dos, está muerta.
adecuadamente, y lo hicieran en el consultorio del médico de la Creo que murió de enfermedad cardíaca, pero quiero averiguar si
familia, el hombre que también hacía las veces de médico pudo haber sufrido de HP. Mañana estoy libre, y no tengo nada
forense del condado. Brian se mostró más que dispuesto a planeado. Así que pensé en bajar la capota de mi auto, conducir
aceptar. hasta la casa de su hijo en el estado de Nueva York y hablar con
Después de casi treinta y seis horas de guardia, Brian tenía él y con el forense.
todo el día libre. Luego de hablar con Richard Vitorelli y recibir —No voy a tratar de disuadirte, Brian, pero te digo que
instrucciones para llegar al consultorio del doctor Samuel estamos convencidos de que la droga es segura y efectiva.
Purefoy, llamó a Teri desde su departamento. El sonido de su voz —Pero dijiste que iban a controlar Vasclear hasta el último
hizo que todo lo demás perdiera importancia. minuto.
—Estaba a punto de llamarte —dijo ella. —Y lo dije en serio. Si descubres algo concreto, cualquier
—¿Para qué? cosa, el doctor Baird lo evaluará. Tiene la promesa del Presi-
—No sé. ¿Sexo telefónico, quizá? Te extraño de verdad, doc. dente de que la ceremonia de aprobación puede ser pospuesta
—Yo también, doc. ¿Puedes venir antes del sábado? incluso a último momento.
—No veo cómo. Hay una tremenda cantidad de trabajo que —En ese caso, me voy a Fulbrook. ¿Estás segura de que no
hacer. El doctor Baird y yo iremos juntos el sábado, en un jet del quieres volar aquí esta noche y acompañarme mañana? Es un
gobierno. viaje de unas cuatro horas y tengo esa fantasía en el auto...
Brian ya había decidido que, sin pruebas específicas, no iba a —Ah, no, no ésa. Todos los hombres tienen esa fantasía.
compartir la información que Freeman había obtenido de Cedric —¿Sí? Bueno, sucede que la mía tiene que ver con merme-
L. Era probable que la FDA conociera a los funcionarios y lada de naranja, una tabla Ouija y mi maletín de médico. Para
que sepas lo que te pierdes. hecho todo lo que podíamos. No necesitas seguir exponiendo la
—¡Qué intriga! Brian, de verdad, estamos seguros de haber cabeza.

242 Hicimos lo que pudimos por ella, pero en realidad no había


243 mucho que hacer.
—Tendrías que haberlo pensado antes de invitarme a tu —¿Estaba viva cuando usted la vio?
habitación de hotel. Ahora estoy obsesionado. —Sí, pero apenas. Era domingo. Mi casa queda a unos dos
—En ese caso, ¿prometes guardarme la tabla Ouija y la kilómetros de la de Vitorelli, y me dolía la espalda, así que
mermelada? decidí pasar de largo la iglesia. Llegué ahí justo cuando llegaba
—Por supuesto. Te llamaré cuando vuelva. —Brian oyó un la ambulancia. Llegamos a ponerle un tubo, y la llevamos a
"clic" en la línea. —¿Tienes una llamada en espera? —preguntó nuestro hospital. Es pequeño, pero un sitio muy bueno.
Brian. —No lo dudo —le aseguró Brian.
—No, ¿por qué? —Sin embargo, nunca salió de la sala de emergencias. Con
—Es que oí un ruido... un "clic". todo ese fluido en el pecho, no pudimos hacerle llegar suficiente
—Siempre estoy oyendo ruidos raros en mi línea, pero esta oxígeno a la sangre.
vez nada. ¿Estás bien? —¿Pensaron en hacerle autopsia?
—¿Mm? Sí, claro. Estoy cansado y un poco agotado de tanto —En realidad no. Era un caso cardíaco del White Memorial.
trabajar, eso es todo. Y extraño a mi padre. Sus medicamentos lo justificaban. Me pareció que no tenía
—Esos sentimientos podrán ser más suaves, pero nunca sentido hacer pasar a su familia por el trauma de una autopsia.
desaparecerán. ¿Qué lo hizo venir desde Boston, dos años después del hecho?
—Sí... Bueno, tengo que ir al almacén a comprar la merme- —La señora Vitorelli fue una de las primeras pacientes en ser
lada. tratadas con Vasclear.
—Te extraño, Brian. —Ah, la droga maravillosa. Ya tengo media docena de can-
didatos esperando en fila. Oí que va a estar disponible este fin de
semana. ¿Es cierto?
El doctor Samuel Purefoy, médico forense de Greene —Creo que sí. Doctor Purefoy...
County, era un hombre obeso y jovial. Su consultorio estaba en —Sam. Por favor, llámeme Sam.
un bungalow pequeño de color celeste, al pie de una colina —... Sam, he descubierto un par de casos de pacientes que
plena de colores otoñales. Había un buggy pequeño, recién también fueron parte de los primeros estudios de Vasclear,
pintado, en el jardín, a modo de recordatorio de los días más quienes tuvieron algo que parecía y se manifestaba como una
simples y benévolos de la medicina. grave hipertensión pulmonar. Por lo que usted pudo observar,
Brian llegó quince minutos antes de lo prometido, y Purefoy ¿fue una posibilidad, en la señora Vitorelli?
aprovechó el tiempo para preparar una jarra de té e interrogarlo, —Hipertensión pulmonar, mmm. No estoy seguro de haber
benignamente, sobre medicina en general, el White Memorial y visto ningún caso. O si lo vi, no lo diagnostiqué. Ella tenía los
el ICB. tobillos terriblemente hinchados, como nunca vi antes. Es parte
—Nunca había visto una escena como la que vi en el dormi- de los síntomas de la hipertensión pulmonar, ¿no es verdad?
torio de esa mujer, en la casa de Ricky —dijo por fin el anciano —Absolutamente, aunque no es específico de la HP.
forense, después de aprobar la información proporcionada por En ese momento entró Richard Vitorelli, con aspecto y olor
Brian—. Había fluido de edema pulmonar teñido en sangre por de quien ha pasado toda su vida en el campo. Tenía hombros
todas partes. Dios mío, cómo debe de haber sufrido la pobre anchos y pelo negro grueso y enrulado y un rostro extremada-
mujer antes del final. Se ahogó sencillamente, se ahogó.
mente benévolo. Estrechó tentativamente una mano callosa con Vasclear, que tu madre estaba tomando.
Brian, y después se volvió a Purefoy. —¿Qué hay con eso?
—¿Este tipo es legal? —preguntó; su expresión sugería que —Bueno —explicó Brian—. Dentro de sólo un par de días,
no era de naturaleza confiada. la gente de todo el mundo va a estar tomándola.
—Ah, sí, es legal —respondió Purefoy—. Del White —Incluyendo a unos cuantos de aquí, de Fulbrook —ínter-
Memorial, tal como dijo. Está averiguando sobre esa droga, Puso Purefoy.

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—Estoy haciendo averiguaciones sobre las personas que años, ¿pero por casualidad recuerdas la fecha exacta en que
tomaban Vasclear y murieron. Su madre estaba en mi lista. falleció tu mamá?
Vitorelli volvió a mirar a Purefoy, quien asintió para asegu- —Este mes se cumplieron dos años. El 5 de octubre.
rarle que podía decir lo que quisiera. Sam Purefoy llamó al hospital, habló con el laboratorio y
—Mi madre nunca estuvo enferma hasta que mi padre murió después colgó. No tuvieron que esperar más de dos minutos por
de un infarto hace cuatro años —empezó"—. Entonces, pocos los resultados, que llegaron a través de una impresora que había
meses después de la muerte de mi padre, empezó a tener dolores en un rincón del consultorio.
en el pecho. —Bien —dijo Sam mientras observaba la hoja—, los eosi-
—Fue cuando fue puesta en tratamiento con Vasclear —dijo nófilos están altos, pero no mucho. Siete por ciento de un total
Brian. de glóbulos blancos de veinte mil.
—Sí. Lo tomó durante casi un año —continuó Vitorelli—. Al Le pasó la hoja a Brian, quien estudió los números con an-
principio, pareció que iba a ser muy bueno para ella. Los dolores siedad. No se molestó en señalar que la tensión y quizás incluso
de pecho desaparecieron, y se recuperó. Después empezó a la deshidratación habían elevado artificialmente el número de
quejarse otra vez. Cuando vino aquí y vi sus piernas, me asusté. glóbulos blancos de Sylvia. De haber sido los normales, de cinco
Iba a llamar al doctor Purefoy, pero era domingo y pensé... pensé mil a diez mil, el recuento de eos habría estado entre el quince y
que podía esperar hasta el día siguiente. el veinte por ciento: un porcentaje muy elevado.
Se frotó los ojos, que se habían humedecido, con el dorso de —¿Puedo quedarme con esto? —preguntó.
la mano. —Por supuesto —respondió el forense.
—No fue su culpa, Ricky —le aseguró Brian, con más com-
pasión de la que los demás hombres jamás conocerían—. Si su
madre tenía el problema pulmonar que creo que tenía, nadie Tres pacientes de Fase Uno, dos muertos de insuficiencia
hubiera podido salvarla: ni yo, ni Sam, nadie. cardíaca, una tercera con insuficiencia cardíaca, y todos con un
—Era una mujer muy buena —dijo Ricky—. ¿Hay algo más número elevado de eosinófilos. Sin duda parecía haber algún
que quiera saber? De lo contrario, será mejor que vuelva al tipo de reacción a la droga.
tractor. Hacía quince minutos que Brian había salido de Fulbrook;
No hubo preguntas sobre la posible relación entre la muerte conducía bajo el cielo crepuscular rojo, anaranjado y dorado, por
de su madre y Vasclear; ningún interés repentino en un enorme una ruta sinuosa de dos manos, en su mayor parte desierta.
juicio. Richard Vitorelli no había sido criado para pensar: "Acusa Concentrado en el misterio de Vasclear y la conversación
primero, haz las preguntas después". En silencio, Brian juró que mantenida con Sam Purefoy y Ricky Vitorelli, no vio el sedán
si Vasclear había dañado a Sylvia Vitorelli y Newbury marrón sin chapa en el espejo retrovisor hasta que una luz roja
Pharmaceuticals lo sabía o había intentado ocultarlo, iba a volver comenzó a titilar en su tablero de instrumentos.
a visitar a su hijo. Pensativo, miró el velocímetro: setenta y tres kilómetros por
Ricky estrechó la mano de Brian con más fuerza que antes. hora. Quizás había pasado una señal microscópica de cuarenta
Brian se puso de pie para irse, pero después pensó en algo. kilómetros por hora y había entrado en la trampa de exceso de
—Sam, acaba de ocurrírseme —dijo—. ¿Alguna vez le velocidad de los pueblos pequeños, pensó.
hicieron un análisis de sangre a la señora Vitorelli? Irritado, estacionó en el borde angosto y blando del camino.
—En realidad no lo sé. Me imagino que le sacamos sangre, El sedán se detuvo detrás de él, y la luz roja se apagó. Había dos
pero después ella... no sobrevivió. hombres en los asientos delanteros, ambos con gafas para el sol.
—¿Podría averiguar? Específicamente me interesa el El que estaba del lado del copiloto descendió. Medía menos de
recuento de glóbulos blancos y el porcentaje de eosinófilos. un metro ochenta y era bien parecido, pero se movía con la
—Si está, no veo por qué no. Ricky, sé que han pasado dos soltura de un atleta. Llevaba pantalones y una camisa con el
cuello abierto. También llevaba una pistolera debajo del hombro Dio vuelta hasta donde estaba Brian y exhibió una placa que
izquierdo. tenía en la billetera.

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—Licencia y matrícula, por favor —dijo con tono formal- 248
mente aburrido.
—¿Cuál es el problema? —preguntó Brian, mientras revolvía
en la guantera para buscar la matrícula, que luego entregó junto
con la licencia.
—Exceso de velocidad —murmuró el policía.
Luego, el agente se dio vuelta y volvió al sedán. Un minuto
después volvió.
—¿Podría salir del auto, por favor, doctor?
¿Doctor? ¿Cómopudo...? Entonces Brian recordó que en la
primera renovación de licencia, después de graduarse en la
Facultad de Medicina, insistió en que agregaran el título: doctor.
Un punto menos por arrogancia. La multa que iba a tener que
pagar probablemente acababa de duplicarse. La próxima
En toda su carrera futbolística y durante gran parte del tiempo
renovación...
transcurrido en el laboratorio de cateterismo, Brian se había
—No creo que me haya excedido —dijo mientras abría la
guiado por una regla: evaluar, luego reaccionar. Ahora, a
puerta.
trescientos kilómetros de Boston, mientras observaba al hombre
El policía miró al otro policía, que tenía la licencia y la
que había visto en el subsuelo del White Memorial salir del falso
matrícula de Brian, y asintió. El hombre abrió su puerta y pisó el
patrullero, su evaluación tardó menos de un segundo. Iba a
pavimento. A diferencia del primer policía, éste era físicamente
terminar muy lastimado... o muerto.
imponente: un metro noventa y cinco, cintura estrecha, hombros
En los tres o cuatro minutos que transcurrieron desde que lo
enormes.
hicieron detenerse, no había pasado ni un solo auto. Y aunque
Le llevó sólo un momento a Brian recordar dónde lo había
alguno hubiera pasado, la posibilidad de que el conductor se
visto antes. Los pómulos altos y el rostro picado de viruela no
detuviera o siquiera se diera cuenta de que algo estaba mal era
eran fáciles de olvidar.
remota. En pocos segundos más Brian iba a ser reducido sobre el
piso del sedán o en el baúl, rumbo a algún sitio donde pudieran
interrogarlo con paciencia y métodos persuasivos sobre Vasclear:
qué era lo que sabía y a quién se lo había dicho. Esa perspectiva
no tenía nada de apetecible. Suponiendo que la información de
Cedric L. fuera correcta y la mafia rusa controlaba Newbury, era
casi seguro que estos dos sujetos serían asesinos profesionales.
Nada en la actitud del grandote sugería que sabía que lo
habían reconocido, ni siquiera que recordaba esos quince se-
gundos en la cantina del subsuelo. Brian lo vio cerrar con sua-
vidad la puerta del sedán y dirigirse en dirección a su auto. Brian
sabía que podían matarlo instantáneamente si trataba de correr.
Pero no hacer nada, ponerse a merced de estos dos asesinos, le
parecía una opción más aterradora. Brian le llevaba quince
centímetros de altura al hombre que estaba a sólo a un metro de
distancia. Si tenía alguna oportunidad, era ahora.
Levantó el pie izquierdo con toda la fuerza de que fue capaz

249
y pateó al hombre en el medio de la ingle. Brian sintió la tenta- pistoleros gritó. Era el más pequeño, que estaba colgado de un
ción de golpear al hombre cuando éste cayó de rodillas. En árbol en la parte superior del terraplén a unos treinta metros de
cambio, dio vuelta y salió corriendo por el camino. Desde atrás distancia, visible a través de un pasillo perfecto entre el follaje.
oyó un ruido como de petardo, luego otro, seguido inmediata- La única palabra que Brian entendió con claridad fue León, el
mente por el suave impacto de una bala en el pavimento, justo nombre del gigante.
delante de él. Cuando el asesino se dispuso a tomar su arma, Brian se
Brian corrió en zigzag lo más que se atrevió, mientras mal- levantó y empezó a correr, esta vez una carrera de obstáculos, en
decía por no haberse puesto las zapatillas para el viaje de regreso la que tuvo que salvar troncos caídos, y vadear un arroyo
de la entrevista con Purefoy. Otro disparo, esta vez acompañado pequeño. Como patinaba sobre las rocas resbaladizas, apenas
por un pinchazo a través del músculo deltoide. ¿Así era? ¿Eso se lograba mantener el equilibrio. Otro disparo. Después otro. Brian
sentía al recibir un disparo? sabía que los árboles y las sombras lo convertían en un blanco
No había estado corriendo más de quince o veinte segundos, cada vez más difícil. No obstante, la rodilla empezaba a
pero ya sentía que le faltaba el aire. Un metro noventa y cuatro, preocuparle. Al correr en el camino, sin curvas ni torsiones, la
noventa y siete kilos y cada vez más lento: estaba a punto de rodilla estaba razonablemente sólida y segura. Pero ahora, al
convertirse en un blanco magnífico. Quedarse en el camino era correr en terreno mojado, cubierto de hojas, desparejo, sobre
un suicidio. Había una pequeña salida adelante, entre los árboles, lomas, rocas y ramas, sabía que le esperaba un final desastroso si
hacia la derecha. Amagó doblar a la izquierda, y después se daba un mal paso.
metió en el bosque; miró hacia atrás sólo lo suficiente para Mientras corría, a pesar de sí mismo se preguntó cómo su-
controlar a sus perseguidores. El grandote con la escopeta era el pieron estos hombres que él iba a estar en Fulbrook. Era posible
que más cerca estaba de él, quizás a dieciocho metros. Detrás de que lo hubiesen seguido desde Reading. Mientras viajaba en
él, el hombre más pequeño, que se movía con paso torpe, trataba medio de los magníficos colores de otoño, perdido en sus
de alcanzarlo. Tampoco llevaban zapatillas. pensamientos, no había prestado mucha atención. Pero no re-
Brian golpeó las ramas con los brazos, aplastó árboles pe- cordaba haber visto el auto, ni siquiera en los caminos de mon-
queños y arbustos, tratando con desesperación de poner distancia taña. Entonces recordó el extraño clic en la línea cuando estaba
con sus perseguidores. Uno de éstos llamó al otro en un idioma hablando con Teri. Le había mencionado el ruido a ésta, y
extranjero. ¿Ruso? Hubo otra estampida, pero ningún ruido de también que se dirigía a Fulbrook. Su teléfono estaba interve-
impacto. Brian sintió de pronto una punzada en el costado, nido. Ésa tenía que ser la razón. No lo siguieron hasta la oficina
perdió el equilibrio y cayó por un terraplén empinado, cubierto de Purefoy: ya estaban ahí, esperándolo.
de arbustos. Arañado, rasguñado y con el dorso de ambas manos De repente, Brian tuvo la sensación de estar ganando un poco
sangrando, logró ponerse de pie y se arriesgó a mirar detrás. de distancia con los dos malhechores. A medida que se internaba
Podía oír a los hombres, pero no los veía. Entonces, de repente, en el bosque, grandes rocas de granito y crestones pasaban a
sólo hubo silencio. Ellos también lo habían perdido de vista, y formar parte del paisaje, que, incluso, le ofrecían más protección.
esperaban algún ruido que lo delatara. Se detuvo jadeando, se apoyó contra una roca enorme de por lo
Brian se agachó, luchando contra la necesidad de aspirar aire menos tres metros de alto y escuchó. Podía oír a uno de los
con demasiada voracidad. Ya eran más de las cinco; la oscuridad perseguidores detrás de él y otro a su derecha, ambos más cerca
cada vez más era su aliada y enemiga de los asesinos. Si sólo de lo que esperaba. Si se movía, sin duda iban a escucharlo. Si se
pudiera encontrar un sitio donde ocultarse... quedaba quieto y trataba de ocultarse en la base de la roca, quizá
Se dejó caer sobre manos y rodillas y empezó a avanzar tendría suerte. Pero no podía quedarse quieto, sin hacer nada.
lentamente y en silencio a lo largo del barranco, en la base del Decidió seguir corriendo.
terraplén. De repente, desde arriba y a sus espaldas, uno de los Se tomó un momento para medir las posiciones de los dos
hombres, y decidió doblar colina arriba hacia la izquierda, para su sitio. Sintió un dolor instantáneo que se extendió hasta la
alejarse por lo menos de uno de ellos. Dio vuelta, pero cuando cadera. Pero con la misma rapidez, gran parte del dolor des-
plantó la pierna derecha, la rodilla se le saltó, y después volvió a
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apareció. Dio un paso tentativo. Sintió una molestia, pero no tuvo lo ponía inquieto. Pero si tenía que ocurrir, que ocurriera.
problemas para soportar su peso. Una ligera torcedura; iba a tener que Otra vez se movieron las ramas de los árboles. Esta vez, con la
andar más despacio. ¿Yahora qué? mejilla apretada contra la piedra, Brian vio la parte superior de la
Los crujidos provocados por el hombre detrás de él sonaron más cabeza del hombre más pequeño. Estaba a tres metros de distancia, o
cerca. Brian se maldijo por no haber escuchado a Phil y, simplemente, casi, y se movía furtivamente en medio del silencio gris. A menos que
haber dejado este asunto en paz. Estaba a punto de ser torturado y se volteara y rodeara la piedra, iba a pasar directamente debajo de
probablemente asesinado, ¿todo por qué? Aunque no lo persiguieran, donde estaba Brian. Momentos después, el asesino emergió de los
todavía no había descubierto nada importante para interesar a Teri y a árboles, con el arma lista: un revólver con caño recortado. Un metro y
su jefe. Parecía que a los rusos no les importaba. medio... Un metro... Brian iba a tener que ponerse de pie para lograr
Una rama se quebró no muy lejos. Ya casi era el fin, pensó Brian. que el golpe fuera certero. Todo iba a tener que suceder muy rápida-
Dos asesinos profesionales, dos armas contra un médico desarmado mente, y sabía que no iba a tener un segundo intento, una segunda
con una rodilla lisiada. Pensó en Caitlin y en Becky La idea de no oportunidad. Medio metro... Un paso más... Sólo un paso más y...
volver a verlas nunca más, del dolor que iban a sentir si algo llegaba a ¡Ahora! Brian se preparó, se puso de pie, sostuvo la piedra al nivel
suceder le, lo obligó a entrar en acción. Correr estaba descartado. Pero de la cara y la arrojó con toda la fuerza de la cual fue capaz. El hombre
había una piedra grande junto a su pie. Si pudiera soltarla lo suficiente estaba empezando a voltearse justo cuando la piedra lo atrapó; con un
para levantarla, y de alguna manera tratar de ponerla sobre la roca... ruido sordo y repugnante, al dar entre la oreja y el ojo. Cayó con un
Sin tiempo para razonar sus acciones con demasiado cuidado, gruñido bajo, y la roca se deslizó a un costado. El pistolero, León, fue
enterró los dedos debajo de la piedra, la sacó de su lecho lodoso y alertado de inmediato.
llenó el agujero con hojas y barro. La piedra tenía unos nueve kilos, Desde algún punto adelante de Brian, empezaron a arañarlo los
quizás once, de peso absolutamente muerto, pero Brian encontró un arbustos del sendero. Bajó a los tropezones y salió, cojeando, en
punto de equilibrio debajo de un brazo, y, usando el otro para dirección opuesta, internándose más en el bosque. Corrió casi cinco
apoyarse, avanzó hasta un sitio desde donde pudiera llegar a la parte minutos, tropezándose, sin tener idea de si todavía estaba siendo
superior de la roca. Dio el primer paso hacia arriba, mientras sostenía perseguido. Finalmente, como la punzada en el costado y el dolor de
la piedra debajo del brazo, como si fuera una pelota de fútbol rodilla competían por la posesión del centro de dolor de su mente, se
prehistórica, enorme. Pero tuvo que apoyarla en el piso para mantener escondió debajo de unas raíces retorcidas que colgaban de un arroyo
el equilibrio. La piedra quedó inclinada apenas lo suficiente, de modo seco, se tapó con palos y hojas secas para cubrir su posición y esperó
que pudo empujarla a medida que ascendía. que cayera la noche
Entonces, justo cuando necesitaba un descanso, el hombre que Brian permaneció oculto debajo de las raíces en el bosque
estaba más cerca de él volvió a llamar a León. No podía estar a más de de las afueras de Fulbrook durante casi una hora, hasta que se
diez metros. El grandote marcado de viruela respondió con un grito hizo demasiado oscuro para creer que alguien podía estar bus-
corto e irritado desde algún punto a la izquierda de Brian, cándolo. Su sentido de la orientación nunca había sido muy
probablemente le estaba ordenando que se callara. Los dos asesinos lo bueno, pero después de cuarenta y cinco minutos de vagar por el
estaban encerrando. Brian percibió que pronto todo terminaría para él.
bosque cerrado, oyó el ruido de un auto que pasaba. Momentos
Utilizar la piedra como arma había sido una idea estúpida. Ahora,
atrapado, no tenía más remedio que continuar con el esfuerzo. después, se arrastró hasta lo que parecía el mismo camino en el
Brian sentía puntadas de dolor en la rodilla mientras ascendía con cual los rusos lo habían detenido. Un granjero en una camioneta
torpeza a la parte superior de la piedra. Una vez ahí, aplastó el cuerpo lo llevó a la estación de policía en el siguiente pueblo de
contra la superficie fresca y suave y escuchó. Si el hombre salía de Fulbrook.
detrás de la piedra, Brian estaba acabado. Si pasaba por abajo, por el La policía no sabía nada de un sedán marrón ni de un
mismo sendero natural que Brian había tomado, había una oportunidad LeBaron rojo convertible estacionado en la ruta 213. Un pa-
muy pequeña. Una rama se quebró. Entonces, a su derecha, Brian vio trullero acababa de pasar por esa zona hacía menos de una hora,
que se movían algunas hojas. Movió la roca adelante unos centímetros. le dijeron, y no habían visto ningún auto en la banquina. Para
Un golpe directo desde esta altura fácilmente podía aplastarle el cráneo Brian, el hecho de que ambos autos hubieran desaparecido
al hombre. La idea de matar a alguien, aunque fuera en defensa propia, significaba que el receptor de su bomba rocosa probablemente
había sobrevivido en bastante buena forma. También significaba
que su LeBaron quizás estaba en el fondo de alguna cantera
inundada, a trescientos metros de profundidad. La imagen de su
auto hundiéndose le trajo lágrimas a los ojos.
La teoría del policía era que los dos hombres no eran otra
cosa que ladrones profesionales de autos, quizá provenientes de
la ciudad de Nueva York para trabajar en los pueblos pequeños CAPÍTULO VEINTINUEVE
del campo. Cuando vieron el auto de Brian, lo persiguieron sólo
por diversión, sin intención seria de herirlo. Brian no tenía ganas
de rebatir esa hipótesis con su teoría, que aunque mucho más
probable, iba a sonar mucho más improbable. Llenó los
formularios necesarios lo más rápido que pudo y se dirigió a un
teléfono público para llamar a Freeman. Freeman Sharpe vivía en un prolijo departamento de cuatro
. ambientes en la planta baja de uno de los edificios Roxbury del cual
era el cuidador. Estaba mirando el noticiero de las

252
253
once de la noche junto con su esposa desde hacía tres años,
cuando sonó el teléfono. Como factótum de cincuenta viviendas
y padrino de recuperación de media docena de hombres, estaba
acostumbrado a los llamados a altas horas de la noche.
—Freeman, gracias a Dios que estás en casa.
—Doc, ¿qué ocurre?
—De todo. Freeman, ¿podrías venirme a buscar?
—Por supuesto.
—Estoy en la cabina telefónica de una estación de servicio.
—¿Y dónde queda la estación?
—En Nueva York.
Eran pasadas las siete de la mañana cuando Freeman ingresaba entremos, así te duchas y comes. Después hablaremos de lo que
con su camioneta Chevy en el pequeño garaje sin ventanas que haremos a continuación.
hacía las veces de taller. Brian se despertó de un pesado sueño y Marguerite Sharpe era una haitiana diminuta con una sonrisa
apoyó una mano maltrecha sobre el tatuaje de BUENA SUERTE perspicaz e inteligencia práctica. Freeman decía que ella era un
que su amigo ostentaba en los nudillos. regalo inmerecido, por su recuperación. Después de haber
—Gracias —dijo, con voz ronca—. Excepto mi familia, no pasado muchas horas en su casa durante los primeros meses de
creo que haya nadie en mi vida que hubiera hecho por mí lo que regreso de Fairweather, Brian también la consideraba un regalo
acabas de hacer. inmerecido de su propia recuperación. Marguerite trabajaba
—Me alegro de que por fin te hayas dormido. ¿Cómo te como consejera en un hogar de tránsito para mujeres y era la
sientes? mejor cocinera que conocía.
—Mucho más dolorido de lo que me sentía después de un Incluso, en medio del vapor de la ducha, Brian pudo oler las
entrenamiento de fútbol. Y sé que me sentiré peor mañana. salchichas y las cebollas asadas. Brian se enjabonó cuida-
—Una ducha caliente, algunos huevos y las papas fritas dosamente la suciedad y la sangre seca de los rasguños, cortes y
caseras de Marguerite van a ayudarte a volver al buen camino. heridas en las manos, rostro y brazos. Se había roto los pan-
Además, tienes que cambiarte de ropa. Tengo un equipo de talones en las rodillas, aunque no recordaba en qué momento
gimnasia que dejó aquí en casa uno de mis pichones de NA. había ocurrido, y una capa de piel en ambas rodillas estaba
Tiene que quedarte bien. siendo reemplazada por una costra. Además, tenía una herida
Brian salió débilmente de la camioneta y probó la rodilla, que lineal y profunda en la parte superior del brazo derecho, pro-
no le dolía tanto. Entonces le hizo una seña a Freeman bablemente provocada por una bala.
para que se detuviera. Una bala. Brian recordó la emoción que había sentido cuan-
—Todavía no me explico cuándo empezaron a intervenir mi do Ernest Pickard le informó sobre su empleo en el ICB. Ahora,
teléfono, y si existe alguna posibilidad de que sepan sobre ti. Me estaba lavando una herida de bala, lamentando la pérdida de la
imagino que todo este problema empezó cuando recibí el análisis única posesión material importante para él y preguntándose qué
de sangre anormal de Bill Elovitz. No veo por qué iban a iba a hacer con su vida una vez que el Comité de Matrículas
preocuparse por mí hasta entonces, así que de ninguna manera fuera notificado de su análisis positivo de orina y de su regreso a
pueden tener a alguien vigilando tu casa. las drogas.
Freeman le sonrió en medio de la oscuridad. ¿Existía alguna salida? ¿Tenía la posibilidad de decir basta,
—Por su propio bien espero que no —dijo. de convencerse a sí mismo y de notificar a sus perseguidores que
Brian recordó que Marguerite le había contado algo sobre las se había cansado y que estaba dispuesto a abandonar todo este
254 asunto de Vasclear? ¿Con quién podía tratar siquiera? ¿Con Art
255 Weber? ¿Con Pickard? ¿Con Jessup?
condecoraciones recibidas por Freeman en Vietnam. Su padrino Se secó con una toalla y se vistió con el equipo de gimnasia
nunca le hubiera hablado sobre ellas. gris que Freeman le había dejado. El ahijado de Freeman vestía
—No quiero que te involucres en este problema más que lo tamaño extragrande: si no jugaba como delantero para los
que ya te involucraste —dijo. Patriotas, sin duda era candidato. Brian se acomodó frente a
—¡Ahh! —exclamó Sharpe—. De repente nos olvidamos Freeman y saboreó, agradecido, una taza de café rico y
que, después de veinte años de recuperación, nuestro padrino aromático. Marguerite colocó una jarra de jugo de naranjas y una
debería ser capaz de decidir por sí mismo. No te preocupes, doc, bandeja enorme con huevos, papas fritas caseras y salchichas en
no me gusta que me lastimen más que al vecino de al lado. Pero el medio de la mesa y se sentó con ellos. Durante algunos mi-
tampoco me gusta que anden pisoteando a mis amigos. Ahora,
nutos nadie habló. —Y confuso —agregó Brian—. Ni siquiera sé qué ocurre en
—Me alegro de que no hayas salido muy malherido, Brian — realidad. Incluso después de esto no lo sé.
dijo por fin Marguerite, con su melódico acento isleño—. —Freeman dice que está involucrado el sindicato del crimen
Freeman me contó algo de lo que está sucediendo. Debe de ser ruso. Eso es malo. Muy malo.
aterrador para ti.
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—Pero aunque lo estén, su droga tiene el potencial de salvar —Por supuesto, doctor Holbrook. ¿Cree que pasa algo malo?
cientos de miles de vidas. Eso ya ha sido probado. He tratado de —No. Estoy seguro de que se olvidó de avisar que no iba a ir.
imaginar qué han hecho mal, o qué se proponen hacer. Lo mejor
que se me ocurre es que tienen planeado pedir recompensa por 258
Vasclear contra todo el mundo, como los villanos de una película —Gracias al cielo —dijo la mujer—. Estábamos
de James Bond. preocupados por ustedes dos, y ahora usted llamó. Quizás el
—Ah, SMERSH —dijo Freeman con acento teatral—. Por fa- doctor Gianatasio lo haga pronto.
vor, dénos su informe sobre el proyecto de ojivas nucleares, Brian colgó el auricular.
número dos... Excepto que leí en algún lado que las ganancias por —Pareces preocupado —observó Marguerite.
esta droga Vasclear podrían acercarse a los mil millones de dólares —La única persona en el hospital que sabía que quizás había
solamente en el primer año. No sería lógico que nuestros amigos algo malo con Vasclear no se presentó a trabajar. Es un viejo
en Newbury hicieran algo sucio. Sólo tienen que enviar los amigo mío, el que me ayudó a conseguir mi empleo actual.
camiones y canjear los cheques. —¿Estaba investigando los casos igual que tú?
—No sé —repitió Brian, pasándose los dedos por las heridas —No, no. Por lo menos no lo creo. Está por ser efectivizado
del dorso de las manos. en el hospital, así que decidimos que él iba a estar mejor fuera
—¿Se supone que debes ir a trabajar hoy? —preguntó del asunto. Esto no me gusta. No me gusta nada.
Marguerite. —Come un poco más —le sugirió Marguerite—. Tengo la
Brian levantó la mirada hacia el reloj de la cocina. sensación de que vas a necesitar las energías.
—¡Dios mío! ¡Son las ocho y media! Me olvidé completa- Brian se obligó a comer un par de bocados más y después
mente del trabajo. volvió a tomar el teléfono.
Tomó el teléfono y llamó a su sala. —¿A quién, ahora? —preguntó Freeman.
—Sala clínica, habla Jen. —A mi contestador automático. Escuchen, si tienen que
—Jen, habla el doctor Holbrook. trabajar, por favor vayan. Yo estaré bien aquí.
—Ah, doctor Holbrook, todo el mundo lo está buscando. Y al —Marguerite empieza a trabajar a las nueve y media —dijo
doctor Gianatasio también. Freeman—. Y yo empiezo cuando quiero.
—¿Qué quiere decir? —De acuerdo. Sólo no permitan que los incomode.
—Ninguno de ustedes dos se presentaron para las rondas. El Brian marcó el número de su casa, fastidioso e irritado ante
doctor Cohén está a cargo ahora. la posibilidad de que alguien pudiera estar escuchándolo.
—¿Ha tenido noticias de Phil? —...Hola, Brian, soy yo... —Phoebe. —Si no me equivoco,
—No, creo que nadie sabe nada de él. tienes día libre el domingo. Olvidé que Becky tenía un festival
Brian sintió un escalofrío repentino. de danza a las dos de la tarde. ¿Podrías llevarla? Avísame. Ojalá
—Bueno —logró decir—. Me quedé dormido porque estoy no esté interfiriendo en ningún plan, y espero que te encuentres
enfermo. Tengo un poco de gripe. Quizá pueda ir esta tarde. Sólo bien. Adiós. ... —Hola, doc. Dos días más. Te extraño. Sigo
estoy segundo en orden de guardia, así que pueden contactarme pensando en esas vacaciones. —Teri. —...Eh, Bri —Phil—. Creí
con el beeper si quienquiera que esté de guardia se mete en que te encontraría en casa, como eres demasiado virtuoso para
problemas. Debo estar para mi turno en la clínica más tarde. Iré a salir con chicas... Escucha, te tengo noticias. Encontré otro caso.
esa hora. Uno de los residentes lo vio en la clínica hace un par de semanas
—De acuerdo. y esta tarde me pidió consejo sobre el caso. Paciente de Fase
—¿Y podría hacerme otro favor, Jen? ¿Podría pedirle a Phil que Uno, insuficiencia respiratoria grave, edema grave de tobillos.
me llame al beeper apenas se presente? Es muy importante. Decidí verificar el registro del hombre, aunque dije que no iba a
hacerlo. No pude evitarlo. Me dio curiosidad. No había análisis
de sangre en el registro, pero me pregunté: "Si fuera El Gran
Brian, ¿qué haría?". Así que llamé al laboratorio y encontré uno de
hace tres meses. Quince por ciento de eso, amigo. Uno, cinco. El
nombre del paciente es MacLanahan. Angus MacLanahan. Te
contaré más cuando te vea mañana a la mañana. No te pierdas.

259
El último llamado era de la secretaria de la sala, preguntando muerto hasta que realmente lo estés.
dónde estaba Brian. —Comprendido —admitió Brian—. La verdad es que sí siento un
—Estás pálido, hijo —dijo Freeman mientras Brian colgaba—. poco de autocompasión en este momento. Jack me habría pateado en el
¿Malas noticias? trasero por estar lamentándome.
—Quizá. Ese viejo amigo del hospital que te mencioné me dejó un —Puedes fingir que lo hizo.
mensaje anoche: había encontrado otro posible caso. Cambió de —Podrían estar vigilando mi casa.
opinión con respecto a no ayudarme y revisó el registro del paciente. —Me sorprendería que no lo estuvieran.
—Y ahora no se presentó a trabajar —dijo Freeman. —¿Tienes tiempo para ayudarme a sacar algunas cosas de mi casa?
—Exacto. Freeman, tuve la sensación de que mi teléfono estaba —No hay problema. Y puedes quedarte aquí hasta que las cosas se
intervenido. Así supieron esos tipos dónde encontrarme en Nueva apacigüen. Quizá después de que el Presidente dé la aprobación, te dejen
York. Y si está intervenido, también deben de haber escuchado el tranquilo.
mensaje de Phil. O Phil no se cubrió las espaldas cuando fue a revisar —Eso espero. Freeman, gracias. Hay otra cosa. Me gustaría tratar de
esos registros. Newbury tiene ojos y oídos en todo el hospital. hablar con el hombre del que habló Phil.
—No te culpo por preocuparte. Yo lo estoy, y ni siquiera conozco —¿Nombre?
al hombre. ¿Qué viene ahora? —Angus MacLanahan.
—Quiero llamar a la novia de Phil en el hospital. Sharpe extrajo de un cajón una guía telefónica de Boston.
Brian hizo el llamado, pero colgó después de una conversación —Aquí está —anunció—. Joy Street. Está en Beacon Hill.
breve. —Cerca del hospital.
—Está de vacaciones por una semana —explicó. Sharpe marcó el número de MacLanahan y le entregó el auricular a
Una vez que Marguerite salió a trabajar, los dos hombres se Brian.
quedaron sentados en silencio, todavía en la mesa. Entonces Sharpe —Un paso por vez —le recordó.
suspiró. —Descompuesto, ninguna otra información —dijo Brian—.
—A veces es difícil recordar que las cosas se desarrollan como se ¿Qué piensas?
supone que lo deben hacer —dijo—. Pero por lo general es así. —Típico cliente de compañía telefónica, diría. ¿Quieres pasar por ahí
—Quizá. Pero en este momento, siento que estoy atrapado en una camino a tu casa?
prensa, y cada vez me aprieta más y más, y no tengo idea de cómo —Si tienes tiempo. Pero debemos tener cuidado. Su nombre estaba
detenerla. en mi contestador telefónico. Podría haber alguien vigilando el lugar.
—Sólo tienes que poner un pie delante del otro. Tienes algunas —Podrán estar buscándote a ti —observó Freeman—, pero no a mí.
opciones.
—Pensé en la policía y rechacé esa posibilidad. ¿Por qué iban a
creerme? Mi contacto en la FDA dice que no pueden tomar ninguna El departamento de Angus MacLanahan estaba a mitad de cuadra de
acción contra Vasclear sin una prueba contundente. No sé en quién una calle angosta del lado de Beacon Hill, cerca de la Cámara
puedo confiar en el hospital... o peor, quién puede salir herido por mi Legislativa. Freeman estacionó la camioneta en doble fila frente a la
culpa. Todavía no tengo nada en concreto, así que los diarios están entrada, y estaba ingresando en el edificio cuando Brian advirtió los
fuera de cuestión. ¿Exactamente a qué opciones te refieres? tablones de madera que tapaban las ventanas de uno de los
—Bien, veamos. Tienes que conseguir un poco de ropa. Tienes departamentos en el segundo piso. Sharpe volvió a los pocos minutos.
que alquilar un auto. Tienes que denunciar el robo del tuyo en la Caminó con calma hasta la camioneta, luego saltó y salió rápidamente.
compañía de seguros. En algún momento tienes que presentarte a —MacLanahan está muerto —dijo con pesar—. La señora del
trabajar, suponiendo que vayas a hacerlo. También puedes hacerte el departamento de abajo me lo dijo. Ese del segundo piso era
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su departamento. Hubo una explosión de gas hace tres semanas. ciudad como durante esta semana, en la cual el Presidente
—Lo sabía —dijo Brian—. Apenas vi esas ventanas tapadas
supe que era su departamento.
—¿Y el otro hombre del que me hablaste, el sobreviviente
del campo de concentración?
—Murió en un asalto en un almacén. viajará a Boston, dentro de sólo dos días, para presidir la
Freeman se alejó de la acera y se dirigió hacia la autopista 1- ceremonia de aprobación de la droga Vasclear, desarrollada
93, al norte de Reading. y probada en Boston. En honor a esa ocasión, hoy hablará
—Si las muertes tan violentas de esos dos hombres son una en nuestro programa el doctor Art Weber, director del
coincidencia, es una muy fea —dijo Freeman—. ¿Qué vas a proyecto Vasclear de Newbury Pharmaceuticals, con sede
hacer? aquí, en Boston. Pero primero quiero presentarles a una
Brian se frotó la fatiga que todavía tenía en los ojos. invitada muy especial, la señora Hermione Goodman, una
—Después de recoger mis cosas, creo que hablaré con la de las afortunadas que formaron parte del grupo
esposa de Bill Elovitz —dijo. experimental que recibió Vasclear durante un año y medio.
Señora Goodman, bienvenida a De boca en boca. Primero
cuéntenos cómo llegó a ser admitida en el tratamiento con
Vasclear.
Hermione: Todo fue muy rápido, en realidad. Nunca
estuve enferma hasta que un día empecé a sentir dolor aquí,
debajo de la clavícula.
Pat: ¿Cómo eran los dolores?
De boca en boca con Pat Carson
Hermione: Agudos y como gaseosos. Al principio creí que
padecía una indigestión. Pero por las dudas decidí ver a mi
WBZ-TV, Boston
doctor. Como tengo una historia familiar de problemas
Pat: Boston es famosa como la meca de la medicina del país y
cardíacos y en mi último electrocardiograma
del mundo. Sin embargo, nunca ha habido tanto interés en esta
262
hubo algunos cambios menores, mi médico me derivó a la doctora a Brian apenas se validara el testamento de su padre. En este vecindario,
Jessup, del White Memorial. Me hicieron un test de esfuerzo y un tranquilo y residencial, a un extraño le resultaría difícil pasar
cateterismo. Me sorprendió mucho saber que mi condición cardíaca era desapercibido mientras vigila.
grave. —¡Agáchate! —ordenó Freeman cuando por fin pasaron por
la casa.
Pat: Fue entonces cuando la admitieron en Vasclear. Brian se agachó rápidamente entre el piso y el asiento.
—¿Viste algo? —preguntó.
Hermione: Exactamente. —Hay un sedán gris estacionado entre otros dos autos, a media cuadra
y de la mano de enfrente. Por lo que puedo ver hay un hombre solo en su
Pat: ¿Y en cuánto tiempo respondió al tratamiento? interior.
Freeman siguió conduciendo, después dobló hacia la acera varias
Hermione: Ah, en un par de semanas. Quizás un mes. Las molestias cuadras más adelante.
desaparecieron y desde entonces estoy bien. —¿Cuánta urgencia tienes de entrar en tu departamento?
—preguntó.
—Un poco de ropa me sería útil, pero lo que realmente necesito es mi
Brian iba sentado en el asiento del copiloto de la camioneta, con los maletín. Tengo mi placa identificatoria y un montón de papeles del trabajo,
pies sobre el tablero y un anotador con espiral apoyado en la falda. A lo sin mencionar mi estetoscopio.
largo del margen de la página, junto a una docena de formas —Entonces hagámoslo.
geométricas, había dibujado sus garabatos personales: un tocado indio, El plan era sencillo: Brian iba a bajarse de la camioneta a una cuadra
una lancha, una cara de cerdo, un volcán y una pelota de fútbol, todos de distancia y se acercaría al departamento desde atrás, pasando por el
muy parecidos entre sí. En el centro había escrito: patio de un vecino, saltando una verja y entrando en su propio patio.
Mientras tanto, Freeman iba a detenerse junto a la ventanilla del conductor
Kenneth Ford —probable HP; eos 14% ... muerto Sylvia V. —posible del sedán para preguntarle sobre una dirección. Iba a distraerlo lo más que
HP; eos 15-20% ... muerta MacLanahan —posible HP; eos 15%— pudiera y, al mismo tiempo, bloquearía la visión del hombre que,
muerte violenta Bill Elovitz —HP; eos 13%— muerte violenta seguramente, intentaba saber algo de la persona que vivía allí. Por lo que
podía apreciar, el conductor veía con claridad el comedor y el living del
Debajo de la lista escribió las palabras Rusos... Casa Far- departamento, así que Brian tenía que mantenerse alejado de esas
macéutica... Vitaminas... Lavado $$ drogas... y finalmente, debajo de ventanas. —¿Cómo vas a entrar? —preguntó Sharpe. —Tengo una llave
éstas, una sola palabra: Vasclear. extra debajo de una piedra junto al porche trasero.
—Freeman, hay algo que se me escapa —dijo—. Es como tú dijiste —Entra y sale. Una regla de vida que aprendí en Nam.
antes: soy una hormiga, y me persiguen con una escopeta para —Entra y sale —repitió Brian.
elefantes. Y, ahora, Phil. Dios, espero que esté bien. Freeman lo dejó, observó un instante a su amigo mientras empezaba a
De repente maldijo y dio un golpe con el puño. cruzar el patio del vecino y después siguió conduciendo. Brian saltó la
—¿Qué sucede? cerca baja de estacas puntiagudas con facilidad y cayó agachado, contento
—Teri... la mujer que te mencioné de la FDA. Hablé con ella de que la rodilla hubiera soportado el esfuerzo. A través del espacio entre
anteanoche. Si la gente de Newbury estaba escuchando, puede estar en los departamentos, pudo ver que Freeman se acercaba al sedán gris. Cruzó
problemas. Tengo que llamarla y por lo menos advertirle que tenga el patio, localizó la llave, se deslizó en el porche trasero y abrió la puerta
cuidado. tratando de no hacer ningún ruido. El maletín
—Pero no lo hagas desde tu teléfono.
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Atravesaron la interestatal en Reading y recorrieron len-

264
tamente algunas calles alrededor del departamento que iba a pertenecer
con la placa identificatoria estaba sobre la mesa de la cocina, borbotones era mortal o no.
donde lo había dejado. Tomó una bolsa de gimnasia de nylon de Brian tomó el revólver de la pistolera del hombre, lo metió en la
debajo de la cama y la llenó de ropa interior, medias, remeras, bolsa de nylon y después corrió con la bolsa y el maletín
vaqueros y un par de zapatillas. Después tomó varias perchas con
ropa de vestir de su armario. 266 hacia la puerta trasera. Estaba saltando la verja del vecino cuando
Estaba mirando a su alrededor en busca de cualquier otra cosa oyó el chirrido de las ruedas de la camioneta de Freeman, que
que pudiera necesitar cuando oyó el ruido del depósito al ser doblaba la esquina. Sharpe aminoró la marcha, pero no se detuvo del
descargado del baño que había frente a la cocina. Soltó la ropa todo. Brian corrió por la acera y después por la calle para
sobre la cama y se aplastó contra la pared, mientras respiraba aproximarse al vehículo. Abrió la puerta, arrojó sus cosas en el piso
profundamente para sobreponerse al flujo de adrenalina que le y después se subió al asiento del copiloto mientras Sharpe aceleraba.
había hecho duplicar el pulso. Pocos segundos después se abrió la Sólo cuando estuvieron a unos dos kilómetros de distancia, cerca de
puerta del baño. Brian miró a su alrededor en busca de algún la interestatal, su respiración se normalizó lo suficiente para poder
arma. Lo mejor que pudo encontrar fue un trofeo con base de hablar.
mármol que había en el escritorio a su derecha, un exceso de la —Es una locura —dijo Brian—. El hombre que estaba en el auto,
colección de Jack en el living: Jugador del Año de la Universidad ¿era un tipo grandote? ¿Con una cicatriz en la cara?
de Nueva Inglaterra. Freeman sacudió la cabeza.
Asió el trofeo del pasador estilizado y observó mientras el —Gordo, hombros anchos, bigote —dijo—. Hablaba inglés
intruso ingresaba al living. Era el hombre delgado de Fulbrook. bastante bien.
Evidentemente, la roca no lo había lastimado como Brian creía. —¡Jesucristo!, Freeman, tienen un ejército entero. El tipo que
Detrás del hombre, a través de la ventana, Brian pudo ver la dejé sangrando en mi living es el mismo a quien golpeé con la roca
camioneta de Freeman. Su amigo no iba a poder ganar mucho en Nueva York. Esta vez usé uno de mis antiguos trofeos. Quizá lo
tiempo más. maté.
El intruso llevaba la pistolera sobre una camisa a cuadros. Dio —La práctica lleva a la perfección —comentó Freeman—.
unos pasos, miró por la ventana y después utilizó una radio de dos Espero que no sientas lástima por ese tipo. Te han declarado la
bandas, supuestamente para hablar con el hombre del auto que guerra, doc, así que será mejor que estés dispuesto a hacer lo
estaba afuera. La conversación fue en rápido ruso. Ahora el necesario para sobrevivir. Lo primero que haremos será buscar una
hombre se encontraba a menos de tres metros. Estaba de espaldas cabina telefónica para hacer uno de esos llamados anónimos a la
al dormitorio y concentrado en la conversación, pero Brian no vio policía de Reading y denunciar actividad sospechosa cerca de tu
ninguna oportunidad de pasar junto a él rumbo a la cocina. Asió domicilio. Con un poco de suerte, llegarán justo cuando Trotsky esté
el trofeo con más fuerza, respiró hondo, contuvo el aliento y arrastrando a Lenin al auto. ¿No sería maravilloso?
atacó. Cuando el hombre se dio vuelta y gritó, Brian vio que en —Sí, grandioso. Freeman, me estoy volviendo loco. No soy un
realidad el piedrazo lo había lastimado bastante en el costado de bebé, pero estos bastardos están tratando de matarme y no sé por
la cabeza y de la cara. Golpeó la base de mármol con todas sus qué. Ahora bien, la única persona en quien podía confiar en el
fuerzas, justo en el centro de la herida extensa y en carne viva. El hospital no se presentó a trabajar. ¿Crees que debería ir a la policía y
hombre gruñó y cayó al piso, inconsciente. contarles lo que está ocurriendo?
A través de la ventana, Brian vio la camioneta de Freeman —Si crees que con eso lograrás algo, debes hacerlo.
todavía estacionada junto al sedán. Se imaginó que el otro truhán Brian hundió el rostro entre las manos.
estaría gritándole a Freeman que se corriera para poder salir. El —No sé cómo podría hacerlo sin mencionar Vasclear y, a estas
hombre a quien Brian había golpeado todavía respiraba, pero no alturas, todavía no tengo nada que se asemeje a una prueba. Nadie
había modo de saber si la herida de la cual salía sangre a me escucharía. Todo el mundo pensaría que estoy loco, o que volví a
consumir drogas, o ambas cosas. Me despedirían del trabajo, si es
que todavía no lo han hecho. Y los rusos probablemente me
matarán igual.
Freeman estacionó junto a una casilla telefónica y apoyó una
mano sobre el hombro de Brian.
—No te apresures, amigo —dijo—. Todos esos letreros que
267
estuviste leyendo este último año y medio en las reuniones no son sólo Después de grabar el segundo mensaje a Teri, llamó a información
palabras. No te apresures. y consiguió el número telefónico de Wilhelm Elovitz, en Charlestown.
—Quizá debería esconderme hasta que concluya la ceremonia y Esta vez contestó la viuda de Elovitz, Devorah.
Vasclear salga al mundo. —Ah, sí —dijo con acento no tan pronunciado como el de su
—Es una gran idea. Si no te presentas a trabajar tu situación difunto marido—. Bill me contó que usted fue el mejor doctor que
laboral mejorará mucho. jamás había tenido.
—Por lo menos seguiría vivo. —Brian trató de esbozar una tensa —Parecía un hombre muy bueno, señora Elovitz. Lamento no
sonrisa y después apretó la mano de Freeman. —Estoy bien. Asustado, haberlo conocido mejor.
es todo. Pero de verdad estoy bien. Ve a hacer tu llamado, y después —Sí.
haré los dos míos. Brian se dio cuenta de que la anciana estaba empezando a llorar.
Brian se quedó sentado en la camioneta mientras Sharpe iba a —Señora Elovitz, lamento si mi llamado la pone triste. Quizá
llamar a la policía. Sus pensamientos estaban ocupados por Phil. Trató prefiera que la llame en otro momento.
de imaginarse un escenario en el cual su amigo adicto al trabajo no se —No, no, estoy bien. Las lágrimas no son la peor cosa del mundo.
presentaba a las rondas justo un día en que era visita de sala, y Por favor, dígame qué puedo hacer por usted.
tampoco llamaba para avisar. Nada tenía sentido, por lo menos nada —Sé que a Bill lo mataron en un asalto, pero no conozco los detalles.
que no involucrara a la clase de gente que acababa de intentar matarlo. —Estuvo en todos los diarios y en la televisión.
—Bueno —dijo Freeman al entrar en la camioneta—, la policía de —Lamento no haberme enterado de nada. En esos días estaba
Reading no sonó muy ansiosa por confirmar un dato anónimo. Pero sufriendo una tragedia propia. Mi padre murió repentinamente.
quizá lo hagan. —¡Oh, cuánto lo siento!
Brian se apuró por llegar al teléfono y llamó a la oficina de Teri y —Gracias. Quizá podría pasar por su casa y hablar con usted un
después a su casa. En los dos lugares encontró el contestador, y en momento en lugar de hacerle preguntas por teléfono.
ambos dejó advertencias similares. —Si quiere pasar a visitarme, está bien. Pero creo que debería
—Teri, sé que te va a parecer una locura, pero he dado con un hablar con Sid.
punto sensible al investigar estos primeros casos de Vasclear. De —¿Sid?
repente, hay gente que quiere lastimarme. Es posible que mi teléfono —Sid Mastrangelo. El propietario del mercado donde Bill fue... fue
esté intervenido, y podrían saber que estuve hablando contigo. Así muerto.
que, hasta la ceremonia, por favor ten mucho cuidado. Si puedes —¿Y estuvo presente cuando sucedió? —Oh, sí. A
quédate con amigos. No hagas muchas cosas sola. Te extraño. Te Sid también le dispararon.
extraño como loco.
268

269
—¡Ese es el viejo espíritu de recuperación!
CAPÍTULO TREINTA Y UNO
270
Sid Mastrangelo era tal como lo recordaba Freeman. Estaba
calvo con la excepción de un canoso flequillo de monje; habría
sido tenido en cuenta en cualquier elenco para representar al fraile
Tuck. Llevaba puesto un delantal de lona desatado en la cintura, y
tenía el brazo derecho en cabestrillo. Brian se presentó a sí mismo
y a Freeman.
—La esposa de Bill Elovitz llamó hace un momento y me avisó
que venía —dijo Mastrangelo.
El mercado de Sid ocupaba la primera planta de una casa de —¿Le explicó qué queríamos?
alquiler en un sector polvoriento de Charlestown, cerca del —Dijo algo sobre el tiroteo. También me contó que usted era
amarradero del buque estadounidense Constitution. Las ins- médico de Bill.
trucciones de Devorah Elovitz fueron bastante claras, pero no las —Así es. Uno de sus cardiólogos en el Instituto Cardíaco de
necesitaron. Boston.
—Cuando volví de Vietnam —explicó Freeman— pasé un —¿Y usted quién es? —le preguntó a Freeman.
buen tiempo haciendo negocios en estas calles. Hasta recuerdo el —Sólo un amigo.
mercado de Sid de esa época. —¿Sí? Pues, se parece mucho a un vago que hace mucho
—¿Y recuerdas a Sid? tiempo merodeaba por esta esquina.
—Pasaron más de veinte años, pero si está igual de ancho que —Cuido un par de edificios de departamentos en Boston —
de alto, lo recuerdo. Creo que más de una vez me echó de su respondió Freeman con calma—. Soy casado, miembro importante
negocio. de los Elks, amigo de médicos como este señor. Imposible que sea
En el camino a Charlestown desde Reading, tuvieron la radio yo.
encendida en el noticiero. Aunque había dos noticias re- —Bien —respondió el almacenero, con los ojos brillantes—.
lacionadas con Vasclear y la inminente visita del Presidente a Porque el vago que recuerdo tenía un tatuaje en los nudillos que
Boston, no había nada sobre un llamado anónimo a la policía de rezaba BUENA SUERTE, igual que usted.
Reading seguido por el descubrimiento de un cuerpo apaleado en —Señor Mastrangelo —interrumpió Brian— ¿estaría dispuesto
la casa de un médico, quien hacía poco tiempo había perdido la a hablarnos de lo que sucedió el día del tiroteo?
licencia debido al consumo de drogas. —La esposa de Bill me pidió que lo hiciera, así que lo haré. Una
—Demasiado pronto —observó Freeman—. Además, no creo anciana entró a comprar leche y cigarrillos. Mastrangelo marcó los
que la policía me haya creído. ¿Cómo estás tú? precios en una antigua máquina registradora, le entregó el vuelto y
—Conmocionado, pero ya no tiemblo. No puedo creer que le advirtió sobre el riesgo que corría su salud si continuaba
ese bastardo me haya estado esperando dentro de mi casa. fumando.
—Tenían tu llave. Si alguien estaba oculto adentro significa —Antes de empezar —pidió Brian—, ¿tendría un teléfono que
que el tipo que estaba afuera podía irse de tanto en tanto. Tuviste pueda usar? Necesito llamar al hospital.
suerte de que el señor de adentro estuviera atendiendo el llamado Mastrangelo metió la mano debajo del mostrador y sacó un
de la naturaleza. teléfono portátil.
—Tengo la sensación de que me estoy quedando sin suerte. Rezando en silencio, Brian llamó a su sala. Todavía no había
noticias de Phil, le informaron.
—¿Sabe si el doctor Pickard está enterado de la ausencia de
Phil? —le preguntó a Jen, la secretaria de la unidad.
—Oh, sí. De hecho, el doctor Pickard estuvo por aquí ha-
ciendo preguntas hace sólo un momento. Espere un minuto,
todavía está aquí. Va caminando por el pasillo.
—¿Podría hablar con él?
271
—Aguarde, doctor Holbrook. Veré si puedo alcanzarlo. 272
Brian miró a su derecha, donde Freeman estaba pagando por unas —¿Mostrarme?
pastillas de menta, una Coca y un paquete de tabaco para pipa. —Tengo una copia del vídeo que mi sistema de seguridad registró esa
—No lo inhalo —oyó que decía su padrino justo cuando Ernest noche. Mi casa está arriba, si quieren verlo.
Pickard le habló.
—Brian —dijo—. Estábamos muy preocupados por ti y por Phil. Sid Mastrangelo colocó un letrero de "Cerrado" en la ventana y guió a
¿Te encuentras bien? Brian y a Freeman por las escaleras traseras hasta el departamento que
—Sí, señor. Estuve despierto la mitad de la noche por una gripe y compartía con su esposa y que ocupaba todo el piso alto.
olvidé ponerle la alarma al despertador. Pero ahora estoy mucho —Tengo un amigo que trabaja en el área de seguridad —explicó^—. La
mejor, así que tenía pensado ir a trabajar dentro de una hora. empresa se llama Seguridad Triple A y queda aquí, en Charlestown. Me
—Bien. Excelente. ¿Tienes idea de dónde puede estar Phil? Perdió asaltaban a cada rato y un par de veces forzaron la puerta. Manny ideó un
las rondas que se suponía que tenía que dirigir esta mañana, y sistema para mí. Después del asalto, antes de entregarle la cinta a la policía,
tampoco llamó. me hizo una copia. Los dos tipos que entraron tenían máscaras de esquí en
—Es muy raro en él. ¿Han enviado a alguien a su casa? la cabeza. He visto el vídeo tres o cuatro veces, para tratar de ver si hay
—Creo que la policía está en camino. Brian, hay dos becarios de algo en la actitud de los asaltantes que me permita reconocer a alguien.
vacaciones. Phil tenía que cubrir la guardia esta noche. ¿Hay alguna —¿Y lo logró? —preguntó Brian.
posibilidad de que puedas hacerlo tú? Mastrangelo sacudió la cabeza.
—Estaré por ahí a eso de las dos —respondió Brian, mientras —No.
pensaba en utilizar la noche de guardia para volver a la sala de Mientras se acomodaban delante de la pantalla de un enorme televisor,
registros y continuar con su lista de pacientes de Fase Uno—, y no en el departamento confortable y con cierto olor a humedad, la esposa de
tengo problema en cubrir la guardia si usted quiere. Mastrangelo —la versión femenina del almacenero— los saludó
—¿Ninguna noticia? —preguntó Freeman. alegremente desde la cocina.
—Ninguna. Voy a cubrir a Phil esta noche. Sid encendió el televisor, alistó la videocasetera y le entregó el control
—¿Crees que eso es sensato? remoto a Brian.
—Tú fuiste quien me dijo que sería un error desaparecer. —Párelo donde quiera y hágame todas las preguntas que se le ocurran.
—Es verdad. Vuelve a trabajar, pero quédate en los pasillos Unos pocos segundos de estática electrónica fueron seguidos por una
principales, lejos de los recovecos y rincones. Y, Brian, piensa por qué imagen graneada en blanco y negro del interior del Mercado de Sid.
de repente estás en el medio de este lío. La cámara, ubicada arriba, atrás y a la izquierda de Mastrangelo, tenía
—Disculpe por tanta charla, señor Mastrangelo —dijo Brian—. una lente de 180 grados, que distorsionaba un poco la imagen, pero
Hay un gran alboroto en el hospital, y parece que yo estoy en el permitía captar un campo más amplio. Vistas desde arriba, las figuras en
medio. escena parecían comprimidas. Y, sin sonido, la sensación de espanto de la
—¿Tiene algo que ver con el tiroteo? —preguntó el almacenero. grabación parecía extrañamente muda.
Freeman y Brian intercambiaron miradas. La verdad, decidieron. Negocio vacío a excepción de la nuca de Sid, que se mueve de un lado a
—Podría ser —respondió Brian—. Por eso quisimos verlo. otro del mostrador bajo... las 20:48, informa un reloj en la esquina inferior
Esperaba que pudiera contarnos exactamente qué ocurrió cuando derecha.
mataron a Bill Elovitz. —Los viernes cierro a las nueve —comentó Mastrangelo.
—Puedo hacer algo mejor —respondió Mastrangelo—. Puedo La puerta del frente se abre e ingresa Bill Elovitz, con un
mostrarle.
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impermeable sin cinturón... Lleva el brazo izquierdo en Brian... Se dirige a la parte trasera del negocio y desaparece del
cabestrillo... El abundante pelo canoso brilla en la grabación campo visual... Momentos después se abre la puerta y entran dos
grisácea... Los tobillos hinchados pueden verse por encima de las hombres... Los dos llevan rompevientos y máscaras de esquí... Uno
zapatillas de básquet... Saluda con familiaridad a Mastrangelo y de ellos tiene una pistola, el otro una escopeta de caño recortado...
esboza la sonrisa agridulce que le había causado tanta ternura a Brian apretó el botón de pausa. Aunque los aspectos físicos de

275
los pistoleros se veían distorsionados, uno de ellos —el que llevaba —No estoy seguro, señor Mastrangelo —respondió—. Pero no
la escopeta— era claramente mucho más alto y de hombros más vi a alguno de ellos llevándose la billetera de Bill.
anchos que el otro. Freeman lo miró con sonrisa irónica y Brian
asintió. Podría apostar su casa a que el rostro debajo de la máscara
tenía una cicatriz profunda: León. Brian no estaba seguro de si el
otro hombre era el que probablemente había matado un rato antes.
Oprimió el botón de reproducción.
El hombre más bajo hace gestos a Sid con la pistola y parece
ser el único que habla... León abandona la escena y regresa
segundos después, empujando a Bill Elovitz con la escopeta...
Elovitz está hablando y no parece muy asustado. Tiene experiencia
con abusadores armados... El hombre más bajo le ordena a Sid que
abra la caja registradora, toma los billetes que hay y se los mete en
el bolsillo... Los pistoleros retroceden hacia la puerta... Ya
llegaron... Empiezan a darse vuelta... De repente, León gira otra
vez... Está apenas a dos metros de Bill... Sin vacilar, dispara...
Elovitz parece recibir el impacto del tiro en pleno pecho... Cae
hacia atrás como derribado por un tornado, golpea contra unas
repisas y cae al piso. ...El intruso con la pistola se da vuelta hacia
Mastrangelo y dispara desde dos metros de distancia, pero Sid se
está tirando detrás del mostrador para cubrirse, justo cuando le
disparan. ...Los dos pistoleros no vuelven a rematarlo, sino que se
escapan... Segundos después, la mano de Sid aparece sobre el
mostrador, queriendo incorporarse. ...El reloj reza 20:52. ...Cuatro
minutos.
Brian apagó la videocasetera y asintió con tristeza a Freeman.
Son ellos. Dejó a un lado el control remoto.
—Señor Mastrangelo —preguntó, con cuidado de no darle
pistas para la respuesta que esperaba—, el hombre que le disparó,
¿tenía algo raro... cualquier cosa?
—Hablaba con cierto tipo de acento —respondió Sid sin vacilar
—. No sé de qué tipo. Alemán, quizá.

—¿Y el otro hombre?


—¿Godzilla? No creo que haya dicho ni una palabra. ¿Lo
ayudó ver el vídeo?
—Quizá. Todavía hay muchas cosas que no entiendo.
—Pero no parece creer que a Bill le dispararon como parte de
un asalto.
Brian se encogió de hombros, después se paró y estrechó la
mano del almacenero.
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275
CAPÍTULO TREINTA Y DOS millones de dólares, la compañía farmacéutica ha contratado asesinos
para matar a sus pacientes...
¿Le iría mejor con la policía? ¿Con Carolyn Jessup? Brian tomó el
corredor ancho que llevaba al vestíbulo del ICB, exhibió su identificación
al guardia y fue escaleras arriba, hacia la sala. ¿Qué otra cosa podía hacer
sino continuar acumulando información, juntándola y esperando que en
algún momento ésta le sugiriera una explicación sensata? Por supuesto,
iba a tener que lograrlo mientras esquivaba a los profesionales que estaban
tratando de asesinarlo. Papá, ¿dónde estás cuando más te necesito? Brian
subió corriendo los cinco tramos de escaleras, haciendo una pausa en cada
descanso para escuchar si lo seguían. Se vistió con el equipo de trabajo en
la sala de guardia. Jen, la secretaria de la unidad, normalmente vivaz, se
Brian dejó su bolsa de gimnasia en la camioneta y le pidió a Freeman
alegró considerablemente al verlo llegar.
que lo dejara en el White Memorial. Ingresó al vestíbulo del hospital
—¡Ay, doctor Holbrook, me alegro tanto de verlo! —exclamó—. ¡Qué día
en actitud de alerta, y escudriñando la multitud para captar si alguien
horrible! ¿Qué le ocurrió? —Sólo un poco de gripe. —No, me refiero a su
parecía estar buscándolo. Asió con fuerza su maletín, que además de
cara y sus manos. —Ah... este... la jardinería. A veces me posesiono
los papeles de siempre, instrumentos médicos, barras de Kit Kat y una
mucho con la jardinería. ¿Alguna noticia de Phil? Jen sacudió la cabeza
muda de ropa interior, contenía una única media de gimnasia donde
con tristeza.
estaba oculto el revólver de caño recortado que le había quitado al
—Nada. El doctor Pickard acaba de irse para su consultorio. Estuvo
hombre que dejó inconsciente sobre el piso del living de su casa.
controlando a los pacientes del piso. No sabía que era tan buen médico. —
Brian nunca había disparado un arma excepto una escopeta BB y
Uno de los mejores.
en una oportunidad un rifle calibre 22. Esperaba no tener nunca que
—Doctor Holbrook, él me dijo que usted iba a estar de guardia esta
disparar una. Pero dos matones de Newbury Pharmaceuticals habían
noche y le dejó el beeper de guardia.
asesinado a un paciente anciano de la Fase Uno, y probablemente
La secretaria le entregó el beeper de emergencias y Brian se lo ajustó
habían matado a un segundo. Ahora, los asesinos estaban detrás de él,
al cinturón. Después él le entregó a ella un trozo de papel con el nombre
y, además, Phil había desaparecido.
ALLISON BROUGHAM escrito en él: la paciente que seguía en su lista de
¿Había alguien además de Teri en quien podía confiar? ¿Estaría
Fase Uno.
ella dispuesta a arriesgarse sin nada más sustancial que su palabra?
—¿Podría llamar al departamento de registros y hacer que le envíen el
¿Cuánto tiempo tenía antes de que lo llamaran de la oficina de Pickard
registro de esta paciente, por favor? O, mejor, si puede abandonar su
para informarle de un test de orina positivo? Quizá podía recurrir a
puesto el tiempo suficiente para bajar a buscarlo, sería fantástico.
Pickard.
—No puedo dejar el escritorio, pero Beverly llega a las tres para hacerse
Doctor Pickard, no tengo pruebas, pero quiero que sepa que la
cargo. Iré entonces.
compañía con la que ha estado trabajando en estrecha colaboración
—Perfecto.
durante los últimos cinco años está controlada por la mafia rusa. ¿Mi
La sala de investigación clínica estaba en orden razonable. Quince
fuente? Ah, un gángster chino llamado Cedric, que va a las reuniones
pacientes, todos bastante enfermos pero ninguno en situación crítica. Para
de NA. Ahora, por alguna razón, aunque la droga que desarrollaron
las tres y cuarto, cuando lo llamaron del
con Newbury va a salvar miles de vidas y le hará ganar a su instituto

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276
escritorio principal, ya había controlado a nueve. Cada uno de último de sus pacientes. Por si acaso, seleccionó otro nombre de su
ellos tenía una nota de seguimiento meticulosamente escrita por lista de Fase Uno y le pidió a la secretaria vespertina de
Ernest Pickard. Brian vio que no se había equivocado con
respecto a su jefe. Pese a todas sus responsabilidades fuera de la 278
medicina como responsable del Instituto Cardíaco, Pickard era la unidad, Beverly, que enviara a buscar el registro. Después, al
un cardiólogo eminente. Con dos de sus médicos ausentes y a darse cuenta de que no había comido nada desde el desayuno,
sólo dos días de la visita del Presidente, ayudar a los becarios de firmó la salida de la sala y se dirigió a la cafetería. Llegó a la
Cardiología en el control de los pacientes, probablemente era lo puerta de la escalera y se detuvo, volvió a la sala de guardia y sacó
último que deseaba hacer. Pero por lo que Brian podía deducir el maletín de debajo de la cama. Tenía puesto un delantal largo
de las notas escritas por Pickard, éste se había informado muy hasta la rodilla sobre el equipo de trabajo. El revólver envuelto en
bien y se había involucrado con cada caso. la media, metido en el bolsillo de la chaqueta, lo ponía incómodo y
—Hay un llamado telefónico para usted de Jen —le informó atemorizado. En cambio, lo guardó en el maletín, y decidió llevarlo
la nueva secretaria de la sala, mientras le entregaba el teléfono consigo.
—. Llama desde el departamento de registros. La cafetería, el orgullo del White Memorial, contaba con una
—Jen, habla Brian. serie de comedores pequeños públicos y privados alrededor de un
—Doctor Holbrook, estoy en el departamento de registros. área central en forma de herradura. En el extremo abierto de la
No aparece ninguna Allison Brougham, B-R-O-U-G-H-A-M en herradura estaba el área de servicio, con un bar de ensaladas, horno
las computadoras. Ninguna paciente con ese nombre ha estado para pizzas, parrilla, sección de comidas a la carta y bar de postres.
en este hospital. Con mil o más empleados trabajando en diferentes turnos, la
Oh, sí que ha estado, quiso decir Brian. Pero no tenía cafetería casi siempre estaba llena.
sentido. Los cabos sueltos lentamente estaban siendo atados. Ya Brian asió con fuerza el maletín y, en constante alerta, se unió a
no había más páginas faltantes en los análisis de laboratorio. Los la masa humana que ingresaba en el restaurante. En la fila no había
pacientes de Fase Uno estaban siendo eliminados sistemática- nadie reconocible, y mucho menos alguien con la confianza
mente de los bancos de datos del hospital. suficiente para sentarse a comer con él. Recordó brevemente los
Cuando Brian se despidió de Freeman, le dejó escrito todo lo días del Hospital Suburbano, donde siempre había un grupo
que sabía, y algunas escasas conclusiones. Freeman se enojó por animado en el comedor de los médicos y no había ni una sola
el discurso de Brian que parecía sugerir: "Si algo me pasara...", persona, desde el personal de limpieza hasta el director, con quien
pero, por fin, tomó los papeles y prometió que, de un modo u él no hubiera tenido algún tipo de intercambio. Ahora,
otro, las altas esferas de la FDA, los diarios y quien quisiera virtualmente, era un desconocido, y la única persona cercana a él
escuchar los recibirían. había desaparecido.
Antes de regresar a las rondas de los últimos seis pacientes, Amagó hacia el bar de ensaladas, pero después se decidió por la
Brian buscó a Phil con el beeper y llamó a su departamento. fila que llevaba a la parrilla. Estaba a punto de ordenar una
Nada. Carrie Sherwood tampoco estaba. ¿Era posible que Phil y hamburguesa de cuarto kilo con queso y papas fritas cuando vio a
Carrie se hubieran casado? ¿Qué Phil se hubiera visto tan un hombre, a poca distancia, saliendo de la cafetería con una
envuelto en la espontaneidad, el romance y el sexo que había bandeja llena. La posición de Brian le permitía verlo desde detrás,
decidido abandonar su personalidad responsable y adicta al pero la altura, la cintura estrecha y los hombros robustos eran
trabajo por este único día? La explicación podría haber aplacado inconfundibles, en especial, desde que lo había visto en un vídeo
por un momento los temores de Brian si Phil no hubiese dejado matando a un anciano a sangre fría.
ese mensaje sobre Angus MacLanahan en su contestador Brian salió de la fila, tratando de moverse con rapidez para no
telefónico. llamar la atención. León llevaba puesta la misma ropa: vaqueros y
Eran pasadas las cuatro cuando Brian terminó de ver al camisa azul, como aquella tarde junto a la cantina automática. No
había modo de saber si él controlaba si lo estaban siguiendo o si
buscaba a Brian, pero un par de veces se detuvo para mirar a su
alrededor. Pasó al corredor principal y fue en la dirección del
Instituto Cardíaco, de vuelta al sitio donde Brian lo había visto
por primera vez. Brian permaneció detrás, a una distancia
considerable, pues estaba casi seguro
279
de que León iba hacia la escalera que daba al segundo subsuelo. Al 280
aproximarse al subsuelo del Instituto Cardíaco, el corredor estaba de inmediato y desactivó la alarma. Entonces se arriesgó a mirar la
virtualmente desierto. Brian tuvo que quedarse tan atrás que casi pantalla.
perdió de vista al asesino. Finalmente, llegó a la escalera que ICB-7, anunciaba. El quirófano cardíaco del Instituto Cardíaco.
conducía al segundo subsuelo. Hacia la derecha estaba la escalera Había una crisis cardíaca en el reino de Laj Randa. De todos los
que daba a la planta baja del ICB, y a unos nueve o diez metros lugares del hospital, ICB-7 era el único donde Brian sabía que él
estaba el laboratorio de cateterismo, y también la filmoteca de iba a ser el más superfluo ante un código de emergencia 99. Randa
cateterismo y el ascensor. Adelante y a la izquierda estaba la contaba con un ejército de residentes, becarios y residentes
cantina automática, y en el extremo más lejano del corredor, el quirúrgicos. Además, Randa le tenía tan poco respeto que dudaba
departamento de animales. León había desaparecido. Casi con de que el médico quisiera tenerlo cerca de su servicio.
seguridad había bajado. Vaciló. Una posibilidad era observar la puerta desde la escalera.
Brian descendió la escalera con precaución, esperando en Otra era ir y tratar de abrirla. Las opciones se amontonaban en su
cualquier momento que León apareciera debajo de él, el rostro cabeza, pero no podía decidir si era capaz de ignorar un llamado de
picado de viruela y sonriente, y el arma lista para disparar. Por lo emergencia. No, decidió, ni siquiera uno donde probablemente no
general, los segundos subsuelos de los hospitales albergaban la lo necesitaban.
lavandería y los equipos centrales, y parte de la planta de Se dio vuelta para volver a la escalera y se quedó helado. A sus
electricidad. León podía estar trabajando en cualquiera de esas espaldas, montada en el techo, casi escondida en el rincón entre el
unidades, aunque Brian no veía por qué tenían que estar situadas techo y un soporte de cemento, vio la boquilla de una cámara de
en el segundo subsuelo del ICB y no debajo del hospital principal. vigilancia pequeña, idéntica a la que había visto en la clínica
El segundo subsuelo del Instituto Cardíaco estaba iluminado Vasclear.
de manera tenue, con bombillas incandescentes embutidas en el En ese momento, la puerta de metal a sus espaldas comenzó a
techo de cemento con tapas de plástico opaco. El corredor mismo deslizarse.
era de cemento sin pintar ni ningún ornamento. No había puertas a
excepción de la que daba a las escaleras, y una puerta de acero a 281
cierta distancia sobre la derecha, en un sitio casi debajo de donde
estaba el laboratorio de cateterismo. Al parecer el ascensor llegaba
hasta el piso de arriba.
Brian dio unos pasos tentativos. La puerta de acero tenía una
hendidura que sugería que era deslizable. Dio dos pasos más,
luego vaciló, abrió el maletín, sacó el revólver de su envoltorio y
lo metió en el bolsillo de la chaqueta junto al estetoscopio. Ya
estaba a menos de seis metros de la puerta. El corredor detrás de
ésta parecía terminar en lo que correspondería al departamento de
animales en el piso de arriba. Si alguien bajara de la escalera
ahora, él no tendría salida. Deslizó la mano en el bolsillo y asió el
revólver. ¿Tenía seguro... algo que debía liberar antes de
disparar? Mal momento para ignorarlo, pensó. Aplastado contra
una pared, dio otro paso.
De repente empezó a sonar el beeper de emergencia, que casi
le produjo un infarto coronario. En algún lugar del hospital había
un paro cardíaco o alguna emergencia. Bajó la mano
sus compañeros había asesinado a Angus MacLanahan y a Bill
Elovitz y estaba tratando de matar a Brian Holbrook.
La unidad quirúrgica era idéntica, en cuanto a forma, a la
unidad médica, con la excepción de que el puesto de las enfer-
Brian volvió corriendo a la escalera, pasando debajo de la cámara meras era más grande y las habitaciones tenían paredes y puertas
y luego fuera de alcance. Aunque estaba casi seguro de que la de vidrio del lado del pasillo.
persona a punto de salir de detrás de la puerta corrediza era un La crisis, evidenciada por un carro de gasas y dos estudiantes de
profesional de ciento cinco kilos dispuesto a matarlo, tuvo el medicina junto a la puerta, estaba del otro lado del corredor en la
impulso irracional de hacerle frente: de sacar el revólver del habitación 703. Brian se alegró de haber respondido el llamado
bolsillo, reducir al hombre y exigirle algunas respuestas. El cuando vio que adentro de la habitación había tres enfermeras, un
beeper de emergencia volvió a sonar y lo hizo volver a la técnico de laboratorio y un solo médico, un residente. Sobre la
realidad. Sin esperar a que León apareciera, dio vuelta y salió cama había un hombre de mediana edad, en posición supina y
corriendo escalera arriba, esperando en cualquier momento oír el desnudo, que parecía moribundo. Tenía una incisión reciente de
crujido de un arma y sentir una explosión de dolor en la cintura. esternotomía que iba desde la parte superior del esternón hasta la
Sin aliento, Brian llegó al lobby principal del ICB. Todavía parte inferior. La piel estaba unida con un arreglo que se parecía a
tenía que subir siete tramos hasta el piso de cirugía. La rodilla las vías de un ferrocarril, con docenas de cinta de papel de cinco
empezaba a temblarle. El ascensor era el medio más obvio, pero centímetros manchados con sangre seca. Una incisión cerrada de
la sola idea de estar atrapado en una caja de acero mientras León la misma manera se veía en el interior del muslo derecho del
lo perseguía por alguna parte, lo ponía nervioso. hombre: el sitio donde habían cosechado una vena para el parche
Cediendo a su propia imaginación, volvió a la escalera. Subió de bypass. Dos o tres días posoperatorio, pensó Brian de
los siete tramos deteniéndose sólo una vez en el tercero para inmediato, mientras advertía que las sondas del pecho, que se
respirar un poco y escuchar posibles pasos. Nada. Sin embargo, insertaban rutinariamente en el momento de la cirugía, ya habían
ahora, gracias a la cámara de vigilancia del segundo subsuelo, sido extraídas. El ritmo cardíaco que aparecía en el monitor era
ellos sabían que Brian se acercaba a la verdad. Quizás era mejor bastante rápido —130, 135—, pero el patrón cardiográfico de los
así, pensó. Estaba armado y no tenía intención de ir a ninguna latidos parecía sorprendentemente regular. El color del hombre era
parte del hospital que no estuviera llena de gente. De ningún alarmante: la piel moteada, los labios púrpura. La respiración era
modo León, ni ningún otro asesino que saliera por esa puerta, iba forzada. Shock severo.
a poder tomarlo por sorpresa. Y si actuaban apresuradamente y se Brian se identificó ante el residente, quien parecía claramente
arriesgaban a detenerlo, había una gran posibilidad de que consternado.
cometieran un error. —Soy Mark Lewellen —dijo el médico. A Brian le pareció un
¿Quién era ese tipo en una serie de televisión que trataba de adolescente. —Soy residente de primer año y me alegro de tenerlo
convencer a la gente de que había extraterrestres infiltrados en aquí. Por lo general hay muchos cirujanos en el piso. Uno de
nuestros equipos se encuentra en el quirófano del hospital
282
la Tierra bajo forma humana? ...Vinson. Eso era: Roy Vinson. Lo principal. El doctor Randa y el resto de su equipo estaban en una
único que necesitaba Brian era capturar a un extrate-rrestre, a uno conferencia en la ciudad de Boston, que terminó hace quince
de los asesinos rusos de Newbury para que tratara de explicarle a minutos, así que tiene que estar llegando.
la policía qué hacía detrás de una puerta de acero en el segundo 283
subsuelo del Instituto Cardíaco de Boston, y por qué él o uno de
—No tengo presión —anunció una enfermera arrodillada Una hemorragia intestinal repentina era una de las últimas
junto a la cama. posibilidades, aunque una úlcera estomacal masiva podía causar esta
Brian ya había controlado el pulso del hombre en el cuello, clase de shock antes de que la sangre tuviera tiempo de llegar al
los codos, las muñecas y la ingle. Ahora extrajo el estetoscopio y recto del hombre.
escuchó brevemente. —Para descartar una hemorragia gastrointestinal superior —dijo
—Introdúzcanle un catéter, por favor —dijo Brian a las en- Jessup a una de las enfermeras—, por favor deslice una sonda
fermeras, con tranquilidad—. Cuelguen un goteo de dopamina, nasogástrica hasta su estómago.
abran bien grande la sonda endovenosa y que alguien baje a ver —Todavía no tengo presión —informó la enfermera que estaba
si todavía queda sangre compatible con la del paciente. Si hay junto a la cama.
una o dos unidades solamente, vamos a necesitar cuatro más —El goteo de dopamina listo y bien abierto —anunció la tercera
urgente. Que sean seis. —Se volvió a Mark Lewellen. —Bien, lo enfermera.
escucho. Rápido. Brian contempló el electrocardiograma de Wilansky y después se
El residente se aclaró el nudo que tenía en la garganta. lo pasó a Jessup.
—El señor Paul Wilansky —empezó— es contador, casado, —Algún esfuerzo, algún daño viejo, nada nuevo —dijo ella.
de cincuenta y cinco años, que... —Estoy de acuerdo.
—Voy a necesitar la versión condensada —lo interrumpió Sin ningún daño agudo evidente en el cardiograma, un ataque
Brian, continuando con su examen. cardíaco, muy improbable en vista de la cirugía reciente, parecía
En ese momento, Carolyn Jessup ingresó en la habitación, más improbable todavía.
respirando con fuerza. Estaba vestida igual que Brian: panta- —Mark, ¿quieres que procedamos hasta que lleguen los ci-
lones de cirugía, zapatillas y una chaqueta larga hasta las ro- rujanos? —preguntó Brian.
dillas. —Seguro. Es decir, por favor, adelante.
—Acababa de terminar un caso cuando la empleada de aquí —Creo que tenemos que empezar a bombear hasta que so-
llamó para pedir ayuda —explicó—. El ascensor tardó una eter- lucionemos esto. Tiene que tener una hemorragia en alguna parte.
nidad. Jessup controló las carótidas del paciente y auscultó el pecho.
—Me alegro de que esté aquí —dijo Brian—. Adelante, —Eso creo, Brian —respondió Jessup, con la mayor calma,
Mark. De prisa, por favor. totalmente concentrada—. Ninguna otra cosa tiene sentido. ¿Cuándo
—Hace dos días y medio, el doctor Randa le realizó un le quitaron los alambres del marcapasos? ¡Los alambres! pensó
bypass cuádruple semielectivo. No hubo complicaciones. Fue Brian. Por supuesto. Los alambres del marcapasos, insertados como
trasladado a esta unidad anoche. Tenía el alta programada para rutina durante la cirugía de bypass, en otra época se quitaban hasta
pasado mañana. Estaba bien. Repentinamente, su pulso comenzó cinco o seis días después de la intervención. Pero en la época actual,
a acelerarse y se quejó de mareos y náuseas. Pocos minutos en que las hospitalizaciones eran más cortas, dos o tres días habían
después perdió el conocimiento. pasado a ser la norma. Quitar los alambres tan temprano estaba bien,
—¿Hace cuánto tiempo? pensaba Brian con ironía, a menos, por supuesto, que el paciente
—Cinco minutos —respondió una enfermera, señalando el llegara a necesitarlos.
reloj que había sobre la pared encima de la cama. —¿Los alambres? —respondió Lewellen—. Ah, el doctor Randa
Brian se calzó un guante estéril, deslizó la mano entre las dejó órdenes de quitarlos. Los extraje hace una hora.
piernas del hombre y debajo del escroto, e hizo un rápido exa- —Bingo —comentó Brian, mientras asentía para demostrar su
men rectal. Después depositó un poco de materia fecal sobre una apreciación del comentario de Carolyn. —Pronto lo veremos —dijo
placa impregnada de sustancia química y agregó una gota de ella, con calma. Brian y Carolyn trabajaban codo a codo,
revelador para verificar si había sangre. funcionaban perfectamente en equipo, cada uno respaldando al otro,
—Negativo —informó a Jessup. asegurándose de que ninguna posibilidad ni acción fuera pasada por
alto.

284 285
—Mark —dijo Brian—, creo que será mejor que empieces a el razonamiento. Cualquier cosa que hubie-
bombear el pecho de este hombre de inmediato. ¿Viene la anestesia?
286
Si no, vamos a tener que intubarlo.
—¿Puedes hacerlo? —Carolyn le preguntó a Brian. ra que hacer, la harían. Tener a Carolyn Jessup trabajando con él era
—Puedo. como navegar por aguas traicioneras con la ayuda de un capitán
El residente se movió junto a la cama y empezó a hacer experimentado.
compresiones secas. La piel moteada de Paul Wilansky había pasado Brian se arrodilló en la cabecera. Durante la mayor parte de su
a ser de un violeta profundo. Sin presión sanguínea, estaba en el carrera médica, había estado en muchos quirófanos, y pese a la
límite, en el último límite. Y lo más desesperante era que no había cesación de dieciocho meses, intubar a un paciente muy enfermo
ritmos cardíacos anormales que tuvieran que corregir. seguía siendo algo que hacía por instinto. Movió a un costado la
—La anestesia está toda en el quirófano —informó la enfermera. lengua de Wilansky con la punta iluminada del laringoscopio y
—Señorita... —Brian leyó el marbete con el nombre de la jefa después deslizó la sonda de poliestireno a través de las cuerdas
de enfermeras— ...Dixon, creemos que al ser quitados los alambres vocales.
del marcapasos, uno de ellos puede haberse enredado en una rama —Buen tiro —comentó Jessup.
de un injerto venoso. Si ese es el caso y este hombre está sangrando Brian ajustó el extremo de la sonda a un balón respiratorio y
de un injerto desgarrado en el interior del pecho, vamos a necesitar empezó a realizar ventilaciones rápidas, una por segundo, con el fin
un quirófano y una bomba de bypass de reserva para sus cirujanos. de intentar reemplazar el dióxido de carbono acumulado en los
Mientras tanto, necesito una sonda endotraqueal siete punto cinco y pulmones del contador con oxígeno.
un laringoscopio. Asegúrese de verificar que el balón de la sonda no Jessup controló el pulso de Wilansky en el cuello y en la ingle y
tenga pérdidas. sacudió la cabeza. Todavía ninguno.
Brian podía imaginar lo que estaba pensando Carolyn. Él
Brian apretó los dedos en la ingle del paciente, para tratar de
pensaba lo mismo. Wilansky estaba en DEM —disociación elec-
sentir si las compresiones que hacía Mark Lewellen empujaban
tromecánica—, la más grave de las emergencias cardíacas. El patrón
suficiente sangre para generar un pulso en la arteria femoral.
del cardiograma indicaba que el marcapasos natural y los nervios del
—No recibo nada —informó Brian.
corazón enviaban impulsos eléctricos al músculo, pero éste no
—El corazón está vacío —dijo Carolyn—. Necesitamos más
respondía con una contracción lo suficientemente fuerte para hacer
volumen. Utilice una jeringa grande para empujar el lactato de
circular sangre. La explicación tenía que ser, que una gran parte de
Ringer. Doctor Lewellen, ¿podría hacer las compresiones cardíacas
la sangre estaba en el abdomen o en la cavidad del pecho. Tenían
más fuertes?
que ganar tiempo hasta que el problema de base, que Brian suponía
—Creo que ya quebré los alambres que unían el esternón.
que era el injerto roto, pudiera corregirse. Y las compresiones
El residente no podía dominar el pánico en su voz.
externas de Lewellen, si bien técnicamente estaban bien hechas, no
—Está bien —lo tranquilizó Brian—. Los cirujanos pueden
lograban el objetivo.
arreglarlo.
Habían hecho casi todo por salvar a este hombre... casi todo. —
Pero no pueden arreglarlo muerto, quiso agregar, pero no lo ¿Alguna vez hizo masaje a corazón abierto? —le preguntó a
hizo. Carolyn.
Al igual que Jessup, opinaba que el paciente tenía pocas Ésta suspiró profundamente y sacudió la cabeza. —Quizás en otra
probabilidades de sobrevivir. Y al igual que el residente, sentía una época, cuando recién pasábamos a hacer compresiones a pecho
enorme tensión. El truco estaba en no permitir que la angustia se cerrado. ¿Y usted?
notara demasiado o, más importante, en no permitir que obstruyera
—Sólo una vez —respondió Brian—, pero fue hace pocos años.
Un herido de bala que traté en la sala de emergencias. Pelea de
pandillas. Abrí el pecho del hombre bastante bien, y también le
suturé los dos agujeros de bala en el corazón.
-¿Y?
—Nunca llegó al quirófano.
—Bien, Brian, quizás este hombre sí lo logre.
287
Mierda. todos modos. —Yo tenía el beeper de emergencia —respondió con
Brian no estaba seguro de si en realidad había pronunciado la cierto desafío.
palabra o solamente la había pensado. Según como estaban las cosas, Evidentemente Randa ya había oído suficiente de él. —Carolyn, ¿qué
no había otra opción que abrir el pecho del hombre ahí mismo, ocurre?
engrapar el injerto sangrante, continuar con el reemplazo masivo del —Shock repentino menos de uno, una hora después de que le
volumen de fluido y apretar el corazón manualmente hasta que los quitaron los alambres —respondió—. Esencialmente se encuentra en
cirujanos pudieran llevarlo al quirófano y conectarlo a la máquina de DEM. Ya ves lo que estábamos preparados para hacer. El doctor
bypass corazón-pulmón. La posibilidad que tenía Paul Wilansky de Holbrook tiene cierta experiencia con el procedimiento, así que
sobrevivir a la apertura de pecho era poco más que nula, en especial nosotros...
con un médico que no era cirujano. Pero si no controlaban la Randa la detuvo con una mano en alto. Ya había oído y visto todo lo
hemorragia ni comprimían manualmente el corazón, la DEM pronto que necesitaba.
iba a degenerar en fibrilación ventricular letal. —Bandeja de instrumentos para pecho —ordenó—. Rápido, ahora.
Brian pensó en decir que no estaba en condiciones de realizar el Rápido. Si el señor Wilansky parece necesitarlo, denle demerol
procedimiento, que la experiencia general de Carolyn como cardióloga intravenoso.
más que superaba su caso único y fracasado. En cambio, controló las Con un movimiento de cabeza hizo salir a Lewellen de su sitio, y
pupilas del hombre, que no estaban especialmente dilatadas, y se con un movimiento similar le ordenó a uno de sus becarios cardíacos
decidió. Quizá todavía había tiempo. que ocupara el sitio del joven médico.
Brian tenía la boca reseca. Todos sus músculos estaban tensos. Los Sin necesidad de recibir órdenes, la enfermera ayudó a Randa a
pensamientos sobre León y el incidente en el segundo subsuelo del ponerse el guardapolvo de cirugía sobre la ropa de calle, y abrió un par
ICB fueron relegados a un segundo plano. de guantes para que metiera las manos. Los movimientos del cirujano
—Señorita Dixon, prepárese para abrir el pecho, por favor —se eran rápidos y suavemente precisos.
oyó decir. —Bisturí —dijo—. Tengan listo el separador. Sin otra palabra, el
—De inmediato. cirujano cardíaco cortó a través de la cinta de papel y la incisión del
—Instrumental para pecho listo —anunció la enfermera. mismo golpe. El esternón había sido cortado hasta la mitad para la
Brian se colocó una máscara y guantes y tomó un bisturí. Entonces, cirugía de Wilansky, después de la cual el hueso había sido juntado con
de repente, hubo una conmoción y gritos en el corredor. Instantes alambres. Sólo el del medio de los tres alambres se había roto durante el
después, Laj Randa irrumpió en la habitación. Los ojos pequeños y masaje a pecho cerrado. Randa cortó los dos restantes, mientras sus
negros parecían los de un águila a punto de atacar. asistentes ajustaban el separador.
Randa evaluó rápidamente la escena que rodeaba a su paciente. —Taponamiento —dijo Randa, especulando que encontrarían el
Mark Lewellen todavía seguía apretando el pecho de Wilansky, pero corazón encogido por la hemorragia.
Randa lo ignoró. Se dirigió a Brian. El chorro de sangre que salió de la cavidad cardíaca confirmó su
—¿Por qué está usted aquí, en mi servicio? —preguntó. predicción, así como el diagnóstico que Carolyn había realizado. El
Brian se sintió como un tonto, parado, con guantes y máscara, alambre del marcapasos se había enredado en el injerto de la vena y
bisturí en mano delante de uno de los cirujanos más grandes del había separado a ésta de la aorta.
mundo. A pesar de ser mucho más alto que Randa, sintió que se Excepto por sus propias órdenes, Randa trabajaba en absoluto
encogía frente a la evidente desaprobación del hombre. ¿Qué habría silencio. En menos de un minuto, la hemorragia había cesado. El
sucedido, se preguntó, si le hubiese abierto el pecho a Wilansky y el cirujano deslizó la mano izquierda debajo del corazón de Paul Wilansky
hombre hubiera muerto? ¿O, peor todavía, si le hubiese abierto el para acunarlo mientras realizaba compresiones hacia abajo con la mano
pecho, el diagnóstico hubiese sido errado y el hombre hubiera muerto? derecha. Brian vio, sin sorpresa, que la técnica de Randa era perfecta.
En realidad, se dio cuenta, nada peor de lo que hubiera ocurrido de Las compresiones

288
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con las dos manos evitaban que el cirujano apretara con una mano extendía a ayudar en la limpieza de la habitación. Brian siguió a
y perforara, sin darse cuenta, la delgada pared del atrio derecho Jessup hasta el corredor.
con el pulgar.
—Buen pulso —se arriesgó a comentar Brian, apretando los 290
dedos en la arteria femoral. —Fue grandioso que diagnosticara con tanta rapidez un injerto
—Necesitamos un quirófano —dijo Randa a la enfermera, de bypass roto —dijo Brian.
ignorando flagrantemente a Brian. —Gracias, Brian. Iba a decirle cuánta confianza tengo en usted,
—Estará preparado para cuando lleguen ahí —respondió ella después de haberlo visto actuar en la emergencia del laboratorio de
—. El equipo de bombeo ya debe de estar ahí. cateterismo y ahora.
—¿Quién lo ordenó? —¡Qué equipo!
—El doctor Holbrook. También tenemos dos unidades de Brian extendió la mano. Casi vacilante, Jessup la tomó.
sangre en camino y el doctor ordenó otras seis. —Un equipo —repitió ella con voz suave—. Bueno, llego tarde
Randa continuó con el masaje rítmico. Después se volvió a para un turno.
Mark Lewellen, quien parecía querer que se lo tragara la tierra. Carolyn se dio vuelta rápidamente y se dirigió hacia el otro extremo
—Casi mató a este hombre, Lewellen, al no reconocer una del corredor.
DEM y su causa —dijo con voz helada—. Tiene que agradecer —Doctora Jessup —la llamó Brian.
sólo a estos médicos que él esté vivo. Lo quiero fuera de mi Ella se detuvo y se dio vuelta lentamente.
servicio de inmediato y no quiero que vuelva. -¿Sí?
—Pero... —Es una médica excelente.
—¡Ahora! —La palabra sonó como un latigazo. Aunque estaban a tres metros de distancia, Brian pudo reconocer
Un silencio total y doloroso acompañó al joven residente, cierta tristeza en su mirada. —Es bueno oír eso —respondió ella.
destrozado, fuera de la habitación. Brian miró a Jessup, quien
parecía furiosa, pero sólo se encogió de hombros y apretó los
labios.
—Bien —dijo Randa a su personal—, quitemos a este hombre
del monitor y llevémoslo al quirófano. Se me están cansando las
manos.
Sin una palabra más, Randa y los de su entorno maniobraron
rápidamente a través de la puerta y a lo largo del corredor.
Brian, Carolyn y las dos enfermeras que quedaban perma-
necieron en silencio, en medio del desarreglo típico de un código
99, compartiendo el agotamiento y cierta incertidumbre, así como
consternación por el modo en que había sido expulsado Mark
Lewellen. Los veinte minutos anteriores habían sido
desesperantes, llenos de angustia y desafío, y hasta ahora, por lo
menos, exitoso. Y durante ese tiempo, los integrantes del equipo
formado tan rápidamente habían permanecido unidos de un modo
único en cada crisis de hospital.
Por fin, las enfermeras les agradecieron su ayuda y les ase-
guraron que su obligación para con el servicio quirúrgico no se
291
ponerlo en peligro, y frustración porque había tantas pre-
CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO
292
guntas sin responder. Por lo que podía deducir, durante las
pruebas de Fase Uno, el tratamiento con Vasclear había fun-
cionado bien durante un tiempo, por lo menos en algunos pa-
cientes, pero pronto la arteriesclerosis volvió a aparecer. Y lo que
era peor —aunque no existían pruebas contundentes en ningún
caso—, algunos de esos pacientes habían desarrollado una
especie de hipertensión pulmonar, inducida por la droga. Una
droga con beneficios cortos y modestos, complicada por un efecto
La escena le resultaba demasiado familiar a Brian, parado como colateral letal frecuente. ¿Qué combinación podía serpeor? No
estaba en el observatorio encima del quirófano cardíaco, para obstante, los científicos de Newbury habían perseverado,
observar a Laj Randa y a su equipo. Sólo diez días antes había modificado la droga y, por fin, habían salido victoriosos. Brian
sido su padre quien yacía en medio de artefactos artificiales, había visto con sus propios ojos los éxitos clínicos. Un éxito en el
viviendo los últimos minutos de su existencia. setenta y cinco por ciento de los casos. Ni un efecto colateral
Antes de dirigirse a observar la cirugía de Paul Wilansky, significativo. Una cura milagrosa. ¿Por qué, entonces, las altas
Brian realizó una rápida revisión de los pacientes de la sala y esferas de Newbury habían salido a aplastar hormigas?
después hizo otro intento fallido de comunicarse con Phil Brian sintió un poco de inquietud al estar solo en el obser-
Gianatasio. Con cada llamado, se convencía cada vez más de que vatorio quirúrgico, tenuemente iluminado; sin embargo, había un
a su amigo le había ocurrido algo malo. Tampoco tuvo suerte empleado de seguridad de guardia en la puerta, como cada vez
para contactar a Teri, y también empezaba a preocuparse por ella. que el teatro de operaciones entraba en acción. Además,
Dejó mensajes urgentes en su oficina y en su casa, en los que le escondido en el bolsillo de su chaqueta, debajo de un paño que
imploró que lo llamara al beeper apenas llegara. Finalmente había tomado de la sala de guardia, estaba el revólver de caño
llamó a la policía de Reading. Habían enviado un patrullero a su recortado. Por lo que pudo averiguar, era un arma con la cual,
casa, le informaron, pero como no vieron nada por ninguna de las aparentemente, sólo había que apuntar y disparar; no tenía seguro
ventanas, el policía decidió no ingresar. ni ninguna característica especial. Pero no estaba convencido.
¿Cómo diablos había sucedido todo esto? Para comprobarlo, casi había tratado de dispararla contra el
Brian se sentía como si hubiera pisado arenas movedizas y ya colchón de su habitación, pero temió que el ruido llamara la
estuviera enterrado hasta la barbilla, sin ninguna soga ni ayuda a atención de alguien, o cometer algún error y dispararse en la
la vista. Se había enfrentado a una empresa con miles de millones mano.
de dólares en juego y con los recursos y depravación necesarios Brian se alejó un poco de la cúpula de vidrio que había sobre
para hacer cualquier cosa que les permitiera proteger su el quirófano 1. Ya había soportado suficiente pomposidad de Laj
inversión. Elovitz, MacLanahan, quizá Phil, y Dios sólo sabía Randa por ese día. Apenas viera que Paul Wilansky estaba fuera
quién más. Hasta el cuidador de animales, el ebrio Earl y su de peligro, se iría. Debajo de él, la operación para reparar el
pobre chimpancé. Ninguna de estas vidas importaba al monstruo injerto de bypass del contador parecía progresar con calma,
farmacéutico. aunque no había modo de saber qué clase de intelecto iba a
Brian temía que todavía le esperara lo peor; sin embargo, despertar una vez que la anestesia desapareciera. Wilansky tuvo
sentía enojo y frustración: enojo por no poder recurrir a nadie sin la presión sanguínea muy baja durante bastante tiempo, y estuvo
en resucitación cardiopulmonar durante casi quince minutos
antes de que Randa le abriera el pecho. ¿Habían logrado
mantener el cerebro con la circulación sanguínea necesaria? La
intervención era un éxito, pero...
—Es muy amable de su parte haberse detenido a observar,
doctor Holbrook —dijo Randa de repente.

293
Por lo que Brian sabía, el cirujano no había mirado en su dirección 294
ni una sola vez, y tampoco lo hacía en este momento.
para alimentar su ego, que bastante inflado está, tendrán la
—¿Cómo va? —preguntó Brian.
posibilidad de permanecer sentados en sus tronos para curarse con
—Perfectamente bien.
un método para nada invasor como lo es una infusión intravenosa.
—¿Cómo cree que despertará?
—¡Fuera! —gritó Randa—. ¡Fuera de mi quirófano! Brian se
—No tengo razón para creer que este hombre no saldrá intacto.
sorprendió al ver al sikh perder la calma, y mucho más porque no
A diferencia del que yo maté, ¿no es verdad?, pensó Brian. pudo replicar. Incluso a esta distancia, envuelto en sus vestiduras
—Qué bueno —comentó. quirúrgicas, Randa parecía abatido. La única explicación posible,
Hubo un silencio prolongado, durante el cual la atención de se dio cuenta Brian, era que el cirujano percibía que Weber tenía
Randa volvió a centrarse en el corazón inmóvil, artificialmente razón. A pesar de estar completamente en contra de que Vasclear
enfriado delante de él. había pasado por encima a la comunidad científica, Randa no
—Mi enfermera me cuenta que su desempeño fue admirable tenía razones para creer que había algún problema con la droga.
durante la crisis de este hombre —dijo de repente—. Tiene mi Sin embargo, Brian tenía asuntos más inmediatos que atender
gratitud y por lo menos parte del respeto que le perdí cuando colgó que el ego golpeado de Randa. Había gente que estaba dispuesta a
la vida de su padre del hilo de Vasclear. matarlo. Y el hombre en el centro de esa amenaza bien podía ser
—Es un comentario muy cruel —logró decir Brian. el que estaba parado a sólo dos pasos de él. Brian asió la culata
—Pero es cierto. —Randa seguía trabajando mientras hablaba. del revólver y metió el dedo en el gatillo. Si era necesario, iba a
—Usted siguió a la multitud, doctor Holbrook. En lugar de esperar disparar a través del bolsillo. Tenía los músculos de los hombros y
el veredicto de la razón y del proceso científico, prefirió creer lo el cuello tensos hasta el espasmo. En cualquier momento esperaba
que decían la revista Time y la televisión. que el gigante León derribara la puerta, con la pistola apuntada
—Eso no es cierto. Investigué. Leí informes. Hablé con mis hacia él.
colegas, examiné pacientes. Mi padre casi murió después de la En cambio, Art Weber se le acercó con calma y apagó el
primera intervención. Para él, Vasclear era la opción preferible. micrófono. Después se movió fuera del campo de visión del
—Le aseguro, doctor Holbrook, que lo que parece demasiado quirófano y le indicó a Brian que hiciera lo mismo.
bueno para ser verdad, invariablemente, es demasiado bueno para —Me encontré con Carolyn —dijo Weber—. Me contó el
ser verdad. Recuérdelo. Papá Noel no existe. Y el hecho de creer trabajo grandioso que hizo con el paciente de Randa. Me dijo que
que existía le costó la vida a su padre. podría encontrarlo aquí, en el observatorio, haciendo el segui-
—¡El doctor Holbrook no hizo nada de eso, Randa! miento del paciente.
Sorprendido, Brian apoyó la mano en el revólver y se dio Brian dio un paso atrás, para poner un poco más de distancia entre
vuelta, y al hacerlo tropezó varios pasos hacia atrás. Art Weber ambos. Weber parecía relajado, casi eufórico, como un hombre a
estaba parado a menos de tres metros de distancia; no miraba a punto de hacer historia médica y de recibir varios cientos de
Brian, sino la escena que se desarrollaba debajo. millones de dólares al mismo tiempo. —¿Dónde está Phil? —le
—¡Ah, si es el gurú de Vasclear en persona! —dijo Randa—-Su preguntó Brian. —¿Gianatasio? —Sí. ¿Sabe qué le ocurrió? —No
hombre ayudó a salvar la vida de este paciente. Se lo estaba tenía idea de que le había sucedido algo. Brian trató de ver detrás
agradeciendo. de las palabras del hombre. Nada. Pero Weber era Vasclear. Si
—Oí lo que le estaba diciendo —replicó Weber—. Randa, usted Newbury Pharmaceuticals tenía algo que ver en la desaparición
está aterrorizado porque va a perder una enorme tajada de su de Phil, él tenía que estar enterado.
precioso imperio de bypass. Desde el día en que se dio cuenta de —Todo el día ha estado desaparecido —dijo Brian—. Todos
que Vasclear curaba a la gente, se ha propuesto mantenerlo lejos estamos preocupados por él.
del público. Bien, Laj, ha perdido. A partir del sábado, todos esos
reyes y sultanes que vuelan hasta aquí 295
—Ahora yo también lo estoy. ¿Han llamado a la policía? incluyan en el listado del personal de inmediato. Por supuesto que
—Sí, el doctor Pickard lo hizo. podrá quedarse en el Instituto Cardíaco todo
Brian soltó el revólver, pero mantuvo la mano dentro del
bolsillo de la chaqueta. Aunque Weber supiera algo de Phil, no 296
iba a pestañear siquiera para revelarse. el tiempo que Ernest lo necesite. Durante bastante tiempo usted
—Brian, quería hablar con usted sobre Vasclear. Tengo en- va a estar cobrando dos salarios. —No sé... no sé qué decir.
tendido que ha estado haciendo algunas averiguaciones sobre —No tiene que decir nada ahora, Brian. Pero espero tener
algunos de nuestros pacientes de Fase Uno. Creo que sus nom- noticias suyas el día de hoy. Y, por supuesto, insisto en que se
bres son Elovitz y Ford. abstenga de comunicarse con la FDA. Todavía están bastante
—Eran —corrigió Brian. nerviosos por tener que lanzar Vasclear al mundo con tanta prisa.
—¿Cómo dice? A estas alturas, cualquier demora podría resultar extremadamente
—Eran Elovitz y Ford. Los dos están muertos. costosa para Newbury y para miles de pacientes necesitados.
Brian se cuidó de no decir nada sobre MacLanahan y Sylvia —Le doy mi palabra.
Vitorelli. Art avanzó un paso y extendió la mano. Brian no quería sacar
—No creo haber sabido nada al respecto —dijo Weber—. la suya de la chaqueta, pero finalmente lo hizo.
Bien, quería pedirle que se abstuviera de realizar más investi- —Espero tenerlo en mi equipo —dijo Weber—. Sé que
gaciones sobre nuestra droga hasta que finalice la ceremonia del nuestro acuerdo será un beneficio mutuo durante los años por ve-
sábado. Después será libre; de hecho, lo aliento a iniciar nir.
cualquier investigación que desee. Entonces, pensó Brian, mientras observaba cómo se alejaba el
—No entiendo. ¿Usted quiere que investigue Vasclear? hombre, en una semana había aprendido lo que era ser
Weber asintió. perseguido, disparado, y ahora sobornado. Art Weber y los de
—Estamos muy impresionados con algunas de las cosas que Newbury le estaban dando una oportunidad de retirarse de su
usted ha hecho, Brian. Su desempeño de hoy es un ejemplo. Sólo cruzada con honor y beneficio, y por supuesto, con vida. Ciento
porque Vasclear sea aprobado para uso general no significa que cincuenta mil para empezar. Quizá valía la pena, pensó. No tenía
termine nuestra responsabilidad. Y, francamente, tengo otros nada en contra de Vasclear; menos, incluso, de lo que Weber
proyectos que requieren mi atención. Necesito un colaborador podía temer. Ciento cincuenta mil más los cuarenta y cinco mil
cercano que me ayude a supervisar la evaluación posmercadeo de que estaba ganando en el ICB. Cerró los ojos un momento, un
Vasclear y a solucionar problemas si se presentara alguno. Creo poco mareado al pensar todo lo que podría hacer con casi
que usted podría desempeñar esa tarea, y muy bien. doscientos mil dólares para él y para las niñas. Pero esos
Brian miró al hombre a través de la luz tenue. Con el rabillo pensamientos fueron reemplazados rápidamente por la imagen de
del ojo podía ver que Laj Randa retrocedía de la mesa mientras Bill Elovitz cayendo sobre las repisas de un almacén de
sus asistentes empezaban a cerrar el pecho de Paul Wilansky. La Charlestown, sin vida antes de tocar el piso.
operación había terminado. Brian se acercó a la ventana de Plexiglás y miró a Paul
—Yo... no estoy seguro de creer lo que estoy escuchando — Wilansky; con el corazón en buenas condiciones, era trasladado
dijo—. ¿Me está ofreciendo un trabajo en Newbury? en una camilla hasta el área de recuperación de la unidad de
—El sueldo podría empezar siendo, digamos, unos ciento terapia intensiva quirúrgica. Randa, con la máscara baja, estaba
cincuenta mil al año. Pero después de seis meses puede parado a un costado del quirófano. Brian conectó el micrófono.
renegociarse. —¿Cómo le fue?
—Ciento cincuenta mil es... una cifra muy generosa. —No tiene Randa levantó la mirada. Por un momento, Brian pensó que
que responderme ahora, pero si decide aceptar haré que lo iba a ignorarlo.
—Sus pupilas reaccionan. Pasará un poco de tiempo antes de que
sepamos si hubo daño cerebral, pero creo que va a estar bien —
respondió el cirujano. —Excelente.
297
—Su amigo Weber es un imbécil insolente. El horario de visitas casi había finalizado cuando Brian atravesó
—Quizá. Pero usted atacó el trabajo de toda su vida. la puerta hacia la sala de investigación clínica, asustando a una
—La carrera no siempre la gana el más rápido —respondió pareja de ancianos que se dirigía al ascensor.
Randa—. En ciencia, la victoria final la tiene el que persevera, el —Crisis —se disculpó, mientras seguía corriendo hacia la sala
que camina largas distancias, en lugar del corredor de distancias de guardia.
cortas. Si Brian tenía razón, la clave de casi todo se hallaba en un
Brian sonrió para sus adentros ante la analogía de Randa. Nellie papel que tenía en el maletín. Sacó el gastado maletín de debajo
Hennessey, la paciente del anuncio de Vasclear, era caminante de de la cama y arrojó todo su contenido sobre la manta blanca de
largas distancias. —Lo tendré en cuenta —dijo. algodón. Por un instante pensó que la memoria le había jugado
Y de repente, Brian se quedó helado, como si lo hubiera una mala pasada, pero en seguida encontró lo que estaba
azotado una ráfaga de viento ártico. Pero él sabía que lo que en buscando, mezclado entre las páginas de una revista médica. Era
realidad lo había golpeado, finalmente, era la comprensión. Sin la carta que Nellie Hennessey le había entregado para solicitarle
quererlo, tiritó. Randa le había dado la respuesta. Sus manos se el patrocinio para su última caminata de caridad: más
aferraron a la baranda de bronce que rodeaba el observatorio y la específicamente, la porción de la solicitud que incluía una lista de
apretaron hasta que los nudillos se pusieron blancos. La las caminatas previas.
explicación —la respuesta evasiva a tantas preguntas— le había Nellie, dime una cosa. ¿Exactamente cuánto tiempo después
pasado por delante una y otra vez, pero nunca en una forma tan de iniciado el tratamiento con Vasclear empezaron a desaparecer
concreta. Y en todas las oportunidades la había perdido, por tus síntomas?
completo. ¿Cuánto tiempo? No mucho, querido, eso puedo asegurártelo.
Y ahora, de repente, supo. Supo el secreto de Vasclear. Brian recordó la conversación con Nellie y con su hija, Megan,
—¡Sí! —exclamó—. ¡Dios mío, eso es! casi palabra por palabra:
Se dio vuelta y salió corriendo hacia la sala de guardia. Yo lo recuerdo exactamente, mamá. Recibiste tu primer trata-
miento el 10 de agosto, y el dolor había desaparecido el día de mi
cumpleaños, el 24. Exactamente dos semanas después.
El 10 de agosto, dos años atrás. El día en que Nellie había
comenzado el tratamiento. Brian pasó un dedo por la lista. La
caminata que le había llamado la atención era por esa época.

CAPÍTULO TREINTA Y CINCO


298
299
27 de julio — Caminata de 40 kilómetros por el sida. 40 kilómetros los años.
completados. $ 2.600 reunidos.
—¿Y cuál es este año?
Brian observó la fecha. ¿Por qué no se le había ocurrido —Pensé que lo sabría, querido. El Instituto Cardíaco de Boston.
preguntar por ella antes? Dos semanas después de caminar
cuarenta kilómetros bajo el sol fuerte de julio, Nellie estaba sobre Brian volvió a empacar su maletín y se quedó un tiempo
la mesa de cateterismo del Instituto Cardíaco, y le diagnosticaban pensativo, puliendo el revólver con un paño. Si tenía razón —y su
enfermedad cardíaca arteriosclerótica terminal. teoría era la única que explicaba los hechos— el setenta y cinco
Otras piezas del rompecabezas empezaron a tener sentido. Los por ciento del grupo de Vasclear beta de Fase Dos no sufría de
síntomas de Nellie, según lo descripto en su registro, eran los de ninguna enfermedad cardíaca. El setenta y cinco por ciento que
una clásica angina de pecho. Pero la descripción de Nellie de su tenía una "mejoría" tan repentina. Los dolores que los llevaron a
dolor distaba de ser típico. ¿Por qué no había sido registrado? Sus ser atendidos por Carolyn Jessup eran bursitis, esofagitis, gastritis,
dos padres vivieron más de ochenta y noventa años. ¿Cuándo había pleuresía o cualquiera de miles de enfermedades con síntomas
visto el último caso cardíaco con esas características? Nunca, ésa parecidos a los de la enfermedad cardíaca. Como cardiólogo en
era la respuesta. consultorio privado, Brian había visto, por lo menos, la misma
El número telefónico de Nellie aparecía en el formulario. —Hola, cantidad de pacientes cuyos síntomas resultaban ser tanto de origen
habla Nellie Hennessey —respondió la anciana. —Nellie, habla el no cardíaco como de enfermedad cardíaca comprobada.
doctor Holbrook desde el hospital. —Ah, sí, querido. ¿Está todo Habría sido fácil "ajustar" un electrocardiógrafo electróni-
bien? camente para que imprimiera un patrón de enfermedad coronaria
—Bien. Todo está bien. Es que estaba leyendo la lista de durante un test de esfuerzo. ¿Pero, los arteriogramas realizados en
caminatas que usted me dio, y me di cuenta de que realizó una el laboratorio de cateterismo? Jessup no era la única que observaba
bastante larga justo antes de que le diagnosticaran problemas la pantalla del monitor. Había, por lo menos, dos enfermeras
cardíacos. inteligentes y bien entrenadas y un técnico experto en cateterismo,
—Es cierto —respondió Nellie sin vacilar—. La caminata de sin contar los estudiantes, residentes, becarios y cardiólogos
cuarenta kilómetros por el sida. privados que frecuentaban el laboratorio. Entre todos los presentes,
—¿Recuerda haber tenido dolor de pecho durante la caminata? habían observado miles de cateterismos. Sin duda eran capaces de
—En realidad no. No que yo recuerde. Pero no se olvide, diferenciar si un estudio era anormal o no, y en qué medida.
doctor Holbrook, que desde el principio nunca tuve dolor de pecho. ¿Acaso podía falsificarse instantáneamente un cateterismo
Era en el hombro y subía hacia el cuello. En realidad, para la época cardíaco? ¿Existía alguna manera de alterar el arteriograma de un
en que la doctora Jessup me hizo ese test de esfuerzo que salió paciente en el momento de realizarlo?
positivo, parecía que mi problema estaba mejorando. No, decidió Brian. No había manera, a menos... a menos que el
¡Porque nunca tuvo dolores cardíacos!, quiso gritarle Brian. arteriograma que se visualizaba en la pantalla del monitor durante
—Nellie, gracias por su ayuda —dijo en cambio—. Espero que el cateterismo inicial no correspondiera al paciente.
su próxima caminata sea todo un éxito. Brian tomó un bloc de papel del cajón del escritorio pequeño y
—No es ésa la que usted debería alentar —dijo Nellie—. Sino empezó a redactar una carta a Teri, en la cual detallaba sus
la que viene después. sospechas sobre Vasclear. Entonces, después de un par de
—¿Cómo? oraciones, dejó de escribir e hizo un último intento de llamarla a su
—La del 21 de diciembre. Haré la caminata anual de Navidad casa. Teri respondió en el primer llamado. —Eh, soy yo —dijo
de Boston. La entidad para la que hacemos la caridad cambia todos Brian.
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El alivio al escuchar su voz hizo desaparecer de inmediato la seguridad de la escalera y buscó en el techo y las paredes del corredor
angustia que lo había estado ahogando. en busca de cámaras. Convencido de que no había ninguna, avanzó
—Ay, Brian, acabo de entrar y de escuchar tus mensajes. hasta la puerta del laboratorio de cateterismo. Le produjo temor y una
Estaba a punto de hacerte llamar al beeper. ¿Estás bien? ¿Tu sensación rara pensar que León, y posiblemente otros de Newbury,
amigo Phil ya apareció? podrían estar a pocos metros debajo de él.
—No hay rastros de él. Teri, aquí hay muchos problemas y A la filmoteca podía accederse a través del laboratorio mismo o
creo que Vasclear y Newbury Pharmaceuticals están en el medio. directamente desde el pasillo. Brian eligió esta última entrada. Al igual
¿Cuándo vienes? que la mayor parte de las puertas aseguradas del ICB, la de la filmoteca
—No antes del sábado a la mañana. contaba con un sistema de acceso por clave. Brian ingresó su código y
—¿No puedes venir mañana? entró con rapidez al recinto totalmente oscuro y sin ventanas. Antes de
—Brian, me encantaría, pero es imposible. encender las luces, utilizó su linterna para realizar un examen
—Está bien. En ese caso, ¿puedes quedarte en el teléfono un minucioso de las paredes y el techo. No había cámaras de vigilancia a
momento? la vista, pero sí una rejilla —probablemente de aire acondicionado— en
—Por supuesto. ¿Pero, qué sucede? el centro del techo. Si había una cámara ahí, estaba demasiado atrás
—Creo que Art Weber y Carolyn Jessup han estado falsifi- para ser vista. Brian vaciló, y después se encogió de hombros y
cando los resultados del estudio Vasclear de Fase Dos. Creo que encendió la luz general. Ya que había llegado tan lejos, tenía que seguir
la mayoría de los pacientes del grupo beta nunca tuvo en- adelante.
fermedad cardíaca. Y tampoco creo que hayan recibido Vasclear. La habitación era larga, de unos ocho metros, y estrecha. Los dos
—Es imposible. Hemos revisado los arteriogramas y los tercios de atrás estaban ocupados por estantes llenos de vídeos de
cardiogramas. Hemos entrevistado a los pacientes. ¿Tienes cateterismos en cajas de cartón individuales, y la tercera parte, en el
alguna prueba concreta? frente, por los dos visores Vangard. Brian encendió los dos visores y se
—Voy a ir a la filmoteca para intentar conseguirla. Te llamaré valió de un registro para buscar los números de vídeo de Nellie. En
apenas la tenga. total la habían sometido a cuatro cateterismos: antes del tratamiento, a
—De acuerdo. Te espero aquí. Pero ten cuidado, Brian. No los seis meses, al año y a los dos años de iniciado el tratamiento con
hagas nada peligroso. Vasclear.
Brian volvió a guardar el revólver en su chaqueta, corrió al Brian no tuvo dificultad en encontrar los cuatro. Colocó el vídeo de
escritorio y le informó a la enfermera de la sala que iba a estar antes del tratamiento en un Vangard y el de dos años después —al cual
disponible en el beeper durante la hora siguiente. Menos él había asistido— en el otro. Entonces, lentamente, avanzó cada filme
precavido que antes, bajó corriendo los seis tramos de escalera hasta la primera vista, la toma oblicua anterior izquierda, tomada
hasta la filmoteca del laboratorio de cateterismo, el único sitio inmediatamente después de una inyección de contraste en la arteria
donde podía encontrar pruebas tangibles de su teoría. coronaria derecha de Nellie. Al visualizarse individualmente, en
Art Weber parecía confiado de haber comprado a Brian, por ninguno de los filmes se veía nada de raro. El vídeo pretratamiento
lo menos hasta la ceremonia. Era de esperar que León y sus mostraba una arteriosclerosis extensiva en todas las ramas de la
amigos dejaran de perseguirlo para destruirlo. Con un poco de coronaria derecha. El filme de los dos años, aunque no estaba completa-
suerte, para cuanto Weber se diera cuenta de su error, Brian mente libre de bloqueos, mostraba vasos excelentes para una mujer de
estaría en algún sitio seguro, con la documentación necesaria la edad de Nellie.
para descubrir el fraude de miles de millones de dólares. Recién cuando los vídeos eran estudiados con cuidado, lado a lado,
El subsuelo estaba completamente desierto y silencioso. En se revelaba el secreto: los arteriogramas no correspondían al mismo
el extremo opuesto del corredor largo, pasando la cantina au- paciente. Brian revisó minuciosamente el vídeo inicial y el final, y
tomática, las luces del departamento de animales estaban apa- después pasó rápidamente los otros dos, idénticos al más reciente. El
gadas. Decidido a no repetir errores, Brian permaneció en la vídeo pretratamiento —el que había inclinado a Nellie al estudio
Vasclear— era falso. Era una 303

302
imagen muy parecida, elegida por alguien con acceso a un gran martillo. Un dolor eléctrico le explotó en la mano y le paralizó los
número de casos anormales y que conocía muy bien la anatomía dedos. Las cajas con los vídeos cayeron al piso de cerámica.
cardiovascular. Pero el patrón de los vasos cardíacos de cada
persona, registrado con cuidado, era único. Y los patrones de 304
Nellie Hennessey antes y después del tratamiento eran Brian se agarró la muñeca, tropezó hacia atrás y pegó contra la
claramente diferentes entre sí. De alguna manera, durante el pared. Apenas logró mantenerse en pie. A pocos metros, mirándolo
estudio inicial, se ingresaba en el sistema el vídeo de cateterismo de reojo, había una aparición: el pistolero delgado objeto de sus
de un paciente enfermo, y se proyectaba en el monitor del golpizas, primero en los bosques de Nueva York, y después en el
laboratorio de cateterismo. living de su casa. Un grotesco moretón violeta ahora se extendía
—Extraordinario —murmuró Brian—. Absolutamente ex- desde la línea capilar hasta la comisura de la boca, que le hinchaba el
traordinario. ojo y le descoloraba la mejilla y el costado de la nariz. Un mechón de
Se quedó sentado un momento, casi consumido por una pelo había sido afeitado, y quedaba expuesta una fea herida suturada
mezcla de enojo y pena. Si él tenía razón, había privado a su con varias hileras de prolijas puntadas.
padre de una cirugía potencialmente reparadora y había puesto su El hombre llamó en ruso a alguien que estaba en el interior del
propia recuperación en riesgo para tratarlo con nada más potente laboratorio de cateterismo, anulando su otra ruta de escape. Brian,
que agua intravenosa. No era de sorprender que Carolyn Jessup quien todavía trataba de devolverle las sensaciones a su mano, supo
no dejara de empujar a Jack al imperio de Laj Randa. Ella sabía que tenía muy poco tiempo para actuar. En un solo movimiento
desde el principio que Vasclear, administrado a pacientes metió la mano sana en el bolsillo de la chaqueta, apuntó la pistola
enfermos, era inútil. Los éxitos de Vasclear nunca habían tenido hacia el hombre y disparó. La bala hizo impacto en pleno pecho del
enfermedad cardíaca. ruso. Los ojos de éste se agrandaron de terror, dolor e incredulidad,
Brian rebobinó las cintas, volvió a guardarlas en sus cajas y mientras caía hacia un costado. De entre sus labios surgió un
colocó los filmes de seis meses y un año en sus respectivos repentino chorro de sangre, y estaba cayendo de rodillas cuando se
lugares. Después, con los otros dos vídeos en la mano izquierda, abrió la puerta del laboratorio de cateterismo.
apagó los visores, cortó las luces y abrió cuidadosamente la Brian todavía tenía el arma en su mano y volvió a disparar una y
puerta al corredor. otra vez en dirección a la puerta. Después dio dos pasos hacia atrás y
Aunque no irrefutables, los filmes de Hennessey sin duda disparó otra vez mientras se daba vuelta para salir corriendo por el
constituían suficiente evidencia para posponer la aprobación de pasillo.
Vasclear y traer a Teri, a su jefe y a los expertos cardiólogos Un disparo hizo eco en el corredor, y después otro. Trozos de
hasta la filmoteca para investigar otras instancias de fraude. Si cemento fueron arrancados de un punto no muy lejano del rostro de
Brian tenía razón, iban a encontrar unos ciento setenta casos Brian. Con la chaqueta de médico flotando detrás de él como una
donde los filmes de antes y después del tratamiento tenían capa, dio vuelta a la esquina y siguió corriendo por un pasaje largo y
discrepancias anatómicas. Art Weber y los demás de Newbury recto hacia el hospital principal. Pesados pasos lo seguían. En pocos
Pharmaceuticals no lo sabían, pero estaban arrinconados. segundos, quienquiera que lo estuviera persiguiendo iba a tener un
Todo estaba tranquilo en el corredor. Brian apoyó el hombro blanco para disparar. Brian reaccionó de inmediato: dobló a la
contra la puerta y la abrió un poco más. Nada. Lo único que tenía derecha y bajó un tramo de escalera hacia el segundo subsuelo. El
que hacer ahora era llegar a la unidad clínica y esconder los dos túnel de cemento sin terminar estaba desierto. Corrió pasando la
filmes en la sala de guardia. Por la mañana, entre el tumulto del lavandería, que estaba cerrada con un portón plegable de acero. Los
personal y las visitas, no iba a tener problemas para sacarlos del pasos hacían eco escaleras abajo en su dirección, pero como Brian
hospital. llevaba zapatillas, pensó que podría estar ganando un poco de
Abrió del todo la puerta y entró en el corredor. La pesada terreno.
culata de la pistola cayó sobre su muñeca izquierda como un Un túnel marcado como Planta Eléctrica se bifurcaba hacia la
derecha del corredor principal. Sin idea de dónde estaba, Brian
siguió corriendo, buscando desesperadamente un lugar donde
esconderse. Pero lo único que vio fue una escalera as-
305
cendente, alta, angosta y sin iluminar. La parte superior parecía metal con la cual podía abrir la puerta. Lentamente, y tratando de
ser suficientemente oscura y podría ocultarse. Además, tendría la no hacer ruido, la empujó. La puerta cedió un poco. Le llegó una
ventaja de dispararle a su perseguidor si se veía obligado. Subió ráfaga de aire fresco y húmedo. ¿Sería posible que la puerta diera
la escalera de cemento de a dos escalones, mientras trataba de al exterior? Empujó con un poco más de fuerza y ese movimiento
recordar cuántos disparos había efectuado y de imaginar cuántas produjo un sonido metálico que hizo eco escaleras abajo. En un
balas podía contener el revólver. instante, León estaba debajo de él, con el arma apuntándolo. Pero
Llegó a la parte superior de la escalera y se agachó en la Brian disparó primero. El asesino retrocedió, apuntó y disparó a
oscuridad. La escalera terminaba en un descanso pequeño y, un ciegas escalera arriba. La bala rebotó por la pared y se metió en la
poco más allá, se veía una pesada puerta de acero. Para luchar puerta. Todavía agachado, Brian empujó la puerta hasta abrirla del
contra la falta de aire y un temblor helado incontrolable, Brian se todo y disparó dos veces. El primer disparo fue una bala, pero el
aplastó contra la puerta. ¿Podrían verlo desde abajo? Creía que segundo un clic impotente.
no, pero no había modo de estar seguro, pero de algo sí estaba León volvió a disparar, pero Brian ya estaba afuera. Caía una
seguro: acababa de matar a un hombre. Trató de hallar entre sus lluvia fría. Brian se encontró en un pozo de escalera en un callejón
sentimientos alguna sensación de remordimiento, pero no sin edificios, en el perímetro mismo del hospital. Ala izquierda, el
encontró nada. Su padre había muerto a causa de la avaricia callón parecía no tener salida. Ala derecha, se podía oír ruido de
despiadada de esa gente, y también Bill Elovitz y Angus tránsito. Dejó caer el revólver inútil y corrió por el pavimento en
MacLanahan. Si tenía que volver a matar, lo haría. esa dirección. El pecho le quemaba; corrió chapoteando por la
Se sentó en la oscuridad, todavía apretado contra el acero de calle desierta, mojada por la lluvia y pasó por un edificio en
la puerta. No se escuchaba ningún sonido de abajo. ¿Habría construcción. No iba a poder seguir corriendo así mucho tiempo
alguien ahí, a la espera? ¿Cómo diablos habían sabido dónde más.
estaba? Tenía que haber una cámara detrás de la rejilla. Ninguna Un denso seto vivo, alto hasta sus hombros, rodeaba un
otra explicación tenía sentido. Pasó un minuto. Nada. Brian se edificio de departamentos por adelante y a la derecha de donde él
sacó la chaqueta, la enrolló como una pelota y la ocultó. El verde estaba. Brian juntó todas las fuerzas que le quedaban y saltó con
oscuro del uniforme iba a ser más difícil de ver en la oscuridad torpeza, tratando de sortear los arbustos, sin lograrlo del todo y las
que la chaqueta blanca. Entonces, desde el corredor, oyó el ramas de la parte superior del seto lo lastimaron. Empapado y
crepitar de una radio y una breve conversación en ruso. sangrando por las nuevas heridas en los brazos y la cara, cayó
Momentos después, vio pasar a León, con la pistola lista para pesadamente sobre el piso del otro lado, jadeando por la falta de
disparar, pero sólo miró hacia arriba un instante. aire.
Brian contuvo el aliento, buscó detrás de sí y asió la barra de
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307
Colgó sin darle oportunidad a la secretaria de responder,
CAPÍTULO TREINTA Y SEIS
308
después llamó un taxi y lo llevó hasta la casa de Freeman Sharpe. Su
llavero, junto con las llaves que los Sharpe le habían dado de su
departamento, estaba en el maletín, en la sala de guardia. Si
Freeman y Marguerite habían salido, Brian iba a tener que vagar por
la peligrosa sección Roxbury de la ciudad, en la noche, empapado y
vestido con uniforme de cirujano. En ese instante, el aburrimiento
del año pasado en Speedy-Rent-A-Car no le parecía tan malo.
La calle donde quedaba el edificio de Freeman estaba desierta.
Con los pantalones empapados, Brian se quedó tirado en medio —¿Hola? —preguntó Freeman a través del intercomunicador.
de la lluvia, en el terreno barroso, unos quince minutos durante —Freeman, soy Brian.
los cuales espió, a través del seto, el hospital distante a unos —¡Oh-oh!
doscientos metros. No había señales de León, pero Brian sabía Freeman lo hizo entrar. Marguerite exclamó al ver el aspecto de
que eso no significaba nada. Los matones de Newbury Brian:
Pharmaceuticals ya estarían movilizados y revisando el área. —¡Algún día vas a aparecer en mi puerta vestido con un lindo
Tratar de regresar al White Memorial estaba fuera de traje, y van a tener que revivirme con sales aromáticas!
consideración. Weber y los poderes del ICB ya estarían Brian se duchó y se puso los vaqueros y la remera que había
buscándolo con su propia fuerza de seguridad, quizá también traído de su casa. Después se sentó en el living envuelto en una
con la policía de Boston. frazada y bebió una taza de café humeante, todavía tratando de
Para el momento, ya se habría inventado alguna historia quitarse el frío de los huesos.
sobre el hombre asesinado en el subsuelo del ICB, y lo más pro- —Esta noche maté a un hombre en el hospital —se limitó a decir.
bable era que Brian fuera el protagonista. —¿Uno de ellos? —preguntó Freeman.
Se obligó a ponerse de pie y flexionó los brazos y la espalda —El que estuvo en mi casa. Le di en el pecho con el arma que le
para tratar de quitarles el dolor. La rodilla le latía por la carrera quité esta mañana.
alocada a través de los túneles de cemento. La lluvia le mojaba —Por lo menos no le va a doler más la cabeza. Te lo dije, Brian.
las heridas superficiales de los brazos e impedía que se cerraran. Esta gente no tiene alma, y te han declarado la guerra. Tienes que
En ese momento sonó su beeper. La sala clínica lo estaba responderles de la misma manera: juega con sus reglas, o la falta de
llamando. Además, se dio cuenta de que tenía el beeper de ellas. ¿Por lo menos comprendes mejor qué está sucediendo... por
emergencia de todo el hospital. Por fortuna, también tenía la qué se sienten tan amenazados por ti?
billetera en el bolsillo trasero de los pantalones. —Comprender, sí comprendo. Pero no tengo pruebas. En cuanto
Se acercó a un almacén e ignoró las miradas curiosas del a sentirse amenazados por mí, tienen toda la razón para estarlo.
empleado mientras pedía cambio de un dólar. Después llamó a —Cuéntanos.
la secretaria de la unidad de la sala clínica. —Todavía me faltan algunas piezas, pero básicamente, la clave
—Estoy fuera del hospital y no regresaré esta noche —le de todo este asunto es que una vez que una droga está en el
informó—. Notifíqueselo a la residente de Cardiología que está mercado, resulta muy difícil retirarla. Y es virtualmente imposible
de guardia en el White Memorial. Dígale también que deberá retirar una droga solamente porque no funcione. De hecho, la mayor
manejarse sin el beeper de emergencia. parte de las drogas que hay en el mercado no funcionan tan bien.
Algunas de ellas no sirven para nada. Y la verdad es que a nadie
le importa. Nadie en el campo de la
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investigación ni en la FDA tiene tiempo ni interés para realizar éstos tenían un accidente. —¿Pero no tienes pruebas?
estudios o una investigación de seguimiento de la mayor parte de
esos medicamentos, siempre y cuando no lastimen a nadie. Esa es 310
la clave. Primum non nocere es la frase latina que nos enseñan en —Tuve la prueba en la mano: dos filmes de la filmoteca del
la Facultad de Medicina: "En primer lugar no hacer daño". La laboratorio de cateterismo del hospital. —Les contó sobre las
mayoría mejora de sus enfermedades sin importar o incluso a imágenes falsas de Nellie Hennessey. —Ahí fue cuando casi me
pesar del medicamento que consumen. Otros, cuya condición es mataron. Hablando de eso, será mejor que pongamos las noticias.
más grave, siempre están bajo múltiples tratamientos. Resulta casi —Eso haré —dijo Marguerite—, aunque el noticiero sólo empieza
imposible decir qué funciona y qué no. dentro de quince minutos.
—Pero esta droga, Vasclear, sí funciona —dijo Marguerite. No hubo necesidad de cambiar de canal ni de esperar quince
Brian sacudió la cabeza. minutos. Había un noticiero especial en el primer canal de Boston
—Esa es la cuestión. No funciona. Los investigadores del ICB que Marguerite sintonizó. Pánico en el Instituto Cardíaco, rezaba el
han estado falseando los resultados. Vasclear no sirve para nada. titular que leía la presentadora. Brian y sus dos amigos
De hecho, tuvo efectos adversos en algunas personas que lo permanecieron en silencio sepulcral, mientras observaban la
tomaron. Algunos de los primeros pacientes al principio cobertura de una periodista en la escena.
mejoraron, pero después desarrollaron una insuficiencia pulmonar —Soy Lina Fallin, en vivo desde el White Memorial Hospital de
fatal. Boston, donde dos hombres fueron asesinados y una sección del
—Entonces, ¿por qué siguen insistiendo? —preguntó Instituto Cardíaco de Boston fue destruida por el fuego. El White
Freeman. Memorial es el sitio donde, dentro de sólo dos días, el Presidente
—Creo que sabes la respuesta tan bien como yo. Cuesta cien vendrá para la aprobación de la nueva droga maravillosa
millones de dólares o más desarrollar una droga nueva, probarla, y desarrollada y probada en el Instituto Cardíaco. No resulta muy
lanzarla al mercado. Si tu amigo Cedric tiene razón sobre los claro si estos asesinatos están relacionados con la visita
hombres que están detrás de Newbury Pharma-ceuticals, y no presidencial. Una de las víctimas, un guardia de seguridad hallado
tengo motivo para creer que no la tenga, no creo que acepten muy en un pasillo del subsuelo, aún no ha sido identificada. Pero la otra,
bien una pérdida de cien millones de dólares. Lo único que tienen quemada en el incendio hasta quedar irreconocible, se cree que es el
que hacer es lanzar la droga al mercado, y el dinero comenzará a doctor Philip Gianatasio, de Boston, un cardiólogo del Instituto
ingresar. Pasará un año, quizá más, antes de que la gente siquiera Cardíaco cuya desaparición había sido denunciada el día de hoy.
sospeche que el medicamento no funciona, y muchos años más Aunque no existe confirmación oficial, uno de los policías en la
para que la retiren. escena informó que la muerte de Gianatasio al parecer se debió a
—Siempre y cuando nadie salga herido —dijo Marguerite. —No una herida de bala, y no al fuego, que destruyó por completo la
cuentan a la gente como mi padre, quien terminó no sometiéndose filmoteca de cardiología en el subsuelo del instituto. Al parecer el
a la cirugía que necesitaba por aferrarse a la estrella de Vasclear, fuego quedó limitado a esa zona.
pero sí... a menos que nadie salga herido. —¿Y los pacientes de la —¡Dios mío, no! —exclamó Brian, enterrando la cara entre las
Fase Uno? ¿Los que se enfermaron? —preguntó Freeman. manos—. ¡Oh, Phil! ¡Mierda! ¡No!
—Son cabos sueltos. Cuanto más tiempo vivieran, más probable Marguerite apretó la mano de Brian y lo abrazó. Ninguno
iba a ser que surgieran preguntas sobre esas extrañas deficiencias dudaba de lo que venía a continuación.
pulmonares y el papel que Vasclear desempeñaba en la —Lina, ¿la policía tiene algún sospechoso y el motivo? —
enfermedad. Así que creo que alguien, probablemente Weber, ha preguntó la locutora.
estado supervisando los análisis de sangre de Fase Uno. Apenas —Los detalles son escasos, Paula, pero la policía dice estar
los recuentos de los pacientes comenzaban a parecer sospechosos, buscando a un médico, también cardiólogo, llamado Brian
Holbrook, quien estaba de guardia esta noche en el hospital, pero
que llamó hace un par de horas para informar que había
abandonado la guardia en el hospital para no regresar. Brian
cambió de canal.
311
—...El superintendente de policía Dracut se encuentra ahora en que, a menos que se recibiera más información
la escena y dará una conferencia de prensa dentro de quince
minutos. Pero, repetimos, la policía ha encontrado lo que creen es 312
el arma del crimen, una pistola posiblemente tirada por el asesino sobre el doble asesinato, el Presidente asistiría a las ceremonias del
al escapar de la escena del crimen. Hay pedido de captura para el sábado, según lo planeado. No obstante, agregó, iban a reforzarse
doctor Holbrook, quien al parecer tuvo problemas con drogas en el las medidas de seguridad.
pasado, y en forma reciente recuperó su matrícula médica del A las doce y media, Freeman y Marguerite fueron a la cama. Brian
Comité de Matrículas Médicas. apagó el televisor y llamó a Teri. Estaba bien despierta. —¡Brian!
—Bill, ¿sabes si la Casa Blanca ha sido informada de esta Estaba enferma de preocupación. Me acaban de informar lo que
tragedia y cómo afectará la ceremonia del sábado? sucedió.
—No, todavía no hay ninguna noticia al respecto... —Yo no produje ese incendio, Teri, y el único hombre que maté
Brian apagó el televisor, demasiado aturdido y enojado para fue alguien que estaba tratando de matarme.
llorar siquiera. —Bien, entonces, ¿quién inició el fuego y asesinó a tu amigo
—Dinero ilimitado, desprecio por la vida humana —dijo Phil?
Freeman—. Es una mala combinación. —La gente de Newbury Pharmaceuticals. —
—Médico completamente drogado se vuelve loco —dijo Brian Brian, ¿de qué estás hablando?
—. Qué perfecto. Realmente hay que felicitarlos. Tampoco tengas Brian le narró los hechos. Ella escuchó con paciencia, pero
dudas de que, apenas me capture la policía, Weber y sus amigos cuando respondió, su tono era insistente.
encontrarán la manera de llegar a mí. —Brian, tienes que entregarte —le dijo—. Si lo que dices es
—Ojalá pudiera disentir —dijo Freeman—. ¿Te queda alguna verdad, la gente te creerá. —No tengo pruebas. Ninguna.
carta por jugar? ¿Cualquiera? —Puedo ordenar que retiren muestras de Vasclear y que las
—Los registros desaparecieron. Los filmes desaparecieron. Phil analicen. ¿Eso ayudaría?
desapareció. Y antes de lograr que alguien crea en mi historia, —Quizá, pero sospecho que en los frascos habrá alguna
también yo desapareceré. sustancia química parecida al Vasclear original. Esta gente es muy
Tomó el teléfono y llamó a Phoebe, que dormía. cuidadosa.
—Haz todo lo que puedas para proteger a las niñas —le dijo, —No sé qué decir, Brian. Hace muy poco que nos conocemos,
después de rogarle que le creyera que no había vuelto a reincidir y y... no estoy segura de qué pensar. Sigo insistiendo en que te
que lo único que había hecho era matar a un pistolero en defensa entregues.
propia—. Me comunicaré apenas pueda. Lamento que esté —No voy a entregarme. Si lo hago, llegarán hasta mí, sé que lo
ocurriendo esto. harán. Teri, tienes que convencer a la gente de que me crea.
Se produjo un silencio confuso, pero por lo menos ella no —¿Tienes alguna prueba? ¿Cualquiera?
empezó a acusarlo. —No, pero...
Brian miró televisión por otra hora y media, pero se enteró de —Brian, por favor. No me pongas en riesgo. Entrégate. —Si
poco más. El incendio en la filmoteca había sido realizado con fría consigo pruebas, ¿cómo te las hago llegar? —Sólo tráelas a
habilidad. Los detectores de humo fueron tapados, después sacaron Maryland. —¿Cuándo vendrás aquí?
cientos de angiogramas de sus contenedores, los arrojaron sobre el —El sábado. La ceremonia comenzará a las ocho en la Cúpula
cadáver de Phil Gianatasio y les prendieron fuego. de Hipócrates.
Alrededor de la medianoche, Ernest Pickard leyó una breve —Trataré de ponerme en contacto. Teri, no hice nada malo.
declaración en la que deploraba lo ocurrido e instaba a Brian a que Tienes que creerme.
se entregara. Más tarde, el jefe del Estado Mayor de la Casa —Lo intento —dijo ella.
Blanca, Stan Pomeroy, leyó una declaración en la cual comunicaba Brian colgó el auricular y se dejó caer en el sofá. Cinco horas
después, cuando se despertó, estaba tapado con una frazada. El
aroma del café recién hecho y de las salchichas fritas llenaba el
departamento.
313
—Eh, me alegro de que hayas podido dormir un poco —dijo Brian no respondió de inmediato. Si Freeman tenía razón, bien
Marguerite—. Freeman se está duchando. —Gracias. ¿Tienes el podía haber una fisura en la armadura de Vasclear: alguien que
diario de la mañana? —Sí, pero no sé si querrás verlo. —Si es el conociera parte de la historia, pero no todo, en especial la parte de
Globe, lo leeré. Si es el Herald, no sé. —Es el Globe, pero el los asesinatos de los pacientes de Fase Uno.
límite entre los dos diarios se borra con historias como ésta. —Freeman, siempre dices que cualquier cosa que se necesite hay
Brian se sirvió una taza de café y se quedó mirando su propia alguna persona entre AA y NA que puede obtenerlo. —Es verdad.
foto en la primera página. Irónicamente, era la foto que había —Bien, si te doy el nombre de una persona cuyo número no
entregado junto con la solicitud de empleo en el White Memorial. aparece en la guía telefónica, ¿crees que podrías encontrar a alguien
—Y pensar que, cuando jugaba fútbol, me enojaba si no que pueda conseguirme el número, y la dirección que lo acompaña?
publicaban mucho sobre mí —dijo—. Esto va a ser horrible para —¿Quieres decir, alguien que trabaje en la compañía telefónica?
las niñas. —Exactamente.
Freeman, vestido con una bata, salió del dormitorio secándose Freeman y su esposa intercambiaron sonrisas conocedoras. —¿Cuál
el pelo. es el nombre y la ciudad? —preguntó Freeman. —Ella vive en la
—Bien —dijo—. Es un nuevo día. Costa Norte: Salem, Marblehead, Beverly, Gloucester... una de
—Conozco el viejo dicho de AA: "Cualquier día en que no ellas. No estoy seguro en cuál. —¿Y el nombre? —Doctora
bebas ni te drogues es un día bueno", pero tengo mis serias dudas Carolyn Jessup.
sobre éste. —Veré qué puedo hacer. Puede llevarme un tiempo. —Está bien.
—Lo sé. ¿Ya tienes algún plan? —En realidad no. Pero tendré No tengo nada que hacer. Y, Freeman, si puedes, necesito otras tres
que hacer algo. Freeman se sentó junto a él y saboreó un poco de cosas.
jugo. —¿Hay alguien en el hospital en quien confíes? —le —Siempre y cuando una de ellas no sea un arma.
preguntó. —En realidad...
—Sólo Phil. —Brian señaló la fotografía que había salido —Hablo en serio, mi amigo. Si piensas enfrentarte a la gente de
publicada de Gianatasio. —Y quizás ese cirujano egomaníaco Newbury, quiero que primero te arriesgues con la policía. Si a estas
que trató de salvarle la vida a Jack. Todos los demás tienen un alturas tienes un arma, la única persona que estoy seguro que saldrá
enorme vínculo, profesional o financiero, con Vasclear. ¿Por qué muerta serás tú.
lo preguntas? —Está bien, está bien. Olvídate del arma. —En ese caso, dime qué
—Bueno, sé que la mafia rusa es capaz de matar a tiros a un necesitas para ejecutar tu plan maestro, y veré qué puedo hacer.
anciano en el mercado, o de hacer explotar a un viejo enfermo en —Nada muy exótico, en realidad. Necesito un auto de alquiler,
su departamento. Pero es un poco difícil de creer que todos esos tres o cuatro sobres para el correo nocturno y un teléfono celular...
médicos sean capaces de hacerlo, o de justificarlo. —¡O de además de mucha suerte.
saberlo! —exclamó de repente Brian. —¿A qué te refieres?
314

315
CAPÍTULO TREINTA Y SIETE revelará los cambios que la hipertensión pulmonar provocó en las
arterias de sus pulmones, así como un cuidadoso estudio del vídeo del
asalto al almacén probará que su muerte fue deliberada y premeditada...
Era casi la una de la tarde cuando empezó a imprimir el documento
de once páginas. Una copia para el Globe, otra para el Herald, una para
los padres de Phil Gianatasio y la última para Teri. No iba a darle
ninguna copia a Freeman ni a Marguerite. Ya se habían arriesgado
bastante por él. Tal como le había dicho Freeman, esto era la guerra.
Brian no iba a permitir que ningún otro de sus amigos terminara siendo
víctima.
Un informe de once páginas enviado al Globe y al Herald, escrito
por un drogadicto buscado por asesinato, basado en ninguna prueba
BOSTON HERALD tangible, en el cual acusaba de fraude y múltiples asesinatos a quienes
habían desarrollado y fabricado una droga milagrosa y probada... ¿no
Médico drogadicto buscado sonaba absurdo? Los divagues de un loco... un loco peligroso. No tengo
por doble asesinato. otra opción, pensó Brian. No tenía ninguna posibilidad de que alguien lo
El Presidente viajará a Boston tomara con seriedad. Y si alguien lo hacía, un buen soborno, o una
Hay orden de captura para el ex futbolista estrella de la amenaza, o una bala, sin duda se encargarían del asunto.
Universidad de Massachusetts Brian Holbrook, actualmente Afuera, la lluvia constante continuaba en un segundo día. Iba a durar
integrante del personal del Instituto Cardíaco de Boston.
de cinco a siete días, predecían los meteorólogos. La lluvia, el sol, el
Holbrook, quien perdió su matrícula médica durante die-
ciocho meses por prescripción fraudulenta de narcóticos
otoño, las niñas, esa única noche con Teri, Freeman y Marguerite, sus
para alimentar su propia drogadic-ción, es el principal pacientes... todos parecían tan valiosos ahora. Lanzar una pelota...
sospechoso de un extraño tiroteo que tuvo lugar en el White auscultar un corazón... ver pasar las estaciones. Brian se preguntaba de
Memorial Hospital, que dejó como saldo dos muertos: un qué diferente manera hubiera encarado muchas cosas en la vida de haber
guardia del hospital y un prominente cardiólogo. El sabido que era la última vez que las experimentaba.
cardiólogo, doctor Philip Gianatasio, también pertenecía al ¿Cuántas últimas veces con Jack habían pasado desapercibidas
Instituto Cardíaco de Boston. Fuentes cercanas al Presidente durante esas pocas semanas desesperadas?
aseguran que no hay planes para posponer la ceremonia que Estaba sonando el teléfono. Brian vaciló, y después respondió. Era
se llevará a cabo mañana por la noche en el White Freeman. Había estallado una cañería en el otro edificio. Dentro de una
Memorial. hora iba a estar en casa con todo lo que Brian necesitaba.
—Apenas me los entregues —le prometió Brian—, me voy de aquí y tu
tarea termina.
Brian pasó toda la mañana en la computadora de Freeman, escribiendo
—Eh, si crees que voy a discutírtelo, estás equivocado —respondió
un detallado informe de todo lo sucedido a partir del día en que Jack
Freeman—. No tengo el tipo de héroe.
ingresó en la sala de emergencias del White Memorial.
Brian se vistió y se calzó las zapatillas, todavía húmedas.
316 317
Los registros de los pacientes han desaparecido, escribió, y la
mayoría, si no todos, los pacientes de Fase Uno están muertos. Pero
opino que una revisión minuciosa de la autopsia de Wilhelm Elovitz
Era hora de empezar los preparativos. Si se había equivocado —Nahant —dijo Brian—. La oí hablar de que vivía en la Costa
con respecto a Carolyn Jessup, si no podía convencerla, iba a Norte, pero nunca se me ocurrió Nahant.
tener que entregarse... o escapar. Lo único que le quedaba por La que alguna vez había sido una isla ahora estaba conectada al
hacer era hablar con Teri una vez más. No podía dejarla en la continente por una carretera de un kilómetro y medio de largo. En su
ignorancia. Pero tampoco podía esperar que ella arriesgara su mayoría estaba formada por vecindarios montañosos con casas muy
credibilidad e incluso su carrera por culpa de él. Iba a ocuparse juntas y techos de tinglado, pero también se enorgullecía de tener
de este asunto él mismo. Y si fracasaba, iba a hacerlo solo. muchas casas con vista al océano, la mayoría desde el puerto hasta
Brian la encontró en su escritorio. Boston. En realidad, ahora que lo pensaba, Nahant —remoto, prístino,
—Teri, voy a darte un resumen completo de todo lo que creo interesante— parecía concordar perfectamente con Carolyn Jessup.
que está sucediendo con Vasclear. También voy a enviar copias a Era media tarde cuando Brian selló el último de los sobres y los dejó
los diarios de por aquí. Quizás alguien se dé cuenta de que no sobre la barra de la cocina.
estoy loco. —Gracias por todo lo que hiciste por mí, Freeman —le agradeció
—¿Pero, todavía no tienes pruebas? Brian, mientras estrechaba la mano de su padrino—. Y, fíjate, has tenido
—No, en realidad no, pero eso me propongo buscar esta un éxito tremendo. Mira por todo lo que pasé, y no toqué ni una droga
noche. Ayer trabajé con Carolyn Jessup en un caso difícil, y ella ni una gota de alcohol.
se ocupó de mi padre antes de que muriera. Es una médica muy —No pierdas esa prioridad —dijo Sharpe—. Siempre tendrás un lugar
buena. Aunque yo me negaba a someter a cirugía a Jack, ella aquí, amigo mío. Y espero un llamado tuyo apenas hayas visto a esta
insistía en que debía operarlo. Creo que se debe a que ella sabía mujer en Nahant. Usa ese teléfono y consérvalo el tiempo que lo
que el Vasclear que estaba tomando nunca iba a funcionar. No sé necesites. En cuanto al auto, firmé todos los seguros y también me tomé
cómo fue que llegó a mezclarse con esta gente de Newbury, pero la libertad de mandar hacer una llave extra. Así tengo el juego original
espero que ella se ponga de mi lado cuando se entere de lo que en caso de que alguien robe al pobrecito. Y toma, en caso de que no
han estado haciendo. puedas acercarte a un cajero automático. Le pasó un sobre. —Te lo
—Por tu bien, eso espero también. ¿Hay algo que pueda debo —dijo Brian sin mirar lo que había dentro—.
hacer para ayudarte? Te lo debo.
—¿Dónde vas a parar mañana? —Sólo no hagas que te maten. Ese será el mejor pago. Brian llenó su
—En ningún hotel. Volamos de regreso después de la cere- bolso de gimnasia con un poco de ropa, el teléfono celular y el plano.
monia. —Si tu plan no resulta —le preguntó Freeman— ¿tienes pensado
—Está bien. De todos modos creo que es mejor que te man- entregarte?
tengas alejada de todo esto. Phil no lo hizo, y mira lo que le —No lo sé. Quizás alquile El Fugitivo, y después decidiré. —
ocurrió. Con tu tamaño, eres un poco más conspicuo que Harrison
—Brian, ¿estás seguro de que estás bien? Los diarios de aquí Ford.
publicaron muchas cosas feas sobre ti. —No me digas.
—Estoy seguro de que así fue, Teri. Ojalá esto no estuviera Brian abrazó a su padrino y prolongó el abrazo unos momentos.
ocurriendo, pero a menos que me haga cargo, no me queda —El auto está aquí enfrente —le informó Freeman finalmente—.
ninguna opción. El sobre tendría que llegar a tu oficina a las diez Pensé que lo querrías negro.
de la mañana. Lee lo que tengo que decir, y después fíjate qué
opinas. 319
—Eso haré. Cuídate. No cometas ninguna tontería.
Brian colgó el auricular y cerró los ojos. Empezaba a dor-
mirse cuando el ruido de la llave en la cerradura lo sobresaltó. El
aroma de la pipa de Freeman lo precedió varios segundos.
—Un teléfono celular. Un juego de llaves de un Ford Taurus
—dijo, depositando ceremoniosamente cada cosa sobre la

318
mesa—. Sobres expreso de tu oficina de correos. Dirección y
teléfono de una tal doctora Carolyn Jessup. Plano del área
metropolitana incluyendo el pueblo de Nahant.
—Perfecto. buen momento para hablarme de Dios.
—Sólo recuerda, compañero. Dios no nos da más de lo que
podemos manejar.
—Freeman, perdóname por decirte esto —respondió Brian
—, pero con mi padre y mi amigo muertos, y a mí que me
CAPÍTULO TREINTA Y
buscan por asesinatos que cometí y que no cometí, no es un OCHO

A lo largo del viaje de cuarenta y cinco minutos hasta Nahant, cuando comenzaba la hora pico, Brian condujo en un estado de alerta
máximo. La más leve infracción de tránsito podía marcar sus últimos minutos de libertad.
¿Realmente iba a tener que seguir escapando? Una vez que empezara a correr, sabía que no iba a haber salvación repentina, ni
reivindicación triunfal. Iban a aprobar Vasclear, o más bien un placebo inofensivo químicamente parecido llamado Vasclear. Años y quizá
miles de millones de dólares después, Vasclear sería simplemente retirado del mercado, como otra droga promisoria que no pasó la prueba
del tiempo. Pero no había problema, ningún daño, nada sucio... a excepción, por supuesto, de Jack Holbrook, Bill Elovitz, Phil y algunos
más. Brian tomó por Lynnway, un ofensivo tramo de tres kilómetros a la vista, lleno de agencias de autos, restaurantes, lavaderos de
autos, líneas de transmisión y estaciones de servicio. Ya eran pasadas las cuatro y por lo menos por el momento, la lluvia había dejado
paso a un pálido sol tardío. Hasta la Lynnway parecía fresca. Un complejo de departamentos, un último restaurante y ya estaba en la
carretera hacia Nahant. Un patrullero empezó a seguirlo, con la baliza encendida y la sirena aullando. Brian sintió que se le detenía el
corazón. Mansamente estacionó a un costado del camino, preparado para rendirse, mientras el patrullero blanco y negro lo pasaba a toda
velocidad. Así sería el resto de su vida si escapaba.
Gracias al plano de Freeman, no tuvo problemas en atravesar el embrollo de calles estrechas que conformaban la mayor parte del
pueblo. La casa de Carolyn Jessup estaba sobre la costa, al final de una pequeña calle lateral sobre el extremo
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320
sudeste de la península. El terreno era modesto, pero estaba Desde esa posición, podía ver con
completamente aislado de sus vecinos y de gran parte de la calle por
un seto vivo de arbustos de dos metros y medio de alto 322
cuidadosamente podado. La casa en sí, una cabaña con garaje para claridad la cocina y el living-room de Jessup. Buscó el número de
un solo auto, estaba a espaldas de la calle, en un promontorio teléfono y se detuvo cuando ella ingresó en la cocina.
pequeño sobre el agua. Las ventanas del lado de la calle no eran Brian estaba a unos quince o veinte metros de distancia, pero aun
llamativas en absoluto, pero Brian sospechaba que las que daban al así, pudo ver que Jessup estaba agitada. Todavía estaba vestida con
puerto y a la ciudad tendrían una vista espectacular. falda y blusa, y caminaba por la habitación. De repente se detuvo,
Como no era conveniente permanecer mucho tiempo en un solo tomó una botella de un armario, vertió un poco de líquido en un
lugar, dio varias vueltas al pueblo. Para la hora en que se vaso y lo vació de un solo trago. Volvió a servirse pero dejó el vaso
encendieron las luces de la calle, ya había encontrado una calle sobre la barra, cruzó hasta la ventana y se quedó mirando la ciudad a
lateral oscura donde estacionar el Taurus sin que a la policía local le través del agua.
llamara la atención. En un encuentro cara a cara era la única Brian se deslizó más abajo por el terraplén mojado y rocoso. No
posibilidad que tenía de sacarle la verdad a Jessup. se sentía cómodo al estar espiando de esta manera, pero a estas
La carretera que unía la isla con tierra firme constituía un alturas, cuanto más cerca estuviera de ella, mejor. Jessup parecía
problema. Si Jessup estaba decidida a protegerse a sí misma y a abatida y muy cansada. Se soltó el cabello oscuro y lo agitó. Era
Newbury, y sabía que él estaba cerca, con un llamado a la policía hora, decidió Brian. Marcó su número de teléfono y vio con alivio
ésta sellaría la salida de la carretera antes de que él pudiera escapar que ella reaccionaba al timbre. Las fuentes de NA de Freeman otra
de la península. Otro problema era que no deseaba permanecer en el vez lo habían salvado. El teléfono de Jessup era portátil, y estaba
interior del auto en la calle lateral. Un patrullero no iba a prestarle sobre un escritorio empotrado en un rincón de la cocina.
atención al Taurus a menos que vieran a alguien en el interior. —¿Hola?
Durante la hora siguiente, fue por la carretera hasta tierra firme, ida —Doctora Jessup, habla Brian Holbrook.
y vuelta varias veces; una vez se arriesgó a detenerse en un Ella se puso rígida al escuchar su nombre.
restaurante de hamburguesas para encargar desde el auto. Dos veces —¿Cómo consiguió mi número? —preguntó.
pasó junto a un patrullero de Nahant. —Estoy entre la espada y la pared. Una persona desesperada
Eran las nueve de la noche cuando Brian se dio cuenta de que puede ser muy ingeniosa. Lamento llamarla así, pero como sabrá,
había luces encendidas en la casa de Jessup. Vestido con un estoy en problemas. Y la verdad es que no tengo a quién recurrir.
rompevientos oscuro, tomó el celular, salió del Taurus y cruzó —Tiene que dirigirse a la policía, no a mí.
corriendo la calle desierta hasta la seguridad que le brindaba el seto. —Doctora Jessup, ayer usted y yo trabajamos juntos para
Después dio toda la vuelta hasta el lado de la costa. Había una salvarle la vida a un hombre. La considero una médica excelente.
extensión pequeña y bien cuidada de césped detrás de la casa, y a También creo que es lo suficientemente justa como para escuchar lo
continuación un declive rocoso de unos seis metros hasta el océano. que tengo que decirle. Y otra cosa.
La densa niebla ayudaba a mantener el patio en la oscuridad, pero -¿Sí?
había un poco de brillo del agua proveniente desde la ciudad. —Creo que trató de salvarle la vida a mi padre cuando insistió en
Tal como Brian había anticipado, el ala sur de la casa de Jessup operarlo en lugar de recibir tratamiento con Vasclear.
era casi completamente de vidrio, con un balcón de tres metros Durante los segundos de silencio que siguieron, Brian vio que
cuadrados que sobresalía de la cocina. Se acercó al borde del patio, tomaba el vaso con whisky de la barra y lo vaciaba de un solo trago.
después saltó hacia abajo y se abrió paso por el terraplén y a cierta —No sé de qué habla —dijo.
distancia más abajo deslizándose por las rocas suavizadas por el mar. —Doctora Jessup, yo no maté a Phil Gianatasio. Él era mi
amigo. Pero sí maté al hombre al que los diarios se refieren como

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guardia de seguridad que trabajaba medio tiempo para el hospital. por llenar. Después, si no quiere hacer nada más, depende de usted.
Podrá haber trabajado medio tiempo para el hospital, pero trabajaba Me arriesgaré por mi cuenta.
tiempo completo como matón a sueldo para Newbury
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Pharmaceuticals. Lo maté porque estaba a punto de matarme. Y
estaba a punto de matarme porque yo salía de la filmoteca del Jessup estaba abatida... exhausta. Brian se daba cuenta
laboratorio de cateterismo con los angiogramas antes y después de ahora.
Nellie Hennessey. Sé que el filme de antes del tratamiento no es el —¿Cuándo? —preguntó Jessup.
de ella, doctora Jessup. No verifiqué a otros pacientes, pero le —Ahora mismo. Dejé instrucciones debajo de la escalera que
apuesto lo que quiera a que un minucioso estudio de esos filmes hay debajo del balcón, en la parte trasera de su casa. Ahí podrá saber
revelarían lo mismo. Phil también empezaba a darse cuenta de lo que dónde encontrarme.
sucedía. Por eso ellos lo mataron. Por eso ellos quemaron los filmes. Brian había decidido mentirle como medio de neutralizar el
—¿Quiénes son ellos? peligro de que Jessup llamara a la policía o hiciera sellar la carretera
—La gente de Newbury. Creo que Art Weber está en el centro de de Nahant. Ella todavía no tenía idea de que él estaba en su
todo esto, aunque no creo que controle toda la compañía. Hubo otro propiedad. Si ella colgaba ahora, o hacía un llamado telefónico,
momento de vacilación reveladora. Jessup estaba apoyada contra el Brian simplemente se iría. Si Carolyn salía directamente al balcón y
refrigerador. después se negaba a ayudarlo, iba a tener que atarla para poder
—No le creo —dijo—. Si tiene alguna acusación, diríjase a la escapar.
policía. Ahora, tengo que colgar... Brian no perdió de vista a Jessup, siempre abajo, y se movió hasta
—¡Por favor! Por favor, doctora Jessup. Sólo escúcheme. Mi vida un sitio donde pudo insertarse entre ella y las puertas corredizas. En
depende de usted. Y muchas otras vidas. ¡No puedo creer que ni la cocina, la médica acunó el teléfono mientras cumplía con lo
siquiera pueda escucharme! —Adelante —dijo ella por fin. pedido. Finalmente, después de un interminable minuto, abrió las
—Gracias. No sé cómo usted llegó a involucrarse tanto en todo esto, puertas y salió al balcón. Brian se escondió aún más en las sombras.
pero no creo que se haya enterado de lo que estas personas han Ella miró a su alrededor, precavida, y después caminó hasta la
hecho. Para todos esos pacientes de Fase Uno —los pacientes que escalera y bajó para inspeccionar abajo. Brian salió de su escondite
empezaron a desarrollar hipertensión pulmonar a raíz del tratamiento y saltó al balcón. —Doctora Jessup, por favor no se asuste —Brian
con Vasclear— Newbury ha estado arreglando muertes accidentales dijo rápidamente—. No voy a lastimarla. Sólo quiero hablar.
para quienes no murieron de HP. Mientras usted creaba un milagro Jessup tropezó un paso atrás y lo fulminó con la mirada, los
médico ficticio al curar pacientes que no tenían enfermedad cardíaca labios estirados en una mueca de sorpresa. Por un momento Brian
desde el principio, Newbury eliminaba a todo aquel que amenazara pensó que iba a atacarlo.
con hacer más lento el proceso de aprobación de Vasclear. Los —¿Cómo se atreve a meterse en mi casa y espiarme de esta
mataba. —¿Tiene pruebas de lo que dice? manera? —dijo, con la voz ronca.
—Usted es mi prueba, doctora Jessup. Usted pudo haber dejado Brian tuvo que darle la razón. Él le llevaba la ventaja del tamaño
morir a mi padre, pero trató de salvarlo. Si usted hubiese sabido lo y la posición; sin embargo, no parecía intimidada en absoluto.
que Newbury estaba haciendo con los pacientes de Fase Uno, creo —Doctora Jessup, mi padre murió porque creí lo que leí y me
que usted habría reaccionado. Necesito su ayuda. Necesito que haga dijeron sobre Vasclear. Ahora mi amigo está muerto, he tenido que
lo correcto. matar a un hombre, y mi propia vida se está destruyendo. Esto tiene
En el silencio que siguió, Brian la observó beber otro trago. —Yo... que terminar. Falsificar los resultados de una investigación es una
no sé si podré —admitió por fin. Ahora se había dejado caer en una cosa, pero están asesinando a personas. No puede permitir que eso
silla de la cocina, y miraba, sin ver, a través de la ventana. siga sucediendo.
—¿Podría por lo menos hablar conmigo en persona? —le pidió Jessup continuó mirándolo con desaprobación, pero Brian pudo
Brian—. Necesito que complete algunos huecos que me quedaron ver la fatiga y la confusión en su mirada. Por fin, ella soltó el aliento
en un suspiro prolongado y abatido.
—¿Quiere entrar? —ofreció.
—Preferiría quedarme aquí.
Él le indicó un sitio sobre el borde del balcón y tendió su
rompevientos para que ella se sentara.
325
—Realmente siento mucho la muerte de su padre —dijo Jessup. en el engaño? Carolyn desvió la mirada. Incluso en la semioscuridad, él pudo
—Lo sé. Por lo menos ahora tiene la oportunidad de hacer algo al ver que se ruborizaba. ¡Ella y Art Weber eran amantes! —Había... muchas
respecto. cosas enjuego —respondió, eligiendo con cuidado las palabras— en el
—Tengo mucho miedo. aspecto financiero y en otros aspectos.
—Yo también. —Comprendo —dijo Brian, para evitarle la humillación de una declaración
Jessup se frotó los ojos, cansada. abierta.
—De acuerdo —dijo por fin—. ¿Por dónde quiere que empiece? —Art entró en pánico genuino. Me dijo que la gente de Newbury no
—No importa. Sólo necesito saber sobre Vasclear. Necesito saber vacilaría en matarnos a los dos a menos que encontráramos un modo de
cómo pudo empezar todo esto. recuperar el dinero. Ahí fue cuando se me ocurrió la idea de falsificar la
—Hace varios años, Art Weber estaba trabajando con un grupo enfermedad cardíaca en los pacientes, para después curarla. Sí, la idea fue
médico internacional en una clínica de la cuenca del río Amazonas, en mía, casi toda. Art arregló algunos detalles, pero yo tendí las redes. Hasta
Columbia. Ahí fue donde descubrió Vasclear. O creyó descubrirlo. calculamos cuánto tiempo tenía que estar la droga en el mercado antes de
Había una tribu de comedores de carne primitivos que masticaban una quedar a salvo de Newbury.
especie de corteza hervida todos los días y vivían más de cien años, sin —Apuesto a que no era mucho tiempo —comentó Brian. —La clave era que
síntomas de endurecimiento de las arterias. Art creyó que había la FDA nunca iba a realizar su propia investigación.
encontrado la fuente de la juventud, pero necesitaba dinero para —Mientras nadie saliera herido con Vasclear, nadie iba a prestarle mucha
analizar el contenido de la corteza, aislar la sustancia bioactiva, atención.
sintetizarla y probarla. Además, quería retener la mayor cantidad —Pero los casos y los resultados de la investigación tenían que parecer
posible de control y ganancia. No sé cómo conoció a los propietarios genuinos —agregó Jessup, con una nota de orgullo en la voz.
de Newbury, o qué tipo de trato hizo con ellos. Pero le diré lo —Y lo parecieron.
siguiente: él podría convencer a un conejo asustado de salir de su —Reprogramar un electrocardiógrafo para que imprimiera tests anormales
agujero. resultó bastante fácil. Los cateterismos fueron el desafío. Elegí un área de
—Hizo un trato con el demonio —dijo Brian—. Pertenecen a la archivo que había sido construida debajo del laboratorio de cateterismo.
mafia rusa. Construimos un departamento ahí abajo para nuestros técnicos, así como un
Jesup lo miró, impresionada. sofisticado centro electrónico conectado al monitor en el laboratorio.
—En realidad, son de la mafia chechena —explicó—, aunque no —Sé dónde está esa habitación —dijo Brian—. El asesino a quien maté debió
sabía nada de ellos hasta que las cosas empezaron a ir mal. Según Art, de estar escondiéndose ahí, o viviendo ahí. —No sabía eso —confesó Jessup
hasta la mafia rusa le teme a los chechenos. —. Tiene que creerme. No lo sabía.
—Lo creo. —Le creo. Por favor, continúe.
—La gente que dirige Newbury aportó una enorme cantidad de —Bien, acumulé una serie de veinte cateterismos anormales, una
dinero, pero Art les había anticipado cuánto iban a ganar. Llevó tres selección suficiente para que cada uno resultara el duplicado de la anatomía
años de trabajo de laboratorio y con animales solamente aislar la de casi cada uno de los pacientes.
sustancia bioactiva que llamaron Vasclear. Fui designada directora de
327
investigación clínica, y Newbury empezó a patrocinar una serie de
proyectos del ICB a cambio del trabajo que yo hacía. Todo parecía
estar bien con Vasclear hasta que empezamos las pruebas de Fase Uno.
La droga pareció funcionar al principio. Luego, primero hubo
problemas con los animales, especialmente con los primates, y
después con algunos de los pacientes.
—Eosinofilia seguida de hipertensión pulmonar.

326
—Exactamente. Art dijo a sus socios de Newbury que tenían que
volver atrás. Ellos respondieron que para ellos estaba bien, siempre y
cuando les devolvieran los diez mil millones de dólares que ya habían
invertido, más los intereses. —¿Pero cómo fue que usted lo acompañó
—El que utilizó para Nellie Hennessey era uno muy —-¡Ahora lo sabe todo, estúpida! —replicó.
parecido.
—Y no fue el mejor que conseguí. CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE
—Entonces, ¿cómo lo hizo?, ¿con un interruptor electrónico
en algún sitio?
—Estaba debajo del pedal de pie que utilizaba para controlar
la cámara. Con el interruptor activado, trabajito que por lo
general realizaba la noche anterior al cateterismo, la inyección
de contraste que salía proyectada en el monitor cuando apretaba
el pedal venía de abajo. Tenía que corresponder exactamente a la
vista que estábamos haciendo en el laboratorio.
—Pero no era la del paciente.
¿minutos?... ¿Horas?... ¿Días?... Brian perdió por completo la noción
Jessup miró fijamente el agua, absolutamente abatida. Pero
del tiempo, en medio de un laberinto confuso de drogas y dolor.
Brian también percibió cierto alivio.
Estaba sentado en una silla de madera de una habitación sin
—No —respondió Carolyn—. No correspondía al paciente.
ventanas, con los brazos atados en las muñecas y las piernas en los
—Perdóneme por preguntar, pero ¿usted y Art siguen...
tobillos. Las costillas, separadas si no rotas por la golpiza recibida en
siendo tan amigos como antes?
el abdomen y el pecho, hacía que cada respiración fuera un gruñido
—Él parece estar alejándose, si a eso se refiere. Pero sí,
agonizante.
todavía somos amantes. Hubo una época en que creo que habría
Ahora, por primera vez, la cabeza empezaba a aclarársele.
hecho cualquier cosa por él. Pero no me interprete mal. Yo
Recordó haber sido golpeado por León en el patio de Carolyn
también iba a verme beneficiada. Dos millones o más sólo en el
Jessup: golpes duros con los puños y los pies en el rostro y el
primer año, si todo iba bien. Tengo dinero, pero no esa cantidad.
abdomen. Recordó el pinchazo de la primera inyección, dada en lo
Brian se frotó la tensión y el agotamiento que le quemaban
profundo del músculo en la base del cuello mientras todavía yacía
los ojos.
sobre el césped mojado. Recordó que lo metieron en una bolsa
—Tenemos que concebir algún plan —dijo—. ¿Qué cree que
plástica con cierre. Recordó cómo metieron su cuerpo alto en el baúl
deberíamos hacer ahora?
de un coche. Después, no recordaba nada.
—¿Hacer? —dijo una voz de hombre detrás de ellos—. Pues,
Pestañeó rápidamente, tratando de enfocar la visión. Sentía los
espero que usted no haga nada.
ojos abultados, y los músculos del rostro duros e hinchados. Probó
Brian y Jessup se sobresaltaron al oír la voz. Art Weber
con la lengua la cavidad carnosa donde antes había un diente. Las
estaba parado en el borde del balcón, y los miraba con calma a
ventanas de la nariz estaban gruesas de sangre seca.
través de la oscuridad. Detrás de él, en un semicírculo, estaban
—Agua —gruñó—. Tráiganme agua.
parados León y otros dos hombres; todos portaban armas.
Hubo un movimiento a sus espaldas. Momentos después empujaron
Brian miró a Jessup para ver si estaba tan sorprendida como
una taza de plástico contra su boca. Bebió agradecido e hizo un
él de ver a los intrusos. No tuvo que esperar demasiado para
buche antes de tragar. Lentamente, la visión se le aclaró. El hombre
descubrirlo.
que sostenía la taza apestaba a perfume barato. Era bajo y robusto,
—Art, él sabe todo —dijo con voz ronca—. Absolutamente
con un bigote fino y ojos marrones inexpresivos: era el conductor
todo.
que Freeman había visto afuera de la casa de Brian en Reading. El
Weber se le acercó un paso y le dio una bofetada violenta en
cuarto era una combinación de sala de estar y cocina, con muebles
el rostro con el dorso de la mano.
utilitarios. No había
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328
cuadros en las paredes encajadas. En un rincón había un televisor y una —Sí.
videocasetera. —¿Está claro para usted, doctor Holbrook? —preguntó,
Aunque no contaba con datos ciertos, Brian estaba seguro de mientras retrocedía de la habitación y después se volvía hacia
encontrarse en las entrañas del hospital, en el espacio del segundo Brian—. Usted será responsable si la doctora Jessup sale herida.
subsuelo que Carolyn Jessup había ayudado a crear. En algún lugar, —cá claro —logró decir Brian—. ¿Qué día es hoy?
posiblemente detrás de la puerta a prueba de incendios pintada de gris que —¿Día? Pues, es Navidad. Caramba, caramba, parece que no
tenía enfrente, estaba la sala de control donde se transferían los vídeos a lo estuvo pasando muy bien. Me temo que León se tomó muy
la pantalla del monitor del laboratorio de cateterismo, un piso más arriba. personalmente lo que usted le hizo a su amigo. ¿No es verdad,
No le hubiera sorprendido que en ese cuarto hubiera monitores para León?
vigilar los corredores, las habitaciones y las áreas de la clínica El enorme asesino avanzó desde atrás de Brian y le dio una
involucradas con el programa Vasclear. violenta bofetada en la boca. Los labios de Brian, que ya estaban
Brian pensó en cómo lo había capturado Weber. Carolyn debió de partidos y con sangre seca, volvieron a abrirse. Brian chupó la
haber sido seguida hasta su casa desde el hospital por uno de los sangre y miró con odio el rostro horriblemente marcado de León.
chechenos. Ninguna otra explicación justificaba el arribo tan oportuno de Unos ojos salvajes le devolvieron la mirada.
Weber a la escena. Ahora Weber estaba decidido a conocer los nombres —¡Basta! —gritó Carolyn.
de todos a quienes Brian les había proporcionado información sobre Weber le apuntó con un dedo prolijamente arreglado.
Vasclear. Había utilizado drogas: ketamina y algo parecido al seconal, —¡Cállate! —le espetó—. Esta es una advertencia. Una
pensó Brian. Había empleado castigo físico; además del dolor en todo el advertencia final.
cuerpo, Brian estaba seguro de que le habían roto el dedo meñique de la Y le habló a Brian.
mano izquierda. —Me temo que no terminé con usted —dijo. Echó un vistazo
¿Había acabado la tortura?... ¿Weber había quedado convencido de teatral a su Rolex y por primera vez Brian registró que Weber
que Brian le había dicho todo?... ¿Cuánto tiempo había transcurrido?... estaba vestido con un traje de confección perfecta y una corbata
¿Había terminado la ceremonia de Vasclear?... ¿Qué le había ocurrido a de seda evidentemente costosa. —Sin embargo, como podrán
Jessup?... ¿En algún momento difícil se había quebrado y había imaginarse, es 19 de octubre. Tengo asuntos importantes que
mencionado a Teri?... ¿A Freeman y a Marguerite? atender con el Presidente de los Estados Unidos. Los nombres
Las preguntas daban vueltas en su mente. De una sola cosa estaba que nos proporcionó incluyen dos diarios y el del padre del pobre
seguro: nunca iba a salir vivo de este espacio reducido y espartano. La y desafortunado Phil Gianatasio. Podemos ocuparnos de todos
puerta que había a su izquierda se abrió, y se vio una segunda habitación: esos. Pero no puedo quitarme la sensación de que nos oculta
un dormitorio de la mitad de tamaño del cuarto en que se encontraba algo.
Brian. Éste pudo ver una cama y el borde de otra. Sentada en un costado —Han hecho intervenir mi teléfono —dijo Brian con voz
de la cama estaba Carolyn Jessup. Al parecer su rostro había recibido una ronca—. Así que deberían saber todo.
golpiza en ambos lados, pero tenía el cabello atado con prolijidad y —Doctor Holbrook, a excepción de los pocos minutos que
todavía se mostraba sorprendentemente compuesta. En algún momento se todos conocemos, usted no ha estado en su casa desde hace días.
había cambiado a un uniforme quirúrgico; Brian no podía imaginarse por Pero quédese tranquilo, doctor. Sus pecadillos están a salvo.
qué. Nunca intervinimos su línea.
—No voy a atarte más, Carolyn —oyó que decía Weber—, pero sabes —Pero...
lo que te sucederá si tú o nuestro amigo allá en la silla causan el más —No tengo tiempo para discutir con usted ahora. Pero
mínimo problema. Estos hombres tienen cuando regrese, le prometo toda la conversación que quiera,
330 dolorosa y de la otra. Mientras tanto, León, no quiero que
lastimes a ninguno de los dos a menos que te causen problemas.
instrucciones, y disfrutarán el tener que cumplirlas. ¿Está claro?... ¿Está Carolyn
claro?
331
puede venir a ver la ceremonia en el televisor si quiere, también pió con suavidad. Después sacó una silla de la mesa pequeña del
puede hablar con él. Pero no quiero que los dejes solos, ni por un comedor y la colocó a poca distancia, donde Brian podía verle la
segundo. ¿Sí? cara. Brian percibió que ella trataba, al igual que él, de pensar en
León gruñó y asintió. algún modo de escapar. Si no podía confiar en ella, Brian decidió
—De acuerdo —dijo. que, en ese momento, no tenía ninguna posibilidad. Pero no iba a
—El inglés de León deja bastante que desear —explicó Weber mencionar a Teri ni a los Sharpe. Brian vio un hombre en el
—, pero les aseguro que su comprensión es perfecta. ¿No es cierto, dormitorio hacia su izquierda y otro, el hombre con perfume barato,
León? detrás y a la derecha de él. Con León, que ahora estaba parado cerca
—Perfecta. de Jessup, eran tres, todos con pistoleras bajo el brazo. Las chances
La sonrisa de León dejó ver dientes manchados de tabaco. eran escasas.
Weber cruzó hasta el televisor y puso una estación local. —Lamento todo esto, Brian —dijo Jessup, mientras mantenía un
—Si mi información es correcta —dijo—, el canal siete estará constante contacto visual, y hablaba con intención... con demasiada
cubriendo la ceremonia allá arriba. Nuestro equipo de ventas de intención, le pareció a él—. Lamento todo. Sabe, estuve pensando,
Newbury ha estado muy ocupado tomando órdenes de Vasclear de de un médico a otro, sobre cuántos extraordinarios casos médicos
todo el mundo, y los camiones están listos para partir. Minutos compartimos en todos estos años.
después de terminada la ceremonia, saldrán a la ruta. ¿Qué diablos...?
—Sigue siendo un imbécil y un perdedor —replicó Brian. Weber La intensidad de la mirada de Jessup lo mantuvo en silencio.
retrocedió un paso y permitió que León le propinara otra bofetada a —Sí —respondió él, todavía desconcertado—. Recuerdo.
mano abierta. La cabeza de Brian chocó contra el respaldo de la —Me impresionó especialmente ese maravilloso caballero que
silla. La nariz rota empezó a sangrar. Los ojos se le nublaron de usted me ayudó a atender en la clínica aquella noche. Un tal Walter.
lágrimas. Louderman. Brian miró a León, apoyado sobre el mostrador de la
—Veremos quién es el perdedor —dijo Weber—. Volveré en unas cocina a un metro de distancia. Parecía indiferente a la
pocas horas. Tengo que asistir a una aprobación presidencial, y conversación.
hacer correr unos rumores sobre ustedes dos. Holbrook, espero —Fue un caso fascinante —continuó Jessup—. Parecido al de
algunas respuestas satisfactorias de usted. Se dio vuelta, tiró un esa mujer, Hennessey, la mujer con esos filmes increíbles, cuya vida
beso al aire para Carolyn y partió. Brian permaneció sentado usted salvó aquella vez en el laboratorio de cateterismo.
inmóvil, tratando de aclarar sus pensamientos. ¿Weber le había Louderman... filmes como los de Nellie... De repente Brian
dicho la verdad, que no había intervenido su teléfono en Reading? comprendió. Todas las pruebas sobre el engaño Vasclear no habían
De ser así, ¿cómo...? —Brian, ¿se encuentra bien? sido destruidas en el incendio de la filmoteca. Todavía quedaba un
Carolyn había salido del dormitorio. Tenía unos feos moretones juego de vídeos —cuidadosamente oculto— del hombre que tenía
alrededor de los ojos. Su labio inferior estaba partido. intención de convertirse en el próximo presidente de los Estados
—He estado mejor —logró decir—. ¿Cómo consiguió ese traje? Unidos.
—Es que... vomité. Me hicieron mirar cuando lo golpeaban. Brian asintió para hacerle saber que comprendía. Echó un
—Me alegro de no haber estado ahí. vistazo al televisor, donde transmitían un partido. Todavía no ocurría
Estaba a punto de decir algo más, pero un pensamiento nada en el Hipodomo.
repentino lo detuvo. Quizá Carolyn había recibido promesas de —¿Está segura de que lo vimos en la clínica? —inquirió Brian.
Weber si conseguía sonsacarle información a Brian que ni las —En realidad, ahora que lo pienso, fue en mi oficina —
drogas ni la golpiza habían logrado. respondió—. Hicimos el cardiograma con ese electrocardiógra-
Carolyn cruzó hasta el lavatorio, mojó una toalla y lo lim- 333

332
fo especial que tengo ahí, el que inventé. El que está junto al archivo. 334
En la oficina de Jessup. Los filmes de Louderman estaban en el la habitación. Había una botella de vodka por la mitad sobre la mesa.
archivo, junto con el falso electrocardiógrafo. Eran las pruebas que Bebió un trago —nadie trató de impedírselo— y volvió a apoyar la
Brian había estado buscando con tanta desesperación; la prueba que botella. Un arma. A continuación volvió la atención al televisor.
podía detener el lanzamiento de Vasclear, cerrar Newbury y salvarlo Todavía no había empezado la ceremonia. Una vez, Brian había
de acusaciones de asesinato. viajado desde el aeropuerto hasta Boston casi al mismo tiempo que
León parecía estar más atento a la conversación ahora, pero si se el Presidente. Todo el túnel a la ciudad, de un kilómetro y medio de
daba cuenta de que los aspectos médicos del intercambio eran puras largo, tuvo que ser cerrado y vaciado de tránsito. Dos ambulancias,
tonterías, lo ocultaba bien. Brian no tenía idea de cómo podían media docena de motociclistas, varios patrulleros y seis o siete
escapar, pero si llegaba escaleras arriba, tenía que conocer el código limusinas conformaban la caravana. Resultaba sorprendente que
de ingreso a la oficina de Jessup. alguna vez llegaran a horario. Jessup miró en la heladera y en los
—Recuerdo muy bien ese caso —dijo Brian, mientras cerraba los armarios, que estaban casi vacíos. Finalmente, se aflojó la cuerda de
ojos a causa del dolor de pecho—. Él y yo esperamos una hora en el los pantalones del traje de cirugía y lenta, teatralmente, metió la
pasillo porque no podíamos entrar. parte superior adentro de los pantalones. Después volvió a apretar el
Jessup asintió. cordón alrededor de su cintura estrecha. Fue un movimiento que
—Sí —dijo—. Creí que le estaba dando problema la vértebra cualquier hombre con una molécula de testosterona, sea cual fuere
cervical inferior. su edad, hubiera encontrado seductor. Brian se dio cuenta de que los
C-7: la vértebra cervical inferior. —Sí — dos pistoleros tenían toda su atención puesta en ella. Carolyn se
respondió—, pero no fue eso. acercó a León, haciendo todo lo posible por mantenerlo interesado
—No. Y si mal no recuerdo, revisamos todos los contactos de su en su cuerpo, y se quejó de tener hambre. Sólo una rosquilla y una
electrocardiograma. taza de café, pidió, seductora, frotándose contra el brazo del gigante.
Doce contactos... 7-1-2... Fue un intento notable por estrechar las distancias.
—Me sorprende que lo recuerde. No tiene chance, pensaba Brian, aunque le dio puntos por coraje.
—Es difícil de olvidar. Usted hizo un gran trabajo con él. En Entonces, de repente, León esbozó una enorme sonrisa y le dio una
especial al evaluar las cámaras coronarias principales. palmada en el trasero.
Cuatro... 7-1-2-4... Brian indicó que sabía la combinación del —Rosquillas —dijo, mientras se echaba a reír. León pronunció unas
código de entrada y probó la cuerda con que tenía atadas las manos. órdenes rapidísimas en ruso al hombre del bigote, quien rápidamente
No cedió. Si doblaba las rodillas sobre el pecho, probablemente se acercó para ponerse frente a Brian. Después le gritó al hombre
podría dar una patada, o incluso usar la cabeza para golpear, pero la que estaba en el dormitorio. El tercer pistolero, mucho más joven
cuerda alrededor de los tobillos significaba que de ningún modo que los otros dos, salió de inmediato y tomó posición junto a la
podía permanecer parado y mantener el equilibrio. Y no sabía puerta exterior. Era alto y de buena contextura, pero aparentaba sólo
cuántos golpes más podían soportar sus costillas. veinte años, si es que los tenía. Finalmente, León llevó a Carolyn del
—¿Cómo está su corazón? —preguntó Jessup; su expresión brazo y la hizo sentar en el sofá frente al televisor.
sugería que Brian tenía que prestar atención. —Aquí —ordenó.
—Tengo un poco de dolor —respondió. Entonces, después de algunas instrucciones finales a sus
—Bueno, siempre y cuando no tenga fib. v. hombres, León partió. Tenían cinco minutos, pensó Brian. Diez
Fib. V.: ftbrilación ventricular... Era un ritmo cardíaco mortal, como máximo. Si iban a hacerlo, tenía que ser ahora.
generalmente acompañado por colapso y un paro cardíaco. Carolyn —Eh —dijo Brian al hombre que ahora estaba a cargo—.
quería que estuviera preparado para fingir un paro cardíaco. ¿Pero, ¿Hablas algo de nuestro idioma?
cuándo? —Hablo bastante bien —dijo el guardia robusto, a modo de
Brian observó a Carolyn, quien se paró y se puso a recorrer advertencia y de fanfarronada.
335
—Bueno, no me siento muy bien.
Brian esperó otros treinta segundos, al cabo de los cuales se
dobló en dos y empezó a gemir y a jadear.
—¿Qué? —preguntó el hombre—. ¿Qué pasa?
—Brian, ¿es tu corazón? —gritó Jessup, mientras saltaba de
su asiento.
Brian gimió con más fuerza, y después se arrojó al piso,
sacudió la cabeza con violencia e hizo todo lo posible, dentro de
los límites que le imponían sus ataduras, por aparentar un ataque
cardíaco. Jessup corrió hacia él.
—¡Es su corazón! —exclamó—. Rápido, desátelo para que
pueda trabajar en él.
—No. Esperar a León.
—¡Cuando llegue León él habrá muerto, tonto! Mírelo.
—No —repitió el hombre.
—¡Usted! —ordenó Jessup al joven truhán—. Póngalo de
espaldas.
Los dos guardias, más confundidos con cada segundo que
pasaba, intercambiaron frases en ruso mientras Brian continuaba
gimiendo y agitando rítmicamente las piernas.
Finalmente, el hombre más joven se inclinó y puso a Brian de
espaldas. Brian vio que Jessup se puso de pie, retrocedió un paso
y ahora tenía la botella de vodka escondida en la espalda. —
¡Ahora! —Brian escuchó que decía Jessup. Jessup estrelló la
botella de vodka en la cabeza del hombre robusto, y éste cayó en
un medio de vidrios rotos y vodka. El guardia más joven se dio
vuelta hacia la conmoción. Aunque los movimientos de Brian
eran más lentos debido a la cuerda y al dolor en el costado, su
ataque fue bastante rápido. Lanzó las manos sobre la cabeza del
hombre. La cuerda que ataba las muñecas de Brian se trabó en el
cuello del guardia. Brian puso tensa la cuerda y se echó hacia
atrás. El checheno cayó pesadamente encima de él, mirando
hacia el techo.
Brian ignoró el dolor que el peso del guardia le producía en
el pecho, y tiró hacia abajo con toda la fuerza que le quedaba en
los brazos. El joven luchó salvajemente pero de ningún modo
pudo darse vuelta. Su codo era como una lanza, que lastimaba
una y otra vez el costado herido de Brian. Entonces, de repente,
los golpes cesaron. El cuerpo del hombre quedó inmóvil. Brian, a
quien la sangre que le salía por la nariz le caía en los ojos, siguió
apretando la cuerda.
—Puede parar, Brian —dijo Jessup—. Está muerto. Brian echó a
un costado el cadáver, y no pudo dejar de mi-
336
rar la masa violeta sobresaliente que era la lengua del guardia. Se
sorprendió ante el poco remordimiento que sintió al haber
matado por segunda vez. Carolyn, todavía sin aliento, se
arrodilló junto a él y lo desató.
—¿El otro tipo está muerto? —preguntó.
—No. En realidad, creo que se está despertando.
Brian ayudó a dar vuelta al hombre semiconsciente sobre su
estómago, y le ataron los brazos y los tobillos en la espalda.
—¿Quiere quedarle y tenderle una emboscada a León? —
preguntó Carolyn.
—Quiero irme de aquí. No estoy en forma para soportar el golpe
más suave de León.
—En ese caso, tenemos que llegar a mi oficina lo más rápido
posible —dijo—. Si podemos hacer llegar esos vídeos al
Hipodomo y mostrárselos a Alexander Baird, todavía estamos a
tiempo de detener la ceremonia.
—Prometo que le contaré a quien quiera oírme cómo me
salvó la vida —prometió Brian mientras ella lo ayudaba a le-
vantarse—. Eso ayudará.
Jessup se agachó, tomó el revólver de la pistolera del cadáver y
se lo ofreció a Brian. Este sacudió la cabeza.
—Un buen amigo ayer me dijo que el hecho de que yo tenga
un arma aumenta las posibilidades de que alguien elija disparar
primero y preguntar después.
—No me importa si me disparan —dijo Carolyn mientras
acunaba el arma—. Nunca tuve una de éstas. ¿Tiene algún
seguro?
—Apunte y dispare, como la cámara de fotos.
Con precaución abrieron la puerta que daba al centro de
comunicaciones. La habitación era tal como Brian la había
imaginado: equipos de grabación de la más alta tecnología y
media docena de monitores sobre la pared.
El pasillo exterior estaba desierto.
—Vamos al primer piso y tomemos el ascensor hasta el cuar-
to —propuso Jessup.
—Con el aspecto que tenemos, será mejor quedarnos en las
escaleras.
Carolyn tomó un papel tisú de una caja que había sobre la barra y
enjugó un poco de sangre del rostro de Brian.
—Por las escaleras, entonces. Aguante, Brian. Ya casi ter-
mina.
—Eso espero —respondió—.
337
CAPÍTULO CUARENTA

Dígame algo —agregó mientras corrían por el corredor hacia la


escalera—. ¿Cómo cree que Art llegó a su casa anoche? ¿Cree
que la siguieron?
Jessup consideró la pregunta durante algunos segundos.
—No sé —dijo finalmente—. Me detuve un rato en la playa,
al final de la carretera, y el lugar estaba absolutamente desierto.
El mío era el único auto en la playa de estacionamiento. Si
alguien me estaba siguiendo, no sé cómo evitaron que los viera.
¿Por qué?
—Me preocupa —respondió Brian—. Eso es todo.
WHDH-TV

Canal 7
Soy Kimberly Herrera, desde la venerable Cúpula de Hipócrates en el White
Memorial Hospital, adonde hace sólo unos instantes, ingresó el Presidente de
los Estados Unidos en medio de un aplauso entusiasta de las cuatrocientas
personas presentes en este hermoso auditorio. Lo acompaña el jefe de la FDA,
el doctor Alexander Baird, y los aguardan para saludarlos los senadores de
Massachusetts Sal Giglia y Walter Louderman. La atmósfera aquí es eléctrica.
Dentro de solamente algunos instantes, el doctor Baird y el Presidente
firmarán los documentos necesarios para la aprobación de la maravillosa
droga cardíaca Vasclear para uso general. La droga fue desarrollada por
Newbury Pharmaceuticals de Boston y probada aquí mismo, en el renom-
brado Instituto Cardíaco de Boston. Después de esa porción de la ceremonia,
el Presidente va a emitir y firmar una proclamación, según la cual esta semana
será declarada de la Salud Cardíaca Nacional.
La multitud, integrada por gran cantidad de funcionarios locales, se advierte
admirada no sólo por la atmósfera que rodea la visita presidencial, sino

también por la enorme cúpula de


339
vitrales que corona el techo e ilustra los grandes momentos prolijamente etiquetados, estaban guardados en un maletín pequeño de
de la historia médica. La cúpula se encuentra en las fases cuero blando.
finales de una restauración que ya lleva dos años y terminará
costando más de cinco millones de dólares, dinero
—Tenemos que apurarnos —recomendó Brian—. León ya debe de
proveniente, según nuestras fuentes, de particulares. Como haber vuelto con ese café. Tienen que estar buscándonos. Vamos.
podrán ver, la cúpula todavía tiene algunos andamios Cuando se acercaban a la puerta para salir por la recepción, Brian
alrededor de su base. La espléndida iluminación es provista dijo:
por ocho reflectores traídos para la ocasión. Bien, las luces —Creo que no estoy muy presentable para reunirme con... El silbido
están menguando. La cúpula brilla. Y el Presidente ha
terminado de estrechar manos y ha ocupado su lugar en la
de una pistola silenciada lo interrumpió. Se dio vuelta justo a tiempo
plataforma. Éste es un gran día para la medicina en Boston, para ver que Jessup se agarraba la parte superior del pecho, daba una
generalmente reconocida como la mejor del mundo... vuelta completa y caía pesadamente sobre el escritorio de la
recepcionista. Parados junto a la puerta, con sendas pistolas
desenfundadas, estaban León y el asesino robusto que habían atado.
Impulsado por la adrenalina, pero demorado por las heridas, Brian Brian gruñó al recordar que, cuando Carolyn le sugirió ir directamente
siguió a Carolyn Jessup hasta su oficina del cuarto piso. Le a su oficina, el hombre atado estaba consciente. ¡Qué estúpida! Pero
resultaba difícil aspirar aire suficiente. Tenía la nariz com- no tanto como para no apoderarse del arma del hombre.
pletamente tapada con sangre seca y las costillas le dolían en cada Desesperado, Brian miró hacia la ventana mientras los dos asesinos
movimiento. Sin embargo, subió los seis pisos desde el segundo se acercaban a la recepción. La oficina de Jessup estaba en el cuarto
subsuelo sin detenerse. Como Carolyn había dicho, ya casi había piso, pero un piso más abajo, a unos cuatro metros, había un techo... el
terminado. techo del observatorio quirúrgico, se imaginó Brian. ¿Tendría el coraje
No se sorprendieron, dado el huésped de honor que visitaba el suficiente para arrojarse de cabeza por la ventana de vidrio? ¿Podría
hospital, de que la escalera estuviera desierta. Llegaron a la oficina sobrevivir a semejante acción?
de Jessup sin encontrarse con nadie. Jessup oprimió su código de —Doctor ma-lo —dijo León, mientras sonreía grotescamente, del
ingreso y destrabó la puerta exterior de su oficina, completamente otro lado de la puerta de la oficina—. Quédate aquí —le ordenó a su
oscura. El electrocardiógrafo estaba justo donde ella había dicho hombre.
que estaría. A su lado había un gabinete de archivos de roble con Dio un solo paso adelante. A espaldas de León, Brian pudo ver que
cuatro cajones. Jessup gruñó. —La llave está en mi llavero — Carolyn empezaba a moverse. El guardia no le estaba prestando
recordó. —¿No tiene copia? atención, sino que tenía la mirada puesta, pasando a León, en Brian.
—Mi secretaria tiene una, pero creo que la guarda en su La falta de atención fue fatal. El disparo de Carolyn, de un ángulo
llavero. incómodo, le dio al hombre en plena frente. Este tropezó hacia atrás y
Brian buscó en el escritorio de la recepcionista y no encontró la Jessup volvió a disparar. Esta vez, León gritó y se agarró el hombro.
llave, pero sí un abrecartas bastante fuerte. Carolyn, de rodillas, intentó esconderse detrás del escritorio cuando
—Cuando me derivaron al senador Louderman para realizarle León le disparó.
una evaluación cardíaca pensé que era un regalo caído del cielo — Brian supo que ésta era su oportunidad. Atravesó la puerta desde la
explicó Jessup a Brian, mientras éste forzaba el cajón—. Salió de oficina hasta la recepción, dio un portazo y la trabó.
la nada. Una vez que lo convertimos en creyente, todo el proceso
de Vasclear se aceleró. 341

340
—Pero él no tiene enfermedad cardíaca.
—No. Una simple esofagitis.
Carolyn delató cierta presunción en su voz, advirtió Brian.
Cuando estuvo seguro de que el abrecartas estaba a punto de lograr
su cometido, el cajón saltó. Los filmes de Louderman,
De detrás de la puerta se oyó otro disparo, y después otro. Pensó en el andamio del edificio Pinkham. Por lo menos la prueba iba a
llamar a la operadora del hospital para pedir ayuda, pero con la misma sobrevivir. La distancia hasta el piso del anfiteatro era de unos siete
rapidez cambió de opinión al ver cómo un tiro y después otro rompían u ocho metros, pero los vídeos contaban con una buena protección.
la madera alrededor de la cerradura. Levantó el pesado sillón de cuero Brian miró por encima de su hombro justo cuando León cayó en el
del escritorio de Jessup sobre su cabeza y lo arrojó con toda su fuerza techo. A pesar de la herida del brazo, el asesino rodó con gracia
por la ventana. El aire nocturno fresco y húmedo inundó la habitación. experta y se puso de pie como un gato. Ningún jugador de fútbol con
Afuera, caía una lluvia ventosa desde un cielo color negro azabache. quien Brian había jugado se movía como él. Brian se arrastró
Otro disparo. Más astillas. dolorosamente hasta el andamio y se acercó a la luz, cojeando en
Brian pateó los pocos fragmentos de vidrio que quedaban, pasó la medio del diluvio; sabía que León no iba a tardar mucho en
mano por la manija del maletín que contenían los filmes de alcanzarlo. Los colores brillantes de la cúpula estaban cada vez más
Louderman y bajó por la ventana hasta que sus brazos estuvieron cerca. Brian oyó los pesados pasos a sus espaldas. Sólo contaba con
completamente extendidos. Los latidos en el pecho y en el dedo segundos. No tenía esperanza de salir del andamiaje ni de llegar
herido hacían que el esfuerzo fuera muy doloroso. El techo parecía hasta el piso. Rápidamente, plegó el maletín de cuero blando sobre
estar más abajo de lo que había calculado, pero ¿qué importancia tenía las cajas con los filmes y lo levantó en una mano. Hizo un pase
ahora? En el momento en que la puerta quedó destrozada y se abrió, como si fuera un balón de fútbol en el momento en que la pistola de
se soltó. León le dio en la espalda. El maletín rompió el vitral en la mitad de
Girar y rodar, era lo único que pensaba mientras caía en medio de la cúpula. Brian oyó gritos desde abajo, cuando tropezó adelante va-
la lluvia. Girar y... rios pasos más y cayó a menos de medio metro del borde del
Chocó con el techo de cemento con las piernas casi rectas, y cayó orificio. De inmediato León estuvo sobre él. Furioso, tomó a Brian
torpemente hacia un costado. Ni giró ni rodó. Sintió que el aire por el cuello de la camisa, lo levantó hasta las rodillas y le introdujo
explotaba de sus pulmones. Las costillas, ya bastante dañadas, se la punta de la pistola con silenciador en la boca. Brian sólo pudo
separaron todavía más. La rodilla enferma saltó adelante, y después cerrar los ojos y esperar el final. —¡Servicio Secreto! ¡Arrójela, de
atrás. Chocó contra la piedra mojada con el hombro y el costado de la inmediato! La voz provenía de la ventana del edificio, a espaldas de
cara, y se rasgó la piel que ya estaba muy lastimada. El golpe lo León y a la izquierda de Brian. Brian pudo ver al hombre del
aturdió, pero logró responder a la voz que gritaba en su mente. Servicio Secreto, con un rifle apuntado, apostado en el marco de la
¡Muévete!... ¡Muévete! ventana. León soltó un poco el cuello de su camisa. Con lentitud
Brian rodó lejos del edificio justo cuando una bala dio en el cemento bajó la pistola. Entonces, repentinamente, giró el brazo hacia el
no muy lejos de su cuello. León, desde la ventana rota, volvió a agente del Servicio Secreto y disparó. Hubo un andanada de disparos
disparar. Esta vez el tiro desgarró el muslo de Brian. Gritó sin dejar de desde la ventana. Brian pudo sentir cómo los proyectiles se
rodar por el techo. Miró hacia atrás justo cuando León, quien sólo introducían en el cuerpo de León. El gigante, todavía aferrado a la
podía usar un brazo, bajaba al techo. Sin soltar los filmes de camisa de Brian, cayó encima de éste, obligándolo a caer sobre el
Louderman, Brian se obligó a ponerse de pie y, arrastrando la pierna vitral.
izquierda herida, cojeó por el techo hacia lo que creyó que era una Se oyeron gritos desde abajo cuando Brian se estrelló contra el
escalera de emergencia. En cambio encontró un andamio ancho que vidrio y cayó, con el peso muerto de León encima. Se preparó para
salía del techo y se apoyaba en el edificio de al lado. Delante de él, a una caída mortal, pero ésta terminó a pocos centímetros, cuando
unos cuarenta y cinco metros, la noche estaba bañada en luz. Los chocó contra un angosto andamio metálico que había en el interior
reflectores de diferentes edificios brillaban a través de la lluvia, de la cúpula. Todo el peso de León se estrelló encima de él; una
concentrados en un solo punto. ¡La cúpula! costilla le perforó el pulmón con una explosión de dolor. Después,
Si lograba acercarse lo suficiente, podía arrojar el maletín con los con lentitud, con una lentitud deliciosa, el gigante asesino rodó hacia
filmes a través del vidrio y después tratar de bajar por un costado y desapareció
342 343
de la vista de Brian. Un instante después, Brian oyó el ruido sordo Secreto y esposó una de las muñecas de Brian a la baranda de
del cuerpo de León al caer sobre los asientos. seguridad de la camilla.
—¡Si se mueve es hombre muerto! —le gritó un hombre desde —No es necesario que haga eso —dijo Sherry.
arriba. —Usted haga su trabajo, que yo haré el mío —replicó el oficial.
Brian sonrió débilmente y cerró los ojos. No se preocupe, estaba Momentos después, Sherry se movió a un costado para dejarle
pensando. Por un rato no voy a moverme. lugar a Laj Randa. El sikh, espléndido con un traje oscuro y turbante
anaranjado, auscultó el pecho de Brian y después apretó suavemente su
mano.
Brian no sabía cuánto tiempo había estado ahí tirado. Cuando —Creo que el pulmón derecho ha colapsado —dijo—. Lo
abrió los ojos, todavía se encontraba en el andamio. Un hombre acompañaré hasta la sala de emergencia y le pondré una sonda.
con rompevientos azul oscuro estaba parado sobre él, con una Después veremos qué más hay que hacer. ¡Qué manera eligió para
pistola apuntada a un sitio justo entre los ojos de Brian. demostrar que se pasó a mi opinión sobre Vasclear!
—Soy del Servicio Secreto, Holbrook. Ni siquiera piense en —exclamó.
moverse. Están colocando una escalera ahora. Vamos a atarlo a —Créame que cambié de opinión.
una tabla para bajarlo. ¿Puede oírme bien? Empezaron a mover la camilla, y después se detuvieron.
Brian se limitó a asentir con la cabeza, concentrado en hacer —¿Puedo hablar con él? —oyó que decía una voz masculina que le
pasar aire en medio del intenso dolor de pecho. Momentos sonó familiar.
después, la escalera dio contra el andamio. Un segundo agente del —Sólo unos segundos, senador —respondió el policía—. No más
Servicio Secreto y un paramédico subieron' con una tabla. que eso. Y quédese de este lado de la camilla. Este hombre es buscado
—Sólo quédese quieto, hombre —le dijo el paramédico—. por asesinato.
Vamos a bajarlo. —Lo sé.
—Habrá pistolas apuntándolo todo el camino, Holbrook —le El rostro de Walter Louderman apareció arriba de Brian.
advirtió el agente del Servicio Secreto. Estaba ruborizado por la preocupación.
Brian pestañeó al sentir la lluvia que caía a través del enorme —¿Qué ocurre con esos filmes, Holbrook? —preguntó—. ¿Por qué me
agujero en el vitral. hace esto?
—Lo escucho —murmuró. Brian hizo lo posible por sonreír, consciente de que le faltaba un
Los hombres lo ataron a la tabla, lo bajaron y lo pasaron a una diente. Extendió una mano ensangrentada y dio una palmada al
camilla de hospital. El anfiteatro estaba casi vacío ahora. Dos senador en la manga. Su voz sonó ronca y agotada.
médicos y dos enfermeras de la sala de emergencias empezaron a —No estará enojado conmigo por mucho tiempo —le aseguró
trabajar de inmediato en él. Una de las enfermeras se inclinó para Brian.
hablarle.
—Brian, soy Sherry—dijo su amiga del Suburban—. Sherry
Gordon.
—Hola.
—No intente hablar. Sólo quiero que sepa que la doctora
Jessup está en la sala de emergencia. Le dispararon un par de
veces, pero está consciente. Preguntó por usted. Los cirujanos
dicen que va a lograrlo. Ahora la están llevando al quirófano.
Gracias, pronunció Brian sin hablar.
Un policía uniformado reemplazó al agente del Servicio
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344
EPÍLOGO

UNA SEMANA DESPUÉS


Una serie de truenos había dejado el Aeropuerto Internacional de
Miami con más gente de lo acostumbrado. Art Weber estaba irritado
por la demora de su vuelo a Bogotá; sin embargo, se sentía
agradecido de estar entre la multitud. Cualquier cosa para no llamar
la atención. Por eso viajaba en segunda clase.
Apenas el cuerpo de León Kulrushtin cayó por la cúpula de
vitral y aterrizó como una bolsa de cemento sobre los asientos del
anfiteatro, Weber supo que sus planes para el futuro y la vida tal
como la conocía habían terminado. De hecho, si no actuaba con
rapidez y decisión, su vida iba a terminar en un sentido mucho más
literal. En medio de la confusión y el pánico, se escapó del
anfiteatro directo a un departamento de un ambiente que tenía en
Cambridge, del otro lado del río de su penthouse en Back Bay
Utilizaba poco ese departamento, por lo general para tener sexo
exótico con mujeres costosas que contrataba de diversos servicios
de acompañantes. Pero principalmente, el departamento era su
seguro contra el tipo de desastre que Brian Holbrook había causado.
En el departamento había ropa, equipaje, tres pasaportes con sus
correspondientes documentos de identidad, varias armas de mano y
cien mil dólares en billetes de veinte y cincuenta. Había logrado
sacar más de tres millones de Newbury Pharmaceuticals durante los
años de asociación, pero ese dinero ya estaba a salvo en un Banco
de Gran Caimán.
Weber pensaba que contaba con varios días para poner la
mayor distancia posible entre él y los chechenos, mientras éstos
lograban distanciarse de las autoridades. Después, conti-
349
nuarían buscando a Weber. Iban a exigir el pago de la deuda. En él. ¿Y esta noche...?
los años transcurridos desde el colapso de la Unión Soviética, la Todavía había una hora para matar antes del vuelo. La mujer ya
multitud chechena se había extendido en gran parte de los era suya: una recompensa por su minuciosidad. Cincuenta millones y
Estados Unidos. Y rara vez perseguían a alguien a quien en Carolyn Jessup en Boston, o tres millones y esta increíble joya del
última instancia no lograran capturar. Pero nunca habían trópico. La elección, de haber dependido de él, le habría resultado
perseguido a un hombre tan diestro e inteligente como Art difícil. Sugirió un trago y la tomó del brazo mientras buscaban algún
Weber. bar discreto. Había una casilla vacía en el rincón menos iluminado
La organización era la clave. Mucho antes de necesitarla, del cuarto revestido en madera y cuero. Weber no podía quitar los
Weber había planeado su ruta de escape a Colombia y había ojos de los pechos de la mujer, mientras contemplaba la alocada
empezado a pagar dinero a hombres que iban a ayudarlo a posibilidad de que quizás ella era virgen: arcilla lista para modelar.
desaparecer el tiempo que fuera necesario. Ahora, mientras Hablaron durante un rato de nada en particular. Weber trató sin
esperaba en la fila para despachar su equipaje, se felicitó por la éxito de no tocarla. Finalmente, puso un brazo alrededor de la cintura
acción rápida y el diseño perfecto de su fuga. En menos de cinco estrecha de ella y quedó extasiado cuando ella lo permitió.
horas iba a estar saliendo de Bogotá rumbo a la selva. —En verdad eres muy hermosa —murmuró en su oído.
Una valija lo golpeó en la parte trasera de la pierna. —Y tú eres muy apuesto y muy persuasivo. Ella se dio vuelta hacia
—Perdone usted, señor —se disculpó la joven que estaba él. Su perfume era embriagador. Sus pechos, ahora apretados contra
detrás de él hablando en español, avergonzada. él, eran firmes como los de una adolescente. Sus ojos se agrandaron.
Weber se dio vuelta. Tendría unos veinte o veinticinco años, Los labios parecían invitarlo. Weber miró furtivamente alrededor para
iba vestida con una blusa blanca fruncida y la falda colorida ver si era una locura besarla. Ninguno de los escasos parroquianos
típica de una campesina; era absolutamente cautivadora: la piel del lugar les estaban prestando la más mínima atención. Weber la
cobriza, el grueso pelo negro, los ojos oscuros y grandes, y un atrajo hacia él y apretó su boca contra la de ella. Los labios de ella se
cuerpo que le dejó seca la boca. abrieron y su lengua buscó la de él.
—Por favor, no se haga problema —respondió él en un es- Cuando Weber sintió el dolor debajo de las costillas y se dio cuenta
pañol casi perfecto—. ¿Va a Bogotá? de que ella lo había apuñalado, el puñal de veinte centímetros de
Antes de que ella respondiera siquiera a la pregunta, Weber largo ya le había atravesado el diafragma y el corazón. La mujer giró
ya la había desvestido con los ojos. la cuchilla con experiencia para agrandar el orificio, mientras
—Ahí vivo —dijo ella, con cierta timidez. apretaba el beso de tal manera que a Weber le fue imposible hablar
—Yo también estoy a punto de vivir ahí —observó él, mien- siquiera. Después lo soltó, mientras acomodaba el cuerpo para que
tras se obligaba a quitar la mirada de la hendidura entre sus permaneciera sentado. Finalmente, se arrodilló en el asiento junto a
senos magníficos—. Mi negocio va a detenerme ahí durante él, apoyó sus labios en la oreja de Weber y una mano sobre su ingle.
muchos meses. —Sin resentimientos —dijo ella.
—Su español es excelente.
Se llamaba Rosalita y volvía a casa después de visitar a su
hermana en Miami. Cuando Weber terminó de despachar sus
valijas, ella había aceptado sentarse al lado de él durante el
vuelo. Weber la esperó mientras despachaba la raída valija de
lona. Antes de tocar suelo en Bogotá, ella iba a estar descan-
sando la cabeza sobre su hombro, las manos enlazadas en las de

351
La casa matriz de la Administración de Alimentos y Medicamentos era
una estructura enorme de trece pisos, gris y sombría, que se extendía a
lo largo de dos manzanas en Rockville, Maryland. Bajo un cielo
límpido de noviembre, Brian estacionó su coche de alquiler e ingresó
en el edificio Parklawn.
Era hora de enfrentarse a Teri. Todavía consciente de su cojera, Brian
cruzó hasta el guardia en el lobby principal y fue enviado a su oficina
en el cuarto piso. Él se había dado cuenta, al hablar por teléfono con
ella, que su pedido de reunirse en la oficina, y no en su casa o en algún
otro lugar que no fuera el trabajo, la confundió. Sin embargo, ella tenía
que saber que las cosas habían cambiado. A excepción de la breve
conversación mantenida el día después de su intervención quirúrgica
urgente, no habían hablado. Él no la había llamado desde entonces, ni
había devuelto ninguno de sus llamados.
Brian salió del ascensor e ingresó en una recepción modesta que
servía a una docena de oficinas. Aunque podía acusarse a la FDA de
ser poco eficiente, pensó, mientras se anunciaba con la recepcionista,
nadie podía afirmar que derrochaban dinero en su planta física. Se
acomodó en una raída silla danesa, se pasó la lengua sobre el puente
que sostenía el diente temporario, y pensó en lo que iba a decirle a
Teri.
Eres la amante más excitante que he tenido y que probablemente
jamás tendré. Esa sería la verdad, pero no era lo que Teri iba a
escuchar hoy. La recepcionista lo llamó y señaló una puerta de oficina,
igual a las demás excepto por el nombre, T. Sennstrom, M.D. Ph. D.
estarcido en la puerta. Brian golpeó una vez y entró.
La oficina era pequeña, quizá de cuatro metros cuadrados.
Las paredes estaban tapizadas de repisas de acero gris, repletas sobre su HP casi al mismo tiempo que yo? Te diré cómo, Teri. Yo te lo
de manuscritos, textos y revistas. Teri eligió recibirlo desde conté, y tú se lo contaste a ellos.
detrás del escritorio propiedad del gobierno, pero extendió la
mano hacia él, y Brian la aceptó. Estaba vestida con una falda 356
negra recta y una blusa color lavanda: una vestimenta sencilla, —Pero...
pero que en ella se veía sensacional. Brian tomó la silla que —Y después Art Weber aparece justo en el momento en que Carolyn
había frente al escritorio. Esta conversación no iba a ser fácil, Jessup había aceptado ayudarme. Ella está segura de que no la siguieron
pero quería expresar bien lo que había venido a decir. desde el hospital. Traté de recordar quién sabía que yo iba a su casa. Y
—Te ves bien —dijo Teri—. Ser absuelto de cargos de asesi- hubo sólo dos personas: una es mi padrino de NA, quien sería capaz de
nato va bien contigo. caminar sobre el fuego por mí. Y la otra eras tú. Teri, ¿cuánto te estaba
—Gracias. Mi nariz está volviendo a su tamaño anterior, pagando Weber por espiar para él?
aunque creo que nunca va a recuperar su forma anterior. Tú estás —¡Brian, por favor! ¡Esto es ridículo! —No, me temo que no. He
muy bonita. repasado los hechos cientos de veces. Tú formabas parte del personal de
—Me enfadó que nunca devolvieras mis llamados. Weber. Los ojos de Teri se inundaron de lágrimas. —No tenía idea de
—Lo sé. Phoebe vino a verme todos los días al hospital. Pasé qué estaba sucediendo. Tienes que creerlo. Weber me pagaba
un par de días recuperándome en su casa. Nosotros... estamos simplemente por pasarle información. Eso es todo. No sabía qué hacían
hablando sobre volver a estar juntos. con ella. No tenía motivos para creer que había algo malo con Vasclear
—¿Ah, sí? ¿Por eso nunca me llamaste? hasta que... hasta que tú empezaste a informarme cosas. Cuando me di
Brian vaciló pero se obligó a mantener contacto visual con cuenta de la clase de persona que era Weber, él tenía vídeos de... de mí
ella. aceptando dinero. Tuve miedo. No supe qué hacer. Brian sacudió la
—En realidad, no. Esa no es la razón. Hay muchas cosas que cabeza. —Hay gente muerta por tu culpa.
me estuvieron molestando, Teri, y mucho. Quise compartirlas Tan pronto como habían aparecido las lágrimas, éstas desaparecieron.
contigo para ver qué opinabas. Teri Sennstrom alzó la barbilla.
Ella lo miró con una expresión rara, fría. —¡Cómo te atreves a endilgarme ese tipo de culpa! —espetó—. Yo no
—Adelante —dijo. maté a nadie. De hecho, ni siquiera hice nada ilegal. Sabes, me rompo el
—Bien, cuando creyó que yo nunca iba a salir vivo de su alma en este trabajo por un mísero sueldo de empleada pública. Gané
pequeño refugio en el hospital, Art Weber me aseguró que mi más con Art Weber en pocos meses de lo que voy a ganar durante toda
línea telefónica no había sido intervenida. Y estoy seguro de que mi carrera aquí. Me merecía ese dinero.
decía la verdad. —Voy a informarle al doctor Baird lo que sé —dijo Brian. —¡Bastardo!
-¿Y? Adelante, cuéntale. Yo negaré todo. Él me aprecia. Conoce la clase de
—Y este hombre, León, y otro tipo me estaban esperando en trabajo que hago. ¡Adelante!
el estado de Nueva York, en Fulbrook. Si mi teléfono no estaba Brian suspiró. El rostro con el que tantas fantasías había tenido, tanto
intervenido, ¿cómo supieron adonde me dirigía? había soñado, estaba contraído y feo por la ira.
—Quizá te siguieron. —En realidad —dijo Brian con cansancio—, no va a ser tu palabra
—No lo creo, Teri. Pensé y volví a pensar en a quién podía contra la mía, Teri. Será tu palabra contra la tuya.
haberle contado sobre el viaje. Y tú fuiste la única. Se paró y abrió la puerta. Entonces se dio vuelta hacia ella, bajó el
—Es una tontería —dijo ella, pero se había puesto pálida. cierre de su chaqueta de cuero y le mostró el grabador que había
—No lo creo. Verás, hay más. Había un anciano muy amable escondido en su interior.
llamado Elovitz. Bill Elovitz. Sobrevivió a los campos de —Así cumplo con ese paciente mío a quien mataron a balazos —dijo
concentración en la Alemania nazi pero no pudo sobrevivir a los sin alegría— y con mi padre y, especialmente, conmigo mismo.
matones de Newbury Pharmaceuticals. Fue asesinado porque yo Teri empezó a gritarle con tanta fuerza que la recepcionis-
creí que tenía hipertensión pulmonar. ¿Pero cómo supieron ellos 357
ta llegó corriendo. Pero Brian se limitó a pasar junto a la mujer rumbo a la escalera. Los insultos de Teri seguían haciendo eco en el área de recepción
cuando la puerta de la escalera se cerró detrás de él.
En el camino de regreso a Boston, donde iba a encontrarse con Phoebe y las niñas, se detuvo en un parque pequeño, donde un grupo de adolescentes
elegía equipo para un partido de toque.
—¿Necesitan un quarterback? —preguntó.
FIN DE LA OBRA

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