El plan de Alsina consistía en ir ganando territorio y haciendo una línea de fortines unidos unos

con otros a través de una zanja, así iban construyendo una frontera contra los indígenas.

El plan de Roca sin embargo era más sórdido, ya que no bastaba con dejar sin tierras a los
indígenas, sino que había que ir a en su búsqueda y someterlo, así es como fue uno de los más
grandes exterminios de los pueblos originarios para la apropiación de sus tierras a manos del
ejército, para luego regalárselos por monedas a los grandes terratenientes que no hacían más que
aumentar sus riquezas a base del sometimiento del hombre.

De las consecuencias políticas derivaron leyes y decretos para la incorporación de estas tierras,
que presionaron al gobierno para este accionar en su favor. Y en lo que respecta a la política
exterior estos tuvieron una postura proteccionista.

En lo económico, se afianzo la propiedad territorial ganadera que veía a los indígenas como
amenazas por los constantes asaltos. A la vez al anexarse esta tierra al Estado, a la hora de su
venta, las ganancias sirvieron a pagar la deuda externa y además ahora con tierra disponible
también para la agricultura, el mercado internacional ofrecía grandes ventajas a los países
productores de alimentos, lo que fue un incentivo más para estos.

Cuando se da la victoria de Pavón, Buenos Aires asume la dirección de la república,

trasladándose allí la capital y afirmando su hegemonía, por la ley que se aprueba en 1862 que
dice que allí seria la capital hasta que se llegara a un acuerdo permanente en la legislatura al
menos por 5 años. Hubo propuestas de cambiar la capital a Rosario o Villa María, pero
Sarmiento les dijo que no.