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SERIES IAFCJ

LECCIÓN 2

EL ESPÍRITU QUE
RESUCITÓ A JESUCRISTO
Propósito: Que las personas crean en la Unicidad Divina y conozcan los principios
doctrinales que cree y enseña nuestra amada Iglesia Apostólica. Espíritu Santo y
Resurrección de Jesucristo.

“El Espíritu de Dios, quien levantó a Jesús de los muertos, vive en ustedes;
y así como Dios levantó a Cristo Jesús de los muertos, él dará vida a sus
cuerpos mortales mediante el mismo Espíritu, quien vive en ustedes.”
Romanos 8:11.

Introducción
La iglesia del Señor creemos que Dios no sólo es uno en su esencia,
también es perfectamente activo en su manifestación y alcance como Espíritu
Santo; formando con ello nuevas criaturas (hijos de Dios) y capacitándolas
sobrenaturalmente para su oficio y ministerio en el reino de Dios. Pero esa
maravillosa obra contínua de generación y perfección no es hecha al azar, sino
que lleva implícito el modelo de Jesucristo, el cual resucitó literalmente de entre
los muertos; dando con ello sentido y propósito a todos los que creemos en el
Dios único.

MEDITEMOS EN ESTO

ESPÍRITU promesa a nuestra vida


Romanos 8:11(a), es la más grande bendición que cualquier ser
humano puede recibir, “vive en ustedes”: ¡Dios mismo viviendo en nosotros, y
haciéndose “uno” con nosotros! Esto nos da el verdadero sentido a nuestras
vidas. Todas las religiones existentes conectan al hombre con “sus divinidades”
por medio de ritos externos, mientras los hijos de Dios estamos en Él y Él en
nosotros, por medio de su Espíritu Santo que nos habita. ¡Nadie tiene lo mejor,
sino los hijos del Dios uno!
A más de esto, tenemos “el plus” de que todo lo que hacemos, lleva el
ingrediente sobrenatural de la presencia que nos habita, su Santo Espíritu.

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SRÍA. DE EVANGELIZACIÓN

¡JESÚS Resucitó! también nosotros


Cuando creemos y vivimos en esta atmósfera cargada de
sobrenaturalidad, tenemos no sólo herramientas para vivir y servir en el reino,
sino también la esperanza plena de “levantarnos” de la tumba como nuestra
mayor recompensa y pasaje a la eternidad, como nuestro Señor y Dios
Jesucristo, lo hizo: “...él dará vida a sus cuerpos mortales mediante el mismo
Espíritu que vive en ustedes”-Romanos 11(b).

CONOCE NUESTRA DOCTRINA:


Espíritu Santo y Resurrección de Jesucristo

ESPÍRITU SANTO
Creemos que el Espíritu Santo es el mismo Dios del Antiguo Testamento,
encarnado en Jesucristo y derramado en los corazones de los creyentes después
de la glorificación del Señor Jesucristo, que es quien lo envía, y fue prometido
por Dios por boca de los profetas. (Joel 2:28-29: Ezequiel 36:26-27; Juan 7:37-
39,14:16-26; Hechos 2:1-4).
Creemos también que el Espíritu Santo produce el nuevo nacimiento
en la vida del creyente, el cual es necesario para entrar en el reino de Dios (Juan
3:3; 1 Corintios 12:3) y es potencia que permite testificar de Cristo (Hechos
1:8), y así mismo sirve para la formación de un carácter cristiano más agradable
a Dios (Gálatas 5:22-25).
Creemos en el bautismo en el Espíritu Santo y que la demostración de
que una persona ha sido bautizada en Él son las nuevas lenguas o idiomas en
que el creyente puede hablar, y que esta señal es también para nuestro tiempo.
(Mateo 3:11; Hechos 2:1-4,39).
El mismo Espíritu da dones a los hombres, que sirven para la edificación
de la Iglesia (Romanos 12:6-8; 1 Corintios 12:1-12; Efesios 4:7-13), pero no
aceptamos que haya en ningún hombre la facultad de impartir a otro algún
don, “en todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada
uno en particular como él quiere” (1 Corintios 12:11). “Y a cada uno fue dada la
gracia conforme a la medida del don de Cristo” (Efesios 4:7).
Todos los miembros de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús,
deben buscar el bautismo en el Espíritu Santo y tratar de vivir constantemente
en el Espíritu, como lo recomienda la palabra de Dios (Romanos 8:5-16; Efesios
5:18; Colosenses 3:5).

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JESUCRISTO
Creemos en la resurrección literal de nuestro Señor Jesucristo que se
efectuó al tercer día de su muerte, como lo relatan los evangelios (Mateo 28:1-
10; Marcos 16:1-20; Lucas 24:1-12, 36-44; Juan 20:1-18) y el resto del Nuevo
Testamento (1 Corintios 15:3-8). Esta resurrección había sido anunciada por los
profetas (Isaías 53:10-12) y es necesaria para nuestra esperanza, justificación,
santificación y glorificación final. (Romanos 4:25; 1 Corintios 15:20).
Creemos además que la resurrección de Jesucristo es la demostración
de su divinidad absoluta, señorío y soberanía en el cielo y en la tierra y debajo
de la tierra. (Juan 10:17,18; Mateo 28:18; Filipenses 2:10,11; Apocalipsis
1:17,18).

APLICACIÓN, UN MENSAJE PARA TU VIDA.


Todos los oficios y ocupaciones que las personas tienen sólo son
beneficiosos para esta vida, y no se duda de que algunos de ellos son
importantes y loables. Pero el ser hijo de Dios, y vivir como tal, tiene no sólo
bendiciones presentes sino también eternas. De esta forma se establece una
gran diferencia entre un hijo de Dios y ciudadano de su reino, y una criatura
humana no redimida; mientras la última sobrevive con escasas herramientas
espirituales y emocionales, y termina su ciclo natural en la tumba, el primero
le sobrepasa pues vive una gran parte de sus procesos de manera sobrenatural
por el Espíritu que le habita y su destino irá más allá de la tumba, irá hasta la
eternidad misma.
La escritura dice: “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe:
Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí,
dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”.
-Apocalipsis 14:13-

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