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LEISHMANIASIS

La leishmaniasis es causada por la infección con especies de Leishmania. Las


manifestaciones clínicas más importantes incluyen síndromes cutáneos,
mucosos y viscerales. Por ejemplo, la leishmaniasis cutánea causa lesiones
cutáneas crónicas e indoloras que van desde nódulos hasta grandes llagas que
pueden durar meses o años, pero que casi siempre sanan solas. La
leishmaniasis mucosa afecta los tejidos de la nasofaringe y puede causar
anomalías visibles en la nariz y la nasofaringe. La leishmaniasis visceral causa
fiebre irregular, hepatoesplenomegalia, trombocitopenia e hiperglobulinemia y
se asocia con una alta mortalidad. El diagnóstico se basa en la detección de
parásitos en hisopos o cultivos, y cada vez más en pruebas basadas en PCR
(reacción en cadena de la polimerasa) en centros de referencia. Las pruebas
serológicas pueden ser útiles para diagnosticar la leishmaniasis visceral, pero
no la leishmaniasis cutánea.

La leishmaniasis es una enfermedad transmitida por vectores con una variedad


de parásitos, reservorios y vectores. Es causada por diferentes tipos de
protozoos del género Leishmania y se transmite a animales y humanos por la
picadura de insectos de la familia Cycoididae. Su existencia está directamente
relacionada con la pobreza, pero otros factores sociales, además de los
ambientales y climáticos, influyen directamente en su epidemiología.

El diagnóstico es necesario para establecer un tratamiento específico, reducir


la progresión de la enfermedad, reducir los signos y síntomas y mejorar la
calidad de vida del paciente. Si no se tratan, las formas mucosas y cutáneas
difusas pueden provocar desfiguración y desfiguración, y la forma visceral
puede ser fatal en más del 90% de los casos no tratados. Debido a las
limitadas herramientas de prevención y control disponibles, las personas
expuestas deben tomar medidas para reducir la exposición al vector. Además,
las autoridades sanitarias deben tomar medidas para monitorear y, si es
necesario, implementar intervenciones de salud pública. El diagnóstico precoz
y el tratamiento adecuado son claves para prevenir la enfermedad.
 Ciclo evolutivo:

La leishmaniasis se transmite por la picadura de un tipo de anfibio llamado


flebótomo este se pica a sí mismo durante la fase de crecimiento infeccioso,
cuando se alimenta de sangre. Las incitaciones que llegan a la herida abierta
serán fagocitadas por los macrófagos y convertidos en músculo. Los
amastigotes se multiplican en las células afectadas y afectan a varios tejidos,
dependiendo en parte del tipo de leishmaniasis. Esta es la fuente de las
manifestaciones clínicas de la leishmaniasis. ‘’Los flebótomos se infectan al
alimentarse de la sangre de un huésped infectado, al alimentarse de
macrófagos infectados. En el estómago del flebótomo, los parásitos se
convierten en presas que se multiplican y migran a la probóscide’’(OPS/OMS,
2022).

1. La mosca se alimenta de sangre, inyecta el estadio promastigote en la piel.


2. Los promastigotes son fagocitados por macrófagos.
3. Los promastigotes se trasforman en amastigotes dentro de los macrófagos.
4. Los amastigotes se replican en las células, incluyendo a los macrófagos de
varios tejidos del cuerpo.
5. La mosca se alimenta de sangre, ingiere macrófagos infectados con
amastigotes.
6. Ingestión de células parasitarias
7. Los amastigotes se modifican en el estadio promastigote en el intestino
medio.
8. Se comparten en el intestino medio y migran a la probóscide.

 Manifestaciones clínicas

La leishmaniasis tiene diferentes manifestaciones clínicas: leishmaniasis


cutánea que afecta la piel y las mucosas; Destrucción crónica del tejido mucoso
y efectos sistémicos o viscerales que afectan a todo el cuerpo y pueden ser
fatales. Los síntomas de la leishmaniasis cutánea/mucosa dependen del sitio
de la lesión y se asocian con dificultad para respirar y lesiones en la piel.
Puede convertirse en llagas en la piel que sanan lentamente, congestión nasal,
sangrado de nariz y dificultad para tragar, así como llagas y erosión de la boca,
lengua, encías, labios, nariz y tabique nasal. Leishmaniosis sistémico o visceral
en los niños, a menudo comienza repentinamente con tos, Diarrea, fiebre y
vómitos. Infección en adultos con fiebre persistente de dos semanas a dos
meses, acompañado de síntomas como pérdida de apetito, fatiga y debilidad
luego aumenta a medida que avanza la enfermedad. Además, puede haber
dolor abdominal, sudores fríos, piel delgada y escamosa, adelgazamiento del
cabello y pérdida de peso.

 Diagnóstico 
Las pruebas que se pueden hacer para diagnosticar la afección incluyen:
 Trasplante hepático y biopsia
 Trasplante y biopsia de ganglios linfáticos
 Biopsia y cultivo de bazo
 Prueba indirecta de anticuerpos inmunes
 Test PCR específico para leishmaniasis
 Prueba cutánea de Montenegro
 Trasplante de médula ósea y biopsias
 Prueba de apilamiento directo
 Trasplante de piel y biopsias
Otras pruebas que se pueden realizar incluyen:
 Hemograma completo con diferencia pruebas serológicas albúmina en
sangre
 Nivel de inmunoglobulina en la sangre proteína de suero

 Tratamiento

El tratamiento de la leishmaniasis visceral depende de la anfotericina B o de la


miltefosina liposomal, según el tipo de leishmaniasis infecciosa y la zona
geográfica en la que esté afectada. Las alternativas incluyen el desoxicolato de
anfotericina B y los antagonistas pentavalentes (estibogluconato de sodio o
antimonato de meglumina) si la enfermedad ya se ha adquirido en áreas a las
que es probable que las especies de Leishmania sean sensibles. Existe una
variedad de tratamientos tópicos y sistémicos para la leishmaniasis cutánea,
según el tipo etiológico y la presentación clínica. Podríamos resumirlos en:

 Anfotericina B
 Ketoconazol
 Miltefosina
 Paromomicina
 Pentamidina
 Prevención
Según la OMS publicado en diciembre de 2015 advertía de que las
principales fuentes de intoxicación alimentaria son la ingesta de carne,
huevos crudos o mal cocidos, verduras y frutas mal lavadas y productos
lácteos contaminados por norovirus:
 Mantener una buena higiene, incluido el lavado de manos efectivo. El
contacto con personas que pueden contener tierra, agua, animales y
microorganismos puede causar infecciones transmitidas por los
alimentos.
 Separar los alimentos crudos de los cocidos. La carne y el pescado
crudos, y sus jugos, pueden contener patógenos que pueden transferirse
a otros alimentos. Para evitar esto, debe evitar su contacto.
 Cocción de alimentos en ebullición La preparación apropiada mata
efectivamente a casi todos los patógenos. Temperaturas de hasta 70ºC
garantizan la seguridad alimentaria.
 Utilizar materias primas y agua potabilizadas de una fuente confiable.

Bibliografía:

González Espinosa, L. E., Riol Lozano, J. M., Gómez Viera, N., Garzón Cutiño,
L., & Dueñas Ojeda, Y. (2017). Neurotoxoplasmosis como complicación
neurológica de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana.
Revista Cubana de Medicina, 56(2). http://scielo.sld.cu/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0034-75232017000200005

OPS/OMS. (2022). Leishmaniasis - OPS/OMS | Organización Panamericana


de la Salud. https://www.paho.org/es/temas/leishmaniasis

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