Criados estad sujetos, se refiere a los criados o empleados domésticos o
sinónimo de siervos, eran esclavos familiares, estad, es un mandato imperativo, no es opcional, sujeto de la palabra jupotasso (jupo, debajo y tasso ordenar) ordenar debajo, ponerse bajo sujeción, no solo obedecer sino ponerse alegremente bajo su autoridad, en el campo del hogar como laboral. esta también es una batalla contra el alma, el orgullo se opone a sujetarse, pero debemos hacerlo por causa del Señor y con las fuerzas de él. con todo respeto a vuestros amos; en 1 era Pedro no hay enseñanza para los amos, posiblemente porque todos o la mayoría de los creyentes serian de clase pobre, deberían estar sujetos con todo respeto, ya antes les había dicho honrad a todos. al temer reverencialmente al Señor motivara a tratar a los demás con ese temor. no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. Es “fácil” sujetarse a los que nos tratan bien o a los que son correctos, justos, considerados y amables, el creyente es llamado a tener una conducta diferente a los demás, no debe rebelarse a los patrones o jefes que son difíciles de soportar, o que son moralmente torcidos o solo cuando están bien y no cuando esté áspero, o nos tratan cruel o injustamente. Es allí cuando damos testimonio de una vida que no es de este mundo, que es de Cristo y que vivimos bajo su presencia Porque esto merece aprobación, esta es una aprobación de parte de Dios esta actitud de respeto y obediencia a los amos sin importar su temperamento es una gracia que hacemos movidos por la Gracia de Dios en nosotros y eso el Señor lo ve con agrado. si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, la conciencia, es decir el entendimiento de que está haciendo la voluntad de Dios y consiente de su Presencia y sin importar el “yo”. Elías y Eliseo fueron hombres que vivieron como en la presencia de Dios (1 Re 17:1, 18:15; 2 Re. 3:14, 5:16). sufre molestias padeciendo injustamente, al recibir con mansedumbre los tratos injustos mostramos a Cristo en nuestras vidas, las personas se asombran y pueden ver con claridad a Cristo viviendo en nosotros y de esa manera pueden ser atraídos a Él. Pues ¿qué gloría es si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Sufrir pacientemente por nuestras propias faltas, no tiene nada de sobrenatural ni gloria para Dios, tampoco es de buen testimonio más bien da mala reputación al nombre de Cristo, si un empleado peca o falta el respeto a su amo o jefe y es abofeteado, amonestado o despedido por ello y él lo acepta con paciencia. No tiene gloria ni aprobación de Dios Más si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Por el contrario, actuar bien y padecer con paciencia por causa de ello, trae aprobación (caris, gracia) de Dios, una traducción dice “esto es gracias para con Dios”, cuanto nos cuesta vivir una obediencia sumisa aun hasta padecer por ello, pero a Dios le agrada porque es reflejo de su Amado Hijo. Pedro no dice es gloria o fama para el creyente, esto jamás debe buscarlo sería quitarlo de solo Aquel que lo merece, es abominación o idolatría. Pero si podemos querer ganarnos las gracias de parte de Dios, él podría decir “gracias porque estas exaltando a mi Hijo al actuar así porque el hizo eso con perfección” Pues para esto fuiste llamados; parte del llamamiento del creyente es a sufrir pacientemente por ser de Cristo. La nueva vida en Cristo traerá inevitablemente trato injusto en ocasiones de los que se oponen Porque también Cristo padeció por nosotros, el gran incentivo es que también Cristo fue tratado de esa manera y lo soporto. Dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas. Estas dos primeras palabras en el original dirían “escrito por debajo” como un patrón de letras para calcar, al poner encima un papel y trazar los mismos caracteres, como el original para hacer copias. Al parecer estos sufrimientos no son los sufrimientos expiatorios, sino los sufrimientos ejemplares, por lo tanto, en esto podemos seguir sus pasos. Los siguientes dos versos son ejemplos que el Señor dejo. El cual no hizo pecado, el primer ejemplo que nos dejó el Señor es que ni bajo presión se desvió al pecado, (no se desvió) él es impecable, no podía pecar, nosotros si podemos pecar, pero el no a ablandado sus normas a nuestra debilidad o a los circunstancias que nos encontramos, así como el Señor se sometió a la perfecta voluntad de Dios siendo obediente hasta la muerte, nosotros debemos seguir sus pisadas y no ser hallados de pecados de rebelión en su buena voluntad para con nosotros. En 1 Jn. 2.1 se trata de alguien que peca a propósito y se puede “ver” ni se halló engaño en su boca, el no hizo pecado ni tampoco hallaron engaño en su boca, en el dicho y en hecho fue impecable. Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición, el segundo ejemplo (no se defendió) la palabra maldecir es amontonar palabras ofensivas y viles contra alguien, Cristo sufrió un maltrato verbal inimaginable, fue escarnecido y burlado terriblemente, pero no respondió. El profeta dice enmudeció su boca. Is.53:7 Cuando padecía no amenazaba, él tenía toda autoridad como Dios, tan solo una palabra suya podía lanzar a sus maldicientes a la eternidad oscura, pero “enmudeció no abrió su boca Is. 53: 7” su corazón lleno de amor no tenía espacio para la venganza o la amenaza, él estaba allí para sufrir por amor a nosotros y nos da ejemplo a no buscar venganza ante los maltratos, enmudezcan, lloremos por los que nos rechazan como el lloró por la cuidad que le rechazo. La venganza es la reacción natural pero el creyente tiene que ir mirando al Sufriente. El juicio y la venganza son la “extraña obra” del Señor, alguien dijo que “solo cuando la gracia y la misericordia hayan agotado sus poderosos ministerios sobre la tierra, vendrá la espada” (Is.28:21) Sino encomendaba la causa al que juzga justamente, el tercer ejemplo es que (no se vindicó) no busco justicia, se puso completamente al cuidado de su Padre celestial, el día de su vindicación es futuro cuando toda rodilla se doblara ante su presencia (Fil. 2: 10). El fue entregado a Pilato, este lo entregó a los judíos, pero él se había entregado antes a su Padre celestial, esto es un ejemplo para los creyentes para que en cada circunstancia nos encomendemos a él. Nuestro sufriente salvador es el glorioso ejemplo para librarnos de la insensatez de querer vindicarnos a nosotros mismos y así con su gracia y poder ser preservados, y aprender a encomendar toda cosa o circunstancia que nos pase al Vindicador justo en el día que el a prefijado. Quien llevó el mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, el Señor no solo sufrió para dejarnos ejemplo, sino que también sufrió como sustituto por nosotros y allí lo hizo solo, porque solo él podía hacerlo, llevo nuestra condena y castigo en lugar nuestro, cargo nuestros pecados y el juicio que implicaba aquello, A la cruz. Para que nosotros estando muertos a los pecados se nos ha enseñado a seguir el ejemplo de nuestro Señor en el sufrimiento. Una razón es que ya estamos muertos a los pecados, a esa vida gobernada por el pecado que solo piensa en el “yo”, es ese el propósito por lo cual el Señor se inmolo en lugar nuestro y para que ahora estemos como ausentes de esas acciones y reacciones que teníamos cuando estábamos en nuestros pecados. Lo cual ahora cristo los había llevado a la cruz. Ahora entonces vivamos a la justicia a esa nueva vida, un andar sometido gozosamente al Señor a su santidad y rectitud. por cuya herida fuisteis sanados. La herida que le causaron nuestros pecados y el juicio que cayó por ello, trae salud a nuestra alma herida, por los pecados que el los llevó. Esta sanidad es algo que goza cada creyente. Aun el cuerpo no lo disfruta, pero cuando él venga será cumplido. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, no hay nada más triste que una oveja perdida y descarriada, la oveja no tiene dientes filosos, ni garras para defenderse así era el pasado de todo creyente estábamos a la deriva e indefensos contra el enemigo de nuestras almas, pero ahora no. Pedro al parecer hace referencia al profeta Isaías 53.6, pero también siguiendo las instrucciones que está comunicando puede ser que el creyente no quiera someterse a las instrucciones del Señor por tanto siendo su Pastor no quiera su cuidado, esa actitud es triste. Pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispos de vuestras almas. Llego un momento que el Señor nos hizo entender nuestra triste condición y solo había un camino de esperanza, volver Al Buen Pastor que no solo nos sostiene, sino que ha dado su vida en rescate por nosotros, no solo es nuestro Pastor sino también es nuestro Obispo (sobreveedor uno que vigila) él tiene un cuidado vigilante de nuestras almas, no es la iglesia que nos pastorea y vigila sino el Señor mismo y personalmente. ¡Bendito sea el Pastor y Obispo de nuestras almas ¡