del hombre. “Hija mía, mi Voluntad contiene todo mi Ser, y quien en sí la posee, me posee a Mí más que si tuviera mi continua presencia, porque mi Voluntad penetra dondequiera, en las más íntimas fibras, cuenta los latidos, los pensamientos, se hace vida de la parte más bella de la criatura, esto es, de su interior, del cual brotan como de una fuente las obras externas, volviéndola inseparable de Mí; mientras que mi presencia, si no encuentra mi Voluntad en el alma no puede ser vida de todo su interior, y ella queda como dividida de Mí; ¿cuántas almas después de haber gozado de mis favores y de mi presencia, no estando en ellas la plenitud de mi Voluntad, su Luz, su Santidad, se han engolfado de nuevo en la culpa, han tomado parte en los placeres, se han separado de Mí porque no estaba en ellas esa Voluntad Divina que vuelve al alma intangible de cualquier culpa, aun mínima, por eso las obras más puras, más santas, más grandes, son formadas en quien posee toda la plenitud de mi Voluntad. Mira, también en la criatura la supremacía la tiene su voluntad, así que si está ésta, tiene vida y si ésta no está, parece como un árbol que mientras tiene tronco, ramas, hojas, está sin fruto; la voluntad en la criatura no es pensamiento, pero da la vida a la actitud de la mente; no es ojo, pero da la vida a la mirada, porque si tiene voluntad el ojo quiere ver, quiere conocer las cosas, de otro modo es como si el ojo no tuviera vida; no es palabra, pero da vida a cada una de las palabras; no es mano, pero da vida a la acción; no es paso, pero da vida al paso; no es amor, deseo, afecto, pero da vida al amor, al deseo, al afecto. Pero esto no es todo, mientras es vida de todos los actos humanos, con el cumplirlos la criatura queda despojada de sus mismos actos, como el árbol cargado de frutos queda despojado por las manos de quien los toma; en cambio, en la voluntad quedan como selladas las miradas que ha dado, los pensamientos que ha formado, las palabras que ha dicho, las acciones que ha hecho; así que la mano ha obrado, pero su acción no queda en sus manos, pasa más allá y quién sabe a donde va, pero en la voluntad queda, por eso todo queda escrito, formado, sellado en la voluntad humana; y si esto pasa en la voluntad humana sólo porque he puesto el germen, la semejanza de la mía, piensa tú misma cómo será la mía en Mí mismo, y cómo será si la criatura se hace poseer de mi Voluntad.” Libro de Cielo. Julio 24, 1923 Vol. 16 “Hágase Tu Voluntad En la Tierra como En el Cielo”
“La voluntad en el hombre es lo que más lo
asemeja a su Creador; en la voluntad humana he puesto parte de mi Inmensidad y de mi Potencia, y dándole el puesto de honor la he constituido reina de todo el hombre y depositaria de todo su obrar. Así como las criaturas tienen cajas para conservar sus cosas para tenerlas custodiadas, así el alma tiene su voluntad para conservar y custodiar todo lo que piensa, lo que dice y lo que obra, ni siquiera un pensamiento perderá.” Octubre 9, 1921 Volumen 13
“ La voluntad humana posee con caracteres
indelebles todo lo que hace y que quiere hacer, y si la memoria olvida, pero la voluntad nada pierde, contiene el depósito de todos sus actos sin que pueda perder nada. Por eso se puede decir: ‘Todo el hombre está en la voluntad.’ Marzo 19, 1935 Vol. 33
“La voluntad, también en la criatura, es el depósito
de todos sus pensamientos, del bien y del mal que hace, ella es depositaria de todo, nada se le escapa que no deposite en ella.” Marzo 8, 1925 Vol. 17